ser apasionados perder el miedo al “qué dirán” convencernos a nosotros mismos saber lo que...

Ser apasionados Perder el miedo al “qué dirán” Convencernos a nosotros

mismos Saber lo que queremos

Nuestros propios retos:

Problemas que enfrentamos

Problema

La pobreza que aqueja a la sociedad actual

Solución

“Enseñar a pescar y no dar el pescado”

PROBLEMA

Consumismo, dependencia de las cosas materiales en consecuencia de ello se forma una barrera entre clases sociales

Capitalismo Búsqueda de lucro, de formas en las que pueda perjudicar al prójimo.

SOLUCIONES

Comprender que solo debemos pedir y conservar lo necesario, y en el exceso compartir con los demás

PROBLEMAS

Conformismo

SOLUCIONES

Buscar superarse, mediante el propio esfuerzo

Orientar a las personas para que no se estanquen

Problema

Egocentrismo: mirar un mundo a su perspectiva, solo en su entorno. Vivir sin empatía ni preocupación hacia los demás

Solución Inculcar y

transmitir empatía

Problema

Corrupción política: Falta de valores y un enfoque de ética postmodernista.

Jerarquía: Separación y distancia de las clases sociales.

Solución Inculcar valores

desde jóvenes, ya que somos el reflejo de lo aprendido en nuestras familias

Problema

Educación deficiente

Solución Preocupación de

parte de las familias y de las autoridades, pues la educación es la base para el desarrollo conjunto de la sociedad

Problema

Excesiva competencia

Solución Más

oportunidades, brindadas por las autoridades

Problema

Falta de iniciativa evangelizadora, falta de comprensión del evangelio

Solución Motivarse a ser

los focos que iluminen la sociedad

Grupo MoradoGrupo Morado

¿Cómo debe ser un lÍder franciscano?

¿Qué debemos hacer?

Hacer bien lo que tienes que hacer Aportar tu granito de arena en la sociedad No pretender ser un superhéroe y querer

cambiar el mundo en un solo día No ser pasivos

Es mi primer congreso, y déjenme decirles

que el resultado ha sido muy inesperado. ¡No se parece en nada a lo que yo creía!

Fue mucho más alegre y divertido. Mi grupo era muy amigable y unido, ya que cada uno aportaba, a su manera, en las charlas de cómo ser un buen líder que pueda contar con su equipo y con la sociedad.

Además, siempre dispuestos a trabajar

con compromiso y responsabilidad, de una manera dinámica y estando bajo la protección de Dios.

En mi grupo había gente muy diferente,

pero todos apoyaban con algo: Había los serios, los demasiado alegres, los conversadores y los que eran un poco serios.

Además, la última noche, todos estábamos muy cansados y adoloridos por el arduo trabajo. Pero aún así todos dábamos nuestro máximo esfuerzo.