anuario upa 1994

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Anuario 1994 de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos. Informe que recopila toda la información sobre la agricultura familiar en España.

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  • N U AR 1 LA TIERRA

    Unin de Pequeos Agricultores

  • ASOCIACION PROVINCIAL Consejo Regulador de la DE COSECHEROSEXPORTADORES Denominacin de Origen

    DE TOMAnS DE nNERIFE Tacoronte Acentejo Tel. : 22/28 02 00 Fax: 22/28 26 66 Tel.: 22/56 01 07

    FEDEX FEDERACION PROVINCIAL

    DE ASOCIAOONES DE EXPORTADORES DE

    PRODUCTOS HORTOFRUTICOLAS DE LAS PALMAS

    Tel.: 28/46 72 50 Fax: 28/46 37 70

    Ap~E ~ ASOCIACIOHDE ' __ \ -"'---:; COSECHEROSY ~~ EXPO!mDORES ASOCIACION DE ~11111"' DEFLORES PRODUCTORES ArOCAN YPLAH'IASDE DE QUESOS DE ~ CANARIAS

    CANARIAS Tel.: 22/24 26 65 Fax: 22/27 34 13

    Tel.: 22124 25 81 Fax: 22/24 67 65

    GOBIERNO DE CANARIAS CONSEJERIA DE AGRICULTURA Y ALIMENTACIN

    EL HIERRO Tel.: 22155 90 01 Fax: 22155 95 14

  • ~N ~,T6\R IQ 1 9 9 4

    EDITA: Secretoria Federal de Comunicacin e Imagen de UPA.

    REDACCION Y ADMINISTRACION: C/. Agustln de Belllncoort, 173.1

    28003 MADRIO Tels.: 554 18 70 / 2147/ 23 41

    DIRECCION: Comisin fifcutiva federal de UPA.

    REDACTORA JEFE Y EDICION: Ana Vkandi.

    REDACTORES Y COLABORADORES: PQ{Jla Campos, Elena Conesa, Jos Manuel Oeklada, Mabel G. B111telo,

    NfOlsa G. Calero, femando Gordo, Jos M' fzquie!do, Angel Juste, Alfredo lpez Alonso, francisco Mmtinez Manzanores,

    Jos Rallll Mendozo, Corlas Pololno, A. RomrezFerlasio, A!fOlsa Rebollo. Haor Sonz, Alllu~o Sonz, Angeles Serrono.

    COLABORACIONES ESPECIALES: Augu~to Bochinni, Miguel Oehbes, Cndklo Mndez.

    FOTOGRAFIA: lnmoculodo Mesa, H

  • Productos A sturianos PRINCIPADO DE ASTURIAS

    CONSEJERIA DE MEDIO RURAL Y PESCA

  • SUMARIO

    P ino P ino RESENTACION AGRICULTURA Y ALIMENTACION :RNANDO MORALEDA: INFORMAC/ON, AGRICULTURA Y MUNDO RURAL INDICE DE PRECIOS Al CONSUMO 108 \NDIDO MENDEZ: lA DIMENS/ON SOCIAL DE lA AGRICULTURA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA 111 !GUSTO BOCHINNI: lA AGRICULTURA, EN PROCESO OE CAJ~B/O CONSUMO Y GASTO EN ALIMENTACION 114 ffRODUCCION DENOMINACIONES GENERICAS Y ESPECIFICAS 115 . ESCENARIO 9 POLITICA AGRARIA Y PRODUCCIONES DE CALIDAD 117 GRICULTURA Y MUNDO RURAL PRODUCCIONES Y MERCADOS 122 AGRICULTURA ESPAOLA EN 1993 16

    ILITICA AGRARIA 24 COMUNIDADES AUTONOMAS 146 AGRICULTURA EUROPEA EN 1993 28 1L1T1CA AGRARIA COMUN 32 ANDALUCIA 147

    ~DICALISMO AGRARIO; LOS RESULTADOS DE LA "MARCHA VERDE" 38 ARAGON 148 IPLEO Y POBLACION ACTIVA EN EL SECTOR AGRARIO 40 ASTURIAS 150 MERCIO EXTERIOR 43 BALEARES 151 ECIOS DE LA TIERRA 46 CANARIAS 152 /EL DE VIDA EN EL MEDIO RURAL 47 CANTABRIA 154 OYECTO DE LEY DE ORGANIZACIONES INTERPROFESIONALES 51 CASTILLALA MANCHA 155 BATE EN El CES SOBRE LAS FUTURAS INTERPROFESIONALES 52 IANCIACION 54 CASTILLA Y LEON 156 '.TOR LACTEO 56 CATALUA 158 JPUESTAS PARA LA REFORMA DE LA OCM DEL VINO 58 EXTREMADURA 159 JCIACIONISMO AGRARIO 60 GAUCIA 160 iUROS AGRARIOS 62 MADRID 162 iURIDAD SOCIAL 64 MURCIA 163 QUINARA AGRICOLA 67 NAVARRA 164 ~ILLAS CERTIFICADAS 70 PAIS VASCO 166 lDUCTOS FITOSANITARIOS 72 LA RIOJA 167

    ~TRATOS AGRARIOS 74 C. VALENCIANA 168 'ESTIGACION AGRARIA 78 lGRAMAS LEADER 81

    ~ISMO RURAL 84 UPA ACCION SINDICAL 170 ;RICULTURA Y MEDIO AMBIENTE

    LEGISLACION NACIONAL 182 .ITICA MEDIOAMBIENTAL EN 1993 86 \\ATOLOGIA 89 JIDAS AGROAMBIENTALES DE LA PAC 90 LEGISLACION UNION EUROPEA 208 ISION Y ZONAS ARIDAS 92 N NACIONAL DE FORESTACION 95 CRONOLOGIA 238 ENDIOS FORESTALES 98 IAS HUMEDAS 100 ACIOS PROTEGIDOS 102 RELATO N HIDROLOGICO NACIONAL 105 MIGUEL DELIBES: LA SEOUIA 252

    rndice de Anunciantes :iOBIERNO DE CANARIAS lteriof de Porludo ioo P6oioo JOBIERNO DE lA RIOJA lnterio( de (oofroporudo CEMERSA 201 JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILIA V LEON 15y 153 IUNTA DE ANDAllJCIA Contrnporudo CETARSA 229 JUNTA DE EXTREMADURA 94 :NESA Eoca!le CDAGRA 189 LECHE PASTERIZADA 232

    ino CODISOIL, S. A. 141 MATERIAGRD, S. A. 31 \COPAEX, S. COOP. 247 COMUNIDAD DE CASnLlA-lA MANCHA 149 MERCA/MORID 121 \COR 237 COMUNIDAD DE MADRID 157 PRINCIPAOO DE ASTURIAS 2 y 145 IGREVO 73 DAVMSA 48 REGABER 107 l(JROALBA 93 DIPUTACION DE LEON 197 REGION DE MURCIA 161 RENFE 45 IGROSA 71 EXPOVICAMAN 225 RGA HOlDINfi 41 il.HRSAN 128 FERIA DE CARTAYA 101 RHONE POULENC 6 IANCO DE CREDITO AGRICOIA 110 FIAGA 130 SAECA 215 IASF ESPAOIA, S. A. 37 FIATAGRI 65 SANIPIANT 99 llOESllMUIANTES AGRICOIAS 173 GENERALITAT VALENCIANA 169 SEMILIAS PACIFICO 80 AJA DE CASTlllA-lA MANCHA 103 GOBIERNO DE NAVARRA 165 SERVICIOS FORESTALES, S. L 97 'AJA ESPAllA 251 GROUPAMA 91 SLUIS V GROOT Stli\lllAS, S. A. 83 AJA DE EXTREMADURA 181 IBERDRIP 116 TECNIRIEGO 33 AJA MADRID 10 JOHN DEERE 69 y 193 TORRE /MOU INAR A AGRICOlA. S. L 77 AMPOSEGUR 240 JESUS CARMONA 143 TURBEPAL 125

    3

  • 4

    Informacin, Agricultura y Mundo Rural

    Un breve repaso a la histo-ria ms reciente de la acti-vidad agraria en la Unin Europea resulta suficiente para comprobar el "vrti-go" de los acontecimientos y, por extensin, /as enor-mes incertidumbres que si-gue ofreciendo el futuro para el sector agrario, en el que, adems de la propia complejidad econmica y social, se unen factores aadidos de responsabili-dad sobre el entorno en que desarrolla su actividad -esto es, el mundo rural-, sobre la ordenacin del te-rritorio o sobre /as estrate-gias de conservacin del medio ambiente.

    FERNANDO MORALEDA

    horizontes despejados r alternativas claras a la de ble rea lidad que supom en la actualidad, la regrE sin de la rentabilidad d sus explotaciones y la reitE racin de mensajes restric tivos emanados de la sucE sin de reformas aplicada a la Poltica Agraria Com1 Una rea lidad en la que n hay que olvidar la tremend dimensin socia/ que tien la actividad agraria, en b se a un modelo mayoritan de explotaciones familiarE - que incluye, por tanto, un responsabilidad evident sobre el relevo generacic na/- , y en funcin del ento no, porque la agricultura s gue siendo el principal eif mento vertebrador d1 mundo rural.

    En el caso concreto de nuestro pas, en apenas ocho aos /os agricultores espaoles han asumido la

    SECRETARIO GENERAL DE LA UNJON DE

    PEQUEOS AGRICULTORES

    incorporacin a la Poltica Agraria Comn (PAC), la reforma de esa misma pol-tica en 1992 y /os posterio-res acuerdos del GA TT, cu-yos efectos se irn dejando notar durante los prxi-mos aos. En un esfuerzo de sntesis, que no resulta fcil, pode-mos concluir que el escenario conformado por esta sucesin de acontecimientos se resume en un endu-recimiento progresivo de las condiciones en que se desenvuelven /os mercados agrarios, con conse-cuencias evidentes sobre /as rentas y el empleo, jun-to a una falta de respuestas polticas adecuadas a la responsabilidad colectiva de las sociedades europe-as hacia el mundo rural. De tal forma , /os agricultores europeos - y especial-mente /os espaoles, que desarrollan su actividad en unas condiciones ms desfavorecidas- , se enfrentan al futuro en un marco de crecientes dificultades, sin

    La preocupacin por el ft tura no debe convertirsi sin embargo, en falso C< tastrofismo. Por el contrari, esa preocupacin det orientarse hacia plante,

    mientas imaginativos y creativos, capaces de ofreei respuestas desde el sector y de vertebrar la repr. sentacin colectiva de la agricultura de cara al ca, junto de la sociedad y frente a /as instituciones pb cas. As se ha entendido siempre desde la Unin de P, queos Agricultores y as se explica la conso/idacic del modelo de sindicalismo agrario progresista as mido en Espaa por nuestra Organizacin, dentro e una realidad cambiante a ritmo acelerado. Ese ritmo de la realidad otorga tambin, necesari mente, un alto valor aadido a la informacin, hasta punto de convertirla en un medio de produccin, t nuevo input, ineludible en la gestin de las explot ciones familiares agrarias.

  • orno una respuesta a la necesidad de informacin, PA edita, desde hace ms de diez aos, la revista

    ~ TIERRA y refuerza progresivamente los canales in-rmativos entre la estructura federal de la Organiza-n y las Uniones territoriales, una vez constatada la 1orme rentabilidad de este esfuerzo, consecuente, 1 todo caso, con el protagonismo de la Unin de Pe-1eos Agricultores en todos los organismos de ne-Jciacin y representacin a todos los niveles, auto-imico, nacional o internacional. ese mismo reto responde ahora una nueva iniciati-' de UPA, con la edicin de este ANUARIO 1994, 1e, sin falsos triunfalismos, supone un esfuerzo sin ecedentes en el sector agrario espaol. ! Unin de Pequeos Agricultores siempre ha pre-1dido, en todas las actuaciones emprendidas des-1 su creacin, aglutinar esfuerzos y voluntades de lectivos muy amplios, tanto dentro del propio sec-. agrario como en otros mbitos profesionales, ex-rtos, acadmicos, etctera, con el objetivo perma-nte de compatibilizar el rigor con la demanda sin-~al. a misma capacidad se ha vuelto a poner a prueba n la edicin del ANUARIO 1994, en el que el traba-':ie la propia Organizacin se ha visto reforzado con oarticipacin de un amplio colectivo de tcnicos y Jfesionales. igual modo, hay que valorar -y agradecer- la pre-

    1cia publicitaria en este ANUARIO 1994 de un nu-1roso grupo de empresas e instituciones, cuya par-pacin avala los objetivos generales de esta inicia-l , en tanto que refuerza las pretensiones globaliza-'as de un instrumento informativo al servicio de to-s aquellos colectivos que se mueven en torno a la Mdad agraria y el espacio rural. odas ellos va dirigida la recopilacin de datos y 31isis que se incluyen en este ANUARIO 1994, en el 3 se ha intentado recoger una amplia base estads-1 sobre la evolucin ms reciente del sector agrario toda su complejidad y en sus mltiples facetas . este sentido, no es casual la estructuracin del UARIO 1994 en tres grandes bloques generales: 'icultura y Mundo Rural, Agricultura y Medio Am-nte y Agricultura y Alimentacin, porque esos con-Jtos reflejan en buena medida los parmetros en

    que se desenvuelve ya, y lo har an ms en el futu-ro, la actividad agraria. Asimismo, hemos querido prestar tambin un peque-o pero orgulloso homenaje a Miguel Delibes, nuestro actual Premio Cervantes. Con ello, deseamos que la multitud de cuadros estadsticos adquieran un cierto "olor" a campo, con el mismo aroma que tienen las palabras de su escritor ms representativo. Con este trabajo, la Unin de Pequetios Agricultores avanza un paso adelante en una estrategia sindical sostenida desde hace aos a todos los niveles, en lo que supone un objetivo claro de afirmacin colectiva del propio sector y su incardinacin con el conjunto de la sociedad. Dentro de ese marco, los resultados de la "Marcha Verde " de 1993 fueron especialmente significativos, porque, antes que nada, se consigui trasladar a to-da la sociedad espaola que nuestro pafs mantiene una "sociedad rural" compleja y desigual, pero coin-cidente en la necesidad de asegurar un futuro digno para el colectivo mayoritario de las pequeas explota-ciones familiares, cuya preocupacin no descansa tanto ya en su propia realidad actual como en las ex-pectativas que deben abrirse cuando se plantea el relevo generacional. El balance de la "Marcha Verde", reposado ya un ao despus, confirma esa sensacin y en la misma lnea apuntamos ahora con la edicin de este ANUARIO 1994, cuya publicacin coincide con la ratificacin de los acuerdos del GA TT, con la negociacin de las re-formas de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) para los sectores que se quedaron fuera de la reforma de la PAC o, en el orden interno nacional, con proyectos legislativos tan importantes como el de Or-ganizaciones Interprofesionales o el de Moderniza-cin Agraria. El futuro nos reclama trabajo y responsabilidad. El presente sigue evolucionando a un ritmo muy rpido. El anlisis que aporta este ANUARIO debe servir, por tanto, como punto de encuentro y de reflexin para conseguir mejorar tanto las condiciones sociales y econmicas de los agricultores y ganaderos como las de los pueblos que habitan. Es ste, y no otro, el ni-co y honroso objetivo de nuestra Organizacin para la explotacin familiar agraria espaola.

    5

  • Herbicida selectivo de los cereales

  • .a Dimensin Social de la Agricultura

    ~prdida relativa de parti-pacin de la actividad 1raria sobre el conjunto

    ~ la actividad econmica, msecuente con la evo/u-'5n de las economfas ms

    ~sarro/ladas, no reduce, 10 ms bien todo lo con-irio, la enorme importan-3 social que tiene el see-r agrario en la vertebra-5n del mundo rural, en la denacin del territorio y, 1 una manera creciente,

    la responsabilidad co-;tiva de conservar los re-rsos naturales. CANDIDO MENDEZ

    cando, en buena medida, con los criterios generales de polftica econmica im-perantes en todos los pa-ses de la Unin Europea. As se explica, por ejemplo, que en el Libro Blanco de la Comisin Europea sobre el futuro del empleo en la UE se eche en falta un an-lisis ms detallado sobre la situacin especfica del sector agrario, en el que, durante los t/timos aos, se est produciendo una des-truccin de empleo muy su-perior a la que podra justi-ficarse por la propia evolu-cin econmica general, ms an en una poca de recesin para el resto de

    1 tal forma , la funcin pri-Jrdial de producir alimen-;, consustancial a la encia lgica de la activi-d agraria, se est viendo

    SECRETARIO GENERAL DE LA UNION GENERAL DE

    TRABAJADORES

    Jgresivamente acampa-da de otro tipo de ele-mtos, no menos importantes y conducentes todos JS a reforzar la dimensin social de la agricultura, luso por encima de su propia importancia econ-

    ~a . historia ms reciente, tanto en Espaa como en el ljunto de la Unin Europea, camina en esa direc-n, dentro .de un sector que, adems, tiene las con-iones idneas para convertirse en abanderado de estrategias de cohesin econmica y social, asu-

    'fas, al menos en teora, por la propia Comisin Eu-1ea y por las nuevas polticas estructura/es que se ? ido impulsando en paralelo al proceso de inte-'Cin econmica, poltica y social en la UE. experiencia de la Polftica Agraria Comn (PAC) istituye, a pesar de todos sus defectos, el mejor mplo histrico de integracin dentro de la Unin opea, con una creciente dimensin globalizadora los tradicionales esquemas de "economa agraria " ,na/izados a travs de la poltica de mercados- ha-planteamientos ms generalistas de "poltica ru-

    ricamente, y tanto la ltima reforma de la PAC co-las acuerdos del GA TT (Acuerdo General sobre nceles y Comercio) son buena muestra de ello, los ibles avances hacia una mayor cohesin econ-a y social del mundo rural europeo siguen cho-

    los sectores, receptores tradicionales del empleo que abandona la actividad

    agraria. De igual modo, los debates abiertos, tanto en Espaa como en otros pases europeos, sobre el futu-ro de Ja economa y el empleo parecen olvidar la si-tuacin diferencial que siguen teniendo los agriculto-res en particular y el mundo rural en general. Unas diferencias que pasan por los niveles de renta familiar, los indicadores de bienestar y calidad de vi-da, o el importe medio de las pensiones, en todos los casos por debajo de las medias generales o los indi-cadores propios del sector industrial o de servicios. Frente a este escenario general, resulta imprescindi-ble, cada vez ms, la existencia de organizaciones, bien estructuradas y con implantacin real, capaces de vertebrar la representacin del colectivo mayorita-rio de la agricultura espaola, formado por pequeas explotaciones familiares, dentro de un sector que, adems, incluye en nuestro pas notables diferencias territoriales y por sectores de produccin. Una responsabilidad asumida, a todos los efectos, por la Unin de Pequeos Agricultores, que en ape-nas diez aos ha sido capaz de estructurar un mode-lo de sindicalismo agrario progresista, con una clara vocacin de representacin y servicio al colectivo mayoritario de los pequeos agricultores, en lo que supone una firme apuesta por el futuro del mundo ru-ral en Espaa.

    7

  • 8

    La Agricultura en Proceso de Cambio

    El ao 1993 constituy el principio de un periodo de cambios radicales para los agricultores de la Unin Eu-ropea. En primer lugar, en-tr en vigor la reforma de la PAC en varios sectores im-portantes - especialmente en cultivos herbceos y ga-nadera-; reforma que las autoridades piensan exten-der a toda una serie de otros sectores, como por ejemplo vino, arroz, azcar, frutas y hortalizas; en se-gundo lugar, se alcanz por fin un acuerdo en el GA TT en diciembre de 1993, tras numerosos aos de nego-ciaciones.

    AUGUSTO BOCHINNI

    ciales en el marco de 1 Ronda Uruguay del GA T para paulatinamente ir ri duciendo las subvencionE de la produccin el sectc agrario. No obstante, segC han ido progresando l negociaciones del GA T se ha visto claramente qL los asociados comercia/ de la UE, en particular E UU, estaban exigiendo m. yores concesiones de l ya otorgadas en el marc de la reforma de la PAC. Gracias a la presin ejerc da por el COPNCOGECA sus organizaciones mier bros, han podido logran algunas mejoras durante fase final de las negociaci

    PRESIDENTE DEL COMITE DE ORGANIZACIONES PROFESIONALES AGRARIAS DE LA UE {COPA}

    La reforma de la PAC repre-senta un cambio significati-vo, ya que con ella se susti-tuye una poltica de sosteni-miento de los precios, por una poltica en la que se preconizan las ayudas directas concedidas a los productores, a condicin de que reduz-can su produccin. El principal argumento en el que se apoya semejante cambio poltico es que se lograr alcanzar el equilibrio del mercado y por consiguiente se podr realizar un aho-rro neto (reducindose el coste del almacenamiento y de las restituciones a la exportacin). El peligro estriba en que la idea de alcanzar el equilibrio del mercado se basa en dos hiptesis principales: en primer lugar en que la re -tirada de las tierras gracias al "set-aside " desembocar en una reduccin de las entregas en la UE; en segundo lugar, en que el bajo nivel de precios permitir a la pro-duccin de la UE incrementar su cuota de mercado inte-rior a expensas de las importaciones. Ambas hiptesis resultan bastante frgiles teniendo en cuenta la esperada mejora de los rendimientos para los prximos aos - en particular gracias a la investigacin gentica/hormonal-, as como la presin internacional que se est ejerciendo en la UE para que incremente el acceso de las importa-ciones a sus mercados en lugar de restringir/o. Incluso si se alcanza el objetivo de equilibrar el mercado, el coste presupuestario de la reforma de la PAC podrfa resultar sumamente oneroso, precisamente en un mo-mento en que la mayorfa de los Gobiernos estn inten-tando reducir el gasto presupuestario. La reforma de la PAC se realiz de hecho para que tuera compatible con el objetivo de las negociaciones comer-

    nes que permitirn aplic un periodo transitorio m< gradual y limitar en cier modo la demanda de le

    asociados comerciales de lograr un mayor acceso mercado de la Unin Europea. No obstante, de aqu al ao 2000 se requerir de la Unic Europea que proceda a un recorte sustancioso de s1 exportaciones y a un incremento significativo del acce. a sus mercados a travs de la puesta a disposicin e terceros pases, tanto de cuotas de importacin como e aranceles reducidos. El COPA ha rea/Izado un estudio sobre el impacto glot. del acuerdo del GA TT para el sector agrario en gener que confirma que cuando se aplique plenamente, acuerdo tendr un impacto negativo significativamer mayor en la produccin de la UE y en la renta agrar que la reforma de la PAC. Frente a estas expectativas, la tarea del COPA en est prximos aos consistir en asegurarse de que las au ridades europeas cumplen a su vez los compromis adoptados para con los agricultores. Asimismo, el COPA seguir trabajando para que aum te la toma de conciencia de lo importante que es la af cultura, no slo como fuente de alimentacin, sino ta bin en otros muchos sentidos. Efectivamente, al con buir al mantenimiento de la infraestructura rural, del p saje, de los servicios en nuestro campo europeo, e mentas que todos ellos contribuyen a su vez a atrae otras empresas rurales, las explotaciones son por cor guiente un elemento esencial para la supervivencia numerosas comunidades rurales.

  • INTRODUCCION

    El Escenario a realidad socio-econmica de la agricultura espaola se vio clara-mente influida , durante 1993, por la confirmacin de un nuevo escenario internacional. La puesta en marcha del Mercado Unico Europeo, la apli-

    icin por primera vez de la reforma de la Poltica -;raria Comn (PAC) - aprobada en 1992-, y la inclusin de las negociaciones del GA 7T - Acuer-J General sobre Aranceles y Comercio- fueron, 1 la prctica, los acontecimientos ms relevantes mtro de ese nuevo escenario, cuyas races, sin nbargo, se trasladan varios aos atrs, y cuyas 1nsecuencias definitivas an son, a estas alturas, 'ci/es de evaluar en todos sus trminos. 1 embargo, 1993 s supuso, a todas luces, un 1nto de inflexin definitivo en el proceso de cam-J iniciado en los primeros aos ochenta, en el 1e la actividad agraria slo supone una parte :s, aunque importante en trminos cualitativos, !ntro de una transformacin generalizada del mportamiento econmico, favorecido, a su vez, 1r el "nuevo orden" poltico internacional. s pautas de referencia bsicas de este nuevo or-n poltico-econmico, ms all de los plantea-

    ~mtos interesados que intentan consolidar los pa-!S y grupos de presin que lideran el proceso, ede resumirse en los siguientes aspectos: Jesaparicin de los regfmenes polticos de eco-ma planificada en el Este de Europa, con una Jgresiva y desigual adaptacin a economas de ?rcado, que se lleva a cabo incluyendo fuertes 1siones tnicas, territoriales y sociales. Esta trans-macin est siendo controlada y orientada por grandes grupos econmicos internacionales,

    sea en forma de sociedades mercantiles - multi-"Jionales financieras , industriales y de distribu-n de productos o servicios- o de instituciones 1/tigubernamentales como el Banco Mundial, el ldo Monetario Internacional, el Banco Europeo Reconstruccin y Desarrollo, etctera, cuyo

    >rente control desde instancias polticas no logra 1/tar el protagonismo, en la gestin y la financia-n, de Jos grandes operadores multinacionales. io este proceso, adems de la ruptura histrica 1 el modelo de economa centralizada ensayado artir de la teora marxista, se est desarrollando los pases del este de Europa sin ningn contra-

    peso real de carcter social, ante la falta de verte-bracin de la sociedad. - Preponderancia creciente de la economa finan-ciera sobre la actividad productiva. Los mercados de divisas y los movimientos de capital superan, hasta lmites insospechados hace unas dcadas, la importancia del trfico de mercancas o de servi-cios, con unas consecuencias evidentes sobre la economa real, cuya dependencia de soportes fi-nancieros en una situacin de claro predominio del "poder del dinero " est obligando a reorientar la actividad productiva hacia planteamientos maxi-malistas en los rendimientos del factor trabajo, que conducen hacia la prdida de conquistas sociales en /os pases de Europa occidental y contribuyen a consolidar situaciones de fuerte desigualdad en los pases no desarrollados, en /os que tiende a locali-zarse la produccin, ante las evidentes "ventajas " socio/abara/es que ofrecen respecto a /os pases ms desarrollados. - La situacin descrita en el punto anterior viene a conformar, en ltima instancia, una divisin cada vez ms clara y profunda entre aquellos pases con mayores niveles de renta nacional, aun contando con fuertes desigualdades internas, y aquellos otros que, calificados eufemsticamente como "ter-cer mundo", agrupan a la mayor parte de la pobla-cin mundial, con niveles de renta muy inferiores y, en algunos casos, un incipiente desarrollo econ-mico, siempre controlado en todas sus fases por grupos econmicos del "primer mundo". Se trata, en esencia, de concentrar la mayor parte de la produccin -esto es, la economa "rear- en los pases menos desarrollados, con costes labora-les de "tercer mundo", para vender despus en el "primer mundo", donde se mantiene el dominio de la economa financiera y desde donde se contro-lan, en definitiva, todos los movimientos a nivel in-ternacional. - Este diseo del nuevo escenario refleja el fado ms perverso de la globafizacin internacional de Ja economa de libre mercado, en la que los esce-narios locales pierden peso especfico a un ritmo muy acelerado, a favor de las estrategias suprana-cionales, hasta conducirnos al ltimo rasgo bsico del "nuevo orden " internacional: la reduccin del margen de maniobra del poder polftico respecto al econmico-financiero, que limita la capacidacl de

    La puesta

    en marcha del Mercado Unico

    Europeo, la aplicacin por

    primera vez de la reforma de la PAC

    - aprobada en 1992- , y la

    conclusin de las negociaciones del

    GATI - Acuerdo General sobre

    Aranceles y Comercio- fueron, en la prctica, los acontecimientos

    ms relevantes de 1993.

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  • S e r v e o I n t e g r a l A g r a r o d e C a j a d e M a d r d

    En Caja de Madrid estamos al lado del Agricultor y del Ganadero. Ofrecindoles CAJA DI JY\ADRID lo que necesiten. Desde Crditos Especiales hasta Seguros Agrarios. LA CAJA Q UE AYUDA

  • mpensacin institucional de las Administracio-s pblicas respecto al comportamiento del mer-do, aun cuando esa gestin pblica tenga orge-s democrticos, como ocurre en el "primer mun-", y cuente, en algunos casos, con gestores po-:os que no sacralicen la economa de mercado. 'a situacin en la que la dualidad apuntada ante--mente entre economa financiera y economa re-:;e transforma, en este caso. en una clara dife-1cia entre el poder de representacin - que si-9n ejerciendo las Administraciones pblicas- y Joder real, asumido sin ambages por parte del Jder del dinero''. divisin del mundo en dos grandes bloques re-ta tambin, en este terreno, muy clarificadora. La 1icin democrtica en lo poltico y vertebradora lo social de /os pases ricos an garantiza, al nos a medio plazo, un mnimo marco de regula-n interna y proteccin frente al exterior. ya sea trminos sociales, de acuerdo con lo que en Eu-' occidental se conoce como "Estado del bie-;tar", o econmico-comerciales, a travs del ntenimiento de normas protectoras de los mer-ios propios, a pesar de la aparente liberaliza-r que conlleven acuerdos como el alcanzado el GA TT en 1993. En ambos casos, esa protec-r social y econmico-comercial sigue siendo 1 utopa en la mayor parte del "tercer mundo''.

    ALDEA GLOBAL DE LA AGR/CUL TURA

    3 definicin simplificada del nuevo escenario in-1acional -cuya complejidad exigirla mltiples 'ices y puntualizaciones-, nos permite enmarcar 'Vo/ucin de la actividad agraria durante 1993, o con carcter internacional como, sobre todo, 1uestro marco de referencia ms prximo. la '5n Europea.

    dos del GA TT afecta, de una manera muy especial, al comercio agroalimentario, con consecuencias evidentes e inmediatas sobre la produccin y so-bre el futuro del mundo rural en todas las reas del mundo, ya sea en /os pases europeos -con un sis-tema mayoritario de explotacin familiar de la tierra y de los recursos agroganaderos-, o en otros paf-ses, con sistemas econmicos ms o menos desa-rrollados pero con un peso importante en la pro-duccin agraria a nivel internacional, cuyo mtodo de explotacin se basa en grandes explotaciones, medios de produccin intensivos y bajos costes de mano de obra. El protagonismo de la agricultura en las negocia-ciones previas a los acuerdos del GA TT se justifi-caba por el inters de Estados Unidos en trastocar los principios bsicos de la Poltica Agraria Comn de la Unin Europea, que protegan /os mercados propios de la UE en base a la combinacin de dos factores: el principio de preferencia interna que obliga a comprar antes a socios de la Unin que a pafses terceros y el marco de regulacin de /os mercados internos de la UE, con el sostenimiento de precios superiores a /os del mercado internacio-nal y la consiguiente proteccin en frontera frente a las importaciones. Dos elementos cuyo razonamiento histrico dentro de la Unin Europea pasaba, en su momento, por la necesidad de impulsar el autoabastecimiento de la poblacin y por la capacidad de influencia que siempre han mantenido, dentro de la UE, /os gru-pos de presin agroindustriales de Francia y la po-derosa organizacin comercial agroalimentaria lo-calizada en Holanda. Todo ello, adornado en trminos filosficos por la tradicin europea en la proteccin del mundo rural, ribeteada, en tiempos ms recientes, por una cre-ciente conversin ecologista de buena parte de la

    indo decamos al principio que 1993 marc un poblacin centro-europea, de acuerdo con una te-1to de inflexin en la evolucin de la actividad =iria no nos referamos, lgicamente. a ningn ha revolucionario ni apocalptico, que, por otra 'e, resulta muy ditrcil de imaginar en un sector 10 el agrario, acostumbrado a transformaciones sadas y reconversiones de paso lento. arcter simblico de 1993 se cristaliza con el erdo solemne de /os 150 pases signatarios del 1T, que ponan fin a siete largos aos de nego-:iones y sellaban el compromiso poltico de una iencia impulsada por el mercado, como ya se >ea/ado antes, desde el inicio de /os aos 9nta. erica bendicin libre-cambista de /os acuer-

    ora conservacionista que ha pasado, en apenas unos aos. de considerar a los agricultores como "enemigos" del medio natural a considerarlos agentes activos e imprescindibles para el manteni-miento de los recursos naturales. El funcionamiento de este esquema se mantuvo sin grandes problemas hasta finales de los aos se-tenta. Pero las sucesivas ampliaciones de la UE y /as mejoras de productividad de los agricultores europeos -capaces de incrementar sustancialmen-te la oferta a pesar de reducir progresiva y rpii':Ja-mente sus activos-, dispararon, de una parte, el coste presupuestario del mantenimiento del "status qua" tradicional de la PAC y despertaron los prime-

    INTRODUCCION

    El protagonismo

    de la agricultura en las negociaciones

    previas a los acuerdos del GATI se justificaba por el inters de Estados

    Unidos en trastocar los principios bsicos de la

    Poltica Agraria Comn de la

    Unin Europea.

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  • INTRODUCCION

    La conformacin de una nueva "a ldea globa l agroalimentaria" limita el margen de maniobra e independencia en escenarios locales y, a este respecto, la Unin Europea es un escenario local, porque el nivel de compromisos en torno a la integracin pol tica y econmica de sus miembros impide, en la prctica, la toma de decisiones con carcter nacional.

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    ros temores en la competencia internacional, pilota- eufemismos, el complejo entramado de interesf da por Estados Unidos. econmico-financieros que lidera toda la activid Si a estos factores le aadimos el estancamiento in- econmica a nivel mundial cuenta ya con una be, terno de la demanda alimentaria en los pases de la dicin poltica y diplomtica para consolidar su p UE y el resto del mundo ms desarrollado - pravo- sicin de dominio absoluto. cado, entre otras razones, por la ralentizacin del crecimiento demogrfico-, y la estrechez creciente EL ESCENARIO LOCAL EUROPEO del mercado internacional, a medida que los pa-ses menos desarrollados aumentaban su capaci-dad productiva -impulsada, a su vez, por la expor-tacin de material gentico y tecnologa desde los pases mas avanzados-, tenemos perfilado el es-cenario previo a la conformacin de un "nuevo or-den" internacional en materia de agricultura. Hasta ese momento, hace apenas diez o quince aos, el comercio agrcola mundial no presentaba grandes condicionantes. Pero el cambio de situa-cin ya descrito anunciaba un horizonte complica-do, visto ste desde los grandes centros de opera-cin en materia de comercio internacional, y no s-lo en aquellos sectores con una mayor tradicin or-ganizadora, como la organizacin internacional del caf; los mercados norteamericanos de futuros pa-ra cereales, oleaginosas, etctera; el control de los mercados hortofrutcolas en Latinoamrica y otras zonas del mundo a cargo de multinacionales tam-bin norteamericanas o, en un terreno ms modes-to y domstico, los grupos de presin sectoriales franceses o anglosajones que desarrollaban su ac-tividad interna y externa al amparo de la Poltica Agraria Comn. Algo tena que cambiar, haba que modificar el es-cenario, y as comenzaron las negociaciones del GA IT en 1986, con una agresividad insospechada por parte de Estados Unidos hacia los pases euro-peos, en la defensa de unos falsos postulados li-bre-cambistas, que se compatibilizaban, de puer-tas adentro, con el mantenimiento - cuando no el refuerzo- de fuertes apoyos internos a la produc-cin y el comercio agroalimentario norteamericano. El desarrollo de las negociaciones concluy, final-mente, con una posicin defensiva por parte de la Unin Europea, que previamente ya haba reforma-do su Poltica Agraria Comn en la misma direc-cin, y la evidencia de que los acuerdos del GA IT estaban bendiciendo, con todos los honores, el ini-cio de una nueva poca. En definitiva, los acuerdos del GA IT suponan, en trminos de comercio internacional y no slo de productos agrarios, la confirmacin de ese nuevo orden internacional apuntado al principio, en el que el papel compensador del poder poltico cede po-siciones a favor del 'Juego del mercado". Dicho sin

    La conformacin de esta nueva "aldea global agr alimentaria " /imita, evidentemente, el margen e maniobra e independencia en escenarios locali y, a este respecto, la Unin Europea es un escen ria local, en tanto que el nivel de compromisos ex, tentes en torno a la integracin poltica y econn ca de sus miembros impide, en la prctica, la ton de decisiones con carcter nacional. La representacin de los intereses agrarios eur peas se mantuvo firme y estructurada en torno a PAC entre 1960y1985, coincidiendo con un fue1 desarrollo industrial y de los servicios, capaz e absorber el excedente de poblacin agraria y fav recer la evolucin ya apuntada de reduccin e activos y aumento de productividad. Una evolucii favorecida por la desviacin de recursos muy i1 portantes hacia la actividad agroalimentaria - tar productiva como industrial o de distribucin-, e na/izados por va directa, a travs de subvenc, nes, y mediante el mantenimiento de precios ele dos para los alimentos, esto es, provocando transferencia de rentas mediante el consumo mentario. Pero esa imparable capacidad productiva, junto estancamiento de la demanda interna, las primer crisis industria/es de los aos setenta y ochenta .Y preponderancia creciente de los servicios en economa de los pases desarrollados -con la ce siguiente prdida de inters hacia los sectores pi ductivos- contribuyeron, sin olvidar el resto de f tares de carcter internacional ya sealados, trastocar los esquemas tradicionales de la PAC. As se han favorecido, y se sigue haciendo en actualidad, falsos debates dentro de la UE en tor al coste financiero que supone el mantenimiento la PAC, con la incorporacin de estabilizadores~ ra el captulo agrario de los presupuestos de Unin y una "firme " voluntad de frenar tericos crementos futuros. Un debate que no oculta el verdadero problema fondo, visto desde el "nuevo orden" internacior Porque el matiz del cambio de escenario no 9 tanto en torno a cuntos recursos pblicos se d1 tinan al sector agrario sino ms bien en torno a e; se destinan esos recursos.

  • este respecto, /as listas de ayudas y subvencio-s manejadas en las negociaciones del GA TT son ;y ilustrativas. A la UE se le aceptaban, por parte Estados Unidos, determinadas ayudas incluidas Ja "lista verde ", mientras que el meollo de la ne-

    ciacin se concentraba en la "lista roja ", formada

  • INTRODUCCION

    En la configuracin del nuevo escenario internacional hay que incorporar, como factor decisivo, al poder rea l de la distribucin comerc ial, entendida sta en todas sus fases, ya sea bajo la divisin clsica de comercio mayorista y minorista o mediante las frmulas ms complejas y avanzadas, donde el control de la actividad comercia l tiende a extenderse a todos los es labones de la cadena agroalimentaria.

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    te que no entorpezca la generacin del verdadero valor aadido, cuya obtencin se concentra, cada vez ms, en los "servicios comerciales".

    LA RESPUESTA DE LA PRODUCCION

    Una vez analizadas las caractersticas bsicas del "nuevo orden" internacional, tan slo cabe ya pre-guntarse cul puede ser la respuesta de la produc-cin, entendida en nuestro caso desde la posicin de un pas miembro de la Unin Europea, enmar-cado, por tanto, en el grupo de paises del "primer mundo", con una actividad agraria condicionada, a todos los efectos, por las nuevas reglas del juego del comercio internacional. El diseo de actuaciones locales en nuestro pas, ya sea en materia de polftica agraria o de repre-sentacin de los intereses socio-econmicos de los agricultores, no puede obviar ese nuevo escenario internacional. Ms bien al contrario, resulta impres-cindible "localizar" todo tipo de estrategias y actua-ciones en funcin de ese nuevo orden internacio-nal. El margen de maniobra, a pesar de todo, sigue existiendo. Hay que huir de actitudes resignadas y derrotistas, y asumir el futuro a partir de la realidad actual y previsible, utilizando para ello todos los ins-trumentos disponibles y aquellos otros que seamos capaces de forzar a partir de ahora. No hay que olvidar, a este respecto, que la verte-bracin democrtica y supra-nacional de los paf-ses de la Unin Europea es una excepcin, de ca-rcter positivo, si se analiza en el contexto mundial y que, a pesar de los fuertes ajustes introducidos durante los ltimos aos, los agricultores de la UE siguen teniendo un marco de proteccin y una ca-pacidad de negociacin y defensa de sus intere-ses de los. que no disponen los agricultores de la mayor parte del mundo. Se trata, por tanto, de vertebrar primero la pro-pia estructura sectorial -y en esto en Espaa an tenemos mucho camino por recorrer- , sin que esa estructura sectorial se transforme en defensa de intereses corporativos. La actividad agraria forma parte del conjunto de la actividad econmica y, adems, en este caso concreto hay que valorar la coincidencia de criterios e in-tereses que se dan en esta actividad cuando se confunde, inevitablemente, con el medio rural en que se desarrolla , algo que no ocurre en otros sectores. A partir de esa vertebracin, el modelo europeo de agricultura familiar debe apostar por planteamien-

    tos de futuro progresistas, dejando valer sus inte1 ses en el doble frente que suponen, de una par. las Administraciones pblicas y, de otro lado, 1, clientes inmediatos de sus productos, ya sean , dustrias transformadoras o empresas de distrib cin. Nadie parece cuestionar de forma definitiva, pesar de los pesares, la necesidad de con/ con apoyos pblicos para la actividad agrari el mantenimiento de las zonas rurales. Desde punto de vista de los agricultores, el objetivo e ber ser, en consecuencia, orientar esos apoy pblicos hacia criterios razonables y de prog1 so, impulsando mejoras estructurales, mejor do las rentas de los colectivos menos favore dos, orientando las producciones hacia alterr tivas con futuro, provocando un relevo gene. cional que contribuya a la incorporacin de . venes a la actividad agraria, etctera. Toda ello, sin olvidar que buena parte del futuro la actividad agraria y el mundo rural depender su comprensin por parte de la mayora urbana econmicamente terciarizada- de las sociedac europeas, evitando la generalizacin de tpico. la extensin de criterios economicistas que si descansen en porcentajes de Producto lnte1 Bruto. Asimismo, los agricultores deben ser capaces establecer un marco de relaciones ms igualit en el mercado agroalimentario, o al menos en mercados locales, mediante la extensin de frr las realmente interprofesionales, que slo sern 1 sibles si los agricultores actan con fuerza pro, en la defensa de sus intereses. Una actitud auto-responsable que justifica, en 1 ma instancia, la necesidad de mejorar la com1 cacin desde el sector agrario hacia el conjunto la sociedad, descartando mensajes lastimero triunfalistas, en funcin de quien los lance. Muy al contrario, no hay mejor mensaje que el e descansa en el anlisis objetivo de la realidac partir del cual se pueden sacar siempre conc/u. nes mucho ms razonables. Y a ese objetivo est encaminada la edicin de te ANUARIO 1994, con un considerable esfuG de la Unin de Pequeos Agricultores, que pre1 de contribuir a un mejor conocimiento de la rE dad agraria de nuestro pas. Una iniciativa novedosa en el sector, que intent< mas sostener para aos sucesivos, cuyo arrani no es casual justo cuando, como se sealab principio, 1993 ha marcado el inicio de una nu poca.

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    La Agricultura Espaola en 1993 LA PRODUCCION FINAL AGRARIA DESCENDIO LIGERAMENTE EN VOLUMEN Y AUMENTO SU VALOR UN 2,5% LO PRECIOS PERCIBIDOS CRECIERON EN TORNO A UN 5% EN 1993, PERO NO RECUPERARON EL DESCENSO DE 1992 L PARTICIPACION DE LA AGRICULTURA EN EL PRODUCTO INTERIOR BRUTO SE SITUA EN EL 3,5%.

    LA EVOLUCION DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN Es-paa durante 1993 ofrece un cuadro ma-croeconmico general que incluye algunos aspectos aparentemente positivos - incre-mento de precios percibidos y de renta-, junto a otros claramente negativos, como el descenso en el empleo, dentro de una tni-ca que, al margen de condicionantes clim-ticos, refleja claramente la influencia de la Poltica Agraria Comn (PAC) sobre los resulta-dos coyunturales obteni-dos por los agricultores espaoles y acenta, en buena medida, la regre-sin progresiva de la acti-vidad agraria sobre el conjunto de la economa espaola. La ausencia de informa-cin estadstica definitiva en el momento de elabo-rar este informe - en los primeros meses de 1994-condiciona, en algunos aspectos, el anl isis deta-llado de la realidad a par-tir de los datos completos y contrastados, aunque la evolucin general del sec-tor durante 1993, dcimas porcentuales arriba o aba-jo, s que permiten, al me-nos , real izar una aproxi-macin fiable del compor-tamiento del sector agra-rio, tal y como se recoge con toda la precisin posible en los cua-dros adjuntos. En su mayor parte, esta informacin esta-dstica procede, lgicamente, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin, y aun en los casos en que su elaboracin corres-ponde a otros organismos, como el Instituto Nacional de Estadistica, el origen de la in-formacin sigue siendo siempre el mismo Ministerio. De tal forma, y aun con las cau-telas sealadas respecto a la provisionali-dad de los datos, la evolucin macroecon-

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    mica de la actividad agraria en Espaa du- que, en general, la mitad norte y el litar. rante 1993 puede resumirse en los siguien- mediterrneo tuvieron un rgimen de lluvif tes puntos bsicos: superior al normal.

    - La aplicacin, por primera vez, de la ri PRODUCCIONES forma de la PAC tuvo una especial incide1

    cia sobre los cultivos herbceos, con ur La Produccin Final Agraria (PFA) tuvo una sensible reduccin de las superficies tan ligera disminucin en volumen, que refleja de cereales de otoo-invierno en secar las can tidades producidas, como canse- - superior a un 12% respecto a 1992- corr

    cuencia de un descenso del 2% en las pro-ducciones vegetales y una prctica estabi-lizacin de las producciones ganaderas, hasta arrojar una diferencia negativa del 1,2% respecto a 1992. Los resultados obtenidos por las produc-ciones agrcolas en 1993 se jus tifican por los siguientes aspectos: - Desde noviembre de 1992 a abri l de 1993, el rgimen de precipitaciones en gran parte de la mitad sur peninsular y Ara-gn fue especialmente escaso, mien tras

    en los de regado, con L descenso prximo al 30 en las superficies de ma En trminos generales, superficie global del co junto de cu ltivos herbc os de regado -incluyenc cereales de primavera-v rano, patata y cu ltivos i dustriales , excepto gir sol- descendi en 19! un 18%, con un tota l e 200.000 hectreas men que el ao anterior. Paralelamente, y cor consecuencia de lo an1 rior, se incrementar sensiblemente las supe' cies de barbecho y, sot todo, las dedicadas a rasol, que se incremen ron un 37%, con una fu i te expansin en zonas secano, ocupando en rr chas ocasiones !erren trad icionales de regad c con un desarrol lo cla mente extens ivo , ha

    obtenerse, fina lmente, un nivel de ren mientas inferior en un 40% a los de 19! Una evolucin del girasol slo justifica! por el inters especulativo de este prodc to, en funcin de las ayudas concedic por la Unin Europea, que dispar las siE bras en 1993 sin una orientacin product real, perjudicando a las zonas y los cu lti" dores tradicionales. Por su parte, los resul tados productivos los cereales de otoo-invierno, a pesar fuerte descenso de superfic ie, supera1

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    1 un 37% los obtenidos en 1992, cuando sequa provoc un fuerte recorte de co- Evolucin de Macromagniitudes Agrarias. cha. Aun as. los 15,26 millones de tone- Produccin Final ,4graria :las de 1993 se sitan por debajo de los ,53 millones de 1991 . 1993 1992 VARIACIONES 1993/92 _a produccin de frutas en 1993 se situ (1992: 100) trminos "normales", aunque inferiores a PRODUCTOS Miles de mili. de ets. Miles de mili. de et>. VOLUMEN VALOR

    ; fuertes rendimientos obtenidos el ao - TRIGO Y ESCAA 122.7 104.5 117,1 117,5

    terior. En trminos comparativos , los ma-- UNTENO Y TRANOUILLON 4,8 1,8 284,7 266,5

    res descensos frente a 1992 se registra--CEBADA 107,9 53,5 202,5 201,7

    1 en peras , manzanas, cereza, melocotn -AVENA Y CEREALES OE VERANO 3,9 2,7 142,0 145,6 utos secos. -MAIHiRA/10 17,B 36,0 45,8 49,4 .a produccin de hortalizas no registr en o 5 1,6 26 8 33 5

    24 o 53 7 64,9 93 grandes cambios respecto a i 992, 13,0 105 2 104 6 1 ligeros incrementos en tomate, coliflor y S , y li geros descensos en judas verdes, 64,1 65,7 78,9 97,6 :mllas, pimientos, melones y sandas. La 61 ,3 53,5 100,8 114,6 1yor variacin se concentr en las fresas 24 2,4 1000 100,0

    resanes , con un incremento del 12,6% - SEMILlAS Y FRU. OLEAGIN. 37,9 21 ,1 85,8 179,8

    tificado por un aumento del 14,2% en la - PlANTA5 TEXTILES 11,4 26,9 39,4 42,5

    Jerficie destinada a este cultivo . - TABACO SIN EIABORAR 14,6 15,8 100,0 92,6 as producciones de vino y aceite de oli- - LUPULD 1,0 1,0 100,0 100,0 en 1993, correspondientes a la campaa - OTRAS PlANTAS INDUSTRIAlE5 13,6 13 6 1000 100,0 HORT AllZAS FRESCAS 514,0 503,2 98 4 1021 33/94, evolucionaron a la baja, hasta un FRUTAS FRESCAS 215,6 231 o 89,5 93 3

    CITRJCOS 124 9 129 o 107 5 96,9 Participacin del Sector FRUTAS TROPICALES 18 3 25 5 100,6 716

    UVAS 214 27,7 78,2 77 4 Agrario en el Producto MOSTO DE UVA Y VINO 88 6 119,3 77 o 74 3 Interior Bruto. ACEITUNA OE MESA 15 8 87 5 112 6

    A Precios Constantes de 7 986 164 8

    10 7,34% - PlANTAS FORRAJERAS 7,2 6,9 105,0 104,6 - Pl.ANlAS DE VIVERO 4,8 4,B 100,D 100,0 15 6,91% - MATERIAS PARA TRENZAR 0,6 0,6 100,0 100,0 30 6,8211 - FLORES Y PlANlAS ORNAMENTALES 90,7 78,3 100,0 115,9 !5 6,73% -SEMILLAS 2.7 2,8 100,0 95,4 16 6,20ll - OTRAS 58 2 58.2 1000 100 o !7 6,58" AJUSTE 00 o.o !8 6,4911

    !9 5,79% ID 5,71% 11 5,4411

    -VACUNO 239,8 211 ,6 91 ,7 113,3 12 5 36%

    -PORCINO 367,9 385,3 110,0 95,5 ente: Servicio Estudios BBV. Informe Econmico - EQUINO 2,5 2,7 94,0 94,0 ros aos .

    - OVINO Y CAPRINO 152,7 158,7 92,6 96,2 -AVES !46,2 142,7 97,5 102,5

    29,0 27.7 11 5,6 104,6 Participacin del Sector

    -LECHE 233,1 100,0 105,7 Agrario en el Producto -HUEVOS 97,9 88, l 101 ,4

    Interior Bruto ( 1) - IANA EH BRUlO 1,0 100,0 67,0

    38,3 1000 1000 5,6% 00 o.o 5,5'11 J.299.D

    "' 101, 5,3%

    4,9% TRABAJOS BAJO CONTRATO 51 6 51 6 1000 100 o 4,6% 4'I 3,5% Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin. 3,511

    A precios corrientes. La Contabilidad Nacional desagrega entre agricultura y pesca. mte: /NE.

    17

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    23% en el caso del vino y mucho ms mo-derado, en torno a un 3%, para el aceite de oliva. - Entre las producciones ganaderas. dentro de una tnica general de estabilidad, cabe destacar el incremento de un 3,2% en las producciones crnicas, la repeticin de las cifras de 1992 en el caso de los diferentes tipos de leche, y el descenso de un 12% en la produccin de huevos.

    PR EC IOS

    La evolucin de precios percibidos por los agricultores en 1993 reg istr un incremento positivo del 5,23% respecto a 1992, mien-tras que los precios pagados por los me-dios de produccin se incrementaron en un 2,97% y los salarios ag rarios crec ieron un 5,56%. El incremento del ndice general de precios percibidos en 1993 refleja, en buena medi-da, la evolucin del mercado durante el pa-sado ao y supone, en la prctica, una ma-yor aprox imac in real a la evolucin de los resu ltados econmicos de la actividad agraria , por encima de los datos estadsti-cos que incluyen tambin en el concepto de "renta agraria" el importe de las subven-ciones de explotacin, como se ver ms adelante. En todo caso , el incremento de un 5,23% en los precios percibidos durante 1993 fue inferior al descenso de un 6,75% registrado por este mismo nd ice en 1992 respecto al ao anterior. La evo lucin sectorial de los prec ios en 1993 ref leja un mejor comportamiento de los productos vegetales, que subieron una media del 6.44%, respecto a los productos animales, cuyo incremento fue del 3,53%. Entre los productos vegetales. cabe desta-car los fuertes incrementos de precios - en su mayor parte inferiores a los descensos registrados en 1992- que se dieron en los mercados de patatas, cultivos industriales, frutos secos y flores y p lantas ornamen ta-les. En sentido contrario, los ctricos volvie-ron a bajar su ndice de precios percibidos en un 13,60%, que se aade al 16,21 % de descenso en 1992, mientras que las frutas frescas no ctricas , que subieron un 20,90% sus precios en 1992, bajaron un 3,44% en 1993. Por su parte, entre los productos animales. los cambios ms significativos en 1993 se dieron en el vacuno para carne - con un in-

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    cremento del 21 ,68%-, el caprino para naderos con precios a la baja en 1993 abasto -que subi en un 10,43%- y los En cuanto a los precios pagados por le huevos, con un aumento del 13, 17%. El agricultores en la uti lizacin de medios e porcino para abasto , con un descenso del produccin corrientes , el incremento g lob 13,82% , y e l ganado vivo, que baj un de un 2,97% en 1993 supone e l aumen 9,57%, destacan entre los productos ga- ms elevado en los ltimos siete aos y E

    Subvenciones de Explotacin a la Actividad Agroalimentaria ( 1 ).

    Millones de Pesetas

    SUBVENCION 1990 1991 1992 IPI 1993 IEI SUVBENCION A LOS AGRICULTORES PARA CONSUMO OE GASOIL 1.797,0 NUCLEOS DE CONTROL LECHERO 166,D 152,5 120,0 150,0 CONCURSOS Y EXPOSICIOllES DE GANADO 35,0 23,0 17,7 19,0 AGRUPACIONES DE TRATAMIENTOS INTEGRADOS 332,4 338,0 284,6 SOD,7 PESTE PORClflA AFRICANA.SACRIFICO OBUGATORIO 1.365,2 1.341,6 1.090,6 1.165,2 AGRUPACION DE DEFENSA SANITARIA DE GAtlAOO PORCINO 612,4 480,0 413,2 697,1 TUBERCUtoSIS, BRUCELOSIS, LEUCOSIS Y OTRAS EPIZOOTIAS SACRIFICIO OBLIGATORIO 7.182,2 6.017,0 5.159,l 7.521,6 FOMWTO DE INNOVACIOll TECNOLOGICA 234,8 192,0 113,0 59,1 FOMENTO DE UGUMINOSAS PIENSO Y OTROS CULTIVOS PROTEICOS 578,8 240,0 PRODUCCION OE SEMILlAS BASE Y CERTIFICADA 468,I 838,S 687,8 501,3 PRIMERA INSTAlACION DE AGRICULTORES JOVENES 305,6 572,7 296,0 414,4 INTRODUCOOll DE lA CONTA81UDAD EN lAS EXPLOTACIONES AGRARIAS 10,7 21,7 62,2 54,8 80NIFICACJON DE INTERESES EN PRESTAMOS PARA INCORPORACION DE JOVENES A lAS EMPRESAS AGRARIAS 34,5 19,6 9,5 BONIFICACION DE INTERESES EN PRESTAMOS DE MODERlllZACION DE EXPLOTACIONES 8,3 INDEMNIZACION COMPENSATORIA Etl DETERMINADAS ZONAS DESFAVORECIDAS I0,3S7,0 9.454,0 9.764,0 11.902,0 AYUDA A lA PRODUCCION DE TRIPO DURO 721,4 10.770,2 18.001,3 618,0 AYUDA A lA PRODUCCIOll DE MAIZ DURO VITREO DE ALTA CAUDAD 3,2 AYUDA A lA PRODUCCION DE DETERMltlADAS VARltDADES DE ARROZ PERFIL INDICA 482,0 1.381,9 1,886,6 579,D AYUDA AL ALMACENAMIENTO DE VINOS Y MOSTOS 665,1 1.865,4 1.607,S 2.008,0 AYUDA A lA PRODUCCION DE ACEITE DE OLIVA 29.9S8,7 43.339,2 37.0DD,4 66.208,0 AYUDA A lA PRODUCCION DE LEGUMINOSAS GRANO (LENTEJAS, GARBAtlZOS Y VICIAS) 1.239,7 2.307,3 1.382,7 112,0 AYUDA A lA PRODUCCIOll DE LINO TEXTIL AYUDA A LA PRODUCCJON DE CAAMO 0,9 40,5 63,B 53,0 AYUDA A lA PRODUCCION DE LUPUlO 81,D 75,6 65,2 64,0 COMPENSACIONES FINANCIERAS POR OPERACIONES DE RETIRADA DE FRUTAS Y HORTAUZAS 1.529,4 643,6 2.155,5 13.505,D PRIMA ESPECIAL EN BEtlEFICIO DE LOS PRODUCTORES DE CARtlE DE VACUNO 2.175,6 3.234,7 3.208,3 3.621,0 AYUDA A lAS VACAS NODRIZAS 5.491,9 7.553,3 10.576,2 11.000,0 AYUDA A lA PRODUCCION DE CARNE DE OVINO Y CAPRltlO 55.453,8 69.918,0 55.093,1 71.000,0 AYUDA A LOS PEQUEOS PRODUCTORES DE ALGODON 252,7 367,0 213,5 207,D AYUDA A lA PRODUCCJON DE AtFORFON, MIJO Y ALPISTE AYUDA Al CULTIVO DE DETERMINADAS VARIEDADES DE UVA DESTINADAS A lA TRANSFDRIMCION DE UVAS PASAS 54,8 158,3 283,D LUCHA AITTIGRANIZO 43,3 39,4 39,6 48,8 AYUDAS COMPlfMENTARIAS Etl ZONAS SEtlSIBLES ABANDONO OEFINITIVO DEL CULTIVO DE lA VID 5.621,9 8.241,7 22.833,3 30.000,0 RETIRADA OE TIERRAS DE lA PRODUCCION 441,4 644,5 1.264,0 1.300,0 ABANDONO DEFltllTIVO DE lA PRODUCCION !ACTEA 1.435,7 6.219,1 4.677,3 7.800,0 AYUDA A LOS AGRICULTORES ASEGURADOS POR lA SEOUIA 820,5 AYUDA A lA PRODUCCION DE OLEAGINOSAS (GIRASOU 39.709,5 41.525,0 RETIRADA TIERRAS TEMPORAL 2.870,3 ID6,0 PRIMA OVEJAS EH ZONAS DESFAVORECIDAS Y MONTAA 8.208,4 12.691,4 13.000,0 BONIFICACJotl DE IITTERESES MEJORAS ESTRUCTURALES 5,5 425,9 COMPENSACION SUSPENSIOtl TEMPORAL CUOTAS !ACTEAS 2.767,3 2.091,l 10,0 BONIFICACJON DE INTERESES CREDITO REESTRUCTURACJOll DEL VIEDO 64,5 2D,7 APOYO A SUPERFICIES DE CULTIVOS HERBACEOS 174.600,0 BONIFICACJON DE IITTERESES AYUDA A lA SEOUIA 1.236 4 TOTAL 129.112,5 187.401 3 235.622 2 463.125 3 ( 1} En este cuadro se reflean las subvenciones recibidas por los agricultores y por las industrias agroolimenforic

    u otras agentes que operan en el sector. Estan includos las subvenciones nacionales y las procedentes de Unin Europeo.

    P; Provisional; E: Estimacin. Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesco y Alimentacin.

  • uy superior al 0,49% que subi este mis-o ndice en 1992 respecto al ao anterior. is combustibles y carburantes, la conser-1cin y reparacin de edificios, los trata-entos fitosanarios y zoosanitarios, la con-rvacin y reparacin de maquinaria, y los rimales de cra destacaron por asumir los 3yores incrementos de precios. resto de los medios de produccin , in-Jidos los alimentos para el ganado, tuvie-1 subidas ms moderadas, y tan slo los tilizantes registraron un descenso medio precios del 3,37%, que mantuvo la tni-a la baja del ao anterior. r lo que respecta a la utilizacin de me-)S de produccin , independientemente

    la evolucin de los precios , durante 93 se registr un descenso del 3% en el nsumo de alimentos para el ganado y de torno a un 20% en las adquisiciones de

    1quinaria agrcola y fertilizantes . 1almente, el comportamiento de los pre-S y salarios agrarios registr en 1993 un

    Indice General de Precios Percibidos.

    Base 1985 = 100 INDICE ANUAL VARIACION

    JBRICAS 1993 % 1993l92 ~ERAL DE PRECIOS PERCIBIDOS 115,79 5,23 '.ltlUCTOS VEGETALES 125 74 6,44 JDUCTOS AGRICOIAS 124,78 7,12 '.REALES 105,32 2,90 :GUMINOSAS 102,51 3,12 ITATA 178,07 34,83 JLTIVOS INDUSTRIALES 108,03 22.16 imvos FORRAJEROS 132,39

    TRICOS 56,75 13,60 :UTAS NO CITRICAS 115,96 4,23 FRUTAS FRESCAS NO CITRICAS 115,54 3.44 FRUTAS SECAS 118,0l 66,87

    JRTALIZAS 164,93 8,34 NO Y MOSTO 162,70 l,34 EITE DE OLIVA 178,92 12,03 MlllAS 106,58 6,49 ORES Y PWHAS ORNAMENTALES 139,81 16 93

    ~UCTOS FORESTALES 155.78 -8,26 iOUCTOS ANIMALES 104,00 3,53

    ~AOO PARA ABASTO 101,32 l,46 VACUNO PARA ABASTO 122,0S 21 ,68 OVINO PARA ABASTO 100,47 4,80 CAPRINO PARA ABASTO 125,58 10,43 PORCINO PARA ABASTO 89,68 13,82 AVES PARA ABASTO 97,35 7,58 CONEJOS PARA ABASTO 103,97 -7,98 oouaos GANADEROS lll,19 9,47 LECHE 114,91 7,96 HUEVOS 107,43 13,17 lANA 13,09 34.42

    ~AOO VIVO 92,66 9.57

    incremento medio del 5,50% en la mano de obra fija y del 5 ,60% en la mano de obra eventual.

    EMPLEO Y MANO DE OBRA

    La evolucin de la poblacin activa agraria en 1993 continu la tendencia arrastrada durante aos anteriores de disminucin tan-to en los activos como en los ocupados , junto a un incremento de los parados. En este caso, la informacin disponible pro-cede de las Encuestas de Poblacin Activa. que elabora trimestralmente el Ministerio de Trabajo. y cuya evolucin detallada se re-coge en otro captulo de este Anuario , te-niendo en cuenta que los datos globales de este tipo de estadsticas incluyen en el mis-mo concepto a "agricultura y pesca". Como datos ms significativos, cabe sealar

    Indices de Precios Pagados por los

    Agricultores. Base 1985= 100

    INDICE ANUAL VARIACION RUBRICAS 1993 % 1993[ 92 BIENES Y SERV. CONS. CORRIENT. 115,68 2,97 SEMILIAS Y P!ANTONES 153,37 2,77

    SEMlllAS 150,85 3,10 PIAN TONES 168 90 1 03

    FERTILIZANTES 80,29 3,37 SIMPLES 76,82 3,61

    NlROGENADOS 69,30 4,80 FOSFATADOS 119,44 0,85 POTASICOS 137,18 0,07

    COMPUESTOS 83 72 3 49 ALIMENTOS OEL GANADO 106,03 1,99

    P!ENSOS SIMPLES 114,21 2,03 PIENSOS COMPUESTOS 103, 12 l,98

    PARA BOVINO 109,67 l,83 PARA OVINO Y CAPRINO 107,39 l,98 PARA PORCINO 100,60 1,97 PARA CONEJOS 101,78 1,90

    PARA AVES 101 60 2 10 PROTECCION FITOPATOlOGICA 126 70 5 77 TRATAMIENTOS ZOOSAN1TARIOS 152,74 4,95 CONS. Y REP. MAQUINARIA 176 84 4 57 ANIMALES OE CRIA Y RENTA 99 44 6 90 CONS. Y REP. EOIFICJOS 168 02 6 47 ENERGIA Y LU BRICAllTES 126,00 7,0l

    COM8USTl8LE5 48,24 17,20 CARBURANTES 96,89 12,27 ELECTRICIDAD 137,84 2,93 WBRICANTES 199 22 3 85

    MATERIAL Y PEQUERO UTlllAJE 153,09 l.76 GASTOS GENERALES 145,98 6 94 BIENES DE IHVERSION 138 38 3 76 MAQUINA Y OTROS BIENES DE EQUIPO 117,94 0,33 OBRAS DE INVERSION 153 05 5.76

    AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    que la comparacin interanual entre el cuar-to trimestre de 1993 y el mismo periodo de 1992 refleja un descenso del 1 , 7% en el total de poblacin activa agraria y de un 3,9% en el nmero de ocupados, mientras que los parados se incrementan en un 13,3%. En trminos absolutos , las Encuestas de Po-blacin Activa reflejan un descenso neto de unos 50.000 ocupados entre el 4 trimestre de 1992 y el mismo periodo de 1993. De tal forma , siempre utilizando la EPA co-mo referencia estad lstica, la poblacin acti-va agraria ha pasado de representar un 9,8% en el primer trimestre de 1992 a supo-ner un 9 ,3% en el cuarto trimestre de ese mismo ao y un 9% en el cuarto trimestre de 1993. Entre los dos periodos mencionados - pri-mer trimestre de 1992 y cuarto trimestre de 1993- la poblacin activa total en Espaa se increment en unas 375.000 personas, mientras que la poblacin activa agraria descenda en unas 80.000 personas.

    SUBVENCIONES

    Las subvenciones de explotacin desti-nadas tericamente a apoyar la produc-cin agraria en Espaa ascendieron en

    Indices de Salarios Agrarios.

    Base 1 985= 100 - INDICE ANUAL VARIACION RUBRICAS 1993 % 1993[ 92 INDICE G!NERAL 18819 5 56 ~O OE 08RA FIJA 185,57 5,50

    EtlCARGAOOS Y CAPATACES 182,78 5,84 TRACTORISTAS Y MAQUINISTAS 192,67 3,73 PASTORES 193,05 6,29

    VAQUEROS O PORQUEROS 191 ,84 4,83 HORTELANOS 191,90 10.48

    GUARDAS O CASEROS 197,00 6,74 PEON FIJO 176 44 5 39

    MANO DE OBRA EVENTUAL 190,16 5,60 PREPARACKJff DEL TERRENO 187,11 5,21 SIEMBRA ABONADO 192,81 8,13 _lABORES COMPLEMENTARIAS 184,94 7,22 R1EGOS 192,55 4,53 TRATAMJENTOS P!AGAS l85,i4 2, 17 RECOL PRODUCTOS HERB>.(f_QS 190.97 5,12 RECOL ffil!Tm5 Y AGRIOS 181,47 1,52 8WlL ACElUNA 18\,0] 7,89 VENDIMJll 2ll'l,96 6,95 POOA 198,48 5,77 PlAHTAOON Y TALA ARBOLES 202,17 4,91

    . MANEJO GANADO 191,27 6,22 Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimenlacin.

    19

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    1993 a 463. 125 mil lones de pesetas, con un incremento prximo al 100% respecto a los 235 .622 mi llones de pesetas de 1992, como consecuencia , fundamental-

    mente. de la ap licacin , por primera vez, de las nuevas ayudas a la produccin de cultivos herbceos , incorporadas con la reforma de la PAC, y a las consecuen-

    Evolucin de Macromagnitudes Agrarias. Consumos Intermedios y Valor Aadido

    1993 1992 % 1993/92 Miles de Millones Miles de Millones (1992 = 100)

    de Pesetas de Pesetas VOLUMEN PRECIOS

    Semillas y Plantones 55,6 54,9 J00,2 101,2 Gonodo 12,9 15,9 ID8,5 74,7 Enorglo; lubricantes 135,6 128,4 99,D 1D6,7 AboflOl y enmiendas 111,6 146,I BO,O 95,5 Productos de proteccin da cultivos y antiporllltarios 57,5 54,9 lDO,O 104,7 ProdUdns farmocutiros 34,9 33,0 100,0 105,9 P"iensos 669,5 681,3 97,2 101,l Material y henomientos; reparaciones 294,3 263,7 106,6 104,7 SclVkios 77,2 72,6 100,0 106,3 Otros 114 9 106 3 100 o 1081 CONSUMOS INTERMEDIOS TOTAL 1.564 o l.557 l 98 o 1D2 5 VALOR AADIDO BRUTO A PRECIOS DE MERCADO l.664 o 1598 4 Subvenciones 463,2 235,6 Impuestos lij!orlos o la produccin 15,4 21,7 VALOR AlADIDO BRUTO Al COSTE DE LOS FACTORES 2.111 7 1.812,3 Am01tizod0les 144,7 17B 6 VALOR AADIDO NETO Al COSlE DE LOS FACTORES l.967,l 1.633,7

    Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesco y Alimentacin.

    Evolucin de las Producciones Ganaderas

    CARNE (MUlones Kg. en ama!) Bovino Ovino Capfino P01cino Equino Broilers Otros oves Conejos TOTAL LECHE (MnlontS di litros) Vaca Oveja Cabra TOTAL HUEVOS (Millones de da1tnas} PonedO!os selectas Gallinas camperos Otros oves TOTAL

    1991

    5D9,3 227,6

    16,0 1.877,4

    7,6 Bll

    70,0 73,2

    3592 8

    5.473,0 307,D 290 o

    6.070 o

    84B,B 67,7 l 9

    918,4

    1992

    539,4 232,0

    16,B 1.917,B

    7.7 797.7 70,0 84,8

    3.666,2

    5.242,0 306,0 276,0

    5.824 o

    802,2 66,9

    2,3 871,4

    Fuente: Minis terio de Agricultura, Pesca y Alimentacin.

    20

    1993

    494,4 213,9

    16,4 2.109,2

    7,2 775.7

    70,0 9B,1

    3.7B4 9

    5.242,0 3D6,0 276 o

    5.B24 o

    698,6 66,9 23

    767,B

    VALORES

    101,2 Bl ,O

    105,6 76,4

    104,7 105,9 98,3

    lll,6 106,3 lOB l

    1004

    104,l 196,6

    71,0

    116 5 81 o

    120 4

    1993/92 (1992 = 100)

    91,7 92,2 97,5

    110,0 94,0 97,2

    100,0 115,6 103 2

    100,0 100,0 100 o 100 o

    B7,1 100,0 1000 88,l

    cias agro-monetarias de las sucesiva devaluaciones de la peseta. La evolucin de las subvenciones recib das por el sector agrario espaol refleja la progres iva aplicac in del marco d apoyos derivados de la PAC , y asf s justifica que, durante los ltimos cuat r aos, se haya pasado de rec ib ir une 129.000 mi llones de pesetas en 199( por encima de 187 .000 mi ll ones e 1991, unos 235 .600 millones en 199; hasta llegar a los 463.125 millones d pesetas de 1993. La d istribucin de este vo lumen de sul venciones. sobre todo en el caso o 1993, encierra sin embarg, serias dudE - de difci l precisin estadstica-, e cuanto al destino final de esas ayuda que en muchas ocasiones no termine en manos de los agricultores profesion. les, como ocurri el pasado ao con l nuevas ayudas a las superficies de cu l vos herbceos, que absorb ieron, por so las, 174.600 mi llones de pesetas -L 37,7% del total de subvenciones de e plotac in-, o con las ayudas a la pr duccin de giraso l, que ascendieron 41.500 millones de pesetas. Asimismo, un volumen importante de I< ayudas fueron des ti nadas en 1993 subvencionar programas de abandon con 30.000 millones de pesetas en el c so del abandono definitivo del cu ltivo e la vid, otros 7.800 millones de peset< para el abandono definitivo de la pr duccin lctea y 1.300 mi llones de pes tas para la retirada de tierras de la pr duccin. Entre las partidas ms importantes fig ran tambin las lneas especf icas e apoyo a la produccin que concede Unin Europea en algunos sectores. 1 este caso se inc luyen los 66 .208 mi li nes de pesetas rec ibidos por Espaa 1 1993 en ayudas a la produccin de ac1 te de oliva, los 71.000 millones de pes tas en ayudas a la producc in de car1 de ovino y caprino, o los 11.000 millon de pesetas en ayudas a las vacas nod zas.

    Por ltimo, cabe resaltar que las lndet nizaciones Compensatorias en zonas 1 montaa y desfavorecidas ascendieri en 1993 a unos 11.900 mil lones de peE tas. y las primas al ov ino en estas m mas zonas se elevaron a unos 13.0 millones.

  • UADRO MACROECONOMICO

    2 evolucin durante 1993 de los diferentes ctores que influyen en la actividad agraria rmina conformando, finalmente, un cua-o macroeconmico sectorial que permite 1lorar la propia realidad interna del sector su anlisis dentro del conjunto de la eco-ima nacional.

    La estructura de la PFA durante 1993 inclu-ye un 57% del valor total correspondiente a los productos agrcolas y un 41 % a produc-tos ganaderos, con un 1,6% restante de "bienes de capital producidos por cuenta propia".

    1 tal sentido, la ponderacin de precios y istes respecto al volumen de produccin Jrante 1993 arroja un incremento de la oduccin Final Agraria (PFA) en torno a 1 2,5%, segn primeras estimaciones pro-3ionales , utilizando como referencia la :itodologa estadlstica de la Unin Euro-ia, que incluye en el concepto "PFA" a los roductos de la agricultura, la ganadera y caza" , cuyo valor absoluto correspon -3nte a 1992 y 1993 fue , respectivamente , 1 3.155,5 y 3.228,0 miles de millones de Setas, a precios corrientes .

    Las primeras estimaciones del Ministerio de Agricultura , Pesca y Alimentacin incluyen , dentro del valor global de la Produccin Fi-nal Agraria de 1993, un total de 1.664 miles de millones de pesetas como "valor aadi-do bruto a precios de mercado" y 1.564 mi-les de millones de pesetas como "consu -mos interned1os" (valor de los medios de produccin utilizados por los agricultores y ganaderos). Una vez sumada al "valor aadido bruto a precios de mercado" la diferencia entre las subvenciones de explotacin recibidas en 1993 y el pago de impuestos ligados a la produccin, se obtiene el "valor aadido bruto al coste de los factores '', con un valor ,

    Programa de Retirada de Tierras de Cultivo. Ayudas Pagadas en 7 993

    N' DE IMPORTE FEOGA SUPERFICIE ,AUTONOMA PROVINCIA EXPEDIENTES TOTAL GARANTIA IRYDA HECTAREAS IDALUCIA Almeno 2 2.224.000 1.334.400 889.600 139

    Gmnodo 24 28.970.064 l 7.382.D38 11.588.026 1.639 fTAl 26 31.194.064 18.716.438 12.477.626 1.778 1 ON Huesca 335 m .608.ooo 280.564.800 187.043.200 20.468

    Truel 24 36-100.590 21.660.354 H.440,236 1.994 Zorogom 381 3f8].018 198.948.611 132.632.407 16.565

    AL 740 835.289.608 Slll.173.765 334.115.843 39.027 STlllA Y LEON Alilo 2.849.140 1.709.484 l.139.656 169

    8urg-05 64 47.844.138 28.706.483 19.137.655 2.830 len 38 35.229.020 21.137.412 14.091.608 1.921 Palencia 80 125.492.996 75.295.798 50.197.198 6.204 Sola moneo 12 5.346.280 3.207.768 2.138.512 384 Segovio 18 14.785.136 8.871.082 5.914.054 775 5ono 14.381.900 8.629.140 5.752.760 844 Vollodolitl 84 105.535.502 63.321.301 42.214.201 5.556 Zamora 6 2.659.289 1.595.573 1.063.716 133

    TAL 317 354.123.401 212.474.041 141.649.360 18.816 llALAMANCHA Aibo

  • 22

    Superficies y Producciones Agrcolas. Cultivos Herbceos

    CULTIVOS 1991 aREALES - . Trigo (lnlnl) 2.223,4

    Trigo blondo 1.764,3 Tngo duro 459.1

    Cebado (!nin!) 4.412,8 Cebado seis corre!ll5 1.860,9 Cebado dos correros 2.551 ,9

    Aveno 324,8 Centeno 186,7 Tnttcole 51 ,2

    Cereales Olio/lnviemo 7.198,9 Malz 484,8 Sorgo 18,7 Alroz 93,7 LEGUMINOSAS GRANO - -ludios sccas Hobos secns

    l.ente~s Garbanzos Guisantes SIKos Veza Alhomuz dulce Yeros TUBERCULOS Pataln (!nin!)

    Patata exhntemp1ono Polnht temprona Palnta medio eslncin Potala twda

    CULTIVOS INDUSTRIALES Rernolo!ha ozucwero (tohtl)

    lle recolcc. verona De rccolec invierno

    Algodn bruta Gi1t11ol Soo Colza CULTIVOS FORRAJEROS

    Moiz forra~ro AlfoHa Vezo poro forra je

    76,8 29,0 41,4 51.2

    9,2 59,2 2,4

    23,4

    266,2 5,1

    37,5 150,5

    73,1

    165,3 67,9 97,4 78,5

    1.069.7 4,5

    11 ,8

    112,9 293,3 104,6

    SUPERFICIES (Miles de Hectreos)

    1992 1993

    2.243,l 1.612,8

    630,3 4.112,1 1.642,6 2.469,5

    313,8 179,5 50,6

    6.899,1 393,0

    8.7 86,3

    72,7 21,8 34,1 40,3 7,3

    50,4 1,7

    17,0

    263,l 4,9

    36,1 151,5 70,6

    163,0 68,1 94,9 75,2

    1.454,5 15,3

    8,1

    110,4 287,7

    96,0

    2.025,7 1.405,2

    620,5 3.499,9 1.524,9 1.975,0

    326,1 170.7 33.4

    6.055,9 282,6

    4,4 50,2

    59,2 21 ,2 30,8 40,9

    7,6 47,6 3,2

    15,5

    213,9 4,9

    33,1 122,3 53,6

    1814 71 ,9

    109,5 30,2

    2.264,3 1,3 9,6

    114,3 297,3 102.4

    1993/92 1992=100

    90,3 87,1 98,4 85, 1 92,8 80,0

    103,9 95,1 66,1 87,8 71,9 49,B 58,2

    81,5 97,0 90,6

    101 ,5 104,0

    94,5 184,6 91,5

    81,3 100,2 91,8 80,8 75,9

    111,3 105,7 115,4

    40,1 155,7

    8,3 117,4

    103,5 103,3 106,6

    HORTALIZAS - -Col Repollo 16,0 16,0 13,6 85,2 Esprrago 28,4 26,1 22,6 86,8 Le

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    Producciones Agrcolas. Cultivos Leosos idntico al de 1992. A este respecto , hay que sealar que la Contabilidad Nacional , que elabora el Instituto Nacional de Estads-tica , engobla en el mismo concepto a las "Ramas agraria y pesquera".

    PRODUCCIONES (Miles de Toneladas)

    CITRICOS llomnjo MnndoM mn RUTAW

    Manzana (total) Manzano poro sidrn Monzona de meSll

    Pera ijboricaque ::ooiza llelocatn Jruelo "ituno

    U~ndro \V9Jlono tNmo

    lvo de mesa Jvo de hansfonna

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    Poltica Agraria EL INICIO DE UNA NUEVA LEGISLATURA EN 1993 GENERO CAMBIOS EN EL EQUIPO DE GESTION DEL MINISTERIO DI AGRICULTURA LOS NUEVOS PROYECTOS LEGISLATIVOS DE ORGAN IZAC IONES INTERPROFESIONALES . MODERNIZACION AGRARIA REFLEJAN ACTITUDES DIFERENT ES EN POLITICA AGRARIA ESCASOS AVANCES El MATERIA DE CONCERTAC ION SOCIAL.

    EL BALANCE GENERAL DE 1993 EN MATERIA DE poltica ag raria , dentro de un sector en el que las decisiones "polticas" tienen una in-fluencia decisiva sobre los resultados de la actividad , combina necesariamente actua-ciones de carcter nacional con otras, cada vez con mayor peso especfico, de carcter internacional, que configuran finalmente el marco de decisiones administrativas en tor-no a la agrioultura. En el terreno estrictamente nacional , cabe destacar, en primer lugar, las consecuen-cias de las Elecciones Generales celebra-das el 6 de junio de 1993, que configuraron un nuevo mapa poltico, con una victoria re-lativa del Partido Socialista Obrero Espaol (PSOE), que supuso la prd ida de Ja mayo-ra absoluta de que dispuso este partido en las tres leg islaturas anteriores y la forma-cin de un nuevo Gobierno "monocolor" pe-ro ob ligado a desarrollar una poltica de

    PROYECTOS LEGISLATIVOS

    La disolucin de las Cortes Generales y el inicio de una nueva legislatura s afecto, sin embargo, a algunos proyectos legislativos en marcha durante la legislatura an terior, porque la formacin de un nuevo Parlamen-to obliga a iniciar los trmites parlamenta-rios desde el principio, incluida la aproba-cin previa en Consejo de Ministros y su re-misin a las Cortes. Esta situacin se dio , significativamente, con el proyecto de Ley de modificacin del Rgimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS}, que prevea la supres in de las cotizaciones por las Jornadas Teri-cas, tras el acuerdo alcanzado entre el Go-bierno y las organizaciones agrarias, a raz de la convocatoria de movilizaciones en marzo de 1993, dentro de la "Marcha Ver-de". A este respecto , cabe resaltar que en

    pactos permanentes, bsicamente con el los primeros meses de 1994 esa modifica-grupo parlamentario cataln de Convergen-cia i Uni. El Gobierno formado tras las Elecciones conllev un cambio en el titular del Ministe-rio de Agricultura, Pesca y Alimentacin. Pedro Solbes, que ocupaba este departa-mento desde marzo de 1991 , pasaba a ser ministro de Economa y Hacienda, mientras que Vicente Albero, Secretario de Estado de Medio Ambiente durante el mismo perio-do, asuma la responsabilidad del Ministerio de Agricultura. La configuracin del equipo de gestin del Ministerio de Agricultura tan slo afect, sin embargo, a la Secretara General de Es-tructuras Agrarias - Josep Caries Genovs sustitua a Luis Atienza-, y a algunas Direc-ciones Generales de este mismo rea y de la Secretara General de Alimentacin. Por tanto, se mantena, en lneas generales, un equipo de continuidad, sobre todo al no rea lizar ningn cambio en la Secretara Ge-neral de Producciones y Mercados, que constituye el principal rgano de gestin poltica y presupuestaria dentro del Ministe-rio de Agricultura.

    24

    cin legislativa an no ha iniciado su trami-tacin en las nuevas Cortes Generales. Por lo que respecta a otras grandes actua-ciones leg islativas de carcter nacional pa-ra el sector agrario, el nuevo equipo del Mi-nisterio de Agricultura, formado tras las Elecciones de junio de 1993, asumi dos proyectos: la Ley de Modernizacin Agraria y la Ley Reguladora de Organizaciones In-terprofesionales agroal imentarias. En el primer caso, el equipo gestor del Mi-nisterio de Ag ricultura encabezado por Pe-dro Solbes ya haba elaborado un primer borrador de Ley de Modernizacin, que despus ha sido retomado y ligeramente modificado por los nuevos responsables del departamento, y que ahora, en los me-ses centrales de 1994, podra ser finalmen-te aprobado por el Consejo de Ministros pa-ra iniciar su tramitacin parlamentaria. Este proyecto constituye, en todo caso, un instrumento decisivo para el futuro del sec-tor agrario espaol, y de su configuracin fi-nal depender, en buena medida, la mejora de estructuras del colectivo de autnticos profesionales de la agricu ltura , en su mayo-

    ra pequeas y medianas explotaciones f miliares, y su viab ilidad en el marco de 1 Unin Europea. Por su parte, la Ley de Organizaciones Ir terprofesionales - de la que se informa an pliamente en otra seccin de este Anuaric ha iniciado su tramitacin parlamentaria E el primer trimestre de 1994 , a pesar de qu el Ministerio de Agricultura ha renunciado conseguir un consenso absoluto entre te das las organizaciones vinculadas neces; riamente a la vertebracin interprofesion. de los mercados agroalimentarios, como E puso de manifiesto en los debates previc al dictamen emitido por el Consejo Econ< mico y Social (CES), que cont con el vo1 particu lar de la Unin de Pequeos AgricL lores y la Coordinadora de Organizaciom Agrcolas y Ganaderas (COAG).

    FISCALIDAD

    Todavla dentro del escenario nacional, d1 rante 1993 se generaron , por parte de Administracin Tributaria, una serie de pr yectos y actuaciones concretas en mater de fiscalidad agraria, que siguen sin de pejar definitivamente el camino en este t rreno, despus de aplicar tres sistemas fi cales distintos para el sector agrario E apenas cuatro aos. El debate abierto en 1993 se centr en I< propuestas de sustitucin del sistema e coeficientes apl icado al IRPF (Impuestos bre el Rendimiento de las Personas Flsica en el sector agrario -con una retencin g neral del 2% sobre las ventas- por el sist ma de mdulos, que parte de la aplicacic de unos porcentajes de rendimientos m dios estimados en funcin de los secton de actividad y la apl icacin de coeficient1 correctores.

    REFORMA DE LA PAC

    La aplicacin , por primera vez, de los ca1 bios incorporados en varios sectores por reforma de la Polltica Agraria Comn (PA

  • tradujo tambin novedades importantes i materia de poltica agraria nacional , co-a consecuencia de las actuaciones admi-strativas necesarias para desarrollar las iedidas de acompaamiento" aprobadas ir la Unin Europea junto a la reforma de PAC. 1 este caso destaca, sobre todo, la posibi-ad de impulsar un ambicioso programa

    de jubilaciones anticipadas, con financia-cin compartida por los fondos de la UE y aportaciones presupuestarias nacionales. Una iniciativa que debera utilizarse en toda su extensin para favorecer la moderniza-cin de estructuras del sector agrario espa-ol , fomentando la renovacin generacional de los activos del sector y el acceso a nive-les de renta que hagan atractiva la jubila-

    AGRllCULTURA Y MUNDO RURAL

    cin anticipada y la cesin de explotacio-nes a agricultores jvenes. Sin embargo, la Administracin espaola si-gue sin asumir plenamente este reto , con-tando , adems , con un escenario general de recortes presupuestarios que conlleva la no utilizacin de las posibilidades abiertas por la financiacin procedente de la UE. Otra de las medidas de acompaamiento

    Programa de Jubilacin Anticipada en la Actividacl Agraria. Ayudas Pagadas en 7 993 { 7)

    llJA[[J{IA ~N iTURIAS illRES llARIAS NTl.BRIA STIUMA MANCHA STIUA Y LEON TALUA !REMADURA LICIA IORIO IROA VARRA RIOJA VAlfNCIANA [Al NACIONAL

    NUMERO EXPEDIENTES

    23 203 595

    82 49

    701! 163

    59 140

    8 11 68

    106 2.219

    TITULARES 23

    202 592

    77 49

    705 159

    59 138

    11 66

    101 2.196

    TRABAJADORES 1

    30 125

    o 29

    109 50

    32 o

    25 403

    SUBVENCION TITULAR 12.883.231

    11Ll08.0l9 303.027.089

    937.784 234.520

    38.047.862 27.624.155

    367.177.609 84.285.815 35.133.346 64 .145.148

    673.932 4.922.424 6.35 1.112

    38.4 36.117 54.391.767

    1.149.379.951 Incluye pagos correspondientes o expedientes aprobados en 1993 y en aos anteriores.

    iente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin.

    SUBVENCION TRABAJADOR

    155.790 9.301.365

    37.377.315 324.000

    o 9.044 .055

    324.000 33.123.330 16.388.595

    8.795.655 o

    6.015.220 122.849.825

    REPOBLACION FORESTAL

    o 364.000 150.940

    o

    48.504

    549.981 132.969

    142.114 o

    582.275 l.970.774

    SEG. SOCIAL TITULAR 3.368.148

    29.504.465 84.183.520

    278.833 64.041

    10.712.316 6.928.139

    95.889 831 23.056.576 8.458.861

    17.233.504 153.698

    l.365.357 l.491.534 9.64 1.060

    14.847.626 307.179.609

    Programa de Jubilacin Anticipada en la Actividad Agraria.

    lALUCIA iGON LIRIAS fARES L4RIA5 ITABRIA nllALA MANCHA TIUA Y LEON MUA REMADURA ICIA lRID KIA 'lOJA AffNCIANA 11. NACIONAL

    AO 1993 Allo 1994 AO 1995 AllO 1996

    NUMERO EXPEDIENTES

    4 32

    302

    10 6

    156 31 8

    47

    11 16

    624

    TITULARES 4

    32 302

    10

    156 31 8

    47 o o

    11 16

    624

    420.205.127 482.27 6.071 433.698.226 352.697.682

    Expedientes Aprobados en 7 993. Importe Total

    TRABAJADORES o 4

    65 o

    21

    109

    AO 1997 AllO 1998 AO 1999

    SUBVENCION TITULAR 6.612.228

    78.685.318 599.667.330

    l.360.216 22.060.1 14 13.815.606

    349.975.663 63.344.355 19.436.658

    100.705.731 o o

    26.951.230 34.387.591

    l.317 .902.036

    SUBVENCION TRARAJADOR

    o 9.909.000

    132.624.000

    4.671.000

    40.365.000 8.289.000

    17.442.000

    7.641.000 220.941.000

    214.029.26 l 43.670.308 25.711.298

    REPOBLACION FORESTAL

    659.102

    l.938.000 l.943.520

    o 988.680

    5.529.302

    mte: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin.

    SEG. SOCIAL TITULAR l.780.330

    20.800.395 166.249.462

    o 371.436

    6.378.446 3.150.799

    91.437 .203 16.829.876 4.534.076

    27.511 .852 o

    6.980.426 9.857.602

    355.881.905

    AO 2000 AO 2001 AO 2002 AO 2003

    SEG. SOCIAL TOTAL TRABAJADOR PRIMA

    73.903 16.461 .072 4.410.719 154.688.568

    17.722.781 442.461.645 153.698 l.694.315

    296.561 4.289.735 62.142.492

    153.698 35.029 .993 15.709.647 512.450.396 7.756.715 131.624.661

    o 43.592.207 4.170.823 94.487.244

    o 827.630 6.287.781 7.842.746

    48.077.177 3.800 065 81.636.953

    56.243.784 1.639.623.443

    SEG. SOCIAL TOTAL TRABAJADOR PRIMA

    O B.392.556 4.700.582 114.095.295

    62.913.510 962.113.404 o

    l.731.652 2.125.806 36.225.366

    16.966.405 19.146.147 502.864.013 3.932.093 94.338.844

    23.970.734 8.27 4.048 154. 922.311

    o o o

    33.931.658 3.624 .699 55.510.892

    104.608.885 2.005.063.130

    17.152.552 10.624.020

    4.453.761 544.638

    25

  • AGRICULTURA Y MUNDO RURAL

    prevista por la reforma de la PAC se refera go comunes adoptadas en el seno de la llones de pesetas en ayudas, generand a actuaciones agroambientales. Durante PAC. En tal sentido, la gestin del Ministe- una inversin privada total de unos 100.0C 1993 no se produjeron grandes avances en ria de Agricultura en esta materia, plasma- mil lones de pesetas. este terreno y, adems, el reparto de com- da en el desarrollo normativo de los regla-petencias administrativas en Espaa incor- mentas de la UE, sigue mostrando una PRESUPUESTOS para un serio elemento de riesgo en cuanto predisposicin clara hacia la homogenei-a la vertebracin exclusivamente autonmi-ca de la poltica agroambiental, sin un mar-co claro de referencia nacional. Por ltimo, la tercera gran "medida de acompaamiento" incluye los programas de forestacin, cuyo objetivo bsico era fo-mentar la vocac in forestal de superficies agrcolas y mejorar la cub ierta vegetal de los pases de la UE. A este respecto, los programas elaborados por las Comunidades Autnomas y remiti-dos despus por la Administracin central a la Unin Europea, fueron finalmente apro-bados por la UE en los primeros meses de 1994, permitiendo as su puesta en marcha durante este mismo ao. Unos programas de forestacin que, en to-do caso, superan c laramente su finalidad terica inicial de fomentar la alternativa fo-restal para las explotaciones agrarias, por-que, en muchas ocasiones, el reparto de la propiedad de superficies con vocacin fo-restal en Espaa incluye, mucho antes que a los "ag ricultores", a entidades pblicas - Ayuntamientos, Diputaciones, etctera- o a grandes propietarios ajenos a la agricultu-ra como actividad profesional.

    POLITICA DE MERCADOS

    La configuracin de la pol tica de mercados agrarios en el seno de la Unin Europea, a travs de la Poltica Agraria Comn, obliga, desde la incorporacin de Espaa a la UE, a centrar en ese escenario todas las estra-tegias de carcter nacional, en un marco de negociacin permanente, cuyo mbito final supera incluso las fronteras de la pro-pia Unin Europea, pero cuyas conclusio-nes afectan de forma muy directa a la acti-vidad cotidiana de todas las explotaciones agrarias. Ese condicionante claro de carcter su-pranacional no exc luye, sin embargo, una responsabi lidad posterior muy directa de la Administracin nacional -en este caso, slo la central, porque las Comunidades Autnomas nicamente actan como ges-toras directas de algunas medidas y cana-lizadoras finales de fondos pbl icos- res-pecto a la traduccin de las reglas del jue-

    26

    zacin de los ag ricultores espaoles, sin asumir la evidencia y diferenc iar, de una vez por todas, entre los agricu ltores profe-sionales cuya actividad principal es la agricultura y aquellos otros "agricu ltores" que utilizan esta ac tividad como recurso especu lativo de acceso a subvenciones pblicas . El ejemplo del girasol durante 1993 fue especialmente significativo a es-te respecto.

    POLIT ICA DE ESTRUCTURAS

    Dentro de la po ltica de estructuras agra-rias, al margen del ya mencionado proyec-to de Ley de Modernizacin , durante 1993 se abord la modificacin de la normativa que regula la concesin de ayudas estruc-tu rales -Real Decreto 1887/1991 -, que fue finalmente aprobada por el Consejo de Mi-nistros en enero de 1994. Esa reforma se concreta en una reduccin de los tipos de inters en los prstamos so-licitados por los agricultores para progra-mas de mejora de estructuras, hasta situar-los entre un 3 y un 4% anual con carcter nominal, junto a una ayuda de hasta el 75% del coste de los avales necesarios. Asimismo, la modificacin del Real Decreto 1887 /1991 ha incrementado en un 14 % los lmites de inversin subvencionable en los planes de mejora, ha aumentado un 15% las ayudas a la instalacin de jvenes, ha ampliado el colectivo de agricu ltores con acceso preferente a estos apoyos - inclu-yendo a las explotaciones situadas en las reas de influencia de los Parques Nacio-nales- , y ha elevado las ayudas para agru-paciones y asociaciones agrarias. En trminos generales, se trata de un instru-mento, previo a la Ley de Modernizacin Agraria, que debera aprovecharse en toda su integridad , atendiendo a la posibilidad de acceso a fondos de la UE - para finan-ciar hasta un 60% de las ayudas estructura-les- y a la necesidad de movilizar fondos nacionales, tanto de la Admin istracin cen-tral como de las Comunidades Autnomas. Las previsiones oficiales a este respecto hablan de una media anual de 41.000 agri-cultores con planes de mejora y 38.000 mi-

    La evolucin de las polticas de mercados estructuras se relacionan directamente ce la disposicin de fondos pblicos, proc1 dentes de las diferentes Administracione todos ellos con una incidencia importan sobre la rentabilidad fin al de la activid agraria, aunque sea necesario matizar qL buena parte de las cifras globales de pn supuestos pb licos para el sector agrar no se destinan a las explotaciones produ tivas, sino a las industrias de transform cin e incluso de distribucin , como ocurr por ejemplo, con las ayudas a la export cin. En todo caso, resulta lgica y evidente progresin de los fondos procedentes de Unin Europea, bsicamente a travs de seccin de Garanta del FEOGA. Por el contrario , las partidas presupuest rias de carcter nacional, incorporadas ! los presupuestos del Ministerio de Agric1 tura, se estn viendo afectadas durante 11 ltimos ao, por los recortes aplicados c1 carcter general. En tal sentido, los capt los de inversin del Ministerio de Agricult ra se redujeron 1993 y vuelven a descend en los presupuestos vigentes para 19E singularmente en algunos captulos, cori el de infraestructuras agrarias , con ' 18,33%. Por ltimo, la progresiva asuncin de coi petencias por parte de las Comunidad Autnomas ha provocado tambin, en 1 ltimos aos, un incremento de los preE puestos de las respectivas Consejeras ' Agricu ltu ra, pasando de una cifra glot - incluidas todas las Comunidades- unos 17 4.000 mil lones de pesetas en 19 a 191 .000 millones en 1991 , unos 230.0 millones de pesetas en 1992 y cerca 250.000 millones en 1993.

    CONCERTACION SECTORIAL

    Uno de los mejores elementos para valo el desarrollo de cualquier poltica sector especialmente en materia de agricultu pasa por la existencia de un marco de ce certacin permanente entre los respom bles poltico-administrativos y los represE tantes legtimos de los diferentes colecti\

  • onmicos y sociales que desarrol lan su tividad en este sector. tal sentido, el balance de 1993 en mate-de concertacin agraria debe incluir, en mer lugar, los resultados obtenidos por ; previsiones que se fijaron en el Acuer--Marco firmado por el Ministerio de Agri-ltura y las organizaciones agrarias en 92. evolucin del Acuerdo-Marco se mantu-durante 1993 al menos en sus aspectos males y los contactos peridicos entre ibas partes no llegaron a interrumpirse en gn momento. Pero ese aparente marco concertacin no se plasm en avances nificativos y soluciones concretas. 1 slo la constatacin de un malestar ge-alizado en el sector, plasmado durante Marcha Verde" organizada en marzo de 33 por la Unin de Pequeos Agriculto-y Asaja , revitaliz en parte la predispo-

    in negociadora de la Administrac in , 1 algn acuerdo como el ya mencionado ire las Jornadas Tericas del REASS. os compromisos previos, como los rela->S a la revalorizacin de las lndemniza-nes Compensatorias de Montaa (ICM) JS Programas de Ayuda a la Renta 1RA), no han sido resueltos finalmente la Administracin, mientras que las difi-

    tades surgidas con el proyecto de Ley Organizaciones Interprofesionales o la 3. de consenso en materia de fiscalidad aria siguen confirmando la ausencia de 1 verdadera concertacin sectorial en :eria de agricultura. 3xperiencia ms reciente incluye, por l-J , algn factor de preocupacin sobre iabilidad futura del proceso de concer-n establecido por el Acuerdo-Marco , que las ltimas convocatorias del Minis-J , realizadas ya en las primeras sema-de 1994, incluyeron a la Federacin de

    Jstrias de Alimentacin y Bebidas 16) y la Confederacin de Cooperativas arias de Espaa (CECA). 1cuerdo-Marco de 1992 defina clara-1te un escenario de concertacin entre linisterio de Agricultura y las organiza-1es agrarias, como representantes legf-1s de los productores agrarios. La pre-;in de ampliar el abanico hacia otras 3nizaciones conlleva la imposibilidad 'negociar todo con todos", incluyendo 3. misma negociacin los intereses con-uestos de productores e industriales o 1ercializadores.