la religión y el mundo actual de federico salvador ramón – 23 – surge et ambula
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En portada
Jesús expulsa a los mercaderes del templo. El Greco (1568).
National Gallery of Art, Washington, D.C.
Derechos de autor registrados
2017 Antonio García Megía y María Dolores Mira y Gómez de Mercado (Edición).
Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña
La Religión y el Mundo Actual – 23 - Surge et ambula. Federico Salvador Ramón
Angarmegia: Ciencia, Cultura y Educación. Portal de Investigación y Docencia
Edición preparada con ocasión del proceso de beatificación del Padre Fundador de las Esclavas de La
Inmaculada Niña.
http://angarmegia.com - angarmegia@angarmegia.com
La religión
y el
mundo actual - 23 -
Surge et ambula
Federico Salvador Ramón
Publicado en la revista mariana Esclava y Reina Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña
Mayo/Junio Guadix (Granada) – España
1923 zzz
Edición actualizada por
María Dolores Mira Gómez de Mercado
Antonio García Megía
Esta serie de documentos recopila los artículos que Federico Salvado Ramón, bajo
el seudónimo de «Mirasol», publica en la sección “Apuntes Sociales”, con subtítulo
genérico La Religión y el Mundo Actual, de forma casi ininterrumpida en la revista
Esclava y Reina de la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña, desde su segundo
número aparecido en febrero de 1917.
Con la intención pedagógica que caracteriza toda su producción escrita, el padre
Federico observa, analiza y comenta desde un punto de vista católico, apostólico, romano
y de esclavo militante, los matices y perspectivas que se suceden en los ámbitos filosófico,
social, cultural, histórico, político, y por supuesto, religioso, durante la turbulenta
transición que supone el cambio de centuria, cuyo impacto se extiende hasta el segundo
cuarto del siglo XX.
Se trata de una época de mentalidades en conflicto que concluyen con el trágico
estallido de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias posteriores.
Los ejes nucleares del cambio de mentalidad afectan a campos tan diversos como
la relatividad y la operatividad de los conocimientos, el problema de los valores, las
relaciones entre ciencia, filosofía —desde el entendimiento de que la opción que cada
intelectual escoge —ya sea desde el pensamiento conceptualista, ya desde el
irracionalismo y desde la reivindicación de la «experiencia y la intuición de la
inmediatez», que siempre implica elecciones éticas y políticas a veces abiertamente
contrapuestas.
El mundo en los albores del siglo XX se enfrenta a la remoción de los fundamentos
del saber en las ciencias y en la cultura filosófica. En las décadas finales del siglo XIX y
en los inicios del siglo XX, entra en crisis el modelo positivista de cientificidad y la
prevalencia de la razón y la ciencia que habían constituido la base de los grandes sistemas
del siglo XIX. El racionalismo tradicional se ve amenazado por la irrupción imparable de
los sistemas irracionalistas de Nietzsche, Bergson o Freud.
Desde las últimas décadas del mil ochocientos y hasta la Primera Guerra Mundial,
sobre todo en Francia y en Alemania, la certeza positivista comienza a sufrir un intenso
proceso de erosión por las expansión de las posiciones irracionalista ya citadas y por la
transformación interna del propio positivismo, en el sentido de una mayor conciencia
crítica sobre las posibilidades, los límites y los métodos del saber científico, tal como se
manifiesta en la postulación sobre la fenomenología de Edmund Husserl.
Este decurso acelera el proceso de modernización emprendida por la burguesía
liberal hacia el capitalismo financiero que se aleja del capitalismo industrial alumbrado
en el siglo XVIII.
A ello se suman las transformaciones culturales sobrevenidas por las políticas de
expansión imperialista y colonial de las grandes potencias, exclusivamente europeas hasta
los inicios del siglo XX, a las que habrán de sumarse desde inicios de la centuria, los
Estados Unidos norteamericanos y el Imperio de Japón que sale fortalecido tras derrotar
al coloso Ruso en la guerra por el dominio de los territorios de Manchuria.
Este es el contexto en que se desarrolla la vida del padre Federico Salvador
Ramón, y, como queda dicho, esta su postura al respecto.
María Dolores Mira y Gómez de Mercado Antonio García Megía
LA RELIGIÓN Y EL MUNDO ACTUAL – SURGE ET AMBULA
FEDERICO SALVADOR RAMÓN
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La religión y el mundo actual
- 23 -
Apuntes Sociales Surge et ambula
A ti, madre España, nación católica por excelencia, solar de santos excelsos y de
valientes admirables.
A ti, que multiplicaste los hijos de la Iglesia con tus apóstoles humildes y con tus
heroicos hijos, a ti es a quien dirijo esas alentadoras palabras del divino Maestro:
Levántate y anda.
Levántate, sí, de la humillante postración a que te redujeron tus propios hijos, más
por engaño, por falsas esperanzas de bien para ti, que por hacerte menos, pues no podemos
creer que haya españoles en cuyos pechos se albergue tanta perversidad.
Levanta España y sacude airada los brazos de los ambiciosos que te aprisionan.
Son ciegos que te arrastran al abismo. Los ciega el ansia bastarda de hacerse gratos aunque
sea a costa de los girones de tu gloria, de tu honor y de tu riqueza.
Levántate y anda en busca de tus ideales perdidos, de tu patriotismo menoscabado,
de tu fe alentadora, trocada por la más enervante indiferencia.
LA RELIGIÓN Y EL MUNDO ACTUAL – SURGE ET AMBULA
FEDERICO SALVADOR RAMÓN
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Anda en busca de la hegemonía moral de que te coronó la austeridad de tus
costumbres y tus ansias, siempre crecientes, durante diez siglos de luchar en contra de los
depravadores enemigos de la Iglesia Católica.
San Leandro contra el arrianismo, Pelayo contra el mahometismo y San Ignacio
contra el protestantismo, son tres emblemas, tres banderas, tres heraldos, tres cepas de
pura raza española que hicieron retoñar en los católicos campos de nuestro solar español
santos, sabios y héroes, que hicieron ventaja a todos los pasados, y a los cuales nadie
superará ni en la gallardía de la acción, ni en la nobleza de sus miras.
Y tú hoy, España, que así fuiste grande, inspirada por hijos educados en la escuela
de la cobarde transigencia, que no de la varonil y generosa caridad llamada a continuar la
empresa que empezaste en Covadonga, llevas ese loco espíritu de transigencia hasta
querer hacer bien a los hijos de Mahoma, tus seculares enemigos religiosos, procurando
favorecer el ejercicio y desarrollo de la religión mahometana para civilizar a los que, por
ser mahometanos, vinieron a dar en la barbarie, tanto en Turquía, como en Marruecos.
Jamás supo, ni pudo, Satanás inspirar en los hombres alejados de Dios más enorme
insensatez.
¿A quién podrá ocurrírsele, que no sean dementados, evitar un efecto estimulando
la causa que lo produce? Ciegos que conducen a ciegos, y que todos caminan al abismo,
son los que tal piensan.
¿En qué puede fundarse este insensato modo de pensar?
¿En qué del otro modo se evita la guerra religiosa? Pero, ¿es acaso que habéis
conseguido la paz?
¿Cuántos centenares de jóvenes lleváis muertos en nuestro intento de protectores
arreligiosos?
¿Cuántas catástrofes de pueblos, de posiciones, de hombres, tenéis que lamentar
si es que tenéis corazón para ello?
¿Cuántos millones gastados, derrochados o malversados? ·
¿Qué habéis conseguido, pues?
Ni evitasteis la guerra ni los gastos, y, en cambio, habéis hecho unas ciénagas de
vicio y de corrompidos corruptores que justifican toda agresión mora.
Y si habéis de vivir en guerra, ¿por qué no dar a ésta la altura y nobleza que los
sacrificios del Protectorado impone?
LA RELIGIÓN Y EL MUNDO ACTUAL – SURGE ET AMBULA
FEDERICO SALVADOR RAMÓN
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Si vais a civilizar, ¿por qué no lleváis a la vanguardia, en los flancos y a la
retaguardia del ejército pacificador a los verdaderos portaestandartes de la civilización de
los pueblos, que son los apóstoles de la religión del Crucificado, que vencen venciéndose
y que conquistan muriendo por los conquistados, dan la propia sangre y, en retorno, piden
el alma libre, inteligente y capaz, en todas las latitudes, de las sublimidades de la virtud
enseñada por Cristo?
Pero vosotros, cristianos inficionados del adormecedor veneno del liberalismo,
vosotros, engañados todavía, con la más criminal pertinacia, por vuestra civilización de
bisutería, os empeñáis en civilizar mostrando a los moros los oropeles de las malas
costumbres tapizadas con apariencias de mundanas elegancias.
Y así ni civilizáis, ni merecéis siquiera el respeto de los que tratáis de civilizar con
tan supina ignorancia, antes al contrario, sienten para vosotros el menosprecio que siente
el superior enemigo para su inferior. Pues llegáis a convencerlos, y con razón pues así lo
acredita nuestra conducta, que son ellos más virtuosos que nosotros, y, lo que es peor, no
les podréis demostrar que vuestra monogamia es germen de verdadera civilización, ni que
su esclavitud es inferior a vuestra libertad, porque más que las palabras enseñan las obras
y éstas os acreditan de polígamos caprichosos, que, a las veces, causáis repugnancia a los
seguidores del Corán y, no pocas veces, los indignáis con vuestras arbitrariedades injustas
que fraguan, en los corazones que las padecen, mal comprimidos odios en contra de los
tiranos.
Con malversadores de fondos, con hombres de escandalosas costumbres, con
ambiciosos, a lo sumo, de honores que más produzcan, se edifica poca civilización entre
los hombres.
Urge que vayan a Marruecos hombres de moralidad sin tacha para que la fuerza
del soldado que se sacrifica sea robustecida por la fuerza del bien obrar, y, en torno de
estos soldados de la fuerza y del honor cristianos, deben resplandecer los beneficios
portadores de la generosa liberalidad de la Iglesia, los hijos de Dios, los verdaderos
maestros de la verdad, los focos abrasadores de la caridad del Cristo del Calvario, que da
la vida por sus ovejas.
Os espanta el hábito monacal o la sotana del religioso que a los moros les atrae y
les da confianza. Que no aparezcan tales. Lo que importa es que lo sean. Vestirlos de la
clásica chilaba mora, si queréis, pero que ellos sean el alma de los poblados.
Si ellos mueren serán uno, dos, ciento, y la sangre de ellos será semilla de verdad
y de amor, mientras que la sangre del militar engendra antagonismo porque, si bien es
verdad que muere, también lo es que muere matando.
LA RELIGIÓN Y EL MUNDO ACTUAL – SURGE ET AMBULA
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Movilizad, si os parece, un, ejército de religiosos con el que sustituyáis las
trescientas bajas que confesáis haber tenido en la última sorpresa, y dadle libertad y
medios, como dais a los militares, para que ellos edifiquen también sus posiciones y yo
os aseguro que este ejército, o no es de verdaderos religiosos, o bien pronto los soldados
gozarán de la paz que hoy no tienen, porque fácilmente podrán llegar a perseguir a todos
los que quieran levantarse en contra de la acción protectora de España. Que esto, y no
menos, es lo que España necesita hacer para mantener su autoridad entre los cabileños.
Y cuando no esté a la defensiva, sino que ataque en donde sea menester y con la
fuerza de nación capaz, entonces podrá la gran debeladora del mahometismo, vencer a
éste en su propia casa y sacar a los moros del estado de barbarie a que su religión les ha
reducido.
Hagan los religiosos el bien de que sean capaces y la civilización del Rif será obra
de un cuarto de siglo, la conquista jamás.
Derechos de autor registrados
2017 Antonio García Megía y María Dolores Mira y Gómez de Mercado (Edición).
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