actos_motores

Upload: jaime-larraz-viu

Post on 07-Apr-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/4/2019 actos_motores

    1/12

    1

    Actos motores oro-faringo-faciales y praxias fonoarticulatorias.Schrager, OL 1 ; ODonnell, CM 2

    Publicado en la revista "Fonoaudiolgica" de la Asociacin Argentina de Logopedia, Foniatra y Audiologa endiciembre de 2001, Tomo 47- N 3; pgs. 22 - 32.Registro de propiedad intelectual N 213264.

    Resumen

    En este artculo se realizan algunas disquisiciones respecto de lasdiferencias entre actos sensoriomotores oro-faringo-faciales y actividadesprxicas fonoarticulatorias. Se propone hipotticamente tener en cuenta dostipos de patrones de los movimientos oro-faringo-faciales: 1) los que

    denominaramos centrpetos y 2) aquellos reconocibles como centrfugos. Seplantea, adems, la conveniencia de no considerar a las praxiasfonoarticulatorias (basadas en patrones centrfugos) como derivados directosde aquellos actos sensoriomotores cuyos patrones son esencialmente del tipocentrpeto.

    Palabras clave: actos sensoriomotores succin deglucin praxiasfonoarticulatorias.

    Abstract

    Oro-pharingeal sensorymotor acts are clearly distinguished from praxias forspeech. Oro-pharingeal movement patterns are proposed to be considered as (1)those of a centripetal kind, and (2) those of a centrifugal type. In generalterms, it is here discussed where praxias for speech -mainly based uponcentrifugal motor patterns- does or does not actually seem to be a directconsequence of the so referred as mainly centripetal oro-pharingealsensorymotor acts.

    Keywords: sensorymotors acts - sucking swallowing praxias for speech.

    1 Mdico Foniatra (Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina), Doctor en Psicologa (Universidad Autnoma deMadrid, Espaa) , Profesor Titular.EU, Departamento de. Personalidad, Evaluacin y Tratamiento Psicolgicos (Universidad de

    Salamanca, Espaa).

    2 Fonoaudiloga (Universidad del Museo Social Argentino, Buenos Aires, Argentina). Docente invitada en la Carrera deOdontologa (Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina); Coordinadora Fonoaudiolgica del Curso de Post-gradoEspecializacin del Ortodoncista en el Diagnstico y Tratamiento Interdisciplinario de las Deformidades Dentomaxilofaciales ;

    Coordinadora del Curso de Post-grado para Fonoaudilogos Terapia Miofuncional Orofacial. Ateneo Argentino deOdontologa,Buenos Aires, Argentina

    -----------------------------------------------

  • 8/4/2019 actos_motores

    2/12

    2

    Introduccin

    Dos interrogantes guan el desarrollo de este artculo:

    1) las llamadas praxias, tanto respiratorias como alimentarias,

    son en realidad actividades prxicas o deberan considerarse tan slo comoactos sensoriomotores?;

    2) actos motores tales como los vinculados a los mecanismos de larespiracin, la succin y la deglucin son en realidad los antecesoresdirectos de la fonoarticulacin del habla?.

    Es nuestra impresin que tener que analizar, comprender y explicar diversasactividades orales, farngeas y faciales que tienen finalidades ntidamentedismiles -para las que se utilizan las mismas estructuras, no las mismasfunciones- obliga a tener en cuenta no slo la dinmica de la accin, sinotambin los consiguientes procesos discretos y diferenciados derealimentacin. Al mismo tiempo, deben razonablemente implicarse en el

    anlisis las varias y variadas representaciones mentales que de maneraprogresiva y en diversos momentos se van generando, facilitando as eldesarrollo gradual, complejo y armnico de esas desiguales habilidades ycapacidades con finalidades distintas. Sin duda alguna, muchas de esasactividades oro-faringo-faciales complejas se organizan a partir decomportamientos reflejos o reacciones sensoriomotoras iniciales (como es elcaso de la dinmica secuenciada intencional de la deglucin que se desarrollaa partir del componente reflejo de la deglucin). Por otra parte, como eslgico, la integracin y diferenciacin de las funciones orales (msestrictamente: estomatognticas) estar en directa relacin, entre otrascosas, con las modificaciones estructurales -i.e., anatmicas- que se producenen el desarrollo durante los primeros aos de vida. De forma inversa yrecproca, los cambios anatmicos condicionan la diferenciacin gradual de las

    diversas funciones. Otros cambios se producen de manera simultnea y sucesivaen otros niveles funcionales y, por lo tanto, su interpretacin y explicacinapropiadas demandan el obligado desplazamiento del contexto hacia otros planosde anlisis y hacia otro tipo de justificaciones y explicaciones.

    El concepto de praxia

    Cuando en el mbito del desarrollo humano omos y/o leemos designaciones talescomo praxias deglutorias, praxias alimentarias, praxias buco uorofaciales, praxias bucofonatorias o praxias vegetativas utilizadas porlo general para hacer referencias explcitas a actividades sensoriomotricesiniciales, se nos generan algunas dudas. Estas hesitaciones se desencadenan apartir de los diferentes criterios con los que no de manera infrecuente sueleinterpretarse el concepto de praxia. Es cierto que un diccionario mdico (elDorlands Medical Dictionary) otorga a praxia 3 la acepcin de hacer oejecutar una accin (sic), pero an siendo as, por algunos componentes de laredaccin (v.g, cf. gnosis -sic-) se deduce que esa un tanto escuetadefinicin de praxia no se est refiriendo a cualquier accin sino slo aaquellas relacionadas con el conocimiento de algo; es decir, aquellasrelacionadas con la cognicin, con la representacin mental no solamente de lamisma accin a ejecutar sino tambin de lo que se quiere lograr por medio deesa accin. Explicitado ms concretamente, lo expuesto conllevara que, en unaconcepcin ms integral, praxia tendra que ver, adems, con el contenidoimplcito de los por qu y de los para qu un sistema -i.e., un sujeto-

    3

    -del Gr.prxis = accin, del tambin Gr.prass = obrar, ejecutar-

  • 8/4/2019 actos_motores

    3/12

    3

    quiere hacer algo 4. Es decir: tal como se colige de la forma en que msampliamente podra definrselas (i.e., realizacin de movimientos programadosy organizados en secuencias definidas, con una finalidad determinada, yejecutados de forma intencional y coordinada), en las praxias hay unaintencionalidad manifiesta ms all de una programacin y de una organizacin

    secuenciada y finalstica de la accin5

    . Podramos reiterar aqu la conocidaafirmacin de que no hay praxias sin gnosias, esto es: no hay ejecucinintencional, adaptada, efectiva y eficiente sin la previa -o, por lo menos,simultnea- correspondiente representacin mental de la accin (proceso steque requiere la actividad participativa activa y sincrnica de estructurasdistintas, y la participacin tambin activa de funciones cognitivasdiferentes: percepcin, pensamiento/lenguaje, memoria, evocacin,programacin, organizacin, atencin, etc.). Las praxias, como tales, puedenser consideradas como un muy complejo proceso integrativo entre a) elconocimiento de algo y su representacin, y b) las acciones correspondientes,oportunas, adecuadas y eficientes para su exteriorizacin adaptativa. Escomprensible entonces que sobre este mismo concepto Steinthal en 1871 yahubiese identificado como aprxicos a trastornos no de los movimientos

    propiamente dichos, sino de la ...relacin entre los movimientos y el objetoal que conciernen... (cfr., Hcaen, 1977). Casi un siglo despus de aquellaafirmacin de Steinthal, Julin de Ajuriaguerra y otros relacionaron laapraxia con un trastorno de la organizacin de la gestualidad (de

    Ajuriaguerra, Hcaen y Angelergues, 1960; de Ajuriaguerra et al, 1964; de Ajuriaguerra y Stamback, 1969; de Ajuriaguerra y Tissot, 1969; cfr. tambinBarraquer Bordas, 1974, y Hcaen, 1977, para aspectos neurolgicos). Pormencionar slo a otros pocos autores clsicos, recordemos aqu que para Piaget(1956, 1960, 1967) -quien afirm aquello de que ...conocer no consiste encopiar lo real, sino en actuar sobre ello y transformarlo...-, ha sido lainteligencia la forma ms general de la coordinacin de las acciones y/o delas operaciones6. Luria (1974) incorpor conceptos como los de aferenciakinestsica, relaciones viso-espaciales de los movimientos, y meloda

    cintica. Ms tarde, de Ajuriaguerra y Casatti (1985) diferenciaron el gestoaccin (instrumental) del gesto comunicacin. Sealaban esos autores connfasis que el ltimo tiene, por cierto, connotaciones representativas,simblicas y semiticas, estando ntimamente relacionado con la memoria dela que se extracta por evocacin el conocimiento necesario para programar,organizar y ejecutar con eficiencia la accin prxico-adaptativacorrespondiente.

    Entendemos, pues, que debe tenerse en cuenta que para referirse con precisina praxias es necesario considerar el componente representacional de lasmismas, tanto el de la accin motriz en s misma como el del objeto/objetivo

    4 As como praxia es el trmino ideado por el neurlogo alemn Ludwig Edinger (1855-

    1918) para designar la ejecucin de los impulsos paliales (i.e, aquellos generados porelpallium, la corteza cerebral considerada en su integridad), gnosia (del Gr.gnsis = conocer) es el trmino creado por el mismo autor para indicar el despertar delos complejos mnsicos asociativos por medio de impulsos sensoriales paliales(corticales). De ah que gnosia implique las capacidades tanto de percibir, como decomparar y reconocer. Conforma, por lo tanto -y valga aqu la redundancia- el contenidocognitivo, representacional, la idea de una accin intencional y resulta serinseparable de ella en el plano cognitivo; tambin es uno de sus tantos y variadoscondicionantes en el plano de anlisis de la intencionalidad.

    5 En este caso, la intencionalidad est de hecho contenida en la finalidad.

    6 operatividad: trmino piagetiano utilizado para designar la capacidad que unindividuo adquiere y desarrolla para llegar a representarse las acciones virtuales y

    reversibles sobre los objetos. En el concepto piagetiano, la gradual interiorizacin delos gestos lleva a la representacin mental operativa de los mismos.

  • 8/4/2019 actos_motores

    4/12

    4

    de la misma accin y el de su intencionalidad. No se estima prudente, porende, confundir acciones sensoriomotrices reflejas con aquellas de contenidorepresentacional.

    Las representaciones motoras y

    el contenido cognitivo de las acciones prxicas.

    La idea general expresada en trabajos como los de Jeannerod (1988, 1990, 1994,1997) es que las acciones (motrices) intencionales (praxias) son guiadas porun objetivo internamente representado ms que por referencias directas delmundo exterior. Las representaciones pueden ser construidas desde el medioambiente, pueden depender -al menos de forma parcial- de conocimientosadquiridos por medio de estmulos provenientes del exterior (y del interior)del organismo. An as, su vehculo es tanto la estructura del encfalo, ascomo su funcionalidad dinmica circuital; esto determina, de forma obligada,sus expresiones y funciones. Jeannerod sugiere que la generacin de la accinintencional implica un componente representacional que opera con reglas fijasy que depende de la construccin de bloques identificables. Por cierto, para

    producir movimientos existen tambin otros mecanismos alternativos, tales comolas transformaciones directas de la actividad aferencial en actividadeferencial, o la auto-organizacin de actividad endgena, pero estos elementosse corresponderan con los comportamientos sensoriomotores reflejos que, porsu condicin de tales, no parecen depender de esquemas representacionales.

    Tambin es conocido que se ha propuesto que la generacin intencional de laaccin involucra dos formas particulares de representacin: a) una formapragmtica de representacin que contrasta con b) una forma semntica derepresentacin. Al contenido de las representaciones semnticas se puedeacceder rpidamente de forma consciente: se pueden generar imgenes de escenasvisuales, rostros, palabras, etc., y despus esas imgenes mentales pueden serdescritas verbalmente. Sin embargo, ste no es el caso para el contenido de

    las representaciones pragmticas: si bien todos podemos generar vvidasimgenes motoras varias (como, por ejemplo, hacer una lazada, o abotonarse unacamisa, o saltar sobre un pie), en stas y otras circuntancias similares lasmismas son difciles de describir y/o de poder ser explicadas verbalmente. Sedice por eso que las representaciones motoras no son objeto de contemplacin,ya que normal y rpidamente se transforman en movimientos. An as, el autorreferido defiende la idea de la imaginera motora, que definida y utilizadade forma adecuada, puede ser una clave para la comprensin de lasrepresentaciones motrices as como para entender el contenido cognitivo de lasacciones 7.

    Recordemos tambin que la representacin de una accin (cualquiera que stafuese) no puede estar limitada a los parmetros ni a las restriccionesdeterminadas por su ejecucin por parte del sistema motor; su objetivo -i.e.,el propsito que contiene y el objeto hacia el que est dirigida- debe tambinestar codificado, esto es: debe estar tambin representado. El objetivo deuna accin incluye una representacin interna tanto del objeto/objetivo hacia

    7 Ms all de referencias antomo-fisiolgicas a nivel cerebral, correspondientes a lasdiferentes reas de las cortezas primarias y asociativas vinculadas a la actividadsensorio-motriz y premotriz, Jeannerod (1994) enfatiza la importancia de la ya clsicadistincin hecha por Mishkin et al. (1983) de las dos principales derivaciones desde lacorteza visual: una hacia el lbulo parietal (por medio de cuyas conexiones parecenprocesarse los dnde), y otra hacia el lbulo temporal (cuyas conexiones se estimaque procesan los qu). Por su parte, Bridgeman (1989) plante diferencias entredistintos modos de procesamiento de la informacin: consciente / no-consciente,explcito/implcito, y automtico/controlado.

  • 8/4/2019 actos_motores

    5/12

    5

    el cual es dirigido, y otra del estado final del organismo cuando eseobjeto/objetivo hubiese sido alcanzado. Los antecedentes de este punto devista se encuentran en la literatura especializada bajo el encabezamiento deteora del esquema (cfr., Head, 1920; Schilder, 1931/35; Oldfield yZangwill, 1942; Lashley, 1951; Schmidt, 1975; Arbib, 1985; Iberall et al.

    1986; Iberall y Arbib, 1990).

    Se puede deducir, entonces, que, en ltima instancia, las representaciones noslo son las fuentes desde las que se conceptualiza la dinmica paraconducir el logro secuenciado de la accin motriz prxica; sta, aparte deprogramada y organizada, debe ser intencional, adecuada, ajustada, adaptativay finalstica. Adems, las representaciones deben anticipar (y, por ende,preparar al sujeto -organismo/mente- para...) las consecuencias de esa accin.En tal sentido, estimamos oportuno mencionar aqu una aseveracin de vanHofsten (1994): ...el principal problema de la cognicin es el de anticiparlas reacciones... (para una revisin de los modelos cognitivos de laactividad gestual/prxica cfr., Rothi, Ochipa y Heilman, 1991; Rothi yHeilman, 1984, 1997; Shallice y Burguess, 1991; Schwartz y col., 1991, 1993,

    1995; o Le May, 1998). De hecho, los conceptos arriba expresados no pareceranpoder ser aplicables a los actos sensoriomotores llamados reflejos.

    Sin duda y de forma simultnea al desarrollo lingstico -cuyo anlisiscorresponde al plano cognitivo-, el desenvolvimiento madurativo de losmecanismos normales para la dinmica neuromuscular del habla (como parte delmbito biolgico, en funcin de movimientos o procesos fonoarticulatorios)requiere primordial y gradualmente (1) adaptacin, (2) co-ordenacin y (3)control directo de los msculos involucrados en las actividades de los nivelesabdominal, torcico, larngeo, farngeo y de la cavidad bucal, as comocontrol indirecto del soporte corporal, en especial la regulacin tnico-postural, principalmente en los grupos musculares de a) las dos cinturas -lapelviana y la escapular-, b) en toda la extensin de la masa muscular

    paravertebral y c) en la equilibracin del macizo crneo-facial. Por lo tanto,para la realizacin eficiente de los mecanismos neuromusculares para el hablase requieren en particular no slo los comportamientos sensoriomotoresreflejos iniciales, sino praxias precisas, de estructuracin y desarrollogradual, pero no derivadas directamente de aquellos componentes reflejos.

    Los movimientos o habilidades motoras oro-faringo-faciales

    No resulta sencillo, entonces, asimilar directamente las dinmicasrespiratorias y alimentarias, inicialmente de ntida dependencia refleja, aaquellas necesarias para la adquisicin y el desarrollo de los mecanismosneuromotores tiles para el habla (procesos articulatorios). En primer lugarporque, como ya lo anticipramos, esas referidas acciones que comienzanteniendo un carcter reflejo, ms all de ser no-prxicas, tienen un accionarcuyo sentido es de afuera hacia adentro; esto es: son centrpetas. En otroaspecto, la dinmica fonoarticulatoria, aunque al principio se apoye enactividades reflejas, requiere una progresiva organizacin prxica (yconsecuentemente gnsica) compleja y tiene como componente incuestionable unsentido desde adentro hacia afuera; esto es: es centrfuga. Adems, como yaanticipara Bosma (1975), si bien en la dinmica de los procesosfonoarticulatorios pueden encontrarse componentes de acciones neuromuscularescomunes con la respiracin, la succin, la masticacin y la deglucin, es msque obvio que la fonoarticulacin no es ninguna de esas cuatro actividades. Esuna actividad decididamente diferente.

    En lo que se refiere a la maduracin del patrn deglutorio y sus posiblesrelaciones con los procesos fonoarticulatorios, entendemos importante recordaraqu que el reflejo oral, antecesor funcional del reflejo de succin (que se

  • 8/4/2019 actos_motores

    6/12

    6

    concatena con el reflejo de deglucin), ya es identificable sobre la 20semana de desarrollo fetal, segn referencias de Peterson y Schneider, 1991).Junto con las reacciones de enderezamiento ceflico, la reaccin refleja desuccin es uno de los patrones conductuales complejos ms tempranos que exhibeel recin nacido humano (cfr., Ross, Fisher y King, 1957) La referida

    actividad fetal sin duda prepara al recin nacido para la succin. Respecto dela dinmica deglutoria, hay poca literatura acerca del momento en que ocurreel cambio del patrn deglutorio, de infantil a adulto. Para Graber, Rakosi yPetrovic (1985) este cambio de patrn de movimientos para la deglucin seproducira entre los dos -2- y los cuatro -4- aos post-natales, en tanto quepara Proffit (1986) el mismo ocurrira no antes de los cuatro -4- o cinco -5-aos de edad cronolgica.

    En otros niveles se debe tener en cuenta que es a los tres -3- aospostnatales cuando normalmente se completa la denticin temporaria,adquiriendo entonces la boca una estructura casi completa, y es entre loscuatro -4- y los seis -6- aos de edad cronolgica cuando el desarrollo normaldel habla y de los diversos componentes constitutivos del lenguaje, deberan

    ir completndose (cfr., entre otros, respecto de diversos aspectos deldesarrollo del lenguaje, Katz y Fodor, 1963; Cromer, 1974, 1976, 1981; Slobin,1973, 1985; Dale, 1980; Bates y McWhinney, 1982; Fernndez Lagunilla y Anula,1985; Langley y Carbonell, 1987; Nelson, 1988; Clemente Linueza, 1992;Belinchn, 1995a,b).

    El desarrollo de los procesos fonoarticulatorios:comparacin de patrones motores

    Durante el perodo inicial del desarrollo del habla, los efectores motorescomienzan a modificarse en forma y funcin (Bosma, Op.Cit.). Cambiosanatmicos como la posicin del hioides, el descenso larngeo y eldesarrollo de la articulacin tmporo-mandibular (ATM) son muy importantes en

    este aspecto, as como tambin lo es el logro de la estabilidad posturalcrvico-craneal, a la cual, a su vez, dichos cambios contribuyen. Talmant,Renaudin y Renaud (1998a) han hecho valiosos aportes respecto de latrascendencia de la relacin crneo-cervical en el desarrollo de laorofarnge. En el mismo sentido, tambin los aportes de Rocabado (1984) hanpuesto en evidencia la estrecha concomitancia entre el sistema hioideo, larelacin crneo-crvico-mandibular y las vas areas superiores. Estaconcordancia polifactorial sera trascendente para el desarrollo ptimo de lasdiferentes funciones que, con distintas finalidades y empleando mecanismosdiversos, se cumplen en las cavidades farngea, oral y nasal.

    Para algunos autores (p.ej., Bosma, Op.Cit) las primeras producciones del hablaocurren en el contexto de la categorizacin funcional de la regin en base adinmicas esenciales para la respiracin y la alimentacin. Sin duda, el hablatiene en comn algunos elementos del funcionamiento de dichas categoras, perocompartimos la idea de que los procesos fonoarticulatorios no resultaran serun derivado directo de ninguna de ellas.

    Podra considerarse que el desarrollo de la fonoarticulacin del habla noparecera estar relacionado con el desarrollo de la alimentacin en lainfancia, an cuando algunas adquisiciones de los procesos articulatoriospudiesen considerarse como presentando alguna aparente analoga con elcomportamiento motor de algunos gestos alimentarios, como, por ejemplo, ladeglucin. En primer lugar hay que enfatizar que los tipos de movimientoslinguo-farngeos no seran los mismos en la deglucin que en los procesosarticulatorios. Bloomer (1963), en base a estudios fotogrficos, ya referaque la comparacin de los movimientos plato-farngeos durante la conversacinrevelan un patrn de diferente configuracin que los de la deglucin. Por otra

  • 8/4/2019 actos_motores

    7/12

    7

    parte, en uno de los pocos estudios comparativos directos realizados respectode los movimientos de la deglucin y aquellos utilizados para el habla, seconcluy que la primera diferencia en esos movimientos radica en la naturalezade la sinergia lengua-mandbula (Martin, 1991, citado por Kent, 1999). En ladeglucin, los movimientos de la mandbula y de la lengua se hallan

    rgidamente coordinados con la estabilizacin mandibular y la rpida elevacinde la lengua. En cambio, la coordinacin lengua-mandbula utilizada para elhabla, es mucho ms variable. Adems, segn referencias de estudios deFischman, Stone y McCall (citados por Talmand et al., Op.Cit.) ...durante ladeglucin la lengua modifica su forma como resultado de su contacto con el

    paladar -el que es limitado en variedad-, no como en el habla en la que las

    diferencias en la forma de la lengua determinarn la produccin de diferentes

    fonemas... (sic).

    Tampoco parecera haber una relacin directa entre los movimientos complejosusados en el habla con algunos de los movimientos de la mecnica respiratoria.El habla, nos dice Bosma (Op.Cit.), no es slo el funcionamiento larngeo yfarngeo en la respiracin; es ms que eso: en ese sentido el habla sera una

    adaptacin del componente espiratorio de la respiracin, como ocurre tambinen el llanto o la tos (lo que involucra particular y diferencialmente a lafase espiratoria). Creemos que no es necesario remarcar que tanto laespiracin como la tos o el grito del llanto, dependen de comportamientosmotores secuenciales, cuya dinmica es centrfuga, no centrpeta como ocurre alos producidos en la inspiracin, la succin y la deglucin 8.

    Propuesta

    En base a los lineamientos que hemos desarrollado hasta este punto, somospartidarios de sostener la presuncin de que las llamadas con ciertafrecuencia praxias bucofarngeas u orofaciales o vegetativas (accionesa las que preferiramos considerar como actos motores oro-faringo-faciales),

    no slo no seran verdaderas praxias, sino que tampoco parecerannecesariamente ser las precursoras (al menos, no las precursoras directas) delos procesos articulatorios, neuromusculares, del habla. En ese sentido y comohiptesis general nos parece interesante plantear la presencia de al menos dostipos de patrones en los movimientos oro-faringo-faciales, que no slotendran connotaciones diferentes, sino que mereceran un distinto abordajeconceptual y funcional. Esos dos tipos de patrones en los movimientos oro-faringo-faciales, segn el criterio que proponemos, seran:

    8Recurdese que estamos enfatizando sobre la direccionalidad de las secuencias de los

    movimientos que estn en la base de los componentes respiratorios, y no haciendo unadiferenciacin de las distintas fases (inspiracin, espiracin), ya que, entendemos quela dinmica respiratoria es una unidad funcional. Pero aqu nos referimos a loscomponentes neuromusculares que regulan los dismiles elementos funcionales de ladinmica neuromuscular que subyace a esa unidad. Stein (1942) ya haca esadistincin entre las fases inspiratoria y espiratoria de la respiracin en funcin dehabla, e incluso sealaba a los componentes de realimentacin auditiva derivados de losruidos producidos por el acto de succin y les otorgaba un valor prelingstico. Sibien es lgico considerar que esas realimentaciones favoreceran el desarrolloperceptual auditivo y participaran en la regulacin de los movimientos de succin, eshoy muy difcil considerarlas como antecesores directos del Lenguaje.

  • 8/4/2019 actos_motores

    8/12

    8

    1) los que llamaramos de tipo centrpeto, porque su dinmica se dirigehacia adentro (succin-deglucin-inspiracin), gobernados por (dependientesde) reflejos primarios y vinculados a funciones de sobrevida;

    2) aquellos que designaramos como de tipo centrfugo (espiraciones,

    eructos, regurgitaciones, vmitos, llantos, gemidos, grititos, vocalizaciones,gorjeos, laleos, etc.), dado que las secuencias de su dinmica se dirigendesde adentro hacia afuera, y que de forma gradual y compleja susrepresentaciones se integran -o son integradas- con las representaciones detipo simblico-comunicativas que se van conformando en otro nivel.

    Es nuestra impresin hipottica que estos comportamientos neuromotores queaqu reconocemos como de tipo centrfugo seran los que --incorporando,gradualmente y en diferentes niveles, las representaciones verbales auditivasy la realimentacin verbal y no-verbal que involucran a los primeros estadosde la adquisicin del lenguaje--, se iran transformando de procesos pre-articulatorios iniciales (al principio carentes de componentesrepresentacionales estables) en praxias fonoarticulatorias ya dependientes

    de una estructuracin gnsica tanto de los actos motores en s mismos y de losobjetivos de la actividad, como del componente cognitivo-lingstico enformacin.

    Conclusiones

    Al considerar el tema central de este artculo, resulta indudable que se estfrente a un complejo sistema funcional oro-faringo-facial que adems, porcierto, incluye tanto a la estructura de la nariz como a las funcionalidadesnasales. Dicho sistema funcional complejo est vinculado muy estrechamente alsistema hioideo por un lado, y a la relacin crneo-cervical por el otro. Elsistema funcional al que estamos haciendo referencia se organiza a partir deactos motores reflejas que se van complejizando en el transcurso del

    crecimiento anatmico y del desarrollo funcional de las estructuras que locomponen, sosteniendo as importantes funciones vitales para el ser humano yfacilitando la implementacin de aprendizajes ms que significativos para surelacin con el medio en el que se desarrolla. Esas funciones innatas as comolos procesos aprendidos usan las mismas estructuras (componente anatmico),pero es indudable que requieren sistemas dinmicos distintos (componentefisiolgico) y que, con el correr del tiempo, pasan a depender derepresentaciones mentales incuestionablemente diferentes (componentesanalizables, comprensibles y explicables desde los planos cognitivo eintencional).

    Sera, en principio, nuestra impresin que hay una compleja interrelacindinmico-temporal entre las diversas funciones y actividades referidas en esteartculo, ponindose sobre todo en evidencia cuando, en sujetos consideradosnormales, se observan algunas coincidencias en algunas pautas madurativascomo la adquisicin de la posicin sentado, la aparicin de los primerosdientes temporarios, el esbozo de la masticacin, el juego vocal(designacin en s misma, a nuestro criterio, poco precisa), el controvertidocambio de patrn deglutorio, etc..

    Es tambin posible considerar que pudisemos estar frente a una regulacinindirecta de los actos sensoriomotores (reflejos) en base a la construccingradual de representaciones para las actividades fonoarticulatoriasintencionales (es decir: la dinmica prxica utilizada como supraordinada alsustrato del mecanismo neuromuscular para el habla), reguladas, a su vez, porlas representaciones auditivas. Pero si observamos, sobre todo, los patronesde movimientos diferenciados de tipos centrpeto y centrfugo a los cualeshiciramos referencia, no podemos menos que dudar cuando escuchamos o leemos

  • 8/4/2019 actos_motores

    9/12

    9

    afirmaciones respecto de que unas capacidades, como las fonoarticulatorias --que estn ntimamente relacionadas con componentes cognitivo-lingsticos-,se vinculen de manera directa con otras habilidades, como las deglutorias,dependientes ms de componentes del contexto biolgico y, por ende,explicables de forma ms coherente desde ese otro plano de anlisis.

    Es nuestro parecer que podra llegar a ser conveniente dejar de referirnos aesas ltimas funciones mencionadas utilizando el trmino "praxias" y pasar allamarlas simplemente funciones o habilidades motoras (o actos motores)naso-oro-farngeas u oro-faringo-faciales o, de forma ms generalista ysencilla, habilidades motrices orales. En cambio, estimamos que los procesosfonoarticulatorios utilizados para el habla s se corresponden,indudablemente, con el concepto de "praxias".

    Por ltimo y con respecto a la referencia que suele comnmente hacerserespecto de la succin, la deglucin, la respiracin y el llamado juegovocal, asignndoles a todas ellas el rol de "funciones prelingsticas", nospermitiramos sugerir la conveniencia de tener en cuenta otras consideraciones

    al respecto. En nuestro criterio, esos actos sensoriomotores no deberan ser apriori considerados como prefunciones del lenguaje. De hecho, no tienendirectamente que ver con la estructura --abstracta, meta-representacional,lingstica--, del lenguaje, sino con algunos aspectos (muchos de ellos andiscutibles) vinculados tan slo a parte de algunos de los muchos mecanismosneuromusculares involucrados en la dinmica del habla.

    ------------------------------------------------------

    Referencias

    Arbib, MA (1985).- Schemas for the temporal organization of behavior. HumanNeurobiology, 4: 63-72.

    Barraquer Bordas, L (1974).- Afasias, Apraxias y Agnosias. Barcelona: Edics. Toray.

    Bates, E; McWhinney, B (1982).- Functionalist approaches to grammar. En, Wanner, E;Gleitman, L (Eds.), Language acquisition: The state of the art. Cambridge: CambridgeUniv. Press.

    Belinchn, M (1995a).- Aspectos cognitivos, lingsticos y emocionales en laadquisicin normal y no normal del lenguaje. Lenguaje y Comunicacin (UPS, Salamanca),9: 5-20.

    Belinchn, M (1995b).- Autonoma de la sintaxis y patologa del lenguaje: datos ycontroversias. En, Fernndez-Lagunilla, M; Anula, A (Eds.), Sintaxis y Cognicin.Madrid: Ed. Sintaxis. (Parte III, Cap.11, pgs. 409-436).

    Bloomer HH. (1963).- Speech defects in relation to orthodontics. Americ.J.Orth., 49:220.

    Bosma, JF (1975).- Anatomic and physiologic development of the speech apparatus. En,Tower, DB (Ed.) The Nervous System. Vol 3: Human Communication and its Disorders. NewYork: Raven Press

    Clemente Linueza, M (1989).- Actividades para el desarrollo del lenguaje. Salamanca,Instituto Universitario de Ciencias de la Educacin: Ediciones Universidad deSalamanca.

    Cromer, R (1974).- The development of language and cognition: The cognition hypothesis.En, Foss, D (Ed.), New perspectives in child development. Baltimore: Penguin.

  • 8/4/2019 actos_motores

    10/12

    10

    Cromer, R (1976).- The cognitive hypothesis for language acquisitition and itsimplications for child language deficiency. En, Morehead, DM, Morehead, AE (Eds.),Directions in normal and deficient child language. Baltimore. University Park Press.

    Cromer, RF (1981).- Reconceptualizing language acquisition and cognitive development.En, Schiefelbusch, R; Bricker, D (Eds.), Early language: Acquisition and intervention.

    Baltimore: University Park Press.

    Dale, PS (1980). Desarrollo del lenguaje. Un enfoque psicolingstico. Mxico:Trillas.

    de Ajuriaguerra, J; Hcaen, H; Angelergues, E (1960).- Les apraxies. Variets clniqueset latralization lsionelle. Rev. Neurologique, 10, 6: 506.

    de Ajuriaguerra, J; Stamback, M (1969).- Apraxias. En, Vinken, PJ; Bruyn, GW (eds.),Handbook of Neurology.Amsterdam: North Holland Pub.Cy.(tomo 4, pg. 433).

    de Ajuriguerra,J; Tissot, R (1969).- Apraxias. En, Vinken, PJ; Bruyn, GW (eds.),Handbook of Neurology.Amsterdam: North Holland Pub.Cy.(tomo 4, pg. 48).

    de Ajuriaguerra, J; Casatti, I (1985).- Ontogense des comportaments de tendresse. I.tude de lembrassement-streinte a partir du patern tendre-le-bras. La Psychiatriede lEnfant, 28, 2.

    de Ajuriaguerra, J et al. (1964).- Les dispraxies chez lenfant. La Psychiatrie delEnfant, II, 2.

    Dorlands Medical Dictionary, 25th. edit., Philadelphia: W.B.Saunders, 1974.

    Fernndez-Lagunilla, M; Anula-Rebollo, A (1995).- Sintaxis y Cognicin. Madrid: Edit.Sntesis.

    Graber, T; Rakosi, T; Petrovic, A. (1985).- Dentofacial orthopedics with functionalappliances. Ch. 5 Functional Analysis. The C.V. Mosby Co. page 126.

    Head, H (1920).- Studies in Neurology. London: Hodder & Stoughton.

    Hcaen, H (1977).- Afasias y Apraxias (trad.V. Fischman). Buenos Aires: Edit. Paidos.(original, Introduction a la Neuropsychologie. Paris: Libr. Larousse).

    Iberall, T; Arbib, MA (1990).- Schemas for the control of hand movements. An essay oncortical localization. En, Goodale, MA (Ed.), Vision and action: The control ofgrasping. Ablex.

    Iberall, T et al. (1986).- Opposition space as a structuring concept for the analysisof skilled hand movements. En, Heuer, H; Fromm, C (Eds.), Generation and modulation ofaction patterns. Experimental Brain Research Series, vol. 15.

    Jeannerod, M (1988).- The neural and behavioral organization of goal-directedmovements. Oxford: Oxford University Press.

    Jeannerod, M (1990).- The representation of the goal of an action and its role in thecontrol of goal-directed movements. En, Schwartz, EL (Ed.), Computationalneuroscience. Cambridge, MA.: The MIT Press.

    Jeannerod, M. (1994).- The representative brain: neural correlates of motor intentionand imagery. Behav.Brain Sci., 17, 2: 187-201.

    Jeannerod, M (1997).- The Cognitive Neuroscience of Action. Oxford, UK : BlackwellPubs, Ltd.

    Katz, JJ; Fodor, JA (1963).- The structure of a semantic Theory. Language, 19: 170-210.

  • 8/4/2019 actos_motores

    11/12

    11

    Kent, RD (1999).- Motor control: neurophysiology and functional development. En,Caruso, AJ; Strand, EA (Eds.), Clinical Management of Motor Speech Disorders inChildren. New York: Thieme Med. Pubs., Inc.. (ch.2, 29-72).

    Lashley, KS (1951).- The problem of serial order in behavior. En, Jeffress, LA (Ed.),Cerebral mechanisms and behavior. New York: J.Wiley.

    Langley, P; Carbonell, JG (1987).- Language acquisition and machine learning. En,MacWhinney (Ed.), Mechanisms of language acquisition. Hilldale, NJ: LEA.

    Le Gall, D (1998).- Lapraxie: approches cliniques, thoriques et rducatives.volutions Psychomotrices, 10, 41: 127-135.

    Luria, AR (1974).- El Cerebro en Accin. (trad., M. Torres). Barcelona: Edit.Fontanella.

    Martin, R.E. (1991) A comparison of Lingual Movements in Swallowing and SpeechProduction. Tesis doctoral no publicada. University of Wisconsin, Madison.

    Nelson, K (1988).- El descubrimiento del sentido. Madrid: Alianza.

    Oldfield, RC; Zangwill, OL (1942).- Heads concept of the schema and its application incontemporary British psychology. British J.Psychology, 32: 267-286; 33: 58.64.

    Peterson, J; Schneider, P (1991).- Hbitos bucales. Un enfoque conductual. ClnicasPeditricas Norteamericanas, 5.

    Piaget, J (1956).- Motricit, percption et intelligence. Enfance, 2.

    Piaget, J (1960).- Les praxies chez lenfant. Rev.Neurologie, 102.

    Piaget, J (1967).- Biologie et connaisance. Essai sur les relations entre lesrgulations organiques et les processus cognitifs. Paris: Edit. Gallimard.

    Proffit, WR (1986).- Contemporary Orthodontics. St. Louis: The C.V. Mosby Co (pgs. 109-

    115).

    Rocabado M. (1984).- Anlisis biomecnico crneo-cervical a travs de unatelerradiografa lateral. Rev. Chilena de Ortodoncia.

    Ross S; Fisher, AE; King, D (1957.).- Sucking behavior. A review of the literature. J.Gyenet Psychol.

    Rothi, LJG; Heilman, KM (1984).- Acquisition and retention of gestures by apraxicpatients.Brain and Cognition, 3: 426-437.

    Rothi, LJG; Heilman, KM (Eds.) (1997).- Apraxia. The Neuropsychology of Action.Hove: Psychology Press.

    Rothi, LJG; Ochipa, C; Heilman, KM (1991).- Cognitive neuropsychological model of limbpraxis. Cognitive Neuropsychology, 8: 443-458.

    Schilder, P (1931).- Image and Appearance of the Human Body.New York: Internat. Univ. Press. (edic. 1935, publicada por Routledge & Kegan Paul)

    Schmidt, RA (1975).- A schema theory of discrete motor skill learning. PsychologicalReviews, 82: 225-260.

    Schwartz, MF et al. (1991).- The quantitative description of action disorganizationafter brain damage: A case study. Cognitive Neuropsychology, 8: 381-314.

    Schwartz, MF et al. (1993).- Cognitive theory and the study of everyday actiondisorders after brain damage. J.Head Trauma Rehabilitation, 8, 1: 59-72

  • 8/4/2019 actos_motores

    12/12

    12

    Schwartz, MF et al. (1995).- Analysis of disorder of everyday action. CognitiveNeuropsychology, 12: 863-892.

    Shallice, T; Burgess, P (1991).- Higher-order cognitive impairments and frontal lobelesions in man. En, Levin, HS; Eisenbergh, HM, Benton, AL (Eds.), Frontal Lobe Functionand Dysfunction. New York: Oxford University Press.

    Slobin, DI (1973).- Cognitive prerequisites for the development of grammar. En,Ferguson, CA; Slobin, DI (Eds.), Studies of child language development. New York: Holt,Rinehart and Winston.

    Slobin, DI (1985).- The Crosslinguistic Study of Language Acquisition. Hillsdale, NJ:LEA.

    Stein, L (1942).- Speech and Voice. London: Methuen & Co. Ltd.

    Talmant J, Renaudin S, Renaud P (1998a).- Ventilation et Mcanique de loro-pharynx.Rev. Orthop. Dento Faciale, 32: 105-166.

    Talmant J, Renaudin S, Renaud P (1998b).- Ventilation et mcanique de tissus mousfaciaux. 6- Dveloppement de loro-pharynx: volution de la paroi ventrale du pharynx.Rev. Orthop. Dento Faciale, 32: 207-233.

    van Hofsten, C (1994).- Capacities for action in young infants.EURESCO-ESF, Acquafredda di Maratea, Italia, Oct. 08-13.

    ------------------------------------------------------------------

    Direcciones de los autores

    Carolina M. ODonnell Orlando L. SchragerFonoaudiloga Foniatra, Doctor en PsicologaPortugal 592 Falleci en Madrid,1405 - Buenos Aires el 18 de enero de 2002.-

    Argentinae-m: ------------------------------------------------------------------