ANTOLOGIA COMIQUERA 1995 -2015

PRIMERA PARTE

COMIC DE AUTOR Julio 2015 N° 1

No puedo decir que dibujo de chica porque no es así. Siempre he tenido diversas inquietudes artísticas y deportivas que he ido desarrollando de acuerdo a diferentes etapas, así como también bajo diversas circunstancias dejé de hacerlas. Además de dibujar como toda niña normal, me dediqué a cantar, tocar guitarra, bailar folklore, practiqué gimnasia, atletismo, ballet, patinaje y kung fu.

¿Siempre dibujaste?

¿Qué relación tenía el dibujo en tu niñez?

Mis primeros pasos en el dibujo, partieron a los 6 años, tienen relación con la expresión de cariño. Ejemplo de eso, fueron ciertas tardes después del colegio en la que mi mamá recibía visitas y mientras ella las atendía en el living, yo iba a mi dormitorio, me sentaba en el suelo, llevaba un cuaderno sobre la cama y le dedicaba un dibujo a esa persona. Vecinas, tías, amigas de mi mamá, todas ella merecían un dibujo. Otras veces, dibujaba cuando tenía ganas. Cuando tenía 7 años, calcaba algunos rostros de algunos ídolos del momento (principios de los 80’s) como Sheena Easton o Michael Jackson. Después mis compañeros me pedían dibujos de personajes de dibujos animados que veíamos en ese tiempo, como La Princesa Sally, Candy y Angie la niña de las Flores, y se los hacía a cambio de unos dulces o manzanas verdes. Tuve algunas peticiones especiales de mis compañeros (niños de 7 años), como por ejemplo, dibujé a Candy en ropa interior (ropa interior que usa una niña de 7 años en los 80’s).

¿Quién es Viñeta Sour?

Crecí y descubrí la gimnasia, tenía 9 años. El dibujo lo usaba como medio para diseñar las mallas que me gustaría tener y dibujaba rutinas animadas en los bordes de mis cuadernos. De esta forma dibujaba hasta que dejé la gimnasia a los 13 años, y recuerdo que sólo dibujaba para hacer los trabajos que me pedían para Artes Plásticas, nada extra. La actividad extra era el canto y la guitarra.

¿Cómo comenzó esto del dibujo de comics?

Cuando niña, veía comics como Mampato o el Peneca, pero no me producían impacto, ni inspiración, tampoco dependencia. Creo que el suceso que más ha marcado mi vida, fue cuando tenía 16, a principios de los 90’s. Fue en una de las reuniones con mis amigos Jaime Dotte y Emiaj Aragrev. Nosotros disfrutábamos mucho de la música alternativa y del cine., y a menudo hacíamos intercambios de especies: discos o casettes de música, películas, libros, juguetes, equipos o instrumentos, etc. Un día , entre ellos intercambiaron una serie de revistas de comics. Por primera vez veo muchos números de revistas de comic europeo como las CIMOC, y lo que se estaba haciendo en Chile: BANDIDO, DIABLO y TRAUKO sobretodo. Además de los cuadernos de bocetos de personajes y escenarios monstruosos que cada uno de ellos tenían. Quede maravillada, me sentí inspirada y volví a dibujar nuevamente.

Lo intenté, pero no me resultaba como esperaba. La primera historia, fue una que la hacia a medida que dibujaba las viñetas. Era una historia típica de niñas adolescentes, de un solo plano, de las que hablaban del amor ideal, de los primeros pololeos, de los cortejos, de las ilusiones y todas esas cosas típicas de novelas rosas… pero no tenía final y me avergonzaba de mostrar, porque las encontraba más que nada aburridas. Así que con esa experiencia me di cuenta de que quería aprender. Comencé a observar como lo hacían mis amigos y probé haciendo lo mismo. Me compré un cuaderno de croquis y me fijé que ocupaban lápiz pasta negro y lápiz grafito, así que empecé a practicar viendo y copiando viñetas y personajes de las mismas revistas CIMOC que estaba comenzando a coleccionar.

¿Comenzaste a hacer comics de inmediato?

¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje?

Cuando salí del colegio, comencé a trabajar en horarios de medio tiempo, así que el tiempo libre lo dedicaba a dibujar y leer. Fue una época de arduo trabajo, amanecía con una idea y me levantaba a realizarla, practicarla o perfeccionarla, sea a la hora y el día que sea. Cuando tenía dudas acerca de algo, iba a la Biblioteca de Providencia y pedía libros de gráfica. Gracias a eso aprendí de técnicas, de

materiales, de autores y como dibujar diferentes cosas. Seguía algunos consejos que recogí de los libros y me auto-sometía a realizar ejercicios para desarrollar un tema. Por ejemplo, recuerdo un día nublado en la que salí con mi mochila con mi cuaderno, mis lápices y tres manzanas verdes, y fui a un parque a dibujar todas las esculturas que encontraba, cuando me aburría dibuja árboles…. Y así pasé el día, dibujando sin parar. A veces me daba una lata tremenda, pero siempre pensé que hacer algo engorroso me iba a llevar a descubrir algo desconocido en ese momento. Y siempre recordaba un dicho que repetía mucho mi papá «El saber no ocupa lugar». Después supe de un taller de comics que impartían en Balmaceda 1215, y ahí aprendí de verdad lo que es hacer comics. Fue una de las experiencias más enriquecedoras e inspiradoras que pude haber tenido. Tuve como profesor a Alfonso Godoy, quien fue editor de las revistas MATUCANA y KICHOS. Así que gracias a él aprendí desde dibujar el movimiento del pelo, usar pluma, pincel y tinta china hasta la creación de guiones , y por fin hacer un comic coherente de principio a fin. Para mi la Felicidad Máxima.

CONTINUARÁ…

DISFUNCIONES Publicado en Revista «Esfera Cúbica N°4» del Taller de Comics de Balmaceda 1215 1995

UN GRAN VIAJE Publicado en Revista «Esfera Cúbica N°4» del Taller de Comics de Balmaceda 1215 1995

ELISA Y MARIANA – I PARTE Obra inacabada e inedita 1999

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