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PROLOGO
I
LA EPOCA
El ambIente mtelectual del Uruguay, en laúlttnta década del sIglo XIX y la Prtmera delsIglo XX, se caracterIZa por la gran varIedadde tendencIas que se entrecruzan v que tanpronto parecen converger haCia un centro común como partIr de un centro comú_n para dIverger bIen pronto Esta hetero¡!;eneIdad haceque el periodo mdIcado sea un periodo extremadamente complejo Para mtmr esta complelIdad es suficiente recordar los trazos de laobra y personalidad de las flWlras más representativas El neriodo se dibUJa, entonces, conlos rasgos de una flsonornfa mtelectual que aunamuy diversos matices Junto al naturalismo zoleano de gran Parte de la obra de Javier de Vlana(1868 -1926) Y al realismo del teatro de Florencia Sánchez (1875 - 1910) se halla la enrareCida atmósfera lírICa de la obra de Julio Herrera y ReissIP: (1875 - 1910); lUnto al pensamiento denso y seno de José Enrique Rod6(l...871- 1917). las distorSIOnadas creacIOnes delos prImeros lIbros de Horacio Quiroga (18781937); Junto a la penetración critIca para elanáliSIS fIlosófiCO de Carlos Vaz Ferreira(1872 -1958), el erotIsmo, por momentos nar-
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PROLOGO
CISISta y desmelenado, de la llOesía de DelmlraAg:ustlm (1886. 1914;) ; Junto a la narratIva deCarlos Reyles (1868 -1938), empeñado en penetrar en el corazón de su época, la llOesía deMaría Eugema Vaz FerreJra (1875 -1924), en·c1austrada en uua orgullosa soledad a la que noes ajena la anp:ustIa eXIstencIal o metafísIcaLa complejidad de este cuadro se acrecIenta SIse recuerda que algunos de estos creadores ImpusIeron a su orIentacIón htelRrla golpes bruscos de timón que varió ~u trayectorIa. Y seacrecIenta aún má~ SI se recuerda --Quedan CItadas solamente las fIguras prommentes de lallamada qeneraetón del noveC'lentos- que sehallan aún en pleno ardor creador alp;unos delos máJnmos escntores de la promocIón anterior Juan Zorrllla de San Martín (1855 - 1,931)pubhca ese gran mural éPICo-hIstórICo que esLa epopeya de Arttgas (1910) y Eduardo Acevedo Diaz (1851- 1921) cIerra con Lanza 1/ sable (1914) su tetralogía éPIco-novelesca, Imciada con Ismael. (1888), segUIda con Natwa(1890) y contInuada con Gllto d§ qlona (1893)
Esta flsonomia mtelectual tan ne& ~ matizada adqUIere, sm embargo, en el núcl!lO dela qeneracuín del noveC'lentos. qna cie.rta coherenclR Y la adqUIere a través de un rasgo, que
-de un modo u otro, en todos se mamÍlesta Todos vIven la conviCCIón de que en esos años enque un SIglo muere y otro nace han surp;1do unnuevo modo de sentIr la VIda y una senSIbIlidadnueva compleJislma y refmada Dos textos sonextremadamente ilustratIvos al respecto El pn-
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PROLOt.-O
mero es el notable ensayo de José EnrIque RodótItulado El que vendrá (1896) El loven ensaYIsta añora alli el advemmIento del Reveladorprofético en cuya obra plasmarán esas anSIasdel corazón y del pensamIento a las que todavía"nadu ha~ forma". esos "estremeC1muntoscuya Vtbratnón no ha lleqado a nmqún labw".esas "wqu¡etudes para las que todavía no se ka.nvent!ado un nombre" El otro texto es la págma tItulada Al lector Que Carlos Reyles pusoal frente de la primera de sus Academias. PrIm.tovo (1896), y reIteró, con algunas ampbaCIonea, al frente de la ,egunda, El e:draño(1897) Se lee allí lo sigUIente "Me pI'opongoescnb.r, baja el títula de Academias, una serude novelas cortas, a nwdo de tanteos a ensa1l0Sde arte. de un arte que no sea mdiferente a losestremee.m<entos e .nquutudes de la se'llS.búIdad fm de sIglo, ref.nade, 11 eompleJís.ma. quetransm.ta el eco de las awnas 'l/ dolores onnombrables que experimentan las almas atm'mentadas de nuestra época, '1 esté pronto a escucha,luulta los más déb,les lat,dos del corazón model'¡w, tan enfermo l/ gastado En m,tanCla unfruto de la estacum".
Este sentir que la vIda renacía con formanueva se traduce en muchos núcleos mtelectuales, formados especialmente por hombres muylóvenes. en una serIe de ademanes VItales Quedan una tómca o coloraCión partIcular a la VIdaintelectual de esos años Para la mayoría de loslóvenes escrItores el máXImo esfuerzo creadordeJ»a canallzarse haCia el hallazKo de nuevas
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PROLOGO
formas de expreSIón, formas mnovadoras quellermIheran dar voz a ese nuevo modo de sentIrla VIda Y a esa presuntamente nueva senSIbIlldad Para esos ¡óvenes, que en su mayoria másque sent~r, con todo lo que el senttr tIene de rIcacarnalldad, pre-sentían, con todo lo que el pre8enttr tIene de vago anhelo e mdecIso rumbovItal, ser artIsta era ser un raro. Ser artIstaera sentIrse eXQuIsito y hallarse como traspasado o agoUlJoneado por las más extrañas sensaCIones No es extraño, pues, que muchos deesos Jóvenes al descender por pnmera vez a laarena llterana la convIrtieran en la arena deun cIrco donde afanosamente practIcaban posturas clownescas Para muchos, la VIda mtelectual se convIerte en una nebulosa Los Vle¡ossentimIentos eternos, la salud moral, la VIrilvIsIón normal de la VIda se conSIderan s6lodignos del VII buen burgué8, sobre el Que recaentodos los desprecIOs, o del "vulqo mummpal 11espeso" que seguramente no era TII tan espeso,DI mumClpal DI vulgo Al mIsmo hempo, aparece el tnte!ectua! de café, que estreplta el ambIente con su anarquismo ítalo-catalán quedará lugar a la fundaCIón del Centro Interna".ctonal de Estudto8 SoC'tale~ y se promueven escandalosas polémicas llterarJas en las Que lospoJ.emlstas hacían goala, entre otras cosas lleores,de un repulSIVO compadrIsmo Estas llolémlcasno trataban de dIlUCIdar nada importante. EranexplOSIOnes de vamdad herIda y un anhelo imperIalista de afIrmar el propIo ego. En la mayoría, quede bIen aparte el tan noble Rafael
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PROLO(rU
Barrett (1875·1910), el mismo anarqUismo sereducía a una llecuhar mamfestaclOn eg-olátrlCRMás que un ana!!llll.!!!!l!t&lJ:la1 se trataba~eespecie l!'eliñarQUlsmo mosqueteril y tlco.El estetIclsmo, en verdad, tant<r en a' Villa .como en la 'cleuClón; es'el slg-no caractenzantede esos núcleos mtelectuales J&J1.cllo.~ elobjeto de adoración suprema, aunque con ello sedesgonzara la integridad de la vida esplntual,y roto el eqUlhbno, la vida entera -en el planode la reahdad y en de la creaclón- quedata camo obturada Esa adoracIón por Lo Bello, consIderado como objeto mdependlente, hmlta y constrIñe la vIda, y toda ráfaga Vital poderosa essentIda como una amenaza Sólo se desea reahzar Lo Bello a través de una exacerbaCión de lossentIdos, se elude lo sustancial humano; se carga el acento en el hallazgo de ritmos verbalesextraños y novedosos; se mtentan efectos sorpreSIVOS e mconslstentes; los medIOs llegan aser sustantivos v adjetivos los fmes, se hace delyo un obJ eto Imperial Por los mismos años.otros hombres na.da estetIcIstas se desangrabanen las cuchillas, en las de 1897 y 1904
Este estetIcIsmo es uno de los SignOS detectables eneriimllleríte mtelectual del Uruguayen el cruce de los Siglos XIX y XX No es, desde luego, el úmco, pero colora mtensamente laVida mtelectual de esos años Tanto, que mfil·traciones estetIclstas se da en la obra de creadores a los cuales no se les podria adjudICarcon jUstICIa el ad¡etIvo Piénsese, por ejemplo,en Rodó y Reyles. ambos VIVieron una obsesiva,
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PROLOGO
devoradora paSIón por lo formal e mcluso ensus Ideologías hay trazos de estetiCISffiO, aunqueello no les ImpIdIÓ la creaCIón de un orbe mtelectual comple¡o y seno. en el que tIenen ecomúltIples resonanCIas, y que traSCIende amplIamente la actItud estetICIsta; pIénsese en JavIerde Vlana' su fuerte realIsmo no lo hace proclIve al estetlclsmo. pero es pOSIble descubrIr ensu obra la huella estetICIsta, espeCIalmente enalgunos toques de preCIOSIsmo deSCrIptIvo no mfrecuentes en su narratIva El SuprlllI10 Sacer-dote del EstetIclsmo es, sm duda. .ñrIílrRe= ly RmssIg. cuya poesía. a pesar de ello. muestra.en muchos aspectos, calIdades de prImer ordenque la hacen nerdurable, pero donde el estetICIsma novecenhsta se muestra más al desnudoes en las creaCIOnes de algunos escrItores menores, no deStlOlados CIertamente de talento. yen las obras mIClales de algunos de los creadoresmayores Esas obras, por carecer preCIsamente.de las cualIdades y calIdades hasta CIerto puntomtemporales de las obras peI durables, estáncomo traspasadas de momentaneldad y, por lomIsmo, el SIJ(110 estetICIsta se mamflesta smvelos
Esta antololl'ía mcluye, es CIerto, allnlnostextos de Horaclo QUlrOll'a, Carlos Revles y J u-_110 Herrera y RelssIg. esto es. de tres de losrepresentantes mayores de la llamada ll'eneraclón del noveCIentos No representan al autor,en sus rasgos sustanCIales. smo una etapa desu trayectorIa creadora vmculada al 900 TambIén se mcluyen para representar el final del
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PROLOC.O
modernismo tres poemas de Fernán SIlva Valdés, cuya obra. en lo que tIene de sustantIvo vperdurable pertenece a un momento v orientaCión wstmtos Pero, en lo esencial. esta antologis está formada, y por la razón antes expuesta,por textos de nueve poetas que podrían ser de.nommados poetas novecentUJtas menores (y estadenommaClón le cabe, aSImiSmO, a don AlbertoZum Felde, que en su mlClaclón correspondióde lleno al novecientos y Que luelto cambiÓ .apluma del poet¡¡ por la del crítIco y ensaYista).Esos,nueve poetas son TorlblO Vldal Belo, Roberto de las Carreras, FederiCO Ferrando, Pablo Minelli González, César Miranda, Juan YllaMoreno, FranCISco G Vallarmo. Justmo Jlménez de Aréchal!'a, Julio Lerena ¡uanicó Sm duda alguna. todos ellos tIenen ese aire de falDlha provemente del haberse formado dentro decoordenadas VItales y lIterarIaS IdéntIcas perocada uno de ellos dibUJa un perfil literarIO vVital bien personalIzado Diseñar esos perfIleses un modo de subrayar algunos trazos de laépoca Es lo que se proponen las semblanzas Quesiguen a estas págmas Imclales
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LOS POETAS
y DESPUÉS EL SILENCIO.
Es frecuent!!, Y frecuente con temible exceso en los países de lengua española, el caso
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PROLOGO
de qUIenes, slll aptItud real, y quizás tambIénsm verdadera vocaCIón, experImentan la neceSIdad de senttrse poetas Esta necesIdad, nadacensurable como actItud intIma, ba aparejadola prohferaclón de mfimtos seudo-poemas, mnumerables cotllO las arenas del desierto, porque la necesIdad de senttrse poeta no ha quedado, como debla, reducIda al ámbIto personal.SItuacIón ésta tan lamentable como mevltable.Más lamentable es el caso contrarIO. cuandoeXISte aptItud real y ella queda práctIcamentemeJercld.a A veces, este abandono de lo que setIene en si llega a ser totalmen~ mexphcableEsta sItuacIón se da en Torlblo Vldal Belo(1878 - 1923) Lo que de él se conoce revelaauténtIcas Ima¡nnaclón y senslblhdad poétIcas,YJ lo que hace más extrafia su EutuBCl6n, unadestreza expresIVa llevada casI al grado de eseofte'!O que el eJ'crltor alcanza generalmente ensu madurez Torlblo Vldal Belo, sm embargoo,alcanzó ese ofICIO a los 20 años Luego se SIlenCIó para SlCmpre Su labor, por otra parte,es, por escasa, caSI mVlslble (1) De él sólo seconocen tres poemas, publIcados en "La Revista" de J uho Herrera 1[. Relsslg. y reCOgIdosdespués en El P~1'1UJ,sO Qr,ental (1905), de RaúlMontero Bustamante, y dos págInas en prosa,De mw prosas de tabe1'1UJ, y La últtma páqtna,apareCIda, la prImera, en "Almanaque ArtlstIcoSIglo XX, 1901". Y transcrlPta. la segunda, enla conferenCIa El deoodentl,smo en Amérwa,dIctada por César MIranda el 2 de agosto de1907. en el "Ateneo" de MontevIdeo baJO los
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PROLOGO
auspIcios de la "AsoCIacIón de los EstudIantes"Esta obra, tan breve, concItó, SID embar~o, loselogIos entumastas del Sacerdote de "La Torrede los Panoramas" y tambIén de sus corlfeos. (.) Y aún hay más: esos pocos poemas,y la personalIdad del Joven poeta. pueden serestimados como uno de los elementos determinantes de la transfQrmación estética de JulIoHerrera y Reissig, tres años mayor que él.cuando el poeta de Los peregnnos de p~edro.
pasa de sus elocuentes cantos de corte romántico, como Canto a Lamarttne (1898). a susprImeros poemas modeTlllstas. Es mdudable quetanto por la calIdad de su brevíSIma obra comopor la mfluenclS ejercIda y su total mutIsmolIterarIO posterIor, Torlbio Vidal Belo confIgura una de las pel'8onabdades más sIDgu]aresde la bteratura uruguaya del nOVecIentos
Los tres poemas. CItados de TonblO VldalBelo son, SID lugar a dudas, las nrlmeras mamfestaclOnes en el Uruguay' de poesía modermsta PublIcados apenas una década despuésde la aparIcIón de la obra maestra del post- 'romantICIsmo uruguayo, Tabaré. de Zorrllla deSan Martín, los tres poemas denotan una senslbihdad que ha Ido más allá de la inspIracIónpost-romántIca caracteristIca de la poesia uruguaya de esos !lños SI los romántICOS y postromántIcos mtentaron Impactar al lect{)r con losgrandes temas eternos - el amor, la muerte. lanaturaleza sentIda a través de un elan de tonopanteísta - y COD lps decorados tenebrosos en
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PROJ... OGO
los que prolIferaban sepulcros v cipreses. TorlblO Vldal BelQ. por lo contrano. busca seducir al lector mediante un tema muv tenue quele sirve para el bordado de una filigrana verbal Y: metafórlpa Su postura poética es. pues,típicamente modernIsta. tanto en la búsquedade un tema expresivo de una sensibilIdad fuerade lo vulgar como en la aspiración de lograr lametáfora mnovadora. el adjetivo mhabltual, elrefmamiento o exqUisitez de las sensacIOnes.Son. aSUlnsmo. poemas en los que lo decorativo, como en 108 más característIcamente modernistas. alcanza valores sustantivos En lostres poemas. ])Or otra parte. pero muy especialmente en el selnlDdo. hav otro ras/(o modermsta la conlunclón de lo pagano o lo exóticocon los elementos paramentales de la relIgióncristiana (con lo que los poemas se tiñen, aunque no se Impregnan, de un vago sentImientode relIgiosidad). Los tres poemas. SI bien node un gran poeta, tienen mdudables valores.Léanse en voz alta y se percibirá su sostemdoritmo verbal. nótense en algunos versos el aJustado luego de vocales y consonantes. pereibasela adecuaCión de la metáfora a la Imagen visualque se QUiere trasmitir (por eJemplo. "Y a wsgolpes del remo se enrula'lt las pelucas de espumas de ámbar") Todo ello muestra. sm duda.la mano diestra de un poeta V sorprende queesa destreza haya Sido lograda casI de un golpe,sobre todo cUl\.ndo el poeta. como de un salto,se ubica en el centro de la corriente má, mno-
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PROLOGO
vadora del momento Tenía, SIn duda, muy bienaprendidos su Verlame v su Rubén Darío Peroésto no dismmuye el mérito de haber poetizadoe-n modernt8ta por pnmera vez en el Uruguayy de haberlo hecho a los veinte años y con trespIezas recordables En De mt8 pr()8(UI de taberna y La última pág.na, se perciben IdénticasmtenclOnes y análoga calidad de reahzaclónSon prosas poemáticas - por momentos prosarítmica - en la que el autor logra un ajustadoequílIbrlO de ele1!1entos objetivos y subJetiVOsy en todo, prosa y verso, es VISible la presenciade un espíritu aristocrático, en el mejor sentidode la palabra En diCiembre de 1902, el poetaobtuvo el titulo de abogado en la Universidadde Montevideo, y, absorbido por la profesión,por tareas adminIstrativas v por la acción poIitica desapareció del escenariO literarIO InICIÓen el Uruguay un movllnIento renovador en lapoesía, después, fue el silencIO
EL LUZBEL CRIOLLO
El entusiasmo con Que, en el Uruguay, al·gunos J6ven~s escritores, V otros que ya no loson tanto, se dedican a explotar el tema eróticopodría hacer pensar que han descubierto unfilón hterarlo hasta ahora médlto al que hayque explorar hasta su última veta Las raícesde Eros, claro está, son mI1enanas, y en elU1'Uguay no faltaron, naturalmente, quienes,
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PROLOGO
desde hace ya muchas décadas, InCIdIeran enel te!l1a. Y en algún caso, con tanta desenvol.tura y falta de velos como ahora Y con mayorcora¡e. Porque a esta altura de los tIempos,pornografía más o menos suele resbalar por lasmás dehcadas epIdermIs morales sm dejar roncha, y en aqueIlos años, una leve audaCIa podíaser el escándalo y aún aparPjar, para el audaz,la excomUnIón SOCIal En este aSllecto, Y en losaños InICIales de este SIglo, nadIe fue másaudaz, en VIda v obra, que el ya casI mítIcoRoberto de las Carreras (1873 - 11163), quien seautotltuló Doctor en AnarqUIsmO y VoluptuosIdad y que, enarbolando la bandera del AmorLIbre, predicó la RevolucIón Sexual, escandahzando al MontevIdeo más o menos aldeano desu época con su satamsmo crIOllo aunque deImportacIón francesa El estudIO de su personalidad sería un mteresante capítulo de esacienCIa que Ortega y Gasset gustaba IlamarConommtento del Hombre Promotor de Incidentes escandalosos, que lleJr8ron hasta la págma pohclal, fue "protagomsta de una cr6111canovelesca en cuyo carácter se mezclaron la elegante tronía de Alctbuuies. la rebeldía romá.1t-ttca de Lord Byron y el címco ltberttnaJe deCasanova", seg¡U¡ ha escrIto don Alberto ZumFelde (') No por la cahdad de su obra smopor la singularIdad y lo SIgnifIcatIVO de su personahdad - parad¡gmátlca de lo vItalmentemás hondo del novecIentos - Roberto de lasCarreras merecerla que se le dedicara un hbro
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PROLOGO
Un llbro que sin dejar de atender a lo anecdótIco y lo pmtoresco, no descUidara lo realmenteImportante del personaje su representatIVIdadhIstórIca, ya que asumIó con autenticIdad mnegable las vIgencias étIcas, estéticas, sOCIales deciertos grupos de la mtelectualidad uruguayade comIenzos de este sIglo, smcrómcas, por lodemás, con las producidas por la sensIbIlidadfin de sIglo en todo el ámbn.. de la culturaoccidental.
La obra lIterarIa de Roberto de las Carreras puede fácIlmente dIVIdirse en tres grupos' poesía, prosa poemátIca o narratIva yprosa de lIbelIsta. La poesía está fundamentalmente representada por un lIbro, Al lector(1894), dedIcado a Carlos Vaz FerreIra, deQUIen era fntIm9 aDllgo, y alj;tunos poemas publIcados en dIarIOS o reVIstas; son prosa poemática o narrativa Sueño de orwnte (1900),OraCtón pagana (1904), Yo no soy culpable(1905), Pslilmo a Venus Cavalten (1905), Enonda azul (1905), Dtadema fúnebre (1906),La 'In8wn del arcángel (1908), El cáltz (1909),La Venus Cele'l.te (1909); el llbelIsta, y apartede las publIcacIOnes en la prensa dIarIa provocadas por polémIcas varIas. se halla especIalmente representado en Amor hb1'e IntervlewBvoluptuosos con Roberto de- las Carreras (1902)Fuera de esta claSIfIcacIón queda Panstnas(1904). donde combma la prosa poemática conalge del lIbelIsta y hace crítIca lIterarIa EstecOD)unto de obras, si bien no constituye labor li-
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PROLOGO
terarla perdurable, no carece de Interés Comopoeta, Roberto de las Carreras se mamflesta como un versIfICador dIestro -v con rara maestría en el manejO del alejandrIno- aunque, enverdad, prosaico en el contemdo, sus poemas sonrelatos versIfICados, en los que no es posIble ver,todavía, los trazos de la estétIca modernIstano hay en ellos nI metaforismo suntuoso, nI exquisitez paramental, nI adjetIvacIón deslumbrante, nI exotIsmo geográfICO o hIstórIcoHay, sí, la manIfestacIón de una personalIdadrebelde, a contrapelo de todas las convenCIOnessocIales y que se va perfIlando ya con los rasgOS del dandy excéntrICO, provocatIvo, mezclade AIClbíades, Lord Byron y Casanova, segúnZum Felde, que serán los perfIles de su personalIdad futura Sus versos, con todo rIl1'or. sonconfeslOne" anecdótIcas o subjetIvas Son, además, en general, dIvertIdos y se leen SIn mayoresfuerzo De su prosa poemátIca y narratIva, elmás famoso, nomInalmente, de los lIbros deRoberto de las Carreras es Pso1mo a VenusCavo1wn El PreStIgIO, un tanto de leyenda, deesta obra, se debe, en gran parte, al lujo conque fue edItada, a la fama y belleza de la de&tmatarla y al desenfado con que el poeta ledIrIge su reto amoroso Hay en estas págmasun chIsporroteo metafórICO no carente de puJanza y en el cu.al entran - y en ésto ya el autorse ubIca en plena estétIca modernIsta - unll)numerable tropel de nombres de las cultura,grIega, latma y orIental. Aunque hay hermosos
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PROLOGO
momentos, el carácter exarcebadamente rítmIcoy poemátIco de esa prosa, debajO de la cual nohay mucha sustancIa, no la hacen de amenalectura El melor momento se da en el reto amoroso fmal, donde se declara "púqt! deZ 8en8un.
/l8mo" AnotaCIOnes SImIlares corresponden asus otras pIezas de prosa poemátIca, de lascuales, Incluso por su brevedad, la más legIble esYo no 80Y cuZpable, En sus últImos librosde esta índole -La Vl,8tón del Arcánqel y LaVenus Celegte- la SItuacIón se agrava: ya enlos lmdes de la demenCIa, poseído por arrebatoscaSI místICOS, el tono llega a lo delirante, elrItmo de la prosa tropIeza frecuentemente y elconJunto se torna íncoherente y caSI Incom·prenslble Son. en cambIO. de fáCIl y dIvertIdalectura su novela breve Amwo8, trasunto de susituaCIón VItal y lIterarIa hllcla 1894 y en laque refleJa su aInlstad con Carlos Vaz F..§rrelra,y Sueño de Onente, donde relata su frustradomtento de sedUCIr a una mUler casada Perodonde en verdad su talento se revela es en sufaz de lIbelIsta: poseía un casI endIablado Ingemo para la invectIva, una desaforada ImaginacIón para el Insulto y la dIfamaCIón Por des.graCIa, se han perdIdo los manuscrItos de sustres hbros inéditos destInados a zaherIr la VldamontevldellJ1a, cuyos titulos eran, según recuerda Zum Felde, El Sátt~o, referIdo a la VIda galante, Fuego al Ateneo, defensa del Amor LIbre, yAntología de la Aldea, sátIra al medIO Intelectual, con especial dedICaCIón a 108 poetas Su
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PROLOGO
obra maestra_ en el género es Amor ubre. Intervwws voluptuosos con Roberto de las Carreras El libro es. a la vez. aleg-ato doctrmarlO ycrómca autoblOgTáflca Casado con una menor-Berta Bandmelli, prima suya- a la Que habiaseducIdo, Roberto la adoctrmó en AnarqUIsmoy Amor LIbre La dlscipuls resultó aventaladay al poco tiempo el maestro la halló con unamante Y el Luzbel Criollo escrIbe, entonces,su libro. en el que JustifIca a su mUJer. la llamasu mejor dIscipula y la proclama Musa del AmorLIbre Los mte~Iews son tres En el prImeronarra y JUstifIca los hechos, en el seJ>:Undo, seteorIza sobre AnarquIs_mo y Amor LIbre, enfrentando, en fQ.rma caSI eXIstenClalista, a dosentIdades antagóDlcas El MarIdo y El Amante,en el tercero, se narra el reencuentro vaslOnaldel MarIdo. convertido en Amante, con la engañadora, cuyo temperamento paSIOnal es proclsmado Impar Todos los textos de Roberto delas Carreras Importan, desde luego, más Que porsus valores mtrinsecos por su carácter testImomal en trIple sentido: muestran aspectos mteresantes de la socIedad monteVIdeana de prinCIPIOS del SIglo XX, dIbUjan CIertos perftles dela lIteratura y del clima mtelectual del mtsmoperlodo y aportan datos de la VIda de unode sus representantes más sIgmficatlvos, ya queno por su obra si por su VIda. Es en funCIón deeste valor testunonal que deben ser leidos Sóloas! tendrá sentido su lectura
Los textos seleCCIOnados procuran dar una
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PROLOGO
Imagoen lo más completa posIble de Roberto delas Carreras. Tras lo arrIba escrIto, no es preCISO comentarlos uno a uno Cabe agregar unospocos datos sobre algunas de las páginas seleccIOnadas a fIn de facIlItar la comprensión alubIcarlas en sus cIrcunstanCIas Mt herencUL,como surge del texto, es un alegato en favorde SUB derechos a su parte de la herencIa faIlllliar Debe recordarse que Roberto de las Carreras era hiJo natural de Clara Garcia de Zúñigay de Ernesto de las Carreras, secretarIo deLeandro Gómez cuando la Defensa de Paysandúo y que su madre era hIja de don Mateo García de Zúñlga señor feudal de Entre Ríos vposeedor de una de las mayores fortuna.s argentInas de su época El texto referido a AlvaroArmando Vasseur es una réplica a la SIluetapublIcada por éste en "El TIempo" venIa cual,aunque SIn CItarlo explÍCItamente, hacía un demgrante retrato del autor del PBaJmo a VenusCavaJlen, En cuanto a Oración pagana, aparecIó en un folleto titulado La Tmqedta de! Prado, nombre dado a un escandaloso suceso dela época Una esposa infIel Alevosa actItud delmarIdo que fInge la reconcIlIacIón. lleva a laeSllOsa al Hotel del Prado y la mata de dos tirosReaCCIón del abogado. Dr Teófilo Díaz. que asu vez mata al marIdo La Oracwn paqana fueescnta con intención de ser leída en el sepelIOde la dama. InterutetW políttco con Roberto delas Carreras, publIcado en hOJa suelta, es uncomentarlo histórico-polítlco con motIvación en
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PROLOGO
los acontecImIentos polítIcos de 1903, cuandova se preveía el levantamIento revolucIOnarlOque se produJo al año SIgUIente, pero SU IntencIón secreta es preSIonar a Batlle para que leotorgara la LelnlCIÓll del Uruj("uay en Paris
UN DESVío SUGESTIVO
Tras su InICIal Por la vula (1888), novelacon rasgos autobIográfICOS que de InmedIato retIr6 de clrculacI6n, Carlos Reyles publIc6 Beba(1894), novela naturalIsta de ambIente ruralDos años después, y con esa su nartIcular sensIbIlIdad para ponerse sIempre a la altura delos tiempos, Carlos Revles (1868 - 1938), Y deacuerdo con las vIgencIas vItales y lIterarIasde la época da un vuelco en su orIentacI6n lIterarIa V de su InICIal naturalIsmo transIta haCIa un modo de narratIva que entronca con laCr<!8cl6n lIterarIa modernIsta-PublIca, entonces, sus Academms PrtmItwO (1896), El extraño (1897) y Sueño de rapIña (1898) Enellas qUIere re!jlIzar "una obra de arte tan exqU18ItO, que afIne la sensIbIlIdad con múltIples" vartadas sensacwnes, y tan profundo que dl-In.te nuestro concepto de In. vIda COn una Vl8tónnueva y cln.ra", según escrIbe en el prólogo.Al lector, de la AcademIa ImClal De las tresAcademIa8 es, SIn lugar a dudas. El extraño,tanto por su peI'l¡o)1aJe como por realízacI6n, lamás tfpicamente modermsta de las tres Y es.
XXIV
PPOLOGÜ
tambIén. la prImer mamfestaclón clara, consCIente y de valor del modermsmo --o decadentlsmo-- en la narratIva uruguaya Pero en lapostura modernista de Reyles hav una particular mflexIón Que debe ser subravada Importa,por conslglllente, eVIdencIar cuáles son los ID
gredlentes modernIstas o decad~ntI6tas de Elextraño y cuál es la aludIda mflexlón partIcular
Queda mdlcado ya Que los rasgos decadentIstas de El extraño son ostenSIbles tanto en elpersonaje como en la rea]¡zaclón de esta brevenovela • Qlllén es y cómo es Juho Guzmán, elprotagomsta de la obra? El prImer perfIl de sucarácter es la eXQlllsltez o el reflDanllento, SI portal se entIende el gusto por lo raro, 10 exótIco,lo d¡flcJ! y fuera de serIe "Una acctón mfamepodm no sublevarw, -.:escrIbe el autor- PIM"O
las pequeims eQU1Vocacwne<. la.• tontadlU, las1JUlgarutades le produeíam verdadero dolor fís,eo Su <ntel,genew. era artstoerátwa, su modo7UJ,turaJ, sW' eomplumdo, estudumo, de <Qua! ma·nera que el natural de otro. es ser senc1l10s yllanotes. Amaba. lo 'aro, lo d.fim!, lo que porez,g.r c.ena .nte!ectualmad para ser comprendtdo y aprecmdo. no está al alcance de todos"Esta exqlllsltez o reflDamlento le apareja, comoes natural, un dIStanciamIento de su medIO:sIente el mundo en que le toca VIVIr como expresIón de nna abommable vulgarIdad y noSIente que le sean pr6J'mos los seres Que lo rodean Es, en consecuencia, un extraño, en eldoble sentido de su rareza y de su foraueldad
XXv
PROLOGO
con respeto a su medio Más cabe prelnlntareeBI esa rareza V esa foraneldad, SI BUS refinamientos y exqUIsiteces son, en verdad. el fondo msobornabl" de su ser. El mismo personaje.en un momento en que se autoanaliza, responde"S.n duda una mezcla extraña de elementosforman la esencuz int.ma de m. ser. tengo elalma muerta, y, mn embarqo. no eX1.Bte nadtenuís aceemble que yo al entusw8mo 11 la 8enB1
bleria, 80Y una criatura naturalmente falJ<a. tnsincera, swmpre lo he 8ab.do nuís o men08 bten.pero nunca he podtdo remedmrw" Esta confeSión puede rubncarse con una palabra: elmauténtico La de Juho Guzmán es una Vidamauténtlca, la de un ser que no ee atreve aVIVir desde los centros reales de su ser El refmado es proclive a la sensiblería. su a¡emdades temor a la VIda Es incapaz de VIVIr desdeuna radical smcerldad para consigo mismo ypara con los otros Por eso tiene, y él lo dice,el alma muerta a pesar de su capaCidad parael entusiasmo Esta Vida enajenada busca unaforma de escaJ;!lsmo en la literatura. V se dedica a pulir y repulir un libro de poemas, Zaft1'Os.V otro de prosa. TralJado del amor. Pero uno Votro son sólo bIsuteria literaria, expresiones deun estetiClsmo vácuo EscrIbe Revles' "Guzmáne'l'a un dmmant1.Bta del ver80. un artillee nuísque un poeta; su amor a la precwsura del artetn8ptrábale el qusto del térm~no raro. de la exprestón recamada y pulida. el gusto de 'las ti/I/,.granas, taraceas y ctneeladuras de la frase" Es
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PPOLOGO
notono, a través de lo expuesto, que este antlhéroe novelesco es paradIgma del personale tipIeamente decadente, de ese "corazón moderno.tan enfermo _y qastado". a que el autor se refIere en el prólogo No menos eVIdente es que,en SU realIzacIón, El extraño se alusta a las InnovacIOnes modermstas El mIsmo Rey]es buscaqUIntaesencIas expresivas. se complace en decorados donde lo paramental toma carácter sustantlvo, se obstma en hallar lo raro. Que en loanecdótIco se traduce en ese doble amor SImultáneo, tan intenso el uno como el otr(} Que desgarra el alma del pers(}na1e. JUlIO Guzmán, quees sin duda un enfermo de la voluntad, reaparece en La raza de Cain (1900) Pero ahi yacomIenza (}tra hIstorIa
El extraño es. reitero, la prImer mamfestación del modernIsmo narratIv() en el UruguayMas el modernismo de Reyles tIene, como seha IndIcado antes, una Inflexión personal Es-lo he procurado demostrar en otro trabaJO- (4) un modermsmo atenuado. Acepta suespirltu innovador, los nuevos aportes Que traea la lIteratura; se complace, mcluso, en el ¡¡-usto por lo raro caracteristIco del modermsmoPero ve con clarIVIdenCIa sus lImItacIOnes; enespeCIal, su tendenCIa al estetIclsmo Y en esteaspecto. está más allá del modernismo al pIede la letra Su concepcIón de la novela como unaforma de COnOCImIento, como un Instrumentode buceo en lo humano lo ponen fuera del rIesgodel puro esteticlsmo Y en ésto, su pOSICIón ero-
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PROLOGO
parenta con la de Rodó, que tambIén aceptó elmodermsmo pero en fOl'ma moderada, cautelosay re~trmglda Es necesarIO subrayar que El extroño, SI bIen obra muy teñIda por las VIgencIaslIterarIas del momento, tIene valores memorables Los personaJes VIven, la construcCIón essólIda la anécdota se desenvuelve con preCISIónZum Felde, aunque opma que El extraño es"un momento de desvío suqebtwo en la vida.mtelectual de Reyles", afIrma tambIén que lanovela es la más Importante de las tres Aca.demm8, "porque en ella se mantfIe8ta por enrtero el estado de conCIenCIa del autor, volVIendoal motwo autoblOqraflCo" (") El extraño, porotra parte, y ésto demuestra que causó Impacto,provocó una áspera crítIca de don Juan Valera,que acusó a Reyles de segUIr la últIma modade Paris, mamfestando luego "El autor, en mIopimón, aspIra, a que admIremos a su héroe;pero salo logra que nos parezca lnsufrIb!e. degollante y apestoso"
ANTES DE LA S~VA
- La Imagen que de HoracIO QUIroga tienenla mayoria de sus lectores es la caSI mítIca delhombre semí..aalva]e, huraño, enqUIstado enuna querIda soledad y que, en su retIro de la'lelva mISIOnera. escnbía de cuando en cuandoun cuento de Impar calIdad, en tanto dedIcabalo meJor de sus energias a sus trabaJOS de VIO-
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PROLOGO
nero agrícola v de mdustnal experImental Esla Imagen que dllcumentan tantas fotos en lasque se le ve barbudo v desln'eñado, con su rotosa mdumentana de peón mISIOnero, dedICándose a las más dIversas tareas manuales Esta Imagen es indudablemente exacta V corresponde auno de los muchos QUIrOgaS que había en HoracIO QUIroga Pero hav otras Imáj¡'enes suvastan exactas como ésta Y no menos mteresantesEntre ellas, la luveml, que es la antíteSI" delQUIroga selvátIco Esta Imagen del QUIroga delos 20 años es la de un dandy, excéntnco v revoltoso, anhelante de llamar la atencIón por susextravagancias, entregado a las aventuras erotICas V muy preocupado -, qué lelOS del QUIrOgaselvático '- por su atuendo llersonal Este QUIroga es el QUlroga novecentIsta Que contrIbuvócon la "RevIst¡l del Salto", el ConSUltorIO dclGay Saber y Los arrew-fes de coral (1901) almOVImIento literarIO modernIsta uruj¡'Uavo Este período de su VIda, se extIende desde 1897,en que aparecen sus prImeras colaboraciones enperIódIcoS salteños, hasta 1904, año en Que publica El crtmen del otro Los sucesos fundamentales de este período de la VIda de Qmrog'a, desde el punto de VIsta literarIO, son los sIg'uíeutescamaradería literarIa con i\lberto J Br¡gnole,Julio J J aureche v José Hasda, con los queforma la "Comullldad de los Tres Mosqueteros",que culmIlla en la fundaC1ón \le la "ReVIsta deSalto", cuyo prImer número aparece el l1!IX!1899 y el últImo, el 20, el 4!II/1900 y donde
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PROLOGO
publIcó 32 colaboracIOnes, la fundacIón, enMontevideo, del Cownstor'lO del GtJ,y Saber, quecompartIó con la Torre de !os Panoronnas, deJulIo Herrera V Reissig, la primacia de los cenáculos lIterarios montevideanos de esos añosy que estuvo mtegrado por QUlrOltR (Pontífirce), Federico Ferrando (Arcedw,no), JulIo J.Jauretche (SacnsfJano) , Alberto J BrIgDole(Campanero), Asdrúbal E Del¡¡ado y José María Fernández Saldaña (Monaqos Menores) ; ellamentable ViaJe a París, para donde partió,el 30/III/1900, como "un dandy, flamante ropería, n.cas val'1as, camarote espeetal", y regresó, el 12/VII/1900 con "pasa1e de tercem( ), un mal 10ckey enc'ma de la cabeza, unMCO con la solapa levantada para ocultar laausenCla de cuello, unos pantalone8 de' sequndamano, un calzado deplorable", (O) el triunfoobtemdo en el concurso de cuentos or¡¡amzadopor "La Alborada" en 1900, con un Jurado mte¡¡rado por José E Rodó. JaVier de Vlana yEduardo Ferreira, que le concediÓ el segundopuesto por el Cuento Inn razón pero cansado(el primero lo obtuvo Oscar Ribas por La frutade los olwos V el tercero, Alvaro Armando Vasseur por Págma de la mfancta '1/ para la ,nfa'tirC'la). la publIcaCión de Las arrec'fes de coralV de El cnmen del otro
Los textos reCOgIdos en esta antoloJP:a documentan los raSl!;os de esta pnmera etapa dela trayectoria creadora del narrador salteñoEl primero de ellos, Asperlos del modern'lsmo,
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PROI~OGO
muestra como el Joven Qmroga va sintomzandolas mqmetudes de su época ilDlentras hIla lasbases concsptuales de sU POSICIón modermsta,Con 1ma percepCIón vmcula la creacIón IIterarla con el tono exIStencIal de la época: percIbeQue el modernismo es algo más que un modo lIterario, ya que, con todo :ogor, se trata de unaactitud vItal totalizadora Hay una forma modernIsta de sentir el amor; hay una mdumentarla modermsta; hay un '!lodo modernIsta deaprender la naturaleza; hav, en 1m, un estado de concIencia que en lIteratura se llamómodermsmo pero que abarca todos los aspectos de la VIda. El segundo texto, Ernsodw.que como el anterIOr pertenece al períod9 de la:'Remsta del Salto", es un cuento revelador deesa sensIbIlidad modernIsta v en él es vIsIble,además, la temprana mfluencla de uno de losmaestros de QUIroga. Eúg/lr A. Poe Como sumaestro. QUlroga se complace en el horror, haytamb,én la car.l.lcterístIca comlllacenCla modermsta por lo raro El cuento. aunque no unaobra maestra, revela ya las dotes del narradorque su autor llegó a ser Los textos sIgUIentes-En un caballtto nt bueno m malo Layes,Una tarde en que MOUlés apacentaba sus eabras.. ,La 8t§soo" como un mño repletopertenecen al Archwo del Ga'lj Saber Esos seISpoemas, tíPICOS pIrueteos lIterarIOS como todoslos que constItuven el ArchIVO, revelan. sID embargo, las buellas dotes de verSIfIcador que habla en QUlroga y sus dones nnagmatIvos Es
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PROl.OÚO
perceptIble en estos poemas la clara mfluenclade Lugones y de Rubén Darío En verdad nopasan de eJerCICIOS de aprendIz de poeta modermsta De ese poeta, extravagante pero vamás maduro, uue se revelará públIcamentecon la publIcación de, Los arremfes de coral, dedonde prOVIenen los textos que se tItulan Tugarganta, El martes, ZI, de n01nembre, Lemerre,VanUlr '1/ Cía • F}/, tonel de amontIllado, A la señonta Isabel Ruremonde El lIbro de donde sehan antologlzado estos textos es la decantaciónde los prmClpIOS estéticos v vitales de los componentes del ConswtOTlo. Su publIcacIón promoVIó un pequeño escándalo en el MontevIdeo _de la época DedICado a Leopoldo LUll'ones, supremo maestro de los conSistorIales, reune páj!'mas en prosa de carácter poemático o narratiVO, versos V tres cuentos: Jesucnito.llJl qwirdabosque comedw,nte. y Cuento (es el premIadoen el concurso de "La Alborada") El lIbro ponede mamflesto el mdudable talento del autor,pero al mIsmo tiempo eVIdencia como estabaen una postura VItal y lIterarIa descolocadaHay en e~as pálpnas un talento deSVIado por unansIa de orIgmalIdad a toda costa, aún a costadel sentIdo común y del buen gusto Es un lIbro,me permIto decIrlo asi, delIberadamente enfermIZO y en el cual el no dISImulado anhelo deser un refmado lleva con frecuencIa al autor alo morboso Al respecto, baótan unos pocos detalles se reIteran las págmas donde el amante,casI voluptuosamente, y en algún ca'o como ex-
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PROLOGO
preSIón sensual de goce erótIco, mata. real oImagmarlamente. a la amada. hay varIaS prosas donde el recuerdo de la amada muerta essentIdo con perverso goce. la perversIón sexualno está ausente, como es claro en la nál~ma tItulada ,A !a. señontCL Isabel Ruremonde, (brevenarraCIón bIen construida V con uno de esosefectos fmales gue con destreza usó muchas veces el gran narrador de la madurez), El mundopoétIco creado en Los CLrreet!es de coro! es endeble, pero el talento del autor es notorIO Asilo vio Leopoldo Lugones, que contrarIamente alresto de la crítica. que fue adversa, predllopara el autor un "seguro porvemr de prOSt8tCL"Por otra parte, Los CLrree,!es de coral es unlIbro meludlble en la hIstOrIa del modermsmoen el Uruguay. En cuanto al poema tItuladoTarde de los JCLrdmes tranqm!os y otoña'es, nofue recogIdo en lIbro Es un buen poema detono modermsta menor En él se da esa vetamodermsta que no buscó lo exótIco smo lo delIcado TIene buen rItmo verbal v tambIén unajustado rItmo en el desenvolVImIento del tema
LA MUERTE LO SEGÓ JOVEN
Manuel Acuña, en la lIteratura mexICana,y Adolfo Berro y Andrés Héctor Lerena Acevedo, en la uruguaya, pasaron a la VIda de lahIstOrIa rodeados de esa extraña aureola queutorga más O_UC la obra realIzada la presentIda
XXXIlJ
PROLOGO
eomo posIble Muertos cuando recIén sallan dela ado:escencia. deJaron un manOlO de poemascuya msplraclón hace jJ'l!nsar Que deba10 deellos subyace un auténtIco poeta al Que lamuerte segó Joven, ImpIdIendo la plemtud desu rea1JzaClÓn. Análoga SItuacIón, aunque notan dIfundIda, es la del tambIén uru¡n¡ayo FederICO Ferrando (1877 - 1902) Acuña se SUICI·dó, Berro y Lerena Acevedo fueron abatIdospor la enfermedad Ferrando fue muerto mvolutarJamente por su mejor amlll:o' HoraclOQUlroga. Sa:teño como QUlrOll:a, FErrando intImó con éste cuando, radIcados los dos en MontevIdeo, el prImero caPItaneaba la alocada lI:reydel Cons.storw del Ga,¡ Saber Fueron ambos,sm duda, los que con mayor mtensldad smtIeron el anhelo mnovador En lo 1JterarlO Que conVIrtIÓ el ConstBtorw en un mar de extravap;anCIas, de, plrueteos mentales, de actItudes Cownescas más que 1JterarJas, de ebullICIón JUVEDlIque producía los máa de1Jrantea vapores síqUIcos Muerto a los 25 años, la labor de Ferrandoes muy escasa Esta formada por tres cuentos(Un día de amor. En un café al caer el sol,Por el amante 8e talcUZa. el qrado de la .lu8.Ón) , dos estampas (Juan Baut.sta 11 LUl8Gonzaga) , un extenso poema tItulado En~tro con el mannero, un soneto sm título. unasbIografías apÓCrIfas de al¡¡unos de los conslstoríales tItuladas Págmas de un dWlnonano bwgráftco que vw la luz en Pam en 1950, lascontrIbucIOnes -poemas y elerCIClOS en prosa- al Archwo del Ga1j Saber
XXXIV
PROLOGO
El mterés Que para el estudIo del procesode la hter!ltura uruguaya ofrece todo este materIal es mdudabl'l Documenta Con preCISIónalgunos de los matices de la sItuam6n de la hteratura uruguaya a comIenzos de sIglo Paraponer de reheve cuálEs son esos matIces no esnecesarIO un anáhsls pormenonzado Basta consubrayar al¡¡unos aspectos de los dIversos trabaJos de Ferrando que ll.I1uí se reúnen ConvIene comenzar con algunas mdlcaclOnes de lasprosas y versos extraídos del Archwo del Ga'lSaber. Esas prosas yesos versos eVIdencIan, conmerIdIana clarIdad, el desesperado afán de renovacIón hterarIa v de orl/(mahdad a toda costaqUE fue en esos años, el ImllUlso sustancIal quemovía la pluma de la mayor parte de los Jóvenes escrItores. aunque no sumeran con exactItud en Qué debía consIstIr esa renovaCIón v sustItuyeron la auténtIca orlg-mahdad -que es exprESIón de un modo profundo y hasta entoncesmédlto de sentIr la VIda y el arte- por el lo¡¡orode lo meramente msóhto, que es sImplementeexpresIón de un querEr ser dIferente Dentrodel g'rupo del CortS'tStorw. el afán de renovacIóny orlg-mahdad condUjO a lo extravag-ante Se haseñalado en alg-una oportumdad que en los el erCIClOS htErarlos de los consIstorIales hay ya,adelantándose a los surreahstas, un cIerto automatIsmo de escrItura. No lo creo En rI/(or, hayen esos eJercIcIos el dehberado propósIto dearrIbar al absurdo y el procedImIento, bIenostensible, consIste en destruir todas las asocia-
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PROLOGO
clones lógIcamente normales Se ooera -v permítase la paradoJa- medIante una muy lúcIdalógIca contraló¡\'lca La fórmula es sustItUirtoda asocIacIón por contIgUldad por aSOCIacIOnes --en reahdad fIctIcIas- entre objetos oIdeas que nada tienen que ver entre sí, no regIdas m sIqUIera por una ley de contraposIcIón.que es sIempre un modo asocIatIvo normal Estono es automatIsmo smo delIberacIón Este procedImIento, que no es. desde luego, el úmco empleado, permite algunos logros medIanamentedIvertIdos aunque hterarIamente nada Importantes Ferrando. entre los consJstorIales. sedlstmgUló por su notorIO m~emo para este tIPOde eJerCICIOS. Léanse. por ejemplo. Le"enda índtea y las dos secuencIas de estrofas que comIenzan, respectIvamente, con estos versosHCorre un río blanco como la esteanna" y "Unnaveqante .faltano. al mascar una nuez seoo"Esas estrofas eVIdencIan. por otra parte, queposeía aptItudes para la versIfIcacIón, sIempreflUIda y ágIl De Igual mterés son el soneto smtítulo v el poema tItulado Encuentro con el ma"'nero El soneto encuadra abIertamente en lascoordenadas del modernIsmo. v hay en él resonancIas lugomanas y de JulIo Herrera v Relsslg A través de elementos descrIptIvos, se mtenta dar expresIón a una emocIón que pretende ser CQ.Jllplela V refmada, pero. en verdad.sólo se trata de SImple Ingemosldad insustancIal En cambIO Encuentro con el marInerotIene reales valores Este poema, rebosante de
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PROLOGO
1I11agmaclóll y versificado COII gallardía, denotala presencia de UII poeta ya en cammo de hallarsu llrOpla voz Característicamente modernistaes la alusión a países que se consideraban exóticos y llenos del colorido de lo pmtoresco (Arabia, Turquía) ; tamblen lo son, y además refleJOde los hábitos literarIOs del Conswtono, la mtenClón de hallar una adjetivación sorprendente y una rima novedosa (" . me fU! conél, qu,e estaba con un semblante apático, / a lacasa vistosa de un mercader astátwo / que tienela sabiduría de un hombre numlBmátlco") , son,aSimismo modermstas y consistoriales. la concepción total del poema, que procura dar unpersonaje de ~aracterísticas Sicológicas smgulares y que VIV!) una situaCión extraña Pero,y en esto se diferenCia de los eJercIcIos literarIOs de los conSistoriales, el poema tiene unaarqUitectura s§lida y regida por una lÚCidalógica poética Y, a pesar de la entonaciónmodermsta, modula dentro de la corriente untono personal - una especie de alegre frUiCiónen el Juego de la fantasía - que alcanza parahacer mtulr el poeta que pudo ser Ferrando smel trágiCO aCCidente que segó su Vida Este goceen el Jugueteo Imagmatlvo, aunque ejerCIdo conrntenclón diferente, es eVidente también en laspágmas, tan representativas del ambiente literarIO de la época, tituladas Págznas arrancadasde un dlccIOnano bIOgráfiCO que 'VIO la luz enParís en el año 1950. De orientación modermsta, l\Jlnque más por SU concepción que porsu estilo, son también los tres cuentos Que
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PROLOGO
recoge esta publIcacIón En dos de ellos, Un díade amor y Por el amante se calcula . el qradode la tlus,ón, el tema no es tanto el amor comola extraña SItuacIón SICOIÓIl'lCa con Que unamUjer enfrenta su Intima VIvenCIa amorosa oerótica En ambos cuentos, la téCnIca se aproxIma a la del monólogo InterlOr El tercercuento, En un café al caer el sol, muestra aSImIsmo personales extraños, pero el autor haceincld,r el mayor Interés en lo ra, n de la sItuacIón Ninguno de los tres cuentos llega a ser ungran cuento, pero están escrItos con flUIdez yse lem Sin esfuerzo, Personales y sltuaclOnesquedan delIneaqos, aunque un tanto primarIamente En Ferrando habla, Sin duda, dotes denarrador, y estas tres pIezas no carecen de interés para €I estudlO del proceso evolutivo dela narrativa uruguaya De las dos estampas,Juan Baut,sta y Lu," Gonzaqa, la más interesante y original es la prImera, que no carecede cIerto elan poétICO. En cuanto al articuloEnfermedades po ítwas, pertEnece a una serIede sIete trabal os de la mIsma Indole cuyos manuscritos Integran el acerbo del DepartamentodE InvestlgaclOneS de la BIblIoteca NaclOnal(donaCIón Fernández Saldaña) Aunque estapublIcaCIón procura mostrar la fll!'ura !Iterarlade FederiCO Ferrando, no está demás dar aconocer este articulo de dIstinta índole aue eVIdenCIa que el alocado JuvenIl poeta del Cons,"torto era capaz, cuando quería, de razonar sensatamente
Un trágICO aCCIdente, reItero, termmó con
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PROLOGO
la vIda de este loven escrItor de qUIen, a mIJUICIO, mucho pudo esperarse, aunque lo realIzado sólo haya SIdo un signo de época y no creac óncabal Su muerte, que concluvó con la VIda delCOnsuJtorw, fue, aUnqlle mdlrectamente, unaconSEcuenCIa de la actItud VItal y lIterarIa quelos mIsmos conSIstorIales asumían. Los conSIStOrIales no tenían pelos en la lengua Su actItudfUi! polénnca InevItablemente. se crearon enemígos. Uno de ellos fue Guzmán Papim y Zas,'que imcló, con la de Furando. una ~erIe deSüuetas en "La TrIbuna Popular". Al anunCIarlas Süuetas, el dIarIO adelantaba, en un sueltodel 25 de fi!brero de 1902, que ellas serían escrItas por "una pluma bIen empapada en 8a~
áttca". La SIlueta de Ferrando, aparecIda el 26de febrero del mIsmo año, se tItulaba El hombredel caño, aludiendo a un robo comi!tIdo en unajoyería, unos días antes,. y a la cual penetró elladrón por el caño colector, V en la SIlueta seafIrmaba, y sIrva de eJemplo de lo que se entendía por sal átwa, que Ferrando se caracterIzaba "por su falta mfwctosa de hmpteza".agregando luego "J Mt héroe por parentesco desuC'!edad desctende de Dt6qenes; 'l. por las pústu/.as que le a'IJeqtgan el rostro, por lo que denomtnaré eon81l/,ngulntdad puru'enta, perteneee ala famüta de Job I A la raíz de su árbol qene~16gwo la vtgoTtzan con abonos reeoq,dos en elestercolero del qran leproso ( )"JEs un enfBJrmo tneurable de tontería clástca compltcadacon un desaseo er6mco! Narelso del al>na, NarC'tSO lnverso, no se enamora de sus rústicas
XXXIX
PROLOGO
e:x:terwndades, pero se contempla tntenormente,le nnde una íntima devoet6n a la beUeza de supedantería f" Los denuestos seguían en tono crecIente, y Ferr~ndo, tambIén por la prensa,contestó en el mIsmo tono. El enfrentamIentofíSICO de Ferrando y PapmI se respIraba en elaIre, y el prImero. preVIsor, compró una mstolaLafaucheux. Y esto desató la tral(edla Ferrando, 1unto con su hermano Héctor y HoraclOQUlroga, comenzó a exammar el arma en el domICIlIo del pr!mero Ferrando y su hermanoestaban sentados en el borde de una cama, yante ellos QUlroga De pronto, QUlrOll'a tomóel arma, la cargó y al cerrar los dos caños paraasegurarla, se le escapó un tIro. Sonó una VIOlenta detonaCIón Y cuando la madre de Ferrando penetró a la pIeza, enfrentó el cuadrotrágICO Ferrando ensangrentado - el tIro In
voluntarIamente dIsparado por QUlroga le habiapenetrado por la boca y se le mcrustó en elhueso OCClPltal- y QUlroga, preso de una crISISde nervIOS, abrazado a su amIgO Ferrando.pnvado del habla, hIZO unos gestos con la manocomo dIsculpando a QUlroga Las atenCIOnesmédIcas fueron mútIles MurIó a los pocos mInutos QUlroga fue detemdo, y su defensor. elDr Manuel Herrera y Relsslg, logró a los pocosdías su lIbertad baJO fIanza La muerte de Ferrando termmó con el ConsUltorIO Fue tambIénuna de las tantas ráfagas de traKedla que conmOVIeron la VIda de QUlroga TragedIa quetermmó con la. VIda de un Joven escrItor Quepudo haber realIzado obra perdurable Un azartrágICO se lo ImpIdIó
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PROLOGO
RIMAS DE LUTECIA
Roberto de las Carreras pasó a la historiade la hteratura uruguaya no por los valoresIntrínsecos de su obra SInO por el halo satánicoque rodeó, como una atmósfera de mito o leyenda, su personalidad con fama de LuzbelcrIOllo Otro poeta, Pablo Mmelh González(1883 - 1970), ha pasado a la misma hlstorlUpor la Irradiación de escándalo - tormenta enun vaso de agua - de su hbro llllClS1 MUjeresflacas. El libro apareció en Montevideo, en 1904,en un tormato cuadrado, musual en esa época,y con una carátula dibuJada por el mismo autor,V en la cual se representa a una mUJer delgadahasta lo esquelétiCO, sumida balO un gran sombrero, ¡muy novecentlsta, enfundada en un vestido de arrastrante cola y con los brazos cruzados sobre el vientre Los brazos totalmentecubiertos por las amphas mangas del vestidoImpiden ver las manos, las cuales, aunque mVIslbles, sostienen un gran bolsón negro, cuyaubicaCión y forma le da una coloraCión tenuemente pornográfica Esta carátula, y aún eltitulo del libro eran un desafio o provocaCión,en esa época, para el lector corriente Y el contenido se smtló como una agresión a las buenascostumbres e, mcluso, a los buenos sentimientos Así, en su vejez, me lo confesó el autor,que agregó que la pubhcaclón del libro - éltenía en ese entonces 21 años - determmó laruptura definitiva con la que en esa época erasu nOVIa El autor, íntimamente, renegó de sU:
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lIbro, y en su velez -lo pude comnrobar personalmente - sentía una CIerta mortIfIcacI6nde Que se le hablara de él O del que publIc6,en 1905. El alma del rapsoda, al que estImabaalgo me]or Que el anterIOr, pero al cual, porestar UbIcado dentro de la mIsma orIentaCI6nmodermsta, tamnoco consIdEraba de mayor ImportancIa Y se lamentaba Que el recuerdo.moduladu con sesgo humorístico, de su lIbroImClal hubIera oscurecIdo a sus mel ores lo~os
posterIOres, esyecIalmente su Pa,saJe8 11 mari,nas de IberUL (1949) y sus cr6mcas de dIversaíndole dIspersas en publIcacIOnes perI6dIcas.
La €xplIcable reacCI6n de Pablo MInel\¡González -literarIamente, Paul Mmely, a prmCIPIOS de sIglo - contra Mu)erfS flacas noimpIde que el libro sea un testImomo unportante del clima literarIO del Uruguay en losCOmI€nZOs del sIg-Io XIX Lo es ya en su dedicatorIa, que dIce así. "Dedwaces / A Ju1w Herrera '1 Re18s,q / Para Ud que es m, Maestro /Para tí que <res m. am,go / Para vos que S018m. POETA / P M G." Y no lo es menos enla págma ImcIal. Irónwo 11 galante, espeCIe deprofesI6n de fe vItal y poétIC.a, en la cual, comoexpresI6n de la g-a]ofIlIa del autor, que era tambIén la galofIlIa ambIente se aSIenta en laprImera línea "M. hbro VIene de París" Y esa¡ralofIlIa, que se mamfIesta a través de todaesa págma mtroductorIa, se eVIdencIa, desdeluego, a través del lIbro entero' las mUjeresflaca« "son toda« de PfLrís" , de ese v.eJo seductor París de los exotUlmo. " los ref.namwn
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tos. de los espasmos y los ruqulos de twbrey los maestros máxImos del poeta son tambIénfranceses' Vulame, Baudelalre, Arthur Rlmbaud. SI esta R'alofIlIa es tíPIcamente modermsta, lo es Igualmente la fIgura que de sí mIsmocompone el poeta Como poeta modermsta od€..<ladente le es ImposIble ser un hombre normalRoberto de las Carreras buscó la excentrIcIdada través del dandIsmo, la pose luzbehana, laerotomanía, Paul Mmely la buscó aparentandouna distorsIón íntIma, afIrmando que en suHcuerpo /'aco" vIvía un Uespírttu enfermo"Esta actItud, sm lugar a dudas mucho más flctICla que r(al (yen ésto se dJferenCla de Roberto de las Carreras en cuya vIda hubo deverdad drama), condujo al esquelétIco poeta aImItar tambIén a sus maestros franceses "Paraparecerme a Verlame he bebulo aJenJo. - Paraparecerme a Char'es Gros me he pmtado la carade neqro. - Pa1 a parecerme a Corb,ere he tratado de ponerme tís'Co". En acuerdo con estaexcéntrIca actItud íntIma se halla el gusto delpoeta por un tIPO de mUjer tambIén fuera deserIe "noctámbulas hnas, Ojerosas 'IJ espectrales, fantasmales. exanques, erotomaníacas" Como es natural, todo remata en una especIe deteoría lIterarIa muy curIOsa y fuera de lovulgar, puede formularse en una sola cláusula'la lIteratura es veneno (o, más galamente,pmson) En todo esto hay, sm duda, más ImagInacIón Que realIdad Pero la postura VItal ylIterarIa 'de Paul Mmelv es bIen reveladora delas constancias del poeta mod(rnista, y de ahí
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que, por representatIvo, su MUjeres flacas perdure en el recuerdo Es un testlmolllo Igual quela persona Roberto de las Carreras, el hbro.Huleres flacaa paradIgmatIza cIertos aspeetosdel noveCIentos V tIene. dIré así. el carácter deun mIto menor En cuanto a los poemas, hov. atantos años. es dlfícl1 percIbIr (Iue hayan sIdosentIdos como escandalosos Son más bIen deuna rIente mgenUldad Y se le debe leer conuna sonrIsa El autor poseía don para versifIcar y un hmplo mgenio La lectura de estosversos - SI no se les pIde lo que no tIenen:poeoía - no deja de ser dIvertIda. Son versOlltransItados por un espírItu amablemente Juguetón e lIlcluso el autor, como es eVIdente en M.autto-aftche, Se Irolllza a sí mIsmo Ese espírItu burlón no desaparece del todo III SIqUIeraen Amor macábnco, a pesar de su tema Enverdad. lo que puede atraer en MUjeres flacases el zumo de época que contIene
Cmco años después de la pubhcaclón deMUjeres flacas, Pablo Mmelb González. a qUIenel espejIsmo parlslén había llevado a estudiaren la capItal de FranCIa en 1G02 y 1903. mgresó a la dIplomacIa Y comenzó un largoperegrmaJe por Europa. durante años. reSIdIóen las más dIversas capItales europeas, desdeVIena a MadrId, desde Budapest a La HayaJubIlado en 1950, VIVIÓ los últImos 20 años enMontevIdeo. Esos postreros años fueron de pobreza y soledad ReclUIdo en un subsuelo de unaeasa de apartamentos de la calle Tremta v Tres.
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pobre, solitario v e:1fermo. el ex - diplomá ·co.que había almorzado con el emperador Francisco José y gozado de la amistad de numerosascelebridades europeas, desde Sara Bernhard yRaquel Meller hasta Pío Baraja, convivía sólocon sus recuerdos. Unos pocos muebles desvencijados, restos de glorias pasadas, una paredatiborrada de retratos de celebridades que elos había ~dicado, carpetas c.on cartas d2 otratantas celebridades constituían su ambiente.Allí lo conocí. Con más de 80 años. y a pe rde hallarse enfermo, mantenía una mente lúcida. í y e~cribía. Y aunque se complacían el recuerdo de su . a pretérita, no deja a
la impre i6n de ballarse enquistado en ese pasado. N o ha ia en él d lida nostalgia ni resentimiento por 1 cambio r dical que ex e imentó su vida. Cons~ 'ab íntegro un delicado yconm v or señ rí, una insobor ab.e finezade m d es. Con serenidad, y hasta con una obide te ironía que atenuaba las aristas ' speras de su declinación social y económica, aceptaba sin a\ard'E;s de re 'gnación esa su opacavida crepuscular. "Todas las noches salgo a lacalle desafiar/(}o a la muerte" -confió a un periodista- "pe1'o es la mue e la que huye f
mí; coquetea. conmigo, sabien o que '1'1.0 la temo, sin qne la deseo" (1). y n u o de sus '}timos poe s, escrito ya p sados los ochenaños y en un tono muy distin y distante, dlos v r o de fuj e.e; flacas, moduló su sentirde esos años po treros:
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¿A qué seguir viviendo mansamentecuando todo lo habido lIa está dado,y volve1' a camino cam.inado.árbol desnudo. enmudecida fuente?¿Para. qué r.eme1nbrar lo oue se ha a:mado1/ se ama Sie7iLV're con fervor creciente.cuando sólo el abismo o el orrernteresponden a! clamor de. csp rado?Este sobrevivú' sin nin,qún .hue·doe,~ 1'gual qu.e busca-,. en el desie1'fola Ua,m.a de pasión O'IU?' está extinguida,Pido un final sin dicha, ni to'rmento.pero Meno también a sufrim'ientode un cuerpo herido con un alma herida.
PÁGINAS SOBRE UN "SENSITIVO DEGENERADO"
Horacio Quirog-a. pontífice iuvenil y alo-cado de una a~ocada y .i uvenil tropa de aspi-·rantes a poetas. acaudillaba a los iniciados delConsistorio del Gall Sabe1', En la Torre de losPanm'amas, el otro mítico cenáculo literario de!novecientos, Julio Herrera y Reissig- (18751910) oficiaba de Sumo SacC'rdote de la Belleza" También aquí una tropa .i uvenil, aunque aparentemente menos alocada. rodEaba alSumo Sace1'dote y se emb(·bía en sus palabras(aunque no faltaron las disidencias, como lamanten:da con Roberto de las Carreras. queculminó en una escandalosa polémica por lapropiedad de una metáfora que. a la postre.no resulta ser muy original ni del Sumo Sa-
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ce'rdote. ni del Luzbel criollo). Mujeres flacasmereció la aprobación de HerrEra v Reissig.que escribió sobre quien se consideraba su disCÍpulo un largo artículo qUe si bien no es undechado de maduro juicio crítico revela, encambio. una prodigiosa imaginación v que :;elee con ~usto y entre sonrisas. Las náginas deReissig están escritas con un casi desaforadoentusiasmo. El artículo del poda de la Torrede· los Paíwrarnas es también, como Mu.ieresflacas, un testimonio de época con más valores documentales que lit·erarios. pero es un testimonio que adauif-re una excencional importancia porque· proviene del mayor de lospoetas modernistas del Uruguay. Y no sólosubraya muy incisivamente rasgos vitales yliterarios del novec:ientos sino Que, también,ilustra sobre aspectos de la personal estéticadel autor. Y. aunqUE' apuntalados en formaharto retórica, el autor proporciona algunosdatos intereEantes sobre si mismo: Es innecesario destacar nada de estas páginas de intenc:ón tan transparente. En consonancia con el(·spíritu del libro de Paul Minely, exalta unarte cuyo centro es lo anormal o morboso. Poreso es un elogio para el poeta llamarlo "sensitivo degenerado". "bebedor de fue·go satánico"sumergido "hasta asfixiarse en la carroña pesimista".
LETANíAS y LEYENDAS
Entre los Que pueden ser llamados poetasmenores del novecientos uruguayo, César Mi-
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randa (1884 - 1962) fue. sm duda, el de mayor talento, y uno de los pocos que -fuera,desde luego. de los astros mayores JulIO Herrera y ReIsSljJ:. María EUj\"ema Vaz Ferrelray Delmíra Agustmí- escribIó all!'unos poemascuyos valores, dentro de la corriente modermsta, sobrepa'l.an lo meramente testlmomal ypueden Juzgarse por sus calldades mtrínsecasEs, también. otra de las no mfrecuentes personahdades hterarlas urUl!'uayas que, tras uncomienzo brillante. y cuando parecen encaminarse haCIa una rllal madurez creadora. enmudecen, o. por lo menos, se alelan tanto de laactIvidad hterarla que, lo Que luel!'o escriben,es apenas el rescoldo de un fuego Que fue producto& ocasIOnales, escritos impuestos por CIrcunstancIas menudas y reahzados ya sm realambiCión creadora Contertullo de la TfJrT'e d.los Panoramas, de la que dejó una muy plástica descnpclón en uno de sus trabalos sobreJ ullo Herrera y ~elsslg, César MIranda fue elmejor y más fIel dIScípulo del poeta de Los pereg1'1.nos de Ptedra Muerto éste, se -convIrtIó,de hecho, en su albacea hterarlO y colaborómuy actIvamente en la ediCión reahzada porOrsml M Bertam de las obras del poeta. MuyJoven, en 1904. cuando sólo contaba 21 ailos,pubhcó su prll:.ller hbro de poemas: Letaníasstmbóltcas. tres ailos después. pubhcó el sej\"undo Las ¡evendas de! alma Muchos ailosmás tarde, editó Prosas (1918). donde reúneun extenso ensayo sobre amar Khávvám unaconferenCla sobre Juho Herrera y Rel~Sll!' y un
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pequeño grupo de breves notas sobre el nusmoReISSlg, Rubén Darío, Vl1laespesa v GuerraJ unquelro Estos tres llbros, más su conferencIa sobre los poetas modermstas, de la cual sepubllean fragmentos en esta antología, es suobra llterarIa más vIsIble El resto son brevesnotas -más o menos CIrcunstanciales-- publlcadas en dIarIOs y revistas Dentro del grupo de los poetas nove¡:entIstas uruguayos, César MIranda _se caracterIZÓ, según todas la,aparienCias por una gran mesura en sus actitudes personales No ha Quedado de él una hIStorIa de desplantes, de actitudes de dandypresumido, de excéntriCO m de postulante aconvertirse en el terror de los maridos Losrasgos más típICOS de los novecentIstas, en lopersonal, están ausentes en él Buen estudiante, se graduó muy ¡Oven, a los 24 años, con eltitulo de Doctor en Derecho v CIenCIaS SOCIal"" Luego fue dmutado en varias legIslaturasy ocupó varIOs cargos públlcos Y, por lo menos en forma públlca y a'ldua, renuucló al cultivo de las letras Mientras las cultivó, y nopodía dejar de hacerlo en esa época de seudómmos, tuvo el suyo Pablo de Gr~cla
CurIOsamente, este poeta que en sus actitudes externas es el menos representativo de losnovecentlstas uruguayos, es, en cambIO, y Junto con Jullo Herrera v RelsSlg el Que en suobra se aj usta más al pie de la letra a lo quehoy podemos estimar como prece1Jt~va modermsta En sus poemas, se dan caSI todos -o todos- los trazos de la poesía modernísta· deco-
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ratlvismo, gusto por lo exótico, variedad métrIca, búsqueda de la metáfora sorprEndente, máxIma mtenslflcaclón del ntmo verbal, predomInIO de la sensacIón sobre el sentImIento, cromatIsmo Sus pOEmll,ll eVIdenCIan sm lUl!"ara dudas, además, Que la estétIca modernIstafue asumIda Dar César MIranda con una luCIdez conceptual de la Que carecieron la mavoriade los modernIstas urUl!"uayos, cuya posturamodernIsta mas oue una estétIca conscIentemente asumIda fue un reflelo de la senSIbIlIdadante la Imantación de all!"unos de los I!"randesmaestros del momEnto. Esta lucidez ante la estética de su hora es bIen ostenSIble en su conferencIa sobre El decadenhsmo en Aménca, escrIta a los 23 años Sus dos lIbros revelan. porotra parte, que la asuncIón de esa estétIca nofue estática smo dmámlca no sólo el segundosupera las calIdades del prImero, smo oue ponede manIfIesto que supo ver tempranamente loque el modernIsmo tenía de exceso ornamental,de postura sustancIalmente estetIcIsta V 10/!"ró,SIn dejar de ser fIel a su estétIca. depurarla deesos excesos V buscar modos más hondos depoesía En EstO. y salvadas las mnegables distancIas, parece acompañar el proceso creadordel propIO Rubén Daría, que tras de ser elmaestro "de la se1lsactón y de la fOTmJa" SUPOmostrar "la honduTa de su alma". sjll(ún afIrmaCIón de Antomo Machado En su prImer lIbro, Letanías slmbóllcas, reúne 18 poemas V unpeqJleño grupo de prosas poemáticas Esas prosas -que el mIsmo autor, en una de las seslo-
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nes, denomina prosas de álbum- no tIenen mayor valor, salvo el de mostrar al desnudo lautlleria modernista: Japonerías, orlentabsmos,acumulacIón de vocablos presuntamente poéticos, flbgranas con aspIracIón de exquIsItez Lospoemas, muy trabaJados, aunan elementos slmbobstas y parnaSlanos, síntesis tambIén bienmodernista En algún poema, Phlala, se complace en un hermetIsmo que le eXIge una exéj!'eSIS, en otros, por eJemplo, Fwt Lux. dedIcado a Lugones, es bIen VISIble la influenCIa delmIsmo Lugone'S y del Jubo Herrera y Relsslgde Los parques abandonados. en otros, Pan ySaplentw. BUmma, obtiene buenos logro, en laexpresIón de esa sensuabdad más estética Quereal tan tfPlca, tambIén, de tantos poemas modernistas Pero el poema más SIgnifIcativo delbbro es Los paquIdermos. del cual oPina ZumFelde lo slj!'Ulente "Un poema BUllO del pTlmerlibro, en el cual "pasan Dor las rutas amarIJlaslos paquIdermos antiguos", 1/ lueqo .n el pradosaltan pareCIendo, más que elefantes, chIVOSprovocó a bU hora otro de los mas resonantesescándalos en los corr?l'os de las comadres ltteraTlas de la cwdad La qente TlO mucho. entonces, de aquellos paquIdermos acrobáticos. queles parecIeron Incongruentes; sIn embarqo, es"poema es uno de los meJores qu" produJo lalíTIca decadente en e! Uruguay" ( ) (') E.lpoema, como otros del bbro sintetiza el parnaSlamsmo descriDtlvo con el slmbobsmo d2 c ln
tenido. Jj:n lo descrIptivo, lo~a un cuadro plás.tIcamente poderoso, bIen v.suahzable y, como
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corresponde a la estética modermsta, de ambIente exótico: el desIerto, los palmares dondegrandes monos pIruetean en los árboles, y, yacon claro sentido sImbólIco, unos lagos crIstalInos a los que Uaman Fuente de la8 Musas, enlo sImbólIco, ~ostula con clarIdad la concepcIónVItal y estética del modernIsmo, a través de unaOpOSICIón muy vIOlenta los pesados paqwdermas- de hecho' el "vulqo mumc,pa/'IJ e81/esO"que desprecIó Darlo- y los cIsnes ~I aveanstocrátlca- emblema de la Belleza y la Poesla para los IJ)odermstas Los paqUIdermos consus pesadas patas enlodan la fuente de la purapoesla y los CIsnes poetas ya no cantan OpoSICIón, pues, de lo selecto v lo vul.l(ar La POSIcIón estética y vItal es dIscutible llero es mdudable que el poema 10gTa crlstalIzarla en unaImagen fuerte mCISIva, perdurable en el recuerdo En lo formal, e.s tambIén un buen logroComo ya quedó mdlcado, de Letanías simbólicasa La8 le'lendas del alma hay un doble progreso:mayor calidad poética y mayor denSIdad en elcontenido humano Pero manteniéndose SIempredentro de la más estrIcta orIentacIón modernIsta Un cotejo entre el va CItado poema Lospaquidermos, del prInler libro, y El buque fantasma, del se~undo, oermIte comprobar estaafIrmaCIón En ambos poemas, se da una síntesIs de elementos parnaSIanoS V s1mbolIstas, ven ambos, se alegorIza la estétIca modernista,con su OPOSICIón del poeta y la multitud, En elsegundo. sm embrago, la VISIón de lo qué ""el poeta y la poesla adqUiere una dImenSIón más
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honda No está ya representado por el arIstocrático, delicsqo CIsne modernista, smo por uncorazón de hombre capaz de sentir "la ebrwdaddel ab1smo" Hay, también, una depuración delos elementos ornamentales, un sentimiento máshondo de lo real, y. por consigUiente. una menornecesidad de r~currenCIa al ambiente exóticoEn general, todos los poemas del libro se ubicandentro de esta nusma situaCIón El poeta ha ampliado su hOrizonte humano y ha depurado suestética El tema caSI qmco del libro es ErosUn Eros estéticO, depurado de eSCOllas Mas esun Eros en el que se siente una densidad queno era perceptible en el libro anterIOr Y conuna IriSaCiÓn de matICes que en el libro anteriortampoco había Esta profundización y este enriquecimiento pueden proyemr de una experienCia de base real o de un mero eJercICIO Ima~ma
tIvo Pero, CualqUIera sea bU raíz, lo CIerto esgue el tema adqUiere una mayor hondura decontemdo al que corresponde un menor requerimiento de lo ornamental Y en alg-unos poemas, por eJemplo' AniMa de alabastro y loódos que se titulan En el ¡a,din de Eros.- obtiene excelentes logros y con tono personal,aunque en otros se percibe claramente la mfluencla de Relsslg', hasta en la adjetivaCión párpados lilas, tarde VIOleta, OJos mag-os Pero aúnen estos poemas hay auténtica senSibilidad eImagmaclón poéticas y notoria destreza expreSIV¡¡ El libro en su conjunto revela la maduraCIón de un poeta. de un poeta que parecíaoríentarse haCia formas más hondas v sustan-
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PltOLOGO
Clales en su travectorla poética. Lamentablemente, esta eclosión Juveml qnedó clausuradacuando el poeta tenia 23 años PosterIOrmentesó'o rEahzó labor perioditlsca De su obra enprosa merecen esueClal recuerdo su conferenciaEl decadenttsmo en Amértca donde ofrece unpanorama bastante completo de la poesia modermsta, V los dos trabaJos, recol'(ldos en Prosas.destmados al estudIO de Ornar Khávvám deNalshapur y de Juho Herrera V Reisslg El primero es un análISIS mtehl'(ente V sensible delpoeta árabe. el sel'(undo es la expresión de BUadmiraCión IDcondlclonal por el Iirlco de LaTorre de los Panoramas Con respecto a esteúltimo, corresponde señalar que Si bien muchosde los puntos de ViSta de César Miranda puedenser no compartidos no por eso deben ser desestimados Postula una Ima¡¡en muy preCisa delpoeta Y la deÍlende con mtehl'(encla (aún enaquellos momentos en Que su prosa toma unaentonación lírica) Además, formula nitldamente una estética -o poétlca- que es. sm duda,la del modermsmo. pero enfocada a través desu vIsión personal De este modo. las pál'(masdel estudIO. y también las de El decadentISmoen Aménca, Importan para la historia de lasIdeas_ estéticas en el área cultural platcnse.
CINOO ENTRll MIL
Cualquier curioso lector Que recorra laspágmas de las reVistas, los almanaques, la pren-
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aa diaria de Montevideo de loa primeros añosdel sIglo XX las encontrará profusamente sembradas de prosas y poemas modernIstas, escrItos por prosIstas V poetas de ambas márgoenesdel Plata En esta antoloJña se mcluven cmcopoemas que, dIré asi, asumen la representacIónde este núcleo de poetas y prOSIstas. Esos poemas son: De las estacwnes, de FranCISCO G. ValIarmo, Cuatro sonetos. de Juan PIcón OIaondo;El C1'epúsculo de los dtOses, de Justmo JIménezde Aréchagoa; Sabbat de los tnmortales. de JulioLerena JuanIcó v Presaqw. de Juan José YllaMoreno Estos cmco poetas. v aunque con dIStInta mtensIdad. partIcIparon en la batalla lIterarIa lIbrada por los modernIstas en el UruguaV Los dos prImeros, Vallarmo V PICÓU OIaondo, fueron contertulIos de La Torre de losPanoramas y edItaron, en 1901, 1902 V 1903, elAlmanaque artísttco del s1qlo XX, donde Herrera y ReIssIg' publIcó poemas V prosas. J ustIno J Iménez de Aréchalfa publIcó cuentos. cribca. poemas, pero luelfo fue absorbIdo. comootros, por la acbvIdad profesIOnal y polítIca;JulIo Lerena ,Juamcó, muy f,no espírItu, ex,·gente conSIgo mIsmo, publIcó poco. pero tuvouna brIllante actuacIón como profesor de lIteratura, Juan José Ylla Moreno, tambIén contertulIo de La Torre. edItó un lIbro de poemas'Rubíes 11 amatwtas (1907) El poema de Vallarmo V los cuatro sonetos de PIcón Olaondo encuadran dentro de las formas más caracteritIcasde los poemas de tema amoroso modermstas;El crepúsculo de los dwses, de JIménez de Aré·
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chaga, procura dar una torsIón modernIsta alpensamiento filosófIco de tres germanos; Presagio, de YIIa Moreno, mtroduce un tema musual en el exotismo modermsta el tema eIt1PCIOEl más mteresante de estos poemas es 8abbatde los mmorta]es, de Lerena Juamcó Por suselementos descrIptivos y por su mSPlraclón tenuemente sImbolista, el poema se filia sm esfuerzo en el modermsmo, también, por las mnovacIOnes métrICas y de rIma que mtroduceel poeta. buscando un ntlno verbal cambIantev adecuado al contemdo v sentido de los distintos pasajes Es mdudable, aSImIsmo, que laasamblea de mmortales -poetas v sabIOS- Queel poema presenta, pertenece a una recurrentetemática modermsta Recuérdese, por ejemplo,Las Pascua.. del TIempo. de Herrera v Rel88Il{Pero corresponde señalar que la mtenclón últIma del poeta. a pesar del encuadre paramental del poema. es msmuar una concepCIón filosófIca o VItal a través de la OPOSICión de lapoesía, mundo del ensueño, v la sabIduría, enfrentamiento con el Eml!'ma Esta mtenclón leda a 8abbat de los mmortoles una espeCial Vgrave mtensldad que lo conVIerte en uno de lostextos más mteresantes, aunque quizás de losdIfícilmente aSIbles en forma e,pontánea. de lospoetas novecentlstas menores TIene calidadesy cualidades aue exigen más de una lectura
UN CHAMBEIlOO DE ALAS AMPLIAS
Cuando Roberto de las Carreras escandalizaba al aldeano MontevIdeo del novecIentos,
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en el SéqUIto de amIgos, dIscípulos y admIradores que lo acompañaban -y entre los cuales secontaban José G Antuña y Raúl MendIlaharsufIguraba un Joven alto, apuesto y delR'ado, quegastaba un gran chambergo de amplIas alas recubriendo una romántica rubia melena v cuyaarroR'ante cabeza, según aparece en un conOCIdo dIbUJO de José D Barbleri, parecía sostemda por un alto cuello rígIdo al que se anudaballamatIvamente una gran corbata de moña EsteJoven no fue actor SInO más bIen testIgo presencIal -o a lo más, partICIpante un tanto leJano--- de los escándalos promovIdos por suaillllgo, el Luzbel crIOllo Pero SI bIen este Jovenno pasó a la hIstorIa de la VIda lIterarIa uruguaya como un poeta decadente promotor deescándalos personales, sí Integra el frISO de losnovecentlsta que, por sus escrItos o algunas desus actItudes Intelectuales, tIpIfICan posturaseJemplarlzadoras de las VIgenCIaS de la épocaFue, como Roberto de las Carreras, un anarcoestetIcIsta (aunque alguna de sus actItudes, según me dIlO en una conversáclón, 10 dejaraconvertIdo "en un mwrobw rebelde 11 aná,'qu200") , elaboró sonetos bUrIlados con refInamIento bIzantInO v prosas poemátIcas con cIerto Impulso mesIámco, escrIbIó obras teatrales y polemIZÓ por ellas, afIrmando públIcamente, enocasIón del estreno de El derrumbe, que el fracaso de la obra era consecuencIa de "una conjuramón nefanda que hombres y CIrcunstanCIaskan tramado y reahzado", se proclamó dlsc¡pulo del terrIble FederICO NIetzsche; supo asu-
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Jmr en defensa de sus postulados anárquIcos,la actItud del orador Que con su palabra enardece a las multItudeó, y en al~una ocaSIón SUbIÓa la trIbuna para apostrofar a los proPIOS audItores Su seudónImo de aquellos años. Aurehodel Hebrón, por su eufonía v sonorIdad, se corresponde con las actItudes del ¡oven poeta decadente. Hoy Aureho del Hebrón es don Alberto Zum Felde y cuando rememorando, vuelve a SItuarse en aquellos sus años luvenIles, lohace con calor v fervor, con ObjetIvIdad levemente matIzada de nostal~a y, por momentos,pone sobre sus recuerdos un satmado de Ironía.A más de sesenta años de pubhcados, don Alberto Zum Felde se horrorIza de sus escrItosJuvemles. e, mcluso. me ha acusado de traIdorpor haber descubIerto y leído a Lulú Marqat.Se mega obstmadamente a reconocer cahdad ensus escrItos JuvenIles Esos escrItos, no es preCISO subrayarlo. no tIenen m la sl~mflcaclón
m los valores de su labor posterIor y se hallanen una linea bterarla Que el autor abandonódespués Sm embargo, S1! ubIcan dentro de lomás sahente de la prodUCCIón del j(rupo de losJóvenes novecentIstas uru~uayos, muestran algunas cahdades eVIdentes y tIenen una slgmflcaClón partlcutaI, ya que en CIerto modo, prefIguran al escr,tor que Aureho del Hebrón IllgÓa ser en su madurez
Antes de la pubhcaclón de El HuanakauT't(1917) obra Que puede estImarse como el umbral de la selrunda etapa de su labor hterarIa,Alberto Zum Felde, o sea, Aureho del :tIebrón,
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PROLOGO
habia publIcado numerosas colaboraCIones-prosa y verso- en dIarIOs v revIstas. habiadado a conocer cuatro pIezas teatrales: La hI,perbórea, (1908), Lu'ú Margat, (1908). E¡ derrumbe (1908>'. y La meqa (1909), Y. fmalmeilte, habia edItado un lIbro de sonetos Domusauna (1908) De toda esa producción, estaantologia reCOl!'e los sonetos del CItado lIbro. lasegunda de las mezas teatrales menclOnada¡¡, ydos piezas oratorIas' Grtto de sanqre (1909)y el dIscurso >;!ronunciado en el sepelIo de J u1l0Herrera y Relsslg Estos textos alcanzan parahacer bIen ostensIble el perfIl hterario d-el modernismo de Aureho del Hebrón. Domus aurea,Que se abre con esta exhortaCIón:"Purtfícate,extranJero". está formado por catorce sonetos.mas otro mtroductorlO. Loa a¡ soneto. y unabreve prosa fmal donde el poeta Justlflca lasvarIantes que mtroduoe en la rIma del sonetocláSICO Como en toda poeaia lirlCa. el Yo delpoeta es presencIa constante en estos sonetos.Pero ese Yo es" aqui. un Yo fllosóflCO o medItativo. Todos los sonetos están carg-ados de pensamIento El poeta bucea en si mIsmo y extraede esa autoreflexlón una conscIente concepcIónvital. en la que se con]ug'an a1¡~unas categ-oriassustancIales: Dolor. Soledad. Amor, Belleza,VIbraCIón, Esperanza, Fe. . Este carácter refleXIVO da a los sonetos de Domus Au? ea untono mtensamente personal que los dIferenCIade la mayor parte de la prodUCCIón de los Jóvenes poetas novecenbstas urup;uavos, que cargaron el acento, fundamentalmente, en la aen-
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saclón Pero se IdentIfIcan con la onentaclónmodernIsta por otros rasgos búsqueda de laexqUISItez, anhelo de excentrIcIdad con respectoal medIO, neC€sldad de sentIrse Untco No abundan en exotIsmos - helenIsmos. ¡aponerlas.orIentalIsmos -, aunque ellos no faltan Untrazo personal, sm embargo. les confIere unacIerta cualIdad exótIca a estos sonetos la mayusculIzaclón, l)1edlante la cual qUIta de sucontexto corrIente a conceptos u obletos comunes y los conVIerte, en mtenclón, al menos, encategorías, en cada soneto abundan los vocablosasí exotlzados Tálamo, Dolor, Destzno, Esttrpe,Grandeza, Hermano, Sol!tarw, Montaña Estrellas, ExtastS, Verdad, Parábola, Delettl»<, Potmeta, Corazón SI Domus aurea sIgnIfIcauna InfleXIón personal en la p~ía modernIstaen el Uruguav, Lulú Marqat es tambIén .mamflexlón personal dentIo del teatro uruguavode esos años es uno de los pocos mtentos, en elUruguay, de llevar a escena la tÓnIca modernIsta y de hacfr vIvIr sobre las tablas personaJes de corte decadente La pIeza, denommadapor el autor "luquete tráq~co en un acto" poneen escena a un Joven calavera que descubre, dIfm, gue su amante, hIla natural de su madre,es, por conSIgUIente, su medIO hermana Lo Queda temperatura decadente a Lulú Marqat es,más Que el tremendIsmo del tema, el tono de losdIálogos y el tIPO de los personales En éstos,muy decadentes. el calavensmo no e~ VICIO - enla mtención del autor - smo arIstocracia deespírItu, refmamlento, un estar por enCIma del
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"vulgo munic~pal1/ espeso", en aQ.uellos, aunqueatenuada por las eXigencias del diálogo escénico, se trasluce la oríebreria de la prosa y elpoema modermstas Y el personaJe femeninoprotagónico es también una exótica flor de decadenCIa" vicIOsa e mgenua, pasional y voluble,un alma por momentos cruel pero con la "tramparenoia de las p~edrM prectOsas" Este Juguetetrágico, escrito a los 19 años, aparece hoy, amás de sesenta años de pubhcado, como un tantomgenuo, pero el diálogo es fluído y la construcción teatral conecta Junto a Lulú Marqat yDomus aurea, esta antoloj!;ía recoge dos piezasoratorias de ~ureho del Hebron que completansu Ílsonomía de Joven escritor decadente Laprimera, Gnto de sanqre, fue pronunciada en elmitin popular reahzado el 17 de octubre de1909, en Montevideo, como acto de protesta ':101'
el fusl1amIEmto, en MontJUlch (Barcelona), delanarqUIsta y lledagogo español FranCISco Ferrer, la segunda fue dICha el 19 de marzo de1910, en el CementerIO Central, ante el féretrode Juho Herrera y Relsslg Uno y otro configuran magnífiCOS actos de rebeldía El primeroes un acto de rebeldía contra una monstruosainJusticia socia\, contra la Irresponsable prepotenCia de una clase dommante brutal y corromPl(Ia; el segundo es la rebeldia contra otraforma de inJ ustlcla: la que condena al creadora la incomprensión y aún a la miseria Gnto desangre está eSCrito con pUjanza PasIOnal y realelocuenCia, es un 1/0 acuso inCISIVo y poderoso,las mismas cuahdades tiene el discurso en el
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sepeho de_ Herrera y Relsslll' aunque transidopor una emoción personal que, por momentos,comumca a sus palabras una temperatura humana más conmovedora Que el sostemdo tonooratorIO Y en ambas Piezas se percibe, a pesarde Que crecen desde raíces fuertemente emocIOnales. al ser reflexIvo capaz de eqUilibrar emoción V pensamiento
En una nota publicada en "El País", el14/VI/64, Alberto Zum Felde msmúa Que elestado de conCIenCia característIeo de la mtelectualidad novec€ntIsta cambIó por la multItudinaria trag-edla mlCIada en Tulio de 1914 Lo aÍlrma en relaCión con su proPIa evolUCión mte'ectual, al mamfestar que toda su labor posterIOra ese período "nada tlene que ver con aquelladeslumbrante traqwomed,a novecentwta, sobrela que ca1j6 el tel6n sombrío de la '1J1',meraGuerra Mund,al". Aunque afirmada nara sucaso nartlcular, la observaCIón tiene valIdez g-eneral Ya en la década de 1910, el modermsmocomIenza su agonía Son dEtectables, de,deluell'o. algunas manifestacIOnEs anacrónicas delespíritu decadentista Pero sólo dos hbros recordab_es de poemas modermstas son pubhcados en esos años y con ellos se cIerra en modernismo En el Urull'uay Ello, son Anforas debarro (1913) y Humo de 'nC'lenso (19:1,7) ambos de Fernán Silva Valdés En cuanto a Aurelio del Hebrón, dejó de ser tal para conver.tIrse deCidIdamente en Alberto Zum Felde conla publIcaCión de El HuanakauTt. Con este libro.
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el autor abandona al Joven poeta y prosIstadecadente Que fue Aurelio del Hebrón y comienza otra etapa de su VIda intelectual.
UN POETA PÁLIDO Y MARCHITO
"SI a los veInte años fUI un bárbaro castanalfabeto, y a los treInta un exqulSlto 11 decadente, a los treInta 11 tres (en que escTlbí Ag-uadel tIempo) volví a ser un bárbaro, sí. pero- 11 yerdónenme la paradoJa - un bárbaro elvlltzado" Estas palabras fueron escrItas porFErnán SIlva Valdés en su AutobwqrafÚL (9) YcaracterIzan, con preCIsIón, las tres etapas fundamentales de su trayectorIa poétIca. En 1" prImera. de la que no ha quedado hbro, fue, y es,tambIén expresión suya. "un vulqar poeta qauchescoU que. en poemas para consumo de amIgos o payadas de afIcIOnados, seg'uía las huEi'asde José Hernández y Estamslao del Campo, enla segunda, testimOnIada por los dos hbros- Anforas de bp.rro y Humo de inCIenso - antes CItados, sIguIó los !lasos poétIcos de RubénDaría y J uho Herrera y Relsslg y escrIbIópOEmas de clara fIlIaCIón modernIsta, en latercera. se encontró a sí mIsmo y, ya no qauchesco SInO natlv¡,gta, creó ese or1re poétIco personal Que dIbUJa su fIsonomía InconfundIble yperdurable en la poesía platense El pOEta Queentra en esta antología es el poeta de la seg'undaetapa: el poeta páhdo y marchIto que no sabedel b,en nI mIde el mal Que el proPIO autor describe en un poema, Yo era un hombre pálido,
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transido de motivos autobIO~áflcos Es el poeta, alto y decadente, según el mismo poema, quese mancha de orltia y enciende su alba con muJeres rubias y Que, llevando a sus últImas consecuenCias sus afanes decadentIstas, se procuró"los paraísoB arltfunaleB" que proporcionan lasdrogas
Antoras de barro y Humo de mctemo noreqUIeren ampha caracterIzacIón, ya que enellos se dan, en ll"eneral, los rasgos caracteristIcoS de la poesía modernIsta en sus expreSIOnesmás nítIdas En sonetos a lo J uho Herrera vReIssIg o en poemas que, a la manera rubendanana, procuran ntmos verbales novedosos, elpoeta se afana tras las sensaCIOnes exqUISItas Vraras y hace restallar sus versos con los latIgazos de las metáforas detonantes En amboslibros se acumulan los lugares tóPICOS de lapoesía modermsta, en lo que tuvo de_ más efímero Estos dos hbros, sm embargo, y no obstante eVIdenCIar a un poeta fuera de ruta Quese complacía en motIVOS, rItmos V armonías vasm curso en esos años no deian de traslUCirun talento poétIco mdudable Posee destreza enel manelO del verso, muestra mventlva poétIca,atrapa Imágenes brIllantes, aunque todo eso, vno podía ser de otro mod.o en un mero epíll"onodel modermsmo, es más luego poético que creacIón auténtica Pero dentro de la postura enque se coloca, obtIene 10l!'ros poéticos no desdeñables Los tres poemas InclUIdos en esta antología lo comprueban No sobrepasan, desde luego, la estatura poétIca que puede alcanzar un
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epígono del modernIsmo, pero hay en ellosduende poético. y en uno V otro poema se peroclbe una aproxImación al tipo de metáfora Quecaracteriza al ultraísmo y otras oríentaclOnesde los años vemtl'. que, dentro de cIertos limItes,preanuncJan all(o de la poesia llosterlor delautor de Agua del hempo
Humo de tnctenso es, repIto, la última manIfestaCIón recordable de la poesía modernistaen el Uruguay En el ~nIsmo año en que se publicó el hbro, allarecló otro que mostraba vaclaramente que la poesía urultUaya tomaba nuevos rumbos Ese hbro es Pantheo8. de CarlosSabat Ercasty El mIsmo Fernán SJiva Valdés,repIto tambIén, abandonó su falsa ruta poéticay con su natWtsmo. Imclado, según él ha dICho,tras una curacIón total de cuerpo y alma, comenzó su labor poética llerdurable Esa laboren la que, según las palabras citadas al COIDlen7.0, se funden el bárbaro casI analfabeto que fUea los vemte años y el refmado Que fue a lostremta Porque el natlvlsmo opera una síntesisdIaléctica de lo tradICIOnal y lo mnovador TradICIOnal por su temátIca, es mnovador llor elenfrentamIento de la mIsma v llor su formaexpresiva .Y en ésto, la experiencia modernistadel poeta de Intemperie no fue vana Ella le dIOel amor por la Imagen novedosa y el afán deor¡glpahdad Para ser él mismo, sólo tuvo quebuscar esa origmalidad dentro de sí mismo yno en los moldes desgastados de una orientaCiónya agonIzante. Cuando se supo fue un lloeta
ARTURO SERGIO VISeALXV
NOTAS
1) Las reterenclaa blbllográflcaa figuran al pie de cadatexto
2) Ver AptMlce
8) Proceso Intelectual fiel Uruguay 11 crftico de suliteratura (Montevideo, Ediciones del Nuevo Mundo.8- edlclón, 1967)
(Montevideo,Clásicos Uru
Prólogo a Carlos Reyles EnsaUo3Biblioteca uARTIGAS", Colección deguaYOB, Vohlmenes 84·85 - 86, 1965)
5) Loe citada
6) José M Delgado· Alberto J Brlgnole Villa 11 obrade Horado QufrogG (Montevideo. Claudia GarcSo.& Cia. 1939)
4)
7) Ramón Mérlca Un reservista de la beUs e'J'oque
"El Pal." 18/6/69
8) Loe citada.
S) FerDan Silva Valdés A1ttobwgralta (Montevideo,Apartado de la "Revista Nacional". Nos 198 -194,1968)
CRITERIO DE LA EDlCION
Al pie de cada pieza, se indica. el texto de donde haeido tomada, el cual lSe reproduce fielmente, con laBola modifIcación impuestas por la modernización de lo.ortografía y la corrección de alguna errata endente
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