a través del apoyo a los investigadores - laisum€¦ · veinte años después el total fue de 10...
TRANSCRIPT
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
1
El Sistema Nacional de Investigadores a 20 años de su creación1.
María de Ibarrola2
El 26 de julio de 1984 se publicó el Acuerdo presidencial mediante el cual
se estableció el Sistema Nacional de Investigadores con la finalidad de “fortalecer
y estimular la eficiencia y la calidad de la investigación en cualquiera de sus ramas
y especialidades, a través del apoyo a los investigadores de las instituciones de
educación superior o de los centros de investigación...”3
El decreto fue la culminación de una propuesta que tomó forma apenas
unos meses antes, diseñada inicialmente por el Dr. Salvador Malo, en ese
entonces Director de Investigación del Instituto Mexicano del Petróleo y asesor
del Secretario de Educación Pública: Jesús Reyes Heroles. Su autor la define
como “una forma simple de apoyo a la ciencia en México: identificar, por medio de
comités formados por científicos reconocidos, a aquellos investigadores que de
veras investigaban y dar a éstos un reconocimiento mensual, indexado según su
producción científica, consistente en uno, tres, o cinco salarios mínimos” 4(Malo y
Flores: 1994:14)
La propuesta inicial fue discutida por un pequeño grupo de investigadores,
en particular el Dr. Jorge Flores Valdez, Subsecretario de Educación Superior e
Invest igación Científica de la SEP. Fue aprobada muy rápidamente por el
Secretario Reyes Heroles, y en menos de 24 horas, por el Presidente de la
República, Licenciado Miguel de la Madrid, quien la dio a conocer el 6 de
diciembre de 1983, en ocasión de la entrega de los premios de la entonces
Academia de la Investigación Científica (ibidem). Entre esa fecha y la publicación
1 Borrador que se presenta ante la mesa de diálogo sobre Políticas de deshomologación salarial y carrera académica en México del Segundo Encuentro de Auto-estudio de las Universidades públicas mexicanas. CIICH/CESU/UNAM, México 10 de febrero de 2005 2 Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav I.P.N. México 3 El peso del programa se orienta a las instituciones públicas, pero desde el inicio se previó la manera de incorporar a investigadores de centros privados. 4 En un artículo publicado en 1994, Salvador Malo y Jorge Flores narran la manera como nació el SNI. Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
2
del decreto, se abrió una consulta entre la comunidad científica a la que
correspondería –según previsiones de Reyes Heroles- producir las reglas y
estatutos del nuevo sistema5. A decir del Secretario Reyes Heroles, “ la criatura
debería tener muchos padres” (Malo, S: 2005)
Originalmente se pensó que el Sistema integraría a unas 600 personas. Sin
embargo, en la primera promoción, aprobada el mismo año de creación del
Sistema, 1396 personas recibieron la distinción de ser reconocidas como
Investigadores Nacionales en México, de poco más de 3000 que la solicitaron.
Veinte años después el total fue de 10 859 inscritos.
En tanto política pública6, es posible decir que resultó sumamente exitosa:
se aprobó y se puso en marcha muy rápidamente y ha sobrevivido las crisis de
los ochentas y del 94. Para el presupuesto del 2005 nuevamente logró justificarse
ante el Congreso de la Unión, como parte de los incrementos que este órgano
colegiado reasignó a las propuestas iniciales del Ejecutivo (M. Ortega. 2004).
La propuesta le “atinó” 7 a la mejor solución posible –y la más económica-
para un problema que empezaba a preocupar a las autoridades gubernamentales:
“la baja del poder de compra de los salarios de los investigadores, aunado a su
alta preparación y demanda internacional de éstos” (Malo: 1992: 63) y la
imposibilidad de otorgar incrementos salariales significativos a todos los
académicos de las instituciones de educación superior. En vez de dar un
incremento salarial mínimo a muchos, se daría un estímulo importante a un grupo
muy significativo para la vida nacional, el poseedor de la autoridad académica y
5 Sin duda se demuestra ahí la increíble habilidad política del Secretario. A la vez, Rosalba Casas menciona cómo en Estados Unidos, por ejemplo, “la relación entre la comunidad científica y el gobierno federal es frecuentemente descrita ...como un contrato social que delega buena parte de la toma de decisiones sobre las orientaciones federales de investigación en expertos científicos” (Casas, 2003:187) 6 Implícitamente se seguirán los parámetros de análisis que propone Luis F. Aguilar. Problemas públicos y agenda de gobierno. México, 1993 7 Salvador Malo señala que no hubo un análisis de diversas alternativas posibles. Tan solo una información general sobre los diversos caminos que seguían otros país es para apoyar la actividad científica, derivada de una ponencia presentada por el Dr. Marcelino Cereijido en una reunión de académicos celebrada en Oaxtepec, en octubre de 1983. (Malo y Flores, 1994: 14) (Malo, 2005). La simplicidad de la propuesta contrastó con la que estaba diseñando el CONACYT, una “carrera de investigador” en la que se comprometían una serie de prestaciones laborales muy difíciles de sostener.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
3
científica, y que para ello sería evaluado por sus méritos y su productividad. La
propuesta aglutinó a académicos y funcionarios gubernamentales. Las decisiones
tomadas para el Decreto, el Reglamento y la evaluación de la primera
convocatoria alcanzaron rápidamente un alto grado de legitimidad : los criterios
aplicados para distinguir a los investigadores de quienes no lo eran ( “los que de
veras hacen investigación”) y al interior del grupo de investigadores (por niveles)
respondían plenamente a los parámetros consensuados entre los líderes
académicos respecto de lo que es una actividad científica de prestigio
internacional. Han sido ampliamente discutidos y cada vez se han hecho más
explícitos, pero descalificarlos implicaba un alto riesgo para el prestigio del
“descalificador” Parafraseando a Bonal, el Sistema permitía el doble principio de
legitimar únicamente el incremento de los ingresos de los investigadores, por la
definición de su especificidad y las diferencias en cuanto a méritos académicos y
productividad respecto de otras personas que estuvieran en campos similares de
actividad profesional, y legitimar las diferencias entre los propios investigadores.
(Bonal, 1998:193)
La política también detonó una serie de cambios transcendentales respecto
de la manera de encauzar por la vía paralela de pago por mérito, las enormes
presiones por los incrementos salariales entre los académicos del país y concentró
las decisiones al respecto entre ciertos investigadores y ciertos funcionarios
gubernamentales, sin ninguna intromisión de los sindicatos de académicos que
para esas fechas provocaban paros anuales de larga duración en todas las
instituciones de educación superior del país. 8
Ciertamente hubo resistencias9- y las sigue habiendo- pero la mayor parte
de ellas encontraron rápidamente cauces de expresión interna, ya que se otorgó el
8 Algunas investigaciones recientes ponen al descubierto los abusos de los sindicatos académicos al respecto, tanto en la asignación de categorías académicas como en la prolongación de paros ilegales por tiempos indefinidos. Una hipótesis personal es que esos abusos propiciaron el consenso de la nueva medida entre grupos importantes al interior de las instituciones. En lo personal he llegado a la conclusión de que los sindicatos no deben participar en las evaluaciones de los académicos pero sí deben hacerlo los grupos colegiados. 9 El Dr. Malo identifica dos tipos de resistencias a la propuesta: la de aquellos que buscaban la manera de hacerlo operar mejor y la de quienes no fueron invitados a las primeras comisiones dictaminadoras. Sólo el Dr. Vélez Pliego, rector de la UAP denunció un atentado a la autonomía
Eliminado: internacional
Eliminado: , que cada vez se han ido haciendo más explícitos y precisos.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
4
manejo del sistema –en principio- a los propios interesados, quienes a su vez
recibieron los beneficios de las becas mensuales aprobadas.
La propuesta permitió también la rápida “construcción” de los diferentes
niveles institucionales que aseguran su puesta en marcha. Se le dotó de un marco
legal y de presupuesto de operación10. Se institucionalizó sin crear una engorrosa
burocracia administrativa, ya que hasta la fecha se define como “Programa” y
funciona mediante la importante participación de consejos y comisiones operativas
formados por investigadores nacionales de diferentes instituciones y que no
cobran con cargo al SNI. La que no queda clara es la naturaleza institucional del
Sistema –descontando por supuesto la burocracia que lo opera- las relaciones que
se establecen entre los miembros –de todo tipo de disciplinas y de todo tipo de
instituciones- son sumamente laxas y pasan más que nada por el lado del
consenso sobre ciertos criterios y el beneficio común de un estímulo sui generis,
que corta transversalmente disciplinas e instituciones. De hecho, como “cuerpo” o
grupo de presión el sistema no tiene una presencia específica en la política
científica del país, pero sus miembros ejercen todo tipo de influencia a través de
sus organizaciones institucionales y gremiales.
Un último éxito de la propuesta es el de su “costo /beneficio” . Aunque solo
disponemos de los datos para 2004, con una inversión anual que en el 2004 fue
de $ 1 154 000 000.00 en ese año, casi lo mismo que el presupuesto total de una
institución de investigación científica y formación de posgrado de 600 académicos,
y cantidad ligeramente menor a la necesaria para sostener a casi 16 000 becarios
de postgrado, se logró consolidar en la actividad de investigación de tiempo
universitaria con la creación del Sistema. Es interesante el contraste entre la legitimidad y penetración que ha tenido el Sistema, y la cantidad de quejas y denuncias que ha recibido y las angustias y molestias que ocasiona anualmente a sus integrantes. Criticar el sistema “desde fuera” era fácilmente descalificable con el reverso del mismo argumento meritocrático. Criticarlo “desde adentro” ha llevado a una mayor dureza de sus criterios y un incremento de los beneficios internos. 10 Salvador Malo señala que fueron alrededor de 2 000 millones de pesos de 1984 los que se destinaron a instrumentar el Sistema, de los cuales 500 millones fueron para el pago de las becas de los 1329 recién nombrados Investigadores Nacionales (Malo, 1985: 128)
Eliminado: que no forman parte de la nómina de la institución.
Eliminado: posgrado
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
5
completo a 10 189 investigadores del país11, incluyendo el fortalecimiento a todas
las áreas de conocimiento y a múltiples instituciones de investigación y de
educación superior, la desconcentración de la actividad científica a todo lo largo
del país y el apoyo de los mejores científicos a los programas de educación
superior y postgrado. Está por conseguirse la información sobre los presupuestos
anuales del Sistema. 13
Característica básica del Sistema es operar mediante el apoyo a los
investigadores en lo individual, apoyo que se presenta en dos formas: a) la
distinción de Investigador Nacional “que contará con tres niveles” según el decreto
de creación de 1984, o la de “Candidato a investigador nacional” para “estimular a
quienes se inician en la carrera de investigación14 y b) los estímulos económicos
“según se establezcan (para cada categoría) en el Reglamento del Sistema”. Los
estímulos económicos toman la forma de pagos mensuales y su cantidad equivale
a determinados salarios mínimos nacionales.
Evaluación general del sistema de investigadores nacionales:
Según Salvador Malo (1996), el Sistema “ha preservado a las comunidades
especializadas por la mejoría en sus percepciones, pero además ha contribuido de
otras importantes manera al desarrollo y los proyectos del país. La discusión sobre
los criterios de aplicación y evaluación ha propiciado una profunda reflexión sobre
la naturaleza, propósitos, prácticas y repercusiones de las distintas áreas bajo
consideración y la información recolectada ha generado bases de datos y
estadísticas actualizadas sobre las cuales es posible diseñar y construir políticas y
proyectos para diversos objetivos. Lo anterior ha traído como consecuencia una
11 Datos obtenidos en la página de CONACYT: http://www.conacyt.mx/comunicación/transparencia/avance-reglas.html. Nótese sin embargo la diferencia de cifras respecto de las que ofrece el SNI 13 Se nos ha ofrecido la posibilidad de contar con los presupuestos del Sistema, globales de 1984 a 1993 y desglosados por rubros a partir de 1994. Ello permitirá un mejor análisis de uno de los rubros básicos de evaluación de las políticas públicas. 14 Esta categoría no estaba prevista inicialmente pero el interés de algunos investigadores en particular Ramón de la Fuente y Bernado Sepúlveda insistieron en la necesidad de un estímulo a los jóvenes que se iniciaban en la investigación (Malo, 2005)
Eliminado: posgrado
Eliminado: 12
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
6
revalorización de las actividades científicas, tecnológicas, artísticas y docentes en
el sentido de una mayor homogeneización de lo que significa su ejercicio y una
mayor credibilidad sobre el prestigio relativo de sus practicantes. Pero sin duda su
efecto más trascendente ha sido la marcada diferenciación en percepciones que
se ha logrado a través de sistemas de evaluaciones periódicas...”15
Vayamos por partes:
I. Crecimiento y consolidación del Sistema a lo largo de veinte años
Uno de los efectos más positivos del Sistema ha sido sin duda la
profesionalización de la investigación como actividad de tiempo completo y
exclusivo para un número creciente de individuos: el número de Investigadores
Nacionales pasó de 1396 a 10 859 en los veinte años de existencia del Sistema.
El crecimiento del Sistema ha sido del 683% a lo largo de ese período, con un
crecimiento promedio del 12% anual según los datos del propio Sistema16. Sin
embargo, la distribución de los inscritos entre las cuatro categorías existentes se
conserva prácticamente igual, solo con un ligero incremento en la categoría de
candidato, en detrimento de la de nivel I. Por su parte, la cúspide del sistema se
ha ido diferenciando incluyendo ahora un número muy reducido de investigadores
eméritos y otro aún menor de Investigadores Nacionales del Excelencia17
Año Candidato Nivel I Nivel II Nivel III Eméritos Excelencia Total 1984 212
(15.1%) 797 (57.1%)
263 (18.8%)
124 (8.8%)
1396
2004 1876 (17.2%)
5969 (54.9%)
2069 (19.0%)
945 (8.7%)
(42)18 10859
2004 1631 5784 1898 732 101 43 10189
15 Advierte este autor que hay que revalorar periódicamente la conveniencia de seguir con este tipo de esquemas de diferenciación del ingreso. 16 Años de crecimiento muy superior al promedio fueron 1985 con 63%, 1986 con 32.6%; 1989, con 23.6%, 1990, con 22.2%; en cambio entre 1993 y 1995 hubo un decrecimiento de –5.6%; -5.7% y –0.2% en cada año. Fuente Sistema Nacional de Investigadores. Evaluación 2004 17 Esta categoría se estableció en el Reglamento del 2003, como derivación de las “cátedras patrimoniales de excelencia y por sugerencia de la SHCP. Sin embargo al contrariar otro tipo de cláusulas del Reglamento, se suprimió al año siguiente. Los miembros aceptados no pierden esa categoría. 18 Esta cifra es registrada por el Sistema integrado de información sobre investigación científica para el 2003, suponemos que es parte de los investigadores nivel III. Cabe señalar que las cifras que ofrece el sistema integrado difieren de las ofrecidas por el propio SIN
Con formato
Eliminado: El número de inscritos creció 683% en el período de veinte años que han transcurrido desde entonces.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
7
bis Fuente: Para 1984: sistema integrado de información sobre Investigación Científica y Tecnológica: 19http://www.siicyt.gob.mx/8888 Para 2004: cifras proporcionadas por la Dirección del Sistema Nacional de Investigadores. 2004 bis: Refiere a los datos proporcionados a través del programa de apoyos para el fomento, el desarrollo y consolidación de científicos y tecnólogos en la página web de CONACYT en el rubro de comunicación, transparencia y avance:
El marco legal del sistema ha estado en continua revisión y cambio, aunque
sus características básicas persisten. El Decreto de creación ha tenido
modificaciones en 1986, 1988, 1993, 1995 y en 1999, fecha del vigente, y se han
emitido 13 Reglamentos: en 1984, 1988, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1996,
1997, 1999, 2000, 2003, y 2004.
Las modificaciones a los decretos cubren los siguientes cambios: la
incorporación de los investigadores del sector privado “con las modalidades que el
Acuerdo establece” ; la creación de nuevas Comisiones Dictaminadoras para
nuevas áreas de conocimiento: así las modificaciones de febrero de 1986
acuerdan la creación de la Comisión de Ingeniería y Tecnología; las demás áreas
se van identificando en los Reglamentos. La composición de los miembros de las
Comisiones Dictaminadoras; la creación de nuevas categorías de Investigador
Nacional: la de Investigador Nacional “Emérito” se establece en las modificaciones
de 1993 y la de Investigador Nacional de “Excelencia”, que se menciona en el
Reglamento del 2003 y la Composición del Consejo Directivo, que cambia de
manera importante en el Decreto de 1999.
El monto de las becas asignadasse ha ido incrementando: de la propuesta
inicial de asignar 1, 2 y 3 salarios mínimos respectivamente, ya desde el primer
Decreto se establecieron de manera diferente: 1, 2, 3 y 5 respectivamente,
hasta llegar a las que establece el Reglamento actual en los siguientes términos:
1984 2004
I Candidato a Investigador
Nacional,
Un salario mínimo Tres salarios mínimos
19 Las cifras que ofrece el Dr. Malo difieren ligeramente y alcanzan un total de 1650. En esa ocasión, informa el Dr. Malo, 122 personas fueron incorporadas en el nivel más alto del SIN, incluyendo los 27 miembros de las comisiones dictaminadores y los tres vocales del Consejo Directivo (Malo; 1985:121)
Eliminado: también ha ido cambiando
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
8
II. Investigador Nacional Nivel
I,
Dos salarios mínimos seis salarios mínimos
III. Investigador Nacional Nivel
II,
Tres salarios mínimos ocho salarios mínimos
IV. Investigador Nacional Nivel
III:
Cinco salarios mínimos catorce salarios
mínimos
V. Investigador Nacional
Emérito:
No existía catorce salarios mínimos
(vitalicia)
VI. Investigador Nacional de
Excelencia:
No existía veintidós salarios
mínimos20.
Aquellos investigadores que estén adscritos en alguna institución de los
estados de la República reciben desde la primera promoción un salario mínimo
adicional a los estipulados en el reglamento .
En los Reglamentos se han ido estableciendo otro tipo de prestaciones, por
ejemplo, las cátedras patrimoniales y la efímera cátedra de excelencia. El apoyo
para los investigadores nacionales de nivel III y eméritos quienes, si se hacen
cargo de una asignatura de nivel licenciatura, recibirán mensualmente dos salarios
mínimos adicionales. Por otra parte, los investigadores nacionales de nivel III (y
eméritos) podrán incorporar de uno a tres ayudantes de investigador no
incorporados al Sistema en ninguna de sus categorías, ser menores de 35 años y
ser estudiantes de los dos últimos años de licenciatura o de postgrado. El
investigador nacional podrá asignar de uno a tres salarios mínimos con esta
finalidad, incorporando de uno a tres ayudantes a su criterio. Existe también –no
señalado en el Reglamento- un Seguro Colectivo de Gastos Médicos y un Seguro
de Vida, para el que los miembros del Sistema aportan cuotas muy favorables.
20 Esta categoría sólo se menciona en el Reglamento de 2003 y está reconocida en el ejercicio presupuestal del CONACYT de 2004. 22 El Dr. Salvador Malo ofrece cifras diferentes: para el área I: 712 ; para el área II: 703 y para el área III: 235, para hacer un total de 1650 investigadores aprobados en 1984
Eliminado: 21
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
9
Delimitación de las áreas de conocimiento y las disciplinas que las
conforman:
Sorprende que al interior del Sistema uno de los mayores debates entre
académicos ha sido el de la delimitación de las áreas de conocimiento y la
clasificación de las disciplinas que las conforman.
Cuadro comparativo 1984- 2004 por disciplinas Año Ciencias
Físico Matemáticas e Ingenierías
Ciencias Biológicas
Ciencias sociales y humanidades
Total22
1984 585 (41.9%)
600 (42.9%)
211 (15.1%) 1396
Físico matemáticas y de la tierra
Biología y química
Humanidades y ciencias de la conducta
Ciencias Sociales
Ingeniería y tecnología
Medicina y Ciencias de la salud
Biotecnología y ciencias agropecuarias
Total
2004 1961 (18.0%)
1771 (16.3%)
1165 (10.7%) 1787 (16.4%)
1362 (12.5%)
1250 (11.5%)
1563 (14.3%) 10859
Fuente: Para 1984: Sistema Integrado de Información sobre Investigación Científica y Tecnológica: http://www.siicyr.gob.mx:8888
Para 2004, información proporcionada directamente por el Sistema Nacional de Investigadores
El cuadro anterior expresa de manera rígida y burda los intensos debates
que se han dado al interior del Sistema por la delimitación de los contenidos de
ciertas disciplinas y su clasificación o reclasificación en determinadas áreas y la
posibilidad de incrementar el número de investigadores de la disciplina. (Algunas
disciplinas han cambiado de área y aún de nombre como se expresa en el anexo
1). Refleja también la mayor afinidad de ciertos campos de conocimiento con los
criterios de admisión al sistema. Un dato muy interesante al respecto sería el
referente del número de investigadores profesionales que se desempeñan en el
campo. Aproximaciones al respecto son el total de solicitudes presentadas vs el
total de aprobadas. Los datos no son muy detallados. El Dr. Malo ofrece para la
primera convocatoria las siguientes cifras:
Área Examinados Aprobados Porcentaje
aprobación
Ciencias físico 1216 712 58
Con formato
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
10
matemáticas e
ingenierías
Ciencias biológicas,
biomédicas,
agropecuarias y
químicas
1326 703 53
Ciencias sociales y
humanidades
576 235 40
Total 3118 1650 52%
Fuente: Malo, 1985:121
Para el 2004 la situación fue la siguiente:
Área I II III IV V V I VII Total
Solicitudes 667 791 483 691 623 686 752 4693
%Aprobación 92.0% 66.4% 87.1% 82.7% 75.7% 74.3% 68.8% 77.4%
Fuente: Sistema Nacional de Investigadores. Evaluación de la convocatoria 2004
La delimitación de nuevas áreas de conocimiento al interior del SIN se ha
dado en función directa de las presiones realizadas por académicos e
instituciones para contar con comisiones dictaminadoras cercanas tanto a los
campos de conocimiento como a las instituciones mismas de donde provienen los
investigadores. En efecto, a pesar de los enormes esfuerzos realizados por las
comisiones para establecer de manera objetiva y cuantificable los criterios para
evaluar las solicitudes, el hecho mismo de la evaluación implica una enorme dosis
de subjetividad, “intersubjetividad objetivada” la denomina Ruy Pérez Tamayo
(cita) al tomar en cuenta los diálogos y debates entre los varios miembros de una
comisión, que pueden acudir al registro histórico de discusiones previas al
respecto, y que son quienes establecen finalmente el criterio “objetivo”. Implica
también poner en la mesa de discusión los conocimientos no sistematizados o la
información no documentada que tienen los miembros de las comisiones sobre
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
11
los sujetos concretos23. De ahí que las presiones institucionales no sólo se hacen
para establecer criterios sino –y tal vez con más intensidad - para elegir a los
miembros de las comisiones evaluadoras.
Sería importante analizar hasta qué punto estas delimitaciones y deslindes
de los campos de conocimiento afectan a los distintos gremios académicos del
país, que siguen respondiendo más bien a sus tradiciones disciplinarias.
Uno de los aspectos más interesantes de esta política pública, que deja el
reconocimiento de los investigadores de “de veras” a los propios investigadores,
es el de la manera como se toman internamente las decisiones. Quién nombra a
las comisiones dictaminadoras, quién decide los incrementos del monto de los
estímulos, quién precisa nuevos tipos de prestaciones y estímulos, quién decide
nuevas categorías, quién modifica los reglamentos y los decretos. Resulta
interesante porque aparece ahí una de las “meritocracias” más claras de las
comunidades académicas del país y su interferencia en la calificación de
investigadores de instituciones muy diversas y de todas las áreas de
conocimiento. El Sistema está gobernado por una élite de investigadores,
legitimada por el cumplimiento de las reglas y criterios que ellos mismos
establecieron24. Esta meritocracia sin embargo, resiente la intervención de
disposiciones de funcionarios gubernamentales – algunos de los cuales también
provienen de la academia - sobre todo en lo referente a las asignaciones
presupuestales y a la manera de ejercerlas. El Decreto reserva todas estas
decisiones al Consejo de A probación, y a partir de 1999 crea un Comité Consultivo
integrado por 18 miembros quienes “serán los presidentes en funciones y
presidentes del año inmediato anterior de las comisiones, el director del SIN y tres
representantes de la comunidad científica”. (Decreto de 1999, art. 2 fr.ii)25
23 Afirmación derivada de mi experiencia personal en múltiples comisiones evaluadoras, incluyendo una participación de tres años en una Comisión Dictaminadora del SIN. En varias ocasiones insistí en que los miembros hicieran explícita y sometieran a discusión información no documentada 24 Resulta interesante recordar que los miembros de las primeras comisiones dictaminadoras fueron elegidos por su “prestigio” y, sin valorar su currículo con precisión, recibieron el nombramiento de Investigadores Nacionales nivel III 25 La Ley de Ciencia y Tecnología de 2002 estableció el Foro Consultivo Científico y Tecnológico que recibe diversas consultas por parte del Consejo de Aprobación del SIN.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
12
Este es uno de los rubros sobre los que sería necesario profundizar en la
evaluación del SNIy que sería importante analizar a la luz de las aportaciones de
Bourdieu por un lado y de Burton Clark por otro, para encontrar una adecuada
interpretación de la autoridad y el gobierno internos del Sistema y su influencia en
toda la vida académica del país.
Al respecto, Rosalba Casas introduce al estudio social de la ciencia y la
tecnología en México el concepto de “corporativismo de la comunidad científica”.
Cita a Dagnino, Thomas y Gomes que dicen al respecto:
“En situaciones de escasez crónica de recursos , cuando se hacen difíciles
las condiciones de trabajo y se ven amenazadas las condiciones básicas de la
comunidad de investigación, la comunidad científica puede apropiarse de la
política de ciencia y tecnología. Por tanto tendería a convertirse en una mera
reivindicación corporativa para la recomposición de aquellas condiciones ,
dificultando la adopción de nuevas prácticas que vengan a adecuar su práctica a
una correlación distinta de fuerzas políticas” (Casas, 2003:186)
II. Influencia del SNI sobre las políticas de deshomologación salarial
El Sistema Nacional de Investigadores introduce cambios trascendentales
para la conformación de los ingresos de los investigadores. En efecto, detona la
generalización de estímulos económicos27, adicionales a los que los
investigadores perciben en su institución, que no “afectan la relación del
investigador con la institución donde preste los servicios” (artículo 19 del decreto),”
y se darán sin perjuicio de los ingresos que por concepto de salario,
compensaciones y otras prestaciones tengan sus miembros “ (Artículo 32,
Reglamento 2004) “que de ninguna manera se considerarán como un salario o
27 El Cinvestav, por ejemplo, había establecido desde 1981 un sistema de evaluación de productividad para asignar una denominada “beca de exclusividad” que se pudo conseguir para los académicos, por equivalencia con una semejante de la que se beneficiaban los profesores del IPN.
Con formato: Numeración yviñetas
Eliminado: que no fue posible
Eliminado: en este primer borrador
Eliminado: Evaluación general del sistema de investigadores nacionales:¶Según Salvador Malo (1996), el Sistema “ha preservado a las comunidades especializadas por la mejoría en sus percepciones, pero además ha contribuido de otras importantes manera al desarrollo y los proyectos del país. La discusión sobre los criterios de aplicación y evaluación ha propiciado una profunda reflexión sobre la naturaleza, propósitos, prácticas y repercusiones de las distintas áreas bajo consideración y la información recolectada ha generado bases de datos y estadísticas actualizadas sobre las cuales es posible diseñar y construir políticas y proyectos para diversos objetivos. Lo anterior ha traído como consecuencia una revalorización de las actividades científicas, tecnológicas, artísticas y docentes en el sentido de una mayor homogeneización de lo que significa su ejercicio y una mayor credibilidad sobre el prestigio relativo de sus practicantes. Pero sin duda su efecto más trascendente ha sido la marcada diferenciación en percepciones que se ha logrado a través de sistemas de evaluaciones periódicas...”26¶Vayamos por partes: ¶
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
13
contraprestación por un servicio prestado” (Artículo 20 del Decreto) y que de
conformidad con el contrato individual que firma el investigador distinguido, se
podrán dar por terminados anticipadamente “en cualquier tiempo y sin
responsabilidad alguna para el SNI, cuando concurran razones de interés general
o cuando se demuestre que de continuar con el cumplimiento de las obligaciones
pactadas se ocasionaría algún daño o perjuicio a “El SIN”. (cláusula séptima del
contrato vigente) 28.
Se trata de estímulos que se otorgan por períodos predeterminados.
Renovables o no, en función de los resultados de la evaluación del período.
Que se pueden disminuir de categoría en cada renovación, nuevamente en
función de los resultados de la evaluación del período.
Que están sujetos a “disponibilidad presupuestal”
Pero que constituyen un monto importante de los ingresos que perciben los
investigadores beneficiados.
A raíz de la creación del Sistema Nacional de Investigadores y de su muy
selecta membresía, la protesta continua de los académicos obligó a la creación
de programas nacionales e institucionales. Salvador Malo (1996) reporta los
programas de becas al desempeño académico y de carrera docente29 y el
programa de estímulos en la UNAM, en particular el programa de Primas al
Desempeño Académico (PRIDE). Eduardo Ibarra (2000) reporta cinco programas
creados en la Universidad Autónoma Metropolitana, que explican el lugar tan
elevado que ocupan los estímulos de esta institución en los ingresos de sus
académicos como se observa más adelante: Programa de Estímulos a la docencia
y la investigación; Programa de becas de apoyo a la permanencia del personal
académico de la UAM: Estímulo a la trayectoria académica sobresaliente; Beca de
reconocimiento de la carrera docente del personal académico; estímulo a los
grados académicos. Una de las dudas que quedan en este ensayo es el de la 28 No en todos los contratos se han establecido cláusulas semejantes. 29 Inicialmente del presupuesto público se asignó a cada institución una cifra equivalente a 3 smm multiplicados por el 30 % de su personal susceptible de estímulos. Resulta ahora complejo averiguar de dónde provienen los fondos que las instituciones asignan a sus programas internos
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
14
naturaleza y tipo de programas creados por cada una de las instituciones de
educación superior o los centros de investigación, el alcance interno y el
significado que tienen en la distribución de los ingresos entre los investigadores y
profesores de tiempo completo del país.
A veinte años de creado el Sistema Nacional de Investigadores, y poco más
de una década de generalizados los programas institucionales de estímulos, la
situación salarial de los académicos de tiempo completo del país se puede
clasificar en términos generales en tres grandes categorías: ; a) aquellos que
únicamente reciben sus salarios y prestaciones en principio clasificados en las
categorías inicialmente propuestas por el “modelo salarial de educación superior” y
la evolución que éste ha tenido en cada institución. 30 b) aquellos que disponen de
ingresos adicionales a los sueldos y prestaciones laborales en virtud de los
programas institucionales de estímulo, entre los cuales puede haber una enorme
variedad de situaciones en función de la cantidad, la naturaleza, las formas de
operar, los montos; c) aquellos que además pertenecen al SIN Si a ello
agregamos los diferentes niveles de cada uno de los programas internos o
externos de estímulos la diversidad de ingresos se multiplica: supongamos seis
categorías laborales, de asociado o adjunto A a titular C; cuatro o cinco niveles
para cada uno de los estímulos, cuatro niveles del sin, etcétera. 32
Tenemos tres ejemplos derivados directamente de los datos de nómina de
una quincena ordinaria de 2004 que investigadores de tres instituciones de
educación superior ofrecieron para su análisis33. Lo primero que sale a relucir es
que cada institución codifica las prestaciones contractuales y los estímulos
académicos internos de muy distinta manera, por eso los datos se clasificaron en
5 grandes categorías: sueldo base, prestaciones contractuales, estímulos
académicos internos a la institución, beca SNI, total de ingresos derivados de
evaluación de productividad e ingresos totales a la quincena. 30 La no participación a su vez puede ser resultado de a) evaluaciones negativoas; b) una especie de “autodescalificación” que inhibe la presentación de los productos propios a evaluación, o c) en muy pocos casos, la convicción de no hacerlo. 32 El tema se analiza en Cazés, Ibarra y Porter,2000 33 En los tres casos se trata de investigadores titulares “C”, con beca SNI II.
Eliminado: a
Eliminado: b
Eliminado: ; c) aquellos que no tienen ningún ingreso adicional por no participar en esos programas y que en principio seguirían clasificados en las categorías inicialmente propuestas por el “modelo salarial de educación superior” y la evolución que éste ha tenido en cada institución. 31
Eliminado: SIN
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
15
2004 A. Sueldo
base
B. Prestaciones
laborales y
contractuales
C. Estímulos
académicos
internos
D. Beca SNI E. Participación
total de
ingresos
derivados de
evaluación de
productividad
(C+D)
Ingresos
totales a
la
quincena
(pesos
2004)
Investigador
Cinvestav
35.1% 19.6% 28.7% 16.8% 45.5% 29977
Investigador
UNAM
27.3% 19.7% 37.3% 17.3% 54.6% 29038
Investigador
UAM
26.0% 13.1% 53.0% 16.3% 69.3% 30516
Por supuesto son muchas las advertencias que caben en este análisis
porcentual, que solo toma en cuenta los datos burdos de una quincena regular34.
Sin embargo, las proporciones permiten sugerir las siguiente conclusiones: a) la
proporción del sueldo base apenas alcanza a la tercera parte de los ingresos; b)
entre las prestaciones laborales sobresale la compensación por antigüedad en los
tres casos, pero que responde precisamente a los años acumulados de trabajo;
algunas prestaciones por el contrario, apenas sobreviven a la inercia de su
inserción en los contratos, como es el caso, del “material didáctico”; “despensa”
con cantidades no mayores a los 150 pesos de 2004 a la quincena; c) en dos
casos los ingresos derivados de evaluaciones constituyen alrededor del 50%, en
uno más alcanzan el 70% de los ingresos de los investigadores (sería aún más si
se considera que del sueldo base y las prestaciones laborales hay que restar las
deducciones por impuestos y contribuciones al ISSSTE y otras y los estímulos
están libres de cualquier descuento); d) Los ingresos totales son semejantes, lo
que varía enormemente es la fuente de donde provienes; e) El peso de los
estímulos académicos internos a la institución con relación a los ingresos totales
quincenales varía enormemente de institución a institución; e) la beca SNI 34 Un análisis correcto debería incluir los ingresos anuales, ya que hay diversas cantidades contractuales que solo se otorgan una vez al año, como las primas de vacaciones, los aguinaldos, los ajustes de calendario, etcétera.
Eliminado: 59.9
Eliminado: los tres
Eliminado: o más
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
16
representa poco más del 16% de los ingresos en los tres casos. f) los estímulos
académicos internos varían notablemente de institución a institución en cuanto a
su naturaleza y alcance entre los investigadores de las mismas.
Posiblemente este análisis sea uno de los temas de mayor interés para el
diálogo que nos convoca en esta ocasión.
Lo interesante del caso es que si se analiza una categoría académica
superior ( en este caso Profesor Cinvestav “E”, SNI III) , las proporciones cambian,
en el sentido de que la proporción de ingresos sujeta a evaluaciones se
incrementa.
2004 Sueldo base Prestaciones
contractuales
Estímulos
académicos
internos
Beca SNI Total de
ingresos
derivados de
evaluaciones
Monto total
en términos
absolutos
Cinvestav 32.3% 18.0% 25.7% 23.8% 49.6% 36843
Hay varios efectos “perversos” en esta situación: a) el investigador paga
impuestos de ley sólo por el 50% de sus ingresos, incluidas las prestaciones
laborales de ley 35; b) los ingresos por estímulos no se contabilizan para
jubilaciones ni pensiones; c) el investigador corre el riesgo de perder el 50% de
sus ingresos o más a consecuencia de una “mala racha” en su productividad; d)
ciertamente los perderá al jubilarse de su institución; e) en la medida que crece en
edad y en productividad, el investigador tiene una dependencia mayor de los
estímulos en cuanto al monto de ingresos logrados. Hasta la fecha el Sistema no
ha logrado deslindar la naturaleza diferente, pero mezclada perversamente de los
dos estímulos otorgados: el nombramiento y la distinción, del complemento
salarial. Al contrario. La proporción que alcanza el estímulo como complemento
salarial es cada vez mayor. (de Ibarrola, 1992: 244) . Adicionalmente, los
35 Las becas del SNI están exentas del pago del impuesto correspondiente según lo establece la fracción XX del artículo 109 de la Ley del Impuesto sobre la Renta , o su equivalente en caso de que exista reestructura de la citada Ley. (Reglamento 2004). Los estímulos internos tampoco causan pago de impuesto a los académicos en lo personal, aunque cabe la duda de si las instituciones están absorbiendo ese costo.
Eliminado: institución
Eliminado: SIN
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
17
elevados montos institucionales orientados al pago de los estímulos unidos a lo
reducido de los salarios base inhiben nuevas contrataciones, ya que las nuevas
plazas no vienen acompañadas del total de estímulos asignados por méritos.
Seguramente esa es la razón por la cual, al interior de las instituciones
académicas el problema de las jubilaciones se acrecienta. Por otra parte, al
interior del Sistema Nacional de Investigadores un grupo importante ha peleado
por la creación de categorías que quedarán libres de evaluaciones y que gozarán
de los estímulos de por vida, una adición reciente del Reglamento 2004 es que los
Investigadores Nacionales de 65 años o más que hayan permanecido en el
Sistema al menos quince años y después de una evaluación favorable de su
último período podrán solicitar la ampliación de su nombramiento a quince años.
(Art. 30, reglamento 2004) Otro privilegio que conservarán –sin evaluaciones - es
la disponibilidad del Seguro de Gastos Médicos Mayores y Seguro de Vida.
Los pagos sujetos a evaluación de la productividad. Otro rasgo
fundamental del Sistema es que esos ingresos adicionales se otorgan, o no, en
función de una evaluación de la productividad en el período analizado. Rasgo que
se introdujo como mecanismo clave en todos los estímulos que otorgarán
posteriormente las instituciones conforme a programas propios.
El SNI establece entonces la definición de lo que debe producir un
investigador y también el tiempo en que lo debe hacer. Las discusiones al
respecto han sido incontables, al igual que ha encontrado mayor eco el argumento
original del Dr. Vélez Pliego sobre la intromisión del Sistema en la autonomía de
las Universidades. Los investigadores tienen que rendir cuentas a ese Sistema
externo y sin lugar a dudas orientan su productividad por los criterios que
establece este último, o por lo menos tienen que responder a dos tipos de
demanda. Es cierto que las evaluaciones internas difieren en criterios y sobre todo
en procedimientos, pero la fuerza de los criterios “legítimamente académicos” que
aplica el SNI empieza a penetrar cada vez más en los criterios internos de las
instituciones. Ello se hace más evidente en aquellas instituciones que tienen a la
docencia como función principal, y que intentan equilibrar las clásicas funciones
Eliminado: La
Eliminado: productividad
Eliminado: SIN
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
18
académicas: investigación, docencia, difusión de la cultura a la que ahora se
agrega una cuarta “vinculación con los sectores productivos, públicos o privados y
con el sector social ”. Un problema adicional refiere a que los investigadores están
sujetos a un número elevado de evaluaciones diferentes, con diferentes criterios,
procedimientos y formatos y en diferentes momentos.
En el caso del SNI, la evaluación la realiza una comisión dictaminadora,
interinstitucional e interdisciplinaria (dentro de una misma área de conocimiento,
cuyos límites han sido variables a lo largo del período ) de alcance nacional: la
misma comisión, formada por 12 académicos evalúa todas las solicitudes del área.
Sin embargo, el dictamen constituye “una recomendación” que el Secretario
Ejecutivo del Sistema presenta al Consejo de Aprobación quien decide sobre las
mismas.
El Decreto original y el reformado en 1999 establecían sólo dos órganos
operativos: el Consejo Directivo y las comisiones evaluadores. El Consejo
Directivo original del Sistema estaba definida por una mezcla relativamente
equilibrada de tres funcionarios gubernamentales y cuatro investigadores. Entre
los primeros estaban por oficio: el Secretario de Educación Pública como
presidente, el Director General del CONACYT, como vicepresidente, y el
Secretario Ejecutivo del Sistema, que a su vez fungía como Secretario del Consejo
Directivo. Los cuatro “vocales” eran investigadores en funciones, el presidente
de la AMC, ex – oficio, y tres “investigadores del más alto nivel del Sistema
(léase nivel III), designados por el Secretario de Educación Pública en tanto
presidente del Consejo Directivo.
El Reglamento del 2004 modifica radicalmente esa composición: establece
un Consejo de Aprobación, que cumple las mismas funciones de decidir sobre las
propuestas de distinciones que le hacen las comisiones por conducto del
Secretario Ejecutivo del Sistema, pero integrado ahora de manera muy favorable
a los funcionarios. Está compuesto por el Director General del CONACYT, los 4
Directores adjuntos del propio Consejo, el Director del SIN, el Subsecretario de
Educación Superior el Investigación Científica, el Subsecretario de Educación e
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
19
Investigación Tecnológica, el Coordinador General del Foro Consultivo Científico y
Tecnológico, y tres r epresentantes del SIN, que formen parte de la mesa directiva
del mencionado foro: 8 funcionarios gubernamentales y 4 investigadores
integrados a la conducción de la política científica del país
Las Comisiones por área están formadas por 12 académicos, miembros del
propio Sistema Nacional. Anteriormente, según el Decreto se elegían tres a
propuesta de la Academia Mexicana de Ciencias y los otros 9 a propuesta del
CONACYT, quien a su vez debía integrar su lista de propuestas de instituciones
de alto nivel académico y asociaciones científicas. El nuevo reglamento establece
que estarán integradas por doce miembros del SNI de nivel III y en el caso de no
existir personas elegibles para alguna disciplina podrán ser nombrados entre los
investigadores del nivel II. Añade que las comisiones “se integrarán guardando el
mayor equilibrio y paridad posibles entre disciplinas, instituciones y regiones”. (Art.
7, Reglamento del 2004).36
El nuevo reglamento establece también la figura de Comisiones
Dictaminadoras Revisoras, que deberán evaluar las solicitudes de revisión de los
aspirantes inconformes y que estarán formadas por tres miembros de la Comisión
Dictaminadora que evaluó el caso y cuatro miembros más que hayan formado
parte de las comisiones dictaminadoras de años anteriores. (Art. 21. Reglamento
del 2004)
Algunos rasgos interesantes sobresalen de esta composición de los
órganos fundamentales del Sistema:
a) En principio, el Sistema está operado y regulado por los propios
académicos. Sin embargo, las decisiones finales están en manos
del Consejo Directivo -ahora de Aprobación- que cuenta ahora
con una presencia muy superior de funcionarios gubernamentales.
Es cierto que algunos de estos funcionarios provienen de la
36 Por acuerdo del Consejo de Aprobación de septiembre del 2004, se solicitó al Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología una propuesta para la designación de los miembros de las Comisiones Dictaminadoras. El Foro propuso una votación abierta a todos los miembros del Sistema, sobre una lista de investigadores autopropuestos que reunieran el requisito de ser nivel III. La votación se llevó a cabo a principios de febrero del 2005.
Eliminado: SIN
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
20
Academia, pero resulta necesario analizar qué clase de actor se
configura cuando un académico desempeña funciones de gobierno
de una institución pública de apoyo a los propios investigadores.
b) Los conceptos de “alto nivel académico” y “más alto nivel
académico” son los que definen el nombramiento de los miembros
de las comisiones dictaminadoras; a su vez ese concepto se
define por los propios criterios establecidos. Solo participan
investigadores que forman parte del mismo sistema y ocupan el
nivel más elevado.37 Se trataría entonces de una planteamiento
corporativista, pero además, de élite.
c) Ciertamente no hay ninguna participación sindical en la operación
de las comisiones. Las participaciones gremiales están dominadas
por la participación de la Academia Mexicana de Ciencias38; las
quejas y cuesti onamientos de los investigadores, tanto de los
inscritos como de los rechazados no tienen un cauce claro de
expresión, aunque sin duda han sido tomadas en cuenta de alguna
manera en las modificaciones que se han dado a lo largo de los
veinte años. Las comisiones dictaminadoras ahora han hecho
públicos sus criterios internos de evaluación y también se ha
convertido en obligación para las mismas establecer con claridad
las razones que justifican cada dictamen individual.
d) En principio, en las decisiones y recomendaciones de las
comisiones influyen exclusivamente criterios de desempeño
académico y productividad científica. Sin embargo, sorprende que
las decisiones sobre los nombramientos no correspondan a las
comisiones dictaminadoras sino al Consejo de Aprobación39.
37 El Reglamento del 2004 acepta el nombramiento de investigadores nivel II, en particular en el caso de las subcomisiones de apoyo autorizadas por el Reglamento. 38 El recién creado Foro Consultivo abre la participación a otras Academias, como la de Ingeniería, la de Medicina, la de Lengua, la de Historia, al Consejo de ciencias sociales, a instituciones de educación superior e incluso al sector productivo. 39 Sería interesante saber cuánto dictámenes no han sido aprobados por el Consejo.
Eliminado: En lo personal considero que los sindicatos –por su naturaleza y lógicas de acción- no deben participar en la evaluación del trabajo académico, pero que la evaluación académica debe considerar una participación democrática de los involucrados.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
21
e) No existe – en principio- una delimitación presupuestal respecto
del número de investigadores que podrán ingresar al Sistema. El
Dr. Malo (1994)40 es enfático en que desde la creación del mismo
se insistió en que operaría en función de los resultados de las
evaluaciones académicas y no en función de previsiones
presupuestales. Este “principio” se enfatiza con regularidad en las
instalaciones de las comisiones dictaminadoras. Sin embargo,
sorprende lo errático de las tasas de crecimiento del sistema en
distintos momentos, lo que hace suponer que de alguna manera
las restricciones presupuestales sí han influido en el número de
investigadores adscritos al Sistema.
f) Resalta también el compromiso de los miembros del Consejo y de
las Comisiones Dictaminadoras con la operación del Sistema,
todos son comisionados por sus instituciones pero además
dedican alrededor de seis meses ( no de tiempo completo) a su
labor de evaluación.41 Uno de los rubros que no se ha tomado en
cuenta en los costos del Sistema es el del tiempo real que
requieren las evaluaciones, tanto del lado de los miembros de las
comisiones como de los investigadores que tienen que preparar su
expedientes42.
40 El Secretario Reyes Heroles tajantemente le informó a su subsecretario de planeación que en el Sistema no se fijaría de antemano – y con argumentos meramente presupuestales- el número de investigadores que podrían ingresar anualmente (Malo y Flores, 1994) 41 Una manera regular de operar consiste en que los miembros de las comisiones trabajan individualmente en la revisión de los expedientes en horas de su conveniencia: madrugadas, noches, sábados, domingos. La comisión en pleno se reúne una vez por semana, y en los momentos finales de entrega de dictámenes, hasta dos o tres veces por semana. 42 El artículo 33 del nuevo reglamento señala que “El CONACYT entregará un reconocimiento a los integrantes de las Comisiones Dictaminadoras Revisoras (no menciona a las Comisiones Regulares) 45 Por ejemplo, que efecto tendrá esta mesa de diálogo sobre la política de deshomologación salarial y los pagos por méritos.
Eliminado: yen
Eliminado: <#>Efectos sobre la delimitación de las áreas de conocimiento y las disciplinas que las conforman: ¶Sorprende que al interior del Sistema uno de los mayores debates entre académicos ha sido el de la delimitación de las áreas de conocimiento y la clasificación de las disciplinas que las conforman. ¶
Cuadro comparativo 1984- 2004 por disciplinas¶Año ... [1]
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
22
III. Efectos sobre la carrera académica de los investigadores
El SIN ha tenido también diversos efectos sobre la carrera académica de
los investigadores del país. Uno de los más notables ha sido la definición explícita
de los criterios que definen lo que hace un investigador. A lo largo de estos veinte
años de discusión al respecto ha sido sorda pero muy intensa ...y sigue... Lo
interesante será ver si esta discusión se da a través de canales o cauces
diferentes que nunca se tocan entre sí. 45
El reglamento 2004 define al investigador profesional sobre la base de dos
grandes rubros:
La producción de investigación científica y/o tecnológica
La formación de recursos humanos especializados.
Pero se considera también parte del desempeño laboral de un investigador:
La participación en la labor de difusión y divulgación
La vinculación entre la investigación y los sectores público, privado y
social
La contribución al desarrollo institucional
Los criterios concretos que expresan el desempeño de cada una de estas
actividades tienen también un peso elevado en la definición de ese investigador
profesional. En el artículo 17 del Reglamento 2004 se enumeran 40 tipos de
productos concretos “obtenidos a través de las diferentes actividades
consideradas por el SIN” .
Un análisis de los criterios internos de evaluación de las diferentes
comisiones –que falta aún profundizar - permite apreciar semejanzas y diferencias
entre ellas y lo difícil que ha sido establecer diferencias específicas en función de
las áreas de conocimiento; por un lado, el enorme peso que alcanza el grado de
doctor como requisito mínimo para el ingreso; el número de publicaciones en
“revistas indexadas” , con “factor de impacto” y las citas a los trabajos y por otro, lo
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
23
difícil que resulta traducir conceptos como “Obras de trascendencia”, “liderazgo y
prestigio” “obra consolidada”; “trayectoria definida”, “aportación original”.
Indudablemente uno de los mayores debates refiere a la relación entre
investigación y cada uno de los otros rubros establecidos, en particular la
docencia, y al peso que cada uno de ellos adquiere en la evaluación final de cada
investigador. La relación investigación –docencia se ve afectada por un lado, por
la difícil articulación entre ambas actividades “profesiones diferentes que se
desempeñan en un mismo redil” 46, en particular en el pregrado, y por la
naturaleza de la institución en la que se desempeñan los investigadores, por otro.
Aquellos investigadores adscritos a universidades o instituciones de educación
superior tienen una carga de docencia en licenciatura muy superior a la de
quienes están adscritos a instituciones de investigación. Sin embargo, el
desempeño cotidiano de la docencia no es evaluado por el Sistema, que solo
admite ciertos productos derivados de la misma. Cualquiera que ha estado frente
a grupo, y más aún, por tiempos predeterminados dentro del contrato de trabajo,
que en ocasiones alcanzan 24 horas a la semana, conoce las dificultades de
producir, además, artículos de investigación. Quienes dirigen tesis de estudiantes
que no tienen el tiempo exclusivo para ello podrían dar cuenta de la gran cantidad
de horas aparentemente perdidas en la discusión y corrección de las propuestas
de los estudiantes.
Pero no sólo es la docencia la que guarda un vínculo difícil con la
investigación, es cada vez más evidente que la divulgación, la vinculación con el
sector productivo o social y el apoyo a la infraestructura no son actividades que se
desprenden natural y mecánicamente de la realización misma de la investigación,
requieren esfuerzos adicionales y en ocasiones incluso restan tiempo y energía
para el desempeño de la investigación. Más aún cuando todavía no se identifican
cuáles son los productos concretos que son capaces de expresar el vínculo
específico entre la investigación y cada uno de los otros rubros. Son muchos los
46 Walter P.Metzger citado por de Ibarrola, María. “The Academic Profesión in the USA de Walter P. Metzger.” Reseña publicada en Avance y Perspectiva , vol 10- oct-dic de 1991 p. 340. Véase también la reseña sobre "Ecología de la Academia en México y Europa Occidental". En Avance y Perspectiva. Vol. 11, julio-agosto 1992, pp. 217-224 (ensayo)
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
24
ejemplos al respecto: el desprecio que durante tanto tiempo tuvieron los artículos
de divulgación o los libros de texto y el rechazo total a considerar que algunos de
ellos podrían ser producto directo de investigación, traducida esta última
directamente para beneficio de consumidores más amplios y no sólo del claustro
académico. Otro ejemplo refiere ahora al debate por incorporar los montos de los
recursos que administran quienes desarrollan proyectos vinculados con el sector
productivo o social, que parece ser la única expresión palpable de la cantidad de
esfuerzos cotidianos que no se reflejan en ningún otro producto admitido por el
Sistema.
El Sistema, además, ha caído inevitablemente en un procedimiento de
evaluación indirecta de los investigadores, realizado a partir –y exclusivamente- de
la documentación comprobatoria que estos últimos pueden aportar. Tan es así,
que existe un filtro administrativo que rechaza aquellas solicitudes en donde no se
presenten todos y cada uno de los comprobantes de las acciones reportadas en el
currículo.47
Los tiempos que marca el Sistema como “norma” para el logro de los
diferentes productos también afecta el trabajo de los académicos. Algunas se
expresan directamente en los criterios de evaluación que aplican las comisiones
dictaminadoras, por ejemplo, el número de artículos originales de investigación
que se espera produzca un investigador en el período evaluado, y que ha
conducido a continuas quejas de los matemáticos en particular; o las discusiones
respecto del valor de un libro, tan socorrido en las Ciencias Sociales y su mayor
tiempo de preparación, respecto de los artículos, o el valor de los ensayos
respecto de los trabajos experimentales.
Pero otro tipo de influencia refiere a aquellos aspectos de la carrera
académica para cuya realización se exige el requisito de ser Investigador
Nacional, en ocasiones afecta a los individuos concretos, en otras, a sus
instituciones de adscripción de manera integral. En ocasiones se trata de
47 Este aspecto se trató en el Simposio “Evaluación de académicos. Diálogo entre disciplinas e instituciones” que se celebró en el Cinvestav el 9 de marzo de 2004. Los resultados se publicarán en Avance y Perspectiva en marzo del 2005.
Eliminado: Otro tipo de influencia refiere a l
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
25
influencias que se desprenden directamente de la pertenencia o no al sistema, en
otras se adicionan a otros criterios. Hemos identificado los siguientes:
La distribución de los recursos instit ucionales de operación, entre las
unidades en que se organiza la institución (departamentos, institutos, centros,
facultades) o entre investigadores en lo individual, que empieza a ser justificada
con el criterio de la proporción de investigadores nacionales que forman parte de
su personal.
Las solicitudes de financiamiento para proyectos individuales, entre cuyos
criterios iniciales de aceptación de la solicitud está el de que la misma sea firmada
por un investigador nacional. 48
La calificación de los programas de postgrado que sostienen las
instituciones de educación superior y postgrado, uno de cuyos criterios principales
es el número de investigadores nacionales que respaldan el programa.
Falta analizar si la aprobación de fondos adicionales PIFIS, incluye de
alguna manera el criterio de pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores49.
El significado de la aplicación de estos criterios para el crecimiento y
consolidación de las instituciones de investigación ha ameritado ciertos análisis de
los investigadores de las Ciencias Sociales. En ocasiones anteriores he
mencionado la indudable presencia del “efecto Mateo” que ha tenido el Sistema
Nacional de Investigadores50
Un dato interesante es que la proporción de investigadores nacionales al
interior de instituciones concretas varía enormemente. Las proporciones obtenidas
del número de investigadores nacionales entre el personal académico total de
48 Recientemente incluso se propuso que el criterio de admisión ser ía Investigador Nacional nivel II (checar fecha y si quedó establecido) 49 Una evaluación del programa de años anteriores reporta el número de miembros del SIN en las universidades públicas estatales: 2149 frente a 24185 profesores de tiempo completo, 4246 de ellos con doctorado. Fuente página web de SESIC sobre el nivel de habilitación del profesorado de tiempo completo. Avances en la capacidad académica de las universidades públicas estatales. Tercer proceso de planeación 50 “A quien más tiene, más se le dará”, tipifica Robert K. Merton el efecto, de acuerdo con un personaje de la biblia. de Ibarrola, María. "Los efectos desnaturalizados del SNI" En Avance y Perspectiva. Vol. 11, julio-agosto 1992, pp. 243-245 (ensayo).
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
26
algunas instituciones arroja datos extremos: instituciones como el Cinvestav, que
registra al 92% de sus investigadores como miembros del Sistema Nacional o el
INAH con el 88% y en general los llamados Centros SEP-Conacyt, frente a
instituciones como la UNAM con el 43.7%; la UAM, que tiene al 26.4% de su
personal potencial, o el Instituto Politécnico Nacional, con apenas el 10%, la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca que registra al 8%, o la
Autónoma de Sinaloa, el 5 %51.
IV Efectos esperados sobre el fortalecimiento y estímulo a la
investigación en el país:
A pesar del crecimiento del número de investigadores reconocidos como “de
calidad nacional”, la cifra de investigadores dedicados en principio de tiempo
completo y con productividad acorde sin embargo, está muy por debajo de
algunos indicadores nacionales. Por ejemplo, con relación a las 297 000 personas
ocupadas en actividades de ciencia y tecnología con estudios de postgrado que
reporta el Sistema de información de Ciencia y Tecnología del gobierno mexicano,
representa apenas el 3.7%; o con respecto a los 24 185 profesores de tiempo
completo de las universidades públicas estatales del país, las que reportan 4246
profesores con el grado de doctor y sólo 2149 pertenecientes al SIN. Apenas el
8.8% de este personal está reconocido por el Sistema.
Con respecto a los indicadores internacionales, habría que decidir en primer
lugar cuántos investigadores reporta el país, pero si sólo se trata de los 10 859
reconocidos por el Sistema tendríamos una de las tasas más bajas al respecto.
51 Estos datos se tienen que verif icar. El Sistema ofrece el desglose de investigadores nacionales por institución, pero lo que no resulta fácil es encontrar el número total de investigadores o profesores investigadores de tiempo completo adscritos a las mismas. 53 Entre 1986 y 1990 el Dr. Salvador Malo y sus colaboradores publicaron 15 artículos sobre el Sistema en la Revista Ciencia y Desarrollo del CONACYT. El Dr. Malo también publicó la encuesta “Cien preguntas sobre el SIN” aplicada a una muestra de sus miembros. Posteriormente no ha habido un ejercicio semejante de análisis de los datos empíricos aportados por los investigadores. Hacia mediados de la década de los 90 se regresó a los investigadores los documentos comprobatorios de sus publicaciones que habían entregado al Sis tema. Apregunta directa para esta ponencia, se informó que todo los documentos del 2004 se habían regresado a sus propietarios y que todo el acervo existente en el edificio de Constituyentes “sería destruido, ya que no había lugar para almacenarlo”.
Eliminado: Uno de los efectos más positivos del Sistema ha sido sin duda la profesionalización de la investigación como actividad de tiempo completo y exclusivo para un número crecimiento de individuos: el número de Investigadores Nacionales pasó de 1396 a 10 859 en los veinte años de existencia del Sistema, como se señaló anteriormente. El crecimiento del Sistema ha sido del 683% a lo largo de ese período, con un crecimiento promedio del 12% anual según los datos del propio Sistema52.
Eliminado: El número,
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
27
Por otra parte, es muy fuerte la posibilidad de que el número de
investigadores nacionales haya crecido preferentemente debido al cumplimiento
de los criterios por parte de quienes ya estaban en la planta académica del país
más que por el ingreso de jóvenes a la profesión de investigador. Al respecto hay
diversos indicadores: 1) el número de candidatos a investigador nacional debería
representar una amplia base de la pirámide, y no como lo es ahora, apenas un
apéndice por debajo de la masa de investigadores nivel 1; 2) la edad de los
investigadores nacionales; 3) el reclutamiento de investigadores nacionales de
entre los egresados de los postgrados realizados en el extranjero representa
según un estudio reciente, apenas del 9% para la promoción 1995 (de Arenas,
Santillán, Arenas y Valle (2003) ; 3) Todas las instituciones públicas han tenido
problemas muy serios para disponer de nuevas plazas.
El Sistema ha impulsado fuertemente su propia desconcentración fuera de
la capital de la república, ofreciendo incluso para ello, un salario mínimo adicional
a cada categoría para quienes fueran reconocidos con esa distinción en
instituciones fuera del Distrito Federal. En efecto, en 1984, el total de
investigadores nacionales de los estados representó apenas el 12.6%; en el 2004
esa proporción había aumentado al 54.3%. Un estudio a realizar sería la
influencia de los investigadores nacionales locales en sus áreas regiones. Sin
duda puede ser muy superior a la que se observa apenas a escala nacional.
En 1986, el Dr. Malo establecía que “el Sistema Nacional de Investigadores”
representa una radiografía y un diagnóstico de los avances y retos que enfrenta
México en la preparación de recursos humanos de alto nivel en todas las
disciplinas. Se podría concluir a veinte años de distancia de creado el Sistema,
que los avances han sido muy escasos y los retos siguen siendo enormes. La
matrícula de postgrado en esos veinte años ha crecido de 33 771 inscritos en
1984 –58% de ellos en instituciones autónomas- a 139 600, 40% de ellos en
instituciones particulares. El doctorado, requisito de ingreso al SIN, paso de poco
más de mil alumnos en1984 a cerca de 11 000 veinte años después.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
28
Resulta interesante comparar la discrepancia tan elevada entre la
distribución de los estudiantes de postgrado por áreas de conocimiento y la
distribución de los miembros del SIN conforme al mismo criterio para esta última
fecha. Tal parecería que hay postgrados cuyo destino natural será la
investigación de tiempo completo acorde a los criterios del SIN (en física,
matemáticas, biología, química, ciencias de la tierra, ci encias agropecuarias)
mientras que en otras áreas el número de estudiantes que se orientarán a
campos de trabajo no académicos, no encuentra equivalente con el número de
investigadores en esos campos de conocimiento y desempeño profesional:
Humanidades y Ciencias sociales. Sólo en ingenierías y en medicina parece haber
cierta correspondencia.
SNI Físico matemáticas y de la tierra
Biología y química
Humanidades y ciencias de la conducta
Ciencias Sociales
Ingeniería y tecnología
Medicina y Ciencias de la salud
Biotecnología y ciencias agropecuarias
Total
2004 1961 (18.0%)
1771 (16.3%)
1165 (10.7%) 1787 (16.4%)
1362 (12.5%)
1250 (11.5%)
1563 (14.3%) 10859
Posgrado nacional
Educación y Humanidades
Ciencias Sociales y Adm.
Ingeniería y tecnología
Ciencias de la _Salud
Ciencias Agropecuarias
2003
Ciencias Naturales y exactas 4.3%
17.9% 46.7% 14.1% 15.0% 2.0%
Fuente: anuario estadístico Anuies, 2003. Hace falta hacer el análisis más preciso con el número de doctores
inscritos y en particular graduados, tal parece que los inscritos en las áreas de Ciencias Naturales y Exactas están
predestinados a la actividad académica y al SIN, mientras que otros mercados de trabajo del país no requieren doctorados.
Los datos para apreciar el impulso y fortalecimiento de la investigación
científica han sido meramente cuantitativos y aún así responden muy poco a
investigaciones empíricas potenciales derivadas del enorme acervo de
información precisa sobre los investigadores del país que en principio se ha ido
constituyendo con los informes y el envío material documental probatorio de la
productividad de los miembros del Sistema. Falta ver si la idea de crear una
biblioteca documental y actualizada de la producción de investigación del país se
ha hecho realidad.53
Sin embargo los análisis de datos sobre los investigadores, sus productos,
el efecto de la investigación en el país han tenido muy poca presencia, en
particular en los últimos años. Es interesante observar que los criterios de las
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
29
comisiones dictaminadoras no se basan en los datos reales de la productividad de
los investigadores de sus áreas tal y como lo reportan ellos y han sido calificados
a lo largo de la existencia del Sistema, pudiendo hacerlo. Se podría pasar así de
“normas imaginadas” a normas y dispersiones estadísticas, sobre las cuales sería
más eficiente proponer cambios y mejoramientos.
Un análisis pendiente de realizar, y necesario para una evaluación justa del
Sistema refiere al posible efecto “pinza” (Malo, 2005) que se pretendía para el
impulso a la investigación: por un lado el apoyo a la productividad individual y por
otro el apoyo a la productividad institucional. Las consecuencias directas del
Sistema: sus cerca de 11 miembros, son en realidad inferiores a los efectos que
ha podido tener como modelo o influencia en el diseño y desarrollo de todo tipo de
programas de apoyo a la investigación en el país.
Como contraparte de estos datos sería importante analizar a manera como
los criterios y mecanismos de evaluación han venido desvirtuando la
productividad de los investigadores y los efectos perversos de simulación,
trivialización, cuantificación rutinaria de la ciencia . Las quejas de los
investigadores al respecto están mucho más documentadas que los estudios
sobre la productividad efectiva de los investigadores mexicanos por áreas de
conocimiento, períodos, instituciones, formación , etcétera.
V. Efectos sobre el “desarrollo del país”: la consideración del
“impacto” como criterio de evaluación.
En realidad no ha habido estudios del impacto del Sistema sobre el
desarrollo del país, entre otras razones porque no es fácil deslindar el efecto
“puro” de la ciencia en el desarrollo económico, social, cívico o cultural de un país,
ni se puede pensar que se trata de una relación directa de causa a efecto, como
quisieran hacerla aparecer en los discursos sobre política científica. Tan es así
que se siguen utilizando indicadores totalmente internos a la comunidad
académica para medir ese supuesto impacto y en ese sentido se califica como tal
el crecimiento en el número de investigadores nacionales, en el número de
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
30
artículos publicados o en el número de citas registradas que logran los
investigadores mexicanos, por ejemplo54.
Un indicador importante refiere a la cobertura del Sistema Nacional de
Investigadores por áreas de conocimiento y problemas nacionales. En realidad
son muy pocos los campos disciplinarios que han tomado en cuenta este criterio y
que lo trabajan de manera concreta, aunque se reitere continuamente la falta de
investigadores y de presupuesto para investigación. Los investigadores de la
disciplina de educación hemos hecho continuas evaluaciones al respecto. La más
reciente, un examen de la relación entre investigación y toma de decisiones en
educación en México por parte de la OCDE, solicitado por la SEP a esta
organización internacional en abril de 2003. Entre los problemas más importantes
fue la identificación de apenas un cuerpo pequeño de investigadores en educación
(250) para un sistema educativo de las dimensiones del nuestro (1,000,000 de
maestros y 33,000,000 de alumnos).
Los puntos de debate:
Los datos anteriores nos obligan a debatir los siguientes rubros para el
futuro del SIN.
1. Sobre la manera como este Sistema ha ido precisando y
definiendo lo que es el trabajo de investigación en el país;
por un lado el paulatino reconocimiento a las funciones de
docencia, difusión y divulgación, la vinculación con los
sectores público, privado y social y la contribución al
desarrollo institucional, que son claramente reconocidas en
el Reglamento actual. Por otro, la precisión del tipo de
productos que expresan esas funciones, la trivialización de
los productos en términos de cantidades, la dificultad para
evaluar las relaciones entre funciones o reconocer de
54 Una encuesta en marcha propiciada por la Academia Mexicana de Ciencias identifica 10 parámetros de impacto, todos ellos expresados en términos de productos académicos, desde informes para la toma de decisiones hasta artículos en revistas arbitradas en lo que parece ser un continuo de menor a mayor impacto.
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
31
manera equivalente las diferencias individuales e
institucionales en los pesos asignados a cada una de ellas.
2. Hasta qué punto el Sistema Nacional de Investigadores ha
cumplido sus objetivos. En qué medida se está impulsando
“de veras” el crecimiento de la planta de investigadores
jóvenes del país. Qué tan eficiente ha sido el presupuesto
destinado al SIN: los montos dedicados, incluyendo los -
hasta ahora no cuantificados- costos de los “comisionados”
al Sistema por diversas instituciones y el tiempo , ¿podrían
haber logrado mejores resultados si se hubieran aplicado de
otra manera? Qué hubiera pasado con los investigadores
mexicanos de no haberse creado el Sistema.
3. Más allá de sus propios números de crecimiento, cuál ha
sido el impacto sobre la calidad de la educación superior,
por ejemplo. Hasta qué punto se han desperdiciado otro
tipo de oportunidades que pudo haber impulsado el Sistema
respecto de la creación de un centro de documentación
sobre la productividad científica de los mexicanos, o
estudios empíricos sobre la enorme base de datos que
seguramente tiene.
4. Hasta qué punto el Sistema más bien ha propiciado el
crecimiento y consolidación de un grupo de privilegio entre
los académicos del país. Hasta qué punto el SIN inició un
proceso de evaluación de la productividad y “pago por
méritos” que pudo haber sido necesario como medida de
“emergencia”, pero que ha llegado a extremos nocivos para
el mejor desarrollo de la investigación en el país, sino para
el desarrollo de la educación superior pública, que aceptó
sin cuestionar los mismos mecanismos de pago por méritos.
Es necesario ponderar los diferentes efectos del SIN,
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
32
positivos y negativos: a lo largo de veinte años ¿cuáles han
tenido mayor impacto? A corto plazo, a largo plazo, a escala
individual, a escala institucional, a escala del país.
5. Una pregunta fundamental es hasta qué punto será posible
sostener el conjunto de ingresos adicionales derivados de
estímulos institucionales y del SIN a una población que
envejece y se acerca a la jubilación. Cómo solucionar el
indebido peso otorgado a las evaluaciones de productos
sobre la vida cotidiana de los investigadores del país. Cuál
es el futuro recomendable ¿debe continuar el sistema?
¿debe transformarse? ¿Serán capaces los investigadores
nacionales de renunciar a su propio privilegio? O el costo de
transformar estímulos puntuales por ingresos contractuales
será aún más dañino para las instituciones.
6. Es indispensable un análisis de las redes de poder que se
han ido conformando entre la élite del Sistema Nacional de
Investigadores y todos los foros de discusión de la política
científica del país: la Academia Mexicana de Ciencia, el
Foro Consultivo Científico y Tecnológico, incluidas las
decisiones sobre los propios investigadores.
7. Una discusión completa no puede darse sin saber qué ha
pasado y cuál ha sido la productividad académica y
científica de quienes no pertenecen al Sistema
De Ibarrola, feb 2005 Borrador a discusión
33
Bibliografía: Aguilar, Luis F. Problemas públicos y agenda de gobierno. México, 1993 Casas, Rosalba. Los estudios sociales de la ciencia y la tecnología: enfoques, problemas y temas para una agenda de investigación. En Santos Corral, María Josefa (coordinadora). Perspectivas y desafíos de la educación, la ciencia y la tecnología. Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM, México 2003. pp. 139-197 Cazés Menache, Daniel, Eduardo Ibarra Colado y Luis Porter Galetar (coords) Los actores de la universidad: ¿unidad en la diversidad? México, CEIICH- UNAM 2000. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Página web. De Arenas, Lucía, Emma Santillán, Miguel Arenas y Javier Valles. “Desempeño de becarios mexicanos en la producción de conocimiento científico: ¿de la Bibliometría a la ciencia política?” en Information Research. Vol 8 no. 2 January 2003 de Ibarrola, María. “The Academic Profesión in the USA de Walter P. Metzger.” Reseña publicada en Avance y Perspectiva , vol 10- oct-dic de 1991 p. 340. "Ecología de la Academia en México y Europa Occidental". En Avance y Perspectiva. Vol. 11, julio-agosto 1992, pp. 217-224 (ensayo) "Los efectos desnaturalizados del SNI" En Avance y Perspectiva. Vol. 11, julio-agosto 1992, pp. 243-245 (ensayo). “Evaluación de la evaluación. Diálogo entre disciplinas e instituciones”. Relatoría del simposio del mismo nombre realizado el 9 de marzo de 2004. Avance y Perspectiva (en prensa) "México: La experiencia de homologar y deshomologar las remuneraciones al trabajo académico." Interciencia, Vol. 17, no. 6, nov.-dic. 1992. Ibarra Colado, Eduardo. “Los costos de la profesionalización académica en México:¿es posible pensar en un modelo distinto? En Cazés Menache, Daniel, Eduardo Ibarra Colado y Luis Porter Galetar (coords) Los actores de la universidad: ¿unidad en la diversidad? México, CEIICH- UNAM 2000. Malo, Salvador y Jorge Flores. “Así nació el SIN”, Ciencia, julio agosto de 1994. Malo, Salvador y Laura Rojo. “Estímulos para la productividad científica y las actividades docentes y artísticas en México. El Sistema Nacional de Investigadores”. Interciencia, mar-apr.1996, vol 21, no. 2 pp.71- 77 Malo, Salvador y otros. “El Sistema Nacional de Investigadores. El primer año de su operación”. En Ciencia. (1985) 36, 117-130 Malo, Salvador. Entrevista con María de Ibarrola, enero de 2005 Ortega, Manuel. Plática con profesores del Cinvestav, nov, 2004 Secretaría de Educación Pública. Página web Sistema de Indicadores de Investigación Científica y Tecnológica. SIICYT. Página web Sistema Nacional de Investigadores. Documentos diversos: decretos, reglamentos, estadísticas, evaluaciones.
Página 21: [1] Eliminado Maria de Ibarrola 09/02/2005 18:36:00
Efectos sobre la delimitación de las áreas de conocimiento y las
disciplinas que las conforman:
Sorprende que al interior del Sistema uno de los mayores debates entre
académicos ha sido el de la delimitación de las áreas de conocimiento y
la clasificación de las disciplinas que las conforman.
Cuadro comparativo 1984- 2004 por disciplinas Año Ciencias
Físico Matemáticas e Ingenierías
Ciencias Biológicas
Ciencias sociales y humanidades
Total1
1984 585 (41.9%)
600 (42.9%)
211 (15.1%) 1396
Físico matemáticas y de la tierra
Biología y química
Humanidades y ciencias de la conducta
Ciencias Sociales
Ingeniería y tecnología
Medicina y Ciencias de la salud
Biotecnología y ciencias agropecuarias
Total
2004 1961 (18.0%)
1771 (16.3%)
1165 (10.7%) 1787 (16.4%)
1362 (12.5%)
1250 (11.5%)
1563 (14.3%) 10859
Fuente: Para 1984: Sistema Integrado de Información sobre Investigación Científica y Tecnológica: http://www.siicyr.gob.mx:8888
Para 2004, información proporcionada directamente por el Sistema Nacional de Investigadores
El cuadro anterior expresa de manera rígida y burda los intensos
debates que se han dado al interior del Sistema por la delimitación de los
contenidos de ciertas disciplinas y su clasificación o reclasificación en
determinadas áreas y la posibilidad de incrementar el número de
investigadores de la disciplina. (Algunas disciplinas han cambiado de área y
aún de nombre como se expresa en el anexo 1). Refleja también la mayor
afinidad de ciertos campos de conocimiento con los criterios de admisión al
sistema. Un dato muy interesante al respecto sería el referente del número de
investigadores profesionales que se desempeñan en el campo. Aproximaciones
al respecto son el total de solicitudes presentadas vs el total de aprobadas. Los
datos no son muy detallados. El Dr. Malo ofrece para la primera convocatoria
las siguientes cifras:
Área Examinados Aprobados Porcentaje
aprobación
1 El Dr. Salvador Malo ofrece cifras diferentes: para el área I: 712 ; para el área II: 703 y para el área III: 235, para hacer un total de 1650 investigadores aprobados en 1984
Ciencias físico
matemáticas e
ingenierías
1216 712 58
Ciencias biológicas,
biomédicas,
agropecuarias y
químicas
1326 703 53
Ciencias sociales y
humanidades
576 235 40
Total 3118 1650 52%
Fuente: Malo, 1985:121
Para el 2004 la situación fue la siguiente:
Área I II III IV V VI VII Total
Solicitudes 667 791 483 691 623 686 752 4693
%Aprobación 92.0% 66.4% 87.1% 82.7% 75.7% 74.3% 68.8% 77.4%
Fuente: Sistema Nacional de Investigadores. Evaluación de la convocatoria 2004
La delimitación de nuevas áreas de conocimiento al interior del SIN se
ha dado en función directa de las presiones realizadas por académicos e
instituciones para contar con comisiones dictaminadoras cercanas tanto a los
campos de conocimiento como a las instituciones mismas de donde provienen
los investigadores. En efecto, a pesar de los enormes esfuerzos realizados por
las comisiones para establecer de manera objetiva y cuantificable los criterios
para evaluar las solicitudes, el hecho mismo de la evaluación implica una
enorme dosis de subjetividad, “intersubjetividad objetivada” la denomina Ruy
Pérez Tamayo (cita) al tomar en cuenta los diálogos y debates entre los varios
miembros de una comisión, que pueden acudir al registro histórico de
discusiones previas al respecto, y que son quienes establecen finalmente el
criterio “objetivo”. Implica también poner en la mesa de discusión los
conocimientos no sistematizados o la información no documentada que tienen
los miembros de las comisiones sobre los sujetos concretos2. De ahí que las
2 Afirmación derivada de mi experiencia personal en múltiples comisiones evaluadoras, incluyendo una participación de tres años en una Comisión Dictaminadora del SIN. En varias ocasiones insistí en que los miembros hicieran explícita y sometieran a discusión información no documentada
presiones institucionales no sólo se hacen para establecer criterios sino –y tal
vez con más intensidad - para elegir a los miembros de las comisiones
evaluadoras.
Sería importante analizar hasta qué punto estas delimitaciones y
deslindes de los campos de conocimiento afectan a los distintos gremios
académicos del país, que siguen respondiendo más bien a sus tradiciones
disciplinarias.