abonos compuestos a base de nitrogeno
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Abonos compuestos a base de nitrogenoTRANSCRIPT
El abono (o fertilizante) es cualquier sustancia orgánica o inorgánica que mejora la
calidad del sustrato, a nivel nutricional, para las plantas. Ejemplos naturales
o ecológicos de abono se encuentran tanto en el clásico estiércol, mezclado con los
desechos de la agricultura como el forraje, o en el guano formado por los excrementos
de las aves (por ejemplo de corral, como el de gallina).
La definición de abono según el reglamento de abonos de la Unión Europea
es "material cuya función principal es proporcionar elementos nutrientes a las plantas"
La acción consistente en aportar un abono se llama fertilización. Los abonos, junto a
las enmiendas, forman parte de los productos fertilizantes.
Los abonos han sido utilizados desde la Antigüedad, cuando se añadían al suelo, de
manera empírica, los fosfatos de los huesos(calcinados o no), el nitrógeno de las
deyecciones animales y humanas o el potasio de las cenizas.
Para cumplir el proceso de su vida vegetativa, las plantas tienen necesidad de: agua, de
más de veinte elementos nutritivos que encuentran bajo forma mineral en el suelo, de
dióxido de carbono (CO2) aportado por el aire, y de energía solar necesaria para
lasíntesis clorofílica.
Los abonos aportan:
Elementos de base, nitrógeno (símbolo químico N), fósforo (P), potasio (K).1 Se habla
de abonos de tipo NPK si los tres están asociados juntos. Si no se habla igualmente de
N, NP, NK, PK.
Otro elemento fundamental en los abonos orgánicos, son los aminoácidos.
Desde 1804 hasta nuestros días, los fisiólogos vegetales han demostrado que, además
del carbono, hidrógeno y oxígeno, son trece los elementos químicos que se consideran
esenciales, para la vida de las plantas.
De éstos, el más importante con diferencia es el nitrógeno. La fertilización tradicional
no siempre consigue su objetivo. Situaciones de estrés hídrico, térmico o fitotóxico,
pueden impedir que las plantas absorban el nitrógeno disponible y lo utilicen para sus
procesos biosintéticos.
Estos problemas pueden solucionarse, valiéndose de los conocimientos más modernos
de fisiología vegetal utilizando elementos básicos de la biosíntesis, es decir los
aminoácidos.
Los aminoácidos constituyen la base fundamental de cualquier molécula biológica, y
son compuestos orgánicos. No puede realizarse proceso biológico alguno, sin que en
alguna fase del mismo intervengan los aminoácidos.
Estos aminoácidos se fabrican en empresas especializadas, mediante un recipiente
mezclador en el cual se colocarán levaduras, y otros productos. Posteriormente y
mediante diversas hidrólisis y centrifugación, se dispondrá del abono orgánico.
Las proteínas son sustancias orgánicas nitrogenadas de elevado peso molecular, y todas
están constituídas por series definidas de aminoácidos.
Los aminoácidos son por tanto las unidades básicas de las proteínas. La mayoría de las
proteínas contienen veinte aminoácidos.
Las plantas sintetizan los aminoácidos a través de reacciones enzimáticas, por medio de
procesos de aminación y transaminación, los cuales conllevan un gran gasto energético
por parte de la planta.
Partiendo del ciclo del nitrógeno, se plantea la posibilidad de poder suministrar
aminoácidos a la planta, para que ella se ahorre el trabajo de sintetizarlos, y de esta
forma poder obtener una mejor y más rápida respuesta en la planta.
De esta forma los aminoácidos son rápidamente utilizados por las plantas, y el
transporte de los mismos tiene lugar nada más aplicarse, dirigiéndose a todas las partes,
sobre todo a los órganos en crecimiento.
Los aminoácidos, además de una función nutricional, pueden actuar como reguladores
del transporte de micro elementos, ya que pueden formar complejos con metales en
forma de quelatos.
Pero la calidad de un producto, a base de aminoácidos, tiene relación directa con el
procedimiento empleado para la obtención de dichos aminoácidos.
Todos los abonos orgánicos, se pueden utilizar en cualquier especie vegetal y su
aplicación es normalmente mediante el riego, colocándose una serie de depósitos
auxiliares, a través de los cuales se inyectan en la red de riego, y en las cantidades que
veamos oportuno.
Abonos inorgánicos
Sacos de abono mineral preparados para su distribución en los campos.
Los abonos minerales son sustancias de origen mineral, producidas bien por la industria
química (abonos químicos -desde 1840,Justus von Liebig-), bien por la explotación
de yacimientos naturales (fosfatos, potasa).
La industria química interviene sobre todo en la producción de abonos nitrogenados,
que pasan por la síntesis del amoníaco a partir del nitrógeno del aire. Del amoníaco se
derivan la urea y el nitrato. También interviene en la fabricación de abonos complejos.
Los abonos compuestos pueden ser simples mezclas, a veces realizadas por los
distribuidores (cooperativas o intermediarios).
Existen muchas variedades de abonos que se denominan según sus componentes. El
nombre de los abonos minerales está normalizado, en referencia a sus tres principales
componentes (NPK):
El abono simple sólo contiene un fertilizante principal. Los abonos simples pueden
ser nitrogenados, fosfatados o potásicos.
El abono compuesto o complejo está formado por dos o más nutrientes principales
(nitrógeno, fósforo y potasio) pudiendo contener alguno de los cuatro nutrientes
secundarios (calcio, magnesio, sodio y azufre) o de
los micronutrientes (boro, cobalto,cobre, hierro, manganeso, molibdeno y zinc)
esenciales para el crecimiento de las plantas, aunque en pequeñas cantidades si se
compara con los nutrientes principales y secundarios. Los abonos binarios son
llamados NP o PK o NK, los ternarios NPK.
Las letras van generalmente seguidas de cifras, representando las proporciones
respectivas de los elementos. Los abonos químicos producidos industrialmente
contienen una cantidad mínima garantizada de elementos nutritivos, y está indicada en
el saco. Por ejemplo, la fórmula 5-10-5 indica la proporción de nitrógeno (N), de
fósforo (P) y de potasio (K) presente en los abonos, siendo 5% de N, 10% de P2O5 y 5%
de K2O
El aporte nitrogenado está presente como nitrógeno N y es aportado en forma de
nitrato NO3, de amoníaco NH4 o de urea: Las dificultades de almacenamiento de la
formanitrato incitan a los distribuidores de abonos a dirigirse hacia formas
amoniacales ureicas.
TIPOS DE FERTILIZANTES
Tradicionalmente los fertilizantes minerales se pueden presentar en forma sólida o
líquida, clasificándose en los siguientes grandes grupos:
• Nitrogenados simples
• Fosfatados simples
• Potásicos simples
• Abonos compuestos (complejos y de mezcla)
• Abonos con nutrientes secundarios
• Abonos con micronutrientes
Abonos nitrogenados simples El fertilizante nítrico amoniacal son uno de los tipos de
fertilizantes más utilizados en agricultura debido a que reúnen las ventajas de contener
nitrógeno nítrico, de disponibilidad inmediata, y nitrógeno amoniacal, de acción más
prolongada ya que debe sufrir el proceso de nitrificación. Esta composición aporta la
ventaja de poder efectuar una sola cobertera en muchos cultivos. Se trata de productos
muy versátiles para el agricultor, que se aplican fundamentalmente en el abonado de
cobertera de los diferentes cultivos. No es necesario proceder al enterramiento de estos
abonos porque son muy solubles, y una precipitación moderada o un riego es suficiente
para situarlos al alcance de las raíces. Se recomienda que el almacenamiento tenga lugar
en recintos cerrados, bien ventilados y con ambiente seco, donde la temperatura no sea
elevada. El producto debe mantenerse siempre aislado, fuera de la luz solar, lejos de
fuentes de calor y materiales combustibles. En el campo no debe almacenarse cerca de
heno, paja, gasóleo, etc. Los productos con contenidos en nitrógeno por encima del
28% deben entregarse al agricultor envasados según el Reglamento (CE) nº 2003/2003,
y deben someterse a la legislación correspondiente en materia de almacenamiento,
transporte por carretera, barco, etc.
La urea, es por orden de importancia, el segundo fertilizante más utilizado en nuestro
país. Se presenta en dos formas con características físicas y químicas diferenciadas: la
urea granulada o prilada, para aplicación al suelo y la urea cristalina, completamente
soluble y no corrosiva, especialmente indicada para su aplicación foliar y uso en
fertirrigación.
La urea granulada o prilada se aplica siempre sobre el suelo. Al tratarse de un
fertilizante de acción prolongada en el tiempo puede aplicarse en sementera, pero
fundamentalmente se utiliza en cobertera, en una o dos aplicaciones. La aplicación debe
realizarse con suficiente antelación, para que el nitrógeno esté disponible en el
momento de mayor requerimiento de la planta. Para evitar las pérdidas por
volatilización de amonio, sobre todo en suelos calizos, ambiente seco y temperaturas
elevadas, se recomienda enterrarlo con una labor. Cuando se aplica en regadío es
conveniente que el suelo esté húmedo o se efectúe un pequeño riego tras su
incorporación. Además de su empleo directo en el campo, se utiliza como materia
prima para los blendings o mezclas junto al DAP y cloruro de potasa.
El sulfato amónico, fertilizante nitrogenado sólido amoniacal. El sulfato amónico se
presenta en forma de cristales uniformes de muy alta solubilidad y es poco
higroscópico. Se utiliza en la elaboración de abonos de mezcla presentándose entonces
en forma de cristales de mayor tamaño.
Entre los fertilizantes nitrogenados líquidos que más se comercializan hay unos
susceptibles de ser empleados pulverizados sobre el suelo y otros cuya principal
utilización es en fertirrigación. En este punto se describen las características de los
primeros.
Abonos compuestos (complejos y de mezcla)
Los abonos complejos son productos que contienen dos o tres de los nutrientes básicos:
nitrógeno, fósforo y potasio, y además pueden contener nutrientes secundarios y
micronutrientes, siempre de acuerdo con los contenidos mínimos definidos en las
legislaciones comunitaria y española. El proceso de fabricación de abonos complejos
consiste en hacer reaccionar químicamente las distintas materias primas que los
componen y posteriormente, la papilla resultante se granula, seca, clasifica y
acondiciona. Con ello se garantiza que cada gránulo del complejo tiene exactamente el
mismo contenido de N, P y K, siendo ésta la principal diferencia con los abonos de
mezcla o blending, en los que cada gránulo contiene sólo uno, o como máximo, dos
nutrientes.
El nitrógeno contenido en estos abonos se puede presentar en forma nítrica, amoniacal o
ureica, dependiendo de las materias primas utilizadas en su fabricación. El fósforo se
obtiene atacando totalmente la roca fosfórica pulverizada con ácidos fuertes o bien,
utilizando directamente fosfato monoamónico. De esta manera se consigue que todo el
fósforo que se incorpora al suelo sea soluble en agua y en citrato amónico neutro, es
decir, completamente asimilable por los cultivos.
Existen productos que incorporan fosfato parcialmente solubilizado, es decir, contienen
una proporción de roca fosfórica sin atacar. La calidad de estos productos, en cuanto al
aprovechamiento agronómico del fósforo que contienen, es muy inferior al de los
obtenidos por las vías indicadas anteriormente.
En ellos, el fósforo de la roca fosfórica sin atacar se encuentra presente en forma
soluble únicamente en ácidos minerales, en mayor o menor medida según la fracción de
roca fosfórica sin atacar que incorporan. Este fósforo tiene un escaso valor agronómico
tanto a corto como a medio plazo, ya que no es asimilable por las plantas, sobre todo en
suelos calizos. Sólo en terrenos muy ácidos, la planta podría absorberlo después de
algunos años.
El potasio, que es siempre soluble en agua, puede proceder del cloruro o del sulfato
potásico. Se emplea sulfato en suelos con problemas de salinidad o con cultivos
sensibles al cloruro. La aplicación de potasa en forma de cloruro es apropiada para
todos los suelos, con la única excepción de los suelos con salinidad elevada. En los
suelos calizos, es altamente recomendable el uso de cloruro potásico.
Los abonos complejos se aplican en sementera o fondo, distribuyéndolos
homogéneamente. Se aconseja su enterramiento a cierta profundidad para localizar los
nutrientes cerca de las raíces y facilitar así la absorción, en especial del fósforo y del
potasio. Las dosis de abonado recomendadas dependerán del contenido en nutrientes de
cada fórmula, es decir, de las concentraciones de nitrógeno, fósforo y potasio y del
equilibrio, que es la proporción en la que se encuentran los tres elementos nutritivos.
Así, en el 10-20-10, la concentración en nutrientes totales es 40 y el equilibrio entre
nutrientes es 1.2.1. En el mercado existen numerosas fórmulas de abonos complejos
NPK que por la variedad de su composición y las diferentes formas químicas de los
nutrientes que contienen.
Los NPK son los utilizados mayoritariamente en la agricultura, En cuanto a los
fertilizantes binarios, los que más se consumen en España para su utilización en el
abonado convencional, son el Fosfato Diamónico (DAP) y el Fosfato Monoamónico
(MAP). Ambos, por sus especiales características químicas, son muy adecuados para su
aplicación en fondo, y pueden ser base para la fabricación de abonos ternarios de
mezcla. También, son muy utilizados, como materia prima, para la fabricación de
abonos complejos NPK. Dentro de los fertilizantes binarios, es muy utilizado el nitrato
potásico 13-0-46, que se emplea básicamente en fertirrigación y que también se aplica
por vía foliar. Los abonos de mezcla o blending son mezclas físicas de distintas
materias primas, sin reacción química, pero que contienen, al igual que los abonos
complejos, dos o tres nutrientes principales en su composición. Se trata de una mezcla
de sustancias heterogéneas en cuanto a sus características físicas y químicas.
Los abonos complejos presentan, frente a las mezclas, las siguientes ventajas:
• Cada gránulo contiene los tres nutrientes, lo que facilita un mayor
aprovechamiento por la planta.
• Son químicamente estables y presentan menor higroscopicidad.
• Son más resistentes a la abrasión y a la formación de polvo.
• La granulometría es uniforme, lo que mejora la distribución.
• Evitan la segregación de los componentes durante el transporte,
almacenamiento, etc.
Por el contrario, los abonos de mezcla suelen tener un menor coste por unidad de
nutriente, y facilitan la elaboración de fórmulas específicas.
Bibliografíahttp://www.magrama.gob.es/es/agricultura/publicaciones/01_FERTILIZACI%C3%93N(BAJA)_tcm7-207769.pdf
https://law.resource.org/pub/ec/ibr/ec.nte.0209.1998.pdf