actividad deportiva y adulto mayor · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es...

21
Pedro Ureña Bonilla Decano, Facultad de Ciencias de la Salud ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR RESUMEN En el presente artículo se analiza, en términos generales, la situación psicosocial del adulto mayor, y se discuten los alcan- ces que la actividad deportiva puede tener como alternativa para lograr una mejor ca- lidad de vida en el período de la adultez mayor. Asimismo, se reflexiona sobre el valor de la actividad deportiva en relación con factores psicológicos como: la capaci- dad cognitiva, el control emocional, la sen- sación psicológica de bienestar y las habi- lidades sociales. SUMMARY This article analyses the psychosocial setting for older people. It is discussed the physical exercise as an alternative to get a better life quality in the elderly. Likewise is given informa- tion about the physical activity value related to psychological factors like cognition ability, emotio- nal control, psychological well - being and social abilities. UBICACiÓN GENERAL DE LA PROBLEMÁTICA S egún la apreciación de políti- cos, científicos y expertos, el si- glo XXI podría denominarse el si- glo de los adultos mayores (Ott, Rahn & Kleine, 1990). Ante la pre- gunta de cómo pasa el adulto ma- yor en su diario vivir, se encuentran generalmente dos grupos: Los nuevos adultos mayores, quienes debido a su buena condición eco- nómica, su estado de salud y movi- lidad, así como a su iniciativa y em- prendimiento, viajan, bailan, practican deporte o estudian, y otro numeroso grupo de adultos mayo- res al límite de la pobreza, con una pobre condición de salud, vistos como una carga y que en la mayo- ría de los casos están recluidos en asilos donde deben ser atendidos. Si se enfoca la atención en el dia- rio vivir y la forma en que el adulto Aa~A-157

Upload: others

Post on 22-Mar-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

Pedro UreñaBonillaDecano, Facultad deCiencias de la Salud

ACTIVIDAD DEPORTIVA YADULTO MAYOR

RESUMEN

En el presente artículo se analiza, entérminos generales, la situación psicosocialdel adulto mayor, y se discuten los alcan-ces que la actividad deportiva puede tenercomo alternativa para lograr una mejor ca-lidad de vida en el período de la adultezmayor. Asimismo, se reflexiona sobre elvalor de la actividad deportiva en relacióncon factores psicológicos como: la capaci-dad cognitiva, el control emocional, la sen-sación psicológica de bienestar y las habi-lidades sociales.

SUMMARY

This article analyses the psychosocialsetting for older people. It is discussed the

physical exercise as analternative to get a betterlife quality in the elderly.Likewise is given informa-tion about the physicalactivity value related topsychological factors likecognition ability, emotio-nal control, psychologicalwell - being and socialabilities.

UBICACiÓN GENERAL DE LAPROBLEMÁTICA

Según la apreciación de políti-cos, científicos y expertos, el si-

glo XXI podría denominarse el si-glo de los adultos mayores (Ott,Rahn & Kleine, 1990). Ante la pre-gunta de cómo pasa el adulto ma-yor en su diario vivir, se encuentrangeneralmente dos grupos: Losnuevos adultos mayores, quienesdebido a su buena condición eco-nómica, su estado de salud y movi-lidad, así como a su iniciativa y em-prendimiento, viajan, bailan,practican deporte o estudian, y otronumeroso grupo de adultos mayo-res al límite de la pobreza, con unapobre condición de salud, vistoscomo una carga y que en la mayo-ría de los casos están recluidos enasilos donde deben ser atendidos.

Si se enfoca la atención en el dia-rio vivir y la forma en que el adulto

Aa~A-157

Page 2: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

mayor utiliza el tiempo libre, seencontraría un cuadro como elsiguiente:

Una demanda mayor de orga-nización del tiempo libre, especial-mente debido 919 temcrano enque se están dando los procesosde jubilación.

Existe la necesidad de una ma-yor oferta de altemativas para el usodel tiempo libre; esto como conse-cuencia del número creciente deadultos mayores. Especial interésrepresenta el grupo de mujeresadultas mayores solas. Lo anteriordémanda cambios y ajustes en laspropuestas para el uso del tiempolibre, como consecuencia de la altaexpectativa de vida existente.

La aparición de dos grupos ex-tremos con condiciones disímiles,los muy privilegiados y los muy des-favorecidos, son consecuencia dela heterogeneidad en cuanto a losingresos de las personas pertene-cientes al grupo de adultos mayores.

La necesidad de pensar en po-sibilidades diferentes y accesiblesde uso del tiempo libre del adultomayor, se debe a que la mayor can-tidad de adultos mayores viven ensus casas.

Definitivamente, se está anteuna realidad en la que es preciso yurgente promover esfuerzos políti-cos y sociales que nos permitanmodificar el cuadro existente. Eneste contexto, la actividad deporti-va se convierte en un instrumentoque gana cada día mayor vigencia

158-Aa¡¡A

y validez (Tokarski, 1991). La acti-vidad deportiva para adultos mayo-res, no solo es un factor determi-nante en la organización del tiempolibre, sino también parte consustan-cial del desarrollo de la personali-dod y de la totaJjdad de,l proceso do!envejecimiento. Aunque la atenciónplena y adecuada de la situación devida del adulto mayor requerirá enprimera instancia de decisiones so-ciopolíticas que presenten la proble-mática real, debe crearse concien-cia y ofrecer opciones concretas yaccesibles (Dreisbach, 1983: 96).

Sin lugar a dudas, la dinámicade la sociedad industrial moderna.con sus valores y normas, favore-ce la conformación de un grupocada vez mayor de adultos solita-rios (Ott, Rahn & Kleine, 1990).Quien no se ajuste a los valores derendimiento establecidos por el sis-tema, pierde valor ante la sociedad.Lamentablemente, el adulto mayorno escapa a esta realidad y comoconsecuencia se enfrenta a unadesvinculación social y pérdida deidentidad social cada vez mayor(Nitsch, 2004).

El panorama social del adultomayor está caracterizado por unagran cantidad de prejuicios. Porejemplo, la senectud es asociadacon poca capacidad de adaptación,de ajuste a las cosas nuevas, concomportamiento infantil, desinterésy poca iniciativa (GHS Kasel, 1984:5). Estos estereotipos conducenhacia una limitación social del gru-po de adultos mayores. El hecho esque la imagen externa del adultomayor y las expectativas sociales

Page 3: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

asociadas a esta, influencian defi-nitivamente el comportamiento realdel adulto mayor.

De acuerdo con un enfoque hu-manista, en el cual la solidaridad y

.PoI .r.prnonr.imip.nto elel ser humanoson centrales, es ineludible la tareade brindar ayuda y apoyo a los adul-tos mayores. Se deben gestar ac-ciones que conduzcan hacia el for-talecimiento del período de vida deladulto mayor con nuevos conteni-dos, estimulando una calidad devida superior y promoviendo satis-facción. En este contexto, la activi-dad deportiva representa una granposibilidad con efectos positivos nosolo en la dimensión física, sinotambién en la dimensión psicológi-ca y social (Ott, Rahn & Kleine,1996: 132). Las condiciones y ra-zones para que los adultos mayo-res se incorporen a programas deactividad deportiva ya existen, soloresta implementar acciones quepromuevan la adherencia de estaspersonas a un estilo de vida activo,de mejor calidad (Meusel, 1999;Singer, 1985).

Entre algunos de los factoresque suelen mencionarse como mo-tivantes para que el adulto mayorse incorpore a programas de ejer-cicio físico están: La influencia po-sitiva del círculo familiar (apoyandoy estimulando estilos de vida acti-vos) y la búsqueda de estados óp-timos de salud (Rieder, 1977;Neumann, 1975). También se men-cionan otras razones importantescomo el cambio, la compensación,el contacto social o afiliación y laalegría y placer asociada al ejerci-

cio (Allmer, 2004; Allmer, 1982). Demanera que se está ante una es-tructura variada de motivos, quepuede ser estimulada para promo-cionar estilos de vida más activos yconsecuentemente saludables.

Papel de la actividad deportivaen la adultez mayor

La actividad deportiva recomen-dada para los adultos mayores de-pende de varios factores. De fun-damental importancia son aquellosde orden personal, entre los quedestaca la biografía deportiva deladulto mayor. Será distinto si setrata de una persona que está rei-niciando la actividad deportiva o, sipor el contrario, se trata de una per-sona activa o que inicia con el ejer-cicio. En relación con los distintostipos de actividades deportivas re-comendadas se pueden distinguirlas siguientes (Meusel, 1988a: 180):

• Actividades deportivas adecua-das para todos como gimnasia,bicicleta, caminata, acondiciona-miento físico, golf, baile.

• Actividades deportivas para todoscon preparación especial talescomo badminton, tenis de mesa,trotar, nadar, esquiar distancia.

• Actividades deportivas para de-portistas con experiencia, entre

Aa~A-159

Page 4: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

ellos, juegos colectivos, tenis,patinaje, esquiar, atletismo, mon-tar, conotaje.

• Actividades deportivas que soninadecuadas para adultos mayo-res, entre ellas: gimnasia conaoaratos ..carreras rte y.e.l!>.ddad,.buceo, carreras de fondo y me-dio fondo.

En el caso particular del adultomayor, es fundamental considerarla experiencia deportiva que éstehaya tenido, para definir el tipo deactividad física por recomendar. Sinembargo, la mayoría de los auto-res coinciden en que la caminata yel trote suave por trechos largos. esadecuado para todos los adultosmayores; así como andar en bici-cleta; ejercicio con grandes venta-jas por cuanto no recarga las arti-culaciones (Meusel, 1996). Tambiénla natación representa una de lasactividades deportivas más adecua-das para la promoción de la saluddel adulto mayor. Entre las venta-jas que se le asocian están la des-carga del aparato óseo muscular ylos efectos positivos sobre el apa-rato cardiovascular (Meusel, 1996).

FACTORES MOTIVACIONALESE INHIBIDORES

Aspectos motivacionales: En elcaso del adulto mayor, los motivospara participar en las actividadesfísicas y deportivas van desde ob-tener una mejor salud hasta sentir-se bien, socializar, interactuar, me-jorar la capacidad de rendimiento,el esfuerzo, la alegría en el movi-miento y la diversión (Allmer,2004:2); aunque en un primer pla-

160 - Aa~A

no aparece el motivo salud (Schli-cht, 1998:8). Sin embargo, algunascondiciones son importantes paraque tales motivos puedan activar-se y generar comportamientos par-ticulares. Primero, la persona ma-)'Dr .debe es..tar C.c\QV9.r:\c.~ de~"modificar su condición psicofísica,y segundo, a la actividad deportivadebe asignársele una función, es-pecialmente un valor compensato-rio y preventivo (Allmer, 1996).

El motivo salud es todavía másefectivo cuando el adulto mayor sesiente realmente afectado en sucorporeidad (Allmer, 1996:11). Estemismo autor menciona como dispa-rador.es del deseo de hacer activi-dad deportiva, la presencia de limi-taciones para moverse y malestarfísico, lo que significa que los movi-mientos cotidianos se hacen cadadía más difíciles y que las moles-tias corporales aumentan. Por otrolado, está la percepción social. Apartir de los cambios en la vida la-boral y familiar, el adulto mayor pier-de posibilidades de vinculación ycontacto social, situación que pormedio del deporte puede eventual-mente modificarse, al promover laformación de grupos deportivos.

La actividad deportiva tambiénofrece una posibilidad para modifi-car el plan diario de vida del adultomayor en forma constructiva, leagrega nuevas posibilidades de afi-liación y experiencias reconfortan-tes que fortalecen la autovalía y laautoafirmación, especialmente alestimular el logro de metas perso-nales y la sensación subjetiva debienestar (Allmer, 1996:11).

Page 5: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

También se debe diferenciar en-tre motivos para involucrarse enactividades deportivas y motivospara permanecer en la actividaddeportiva (Allmer, 2004:5). En elprimero de los casos, la salud re-sulta ser la razón más importante;sin embargo, posteriormente, lanecesidad de contacto social pasaa ocupar un lugar preponderante.Estos son detalles importantes porconsiderar cuando se trabaja conadultos mayores.

Aspectos inhibidores: Los adultosmayores suelen utilizar diferentesexcusas para no realizar actividaddeportiva (Allmer, 1996; Denk &Pache, 1996 a,b, 1997). En estesentido, un estudio realizado porAllmer (1995) mostró con claridadseis razones fundamentales parano hacer actividad física: Primero,la actividad deportiva no es vistacomo algo necesario; es decir, eladulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" ahacer actividad deportiva. Segundo,la actividad deportiva se asocia coninversiones en tiempo y dinero, loque representa un factor negativopara la adherencia. Asimismo, la ac-tividad deportiva se asocia con es-fuerzo y cansancio, situación que notodos quieren aceptar y asumircomo realidad propia del ejerciciofísico (Allmer, 2004).

Paralelo a los factores inhibido-res mencionados, existen otra se-rie de actividades que compiten conel ejercicio físico, entre ellas, lospasatiempos alternativos como loscafé entre pares, el cine, la televi-sión. Se suma, además, el hecho

de que la actividad deportiva pue-de asociarse con temores particu-lares, verbigracia el de una lesión,lo que reduce la. probabilidad y elinterés por participar en ella. Espe-cialmente cuando se trata de adul-tos mayores, con frecuencia encon-tramos limitaciones de orden sociale inseguridades, entre las que sepuede mencionar el rechazo del con-tacto corporal y el temor a mostrardeficiencias corporales.

También, suele considerarse laactividad deportiva como un medioinadecuado para la satisfacción demotivos relevantes. Por ejemplo,para corresponder la necesidad desocialización, se busca participar enactividades que no tienen nada quever con la práctica deportiva: la igle-sia, el club de amigos, otros. Final-mente, debe decirse que el estilode vida pasivo, propio de la mayo-ría de los adultos mayores, es engran parte el resultado de una vidasedentaria. De ahí la importancia depromover estilos de vida activosdesde la niñez.

Actividad deportiva y correlatospsicológicos en adultosmayores

En el estudio de Veltlin (1978: 2),se argumenta que los efectos de laactividad deportiva en el adultomayor son más importantes en ladimensión psíquica que en la di-mensión puramente biológica. Elproceso de envejecimiento psicoló-gico se caracteriza por una reduc-ción de las habilidades intelectua-les, lo que se asocia conmodificaciones en los componentes

AailA -161

Page 6: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

biológicos y en las condiciones so-ciales. El estado de salud se dete-riora, haciendo que se refuerce elaislamiento, la dependencia y la re-ducción del espacio vital, lo queconduce inevitablemente hacia pro-blemas en el área psicológica. Nadadespreciable es, en este contexto,la influencia negativa de los estereo-tipos alrededor de esta fase de lavida; lo que depara dificultades parael adulto mayor en el grupo social.

En un sistema de productividad,la competencia y el rendimiento sonlos valores supremos. Con el enve-jecimiento, se asocian, sin embar-go, el deterioro del rendimiento y, enconsecuencia, se reduce la posibi-lidad de experimentar la sensaciónde éxito y logro; decae el prestigioy se vive la absoluta discriminaciónpor parte del sistema laboral. Eneste contexto, no es de extrañar quese apodere del adulto mayor unaactitud negativa y de resignación.

Se debe tener en cuenta que lareducción de la capacidad de tra-bajo corporal es calificada de ma-nera negativa, tanto desde el puntode vista social como económico yprofesional. Por lo anterior, no esninguna sorpresa encontrarse conuna serie de consecuencias psico-lógicas negativas. Entre algunas delas consecuencias que tiene el pro-ceso del envejecimiento se puedenmencionar la reducción de la capa-cidad de aprendizaje y de la memo-ria, lo que se manifiesta en la difi-cultad para aprender cosas nuevasy para desaprender otras.

En general, los procesos deaprendizaje se ven entorpecidos y

162 - Aai4A

conducen a una reducción de lacapacidad de rendimiento de lossentidos y de la reacción. En térmi-nos generales, el adulto mayor tie-ne dificultades crecientes con elprocesamiento de información(Meusel, 1996). Asimismo, los cam-bios psicológicos durante la vida deladulto mayor se manifiestan, sobretodo, en síndromes psicosomáticos,depresivos y psicóticos que afectannotoriamente su calidad de vida(Reimann & Reimann, 1983:193).

Algunos de los posibles efectosde la actividad deportiva en el adul-to mayor se presentan en los resul-tados del estudio de Neuman(1975). Este autor reportó que laspersonas adultas mayores que rea-lizan actividad deportiva muestranvalores altos en factores como laautovalía, el enriquecimiento delespacio vital y experimentan, a lavez, una mayor necesidad de acti-vidad física; además una sensaciónde bienestar general alta.

También Becker et al. (1977:79)concluyeron que la participación deladulto mayor en programas de gim-nasia, activa y mejora la voluntadde los participantes y el deseo delogro. Estos mismos autores argu-mentan que la vivencia de éxito enla actividad deportiva actúa, entreotras cosas, en contra de la resig-nación y de la indefensión, aspec-tos que tienen un peso importanteen la etapa de la adultez mayor.Además de los efectos anteriores.se reportaron niveles de autocon-ciencia reforzados, nuevos con-tactos sociales y mayor alegríapor la vida.

Page 7: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

En el estudio de Hertle(1977:213), un grupo de adultosmayores, que asistió a un curso denatación, amplió significativamentesus redes sociales de contacto. In-cluso, tiempo después de haberconcluido con el curso, las perso-nas del grupo continuaron partici-pando juntos en programas de acti-vidad deportiva, especialmente denatación. Evidentemente, el motivoafiliación juega un papel fundamen-tal en el contexto de estos programas.

También Friedrich et al.(1981 :96) trabajaron con 93 perso-nas adultas mayores con edadesentre los 50 y 70 años, durante unaño completo, utilizando activida-des deportivas como: caminar, gim-nasia y juegos. El propósito del es-tudio fue determinar si la exigenciacorporal regular en grupos forma-les contribuía a una estabilizacióndel estado emocional. Los principa-les resultados mostraron reduccio-nes significativas en la sintomato-logía propia de la depresión y de laagresividad, así como también unamayor estabilidad emocional.

En la misma línea investigativa,Sydney & Shephard (1980:54) es-tudiaron los efectos psicológicos deun programa de trabajo corporal conadultos mayores. Contaron con laparticipación de 34 adultos mayo-res (22 mujeres y 12 hombres), conuna edad promedio de 60 años.Después de 14 semanas de traba-jo, el 83% de los participantes re-portó mejorías significativas en re-lación con la sensación de bienestargeneral. También se reportó unadisminución importante del temormanifiesto y un aumento en la acti-

vidad corporal como forma de libe-rar tensión.

De manera consistente con losestudios antes citados, Meusel(1988:27) reportó otra serie de efec-tos importantes asociados con laactividad deportiva para el caso delos adultos mayores. Entre ellos,aumentos en la vitalidad, actividad,ánimo y satisfacción, alegría, au-toafirmación y auto- confianza. Pormedio del entrenamiento de las des-trezas, de la habilidad de reaccióny de la atención, se mejoró y man-tuvo el rendimiento de los sentidos.En términos generales, se encon-traron mejoras importantes en lasensación subjetiva de bienestar,aunque también se especulan po-sibles mejorías en las habilidadesmentales: memoria y concentra-ción, como consecuencia de unamejoría en el intercambio de oxíge-no a nivel cerebral (Dreisbach,1983:94).

También el estudio de McMurdo& Burnett (1992) mostró resultadosimportantes. Estos autores trabaja-ron con dos grupos de adultos ma-yores, asignados respectivamenteyen forma aleatoria a un grupo con-trol y otro experimental (actividaddeportiva). En el caso del grupo querealizó actividad deportiva, se repor-taron mejoras significativas encuanto a satisfacción de vida, asícomo un crecimiento importante deoportunidades de socialización.Con lo anterior se presume una aso-ciación con la actividad deportiva,una mayor apertura en la percep-ción del mundo del adulto mayor yen consecuencia de mayores posi-bilidades de acción.

Aa~A-163

Page 8: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

Incluso en la realización de acti-vidades donde se ven involucradosmovimientos corporales simples(jardinerla, compras, caminata ysubir gradas), se pueden observarefectos significativos en factorescomo la sensación psicológica debienestar, especialmente en el casode los hombres (Calloso, Margan,Basey & Fentem, 1988).

En fechas más recientes, elestudio realizado por Denk &Pache (1996a) mostró los si-guientes resultados:

La cantidad de actividad depor-tiva que se realice influye de mane-ra importante sobre la actitud haciala práctica deportiva en adultos.

Las manifestaciones positivassobre la práctica deportiva, exter-nadas por los adultos inactivos,distan mucho del comportamien-to real de estos.

El motivo salud tiene una granimportancia no solo para los adul-tos mayores activos, sino tambiénpara los inactivos.

Los adultos mayores activos tie-nen un auto-concepto positivo enrelación con la aptitud física, la sa-lud y de manera general una acti-tud dinámica. Asimismo, estas ca-racterísticas actitudinales semantienen estables a pesar delavance en la edad; todo lo contra-rio sucede para el caso de los adul-tos mayores inactivos.

Consistente con la línea de tra-bajo expuesta, Tsutsumi, Don,

164-Aa~A

Zaichkowsky, Takenaka et al.(1997) llevaron a cabo un estudiopara examinar el efecto del entre-namiento de fuerza sobre el estadoanímico y la ansiedad en un grupode adultos mayores de sexo feme-nino. Se trató de un grupo de muje-res sedentarias pero saludables,quienes participaron en un progra-ma de entrenamiento de fuerza conintensidades desde moderadas (55-65 % del rendimiento máximo enuna repetición (RM 1) hasta altas(75-85% R M1), con edades prome-dio de 69 años. Se contó tambiéncon un grupo control. El entrena-miento de fuerza se ejecutó 3 díasa la semana durante 12 semanas.En ambos grupos de entrenamien-to, las mujeres adultas mayoresmostraron una mejoría significativaen su estado anímico. Asimismo, elgrupo que trabajó con intensidadesmoderadas, redujo significativa-mente los niveles de ansiedad com-parado con el grupo control. En tér-minos generales, los resultados deeste estudio evidencian los efectospositivos del entrenamiento de lafuerza con intensidad moderada enla mejoría de la salud psicológica.

En este mismo sentido, Norvell& Belles (1993) reportaron efectospsicológicos positivos asociados alentrenamiento de la fuerza, particu-larmente en cuanto al estado emo-cional y a la reducción del estrés.En este estudio en particular, secontó con la participación de un gru-po control y uno experimental. Elgrupo que participó en el entrena-miento de fuerza lo hizo con in-tensidades entre el 70 y el 80%del RM1.

Page 9: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

Después de completadas 16 se-manas de entrenamiento se repor-taron mejorías significativas en va-riables como: sintomatologíadepresiva, ansiedad y hostilidad.Los investigadores sostienen quelas mejorías en el estado anímico.probablemente se deban a la reduc-ción en la vivencia de estrés.

Asimismo, Don, Zaichkowsky &Tsutsumi (1996) investigaron losefectos de un programa de entre-namiento de la fuerza sobre la reac-tividad cardiovascular al estrés psi-cológico, en mujeres adultasmayores con edades entre los 60 y84 años de edad. Se conformarontres grupos en forma aleatoria, gru-po 1- trabajo de fuerza alta intensi-dad (80% RM1), grupo 2- trabajocon mediana intensidad (60% RM1)Yel grupo control. Se realizó un en-trenamiento progresivo de fuerzadurante 12 semanas, tres sesionespor semana. Los resultados del es-tudio mostraron que los adultosmayores que trabajaron el progra-ma de fuerza manifestaron reduc-ciones significativas en la reactivi-dad cardiaca al estrés psicológico,por lo que se concluyó que el tra-bajo de fuerza puede beneficiar lasalud mental del adulto debido alfactor protección que representaríaante el estrés.

A manera de conclusión parcial,podría decirse que la calidad devida del adulto mayor se ve mejo-rada con el entrenamiento de lafuerza. Es importante recordar quela muerte por problemas cardiacosrepresenta el 70 % de los decesosen personas mayores de 75 años.

Capacidad cognitiva: Es bien co-nocido que con la edad la habilidadfuncional cognitiva, por ejemplo lacapacidad de percepción, la memo-ria y en general la capacidad depensamiento, se ve afectada (Chur-chill et al. 2002; Kramer & Willis,2002). Esta situación no solo sedebe a los efectos propios del pro-ceso del envejecimiento, sino tam-bién a la reducción de la actividadcognitiva misma (Allmer, 2004).De manera que el adulto mayorque se mantenga activo desde elpunto de vista cognitivo, se veríamenos afectado.

En este contexto, lippke et al.(200: 156) reportaron relacionespositivas entre actividad deportivay habilidad funcional cognitiva, es-pecialmente en factores como lamemoria, la atención y la concen-tración. Asimismo, el estudio deEmery & Blumenthal (1991) mostrórelaciones significativas entre acti-vidad deportiva y capacidad dememoria. No sucedió lo mismo alcorrelacionar actividad deportiva einteligencia.

Por otra parte, Denk & Pache(1997) investigaron los efectos deun programa de actividad deporti-va sobre la capacidad funcionalcognitiva. Los resultados reporta-dos mostraron que los adultos ma-yores que hacen actividad deporti-va mantienen valores constantes encuanto a la irrigación sanguíneacerebral, mientras que en los adul-tos mayores no activos desde elpunto de vista deportivo, estos va-lores se ven reducidos. Asimismo,los activos en comparación con los

AailA -165

Page 10: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

no activos mostraron valores signi-ficativamente superiores en los testde rendimiento cognitivo aplicados.Estos resultados coinciden con losreportados por Yaffe et al. (2001),quienes reportaron que las mujeresadultas mayores (65+) que partici-pan de manera frecuente en activi-dades deportivas, comparadas conmujeres de igual edad pero inacti-vas, muestran un deterioro muchomenor en la habilidad cognitiva.

De acuerdo con Albert, Jones &Savage (1995), no solo las activi-dades deportivas de alta intensidadreducen la probabilidad de deterio-ro del rendimiento cognitivo, sinotambién las actividades deportivasde me,diana intensidad. Esto esconfirmado por los resultados repor-tados en el "Canadian Study of Healthand Aging" (Laurin et al., 2001), enel cual se mostró que las mujeresactivas deportivamente tienen unriesgo mucho menor de sufrir defi-ciencias en la capacidad cognitivao de enfermedades como Alzhei-meroPara estos autores, es incues-tionable que la actividad deportivatiene una función protectora de lasalud mental.

Siguiendo a Meusel (1996: 43),podría decirse que el entrenamien-to de resistencia aeróbica regulartiene efectos positivos sobre el ren-dimiento intelectual en adultos ma-yores. Sobre todo, porque se favo-rece la salud y se promueve lainteracción entre persona y medio.Asimismo, porque la actividad cor-poral favorece el suministro de oxí-geno al cerebro, por lo que se al-canzan efectos positivos sobre las

166 - Aa~A

habilidades mentales, la memoria yla concentración (Ott y otros, 1990:141). Además, el entrenamiento dela agilidad, de la atención y de lareacción puede mantener y mejo-rar el rendimiento de los sentidos,reduciendo así la probabilidad decaídas y accidentes en el adultomayor (Ott y otros, 1990:143).

Área emocional: Con la edad tam-bién se presentan cambios impor-tantes en el área emocional. Estoscambios se manifiestan en reduc-ciones importantes en factorescomo: vitalidad, actividad, ánimo,satisfacción, seguridad, depresio-nes y agresividad. Las causas deestos.cambios pueden ser ubicadasen la dimensión somática, psíquicao en el medio, aunque normalmen-te se presentan a la vez y se influen-cian recíprocamente (Meusel,1996:48).

En relación con el efecto que tie-ne la actividad deportiva sobre ladimensión emocional, hasta la fe-cha son pocos los resultados repor-tados y parcialmente contradicto-rios. Esto se fundamenta, sobretodo, en los distintos enfoques y di-ficultades metodológicas. Sin em-bargo, y de acuerdo con Meusel(1996:50), la práctica deportiva,especialmente los deportes de re-sistencia aeróbica, ejercen una in-fluencia positiva sobre el estado deánimo, generando estabilidad emo-cional y equilibrio. El autor argu-menta que, después de una cargafísica, desde suave hasta mediana-mente intensa, se refuerza la acti-vidad del sistema nervioso parasim-pático, se intensifica la irrigación

Page 11: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

sanguínea del sistema nerviosocentral y se induce un estado derelajación y de sensación de bien-estar general.

Sin duda alguna, la actividaddeportiva es un posible camino parasuperar la soledad, el vacío y elaburrimiento que se experimenta enla fase de la adultez mayor. Huber(1993:93) mostró que las activi-da-des deportivas de naturaleza aeró-bica podían tener efecto terapéuti-co real sobre las depresiones,proporcionando tranquilidad al adul-to mayor, particularmente cuandopadece de estrés, tensión crónica,nerviosismo e intranquilidad (Meu-sel, 1996:51; Ottyotros, 1990:142).También se reportó que el adultomayor activo físicamente se ca-racteriza por una sensación debienestar psíquico superior,muestra menos síntomas depre-sivos, ansiógenos y un estadoanímico positivo.

De acuerdo con Meusel(1996:59), un programa de activi-dad deportiva basado en activida-des de resistencia aeróbica, puedetener efectos positivos sobre laauto-imagen del adulto mayor.Sobre todo, porque durante la acti-vidad deportiva el adulto mayor re-cibe permanentemente retroalimen-tación sobre su propio rendimiento,de manera que puede valorar enforma realista sus posibilidades.Esta es la mejor protección contrala sobre-exigencia y el retiro nojustificado a la pasividad.

Por otra parte, podría decirseque la actividad deportiva contri bu-

ye sustancialmente a que la auto-valoración del adulto mayor se ajus-te adecuadamente a la edad (Meu-sel, 1996:59). En relación con laactividad deportiva y la autoimagen,también juegan un papel importan-te variables como el auto-conceptoy la autovalía o autoestima. En estecontexto, se entendería el autocon-cepto como el conjunto de aprecia-ciones y convicciones que se tienenen relación con la propia persona(Meusel, 1996:59). Ambos factores,tanto la autovalía como el autocon-cepto, se ven influenciados positi-vamente por la práctica deportiva,sobre todo cuando se logran me-tas. El orgullo de haber alcanzado unrendimiento particular y el reconoci-miento de los otros aumenta la sen-sación de autovalía (Stoll, 2001).

La mayoría de los autores coin-ciden en que la actividad deportivafacilita la vivencia de experienciascorporales positivas y favorece laapreciación de la capacidad de ren-dimiento del propio cuerpo, condi-ciones fundamentales para unamejor calidad de vida desde el pun-to de vista emocional.

Habilidades funcionales socia-les: Dadas las características de laactividad deportiva, en la que elcontacto social es indispensable, esperfectamente factible pensar en elvalor potencial de esta en la promo-ción de las habilidades funcionalessociales (Allmer, 2004:48). En estesentido, se espera que la actividaddeportiva influya de manera positi-va en el desarrollo de la competen-cia social; por ejemplo, para esta-blecer y mantener contactos

ariA -167

Page 12: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

sociales, para manifestar los pro-pios deseos y sentimientos, parareconocer los sentimientos y de-seos de los otros, y para desenvol-verse de manera adecuada en si-tuaciones sociales (Haske, 1988).

Consistente con la argumenta-ción expuesta, Schlicht (1998) des-taca el valor de la actividad deporti-va en cuanto que ésta brinda unaposibilidad importante para la vin-culación social y para la construc-ción de redes de apoyo. Asimismo,Weber (1999:49) es del criterio deque por medio de la actividad de-portiva, la persona adulta mayor tie-

ne la posibilidad de estructurar eldía y las semanas de mejor forma,de manera que puede manteneractualizados sus contactos socialesy, a la vez, puede establecer nue-vos contactos.

Sin lugar a dudas, la participa-ción en actividades deportivas faci-lita no solo nuevos contactos socia-les, sino que promueve lacomunicación, la participación y laintegración. Todo esto estimula laapertura, la sensibilidad, la indepen-dencia en el sentido de una mejorautoorganización y una mayor fun-cionalidad motora (Kapustin,

168 - Aa~A

1990:162). Además, la actividaddeportiva con adultos mayores es-timula la movilidad y, en consecuen-cia, una mayor satisfacción de vida(Meusel, 1996:66).

Aunque los resultados expues-tos son alentadoramente optimis-tas, todavía es preciso diseñar es-tudios en los que se investigue demanera sistemática el efecto de laactividad deportiva sobre las habili-dades funcionales sociales (Allmer,2004:49).

Sensación de bienestar: Con baseen Mayring (1987), a partir de los60 años la sensación de bienestartiende a decrecer. Esta situación noestá estrechamente relacionadacon la edad, sino con problemasgenerales de la salud. La sensaciónde bienestar social es de gran im-portancia para el adulto mayor, apesar de que el círculo social deladulto mayor se reduce y de que lainfluencia social sobre él decrecesustancialmente. También la sensa-ción de bienestar psíquico y físicoadquieren un papel fundamental enesta fase de la vida. En cuanto alárea psíquica, se trata sobre todode encontrarle un nuevo sentido ala vida y de recuperar el controlsobre el propio hacer y pensar.Mientras que la sensación de bien-estar físico se refiere, fundamental-mente, a la decrepitud ya las mo-lestias corporales que aquejan confrecuencia al adulto mayor.

En este contexto, el punto departida es que la actividad deporti-va tiene efectos en la dimensión fí-sica (sensación de bienestar físico),

Page 13: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

psíquica (sensación de bienestarpsíquico) y social (sensación debienestar social). Por lo tanto, losefectos de la actividad deportivasobre el bienestar físico se mani-fiestan en la reducción de las mo-lestias corporales y en un fortaleci-miento positivo de valoraciónsubjetiva del estado de bienestar ysalud (Allmer, 1997:32).

En relación con la sensaciónsubjetiva de bienestar, suele distin-guirse entre un componente actualy uno habitual. De manera que laactividad deportiva puede influirpositivamente sobre la sensaciónde bienestar psíquico actual e in-ducir una mejoría del ánimo y unareducción de la tensión. En el casodel componente habitual, la activi-dad deportiva puede inducir mejo-rías, reduciendo la sintomatologíadepresiva y la ansiedad; ademásaumenta la resistencia al estrés (AII-mer, 1997:32). Asimismo, se mues-tran mejorías en el autoconcepto yen la autovalía (Allmer et al., 1989).

En este mismo contexto, Ott etal. (1990:142) mencionan otros as-pectos que se ven favorecidos conla práctica deportiva en la adultezmayor, entre ellos la vitalidad, elánimo y la satisfacción general.También se argumenta un aumen-to importante en la auto-conviccióny auto-eficacia (Allmer, 1997:32).Aunque no se cuente aún con mu-chos reportes, en relación con elefecto de la actividad deportiva so-bre la sensación de bienestar so-cial (Weber, 1999:52), se puede, sinembargo, suponer que la actividaddeportiva favorece y estimula la

comunicación entre las personas, laparticipación y la integración. Estofacilita, a la vez, el logro de nuevoscontactos sociales, la vinculaciónsocial y, en consecuencia, un au-mento de la sensación de bienes-tar social.

En relación con la línea argu-mentativa que se expone, Allmer(1998:48) plantea dos limitacionesa la actividad deportiva con adultosmayores. Por un lado, los efectosde la práctica deportiva sobre lasensación subjetiva de bienestar nopueden ser tratados desde la pers-pectiva monocausal. Se debe con-siderar la realidad psicosocial delpracticante: sus posibilidades decontacto social, el liderazgo dequien dirige las sesiones de ejerci-cio, la confianza del adulto mayoren la nueva situación, entre otrosaspectos. Esto significa que, en lapráctica, la orientación biologista enla propuesta de actividades depor-tivas es insuficiente. Paralelamente,deben ser consideradas las posi-bles interacciones entre los facto-res fisiológicos, psicológicos y so-ciales. Por otra parte, lascaracterísticas de la actividad depor-tiva y las condiciones de realizacióntienen una influencia importantesobre la sensación de bienestar. Demanera que los efectos de la activi-dad deportiva se ven, a su vez, mo-dificados por factores personales ydel medio. Entre los factores rela-cionados con la persona se tendríanlas expectativas particulares asocia-das con la práctica deportiva, las ha-bilidades funcionales existentes y laparticipación regular. Asimismo, seasociarían con el medio, el volumen

Aa~A-169

Page 14: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

de carga, las situaciones de éxito ofracaso y la intencionalidad (Allmer,1998:49).

En un intento por presentar larelación entre actividad deportiva ysensación de bienestar, Brehm &Abele (1992) ofrecen el siguienteesquema:

ner sobre la sensación subjetiva debienestar. El programa consistió encaminatas, al principio 3 veces porsemana, con una intensidad de 5.6km/h y una duración de 30 minutoso distancia de 2802 m. La duracióndel entrenamiento se fue aumentan-do cada dos semanas, hasta llegarfinalmente a tener unidades de tra-bajo de 60 minutos o bien 5004

Cuadro 1: Vinculaciones entre sensación de bienestar y actividaddeportiva

~

Sensación de bienestar lBienestar Bienestar Bienestarpsíquico físico socialSentirse Sentirse en Sentirse Sentirse Sentirse en Sentirse Sentirsebien equilibrio competente saludable forma querido necesitado

Ánimo Satisfacción Convicción percepción Percepción Vivencia Vivenciasensaciones de control de de la de de

dolencia habilidad inclusión influenciacorporal y apoyo social

social

t.. Actividad deportiva •••••tDe acuerdo con el esquema de

Brehm & Abele (1992), la hipótesiscentral que se sostiene es que laactividad deportiva ejerce influenciaimportante sobre cada uno de loscomponentes de la sensación debienestar: lo físico, lo psíquico ylo social.

Recientemente, Weber (1999)realizó un estudio con adultos ma-yores, cuyo propósito fundamentalfue identificar el efecto que un pro-grama de actividad física podría te-

170 - AailA

metros. Las caminatas tuvieron lu-gar en terreno plano y boscoso. Pri-mero, se identificaron diferenciasentre las personas entrenadas ae-róbicamente y las personas no en-trenadas aeróbicamente; para final-mente investigar los efectos delprograma de entrenamiento aeró-bico sobre la sensación subjetiva debienestar. En el estudio participaron29 hombres con edades promedioentre 64 y 78 años. De ellos, 8 ha-bían practicado deporte aeróbicopor años y el resto eran inactivos.

Page 15: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

Del grupo de los inactivos, se for-maron dos grupos en forma aleato-ria, uno experimental y otro control.El programa de trabajo físico aeró-bico se ejecutó durante 5 meses.Los resultados más importantesmostraron que. al inicio de la inves-tigación, los físicamente activos encomparación con los inactivos te-nían una disposición significativa-mente superior hacia el esfuerzo yuna mayor capacidad de relajación.

En términos generales, las per-sonas físicamente activas mostra-ron un mejor estado anímico. Lacomparación de datos pre y postrealización del programa de ejerci-cio mostró, para el caso de los quetenían antecedentes de activos,mejorías significativas en relacióncon la sensación de bienestar. Enel caso del grupo control, los valo-res correspondientes a la sensaciónde bienestar empeoraron. El grupoque se entrenó mostró aumentossignificativos, particularmente enfactores como: activación, disposi-ción para el esfuerzo, disposiciónpara el contacto y mayor relajación.Se concluyó que los efectos delentrenamiento aeróbico llevado acabo solo tuvo efectos en algunasde los componentes de la sensa-ción subjetiva de bienestar.

Síntomas depresivos: La actividaddeportiva no solo mejora la calidadde vida y la capacidad funcional delas personas, sino que induce me-joras en la salud psicológica gene-ral. Tómese en cuenta que, similaral deterioro que sufre la condiciónfisiológica, las funciones psicológi-cas también declinan con la edad.

Entre esas deficiencias se men-cionan la capacidad para resolverproblemas, para integrar nueva in-formación y para enfrentar el estrés(Emery & Blumental (1991). Deacuerdo con Blazer (1989), los adul-tos mayores, aunque sin problemasfísicos ni mentales aparentes, sonmás propensos que los jóvenes aestados anímicos disfóricos (esta-dos depresivos) (Buschmann,Dixon & Tichy, 1995).

Se estima que aproximadamen-te el 15% de los adultos mayoressufre de síntomas depresivos(Koenig & Blazer, 1992). Asimismo,la prevalencia de la depresión tien-de a aumentar con la edad (Walla-ce & OHara, 1992). La depresiónen la adultez mayor puede ser cau-sada por las múltiples pérdidas vi-vidas hasta el momento. Pérdidassignificativas se refieren, por ejem-plo, a la capacidad funcional, a losamigos, al estatus social. Téngasepresente que las personas deprimi-das tienden a sufrir de síntomascomo: letargo, pérdida de vigor, len-titud en los procesos de pensamien-to, pérdida del apetito, funciones físi-cas y mentales confusas, pérdida dela memoria y pérdida de interés porla vida. Estas condiciones, sin dudaalguna, afectan negativamente lacalidad de vida de estas personas.

Debido a que muchos procesospsicológicos se relacionan estrecha-mente con otros de orden fisiológico,no sorprende que los procesos psi-cológicos declinen con gran rapidezcuando se es sedentario. Aunqueesta relación de causalidad no hasido absolutamente comprobada,

AailA -171

Page 16: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

numerosas investigaciones handemostrado que cuando el adultomayor sedentario modifica su com-portamiento hacia un estilo de vidaactivo (haciendo actividad deporti-va), tiende a mostrar reduccionesimportantes en cuanto a la síntoma-tología depresiva (Camacho, Ro-berts, Lazarus, Kaplan & Kohen,1991; Mobily, Rubenstein, Lemke,Ol-lara & Wallace, 1996).

En este sentido, un estudio lon-gituC1inalrealizado durante 20 añospor Camacho et al. (1991) reportóque las mujeres sedentarias encomparación con las mujeres acti-vas, tenían un riesgo mucho mayorde sufrir períodos depresivos. Asi-mismo, se encontró que las muje-res inactivas que cambiaron haciauna vida activa desde el punto devista físico, redujeron significativa-mente la sintomatología depresiva(Mobily et al., 1996).

Depresión clínica yentrenamien-to de fuerza: El efecto del entrena-miento de la fuerza en la reducciónde la sintomatología propia de ladepresión ha sido ampliamente do-cumentado y representa una alter-nativa terapéutica con alcances si-milares a los inducidos por laactividad deportiva aeróbica (Meu-sel, 1996).

Por ejemplo, Doyne et al. (1987)compararon el efecto de un progra-ma de ejercicio aeróbico con unode fuerza en mujeres con padeci-mientos depresivos. Después de 8semanas de entrenamiento, los pa-cientes en ambos programas ha-bían reducido su sintomatología

172-Aa~A

depresiva de manera significativa.Ambos programas mostraron efec-tos similares.

Asimismo, Martinsen, Hoffart &Solber (1989) realizaron un estudioen el que contaron con 95 pacientescon depresión mayor, desórdenesdistímicos y desórdenes depresivos.

Estas personas fueron asigna-das a dos grupos de trabajo, entre-namiento de fuerza y entrenamien-to aeróbico tres veces por semanadurante 8 semanas. Después delperíodo de entrenamiento, los va-lores promedio en depresión se re-dujeron significativamente en am-bos grupos, sin que se encontrarandiferencias importantes entre losgrupos. El incremento de la condi-ción aeróbica en el grupo que en-trenó resistencia no se asoció demanera significativa con la reduc-ción en los valores promedio corres-pondientes a depresión. Igualmen-te, en el grupo que entrenó fuerzano se observaron aumentos encuanto a la capacidad aeróbica. Losresultados sugieren que el ejerciciose asocia con un efecto antidepre-sivo en pacientes con depresionesque van desde leves hasta mode-radas. Sin embargo, en la mayo-ría de los estudios, la capacidadaeróbica no parece ser el factorantidepresivo.

El trabajo de Singh, Clements &Fiatarone (1997) reportó resultadossimilares. En este estudio se traba-jó con 32 adultos mayores con edadpromedio de 71 años y distímicos.Ellos participaron en un programade trabajo de resistencia durante 10

Page 17: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

semanas. Después de completar elprograma, las personas participan-tes en este experimentaron reduc-ciones significativas en la sintoma-tología propia de la depresión. Lossujetos reportaron, además, unamejoría significativa en cuanto apercepción subjetiva de calidad devida. Se encontraron mejorías sig-nificativas en las variables, funcio-namiento físico, vitalidad, funciona-miento social y emocional, y saludmental; todo ello comparado con losvalores determinados en el perío-do de línea base. En comparacióncon el grupo control (programa edu-cativo en salud), el grupo experi-mental (actividad deportiva) mejo-ró en vitalidad, redujo la sensaciónde dolor corporal y mejoró el fun-cionamiento socio-emocional. Estosresultados sugieren que el entrena-miento de fuerza representa un tra-tamiento efectivo para adultos ma-yores con problemas depresivos,y mejora su calidad de vida al in-fluenciar una variedad de aspec-tos emocionales y sociales relati-vos a la salud.

También Sexto n, Maere & Dahl(1989) compararon corredores ycaminantes diagnosticados comodepresivos, según el Tratado dePsiquiatría (DSN-III-R). Los gruposse conformaron en forma aleatoria.En ambos grupos se encontraronreducciones significativas en losvalores correspondientes a la varia-ble depresión; sin embargo, la dife-rencia entre los grupos no fue sig-nificativa. Asimismo, Martinsen,Hoffart & Solberg (1989b) estudia-ron 99 pacientes de ambos sexoscon edad promedio de 41 años y

diagnosticados con depresión ma-yorsegún el DSM-III-R, desórdenesdistímicos o desórdenes depresivosno específicos. Fueron asignadosen forma aleatoria a dos grupos: tro-te y caminata rápida, y ejercicio noaeróbico, entrenamiento de la fuer-za, relajación y flexibilidad muscu-lar. El trabajo se realizó 3 vecespor semana, una hora cada vez ydurante 8 semanas. Ambos gru-pos reportaron reducciones signi-ficativas en los síntomas propiosde la depresión. Sin embargo, ladiferencia entre los grupos no fuesignificativa.

A pesar de que aún es necesa-ria mucha investigación en estaárea, todo pareciera indicar que in-cluso los desórdenes emocionalesleves pueden ser contrarrestadoscon la actividad deportiva.

CONCLUSIONES

La realidad del adulto mayor re-presenta un verdadero compromi-so social. La calidad de vida de estegrupo de personas es, en muchoscasos, realmente deplorable. El ais-lamiento social al que ha sido obje-to y la cantidad de prejuicios alre-dedor de esta fase de la vida, sonalgunos de los factores que másafectan el bienestar del adulto ma-yor. La condición psico-somática ysocial del adulto mayor es muy par-ticular, y debe ser entendida y acep-tada en su dimensión real. Con estemarco referencial, es un deber so-cial garantizar las condiciones mí-nimas para que este grupo de per-sonas viva esta fase con la mayorcalidad posible. En este contexto,

AailA -173

Page 18: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

la actividad deportiva representauna alternativa invaluable como ins-trumento para la promoción de bien-estar, satisfacción, integración so-cial, reconocimiento, entre otrosaspectos que se ven favorecidos.Las hipótesis expuestas en este ar-tículo alientan no solo a continuarinvestigando esta temática, sino apromover la integración de la acti-vidad deportiva como parte del es-tilo de vida del adulto mayor.

174- AarlA

Page 19: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

REFERENCIASBIBLIOGRÁFICAS

Allmer, H. (1997). Psychosoziale Effektesportlicher Aktivitat mit Alteren. Zwis-chen Wunschdenken und empirischerReafltát. In H. -Baumann & M. Leye(Hrsg.), Sport im DiaJog Bewegung udSport mit ¡meren Menschen. Aachen:Meyer und Meyer, 27-42.

Allmer, H. (1995). Psychosoziale Wirl<ungensportlicher Aktivitát aus der Sichl Me-rer (unverott. Projektantrag). Kaln:Deutsche Sporthochschule Kaln, Psy-chologisches Institul

Allmer, H. (2004). Bewegungs- und Spor-taktivitát der Alteren (documento no pu-blicado). Psychologisches Institut:Deutsche Sporthochschule Kóln.

Allmer, H. (1982). Kontrollierbarkeit des AI-tems durch sportlicheTatigkeit.ln Zeits-chrift fur Gerointologie 15, 265-271.

Allmer, H. (1996). Erholung und Gesund-heit : Grundlagen, Ergebnisse und Mas-snahmen. Gattingen: Hogrefe.

Allmer, H. (1998). "mens sana in corporesano" -Zauberformel für Bewegungs-und Sportaktivitaten mit Alteren? In H.Mechling (Hrsg.), Training im Alterssport:Sportliche Leistungsfahigkeit und fitnessim Altemsprosses (S. 39-50). Schom-dorf: Hofmann.

Albert, M.S., Jones, K. & Savage, C.R(1995). Predictors of cognitive changein older persons: MacArtur studies ofsuccessful aging. Psychology andAging, 10, 578-589.

Beckers, B., Brugeman, E. & Tutt (1977).Alt werden beeg/ich bleiben. Lei-besübungen alsAltershilfe. Ein arztlicherLeitfaden für Sennnioren. Würzburg.

Brehm W. &AbeIeA. (1992). AuswirXungensportlicher Aktivitat. In H. Bauman(Hrsg.), Altem und kótpertiches Training(pp. 93-113). Bem: Huber.

Blazer, D. (1989). Currentconcepts: Depre-sión in the eíderíy, New England Jour-nal of Medicine, 320, 164-166.

Buschmann, M.T., Dixon, MA, & Tichy,A.M.(1995). Geriatric Depression. HomeHealthcare Nurse, 13 (3), 47-56

Camacho, T.C., Roberts, RE., Lazarus,N.B., Kaplan, G.A., & Cohen, RD.(1991). Physical activity and depression:Evidence from the Alameda County Stu-dy. American Joumal of Epidemology,134,220-231.

Churchill, J.D., Galvez, R, Colcombe, S.,Swain, RA,& Kremer, A.F. (2002). Exer-cise, experience and the aging brain.Neurobiology of Aging, 23, 941-955.

Dallosso, H.M., Morgan, K., Bassey, E.J.,Ebrahim, S.B.J., Fentem, P.H. & Arie,T.H.D. (1988). Levels of custumary phy-sical activity among the old and very oldliving at home. Joumal of Epidemiologyand Community Health, 42,121-127.

Denk, H. & Pache, D. (1996a). Die Entste-hung Alterer zu Bewegungs- und Spor-taktívítaten. Ergebnisse der Bonner-AI-tersspor-Studie (BAS) 1992-1995. In H.Denk (Hrsg.), Alterssport - Aktue/leForschungsergebnisse. Schorndorf:Hofmann, 41-62.

Denk, H. & Pache, D. (1996b). Bewegung,Spiel und Sport im Alter. Bundesinslitutfür Sportwissenschaft. Band.1. Bedürf-nissituation Alterer. Kaln: Hansen.

Denk, H. & Pache, D. (1997). Ergebnisseeiner Bonner Befragung zum Alterss-port. Einstellungen, Erwartungen undBegründunges der Alteren. In H. Bau-mann & M. Leye (Hgrs.), Sport im Dia-log - Bewegung und Sport mit alterenMenschen. Aachen: Meyer und Meyer,262-277.

Aa~A-175

Page 20: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

Dreisbach, W. (1983). Seniorensport Dars-tellung einer Konzeption. In: Sportpraxis24,475,77-94.

Don, B., Zaichkowsky, L.D. & Tsutsumi, T.(1996). Effects of strength training concardiovascular reactivity to stress andpsychological well-being in college wo-meno The Joumel of Applied Psycholo-gy, 9, 20.

Doyne, E.J., Ossip-Klein, D.J., Bowman,E.D.,Osborn, K.M., McDougall-Wilson,LB., & Neimeyer, RA (1987). Runningversus weight Iifting in the treatment ofdepression. Joumal of Consulting andClinical Psychology, 55, 748-754.

Emery, C.F., & Blumenthal, J.A. (1991).Effects of physical exercise on psycho-logical and cognitive functioning of 01-der adults. Annals of Behavioral Medi-cine, 13,99-107.

Friedrich, C. (1981). Auswirkungen sportli-cher Aktivitten auf die psychische Situa-tion alterer Menschen. In Aktuelle Ge-rontologie 11, 96-99.

Gesamthochschule Kassel, Universitát desLandes Hessen, Projekt-ruppe: Sportmit alteren Menschen. Fit sein im alter-sheim. Theorie und Praxis des Sportsin Altenheim. Kassel (1984).

Haske, H.E. (1988). Soziale Kompetenz imAlter. In J. Howe (Hrsg.), Lehrbuch derpsychologischen und sozialen Altemwis-senschaft (S. 111-128). Heidelberg:Asanger.

Hertle, J. (1977). Sport - ein neuer Ansatzfur offene Altenarbeit. In: Altenpflege 2,12,314-319.

Huber, G. (1993). Depression und Sport beiálterer Menschen. In H. Baumann(Hrsg.), Altem und k6rperliches Training(pp. 165-180). Bem: Huber.

Kapustin, P. (1990). Senioren im Sport -Lebensfreude durch Integration. In P.Jakobi & H.E. Rasch (Hrsg.), Sport nachder Lebensmifte. Schriftenreihe: Christ-liche Perspektiven im Sport. Band 10.Mainz, 158-165.

176-AailA

Koenig, H.G. & Blazer, D.G. (1992). Epide-miology of geriatric affective disorders.In G.S. Alexopulos (Ed.), Clinics in ge-riatric medicine (pp. 235-252). Philadel-phia: Saunders.

Kramer, A.F. & Willis, S.L. (2002). Enhan-cing the cognitive vitality of older adul-ts. American Psychological Socie/y, 11,173-177.

Laurin, D. Verreault, R. & Lindsay, J. (2001).Physical activity und risk of cognitiveimpairment and dementia in elderty per-sonso Archives of Neurology, 58, 498-504.

Lippke, S., Schwarze,R., & Fuchs, R.(2001). Erfolgreicher Altem durch Sport?Eine Metaanalyse. In R. Seiler (Hrsg.),Sportpsychologie. AnforderungenAnwendungen Auswirkungen (S. 155-157). Kaln: bps.

Martinsen, E. w., Hoffart, A., & Solberg, O.(1989). Comparing aerobic and non ae-robic forms of exercise in the treatmentof clinical depression: A randomized tria!.Comprehensive Psychiatry, 30, 324-331.

Mayring, P. (1987). Subjektives Wohlbefin-den im Alter Stand der Forschung undtheoretische Weiterentwicklung. Zeits-chrift für Gerontologie, 20, 367-376.

Meusel, H. (1999). Sport für Alterer: Bewe-gung Sportarten Training. Handbuch fürArzte, Therapeuten, Sportlehrer undSportler. Stuttgart: Schatauer.

Meusel, H. (1983). Zur Entwicklung undErhaltung de Bewegunsfahigkeit im drit-ten Lebensalter. In: Zeitschrift fur Ge-rontologie 16, 5, 270-276.

Meusel, H. (1996). Bewegung, Sport undGesundheit im Alter. Weisbaden: Que-lIe und Meyer.

Meuel, H. (1988). Sport ab 40. Hamburg.

Mobily, K.E. Rubenstein, L.M., Lemke, J.H.OHara, w., & Wallace, R. B. (1996).Walking and depression in cohort of 01-der adults: The lowa 65+ rural health

Page 21: ACTIVIDAD DEPORTIVA Y ADULTO MAYOR · la actividad deportiva no es vista como algo necesario; es decir, el adulto mayor no experimenta defi-ciencia alguna que lo "obligue" a hacer

study. Journal of Aging and PhysicalActivity, 4,119-135.

McMurdo, M.E.T. & Bumett, L.A. (1992). Aradomised controlled triar of exercise inthe elderly. Gerontology, 38, 292-298.

Neumann, O. (1975).Alterssport mitwisens-chaftiche Begleitung. Heidelberger Mo-dell. In OSB (Hg.), Sport für den alterenMenschen in Verein, Schrlftenreihe "Be-riche und Analysenn

, 22.

Nitsch, J. (2004). Die Handlungstheoretis-che Perspektive: Ein Rhamenkonzeptfür die sportpsychologische Forschungund Intervention. Zeitschrift für Sportp-sychologie, 1,2-10.

Norvell, N., & Belles, D. (1993). Psycholo-gical and physical benefits of circuitweight training in law enforcement per-sonnel. Joumal of Consulting and Clini-cal Psychology, 61, 520-527.

Ott, P. Rahn, H. & Kleine, W. (1990). Anwen-dungsmoglichkeiten und Defizite desSeniorensports aus gesundheitlicherSicht unter besonderer Berüchsichti-gung psychosomatischer Beeintráchti-gungen. In W. Kleine & Hautzinger, M.(Hrsg.), Sport und Psychisches Wohl-befinden.Aachen: Meyer & Meyer, 129-145.

Reimann, H. & Reimann, H. (1983). DasAlter. Einführung in die Gerontologie.Stuttgart.

Rieder, H. (1977). PsychologischeAspektedes Altemssport. In Sportunterricht 26,122-124.

Schlicht, W. (1998). SportlicheAktivitat undGesundheitsfórderunq. In K. Bos & w.Brehm (Hg.), Gesundheitssport. EinHandbuch (pp. 44-51). Schorndorf: Ho-fmann.

Sexton, H., Maere,A., & Dahl, N.H. (1989).Exercise intensity and reduction in neu-rotic symptoms. Acta Psychiatica Scan-dinavica, 80, 231,235.

Singer, R.(1985). Sportliches Engagementund Motivation zum sporttreiben beimalteren. In Sportpraxis 21, 5.

Sidney, K.H. Shephard, R.J. (1980).Psychische Auswirkungen k6rperlichenTrainings Alterer. In: Sportwissenschaft21,54.

Singh, NA, Clements, K.M., & Fiataron,MA (1997). A randomized controlledtriar of progressive resistance training indepressed elders. Joumal of Geronto-logy, 52, 27-35.

Stoll, O. (2001). Sport und psychischeGesundheit im Alter. Ein Quasi-Experi-ment. In R. Daugs & E. Emrich (Hrsg.),Sport und Psychische Gesundheit.Schomdorf: Hofmann.

Tokarski, W. (1991). NeueAlte, alteAlte oderneuer Sport? Senniorensport im Zei-chen des Umbruchs. In Brennpunkte derSportwissenschaft S, (1), 5-21.

Tsutsumi, T., Don, B.M., Zaichkowsky, L.D.,& Delizonna, L.L. (1997). Physical ñt-ness and psychological benefits ofstrength training in community dwellingolder adults. App/ied Human Science,16,257-266.

Veltin,A. (1978). Sport inAltenheimen. Psy-chologische und sozialpsychologisceGesichtspunkte. In STROETGES.a.3.0.

Wallace, J., & O'Hara, M.w. (1992).lncrea-ses in depressive symptomatology in therural elderly: Results from a cross sec-tional and longitudinal study. JournalofAbnormal Psychology, 101, 398-404.

Weber, A. (1999). Zum Einfluss von Ausda-ertraining auf das subjektive Wohlbefin-den bei Senioren. Diplomarbeit. Psycho-logisches Institut: DeutscheSporthochschule Koln (no publicado).

Yaffe, K., Sames, D. & Nevitt, M. (2001). Aprospective study of physical activity andcognitive decline in elderly women. Ar-chives of Neurology, 161, 1703-1707.

Aa¡:¡A -in