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Inserción laboral de graduados universitarios y desigualdad de genero.
Turmo Garuz, Joaquín; Bartual Figueras, M. Teresa
Universitat de Barcelona. E- mail: jturmo@ub.edu
Resumen:
La participación de las mujeres en la educación supera a la masculina en muchos países europeos. Sin embargo, esto no se refleja en el ámbito laboral. El objetivo de este trabajo es estudiar las diferencias de género en cuanto al tipo de contrato y salarios por parte de los graduados en el mercado laboral en Cataluña. A partir de datos de AQU Cataluña y, una vez clasificadas las titulaciones según su composición por sexos, los resultados muestran desigualdades en el tipo de contrato y salarios entre hombres y mujeres. Además, el campo de estudio también explica las diferencias de género en el mercado laboral. Estos resultados sugieren la importancia del proceso de socialización en la segregación de género.
Palabras clave: Género, mercado de trabajo y graduados universitarios.
1. Objetivos o propósitos:
Durante las últimas décadas ha habido una importante expansión de la
educación superior, lo que equivale a un éxito de las sociedades, al tiempo que
una necesidad para el propio éxito individual en la búsqueda de trabajo. La
educación superior está asociada a mejores perspectivas laborales y de empleo.
En ese período, el número de graduados universitarios ha aumentado
considerablemente (OCDE, 2015), hasta alcanzar el 40% de la población entre 25
y 34 años en 2013. El 46% de las mujeres de esa franja de edad poseían titulación
universitaria frente al 35% de los hombres.
Las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en los campos de las
humanidades, educación y salud, y sub representadas en los campos de la
ingeniería y disciplinas científicas (Charles y Bradley, 2002; 2009; Inglaterra, 2010;
Mills y Prag, 2014; OCDE, 2015). De acuerdo con la literatura sobre este tema, la
génesis de estas diferencias no radica en el momento de la elección de los estudios
por parte de los futuros graduados, sino que se debe a diferencias de género que
se modelan a lo largo del proceso de socialización. En consecuencia, el mercado
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de trabajo refuerza estas diferencias. Es decir, los roles culturales desarrollados
en este proceso corresponden a patrones sexuales consistentes con la asignación
social de los rasgos masculinos y femeninos, lo que lleva la segregación de género
en los campos de estudio y en el mercado laboral (Picchio, 1992; Carrasco, 2011;
Rodríguez y Enríquez, 2010 ). Como resultado, esta categorización de género
afecta a las preferencias en términos de titulaciones, lo que explica la
concentración de las mujeres en los campos con una mayor proximidad simbólica
a los estereotipos de género (cuidado, la educación y el trabajo social) (Roksa,
2005; Charles y Bradley, 2009).
El objetivo de este trabajo es analizar las diferencias de género en el salario y
tipo de contrato en las primeras etapas de la carrera profesional de los graduados
universitarios, identificar los factores que podrían explicar estas diferencias,
discutir posibles escenarios de superación de las desigualdades, así como
contrastar los resultados del análisis con los obtenidos por otros estudios sobre
el tema. El campo de estudio es el mercado laboral catalán.
En la siguiente sección se analiza la relación entre empleo, educación y género;
en la sección 3 se describe la metodología del estudio; en la sección 4 se discuten
los resultados y la sección 5 presenta las conclusiones.
2. Marco teórico:
El debate sobre la empleabilidad conecta con temas relacionados con la teoría del
capital humano, centrándose en la relación entre la educación y la formación y
beneficio correspondiente, mediante la incorporación de estos esfuerzos al
proceso de producción (Mincer, 1958; Shultz, 1961; Becker, 1993). Según estas
teorías, la expansión de la educación superior acarrea beneficios individuales y
sociales. En general, las personas con educación superior tienen mejores
expectativas de empleo e ingresos. Así pues, sería de esperar que la incorporación
de las mujeres a la educación superior pudiera conducir a una mejora de sus
habilidades e ingresos. Pero esto no es totalmente cierto, porque, si bien la brecha
de género se ha reducido gracias al acceso de las mujeres a la educación, la
desigualdad no ha disminuido en la misma proporción (Mill y Prag, 2014; OCDE,
2015). Además, la persistencia de esta desigualdad significa que las mujeres son
especialmente dependientes de su nivel de educación (Figueiredo et al., 2015).
La estructura del mercado laboral muestra que las mujeres con educación
superior tienen menor tasa de empleo y peor estatus profesional que los hombres
Organizado por:
(Weichselbaumer y Winter-Ebmer, 2005; Gerber y Cheung, 2008; England, 2010;.
OCDE, 2015). Análisis empíricos sugieren la existencia de relación entre género
y elección de disciplina de estudio, lo que, a su vez, tiene consecuencias sobre la
brecha salarial y perspectivas profesionales (Wolbres, 2003; Van de Werfhorst,
2004; Roksa, 2005; Smyth y Steinmetz, 2008). En definitiva, hay segregación
horizontal, debida a la desigualdad cultural, que redunda en desigualdad sexual.
Además, algunos autores sugieren que los patrones son cada vez más
divergentes en el rango de edad de las personas entre 25 y 35 años, etapa
altamente asociado con la reproducción y crianza de los hijos, así como en países
sin políticas de equilibrio equitativos (Präg Mills, 2014 ; OCDE, 2015). Algunos
autores consideran que hay mujeres que priorizan el equilibrio entre trabajo y
vida familiar (Begall y Mills, 2013; Oppermann, 2014).
3. Metodología:
El análisis se basa en datos de la Encuesta 2014 de Empleo de Graduados de la
Agencia de Garantía de Calidad de la Universidad de Cataluña (AQU) (ver Tabla
1), cuyo objetivo es analizar diversos aspectos sobre la inserción de los graduados
de las universidades en el mercado de trabajo. Se ha seguido un método de
investigación cuantitativo, basado en tablas de contingencia.
En primer lugar, a partir de los datos de AQU, se han clasificado los grados en
tres tipos, según la composición por sexos de los graduados: masculinizados,
feminizados y mixtos. La asignación por categoría se ha hecho mediante la
comparación con la media de las universidades catalanas: 59,1% de graduadas,
frente al 40,9% de graduados; realizando el contraste de una sola cola y con un
índice de error del 5%.
Se obtuvieron los siguientes tipos:
• Grados feminizadas. Estudios Comparados de Filología, Artes y Diseño,
Psicología y Pedagogía, Educación, Turismo, Enfermería, Medicina,
Odontología, Farmacia y Ciencias Veterinarias.
• Grados masculinizados: Deportes, Física y Matemáticas, Arquitectura,
Ingeniería.
• Grados mixtos: Geografía e Historia, Filosofía y Humanidades, Economía,
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Administración de Empresas y Derecho Comercial, Comunicación y
Documentación, Química y Biología.
Se construyeron tablas de contingencia para analizar las diferencias contractuales
y salariales de género para cada grado, a partir de tipos de contratos e ingresos
anuales.
4. Discusión de los datos, evidencias, objetos o materiales
Casi el 60% de los graduados en Cataluña en 2010 eran mujeres, frente al 40%
de hombres. Sin embargo, esa ventaja no parece corresponderse con ventajas de
las mujeres en la inserción laboral, especialmente en aspectos como el tipo de
contrato y la remuneración.
El análisis por tipo de contrato muestra dos tipos de diferencias: por género y por
grado. Las figuras 1, 2 y 3 muestran los resultados de los diferentes tipos de
contrato para cada tipo de título: masculinizado feminizado y mixto.
Las diferencias por grado muestran mayor porcentaje de empleo fijo entre los
titulados masculinizados que entre los demás; además, los trabajos feminizados
tienen mayor porcentaje de empleo temporal. Una explicación posible es que los
trabajos masculinizados están más estrechamente relacionados con la fabricación
y mayores actividades tecnológicas y de fabricación, que necesitan un empleo
estable; por el contrario, los trabajos feminizados tienden a estar más
relacionados con la prestación de servicios.
En cuanto a las diferencias de género, en los tres tipos de campos de estudio, el
porcentaje de empleo temporal es mayor en el caso de las mujeres que los
hombres, acentuándose dicha diferencia en las titulaciones feminizadas. Entre los
hombres se da una mayor tendencia al autoempleo.
Las diferencias entre sexos en cuanto al tipo de jornada (figura 4) muestran
mayor porcentaje de hombres que de mujeres en el empleo a tiempo completo,
por lo que las mujeres optan en mayor medida por el empleo a tiempo parcial.
También hay diferencias entre tipo de titulación: el mayor porcentaje de trabajo
a tiempo completo se da en los trabajos masculinizados, que superan en más de
20 puntos porcentuales a los feminizados. No puede ignorarse que el trabajo a
tiempo parcial es un hándicap para el desarrollo de la carrera profesional.
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Finalmente, las diferencias de ingresos resumen los aspectos de diferencias de
género analizados anteriormente. La figura 5 muestra la distribución salarial
entre hombres y mujeres, de acuerdo con los rangos dados de ganancias anuales,
con mayor porcentaje de mujeres en los salarios bajos y mayor porcentaje de
hombres en los salarios altos.
Esas mismas diferencias salariales se observan en los diferentes campos de
estudio, de acuerdo con las figuras 6, 7 y 8 y la Tabla 1. En todos los casos, la
proporción de mujeres que tienen bajos ingresos es mayor que la proporción de
los hombres, y la proporción de hombres que ganan altos salarios es mayor que
la proporción de mujeres. Además, las personas que trabajan en los campos
masculinizados de estudio tienen salarios más altos que otros.
La Tabla 1 resume los dos tipos de desigualdad salarial. Se trata de una tabla de
doble entrada con el tipo de título las columnas y de género en las filas, de
manera que la última columna muestra el salario promedio por sexo y la última
fila muestra el salario promedio por titulación. El último cuadro (100%) muestra
el salario promedio total.
La última columna muestra la brecha salarial de género, que asciende al 31%,
similar al resultado de UGT (2015), aunque en este caso se refiere a todos los
trabajadores. La última fila muestra la diferencia salarial por grados, que
asciende al 47.7%, comparando grados masculinizados con feminizados. Así
pues, hay dos tipos de brechas salariales: entre grados masculinizados y
feminizados y entre hombres y mujeres. La brecha salarial por tipo de grado es
mayor que la brecha salarial entre sexos, debido a dos efectos; por una parte, los
grados feminizados tienen mayor porcentaje de mujeres, por lo que el salario
promedio en estos grados es más próximo al salario medio de las mujeres;
mientras que en los grados masculinizados ocurre lo contrario.
Podemos resumir los resultados sobre diferencias de género en:
a) Aspectos que caracterizan el trabajo de las mujeres:
Mayor temporalidad en el empleo.
Mayor porcentaje de trabajo a tiempo parcial.
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Menores salarios.
b) Aspectos que caracterizan el trabajo de los hombres:
Mayor porcentaje de autoempleo.
Mayor porcentaje de contratos fijos, o menor temporalidad.
Menor porcentaje de trabajo a tiempo parcial.
Mayores salarios.
Así pues, la brecha salarial viene a resumir las diferencias de género, que
tienden a tener carácter acumulativo. Por ejemplo, el trabajo temporal
comportas salarios más bajos y menos oportunidades de promoción. Estos
resultados son consistentes con estudios en varios países de Charles y Bradley
(2002), Reimer y Steinmetz (2009), Smyth y Steinmetz (2008) y Van de Werfhorst
(2004) .Estas diferencias por tipo de grado están en línea con los estudios
realizados por Buchmann et al., (2008), Breen et al., (2010), Gundert y Mayer
(2012) y Begall y Millls (2012).
5. Resultados y/o conclusiones
Esta investigación muestra que, a pesar de la existencia de más mujeres que
hombres graduados de las universidades catalanas en 2010, existen
desigualdades de género significativas en el mercado laboral. Estas diferencias
están determinadas por dos aspectos: las diferencias de género, históricamente
persistentes en nuestra sociedad, y las diferencias por el tipo de grado;
básicamente entre grados masculinizados y feminizados. Esas diferencias se
dan, tanto en el tipo de contrato, como en los niveles salariales. De hecho, la
distribución por sexos, implícito en algunas ocupaciones, se muestra como un
factor crucial en la explicación de las diferencias: las ocupaciones en las que
predominan las mujeres tienden a caracterizarse por menor calidad de empleo,
es decir, mayor temporalidad, mayor porcentaje de empleo a tiempo parcial y
menor salario. Todo ello merma las posibilidades de promoción.
6. Contribuciones y significación científica de este trabajo:
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Este trabajo parece sugerir que la mera incorporación de las mujeres a la
educación superior no garantiza la eliminación de las desigualdades. Esas
desigualdades están relacionadas con la estructura del mercado laboral y están
arraigadas en el proceso de socialización y el carácter consecuente de la división
sexual en términos de trabajo que ello conlleva. Por lo tanto, se deduce que hay
una necesidad de reflexión crítica. Es necesario tener en cuenta el trabajo
realizado por las mujeres y su conexión con los estereotipos de género que se
relacionan principalmente con la reproducción (tareas domésticas, la educación,
la salud y las actividades de bienestar social).
7. Bibliografía
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Organizado por:
8) Charles, M. y Bradley, K. (2009): Indulging our gendered selves: sex
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13) Mills, M. y Präg, P. (2014): Gender inequalities in the school-to-work
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16) OCDE (2015): Education at a Glance Interim Report: Update of Employment
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20) Rodríguez, C. (2010): Análisis económico para la Equidad: Los aportes de la
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Organizado por:
21) Roksa, J. (2005): Double disadvantage or blessing in disguise? Understanding
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22) Schofer, E. and Meyer, J.W. (2005): The World-Wide Expansion of Higher
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23) Schultz TW (1961): Investment in human capital. American Economic
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24) Smyth, E. y Steinmetz, S. (2008): Field of study and gender segregation in
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26) UGT (2015): Trabajar igual, cobrar igual. Madrid, Secretaría de Igualdad
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27) Van de Werfhorst, H.G. (2004): Systems of Educational Specialization and
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28) Market Outcomes in Norway, Australia, and the Netherlands.’ International
29) Journal of Comparative Sociology 45(5), 315-335.
30) Weichselbaumer D., Winter-Ebmer R. (2005); A meta-analysis of the
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31) Wolbers, M. H. J. (2003): Job mismatches and their labour-market effects
among school-leavers in Europe, European Sociological Review, 19, 249-266.
Organizado por:
8. Anexo
FIGURAS Y CUADROS
Organizado por:
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
57,4
24
4,40,9
13,2
59,5
25,1
4,40,6
10,4
0
10
20
30
40
50
60
70
Fijo Temporal Becario Sin contrato Autónomo
Hombres Mujeres
Figura 1. Tipo de contrato en titulaciones masculinizadas (en %)
42,637,7
3,1 1,8
14,9
40,8
48
1,6 1,4
8,1
0
10
20
30
40
50
60
Fijo Temporal Becario Sin contrato Autónomo
Hombres Mujeres
Figura 2. Tipo de contrato en titulaciones mixtas (en %)
Organizado por:
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
44,8
29,2
7,8
1,7
16,5
49,3
32,1
7,3
1,3
10
0
10
20
30
40
50
60
Fijo Temporal Becario Sin contrato Autónomo
Hombres Mujeres
Tipo de contrato de titulados en titulaciones feminizadas (en %)
89,93
79,16
67,27
86,38
75,57
59,23
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
80,00
90,00
100,00
Masculinizadas Mixtas FeminizadasHombres Mujeres
Gráfico 4. Jornada de trabajo a tiempo completo por tipo de titulación (en %).
Organizado por:
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
0
5
10
15
20
25
Hombres
Gráfico 5. Ingresos anuales por sexo (en %).
0
5
10
15
20
25
30
Hombres Mujeres
Gráfico 6. Ingresos anuales, titulaciones masculinizadas (en %)
Organizado por:
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
Tabla 1. Indice salarial medio por titulación y por sexo.
Mixtos Feminizados Masculinizados Promedio por sexo
Mujeres 87,9 81,7 113,2 88,7
Hombres 101,7 96,1 129,9 116,2
Promedio por grado
93,3 84,5 124,8 100,0
Fuente: AQU Cataluña y elaboración propia.
0
5
10
15
20
25
Hombres Mujeres
Gráfico 7. Ingresos anuales, titulaciones mixtas (en %)
0
5
10
15
20
25
Hombres Mujeres
Gráfico 8. Ingresos anuales, titulaciones feminizadas (en %)
Organizado por:
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