afinidades electivas

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Exposición en el 2012, Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Ex Palacio del Arzobispado. 102 piezas entre óleos sobre tela, sobre charolas de la cerveceria Modelo, talavera y cerámica de alta temperatura

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La pintura es un oficio anclado en un tradición que se renueva con el desarrollo de la vida contemporánea, de la que sus géneros y temáticas encuentran mo-

tivaciones y preocupaciones conceptuales. Esto se hace evidente en la obra del maestro Luis Argudín en la muestra denominada Afinidades electivas.

La muestra reúne una selección de más de cien piezas de pintura y cerámica en las que es posible apreciar las elecciones temáticas a partir de afinidades, no únicamente como un proceso de elección consiente, sino también, a través del campo de lo sensible, reuniendo el conocimiento y experiencia en cada escena representada o cada tema tratado. Conjunto de obras en las que destaca su do-minio técnico en el campo de la pintura, así como su apego a una tradición plásti-ca que se remonta al pasado artístico de la humanidad y que delata su gusto por oficio pictórico.

Es así como a través de estos esfuerzos institucionales que se cristalizan en cada exposición, podemos estar convencidos de que la Dependencia cumple cabalmente con dos de sus cometidos más importantes: la difusión de la cultura y el apoyo a proyectos artísticos de un valor cultural innegable; paralelamente a lo mencionado, se hace evidente el interés para promover a los artistas que generosamente han colaborado con el crecimiento del acervo artístico de nues-tra Nación al participar activamente en el Programa Pago en Especie.

Arq. José Ramón San Cristóbal LarreaDirector General de Promoción Cultural, Obra Pública y Acervo Patrimonial

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Afinidades electivas. Luis Argudín

La afinidad electiva es el proceso por el cual dos formas culturales–religiosas, intelectuales, políticas, económicas- entran, a partir de ciertas analogías significativas, en un parentesco íntimo o afinidad de sentido, en una relación de atracción e influencia recíproca, elección mutua, convergencia activa y reforzamiento mutuo.

Michael Lowi

Rafael Alfonso Pérez y Pérez

La muestra encuentra un referente conceptual en la teoría sociológica de Max Weber, quien tomó la expresión Wahlverwandtschaften (Las afinidades electi-

vas) de Johann Wolfgang Goethe (1749-1832), y quien a su vez lo habría asumido de la química, para aplicarlo al concepto de las relaciones humanas a través de una analogía entre las conductas de los personajes y de las sustancias, donde se desarrollan correspondencias de “atracción” y “repulsión”, en las que frecuentemente se desenvuelven ambigüedades y dualidades en un intento de resolver las contra-dicciones.

La toma de decisiones es frecuentemente entendida como una suma de expe-riencias afines y contrarias, consientes e inconscientes, producto de diferentes causas derivadas del propio conocimiento y la experiencia humana, por lo cual el término que nos ocupa desecha la monocausalidad, a favor de una concep-ción no determinista de las interacciones sui generis entre sistemas de creencias y estructuras sociales correspondientes.

En ese sentido, la obra reunida en esta muestra recrea esas dualidades exis-tentes, al confinar en un solo plano aquello cuya representación está claramente

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evidenciada y conforma la narrativa, la representación de dispositivos y personajes de los que depende la descripción del hecho pictórico recreados teatralmente; así como de lo que consideraríamos adyacente, que podría parecer una representación casual de elementos dispuestos al azar y no de forma causal; sin embargo, esta confrontación da sentido a la propia obra, al referirnos que ésta encierra un barroquismo sígnico y simbólico con múltiples referentes en distintos planos, desde lo ornamental a lo ineluctable, de lo consciente y a lo instintivo.

Este barroquismo artístico también se hace evidente en la multiplicidad de téc-nicas, formatos y soportes, cuyo hilo conductor recae en la indudable mano del ar-tista, que da una coherencia plástica al corpus reunido bajo el título de Afinidades electivas; lo cual pareciera enunciarse de forma representacional en las pinturas que llevan ese nombre, y en las que una serie de elementos disímiles (máscaras, torsos, columnas, plantas, enceres, etc.) son interrelacionados por un ramal o conector rojo que articula un objeto con otro.

Algunas composiciones pictóricas parecieran derivar de los tapices, cuya territorialidad está dominada por grupos centrales que conforman la escena, y enmarcadas por un borde o recuadro a manera de guarnición o marco, y en las que se enseña una paleta de colores brillantes y luminosos, con fondos en perspec-tiva escalonada.

Por su parte, existe una clara continuidad en su interés pictórico por el género de “vanitas”, el cual se ha convertido en un claro referente conceptual en la obra de Argudín, evidente en la agrupación de elementos a manera de bodegón, en el que se representan elementos de vida o de la práctica mundana como el saber, la ciencia, la riqueza el placer o la belleza, frente a la certeza de la muerte, simbolizado por el cráneo humano, como una advertencia de la fragilidad y la brevedad de la existencia terrenal.

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Es así como podemos decir, que Luis Argudín es un artista que fusiona la tradición clásica del arte con las referencias de la vida contemporánea, en un trabajo de carácter autorreferencial, en el que el oficio pictórico se convierte es un instru-mento para el desarrollo de conceptos innovadores que revalidan o revitalizan la pintura como un oficio artístico de la posmodernidad.

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Las monomanías de Argudín

Sylvia Navarrete

No podía ser más atinado el escritor Andrés de Luna al expresar en algún tes-timonio su asombro ante la formidable energía creativa, la voracidad de

imágenes con que Luis Argudín ha alimentado su pintura, un pantagruelismo que no mengua con la edad ni con los factores de desaceleración que ésta suele acarrear. Más de 30 años ya de dedicarse al caballete y a la reflexión estética, y no sólo el talento que se abona y se cultiva, sino el mismo fervor, el mismo tesón y la honda necesidad que hacen a los artistas ¿de excepción? ¿exclusivos? Para no emplear el mote de “verdadero artista”, que arrastra connotaciones anacrónicas, habría que dar con un adjetivo que identificara a aquellos creadores absoluta-mente convencidos de su vocación y que no permiten que ésta se extravíe en el camino de la desidia, del oportunismo y de la pereza: el artista monomaniaco.

Hoy como ayer, Argudín permanece igual a sí mismo. ¿Acaso nada hay susceptible de hacerlo cambiar de rumbo narrativo o de valores estilísticos? El andamiaje de su lenguaje está ya sólidamente armado en repertorios iconográficos y en panoplias simbólicas que han ido ensamblando una manera que no podría pertenecer a otro autor. Una exposición de Ar-gudín equivale siempre a una suma, un epítome de la extensa y constan-te producción de cuadros con que ha certificado su rango en la escena de la plástica contemporánea. Hace unos meses lo invité a un proyec-to de talavera, promovido por la fábrica Uriarte en Puebla: confieso que apenas me sorprendió la gula jubilosa con que se abalanzó sobre tibores y lebrillos las artes decorativas de vieja cepa no encontrarían sino afinidades con el interés que ha volcado él en la pintura barroca, los tapices flamencos

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y el exotismo propagado por el tráfico mercantil en Oriente. La lógica de Argudín articula el amor al canon del retrato y la naturaleza muerta, y la postura de pintor clásico: no sólo por su apego a la figuración o a argumentos de la historia del arte y la iconografía sacra, sino por la apetencia de lo bello y lo armónico, los esparcimien-tos del ars amatoria y el desnudo femenino concebido cual un paisaje. Sus recursos: la luz dramáticamente proyectada sobre los cuerpos, la disposición teatral de los elementos y la presencia luminosa de los objetos, sean éstos una anatomía sibaríti-ca o vulgares colillas de cigarro. Felizmente, logró trasladar a la complejidad téc-nica de la talavera la molicie de la carne, las volutas del vicio, el dejo de fábula peculiar de la ornamentación churrigueresca.

Un motivo singular se perfila en su producción reciente, que lleva cierto tiempo incubando a modo de accesorio en composiciones pasadas (Cortina Sert, 2008), y que salió a flote como propuesta autónoma en el trabajo de la cerámica. La serie actual responde al título de “Afinidades electivas”, y rinde tributo a la novela homónima (1809) de Goethe, la cual pone en telón de juicio la institución del matri-monio: cuatro personajes encerrados en una mansión que ven aflojarse sus mutuos juramentos de fidelidad, bajo aquella atracción que en el amor y en las leyes de la naturaleza no obedece sino a imperativas fuerzas irracionales. Este elemento gráfico es el humo, que apareció en la exposición “Cortinas y humo” (Seminario de Cultura Mexicana, 2008) pero sin pasar de pormenor autobiográfico (Luis fuma puros, su esposa Ana cigarros) y de menudencia del bodegón. Así explicó en el catálogo su intrusión: “¿Y el humo?... en los cines de antes, en todas partes; hoy, en sitios cada vez más restringidos. Pero el humo, hoy tan vilipendiado, ha sido siempre un símbolo de lo inaprensible, de lo fugaz, de lo pasajero, pero también de todo aquello que no podemos ver ni atrapar pero que justifica lo tangible. El chamán de los indios americanos fumaba tabaco para construir las columnas que sostienen al otro mundo. El humo es también una cortina que vela y devela la ma-gia del otro lado. Como la pintura.” El humo se integra ahora a un compendio de

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detalles ornamentales que fungen como agentes de concatenación y equilibrio en la escenografía silenciosa de modelos desnudos. Fastidioso resultaría enumerar-los todos, limitémonos a destacar los que pergeña dentro y fuera de su taller y que, como aquella vil manguera naranja que conecta estupendamente las figuras de algunos cuadros recientes, concurren a la red de sentidos y adornos que organiza el aparato visual de sus lienzos (“las formas se relacionan como las estrellas en el cielo, en un juego de relaciones o constelaciones”, observa él): bustos de yeso, tapices estampados y telas rayadas, botellas de cerveza, tequila y anís, garzas y otras aves disecadas, ventiladores eléctricos, escaleras de metal, cráneos sobre balanzas, y con ellos máscaras de los cuatro colores básicos de la gama prehis-pánica (rojo, amarillo, blanco y negro) y una enredadera cortada de la barda de su jardín, que añade el toque cromático complementario e introduce un coeficiente más de fluidez en el ritmo de la imagen.

El factor ornamental es protagónico en la obra de Argudín. No sólo delata una obsesión por cuanto ha significado el objeto en la historia del gusto occidental y en nuestros códigos de representación, sino preconiza un pacto estético fincado en el fuero interno de la creación pictórica y en el acto civilizador que determi-nan sus prácticas, así sean antagónicas. En las escenas acuáticas que remedan los argumentos bíblicos de gobelinos del siglo XVII; en los panoramas en grisalla y con planos contrastados del Valle de México, que se extiende al pie de las ven-tanas de su casa; en las orillas de los lienzos en que limpia los pinceles para elaborar transiciones abstractas; en las black boxes de pequeños autor-retratos que remiten a la retención de información de la caja cerebral; en las escultopinturas donde embarra el óleo que sobra para mold-ear macizos acercamientos a la materia, como los que afeccionaba Frank Auerbach; en las charolas de cantina intervenidas con reminis-cencias de maestros holandeses; en los ecos cubistas de sus fondos geométricos, que pinta sobre rojo, a la vieja usanza veneciana, para

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favorecer los medios tonos y los chispazos de luz... en todos esos artificios se pulsa el métier de Luis Argudín, y palpitan un deseo y una emoción que honran la facultad anímica del pintor. Dar movimiento, calor y vida a la imagen es la insaciable aspi-ración de Argudín al conocimiento, la posesión y el disfrute de la pintura. Así de-fine él su proyecto “anti-modernista o post-modernista”, ante la generalización de un arte “post-pictórico”, gobernado por conceptos y cuya recepción acata por ende criterios ideológicos: “Mi intención es ceder a la tentación de la decoración, llenar el espacio. ¿Con qué? Pues con pintura. Quiero recuperar la conciencia de que la pintura es decoración, esto es, el uso consciente de los espacios visuales en la obra pictórica. El modernismo y todo le que viene posteriormente es una infec-ción, es arte ideológico. Yo quiero pintar más allá de las ideologías: pintar con lo que hay enfrente lo que hay enfrente, decidir con criterios puramente pictóricos y del manejo del espacio, y no conforme a las ideas.”

Mayo 2012

Obra

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Ratio, relatio, correlatio, 2012Cat.1

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Afinidades electivas, 2011Cat.2

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Afinidades electivas II, 2011Cat.3

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Materia oscura, 2011 Cat.4

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Jonás, 2011 Cat.5

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Pescadores, 2009 Cat.6

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Círculo, 2008 Cat.7

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Gobelino zebra, 2009 Cat.8

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Gobelino águila, 2009 Cat.9

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Gobelino creación, 2009 Cat.10

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Gobelino balanza, 2010 Cat.11

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Gobelino Victoria, 2008 Cat.12

40

Gobelino constelaciones, 2007 Cat.13

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Original y copia I, Original y copia II, Original y copia III, 2012 Cat.14,15,16

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Cortina Sert, 2008 Cat.17

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Cortina paraíso, 2007Cat.18

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Cortina del Diluvio, 2008 Cat.19

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Cráneo y capitel, 2011 Cat.20

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Balanza I, 2010 Cat.21

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Balanza II, 2010 Cat.22

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Panorama II, 2008 Cat.23

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Panorama IV, 2008Cat.24

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Panorama VI, 2008 Cat.25

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Tibor trompo (Tibor Águila), 2011 Cat.26

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Paisaje en equilibrio, 2009Cat.27

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Vasos comunicantes I, 2011 Cat.28

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Vasos comunicantes II, 2011 Cat.29

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Torso en agua, 2010 Cat.30

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Autoretratos, de la serie Black box, 2011 Cat.31

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Serie Charolas, s/f Cat.32

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Sin título, de la serie Black box, 2011 Cat.33

hoja de vida

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Nace en la Ciudad de México en 1955. Estudia en Inglaterra la Licenciatura (B.A) en artes visuales de 1974 a 1979 en el Hornsey College of Art en Crouch

End, Londres, Inglaterra y la Maestría en Estética y Teoría del Arte de 1979 a 1980 en la Universidad de Essex. De 1983 a 1986 fue investigador de tiempo completo en Estética, en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Como pintor sus reconocimientos incluyen el premio de adquisición en el Salón Nacional de Pintura de 1987 y en la Cuarta Bienal Rufino Tamayo de 1988, y menciones honoríficas en la Primera (1982) y la Sexta (1992) Bienales Rufino Tamayo.

Ha sido acreedor a becas como la de Creadores Intelectuales del FONCA en 1992, la beca Fulbright-García Robles como artista visitante en la Universidad de Rochester, Nueva York, en 1993, La beca Pollock-Krassner de pintura en 1997, la beca de residencia artística en Colombia, otorgada por el FONCA y el Ministerio Colombiano de Cultura de Septiembre a Noviembre de 2001. Desde el 2001 hasta el 2006 es miembro del Sistema Nacional de Creadores, donde reingresa en el 2011. Ha presentado más de veinte exposiciones individuales entre las que desta-can: El Taller y sus construcciones (1988), en el Museo Carrillo Gil, Retratos (1996) en el Museo José Luis Cuevas, El Teatro de la memoria (1996) en el Palacio de Bellas Artes, e Historia natural en el Museo Universitario del Chopo (2003). Desde 2002 una retrospectiva de su obra de “naturaleza muerta” titulada “Comprendí con los ojos” 1990-2004 se ha exhibido en la ciudad de Puebla en la Casa de Cultura de Puebla, en Veracruz, en la Casa Principal; en la Galería La Libertad en la Ciudad de Queré-taro; en la Galería Ramón Alva de la Canal de la Universidad Veracruzana en Ja-lapa, Veracruz y en 2006 en la ciudad de México, en el Museo Histórico de Tlalpan. En el 2008 se presentó Cortinas y humo en el Seminario de cultura mexicana de la ciudad de México, y en Mayo 2010 se exhibió en el Museo de Arte de Tlaxcala la exhibición Diluvios, la primera vez que esta serie se presenta completa. En Junio-Julio se hizo una exposición de sus paisajes en la Casa de Cultura de Celaya con el título de El paisaje y la memoria. A la vez, ahí mismo, en Celaya se presentó una

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exposición de jóvenes pintores titulada De pintura, curada por Luis Argudín.

Es también maestro de la Escuela Nacional de Artes Plásticas desde 1988, donde imparte la cátedra de Teoría del Arte, y da cursos y conferencias en todo el país y en el extranjero. Desde 2011 es también maestro de la “Escuela de Pintura, Escul-tura y Grabado la Esmeralda”. En 2006 se publicó el libro “Diluvios”, editado por la UAM Xochimilco, un proyecto pictórico total, que consta de pinturas, bocetos y textos que exploran el tema bíblico visto desde una perspectiva personal, y en el 2008 se publica el libro “ La Espiral y el Tiempo. Juicio, Juego y Genio en Kant y Schiller”, por la ENAP-UNAM.

Lista de obra

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Ratio, relatio, correlatio, 2012(díptico)Óleo sobre tela260 X 390 cm.

Afinidades electivas, 2011Óleo sobre tela190 X 250 cm.

Afinidades electivas II, 2011Óleo sobre tela120 X 120 cm.

Materia oscura, 2011Óleo sobre tela120 X 120 cm.

Jonás, 2009Óleo sobre tela250 X 190 cm.

Pescadores, 2009Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Círculo, 2009Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Gobelino zebra, 2009Óleo sobre tela, 180 X 180 cm.

Gobelino águila, 2009Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Gobelino creación, 2009Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Gobelino balanza, 2010Óleo sobre tela190 X 240 cm.

Gobelino Victoria, 2008Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Gobelino constelaciones, 2007Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Original y copia I, 2012Óleo sobre tela90 X 90 cm.

Original y copia II, 2012 Óleo sobre tela90 X 90 cm.

Original y copia III, 2012Óleo sobre tela90 X 90 cm.

Cortina Sert, 2008Óleo sobre tela180 X 180 cm.

Cortina paraíso, 2007Óleo sobre tela40 X 120 cm.

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Cortina del Diluvio, 2008Óleo sobre tela, díptico180 X 360 cm.

Cráneo y capitel, 2011Óleo sobre tabla60 X 40 cm.

Balanza I, 2010Óleo sobre tela45 X 60 cm.

Balanza II, 2010Óleo sobre tela45 X 60 cm.

Panorama II, 2008Óleo sobre tela40 X 120 cm.

Panorama IV, 2008Óleo sobre tela40 X 120 cm.

Panorama VI, 2008Óleo sobre tela40 X 120 cm.

Tibor trompo (Tibor Águila), 2011Cerámica, talavera de Puebla79 X 50 Ø cm.

Paisaje en equilibrio, 2009Óleo sobre tela240 X 190 cm.

Vasos comunicantes I, 2011Óleo sobre tela150 X 110 cm.

Vasos comunicantes II, 2011Óleo sobre tela150 X 110 cm.

Torso en agua, 2010Óleo sobre tela150 X 110 cm.

Autoretratos, de la serie Black box, 2011(4 pzas)Óleo sobre madera40 X 30 cm.

Serie Charolas, S/FÓleo sobre metal (25 charolas intervenidas)26 cm. Ø cada una

Sin título, de la serie Black box, 2011Óleo sobre madera (20 piezas)25 X 30 cm. aprox. c/u

Panorama V, 2008Óleo sobre tela40 X 120 cm.

Cráneo, 2012Cerámica (11 piezas)25 X 15 x 10 cm.

Tibor humo azul, 2011Cerámica, talavera de Puebla87 X 50 Ø cm.

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Tibor tres escenas en negro, 2011Cerámica, talavera de Puebla86 X 50 Ø cm.

Tibor pájaros, 2012Cerámica, talavera de Puebla100 X 60 Ø cm.

Tibor diorama, 2011Cerámica, talavera de Puebla90 X 50 Ø cm.

Tibor humo negro II, 2011Cerámica, talavera de Puebla86 X 50 Ø cm.

Tibor escenas en azul, 2011Cerámica, talavera de Puebla100 x 45 Ø cm.

Platón autoretrato con humo, 2011Cerámica, talavera de Puebla43 Ø x 5 cm.

Platón comal figuras II, 2011Cerámica, talavera de Puebla53 Ø X 6.5 cm.

Platón mujer en paisaje, 2012Cerámica, talavera de Puebla58 X 44.5 x 8.5 cm.

Platón mujer, 2011Cerámica, talavera de Puebla58 X 44.5 x 8.5 cm.

Serie Charolas, s/fÓleo sobre metal (25 charolas intervenidas)26 cm. Ø cada una

Sin título, de la serie Black box, 2011Óleo sobre madera (20 piezas)25 X 30 cm. aprox. c/u

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Créditos

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SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO

José Antonio Meade Kuribreña Secretario de Hacienda y Crédito Público

Luis Miguel Montaño Reyes

Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público

José Ramón San Cristóbal LarreaDirector General de Promoción Cultural,

Obra Pública y Acervo Patrimonial de la SHCP

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MUSEO DE ARTE DE LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, ANTIGUO PALACIO DEL ARZOBISPADO

José Félix Ayala de la TorreDirector de Acervo Patrimonial

Martha López CastilloDirectora de Área

Rafael Alfonso Pérez y Pérez

Subdirector del Museo de Arte de la SHCPAntiguo Palacio del Arzobispado

Edgar Espejel PérezSubdirector de Promoción Cultural

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CRÉDITOS DE LA EXPOSICIÓN

Rafael Alfonso Pérez y PérezJulieta Ruiz Montes

Curaduría

Francisco Tello ReyesMuseografía

Victor Manuel Ramírez FrancoServicios Generales

Rafael SalinasColección y montaje

Silvia FuentesBlanca Erica Tovar

Apoyo documental y catalogación

Humberto OsorioAlejandro Osorio

Miguel OsorioJesús Santos

Montaje museográfico

Javier SarmientoIluminación

Carlos GuadarramaApoyo en logística

Luisa BonillaServicios educativos

Estela Munguía CaballeroDifusión y prensa

María de la Luz Gómez AriasCoordinación interna de promoción

Liliana UrbinaÁngeles GutiérrezMartha GonzálezHortensia TéllezApoyo secretarial

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CRÉDITOS DEL CATÁLOGO

Rafael Alfonso Pérez y PérezCoordinación editorial

Rodolfo Salazar GallagaDiseño editorial

Marco PachecoLeón RafaelFotografía

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AGRADECIMIENTOS

Ana Luisa Torres LandaGilberto Pérez Abreu

Sylvia NavarreteHelena Hernández de Valle Arizpe

Marco PachecoEscuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM

Este catálogo se imprimió en noviembre de 2012en los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV)

de la SHCP en la Ciudad de México.Forros impresos en cartulina couché brillante de 250 gramos.Interiores impresos en papel couché mate de 135 gramos.

El tiraje fue de 500 ejemplares encuadernados.