alas del viento

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PARTICIPAN DE ESTE NÚMERO LUIS CASTRO - REVISTA SUPERFICIE - DANIEL ÁLVAREZ HAROLDO CONTI - LEÓN GIECO - TRINIDAD ROMERO JULIO CORTÁZAR - VICENTE ZITO LEMA - CALLE 13 GIOCONDA BELLI EL VIENTO Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) Poesía Periodística Año XVI - Número 77 Marzo de 2015 Sale cuando usted la busca ISSS 2314-2464

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Articulo cultural argentino

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  • PARTICIPAN DE ESTE NMERO

    LUIS CASTRO - REVISTA SUPERFICIE - DANIEL LVAREZHAROLDO CONTI - LEN GIECO - TRINIDAD ROMEROJULIO CORTZAR - VICENTE ZITO LEMA - CALLE 13

    GIOCONDA BELLI

    EL VIENTORevista Cultural Latinoamericana

    (Guturalmente hablando)Poesa Periodstica

    Ao XVI - Nmero 77Marzo de 2015

    Sale cuando usted la busca ISSS 2314-2464

  • EL VIENTORevista Cultural Latinoamericana

    (Guturalmente hablando)Poesa Periodstica

    ISSS 2314-2464

    EDITOR RESPONSABLE: Luis VilchezDIRECCIN: Barrio Gregorio Vivas - Manzana 47 - Casa 8 -

    Juana Koslay - San Luis - Argentina - Cdigo Postal: 5701

    IDEA Y DIRECCIN: Luis Vilchez y Mnica AlgarbeDISEO Y CORRECCIN: Cesar Bruto (Rayuela)

    Para apoyar este emprendimiento sociopoltico cultural sugerimos que compre y se suscriba a la revista. Compre

    nuestros libros de Ediciones Libros de la Calle. Lea y relea, saque fotocopias, difunda. Puede auspiciar, o apadrinar la revista, los

    discos y los libros. Esta revista se distribuye a pulmn. Caminando la ciudad. Se sabe que solo patinado por la realidad social se puede llegar a

    transmitir cultura

    PARA SUSCRIBIRTE A LA REVISTA O NUESTROS LIBROS

    CORREO ELECTRNICO:[email protected]

    BLOG CULTURALwww.revistaculturalelviento.blogspot.com.ar

    www.luisvilchezpoeta.blogspot.com.ar

    REVISTA CULTURAL LATINOAMERICANA (GUTURALMENTE HABLANDO) EL VIENTO, FUNDADA EL 21 DE SETIEMBRE DE 1999, EN JUANA KOSLAY, SAN LUIS, ARGENTINA, SUR

    DEL CONTINENTE AMERICANO, PLANETA TIERRA, EN RECOMPOSICIN METONMICA Y ANMICA.15 AOS CON LA CULTURA EN LA CALLE.

    FOTOGRAFAS Y DIBUJOSArchivo de la Revista Cultural Latinoamericana

    (Guturalmente hablando) El Viento

    COLABORACIN PERMANENTE Gloriosa Autoestima y Amorosa Perseverancia

    SEMILLAS DE TERNURA DE ESTE VIENTO AMOROSO Gloria Sorba - Jos Martn Belzunce - Myriam Mercau

    Laura Elgueta - Vicente Zito Lema - Brenda Opazo - Juan Minghetti Oscar Miremont - Mariela Zobin - Roberto Toto SantoroMarcelo Mangiante - Roberto Tato Iglesias - Fabio Boso

    Silvio Correa (Picheto) - Hugo Jofr Izu - Eduardo HeilbronEnzo Mottura - Carlos Adrian El Charly Villegas

    Pablo Melto - Gustavo Daz - Nora Bruccoleri - Pablo TorresBelu Soria - Claudia Cali Ferreira y ms... muchas y muchos ms...

    TAPA 16 de diciembre de 2014 se desarrolla la muestra final del instituto

    Rubinstein. La puesta del taller de violn, dictado por Luis Castro, de las cuales participaron 6 alumnas en una obra orquestal

    CONTRATAPA

    Dedicamos este nmero a Haroldo Conti, escritor y docente argentino, secuestrado y desaparecido en Buenos Aires el 5 de mayo de 1976, referente para quienes

    nacemos Vientos

    Pueblo y Rebelin, primer poemario de Daniel lvarez, (escritor, msico y docente de Catamarca), fue editado por A.I.F.A. (Asociacin Indiginista y Folclrica Andalgal), ao 2013. El libro busca rescatar las tradiciones de nuestros antepasados dndole un tinte

    moderno y de resistencia, un homenaje a su pueblo natal pero a la vez a todos los pueblos de Amrica y del mundo.

  • EDITORIAL NMERO UNOFLORES EL 8 DE MARZO

    Amanece con pelo largo el da curvo de las mujeres,Qu poco es un solo da, hermanas, qu poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!

    De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos

    -toda la atropellada ruta de nuestras vidas

    -deberan pavimentar de flores para celebrarnos

    (que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oylas floridas avenidas postradas de pena de Londres)

    Nosotras queremos ver y oler las flores.

    Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembrasen vez de machos,

    Queremos flores de los que nos cortaron el cltoris

    Y de los que nos vendaron los piesQueremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidramos a los hermanos y ayudramos en la cocina

    Flores del que se meti en la cama de noche y nos tap la boca para violarnos mientras nuestra madre dorma

    Queremos flores del que nos pag menos por el trabajo ms pesado

    Y del que nos corri cuando se dio cuenta que estbamos embarazadas

    Queremos flores del que nos conden a muerte forzndonos a parira riesgo de nuestras vidas

    Queremos flores del que se protege del mal pensamientoobligndonos al velo y a cubrirnos el cuerpo

    Del que nos prohbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte

    Queremos flores de los que nos quemaron por brujas

    Y nos encerraron por locasFlores del que nos pega, del que se emborracha

    Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes

    Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos

    Flores de las que se ensaan contra sus hijas, sus madres y sus nueras

    Y albergan ponzoa en su corazn para las de su mismo gnero

    .

    Tantas flores seran necesarias para secar los hmedos pantanos

    donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;

    arenas movedizas tragndonos y escupindonos,

    de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

    .

    Amanece con pelo largo el da curvo de las mujeres.

    Queremos flores hoy. Cunto nos corresponde.

    El jardn del que nos expulsaron.

    .

    8 de Marzo de 2007

    Ro San Juan - Nicaragua

    Por Gieconda Belli

  • EDITORIAL NMERO DOSEL ARREPENTIDO

    Ya aprendimos con los aos que la justicia slo se hace en el corazn. No se si vas a caer, slo se que el amor es tenaz y vuelve a salir como el sol. Se desmoron tu

    techo, te disparastes con la vida

    al pecho, el agujero en que castes tiene exactamente tu medida. Quiz en tus garras estuvo Haroldo Conti, pero como ibas a saberlo si adems de todo sos un pobre pedazo de brutalidad desinformada.

    A los capellanes que te dieron falsas prdicas, Dios, ya los puso

    aparte, no llegan a ser ni siquiera

    hijos del infierno. En este mundo aprendimos a justiciar a un ilegal sin

    documentos y a perdonar al

    que tiene licencia para matar. Los hechos superan las palabras y

    pisotan la inocencia de nuestros

    hijos. Pero, bajo la piedra pesada de los tiempos la flor va a darnos su

    escndalo. Ya aprendimos

    con los aos que la justicia slo se hace en el corazn.

    No se si vas a caer, slo se que el amor es tenaz y vuelve a salir como el sol.

    Llorars las lgrimas, las que an nos faltan por llorar Gritars la libertad, la que hiciste a gritos callar

    Siempre sers llanto de furia en cadenas

    Por la espalda y por miedos y tambin a espaldas de todos Los que aprenden a matar aprenden a morir de a poco

    Siempre sers llanto de furia en cadenas

    Siempre sers un pedazo de verguenza

    No hay palabra de Dios que borre lo que pas No se si vas a caer El amor es tenaz y vuelve a salir como el sol

    La memoria es de la vida, como de un vientre aquel que nace Las maanas son del da como los hijos de la sangre

    Siempre sers llanto de furia en cadenas

    Siempre sers un pedazo de verguenza

    No hay palabra de Dios que borre lo que pas No se si vas a caer El amor es tenaz y vuelve a salir como el sol

    Por Len Gieco

  • ESPACIO EN BLANCO PARA QUE EL LECTOR SE EXPRESE

  • CHARLA CON LUIS CASTRO

    EL VIENTO: Luisito... que bueno poder hacerte una nota. Recordamos con alegra cuando te conocimos con tu violn en La Rioja, a pesar que vos sos de Catamarca... cuntanos algo de tu vida Dnde creciste, como es tu ba-rrio, tus amigos, tu entorno? Por qu la msica entra en tu vida cual rayo de sol?

    LUIS CASTRO: Nac al igual que mis hermanos y mi Mam en un pueblo del interior de Catamarca, Una localidad que se llama Mutquin dentro incluso del departamento Poman. All viv 8 aos junto a toda mi familia y abuelos maternos cuando se toma la decisin de mudarnos a la capital, mas que nada por que temas de estudio, mis viejos por ah pensaban que seria lo mejor para nosotros los hermanos. Fueron dos aos de familia itinerante en alquileres hasta que se terminara de construir la casa que habamos comprado, hasta que nos establecimos finalmente en La Tablada. La Tablada es un uno de los barrios

    mas antiguos de la capital, casas muy antiguas al igual que las familias que aqu viven, un barrio lleno de gente mayor y con historias, y por ello tranquilo tambin... tiene sus cosas, como en todos lados, pero a nosotros nunca nos paso nada.

    CATAMARCA, ARGENTINA

    La mayora de mis amigos no son del barrio, solo un par. No tuve la experiencia de salir al barrio y jugar como la mayora pero si en otros lugares. A medida que creca me interese por muchas cosas a veces muy diferentes entre si, por lo que mis amigos y el entorno en el que me mova eran muy diferentes entre si: el colegio, cntrico, los chicos algunos del barrio, despus de la universidad, el instituto, la msica, la militancia poltica, la cultura, enseando... dentro de la msica misma estn los tangueros, los folcloristas, los clsicos, los roqueros, los cumbieros y cuarteteros. Que son como pequeos ambientes tambin muy diferentes en estilos de vida y en edades. As me nutr bastante de experiencias y en perspectivas de la vida.

    La msica clsica me llamo la atencin desde chiquito. Me acuerdo que mi Pap tena un cassette con La Inacabada de Schubert y yo me pona todas las siestas mientras dorman a escucharla, es desde entonces mi obra favorita... y aparece el violn como lo ms parecido al canto, y lo que a mi parecer esta cargado de expresividad, como lo fue esa obra en su momento, determinante.

  • Decid estudiar violn en el ultimo ao del colegio, yo tenia 16 y no tenia violn, la verdad es que a mis viejos nunca les gusto la idea, entonces mucha bolilla no me dieron. Me mande solo a una escuela vocacional, donde iba y practicaba con el violn de la profe Lela, hoy en da somos muy amigos, hasta que mi madrina en mi cumpleaos el ao siguiente me regalo un violincito, uno chino, un cremona de estudio. Que dicho sea de paso lo toqu tanto, le di tanta masa que el mstil, el mango empez a ceder y tuve que parar por que estaba por quebrar a la mitad. Hoy en da esta en reparacin aun. Juntando de a poquito plata me compr mi violn actual que es un semipro-fesional y lo amo como a un hijo... mi changuito le digo yo, un dvorak, checoslovaco, esto en paralelo con mi amor por la msica. Pero sobre todo con mi asombro con lo que se puede hacer la msica

    Emm. Tocayo, Sigo? por ah me explaye mucho... Dis-culpe.

    E.V: Si segu, es hermoso lo que nos contas, no te limites segu... por favor.

    L.C.: Bueno, bueno, sigo

    E.V: ToqueL.C.: Yo termine el colegio haciendo una tcnicatura en

    paralelo y un estudio de 5 aos en computacin. Sal con 3 ttulos maso... y me met a la universidad a estudiar ciencias econmicas. Mis viejos chochos obviamente. Ese ao me met al conservatorio tambin. Actualmente estoy en mi cuarto ao ah. Aun hoy me dicen que me dedique a estudiar la carrera de verdad, yo los entiendo, porque se que en el fondo quieren lo mejor para mi. Pero esa connotacin con la que tiene que cargar el msico, de bohemio, errante, hippie, es algo ya retrogrado en la medida que las sociedades avanzan y yo lo se, y puedo decir que estudiar msica es algo para mi, mas complejo que las ciencias econmicas.

    Rendir un final de violn me lleva meses y meses de pre-paracin, estrs, odio y amor hacia ese instrumento maldito y divino, y estar frente a un tribunal de examen hace que salga con la presin baja, que me tiemblen las piernas... que sufra y que ame aun mas lo que hago... un final en la universidad es eso

    nada mas... una prueba de conocimiento y sentido comn.

    DECID ESTUDIAR VIOLN EN EL ULTIMO AO DEL COLEGIO, YO TENIA 16 Y NO TENIA VIOLN, LA VERDAD ES QUE A MIS VIEJOS NUNCA LES GUSTO LA IDEA, ENTONCES MUCHA BOLILLA NO ME DIERON. ME MANDE SOLO A UNA ESCUELA VOCACIONAL, DONDE IBA Y PRACTICABA CON EL VIOLN DE LA PROFE LELA, HOY EN DA SOMOS MUY AMIGOS

  • E.V: Que edad tenes Lusito? Estamos aprendiendo de un verdadero maestro, en serio la cantidad de gente que se va a nutrir con tu historia de vida, culturalmente hablando Te gusta viajar y si te gusta qu sentido le das a los viajes?

    L.C.: estoy en la mitad de mis 21 aos. Viajar me encanta. Cada oportunidad que tengo de hacerlo me mando, as sea programado o no, la mayora de las veces no lo es. Nunca me mande mochilero o algo as, tengo amigos en muchas provincias que siempre es un gusto visitar y me esperan. Por ah suena a soador, pero voy curioso de aprender cada vez que salgo de Catamarca. Argentina es un pas muy extenso y cada provincia tiene una cultura muy diferente, una idiosincrasia, una mane-ra de desenvolverse y de encarar los problemas incluso una manera diferente de encarar las alegras. Y veo a Catamarca en cada una de ellas, en lo que tiene en lo que le falta y en lo que seria posible hacer o cambiar para crecer, y me veo a mi. Salir del lugar donde uno nace es siempre una oportunidad de conocerse a si mismo, y musicalmente ni hablar. La cantidad de conocimientos, experiencias, golpes y alegras que me traigo cada vez que salgo es totalmente impagable. Me gusta poner en comparacin siempre provincias y localidades de esas provin-cias en trminos musicales y estudiar y comprender el porqu, del desarrollo o no de ese potencial musical, ya sea en trminos orquestales, instrumentistas, de composicin, de literatura, del arte en general, si es que existe alguna manera objetiva de valorar el arte claro. Y eso me sirve para mirar a mi provincia en perspectiva, y entender, por que estamos como estamos, y tambin entender que hace falta o cual podra ser el camino, y termino casi siempre en la conclusin de que es simplemente voluntad, amor, y pasin.

    E.V: Tienes para compartir alguna experiencia alenta-dora en el campo de la cultura popular, que haya sucedido en tus viajes?

    L.C.: a mi changuito lo llevo siempre, as mis viajes no tengan nada que ver con la msica o con unas mini vacaciones. Hay msicos en cada lugar donde uno vaya, y cada uno tiene su experiencia, y considero que yo no la tengo, me paso el tiempo preguntando cmo es hacer msica en ese lugar, sea cual sea. En Mendoza la paso particularmente bien en ese sentido, me

    identifico con los cuyanos y la naturalidad con la que toman

    la msica, es casi parte de ellos, no est mal visto e incluso se convierten en carreras, con metas definidas las musicales,

    sean obras en particular, conciertos, puestos, o el desarrollo de ciertas capacidades que permitan dar lo mejor de su arte, y esto se trate de estudiantes, acadmicos, o msicos populares. Me ha pasado en Rosario de encontrarme de repente improvisando canciones con un brasilero en guitarra y un ruso con la balalaika en noches de verano, o en Mendoza con un pianista, un flautista

    y percusionistas haciendo msica chilena. La msica sea de la ndole que sea, del estilo que sea, o prevenga de acadmicos o populares, es siempre un regocijo, y lo es mucho ms cuando nos conocemos a travs de ella, es un lenguaje diferente y aun ms, creo, y lo digo siempre, que cuando haces msica con alguien, le estas conociendo el alma, y amo eso. No creo que exista mayor regocijo para el espritu que encontrarse con otro espritu y crear.

    E.V: Podramos charlar noches y noches sobre msica y otras ramas del arte (cosa que no descartamos para nuestro prximo encuentro) pero esta breve nota tiene un final

    abierto. Fue hermoso para nosotros encontrarte en el camino y esperamos sembrar una semillita, mas no sea de memoria y esperanza, con tus palabras de pueblo. Gracias joven tocayo, muy agradecidos todos por tanta pasin por lo que haces Tenes algn deseo para convidarnos, un sueo para despertarnos?

    L.C.: habrn notado a esta altura ya que soy algo fantico del violn, un poco defensor sectario de este instrumento. Pero lo hago conscientemente, creo que es un instrumento formador en todos los sentidos. El violn es algo ms que un instrumen-to: Cuestiona al msico en todas sus vertientes, explora todas las facetas de su peculiaridad. El violinista ana el equilibrio corporal de un bailarn con la competencia y la atencin del artesano, la precisin en el gesto del pintor, la memoria y la presencia del actor, la inteligencia del lector y la visin interior del poeta. Y al menos en mi caso es muy ejemplificador de los

    pesares y alegras de la vida en general, tanto estudiando en casa, como tocando en vivo, solista o en orquesta.

    Ahora bien, puede parecer un instrumento difcil la vida puede parecer difcil, pero creo que solamente una fuerza determinada puede provocar esta metamorfosis de la evolucin personal: el amor. Es el amor lo que nos da el impulso, la fe,

  • AHORA BIEN, PUEDE PARECER UN INSTRUMENTO DIFCIL LA VIDA PUEDE PARECER DIFCIL, PERO CREO QUE SOLAMENTE UNA FUERZA DETERMINADA PUEDE PROVOCAR ESTA METAMORFOSIS DE LA EVOLUCIN PERSONAL: EL AMOR.

    el inters, la perseverancia, sin los cuales cualquier iniciativa, cualquier esfuerzo, se diluyen en decepcionante veleidad. Si no estamos enamorados de la msica, enamorados de lo bello y de lo autentico, atrados por el perfume de lo sublime, curiosos ante cualquier manifestacin de la vida, por que comprometernos a seguir una va de replanteamientos que solo el amor justifica?

    el que no se ama a s mismo, que no presiente las maravillas que su naturaleza contiene y que ansan su llamada, por que se aventurara a una bsqueda de si mismo que solo le acarreara desilusiones? la motivacin mas constructiva en la conquista del instrumento es una motivacin de placer, fruto de nuestras disposiciones vitales y afectivas. La fe y la alegra en el trabajo son virtudes que prevalecen sobre todas las dems. Ningn violinista debe tener la sensacin de pesadez en el trabajo ni de trabajar por obligacin, sino mas bien la de disponerse a un placer, de cultivar su alegra a travs de los avatares de su evolucin y de las exigencias de la msica. No podemos educar nuestro cuerpo ni dar agilidad a sus miembros, confindolo

    todo a nuestra inteligencia sin obtener ningn placer a cambio de todo ello.

    Despus de cierto tiempo dedicado al estudio es cuando comenzamos a medir la extensin de nuestras lagunas, par-ticularmente cuando empezamos a percibir aquellas que ni sospechbamos antes, ello nos produce un dolor insoportable porque ambicionbamos conseguir un resultado inmediato. Para soportar una situacin as, y superarla, debemos mantener la mente dispuesta, con el mismo talante frente a los obstculos que al deseo ms puro, no desviado, que nos permita hacer lo que nos proponemos sin ms preocupacin que la fidelidad al

    propio instante. La prctica del tiro con arco, en el budismo zen, no tiene

    por objetivo entrenar al discpulo para que adquiera potencia sin ms motivo, sino al contrario, para que dicha potencia sea siempre superior a la que necesita en el momento. Este tipo de escuela de la conquista de si mismo deriva de un ideal bastante alejado, por lo comn, de nuestra mentalidad occidental. Pero creo que merece no obstante, inspirar profundamente nuestra actitud interior ante la formidable aventura que el violn nos ofrece.

    En este tiempo con mi changuito, maravillosas cosas me

    pasaron y crec mucho, ahora por ejemplo pude ingresar a la Orquesta Juvenil Nacional Juana Azurduy dando conciertos con ella por todo el pas, adems de mis proyectos musicales aqu, como es Rittual, y mi hermano del alma quien es Abel Bazn, el cantante y guitarrista y el alma de Rittual, a quien voy a agradecer siempre, porque fue incondicional con su apoyo. Y ahora tengo la feliz noticia de haber sido becado para una pasanta y estudiar en la Orquesta Escuela de Chascomus y en la Academia Argentina de Violn hasta noviembre con la fundacin SOIJAR, adems de hacer capacitaciones en gestin y docencia orquestal, para poder en un futuro formar ncleos orquestales en Catamarca y devolver lo que la vida me dio, porque recib mucho, he recibido mucho, y soy y ser un eterno agradecido.

    Les agradezco a ustedes y a mi tocayo, por esta experiencia de hablar un poquito algo que tal vez todos los msicos sienten o piensan, y espero ansioso un prximo encuentro.

    Me despido con un proverbio budista, solo para dejar testimonio de mi gratitud: Un dedo apunta la luna, infelices aquellos que miran el dedo

    Nota: Luis Vilchez (su tocayo)

  • 10

    HISTORIAS DE REVISTAS, BLOG, EDITORIALES

    VIGSIMA CUARTA COMPILACIN Un trabajo de compilacin de Luis Vilchez

    REVISTA SUPERFICIE: UNA EXPERIENCIA DE PERIODISMO EN LA PERIFERIA

    MISIONES, ARGENTINA

    Un proyecto comunicacional surgi-do en 2008, rompe con el paradigma conservador y los mtodos comerciales del periodismo grfico tradicional de la

    provincia de Misiones. Entre la lucha por la supervivencia diaria y el ideal de no transar, Superficie comparte los desafos

    y problemticas de cientos de revistas autogestionadas del pas.

    Segn datos de la Asociacin de Re-vistas Culturales Independientes Argen-tinas (Arecia) existen aproximadamente unas 500 revistas autogestionadas en todo el pas. Si bien se trata de una termino-loga en constante y dinmica tensin como la palabra independiente- , podra decirse que en trminos generales, hay consenso para definir a la autogestin

    cmo un proceso o abordaje, lleno de formas y herramientas que, puestas al servicio de un emprendimiento editorial, permite que una publicacin irrumpa y se sostenga en un escenario determinado. Arecia tiene sus orgenes en 2001, en el marco de una Argentina de heridas abier-tas. La organizacin fue creciendo pau-latinamente, al ritmo exponencial en el que fueron floreciendo este tipo de publi-caciones, que hoy conforman claramente un sector. Confluyen ah, revistas de gran

    diversidad, entre las cuales destacan por la popularidad alcanzada, Revista Mu, THC, Barcelona, La Garganta Poderosa, El Teje, y tantas otras. Algunas, aunque no formen parte activa de Arecia, repre-sentan ejemplos paradigmticos de lo que debe entenderse por una revista cultural independiente, tal es el caso de la Revista Sudestada, que en 2012 alcanz once aos de soberana existencia, gozando hoy de excelente salud. Una de las casi

    55 revistas que conforman Arecia, es la revista Superficie. Uno de sus actuales

    directores, el periodista Sebastin Korol, cuenta que en 2007, se gest lo que podramos llamar en trminos biolgicos el embrin de nuestra Revista Superficie.

    Una idea, una abstraccin, un sueo que clamaba a gritos, desesperadamente, volverse real. Qu queramos hacer? Por qu queramos eso y no otra cosa? El proyecto tena entonces y ahora, aunque cada vez menos- muchas imprecisiones pero un norte claro: hacer otro periodis-mo. Estbamos indignados. Humillados y ofendidos con el tratamiento que los medios concentrados de nuestra Misio-nes abordaban determinadas cuestiones. Pero ms molestos an, estbamos con lo que esos medios callaban. Sentamos que una parte gigantesca de la realidad no estaba siendo visibilizada. Secuestro de informacin, operacin, manipuleo, omisin, lnea editorial, o como quiera llamarse. Queramos hacer una revista que sea un contrapeso, o un anticuerpo, contra eso que nos estaba revolviendo las tripas. Hacia principios de 2008, el proyecto Superficie se encaminaba a

    la siempre trascendental y emocionante etapa que implica preparar el primer nmero. La gestin econmica, corra por cuenta propia: sin auspicios ni sub-

  • 11

    sidios. Aporta Korol: al mismo tiempo, queramos gestionar nuestro proyecto con total independencia, con absoluta libertad hoy hay quienes desde sus trincheras corrompidas intentan hacer creer que no se puede hacer periodismo verdaderamente libre y sin caer en la venta publicitaria convencional, sa que financian los grandes grupos de poder,

    que terminan comprando no slo avisos publicitarios, sino lneas editoriales ente-ras. Como contrapartida a la imposibili-dad de acceder a dividendos econmicos provenientes de la venta publicitaria a escala, Superficie acudi a los crculos

    ntimos, los comercios pequeos pero comprometidos con causas comunes a la revista, y el apoyo de organizaciones sociales. Mariana Lombardini, una de las fundadoras de la revista, record: nues-tro primer nmero sali el 24 de marzo de 2008, y el informe de tapa fue sobre las plantas contaminantes de Alto Paran S.A en el norte provincial. Fue la primera vez que un medio realizaba en la provincia un informe cmo aquel: la empresa destina cientos de miles de pesos en publicidad para silenciar los impactos de su accio-nar (cncer, monocultivo, expulsin de campesinos originarios, destruccin del medio ambiente, etc). Ningn kiosco quiso exhibir la revista en sus escapa-

    rates. Entonces cargamos las revistas en la mochila, y salimos a venderla por los pueblos. Nos acercamos a la ONG La Misin, que trabajaba con egresados carcelarios, y pronto ellos empezaron tambin a venderla callejeramente con nosotros. En menos de dos meses ven-dimos mil ejemplares y cosechamos una carta documento de Alto Paran S.A.. Su compaero, Korol, agrega que hubo de pasar mucho tiempo, hasta darnos cuenta, que lo que estbamos haciendo, era una revista cultural independiente, y autogestionada.

    HAY CONSENSO PARA DEFINIR A LA AUTOGESTIN CMO UN PROCESO O ABORDAJE, LLENO DE FORMAS Y HERRAMIENTAS QUE, PUESTAS AL SERVICIO DE UN EMPRENDIMIENTO EDITORIAL, PERMITE QUE UNA PUBLICACIN IRRUMPA Y SE SOSTENGA EN UN ESCENARIO DETERMINADO.

  • 12

    Reconocimiento y ley Desde Arecia, se viene impulsando con fuerza federal, una normativa paran el sector de las revistas autogestionadas: la Ley de Fo-mento para la Produccin Autogestiva de Comunicacin Social por Medios Grfi-cos y de Internet. Muchas otras revistas alternativas, como Mu, THC o Barcelona, vienen alentando, al igual que nosotros, un proyecto que permita el desarrollo de los casi 500 medios grficos culturales

    que se chocan de frente con los grandes pulpos mediticos, o con las limitaciones que implican las rutas editoriales, tal como estn planteadas. De algn modo, estamos pidiendo un reconocimiento simblico en defensa del inters cultural que representan esos medios y un reco-nocimiento del trabajo autogestivo, que respete los recursos generados de manera autnoma y los libere de la carga imposi-tiva, para poder hacer frente a los costos, como as tambin la conformacin de un ente que deba proporcionar un valor cercano al 20% de la pauta oficial, para

    la sustentabilidad de esas voces que hoy no estn, o que sobreviven con la soga al cuello explican desde la revista Su-perficie, nica publicacin del nordeste

    argentino que hoy se encuentra incluida en la asociacin.

    Sostenerse Superficie est compuesta por un colectivo de siete personas, entre periodistas y diseadores que entre todos, hacen de todo. Sin un espacio fsico fijo, el mtodo de trabajo exige, adems

    de los trabajos periodsticos de campo, reuniones porttiles que pasan por casas, lugares pblicos, bares, etc. Para Mariana Lombardini, quien adems es docente de la carrera de Comunicacin Social de la Universidad Nacional de Misiones, el problema de la sustentabilidad eco-nmica es central. Para garantizar una verdadera democratizacin de las voces, es fundamental democratizar el acceso a los medios de produccin, a los recursos. El hecho de que no se trabaje con fines de

    lucro, no implica para nada la idea de que un medio, alternativo, comunitario, popu-lar, no tenga derecho a acceder claramen-te a todos los beneficios y posibilidades

    que el resto de los medios comerciales. Especificando en el caso Superficie, Lombardini agrega que nosotros hasta ahora no pudimos afianzar por ejemplo,

    una periodicidad de aparicin: tenemos que salir cada vez que agotamos n-meros, sino no cierran las cuentas. Nos leen miles de personas en la provincia, a travs de las redes nuestros informes se distribuyen en un sinnmero de ciudades, sin embargo no tenemos redaccin, no cobramos por nuestro trabajo, y vivimos siempre en conflicto econmico. Una ley

    adecuada, debera garantizar el acceso a las herramientas que dan sustentabilidad a un proyecto editorial. En el plano periodstico, la revista supo afianzar un

    prestigio largamente extinguido de los medios tradicionales de la provincia. Con informes que trascendieron la pro-vincia como el que en 2010 visibiliz a un espa de la dictadura convertido en

    ministro (tuvo que renunciar) la revista Superficie alcanz cierta trascendencia.

    Bsicamente, el proyecto comprende una pgina web, una edicin en soporte papel de irregular aparicin, y libros especia-les con investigaciones periodsticas. Estamos incursionando en dar talleres de comunicacin popular, y en el plano audiovisual. La idea es formar una coo-perativa, y seguir luchando por expandir el mensaje, afianzar el proyecto resume

    Diego Bogarn, otro de los directores de Superficie. En cuanto a las temticas que

    aborda la revista, o el perfil editorial de la

    misma, puede observarse una mayoritaria eleccin, en cuanto a la presentacin de las producciones periodsticas, del gnero crnica. Rescatamos la crnica, un gnero que en nuestra provincia est ausente y casi no ha existido, es un g-nero absolutamente marginal en nuestra zona de influencia indica Korol. Privi-legiamos la investigacin periodstica, la informacin responsable, desestimamos el uso del potencial y cualquier indicio de sensacionalismo, pero al mismo tiempo buscamos ser profundos, ir al hueso y no distraer agrega Bogarn. Conflictos

    sociales por la tierra, Violencia institucio-nal, Violencia de Gnero, Pueblos Origi-narios, Derechos Humanos, Educacin y otros tpicos, forman parte de la agenda cotidiana de Superficie, nica revista

    cultural, periodstica y autogestionada de la provincia de Misiones.

  • 1

    OBRA DE GIOCONDA BELLIRECETA DE VARN

    No importa si no es hermoso-la fealdad en el hombre

    puede despertar ciertos atvicos instintos femeninos-

    pero es esencial que el pecho sea acogedory que los brazos ofrezcan la promesa

    de abrazos apretados y tiernos.

    Vello en el cuerpo o no,es cuestin de gustos.

    Personalmente los prefiero

    tapizados,

    con espacios de sombras oscuras

    suaves al tacto,

    y capaces de llenar el olfato

    con el olor del da a flor de piel.

    La cintura que se defina, por favor,

    que no le sobre, ni le falte,

    que no acuse el descuido del dueo,ms que en ciertas pocas permisibles

    donde unas libritas de ms,

    son slo testimonio de amables libaciones.

    Las manos son definitivas:

    deben saber sostener la cabeza de la mujer

    con el celo con que el marinero le escatima al viento

    la nica lmpara de aceite en medio de la tormenta;

    ser giles como pjaros o cabras de monte,

    capaces de la forja del hierro, la lgrima,

    y esculpir los intrincados artesonados del placer.

    Las piernas tambin son importantes

    pero les perdonamos las torceduras,

    lo tosco, las imperfecciones,

    si al encontrarnos con la boca

    vemos una sonrisa en la que poder confiar

    y unos ojos que nos aseguren la maana.

    La espalda masculina debe ser extensa

    como una pradera por donde puedan pasearse los bfalos

    y los heliotropos,

    y es fundamental que en las caderas

    se alcen dos colinasinequvocas, slidas,

    que se nos queden prendidas a la memoriacuando el hombre se vuelva para marcharse,

    alejndose en la noche.

    La voz que resuene con vibraciones de bajo

    pero que sepa modularla tensa y dulce melancola del acorden,

    lamentando el fin de la luna en la ventana.

    El hombre, al fin,

    ese mtico animal

    que reinventa siglo tras siglo

    las quimeras que pueblan las obsesiones femeninas,

    habr de conservar,

    -perdida la absoluta hegemona-

    todas aquellas cosas

    galantes, fuertes, acogedoras,

    que, a pesar de todos los pesares,

    lo mantienen slidamente anclado,

    en el profundo, incansable mar,

    de las hembras.

  • 1

    AMRICA EN EL IDIOMA DE LA MEMORIA

    He odo la lengua de mis antepasados en sueos.He visto sus fi guras en habitaciones confusas,

    que slo puedo nombrar con el habla ajena

    de quienes para siempre los confi naron

    a la regin de las sombras.

    No entiendo sus palabras,

    pero en los sueos se alargan como palmeras,brillan como las plumas del Quetzal.

    Cmo habrn sido los mercados en Tenochtitln,

    el pregn de los vendedores de penachos de papagayo,la voz de la mujer ofreciendo quequisques o yuca,

    la sombra voz del vendedor de papas?

    Con qu palabras sonando a ro o aguacero,

    se declararan el amor el hroe del juego de pelota

    y la muchacha dulce con las cestas de jipijapa?

    Las palabras de los pueblos se parecen a sus montaas

    y a sus lagos,se parecen a sus rboles, a sus animales.

    Cmo sera la lengua que hablara de los ceibos

    y los jaguares,de la luna incandescente y ecuatorial,

    de los volcanes erectos?

    He odo la lengua de mis antepasados

    en sueos,en habitaciones confusas que slo puedo describir

    con la lengua del despojo.

    II

    Ocultamos nuestros Dioses, nuestros mitos,

    bajo la prpura vestidura de sus santos.

    Recreamos su idioma.

    Lo rehicimos nuestro,

    le hicimos decir la lluvia torrencial,

    y el dulce ulular de la quena, la altura de los Andes,

    y la selva impenetrable del Amazonas.

    Nos cambiamos los nombres para sobrevivir,

    pero el mundo lo nombramos

    con cdigos y cdices que an ahora les son indescifrables.

  • 1

    Nos quisieron cambiar de piel,

    pero untamos de cacao sus genes

    para engendrar el chocolate claro

    y el chocolate quemado:

    hombres y mujeres de chocolate

    poblando de nuevo el Continente

    del Trueno y la Desolacin

    Reconstruimos nuestras ciudades magnfi cas

    Mxico, Buenos Aires, Lima, Ro

    y guardamos en lo ms hondo de nuestras tinajas

    la sabidura de nuestra memoria avasallada.

    III No triunfamos. ramos inocentes y hablbamos a la Tierra con respeto,

    como huspedes, no como Seores.

    Sacrifi cbamos la Vida al Sol

    ellos, en cambio, se la ofrecan al oro,

    que no hace ms que imitarlo.

    La Tierra era nuestra cmplice.

    La honrbamos, la celebrbamos.

    Ellos no amaban la Tierra,

    la despojaban como si les perteneciera,

    igual que nos despojaron a nosotros

    como si tambin les perteneciramos.

    Nos obligaron a usar sus palabras

    a vestirnos con sus ropas

    Nos obligaron a adorar al Dios

    que ellos mismos haban crucifi cado

    Ni siquiera de la culpa que sentan por su muerte nos eximieron

    dicindonos que tambin haba muerto por nosotros

    y que tenamos que pagar con nuestras vidas

    el pecado de no conocerlo

    IVHe odo la lengua de mis antepasadosen sueos.

    En sueos he escuchado sus gritos.

    El crujir de sus genitales,

    el dolor de los partos mestizos,

    de los hijos de las violaciones.

    Ya no pudimos nombrar a los nios

    con nombres de fl ores, de cactos, de rboles

  • 1

    de constelaciones.

    Aprendimos a contar el tiempo con sus medidas

    y llamamos a los das con sus nombres extraos.

    V.Quienes somos?Quienes son estos hombres, estas mujeres sin lengua,

    escarnecidos por su color,por sus pieles, sus plumas y sus adornos?

    Para que no leyramos ms que sus cdices,

    quemaron los nuestros en altas piras incendiarias.

    Nuestra historia, nuestra poesa, los anales de nuestros pueblos

    nos llenaron de humo los cuencos de los ojos,nos llenaron de lgrimas las entraas.

    Ardieron los amates pintados cuidadosamente por los escribas.

    Ardieron las historias que nos hacan ser lo que ramos.

    !Cmo aullaban los viejos en las plazas,

    viendo arder los nombres de sus padres en el fuego!

    Ah! noche larga, noche triste de las cenizas!

    Noche en que nos quedamos sin manos, sin lengua, desmemoriados!

    VILa Tierra nos salv, la sangre, el color de las frutas,el vahdo del viento en los desfiladeros de Machu Pichu.

    Se apropiaron de todo pero la Tierra nos segua cantando,

    las Cataratas del Iguaz, el Titicaca, el Orinoco, la Pampa,

    Atitln ,Momotombo, Tikal, Copn.

    La Tierra conoca el toque de nuestras manos:

    Los volcanes nos hablaban; los ros nos lavaban las lgrimas,

    la selva nos escondi.

    A ellos los acababa la nostalgia.

    El oro les cobraba su precio. Se mataban entre s.

    Se hundan sus barcos. Sus hijos los desconocan.

    En los vientres de nuestras mujeres se fueron extinguiendo.

    Sus genes hirvieron en el cacao

    y no se reconocieron en sus descendientes.

    VIIHe odo la lengua de mis antepasados,en sueos.

    En sueos he escuchado sus risas.

    Paciente la paciencia,

    la resistencia.

  • 1

    Siglos de silencio, de espera.

    El tiempo fluido haciendo espirales,

    subiendo desde los desiertos de la Patagonia,

    cruzando los Andes, las cordilleras, el trpico hmedo,

    las praderas de los bfalos.

    El hombre de las grandes ciudades destruye su mundo.

    El hambre, la violencia, cava tneles bajo sus pies,

    socava los cimientos de los dolos forasteros.

    Los ojos de Amrica aguardan el retorno de Quetzalcatl

    -la serpiente emplumada-

    He odo la lengua de mis antepasados

    en sueos.

    Sueos que nunca duermen.

  • 1

    Y DIOS ME HIZO MUJER

    Y Dios me hizo mujer,de pelo largo,ojos,nariz y boca de mujer.

    Con curvas

    y plieguesy suaves hondonadasy me cav por dentro,

    me hizo un taller de seres humanos.

    Teji delicadamente mis nervios

    y balance con cuidado

    el nmero de mis hormonas.

    Compuso mi sangre

    y me inyect con ella

    para que irrigaratodo mi cuerpo;

    nacieron as las ideas,los sueos,el instinto.

    Todo lo que cre suavemente

    a martillazos de soplidos

    y taladrazos de amor,

    las mil y una cosas que me hacen mujer todos los das

    por las que me levanto orgullosa

    todas las maanas

    y bendigo mi sexo.

    YO, LA QUE TE QUIERE

    Yo soy tu indmita gacela, el trueno que rompe la luz sobre tu pecho

    Yo soy el viento desatado en la montaa

    y el fulgor concentrado del fuego del ocote.

    Yo caliento tus noches,

    encendiendo volcanes en mis manos, mojndote los ojos con el humo de mis crteres.

    Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,

    riendo la risa inmutable de los aos.

    Yo soy el inexplorado camino, la claridad que rompe la tiniebla.

    Yo pongo estrellas entre tu piel y la ma

    y te recorro entero,

    sendero tras sendero,

    descalzando mi amor,

    desnudando mi miedo.

    Yo soy un nombre que canta y te enamora

    desde el otro lado de la luna,

    soy la prolongacin de tu sonrisa y tu cuerpo.

    Yo soy algo que crece, algo que re y llora.

    Yo, la que te quiere.

  • 1

    EN LOS TIEMPOS DE LA MINGA

    Un viejo asolendose como vigamira sus recuerdos como un limoneroque mantiene sus races en la tierra.

    Una abuela pensativa junta lea de los algarrobos

    para cocinar en una salamandra la comidaque la memoria no logra borrar.

    Otros campesinos dejan jubilosamente su grano de arena

    en el tiempo descalzo que camina con pasos inciertos

    en las calles enripiadas donde agoniza la siesta.

    EL COSECHERO

    En el paisaje silenciosamente enjoyeladoel sol observa en los oros de sus rayos

    los frutos caer sordamente en la tierra,

    rompiendo las miradas bondadosas,

    de quien las recoger con calma,

    y un canto de carnaval

    nacido de la alegra del vino y la chicha.

    El cosechero con alma de coplerojunta el alimento de la tierra amamantadora,

    lava su cansancio con el vino aejoy el agua de las acequias inmaculadas.

    Al terminar su jornada

    vuelve con una sonrisa a casa,un morral de vida en su hombro,

    porque es hombre de pueblo

    e hijo de la tierra.

    OBRA DE DANIEL LVAREZCATAMARCA, ARGENTINA

  • 20

    EL PUEBLO

    El pueblo que lleva la heridacamina con la espina, la espiga,sin olvidar, ni perdonar;

    gritando, cantando, clamando,

    para hacer historia,

    sin perder las esperanzas,

    rompiendo cadenas, hermanndose

    sonriendo llorandoreconocindose,

    con trabajo, y su propio brillo;

    dicindole s a la vida,no al olvido, ni a la muerte

    Ese pueblo, es nuestro pueblo.

    LA MEMORIA NO SE BORRA

    Ellosescribieron en tierra y cielo

    soledad, memoria y olvidocon tintas rojas y negras

    de venas y ros;

    dejando pginas incompletas

    en el libro de la historia,

    para no borrar el silencio

    de los acallados.

    PASOS

    Siento mis pasosjunto a los de mi hermanos

    fuera del tiempo

    en que fueron ejecutados,

    dejando en la veredaun aspecto espectral,

    y una raz madura

    envuelta plcidamente

    en la cristalina verdad.

    Escucho aquellas hmedas pisadas,

    Preguntndose hasta cundo

    seguiremos sonandocomo castauelas descoloridas,

    persiguiendo a la utopa que se aleja

    dejando un vaco para llenar al caminar?.

    Oigo sigilosamente aquella marcha

    que descubre las respuestas y comprende

    el sentido de andar en las agujas del sol.

    Daniel en su paso por San Luis, con integrantes de la re-vista Hiperbrea en casa del actor y poeta Tati Banegas

    (a la derecha). Enero de 2015.

  • 21

    PERDIDO

    El tren sala a las ocho o tal vez a las ocho y media. Recin diez minutos antes enganchaban la locomotora pero de cualquier forma el to se pona nervioso una hora antes. Todos los del pueblo eran as. Apenas llegaban y ya estaban pensando en la vuelta. Su padre haba hecho lo mismo. La mitad del tiempo pensaba en las gallinas, que coman a su hora, o en el perro, que haba dejado en lo del vecino. Para el Buenos Aires era la Torre de los Ingleses, Alem, la avenida de Mayo y, por excepcin, el monumento a Garibaldi, en Plaza Italia, porque la primera vez que vino, con la vieja, se ex-traviaron y fueron a parar all. Se sacaron una foto y el tipo de la mquina los puso en un tranva que los llev a Retiro. De cualquier forma llegaron una hora antes y con todo estaban tan excitados que casi se meten en otro tren.

    OBRA DE HAROLDO CONTI CHACABUCO, BUENOS AIRES, ARGENTINA

    Mientras cruzaba la Plaza Britnica con aquella torre que de alguna manera presida su vida, vista o entrevista a cualquier hora del da en que pis Buenos Aires, y luego los aos y toda la perra vida, y ahora esa vieja tristeza que le na-ca de adentro, bueno, y la torre siempre alli como el primer da. mientras cruzaba la plaza, pues, vi al to por anticipado en un rincn del hall del Pacfico (ellos

    todava decan Pacfico) encogido dentro

    del sobretodo que ola a tabaco, con la valija de cartn imitacin cuero a un lado y un montn de paquetes sobre las rodillas, manoseando el boleto de segun-da dentro del bolsillo para asegurarse de que todava segua all.

    Lo haba llamado dos o tres veces desde el hotel Universo pero l estaba fuera y la muchacha entendi las cosas a medias. Despus trato de llegar hasta la casa, a pie, por supuesto, pues los troles y los colectivos lo espantaban. Se haba extraviado en algn punto de Leandro Alem y antes de perder de vista la Plaza Britnica prefiri volver a Retiro y es-perar el tren.

    Haca un par de aos que Oreste no vea al to pero estaba seguro de en-contrarlo igual. La misma cara blanca y esponjosa salpicada de barritos y de pelos con aquellos ojos deslumbrados que se empequeecan cuando miraba algo fijo,

    el moito a lunares marchito y grasiento, el mismo sobretodo negro con el cuello de terciopelo, el chambergo alto y aludo que se calzaba con las dos manos y el par de botines con elsticos.

    La estacin Pacfico se haba empe-queecido con los aos. Eso pareca, al menos. En realidad era un msero galpn con un par de andenes mal iluminados. En otro tiempo, sin embargo, veo a todo aquello coloreado por una luz misteriosa. La propia gente estaba impregnada de esa luz. Era esplndida, leve y gentil, como si no fuera a cambiar ni a morir nunca y la estacin luca como un circo. Pero la gente haba cambiado de cualquier forma y la vieja estacin Pacfico luca ahora

    como lo que era, un misero galpn de chapas lleno de ruidos y olor a frito.

  • 22

    No pareca convencido. Saco y exami-n el viejo Tissot con agujas orientales.

    -Que te deca?... Ah, si! Vine a ver a

    mi primo, Vicente.

    Haca seis aos que no lo vea. Somos del mismo pueblo, Baigorrita. Le estaba prometiendo siempre. Que hoy, que ma-ana. Sorbi un traguito de Cinzano.

    -Est viejo. Casi no lo conozco.

    Permaneci un rato en silencio con el mismo gesto abstrado que tena cuando esperaba en el hall.

    -Qu tal? Cmo va eso?-volvi a pre-guntar con desgano. -Bien, bien.

    -Se progresa?

    -Se progresa.

    Se miraron con afecto, sonrieron y callaron.

    El to haba sido siempre as. El to y todos ellos.

    -Traje una punta de encargues. La ta me pidi unas latas de Sal de Hunt. Hace mas de un ao que anda detrs de eso.

    Fui a buscarlas a Junn hace dos meses. No... en noviembre. Hace cuatro meses.

    -Para qu sirve? , -Para el estmago. Es una gran cosa. La gente toma ahora toda clase de porqueras, pero sto es realmente bueno.

    Le puso una mano sobre un hombro y lo mir largamente. Oreste sonri despacio. Estaba acostumbrado a aquel estilo.

    -A qu hora sale el tren? -A las ocho y media.

    -Son las siete y cuarto. Vamos a tomar algo.

    -No... mejor nos quedamos aqu. ?A dnde vamos a ir? Entre que arriman el tren,y enganchan la locomotora se va el tiempo.

    S, pero nosotros no tenemos nada que ver en todo eso. Vamos.

    -?Y a dnde? No hagas cumplidos conmigo, hijo.

    Estuvieron forcejeando un rato hasta que por fin lo convenci y se metieron

    en el bar de la estacin. Consiguieron un lugar desde el cual, a travs de una perspectiva complicada, vean un pedazo del andn nmero 4.

    Oreste pidi hesperidina y el to, a fuerza de insistir, un Cinzano con bter.

    -Cmo se largo hasta aqu?

    -Eh!... haca tiempo que lo tena

    pensado.

    El to mir el reloj del bar y puso cara de espanto.

    -Esta parado --dijo Oreste sujetndolo por un brazo.

    Vi al to en un banco, debajo del horario de trenes. Pareca muy pequeo e insignificante. Tena las manos metidas

    en los bolsillos, las piernas bien juntas, un paraguas sobre las rodillas y la mirada perdida en el aire.

    Miraba en su direccin pero no lo vea. No vea nada.

    Reaccion cuando lo tuvo delante. --!Oreste!

    Se abrazaron y se besaron, de acuerdo a la vieja costumbre.

    Oreste dej que el to lo palmeara un buen rato. Tena ese olor familiar, un olor masculino que evocaba a aquellos hom-bres reservados de su infancia que le son-rean, con breve indulgencia, como el to Ernesto, grande como un ropero y delante del cual tragaba saliva invariablemente, o el gran to Agustn, la nica vez que lo vi el da que vino de Bragado en aquel Ford A con cadenas que echaba una nube de vapor por el gollete del radiador, o al propio to Bautista cuando era el mismo por entero y no apenas esta sombra.

    Se apartaron y el to pregunto sin soltarle los brazos:

    -Cmo va? -Bien, bien.

    Se miraron y sonrieron un rato y des-pus se volvieron a abrazar.

    -Y usted, que tal? --Bien, bien.

    -La ta?

    -Y, bien......

  • 2

    Silb una locomotora y el to se alarm.

    -Falta todava.

    Volvi a mirar el reloj y sorbi otro poco de Cinzano.

    -Bueno, fui a la Franco-Inglesa y consegu todo lo que quise.

    Le mostr el tarrito al tipo y me dijo: Cuntos quiere?.

    Apenas lo mir. Te das cuenta?

    Dentro de un rato iba a desaparecer en la ventanilla de un vagn de segunda y no lo vera hasta dentro de cuatro o cinco aos. Haba otros cinco antes de ahora. Su viejo desapareci as un da y no lo vi ms.

    -Qu tal todo aquello? -pregunt Oreste despus de un rato.

    Todo aquello. Era un roce lastimero, un crepitar de aos envejecidos, una pregunta hecha a si mismo, a un negro hoyo de sombras.

    -Igual.

    -Los muchachos?

    -Siempre igual.

    Callaron otra vez.

    El to hizo girar la copa y sorbi el ltimo trago.

    -Qu hora es?

    -Las ocho menos cuarto.

    El to saco el reloj y lo observ in-quieto.

    -Casi menos diez. Vamos?

    Oreste dud un rato.

    Vamos.

    Estaban enganchando la locomotora. El to recogi los paquetes y la valijas y comenz a caminar apresuradamente hacia el andn nmero 4. Pareca haberlo olvidado.

    Oreste trat de tomarle la valija y el to lo mir con extraeza.

    -Est bien, muchacho. No te moles-tes.

    -Dle saludos a la ta. A todos.

    -Gracias, querido. Gracias.

    Corrieron a lo largo del tren tropezan-do con los tipos de segunda que corran a su vez como si la estacin se les fuera a caer encima y metan por las ventanillas los chicos o las valijas para conseguir asiento. El to trep a uno de los vagones cerca de la locomotora y al rato sac la cabeza por una ventanilla.

    -Cundo vas a ir por all -pregunt mi-rando mas bien a la gente que se apiaba sobre el andn.

    -Apenas pueda.

    -Tens que ir, eso es. Cundo dijiste?

    -Cuando pueda.

    El to se apart un momento para acomodar la valija. Despus se sent en la punta del banco y permaneci en silencio.

    Se miraron una vez y el to sonri y dijo:

    -Oreste! . . .

    l sonri tambin, desde muy lejos, al borde del andn.

    Son la campana y el to asom apresuradamente medio cuerpo por la ventanilla.

    -Chau, querido, chau! -dijo y lo bes

    en la mejilla como pudo.

    Trat de besarlo a su vez pero ya se haba sentado.

    El tren se sacudi de punta a punta. El to agit una mano y sonri seguro.

    Oreste corri un trecho a la par del tren. Corra y miraba al to que sonrea satisfecho, como aquellos hombres de la infancia.

    Luego el tren se embal y Oreste levant una mano que no encontr res-puesta.

  • 2

    OBRA DE TRINIDAD ROMEROLAVALLE, MENDOZA, ARGENTINA

    BROTE DE LA TIERRA

    Brote, de mil aos acunados, de cantos y llantos tan viejos

    Espritu puro, ojos de tierra,

    nido del guila en su pecho

    siempre al comps del viento norte,

    con todo su bronce, abrazando esperanzas.

    Iluminados por sus estrellas bajas.

    Secreto. Comunin silvestre.

    Libertad natural, ramas y raz

    Herida que deja la incomprensin,De sus ms puros y profundos leos

    Sangrando una gota cada da.

    Miradas lejanas que hieren, con lanzas de perjuicios.

    Buscando una luz en los ojos, se queda solitario y sitiado.

    Da a da con la pena escondida y una sonrisa de besos y abrazos.

    Bebiendo en un lago de de esperanzas que no calman la sed.

    Sin contaminacin ojos puros, gruesas manos,

    Corazn en llamas de puro amor.

    CRECER A TU LADO

    Siente al hermano (humano)medrar a tu lado

    Tiempos de gloria, tiempos de paz, crendose en tu hbitat

    Ros sedientos, vivida vida como al azar

    Alguna estrella fugaz, me est diciendo que as ser

    Msticos de antao, pronto dormirn sus

    palabras fatuas para dominar.

    Despertad al nio. Se acerca

    el amanecer sin llanto.

    Despertad al necio de sueos profundos.

    Dormidos en nidos de ingenuidad, Dominados, confundidos,

    consumidos en el circo eternidad.

    Junto las piedras del ri para crear una cima .

    Donde escalar sobre enigmas y profecas.

    Siento en las sienes, descifrar la verdad.

    Fin de los tiempos, donde yacen los imperfectos

    Suena en el aire, cantos y risas

    Mares de cielo, suean estrellas

    Gotas de lluvia de tu elocuencia.

    Que vuelen los barcos esos con memoria,

    remontes las nubes.

    Tormentas de la historia.

    Y el flagelo humano sea innecesario.

    Siente a tu hermano, hermano, crecer a tu lado.

  • 2

    A LOS SIETE PECADOS CAPITALES

    Ser, es soberbio, y soberbio es el ser.Libre absolutamente, amorosamente inmaterial.

    Abandonar en el Gnesis, los viles designios, junto al inquisidor.

    Fluir de la crcel y emprender un gran vuelo

    Sorprender la vida, solo con mas vida

    sin estar atados a lo ms oscuro, (envidia, ira, lujuria, gula, pereza).

    Transfigurar,

    ser afable de transparencias virtuosas,

    Coexistir.

    Desentraando misterios en elevadas conciencias.

    ngeles cados, que extraviados han morado,

    frutos en el agua, se han corrompido.

    Hambrientos de todo, queriendo ser nicos, sin fin aglutinan

    Soando utopas a manos cadas,

    Deseando siempre, deseando descansar.

    Pobres ignaros y dbiles, no aprenden?

    Es la carrera de tontos, y no llegamos

    Iracundos e impotentes, nos recreamos, dando rienda suelta a la manera

    de decir verdades inculcadas.

    Por que desear y tanto!

    Cual es el pecado?

    avaricia, suave. Esa daga que ms hiere.

    Hambrientos canbales, vivimos deseando

    Culpas- dira- no tenemos, somos seres humanos revestidos de terrible dualidad...

    en vidas ajenas podemos ver lo malo,pero en la nuestra seguimos caminando apenas.

    La huella del tiempo nos est mutando.

    Pasos alados con los que estamos andando.

    Djennos.

    En la existencia sin lmites.

    Tratar de despegar los parpados

    y ver en plena oscuridad.

    Somos hijos del gran pecador tributario,

    que de a gotas su sangre, ha de haber derramado

    16 enero 2015

    COBIJAR ACCIN

    Tiempos acotados, mserosAmpliar espacios, rincones para,secretos instigadores, enigmas festivos.

    Amparar y propiciar Deleite de los juegos dibujados

    en paos blancos de veinticuatro horas

    Resguardar el manifiesto.

    Desde el silencio, grita, seguir viviendo

  • 2

    LA VUELTA AL MUNDO

    No Me Regalen Mas Libros Por Que No Los Leo

    Lo Que He Aprendido

    Es Por Que Lo Veo

    Mientras Ms Pasan Los Aos

    Me Contradigo Cuando Pienso

    El Tiempo No Me Mueve Yo Me Muevo Con El Tiempo

    Soy, Las Ganas De Vivir

    Las Ganas De Cruzar

    Las Ganas De Conocer

    Lo Que Hay Despus Del Mar

    Yo Espero Que Mi Boca Nunca Se Calle

    Tambin Espero Que Las Turbinas

    De Este Avin Nunca Me Fallen

    No Tengo Todo Calculado

    Ni Mi Vida Resuelta

    Solo Tengo Una Sonrisa

    Y Espero Una De Vuelta

    Yo Confi En El Destino

    Y En La Marejada

    Yo No Creo En La Iglesia

    Pero Creo En Tu Mirada

    T Eres El Sol En Mi Cara

    Cuando Me Levanta

    Yo Soy La Vida Que Ya Tengo

    Tu Eres La Vida Que Me Falta

    As Que Agarra Tu Maleta

    El Bulto, Los Motetes

    El Equipaje, Tu Valija La Mochila Con Todos Tus Juguetes

    Y!, Dame La Mano

    Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo

    Darle La Vuelta Al Mundo

    Darle La Vuelta Al Mundo

    Dame La Mano

    Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo

    Darle La Vuelta Al Mundo

    Darle La Vuelta Al Mundo

    OBRA DE CALLE 13BANDA DE RAP ALTERNATIVO DE PUERTO RICO

    La Renta, El Sueldo

    El Trabajo En La Oficina

    Lo Cambie Por Las Estrellas

    Y Por Huertos De Harina

    Me Escape De La Rutina

    Para Pilotear Mi Viaje

    Por Que El Cubo En El Que Viva

    Se Convirti En Paisaje

    Yo!, Era Un Objeto

    Esperando A Ser Ceniza

    Un Da Decid Hacerle Caso A La Brisa

    A Irme Resbalando Detrs De Tu Camisa

    No Me Convenci Nadie

    Me Convenci Tu Sonrisa

    Y Me Fui Tras De Ti Persiguiendo Mi Instinto

    Si Quieres Cambio Verdadero

    Pues, Camina Distinto

  • EL AGUANTE

    Nacimos para aguantar lo que el cuerpo sostiene aguantamos lo que vino y aguantamos lo que viene.

    Aguantamos aunque tengamos los segundos contados,

    nuestro cuerpo aguanta hasta quince minutos ahorcado.

    Aguantamos latigazos, que nos corten los dos brazos,

    fracturas en cualquier hueso, tres semanas con un yeso.

    Aguantamos todo el tiempo las ganas de ir al bao

    pa ver el Cometa Halley hay que aguantar setenta aos.

    Aguantamos la escuela, la facultad, el instituto;

    a la hora de cenar, nos aguantamos los eructos.

    El pueblo de Burundi sigue aguantando la hambruna,

    aguantamos tres das para llegar a la Luna

    aguantamos el fro del rtico, el calor del Trpico

    aguantamos con anticuerpos los virus microscpicos

    aguantamos las tormentas, los huracanes, el mal clima

    aguantamos Nagasaky, aguantamos Hiroshima...

    aunque no queramos, aguantamos nuevas leyes

    aguantamos hoy por hoy que todava existan reyes

    castigamos al humilde y aguantamos al cruel

    aguantamos ser esclavos por nuestro color de piel

    aguantamos el capitalismo, el comunismo, el socialismo, el feudalismo

    aguantamos hasta el pendejismo

    aguantamos al culpable cuando se hace el inocente

    aguantamos cada ao a nuestro pu* presidente

    por lo que fue y por lo que pudo ser

    por lo que hay, por lo que puede faltar

    por lo que venga y por este instante

    a brindar por el aguante!

    por lo que fue y por lo que pudo ser

    por lo que hay, por lo que puede faltar

    por lo que venga y por este instante

    levanta el vaso y a brindar por el aguante!

    A brindar por el aguante!

    Aguantamos cualquier tipo de dolor aunque nos duela

    aguantamos Pinochet, aguantamos a Videla,

    a Franco, Mao, Ros Montt, Mugabe,

    Hitler, Idi Amin, Stalin, Bush,

    Truman, Ariel Sharn y Hussein

    aguantamos ms de veinte campos de concentracin

    cuando nadas bajo el agua, aguantas la respiracin;

    pa construir una pared, aguantamos los ladrillos

    el que no fuma se aguanta el olor a cigarrillo.

    Aguantamos que Monsanto infecte nuestra comida

    aguantamos el agente naranja y los pesticidas

    Cuando navegamos aguantamos el mareo

    aguantamos el salario mnimo y el desempleo

  • Los poetas Julio Cortazar y Vicente Zito Lema

    BILLET DOUX

    Ayer he recibido una carta sobremanera.Dice que lo peor es la intolerable, la continua. Y es parallorar, porque nos queremos, pero ahora se ve que el amoriba adelante, con las manos gentilmentepara ocultar la hueca suma de nuestrospronombres.En un papel demasiado.En fin, en fin.Tendr que contestarte, dulcsima penumbra, y decirte:BuenosAires, cuatro de noviembre de mil novecientos cincuenta.As es el tiempo, la muesca de la luna presa en losalmanaques, cuatro de.y se necesitaba tan poco para organizar el da en su justopaso, la flor en su exacto linde, el encuentro en la precisa.Ahora bien, lo que se necesitaba.Sigue a la vuelta, como una moneda, unaalfombra, un irse.(No se culpe a nadie de mi vida).

    Julio Cortzar