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PUEBLO

Madrid aclama a Franco y MacapagalTrascendentales discursos de los dosJefes de Eslado en la cena ofrecidapor el Caudillo al Presidente f i l ip ino

Durante el domingo, el ilustre huéspedvisitó El Escorial y el Valle de los Caídos

También presidió, con el Generalísimo, la corrida goyesca

CENA DE GALA EN El M I N I S T E R I O DE ASUNTOS EXTERIORESComo informamos en nuestro

número del sábado, el Presiden-te dé Filipinas, don DiosdadoMacapagal acompañado de suesposa e hijos, llegó a Madrid,a las seis de la tarde. En el aero-puerto de Barajas fue recibidopor el Jefe del Estado y esposa,Gobierno en pleno, Consejo delReino, Mesa, de las Cortes y otrasmuchas autoridades y persona-lidades dé la Nación.

El Presidente filipino, durantesu estancia en Madrid, tendrásu residencia en el palacio de laMoncloa. Al despedirse en la re-sidencia oficial del Presidentefilipino, el Caudillo le entregó elgran.collar de la orden de Isabel

la Católica, por su parte, elprimer ministro de Filipinas

entregó al Jefe del Estado espa-ñol el gran collar de la ordende Sikatuna.

A su vez, el General is imoFranco entregó a la esposa delPresidente dé la República deFilipinas el lazo de dama deIsabel la Católica, y a don Artu-ro Macapagal, la cruz de caba-llero de la misma orden.

El avión en que viajaba elPresidente de Filipinas tomó tie-rra en el aeropuerto a las seisen punto de la tarde.

El avión, después de haberaterrizado, se dirigió lentamen-te hacia la explanada de la nue-va estación terminal de Barajas,

que se hallaba profusamente en-galanada con tapices, reposterosy banderas con los colores de losdos países. A las seis y cincoaparecieron en lo alto de la es-calerilla que se había adosadoal avión el "Presidente filipino ysu esposa, quienes fueron acogi-dos entre aplausos y vítores delgran gentío que había acudido alaeropuerto. El Caudillo y su es-posa se adelantaron para salu-dar al Presidente de Filipinas ya doña Evangelma Macaraeg deMacapagal. A la vez que se abra-zaban los dos jefes de Estado,doña Carmen Polo de Francohizo entrega a la señora de Ma-capagal de un ramo de flores.Tras de este primer saludo de

bienvenida, al Caudillo de Espa-ña y el Presidente de Filipinas,desde una pequeña tribuna, es-cucharon los himnos de ambospaíses, correspondiendo a lasaclamaciones del público, y de losasistentes al acto. Inmediata-mente se dirigieron al lugar don-de se hallaba la Compañía delas Fuerzas Aéreas qué rendíahonores para pasar la revista.

PRESENTACIÓN DELGOBIERNO A MACA-

PAGAL

Al regresar al lugar donde seefectuó la recepción, el Jefe delEstado español presentó al Pre-sidente filipino los ministros delGobierno y demás personalida-des y autoridades que habíanacudido a cumplimentarle. Y elPresidente de Filipinas hizo lapresentación al Generalísimo delas personalidades de su séquito.

SÉQUITO ESPAÑOL DELPRESIDENTE DE LA RE-PÚBLICA DE FILIPINAS

Excelentísimo señor don Jai-me Alba y Delibes, embajadorde España en Filipinas; excelen-tísimo señor marqués dé la Vera,ministro plenipotenciario; exce-lentísimo señor don Miguel Án-gel García Agulló, contraalmi-rante; señor don Joaquín PrietoArozamena, teniente coronel; se-ñor don José Antonio AcebalMonfort, secretario dé Emba-jada.

SÉQUITO FILIPINO DELPRESIDENTE DE LA RE-PÚBLICA DE FILIPINAS

Excelentísimo señor Don Ru-fino Hechanova, ministro de Co-mercio e Industria y de Infor-mación; excelentísimo señor donSalvador P. López, embajador,viceministro de Negocios Extran-jeros; excelentísimo señor donLeón María Guerrero, embajadorde Filipinas en España; ilustrí-simo señor don Víctor H Dizott,coronel ayudante.

Ilustrísimo señor don José S.Estrada, ministro consejero de laEmbajada de Filipinas en Espa-ña; ilustrísimo señor don EloyBaluyud, coronel; señor d o nAmado Yalong.

SALIDA DEL AERO-PUERTO

El Caudillo y el PresidenteMacapagal subieron a un cocheque ostentaba los guiones de losdos Jefes de Estado, en el quese trasladaron, a Madrid. En otrocoche hicieron el viaje tas seño-

ras de Macapagal y de Franco,formándose tras de ellos una ca-ravana, en la que figuraban laspersonalidades y autoridades fi-lipinas y españolas. A las seis yveinte de la tarde, la comitivase puso en marcha con direccióna la capital.

ENTRADA EN MADRIDDesde el cruce de la avenida de

América con la calle de Carta-gena cubrieron la carrera fuer-zas de la división Guadarramanúmero 11. En la calle de Maríade Molina, paseo de la Castella-na y paseo de Calvo Sotelo se ha-bían levantada arcos de triunfoen honor del Presidente filipino.Todas las calles del recorrido seencontraban engalanadas conprofusión de banderas de los dospaíses y retratos de ambos Je-fes de Estado.

ENTREGA DE LAS LLA-VES DE MADRID

En la plaza de Colón, adorna-da con millares de banderas ygallardetes, se había levantadouna tribuna para el Ayuntamien-to y rendía honores una compa-ñía del regimiento Inmemorialnúmero 1.

La llegada del coche en que via-jaban el Generalísimo Franco yel P r e s i d e n t e Macapagal fueanunciada ya a lo lejos por elenorme clamor de la multitud queflanqueaba el paseo de la Caste-llana.

La presencia de Franco y delPresidente Macapagal en la pla-za de Colón registró un inena-rrable momento de emoción, re-pitiéndose los vítores a Españay Filipinas y a sus Jefes de Es-tado. Sus Excelencias descendie-ron del coche y, en compañía delcapitán general de la primera re-gión militar, teniente gene ra lGarcía Valiño, pasaron revista alas fuerzas que rendían honores.Seguidamente el Caudillo hizo lapresentación del alcalde de Ma-drid, conde de Mayalde, al ilus-tre huésped de España. El alcal-de pronunció unas palabras, alhacer entrega de la llave de orode Madrid al Presidente Macapa-gal, en las que dijo lo siguien-te: "Señor Presidente: Sed bienvenido a Madrid. En nombre delAyuntamiento os ruego aceptéisesta llave, que os abre el cora-zón de los madrileños." Tambiénle entregó un artístico pergami-no, en el que consta el acuerdotomado por la Corporación el 20de junio de 1962 nombrando hués-ped de honor de la capital deEspaña al Presidente de Fil i-.'pinas.

ENTUSIASMO DE LA PO-BLACIÓN MADRILEÑA

Tras de la recepción oficial enla plaza de Colón, los dos Jefesde Estado subieron a un cochedescubierto y escoltados por elescuadrón de la Guardia de laCasa Militar del Caudillo, se di-rigieron por el paseo de CalvoSotelo, plaza de Cibeles, calle deAlcalá y avenida de José Anto-nio a la plaza de España, dondela escolta a caballo fue sustitui-da por motoristas. Todo el tra-yecto, tanto en aceras como enbalcones, se encontraba repleto depúblico, que aplaudió y vitoreó alos dos Jefes de Estado. En mu-chos lugares del trayecto se veían

(Pasa a la página 4. Discur-sos de Franco y Macaningal

en pág 2.)

(Viene de primera pág.}

también pancartas, en las que sehacían patentes los sentimientosde simpatía al Presidente de Fi-lipinas y de adhesión al Caudi-llo de España.

LLEGADA AL PALACIODE LA MONCLOA

A las siete y veinticinco de latarde llegó la comitiva al palaciode la Moncloa, en cuya puerta deacceso principal rendía honores elbatallón del Ministerio del Ejér-cito. Al entrar el coche en queviajaban los dos Jefes de Estadoen los jardines que rodean al pa-lacio una batería de artillería dis-paró las salvas de ordenanza.

En el palacio, el Caudillo y suesposa se despidieron de los ilus-tres huéspedes y emprendieron elregreso a su residencia de ElPardo.

CENA DE GALA EN ELPALACIO DE ORIENTE

. A las diez de la noche se ce-lebró en el palacio de Orienteuna comida de gala ofrecida porSu Excelencia el Jefe del Estadoy la señora de Franco, en honordel Presidente de Filipinas y se-ñora de Macapagal.

Ocuparon la presidencia de lamesa el Generalísimo Franco yel Presidente de la República deFilipinas, señor Macapagal. A laderecha de éste se sentaron: se-ñora de Franco, ministro de Co-mercio, Industria e Informaciónde Filipinas, señora del ministrode Hacienda, ministro de Marina,señora del ministro de Trabajo,Embajador de Filipinas, señoradel capitán general de la I Re-gión Militar, ministro de Agri-cultura, señora del subsecretariode Asuntos Exteriores, ministrode Información y Turismo, mi-nistro de la Vivienda, señor Ar-turo MacapagaJ, teniente gene-fel jefe del E. M. Central delEjército,-director general de Se-guridad, alcalde de Madrid, co-ronel Eloy Baluyut, secretario deEmbajada señor Puig de la Be-llacasa, doctor Gil, médico de SuExcelencia, y secretario de la Ca-sa Civil de Su Excelencia.

A la izquierda del PresidenteMacapagal se sentaron: señoradel ministro de Justicia, nuncioapostólico, señora del ministro dela Gobernación, ministro de Ha-cienda, señora del ministro deAgricultura, viceministro de Ne-gocios Extranjeros de Filipinas,señora del almirante jefe de laJurisdicción Central de Marina,ministro secretario general delMovimiento, señora del generalgobernador militar de Madrid,ministro subsecretario de la Pre-sidencia, consejero del Reino ca-pitán general Muñoz Grandes,subsecretario de Asuntos Exte-riores, almirante jefe del E. M.de la Armada, gobernador civilde Madrid, presidente de laDiputación Provincial de Madrid,contraalmirante García Agulló yayudantes de campo de Su Ex-celencia.

A la derecha del Jefe del Es-tado español se sentaron: señorade Macapagal, ministro de Asun-tos Exteriores, señora del minis-tro del Ejército, ministro de Jus-ticia, señora del ministro deObras Públicas, ministro de laGobernación, señora del ministrode la Vivienda, ministro de Tra-bajo, señora del almirante jefedel E. M. de la Armada, ministrodel Aire, señora del primer in-troductor de Embajadores, con-sejero del Reino y presidente delConsejo de Estado, capitán, ge-neral de la I Región Militar, te-niente general jefe del E. M. delAire, embajador de España enFilipinas, ayudante de Su Exce-lencia el Presidente, coronel Di-són, secretario de Embajada, se-ñor Acebal y jefe de parada.A la izquierda del Jefe del Es-

tado se sentaron; señora del mi-nistro de Asuntos Exteriores, pre-sidente de las Cortes Españolas ydel Consejo del Reino, señoradel ministro de Marina, ministrodel Ejército, embajadora de Fi-

lipinas, ministro de Obras Pú-blicas, señora del consejero delReino teniente general MuñozGrandes, ministro de Industria,señora del director general deSeguridad, ministro de Comer-cio, señora del jefe de la CasaCivil de Su Excelencia, consejerodel Reino doctor Crespo Alvarez,almirante jefe de la JurisdicciónCentral de Marina, ministro con-sejero de la Embajada de Fili-pinas, general gobernador mili-tar de Madrid, marqués de laVera, ministro plenipotenciario,ayudante teniente coronel PrietoArozarena, primer introductor deEmbajadores y segundo jefe e in-tendente de la Casa Civil de SuExcelencia.

Ocuparon las cabeceras de lamesa el jefe de la Casa Civil yel general segundo jefe de la Ca-sa Militar de Su Excelencia elJefe del Estado.

IMPOSICIÓN DE CONDECORA-CIONES

Antes de dar comienzo a la co-mida de gala, Su Excelencia elJefe del Estado español impusoal Presidente Macapagal el gran

collar de Isabel la Católica, el la-zo de dama de la misma Orden ala esposa del Presidente, y lacruz de caballero al hijo del Pre-sidente, don Arturo Macapagal. Asu vez, el Jefe del Estado filipinoimpuso al Generalísimo Francoel gran collar de la Orden Sika-tuna.

MENÚ DE LA COMIDA

Se sirvió el siguiente menú:Consomé frío primavera; roda-ballo al champaña; pollos bra-seados a la piña; crema heladacon fresón; tarta al fondán ydulces.

Vinos: jerez fino La Ina; viñaSolé Franco-Españolas 1947; re-serva Marqués del Riscal 1956;champán Perelada Reserva; Car-los I; Domecq y gran reserva Te-rry 1883.

PROGRAMA DE MÚSICA

Durante la comida se interpreóel siguiente programa de música,interpretado por )a banda del re-gimiento de la Guardia de SuExcelencia el Generalísimo Fran-co, dirigida por el señor VidalTolosa.

1. "Manolete" (pasodoble), J.Ramos.

2. " Semiramis " (o b e r tura),Rossini.

3. "El huésped del Sevillano"(selección), J. Guerrero.

4. "M Conde de Luxembur-go" (valses), F. Lehar.

5. "Malagueña" (de la SuiteEspañola), Lecuqna.

6. "La boda de Luis Alonso"(intermedio), Jiménez.

7. " Capricho ita1ia no", Ts-chaikowsky."

8. "L'entra de la Murta" (pa-sodoblé), Giner.

EL PRESIDENTE DE FILIPINASvisita el Valle de los Caídosy el Monasterio de El EscorialACOMPAÑARON A LOS SEÑORES DE MACAPAGAL ELMINISTRO DE JUSTICIA Y OTRAS PERSONALIDADES

El Presidente de la República :de Filipinas, don Diosdado Ma- ,capagal, acompañado de su espo- isa e hijos, realizó en la mañana ide ayer una visita al Valle de los |Caídos y al Real Monasterio de !E1 Escorial. En la basílica de! |Valle de los Caídos oyeron la ¡misa de once.

Fueron recibidos por los mi-nistras de Justicia y señora deItumendi; de Información. Co-mercio y Economía de Filipinas,don Rufino Hechanova; embaja-dor de Filipinas, don León MaríaGuerrero, y señora: subsecretariode Asuntos Exteriores de Filipi-nas, don Salvador T. López; jefede las fuerzas aéreas, generalMolina, y ayudante del Presi-dente, coronel Tizón. También sehallaban al pie de la escalinatade acceso a la basílica don ÁngelOliveras, que representaba al pa-trimonio nacional, y el Jefe su-perior de Policía, señor de Diego.Los alrededores estaban concu-rridísimos por excursiones de tu-ristas, que acogieron la presenciadel Presidente Macapagal concálidos aplausos.

A la entrada del templo se ha-llaba el padre superior AlbinoOrtega, que ostentaba la repre-sentación del abad mitrado frayJusto Pérez de Urbel, que se ha-lla ausente, y los padres ManuelGarrido y Anselmo Alvarez conel resto de la comunidad, con elque penetraron en el templo.

El Presidente filipino y séquitose dirigieron al lugar especial alpie del altar mayor. El padreAlbino les dio a besar el lignumcrucis. Luego, el primero y su es-posa ocuparon dos reclinatorios ylos hijos, otros. A la derecha eizquierda se situaron los minis-tros españoles y filipinos. Inme-diatamente se i n i c i ó la misa,mientras la escolanía interpreta-ba diversos motetes. Los señoresde Macapagal, con el rosario enla mano y con profunda devo-ción, empezaron a rezarlo en eltranscurso de la ceremonia.

En el solemne acto de la ele-vación se apagaron las luces de

la la basílica y quedó iluminado elCristo, mientras las campanaseran volteadas. Cuando finaliza-

ba la mjsa, el Presidente Maca-pagal y sus hijos, Marte, Gloriay Diosdado, subieron al altarmayor y recibieron la comunión.

Después de la misa, nuestrosilustres huéspedes contemplarondurante algún rato la cúpula dela misma y realizaron una visitaa las distintas dependencias. Enel ascensor subieron al basamen-to de la gran Cruz de los Caídos,y d e s d e allí presenciaron elgrandioso espectáculo que seofrecía.

Terminada la visita, el Presi-dente Macapagal con su espo-sa. ministros y séquito se tras-ladaron a El Escorial.

Un enorme gentío rodeaba lalonja. Al llegar a la puerta delPatio de Reyes fueron saludadospor el presidente de la Dipu-tación, marqués de la Valdavia;padre Florencio Alvarez, priordel monasterio; administradordel patrimonio, don CasimiroMéndez; alcalde del. real sitio,don Francisco Santos Benito;juez de instrucción, don Saturni-no Gutiérrez Valdeón, y la., co-munidad que se había situado alo largo del patío.

El Cristo de las Batallas, ge-nial obra de Benvenuto Cellini,aparecía al descubierto, para locual habían sido abiertas lasventanas del lugar que ocupa enel monasterio, ante el que el Pre-sidente Macapagal se d e t u v ounos instantes. Entre tanto, lascampanas se echaron al vuelo ylos señores de Macapagal se di-rigieron a! altar mayor y oraronbreves momentos. AllÍ escucha-ron después las explicaciones queles eran dadas por el prior y elinspector de los palacios reales,don Ángel Oliveras. Seguidamen-.te comenzó la visita al monaste-rio, iniciándose por las habita-ciones de Felipe II, panteones dereyes, sacristía, salas capitulares,Patio de los Evangelistas y esca-lera principal. Al abandonar elPatio de los Evangelistas, el Pre-sidente de la República de Fili-pinas y esposa fueron despedidoscon calidos aplausos por los nu-merosislmos excursionistas queallí se encontraban. Desde dicholugar se dirigieron a la Casita

del Príncipe, que también visita-ron detenidamente.

ALMUERZO DEL PRESIDENTEDE LA DIPUTACIÓN

Dentro de los actos organizadosen honor del Presidente Macapa-gal en el día de ayer, se encon-traba un almuerzo ofrecido por elpresidente de la Diputación Pro-vincial de Madrid, marqués de laValdavia.

Poco antes de las dos de la tar-de llegaba al hotel Felipe II elPresidente de Filipinas, que fuerecibido en la puerta por el go-bernador civil de la provincia deMadrid, don Jesús Aramburu; elmarqués de la Valdavia y otraspersonalidades.

Después de un aperitivo servidoen los jardines del hotel, la co-mitiva pasó al interior, donde, enel salón Azul, iba a ser servidoel almuerzo. Con anterioridad, elPresidente filipino firmó en el li-bro de oro de la Diputación Pro-vincial de Madrid, que le fuepresentado con este fin. Tanto elvestíbulo como el salón Azul seencontraban engalanados conbanderas de los dos países, tapi-ces y resposterps de la Diputa-ción y abundantes flores.

Una de las dos presidenciasfue ocupada por el PresidenteMacapagal, a cuya derecha sesentaron la señora de Iturmendi;don Rufino Echanova, ministrode Comercio e Industria y de In-formación, de Filipinas; marque-sa de la Vera; don Jesús Aram-buru, gobernador civil de Madrid;cion VíctorH. Dizón, coronel ayu-dante del Presidente filipino, ydon José Antonio Acebal, secre-tario de Embajada. A la izquier-da del Presidente Macapagal .to-maron asiento la señora de San-tos Benito; don León María Gue-rrero, embajador de Filipinas enEspaña; señora de Acebal; mar-ques de la Vera; don Arturo Ma-capagal, hijo del Presidente; se-ñor García P é r e z , diputado deMadrid, y don Antonio NavarroSanjurjo, diputado y concejal delAyuntamiento de Madrid .

La otra presidencia la ocupabael marques de la Valdavia, a cu-ya derecha ocuparon asientos laseñora de Macapagal; don Anto-nio Iturmendi, ministro de justi-cia; señora de Estrada, don Fran-cisco Santos Benito, alcalde de ElE s c o r i a l ; don Joaquín PrietoArozamena, teniente coronel delséquito español; Don Eloy Baiu-yut, coronel adjunto al séquitooficial filipino, y don Ángel Oli-veras inspector de museos del Pa-trimonio Nacional. A la izquier-da del marqués de la Valdavia sesentaron la señora de Guerrero;don Luis Carrero Blanco, minis-tro subsecretario de la Presiden-cia; señora embajadora de Fili-pinas en Berna; don Miguel A.G a r c ia Agullo, contraalmiranteen el séquito español; don JoséS. Estrada, ministro consejero dela Embajada de Filipinas en Es-paña, y don José Joaquín Puigde la Bellacasa, secretario de Em-bajada. En los extremos de 1a me-sa se encontraban don EstebanPérez Quesada, jefe de protocolode la Diputación de Madrid, ydon Amado Yalong.

CORRIDA GOYESCA ENMADRID

Terminado el almuerzo en ElEscorial, el Presidente de Filipi-nas y señora de Macapagal setrasladaron a M a d r i d , dondeasistieron, acompañados del Ge-neralísimo Franco y señora, a lacorrida goyesca, organizada porel Círculo de Bellas Artes de Ma-drid en la plaza Monumental delas Ventas.

El coso se encontraba engala-nado con banderas y reposteros,mantones de Manila y escarape-las con los colores de ambos paí-ses. En el ruedo, sobre el ocre dela arena, se había dibujado entierra de almagra una gigantescaorla de laurel, en el centro de lacual aparecía el nombre de Go-ya, copiando la caligrafía del ge-nial pintor aragonés.

Al aparecer los dos Jefes deEstado en el palco de honor, elpúblico que llenaba casi en sutotalidad las localidades de laplaza les tributó una ovación ce-rrada, y los gritos de "¡Franco,Franco, Franco!", y los vivas aFilipinas se mantuvieron largotiempo, rubicando la fervorosamuestra de simpatía y adhesiónal Caudillo y al Presidente delpaís amigo.

Como en un viejo grabado definales del siglo XVIII o un óleode comienzos del XIX, se des-arrolló la fiesta. En primer lugar,un alguacil-pregonero, jinete ennegro caballo, leyó desde el cen-tro del ruedo el pregón del fes-tejo. Este, en métrica de roman-ce y muy- dosificado con humo-rísticos ripios, dio cuenta de lasreglas por las que—según ordendel "corregidor" — debían efec-tuarse los lances, del caballero enplaza (rejoneador) y de los tore-ros a pie.

Terminado el pregón, CarmenSevilla—la popular estrella de lacanción y del cine, bella comonunca—, vistiendo el t r a j e deamazona española y tocada conun gracioso sombrero "catite",efectuó a caballo el despeje de laplaza. Con la venia de la presi-dencia, Carmen Sevilla se dirigióa la puerta de caballos para darsalida al cortejo. Estaba formadoéste por una banda de cornetasy tambores, que a los acordes deuna retreta militar realizó unaserie de evoluciones, rítmicas yperfectas. A continuación, un es-cuadrón de caballería, tambiénde la Guardia Municipal, vesti-dos como los músicos, con trajesde época, ofrecieron una muestra

de a l t a escuela hípica, cuya,maestría fue subrayada con ova-ciones clamorosas.

Siguió un vistoso desfile de ca-lesas, coches enjaezados, coches-jardineras y carrozas, conducidospor chisperos, y en los que toma-ban asiento bellas artistas de lapantalla vestidas con el traje demanolas.

Precedidas por Carmen Sevillay por los alguacilillos, las cua-drillas, ataviadas con el traje dela época. En carroza cerrada hizosu entrada el caballero en plaza,quien a continuación mostró unamagnífica exhibición de monta.Con la autorización de la presi-dencia comenzó el festejo, en elqué hubo arte de rejoneo y detoreo a pie.

El Presidente de Filipinas, encada brindis de los diestros, re-mitió un obsequio a los espadas,y con simpatía aplaudió cadauna de las suertes. Al terminarla corrida, los dos Jefes de Es-tedo, con sus esposas, escucharonnuevamente los vivas y los aplau-sos con los que el público les des-pedía mostrando su Afecto y ad-hesión.

COMIDA DE GALA ENASUNTOS EXTERIORES

Anoche, en el palacio de Via-na, el ministro de Asuntos Exte-riores y la señora de Castiellaofrecieron una comida de gala enhonor del Presidente de Filipinasy la señora de Macapagal.

Asistieron, con las personas queacompañan al doctor Macapagalen su visita a España, miembrosdel Gobierno español, altos fun-cionarios del Ministerio de Asun-tos Exteriores y destacadas per-sonalidades de la vida española.

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