agricultura en el meta en la Última dÉcada del siglo …
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AGRICULTURA EN EL META EN LA ÚLTIMA DÉCADA DEL SIGLO XX.
ELEMENTOS SOCIO-POLÍTICOS DE UN PROCESO ECONÓMICO.
LUIS FERNANDO CHISNES ESPITIA.
Trabajo de Grado para optar por el Título de Magíster en Historia
DECSI ASTRID ARÉVALO
(DIRECTORA)
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES.
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES.
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
BOGOTÁ.
2014
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AGRADECIMIENTOS.
Son muchas las personas que han colaborado y contribuido en el desarrollo de esta
investigación. Quiero agradecer a la profesora Decsi Arévalo por su dirección, por su
paciencia y guía en este proceso. Especial reconocimiento merecen las personas del Meta,
productores y agrónomos, quienes tuvieron siempre una buena disposición y generosidad
en sus testimonios, su visión enriqueció las aproximaciones que se pudieron hacer en esta
investigación y ayudaron a comprender procesos que un observador externo hubiera dejado
pasar sin reparo.
También quiero expresarle mis más sinceros agradecimientos al Centro de Español de la
Universidad de los Andes, y su programa de becas de asistencia graduada mediante el cual
me fue posible adelantar los estudios de Maestría. También a los y las compañeras de este
Centro y de la Universidad con los que pude establecer diálogos académicos y personales y
de quienes aprendí y recibí aportes valiosos.
Es preciso mencionar el apoyo dado por la Biblioteca Luis Ángel Arango y su sala de
Investigadores por la preservación de documentos regionales y el acceso que me
permitieron a los mismos.
Finalmente quiero agradecer a mi familia por su comprensión y apoyo durante este proceso.
Un agradecimiento especial a Anabel Díaz por su constante acompañamiento, lectura
incansable, cariñosos aportes y paciencia inagotable, su apoyo en la distancia fue definitivo.
A todos muchas gracias. Es preciso aclarar que las omisiones y errores son solo
responsabilidad mía.
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Contenido
AGRADECIMIENTOS. ...................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................................ 6
El tema....................................................................................................................................... 6
Diálogo Historiográfico. .............................................................................................................. 8
Aproximación conceptual. ........................................................................................................ 11
Fuentes y organización del documento. ................................................................................... 13
1. CONCEPCIÓN DEL MODO DE DESARROLLO DE TIPO NACIONAL Y FORMA COMO SE ASUMIÓ EN EL DEPARTAMENTO DEL META. .............................................................................................. 15
1.1 LA APERTURA Y LA AGRICULTURA. UN CAMBIO EN LA PERCEPCIÓN DEL DESARROLLO. ...... 16
1.1.1 Cambio General De La Política De Desarrollo Agrario. .................................................. 18
1.1.2 Primer Diseño de Política de Desarrollo en el Meta. ..................................................... 22
1.2 RUPTURAS Y CONTINUIDADES EN LA CONCEPCIÓN DE DESARROLLO. ................................. 27
1.2.1 El Lugar de la Agricultura en Final de la Década............................................................ 30
1.3 LA APERTURA Y LA AGRICULTURA EN EL DEPARTAMENTO. ................................................ 34
1.3.1 La Producción Agrícola en el Meta Antes de la Década del Noventa. ............................ 35
1.3.2 La concepción Política de la Agricultura en el Meta en el marco del Modo de Desarrollo. ............................................................................................................................................ 42
1.3.3 Formas de implementación del Cambio Estructural en la Agricultura Departamental. .. 46
2. TRAYECTORIAS DE LOS CULTIVOS EN EL META Y ...................................................................... 52
CARACTERÍSTICAS DEL ................................................................................................................. 52
CONTEXTO AGRÍCOLA EN LAS SUBREGIONES. .............................................................................. 52
2.1 EL PROCESO DE APERTURA EN EL META. EFECTOS GENERALES. .......................................... 54
2.1.1 Cultivos Semestrales. ................................................................................................... 55
2.1.2 Cultivos Anuales y Permanentes ................................................................................. 68
2.2 EXPOSICIÓN AL MERCADO Y EXPOSICIÓN AL CONFLICTO ARMADO. ................................... 76
2.2.1 Subregión del Piedemonte. .......................................................................................... 78
2.2.2 Subregión de San Martin-Mapiripán. ........................................................................... 84
2.2.3 Subregión Puerto López-Manacacías. .......................................................................... 87
2.2.4 Subregión del Ariari. .................................................................................................... 91
3. AGRICULTURA EN EL META EN LOS NOVENTA. DISTANCIAS ................................................... 100
ENTRE EL MODELO Y LAS PRÁCTICAS. ........................................................................................ 100
3.1 SOBRE LA TIERRA EN EL PROCESO ECONÓMICO. .............................................................. 101
3.2 PRODUCTIVIDAD Y ASISTENCIA TÉCNICA EN EL META EN LOS AÑOS NOVENTA................. 106
3.3 RELACIONES LABORALES DE LA AGRICULTURA DURANTE LA APERTURA. ......................... 109
5
3.4 LA POLÍTICA ECONÓMICA EN FUNCIÓN DE LOS CULTIVOS, LA COMERCIALIZACIÓN, LA ADHESIÓN AL RÉGIMEN INTERNACIONAL Y LA ACCIÓN DE LOS PRODUCTORES. ..................... 115
3.5 FORMAS DE FINANCIACIÓN. RUPTURA ENTRE EL MERCADO Y EL PROCESO ECONÓMICO. 127
CONCLUSIONES. ......................................................................................................................... 132
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES ........................................................................................................... 141
Fuentes. ................................................................................................................................. 141
Referencias. ........................................................................................................................... 144
ANEXOS. .................................................................................................................................... 148
LISTA DE MAPAS
Mapa 1. Ubicación del Meta con Respecto al Mar y Relieve ……………………………………25
Mapa 2. Cultivos Principales por Municipio del Meta entre 1990-2000 ……………………….…56
Mapa 3. Subregiones del Meta……………………………………………………………….…. 77
Mapa 4. Acciones Violentas 1990-92. Subregiones y Actor Armado Involucrado …………..…... 81
Mapa 5. Acciones Violentas 1993-95. Subregiones y Actor Armado Involucrado………………. 82
Mapa 6. Acciones Violentas 1996-98. Subregiones y Actor Armado Involucrado …………….. 83
Mapa 7. Acciones Violentas 1999-2000. Subregiones y Actor Armado Involucrado...…………..84
LISTA DE CUADROS
Cuadro 1.0. Porcentaje Valor Agregado por Actividad Económica en el Meta..……………..36
Cuadro 2.0. Subregiones y Municipios Perteneciente………………..………………….……76
Cuadro 2.1. Caracterización de la Integración Económica en el Ariari………………...….91
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico 1.0 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Cacao, Yuca y Algodón en la década de
1980……………………………………………………………………………………………..….38
Gráfico 1.1 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Arroz, Maíz, Palma en la década de
1980……………………………………………………………………………………………..… 39
Gráfico 1.2 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Soya y Sorgo en la década de
1980.………………………………………………………………………………………..……... 40
Gráfico 1,3. Participación Porcentual de los departamentos en la superficie cosechada
…………………………………………………………………………………………………..…. 40
Gráfico 2.0 Trayectoria del Arroz en sus dos modalidades por hectáreas en el Meta …..…….. 58
Gráfico 2.1 Trayectoria del Maíz en sus dos modalidades por hectáreas en el Meta …….…….. 61
Gráfico 2.2 Trayectoria de la Soya en el Meta en Hectáreas …………………....…………….. 63
Gráfico 2.3 Trayectoria del Sorgo en el Meta por Hectáreas …………………………………… 65
Gráfico 2.4 Trayectoria del Algodón en el Meta por Hectárea……………….………………. 66
Gráfico 2.5 Trayectoria de Yuca en el Meta por Hectáreas……………………………………… 68
Gráfico 2.6 Trayectoria de Plátano en el Meta por Hectáreas…………………...……………..... 70
Gráfico 2.7 Trayectoria de Cacao y Café en el Meta por Hectáreas ……………………………72
Gráfico 2.8 Trayectoria de la Palma Africana en el Meta por Hectáreas ……………………….74
Gráfico 3.0 Porcentaje de Tierra Ocupada Según Tamaño Predio en el Meta 1990………100
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INTRODUCCIÓN.
El tema
En la década de los años noventa se estableció en Colombia una política económica de cambio
estructural cuyos objetivos eran lograr, por medio de una mayor exposición al mercado mundial,
mejores niveles de producción y productividad, mayor desarrollo de las fuerzas productivas, un
manejo coherente de las variables macroeconómicas. Estos objetivos se aplicaron en general a
todos los sectores de la economía, y la agricultura estuvo involucrada.
Hacia la segunda mitad de la década los años ochenta y especialmente en la década los años
noventa se inició un cambio en el modo de desarrollo en el que participaron diferentes países de
América Latina y cuya influencia fue determinada por varios factores estructurales. El modelo que
lo antecedió se conoció como de Sustitución de Importaciones (ISI) y buscó generar un desarrollo
industrial a partir de la reducción de las importaciones para suplir la demanda con la producción
interna de cada país. Este modelo estuvo amparado en las concepciones académicas de desarrollo
que tuvo la CEPAL desde mediados del siglo XX.
Sin embargo, el reposicionamiento académico de las ideas provenientes de la economía Neoclásica
y factores como la crisis de la deuda en varios países latinoamericanos así como la crisis
internacional del capitalismo iniciada en el año de 1973 propició que se reconfiguraran las ideas
sobre el desarrollo. De esta forma, el pensamiento económico hegemónico priorizó una concepción
en la cual el mercado tuviera un mayor protagonismo en detrimento del papel que había tenido el
Estado como agente asignador de recursos. Los seguidores de esta perspectiva económica
consideraban que la economía del proteccionismo no había generado las condiciones necesarias
para el desarrollo de las fuerzas productivas y, por el contrario, había generado incentivos y
subsidios direccionados por los intereses políticos y no económicos, que habían llevado a una
inadecuada asignación de los recursos y al rezago de algunos sectores.
Estas ideas económicas se hicieron efectivas en América Latina a partir de la crisis de la deuda que
obligó a varias de las principales economías de la región (en especial México y Brasil) a renegociar
sus pagos de deuda. Esta renegociación implicó la ejecución de reformas estructurales en sus
economías. En el caso colombiano, a pesar de que el comportamiento crediticio fue apropiado, se
buscó implementar estas medidas por los resultados positivos que habían arrojado economías que
supuestamente habían tenido un modelo de desarrollo guiado por las exportaciones (Chile de
Pinochet, primer laboratorio de cambio estructural y economías asiáticas). Así, se consideró que los
postulados de la escuela Neoclásica eran adecuados para generar mayores niveles de desarrollo.
7
De esta forma, hacia la década los años noventa en Colombia se estableció un cambio en el modo
de desarrollo, con el que se buscó generar una transformación estructural de la economía. Esta
transformación perseguía entre otras cosas reducir el papel del Estado empresario a través de la
privatización de sus compañías; también se consideró necesario establecer una tasa de cambio
determinada en mayor medida por el mercado, una reforma financiera y de apertura a los capitales y
menor participación del Estado en el sector financiero. Además, intentó integrar la economía al
mercado internacional a través de la apertura comercial, entre otras transformaciones.
Esta reforma estaba pensada para vincular a todo los sectores de la economía. Entre ellos, se
consideró que la agricultura en Colombia sería una de las más beneficiadas toda vez que había sido
un sector bastante golpeado por el sesgo antiexportador del modelo anterior (ISI). Se dijo que el
modelo anterior había convertido a la agricultura en una actividad subordinada al desarrollo
industrial y que su papel de proveedora de materias primas y alimentos para la base urbana la había
afectado y rezagado aun más que otros sectores. De esta forma, en el nuevo contexto de apertura, la
agricultura podría aprovechar las oportunidades que el mercado abierto y las ventajas comparativas
le daban. Así, el cambio estructural vinculó al sector agrario.
El Meta es un departamento en el cual la actividad agrícola y pecuaria ha sido fundamental a lo
largo de su historia. Ubicado en el oriente del país, en las llanuras orientales, este territorio está
caracterizado por la existencia de un importante recurso hidrológico, un relieve plano con algunas
elevaciones en el piedemonte de la cordillera oriental y la Sierra de la Macarena, una variedad de
suelos, que van desde suelos de alta calidad hasta suelos de altísima acidez.
La economía de este departamento a inicios de los años noventa estaba caracterizada por una
participación importante de la agricultura y la ganadería en el PIB1, también por una creciente
participación del sector de hidrocarburos y por los servicios estatales. No se contaba propiamente
con una industria consolidada, sino con procesos de agroindustria relativamente sólidos. Este
departamento, a su vez, tenía diferencias espaciales y configuraciones subregionales, por ello se
podían reconocer cuatro subregiones con dinámicas productivas propias. También, las condiciones
sociopolíticas del departamento eran particulares y variaban de región a región, pero se puede
considera que el conflicto armado en todas sus formas ha atravesado la historia del departamento.
Esta investigación busca establecer la forma como el cambio del modo de desarrollo y la apertura
tuvieron efectos en la agricultura del Meta entre 1990 y 2000. Para ello, se indaga en qué forma se
1 En 1990 la agricultura constituía el 21,29% del PIB del Departamento, la Ganadería el 13,69%. Cifras
Tomadas del DANE. Cuentas Departamentales. Archivo Digital.
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asumió, tanto nacional como departamentalmente, el papel de la agricultura en las dinámicas de
vinculación al mercado mundial. También busca establecer la forma en que tanto los procesos
políticos (conflicto e interacciones de poder) del Meta como las políticas económicas influyeron en
el comportamiento de las actividades agrícolas. En un mismo sentido, se busca reconstruir las
condiciones sociales y las prácticas productivas del contexto que llevaron a que la implementación
de un modelo de desarrollo impuesto desde lo nacional tuviera características propias y diferentes a
las premisas que el modelo consideraba serían los resultados.
Así, la investigación analiza un proceso económico de tipo regional que se articuló con políticas
tanto nacionales como internacionales. Estas políticas tuvieron una particularidad regional en la
cual además de variables económicas se encontraron variables sociopolíticas que hicieron especial
su implementación. Entonces, se busca entender el proceso económico como un proceso
socialmente complejo en el que los actores sociales y políticos intervienen de diferentes maneras.
Lo anterior enmarcado en dos procesos de temporalidad mayor; por un lado el Conflicto que se vio
atenuado o potenciado por el proceso económico y en el que los diferentes actores (Estado, Grupos
Armados, Población) se relacionaron de diferentes maneras. Por el otro, las relaciones de
producción como proceso histórico se vieron afectadas por el proceso económico, en este caso
también los actores (productores, campesinos, propietarios, grupos armados, Estado, Gremios y
asociaciones, agentes de financiación) se relacionaron de formas particulares diferentes a lo que el
modelo postulaba.
De esta forma, se entiende el proceso de cambio estructural como un proceso cuya aplicación es
conflictiva y el cual establece tensiones con el contexto en el que se aplicó. Al ser un modelo
nacional que no distinguió particularidades se presentaron tensiones con el contexto. El discurso de
desarrollo y su consecuente política llevó a transformaciones reales-pero no equivalentes a sus
postulados- en el proceso económico histórico.
Diálogo Historiográfico.
El acercamiento al problema de investigación aquí propuesto se ha hecho desde varios enfoques y
disciplinas. Desde la economía se han planteado estudios sobre el proceso de cambio estructural.
Estos han analizado el proceso de apertura desde diferentes perspectivas2 entre ellas se encuentran
2 (Bejarano 1997a) (Forrester 1997)(Garay 2002)(Hommes 2002)Astrid. Martínez Ortiz Ed. , Apertura : Dos
Años Después (Medellin: Asociación Bancaria y de Entidades Financieras, 1992).Gabriel Misas Arango Ed.,
Desarrollo Económico Y Social En Colombia: Siglo XX (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia,
Facultad de Ciencias Económicas, 2001).(Ramírez 1993)(López E., Misas A, and Ripoll 1993)(Kalmanovitz
1993)(Bejarano 2002)
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trabajos que han determinado cómo los procesos de globalización llevaron a una transformación del
modelo de desarrollo y sus características(G. Misas Arango 2002)(Nash 2005). De la misma forma,
frente a la relación entre apertura y agricultura se encuentran reflexiones de tipo económico que han
caracterizado y evaluado el proceso desde diferentes posturas teóricas3; se destaca desde el enfoque
neoclásico la aproximación hecha por Jaramillo (2002), en donde se ha estudiado el proceso de
crisis agrícola de la década como perteneciente a una crisis semipermanente.
Específicamente para el Meta la producción académica ha sido menor. Los textos que se encuentran
han analizado este periodo también desde una mirada económica; los autores que han analizado el
proceso económico se han centrado en variables generales de los cultivos y sus tensiones con las
políticas de apertura (García Gutiérrez 1995; García Gutiérrez 1999; García Gutiérrez 2000)
(González Bottia 2005), pero no han explorado las condiciones de producción de la década y los
procesos del departamento que hicieron de la apertura un proceso con características particulares.
Esta investigación busca contrastar con una de las premisas manejadas por estos autores,
relacionada sobre el impacto negativo que el conflicto ha tenido en las actividades agrícolas.
El conflicto es otro tema con el que se establece un dialogo historiográfico en esta investigación.
Frente a este tema es variada la literatura que analiza el conflicto reciente desde perspectivas
teóricas que lo explican desde una incapacidad estatal, o como complementación con el Estado; y
el papel de élites regionales y acuerdos institucionales4. También se encuentran investigaciones que
relacionan el conflicto y la agricultura en la historia reciente como una relación que explica en parte
el desarrollo del conflicto5. Se puede mencionar el acercamiento hecho por Darío Fajardo (2010)
quien busca relacionar los problemas del conflicto con la agricultura. Para los años recientes él
vincula a diferentes actores y procesos en una dinámica que ha llevado a la radicalización de los
conflictos en un proceso de globalización. Para este autor al proceso de crisis agrícola se agregó la
participación de agentes y capitales transnacionales y un fuerte sesgo de la política de Estado hacia
el sector financiero, factores que se sumaron al narcotráfico. Este trabajo plantea postulados
generales sobre el sector agrícola en el país, el sometimiento de los mismos a un espacio específico
podría llevar a la aparición de cambios, paridades y distanciamientos en las formas como el sector
agrícola se desempeñó.
3 (Arguello 2000)(Nash 2005)(Moscardi 1994)(Machado 1998)(Balcázar, Vargas, and Orozco
1999)(Kalmanovitz and Lopez 2006)(Cano 1991a)(Sánchez Bravo 1993)(Junguito 1990)(Machado 1991) 4 (Romero 2003)(Vásquez, Vargas, and Restrepo 2011)(Palacios 2012)(Palacios and Safford 2002)(Duncan
2006)(CINEP 2003) 5 (Bejarano 1997b)(Downes 1999)(Fajardo 2009)
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En relación a las investigaciones que analizan el conflicto en el Meta se puede encontrar que estas
vinculan elementos teóricos que plantean por un lado incapacidad del Estado central de controlar la
región, así como el posicionamiento de los intereses de poderes regionales que conviven y mediaron
con el poder central (Gonzalez 2012). Esta investigación planteó que existieron intereses
económicos, políticos y burocráticos que convivieron en el contexto del conflicto armado. La
economía ilegal y el gran capital son los elementos económicos que más tienen en cuenta, pero su
desarrollo da gran importancia a los procesos de captura del Estado hacia finales de la década del
noventa. En este caso, se busca dar un énfasis a la forma como el modo de desarrollo se pudo
complementar con los procesos de poder local.
También se destacan estudios de caso que han analizado las relaciones entre el conflicto, los
procesos económicos (pero especialmente los intereses empresariales) y los procesos de despojo y
apropiación de grandes extensiones de tierra en el Meta(Rodríguez González, 2014). Este trabajo
usa fuentes judiciales para reconstruir casos específicos de despojo y los relaciona con un proceso
de conceptualización de los derechos de propiedad como derechos en los que confluyen reglas
informales, alianzas locales y pluralismo normativo en lo nacional.
La investigación que se presenta aquí es una investigación que se acerca a varios de los problemas
mencionados arriba, pero se hizo desde un enfoque de Historia Económica. Esto indica que se
analizó el cambio estructural ocurrido en la década del noventa, relacionando su proceso en el
tiempo con las formas como este proyecto de tipo nacional fue interpretado y aplicado en un
espacio como el Meta. Se retoman los análisis de las investigaciones mencionadas reconociendo
que el proceso obedeció a dinámicas de globalización, pero se analiza cómo fue esto en un contexto
determinado. En un sentido similar, se busca analizar los efectos sobre la producción y los cultivos,
pero además se buscó establecer otros elementos de las prácticas agrícolas como la tecnología, la
financiación y las relaciones de producción, para mostrar que la apertura impactó otros aspectos de
lo productivo.
De esta forma, esta investigación se enmarca en una Historia Económica que se aleja de una postura
cuantitativa (es decir de una perspectiva de Historia Económica basada teóricamente en las posturas
neoclásicas), en este caso la investigación valora también los aspectos cualitativos de los procesos
económicos. Así, las dinámicas sociales hacen parte indisociable del proceso económico de
apertura. En esta interrelación con los procesos sociales se establece un dialogo con los estudios
que han analizado el conflicto. Pero en este caso, se busca comprender el conflicto en su relación
con los procesos económicos de orden nacional. El énfasis, entonces, no está en las formas de
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captura del Estado, sino en las formas como los poderes locales y los conflictos apoyaron procesos
económicos propios del modo guiado por las exportaciones.
El análisis histórico del fenómeno implica una visión diferente a la de los estudios de caso, para
buscar una explicación que vincule otros elementos a los procesos tanto económico como de
conflicto. Pero si busca la particularidad de un análisis de la región en contraste con acercamientos
que han presentado postulaciones generales que pueden ayudar a perder matices históricos del
proceso.
Entonces, esta se acerca al mismo tiempo a una Historia Regional pero toma distancia de los
enfoque de Microhistoria que han tomado gran protagonismo en estos análisis. Por el contrario,
busca analizar la región como parte de un proceso complejo en el que intervienen procesos
estructurales y agencias locales. En este sentido hay un acercamiento a la historia de Annales, pero
se acerca también a una Historia de las Prácticas.
Aproximación conceptual.
El acercamiento al fenómeno económico que fue objeto de esta investigación implicaba el
acercamiento a unas herramientas de análisis que dimensionaran la importancia de la historia en los
procesos económicos. De esta forma, la Teoría de la Regulación fue un elemento central de
herramienta conceptual para el análisis. Esto especialmente porque hace énfasis en las relaciones
sociales, de hecho presta atención a las formas sociales en un momento histórico en una sociedad
determinada. Para nuestro caso, las relaciones sociales de la Agricultura en el Meta entre 1990 y
2000. Estas formas llevan a la comprensión de formas institucionales que son el resultado de la
relación del mercado o del capital-trabajo, o de ambas(Boyer, 1992: 29). En el caso del Meta lo que
se puede plantear es que hay un surgimiento de formas institucionales a partir de la apertura. Para
esta teoría esas relaciones no son estables, las variaciones en estas generan regularidades en la
acumulación; el conflicto puede entenderse como una variación de las relaciones que generó un tipo
de regularidad en la acumulación.
Conceptualmente se usaron varios elementos aportados por la Teoría de la Regulación. Por un lado
se buscó comprender la idea de Régimen de Acumulación. Esta se entendió en esta investigación
como las formas de asegurar la acumulación de recursos. Esto, según el autor, se hace a partir de
cinco regularidades6, para esta investigación se organizaron operativamente en dos variables:
6 Ver Robert Boyer, La Teoría de la Regulación: Un Análisis Crítico. (Valencia: Edicions Alfons el
Magnànim. 1992). 42,43.
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Productividad y Cambio Técnico. Sin embargo, en esta investigación encontró que este Régimen
de Acumulación fue de tipo Extensivo7 principalmente-aunque no únicamente-
Un elemento fundamental de la Teoría de la Regulación que se tuvo en cuenta en esta investigación
es la variabilidad en el tiempo y en el espacio de las dinámicas económicas y sociales(Boyer, 1992:
45). Esto implicó que el análisis se hizo partiendo de que la aplicación de la apertura varió en el
Meta por su carácter espacio-temporal.
Teniendo en cuenta que se analiza un proceso de apertura económica y comercial se exploró en la
investigación el concepto de Modalidades de adhesión al Régimen Internacional. Esta adhesión se
define por la conjunción de reglas que organizan las relaciones entre Estado-Nación y el resto del
mundo. Entre estas dos dinámicas (autarquía nacional o proyección interna de lo internacional) la
regulación plantea el término áreas estratégicas como un conjunto de potencialidades que ofrece,
pero que impone para cada espacio el régimen internacional(Boyer 1992: 58). Esto indica que las
formas de adhesión estuvieron determinadas por un contexto más amplio como una proyección
interna de lo internacional. Bajo esta lógica se analizaron factores como las ideas de competitividad
e internacionalización. Esto constituye entonces un Régimen de Competencia.
El concepto de Modo de Regulación se entiende en esta investigación como la interacción en la
política del Estado de elementos como los aranceles, los elementos laborales (régimen salarial),
factores de crédito y subsidios. Estos elementos pensados en función de la economía agrícola. De la
misma forma, la interacción entre el Régimen de Acumulación, el Modo de Regulación y las
Modalidades de Adhesión al Régimen Internacional se conocen en esta investigación como un
Modo de Desarrollo.
Además de estos conceptos, esta investigación tomó en cuenta las aproximaciones hechas por
Edward Gibson en Autoritarismo subnacional: Estrategias Territoriales de Control Político en
Regímenes Democráticos. Este acercamiento se hizo para determinar las formas como en lo local
(en nuestro caso departamental) se configuraron formas de poder que actuaron de manera paralela,
independiente o enfrentada al poder del Estado. De hecho, se considera a partir de Gibson que hay
una especie de interdependencia entre el poder nacional y los poderes regionales. Bajo esta lógica,
se consideró que hay diferentes actores locales que detentan formas de poder e intereses que se
confrontan, negocian y compiten. Esta concepción permite acercar a la idea de las relaciones del
7 (Neffa 1998) Este autor lo entiende como aquel donde una parte de la reproducción de la fuerza de trabajo
asalariada se efectúa total o parcialmente fuera de la lógica o la esfera capitalista. Para esta investigación se
entendió como un proceso en el cual, las rentas de la actividad agrícola no entraban en el circuito de
reproducción productiva de capital. (Rentismo, especulación)
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Estado como una relación de diferentes tipos de capital(Bourdieu 2002) que detentan diferentes
actores en el Meta.
Fuentes y organización del documento.
Para el desarrollo de la investigación se usaron, entre otras, fuentes de tipo Gubernamental. Los
Planes de Desarrollo Nacionales de la década del Noventa fueron analizados a partir de criterios que
buscaban en ellos elementos y menciones referentes a los problemas de la agricultura y al Modo de
Desarrollo. Bajo criterios similares se analizaron Planes de Desarrollo Departamentales. Junto a
estas fuentes se usaron otros documentos de política pública como Documentos CONPES,
Evaluaciones de Programas Estatales, Diagnósticos Regionales. Toda esta documentación se
analizó en virtud de la concepción de desarrollo.
Además, se usaron Anuarios Estadísticos del ministerio de Agricultura, Informes Departamentales
sobre Cifras del Sector Agropecuario, Informes de Coyuntura Agrícola Departamentales, Planes de
Inversión para el Meta en la década Estudiada e Informes del PIB del DANE. Estos elementos se
usaron para establecer la variación de los cultivos durante la década. Con estos se estableció una
base de Datos en la que se podía comparar el reporte de cifras de entes nacionales y
departamentales. Es preciso mencionar que el acceso a documentación en el departamento fue
limitado, esto especialmente porque el archivo funciona como un depósito de papelería
administrativa más que como un lugar de conservación histórica.
Para establecer un acercamiento a los problemas del conflicto en el Meta se realizó una
sistematización de las revistas del CINEP Justicia y Paz y Noche y Niebla. En esta se buscó el
registro de las acciones del conflicto que vincularon población civil en el Meta entre 1990 y 2000.
Con esta información se estableció una base de datos en la que se caracterizó el hecho, la víctima y
el posible responsable. La sistematización de estos elementos y el cruce con los cultivos ayudaron
a establecer las relaciones entre conflicto y procesos económicos. También se soportó esta
investigación en las bases de datos de la Red Nacional de Información, de la Unidad para la
Atención y Reparación Integral a las Víctimas, disponible en Web. Esta base registra cifras de los
hechos que afectaron población civil por municipio y año, pero no describe los hechos ni el
perpetrador.
Por último la investigación implicó unas visitas al terreno en las que se estableció un dialogo con
algunos productores agrícolas y personas vinculadas a la actividad agropecuaria en la región. Estas
personas están vinculadas a la producción en municipios como Villavicencio, Granada, Vista
Hermosa, Restrepo, San Carlos de Guaroa, Fuente de Oro y Puerto López. Así mismo, estaban
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vinculados a la producción de arroz, maíz, soya, palma, cacao entre otros productos. Las personas
que se entrevistaron pertenecían a un amplio espectro social y económico, de esta forma se
entrevistó a líderes gremiales, propietarios medianos y grandes, asistentes técnicos agropecuarios.
La selección de los mismos se hizo de acuerdo a las posibilidades generadas por un productor de la
región buscando que pertenecieran a diferentes subregiones del departamento y que tuvieran
producciones diferentes. Estos diálogos se hicieron a través de entrevistas semiestructuradas8. En
estas se buscó identificar las prácticas de la producción durante los noventa para contrastar con las
premisas que los documentos de política pública y los planes registraron como consecuencias del
modelo.
El texto está dividido en tres partes. En el primer capítulo se encuentra un análisis de la percepción
de modo de desarrollo que asumieron los diferentes gobiernos de la década, las diferencias y
similitudes que establecieron en su percepción del desarrollo agrícola. Del mismo modo, se hace
una contextualización del desarrollo agrícola del Meta en el periodo previo a la apertura. En este
capítulo también se desarrolla una descripción de las percepciones sobre la agricultura y el
desarrollo del Meta en el contexto de la globalización que se encuentran en los planes de desarrollo
departamentales y se realiza una aproximación a las medidas implementadas en la apertura que
vincularon a la agricultura.
En el segundo capítulo se realiza una caracterización del departamento y sus subregiones, buscando
establecer las dinámicas comerciales y productivas de las mismas. Luego se analizan las tendencias
de los principales cultivos del departamento durante la década explicando las razones de su
comportamiento. Posteriormente se determina el comportamiento de las subregiones del Meta y sus
municipios. Esta parte se hace relacionando las dinámicas del conflicto con los procesos
económicos. De esta forma, se establecen las formas como el conflicto influyó en la agricultura,
estableciendo particularidades en cada contexto que fueron mediadas por los recursos en disputa y
las disputas por el control territorial.
En la tercera parte se analizan las formas como las relaciones de producción y las relaciones
económicas se dieron en el departamento, buscando establecer las distancias y tensiones entre los
postulados del modelo y las formas prácticas como se presentó. En este apartado se establece cómo
se dio la asistencia técnica en el departamento, las dinámicas de la tierra, las relaciones laborales,
las formas de financiación y comercialización. Estos elementos se contrastan teniendo en cuenta el
papel del Estado, las premisas del modelo y las prácticas en la región.
8 Las identidades de los entrevistados fueron cambiadas.
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1. CONCEPCIÓN DEL MODO DE DESARROLLO DE TIPO NACIONAL
Y FORMA COMO SE ASUMIÓ EN EL DEPARTAMENTO DEL META.
La apertura económica fue una medida enmarcada en un proceso económico más amplio y
generalizado que implicó una transformación del modo de regulación y de cierta forma del
régimen de acumulación. Este proceso de cambio fue acelerado en Colombia a partir del
año 1990 y se expresa de manera discursiva en los planes de desarrollo, los cuales
establecían las premisas para la ejecución de la política pública. Por esta razón, en un
primer momento se establecerá qué cambios se dieron en la concepción de desarrollo y
especialmente qué visión de desarrollo se estableció desde los distintos gobiernos centrales
a lo largo de la década de los años noventa9.
Luego, se podrá ver cómo en los gobiernos del Meta la concepción sobre la forma para
alcanzar el desarrollo se vio transformada y se reflejó en la percepción del modo de
desarrollo desde el departamento, para esto se considerarán algunos antecedentes de la
producción agrícola en el departamento y se plantearán las ideas que los gobiernos
departamentales construyeron sobre el desarrollo, finalmente se analizarán los instrumentos
y programas agrícolas aplicados en la década desde el gobierno en el Meta.
Este apartado pretende mostrar los cambios que el proceso de apertura generó en la
producción agrícola del departamento y cómo fueron posibles estos. Para analizar ello se
establecerá en primer lugar las transformaciones en la idea y el discurso de desarrollo que
adoptaron los gobiernos del periodo 1990-2000, esto implica comprender qué querían
cambiar y de esta forma plantear qué cambió en esta primera década de implementación del
nuevo modo de desarrollo en el departamento. Es también pertinente establecer cuál era la
tendencia histórica para determinar los tipos de transformaciones que se desarrollaron
desde lo departamental y los mecanismos de política pública que llevaron a cabo este
9 La percepción de desarrollo se comprende en esta investigación bajo la premisa de su profunda y estrecha
relación con una tendencia de pensamiento económico que se impone a nivel internacional, se aplica a nivel
nacional y se refleja en la idea de desarrollo departamental
16
proceso económico. En este mismo sentido, se buscará comprender las posibilidades del
departamento de adaptarse al proceso económico señalado.
1.1 LA APERTURA Y LA AGRICULTURA. UN CAMBIO EN LA PERCEPCIÓN
DEL DESARROLLO. En la última década del siglo XX, tanto en Colombia como en otros países de América
Latina, se aceleró el proyecto de apertura comercial (y económica) que se venía gestando
desde mediados de los años ochenta, periodo en el cual la participación de los organismos
económicos internacionales en el diseño de políticas y recomendaciones para superar la
crisis de la deuda, llevó a la consecuente liberalización de la economía y la reducción del
tamaño del Estado. En esta dirección tanto los organismos internacionales como las
autoridades locales argumentaron que la solución definitiva a las dificultades económicas
de los países provendría del aumento de la productividad derivada de la mayor exposición
al mercado internacional, toda vez que dicha exposición producía el incentivo a mejorar la
competitividad
Los planes estatales y discursos económicos establecieron una proyección de cambios en el
modo de desarrollo del país que lo vincularía mucho más a los mercados mundiales y
permitiría la reducción de la brecha de desarrollo en los sectores productivos del país. Se
consideró que era la exposición al mercado la que permitía un mayor dinamismo de la
producción. También se pensó que el mercado, en sustitución del Estado, como agente
principal de asignación de recursos permitiría un mejor uso de los mismos. Los
argumentos que buscaron justificar la adopción de este modo de desarrollo incluyeron la
idea según la cual el Estado había direccionado recursos beneficiando solo a determinados
sectores, lo que habría producido una mayor desigualdad (Balcázar V 1993). De esta
forma, las medidas adoptadas inicialmente (que en principio debían ser graduales, en
especial en la agricultura) tenían como objetivo reducir el papel económico del Estado,
sustituir su papel en la comercialización, reducir el proteccionismo ejercido en lo
arancelario entre otras.
En Colombia esta idea de transformación productiva se hizo evidente en el discurso de
desarrollo promovido por el Estado a nivel nacional que convocó a las diferentes regiones y
departamentos para participar en el proceso de cambio estructural a partir de sus
17
potencialidades. Esto implicó que regiones con procesos propios y características
particulares fueran vinculadas al proceso que el Estado central y sus dirigentes consideraba
adecuado para lograr el desarrollo. Si bien se insistió en el beneficio y desarrollo que
podría generarse a partir de las ventajas comparativas, no se contemplaron para la
implementación del modelo las características propias de cada territorio, sus formas de
relación productiva, infraestructura y demás especificidades. Por ello, la apertura generó
mayores tensiones sociales en algunos territorios, un movimiento de algunas actividades
hacia otras y en algunos casos la desaparición de ciertas actividades productivas. Así
mismo, la propiedad de la tierra y los beneficios económicos de la apertura fueron
desequilibrados. A partir de lo anterior, se puede afirmar que los resultados dependieron de
la confluencia y tensión entre el proyecto económico de tipo nacional, con influencias y
tendencias internacionales, con una implementación en lo departamental que responde a
las particularidades sociales y económicas de la región, sus tendencias históricas y
procesos propios.
Estos elementos que acompañaron la confluencia en constante tensión entre el proyecto
nacional y las especificidades departamentales se pueden evidenciar en la agricultura del
Meta. En la medida en que la propuesta nacional implicó la reducción de la acción del
Estado frente a la economía, es posible contemplar varias acciones adoptadas desde lo
nacional en virtud del modelo, como la pérdida de protagonismo del IDEMA como agente
comercial, la reducción de subsidios a varios cultivos, la eliminación de las licencias
previas y los precios de sustentación entre otros. Fue relevante también el papel que se le
intentó conferir a la banca comercial en sustitución del rol desempeñado por la banca
pública de fomento agrícola y en general un énfasis a la agricultura comercial. En el Meta
estas acciones llevaron a la desaparición de varios cultivos, el énfasis en la ganadería, la
consolidación de formas diferentes de financiación y el avance de determinados cultivos
intensivos en capital de vocación transable.
18
1.1.1 Cambio General De La Política De Desarrollo Agrario.
La transformación del modo de desarrollo en Colombia se venía adelantando
paulatinamente desde la década anterior10
y algunos informes daban luces y sugerencias en
materia de política agrícola11
, pero fue en el gobierno de Cesar Gaviria (1990-1994) cuando
se aceleró el proceso de reforma estructural. Esto lo demostró claramente al plantear el
plan de desarrollo que regiría su gestión de gobierno para el periodo que fue elegido. Este
plan se hizo público en medio de un ambiente nacional agitado (elementos como el
narcotráfico, el paramilitarismo, la violencia política)12
pero en un contexto reformista en
términos generales13
, pues se adelantaban procesos de paz con algunas guerrillas, entre ellas
el M19. Probablemente es a raíz de este ambiente que el gobierno decidió titular su plan de
desarrollo “La Revolución Pacífica”14
. El plan era una declaración abierta del deseo de
transformar el modo de desarrollo del país, por ello gran parte de su primer capítulo fue una
exposición del contexto internacional de pensamiento económico que regiría la política
económica en los años siguientes. Se afirmaba que “el nuevo Plan incluye profundas
transformaciones institucionales; propugna por la autonomía de los individuos y del sector
privado y está a tono con las nueva corrientes mundiales en el campo económico”15
. En
general el conjunto del documento proponía la necesidad de un cambio en el modo de
regulación económica que sintonizara a Colombia con las tendencias mundiales en manejo
macroeconómico.
10 Para una descripción más amplia que contraste las políticas del modo de desarrollo por sustitución de
importaciones frente al modo de desarrollo guiado por las exportaciones ver Kalmanovitz, Salomón y Enrique
López. La Agricultura Colombiana en el Siglo XX. Banco de la República, Fondo de Cultura Económica.
Bogotá. 2006. Misas, Gabriel. La Ruptura de los 90. Del Gradualismo al Colapso. Universidad Nacional de
Colombia. Bogotá. 2002. Balcázar, Álvaro; Vargas, Andrés; Orozco, Martha Lucia. Del Proteccionismo a la
Apertura. ¿El camino a la modernización agropecuaria? FINAGRO, Tercer Mundo Editores, IICA. Bogotá
1999. 11 Estrategias y Políticas para el Desarrollo Agropecuario. Ministerio de Agricultura. Departamento de
Planeación Nacional. 1990. Estudio adelantado con información hasta 1988. Esto demuestra que las bases de
la política estaban siendo establecidas desde antes. 12 Para un análisis más detallado ver Palacios, Marco. Violencia Pública en Colombia. Fondo de Cultura
Económica. Bogotá. 2012; 13 También demandas sociales por democratización materializadas en el movimiento de la séptima papeleta
permiten inferir el sentimiento de cierto ambiente reformista. 14 Plan Nacional de Desarrollo 1990-1994. Accesible en página web del Departamento Nacional de
Planeación. https://www.dnp.gov.co/PND/PlanesdeDesarrolloanteriores.aspx La paginación es independiente
en cada capítulo. 15 Ibíd., 11.
19
Es preciso mencionar que el gobierno, a través de su plan de desarrollo, consideró
primordial sintonizar las políticas sectoriales (agrícolas, industriales etc.) con los manejos
macroeconómicos (tasas de interés y cambio, política fiscal etc.) junto con la política de
apertura comercial16
, recomendación que se venía haciendo desde Planeación Nacional
años antes17
. Esto significó que el proceso de reforma incluía todos los sectores de la
economía y demandaba una coordinación en la política económica aparentemente mayor a
la que se había tenido hasta el momento. Este elemento fue determinante porque sintonizó
la percepción económica nacional a los preceptos internacionales neoclásicos según los
cuales la estabilidad y el equilibrio general son elementos deseables18
.
En igual sentido, la ideología del manejo económico propuesta en el plan consideraba que
el Estado había respondido - cuando cumplió un papel de intervención en la economía- a
las presiones sectoriales y regionales y no a intervenir en las distorsiones del mercado que
el plan consideraba intervenir19
. El plan asumió la premisa según la cual el mercado era el
agente que debía regular el proceso económico y la asignación de recursos. De hecho, esta
premisa consideró que el Estado era incapaz de hacer una asignación adecuada de recursos,
en la medida en que los gremios e intereses intervenían en la acción del Estado, mientras
que se consideraba que la liberalización del mercado estaba exenta de las presiones del
poder. En oposición a ello, Misas ofrece una lectura más amplia del proceso de apertura y
considera que este proceso no está alejado de los poderes, sino que por el contrario, son
otros poderes los que actúan en la asignación de recursos( 2002, 124). Lo que se puede
evidenciar en el plan es la aplicación de una ideología que empoderaba unos agentes y
sustituía a otros que tradicionalmente habían actuado con relativa fuerza frente al Estado.
El discurso del Plan de Desarrollo ofrecía perspectivas amplias en diferentes aspectos
económicos. El análisis se enfocará principalmente en la percepción que el plan tenía
sobre la agricultura en relación a lo internacional, la relación comercio y agricultura, la
16 Ibíd., 9. 17 Estrategias y Políticas para el Desarrollo Agropecuario. Ministerio de Agricultura. Departamento de
Planeación Nacional. 1990 18 John Williamson. “What Washington Means by Policy Reform” en: Latin American Adjustment: How
Much Has Happened? Editado por John Williamson. (Peterson Institute for International Economics, 1990)
Documento web en
http://faculty.washington.edu/acs22/SinklerSite/PS%20322/What%20Washington%20Means%20by%20Polic
y%20Reform.pdf 19 Ibíd., 8. Cursivas del Autor. Como distorsiones eran considerados los subsidios y las barreras arancelarias.
20
percepción sobre la productividad; es tan diciente lo que dice el plan como lo que no dice,
por ello también se mencionarán las omisiones que hace el documento que se convirtió en
carta de navegación del gobierno. También es pertinente aclarar que no se asume en esta
investigación que lo planteado por el plan de desarrollo (este o los demás que se analizarán)
se haya aplicado y se haya reflejado de manera equivalente en la realidad histórica. De
hecho se parte de la premisa de que la aplicación del plan es conflictiva, pues los contextos
establecen tensiones con la teoría y con los discursos de desarrollo (que es lo que el plan es
en realidad); pero al mismo tiempo se considera que el discurso planteado conllevó a
transformaciones reales (aunque no equivalentes) en los procesos económicos históricos.
Un cambio en el modo de desarrollo es un cambio de magnitudes importantes al interior de
una sociedad, por ello la justificación del mismo debe movilizarse por canales que sean
altamente convincentes, vinculantes y casi irrefutables; uno de ellos es la justificación de la
necesidad del cambio en virtud de una profunda crisis económica20
o por una crisis política
y social21
. Estas formas de justificación pueden ser simultáneas, en algunos casos se puede
ver que la justificación está acompañada del ejercicio de un poder coercitivo que impulsa el
cambio de modelo como sucedió en el cono sur, por ejemplo en Chile y Argentina. El caso
colombiano es particular en la medida en que la crisis económica que justificó la reforma
en otros países fue mucho menor en este país y los conflictos sociales parecían estarse
resolviendo de manera negociada en un consenso nacional; ello implicó que el plan que
impulsaba la transformación del modo de desarrollo se justificara a partir de premisas que
generaran el mismo consenso relativo en la sociedad. Por ello cuando se afirmaba que el
modelo de sustitución de importaciones22
era el responsable de la pobreza y la exclusión en
el país23
se estaba proponiendo discursivamente elementos sobre los que la sociedad debía
encontrar un acuerdo.
En términos propiamente agrícolas, el plan menciona la importancia de este sector en
virtud de su vinculación con los mercados internacionales. Las acciones que se hicieran en
su momento frente a este sector como la adecuación de tierras debían buscar la vinculación
20 Esto sucedió en muchos países latinoamericanos que se vieron enfrentados a una crisis de deuda e inflación
sin precedentes. 21 Esta forma se dio en el caso de Chile de 1973. 22 Modelo Económico precedente a la Apertura Económica de 1990. En la literatura se le abrevia como ISI. 23 Plan Nacional De Desarrollo 1990-1994. p 10.
21
efectiva del sector agrícola en la internacionalización de la economía24
. En un sentido
similar, el plan consideraba que la selección de proyectos se haría de acuerdo a criterios
como la rentabilidad social y económica, la cercanía a puertos o centros de consumo entre
otros25
, es decir que la inversión o el apoyo del Estado estarían en función de la viabilidad
internacional de los proyectos. Pero la percepción no estaba limitada solamente al apoyo
de la producción, e incluso mucho menos al apoyo de la producción que al fomento de la
oferta26
(agrícola); esta idea más genérica implicaba no solo promocionar la producción
sino también, y tal vez especialmente, el mercado de productos, lo que significaba una
apertura de los mercados nacionales. El primer gobierno de la década de los 90 vinculó la
idea de una agricultura como parte de la integración a los mercados mundiales por parte de
Colombia, sin embargo el plan no fue explícito al afirmar que la integración tenía dos
sentidos o direcciones.
La nueva percepción teórica del desarrollo justificó los beneficios del mercado abierto para
la agricultura, en la medida en que se manifestó que la ISI consideró a la agricultura como
una proveedora del sector secundario, haciendo su desarrollo rígido, no proyectado hacia el
extranjero y con menos dinamismo en virtud de innovaciones productivas (Gómez Ávila
1996)(García Gutiérrez 1995). Bajo este supuesto, se podría decir que una de las promesas
hacia el agro fue su desarrollo independiente guiado por el mercado.
A su vez, el plan de desarrollo por su parte consideraba que la teoría económica reciente y
su aplicación implicaban un fomento de la competencia y se señalaba la apertura como una
de las estrategias básicas del desarrollo especialmente cuando se considera su impacto
sobre el cambio técnico y la inversión27
. Se puede decir que el cambio en el modo de
desarrollo buscaba transformaciones en el nivel de integración de la agricultura al mercado
mundial. Las consecuencias lógicas de este proceso serían mayores niveles de inversión y
cambio técnico.
24 Ibíd. 36. 25 Ibíd. 41-42 26 Ibíd. 12 y mencionan : “Tal como lo sugirieron los economistas clásicos, esos son los elementos que en el
largo plazo determinan el progreso, la expansión del aparato productivo, y la elevación del nivel de vida de la
población” 27 Ibíd. 5,6.
22
Con los anteriores elementos se llegó a creer que teóricamente habría un aumento en los
niveles de productividad pues se pensaba que las distorsiones del mercado en el modo de
desarrollo anterior (ISI) habían afectado la competitividad y la productividad del sector
agrícola. Las distorsiones más criticadas fueron los subsidios y las barreras arancelarias.
Desde esta perspectiva, el gobierno implementó una serie de medidas enfocadas en la
transformación estructural del sector agrícola. Las medidas apuntaron a liberalizar el
mercado esperando de cierta forma que la presión de la competencia llevara a adecuaciones
en la estructura interna de la producción pues “El mayor énfasis en los mercados surge de la
renovada confianza en sus bondades para asignar recursos económicos más eficientemente
que mediante la intervención del Estado.” (Jaramillo 2002, 67). Es así como Jaramillo
(2002) considera que el gobierno Gaviria propuso dos reformas importantes para la
agricultura: 1) Incluir explícitamente los productos del sector en el programa de
liberalización, lo que condujo a un desmonte gradual de la intervención a través de los
controles a la importación, precios de sustentación y compras directas de cosechas; esto
implicó también estabilidad en las reglas de juego en contraste con los ajustes
discrecionales y 2) Desarrollar programas de riego y drenaje, que ayudaran en la
modernización productiva.
De hecho, el plan de desarrollo consideraba importante mencionar los procesos de gestión
privada de los programas de riego y drenaje del Meta y Cesar, e incluso hizo énfasis en un
futuro proyecto de riego para el Ariari que preveía el beneficio de 35.000 hectáreas y
10.000 personas28
, la gestión de dicho proyecto en la mencionada zona ya se estaba
adelantando29
. La aparición del Meta y del proyecto del Ariari deja ver el papel
relativamente importante del departamento en este proceso de apertura comercial (a nivel
discursivo por lo menos), pues la ejecución del proyecto y de otros apoyos a la producción
fue marginal desde el gobierno nacional.
1.1.2 Primer Diseño de Política de Desarrollo en el Meta.
El contexto histórico es un elemento fundamental para comprender las relaciones existentes
entre la nación con las regiones y departamentos, pues la Constitución de 1991 planteaba
28 Ibíd. p 17, 23 29 Documento Compes 2528. Garantía de la nación para el proyecto de riego y drenaje Ariari. Colombia.
Bogotá. Departamento Nacional de Planeación. Abril 1991.
23
un Estado unitario pero descentralizado. La autonomía regional apuntaba a una
democratización de la participación ciudadana en los procesos de elección de autoridades
locales y departamentales, así mismo se promovió la vinculación de las comunidades en los
procesos de planeación y ejecución del presupuesto. Para ello, la construcción del plan de
desarrollo departamental requería de la participación de diferentes actores sociales
(políticos, comunidades, miembros del sector productivo etc.) pero este plan debería estar
en sintonía con el Plan Nacional; esto implicaba que se debía asumir una posición respecto
al modo de desarrollo económico ya determinada.
Así, el primer gobierno del Meta electo popularmente fue el del conservador Omar
Armando Baquero para el periodo de 1992-1994. El plan de desarrollo propuesto por
Baquero estaba temporalmente situado en un espacio mayor al de su periodo como cabeza
del ejecutivo departamental30
. Este plan permite ver la forma como el discurso nacional se
articuló departamentalmente y tomó sus características propias. El plan de Baquero
consideraba que el escenario internacional ofrecía oportunidades que estaban limitadas por
las condiciones internas del departamento (seguridad, infraestructura) y por las barreras
agrícolas de los países desarrollados31
. De cierta forma se puede decir que la lectura del
departamento fue mucho más amplia que la que inicialmente pudo considerar el plan
nacional de Gaviria; y es que este plan contaba con menciones discursivas que en
apariencia dimensionaban con mayor coherencia las trayectorias históricas al considerar
que “Debemos atender a la solución de necesidades antiguas pero aplazadas y, a la vez,
enfrentar las nuevas realidades nacionales e internacionales"32
. Este periodo fue asumido
desde la política pública como un momento de transformaciones y de reforma integral que
respondían a requerimientos internos pero “sin desconocer que muchas de sus exigencias
internas son efecto de demandas globales de orden regional"33
. En cierta forma el escenario
propuesto por el plan indicaba inicialmente una visión del departamento como agente de los
procesos de cambio del modo de desarrollo.
30 Plan De Desarrollo Integral. "Nuestra Meta es el Meta" 1993-1997. Gobernación del Meta. Omar Armando
Baquero (Gobernador). 31 Ibíd. 32,33) 32 Ibíd. 68. 33 Ibíd. 63.
24
Este primer contraste entre los planes evidencia una tensión histórica. El departamento del
Meta cuenta con un elemento particular y es su distancia con los puertos de exportación, en
comparación con su cercanía a los centros de consumo importantes en el país. La distancia
a la que se hace referencia no está solo determinada por una magnitud en kilómetros sino
por una distancia geográfica que interpone en la magnitud de distancia cadenas
montañosas, valles y cañones profundos y ríos altamente caudalosos pero no navegables
(Ver Mapa 1). Si las condiciones geográficas dificultaban la integración al mercado
mundial en condiciones competitivas para la producción agrícola del departamento, la
posibilidad de producir para el mercado interno, como tradicionalmente sucedía, impuso
una tensión similar a la del conjunto de la economía agrícola en el país. La tensión consistía
en que la producción para el consumo interno se vería enfrentada a las presiones del
mercado que, como se mencionó, harían que los procesos productivos se adecuaran a las
presiones de la competencia de un mercado amplio. Pero no era solo el mercado el que
podía influir en los cambios productivos, los actores sociales del departamento, las formas
de apropiación de la tierra, los poderes departamentales y las tendencias históricas podían
actuar en el cambio de la producción.
La agricultura fue concebida en el plan de desarrollo departamental bajo premisas de
exotismo que demuestran parte de la percepción que desde la región se tenía de su lugar en
el contexto internacional. Es por ello que se consideraba que “La atracción hacia lo exótico
en color, olor y sabor que se observa en los habitantes de países desarrollados, es un
escenario propicio para el impulso de la experimentación en este campo”34
. Se puede
inferir que se asumió una postura que diera valor comercial en lo internacional solamente a
aquellos productos que representaran lo tropical, productos en los que se tendría posibilidad
de mercado por la imposibilidad de producirse en los mercados de consumo masivo. La
constante común era integración al mercado mundial, esta se rastrea desde lo internacional,
lo nacional y ahora lo regional. La forma de integrarse en ese mercado se entendió en
términos departamentales35
y nacionales36
a partir de la idea de las ventajas comparativas.
34 Ibíd. 34. 35 Ibíd. 65. 36 Plan de Desarrollo 1990-1994. 14-16.
25
La productividad también fue evaluada en el plan departamental. Este tema fue
problematizado a partir de las comunicaciones y la conexión con los mercados37
, la
alternativa fue planteada a partir de la agroindustria como medio para promover la
organización empresarial, elevar la productividad y la eficiencia, reducir costos y generar
empleo38
. En términos puntuales el plan departamental consideró pertinente que la política
productiva buscara una mayor inserción en la economía nacional y complementariedades
con los mercados fronterizos39
. Así, la especialización se convertiría en un elemento
importante de la política de desarrollo del departamento
37 Nuestra Meta es el Meta. 27 38 Ibíd. 92. 39 Ibíd. 88.
26
. Diseño del Autor. Con base en el SIG. 2014.
Lo que evidencian estos planes es el diseño del cambio productivo. El discurso que
promovía el cambio implicaba una transformación que vinculara a la producción de forma
más articulada a los mercados, y que la gestión de los recursos se hiciera a partir de la
asignación hecha por el mercado mismo.
Mapa 1. Ubicación del
Meta con Respecto al Mar y
Relieve.
27
1.2 RUPTURAS Y CONTINUIDADES EN LA CONCEPCIÓN DE DESARROLLO. El resultado general del desempeño agropecuario al final del Gobierno de Gaviria no fue
satisfactorio en términos generales. La crisis del sector que inició en 1992(Jaramillo 2002)
se prolongó40
y llevó a una caída en las expectativas sociales que se tuvieron al inicio de la
apertura. Jaramillo afirma que muchos sectores culparon a la apertura por la crisis en el
campo colombiano. En el año de 1994 fue elegido Ernesto Samper y su plan de desarrollo
tiene en apariencia un marcado énfasis social. Este plan presenta unas continuidades y unas
rupturas con lo planteado por su antecesor.
El plan de desarrollo “El salto Social” no abandonó los preceptos de la inserción al
mercado internacional como forma adecuada para el desarrollo económico, pero planteó
algunas ideas que permiten entenderlo como un plan que buscaba un modo de regulación
diferente al proteccionismo y al neoliberalismo41
. Es decir, el discurso del plan indicaba
que se debía buscar una integración mayor entre el Estado, los empresarios, los trabajadores
para una base sólida de la internacionalización42
. Este tipo de percepciones, en el plano
discursivo, implicaron unos cambios o discontinuidades con la percepción del gobierno
anterior. En este sentido, para el gobierno no fue tan clara y explícita la confianza hacia el
mercado como forma adecuada de asignación de recursos.
Pero así como había rupturas había continuidades en la percepción del modo de desarrollo.
De esta forma, este gobierno consideró como eje del desarrollo al sector exportador pero
ahora bajo la idea de los acuerdos sectoriales y las negociaciones internacionales. Además,
el plan planteaba medidas internas para hacerle frente a lo que se consideraba como
Neoproteccionismo.43
Lo que implicaba comprender que el mercado internacional,
especialmente en lo agrícola, era un mercado altamente distorsionado y que las medidas
adoptadas deberían contemplar esta variable.
Específicamente, en lo concerniente al sector agrícola en su relación internacional, el plan
contempló la especialización y la consecuente explotación de economías a escala como una
40 Una relación más profunda de la crisis con el departamento de Meta se hará más adelante. 41 Plan Nacional de Desarrollo 1994-1998. EL Salto Social. Departamento Nacional de Planeación.
Disponible en página Web Departamento de Planeación Nacional.
https://www.dnp.gov.co/PND/PlanesdeDesarrolloanteriores.aspx 42 Ibíd. 30 43 Ibíd. Cap. 6. p3.
28
forma de inserción adecuada a la apertura. Al mismo tiempo, se consideró pertinente una
estrategia más agresiva que aprovechara las ventajas de esta especialización, en el marco de
las negociaciones de la Ronda de Uruguay44
cuyos acuerdos son asumidos por el país en la
ley 170 de 1994. Este gobierno fue más específico en relación a los instrumentos con los
cuales la agricultura se integraría a estos acuerdos. Entre los instrumentos más importantes
estaban 1. Orientar las actividades de acuerdo al mercado y no a la vocación del suelo. 2.
Especialización regional de la producción para facilitar el logro de economías a escala. 3.
Actividades agropecuarias deben ser concebidas como parte integral del sistema
agroindustrial que conforma sus cadenas de agregación de valor. 4. Debe impulsarse una
estructura agroempresarial cada vez más integrada vertical y horizontalmente45
.
Lo anterior permite ver dos elementos particulares en el plan. En primer lugar, se retomó la
idea del mercado como agente que asignaba recursos o actividades (que aparentemente se
había desligado antes). En segundo lugar, al considerarse que las acciones productivas no
debían articularse por la vocación del suelo, en parte se aceptaba y reproducía una
tendencia histórica del país en la cual las actividades del sector primario (ganadería,
agricultura principalmente) no se hacían en suelos de vocación propicia.
Un contraste de los dos planes permite ver que la percepción que estos dos gobiernos
tuvieron sobre el problema agrario estaba determinada principalmente por los problemas de
la producción, la coherencia económica en virtud del desarrollo y de la inserción al
mercado mundial. En contraste con esta percepción, la complejidad del sector, los
problemas de propiedad y de tradiciones propias del sector rural no fueron desarrollados en
la amplitud que lo fueron los temas del papel de la agricultura en el desarrollo.
A pesar de que el plan estableció unos parámetros para la inserción del sector agrícola en el
panorama internacional, la relación que en algunos apartes formuló entre agricultura y
comercio puede tomarse como contradictoria. En ese sentido, el plan consideraba que la
política de modernización rural, luego de una breve evaluación del sector, se encaminará a
promover la modernización y la defensa del sector en el marco de la internacionalización en
44 Negociaciones comerciales que llevaron al nacimiento de la OMC y a unas estrategias de regulación y
liberalización del comercio mundial donde la agricultura tenía un papel preponderante. 45 Plan Nacional de Desarrollo 1994-1998.
29
mercados altamente distorsionados46
; para el logro de estos objetivos el gobierno
promovería la concertación con el sector privado, un contexto institucional descentralizado
y la participación comunitaria.47
Especialmente contradictorio fue el papel que el plan, en
términos formales, ofrecía a la participación comunitaria si se consideraba que debía ser el
mercado el que determinara las actividades independientemente de las aptitudes del suelo.
Para lograr esta defensa del sector agrícola y su correlativa inserción en el comercio (junto
a la participación de privados, comunidades y actores regionales descentralizados) el plan
buscó tres estrategias: una fue desarrollar una estructura económica basada en la
producción de bienes comercializables de alta elasticidad-ingreso de demanda, orientados a
mercados dinámicos de alto poder adquisitivo, y para los cuales el país posea condiciones
naturales favorables4849
. Este elemento discursivo es similar al que se mencionó antes
cuando se habló del plan de desarrollo del Gobernador Baquero50
, es posible que una
constante de la percepción agrícola en la historia del país sea el pensar la producción en
virtud de los productos con ventajas comparativas (tropicales) con dirección a los mercados
con alto poder adquisitivo.
Una segunda estrategia fue pensar en proteger las actividades productivas agrarias internas,
para las cuales el país tenía cierta productividad pero se veían amenazadas por las
distorsiones del mercado. Una tercera estrategia era la de reconvertir las actividades en las
que la productividad del país no poseía las ventajas comparativas y además se enfrentan a
actividades distorsionadas en el mercado internacional. Esto permite ver entonces ciertas
rupturas y continuidades con las estrategias del modo de regulación planteado a inicios de
la década. En este escenario, el Estado tomaba un papel un poco más importante que el
contemplado en el gobierno de Gaviria, tanto así que el panorama planteado estableció una
46 Se entiende en esta investigación por Mercados Distorsionados aquellos en los cuales, la información no es
equitativa ni simétrica, o donde los subsidios a la producción de los países hacen que el intercambio internacional sea inequitativo. 47 Ibíd. 14. 48 Ibíd. 14 49 Un ejemplo de estos bienes a los que hacía referencia el plan de desarrollo son productos alimenticios de
tipo tropical que pudieran ser objeto de interés de los países con poder adquisitivo mayor y/o en incremento,
también los productos que hayan tenido una intervención en la agroindustria. 50 Recuérdese “La atracción hacia lo exótico en color, olor y sabor que se observa en los habitantes de países
desarrollados, es un escenario propicio para el impulso de la experimentación en este campo”
30
diversidad de responsabilidades y de replanteamientos en el sector agrario que eran
diferentes a lo planteado en el plan del gobierno anterior.
En relación a la percepción sobre la productividad se encuentran puntos comunes frente a lo
propuesto en el gobierno anterior. Referencias a adecuación de tierras, el desarrollo
tecnológico y el financiamiento, capitalización, comercialización y servicios
complementarios51
son constantes como estrategias para el mejoramiento de la
productividad en el campo.
La acción ejecutiva de este gobierno se vio afectada por los problemas políticos que lo
acompañaron durante los cuatro años. Especialmente en lo relacionado con lo agrícola, la
sustitución de cultivos y planes de reconversión productiva fueron criticados y
deslegitimados(Jaramillo 2002). A pesar de un escenario inestable, se mantuvo una
continuidad en los cambios del modelo que venían desde el gobierno anterior; es decir que
se nota cómo este segundo gobierno de la década dio continuidad al patrón de desarrollo
guiado por las exportaciones como una forma de inserción al régimen internacional, aun
habiendo diferencias en el modo de regulación.
1.2.1 El Lugar de la Agricultura en Final de la Década.
El gobierno electo para el periodo 1998-2002 llegó con una expectativa de negociación de
paz con una de las guerrillas más antiguas y de fuertes raíces ideológicas agrarias –FARC-
y de cierta forma bases de apoyo también agrarias. Este escenario pudo interpretarse como
un momento para reformas profundas en los problemas aplazados en el agro del país. Sin
embargo, el proceso de planeación muestra la continuidad de un discurso de apertura,
protagonismo del mercado y profundización de la reforma estructural y de ruptura con las
políticas adelantadas en el gobierno anterior.
El plan de desarrollo que se planteó en el gobierno de Andrés Pastrana ofreció una doble
perspectiva. Por un lado, establece menciones relacionadas con la internacionalización y la
apertura al mercado, relaciones entre la agricultura y el comercio exterior, productividad
entre otros. Y al mismo tiempo, hizo reflexiones en retrospectiva, como un balance de la
apertura económica y de los resultados de este proceso.
51 Plan de Desarrollo 1994-1998.
31
Los cinco años que siguieron la crisis del sector agrícola fueron años de estabilización pero
no de recuperación para el sector. (Jaramillo 2002) Ante este panorama era posible la
existencia de cierta desconfianza por las virtudes del modelo. Frente a esta situación el
plan de desarrollo propuso una lectura de la apertura según la cual el modelo de
internacionalización no ha tenido el carácter necesario, ni ha sido un modelo plenamente
implantado, por lo que no se puede afirmar que haya sido un modelo que fracasó52
. Bajo
esta premisa, el plan consideró que la implementación de la apertura y del modo de
desarrollo guiado por las exportaciones había sido aún parcial por lo tanto su
profundización era necesaria para que se obtuvieran mejores resultados, esta idea es
recurrente en las posturas del neoliberalismo, según las cuales cada crisis del sistema es
entendida como algo exógeno y ajeno al mismo (Harvey 2007b) o ajeno al modo de
regulación.
Incluso el plan mismo recurre a argumentos similares a los invocados a inicios de la
década, y que de cierta forma apoyaron la propuesta de reformas estructurales desde los
organismos internacionales. Es así que, tomando como ejemplo las economías asiáticas que
se desarrollaron en las últimas décadas, el plan afirmó que las economías que se orientaron
a los mercados externos obtuvieron mejores resultados, pues se fomentó la especialización
y la producción a gran escala y esto hizo necesaria además la innovación tecnológica53
.
Esta lectura de la realidad fue completamente separada de una visión temporal más amplia.;
una percepción del proceso económico asiático de la segunda mitad del siglo XX desde un
prisma histórico y contextual permite ver que no fue solamente la postura hacia el mercado
lo que determinó su desarrollo, sino también adecuaciones de su aparato productivo interno,
intervención del Estado en actividades económicas, apoyos sectoriales e incentivos a la
competitividad, entre otros. (Rodrik 2011).
La postura de este gobierno permitió ver puntos comunes con los gobiernos anteriores: a).
El papel del mercado como agente principal para la asignación de recursos y como guía
para el desarrollo de actividades productivas. b) Coincidencia de políticas del sector con
los lineamientos de la organización mundial del comercio, los acuerdos firmados por el país
52 Plan Nacional de Desarrollo 1998-2002. Cambio Para Construir la Paz. Departamento Nacional de
Planeación. Disponible en Web: https://www.dnp.gov.co/PND/PlanesdeDesarrolloanteriores.aspx 53 Ibíd. 29.
32
y las tendencias internacionales en comercio agrícola. c) La iniciativa de los proyectos de
inversión agropecuaria reside en el sector privado, pero deben ser concertadas con las
comunidades locales54
. De esta forma se puede ver cómo, al cierre de la década, se
mantuvieron algunas premisas alrededor del modo de regulación, que propiciaban el énfasis
en el mercado y en la exposición al comercio internacional.
La relación entre agricultura y el escenario internacional posibilitó una visión retrospectiva.
El plan consideró que la apertura había permitido más la competencia de las importaciones
que la promoción de exportaciones. A esto el plan le sumó un ambiente macroeconómico
desfavorable (reevaluación monetaria) y otros elementos del contexto como la falta de
preparación para la producción hacia la exportación, la insuficiencia de vías, etc. Estas
menciones del plan permiten comprender que hacia finales de la década se ponía en tela de
juicio parte de la apertura (los procesos internos) pero no la esencia de la misma. En este
sentido, se puede inferir que lo que se proponía era profundizar el proceso a pesar de la
falta de preparación inicial propia de las condiciones internas.
La misma evaluación del proceso informaba que la participación del sector agropecuario
cayó entre 1990 y 1997 afectando tanto a transitorios como a permanentes. Dentro de la
evaluación que hace el plan se establece que los cultivos transitorios perdieron terreno
frente a los permanentes y estos frente al pecuario55
. A pesar de ello, el plan consideró
pertinente ver la política de internacionalización como un medio y no como un fin y buscar
el aprovechamiento de las ventajas competitivas e integración para los intereses
nacionales56
. Es decir que se consideró que el sector había perdido en términos relativos
luego de la política de internacionalización, en respuesta a ello el nuevo gobierno consideró
que la profundización de esta política (de mercado internacional) haría que el sector se
recuperara.
En algunos apartes la visión retrospectiva del plan parece que hubiera sido hecha a manera
de justificación. El plan, cuando se relacionó el comercio y la agricultura, ofreció primero
una perspectiva según la cual el mercado de capitales y la tasa de cambio habían afectado el
54 Ibíd. 337. 55 Ibíd. 331. 56 Ibíd. 343.
33
agro. Para contrarrestar este efecto el plan contempló “(…) el diseño de instrumentos claros
y transparentes y de apoyo a las iniciativas empresariales y campesinas que busquen
generar riqueza y bienestar. Se trata de otorgar subsidios o extensiones a quienes inviertan
en el campo y generen empleo”.57
Esto es fundamental pues esta percepción daba prioridad
a los procesos productivos de inversión nueva, es decir, a los nuevos participes de las
actividades agrarias. Para ello la primera política relacionada es la de Inversión rural donde
se proyecta la atracción de inversión al sector, subsidiando la inversión en tecnología, en
bienes de capital, en desarrollo de infraestructura y en aprovechamiento de la economía a
escala. Con esto se buscó privilegiar la inversión que promoviera la alianza entre grandes y
pequeños productores58
.
Finalmente, la percepción sobre la productividad en este plan de desarrollo fue menos
concreta, la inversión en capital y los apoyos para la misma aparecían como formas de
incrementar la producción; el desarrollo tecnológico, las cadenas de comercialización y los
apoyos a la capitalización aparecían como formas de mejora de la productividad. Es decir,
que se consideró que la acción del capital, y el fomento del Estado a la misma, por sí misma
generaría incrementos en la productividad. La investigación y el desarrollo no fueron
contemplados en el plan como posibilidades para la productividad.
El diseño de políticas de tipo nacional, en lo concerniente a los planes de desarrollo, mostró
un cambio importante en la dirección de la economía a partir de la transformación del modo
de desarrollo y de los parámetros de regulación determinados por la acción y el papel del
Estado y del mercado. Las lógicas de inserción al mercado internacional y la percepción
sobre el comercio en estos tres gobiernos demostraron que el énfasis en la exportación
como guía para el desarrollo del país fue percibido como un camino absoluto de desarrollo.
A pesar de la existencia de matices y algunas rupturas en un diseño de plan las
continuidades temporales fueron evidentes en este periodo. La continuidad discursiva en
este periodo estuvo anclada tanto a lo que se decía como a lo que se dejó de decir. Dicho de
otro modo, la percepción de la apertura y el comercio exterior como forma de desarrollo
hizo que no se percibieran dos elementos claves: a) que los contextos de las regiones
podían tener formas de adecuación a este escenario de desarrollo diferentes en la medida en
57 Ibíd. 328. 58 Ibíd. 338.
34
que sus condiciones físicas e históricas afectaran la forma de inserción al mercado; b) que
el sector agrícola cuenta con condiciones particulares, aún siendo una actividad económica
más. Es por ello que la reflexión sobre este sector -a partir de su inserción al comercio
internacional, su productividad o sus ventajas comparativas- alejó la reflexión sobre temas
estructurales como las formas de relación social que esta actividad instituye, las relaciones
laborales que articula y las relaciones de poder que determina.
1.3 LA APERTURA Y LA AGRICULTURA EN EL DEPARTAMENTO. Hubo un cambio efectivo en la percepción que se tenía de la agricultura en el marco del
desarrollo del país, es decir que el nuevo modo de desarrollo implicó una modificación en
la percepción sobre la agricultura. Esto indica que lo que antes se había evaluado en este
texto como un cambio ahora puede ser tomado con un motor de transformación. En otras
palabras, que la transición en la política y en la percepción del modo de regulación por
parte de los gobiernos a nivel nacional pudieron generar a su vez cambios en el sector
agrícola del país y, para los intereses de esta investigación, del departamento del Meta.
Es preciso mencionar que una consideración histórica de los procesos obliga a pensar
procesos temporales disímiles aunque coexistentes. De esta forma, no sería adecuado
considerar que la apertura económica solo conllevó cambios en los procesos agrícolas del
departamento, sino que también hubo permanencias. Partiendo de la idea de que las
relaciones económicas en el departamento responden a un marco temporal más amplio es
pertinente entonces plantear una tendencia histórica que permita así mismo ver rupturas y
continuidades en el periodo estudiado.
Cuando se analiza la forma como este discurso nacional repercutió en la idea de desarrollo
en el departamento del Meta es pertinente comprender que la percepción del desarrollo,
aunque exógena, se relaciona con las formaciones sociales y económicas de mayor
temporalidad. Para inicios de los noventa, el Meta contaba ya con una tendencia en la
producción, con unos productos consolidados o en vías de serlo. Así, la apertura
contribuyó a la consolidación, desaparición o ascenso de diversos cultivos. En esta
misma línea, elementos como la propiedad, la concentración de la tierra pudieron ser
estimulados o atenuados.
35
1.3.1 La Producción Agrícola en el Meta Antes de la Década del Noventa.
La percepción sobre el dinamismo de la economía y especialmente de la economía agraria
en el marco de la apertura indicaba que la política de ISI había afectado gravemente el
desarrollo de este sector de la economía. Como se ha mencionado antes, algunos autores
consideran que la percepción que había sobre el sector agrícola indicaba que
(…) el sector agropecuario debería ser el más beneficiado con la puesta en marcha del nuevo modelo.
Los principales argumentos para sostener esa afirmación eran: en primer lugar, todos los cultivos de productos transables (…) serían los primeros beneficiados por la eliminación el sesgo antiexportador
y antiagrícola en la política macroeconómica, especialmente por la anunciada neutralidad de las
nuevas políticas cambiaria y comercial (….) se promoverían nuevos cultivos de exportación ya que,
según sus premisas, es en el sector agropecuario donde reposan (…) las principales ventajas
comparativas internacionales del país. (García Gutiérrez 1995. 14,15.)
De acuerdo con esto, se vio una especie de relativo consenso académico y político en la
idea de los futuros beneficios del nuevo modo de regulación. El mismo García informa de
la confianza que se puso en el mercado como agente de asignación de recursos determinaba
que el sector sería más eficiente, competitivo y con alto potencial de crecimiento(García
Gutiérrez 1995. 15). El mismo autor sospechó sobre estas premisas y afirmaba que estas no
se respaldaban con algún tipo de evidencia empírica. Una crítica similar expuso Krugman
al afirmar que las formulaciones que se hacen desde el “Consenso de Washington”
alrededor de la apertura del mercado son algunas veces imprecisas y empíricamente poco
comprobadas (1996).
Ante este panorama surge la duda sobre las condiciones de la producción agrícola y el
dinamismo de la misma en el departamento del Meta antes de la apertura, e incluso la
trayectoria histórica de la misma en el mediano plazo. Lo expuesto por muchos autores
pareciera indicar que había un serio estancamiento en la producción agrícola a nivel
nacional, y se podría decir que en el Meta. Se puede plantear que los argumentos
relacionados con la parálisis del sector pudieron ayudar a movilizar la idea de que era
necesaria una reforma estructural. Algo similar pasó con el problema de la deuda,
argumento bajo el cual los organismos de financiación movilizaron el programa de ajuste
en los países latinoamericanos. Sin embargo, la mencionada crisis fue, por lo menos,
36
marginal en términos comparativos para Colombia59
, lo que lleva a pensar que
posiblemente el estancamiento agrícola fue menor de lo que se dijo.
En lo productivo, el desempeño agrícola del departamento en la década del 80 mostró unos
procesos particulares, que ofrecen una visión de antecedente a los procesos de apertura y
que al mismo tiempo representa un panorama interesante en virtud de lo expuesto por los
promotores de la apertura comercial. De esta forma, el proceso de la agricultura puede
entenderse como un proceso con diferentes temporalidades en las cuales unos productos
tienen presencias y permanencias más extensas que otros.
Así como el departamento del Meta mostró un dinamismo importante en lo poblacional
entre mitad de siglo y el año 1985, también el desempeño de su producción se puede
interpretar como sobresaliente: el Producto Interno Bruto creció a una tasa del 10.87% entre
1980 y 198960
. Este desempeño representó uno de los más sobresalientes de todos los
departamentos del país, solo superado por La Guajira y siendo estos dos departamentos los
únicos que crecieron en el PIB a un promedio de dos dígitos durante la década. Los
conocidos como Nuevos Departamentos61
también registraron un aumento del PIB de dos
dígitos en promedio. Una de las variables que pudo influir en este dinamismo de estos
departamentos es la extracción minera y petrolera. Para el caso del Meta existió
efectivamente un crecimiento de la minería en la participación económica en el
departamento para la segunda mitad de la década. Sin embargo, esto no indica
necesariamente una disminución en la producción agrícola. El desempeño económico del
departamento y su progresivo aumento del PIB pudo incluir los dos sectores.
59 Terence C. Conavan en su artículo “La Crisis de la Deuda Externa y su Impacto en Colombia” publicado en
Horizonte Tecnológico. No. 3. Hace una evaluación del proceso de endeudamiento de los países
latinoamericanos entre 1982 y 1986. Este banquero considera que las políticas de austeridad y ajuste estructural eran necesarias para los países deudores. Las políticas de austeridad, para él, eran un primer paso
en el marco de la Iniciativa Baker que promovía 1. Políticas Económicas de Eficiencia, Productividad, Menos
Inflación y énfasis hacia el mercado. 2. Papel central del Banco Mundial y el fondo monetario Internacional,
tanto en el apoyo como en la vigilancia de la correcta aplicación de estas políticas. 3. Participación de la
Banca Privada con fondos para préstamos a países. (15 países precisamente). El Autor consideró que
Colombia era el único país integrado en la iniciativa que no se vio en la obligación de refinanciar la deuda.
En otras palabras, la crisis, principal argumento de la reforma estructural, no había sido de gran magnitud en
Colombia, pero la ideología y el discurso del liberalismo introdujo las reformas bajo los mismos argumentos
que en los demás países. 60 Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico. Consejo Regional de Planificación
Social y Económica de la Orinoquía. Colección Corpes Biblioteca Luis Ángel Arango. 61 Son los departamentos establecidos como tal en la década del 80.
37
El desempeño económico del Meta en el periodo previo a la apertura también puede
establecerse a partir del PIB per cápita: inició la década del 80 con un promedio alto en
relación con los demás departamentos, superado solamente por departamentos con un alto
grado de integración al mercado nacional como Cundinamarca, Antioquia, Valle o
Santander. Su crecimiento fue superior al de otros departamentos y aumentó en un 4.55%62
en promedio anualmente, al final de la década el PIB per cápita era superior al de casi
todos los departamentos. Esta cifra, claro está, no debe tomarse como una referencia
absoluta en la medida en que al ser una cifra de promedio puede ocultar elementos de
distribución del ingreso entro otros. Sin embargo, lo que sí es diciente es que el
crecimiento del sector productivo es bastante dinámico antes del cambio del modo de
regulación.
Una visión temporalmente mayor muestra que el sector Agrario y otros relativos al sector
primario tienen un comportamiento decreciente en la segunda mitad del siglo XX en el
Meta. Al ver en detalle el Valor Agregado por Actividad Económica solo de lo
Agropecuario, Silvícola, Caza y Pesca se nota:
Cuadro 1.0. Porcentaje Valor Agregado por Actividad
Económica en el Meta.
Año Agropec, Silvic,
Caza y Pesca.
1960 63.51
1965 58.88
1970 54.28
1975 55.65
1980 45.88
1985 33.49
1989 26.75
Fuente: Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana.
Anexo Estadístico. Cap. 2. Cuadro 7
Esto podría tener por lo menos tres interpretaciones: Una indicaría que la “modernización”
económica desplazó las actividades agrícolas. Otra señalaría que hay un aumento de otras
actividades (no necesariamente más “modernas”) con mayor valor (agregado o absoluto).
Una tercera diría que todas las actividades avanzaron pero las demás con una mayor
62 Ibíd. Cuadro 6. Cap. 2
38
velocidad que el sector agropecuario. Sin embargo, al analizar lo que perdió el sector
agrícola y los sectores que ganaron participación se puede notar que entre 1960 y 1975 los
sectores que ocuparon un porcentaje mayor son el comercio y los servicios de gobierno63
.
Entre 1975 y 1980 fueron la vivienda y los servicios personales los que ocuparon un
porcentaje importante del 10% que pierde el sector agropecuario. Ya en la década del 80
fue la minería y las obras públicas las que ocupan porcentajes importantes que dejó de
ocupar el sector agropecuario.
Lo anterior no puede interpretarse, necesariamente, como un estancamiento de la
producción agropecuaria. Al analizar la participación del Meta en el PIB Nacional
Agrícola este mantuvo una participación estable y un crecimiento en el valor de la
producción en la década del 80 pasando de 305.718 millones de pesos en 1980 a 2.428.926
millones en 198964
. Emilio García (1995) llegó a conclusiones similares a las que se han
llegado en esta investigación en lo relativo a la dinámica productiva en los 80. Esto,
tentativamente llevaría a pensar que la información empírica refuta los preceptos que se
establecieron sobre la apertura y el estancamiento del sector agrícola, no se quiere decir
que el sector antes de la apertura era un sector dinámico, innovador y productivo.
En un sentido similar, al analizar la descripción técnica de la Primera Encuesta Nacional
Agropecuaria (PENAGRO) se nota que el Estado de cierta forma confiesa la poca (por no
decir nula) existencia de información sistemática y confiable sobre el sector agrícola. Esta
encuesta presentada en 1990 evidencia la necesidad que se tenía de obtener información
confiable de las instituciones de cara a un proceso de apertura; lo particular en este caso es
que los proyectos de reforma se toman evaluando las variables generales y teóricas y no
precisamente las particulares y empíricas. Esto indica que la evaluación del sector agrícola
en virtud de las reformas estructurales y del cambio del modo de desarrollo se hizo a partir
de lo que Harvey llamó presupuestos malthusianos65
(Harvey 2007).
Por otra parte, una descripción más detallada de los productos ofrece una visión más clara
sobre la tendencia histórica de la producción agrícola en el Meta anterior a la apertura. Este
63 Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico. Capítulo 2. Cuadro 2. 64 Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico. Cuadro 10. 65 Se entienden como el ejercicio de premisas teóricas sin soporte empírico.
39
departamento, por sus características físico-climáticas, ha tenido unas tendencias en los
cultivos que tradicionalmente ha sembrado (maíz, plátano, frutales, arroz), pero también ha
visto unos cambios en las décadas recientes. Varios cultivos hacen parte de la producción
agrícola departamental. Acá se mencionarán los más importantes.
El cacao mostró un avance en el Meta departamento que representaba cerca la mitad del
área cultivada con este producto en la Orinoquía66
. La elasticidad de la Yuca hizo que se
pasara de una participación en 1981 del 66% en la región a un 27,6% al cierre de la
década. 67
. Frente al algodón inició su descenso en el área cultivada al tiempo con el
incremento de hectáreas en otros departamentos de la Orinoquía68
(Ver Gráfico 1.0).
Gráfico 1.0 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Cacao, Yuca y Algodón en la década de
1980.
Fuente: Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico.
El Maíz (sin discriminarse entre tradicional y tecnificado) perdió durante la década frente a
la región y en la superficie cultivada en el Meta69
, esto a pesar de que el rendimiento por
hectárea crece durante la década. El arroz creció en importancia regional y dentro del
departamento, tanto así que ocupó la quinta parte de la producción nacional. La palma
africana inició en esta década su consolidación como cultivo importante llegando a ocupar
el 25,7% de la superficie nacional cultivada(Ver Gráfico 1.1).
66 Ibíd. Cuadro 11. Cap. 2. 67
Ibíd. Cuadro 14. Cap. 2 Cálculos propios. 68 Ibíd. Cuadro 15. Cap. 2. 69
Ibíd. Cuadro 12. Cap. 2
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
1981 1983 1985 1987 1989
Cacao
Yuca
Algodón
40
El cultivo del plátano mostró una mayor elasticidad en la superficie cultivada aumentado y
cayendo en el número de hectáreas durante la década; los rendimientos de este cultivo se
mantuvieron relativamente estables durante la década.
Gráfico 1.1 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Arroz, Maíz, Palma en la década de 1980.
Fuente: Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico.
La Soya creció especialmente después de la segunda mitad de los años 80, lo que ayudó a
que pasara da representar el 1.96% de la superficie nacional de soya al 16.75 en 1989 e
incluso el 31.31% en 1991. El Sorgo en contraste tuvo una importancia inicial mayor que
la soya, pero fue cayendo durante la década. La caña panelera representa un cultivo menor
en el departamento 70
(frutales y café no entraron ni siquiera en la evaluación).
La superficie total del departamento cosechada durante la década presenta una tendencia
que baja entre 1981 y 1986 y retorna a los valores iniciales entre 1986 y 1989. El
comportamiento del Departamento en virtud de los demás de la región se puede evidenciar
en el Gráfico 1.4.
Gráfico 1.2 Trayectoria de Hectáreas Cosechadas de Soya y Sorgo en la década de 1980
70
Ibíd. Cuadros 17, 18, 19 20. Cap. 2. Cálculos propios.
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
1981 1983 1985 1987 1989
Maiz
Arroz
Palma
41
Fuente: Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico.
Gráfico 1.3. Participación Porcentual de los departamentos en la superficie cosechada.
Fuente: Diagnóstico Integral de la Orinoquía Colombiana. Anexo Estadístico. Cuadro 22.
Con respecto a lo nacional el Meta representaba el 6.09% de la superficie nacional dedicada
a la agricultura en 1981, en 1985 fue de 4.5% y en 1989 fue de 6.23. Estas cifras indican
que en la década hubo un movimiento de descenso y ascenso de la superficie. La
importancia del Meta en relación con lo cosechado en la región de la Orinoquía es
absoluta. Esto reafirma la importancia del departamento en la región y en su integración
con el mercado nacional.
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
1981 1983 1985 1987 1989
Soya
Sorgo
0
20
40
60
80
100
1981 1985 1989
Otros
Vaupes
Casanare
Meta
Arauca
42
Los datos iniciales permiten inferir que el comportamiento de la producción agrícola en el
departamento fue estable, con descensos y recuperaciones en área cultivada. La
productividad por hectárea no se vio grandemente afectada en la década del 80. Estos datos
permitirán hacer un análisis de los cambios de la producción agrícola en la década luego de
la implementación del modo de desarrollo guiado por las exportaciones y el mercado.
Una visión igualmente panorámica es la que se puede establecer a partir de la PENAGRO
en la cual al cierre de la década se muestra una pequeña superioridad de cultivos
permanentes sobre los cultivos transitorios. La mayor cantidad de tierra (cerca del 70%)
estaba destinada a pastos, malezas y rastrojos y bosques naturales en contraste con la
cantidad de tierra dedicada a la agricultura en el departamento que es de cerca del 8%.71
1.3.2 La concepción Política de la Agricultura en el Meta en el marco del Modo de
Desarrollo.
Como se ha mencionado antes, la década de los años noventa estuvo marcada por cambios
en lo económico, pero también en la organización del Estado. En este segundo aspecto, la
constitución del 91 buscó, en lo administrativo e institucional, descentralizar el gobierno y
brindarle mayor autonomía a las regiones, los departamentos y los municipios para la
gestión de proyectos y la planeación del desarrollo. De esta forma, en el Meta, como en
otros departamentos, se iniciaron procesos electorales para decidir quién asumiría la
gobernación, cargo que hasta el momento era decidido por el gobierno central. En esta
década hubo lugar a tres elecciones entre 1991 y 2000. La primera dio como ganador al
conservador Omar Armando Baquero para un periodo de tres años entre 1992 y 1994. La
segunda llevó a la gobernación a Alfonso Ortiz Bautista para el periodo 1995-1997;
finalmente para los años 1998 y 2000 fue electo Alan Jara del partido liberal.
Cada uno de estos gobiernos tuvo que establecer un plan de desarrollo integral para el
departamento. Sin embargo, la autonomía departamental en relación a lo económico no fue
completa en la medida en que la Ley Orgánica sobre Plan de Desarrollo (ley 152 de 1994)
estableció la obligación de una coherencia con los planes nacionales. Pero es evidente que
los planes buscaban identificarse con lo establecido nacionalmente, incluso antes de la
71 Primera encuesta nacional agropecuaria PENAGRO: Meta. Ministerio de Agricultura, Oficina de
Planeamiento del Sector Agropecuario. 1990. P. 33.
43
expedición de la ley72
. Estos planes muestran la percepción sobre el desarrollo agrícola que
se asumió en el departamento desde la dirigencia en la década de la apertura y muestran que
estas percepciones fueron bastante heterogéneas en algunos aspectos, pero se identificaron
en otros.
Los planes departamentales de desarrollo veían importante el enfoque de desarrollo
humano como elemento articulador del desarrollo económico. Así, la percepción de Ortiz
en su plan fue considerar como necesario afrontar el problema de la equidad y la
solidaridad73
. Más amplia es la descripción que tanto Baquero como Jara establecen en sus
planes; el primero consideraba pertinente “orientar el uso de los factores productivos hacia
el desarrollo sostenible de las potencialidades agropecuarias y agroindustriales (…) en
sintonía con los propósitos del desarrollo nacional y con principios de equidad." 74
En este
caso la iniciativa privada y la economía solidaria harían parte fundamental de lo que
llamamos regulación económica. Jara propuso una visión en la cual la percepción del
desarrollo que se tenía plateaba una postura dual. Por un lado se percibía la idea de
armonizar el desarrollo económico con bienestar social. Por el otro, ubicar una visión
propia del desarrollo dentro de la actual dinámica mundial de carácter globalizador en los
asuntos económicos y socioculturales.75
Esto significó una identificación con un proceso
económico más amplio que buscó, como ya se dijo, establecer dinámicas de producción.
Los planes así mismo permiten establecer unos elementos que explican la relación del
proceso regional con procesos amplios de carácter tanto nacional como internacional. El
plan presentado por Baquero consideró que el ordenamiento y la reforma integral del
departamento responde no solo a requerimientos internos de desarrollo, "sin desconocer
que muchas de sus exigencias internas son efecto de demandas globales de orden
regional"76
Por su parte Ortiz fue explícito al establecer que el plan estaba en sintonía con
lo propuesto por el gobierno nacional en El Salto Social; la idea misma de creación de
72 Plan De Desarrollo Integral. "Nuestra Meta es el Meta". Gobernación del Meta. Omar Armando Baquero (Gobernador). Biblioteca Luis Ángel Arango. 73 Gaceta del Meta. Octubre 13 de 1995. Número 1021. Ordenanza No. 023 de 1995 Mayo 18. Plan
Programático de Desarrollo "Todos somos Meta". Asamblea Departamental del Meta. 74 "Nuestra Meta es el Meta". P 68. 75 Gaceta del Meta. Agosto 10 de 1998. Número 1105. Ordenanza 314 de 1998, Plan de Desarrollo
Económico y Social para el Departamento del Meta 1988-2000. "Cuaderno de Tareas para el Desarrollo
Integral”. Asamblea Departamental del Meta. P 33. 76 "Nuestra Meta es el Meta". P 63.
44
ventajas comparativas fue algo tomado del plan de Samper. En el plan de Alan Jara fue
más evidente la relación existente con las ideas del modo de desarrollo guiado por el
mercado. De esta forma este plan consideraba dentro de sus objetivos el promover "el
crecimiento económico del Departamento con el fin de acelerar su incorporación a los
procesos de globalización económica mundial, creando condiciones institucionales y de
infraestructura que faciliten y atraigan la inversión productiva nacional e internacional" 77
Lo ilustrativo de esto es que el fin es la vinculación al mercado; no se tomó la vinculación
al mercado como un medio, sino como un fin en sí mismo. Esta percepción permite
comprender la forma como el discurso buscó posicionar al mercado como objetivo de la
política económica y de la gestión del Estado.
La agricultura en particular tomó un papel importante en la concepción que desde el
gobierno departamental se tenía de su rol en el desarrollo. En este sentido los gobiernos
consideraron de manera diferente el papel de la agricultura de cara a lo internacional. Para
Alan Jara era pertinente "superar la visión parroquial" de desarrollo e integrar la percepción
del mismo a los procesos de internacionalización de la producción.78
Una percepción
similar fue la que presentó Baquero al considerar que la agricultura representaba
posibilidades comerciales debido al exotismo de los productos. De hecho, en la percepción
que se tuvo de la agricultura durante esta administración se puede evidenciar por la forma
de adhesión al régimen internacional, pues una percepción integral sobre el comercio
consideraba que esta actividad favorecía la circulación y entrada de bienes de consumo y de
capital “conformando un flujo comercial en ambos sentido que va más allá de los mercados
caribeños inclusive”79
. Esto configura, como se dijo, una forma de adhesión al régimen
internacional lo que constituyó una de las características de un modo de regulación.
En contraste con estas visiones, Alfonso Ortiz en 1995 consideraba que el proceso de
internacionalización continuaría y con ello la afectación de departamentos como el Meta, lo
cual se evidenciaba con el aumento de los conflictos80
. Esta percepción indica entonces
que no hay una unidad de criterios y percepciones frente al proceso de internacionalización
77 "Cuaderno de Tareas para el Desarrollo Integral” p2. 78 Ibíd. 31. 79 “Nuestra meta es el Meta” 63 80 “Todos Somos Meta” 6
45
de la economía y de la agricultura, por lo menos al nivel de los sucesivos gobiernos. Indica
también que existe una posible correlación entre los procesos económicos y los procesos
sociales y políticos en la región. En ese sentido, es posible afirmar que el proceso
económico de apertura generó una mayor tensión social (en relación a los recursos) y que
esto se hizo evidente en la planeación del desarrollo a mediados de la década. Así mismo,
se puede comprender que en el territorio del Meta el proceso de la apertura llevó a
evidenciar las disputas de diferentes tipos de poder, lo que indica que el proceso de reforma
estructural afectó además otros aspectos de lo social.
La visión de la agricultura vista en función del comercio internacional fue, a pesar de lo que
se vio antes, mucho más pesimista. En la planeación establecida por los tres gobiernos el
escenario de pérdida de presencia del Estado como agente intermediario de la
comercialización fue percibido como negativo, a pesar de que Baquero consideraba
pertinente la participación del sector privado en la comercialización. Los elementos que
influyeron en la percepción de límites, especialmente en la agricultura de cara al comercio
internacional, fueron ilustrados cuando se consideró que
La desgravación arancelaria, la caída internacional de precios en diferentes productos agrícolas, el difícil acceso al crédito y los costos del crédito extra-bancario, la transición institucional del sector
que ha reducido la investigación y generado la carencia de alternativas visibles de reconversión, la
postergación de proyectos estratégicos, las dificultades de las Umatas y la asistencia técnica, la
continuada depredación ambiental de subsistencia y cultivos ilícitos, sumados a la inseguridad,
presionan el costo de los alimentos y esto a su vez, en el esquema macroeconómico vigente, presiona
las importaciones, en un círculo viciosos que intenta romperse con una estrategia de modernización
sectorial sin que se redefina el rol subordinado del sector frente a otras prioridades económicas. 81
Esta visión un poco más integral de las implicaciones del proceso de apertura y reforma
estructural muestra que los elementos económicos afectaban el margen de maniobra de las
entidades territoriales en la medida en que son elementos macro (tipo de cambio, política de
investigación etc.) los que determinan las forma de adhesión al régimen internacional.
Estos elementos afectaron y determinaron la forma que asumió el régimen de acumulación.
En cierto sentido, cuando el proceso económico es visto a partir de las variables
agricultura/comercio internacional la relación muestra los retos y las presiones a las que se
sometió al sector agrario en el Meta. Incluso Jara, en cuya percepción se vio antes una
posición favorable para el proceso de globalización, consideraba que precisamente en el
81 Todos Somos Meta. 10.
46
contexto de apertura las importaciones y el contrabando hacen perder competitividad por
los altos costos de producción interna frente a los competidores82
.
Estos elementos explican por qué el plan presentado por Ortiz indicaba que la apertura
había aumentado los conflictos. Se puede considerar que las presiones de la competencia
externa hizo necesaria la reducción de costos (donde usualmente los laborales son los que
se ven afectados) y que la imposibilidad e inviabilidad de la comercialización de la
producción haya generado una presión mayor para el productor con mayor desventaja. Así,
el camino pudo ser el de los cultivos ilícitos o el de la venta de predios.
1.3.3 Formas de implementación del Cambio Estructural en la Agricultura
Departamental.
En la medida en que las políticas agrícolas buscaron una cierta integralidad, se puede decir
que al discutir sobre la implementación departamental del cambio estructural es casi
inevitable relacionarlo con las acciones de carácter nacional. En este sentido, las acciones
departamentales y nacionales tuvieron cierta correspondencia y se pueden notar cambios
importantes en las formas de acción en los diferentes momentos. El análisis de estas
acciones se hará a partir de la interrelación de elementos que son pilares de modo de
regulación y del régimen de acumulación: competitividad, internacionalización,
productividad, cambio técnico, aranceles, subsidios y crédito.
Los primeros cuatro años de la década del 90 tuvieron una implicación importante para la
agricultura, ya que fue el periodo de aceleración de las reformas estructurales. Las medidas
que se asumieron en el gobierno tuvieron principalmente una perspectiva general, esto
quiere decir que el énfasis de la política estuvo dirigido principalmente a dos frentes: por un
lado, se encaminó a la reducción de los mecanismos de protección, y por el otro a reducir
los impactos que la apertura traería en algunos cultivos. Se reconoció en su momento que
la internacionalización de la economía debía hacerse de manera progresiva, especialmente
en el sector agrícola, cuyos precios estaban más expuestos a las fluctuaciones
internacionales que los de los bienes industriales. Esta elasticidad en los precios estaba
determinada por los subsidios o los ciclos de producción del mercado internacional.
82 Cuadernos de Tareas para el Desarrollo Integral. 7
47
El mecanismo de franjas de precios se estableció como una medida transitoria que
permitiría a mediano plazo la competitividad de los productos nacionales83
. Este
argumento permite establecer las premisas teóricas bajo las cuales se articuló este primer
momento de reformas económicas. Se consideró que la exposición al mercado era una
condición necesaria y suficiente para el desarrollo de la producción en términos de
competitividad. El instrumento como tal no contemplaba ni mencionaba políticas
complementarias para el desarrollo productivo. En este caso, es posible ver cómo
elementos del modo de regulación como los aranceles (reducción) se articulaban con
elementos del régimen de acumulación como la internacionalización y la competitividad.
La competitividad iba a estar determinada por el acceso, en un mercado abierto, a
“(…)insumos y bienes de capital para el sector agropecuario”84
que reducirían los costos de
producción, idea en la que algunos analistas como Cano (Cano 1991b) estuvieron de
acuerdo. El proceso mostró que esto solo funcionaba en los diseños teóricos de planeación;
en la práctica se vio un deterioro de los precios al productor, pues el precio interno se
sometió a las presiones del mercado externo, mientras que la mano de obra y los insumos se
mantuvieron en un valor estable (Balcázar V 1993: 101).
En un sentido similar, las políticas monetaria y fiscal afectaron los ingresos de los
productores, pues la política que iba a ser gradual se vio acelerada por las condiciones
coyunturales de 1991(Sociedad de Agricultores de Colombia 1991: 37), como también
señalo Balcázar (1993). De esta forma se puede observar cómo el proceso de apertura de
manera temprana arrojó resultados contradictorios frente a sus promesas iniciales. Los
productores se vieron sometidos a una competencia en la cual la posibilidad de actuar era
difícil por la misma dificultad de reducir costos de producción. De hecho, la
comercialización de los insumos en zonas como el Meta estuvo por fuera de las dinámicas
articuladas por el Estado.85
83 Instrumento de Franjas de Precios para la Importación de Productos Agrícolas y Subproductos
Seleccionados. Documento DNP 2511 UMACRO-UDA-MINAGRICULTURA. Febrero de 1991. 84 Programa de Modernización y diversificación del Sector Agropecuario. Documento DNP 2558. UDA
MINAGRICULTURA. Octubre de 1991. p20. 85 Esta afirmación a partir de varios testimonios y entrevistas realizadas a diferentes propietarios del
Departamento.
48
Retomando la idea de las franjas de precios, este buscó proteger específicamente a algunos
productos de clima templado con los que la competencia era directa y la exposición al
mercado era peligrosa. De los cultivos incluidos en las franjas (arroz, maíz, cebada, trigo,
frijol de soya, sorgo)86
los que tenían que ver con la producción del Meta eran el arroz, el
maíz y la soya. Sin embargo, como ya se mencionó, la estrategia era temporal y estuvo
orientada en virtud de “producir señales más transparentes en los mercados” 87
que le
permitieran tanto al productor como a los importadores tomar mejores decisiones en la
asignación de recursos. Al considerar esto como un instrumento no burocrático se
consideró que permitiría mayor estabilidad para la toma de decisiones y por ende mayor
productividad y eficiencia.88
Esto se puede interpretar como una respuesta a los subsidios
que se consideraban, desde el modo de regulación, como elementos que afectaban el
desarrollo del sector en la medida en que eran focalizados, otorgados por intereses
particulares y componendas políticas o actos de presión. De hecho, en su momento se
consideró que muchos de estos productos estaban sobreprotegidos(Ocampo 1994).
Específicamente en el Meta, el énfasis de la política en estos primeros años estuvo marcado
por el fomento de infraestructura para conectar de una manera más rápida al departamento
con la región de la Orinoquía. La percepción que se tuvo probablemente no evaluó de igual
manera los elementos relacionados con la producción del departamento. De esta forma se
consideró que siendo el Meta una región de enclave y para lograr su desarrollo era
pertinente la inversión en vías, pues “La experiencia ha demostrado en otras latitudes que la
mejor condición para el logro de ello [Desarrollo]89
es la construcción de infraestructura de
transporte”90
. Esto indica que la reflexión sobre el problema agrario no vinculó elementos
diferentes al del acceso mediante vías, por lo que se podría suponer que las acciones sobre
la producción y los cultivos fueron en un principio aplazados o relegados.
Se nota pues una ruptura en los pilares de productividad, cambio técnico e
internacionalización, pues incluso las vías planeadas a inicios de la década no buscaron ni
86 Instrumento de Franjas…. 87 Ibíd. 88 Ibíd. 89 Cursivas propias. 90 Programa de Inversión Vial de la Orinoquía. Documento Conpes 2516. Febrero de 1991. (Biblioteca Luis
Ángel Arango)
49
siquiera la conexión con Bogotá, sino una conexión dentro de la misma región. Esta
prioridad a las vías se mantuvo en la primera mitad de la década en el departamento como
lo demuestra el plan de acción de 1996, donde se evidencia una clara tendencia del
gobierno nacional de priorizar recursos en la infraestructura del departamento91
. Este
argumento de la infraestructura es contradictorio si se tiene en cuenta que desde la década
anterior las inversiones en infraestructura venían creciendo desde el nivel central92
.
Ante esta situación es posible evidenciar los obstáculos que enfrentó el Meta en la lógica
de la internacionalización. Las posibilidades de inserción efectiva del departamento en el
régimen de adhesión internacional se vieron seriamente afectadas por una percepción
parcial de los problemas agrícolas. Se insistió entonces en una propuesta de vías sin una
correspondiente inversión en producción y aumento de la productividad. En este sentido, la
vinculación del Meta al modelo de desarrollo propuesto desde el centro era más difícil.
Las medidas adoptadas en esta fase inicial obligaron a tomar nuevas acciones por parte de
las autoridades agrícolas y el gobierno. La adecuación de tierras, que había sido
mencionada a inicios de la década del 90 toma forma solo un par de años después a partir
de la ley de adecuación de tierras (ley 41 de 1993). La ley mencionada contemplaba varios
elementos que hacían difícil la aplicación de estos distritos de riego en el Meta. Por ejemplo
contemplaba como usuarios los poseedores con título de propiedad, además los distritos
debían estar en zonas cercanas a puertos o centros de consumo. Otro elemento que se tenía
en cuenta era la cantidad de pequeños y medianos propietarios en el distrito que se
propusiera93
. Esta última característica es la que mayor problema imponía en el
departamento en la medida en que la propiedad estaba caracterizada principalmente por
latifundio, especialmente si se tiene en cuenta que las zonas de mediana propiedad estaba
en el Ariari, es decir, distanciadas de puertos e incluso del centro de consumo de Bogotá.
En 1993 también se hicieron balances de lo que se llamó La Política de Reactivación
propuestas por el Ministerio de Agricultura bajo la tutela de José Antonio Ocampo. Esta
política rápidamente desestimó los preceptos que otorgaban tantas buenas virtudes al libre
91 Plan de Acción para el departamento del Meta. Departamento Nacional de Planeación. Documento regional
DNP. Versión: Para Discusión. 1996. 92 Diagnóstico Integral de la Orinoquia Colombiana. Anexo estadístico. 93 Ley 41 de 1993 de Adecuación de Tierras. 1993
50
mercado y a la competencia como agente estimulador del desarrollo productivo. Por el
contrario, consideraba que había sido la exposición al mercado distorsionado la que había
hecho necesaria una política sectorial. Pero al mismo tiempo se pensó que las políticas
sectoriales no eran incompatibles con la apertura sino complementarias94
. La acción del
ministerio de agricultura estuvo enfocada en la comercialización a través del IDEMA. En el
Meta se hicieron compras de algodón y maíz a precios de garantías95
. Frente a elementos
como el crédito se buscó darle estabilidad a la Caja Agraria y recapitalizar FINAGRO, sin
embargo al analizar el énfasis que se le dio al crédito se puede ver que este estuvo
destinado principalmente a algunas actividades como la ganadería, las flores, el banano y la
avicultura. Esto indica que el crédito de reactivación público estuvo destinado a los
sectores económicos que tenían una relativa estabilidad comercial con el extranjero y
mercados internacionales relativamente más asegurados, o estabilidad comercial en el
mercado interno como la ganadería. Así, el crédito público estaba en función de la
internacionalización por un lado, y de ciertos gremios por el otro.
Este plan de reactivación que se estableció para hacer frente a la crisis agrícola de ese año
no hizo que el sector mostrara signos de recuperación96
. Solo algunos productos
permanentes tuvieron un avance, mientras que los cultivos semestrales se mantuvieron
estables en los niveles previos a la caída. Sin embargo, las importaciones tuvieron un
crecimiento sostenido en los primeros años de la década del 9097
. En este sentido se puede
ver que los primeros años de la apertura llevaron a una perdida sostenida del mercado
interno frente a las importaciones. Así como se mantuvieron algunos productos transables,
otros se vieron seriamente amenazados en esta primera etapa.
En la segunda mitad de la década del noventa se puede observar cómo se mantiene el
énfasis en la inversión en infraestructura con un nuevo ingrediente, el énfasis minero. Tanto
el plan de acción para el departamento como la inversión nacional dieron un énfasis
marcado a los procesos de infraestructura y promoción de actividades extractivas-mineras.
94 El Balance del sector Agropecuario en 1993. La política de Reactivación y sus Frutos. Ministerio de
agricultura. Diciembre de 1993. 95 Ibíd. 96 Ibíd. En el siguiente capítulo se explorará el impacto de esta crisis en la agricultura en el Meta y los
resultados de la política de reactivación en el departamento. 97 Ibíd.
51
En contraste, las acciones encaminadas a promover en la agricultura la competitividad, la
productividad o el cambio técnico fueron claramente menores en el presupuesto98
. Esto
permite ver la manera como el régimen de acumulación promovía algunas premisas, pero el
análisis del mismo en el departamento muestra que el proceso histórico implicó
particularidades tales como la comercialización, la financiación o la asistencia técnica. Así,
la persistencia de un régimen extensivo se hizo presente en los procesos económicos del
departamento y la inserción del Meta en términos competitivos se hizo más difícil.
Al cierre de la década se dio un énfasis a la política a la integración vertical y horizontal de
la producción agropecuaria a partir del Programa de Oferta Agropecuaria (PROAGRO).
Específicamente en el Meta se apoyó la creación de algunas cadenas productivas como
arroz y molinería, algodón textiles, cadena avícola, cítricos y plátano, palma de aceite,
carnes y cacao-chocolate99
. A lo largo de este programa se nota la persistencia en el
fortalecimiento de elementos directamente relacionados con la productividad como
investigación y transferencia tecnológica, asistencia técnica, inversión y financiamiento,
incentivos directos y tributarios, semillas, agroquímicos, insumos y maquinaria, recolección
y transporte, infraestructura, formación e inversión en capital humano.
El proceso económico nacional planteó algunas premisas de carácter normativo a partir
unos postulados teóricos, sin embargo la aplicación de los mismos en el departamento fue
diferente. Se dio prioridad a otras inversiones que se consideraron más efectivas para una
adecuada adhesión al régimen internacional. Sin embargo, paralelo a este proceso se
pueden establecer características de tipo socio-político que complementan y explican la
forma como el proceso de apertura elevó las tensiones sociales, como lo señaló el
gobernador Ortiz. De esta forma, es pertinente analizar cómo este proceso descrito tuvo
particularidades debido a los procesos políticos del departamento.
98
Según la inversión programada para el departamento del Meta entre 1995 y 1998 los recursos para el
desarrollo agrícola correspondían a un poco más de la décima parte de lo destinado para infraestructura y el
30% de lo destinado para Minería. La Inversión Nacional en el Departamento del Meta. Informe de Avance.
Cuadro 1. Pág. 2. 99 Programa de Oferta Agropecuaria PROAGRO. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. (Documento
sin fecha, pero pertenece a la política del gobierno de Andrés Pastrana).
52
2. TRAYECTORIAS DE LOS CULTIVOS EN EL META Y
CARACTERÍSTICAS DEL
CONTEXTO AGRÍCOLA EN LAS SUBREGIONES.
El escenario de la política económica que se ha planteado hasta este punto muestra las
formas como el modo de desarrollo fue promovido y de cierta forma asimilado en el
departamento del Meta. Sin embargo, los efectos que tuvo la implantación del modelo
sobre la actividad agropecuaria hace necesario analizar la particularidad del departamento y
sus subregiones, sus tendencias productivas y niveles de integración con el mercado, entre
otras variables. Paralelo a ello, se considera necesario comprender las maneras como las
distintas formas de poder político actuaron, influyeron o se marginaron del proceso de
53
apertura y de adecuación de las estructuras productivas en el departamento. Se busca de
cierta forma contrastar la idea según la cual la inseguridad y la violencia afectaron la
producción agrícola al desestimular la inversión, lo que no explicaría el crecimiento de
algunos cultivos.
Para comprender proceso económico de la apertura en el departamento se considera
pertinente analizar las transformaciones de la producción en cada subregión y municipio.
Para lograr tal cometido es necesario establecer el estado de la propiedad de la tierra, las
tendencias que registraron los distintos cultivos y la presencia de conflictos. El análisis de
estos componentes parte de suponer que en el departamento las regiones tienen diversos
grados de integración al mercado y al comercio, así como trayectorias históricas diferentes..
De ahí que, la confrontación de variables de tipo económico con variables que vinculan el
conflicto tiene como fin establecer la incidencia del factor político de la región y de los
poderes locales en el desarrollo de la política de apertura.
Además de estos elementos generales del departamento es preciso establecer que las
dinámicas productivas estuvieron influenciadas por los procesos históricos del
departamento y la formación de subregiones. Estos procesos, principalmente determinados
por las colonizaciones, influyeron en las tendencias de propiedad, cultivos e integración a
los mercados. Se considera, en términos generales, que hubo tres procesos de colonización
en el siglo XX, los cuales ayudaron a determinar las subregiones del Meta(CINEP). Estas
subregiones a su vez se determinan por los procesos históricos y físicos.
Según la regionalización de Posada se pueden establecer tres formas de integración al
mercado en zonas del Meta, que son producto de tres tipos de colonización que llevaron a
la existencia de zonas integradas, semintegradas y difusas o insulares (Posada Pelaez 2000).
Las integradas son aquellas donde predomina la agricultura comercial, la agroindustria y la
ganadería y están articuladas a los mercados nacionales (Villavicencio, Acacías, Puerto
López, Ariari-Guayabero). Las semintegradas donde la producción varía entre agricultura
tradicional y en modernización y está vinculada especialmente a mercados regionales
(Puerto Rico, Mapiripán). Las zonas difusas son aquellas que se ubican en el extremo
oriental. En función de esta investigación se tomarán en cuenta los municipios clasificados
como integrados y semintegrados y los periféricos serán aquellos en donde su economía sea
54
menos dinámica que los demás. Así, se vincularán a la noción de periféricos municipios
cercanos al corredor del Piedemonte pero con menor integración económica
El proceso de colonización que ayudó a la configuración de subregiones en el Meta se dio
así: Una fue armada promovida por el Partido Comunista (P.C) a mediados de siglo como
consecuencia de los procesos de desplazamiento de la violencia partidista y proveniente de
los departamentos de Tolima, Huila y Cundinamarca. Otra fue la colonización
Institucional promovida por el Frente Nacional y cuyo fracaso permitió el desplazamiento
del colono campesino por parte de la colonización empresarial. Una tercera fue la
colonización cocalera que termina por consolidar la estructura del poder (CINEP).
Colonización que determinó la subregionalización del departamento100
. Así, el piedemonte
tiende políticamente a ser conservador pues fueron municipios colonizados a principios de
siglo por familias conservadoras provenientes de Boyacá y Cundinamarca (Cinep. n.d. 11).
En esta zona predominaba la mediana propiedad agrícola en las partes planas y la pequeña
propiedad en la zona montañosa. El Ariari es de colonización reciente compuesta por
campesinos del Tolima, Huila y Cundinamarca migrados por la violencia de los 50 y por la
bonanza coquera en los años 80. Esta zona tiene filiaciones políticas divididas. La región
del río Meta es la más importante en términos económicos porque incluye a Villavicencio y
se expandió hacia Puerto López y Gaitán. Esta zona tiene gran concentración de la
propiedad, ganadería extensiva y cultivos agroindustriales. Estas subregiones son
fundamentales para explicar las dinámicas que relacionan procesos económicos y de
conflicto.
2.1 EL PROCESO DE APERTURA EN EL META. EFECTOS GENERALES. Como se mencionó, la agricultura en el Meta constituía un importante renglón de la
economía a pesar de la marginalidad de su ocupación de tierra frente a otras actividades (en
promedio en los 90 el 20.2% del PIB era agrícola frente a un 13% de Ganadería101
). La
participación de la Agricultura en el producto interno del departamento experimentó caídas
que se intercalaron con años de estabilización. De esta forma, los años 91,93, 95,97, 98
fueron periodos en los que la actividad agrícola disminuyó su participación en el PIB
100 Se entiende por subregionalización el proceso de identificación territorial, cultural y de identidad de los
espacios ocupados. Para el caso del Meta hubo un proceso de subregionalización en la segunda mitad del
siglo XX. 101 Cuentas Departamentales- Colombia. DANE. Archivo Digital en la Biblioteca del DANE.
55
departamental. Al cierre de la década el sector agrícola estaba por debajo del nivel de
participación en el PIB que tuvo a inicios.
La agricultura no solo constituía el elemento con mayor participación en el PIB
departamental, también era uno de los sectores económicos con mayor participación en el
valor agregado de la producción del departamento a inicios de la década del 90. La
participación en el valor agregado para 1990 era de 6%, un valor extraordinario si se tiene
en cuenta que de las demás actividades solo la superaba el petróleo en el aporte del valor
agregado (7,51%) mientras que el sector pecuario participaba en un 3,93%102
. Al igual
que la participación en el PIB la participación en el valor agregado de la producción del
departamento no tuvo un desempeño estable, pero sí mantuvo a finales de la década los
niveles iniciales. Esto indica que la agricultura mantuvo la productividad similar a la de los
demás sectores de la economía.
Los elementos mencionados hablan de la importancia del sector durante la década, y de
cierta forma indican que el sector se vio afectado por la apertura. Esto no indica que el
desempeño de todos los cultivos haya sido similar. De hecho, es preciso analizar cómo
algunos cultivos tuvieron un mejor o un peor desempeño. Esto se hará inicialmente a partir
de los datos generales del departamento para luego analizar de manera municipal. Para
este análisis se usaron las estadísticas existentes en el Ministerio de Agricultura y en las
Evaluaciones Agrícolas y Análisis de Coyuntura hechos por el departamento.
Lamentablemente estos segundos han sido objeto de la desidia institucional y no se
encuentran en la gobernación, ni en los archivos públicos del departamento. Solo son
asequibles algunos que registran determinados años de la década, lo que permite establecer
unos cortes en el periodo estudiado.
2.1.1 Cultivos Semestrales.
El departamento del Meta cuenta principalmente con tres tipos de cultivos: semestrales,
anuales y permanentes103
. Los cultivos de ciclo corto o semestrales pueden ser tanto de tipo
empresarial (Arroz, Soya, Sorgo e incluso el Maíz y el Algodón) como pertenecientes a la
economía campesina (Maíz y algodón). Por su parte, los cultivos anuales y permanentes
102 Ibíd. 103 También se cuenta con cultivos frutales, pero estos no son tomados en cuenta en esta investigación porque
tienden a ser marginales.
56
tienen también la característica de pertenecer tanto a la agricultura empresarial (Palma
Africana, en menor medida la Yuca y el plátano) como a la agricultura campesina (en
mayor medida la Yuca y el Plátano, Caña, Cacao, Café). Durante la década de los noventa
estos cultivos mencionados fueron los que tuvieron mayor representatividad en el
departamento (Ver mapa 2).
Para el análisis del comportamiento de estos cultivos se cuentan con cifras del ministerio de
agricultura y con cifras departamentales. Lamentablemente las cifras del ministerio
registran año a año el total departamental, pero no se discrimina municipalmente la
información. Para confrontar estas cifras se buscaron cifras departamentales, las cuales,
como ya se mencionó, no han podido sobrevivir de manera centralizada en el departamento.
De los datos departamentales de las que hay disposición en los que se discrimina por
municipio se hizo una sumatoria de superficie por todos los municipios de cada cultivo por
cada año disponible.
57
Mapa 2. Cultivos Principales por
Municipio del Meta entre 1990-2000
Diseño del Autor a partir de los Informes de Coyuntura (1990-1999) del Departamento del Meta. 2014.
58
El arroz fue uno de los cultivos claves para el departamento durante la década de los
noventa. De este cultivo se diferenciaban dos formas de cultivo, arroz secano y arroz riego.
La determinación de cada uno estaba mediada por las condiciones físicas, de precipitación
y de infraestructura de riego y drenaje con la que contara cada espacio104
. Sin embargo, a
inicios de la década es posible ver que tanto una forma de cultivo como la otra contaban
con similar superficie cultivada105
(Dependiendo de la fuente consultada). El inicio de la
década (1990) encontró a los arroceros con incertidumbre sobre los procesos de
comercialización y el incremento de los costos106
.
De esta forma, a inicios de década la superficie de arroz riego se vio claramente disminuida
frente a la de arroz secano de acuerdo con los datos departamentales (Gráfico 2.0). Este
cultivo tuvo un desempeño bastante irregular durante la década, registrando ascensos y
caídas en términos de superficie. Para el año 1991 se hizo evidente la crisis en la que el
sector venía. Algunas de las razones de esta crisis eran los
(…) cambios en la gradualidad de algunas medidas de la política económica nacional, el difícil
acceso al crédito por considerarse de alto riesgo la inversión y la crisis financiera de la caja agraria,
la falta de pago oportuno de las principales cosechas, el incremento de las importaciones, el comportamiento de los mercados internacionales especialmente por la caída de precios, las barreas
proteccionistas de los países industrializados (…)107
Esto era realmente negativo para los arroceros quienes al no acceder al pago de sus
cosechas debían buscar financiación en una banca sin capacidad de préstamo. El arroz
riego tuvo una circunstancia realmente difícil en la primera mitad de la década.
Aparentemente no superó de manera importante los niveles alcanzados a inicios de la
década. Sin embargo, la perspectiva del arroz secano no fue cuantitativamente diferente,
como se nota en el gráfico 2.0.
104 El arroz riego hace referencia a aquel que se hace mediante sistemas de riego y drenaje. El arroz secano es el que se cultiva aprovechando el agua lluvia de la temporada invernal de los llanos. 105 Anuario Estadístico del Sector Agropecuario. 1993-1994. Ministerio de Agricultura. Santafé de Bogotá.
1995. Disponible en Biblioteca del Ministerio. 106 Análisis de coyuntura Agrícola. Primer semestre 1990. Cultivos Semestrales. Unidad Regional de
Planificación Agropecuaria. URPA del Meta. Villavicencio Junio de 1990. Colección Corpes. Biblioteca Luis
Ángel Arango. 107 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. URPA Meta. Gobernación del Meta.
Colección Corpes. Biblioteca Luis Ángel Arango.
59
Gráfico 2.0 Trayectoria del Arroz en sus dos modalidades por hectáreas en el Meta
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
La crisis del sector arrocero se mantuvo casi a lo largo de la década. El elemento del crédito
fue nefasto para las actividades agrarias. De hecho, ni siquiera la financiación, bajo la
óptica del nuevo modelo (a saber, determinada por el mercado y las instituciones privadas)
contribuyó a generar condiciones de liquidez para la producción. Se implementó así en el
Meta otras formas de financiación a través de los proveedores de insumos. Estas casas
comerciales muchas veces estaban adscritas a la industria molinera, o eran las mismas
molineras quienes entregaban insumos para la producción bajo compromiso de
producción108
. Esto hizo que el productor perdiera capacidad de negociación frente a los
proveedores.
Solo hacia finales de la década se vieron señales de recuperación, pero solo en el arroz
secano (Gráfico 2.0). La difícil situación del cultivo, que se consideró el más importante del
departamento conllevó a problemas sociales de una gran magnitud; en la medida en que
este cultivo era promovido muchas veces por campesinos que no eran propietarios, sino
arrendatarios, y que fue sustituido en muchas partes por Palma109
, se puede inferir que los
problemas de ingreso, y de relativa independencia laboral fueron generando nuevas
tensiones productivas. Los roles del campesinado fueron variando a lo largo de la década.
108 Cifras del Sector Agropecuario 1995. Ministerio de Agricultura. Secretaría de Agricultura. Departamento
del Meta. Villavicencio. Enero de 1996. Colección Corpes. Biblioteca Luis Ángel Arango. 109 Ibíd.
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Arroz Sec. Minist.
Arroz Secano. Depart.
Arro Riego. Minist.
Arroz Riego. Depart.
60
El tránsito de los cultivos explica porque el secano puede repuntar a final de la década. Ya
que el arroz riego cuenta con sistemas de gestión de agua estas zonas fueron más fácilmente
convertidas a palma.
La premisa de la apertura según la cual la exposición al mercado generaría cambios en la
producción se cumplió parcialmente para el arroz (específicamente el que contaba con
sistemas de riego). La exposición a las importaciones de cereales (Hernández and Perilla
2001), entre ellos el arroz, de mercados protegidos posibilitó el debilitamiento de los
productores metenses y la consecuente transformación de cultivos. No obstante, ante la
crisis se vio una pequeña respuesta de los productores a las medidas tomadas en el
departamento alrededor del control del almacenamiento para evitar caídas de precios en
épocas de cosechas, pues el cultivo solía tener caídas de precios110
. Adicional a ello hubo
controles a las importaciones. Frente a esto, es evidente que una de las promesas de la
apertura, que buscaba la acción imparcial del mercado en las actividades agropecuarias no
percibió la estacionalidad de determinados cultivos en ciertas zonas. Para el caso del arroz
se puede inferir que al ser un cultivo regulado por los ciclos de lluvias, la cosecha
concentrada en determinados meses generaba caídas de los precios, elemento que podía ser
evitado por la acción e intervención del Estado.
Maíz. El maíz era un cultivo que estaba adquiriendo una importancia determinante en el
Meta, pues el área destinada para su cultivo venía creciendo de manera importante. A
finales de la década del 80 este cultivo mostraba un dinamismo. La tendencia creciente del
cultivo estaba estimulada, aparentemente, por la inclusión del mismo en la dieta del
departamento111
. El área cultivada crecía en promedio en un 500% en la segunda mitad de
la década del 80112
. La importancia del cultivo era determinante en la medida en que para
los “pequeños y medianos agricultores de las vegas de los ríos Ariari, Guayabero, Meta y
Upía, entre otros” 113
era un cultivo base de la actividad económica. Al entrar en la década
del 90 se distinguen dos formas de producción: maíz tradicional y maíz tecnificado.
110Cifras del Sector Agropecuario 1997A Definitivo. 1997B Preliminar. 1998A Pronóstico. Ministerio de
Agricultura. Secretaría de Agricultura. Departamento del Meta. Enero 1998. Villavicencio. Colección
Corpes. Biblioteca Luis Ángel Arango. 111 Análisis de coyuntura Agrícola. Primer semestre 1990. Cultivos Semestrales. 112 Ibíd. 113 Ibíd.
61
El comportamiento de maíz se explica porque la producción tenía como destino el consumo
departamental o incluso regional. Es posible afirmar que la comercialización del producto,
que usualmente representaba trabas, no implicó un problema para el cultivo en la medida en
que se producía pensando en un mercado localizado y cercano. Esta situación explica
también porqué no se vio expuesto a las presiones del mercado internacional en la primera
mitad de la década.
El maíz fue protegido por lo que en ese momento era considerado una traba para el
desarrollo, es decir la ausencia de vías de comunicación. Si se tiene en cuenta que el maíz
pasó a régimen de libre importación en 1991114
el cultivo se pudo ver amenazado si
estuviera pensado para el mercado nacional (como con el arroz), pero en la medida en que
su mercado era el regional, que tenía difícil acceso debido a las vías, se garantizó su
estabilidad. Sin embargo, el crecimiento de su área dejó de tener el dinamismo con que
contó a finales de la década del 80.
La relativa estabilidad que presentó este cultivo en la primera mitad de la década no
implicó, necesariamente, su fortaleza. Teniendo en cuenta que en estos primeros años de
la década se impusieron los mayores cambios en la agenda política agrícola el cultivo
encontró trabas para su desarrollo (al que igual que otros más). De esta forma, hacia la
mitad de la década se puede encontrar cómo las “Medidas propiciadas por el gobierno
anterior, que prácticamente terminaron por excluir la asistencia técnica agropecuaria
particular en el campo, ya empiezan a mostrar sus funestas consecuencias”115
. Esto explica
el por qué del desarrollo deficitario del cultivo del maíz tecnificado en la segunda mitad
de la década.
Ante la crisis en la agricultura y los constantes cambios en la política económica los
agricultores se encontraron en constante incertidumbre reflejada en la disminución del área
cultivada en la segunda mitad de la década. Reducción que se hizo especialmente evidente
en el maíz tecnificado (el cual requería mayor inversión), como se muestra en el gráfico
2.1. Parte de la responsabilidad fue de las masivas importaciones que después de cinco
114 Instrumento de Franjas de Precios para la Importación de Productos Agrícolas y Subproductos
Seleccionados. Documento DNP 2511 UMACRO-UDA-MINAGRICULTURA. Febrero de 1991. 115 Cifras del Sector Agropecuario 1995. Ministerio de Agricultura. Óp. Cit. Documento sin Paginar.
62
años llegaron a la puerta de los agricultores del Meta116
. Por su parte, el maíz tradicional se
mantuvo, en parte porque esta práctica seguía siendo parte fundamental del proceso de
colonización a través de la quema y la siembra. La apertura y la exposición al mercado, en
el mediano plazo, llevaron a la marginalización de la producción tecnificada del maíz y de
cierta forma a fomentar la ampliación de la frontera agrícola en el Meta.
Gráfico 2.1 Trayectoria del Maíz en sus dos modalidades por hectáreas en el Meta.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del Departamento.
Así como el arroz y el maíz (en menor medida) constituían los cultivos predominantes en
un semestre, su cultivo estaba complementado por la intervención por parte de los
agricultores de otros cultivos de ciclo corto para complementar el año. En el Meta se usó
principalmente soya y sorgo.
Soya: La soya fue un cultivo promovido para el segundo semestre del año en la década. El
cultivo recibió importante apoyo y financiación tanto del Estado como de los agentes
privados. 117
Esto se dio entre otras cosas porque el cultivo ayudaba a mejorar los suelos
para el cultivo de arroz. Entonces, era un cultivo que se complementaba de una muy buena
manera con el principal cultivo del departamento. Así, el cultivo de la soya inició la década
de apertura con un dinamismo importante. Más de 30 mil hectáreas cultivadas tanto en
116 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Ministerio de Agricultura. Secretaría
de Agricultura. Departamento del Meta. Villavicencio. Junio 1996. Colección Corpes. Biblioteca Luis
Ángel Arango. 117 El Desarrollo Agrícola en el Meta y la Reciente Coyuntura. Gobernación del Meta. Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo. 1989. Colección Corpes. Biblioteca Luis Ángel Arango.
0
2000
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Tecnifi. Min.Agri.
Tecnif. Departam
Trad. Minist
Trad. Depart
63
1990 como en 1991 auguraron en su momento un futuro promisorio. Sin embargo, esta
bonanza inicial se vio frenada rápidamente. Ya para 1992 la superficie se redujo a menos de
la mitad de lo que había alcanzado en los dos años anteriores118
.
Las nuevas dinámicas comerciales alcanzaron rápidamente este cultivo que era materia
prima industrial y de producción de alimentos y que por lo tanto competía en el mercado
interno con las importaciones. Muy tempranamente se inició el desestimulo por parte del
gobierno y las prácticas de pago inoportuno afectaron a los productores119
. De hecho, el
cultivo fue el primero en el Meta que se vio seriamente afectado por las medidas tomadas a
partir del cambio de modo de desarrollo. La exposición al mercado en virtud de la
internacionalización y la rebaja de aranceles y subsidios como parte constitutiva del modo
de regulación y el régimen de acumulación actuaron de manera evidente en la soya y en lo
que se pensaba que debía hacerse frente a ella, pues:
Considerando la tendencia descendente de las oleaginosas en el mercado mundial, que no se espera
cambie sustancialmente en el inmediato futuro las posibilidades del cultivo de la soya en el país se
estrechan considerablemente teniendo en cuenta el ritmo continuo de incremento de los costos (3).
Las mejores opciones futuras para el desarrollo del cultivo quedan bajo expectativas de importante
transformaciones en la tecnología del cultivo (…)120
Este apartado permite ver cómo se hace material la idea de cambio estructural para una
mejora productiva. La ideología del modelo de desarrollo consideraba que la exposición al
mercado llevaba necesariamente a cambios tecnológicos. Bajo esta premisa, las dificultades
que estaban experimentando los productores de soya a partir de su exposición al mercado
podían solucionarse solo a partir del cambio tecnológico. Esto, sin embargo, no contempló
que el Estado venía perdiendo capacidad en la asistencia técnica hacia los agricultores. La
tecnología y la maquinaria especializada eran vistas como la alternativa para las
dificultades. Esto, por supuesto, implicaba una forma de relación y de intercambio
económico en términos internacionales de una magnitud, por lo menos, diferencial; sino
desigual.
Los productores de soya, que en esencia eran los mismos productores de arroz (no
cuantitativamente), continuaron con la actividad. En parte motivados por el hecho de que
118 Ver Gráfico 2.2 119 Informe de Coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Cuadro 2. Documento si Paginar. 120 Informe de Coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. Cit. Documento sin Paginar.
64
era un cultivo sustituto para el segundo semestre del año. Hacia mediados de la década las
áreas de producción venían reduciéndose de manera consecutiva (Gráfico 2.2), lo que
indica que el dinamismo de la siembra no fue sostenible a mediano plazo.
Gráfico 2.2 Trayectoria de la Soya en el Meta en Hectáreas.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
Además de lo anterior, los riesgos de la inversión y la ausencia de un norte en la política
dificultaron a los agricultores generar y planear sus propias inversiones121
. De hecho, la
mayor participación del gobierno a mediados de la década en la agricultura, especialmente
en la soya, se limitó a advertir sobre lo inconveniente de su cultivo. El gobierno en 1995
advirtió que no se sembrara Soya en el departamento debido a los problemas de
comercialización de la cosecha anterior, problemas de comercialización que se debieron al
ingreso de grandes volúmenes procedentes de Bolivia y Estados Unidos122
. Esto demuestra
que el interés del gobierno es desestimular la producción, pero no se ofrecieron alternativas
para sustituir el producto. Sin embargo, los cultivadores sembraron, aunque con un área
notablemente menor a la del año anterior. (Gráfico 2.2)
Hacia los años 1997 y 1998 las medidas tomadas por el ministerio y los industriales en
relación a la comercialización y la aclaración de las reglas de juego permitieron reactivar
levemente el cultivo (no a los niveles previos a la apertura), estas acciones no tuvieron una
respuesta a mediano plazo y con el cambio de gobierno nacional se evidenció nuevamente
un descenso del área cultivada. Así, se puede ver que la importancia del mercado como
121 Cifras del Sector Agropecuario 1995. Ministerio de Agricultura. Óp. Cit. Documento sin Paginar. 122 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 6.
0
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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Soya. Min.Agri
Soya. Departam
65
agente de asignación de recursos e inversiones no funcionó para la soya. Las prácticas
cotidianas de comercialización afectaron a los productores que vieron disminuir año a año
el área cultivada debido a las incertidumbres de una producción expuesta al mercado y
comercializada, en lo interno, bajo prácticas diferentes a las que se establecían en la teoría
de modo de regulación de apertura.
Sorgo: El sorgo se constituyó como un cultivo de último momento. Esto significa que no
estaba dentro de las prioridades de los agricultores. Usualmente se sembraba cuando las
fechas de los demás cultivos semestrales de segundo semestre pasaban. Por lo tanto, su
importancia fue marginal respecto a cultivos como la soya o el algodón. De hecho, la
actividad del sorgo podría responder a las señales de los otros dos cultivos (algodón y
soya). Esto podría significar que cuando las condiciones eran adversas para el cultivo de la
soya y el algodón, y habiéndose preparado la tierra se decidía como última instancia la
siembra del sorgo. Habiéndose planteado una difícil situación para la soya antes, se podría
esperar mejores resultados para el sorgo en el departamento durante la apertura.
Este cereal se incluyó, a inicios de la década, en el instrumento de franjas de precios. Sin
embargo ya a inicios de la década se estaba diagnosticando la caída en el área cultivada123
.
De hecho, la caída fue sostenida durante la década (Grafico 2,3), reafirmando lo que en
1995 se vaticinaba, que el cultivo de sorgo en el Meta tendía a desaparecer124
. Parte de la
responsabilidad se le atribuyó, desde inicios de la década, a los problemas de
comercialización, precios y temporalidades de la cosecha.
Este último elemento fue central en las dificultades que enfrentaron los agricultores del
Meta de cultivos semestrales. En la medida en que el modo de desarrollo imponía al
mercado como agente determinador de los precios, los ciclos de producción expusieron la
producción de los agricultores a caídas de precio en épocas de cosecha. Esto debido a que
los productores de cultivos semestrales del Meta se regían por las temporadas anuales
climáticas, la salida al mercado de sus productos estaba marcada por una salida masiva del
mismo producto, lo que conllevaba a la caída de los precios; sin la intervención del Estado
esto se resintió mucho más. Esto indica que la implantación de un modo de regulación
123 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar. 124 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 7.
66
alejado de las particularidades contextuales afectó a los productores de semestrales de una
forma definitiva. Los agricultores buscaron medidas del gobierno para reducir el impacto
de la estacionalidad como los incentivos al almacenamiento125
.
Gráfico 2.3 Trayectoria del Sorgo en el Meta por Hectáreas.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
Algodón: El algodón se empezó a consolidar como posible cultivo para el segundo
semestre a inicios de la década del 90126
.
El comportamiento descrito en el gráfico 2.4 se debió a las bajas expectativas de negocio
por parte de los agricultores frente a esta fibra127
. El repunte de mitad de década se debió a
las señales que el mercado estaba enviando y que el gobierno transmitió a los agricultores.
Este escenario prometedor se vio rápidamente confrontado con la realidad externa a las
señales del mercado. En la comercialización los industriales textiles adujeron que la fibra
llanera presentaba inmadurez128
. Esto es una clara muestra de que no eran solamente las
señales del mercado las que determinaban las acciones productivas. Ante la acción de los
agentes económicos y las distorsiones internas de la comercialización, los productores de
algodón se vieron seriamente golpeados y el gobierno obligado a subsidiar parte del precio
de la fibra que se había acordado con los industriales y que estos no cumplieron.
125 Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. Osorio. A. (2014, 24 Septiembre),
entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 126 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar. 127 Ibíd. 128 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit.
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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
Sorgo. Min.Agri
Sorgo. Departam
67
Gráfico 2.4 Trayectoria del Algodón en el Meta por Hectáreas.
Gráfico 2.4 Trayectoria del Algodón en el Meta por Hectáreas. Fuente: Anuario
Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del Departamento.
Ante la situación descrita, y como era de esperarse, los agricultores disminuyeron el área
cultivada de algodón de manera significativa en 1996-97 (Gráfico 2.4) llegando a poco más
de mil hectáreas. Para 1997-98 la situación empeoró para el cultivo ante el traslado de la
desmotadora del departamento hacia el Casanare129
. Esto, por supuesto, subió los costos de
flete y producción lo que llevó a que en el último tercio de la década el algodón alcanzara
máximo 500 hectáreas de cultivo.
Frijol: Es un cultivo semestral que no obedecía a las lógicas de los demás productos, este
cultivo se daba principalmente en la economía campesina, se producía con una vocación de
comercialización y de hecho su mercadeo estaba relativamente asegurado130
. Sin embargo,
los beneficios de la comercialización estaban dirigidos principalmente a los intermediarios
y en menor medida a los campesinos. La siembra implicó problemas de deforestación
pues su cultivo se hacía en zonas de ladera con técnicas rudimentarias.
Al igual que los otros cultivos semestrales, el frijol llegó a un máximo de área cultivada de
1900 hectáreas en 1993. Luego vino un proceso de retroceso hasta un mínimo de 221
hectáreas en 1997. El producto estuvo al margen de las evaluaciones agrícolas por lo que
se puede suponer la ausencia de políticas y de asistencia para el mismo.
129 Cifras del Sector Agropecuario 1997A Definitivo. 1997B Preliminar. 1998A Pronóstico. Óp. Cit. 130 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 7.
0
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Algodón. Min.Agri
Algodón. Departam
68
A partir de la evaluación de los procesos de cada cultivo semestral es posible comprender
cómo se afectó la producción de estos cultivos durante la primera década de la apertura.
Efectivamente las señales del mercado llevaron a cambios en las orientaciones de las
decisiones productivas. Pero los cambios no condujeron necesariamente a una activación
productiva, sino por el contrario a una desactivación de las actividades productivas. Es por
esto que en el departamento se pensó que:
La Falta de orientación o norte trazado por el Ministerio de Agricultura no le permite al agricultor
una verdadera planificación para sus inversiones ni mucho menos la dedicación de importantes áreas
a la producción especializada de alimentos o materias primas. El estar sujeto al vaivén de un libre
mercado –saturado de triquiñuelas y prácticas desleales-, y el no contar con una mínima protección
por parte del Estado está colocando al productor agropecuario en condiciones de no poder proseguir
en su actividad. Solamente podrán medrar en el campo los grandes propietarios –inversionistas y/o
aquellos que utilizan el sector como mampara para la legalización de dineros obtenidos en otras
actividades, que todo el país conoce, pero que oficialmente se niega a reconocer. 131
2.1.2 Cultivos Anuales y Permanentes
En el departamento del Meta se distinguen varios cultivos de carácter anual o permanente y
que han sido importantes en la economía agrícola de la región. La importancia de estos
cultivos radica en que son cultivos que contribuyen tanto a la economía agrícola comercial
o empresarial como a la economía campesina. De esta manera, el desempeño de cada tipo
de cultivo, en virtud del modo de desarrollo tuvo particularidades, apoyos y sesgos en la
política económica que buscaron el favorecimiento de ciertos productos en virtud de la
reafirmación del modelo agrícola en la apertura.
Los cultivos anuales a inicios de la década del noventa eran principalmente la Yuca y el
Plátano. La primera vinculada en mayor medida con la economía campesina fue, como
veremos, el refugio de los agricultores ante la presión de la apertura. El plátano por su pate
estuvo vinculado tanto a los cultivos comercial o empresarial como a la economía
campesina. Los permanentes eran la caña, el café, el cacao y la palma africana. Los tres
primeros estaban vinculados, al igual que el plátano, tanto a la economía campesina como a
la economía empresarial. La palma por su parte fue un cultivo que se vinculó más a la
economía empresarial que demandaba grandes extensiones e intensidad en capital.
Yuca: Este cultivo (anual) estuvo vinculado principalmente a la economía campesina en
transición. A comienzos de la década del noventa se buscó en el departamento implementar
131 Cifras del Sector Agropecuario 1995. Ministerio de Agricultura. Óp. Cit. Documento sin Paginar.
69
procesos de industrialización que hicieran más eficiente la producción, pero la inestabilidad
de la comercialización impidió la consolidación de esta idea132
. Esto puede explicar el
descenso de área cultivada entre 1990 y 1991. Luego del descenso la producción se
mantuvo relativamente estable hasta mediados de la década. Así, se puede afirmar que la
crisis de la agricultura no golpeó en un principio el producto. Esto se debió en parte a que
el cultivo no estuvo expuesto a las presiones internacionales a raíz de la importación
masiva.
Hacia 1995 se registró, en los datos del Ministerio de Agricultura, un crecimiento
inesperado del área cultivada de Yuca en el Meta (Gráfico 2.5). El crecimiento importante
no se respalda con las cifras que se manejaron departamentalmente, cifras que no solo no
registraron un avance similar, sino que además mostraron un descenso. Esta disparidad en
las cifras se manifestó durante la segunda mitad de la década. Así, mientras el ministerio
manejaba cifras muy alentadoras, el departamento registraba caídas en el área de cultivo y
leves recuperaciones que, sin embargo, no llegaban a igualar las cifras que se alcanzaron a
comienzos de la década.
Gráfico 2.5 Trayectoria de Yuca en el Meta por Hectáreas.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del Departamento
Estas cifras no indican un rezago del cultivo. De hecho, hacia mediados de la década los
agricultores buscaron generar cadenas productivas a partir de la tecnificación y la
integración vertical, probablemente con la ayuda del gobierno. A pesar de que la Yuca
132 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar.
0
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Títu
lo d
el e
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Yuca. Minist
Yuca. Depart
70
funcionaba en la economía campesina como un cultivo de colonización, similar al maíz
tradicional, varias hectáreas de yuca se destinaron a la agroindustria133
. De hecho, se podría
pensar que la diferencia de cifras entre el Ministerio y el Departamento buscaba ocultar que
los apoyos a la conversión del cultivo y su integración con la agroindustria no estaban
teniendo los resultados esperados.
Plátano: En este cultivo anual el comportamiento del área dedicada por los agricultores al
mismo se puede dividir entre los desempeños de la primera y la segunda mitad de la
década.
Las razones para el dinamismo hasta 1995 no fueron las acciones propias del mercado,
como quisieran los ideólogos del modo de desarrollo que rigió la década. De hecho, el
comportamiento del cultivo se explica por diferentes razones que actuaron para que el
cultivo tuviera los resultados que tuvo. Por un lado la mejora de los precios al productor,
junto a los aportes en técnica que aportó el ICA sumado al manejo empresarial del
cultivo134
. Esto demuestra que las mejoras productivas eran el resultado de muchas otras
variables diferentes al mercado. En este caso la acción de los agricultores y el acento
empresarial que le dieron al cultivo jugaron un papel definitivo junto a los aportes en
tecnología ofrecidos por el ICA. Al referirse aquí al acento empresarial no se quiere decir
que se pasó a un cultivo de tipo empresarial, intensivo en capital y de gran extensión, pues
la mayoría de los cultivadores de plátano en el Meta eran pequeños y medianos
productores. Se demostró entonces que la acción conjunta del Estado, los agricultores y la
estabilidad de los precios permitirían mejoras productivas, hipótesis que otros autores han
manejado para casos de mayor magnitud geográfica(Katz and Stumpo 2001).
Fue tan importante el desempeño del sector productivo del plátano que hacia mediados de
la década se llegó casi a duplicar las hectáreas alcanzadas (Gráfico 2.6). En 1996 se
registró el primer retroceso del área cultivada de plátano. Esto se debió principalmente al
ataque de una enfermedad (sigatoka) lo cual hizo incrementar los costos de producción y
reducir el cultivo135
. La incertidumbre por la enfermedad redujo el ritmo de crecimiento
133 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 10 134 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar. 135 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit.
71
del cultivo, pero no generó una caída en los primeros años Así, hacia 1997 aún se mantuvo
el área. La enfermedad empezó a tener consecuencias significativas a partir del año 98
cuando su expansión había sido mayor, razón por la cual el cultivo cae.
Gráfico 2.6 Trayectoria de Plátano en el Meta por Hectáreas.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
Lo anterior permite ver que el plátano fue un cultivo que tuvo un comportamiento diferente
a los demás analizados hasta el momento. Esta diferencia se demuestra en la medida en
que no entró en crisis a partir de las medidas de apertura. Su producción se benefició de
otras medidas que ayudaron a su expansión. Sin embargo, al cierre de la década se enfrentó
a una reducción sustancial de su área ocupada, pero por razones fitosanitarias y no por la
intervención de la política económica de apertura.
Caña: La caña fue un cultivo permanente relativamente marginal en comparación con los
demás cultivos descritos hasta el momento. Este cultivo fue principalmente campesino y su
cultivo fomentó la formación de microempresas campesinas comunitarias alrededor de los
trapiches para la producción de panela. Esto como complemento de la canasta básica
campesina136
.
El área sembrada se mostró irregular durante la década registrando ascensos y caídas137
.
Esta irregularidad indica que el cultivo, aún siendo de economía campesina, también estuvo
sujeto a la tendencia que marcó la política económica y la acción de fomento. Se podría
136 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 10 137 Ver Cifras de Cultivos en el Meta entre 1990-2000.
0
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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Títu
lo d
el e
je
Plátano. Minist
Plátano. Depart
72
pensar que al ser un cultivo puramente campesino su siembra partía de la iniciativa
individual y no estaba marcada por las exposiciones al mercado; pero elementos de
fomento como el proyecto de los trapiches comunitarios incentivó el cultivo, luego el
abandono del programa generó desestimulo138
.
Esto indica que aún en la economía campesina de subsistencia la acción del Estado era
fundamental para el desarrollo de las actividades. En contraste, la prioridad que se le dio en
la política económica al fomento de cultivos transables, productos con vocación
empresarial y fomento a los cultivos con potencial exportador golpeó las posibilidades de
subsistencia del campesinado que podía tener dinamismo si contaba con el fomento por
parte del Estado.
Café y Cacao. El Café en el Meta contó con una valoración marginal desde el Ministerio
aun siendo un producto para cuyo cultivo se había ocupado un área importante. En los
registros del ministerio no se encuentra una cuantificación del cultivo en términos generales
del departamento. Sin embargo, lo que demuestran los datos reportados por el
departamento es que su cultivo fue más importante, en términos de área cultivada, que el de
la caña o incluso el cacao. Parte de esta marginalidad se pudo deber a que el café en el Meta
era propio de las aéreas de minifundio y economía campesina.
El inicio de la década encontró un cultivo permanente con un área cultivada importante.
Pero en ese mismo momento el país afrontó una crisis cafetera de la que no se escaparon
los cafeteros metenses139
. Así, entre 90 y 91 el área cayó en un 37.5%. Descenso que
también se registró en los rendimientos. Los informes de coyuntura y las evaluaciones
agrícolas responsabilizaron a la apertura, los problemas de precios internacionales y de
comercialización como elementos centrales en la crisis.
Hacia finales de la década el cultivo -aun mostrando signos de recuperación- no logró
recuperar el área alcanzada a inicios de la apertura. Esto ilustra lo que constituyeron las
promesas incumplidas por la apertura. El café se constituyó como un cultivo con evidentes
ventajas competitivas, pero la exposición al mercado (no solo de productos, sino cambiario)
138 Cifras del Sector Agropecuario 1997A Definitivo. 1997B Preliminar. 1998A Pronóstico. Óp. Cit. 139 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar.
73
mermó la actividad cafetera en el Meta y llevó a los cultivadores a una crisis de la que no
les fue posible salir durante la década entera.
El cacao venía siendo fomentado por la federación de cacaoteros pero los resultados venían
siendo negativos desde 1988140
. En esta coyuntura de finales de los 80 se pasaron de 8500
hectáreas a 6000 entre 87 y 88. Además de ello, la apertura trajo problemas de
comercialización y mercadeo. Esto aceleró el proceso de caída en el cultivo como se
muestra en la gráfica 2.7. Las cifras del ministerio registraron una caída sostenida de la
siembra año tras año en el periodo de 91-95. La mitad de la década ha sido un punto en el
que algunos cultivos han registrado algún tipo de recuperación temporal. En el cacao por el
contrario lo que se registró fue una caída sostenida durante el resto de la década.
Gráfico 2.7 Trayectoria de Cacao y Café en el Meta por Hectáreas.
. Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
Este producto como tal se vio afectado por dos elementos determinantes, por un lado la
apertura y el cambio del modo de desarrollo que implicó cambios en la comercialización y
que afectó su producción. Pero también los problemas fitosanitarios y el ataque de
plagas141
. De esta forma, el cacao fue uno de los cultivos que mayor retroceso tuvo durante
la década en el departamento.
140 El Desarrollo Agrícola en el Meta y la Reciente Coyuntura. Óp. Cit. 39. Cuadro 15. 141 Cifras del Sector Agropecuario 1997A Definitivo. 1997B Preliminar. 1998A Pronóstico. Óp. Cit.5
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
16000
18000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Café. Minist.
Café. Depart.
Cacao. Minist
Cacao. Depart
74
Palma Africana: Aparece como uno de los cultivos permanentes más importantes en el
departamento. Además de lo anterior, las fuentes indican que el cultivo afrontó
dificultades similares que los demás cultivos en relación a precios y costos de producción.
Pero al tiempo se mencionan otros problemas que hasta el momento no habían sido
aludidos sobre los demás cultivos como la falta de garantía para exportar y la seguridad142
.
El hecho de que el problema de la exportación se mencione exclusivamente en relación con
la palma no indica necesariamente que los demás cultivos no tenían vocación de
exportación, pero sí que el énfasis exportador estaba concentrado en ese producto.
A partir de lo anterior se puede comprender que cuando los gobiernos hablaron del énfasis
exportador, empresarial y de ventajas comparativas en términos generales; era la palma
donde ese discurso que se estableció en el capítulo anterior tomó materialidad en
escenarios específicos como el Meta. También, se hizo evidente una narrativa oficial
similar al heroísmo, pues sobre la palma se consideraba que “En el Meta se ha logrado
mantener su ritmo de expansión, gracias a la consolidación y empeño de los cultivadores y
las grandes empresas que han crecido con las bondades del cultivo y las ventajas que
representa geo-estratégicamente (…)”143
. Se notan entonces la confluencia de discursos
tanto en el modelo de desarrollo como en la representación que desde las entidades del
departamento se hacían del cultivo y su empresariado. Esta narrativa estuvo ausente en
todas las referencias hacia otros productores agrarios144
.
La seguridad145
fue otro elemento señalado como problemático frente al producto, pero que
no fue señalado como un problema para los demás cultivos. Ante esto se podría pensar que
estos cultivos no fueron objeto de intimidación, amenaza o acción directa por parte de los
actores armados. La aparición de la seguridad como un problema para este cultivo y no
para los demás revalida la percepción tradicional según la cual fue la seguridad la que
desestimuló la inversión agrícola en el departamento Así, y bajo esta lógica, habiendo sido
la palma más expuesta a los problemas de seguridad –como lo suponen las fuentes- su
142 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar. 143 Ibíd. 144 Ver documentación de toda la década perteneciente a Evaluaciones Agrícolas o Informes de Coyuntura en
Colección Corpes. 145 Se entiende por seguridad las condiciones de estabilidad frente a las acciones propias del conflicto y de los
agentes armados, especialmente la guerrilla a través de la extorsión y el secuestro, así como la transgresión de
bienes civiles.
75
desempeño hubiera sido tan deficitario como el de los demás o incluso más. A partir de las
cifras se someterá esta idea a prueba.
Como se mencionó anteriormente la palma aparecía como el principal cultivo permanente
del Meta. Esto es fácilmente verificable a partir del Gráfico 2,8. Independiente de la
diferencia de los reportes la palma era por mucho el cultivo permanente con mayor
ocupación de área. Además fue uno de los pocos cultivos que en los dos primeros años de
la apertura creció en su área cultivada.
Gráfico 2.8 Trayectoria de la Palma Africana en el Meta por Hectáreas.
Fuente: Anuario Estadístico Ministerio de Agricultura e Informes de coyuntura del
Departamento.
La apertura también se vio como una amenaza debido a que el cambio del modo de
regulación develó las falencias que había en el almacenamiento, sobreoferta, oligopolios en
la industria de aceites e incoherencias en la policía arancelaria146
, señalados como
elementos contradictorios para los palmeros. No obstante, el ritmo de crecimiento del
cultivo era sostenido. Los mismos problemas que afectaron a los demás cultivadores no
mermaron a los productores de la oleaginosa. De hecho, entre el 90 y 92 se aumentó el área
cultivada. Desempeño muy destacado en comparación con los demás.
Hacia el año 95 había aumentado lo logrado en 1992. Se consideró que la mayoría de los
terrenos sembrados con palma estaban sustituyendo al arroz que se estaba
146 Informe de coyuntura Agrícola 1991 B Definitiva Preliminar 1992. Óp. cit. Documento sin Paginar
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Palma. Minist.
Palma. Depart.
76
desestimulando147
. Esta afirmación no es coherente con las cifras reportadas por el mismo
departamento. A partir de las cifras se puede ver que el arroz de riego mantiene su área
entre 1991-95 mientras que la palma crece en 25 mil hectáreas de área ocupada, el área
perdida de arroz secano que fue un poco más de 16 mil según cifras del departamento. Se
había dicho antes que de haber conversión era en los terrenos con infraestructura de riego y
drenaje. Es decir, las áreas de arroz riego.
En los años 96, 97 y 98 se estabilizó el cultivo de palma, creciendo a ritmos menores de los
que venía mostrando. Las fuentes muestran una absoluta ausencia de reflexión sobre el
desempeño del cultivo y las razones del desempeño. Así, la evaluación agrícola del 97
muestra exactamente la misma narrativa que la del 91. Es decir, pareciera que el gran
aumento del cultivo no implicó mayor interés por parte de las autoridades, en contraste con
otros cultivos en los que la evaluación registra el desempeño, las enfermedades, la
comercialización etc. (Ver Anexo 2) Este desinterés por explicar la dinámica del cultivo
que se presentó en las autoridades permite ver que se evitó que las razones del desempeño
de ese cultivo fueran de manejo público. Los últimos años de la década el cultivo crece
pero a un menor ritmo del registrado a comienzos de la misma.
La explicación del comportamiento de los cultivos no finaliza con un análisis general de las
cifras para el departamento, en especial si se tiene en cuenta los vacios antes mencionados.
Por ello, la reflexión sobre la agricultura y la apertura como un proceso en el cual los
elementos socio-políticos tienen relevancia permite comprender un poco mejor el fenómeno
y obliga a ahondar en las particularidades de las subregiones y los municipios.
2.2 EXPOSICIÓN AL MERCADO Y EXPOSICIÓN AL CONFLICTO ARMADO. Hasta este punto se han establecido elementos para comprender los efectos de la apertura en
la agricultura en el Meta. Sin embargo, los elementos políticos y sociales son importantes
para comprender el desarrollo del proceso económico como un proceso socialmente
complejo. De esta forma, se considera que las formas sociopolíticas fueron distintas en la
medida en que cada subregión tenía características distintas y formas de integración
económica particular. Bajo esta premisa se establecieron cuatro subregiones para el Meta
(Cuadro 2.0)
147 Cifras del Sector Agropecuario. 1995B Definitivo. Pronóstico 96A. Óp. Cit. 9
77
Cuadro 2.0. Subregiones y Municipios Pertenecientes.
Piedemonte: Ariari–
Guayabero
Puerto López–
Manacacias.
San Martin–
Mapiripán. 148
149
:
Villavicencio, Acacias, Castilla
la Nueva, El Calvario, Guamal,
Restrepo, San Carlos de
Guaroa, Sam Juanito.
Cubarral, El
Castillo, Granada,
Fuente de Oro, el
Dorado. (Con
mayor Integración
comercial)
Barranca de Upía,
Cubayaro, Cumaral,
Puerto López, Puerto
Gaitán.
San Martin,
Mapiripán.
San Juan de Arama,
Mesetas, Uribe, Vista Hermosa,
Lejanías, Puerto
Lleras, Puerto Rico,
Puerto Concordia,
La Macarena
El Pie de Monte está caracterizado por mediana propiedad (excepto los municipios de
menor integración económica cuya economía es campesina y la propiedad pequeña). La
subregión del Ariari-Guayabero es la de mayor cantidad de municipio. A su vez está
compuesta por una división interna pues tiene municipios con una tradición mayor (pues
fueron colonizados primero y tienen mayor integración al mercado) Por otra parte contaba
con municipios con reciente y creciente integración al mercado para la década de los años
noventa. El Eje Puerto López-Manacacías es el que mayor actividad agroempresarial tenía
entre 1990-2000. Finalmente la subregión de Altillanura de San Martin-Mapiripán contaba
con extensiones de ganadería y una naciente agroindustria (especialmente en San Martin) y
una relativa marginalidad económica (Mapiripán).
Se debe tener en cuenta que la caracterización de las subregiones implica la comprensión de
formas diferentes de acción e interacción con la apertura económica. Pero también,
involucra el análisis del conflicto como expresión extrema del proceso político150
. Las
subregiones (mapa 3) y sus municipios se analizarán bajo esta lógica para comprender la
forma como el conflicto y el proceso económico interactuaron.
148 Caracterización hecha a partir de lo propuesto por (Garcia Gutierrez 1996) 149 Esta caracterización obedece a elementos en mayor medida físicos y económicos, sin embargo, responde
en cierta medida a la caracterización hecha por algunos investigadores del CINEP y mencionada antes. 150 Se hace referencia a la acción de grupos armados sobre la población civil a partir de la caracterización que
hizo el CINEP en sus revistas de Justicia y Paz, y Noche y Niebla. Esas se usaron como base para la
construcción de la base de datos para esta investigación.
78
Diseño del Autor. SIG. 2014.
2.2.1 Subregión del Piedemonte.
Al interior de la región del piedemonte se puede ver que los municipios tuvieron formas
diferentes de integración al mercado. Así, municipios como Acacias, Restrepo, San Carlos
de Guaroa y Villavicencio tenían una actividad agrícola más dinámica que municipios
como El Calvario y San Juanito. La integración económica era proporcional con la
cercanía a las instituciones del gobierno, la actividad burocrática y en determinadas
ocasiones, a la actividad de otras formas de poder complementarias al Estado. Al tiempo,
la presencia de intereses económicos posibilitó la existencia de acciones armadas en contra
de la población civil.
Teniendo en cuenta esta distinción, se puede comprender por qué algunos municipios
tuvieron un menor desempeño en lo relacionado con áreas de cultivo y con acciones
violentas. Esta subregión tuvo para la década 92 acciones violentas en contra de la
Mapa 3. Subregiones del Meta.
79
población civil151
, acciones que se concentraron principalmente en los municipios con
mayor dinamismo económico. El Calvario por ejemplo tuvo durante la década una
economía basada en cultivos de tipo campesino (Frijol, Caña, Maíz, Café y Plátano; hacia
el final de la década Yuca). Estos cultivos crecieron en general, pero su área total no
alcanzó a superar las 300 hectáreas (sumando todos los cultivos) en el año con mayores
siembras que fue 1997. Fue precisamente en este periodo en el que se registraron las
primeras acciones violentas en contra de la población civil152
. Estas fueron dos acciones
cometidas por paramilitares y guerrilla respectivamente. Por su parte, San Juanito fue otro
municipio con menor integración comercial y que de hecho no registró acciones de
conflicto contra la población civil153
. Es preciso indicar que estos eran los municipios más
pequeños y con menor población.
En la medida en que la integración económica crece también incrementa la vinculación de
la población civil al conflicto armado en condición de víctimas. En Acacias la apertura
golpeó principalmente el arroz riego y el maíz tecnificado que prácticamente desapareció.
El plátano y la Yuca se vieron relativamente afectados en la tendencia que siguió del
departamento frente a estos cultivos. La Palma creció de manera importante en la primera
mitad de la década en un periodo en el cual las acciones del paramilitarismo y las acciones
de la fuerza pública afectaron a los campesinos de la región (desapariciones y asesinatos).
En contraste, entre el 94 y el 97 las acciones que involucraron población civil descendieron
(no se registró ninguna) y el cultivo descendió en sus áreas ocupadas. A partir del año 97 se
reactivaron las acciones del conflicto, aunque los datos no permiten analizar qué pasó con
los cultivos, se puede ver que las acciones se dirigieron a población diferente del
campesinado.
El caso de Castilla la Nueva fue bastante particular. El municipio contaba con una
importante cantidad de hectáreas cultivadas de arroz riego. Se alcanzó un máximo de 7468
151 Cifra tomada a partir de los informes de “Revista de Derechos Humanos. Justicia y Paz” y Comisión
Intergregacional de Justicia y Paz. y Banco de Datos de Violencia Política, Cinep, Justicia y Paz. Revista
“Noche y Niebla” 152 Banco de Datos de Violencia Política, Cinep, Justicia y Paz. (1997 Oct-Dic) Revista Noche y Niebla, 6.
Recuperado de [http://www.nocheyniebla.org/node/9] 153 Conclusión hecha a partir de los informes de “Revista de Derechos Humanos. Justicia y Paz” y Comisión
Intergregacional de Justicia y Paz. y Banco de Datos de Violencia Política, Cinep, Justicia y Paz. Revista
“Noche y Niebla”
80
hectáreas en 1991. Sin embargo, la crisis que enfrentó el producto redujo sistemáticamente
su área y la llevó a menos de mil en el 95. En contraste la palma creció de manera
importante, probablemente remplazando las tierras antes cultivadas con arroz. De hecho, la
palma pasó de 600 a 2100 hectáreas entre 91-95. Este municipio no presentó acciones del
conflicto que vincularan población civil, pero su actividad económica se redujo
principalmente a estos dos cultivos. Guamal por su parte tuvo como principales cultivos el
Maíz tradicional, el plátano y la Yuca. Estos tres cultivos vieron una sistemática reducción
del área durante la década. La integración económica del municipio fue menor, lo cual
puede explicar por qué las acciones armadas fueron menores154
.
Restrepo fue un municipio en el cual el mayor énfasis productivo se dio en relación al
Arroz Secano y en menor medida a la Soya y el Maíz. Estos productos siguieron la
tendencia de la mayoría de los cultivos en el resto de departamento. En relación a las
acciones armadas, este municipio tuvo algunas acciones violentas, pero de las cuales fueron
víctimas en mayor medida personas no relacionadas con las actividades agrícolas. Por otra
parte, en el caso de San Carlos de Guaroa se tuvo una altísima actividad agropecuaria y no
necesariamente una alta vinculación de la población civil a acciones violentas. En él se
registró el mayor aumento de hectáreas dedicadas a la palma al pasar de 6480 a 18240 entre
1991 y 1995. En este espacio temporal se dieron las únicas acciones armadas en contra de
la población civil, la mayoría de las cuales fue perpetrada por paramilitares. Ante dicho
escenario, se puede evidenciar que al igual que en Acacias, el crecimiento de la Palma
estuvo temporalmente relacionado con la presencia de acciones violentas.
Villavicencio hacía parte del Piedemonte, y su actividad económica fue dinámica por ser la
capital del departamento y por las vías de comunicación. Al ser la capital política, las
acciones violentas que vincularon a civiles fue alta y su variedad explica la forma como el
conflicto actuó, pero principalmente permiten ver los grupos políticos que fueron afectados
por el conflicto. Al analizar las cerca de 55 acciones violentas que se dieron se puede
evidenciar que una parte importante de las mismas estuvieron dirigidas a miembros de la
extinta Unión Patriótica (UP). En estas operaron grupos Paramilitares y en menor medida
Fuerza Pública. La acción de estas fuerzas se relacionó a problemas de tierras inconclusos,
154 Se registró un solo caso según informe Comisión Intergregacional de Justicia y Paz. (1993 Ene-Abr)
Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz, Vol. 6. No 1.
81
pues campesinos que habían participado en procesos de ocupación de tierras fueron
víctimas de la violencia paramilitar155
.
La confluencia de intereses económicos y armados que actuaron alrededor de esta violencia
se evidencia en el caso del asesinato de un campesino en enero de 1994, quien había
recibido constantes amenazas por parte de un individuo sindicado de ser paramilitar y hacer
parte del grupo de Víctor Carranza, individuo que además figuraba como miembro del
Sindicato de Cultivadores de Palma Africana de San Martin y ex policía156
. El grupo
asociado con Carranza fue sindicado de muchos crímenes y desapariciones a miembros de
la Unión Patriótica (U.P), muchos de los cuales habían sido ya desplazados157
. La acción de
grupos paramilitares y fuerza pública en contra de líderes de agrarios, campesinos y otros
actores sociales en Villavicencio demostró una constante intención de marginar a los
actores sociales que plantearan una visión diferente al modo de desarrollo (Ver mapas 4, 5,
6, 7).
La guerrilla de las FARC direccionó sus acciones a la afectación de bienes civiles y
secuestro de personas. Este grupo armado afectó, según testimonios158
, el desarrollo de las
actividades agrícolas en el Departamento y en la subregión del Piedemonte. La razón de
esto fue el constante sentimiento de inseguridad que generó el accionar del grupo
insurgente, pues los secuestros y las acciones contra bienes civiles -aun siendo menores en
número que las acciones cometidas por paramilitares y fuerza pública (se registraron
siete)159
(ver mapas 4-7)- generaron en el empresariado agrícola una mayor sensación de
incertidumbre.
La centralidad de este municipio y su importancia tradicional hicieron que su integración
económica fuera en varios niveles y espacios. Así, a pesar de ser parte, en términos
formales y ecológicos, de la subregión del piedemonte, también estableció relaciones muy-
155 Comisión Intergregacional de Justicia y Paz. (1992 Jul-Sep) Revista de Derechos Humanos Justicia y
Paz, Vol. 5 No.3 156 Comisión Intergregacional de Justicia y Paz. (1994 Ene-Mar) Revista de Derechos Humanos Justicia y
Paz, Vol. 7. No 1 157 Comisión Intergregacional de Justicia y Paz. (1995 Abr-Jun) Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz,
Vol. 8 No. 2 158 Entrevista 9. Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 159 Revista Noche y Niebla, No 3, No 7, No 15, No 16. . Recuperado de
[http://www.nocheyniebla.org/node/9].
82
-estrechas con la subregión de Puerto López-Manacacías. La integración económica
también expuso a los productores de Villavicencio a las presiones que la apertura impuso
en general a los productores agrícolas del Llano. Al inicio de la década la capital del Meta
contaba con una importante área cultivada de Algodón, Arroz Riego, Arroz Secano, Maíz
Tecnificado (en menor medida Tradicional). Es decir, que Villavicencio contó
especialmente con una economía agrícola de tipo empresarial. Esta misma fue golpeada por
el proceso de apertura, pero en menor medida que el departamento en general (al menos en
lo que a áreas respecta)160
. Esto en parte se explica por las condiciones de infraestructura y-
160 Ver Evaluaciones Agrícolas e Informes de Coyuntura de la década.
Mapa 4. Acciones Violentas 1990-92. Subregiones y Actor
Armado Involucrado.
Diseño del Autor usando datos de las Revista Justicia y Paz; Noche y Niebla (CINEP). SIG
83
cercanía a centros de compra y acopio que dieron a estos cultivadores ventajas en la
producción, transporte y comercialización.
Mapa 5. Acciones Violentas 1993-95. Subregiones y Actor
Armado Involucrado.
Diseño del Autor usando datos de las Revista Justicia y Paz; Noche y Niebla (CINEP). SIG
84
2.2.2 Subregión de San Martin-Mapiripán.
Esta región está determinada por las condiciones físicas del terreno que la establecen como
altillanura. Los dos municipios que la componen (San Martin y Mapiripán) cuentan con
uno de los más extensos territorios del departamento. Son territorios que han tenido una
mayor tradición ganadera (Especialmente San Martin) Sin embargo, no estaban integrados
de la misma forma en términos económicos.
Mapiripán por ejemplo tenía una economía principalmente campesina fundamentada
principalmente en Maíz Tradicional, Plátano y Yuca. Estos cultivos tuvieron un
comportamiento irregular durante la década; el comportamiento de los mismos en el
municipio siguió la tendencia del departamento, la yuca incluso desapareció. La caída de-
Mapa 6. Acciones Violentas 1996-98. Subregiones y Actor
Armado Involucrado.
Diseño del Autor usando datos de las Revista Justicia y Paz; Noche y Niebla (CINEP). SIG
85
-estos cultivos puede atribuirse inicialmente al proceso de apertura Pero si se tiene en
cuenta que algunos testimonios afirman que fue la economía empresarial la que mayor
exposición a los efectos de la apertura tuvo, se puede inferir que no necesariamente fue la
apertura la que afectó la economía campesina de Mapiripán. Al contrastar las cifras
agrícolas de Mapiripán con la acción violenta, se puede ver un énfasis en las acciones
armadas en contra de la población campesina. Acciones que estuvieron principalmente
enfocadas en el último tercio de la década.
Las acciones que se desarrollaron en contra de la población civil pudieron tener como
objetivo la intimidación en contra del campesinado. Esto se evidencia en la magnitud de
las formas de acción en el municipio entre los años 1997 y 2000. La Masacre cometida en
Mapa 7. Acciones Violentas 1999-2000. Subregiones y
Actor Armado Involucrado.
Diseño del Autor usando datos de las Revista Justicia y Paz; Noche y Niebla (CINEP). SIG
86
Julio de 1997 permite evidenciar una acción sistemática del Paramilitarismo que se sumó a
la ausencia de la fuerza pública161
(ver mapa 6). Este tipo de acciones permiten
comprender las formas como el poder que buscaba una consolidación en lo local se ayudó y
complementó con la representación del poder estatal. En el año de 1997 siguió la
amenaza162
constante en contra del campesinado del municipio mencionado. Estas
amenazas además se concretaron en el asesinato de líderes comunales y campesinos,
especialmente en agosto. El año siguiente, fue la guerrilla de las FARC la que ejerció
presión y amenazas, especialmente contra la administración del municipio (ver mapa 7).
Las acciones cometidas en Mapiripán muestran un elemento más de la explicación del
conflicto en esta investigación; además de los intereses por la consolidación de cultivos y
poderes económicos, la violencia se dio en espacios que tenían un carácter marginal en
términos económicos. Sin embargo, la extensión temporal del análisis permitiría ver cuáles
eran los intereses económicos ligados a la altillanura y el nivel titulación y derechos de
propiedad de los campesinos afectados.
San Martín es un municipio que hace parte de la subregión acá mencionada aunque su
integración económica es similar a la del Ariari. De hecho, era paso obligado hacia los
municipios de Ariari. Su actividad económica estuvo marcada principalmente por el
cultivo de arroz de riego y la palma africana. De hecho, la principal actividad económica
de San Martin ha sido tradicionalmente la ganadería, entonces estas actividades fueron en
marginales en términos relativos. Sin embargo, la apertura implicó una afectación
importante al cultivo del arroz y una ocupación creciente de la palma africana. Esta creció
de manera sostenida hasta mediados de la década.
A diferencia de lo que se evidenció en Acacias o San Carlos de Guaroa, San Martín
presentó acciones aisladas por parte de los grupos armados. Estas se dieron principalmente
como consecuencia del lugar de tránsito que representó San Martín entre el Piedemonte y el
Ariari. De hecho, varias de estas acciones estuvieron direccionadas a la población que
hacía uso de la vía de transporte. Los informes y algunas investigaciones163
indican que
161 Revista Noche y Niebla, No. 5. 162 Revista Noche y Niebla, No. 6. 163 Vicepresidencia de la República de Colombia. Observatorio del programa presidencial de derechos
humanos y derecho internacional humanitario. Panorama actual del Meta. Bogotá, julio 2002: p356.
87
San Martín fue un lugar en donde rápidamente se consolidaron los grupos Paramilitares,
por lo tanto, al no ser una zona de disputa y con una economía consolidada en la ganadería
la afectación en contra de los campesinos y la población civil fue menor. Se puede afirmar
que aunque había intereses económicos, estos no estaban en disputa.
2.2.3 Subregión Puerto López-Manacacías.
Esta región está caracterizada como una de las más importantes en términos económicos.
Especialmente porque sus cultivos obedecían a agricultura de tipo empresarial. Esto no
implicaba que todos los municipios que hacían parte de la subregión contaban con similar
dinamismo económico. Barranca de Upía, al ser un municipio más pequeño que los demás,
contaba con menores extensiones sembradas, esto debido también a la distancia del
municipio de los ejes comerciales. Por otro lado, municipios como Cubayaro y Cumaral,
con tamaños similares a los de Barranca, tuvieron una mayor cercanía a los centros de
comercio. Finalmente los municipios de Puerto López y Puesto Gaitán contaban con una
gran extensión de tierras y su importancia económica estuvo determinada por la dinámica
integración con Villavicencio.
En Barranca de Upía solo tuvieron importancia durante la década los cultivos de arroz y
palma. El arroz –especialmente de riego- se vio profundamente afectado por el proceso de
apertura. De hecho, el área de tres mil hectáreas que se manejó a inicios de la década cayó a
800 para 1995. Los productores de arroz se vieron golpeados por los procesos de apertura.
Otra de las causas para la reducción pudo ser la cercanía con el departamento del Casanare;
si se tiene en cuenta que más de la mitad de la producción agrícola de semestrales se da en
tierras arrendadas164
se podría pensar que esta disminución implicó el desplazamiento a
otras zonas arroceras. Este desplazamiento no es fácilmente atribuible a factores del
conflicto, máxime cuando los informes demuestran que fue uno de los municipios menos
golpeados por los actores armados165
. La palma por su parte mantiene una relativa
estabilidad en relación a su área cosechada, se registró un incremento de 300 hectáreas
hacia 1997 respecto a las 2700 que se venían cultivando en el municipio durante la década.
164
Testimonios de Contreras, S (Entrevista 8) (2014, 24 septiembre), entrevistado por Chisnes;
Villavicencio. y Osorio. A. (Entrevista 9) (2014, 24 septiembre), entrevistado por Chisnes;
Villavicencio 165 No se registraron hechos contra la población civil en los informes analizados para esta investigación.
88
De esta forma, se puede ver una caída en el cultivo del arroz al igual que en el resto del
departamento, mientras que la palma (uno de los pocos cultivos que creció) tuvo una
estabilidad que fue temporalmente coincidente con la calma respecto al conflicto.
Al sur de Barranca de Upía la actividad económica de Cubayaro fue fundamentalmente
diferente. El municipio tenía una mayor variedad de productos cultivados y algunos en una
altísima proporción. El arroz, en sus dos variedades, completaba para 1991 diez mil
hectáreas. El maíz para inicios de la década tenía un área cultivada que superaba las mil
hectáreas entre los dos tipos. La palma y el plátano también tuvieron importancia a
comienzos de la década. El comportamiento de los cultivos principales en el municipio fue
diferente. El arroz entre 1990-91 creció de manera importante, tanto en la modalidad de
riego como en secano; pero después de este crecimiento en área el municipio enfrentó el
proceso reducción de áreas que generó la apertura en todo el departamento. Los dos tipos
de cultivo cayeron a la mitad de lo máximo de área alcanzada a comienzos de la década.
El maíz en Cubayaro cayó incluso en una mayor proporción de lo que lo había hecho el
arroz. De hecho, se pasaron de 1300 hectáreas cultivadas de maíz (entre tradicional y
tecnificado) a un poco más de 400. La soya, por el contrario, tuvo una participación menor
a comienzos de los noventa (100 has), pero hacia mediados de la década ya se contaban
1000 hectáreas cultivadas. Estas perspectivas de crecimiento fueron cayendo un par de
años después. Similar situación se vio en el algodón, que tuvo un dinamismo interesante
entre el 91 y mediados de la década, pero la caída del cultivo que se registró en el
departamento se vio en el municipio donde de 2500 hectáreas se pasó a menos de 500. El
plátano y el Sorgo tuvieron un desempeño irregular, marcado por ascensos y descensos en
la producción166
.
La palma fue un cultivo que creció de manera constante, especialmente en la primera mitad
de la década. El crecimiento de la siembra no estuvo relacionado temporalmente con
procesos de violencia política o económica que involucraran población civil. De hecho,
solo se registró un caso de violencia política a finales de la década, atribuido a los
paramilitares y que involucró el asesinato selectivo de un campesino167
. Esto permite
166 Ver Evaluaciones Agrícolas e Informes de Coyuntura Producidas por el Departamento. 167 Revista Noche y Niebla, No. 13
89
comprender en espacios en los que las disputas por la tierra no estaban presentes las
acciones violentas determinaron en menor medida el crecimiento de determinados cultivos.
Es decir que la relación entre intereses económicos en disputa y violencia fue en muchos
casos directamente proporcional. De hecho, las acciones de victimización se dieron en
menor medida en este municipio y solo hasta 1997 se nota un incremento en el
desplazamiento de la población168
.
Al suroccidente de los municipios mencionados antes se encuentra Cumaral. Este
municipio tuvo una mayor actividad agrícola y productiva por su cercanía con la capital del
departamento. A inicios de la década el municipio contaba con importantes áreas
cultivadas de arroz en sus dos modalidades y de maíz tecnificado. En lo que se refiere a
estos cultivos semestrales la apertura generó efectos negativos en el área cultivada de arroz,
esta cayó de manera significativa durante la década169
. Diferente fue el caso del maíz
tecnificado, el cual se pudo sostener en la primera mitad de la década e incluso incrementó
su área cultivada hasta 1996.
En relación a los cultivos anuales y permanentes principales de este municipio se observó
una caída del café, el plátano y la yuca; cultivos que además tenían un área marginal
respecto a los semestrales y a otros cultivos permanentes como la palma. Una razón para la
disminución de estos cultivos que eran de economía campesina puede estar vinculada al
incremento del desplazamiento de población. El análisis de las acciones violentas
demuestra cierta irregularidad en las acciones y en los posibles agentes generadores de
violencia. Así, tanto guerrilla como paramilitares y ejercito generaron acciones en contra
de la población durante la década y su accionar no estuvo dirigido hacia un grupo
específico (como en otros casos descritos) (ver mapas 4-7). Pero las cifras de
desplazamiento son reveladoras y permiten ver un incremento del desplazamiento que
coincidió con la caída en el área cultivada de productos propios de la economía
campesina170
. En contraste a la caída en cultivos de economía campesina el cultivo
168 Tomado de Red Nacional de Información. De Unidad para la Atención y Reparación Integral a las
Víctimas. En: http://rni.unidadvictimas.gov.co/?q=v-reportes Visto 27 de Septiembre de 2014. 169 Ver Evaluaciones Agrícolas e Informes de Coyuntura Producidas por el Departamento. 170 La Red Nacional de Información. Óp. Cit. Muestra que entre 1991 y 1995 se generan casos de
desplazamiento en todos los años, mientras que en 1991 no se dio ninguno. El Desplazamiento se reinicia y
recrudece en 1999 y 2000.
90
empresarial permanente de palma creció de manera significativa en el periodo y pasó de
3500 a 5000 hectáreas entre 1991 y 1995.
Los municipios más extensos de esta subregión son Puerto López y Puerto Gaitán. Estos
municipios tenían una diferencia intrínseca y es la vocación productiva que se les dio. El
primero tuvo una tendencia mayor hacia la agricultura171
y el segundo un énfasis petrolero.
Bajo esta lógica, los procesos productivos y los procesos de violencia político-económica
tuvieron enfoques diferentes. Por ejemplo, durante la década el municipio de Puerto Gaitán
tuvo una alta tasa de desplazamiento, asesinatos y desapariciones172
. De hecho, en este
municipio hubo una mayor cantidad de acciones relacionadas con el despojo de tierras, pero
a diferencia de otros municipios, el sector agropecuario o algunos cultivos no registraron
ningún tipo de respuesta relacionada con las acciones.
El accionar en esta zona estuvo determinado y perpetrado en mayor medida por grupos
paramilitares y el ejército173
, lo que indica que el municipio no hacía parte de una zona en
disputa territorial de los actores armados (a pesar de que la guerrilla hizo acciones). Esto
implica que hubo procesos de violencia en zonas del Meta que tuvieron un trasfondo
económico diferente al agrícola. De hecho, los procesos de violencia estuvieron marcados
por la presencia de grupos paramilitares adscritos a Víctor Carranza174
. Esto implica que
las relaciones de violencia y economía en la región implicaron también otras actividades
económicas diferentes a la agricultura y la ganadería. Así, hubo incremento de las acciones
violentas donde los intereses económicos extractivos propios del modo de regulación se
sumaron a los procesos de consolidación de poder local y a formas de especulación
inmobiliaria.
En Puerto López la actividad agrícola fue más dinámica que en Puerto Gaitán. Cultivos de
algodón, arroz –en las dos modalidades- maíz, sorgo y soya fueron los principales cultivos
semestrales que se encontraban en el municipio. El arroz tuvo un comportamiento estable
en el municipio, de hecho fue el único lugar en el que los dos tipos de cultivos de arroz se
171 Teniendo en cuenta que la ganadería o las hectáreas dedicadas a pastos eran prioridad en todo el
departamento. 172 Red Nacional de Información. Óp. Cit. 173 Revista de Derechos Humanos. Justicia y Paz Vol. 4. No 3, Vol. 5 No 2, 4; Vol. 6 No 4, Vol. 7 No 1, 2, 3;
Vol. 8 No 1, 2. Noche y Niebla No 9, 16. 174 Revista de Derechos Humanos. Justicia y Paz Vol.6 No 4.
91
mantuvieron durante la década. La soya por su parte se sostuvo e incrementó hasta
mediados de la década, pero cayó hacia 1997. Los cultivos anuales y permanentes
tuvieron un comportamiento estable. El plátano creció al ritmo del crecimiento del producto
en todo el departamento para caer luego hacia finales de la década, los problemas
fitosanitarios que golpearon al cultivo en general lo afectaron también en Puerto López. La
palma africana tuvo un comportamiento estable entre 300 y 100 hectáreas.
La relación de conflicto y el crecimiento o estabilidad de la palma que se ha evidenciado en
otros municipios también se puede ver de manera clara en Puesto López. En este caso, a
partir de los informes de las revistas Justicia y Paz y Noche y Niebla se evidenciaron pocos
casos de acciones armadas contra la población civil175
y poco o nulo crecimiento del
cultivo.
2.2.4 Subregión del Ariari.
El Ariari tiene la mayor cantidad de municipios del departamento y está a su vez
subdividido en dos. Uno es el más integrado económica y políticamente al piedemonte y a
los circuitos comerciales y está integrado por los municipios de Cubarral, El Castillo,
Granada, Fuente de Oro y El Dorado. Otra zona menos integrada está conformada por San
Juan de Arama, Mesetas, Uribe, Vista Hermosa, Lejanías, Puerto Lleras, Puerto Rico,
Puerto Concordia y La Macarena. Este territorio estuvo marcado no solamente por la
heterogeneidad de sus relaciones productivas y comerciales, sino también por ser un
territorio en disputa en el conflicto político, razón por la cual la mitad de las acciones
violentas del departamento se concentraron allí (Ver Mapas 4-7). Los testimonios
(Entrevistas 1 y 6) afirman que hubo intereses económicos y políticos vinculados a actores
armados y a personas cercanas a la economía ilegal que buscaron la legalización de dineros
durante la década.
La región menos integrada en términos económicos tenía una economía principalmente
basada en cultivos de tipo campesino, pero en transición hacia una economía más enlazada
al comercio (García, 1996: 26). De hecho, a partir de los desempeños agrícolas de la década
175 Noche y Niebla No 16. Se registro el caso de un médico hacia el año 2000. Sin embargo, la base de datos
de la Unidad de Víctimas registró una mayor cantidad de hechos. Es posible que este proceso hubiera llevado
a formas de apropiación de tierras destinadas a ganadería y especulación inmobiliaria.
92
se pueden ubicar los municipios de acuerdo al nivel de integración económica y productiva
legal (Cuadro 2.1)
Cuadro 2.1. Caracterización de la Integración Económica en el Ariari.
Bajo nivel de integración. Alto nivel de integración.
Municipios de La Macarena, Puerto
Concordia y La Uribe.
Economía principalmente campesina basada
en la producción de maíz, yuca y cacao (La
Macarena); arroz secano, maíz tradicional,
yuca y plátano (Pto. Concordia); y maíz,
cacao, café, plátano y yuca (La Uribe)
Cubarral, El Castillo, Granada, Fuente de
Oro, el Dorado.
Economía en transición empresarial.
Producción de Maíz tecnificado, Plátano,
Cacao, Arroz, Soya. Café (Cubarral)
Los cultivos de los municipios con bajo nivel de integración tuvieron, en general, una
relativa estabilidad durante la década, pues fue menor la presión de las formas de adhesión
al régimen internacional al ser estos de economía campesina (no necesariamente de pan
coger) e integrados a mercados locales. Al mismo tiempo, los problemas de
comercialización que afectaron a los cultivos luego de la crisis del IDEMA fueron menos
determinante para estos municipios. Se vio un incremento importante y sostenido en
plátano en la primera mitad de la década, mientras que los otros cultivos mencionados
tuvieron momentos de crecimiento y caída176
.
La presencia histórica de la guerrilla en el territorio determinó unas formas de acción y de
afectación de la población civil en el marco del conflicto que no se comprenden a partir de
las dinámicas económicas descritas hasta este momento. De hecho, el conflicto golpeó
fuertemente a estas poblaciones, en especial a La Uribe a partir del ataque a Casa Verde.
Esta acción constituyó la configuración de ese territorio como espacio en disputa, lo que
llevó a que el ejército realizara entre los años 1992 y 1994 muchas acciones sobre la
población civil y el campesinado177
. Las FARC también emprendieron acciones en contra
de la población civil que fueron creciendo en la segunda mitad de la década. Como
176 Ver Evaluaciones Agrícolas e Informes de Coyuntura Producidas por el Departamento. 177 Informes de las Revistas Justicia y Paz y Noche y Niebla muestran que
93
consecuencia del accionar de los diferentes actores del conflicto los índices de
desplazamiento se vieron disparados en estos tres municipios178
. En este caso, la violencia
tuvo una menor relación con los procesos económicos de consolidación del proyecto de
apertura a partir de la configuración de poderes locales y una mayor relación con procesos
de conflicto de tipo político.
Puerto Rico y Vista Hermosa son dos municipios vecinos que tuvieron desempeños
económicos similares en relación a sus cultivos y a la trayectoria de los mismos. La
producción estuvo enfatizada hacia el plátano, el maíz, la yuca; y también arroz secano en
el caso de Vista Hermosa. El arroz en Vista Hermosa creció en área durante el proceso de
apertura, una de las razones fue destinarlo a mercados locales179
, de lo cual se puede inferir
hubo una menor exposición a las importaciones. En contraste, los productores de maíz
vieron disminuir el área cultivada durante la década. El plátano fue un cultivo que tuvo un
crecimiento importante durante la década en estos dos municipios.
La violencia política en estos municipios hizo que el campesinado y los dirigentes políticos
estuvieran en medio del fuego cruzado del ejército, los paramilitares y la guerrilla (ver
mapa 4). En Vista Hermosa fue evidente el accionar del paramilitarismo y el ejército en
contra de miembros de la U.P.180
Se vio un recrudecimiento de las acciones de la guerrilla
en la segunda mitad de la década y un incremento del desplazamiento forzado181
. Esta
violencia buscó en mayor medida la consolidación política y de poder local que la
consolidación económica. Estos municipios con menor integración económica contrastaron
en términos económicos con los municipios de Mesetas, Lejanías, San Juan de Arama y
Puerto Lleras que estaban en un proceso de mayor integración económica. Estos
municipios mantenían principios de economía campesina, pero con más variedad de
cultivos.
Lejanías contaba con algunos cultivos semestrales importantes de los que se producían en
el departamento, también con algunos cultivos anuales y permanentes que eran importantes,
aunque desestimados por las evaluaciones agrícolas del Ministerio como el café. De esta
178 Red Nacional de Información. Óp. Cit. 179 Testimonio de un agricultor de Vista Hermosa. Entrevista 11. 180 Revista de Justicia y Paz Vol. 4 No 1,2,3,4. 181 Red Nacional de Información. Óp. Cit.
94
forma, la producción de maíz en sus dos modalidades fue importante para el municipio,
pero la cercanía e integración con el mercado expusieron el producto a la caída general del
departamento. Hacia el último tercio de la década este cultivo en su forma tecnificada había
prácticamente desaparecido182
, el maíz tradicional aunque disminuyó se pudo mantener en
cifras cercanas al 50% de lo alcanzado a inicios de la década. El cacao inició la década
con unas cifras de área cultivada importantes, pero desapareció hacia finales de la década.
El café fue muy importante en el Municipio y junto al plátano se vieron reducidos, pero no
desparecieron.
Las acciones violentas en esta zona cumplieron con el patrón que se ha encontrado en esta
zona del Ariari. La tendencia indica que en los dos primeros tercios de la década hubo un
accionar de la fuerza pública y los grupos paramilitares que se relaciona con la disputa por
la consolidación del poder local en relevo del poder de facto que había establecido las
FARC en esta zona (ver mapas 4-7). El último tercio de la década se vio un incremento de
las acciones por parte de la guerrilla en respuesta a este proceso. Los intereses económicos
que se consolidaron con estas acciones no son evidentes en las cifras agrícolas, pero
podrían ser evidentes a partir de la exploración de otras fuentes que esta investigación no
analizó como las notariales, pues parte de la adquisición de la tierra pudo no tener una
destinación productiva.
Mesetas fue uno de los municipios más golpeados por la violencia política -junto con
Granada-. La violencia en el municipio fue direccionada de manera evidente hacia líderes
cívicos, políticos y simpatizantes de sectores de la UP y en menor medida del Partido
Liberal. Estas acciones estuvieron también dirigidas hacia líderes campesinos. Una de las
consecuencias de la política de intimidación y agresión directa fue la desaparición de
formas alternativas de pensar la economía agrícola (como la de los grupos políticos
mencionados) y la reducción de la resistencia hacia el proceso económico183
.
La violencia del municipio también pudo tener una implicación económica relacionada con
el cultivo del plátano. De hecho, a partir de las cifras se puede decir intuitivamente que el
plátano creció en área de acuerdo al crecimiento de las acciones armadas de los diferentes
182 Ver Evaluaciones Agrícolas e Informes de Coyuntura Producidas por el Departamento. 183 Así parece confirmarlo el testimonio de un dirigente de la ANUC del Meta (Entrevista 3).
95
actores, pero en especial de los paramilitares y el ejército (en la primera mitad de la
década). Pero a diferencia de lo expuesto para otros casos, la caída del cultivo no fue
paralela, simultanea ni consecutiva con la estabilización o reducción de las acciones
violentas contra la población civil. De hecho, las acciones continuaron y junto con ellas la
caída de cultivos de economía campesina como el café (de 5 mil a 600 hectáreas) e incluso
el plátano.
Los conflictos de tierras estuvieron presentes en esta región y muchas veces la forma de
resolución fue violenta. En Puerto Lleras se presentaron acciones violentas que buscaron
resolver este tipo de problemas con los campesinos. Se presentaron casos como la masacre
de cuatro campesinos, hecho del que no se determinó responsable, pero al que se le
atribuyeron móviles relacionados con problemas de tierras184
. Los campesinos del
municipio además estuvieron expuestos a que se asumiera que eran colaboradores de uno u
otro grupo armado, pues al igual que el resto del Ariari, esta era una zona en disputa185
.
Estas acciones armadas, provenientes de los diferentes actores que participaban en la región
y en la disputa por la consolidación del poder local en el territorio pudieron llevar a
desestimular la producción agropecuaria, pero las cifras muestran que no fue
necesariamente el conflicto lo que llevó a la disminución de la producción. De hecho, el
arroz secano y el plátano mantuvieron cierta estabilidad, mientras que el maíz cayó de
manera importante. Incluso, cultivos muy golpeados en otros espacios como la soya y el
sorgo en Puerto Lleras tuvieron un relativo buen desempeño.
En San Juan de Arama la violencia se concentró especialmente en los primeros años de la
década (90-92). Durante estos años se dieron la mayor cantidad de acciones violentas
contra la población civil. Esta violencia tuvo como principal determinante al
paramilitarismo, pero no estuvo relacionada contra un grupo en específico (como en el caso
de Puerto Lleras) no con problemas de tierra evidentes. Esto pudo reflejarse en menores
tasas de caída de los cultivos durante la apertura. Este municipio tuvo caídas al igual que el
resto del departamento, pero no tan marcadas.
184 Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz, Vol. 7 No 1. 185 Noche y Niebla. No 6.
96
En estos municipios del Ariari se puede ver una forma de acción de la violencia que fue
diferente (y de cierta manera más intensa) que en otros espacios con mayor integración
comercial e intereses económicos en disputa y donde el poder local ayudó a consolidar
aspectos del modo de desarrollo. El Ariari también contó con municipios con una mayor
integración al mercado, mayor dinamismo productivo y mayores intereses económicos y
políticos en disputa; al tiempo, esta fue una zona de disputa. La confluencia de estos
factores hizo que las acciones de violencia fueran mayores. Así, municipios como
Cubarral, El Castillo, Granada, Fuente de Oro, el Dorado tuvieron dinámicas propias en la
relación de conflicto y proceso económico.
El Castillo tuvo a comienzos de la década una amplia variedad de cultivos comerciales y de
economía campesina (maíz tanto tecnificado como tradicional, soya, cacao, café yuca y
plátano). Estos cultivos ocupaban un área importante en el municipio. Los productores de
Maíz tenían a inicios de la década cerca de 5000 hectáreas cultivadas, pero la apertura
generó una desaceleración tal que hacia 1997 solo se tenían cerca de 400 hectáreas. Caso
similar fue el del cacao que en el 97 no contaba sino con poco más de 100 hectáreas, lo que
no constituye ni el 10% de lo que tuvo en área a inicios del 90. El café y la yuca
mantuvieron su área (la yuca incluso creció), y el plátano creció en la primera mitad de la
década para caer en la segunda al igual que en el resto del departamento.
Este importante número de hectáreas que perdieron su uso agrícola tuvieron otra
circunstancia que impidió su paso hacia otro tipo de cultivos, y fue la acción armada en el
territorio. El Castillo fue altamente afectado por las acciones de los grupos paramilitares en
alianza con el ejército regular. Especialmente se referencia el ingreso y accionar del grupo
conocido como los carranceros en el municipio hacia 1992186
. Los actos violentos en
contra de la población civil en el municipio fueron cometidos por paramilitares, el ejército
o los dos en un 90%. La población que fue víctima sistemática de estas acciones fue
especialmente el campesinado y personas con vinculación política al Partido Comunista
(P.C) y a la U.P. El municipio presentó índices importantes de despojo de bienes muebles e
inmuebles187
y de secuestro. El factor secuestro indica que hubo presencia marcada en el
186 Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz, Vol. 5 No 4. 187 Red Nacional de Información. Óp. Cit.
97
territorio también de guerrilla. En este caso, la forma de apropiación, sí la hubo, estuvo
determinada por un interés especulador en relación a la tierra.
Fuente de Oro tuvo una relación diferente con el conflicto armado. La afectación fue menor
que en El Castillo. Esto lo confirma tanto los reportes del CINEP que registraron tres casos
para la década del noventa como la diferencia en las cifras de desplazamiento de la Unidad
de Víctimas. Esta diferencia se reflejó en las actividades productivas del municipio. De esta
forma, cultivos como los de arroz (secano y riego) y plátano mantuvieron relativamente
estables (el plátano creció) las hectáreas cultivadas junto con la yuca. El maíz cayó en las
mismas proporciones que el resto del departamento como consecuencia de la apertura. La
palma mantuvo el área cultivada en 900 hectáreas durante la década. Estas cifras permiten
comprender que los espacios en donde las acciones armadas no vincularon en mayor
medida a los campesinos las áreas se mantuvieron. La palma mantuvo su área en manera
proporcional a la estabilidad político-armada, caso similar al descrito antes con Barranca de
Upía
La economía de Cubarral estuvo caracterizada por su similitud a la economía de algunos
municipios del piedemonte (El Calvario, San Juanito), es decir cultivos de producción
campesina. Los campesinos del municipio cultivaron principalmente cacao, café, plátano y
yuca; productos que fueron cayendo en su área durante la década188
. La marginalidad
económica de ese municipio explica también la forma en la que el conflicto involucró a sus
pobladores. Por ello, el municipio registró, junto con Fuente de Oro, uno de los índices más
bajos de acciones violentas en contra de la población civil en el marco del conflicto189
.
El municipio de Granada fue uno de los más dinámicos en términos económicos, pero a su
vez su población civil fue una de las más golpeadas por la violencia política en la década
del 90 en el Meta. Las cifras indican que este municipio contaba con una importante
producción agrícola de casi todos los cultivos importantes del departamento. En relación al
arroz, el cultivo en sus dos modalidades tuvo una estabilidad de las áreas cultivadas hasta
1997, año en el que cayeron en cerca de la mitad frente a lo que se venía manejando
188 El municipio además tenía problemas de ocupación de zonas de reserva ambiental, como lo confirma
Méndez, J. (2014, 03 Julio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 189 Se registraron cuatro de acuerdo a los informes de la Revista de Derechos Humano Justicia y Paz y Noche
y Niebla.
98
durante la década. El maíz tuvo un énfasis en la producción de tecnificado, los productores
pudieron mantener las áreas iniciales del cultivo hasta finales de la década e incluso
pudieron incrementar el área. Estos resultados contradicen la percepción que los
agricultores del municipio tienen del proceso de apertura.
Los cultivos semestrales de soya y sorgo del municipio tuvieron también un desempeño
destacado durante la década, pues mantuvieron sus áreas e incluso en el caso de la soya las
incrementó. El sorgo por su parte mantuvo un buen desempeño hasta mediado de la
década, para el año de 1997 cayó su área cultivada.
El cacao tuvo un inicio importante en lo relacionado con su área cultivada, pero cayó hasta
desaparecer antes de la mitad de la década. La palma pasó de 150 a 300 hectáreas y se
mantuvo en esa cifra hasta finales de la década. El plátano sufrió un proceso de caída y
repunte durante la década. Así, es posible ver que la apertura afectó en menor medida los
productores de Granada.
El conflicto fue transversal en esta década en Granada. Este fue uno de los municipios con
mayores índices de población civil afectada de manera violenta por el conflicto político.
Los registros de homicidio y desplazamiento son muy altos comparativamente para el
municipio190
. La violencia en este municipio tuvo una característica especialmente política
en la primera mitad de la década. Esto se evidencia en la cantidad de acciones violentas en
contra de líderes políticos, especialmente de la U.P. También se registró la afectación de
asesores técnicos agropecuarios y personal administrativo de entidades como la
UMATA191
. Una gran cantidad de estos hechos fueron realizados por grupos Paramilitares
y el ejército. La presencia de ese tipo de violencia implicó una disputa de carácter político
antes que la disposición de una imposición de cultivos. Esta violencia determinó la
desaparición de posiciones políticas campesinas diferentes y contrarias a las ideas del modo
de desarrollo implementado en la década.
Líderes campesinos pertenecientes a la U.P que habían promovido procesos de protesta y
movilización de gran magnitud fueron amenazados y asesinados en el marco del conflicto
190 Red Nacional de Información. Óp. Cit. 191 Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz, Vol. 7 No. 1
99
político192
. Esta acción marcó el final de las acciones de los grupos paramilitares en contra
las formas políticas presentes en Granada. A partir de allí se registró una baja de las
acciones violentas que se reactivaron solo dos años después con la reaparición de las AUC
a través de bloqueos en la vía, bloqueos que fueron usados para manifestar su arribo y
decisión de permanecer193
. Esta acción fue precedida por algunos asesinatos de diferentes
pobladores de la región y sucedida por la masacre de 18 campesinos en Noviembre de
1997. Las acciones de intimidación, amenaza e incertidumbre generaron miedo en las
personas vinculadas a formas de asociación comunitaria, campesina o política y su
consecuente desactivación.
La afirmación generalizada sobre el desempeño económico ha estado ligada a la idea según
la cual el conflicto afectó en mayor medida el desempeño económico en el sector agrícola.
El caso de Granada cuestiona, por lo menos en los datos que ofrecen las fuentes, lo
negativo que implicó la apertura y también cuestiona la relación negativa entre conflicto y
desempeño económico. Esto último en la medida en que Granada fue el municipio con
mayor índice de acciones armadas que vincularon a la población civil en el Meta, pero no
afectó en términos determinantes la producción, ni favoreció –como en otros casos- algún
tipo de cultivo.
Hasta aquí se ha planteado la perspectiva general de la política económica agraria que se
tuvo en lo nacional y cómo se asumió desde lo departamental. Se evidenciaron los efectos
generales que esto tuvo en la agricultura de la región y cómo las premisas generales
olvidaron las características sociales de la región. Así, el conflicto no fue necesariamente
un elemento externo al proceso económico, sino que interactuó en determinados espacios
con él, pero también tuvo características particulares en cada territorio. La forma como este
proceso fue vivido por los agricultores será tema que se tratará en el siguiente capítulo.
192 Revista de Derechos Humanos Justicia y Paz, Vol. 8 No. 4 193 Noche y Niebla No 6.
100
3. AGRICULTURA EN EL META EN LOS NOVENTA. DISTANCIAS
ENTRE EL MODELO Y LAS PRÁCTICAS.
Este capítulo busca establecer en qué formas las premisas de la política económica se
aplicaron en el departamento. Como se ha señalado en los capítulos anteriores, los
postulados del modo de desarrollo asumido por el país en la última década del siglo XX
indicaban que habría cambios importantes en la producción en general, y específicamente
en el sector agrícola. Como resultado de este proceso se esperaba que factores como los
laborales, de financiación, de comercialización y de reconversión tecnología, entre otros,
mejoraran su operación y con ello contribuyeran al crecimiento de la producción y al
incremento del bienestar; no obstante, la experiencia que sobre este proceso relatan las
personas vinculadas a la agricultura en el Meta indican unos procesos diferentes a los
postulados por el modelo que agenciaba el gobierno. Con este antecedente el propósito de
este capítulo es establecer la diferencia entre las premisas del modelo y los resultados
experimentados por los productores, tarea que se realizará teniendo como base la
confrontación de testimonios de varias personas vinculadas a la producción y las premisas
del modelo que se ven especialmente en los documentos de política pública.
En este sentido, se parte de comprender el proceso económico como un proceso que vincula
al Estado (central y regional) como gestor de la política económica general; a los grupos
socio-económicos (campesinos, propietarios, líderes gremiales, asistentes técnicos, casas
comerciales) como participes principales de la producción y como personas cuya actividad
se vio directamente implicada por la apertura; y a los poderes locales (Grupos Armados y
otras formas de agrupación194
) como participes de la disputa por los recursos y
canalizadores de las diferencias entre el Estado y la población. La proposición que aquí se
sostiene es que las medidas de política adoptadas por el Estado (Nacional y regional)
194 Nos referimos aquí a los gremios y las asociaciones de productores las cuales también contaban con
capital simbólico y político en la región, y cuyos intereses determinados y tensiones con otros actores
sociales.
101
estuvieron descontextualizadas de los procesos sociales del Meta, situación que permitió la
realización de acciones diferentes en relación con la tierra, la financiación, la
comercialización y la defensa del sector por parte de los actores.
3.1 SOBRE LA TIERRA EN EL PROCESO ECONÓMICO. A finales de la década de los años ochenta en el departamento del Meta sobresalen dos
características: una concentración importante de la propiedad territorial y un bajo
porcentaje de la tierra dedicado a la agricultura (solo el 8% es decir, cerca de 136 mil
hectáreas)195
. Estos datos que se expresan en el gráfico 3.0 muestran que la gran mayoría
de las unidades productivas ocupaban una parte relativamente menor de terreno, pues las
unidades productivas estaban relacionadas en mayor medida a la pequeña y mediana
propiedad.
Gráfico 3.0 Porcentaje de Tierra Ocupada Según Tamaño Predio en el Meta 1990.
Cálculos del Autor con base en PENAGRO.
Ministerio de Agricultura. Basado Tabla 2
Microfundio, Minifundio (< 10 Has) 1.1%; Pequeña propiedad (10–20 Has) 2,8%; Mediana
Propiedad (20–200 Has) 35%; Gran Propiedad
(>200 Has) 62%.
La reducida participación de la agricultura
en el uso del suelo no significó que la
agricultura fuera un sector marginal en la
economía del departamento; por el
contrario, el avance de la apertura y sus efectos fueron duramente criticados por las
administraciones departamentales en la medida en que consideraban que las dificultades de
la agricultura golpeaban más duramente a este departamento por ser esta una parte
fundamental de su economía196
. De hecho, la agricultura constituyó en promedio el 20,2%
del PIB departamental en la década del 90, mientras que la ganadería constituyó el 13% del
195 PENAGRO Primera Encuesta Nacional Agropecuaria. . Ministerio de Agricultura. Meta. Bogotá. D.E.
Febrero de 1990. Es pertinente señalar que los datos de esta encuesta solamente deben ser vistos como
indicadores preliminares, pues la encuesta no contó con cobertura departamental, pues cubrió solo el
piedemonte. 196 URPA Meta Informe de Coyuntura Agrícola 1991B Definitivo. Preliminar 1992.. Gobernación del Meta.
Microfundio, Minifundio
Pequeña propiedad
Mediana Propiedad
Gran Propiedad
102
PIB197
. Otra característica que se destaca es que la pequeña propiedad y el micro y
minifundio constituían cerca de la mitad de las unidades productivas en el departamento,
pero ocupaban solo el 4% del área. Esta clasificación inicial permite tener una perspectiva
del nivel de concentración de la tierra en el Meta a finales de la década del 80 e inicios del
90.
Por otro lado, las pequeñas propiedades (unidades de micro y minifundio) dedicadas a la
agricultura destinaban el 38% de sus tierras a los cultivos transitorios o semestrales y el
62% restante a cultivos anuales y permanentes198
. Esto indica que la economía campesina
estaba enfocada principalmente a los cultivos permanentes y anuales y en una menor
medida en cultivos comerciales como el arroz, la soya y demás. Es necesario llamar la
atención sobre la importancia que la pequeña propiedad tenía para la producción
departamental, a pesar de que cubría solo el 4% de las tierras del departamento constituía
el 22.8% de la superficie total dedicada a cultivos tanto transitorios como permanentes.
El problema de la propiedad fue asumido de manera distinta en los diferentes espacios de
diseño de políticas públicas. En los planes de desarrollo nacionales de 1990 y 1998 no
existe una mención explícita a la propiedad de la tierra como un elemento central en la
planeación, mientras que en el de 1994 hubo unas aproximaciones al problema de la tierra.
Este desconocimiento del problema de la tierra y de las correspondientes acciones políticas
dio lugar a que en el Meta el problema de la tierra tuviera un desarrollo problemático y
particular determinado por procesos de mayor temporalidad.
El problema de la tierra puede ilustrarse a través de tres procesos: el fraccionamiento de la
propiedad, la reconcentración de la tierra por vía administrativa y la reconcentración por
condiciones del conflicto. Las grandes extensiones de tierra que se encontraban en el Meta
a mediados de siglo XX en el piedemonte fueron cambiando a partir del fraccionamiento de
las tierras por herencia, por ventas debido a la acción guerrillera y por colonización
derivada de las reformas agrarias. En uno de los testimonios (entrevista 2) recogidos en esta
investigación se afirma que en el Ariari, en las zonas donde el Estado hizo colonización
dirigida en los años 60 se entregaron parcelas de 50 o 60 hectáreas, pero que con el avance
197 DANE. Cuentas Departamentales- Colombia. Fecha. Archivo Digital en la Biblioteca del DANE. 198 Ibíd.
103
del tiempo estas propiedades desaparecieron y hoy se encuentran parcelas muy pequeñas
(de 3 a 6 hectáreas) o muy grandes199
. Por su parte don Germán afirma que su propiedad
(que heredó de su padre) solía ser una gran extensión de tierra similar a las que se
encuentran en el Casanare en la actualidad, las sucesiones y las ventas, así como la pérdida
de tierras en procesos de colonización y de reformas agrarias hizo que pasara de una gran
propiedad a una mediana.200
Estos testimonios indican que la propiedad ha ido cambiando
en la trayectoria histórica del departamento.
El fenómeno de concentración tuvo una expresión temporal menor, y fue promovida por la
apropiación armada y la búsqueda de legalización de dineros. En el testimonio (Entrevista
6) de un productor agrario del municipio Fuente de Oro se afirma que
Pues en la época de narcotráfico si… Sobre todo en las tierras ganadera y las tierras
que ellos tomaron para la palma, porque ellos son cultivadores de palma y
ganaderos. Entonces ¿eso se expandió? [Él mismo se pregunta] Si, compraron
tierras y hartas…. Entonces así como los agricultores fueron perdiendo en maíz y
arroz las fincas se fueron reduciendo porque tocaba vender parte de la finca para
poder cubrir las pérdidas.201
Lo que este (Entrevista 6) testimonio muestra es que hubo una relación entre los resultados
negativos de la apertura para los agricultores y los procesos de concentración de la tierra.
Un productor (Entrevista 1) de la misma subregión del Ariari confirma que la violencia y el
narcotráfico ayudaron a la concentración y que la tierra se continúa vendiendo202
.
Antes se mencionó que hubo una especie de omisión por dos de los tres gobiernos
nacionales de la década de los años noventa en relación al problema de la propiedad. El
gobierno de Samper sí contempló el problema de la propiedad y consideró pertinente
dinamizar el mercado de tierras y la titulación de cinco millones de hectáreas203
. Este
diseño de política tuvo una aplicación diferente en el territorio del Meta, lo que llevó a lo
que se ha llamado aquí concentración administrativa. Esto se identificó con el modo de
199 Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 200 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 201 Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 202 Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 203 Plan Nacional de Desarrollo 1994-1998.
104
desarrollo que se materializó en la apertura y que buscó, como condición necesaria para la
modernización del campo, la claridad en las formas de propiedad así como en sus derechos.
Un elemento ilustrativo de la tendencia señalada se encuentra en la política sectorial para el
Departamento del Meta de este periodo. En ese programa se buscó más la titulación que la
dinamización del mercado de tierras. En el programa de titulación se esperaba que para
finales 1997 se hubieran beneficiado 5.285 familias en la Meta, sin embargo, la ejecución a
junio de ese mismo año era de 158 familias, es decir, apenas el 3%, situación que indica a
esta fecha había un claro atraso en el programa y un desinterés por el fomento al mercado
de tierras y la distribución de la propiedad. Otros datos permiten comprender la forma
como operó este tipo de programas dentro de un régimen de acumulación, que a pesar del
cambio en el modo de desarrollo, se siguió proyectando como extensivo. Al analizar las
cifras de las hectáreas planeadas y las tituladas en este programa para junio de 1997 (fecha
del análisis de la política sectorial) se encuentra que de un objetivo de 256.326 hectáreas se
habían titulado 86.010, es decir un 34%204
.
Esto indica que el programa pudo titular principalmente grandes propiedades y se pudo
generar una reconcentración de la tierra con propiedades en promedio de 544 hectáreas. De
esta forma, el contexto donde se ejecutaron programas diseñados en el gobierno central
resultó determinante pues pudieron profundizar problemas que en principio se buscaron
solucionar, en este caso la titulación y los derechos de propiedad. Esta dinámica de
apropiación administrativa se extiende temporalmente hacia el presente y es problematizada
por un testimonio (Entrevista 2) de un dirigente vinculado a la ANUC, quien afirma que en
la década del 90 se manifestó, desde diferentes sectores sociales y políticos, que la
altillanura no servía para nada, idea que cuestionan hoy debido a los procesos de
apropiación de grandes extensiones que se están dando en la actualidad205
.
La distancia entre el diseño de la política y la realidad de los productores en el
departamento se notó no solo en la falta de consideración sobre el problema de la propiedad
sino también del desconocimiento de un fenómeno especialmente relacionado con la
204 Avances de la Política Sectorial en la Región de la Orinoquía. Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Rural. Santafé de Bogotá. Septiembre de 1997. 205 Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio..
105
producción de arroz: el arrendamiento de tierras. Para la década de los años noventa en la
producción de arroz el arriendo era la forma principal de relación con la tierra. Los
testimonios recolectados (Entrevistas 4 y 9) en esta investigación señalan que cerca del 55%
de la tierra (algunos afirman que el 65%) sembrada en arroz era arrendada. La importancia
de esta forma de relación fue tal que incluso desplazó a la ganadería, como lo señala un
propietario arrocero de la zona de Restrepo:
(…) para qué comprar tierra, si había mucha tierra desocupada, que la gente, los finqueros, los
ganaderos tradicionales, [Quienes] ocupaban 3 hectáreas con una vaca, con un novillo, y hasta 2
hectáreas con un novillo de Ceba, y vienen y les ofrecen 100, 150 mil pesos el semestre, olvídate que
eso no lo da, tecnificada, no lo daba un animal por hectárea, entonces valía, valía , te estoy hablando
de hace 25 años, valía el arriendo 10,000 mil pesos, un animal en Ceba en 6 meses daba 60.000 y el
arrocero le arrendaba por 120mil pesos, entonces rompa tierra, rompa tierra, y empiezan a romper
tierra (…)206
Este testimonio (Entrevista 3) indica que las relaciones con la tierra diferían de acuerdo a la
actividad productiva, que la relación con la tierra implicó dinámicas de corto plazo en la
actividad agropecuaria que a su vez generaron un incentivo negativo para el mejoramiento
de la tierra y el incremento de la inversión por parte de los arrendatarios, se consideró que
la inversión en tierras arrendadas para el arroz no se justificaba pues una vez arreglado el
terreno le podrían ofrecer más dinero al propietario, y perder la inversión207
.
De lo anterior se puede inferir que la apertura no generó efectos en las formas de propiedad
de manera directa, pero la búsqueda de garantía de derechos de propiedad y la
regularización del mercado de este elemento de la producción generó formas de
apropiación que pudieron vincular tanto lo administrativo como la adquisición violenta. De
hecho, la percepción de las autoridades departamentales a mediados de la década del
noventa era que existía una marcada tendencia hacia el desalojo de campesinos y la
concentración de la propiedad de la tierra, debido a la presencia de inversionistas en finca
raíz que reaccionaban frente a las expectativas creadas por proyectos del gobierno
nacional208
. La especulación en finca raíz y las diferentes formas de adquisición de la tierra
,en un régimen de acumulación de tipo extensivo que acompañaba el modo de regulación
206 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 207 Ruiz, G. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 208 Gaceta del Meta. Octubre 13 de 1995. Número 1021. Ordenanza No. 023 de 1995 Mayo 18. Plan
Programático de Desarrollo "Todos somos Meta".
106
implementado en los años noventa, contribuyeron a profundizar el problema de la
concentración de la propiedad y del conflicto en el departamento. .
3.2 PRODUCTIVIDAD Y ASISTENCIA TÉCNICA EN EL META EN LOS AÑOS
NOVENTA. La productividad fue un elemento de preocupación de los gobiernos nacionales durante la
década de los años noventa. Los gobiernos consideraban necesario generar acciones que
ayudaran a aumentar la producción de los agricultores y por esta vía incrementar la
competitividad. Sin embargo, estas ideas fueron expresadas a la par de la apertura. De esta
forma, los gobiernos, en sus planes y políticas agrícolas, anunciaron mecanismos para
ayudar a la productividad mientras que la exposición al mercado desestimuló la acción de
los productores.
En un primer momento el gobierno de Gaviria habló de la necesidad de establecer
infraestructura física en el país, e irrigación y adecuación de tierras para aumentar la
productividad209
. En el plan de Gaviria no se contempló el fortalecimiento de las
instituciones estatales con fines investigativos y de innovación productiva para la
agricultura. Esto llevó a que se diera un momento crítico para los productores, en términos
de asistencia técnica e investigación, en el año de 1993, pues en este año se marca como el
punto en el que la investigación por parte del Estado deja fundamentalmente de existir210
.
La reducción presupuestal dejó las actividades de investigación de CORPOICA y el SIAT
sin dinero, el énfasis de la política estuvo en la dirección de créditos de FINAGRO para la
tecnificación, insumos y demás(González Bottia 2005). De hecho, no se nota en ningún
punto del primer plan de desarrollo de la década una idea para fortalecer este tipo de
instituciones, por el contrario el espíritu ideológico de la reforma iniciada por Gaviria
implicaba evitar el protagonismo del Estado en este tipo de acciones.
Esta acción generó un impacto negativo en la producción agrícola, especialmente en la de
los pequeños productores. El testimonio (Entrevista 11) de un productor del Ariari muestra
que:
209 Plan Nacional de Desarrollo 1990-1994. 210 Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
107
Una de las partes que más se sufre y que más se tiene dificultad es la parte técnica y de asistencia
técnica para los campesinos, para el sector agrario rural de minifundio. Porque no hay esa ayuda.
Porque uno no tiene para pagar la mano de obra calificada en ese sector entonces el campesino
produce todavía en una manera empírica y ese es un problema que se presenta. 211
La asistencia técnica se relacionó con el problema de la financiación, pues en la medida en
que el sistema financiero requirió asistencia técnica para el trámite de créditos muchos
productores pequeños y sin circuitos de financiación quedaron por fuera. De hecho, la
percepción de don Miguel (Entrevista 11) indica que los productores grandes sí
implementaron cambios técnicos.
Estos cambios técnicos en los que participaron los productores (explotaciones de gran
tamaño según Miguel) fueron incluso desestimados como una posibilidad por el plan de
desarrollo de 1990, el cual consideró que Colombia tenía relativamente una baja cantidad
de tierras tecnificables212
. Esto llevó a pensar que eran necesarios instrumentos de
adecuación de tierras y desarrollo de actividades intensivas en mano de obra. Por su parte,
la percepción departamental en la política económica buscó en la especialización de
actividades y en la integración de cadenas la posibilidad de generar mayores niveles de
productividad213
. De hecho, en los planes del segundo y tercer gobierno departamental el
problema de la productividad no aparece como prioridad. El desinterés por parte de los
gobiernos nacional y departamental explica por qué muchos agricultores consideran que al
Estado poco le importó la asistencia técnica a los productores214
.
Esta ausencia del Estado permite comprender dos formas de relación con la productividad
que los testimonios indican que dieron en el departamento en la década del 90. Por un lado
el uso de tierras que no habían participado en la producción para nuevos cultivos. Mucho
del maíz que se sembró lo fue en tierra cuya vegetación había sido recientemente
tumbada215
, situación que permitió niveles positivos de producción en relación a los costos,
especialmente porque estas tierras demandaban menor inversión en fertilización. Por otro
lado estuvieron los proyectos particulares de innovación técnica que, como ya se mencionó,
211 Murcia, M. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 212 Plan Nacional de Desarrollo 1990-1994. 213 Plan De Desarrollo Integral. "Nuestra Meta es el Meta" 1993-1997. 214 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 215 Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada.
108
no estuvieron acompañados por el Estado. Estas acciones a su vez no obedecieron a una
acción conjunta y sincrónica en el departamento.
La innovación más importante reconocida por los productores es el uso de nuevas técnicas
de preparación del suelo. Así, la labranza mínima, la cero labranza y la agricultura de
precisión aparecieron en el Meta tanto en el piedemonte como en el Ariari de formas
diferentes. Cada productor recuerda de forma particular y personal su contacto con estas
nuevas formas de producción, pero si recuerdan muy bien todos la diferencia entre las
costumbres de preparación del terreno antes de la incursión de estas tecnologías. La nueva
tecnología rompió con la tradición de labranza y rastrillo que buscaba la pulverización del
terreno y ofreció como alternativa la menor remoción de terreno para el cultivo. Don
Germán Montoya (Entrevista 3) por su parte recuerda que su relación con esta tecnología se
dio por intermedio de las Multinacionales y afirma que:
Yo me salgo de la línea tradicional, me meto, la apuesto al desarrollo de Monsanto, y me meto pues
en los programas de alquiler de maquinaria de Monsanto, las maquinas de cero labranza (...) entonces
yo ya empiezo a trabajar, de lo que tradicionalmente en el Meta se usaban 250 – 300 kilos de semilla,
empiezo a trabajar con las maquinas sembradoras 180 kilos de semilla, esas maquinas venían con
unos compartimentos de abono, y entonces sembraba uno, fertilizaba y sembraba, eso era
novedad…216
Esta tecnología venía implementándose en el Brasil y en Estado Unidos. Otro productor
(Entrevista 5) recuerda que el acercamiento a estas tecnologías se dio a partir de una visita
de CORPOICA con un delegado de la FAO, visita que se dio pues esta persona era
reconocida por hacer una buena preparación del terreno (de tipo tradicional) que implicaba
muchos pases a la tierra. El visitante del organismo multilateral manifestó a este productor
que
“dentro de poquito tiempo usted ya no va a tener suelo" porque con esas preparaciones y eso está
acabando con el suelo. Entonces yo ya había leído y visto en programas de TV agrícola que había
una forma de sembrar sin arar ni rastrillar, que es la siembra directa. Entonces empecé yo a hacer
siembra directa.217
En el Ariari el uso de estas tecnologías iniciaron por visitas también, un testimonio
(Entrevista 7) afirma que “Aquí a esta oficina vino un muchacho del Valle y él hablaba de la
216 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 217 Ruiz, G. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
109
agricultura de precisión. Entonces él hablaba de una sembradora Monosend”218
. Este voz a
voz llevó a algunos de estos productores a adquirir este tipo de tocologías las cuales,
afirman los testimonios, llevaron mucho tiempo aprenderlas a manejar. Esto conllevó
también a la pérdida de algunos empleos en virtud de las innovaciones, pues al requerir
menos intervención previa el suelo se generó menos requerimientos de mano de obra; la
presencia de sembradoras que sembraban y abonaban indicaba la reducción de una
actividad que normalmente era manual. La perfección en las distancias de las siembras que
acompañó la siembra de precisión impactó también la mano de obra.
De esta forma se puede ver que las premisas de productividad que se manejaron en la
apertura a partir de los planes de desarrollo y de la implementación de la política tuvieron
un gran distanciamiento de los procesos sociales del departamento. De esta forma, los
productores buscaron de manera autónoma lograr mayores niveles de productividad y de
conversión técnica. La ausencia de participación del Estado hizo que fuera el mercado el
que impulsara estas medidas de conversión técnica, razón por la cual el beneficio no fue
general, sino que estuvo concentrado en algunos productores. Lo que también demuestra
estas iniciativas particulares es que a pesar de la presencia del conflicto, los productores
buscaron mantenerse en la actividad agrícola, lo que contradice la percepción del gobierno
departamental de finales de los noventa, el cual consideraba que la baja en la producción
estaba ligada al conflicto219
. Además de lo anterior, los niveles de productividad por
hectárea no aumentaron de manera significativa en el departamento220
. Eso en razón de lo
marginal de las innovaciones productivas.
3.3 RELACIONES LABORALES DE LA AGRICULTURA DURANTE LA
APERTURA. Los testimonios permiten ver diferentes formas de relación laboral que están determinadas
en una gran medida por la estacionalidad de los cultivos, el carácter empresarial de la
actividad productiva y la permanencia de la producción. De esta forma, la década del
noventa mostró diferencias importantes entre las formas de trabajos de la economía
218 Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 219 Gaceta del Meta. Agosto 10 de 1998. Número 1105. Ordenanza 314 de 1998, Plan de Desarrollo
Económico y Social para el Departamento del Meta 1988-2000. "Cuaderno de Tareas para el Desarrollo
Integral”. 220 Según lo demuestran las diferentes encuestas y cifras departamentales y Ministeriales.
110
campesina, la economía empresarial de ciclo corto y la economía empresarial de cultivos
permanentes. Bajo este panorama, se puede establecer que la apertura buscó, en términos
teóricos, la formalización de las relaciones laborales, pero las relaciones de producción
mostraron otras formas de relacionamiento. En un sentido similar, las prácticas productivas
se vieron en alguna medida modificadas por los cambios técnicos y algunas innovaciones
tecnológicas y por condiciones ambientales que implicaban prácticas diferenciales.
Esta heterogeneidad contrasta con la forma como la política económica concibió el
problema laboral. En el plan de desarrollo de 1990 se hace una referencia especial al
problema laboral y la gestión de la ley 50 de 1990. Esta buscó emprender una
transformación a lo que era considerado como una traba para la competitividad, es decir,
reformar lo que a la luz del nuevo modo de regulación eran trabas en el mercado del
trabajo. No obstante, lo que la política pública no contempló es que las relaciones laborales
diferían entre actividades, e incluso, difería entre la misma actividad económica. En
contraste, la política consideró la relación laboral como algo homogéneo, razón por la cual
los instrumentos estuvieron dirigidos de manera generalizada.
En el Departamento del Meta los testimonios muestran que la apertura no conllevó
necesariamente a la reducción de las relaciones de producción informales. En el Ariari la
procedencia de la mano de obra de diferentes partes y las condiciones de producción han
permitido la permanencia de la contratación de manera informal por días, semanas,
quincenas o meses221
. De hecho, la apertura y las difíciles condiciones que se les
impusieron a los agricultores implicaron un leve cambio en la forma de contratación. De
hecho algunos agricultores de esta subregión afirman que “anteriormente el trabajo era por
jornal… Ahora es por contrato.”222
La vinculación por contrato implicaba que se pagaba
por actividad realizada, esto permitió generar un mayor control sobre los gastos y costos de
producción, en la medida en que las actividades necesarias para la producción estaban
determinadas por un costo inicial que permitió presupuestar el costo final. Esto no llevó
necesariamente a una formalización de la vinculación, sino a una precarización de la
misma, en la medida en que este tipo de contrato implicó la reducción de otro tipo de
221 Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 222 Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada
111
garantías que estaban determinadas por las tradiciones de contrato por jornal como la
comida.
Este cambio en la relación salarial también estuvo mediado por los cambios en la técnica de
producción, que implicó un mayor rendimiento de las actividades versus el tiempo. Para el
trabajador fue más conveniente así. En contraste, la producción de tipo campesino
mantuvo sus relaciones de trabajo de tipo familiar223
. Este sostenimiento de las relaciones
de producción en los campesinos que estuvo reforzado por la ausencia de innovaciones
técnicas en este tipo de economía. Algunas percepciones, como la de un propietario de
Granada, ven que la economía campesina mantiene estas estructuras, mientras que los
proyectos agrícolas de gran tamaño implicaban relaciones modernas de trabajo224
.
Entre los productores de tipo empresarial existe un consenso en relación a las formas como
se dio la relación laboral durante la apertura. Algunos productores (especialmente de arroz)
manifiestan que en esta producción las relaciones eran relaciones laborales modernas de
tipo empresarial. Don Ernesto (Entrevista 4) afirma que “aquí no tememos ni servidumbre,
ni a medieros, ni gente que participe en la producción. Nosotros ganamos y perdemos, pues
somos nosotros. El trabajador gana su salario”225
. Sin embargo, la explosión del cultivo de
arroz a comienzos de la década configuró formas de contratación que implicaban contratos
por servicios o por actividad y que no determinaban vinculación laboral de tipo
empresarial. Los jornales por actividad se impusieron como forma de contratación y la
informalidad en las nominas fue una constante226
. Estas formas informales de contratación
fueron una constante que se reforzó gracias al proceso de apertura como lo confirma don
Jairo Martínez, quien dice que:
A ver…. Creo que el tema de la informalidad laboral es una relación que aún persiste. Y persiste no
solamente por un tema de cultura de la forma como se han realizado las relaciones laborales, las
relaciones entre personas que contratan personal y los que trabajan, sino porque esa formalización
también está de alguna manera relacionada a la inestabilidad en la que la economía se ha movido. Y
si una empresa no logra consolidarse y no tiene una perspectiva de seguridad en ese proceso, pues
223 Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 224 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 225 Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.. 226 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
112
difícilmente puede adoptar la responsabilidad laboral de contratar a las personas con sus medidas
laborales necesarias.227
Las relaciones de producción implicaron no solo formas de relación salarial, sino también
formas de trabajo y prácticas laborales y productivas en la apertura. Estas prácticas
laborales de cierta forma estuvieron vinculadas con la relación salarial en la medida en que
la siembra y el abono tecnificado implicaron ciertos beneficios para los trabajadores
agrarios. Estas prácticas también fueron diferentes dependiendo del lugar de la producción
(suelos de vega o con menores niveles de humedad y agua) y del producto.
Se recuerda por parte de los arroceros un momento inicial en la década del 90 en el que la
producción estaba marcada por un nivel de empirismo importante. Los productores
realizaban una siembra que conllevaba “los tres pasones de rastra, dos de rastrillo,
pulverizar la tierra, coger al boleó en una maquina boleaba el arroz, 250 kilos de semilla
que votaba y daba”228
. Esta producción vinculaba el uso de maquinaria pero el uso
intensivo en mano de obra en un primer momento, especialmente en la época de cosecha.
Sobre este periodo se recuerda que se usaba una gran cantidad de coteros229
para la
recolección del arroz que se hacía en parte de manera mecanizada, las maquinas recogían la
cosecha pero esta labor era terminada por coteros con costales en la boca de la maquina230
.
En medio de lo heterogéneo que fue el trabajo agrícola se pueden evidenciar unas
tendencias permanentes. La procedencia de la mano de obra fue principalmente de las
veredas cercanas, incluso se dieron formas de trabajo que implicaban relaciones duales de
patronaje y jornal de manera simultánea, esto implicaba que los vecinos podrían contratarse
unos a otros para las labores agrícolas, esto especialmente en la zona del Ariari. En la
economía empresarial se mantenía la vinculación de personas geográficamente cercanas,
esto incluía mujeres en embarazo231
, pero también se establecieron labores que implicaron
227 Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 228 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 229 Personas vinculadas a la cosecha de la producción. Eran específicamente las personas que cargaban en los
hombros los bultos o cargas de arroz en la cosecha. 230 Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 231 Contreras, S. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; V
113
un grado de cualificación mayor como los tractoristas232
quienes tenían origen en la capital
del departamento.
Las prácticas laborales estuvieron determinadas también por la naturaleza y novedad de los
suelos. En la región del Ariari se recuerda cómo durante esa década el maíz se cultivaba
con un uso mínimo o nulo de fertilizantes y abonos debido a que la mayoría del maíz se
cultivaba en tierras nuevas, en la medida en que estaban “desonjando tierra”233
. Este
proceso confirma la tendencia que el maíz tuvo durante una parte importante de la década
en el Meta al mantener su área. Paralelo al proceso de generación de nueva tierra a partir
del desplazamiento de bosques naturales se dio un proceso de mecanización y de cambios
en la forma de adquisición de semillas.
De los testimonios de los agricultores se pueden establecer dos prácticas laborales que
generaron un cambio relativamente importante en las formas de trabajo. Estas fueron la
labranza-siembra y la recolección mecanizada. Este proceso no fue un proceso de fácil
ingreso en la región. De hecho, en el caso de la recolección lo que se vio fue una cierta
tendencia resistente al cambio. De esta forma la maquinaria que se empezó a adquirir en la
región para la recolección de las cosechas fue intervenida así, “cuando llegaba una máquina
granelera aquí al país, en lugar de conservarla como venía, porque es la tecnología, nos
retrocedíamos otros 20 años atrás, y pagamos x cantidad de plata para retrasarnos y volver
20 años atrás”234
. La persistencia por algún tiempo de los coteros y la recolección en costal
obedeció a este proceso de resistencia, lo que fue cambiando hacia finales de la década del
90235
.
Esta forma de producción previa, al ser intensiva en mano de obra, implicó un dinamismo y
un movimiento importante en la economía laboral del Meta. Este dinamismo se encentra
en el testimonio de don Germán (Entrevista 3), quien recuerda que:
Otros si fueron muy inteligentes (coteros) y empezaron a cosechar, pero la gente en las cosechas del
meta se venían camioneros, de la costa, camioneros de Boyacá, camioneros del Tolima, porque era,
porque aquí había plata para todo el mundo, aquí se venían combinadas....Tu veías por esta carretera
Bogotá-Villavicencio, venían las combinadas del Tolima hacerse su año nuevo, porque allá en el
232 Ibíd. 233 Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 234 Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 235 Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio..
114
Tolima no conseguían plata y nosotros nos dábamos el lujo, de muchos pagar arriendo, muchos pagar
arriendo, pagar para que les sembraran, pagar para que les recogieran, pagar para combinada, todo y
daba plata y sobraban devueltas y ganaban….Mira que hubo un boom de contadores, de banqueros,
de empleados, de empleados de aquí, que eran arroceros y no conocían el arroz, no tuvieron que ir a
molestarse, porque le decían al otro al campesino, que te estoy hablando que se volvió arrocero. Ola
yo tengo una plática, métalo en eso, es que aquí hubo un boom que la gente invertía en el arroz. Y
fue cuando nos sobre pasamos de arroz, y ya no hubo en donde echarlo, entonces ya empezaron a
venir, entonces ya el gobiernos ya empezó, porque ya pudimos usar al gobierno, ola que va hacer con
ese arroz...Estábamos en el punto de lo que producíamos era lo que se consumía, lo que producíamos
era lo que se consumía, afortunadamente en ese entonces no se hablaba de mucho contrabando.
Cuando empieza, cuando empieza el Ecuador pero a despertarse, por triangulación no por
producción, por triangulación y empiezan a traer arroces de otros países y lo mismo Venezuela y de
otros países y no empiezan a mater arroces más baratos, y entonces es cuando empezamos a golpear
al gobierno.236
Estas dinámicas laborales que implicaron migraciones de mano de obra, no solo de la
región del Meta, sino de otras regiones no fueron contempladas en el diseño de la política.
La vinculación de mano de obra temporal en la agricultura del Meta y la dinámica de la
misma no fue objeto de una política pública. De hecho, el énfasis del plan de desarrollo
estuvo en la generación de empleo, empleo que se generaría a partir de la ejecución del
Plan de Modernización que priorizaba las actividades con vocación de exportación237
. Por
supuesto, la agricultura del Meta no tuvo esa vocación y la política de empleo no se hizo
material. Por ello las prácticas laborales siguieron patrones propios del contexto.
Las características de trabajo son diferentes en cada cultivo. Los cultivos permanentes de
tipo empresarial, dentro de los cuales se destaca e impone la palma, tuvieron una forma de
trabajo que, de acuerdo al testimonio de uno de los principales y más tradicionales
productores de la región (Entrevista 10), diferían de las demás formas de trabajo. Este
productor afirma que durante la década las condiciones laborales de la palma implicaban
una contratación más permanente de las personas238
. Adicional a ello, los campamentos
tenían unas condiciones de mayor permanencia y comodidad de habitación frente a lo que
se veía especialmente en el arroz. Esto lo confirman los testimonios de distintas personas
vinculadas al arroz y quienes afirman que debido a la característica de arriendo que maneja
el arroz los campamentos no tiene las condiciones óptimas para los trabajadores.
236 Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 237 Plan Nacional de Desarrollo 1994. 238 Rojas, F. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
115
Estas formas de trabajo implicaron ciertos cambios en la labor agrícola del Meta. No fueron
los cambios que las premisas de la apertura indicaron que traería, pero fueron cambios que
se dieron por la introducción de algunas formas de trabajo. Aunque la relación salarial en
escancia cambió poco, si se considera que hubo un cambio en la relación trabajo-salario.
En primer lugar estuvo el cambio del jornal al pago por contrato determinado por actividad
que se mencionó antes; pero también hubo un cambio importante en la intensidad que
implicó el trabajo. La técnica de la labranza mínima y el uso de sembradoras llevaron a que
fuera menor el trabajo de los jornaleros. Gonzalo Ruiz afirma que “más bien dejamos de
trabajar en exceso, porque con este sistema el trabajo, pues se les paga igual pero ya no
tienen que trasnochar”239
. Estos cambió no tuvieron la misma penetración ni velocidad en
todas las subregiones del Meta. En el piedemonte240
y el eje Puerto López fueron mayores
los cambios del trabajo asociados a la tecnología que en las regiones del Ariari menos
integradas económicamente (en Granada, el Castillo y Fuente de Oro la tecnificación fue
mayor).
3.4 LA POLÍTICA ECONÓMICA EN FUNCIÓN DE LOS CULTIVOS, LA
COMERCIALIZACIÓN, LA ADHESIÓN AL RÉGIMEN INTERNACIONAL Y LA
ACCIÓN DE LOS PRODUCTORES. A pesar de que la política económica no priorizó la asistencia técnica y la innovación por
parte del Estado, esta influyó de manera importante en los cultivos del departamento.
Aunque los planes de desarrollo nacionales no hicieron énfasis explícito en la intención de
fortalecer específicamente algún tipo de cultivo, la acción del modo de desarrollo a partir
de la política tuvo una influencia determinante en los cultivos.
En un primer momento de la década se consideró pertinente darle prioridad a los proyectos
económicos con vocación de exportación y con cercanías a puertos o lugares de
consumo241
. Esta idea se relaciona con una percepción general en los productores del Meta
entrevistados, quienes consideran que la política económica fue asimétrica. Esto lo
confirma el plan departamental de 1993, el cual consideraba que el modelo agroindustrial
de la palma era el adecuado para el departamento242
. Esto se hizo evidente en los
239 Ruiz, G. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 240 Murcia, M. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio 241 Plan Nacional de Desarrollo. 1994. 242 Plan de Desarrollo Integral 1993.
116
testimonios de los agricultores; ellos consideran que las políticas del Estado, el fomento, los
subsidios existieron, pero no fueron ni para todos los productores ni para todos los
productos. La palma, según los productores, fue un cultivo que recibió una mayor atención
por parte del Estado. Los productores afirman (Entrevista 4) que “La palma evidentemente
fue el cultivo que se protegió, se subsidió de diferentes maneras para hacerlo crecer. Ese es
un cultivo claramente beneficiado.”243
El beneficio de este cultivo estuvo determinado
según los productores por dinero para un fondo de estabilización de precios, certificados al
incentivo forestal entre otras formas. Este énfasis se dio en la segunda década de la
apertura, y se calcula según los productores en 7,2 billones244
.
Los productores resienten este énfasis por parte del Estado, especialmente porque
consideran que este producto tuvo beneficios que ni el maíz, ni el arroz tuvieron245
. Esto se
acentúa en la medida en que muchos de los productores agrícolas consideran que la acción
del Estado frente al cultivo permitió que la siembra de palma llevara en algunos casos la
legalización de dineros y tierras adquiridas en el contexto del conflicto armado.
Palma ha habido mucha palma sembrada, no lo he hecho porque no me gusta. Pero el llano si creció,
harto la palma. De hecho son unas palmeras muy regulares. Que uno pueda hablar de una maravilla
de palmas, no... Esos son palmeras que las sembraron como para lavar plata, porque como la palma
si tuvo un incentivo muy grande. En ese tiempo las hectáreas se compraban en 100 mil pesos y le
daban a uno cinco millones. Entonces usted se compraba la tierra que fuera. 246
En un mismo sentido se considera que el arroz de riego fue desplazado por “La palma, tuvo
mayor atención por parte del gobierno, empezó a desplazar el arroz de riego y empezó a
ponerse palma. Sobre todo en Palmeras y Pajure y en la zona de Cumaral”247
. Un punto
fundamental que fue planteado por uno de los productores de semestrales es que la palma
también se benefició por el sentido empresarial que le dieron sus productores, mientras que
muchos de los productores semestrales no le han dado un sentido empresarial a sus
cultivos, a pesar de manejar volúmenes de dinero y producción importantes248
.
243
Entrevista Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 244 Ibíd. 245 Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada 246 Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 247 Contreras, S. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 248 Ruiz, G. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
117
Otro elemento determinante de la primera década de la apertura fue la importancia que se le
dio a las economías de escala en plan de desarrollo del segundo gobierno nacional de ese
periodo. En su concepción de política la generación de economías de escala eran
necesarias para el desarrollo249
. Esto se entendió en la región como las cadenas
productivas. El contraste entre el discurso nacional y los procesos sociales indican que la
forma de aplicación fue problemática. La percepción de los productores agrícolas es que
estas no tuvieron una implementación adecuada, especialmente por las condiciones de un
mercado abierto. De esta forma se considera que “Las cadenas productivas no funcionaron,
porque en los negocios no hay corazón. Entonces, el maíz que traen importado es el que
usan las avícolas”250
. De forma similar se establece que el Estado no generó formas de
relación más fuertes y sólidas, en ese caso la importación de productos a precios más
rentables no permitió que las cadenas productivas tuvieran estabilidad en la zona. De
hecho, los productores han establecido una metáfora para referirse a estas cadenas como
unas cadenas con “eslabones de acero y alambre”, las cuales al tensarse se rompen por el
eslabón más débil, que fue el de los agricultores. La percepción es que en la década del
noventa los productores agrícolas estaban en clara desventaja con la agroindustria. Esto
indica que el mecanismo de cadenas productivas en un mercado abierto, como el que se
había establecido en el país, no ayudaba en ninguna forma a la generación de las
economías de escala.
Los planes departamentales dedicaron poco espacio a mencionar la caída de los cultivos
como algo generalizado, tampoco se establecieron claramente mecanismos para reducir este
impacto negativo que la apertura estaba generando. En términos nacionales tampoco se
determinó un mecanismo eficaz. De esta forma, ante la caída de los cultivos y la ineficacia
de la generación de instrumentos eficaces se consideró que la profundización de la
exposición al mercado sería la mejor opción251
. Esto fue problemático a lo largo de la
década, especialmente porque antes de la misma, el Estado promovió en mayor medida la
conversión a cultivos semestrales. Un dirigente de la ANUC recuerda que:
249 Plan Nacional de Desarrollo. 1994. 250 Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada 251 Plan Nacional de Desarrollo 1998.
118
(…)el Estado a través de la institucionalidad empezaron a hacer una oferta pública, que nosotros hoy
la consideramos que fue inconveniente, Y es la posibilidad de que la introducción que los cultivos
semestrales, el sorgo, el algodón, el maíz, el arroz, la soya. Todos estos cultivos para los cuales el
establecimiento ofrecía financiación, ofrecía asistencia técnica, y ofrecía comercialización y eso
llevó, por ejemplo a que a mediados del 85 y el 90 en el departamento del Meta teníamos 8500
hectáreas de cacao establecidas, Y en el 2001 teníamos menos de mil, es decir los campesinos
tumbaron totalmente cacao. Café aquí se llegaron a contabilizar más de 15000 hectáreas en el
departamento del Meta. Igual en esa época teníamos, no sé 300 400 era todo lo que quedaba. Porque
lo oferta institucional consistía en mostrarles campesinos que había unos productos, que habían los
productos que rota van mucho más rápido y le daban un flujo de caja mayor en el transcurso del año
y la rentabilidad final podría ser muy superior, varias veces a lo que ellos estaba recibiendo por cacao
o por café o por otros, por frutales o por otras actividades, entonces la gente adoptó por tumbar eso. 252
Lo que se muestra aquí es que, previo a la apertura, hubo una política que direccionó los
esfuerzos de los productores a la siembra de bienes que luego tuvieron mayor exposición a
los precios internacionales. De esta forma, la profundización de la adhesión al régimen
internacional promovida a finales de la década no condujo los mejores resultados para estos
productores que habían hecho transición a siembras semestrales.
Esta adhesión al régimen internacional, que fue relativamente diferente en distintos
momentos de la década tuvo una reacción por parte de los productores del Meta, los cuales
tuvieron formas de organización. En el departamento participaron varios gremios
vinculados a la actividad agropecuaria y campesina. Estas organizaciones han tenido
diferentes objetivos en su accionar y temporalidades diferentes. La ANUC, FEDEARROZ,
FENALCE, ASIALL, AGAMETA, la Federación de Cacaoteros y otras más, con rasgos
temporales más coyunturales, han realizado trabajos de reivindicación y defensa de la
actividad agropecuaria en el departamento. En un sentido similar, la apertura generó en
estas organizaciones cambios en las reivindicaciones y en el análisis del fenómeno de la
producción en un contexto de mercado abierto. La actividad que estas organizaciones
tuvieron da luces sobre el papel que el Estado nacional y departamental jugó en la apertura
y en las relaciones que se establecieron entre el Estado y los campesinos. Así mismo, las
acciones que estas organizaciones impulsaron ayudan a comprender las relaciones con otras
formas de poder del departamento.
252
Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio..
119
La actividad de las personas vinculadas a algunos gremios y de algunas asociaciones estuvo
determinada en muchos casos por el nivel de cercanía que se tenía con las políticas de
Estado o con los intereses de los agricultores. Así, se puede partir de la idea de que para
algunos dirigentes gremiales no hay una coincidencia entre el Estado y los intereses del
productor. En un sentido similar se nota que las lógicas de los productores del
departamento buscaron romper con un cierto centralismo de las federaciones que tenían un
carácter nacional. Don Ernesto Ariza muestra cómo:
Cuando viene la apertura hay un rompimiento con la federación porque la federación aceptó sin
mayor formula de juicio esta orientación y no la presentó como una orientación buena, y nosotros
dijimos, hombre, nos parece que meternos a competir en un mercado internacional con la debilidad
nuestra contra subsidios de la producción externa en general.. Veíamos que la producción
norteamericana de algodón era subsidiada. Veíamos que la producción mundial de algodón originada
en la URSS en esa época era también altísimamente subsidiada y ese era el mercado mundial donde
nos invitaban a participar, muy tempranamente alertamos a los agricultores y iniciamos una dura
pelea conceptual con la dirección nacional de algodoneros, es decir que además de pelear por la
cosas puntuales como descuentos y de apropiación, a juicio nuestro, indebida de los recursos
nuestros empezamos a cuestionar la posición política de la federación frente al proceso de apertura
del año 90 para acá. El resultado de eso es que nacionalmente nosotros nos convertimos es una
especie de isla. En el congreso de Valledupar que se hace en 1989 a mí me expulsan de la federación
253.
Esto expresa una distancia importante entre la dirigencia de las federaciones y algunas de
las personas de base de las mismas federaciones. Este distanciamiento conceptual implicó
la aparición de nuevos puntos en las agendas de las agremiaciones de productores, es decir,
que ya no solo estaba en el debate el destino de los dineros aportados por los mismos
productores a la federación, sino también los elementos de la política económica impuesta
por el Estado y la cual fue aceptada y apoyada por las agremiaciones.
La acción de muchos de las personas agremiadas estuvo enfocada en el fortalecimiento de
procesos productivos locales. El cooperativismo se convirtió en un proceso altamente
valorado del pasado productivo del departamento. Estas cooperativas tenían una función
agroindustrial y buscaron ayudar en los procesos de comercialización que tenía encargado
el IDEMA254
, lo que se puede entender como una forma de complementación entre lo
privado y lo público. El acopio de granos fue fundamental en estas cooperativas y las
personas vinculadas lo lograron en Puerto López y el Ariari; “Ese proyecto murió en el
253
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 254
Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
120
Meta y se muestra como un fracaso, cuando el error fue que cada una tuviera su lugar de
acopio. Pero fueron los intereses del sector financiero los que quebraron a las
cooperativas”255
. Los procesos cooperativos se vieron confrontados con los procesos
financieros que en el marco de la apertura llevaron a la desaparición de estas expresiones
organizativas y comerciales que no eran propiamente compatibles con el modo de
desarrollo y su énfasis en la financiación de tipo comercial. Es decir, el crédito bajo la
lógica de la banca comercial y no de fomento afectó estas iniciativas.
La discusión que se dio en los gremios indica que hubo un distanciamiento inicial con la
apertura por parte de algunas personas. La visión de muchas de las personas vinculadas a
estos gremios es que las condiciones de apertura y competencia no reconocían las
diferencias internas de los países y las condiciones de producción, costos y subsidios de
algunos países. La infraestructura para la producción es algo mencionado de manera
recurrente. Los gremialistas del Ariari consideraban que
(…) las potencias pues nos llevan mucha mucho ventaja, en tecnología, subsidio, infraestructura,
nosotros aquí estamos en una zona, donde en pleno siglo XXI, carecemos totalmente de
infraestructura para darle un valor agregado a lo que nosotros producimos, aquí no hay plantas de
secamiento, las vías son precarias, a eso sumémosle lo de la violencia que hemos manejado, el
conflicto de los problemas que suceden a diario en la región y no solo en la región, sino a nivel
nacional. 256
Esta percepción de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (FENALCE) y
otras percepciones de miembros de la ANUC indican que hubo un cierto consenso sobre las
problemáticas internas que hacían asimétrico el comercio en el marco de la apertura. Esta
percepción contrastaba con la idea de desarrollo que consideraba que el comercio
internacional implicaría beneficios en la producción a largo plazo257
. No obstante, en el
plan del gobierno de Gaviria se estableció como necesario el tratamiento especial a la
agricultura debido a las distorsiones del mercado agrícola. Esto se materializó en las
franjas de precios. Sin embargo, el radical cambio en el régimen de licencias previas afectó
en gran medida los productos con competencia internacional.
255 Ibíd. 256
Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 257 Plan Nacional de Desarrollo 1994.
121
La acción de los gremios no solo se limitó a criticar los preceptos bajo los cuales el modo
de desarrollo estaba siendo implantado, sino que buscó generar acciones que vincularan a
los productores y mediante las cuales pudieran ejercer cierta interlocución, injerencia,
presión y medidas por parte del Estado. Ya entrada la década, cuando los efectos de la
apertura se empezaron a sentir en los productores se tomaron medidas…” en el año de 1993
hacemos la primera manifestación pública de empresarios…. Eso fue, pues aquí rarísimo…
gente acomodada saliendo a manifestar como cualquier sindicalista, pues eso era raro”258
.
La recepción de estas medidas no fue negativa por parte de las autoridades departamentales.
La movilización se mantuvo y un testimonio (Entrevista 4) confirma que “logramos una
movilización muy fuerte entre el año 91 y 93 con el fin de promover una ley agraria… que
finalmente se consigue en el congreso y termina siendo la ley 101 del año 93”. Esta ley,
afirman, tuvo elementos de un lado y de otro, pero recogía elementos para defender la
producción.
Estas acciones representan un nivel agencia importante por parte de los productores
agrarios del Meta, quienes estaban en constante comunicación con el país. La expresión de
una agencia que actuó frente al proceso estructural del modo de desarrollo se dio en otro
tipo de logros motivados por la acción gremial como “el "Incentivo al almacenamiento del
Grano" que por la estacionalidad del arroz todos sembramos y recolectamos al tiempo, eso
satura la molinería. Entonces logramos el incentivo al almacenamiento que le propusimos a
Cecilia López”259
, Este dialogo con el gobierno no se dio siempre de manera tranquila, por
el contrario se recuerda que “el gobierno ha actuado pero presionado, hay que decirlo.
Tuvimos una época de beligerancia con taponamiento de vías de tres y cuatro días. Con la
anuencia de autoridades y de personas más representativas”260
. La interacción y presión de
los productores se ha visto expresada en formas de protección de la producción; por
ejemplo se manifiesta que:
Acá nos ha tocado hacer y tomar medidas y obligar al gobierno a que pare la entrada de arroz del
Ecuador. Y en acuerdo muy subrepticios que el ICA se invente una plaga y esto no se puede contar a
voz en cuello y inventarnos una medida paraarancelaria "no, que se encontraron tal bicho en el
258
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 259
Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. (Entrevista 9) 260 Ibíd. Se hace referencia a la intensa actividad de los años 91-93 de otro testimonio registrado en la
Entrevista 4.
122
arroz"... Pero eso no se puede hacer todas las veces... Pero si nosotros no dejamos que el Ecuador nos
entre arroz entonces el Ecuador nos dice, ah entonces no me puede vender tejas Eternit... ¿Entonces
que pesa más?261
Las acciones de los gremios buscaron, en coyunturas específicas, medidas que beneficiaran
a los productores en los periodos estacionales de cosecha, cuando los precios se veían más
expuestos. La reivindicación gremial estuvo acompañada de los problemas políticos de la
región. Muchos de los procesos de reivindicación y defensa, así como acciones de hecho
debieron hacer evidente su distanciamiento con alguna inclinación ideológica. De hecho, lo
que se puede ver en algunas agremiaciones es la presencia, dialogo y amistad de personas
pertenecientes a corrientes ideológicas opuestas.
El papel que se le dio al Estado a partir del modo de regulación llevó necesariamente a que
las actividades económicas estuvieran intervenidas por otras formas de poder diferentes o
complementarias al Estado. De esta forma, se puede comprender que se establecieron en el
Meta formas de poder local que regularon e intervinieron en la actividad económica de
manera determinante. Estos poderes además, intervinieron de manera decisiva en la elación
que los productores tuvieron con la apertura, esto en la medida en que se convirtieron en
agentes canalizadores de demandas sociales y económicas.
Una de las formas de relación de los productores con estos poderes locales estuvo mediada
a través del pago de impuestos. “(..) para nosotros el conflicto armado se llamó vacuna y lo
resolvimos empresarialmente. Paracos cuanto es que cobran ustedes (tanto) y lo mismo a la
guerrilla (tanto) y lo metimos a los costos. Qué nos íbamos a pelear con estos tipos.”262
El
mismo productor continua “Nosotros no teníamos elementos, ni confianza en el Estado para
eso. Lo miramos también empresarialmente, cuánto vale y si se puede pagarlo”. Esto
permite comprender que se plantea la desconfianza en el Estado (no ausencia) en la
intervención con los actores armados y la resolución del problema a partir de la aceptación
de las condiciones tributarias del poder presente en cada zona. Ya sean paramilitares,
guerrilla o los dos en determinadas zonas.
La caracterización de los grupos armados como poderes de facto se evidencia en las
relaciones que las agremiaciones, cooperativas y asociaciones campesinas tuvieron con
261 Ibíd. 262
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio..
123
estos grupos. Es muy ilustrativo que ante la pregunta sobre la forma como se hicieron las
manifestaciones de inicios de la década en las cuales se buscó una defensa del sector
agrícola ante la apertura y sobre cómo se buscó evitar la represión de estos grupos se dice:
“en los paros nos tocaba pedirle permiso a ellos… Entonces.. Vamos a parar en tal lado,
entonces por favor no nos vallan a hostigar”263
. Esta regulación de las reivindicaciones
sociales es un factor determinante a la hora de comprender el poder y contrapoder en el
departamento. Estos grupos entonces eran los canales mediante los cuales se hacía
legítima, valida y socialmente aceptable una reivindicación social. De esta forma, la
solicitud de permiso se configuró en una forma de canalizar las demandas sociales, las que
fueran especialmente contrarias a las inclinaciones ideológicas de estos grupos no solo no
eran autorizadas sino que por el contrario pudieron ser fuertemente reprimidas, como lo
confirman las acciones en contra de líderes campesinos que buscaron reivindicaciones
alrededor de la propiedad de la tierra y que se han mostrado en esta investigación264
.
Lo que se puede ver es que existió en el Meta una forma de regular la sociedad a través de
la violencia. Esta regulación provino de todos los actores armados cuyas armas le daban la
capacidad de coerción, así también fue regulada la economía. Esto lo confirma un
testimonio (Entrevista 7) del Ariari (donde los informes de acciones bélicas indican que
hubo heterogeneidad de grupos) que manifiesta: “Hermano acá todo el que tenía un fusil
cobraba. Yo me encontraba con retenes de paramilitares, ejercito, paramilitares y
guerrilla.”265
Los testimonios también permiten ver que hubo otras formas de poder, que implicaban una
relación más cercana con el poder oficial del Estado. Muchas personas muestran una
relativa resistencia ante la posibilidad de expresar esta relación entre algunos grupos
armados y algunas instituciones del Estado. Así, un productor del Ariari (Entrevista 1) dice
“uno se reclama, se pregunta porque en una región donde, yo siempre he sostenido Granada
es el pueblo con más ley en el mundo, aquí hay brigadas, batallones, policías, Fiscalía, Das,
263 Ibíd. 264 Demandas sociales más radicales como las movilizadas por el P.C, la U.P y otros grupos fueron
enfrentadas de manera violenta. 265
Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada.
124
CTI bueno todo y se sucede”266
. Lo que este habitante plantea no es la ausencia de Estado,
sino por el contrario la presencia del mismo a un nivel mayúsculo. Entonces lo que se
puede inferir es que hay una forma de acción del Estado oficial con poderes locales de
manera complementaria.
Otro testimonio (Entrevista 4) evidencia que “ Si.. Pues es evidente que el Estado, en
materia de seguridad, le permite vacunarnos a nosotros para que ellos mantengan su
vaina…”267
Al referirse a su vaina el productor se refría a los cultivos lícitos que pudieron
ser propiedad de paramilitares en la región y que se han relacionado en esta investigación.
En un sentido similar, los testimonios permiten ver que hubo actores con mayores o
menores cercanías con el Estado. En el Ariari, que fue zona de múltiple presencia, la
guerrilla actuó en mayor medida en los márgenes pero ejerció labores de impuesto, pero
según un testimonio (Entrevista 6) “los paramilitares también. Dentro del mismo pueblo acá
auspiciado por la misma autoridad. Usted iba a mover insumos y tenía que pagar, y fuera
del hecho un impuesto que ellos cobraban. Estábamos trabajando para los dos bandos”.268
Esto indica que hubo formas de relación más cercanas con el Estado, especialmente en los
grupos paramilitares.
La posición de los campesinos y productores hizo que su cotidianidad estuviera marcada
por una constante incertidumbre. Un testimonio (Entrevista 5) retrata de manera clara la
lógica de los grupos armados y las consecuencias para los habitantes de la región:
Lo que yo vi acá es que siempre fue la guerrilla la que extorsionaba, secuestraba, boleteaba. Y
entonces cuando ya tocaron con un ganadero grande pues ya como que la gente no se aguantó. Que
pudo pasar, que ya cuando importaron los paras esta gente fue peor el remedio que la enfermedad,
entonces si la guerrilla llegaba armada y le decía a un campesino "necesitamos que nos mate una
vaca" pues tocaba, ya cuando llegaron los paramilitares empezaron "ah, usted ayudó a esta gente,
entonces vea...269"
Estas acciones implicaron una intimidación mayor en el campesinado en general, pero
también una desarticulación de las reivindicaciones en particular. Evidentemente, el modo
de desarrollo de los años noventa implicó un cambió que afectó a los productores agrícolas
266
Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 267
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 268
Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 269
Ruiz, G. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
125
y generó mayores tensiones sociales en el país, y específicamente en el Meta. Este
incremento de las tensiones sociales270
se dio en un contexto en el cual algunos problemas
sociales habían sido tradicionalmente aplazados. Los testimonios, especialmente de
personas vinculadas a la ANUC (Entrevista 2), afirman que hubo un momento en el que la
organización social fue aceptada, permitida y posibilitada por el Estado.
Acá en el departamento del Meta tuvimos la posibilidad de manejar relaciones con varias
estructuras agrarias distintas a la ANUC como por ejemplo ….los sindicatos agrarios, que tenían una
expresión en una forma organizativa que se llamaba FENSOAGRO… Ehhh… La Federación
Agraria Nacional que era una… la parte agraria de la UTC… Ehhh… El Movimiento Indígena,
también acá en el departamento y en un momento una organización muy importante de mujeres
campesinas que tenían presencia acá en el departamento en unos 13 municipios, entonces con ellos
mantuvimos esa relación…. hasta cuando prácticamente la violencia acabó con toda esa estructura y
prácticamente la que ha sobrevivido es ANUC 271
La violencia física marginó a muchas organizaciones agrarias, de esta forma la protesta
social frente al modo de desarrollo y otros problemas como la tierra y los problemas
políticos del departamento fueron en parte abandonados. Esto contrastó con un momento
anterior de intensa movilidad social enmarcada en otra forma de desarrollo –la formación
de la ANUC, por ejemplo, obedeció a un proceso fomentado por el Estado-. A partir de este
testimonio se puede inferir que el cambio en el modo de desarrollo implicó un cambio en la
percepción del Estado sobre la movilidad social y la necesidad de la misma. La imposición
del modo de desarrollo implicó la reducción de las demandas sociales, lo que en el contexto
particular se hizo de manera violenta.
Esta percepción de la organización social se reforzó a partir de la regulación de las
actividades de reivindicación y de la configuración de los grupos paramilitares como
formas de canalización de las protestas. La actividad social fue hecha por intermedio de los
grupos armados en alianza con el Estado. Un productor (Entrevista 4) del piedemonte afirma
que:
Toda esa actividad social la negociábamos… La guerrilla nunca nos metió problemas, la verdad es
que esos manes nunca jodieron por ese lado, pero con los paracos había que consultar... Nosotros
270 Gaceta del Meta. Octubre 13 de 1995. Número 1021. Ordenanza No. 023 de 1995 Mayo 18. Plan
Programático de Desarrollo "Todos somos Meta". 271
Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
126
sabíamos que en Villanueva había que hablar con el comandante tal... "entiéndanos por favor" esa era
la autoridad.272
De esta forma, los grupos paramilitares se convirtieron en uno de los filtros de la
reivindicación social, una especie de regulador. Las protestas frente al modelo fueron
permitidas en la medida en que eran hechas por grupos económicos identificados y con
representatividad económica y simbólica en el departamento. Por el contrario, las
organizaciones cuyas demandas fueron mayores a partir de la apertura, pero que
cuestionaban también elementos de propiedad, derechos y demás fueron reprimidos.
Los testimonios de los productores permiten ver también la forma como lo grupos armados
afectaron y movilizaron proyectos económicos, muchos de los cuales estaban identificados
con los postulados del nuevo modo de desarrollo para la agricultura. Una de las formas de
interacción del conflicto con la economía fue a través del uso de dinero para financiar
actividades productivas (no necesariamente por intermedio de adquisición de tierras).
Algunos agricultores confirman que durante la apertura
Entonces vienen estos, nuevos, esta gente que traía la coca de otro lado, empiezan a invertir y
volverse arroceros. Empieza la guerrillas misma que está metida con narcotráfico a reclutar gente, los
campesinos que te estoy diciendo empíricos, que sembraban cinco, los vi, los conozco, lo vi, que uno
los veía que eran campesinitos, regadores, coteritos, que empezaron con 5 hectáreas, y los llaman y
les dicen no siembre 10, camine para Casanare, que le doy para 400 500, y muchos se van, pero eran
grupos ya armados que cogen y convencen a esta gente que se fuera, creyendo que la plata se
convertía como en la coca, que mandaban un kilito allá al exterior, y volvía con millones. Y la
agricultura tiene sus sinsabores de mes, años malos y buenos. Y ellos pensaron como en la coca, que
un millón que invertían en un kilo, lograr cruzarlo al lado del charco traían 5 o 10. La agricultura y
alcanzan a incursionar, no? Y ven que en la agricultura sembrábamos y a lo mejor no se ganaba y
empezamos a tener tras pies, con problemas climáticos, con producciones, con costos muy elevados,
con trabas para vender el arroz, entonces eso coqueros empiezan a retirarse de ahí, porque la plata no
se les multiplicaba, y empiezan a jalar a esto que usaron como intermediarios, respóndeme!!! Qué
paso, usted que hizo con la plata, yo usted le dije, porque la perdió, porque fue que gente que se
metió a la loca por allá.273
Esta infiltración de dineros en las actividades productivas, especialmente de cultivos
semestrales que se hacían en tierras arrendadas, conllevó a nuevas tensiones y
problemáticas de orden social y de seguridad. Este fenómeno descrito para el piedemonte y
el norte del departamento y el Casanare también se dio en el Ariari.
272
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 273
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
127
Aquí paso un fenómeno… Acá hubo gente que cogió plata de los grupos al margen de la ley para
incursionar en la agricultura. Y usted con plata hace plata… Coge los mejores lotes, pelea las
mejores tierras… Ahora muchos están emproblemados, huyendo, otros han pagado con la vida.274
3.5 FORMAS DE FINANCIACIÓN. RUPTURA ENTRE EL MERCADO Y EL
PROCESO ECONÓMICO. La financiación fue uno de los factores en los que más se evidenció la diferencia entre las
premisas de la apertura y la forma como se desarrolló en el departamento. Este elemento
fue bastante importante en la medida en que vinculó no solamente formas de financiar los
proyectos productivos, sino que además involucró circuitos comerciales. Además, el
proceso que se vivió en el departamento frente a la financiación vinculó a casas
comerciales, asistencia técnica, multinacionales y productores en una relación compleja que
no solo no fue contemplada en la política pública, sino que fue posibilitada por la reducción
del papel del Estado en la financiación y la prioridad que se le dio al mercado financiero.
En el diseño de la política se consideró necesario establecer una relación directa entre las
tasas del crédito de fomento y las tasas del crédito comercial275
, esto generaría mayor
dinamismo en la financiación de las actividades productivas, pero especialmente se debió a
la necesidad (expresada en la teoría que acompaño el plan de desarrollo de 1990) de hacer
coherente la estructura macroeconómica con los diferentes sectores y las políticas
sectoriales. Esto implicaba un cambio fundamental en las formas de financiación de los
agricultores del Meta, quienes tenían una banca que funcionaba con intereses subsidiados
que diferían de los intereses manejados por la banca comercial. La transformación implicó
que apareciera FINAGRO, este se convirtió en una de las principales formas de
financiación con la que contaban los agricultores en las lógicas del modelo. Estas formas
de financiación no cuentan con una buena valoración por parte de los agricultores, quienes
consideran que en la apertura esta forma de crédito conllevó mayores problemas. De hecho
algunos productores recuerdan haber llegado a pagar hacia finales de la década de los años
noventa intereses del 48% anual276
. Estas condiciones fueron muy criticadas en la medida
274
Báez, M. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada. 275 Plan Nacional de Desarrollo 1990. 276
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
128
en que la competencia era asimétrica con países en los que el crédito agrícola tenía
condiciones más favorables en términos de costos.
Las políticas de Estado durante la apertura buscaron hacer más accesible el crédito para los
pequeños productores. La idea de facilitar el crédito a los pequeños productores277
nació a
partir de reconocer las trabas que el sistema financiero estaba imponiendo a los
productores. Pero en la práctica la premisa del mercado como determinador de las
inversiones impuso obstáculos a los productores. Los testimonios (Entrevistas 4, 1)
informan que la banca dio la espalda a los agricultores por considerarlos deudores
altamente riesgosos278
, a mediados de la década la cartera vencida del Banco Agrario era
altísima279
. De hecho, parece que fue la banca comercial la que suplió en mayor medida
las necesidades de crédito de algunos productores280
. Esto generó otra forma de
apropiación, pues muchos de los productores perdieron sus tierras a manos de la banca281
,
lo que generó otra forma de apropiación de la propiedad. Las cifras que manejan algunos
testimonios (Entrevista 1) es que hacia mediados de la década del noventa había cerca de 25
mil productores quebrados, perdiendo sus fincas ante el sistema financiero, lo que consistió
en una forma de acumulación por desposesión (Harvey 2007b).
A excepción de los productores de Palma que tuvieron una experiencia más positiva con los
bancos282
, los demás productores notaron que los bancos no solo no eran suficientemente
receptivos, sino que además en caso de aceptar los créditos la financiación llegaba por fuera
de los periodos de siembre y cosecha. Esto llevó a que se diera en el departamento una
forma de financiación en la cual las casas comerciales tuvieron un papel determinante.
La relativa ausencia del Estado en las formas de financiación e incluso en los canales de
comercialización fue un elemento que permitió la aparición y consolidación de formas
paralelas de financiación en la década del 90. De esta forma las casas comerciales
sustituyeron a la banca (oficial y privada) en la financiación de los agricultores,
277 Plan Nacional de Desarrollo 1994. 278
Ariza, E. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. y Villamil, H. (2014, 04 Junio),
entrevistado por Chisnes; Granada. 279 Avances de la Política Sectorial en la Región de la Orinoquía. Óp. Cit. P 52. 280
Villamil, H. (2014, 04 Junio), entrevistado por Chisnes; Granada. 281
Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 282
Rojas, F. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
129
especialmente a través de la entrega de agroinsumos para la producción a crédito. Esta
manera de financiación involucró a los ingenieros agrónomos que ofrecía asesoría técnica,
a las multinacionales de insumos agropecuarios que eran el proveedor de primera instancia
e incluso a algunos molinos y centros de acopio que comprometían a los productores a
través de la deuda de los productores.
El sistema de financiación a través de las casas comerciales tuvo unos cambios ligeros
durante la década pero su funcionamiento en el fondo se mantuvo. Las casas comerciales
compraban los insumos como mayoristas a las multinacionales o empresas productoras de
insumos agropecuarios, estas empresas entregaban los insumos a las casas comerciales con
un espacio libre de interés que era el de la cosecha283
. Las casas comerciales ofrecían la
ayuda y asistencia técnica y usaba los ingenieros agrónomos para este fin, estos cumplieron
un doble rol, el de asesores técnicos, pero especialmente y sobre todo el de asesores
comerciales que sugería y vendían los productos que manejaba su casa comercial, muchas
veces sin importarle las dosis adecuadas; vender era el objetivo.
Los testimonios (Entrevista 3) ofrecen detalles sobre las formas como funcionó este sistema:
(…) contrataban a los agrónomos recién salidos de la universidad desconociendo totalmente. Pero los
contrataban en las casas comerciales, para que con un agrónomo, con un agrónomo que era el que le
dirigía, o el que dirige las, dirigía en eses entonces los cultivos al agricultor, le vendiera, le llevara y
fuera y le recetara, lo acompañara, lo recogía a las 5:00 de la mañana en la finca, llevarlo a las fincas,
darle el desayuno, acompañarlo a que el agrónomo visitara el lote de su agricultor, y ya regreso al
medio día que le comparara los insumos de la casa comercial donde trabajaba.
Entonces se viene un boom de vendedores, se amangualan los agrónomos, en ese entonces a venderá
llenarle al agricultor de insumos, de una cosa bárbara, era una casa bárbara lo que le vendía a uno,
cosa que no se necesitaban, si la etiqueta del producto decía un litro, estos le decían que había que
reforzarlo litro y medio.284
Esto indica que la asesoría técnica pasó a un segundo plano y que lo principal fue la venta
de insumos, con las consecuencias en la productividad y en el suelo que estas prácticas
pudieron tener. Otros testimonios (Entrevista 8) confirman lo anterior:
Afectó a las cosechas pero abrió la posibilidad de insumos. Esto se inundó de cualquier cantidad de
agroquímicos. Se generó una mayor oferta. Eso hizo que las profesiones cambiaran. La parte técnica
283
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 284
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
130
a la parte comercial. Eso afectó negativamente la asistencia técnica. Lo hizo pasar de la parte técnica
a la comercial. Eso hizo que el ingeniero no quisiera ir allí a campo a dar la asesoría.285
El sistema inició a partir de la llegada de las multinacionales al departamento a vender sus
productos. Esta venta no se hizo directamente sino que se usó intermediarios (casas
comerciales). Estas distribuidoras manejaban su margen de ganancia por el producto, pero
adicionalmente la multinacional les daba un periodo de gracia de 90-120 días286
. El sistema
funcionó porque “Nos vendían diferentes precios, de contado, pero ellos ya con margen de
rentabilidad de ellos. (...) el crédito, en ese entonces pagábamos el 3% - 4% mensual, me
acuerdo yo…”287
De hecho, se puede inferir que el pago a crédito de dio en la medida en
que no se estaba jugando con el capital de la casa comercial, pues este crédito ya estaba
determinado por la multinacional a la casa comercial.
El pago de las deudas con las casas comerciales estaba ligado con el pago de las cosechas,
que normalmente era dos meses posterior a la recolección de la cosecha, entonces se
manejaban líneas de crédito de seis meses. Este tipo de prácticas pudo fundamentar una
tendencia en la región (y posiblemente en el país) y es el aumento exponencial de los
precios de los agroinsumos. Al estar el Estado ausente de este proceso y ser regulado por un
mercado ya en principio distorsionado y basado en información asimétrica (entre el
productor y el ingeniero) se generó la práctica de manejar precios comparativamente altos
para los agroinsumos. Ante la pregunta sobre el papel del Estado en esa situación de la
apertura la respuesta fue:
no existía gobierno y al gobierno no le importaba en ese entonces la agricultura y te voy a decir una
cosa de Guinness records, creo que eso no ha sucedió en otra parte del mundo, la banca fue suplida
por las casas comerciales, estas casa comerciales empiezan a trabajar con rentabilidades del 40%
50% y se dan el lujo de financiarle las cosechas a los agricultores, porque ¡adicional! Nos cobraban
el 3% mensual de interés, en 6 meses era el 18% y las multinacionales les daban los 90 días libres de
la cosecha del periodo de la cosecha, luego ellos se ganaban los intereses, además que le metían el
margen de rentabilidad del 30-40% a cada producto y eso es uno de los conflictos, ¡que hoy en día se
dice! ¡Que nosotros aquí en este país, las multinacionales nos venden mucha más caro! Que porque
en Venezuela vale una tercera parte, que porque en el Ecuador vale una quinta parte, porque aquí se
volvió una costumbre de venderle multiplicado con un marguen de rentabilidad muy altos al
¡agricultor!288
285
Contreras, S. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 286
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 287 Ibíd. 288 Ibíd.
131
La deuda con las casas comerciales tenía una forma más expedita de adquirirse, “ellos
sencillamente sacaban prestado iban y firmaban en la casa comercial un pagare y no sabían
ni que firmaban, un pagare pero no me importa, es que eso no se perdía, aquí no se
perdía”289
, por lo que esta se impuso como forma de financiación más recurrente. Se calcula
que cerca del 85% del crédito agrícola estaba en manos del agrocomercio290
.
Esto tuvo consecuencias negativas en el mediano plazo para la producción. En primer lugar
los intereses como se ha visto fueron especialmente altos y de hecho más altos de lo que
pudieron ser, pues los periodos de gracia no fueron otorgados directamente al agricultor.
Un segundo aspecto fue la receta de productos innecesarios en virtud de vender, esto se dio
especialmente luego de que Santiago Perry (ministro de Agricultura de la época) eliminara
la asistencia técnica como fundamental dentro de los costos de un crédito agrario291
.
Este panorama además puso en una condición de desprotección al productor que se vio en
la necesidad de aceptar las condiciones de las casas comerciales, luego entonces estos
agrocomercios terminaron manejando la producción agrícola del Meta292
e incrementando
los costos de producción, acción que fue posible debido a la falta de intervención del
Estado y del cambio en el modo de desarrollo.
El endeudamiento por parte de los productores no se dio solamente a partir de la
financiación de las casas comerciales, sino que también estuvo vinculado con las formas de
comercialización. Debido a que el modo de desarrollo implicaba la marginación del Estado
de los procesos de comercialización los productores tuvieron que afrontar muy rápidamente
nuevas formas de comercialización y formas que lo expusieron en mayor medida a los
riesgos.
La integración con la agroindustria fue el único camino que encontraron los productores –
especialmente de arroz- para garantizar la compra. De hecho, en la década del 90 varios
agrocomercio evolucionaron a molinos o viceversa, varios molinos incursionaron en la
venta de agroquímicos. La alternativa para muchos productores fue mantener deudas con
289
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 290
Osorio, A. (2014, 24 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 291 Ibíd. 292
Murcia, M. (2014, 25 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Villavicencio.
132
estos molinos para que en la estacionalidad de la cosecha no quedaran por fuera del sistema
de acopio. Es decir que para vender la producción debían estar endeudados293
. La
persistencia de deudas garantizaba la absorción de la cosecha294
. Lo que se puede
evidencia en este punto es que la producción agrícola entra en un sistema de especulación
mayor y por fuera de los circuitos contemplados por el Estado. El productor fue, finalmente
quien perdió casi toda capacidad de agencia sobre su producción, sobre los precios y sobre
la comercialización de sus productos.
Un testimonio (Entrevista 6) afirma que a parir de la desaparición del IDEMA lo que
tuvieron que afrontar los productores del Meta fue un mercado incierto, azaroso y de cierta
forma “negro” en palabreas de él. Los agricultores estuvieron expuestos a que se pierda
toda una carga por un cheque malo u otro tipo de cosas295
. De hecho, muchos productores
continuaron manejando mercado locales y en el mejor de los casos abastos. La idea del
mercado global no se dio en esa primera década (y posiblemente hasta el momento) en el
Meta, ninguna exportación agrícola de tamaño importante se ha registrado.
CONCLUSIONES.
Se puede establecer que el proceso de reforma estructural establecido en Colombia desde la
década del noventa generó cambios importantes en la economía agrícola del Meta. El
segmento que había hecho tránsito hacia cultivos semestrales buscando un mayor flujo de
ingresos para los productores, fue el más afectado por la apertura en la medida en que en el
mercado interno compitieron con producción importada. La exposición a los precios
internacionales (distorsionado por los subsidios) generó dificultades para los productores
del Meta en el contexto de la globalización. Las medidas adoptadas por el Estado en
293
Montoya, G. (2014, 02 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 294
Méndez, J. (2014, 03 Junio), entrevistado por Chisnes; Villavicencio. 295
Núñez, A. (2014, 23 Septiembre), entrevistado por Chisnes; Granada
133
relación a las franjas de precios no fueron medidas suficientes para frenar la perdida de área
de los cultivos en el departamento.
Las políticas sectoriales –cuando se tomaron- tampoco generaron resultados positivos en
las actividades productivas. El modelo consideró que darle prioridad al mercado como
agente principal de asignación de recursos, en detrimento del Estado y su papel activo en
las actividades económicas (entre otras la de comercialización, investigación y
financiación), generaría un mayor dinamismo de las actividades productivas. Estos
elementos no consideraron las particularidades sociales de los diferentes contextos de
producción en el país.
De hecho, se pudo observar que los factores como el conflicto, la disputa territorial, la
existencia de una economía ilegal y la competencia por los recursos (especialmente por la
tierra) llevaron en el departamento a dinámicas de apropiación y acumulación de tierras.
En este sentido, el poder local contribuyó, en algunos espacios, a proyectar actividades
agrícolas que eran afines al modelo económico, esa ayuda se dio a través de acciones de
coerción que temporalmente se corresponden con el crecimiento de los cultivos ganadores
en la apertura (palma). Además de los factores de conflicto, las prácticas económicas
cotidianas generaron unas fracturas con las premisas que acompañaban el modelo. De esta
forma, la comercialización, la relación de la industria con los productores, las
incertidumbres del mercado y las asimetrías de información y de poder en las transacciones
impactaron negativamente a los productores.
En un sentido similar, la investigación mostró que la financiación de la producción se
estableció, ante la ausencia del control estatal, bajo unas lógicas informales en las que las
casas comerciales determinaron los precios de los insumos, los intereses de financiación y
la asistencia técnica (sesgada hacia lo comercial). Este proceso no solo no fue contemplado
por el modelo, sino que fue abonado por la premisa de la necesidad de marginal al Estado y
permitir que el mercado determinara esos procesos. Lo que demostró que el mercado no
era ni homogéneo ni ideal. En relación a los puntos principales que se trataron en la
investigación se encontraron algunos elementos.
134
i. Concepción de la Política Económica y su Relación en el Meta. Muchos de los
postulados existentes en los planes de desarrollo (especialmente el de 1990) fueron
declaraciones teóricas pero elementos empíricos. Así, la reforma se ejecutó
vinculando a regiones como el Meta bajo el argumento de las ventajas comparativas
y del mercado como agente ideal de asignación de recursos.
Los tres gobiernos nacionales de la década del noventa tuvieron diferentes formas
de abordar el desarrollo económico agrícola, pero en general una constante fue la
persistencia en el modelo de un desarrollo guiado por las exportaciones. También,
se le dio prioridad a la construcción de vías de comunicación para optimizar la
integración al mercado, con las que se pretendía reducir el atraso en la integración
que tenía el departamento debido a sus condiciones geográficas; sin embargo, la
idea de integración al mercado no se acompañó de propuestas que permitieran la
mejora productiva. Los proyectos de política buscaron priorizar espacios con
mayores vocaciones exportadoras (por cercanía a puertos o centros de consumo),
apoyados en un diseño centralizado de la política que no contempló las regiones y
sus contextos particulares; es decir, se consideró que la adhesión al régimen
internacional era un absoluto imperativo.
El Modelo en la Política del Departamento. En el Meta los gobiernos se
adecuaron a la idea de desarrollo que promovía el modelo de apertura. Sin embargo,
en varias ocasiones se buscó relacionar el escenario de la internacionalización con
los procesos productivos propios. La producción de bienes agrícolas exóticos se
volvió a veces un argumento para pensar la integración. Las ventajas competitivas
o comparativas fueron ideas recurrentes en los gobiernos departamentales.
La idea de mercado caló profundamente en la percepción de la dirigencia
departamental, tanto así que el mercado terminó constituyéndose en un fin de la
planeación económica departamental. Las ideas de desarrollo guiado por las
exportaciones permearon profundamente el diseño de planes agrícolas. A partir de
esta premisa y de las ventajas comparativas es que se dio la adhesión al régimen
135
internacional en el departamento. Las percepciones que se tuvieron desde el
departamento del proceso de apertura también fueron en un momento críticas
respecto al cambio estructural. En ese sentido, se consideró que la pérdida de
acción por parte del estado en el sector llevó a profundizar la difícil situación del
sector y a redimensionar los conflictos sociales del departamento.
El modo de desarrollo implicaba cambios que debían beneficiar al productor. La
exposición al mercado llevaría a mejoras en los precios de los insumos y demás
bienes requeridos para la producción agrícola. La aplicación de esta política
demostró que la presión a los precios afectó a los agricultores, pero que los precios
de producción se mantuvieron estables en lo relacionado a mano de obra e insumos.
De hecho, el mercado de los insumos se movió bajo lógicas diferentes a las
postuladas por el modelo, en general no se vieron los beneficios de los precios
relacionados con el acceso a materias primas. Lo que se encontró entonces fue que
la apertura en el territorio del Meta no llevó necesariamente a un beneficio en la
relación de costos de producción.
ii. Efectos en la Producción Agrícola del Meta. El modelo supuso unos efectos en la
agricultura que serían consecuencia del mercado como agente principal. Ese
fenómeno se dio porque no se contemplaron las características del contexto del
Meta, lo que llevó a prácticas cuyos efectos se evidencian en los cultivos del Meta.
De hecho, la configuración de subregiones con procesos propios, las condiciones
políticas del departamento, las relaciones con la tierra y las prácticas económicas
cotidianas son variables importantes, que influyeron en la forma como la apertura se
presentó en el departamento.
La apertura generó efectos negativos en los cultivos del departamento en general.
Los cultivos semestrales se vieron afectados por variables como el crédito y las
importaciones. También, al ser el mercado el regulador de la economía los precios
fueron más vulnerables debido a la estacionalidad de los cultivos semestrales. Esta
investigación analizó solo algunas fuentes que permitieron ver las dinámicas del
136
cultivo, pero una exploración de otras fuentes como archivos privados de los
agricultores hubieran podido ayudar a comprender mejor estas dinámicas.
Los cultivos propios de la economía campesina como el frijol, la caña y el café
fueron cultivos que en el marco de la apertura tuvieron un descuido casi absoluto
por parte de la política económica. Estos productos se pudieron mantener en la
medida en que no estuvieron expuestos a las presiones del mercado (excepto el café)
pero cuyo desempeño positivo y avance estuvo relegado por la falta de atención.
Los resultados positivos que tuvo un producto como el plátano en el Meta indican
que fueron elementos diferentes a la apertura y el mercado los que conllevaron a
indicadores positivos en área. Esto no fue evaluado ni valorado por los documentos
de política como un espacio a explotar en virtud de establecer procesos de mejora
productiva en la agricultura del Meta. De hecho, los testimonios de productores
confirman que resultados positivos en sectores de la agricultura están bastante
determinados por la organización del productor individual y grupalmente y el
abandono de una producción desordenada en términos de ingresos-costos y control
contable.
Al contrario de los cultivos de tipo campesino, la palma fue beneficiaria de la
política pública de fomento lo que ayudó a que su crecimiento en área fuera
destacado. Sin embargo, otros factores como las dinámicas del conflicto
contribuyeron al desempeño positivo de la palma en algunos lugares.
La agricultura en el marco de la apertura implicó la vinculación de otros factores
que influyeron en este proceso económico. Los elementos del contexto y las
subregiones, las formas de integración de los mercados, los procesos de conflicto y
violencia y los intereses económicos e ideológicos atravesaron necesariamente el
desarrollo productivo de la década del 90 en el Meta. Así, se puede comprender
porque las acciones del conflicto fueron influenciadas por la actividad económica en
algunas subregiones, mientras que en otras fue determinada por los intereses
137
económicos o políticos en disputa o se caracterizaron por su baja intensidad en
virtud de la poca disputa territorial y económica.
Subregiones: Economía y Conflicto. En le piedemonte los municipios con menor
integración económica tuvieron menor impacto del conflicto, mientras que los
municipios donde la economía fue más dinámica se dieron más acciones armadas
que vincularon a población civil, especialmente a campesinos. También, se encontró
que en algunos municipios el aumento de las acciones armadas contra la población
civil coincidió con el aumento en áreas de cultivos permanentes ligados a los
preceptos del modelo de desarrollo, los cultivos dejaron de crecer cuando las
acciones disminuyeron.
En la región de San Martín-Mapiripán el conflicto fue de baja intensidad. Esto se
dio en la medida en que este no fue un territorio en disputa y la propiedad estaba
consolidada en la ganadería y la gran propiedad. En Mapiripán hubo incremento de
acciones a finales de la década que afectaron principalmente a campesinos, sin
embargo el marco temporal de esta investigación no permite dimensionar los efectos
económicos (si los hubo) de estas acciones en relación a tierras, apropiación y
desarrollo de actividades.
En algunos municipios de la subregión de Puerto López-Manacacías se registró un
gran número de acciones armadas en contra de la población civil, pero a diferencia
de otras regiones no hubo aumento ni disminución significativa de áreas cultivadas
de ningún producto. En Puerto Gaitán la posibilidad de ver en detalle la movilidad
de tierras (este municipio tuvo un gran número de despojos), las relaciones
laborales, sindicales y ambientales en este periodo podría dar luces sobre cómo se
movieron los intereses económicos. Esta subregión del Nororiente del Meta no fue
una zona en disputa y los agentes generadores de violencia fueron en mayor medida
paramilitares y ejército. Esto indica que hubo otros intereses económicos (afines al
modo de desarrollo como la extracción petrolera) no agrícolas que influyeron en el
proceso social del departamento durante la apertura.
138
Los espacios con economías agrícolas empresariales consolidados, como Puerto
López, estuvieron menos expuestos a disputas territoriales y por los recursos. Este
municipio tampoco registró aumentos considerables de palma. Esto indica que la
seguridad no fue determinante para este cultivo, sino que al contrario fueron
espacios con mayores índices de inseguridad, bajos niveles de derechos de
propiedad y espacios con bajo nivel de disputa política donde creció. Confirmar esta
hipótesis implicaría un estudio en el que se vincularan estas variables para
determinar qué tanto influyeron.
La región del Ariari fue una región duramente golpeada por el conflicto; esto se dio
porque fue una región en disputa y con altos intereses económicos (sus tierras eran
de gran calidad). Esto indica que las dos variables (intereses económicos y
políticos) generaron niveles mayores de violencia. Sin embargo, el desempeño de
los cultivos también indica que el elemento de la seguridad no fue necesariamente
una traba a la inversión, pues muchas veces los cultivos se mantuvieron
relativamente estables.
iii. Prácticas Económicas en el Meta. Efectos no Previstos de la Apertura. Una de
las implicaciones no previstas (u olvidadas a propósito) por la apertura fue la
relación con la tierra y su propiedad. En este sentido, la concentración y el
fraccionamiento fueron procesos que se dieron a partir de tres estrategias: la
apropiación administrativa, la apropiación armada y apropiación bancaria. Esta
investigación pudo establecer unos patrones generales de esta apropiación, un
acercamiento a fuentes notariales podría ayudar a profundizar más en este proceso
y cómo se presentó. Explorar estas fuentes notariales ayudaría a comprender
cómo se dio la apropiación bancaria y cómo esta se relacionó con las otras formas
de apropiación.
Las iniciativas particulares (o el Mercado) fueron las que encabezaron las
innovaciones técnicas. Así, fueron principalmente los productores medianos y
grandes quienes lideraron la innovación técnica-en sustitución del Estado-. De
esta forma, las importaciones de maquinaria de labranza mínima, cero labranza y
139
siembra directa se posicionaron como las innovaciones más importantes. Estas se
dieron de diferentes formas dependiendo del espacio subregional. Este elemento
implicó que la premisa según la cual, el mercado determinaría las acciones para
mejorar la productividad se cumplió; pero la extensión de este beneficio fue
marginal. Muchos de los pequeños productores (que eran la mayoría de las
unidades productivas) quedaron relegados. Además, este punto de la innovación
introduce de nuevo el debate sobre el intercambio diferencial de mercancías en un
contexto de globalización.
Las relaciones laborales en el espacio rural sigue siendo un elemento
problemático. Esta investigación expuso las formas como permanecieron
elementos tradicionales de la vinculación salarial, pero también cómo se
establecieron cambios en la relación salario-contrato a partir de la apertura y las
presiones que esta ejerció en los productores. El elemento laboral constituye un
elemento interesante de análisis desde una perspectiva de vida cotidiana,
especialmente si se analiza a la luz de los cambios productivos que se dieron a
finales del siglo XX en contraste con un periodo temporal diferente.
Otro elemento destacado de esta investigación fue la relación que se estableció
entre financiación, comercialización y desarrollos del proceso económico. En el
Meta se encontró que las casas comerciales tuvieron una importancia definitiva en
la financiación de los procesos de producción agrícola.
Capitales Simbólicos en el Departamento. Las medidas establecidas que
buscaron la integración vertical no evitaron que la apertura afectara a los
productores. El mercado abierto no permitió una integración adecuada de la
industria y la agricultura, lo que complicó el escenario de los agricultores, lo que
llevó a los productores a organizarse y demandar medidas para el sector. La
actividad de las agremiaciones y asociaciones de productores se puede entender
como otra forma de poder al interior del departamento. Estas asociaciones fueron
diferentes y el origen de cada una fue particular, pero la apertura hizo que el
140
discurso de muchas de ellas confluya en función de la defensa de sus posibilidades
de subsistencia. Esto a su vez implicó que muchas hicieran silencio ante otro tipo
de problemas agrarios.
iv. Límites y Otros Temas. A pesar de que se reconoce que la política de apertura no
analizó características regionales pudo ser posible que su aplicación hubiera traído
resultados diferentes en otros espacios. Un estudio que haga una comparación
entre regiones permitiría dimensionar los efectos de la apertura en virtud de los
contextos.
Esta investigación se vio limitada por las fuentes y las variables consideradas. Pero,
ampliar las variables y las fuentes hacia un estudio que vincule en detalle los costos de
producción y formas de comercialización (precios finales al consumidor) con variables
macro (tipo de cambio, tasas de interés, inflación), lo que implica explorar fuentes
como registros contables de archivos privados, manifiestos de importación etc.)
permitiría comprender los efectos de la apertura sobre los productos y sobre el
consumidor (el cual se pensó que sería beneficiario de la superación del sesgo del
modelo ISI).
Otra perspectiva de pesquisa que nace a partir de lo encontrado en esta investigación es
el análisis de los movimientos de productores entre el Meta y el Casanare. La relación
de caídas en el área de cultivo de un departamento y el crecimiento en otro, junto a
variables como el costo de la renta de la tierra, permitiría comprender la forma de
movimiento de este cultivo. De una manera similar, el estudio del fenómeno de
producción en el Casanare puede dar luces sobre los procesos de colonización en el
Meta, en términos de prácticas de colonización. Esto en la medida en que los
testimonios afirman que las extensiones y formas de cultivo en el Casanare se
asemejan a las que se encontraban en el Meta a mediados del siglo XX.
Un espacio interesante de análisis puede ser la cotidianidad laboral en un contexto de
incertidumbre por la violencia. La pregunta por el cómo se asume la vida en un
contexto de incertidumbre, de vecinos que pierden la vida, de miedo y de zozobra fue
un elemento que llamó la atención a partir de los testimonios encontrados y que
podrían ser explorados a profundidad relacionando testimonios y prensa.
141
Un punto interesante que puede abordarse en futuras investigaciones es el de las
dinámicas internas de estas agremiaciones como formas de acción de los productores,
sus dinámicas de participación y la configuración de las asociaciones como formas de
poder local y de interacción con el poder nacional se constituyen en elementos a
explorar en el futuro. Se puede decir que las organizaciones de productores
confrontaban su capital (simbólico y económico) con otras formas de poder detentoras
de otro tipo de capital. También, la acción del conflicto armado sobre las
organizaciones de productores, sindicatos campesinos y otras formas campesinas de
colectividad es un elemento que debe ser analizado a la luz de procesos regionales
comparados. También es importante analizar el papel político y el tipo de capital que
pudieron acumular las casas comerciales en el Meta y en otras regiones.
Otros interrogantes que plantea esta investigación están relacionados con la
exploración de documentación producida en las Comisarías de Policía. Esta
documentación permitiría comprender las formas como el campesinado en las regiones
se relacionó con el Estado en el periodo anterior al 1991. En estos espacios se
resolvían problemas de tierras, de vecindad entre otros, por lo que su exploración
ayudaría a entender esta relación entre Estado y población. El problema de la tierra
bajo la hipótesis de su importancia política es otro tema que debe explorarse de manera
empírica y bajo la premisa de las características regionales.
Por último, esta investigación se enfrentó al problema de la poca existencia de fuentes
y el limitado acceso a las mismas. Esto se da también porque el archivo del Meta
funciona como un archivo administrativo (depósito de papelería) más que como un
archivo histórico. Se considera pertinente darle un nuevo carácter a este archivo para
que pueda responder a las necesidades de registro y depositario de la memoria histórica
regional.
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ANEXOS. Anexos.
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Anexo 1. Cifras de Cultivos en el Meta entre 1990-2000. Fuente: Anuario Estadístico ministerio
de Agricultura e Informes de Coyuntura Agrícola y Evaluaciones Agrícolas Departamentales
Disponibles.
Arroz Riego
Cifras Min Agricultura
Cifras Departam
entales
Arroz Secano
Cifras Min Agricultur
a
Cifras Departam
entales
Palma
Cifras Min
Agricultura
Cifras Departa
mentales
1990 57400 35000
1990 57400 60000
1990 26000 22300
1991 47100 51780
1991 46800 46891
1991 29264 29264
1992 52758
1992 43935
1992 35095
1993 56483
1993 37036
1993 36514
1994
1994 45355
1994 42242
1995 37160
1995 43094 43520
1995 42896 52560
1996 38970 33654
1996 40914 38780
1996 43077
1997 40917 37589
1997 40950 2240
1997 42667 42667
1998 46770
1998 52450
1998 43085 43167
1999 44320
1999 61687
1999 47457
2000 36014
2000 70465
2000 47525
Maíz
Tecni
Cifras Min
Agricultura
Cifras
Departam
entales
Maíz
Trad
Cifras Min
Agricultur
a
Cifras
Departam
entales Soya
Cifras
Min
Agricultur
a
Cifras
Departa
mentales
1990 12200 10725
1990 12600 8830
1990 29000 4200
1991 15400 16421
1991 9400 13595
1991 36500 14693
1992 9525
1992 12385
1992 13890
1993 10189
1993 12654
1993 12433
1994 13299
1994 15476
1994 15290
1995 10540 7781
1995 10864 10455
1995 17948 6700
1996 6417 6531
1996 12076 9468
1996 6700 12000
1997 6208 5980
1997 14095 14540
1997 11650 10200
1998 4793
1998 13473
1998 9460
1999 5828
1999 11647
1999 5083
2000 8882
2000 8824
2000 9750
Sorg Cifras Min Cifras
Departam Algodó
Cifras Min
Agricultur
Cifras
Departam Frijol Cifras
Min
Cifras
Departa
150
o Agricultura entales n a entales Agricultur
a
mentales
1990 9000
1990 5600
1990 500 480
1991 7300 7221
1991 8300 10931
1991 736 1038
1992 7210
1992 10935
1992 1018
1993 6550
1993 2023
1993 1947
1994 10175
1994 505
1994 1030
1995 1264 3140
1995 661 6150
1995 340 320
1996 3140 3280
1996 6150 2000
1996 320
1997 1429 1484
1997 1082 435
1997 221 239
1998 1454
1998 427
1998 505
1999 487
1999 289
1999 505
2000 510
2000 616
2000 640
Yuca Cifras Min
Agricultura
Cifras
Departam
entales
Plátan
o
Cifras Min
Agricultur
a
Cifras
Departam
entales
Palm
a
Cifras
Min
Agricultur
a
Cifras
Departa
mentales
1990 6100 2700
1990 13000 16700
1990 2000 94
1991 4693 4693
1991 13388 15048
1991 358
1992 4314
1992 16582
1992 1015
1993 5001
1993 18592
1993 919
1994 5160
1994 18795
1994 986 3361
1995 23023 5721
1995 23023 68768
1995 1620
1996 20515
1996 20515
1996 1692
1997 21965 3679
1997 21965 21965
1997 1430 1430
1998 14078 3714
1998 14078 21965
1998 1433 1692
1999 11458
1999 11458
1999 1758
2000 17424
2000 17424
2000 1369
Cacao Cifras Min
Agricultura Cifras
Departamentales Café
Cifras Min Agricultura
Cifras Departamentales
1990 6600 6500
1990 15565
1991 4822 7003
1991 9962
1992 1682
1992
1993 1402
1993
1994 1892
1994
1995 1300 2535
1995 14092
1996 897
1996
1997 448 448
1997 8475