orígenes y evolución del cuento 2

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Orígenes y Evolución del Cuento

-El cuento es la forma literaria más común y extendida. Sus orígenes se sitúan en la tradición oral. Aún hay naciones y pueblos de rico acervo oral de cuentos que carecen de literatura escrita.

El cuento nació cuando el hombre dio expresión articulada a sus supersticiones y creencias, al intentar una explicación del mundo que lo rodeaba.

Así nacieron los mitos y las leyendas. Después, el hombre necesitó ejemplificar normas de conducta, y nacieron las fábulas y apólogos, en los que se otorga el don de la palabra a seres que no lo poseen.

-Mitos, Leyendas, Fábulas y Apólogos son las Formas Primitivas del Cuento y de la Literatura.

En Grecia vivió Esopo, cuya sabiduría se refleja en las fábulas que contó. Se cree que murió 550 años antes de Cristo. Presentaba sus lecciones, a la gente de su tiempo, de manera indirecta y bajo la forma de anécdotas breves, en los que los actores eran los animales que todos conocían…

Los infortunios que sufrían sus animales parlantes eran los mismos que había hecho sufrir a sus orgullosos y atolondrados amigos, y son los mismos que hoy aquejan al género humano

Estos mismos temas y otros nuevos, contaron, también, Fedro (S. I); La Fontaine (1621 – 1695); Tomás de Iriarte (1750 -1791) y Félix María de Samaniego (1745-1801).

En medio de una libertad muy amplia de forma, el cuento se refiere a todos los casos y aventuras del pensamiento, desde las simples historias al calor del fuego (cuya inclinación al misterio es fácil, llegando a expresiones de aquelarre).

Hasta las más elaboradas de magia, religión, cronología, ciencia, con extremos de complicación argumental, temática y expresiva, tanto o más agudos que en cualquier otra forma literaria.

En términos generales, el cuento debe ser más breve que la novela corta; debe estar concebido con sencillez tal que le permita llegar a sectores más amplios que la novela y la novela corta.

Tradicionalmente se mencionan dos formas o tipos de cuentos: el de ejemplificación moral y el de simple entretenimiento; aunque esta caracterización es insuficiente.

En sus orígenes, el cuento fue puesto de manera predominante en verso, pero desde fines de la Edad Media es forma propia de la prosa. Menéndez y Pelayo dice que Don Juan Manuel y Boccaccio crean con sus cuentos la prosa novelesca europea.

En Italia florece admirablemente el cuento medieval. A mediados o fines del S. XIII se compila en Florencia, por mano anónima, la serie llamada Novellino o Canto novelle antiche, cuyas historias bíblicas, hagiográficas, trovadorescas y caballerescas llenan la intención general de instruir al cortesano.

Tres grandes cuentistas dominan el panorama del S. XIV: Don Juan Manuel, Boccaccio y Chaucer, con sus colecciones El conde Lucanor, El Decamerón y los Cuentos de Canterburi (en versos); pero es principalmente de Boccaccio que procede el cuento del Renacimiento, durante el cual predominan, los cuentistas Italianos.

A principios del S. XVII, Cervantes publica sus “Novelas Ejemplares”; a fines del mismo, aparece “Cuentos de mi madre la oca” (1697), de Charles Perrault. Perrault dio forma escrita a una serie de cuentos tradicionales que configuraron una nueva forma: La Infantil.

De abundante acarreo folclórico, estos cuentos para niños retoman antiguos mitos: así, La Bella Durmiente de Bosque es la hibernación de la naturaleza; la Cenicienta es la estación nueva que se desposa con el sol, en símbolo de fertilidad.

Una nueva irrupción del cuento oriental hubo en Europa a principios del S. XVIII, con la traducción, que hizo el orientalista francés Antoine Galland, de Las mil y una noches.

Con el Romanticismo y el auge del costumbrismo y el nacionalismo, los cuentistas se multiplican en el S XIX. En Alemania, se abre el siglo con “Cuentos de niños y del hogar”, de los hermanos Grimm.

En Inglaterra, se destacan Dickens (El velo negro); Stevenson (cuento de aventuras): Walter Scott, con sus Cuentos del abuelo, inspirados en la tradición escocesa; Oscar Wilde (El gigante egoísta; El príncipe feliz); Kipling; Luis Carroll (Alicia en el país de las maravillas).

En Rusia, Gogol, Tolstoi, Chejov, Rushkin, Gorki. En Francia, Prosper Mérimeé; Balzac; Apollinaire; Maupassant (uno de los más grandes cuentistas de la historia). En España, Larra, Becquer, Valera, Alarcón, Clarín (Leopoldo Alas).

En Dinamarca, Hans Christian Andersen (El patito feo), señala la culminación moderna del género de cuentos para niños. En Italia, merece especial mención Carlos Callodi, con su célebre Pinocho.

En Norteamérica, hablando estrictamente de obras para niños y jóvenes, tenemos a Mark Twian. En América Latina, fue a mediados de 1539, cuando se hicieron los primeros libros, en su mayoría con temas de carácter religioso.

Se abrieron imprentas en Lima, Perú También los jesuitas del Río de La Plata y otras ciudades como La Habana, Oaxaca, Bogotá, Quito, Córdoba, Buenos Aires, Santiago de Chile, Guadalajara, etc., se dieron a la tarea de lanzar impresos.

Fue Rafael Pombo (1833-1912), escritor colombiano quien logra crear Personajes, a partir del folclor anglosajón, donde inserta la poesía para niños, el humor, la fantasía, la irreverencia, lo absurdo, la imaginación propios de nuestras culturas, creando nuevas historias llenas de color que todavía hoy son disfrutadas por los lectores de todas las edades.

Luego vendrían otros autores como Rubén Darío, Gabriela Mistral, Horacio Quiroga y en Costa Rica, Carmen Lyra (1888-1949). María Isabel Carvajal fue maestra y escritora, “Los cuentos de mi tía Panchita”, el cual se convierte en un clásico de la literatura costarricense, donde se emplea el habla popular de la época.

Hasta aquí, este breve recorrido, con una alusión final a algunos protagonistas del SXIX y principios del SXX, que dieron forma a los primeros libros para niños y niñas de Conforme pasa el tiempo, se puede notar que las historias se van transformando, acercándose y comunicándose, cada vez más, con las inquietudes, fantasías y aspiraciones de los y las lectoras, tocando las vivencias y problemas de una forma más natural, lúdica, fresca y espontánea, en temas como el amor, la amistad, la injusticia, la ruptura de los estereotipos de la vida, la sátira y los miedos.

Literatura de Hadas

La respuesta aceptada como correcta a la pregunta “¿Quién es el autor de Cenicienta?”, formulada en un concurso radial, ha sido: “Perrault”. Eso dio lugar a tantas protestas, que los organizadores del concurso tuvieron que consultar a los bibliotecarios.

Al cabo de muchas investigaciones, se comprobó, en efecto, que Perrault había publicado la historia de Cenicienta en 1697, pero que un autor italiano de apellido Basile había escrito el mismo cuento en 1630. Y en esa fecha la historia de Cenicienta tampoco era nueva, pues se trataba de un antiguo cuento oriental que las cruzadas habían llevado a Europa cuatro siglos antes.

Es lo que sucede con la mayoría de los cuentos de hadas. Antes de haber alcanzado la forma literaria con que se los conoce, han atravesado continentes y océanos llevados por migraciones de pueblos, a veces transmitidos por esclavos, otras por trovadores, por expedicionarios o por bohemios errantes.

En Egipto, los arqueólogos han descubierto algunos cuentos escritos en papiro en la época del Imperio Medio; es decir, en 2160-1788 antes de Cristo.

Así, los relatos que hoy se leen, se remontan, generalmente, a orígenes antiguos y han sobrevivido pasando de una larga cadena de narradores o de cantores populares.Pero, no siempre es así.

Algunos cuentos de hadas modernos son creaciones originales de sus autores. Las obras de Hans Christian Andersen, en Dinamarca, y de Luis Carrol; en Inglaterra, pertenecen a esta clase.

Un cuento de hadas no es necesariamente un cuento en que se habla de hadas. Se puede tratar de una fantasía de la imaginación, así como Alicia en el País de las Maravillas, de Luis Carrol, o de animales que hablan o también de ogros y de genios.

Pero el elemento indispensable es la magia, ya se trate de elfos, duendes, gnomos, enanos, trasgos, gigantes, sirenas. Ogros, dragones u otros seres fantásticos.

Cuando un cuento de hadas se vuelve tradicional en un país y expresa las creencias, costumbres y aspiraciones del pueblo, se registra como cuento popular y pertenece al folklore de la región.

Por supuesto, al pasar de un país a otro, de un narrador a otro, el relato sufre numerosos cambios. Algunas veces la variante es intencional, para hacer la historia más interesante o más al alcance de diferentes pueblos; otras es accidental.

Ya sea que los cuentos de hadas sucedan en las entrañas de la tierra, en los mares, en las cimas de las montañas o en los paramos, al claro de la luna, casi siempre se trata de un país de bellezas, en donde la honradez y la pureza de los sentimientos triunfan al final, donde el malo es castigado inevitablemente.

Entre los personajes del relato, el hijo más joven es generalmente más dulce, más inteligente que sus hermanos y también el más feliz; y, por supuesto, la hija más joven es la bella entre sus hermanas y la más maltratada de ellas, pero la que triunfa al fin.

Los animales hablan, y no es raro ver alguna metamorfosis que ocurre en el momento oportuno. Los deseos subconscientes de los pobres y de los desgraciados siempre se realizan.

El campesino se vuelva rey, el pobre es cubierto de oro y de piedras preciosas, la injusticia de los grandes (poderosos) de la tierra es castigada. Desde hace 4000 años, ningún narrador cambió nada a todo esto.

El cuento de hadas, de dondequiera venga, tiene como única razón de existir la de satisfacer las secretas aspiraciones de los que siempre guardan la esperanza y la eterna juventud del corazón.

Estrategias para hacer al niño lector.

1. Una l e c t u ra e qu i v o cada

Esta estrategia va dirigida a niños muy pequeños. Y como de lo que se trata es que el niño sepa descubrir, cuando por segunda vez escucha la lectura de un cuento, los errores que comete un lector, nos parece que un buen titulo puede ser Una lectura equivocada.

Participantes

Como hemos dicho, deben ser niños pequeños. Incluso puede hacerse con los pequeñines que están a punto de aprender a leer.

El número no tiene demasiada importancia. Pueden ser veinticinco, cuarenta... Debe decidirlo en cada caso el animador, de acuerdo con su capacidad para dominar la situación y conseguir el silencio necesario para la comprensión de la lectura y para hacerla fructífera.

Objetivos que se persiguen

Los objetivos, en esa edad, son muy sencillos. Casi podríamos decir que el principal, por no decir único, es conseguir que escuchen la lectura de un cuento. Pero podemos fijar estos: •Atender a la lectura en voz alta.•Entender lo que se les lee. •Cultivar la atención.

Persona responsableUn animador de voz agradable, que sea buen lector, que tenga paciencia y agilidad mental para cambiar sobre la marcha los nombres y la acción de los personajes y también algunas situaciones. Material o medios necesarios Un libro de cuentos sencillos, a la altura de los participantes.

Técnica Reunidos los niños que van a tomar parte en la sesión, el animador lee el cuento elegido en voz alta, pausadamente, para que comprendan el argumento

•Pregunta si les ha divertido, qué personaje les parece mejor y par qué, cuál es el momento más interesante del cuento, etc.

•Luego, les advierte que lo va a leer por segunda vez. Que si él se equivoca en algo, digan: « ¡ Te equivocas !».

•Lee de nuevo el cuento en voz alta, sustituyendo nombres y situaciones. Los niños que detecten cada equivocación deben decirlo en su momento.

•La reunión puede terminar rematando la animación el mismo que la dirige, anunciándoles que otro día leerán otro cuento y se divertirán mucho con este juego.

Tiempo necesario Es conveniente que no se prolongue mucho más de media hora, ya que se supone que el cuento elegido es corto. Si hay comentarios interesantes por parte de los niños, se puede prolongar unos minutos mas, pero sin excederse.

Interés y dificultad

El interés esta en el valor del mismo cuento y en la forma de leer del animador; y también, en parte, en los comentarios que el cuento inspire a los niños. La dificultad mayor puede estar en la falta de hábito del niño para escuchar lo que le leen.

Análisis de la sesión Por tratarse de niños muy pequeños, el animador tendrá que analizar seriamente como ha discurrido la sesión, si los objetivos de la estrategia se han logrado, como tales o cuales detalles han favorecido o perjudicado a la sesión, etcétera, para, en la próxima, enmendar aquello que no resulto bien.

2. ¿Esto d e qu i én e s?

Esta estrategia pretende que los niños, por muy péquenos que sean, puedan distinguir unos personajes de otros, en un libro que hayan leído a solas. Para lograrlo, se le presentan, dibujados en varios cartones, vestidos y objetos que ellos deben aplicar con acierto a los correspondientes personajes del libro. De ahí el titulo ¿Esto de quién es?

Participantes

Cómo se podrá observar, este juego es para niños muy pequeños que ya comprenden lo que leen, y va encaminado a que descubran como es cada uno de los personajes: su aspecto físico, su ambiente, incluso sus rasgos psicológicos y sociales.

Si se trata de niños muy pequeños, no podrá haber demasiados participantes porque alborotarán más que atenderán al juego; y en este, al contrario de lo que ocurre en Una lectura equivocada, se requiere mas atención y silencio. Posiblemente veinte o veinticinco niños será un grupo suficiente.

Objetivos que se persiguen •Entender la lectura. •Saber distinguir unos personajes de otros. •Llegar a comprender cóma son los personajes.

Material y medios necesarios  En primer lugar, libros suficientes para que los niños, previamente, lean el cuento.  También, preparados con antelación, un número importante de cartones en los que estén dibujadas distintas indumentarias y objetos aplicables a los diferentes personajes de libro leído: faldas, pantalones, gorros, vestidos, gabardinas, zapatos, pelotas, bicicletas, libros, etc.

Técnica Cuando están reunidos todos los que van a participar: 1.El animador, para refrescar la memoria de los niños, recuerda algunos pasajes del cuento, sirviéndose de lo que hacen los personajes. 2.Luego, va mostrando uno a uno los cartones con las prendas dibujadas, sin que los niños digan todavía nada.

3.Cuando los niños han asimilado los dibujos, que tendrán que ser distintos a como aparecen en el libro pero relacionados con cada personaje, el animador preguntara a cada niño a quién le van las prendas u objetos. El niño que acierta al relacionar la prenda y el personaje gana un punto.

4.AI final, la puntuación decidirá el fruto con que se ha leído el libro.

Tiempo necesario Depende del número de niños y de la agilidad que tengan para identificar personaje –indumentaria o personaje-objeto.No deben ser sesiones largas.

Interés o dificultadHay varias causas para que este juego se haga interesante. La primera, la elección del libro, que debe estar acorde con la capacidad lectora del niño. En segundo lugar, el que los dibujos estén bien expresados, faciliten la relación con los personajes y sean claros. También la habilidad con que presente el juego el animador.

Análisis de la sesión Piense el animador si los cartones estaban bien preparados (para varios personajes, adecuación a los mismos); si el dibujo era verdaderamente expresivo; si ha tenido suficiente paciencia para esperar que los niños relacionaran dibujo con personaje; si los niños se han entusiasmado con el juego, etc.

3. Cuándo y dónde

Si damos este título Cuándo y dónde a esta estrategia, es porque pretende que el niño interprete el tiempo y el lugar en el cuento que lee. Pero otros muchos títulos pueden servir; incluso se pueden hallar algunos que estén más en consonancia con la edad, o que respondan a algo mas gracioso o que motive la risa.

Participantes

• A los niños no hay que fijarles ninguna condición especial para participar en este juego, excepto la que se exige en todas las animaciones: haber leído el libro. Sí será importante, sin embargo, que el número de participantes no sea excesivo: que no sean menos de diez ni más de veinticinco. Si el grupo es muy numeroso, será preferible dividirlo y tener dos sesiones.

Objetivos que se persiguen

• Entender lo que se lee. . • Ejercitar la memoria. • Distinguir tiempo y lugar

Material y medios necesarios Es conveniente que cada niño puede disponer de

un ejemplar del libro para leerlo unos días antes. AI menos hay que tener un numero suficiente para irse prestando el libro, de modo que lo puedan leer todos.

Las “preguntas – adivinanzas” serán el otro material necesario, que tendrá que elaborar el animador. Se preparan tantas tarjetas como participantes; se pueden hacer en fichas de cartulina.

En cada una se escribe una pregunta, tomada de una idea del libro escogido para la animación, pregunta que deberá hacer referencia a un tiempo y a un lugar.

Tendrá que haberse elegido un libro que permita este tipo de preguntas. Si las fichas se hacen del tamaño de las cartas de la baraja, son manejables y se reparten fácilmente en el momento de realizar el juego.

Técnica • El animador ha de tener bien

aprendida la clave de las preguntas, para actuar acertadamente en la sesión. Asegurado esto, la animación puede desarrollarse así:

• Con antelación los niños habrán leído el libro. En atención a la edad hay que procurar que la lectura sea reciente, no de un mes antes. En el caso de que no se hubiese podido leer el libro con antelación, si este es corto, se puede realizar la lectura al empezar la sesión.

Reunidos los niños con el animador, este resume el cuento, haciendo más hincapié en aquellas cuestiones que se quieren destacar.

A continuación el animador reparte las tarjetas, con una pregunta en cada una.

Se creará un clima de silencio para que cada niño pueda leer con atención su pregunta y preparar la respuesta.

Cuando el animador comprende que todos los niños se han enterado de su pregunta, pide la respuesta de uno en uno. El niño debe contestar sin mirar el libro. Pero también debe saber cada participante que no ocurre nada si no sabe contestar a la pregunta que le ha correspondido. Si otros niños la saben, pueden contestarla sin más trascendencia.

AI final el animador resume la sesión y hace un comentario

Tiempo necesario Tendrá que destinarse todo el que haga falta, pero sin que resulte una sesión cansada. Por ejemplo, podrá durar unos treinta o treinta y cinco minutos. Como en la mayoría de las estrategias en lasque es necesario haber leído el libro, la dificultad puede estar en la falta de hábitos de lectura del niño. En cambio, el interés va unido al espíritu creativo, al valor del descubrimiento, a la necesidad de comunicar de alguna forma el gusto por lo leído, etc.

Interés o dificultad

El juego se presta a que resulte una sesión muy animada. Si no es así, el animador debe estudiar todos los posibles fallos; que, sin duda, los habrá.

4. ¿Están o no están?

Con esta estrategia se pretende encontrar los personajes, incluso secundarios, del libro que se ha leído; por eso nos parece este un titulo expresivo y gracioso.

Participantes • El juego esta previsto para

ser realizado con alumnos de 8, 9 y 10 años. Puede haber unos veinticinco o treinta participantes como máximo. De todas maneras, el animador, que sin duda conocerá mejor el terrero en cada situación, deberá fijar el total de participantes en la sesión.

Objetivos que se persiguen • Entender la lectura. • Gozar con lo que los personajes nos

hacen vivir. • Educar la memoria. • Fomentar el discernimiento del niño.

Material y medios necesarios

Puede haber dos formas de realizar la animación:

Dando a cada niño una hoja con la lista de los personajes sobre los que se va a jugar.

Escribiendo dicha lista en la pizarra.

Según la forma que se elija, ese será el material necesario.

Es de suponer que se tendrán libros en número suficiente para que puedan leerlo con antelación todos los que van a asistir a la sesión.

Técnica El juego consiste en presentar una lista

con los personajes reales que se citan en el libro, y otros inventados por el animador, incluidos a modo de cuña.

El animador reparte la hoja con la totalidad de los personajes a cada uno de los niños. Y les da tiempo para leerla en silencio.

Cuando se supone que los niños han

asimilado la lista, se les pide que marquen con una cruz los personajes que aparecen en el libro.

• Una vez que termina de marcar la lista, cada uno dice en voz alta los personajes que están y los que no están.

• Para ayudar a comprobar la veracidad de cada respuesta, el animador pedirá que indiquen en qué pasaje del libro aparece cada uno. Esto obliga al niño a observar los detalles, a saber leer valorando hasta los personajes que aparecen en situaciones insignificantes.

Tiempo necesario

Es probable que la sesión dure unos cincuenta minutos. Dependerá de la intervención de los participantes y del contenido, más o menos rico en personajes, del libro elegido.

Interés o dificultad• El interés se logra

despertando, con cierto misterio, la curiosidad por los personajes que solamente aparecen una vez y que escapan fácilmente a la atención del lector.

• • La dificultad puede estar en

la falta de hábitos de lectura de los niños, o en la actitud fría y superficial del animador.

Análisis de la sesión • Será conveniente

analizarlos con detalle. Sobre todo, examinar si se han escogido con acierto los personajes de la lista o se ha dado un peso demasiado importante a los personajes negativos, etc.

5. El libro y yo

Se puede aceptar como titulo el que damos aquí, pero también seria interesante animar a los niños a que, cuando conozcan la estrategia, ellos mismos le inventen otro titulo. Siempre hay niños creadores que tienen imaginación. No obstante, como de lo que se trata es de hacer niños lectores mediante el coloquio o comentario de los libros leídos, nos parece un buen titulo el propuesto: El libro y yo.

Participantes El número de participantes está en

relación con el nivel lector de los niños. Un grupo menor de diez asistentes tiene poco dinamismo; más de treinta quizás resulte demasiado numeroso. Un grupo que alcance los sesenta es muy cansado para el animador, aunque si tiene experiencia podrá dominar la situación.

Objetivos que se persiguen

Hacer niños lectores. Ayudarles a saber expresar sus ideas. Educar su sentido crítico para que sepan tomar

postura ante situaciones concretas. Enseñarles a descubrir la vida a través de la

literatura.

Material y medios necesarios

En el caso de El libro y yo los medios son mínimos. Basta un aula o la sala de la biblioteca que no sea excesivamente grande.

El número suficiente de libros, de modo que los participantes puedan leerlos con antelación.

Técnica Se emplearán las técnicas propias de un

coloquio: Los asistentes en su totalidad, o al

menos un 80%, habrán leído el libro fijado para esta animación.

Esta lectura previa será individual, y se

realizará con suficiente antelación para que se pueda participar en el coloquio; pero no será tan distante que los niños hayan olvidado el libro. Sería ideal dentro de los quince días anteriores.

Se empieza contando el argumento, cosa

que realizan los niños. Suele dar buen resultado que lo cuenten entre unos seis participantes, actuando por «relevos».

Cuando los seis voluntarios han terminado el argumento, se pregunta si algo ha quedado sin decir. Se concreta el argumento y se subsanan las omisiones si las ha habido, evitando siempre que los niños se interrumpan unos a otros.

Se entra de lleno en el diálogo, invitando a los participantes a la valoración de contenidos: que ha gustado mas; que ha gustado menos; que les parecía lo más divertido; lo más profundo; lo más real; lo más misterioso; lo más aburrido; lo más maravilloso.

Se invita a los niños a establecer una comparación entre lo leído y la vida real y su problemática, evitando tocar problemas personales.

Se propone el titulo del libro para la próxima sesión de El libro y yo.

Tiempo necesario

Estará en relación con la edad y el número de los participantes. Como orientación podemos fijar de tres cuartos de hora a hora y media.

Interés o dificultad Si se lleva un ritmo normal, el interés se logra

fácilmente, porque la mayor parte de los niños quieren participar.

La dificultad radica en que no todos los participantes tienen facilidad de expresión, o no están habituados a que se les deje opinar. Puede pasar también que la animación se centre demasiado en el libro y no se alcance el 4º objetivo

Análisis de la sesión

Es conveniente que el animador anote los resultados después de una sesión de este tipo y considere coma ha discurrido. ¿Ha sabido dejar expresarse a los niños, sin inculcarles su propia lectura? Es necesario que los niños alcancen su nivel lector potenciándoselo al máximo, pero no que el adulto les imponga su lectura. ¿Esto se ha cumplido?, etc.

6. ¿De quién hablamos?

Nos parece adecuado el titulo, ya que se trata de descubrir el personaje a través de un breve esbozo que se hace de él. Y también porque el animador hará a cada participante esta pregunta: «De quién hablamos?».

Participantes Pueden ser niños muy pequeños o

niños y niñas mayores, según se prepare la estrategia con un libro muy elemental o una novela de lectura más difícil.

En cuanto al número de participantes, siempre que sea posible conseguir la atención y el silencio, pueden llegar incluso a treinta.

Objetivos que se persiguen

• Comprender lo leído.• Dar importancia a los

sentimientos y actitudes.

• Ejercitar la atención.

Material y medios necesarios • Como en todas las estrategias, se

necesitan suficientes ejemplares del libro elegido.

• Algunas hojas de cartulina, o fichas para

confeccionar las cartas. En cada una de estas fichas el animador escribirá un esbozo de cada personaje, procurando que sea expresivo y teniendo en cuenta sus sentimientos, sus actitudes y sus cualidades psicológicas. Bastara fijar la atención en ocho o diez personajes y considerar distintos aspectos de cada uno, hasta conseguir tantas cartas como niños participen.

• Se debe elegir un cuento o una novela que tenga muchos personajes.

Técnica • Preparado el material, y leído

previamente el libro por todos los niños, la animación se lleva de la siguiente forma:

• El animador habla con brevedad del

argumento, solamente para recordar la obra a los participantes.

• Se reparte una carta, boca abajo, a cada niño, pidiendo que nadie la lea hasta que todos tengan la suya. Cuando todos tienen ya su carta en la mano, cada uno lee el contenido y piensa en la respuesta que debe dar. Pueden concederse cinco minutos de silencio.

• En ese memento el animador pide al primer niño que lea su carta, y al terminar de leer, le pregunta: «De quién hablamos?». Y el niño debe dar su opinión. Así, uno tras otro, hasta lograr la participación de todos.

• Cuando han intervenido todos los

asistentes, el animador pregunta, en general, qué personaje es el más atractivo, el más noble, el más generoso, el más limpio, etc., con el fin de destacar las cualidades más importantes en el ser humano.

Tiempo necesario • Estará en razón del número

y edad de los participantes, pero lo normal será emplear una hora en el desarrollo de esta estrategia.

Interés o dificultad• Se logrará el interés del niño si se

han elegido bien los personajes, destacando tanto los más importantes como algunos secundarios que tengan una cualidad notable. Y fijando la atención no solamente en los que presentan valores positivos, sino también negativos.

• La dificultad puede estar en la escasa comprensión de lo leído y en la mala elección del libro.

Análisis de la sesión • El animador debe evaluar el

desarrollo de la animaci6n empezando por su propia situación. Pero también debe considerar si el libro estuvo bien elegido, si los personajes eran adecuados, si se destacaron o no los valores que enriquecen al ser humano, etc.

7. ¡Ajá de agarré!

• Aquí no se trata de agarrar al compañero como si se jugara al escondite, sino en sentido figurado: consiste en «agarrarle» en una falta cuando lee en voz alta un fragmento del cuento.

• Es una estrategia muy animada, alegre, como debe serlo toda animación, y emocionante, que obliga al participante a estar muy atento durante la sesión.

Participantes • El resultado óptimo se obtiene con

niños y niñas de nueve anos en adelante, a ser posible en número no superior a treinta. Más de treinta participantes podrían alargar la animación, y esta prolongación inoportuna resultaría contraproducente.

Objetivos que se persiguen

• La comprensión a través de la lectura en voz alta. . La atención a lo que se esta leyendo.

• El dominio de sí mismo.

• La dicción.

Material y medios necesarios • Digamos, en primer lugar, que lo

más necesario es un local o aula que no sea excesivamente grande y que recoja bien la voz. También será conveniente que cada participante disponga de un ejemplar del libro que se va a emplear en esta animación. Si ello no es posible, hay que disponer, al menos, de cinco o diez ejemplares.

• También se necesitan algunos silbatos, que no sean demasiado estridentes, para usarlos los que hagan de árbitros en su memento. El animador ha de tener su silbato.

Técnica • Los niños que toman parte en el juego

pueden haber leído el libro o el cuento fijado, pero no es necesaria su lectura previa.

• La animación se desarrolla así: • Llegado el momento de la animación los

participantes se colocan en círculo cerrado.

• AI menos los cinco primeros lectores han

de tener el libro en la mano.

• El animador y uno de los participantes, que actuara coma árbitro, se sitúan fuera del círculo, en lugares opuestos. Ambos llevaran sus silbatos colgados del cuello, o en la mano.

• El animador explica que se han reunido para leer todo el mismo libro en voz alta, por turno, uno tras otro, y que luego lo comentarán. Deben leer sin cometer faltas de lectura.

• A una señal del animador, el niño que se ha elegido para iniciar la lectura empieza a leer en voz alta.

• En cuanto comete la primera falta

lectora, el que le sigue, situado a su derecha y que a partir de ahora llamaremos «el inmediato», dice: «iAlto!» y continúa leyendo el a partir de la equivocación. Pero sale del círculo quien cometió la falta.

• Si el lector de turno comete falta y si el inmediato no se ha dado cuenta, el niño que está fuera del círculo señala la falta con una pitada y el inmediato, que debería haberla señalado, queda descalificado y sale del círculo.

• Si tanto el inmediato como el que está

fuera del círculo no han señalado la falta, el animador dará tres pitadas, y el que queda descalificado es el árbitro que está situado fuera del círculo, ocupando su lugar uno de los participantes (mejor si es uno que ya ha leído un fragmento).En este caso recibirá del animador un silbato.

• Si el lector no se equivoca, el

animador, a los noventa o cien segundos, toca el silbato dos veces, para que siga la lectura el inmediato.

• AI terminar la lectura se comenta lo leído. Por eso los eliminados deben seguir escuchando la lectura de los demás, para poder participar en el coloquio.

Tiempo necesario

• Estará en razón del número de participantes, pero es probable que no se pueda hacer en menos de una hora.

Interés o dificultad• El interés depende de la rapidez y

agilidad mental de quienes controlan el juego, de la atención a los despistes que manifiesten los niños, de la sagacidad de quienes descubran las equivocaciones.

• La dificultad puede estar en la falta de habilidad lectora de los participantes, lo que puede ser causa de que los errores sean continuos y se pierda la ilación del cuento.

Análisis de la sesión • El animador ha de anotar, para sí

mismo, sus propios fallos y la forma en que ha llevado la estrategia: atención la lectura de los niños, pitada o despiste en su momento, si ha despertado su entusiasmo, si se ha logrado un dinamismo que permitiera una sesión viva; o cualquier otro detalle. Debe considerar también si el cuento ha estado bien elegido y si ha habido exceso o escasez de lectura.

8. Este es el título

• Como el objeto del juego es encontrar un titulo distinto del que tiene el cuento o la novela que han leído todos, esta estrategia puede titularse Este es el título.

Participantes • Suele dar buen resultado

realizarla con niños de once años en adelante. Suele hacerse, incluso, con estudiantes de secundaria y los resultados son interesantes.

• Como hay que pensar, elegir y votar, será conveniente que los participantes no sean muchos: quince, veinte...

Objetivos que se persiguen

• Leer en profundidad. • Saber comunicar a

los otros el propio descubrimiento

• Reflexionar sobre lo leído.

Material o medios necesarios

• Un libro para cada uno de los niños que participan. Deben haberlo leído antes de la sesión y tenerlo en la mano durante ella. Papel y lápiz o bolígrafo, para que escriban los niños. Una pizarra para anotar los títulos que inventen los participantes.

Técnica • El animador explicará la finalidad que

tiene el título en un libro: diferenciar unas obras de otras, singularizarlas, dar a conocer el contenido, atraer al lector, etc. También les hará caer en la cuenta de que hay títulos de una sola palabra y otros que forman una frase entera; que pueden ser de buen gusto o no; estar bien o mal redactados; atraer al lector o no, etc.

• Se empieza por considerar si el libro leído lleva un título adecuado o podría mejorarse.

• Sea bueno o malo, se trata de

encontrarle otros títulos

• Cada niño escribe en su papel el título que le parecería mejor. Puede que se le ocurran varias. En ese caso, los escribe en su papel y, en una segunda lectura, que hará en silencio, va tachando los que le gustan menos, quedándose con uno solo.

• Pasado un tiempo prudencial, el animador pide que cada uno lea en voz alta el titulo que ha creado. Un solo titulo por participante. Se repite la lectura de los títulos para que todos los niños se enteren bien. En la pizarra, o equivalente, el animador o uno de los niños va escribiendo todos los títulos que vayan saliendo.

• Se empieza, luego, a eliminar títulos, para reducirlos a tres o cuatro; para ello, los niños van votando a favor de un título cada uno.

• Se eligen los tres que han tenido mas votos, y se precede a votar de nuevo, hasta que quede un solo título.

• Cuando sale el definitivo, su autor

ha de explicar que le ha movido a crearlo o que ha tenido más en cuenta para ello. Si hay tiempo suficiente, podrán explicar sus motivos los que quedaron finalistas. El animador resume la sesión y hace un comentario.

Tiempo necesario

• Tendrá que destinarse todo el que haga falta, pero sin que resulte una sesión cansada. Si el número de participantes es excesivo, se alargara demasiado; pero se puede simplificar aligerando las votaciones.

Interés o dificultad• Como en la mayoría de los

juegos en que es necesario haber leído bien el libro, la dificultad puede estar en la falta de hábitos de lectura del niño. En cambio, el interés puede venir por el espíritu creativo del niño, el valor del descubrimiento, la necesidad de comunicar a otros el gusto por lo leído, etc.

Análisis de la sesión

• Esta estrategia se presta a que la sesión sea muy animada. Sino es así, el animador debe estudiar los posibles fallos: mala elección del libro; número excesivo de participantes; abulia del animador; exceso de tiempos muertos, etc.

9. Antes o después

• Esta estrategia se apoya en el orden cronológico de los acontecimientos. Se utilizan en ella párrafos completos del libro leído, y los niños deben ordenarlos según su aparición en la obra.

• Nos parece adecuado el titulo porque responde a la acción del juego.

Participantes • Si el libro que se escoge es

muy sencillo, la animación puede realizarse con niños de poca edad, siempre que sepan leer individualmente. Para hacerla con niños y niñas mayores, el libro tendrá que ser un poco más elevado.

• El número de participantes estará en razón de la edad.

• Quince puede ser un numero

ideal, y treinta el máximo que se puede aceptar.

Objetivos que se persiguen • Ejercitar la atención en la lectura• Valorar el orden de la narración y el

ritmo • Educar la colaboración entre

compañeros • Dar importancia a las cuestiones que

aparecen en la obra.

Material o medios necesarios

• Se deben tener tantos ejemplares del libro como sean necesarios para que puedan leerlo todos los niños que quieran participar. Siempre es aconsejable, al menos, un libro para cada dos, a fin de que puedan leerlo en los ocho días anteriores a la animación. En todo caso, la lectura no ha de hacerse más de dos semanas antes.

• Otro material indispensable son las fichas o cartas, cada una de las cuales llevará escrito un párrafo del libro. Debe haber una ficha para cada participante.

 

Técnica • Se colocan todos los niños, sentados o

de pie, en línea recta frente al animador.

• • En primer lugar, el animador entrega

una carta o ficha a cada participante, después de barajarlas bien para que se altere el orden de los párrafos que contienen. Los niños deben leerlas hasta que cada jugador tenga su carta.

• • Entonces se les conceden cinco

minutos para que las lean en silencio. •

• Cuando cada niño sabe ya lo que dice su carta, el animador indica al primero de la fila que lea en voz alta el párrafo que le ha correspondido. A continuación lee su carta el niño que está a su lado. Si el pasaje que describe esta segunda carta va en el libro antes que el del compañero que ha leído primero, este debe cederle el puesto y colocarse segundo. Lee el tercero y debe decir si su fragmento ocurre antes o después que el de sus compañeros. Si es antes que el de los dos, estos deben dejarle el primer sitio. Si es después, no deben moverse. Si la escena esta entre los dos, debe ocupar el segundo puesto.

• Así sucesivamente debe transcurrir la animación, hasta que se hayan leído todos los párrafos y los niños estén en el orden en que ellos creen que van los párrafos en el libro.

• Cuando todos están ya de acuerdo con el orden, el animador les hace leer de nuevo las cartas. Después de darles una ultima oportunidad para que los niños recompongan el libro según su criterio, el animador dice entonces si el orden es el correcto o no.

Tiempo necesario

• El que exija el juego. Si los niños leen con destreza y encajan fácilmente el orden de los hechos, puede terminarse en cuarenta minutos. Si no, puede prolongarse algo mas.

Interés o dificultad• Si los participantes han leído con

atención el libro, no faltará el interés. Lo acrecentará el hecho de tener que correr puestos y colocarse en el lugar adecuado.

• La dificultad puede estar en la falta de memoria o en la poca retención de los hechos por parte de algún niño. Y también porque, ante el cambio de puestos, se alborote demasiado. Esto debe evitarlo el animador valiéndose de su autoridad.

Análisis de la sesión

• Debe medirlo seriamente el animador, cuando la sesión haya terminado. Es una estrategia que se le puede ir de las manos, porque el movimiento puede hacer perder la atención al texto.

10. Comba t e

• En forma de combate amistoso se desarrolla esta estrategia, en la que los propios participantes llevan el juego a base de preguntas y respuestas sobre un libro leído.

• La profundidad con que hayan leído cada uno de los contendientes la novela o el cuento elegido es lo que dará pericia a cada equipo.

• Aquí se pone de manifiesto, una vez más, que la

valía de cada individuo beneficia al conjunto.

Participantes • Para esta estrategia deben ser niños y niñas

mayores, a partir de 12 años. • El número no debiera pasar de veinte o

treinta. Es más, con diez, cinco en cada equipo, se puede realizar una animación muy interesante.

Objetivos  que se persiguen 

• Profundizar en la lectura. • Aprender a valorar lo que tiene importancia

en el libro.• Descubrir lo que pasa inadvertido y, sin

embargo, juega un papel.

Material o medios necesarios • Exclusivamente los ejemplares

del libro elegido, necesario para la lectura previa por parte de los niños, y un cuaderno y un bolígrafo para cada uno de los participantes. Puede ser útil una pizarra donde el animador anote la puntuación de los equipos.

• El animador ha de tener también su cuaderno y bolígrafo para tomar nota de las preguntas que salen o pedírselas a los jugadores.

Técnica • El animador, antes de la animación,

organiza a los participantes en dos equipos y les explica en que consiste la estrategia:

• Cada miembro de un equipo interrogará a otro del equipo contrario sobre un tema o situación que aparezcan en el libro. Pueden ser una escena, un diálogo, un pensamiento, una frase, etc. Si el oponente contesta bien, gana un punto. Si no, pierde un punto.

• Los jugadores de cada equipo se reunirán previamente, elegirán entre ellos un portavoz y elaborarán las preguntas para participar. Seleccionadas las preguntas, se las repartirán entre ellos para tener cada uno unas cuantas para el combate. La sesión se realiza en estos tiempos:

• Colocados los dos equipos uno frente a otro, el animador se sitúa, de árbitro, junta a los dos grupos, de forma que pueda oír y ver a ambos equipos.

• Dada por el animador la orden de empezar, el primer niño de un equipo hace su pregunta.

• Contesta el primer niño del equipo contrario, si sabe.

• Si hay respuesta válida, el árbitro, el animador,

anota un punto a favor del equipo que ha respondido bien.

• Entonces el niño preguntado interroga al que le preguntó, con una de las preguntas que tiene preparadas.

• Si contesta favorablemente, gana un

punto para su equipo. • Así discurre la animación hasta que todos

los niños de uno y otro equipo han tenido ocasión de preguntar y ser preguntados.

• Pueden establecerse varias rondas

completas si el número de participantes y el tiempo lo permiten, y también si el libro (extensión, contenido) ofrece posibilidades para hacer tantas preguntas. Si no, se deja en dos rondas o en una sola.

• Cuando han terminado los dos equipos, el árbitro lee la puntuación que ha conseguido cada uno.

• Por cada pregunta contestada el equipo ganó un punto. Por cada pregunta no contestada el equipo perdió un punto.

• Entre otras cosas, la puntuación final puede

indicar mejor lectura del libro por parte del equipo ganador o mejor habilidad para preguntar lo más intrincado o profundo.

Tiempo  necesario 

• Puede destinarse una hora u hora y media, según la capacidad de los niños y la agilidad que desarrollen durante el juego.

Interés dificultad• El interés dependerá de la habilidad que

tengan los niños para preparar y hacer las preguntas. La dificultad surge cuando los niños no saben leer el libro y, por tanto, se encuentran desarmados a la hora de elaborar sus propias preguntas.

Análisis de la sesión  • El animador ha de analizar si

ha sabido preparar debidamente a los niños. No debe elaborarles él las preguntas, pero sí enseñarles a elaborarlas. Por eso, precisamente, puede ser muy importante realizar antes una sesión preparatoria, desde luego con un libro distinto del que se va a emplear, para que los chicos sepan como actuar.

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