832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

112
Florecillas de El Señorío de Jesús

Upload: oscar-dorantes-gomez

Post on 16-Jan-2016

6 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Florecillas

TRANSCRIPT

Page 1: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Florecillas

de El Señorío de Jesús

Page 2: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08
Page 3: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Prólogo

Prologar el “Agradecimiento de un Pueblo asu Dios”, por una parte me causa una profundasatisfacción, y por otra, me impone un profundorespeto. Satisfacción, por celebrar el sentido deagradecimiento del pueblo que sabe que si Él noconstruye en vano trabajan los albañiles y que siÉl no guarda la ciudad en vano vigilan los centi-nelas. Respeto, porque nuestro agradecimientonunca podrá estar a la altura del Señor y no qui-siera desvirtuar la perfección de su obra.

Hace veinticinco años Él comenzó la obra. Obrade Dios. Por mucho que me esfuerce, desde laperspectiva que da el tiempo, no hay explicación,ni razonada ni razonable, que justifique la realidadde El Señorío de Jesús. Sólo Él es la explicación.Somos su obra, su voluntad, su designio. Esta esnuestra grandeza y nuestra responsabilidad.

El sueño todavía no se ha cumplido cabal-mente. Vamos caminando en aras de la construc-ción de esa nueva sociedad, cuya ciudadanía seapoya en un discipulado radical, que busca antetodo el cumplimiento de la voluntad de Dios yque, viviendo la nueva cultura del Reino de Dios,se constituye en baluarte seguro y firme para darcobijo a los desprotegidos y detener la ola delmal en el mundo.

Fernando Aldea Coordinador Mayor de El Señorío de Jesús

3

Page 4: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08
Page 5: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

En el año 1984, al año y poco más de habercomenzado la vida comunitaria, nuestro forma-dor me indica la necesidad de pasar un tiempo enAnn Arbor para empaparme de la vida en comu-nidad. Se lo comenté a mi esposa que recibió lanoticia con poca paz, basándose en argumentotan obvio como era el de la vida familiar: cómoíbamos a dejar por el espacio de tres semanas anuestros dos hijos, que a la sazón tenían, seis ycuatro años. Por otra parte se daba la casualidadde que los dos habíamos cogido como mes devacaciones el de Octubre, ajenos a este proyectode nuestro formador. Ponderando los pros y loscontra, decidimos aceptar la invitación.

En la asamblea anterior al día de partida, JuanPedro, a la sazón coordinador mayor, pidió a lacomunidad que orara por nosotros, por nuestrafamilia y por nuestro viaje. En el contexto de laoración, el P. Victoriano, de forma solemne, dijo:“En el nombre del Señor Jesús, id a los EstadosUnidos de América” Con total paz iniciamosnuestro viaje plenamente convencidos de que elSeñor iba a cuidar de nosotros.

Al llegar al aeropuerto de Nueva York, debía-mos pasar el protocolo del tránsito, momento enel que entregabas un papel acreditando tu moti-vo de viaje, tu hospedaje, en una palabra, acredi-tando que entrabas en los EE.UU. correctamentey con buenas intenciones. Como todo estaba eninglés nuestro papel estaba inmaculado.Observando las filas que se iban organizando

. Era la voluntad de Dios .

5

Page 6: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

para pasar el tránsito, escuché a un funcionariohablar en español y lógicamente hacia él nos diri-gimos. Cuando llegó nuestro turno y tras un edu-cado saludo por nuestra parte, el tal funcionario−negrito como la noche y de más de dos metrosde altura, como observé después− al ver nuestropapel en blanco, inició un interrogatorio, con carade pocos amigos, pidiéndonos explicacionesacerca de: dónde habíamos embarcado, a quéveníamos a los EE.UU; dónde nos íbamos a hos-pedar; quién nos conocía, etc, etc. Era tal el tonode su voz, que al momento se acercó un policía aobservar la escena. Loli, me lo confesó después,ya se vio de regreso a España, como auténticosmaleantes. Yo empecé a contestarle a las últimaspreguntas reconociendo que iba a Ann Arbor yque todavía no sabía en dónde me iba a hospe-dar. El diálogo fue subiendo de tono y reconozcoque me sentí indefenso. Fue en ese momentoque, de repente, experimenté una fuerza interiortotalmente novedosa para mí y mirándole fija-mente a los ojos le dije con voz firme y segura:No sé si usted me va a entender, pero le explicoque nosotros somos cristianos católicos quevenimos a Ann Arbor a realizar una experienciade vida cristiana en comunidad y tenemos laseguridad de que alguien, aunque no sabemos sunombre, va a venir a Detroit a buscarnos y habráuna casa de hermanos que nos dará alojamiento.Todo esto lo escucharon el funcionario de adua-nas, el policía y unas cuantas personas que espe-raban impacientes en la fila.

Al escucharme el funcionario, pasó lo quepasó: Se le cambió el rostro y una amplia sonrisapacífica afloró en su boca y nos preguntó: ¿Sonustedes carismáticos? El sí con el que respondí

Era la voluntad de Dios...............................................................

6

Page 7: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

creo que todavía está retumbando en el aero-puerto. En ese momento me compartió que eraportorriqueño y que él acudía con su familia,cuando le era posible, a un grupo de oracióncarismático. De inmediato, cogió los papeles, losselló con energía y se puso en pie (entonces pudeapreciar que medía más de dos metros) y nos dijomirándonos fijamente: “En el nombre del SeñorJesús les doy la bienvenida a los EE.UU. deAmérica, que es la mejor bienvenida que se lespuede dar”. Nos emocionamos viendo cómo elSeñor, en persona, venía a recogernos.

Por cierto, mientras a todos les estaban regis-trando los equipajes, a nosotros, por indicacióndel funcionario, nos los cargaron en una carretillay nos acompañaron a la otra terminal para cogerel vuelo hacia Detroit.

Hermanos: El Señor nos despidió en Vitoria yel Señor nos esperaba en los EE.UU. Ya no nosquedaba la menor duda de que el viaje era queri-do por Dios y que iba a ser fundamental paranuestras vidas como así fue y vosotros sois testi-gos.

Fernando y Loli.

...............................................................era la voluntad de dios

7

Page 8: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

El día anterior a nuestra boda, en un tiempode oración y preparación ante este momentoimportante en nuestras vidas, el Señor nos rega-ló el Salmo 23 como una Palabra que estaría muypresente en nuestro caminar como matrimonio.Nunca hubiéramos entendido mejor el alcance desus palabras hasta casi diez años después, cuan-do podemos testimoniar que verdaderamentenada nos ha faltado ni nos faltará, porque elSeñor nos lleva de su mano como nuestro BuenPastor que siempre nos conduce a los mejorespastos.

El verano del 2003 ha sido uno de esosmomentos que siempre quedará grabado ennuestras vidas, en el que el Señor nos revelaba elllamado a una entrega para la que no tendríamoshijos. Él fue preparando nuestros corazones paraacoger su propósito en nuestro matrimonio y,aunque muchas veces no hemos entendido, suGracia siempre se ha manifestado en medio denuestra debilidad y de nuestra pequeñez.

Nuestra realidad laboral y económica ha pasa-do por momentos de gran incertidumbre enestos años; sin embargo, nunca hemos dejado deexperimentar su alianza y su fidelidad en mediodel desierto, donde el oro se acrisola en el fuego.Tantas veces nos hemos visto al límite de nues-tras propias fuerzas, que hemos entendido queen la debilidad se manifiesta mejor la fuerza de

. El Señor es mi pastor.Nada me falta .

8

Page 9: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

9

..........................................el senor es mi pastor. Nada me falta

Cristo. Varias veces hemos estado algún tiempoeconómicamente justos y en dos ocasiones allímite de no poder llegar al mes siguiente, parapoder descubrir que la providencia del Señor nosha permitido decir bien alto: “El Señor es miPastor, nada me falta”.

Hoy sabemos que el Señor nos ha regaladoestos años para preparar nuestros corazones yhacernos barro en las manos del mejor alfarero,de manera que siempre descubramos el gozo dedecirle sí. Una vida de oración, que ha sido siem-pre nuestra prioridad, y la Palabra de Dios, que hasido capaz de emocionarnos cuando nos habla alcorazón, han marcado la diferencia en nuestromatrimonio. De esta manera, hemos caminadocon la profunda convicción de que los planes delSeñor son siempre los mejores y están muy porencima de los nuestros. Muchas veces habíamoshablado acerca de nuestros planes como cual-quier matrimonio (hijos, trabajo, etc.); sin embar-go, el Señor nos sigue mostrando otro camino ynos sigue revelando su propósito.

¡Qué diferente resulta la vida cuando camina-mos de la mano de Dios! Tantas veces nos segui-mos empeñando en nosotros: nuestros planes,nuestra vida, nuestro tiempo,... y, sin embargo,cuando de verdad decides perder tu vida porCristo y por su Reino es cuando la encuentras deverdad y cuando te preguntas: ¿cómo es posibleque hasta hoy haya podido vivir de otra manera?,¿cómo es posible que nos aferremos tanto a lascosas de este mundo que tienen fecha de caduci-dad y no hagamos la mejor inversión de nuestrasvidas en lo que de verdad importa y permanece-rá para siempre?

-

Page 10: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Aunque a veces lo que nos pide el Señor no esfácil, Él es siempre fiel y de su mano caminarsiempre es más sencillo. Que nuestras vidas siem-pre reflejen la gloria de Dios, porque para eso fui-mos llamados y para eso fuimos creados. AMÉN.

Onofre-IIciar

el senor es mi pastor. Nada me falta..........................................

10

-

Page 11: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

11

Era el 26 de Septiembre de 1985, veintiséisaños de matrimonio. Yo quería celebrarlo comoen años anteriores, pero a las tres de la mañanatuve que llevar a Davi a urgencias con el quintoataque grave de asma en un año. Tuvo que que-dar ingresada. Me enfadé con el Señor, era elquinto ingreso.

Yo marché a trabajar, volví a verla a las doce ymedia con un ramo de flores y me fui a comer,discutí con un responsable y una cuñada sobrequé debía hacer Davi.

Regresé al trabajo y allí el maligno me empe-zó a tentar con dejar la Comunidad e ir los finesde semana a Silos y alrededores, ya que en esazona había muchos pinos y eran buenos para res-pirar. El tentador me aconsejaba que podíamos ira misa como todos los días pero sin compromisoy así ella se encontraría mejor. Con esta idea ron-dándome en la cabeza estuve toda la tarde sindecir nada a nadie. Visité a Davi en el hospital alas seis y media y no le quise comentar nada por-que había mucha gente.

Habían venido Paco y José Luis y estaban encasa de Fernando. Fuimos todos allí a hacer unrato de oración. Empezaba a las ocho, yo lleguéun poco más tarde y no hablé con nadie. Al finalde la oración, Paco dijo: me dice el Señor que aquíhay un hermano que está pensando en dejar laComunidad y yo le digo, en nombre del Señor,

. Aniversario de matrimonio .

Page 12: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

que eso no es de Él y sí del maligno, por lo tantoque no le haga caso.

Al final de la oración expresé que ese herma-no era yo y se pusieron hacer oración FernandoAldea y José Luis. Al rato me comentó Fernandoque le había dicho el Señor que Davi no iba aingresar en mucho tiempo. No indicó los años,pero para gloria de Dios tengo que decir que llevaveintidós años sin ingresar.

José Antonio

Aniversario de matrimonio..........................................................

12

Page 13: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Durante mucho tiempo el Señor comenzó ahablarme en mi oración personal de la posibili-dad de dejar mi trabajo. Esa idea no me la habíaplanteado, pues aparte de mi independenciaeconómica me sentía realizada como mujer tra-bajadora.

Un día viendo la televisión, vi lo que mi traba-jo había ocasionado a un niño (trabajaba hacien-do explosivos para la guerra). En ese momentodecidí dejar de trabajar, pero aún sin entender elplan de Dios. Dejé de trabajar el 23 de Octubre de1984 y el 23 de Febrero de 1985, hubo una explo-sión en la fábrica en la que murieron cinco de miscompañeros.

Gorka, que todavía era un niño, cuando seenteró de la noticia comentó que menos mal queyo ya no trabajaba allí porque también hubierapodido morir como el resto de mis compañeros.Yo no entendía el plan de Dios pero Él sí. Al Señorel honor y la gloria.

En Mayo de 1984 nació nuestro hijo Elías. Unniño sano y hermoso. A los tres días de su naci-miento empezaron a aparecer complicaciones. Elniño siempre tenía hambre pero era incapaz decomer. A eso se le sumaban los continuos lloros.Realmente era una situación desesperante, yaque no dejaba de llorar y de perder peso.Decidimos ir al médico y allí nada más reconocer-lo nos confirmó que Elías sufría una enfermedadcongénita (estenosis de píloro). La única solución

. Ramillete de gracias .

13

Page 14: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

ramillete de gracias...................................................................

14

era intervenirle quirúrgicamente, pero el médicodudaba de quién podría realizarla, pues tenía cla-ros síntomas de desnutrición y de deshidrata-ción. Mientras tanto Elías quedó ingresado y mimarido y yo aprovechamos la ocasión para ir a lacapilla a orar por nuestro hijo. Allí sentimos laspalabras de consuelo del Señor. Él nos dijo queestuviéramos tranquilos porque Elías iba a serprofeta para nuestro pueblo. Nada más salir de lacapilla nos comunicaron que un cirujano deBarcelona operaría a Elías. La operación fue satis-factoria y a los ocho días ya lo teníamos en casa.El Señor una vez más fue fiel a su palabra. A Él elhonor y la gloria.

En el año 1987, los matrimonios de la comuni-dad fuimos a Madrid para recibir un retiro. ElSeñor aprovechó la ocasión para preguntarnos sirealmente estábamos ejerciendo nuestra pater-nidad de forma responsable. Nosotros creíamosque sí (pues nos había costado mucho podertener los dos hijos. Yo estaba operada de un quis-te múltiple de ovarios. A los 17 años tuvieron queextirparme varios órganos reproductores y parapoder tener a mis hijos tuve que someterme atratamientos de fertilidad). Mi marido y yo pen-sábamos que con dos hijos era suficiente, peroeso creó inquietud en nosotros y hablamos sobreello. En Mayo de 1988 Loli tenía que viajar conRosa Mª a Costa Rica, en ese momento Loli esta-ba embarazada y tenía bastantes problemas conlo que se decidió que fuera yo quien acompañaraa Rosa Mª. Fue un encuentro entrañable en el quetuvimos la suerte de compartir con muchas her-manas. El último día del retiro, las hermanas quelo presidían hicieron oración por todas. Ellas en laoración sintieron que ni yo, ni Adriana íbamos a

Page 15: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

poder acudir al próximo encuentro ya que yotendría una niña y Adriana un niño. El día 17 deAbril del siguiente año de dicho encuentro, tuve ami hija Ruth y Adriana tuvo a su hijo. Lo más gran-de es que no necesité someterme a tratamientosde fertilidad. Una vez más el Señor fue fiel a supalabra y por ello a Él el honor y la gloria.

Emi

...................................................................ramillete de gracias

15

Page 16: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Tengo ocho años. Nací en comunidad y hepertenecido al Ministerio de Infantes y ahora alde Niños. Estoy encantada porque con ellosaprendo cada día cosas nuevas del Señor. Mi res-ponsable me cuida muy bien, se preocupa por mí.Me siento a gusto. Cuando vienen a mi casa losniños de mi colegio, les enseño a bendecir lamesa. Ellos no saben hacerlo. Y cuando he ido decampamentos o de retiro, les he traído algúnrecuerdo relacionado con lo que hemos hablado.Esta es también una pequeña forma de recordar-les que a ellos también Dios les ama. En mi com-promiso diario está también orar por cada uno deellos. El próximo año haré mi Primera Comunión,y en catequesis también aprovecho para hablar-les a todos del Señor. Espero no tener nunca ver-güenza y seguir haciéndolo.

Leire

. Dando gracias a Dios .

16

Page 17: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Cualquier viaje que hacemos Fina y yo, lo nor-mal es que estemos un tiempo generoso de ora-ción, sin prisas; y, si pasamos por Estíbaliz, empe-zamos saludando a la Madre, pidiendo nos acom-pañe.

Sobre el año 1994 o 1995 en uno de nuestrosviajes a Tudela en compañía de uno de nuestrosnietos, al pasar por la circunvalación de Calahorranos sucedió algo que tiene poca lógica.

En un momento determinado, nos para laGuardia Civil de tráfico. Buenos días... Buenosdías: ¿sabe usted a que velocidad iba?... Sí Señor a95 Km/h. ¿Y sabe a qué velocidad tiene que ir? Síseñor a 60. En este tramo de la Cruz Roja la velo-cidad permitida es a 30 Km/h. tiene usted el car-tel 100 metros antes de la casa de la Cruz Roja.¡Pues no lo he visto! (A la vuelta lo comprobamosy el guardia tenía toda la razón)

El guardia me pide que le entregue el carné deconducir. Voy a coger la cartera y… ¡Dios mío!, sime lo he dejado en casa, al cambiarme de ropa lohe dejado en el otro pantalón.

Déme el carné de identidad −pide el guardia.El caso es que está en la misma cartera que el deconducir −le respondo.

¿Y ahora qué hacemos? −pregunta el guardia.

. ¿Despiste, casualidad o algo más? .

17

Page 18: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Lo que quiera hacer, me parecerá bien −le res-pondo yo− tiene toda la razón.

... Pero hombre, qué compromiso, váyase,váyase, y procure que no le vuelvan a parar otravez. Tenga más cuidado con la documentación,es necesario llevarla siempre. Otra cosa, si lemandan la multa a casa, no la pague si no vaacompañada de la fotografía.

Muchas gracias.

A fecha de hoy aún no ha llegado la multa.¿Qué pasó? Le dimos gracias al Señor por haber-nos escuchado cuando le pedimos protecciónpara el viaje, y también le pedimos disculpas, porel despiste que tuve al olvidarme la documenta-ción.

Su Ángel, nuestro Ángel siempre nos acompa-ña.

Gloria al Señor.

Juan Pedro

Despiste, casualidad o algo mas?...............................................

18?

Page 19: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

En el verano del año 1990 estuvimos enZamora con unos primos que son Testigos deJehová y nos trataron muy bien todo el tiempoque estuvimos con ellos; bendecían la mesa,había muy buena armonía con los hijos y teníanmucha hermandad con los de su Comunidad.

La verdad fue que nos causó muy buenaimpresión, tan buena que recuerdo que me dijomi marido: “si encontráramos un grupo comoeste pero católico no me importaría pertenecer aél”.

En ese mismo año, en octubre, nos invitaronpara hacer Cornelios. Aceptamos la invitación. Yotenía la sensación de que era el Señor quien noshacía la invitación y por eso mismo me lo tomémuy en serio. Empezamos a conocer la Comuni-dad de El Señorío de Jesús, que es uno de losregalos más grandes que el Señor me ha hecho.En ella he conocido mejor al Señor, en ella tengohermanos con los que puedo compartir mi fe y esen ella donde tengo mis mejores amigos.

Doy gracias a Dios por formar parte de estepueblo y porque este pueblo forma parte de mivida, de mi familia.

Gloria al Señor.

Auri

. Quiero vivir en comunidad .

19

Page 20: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Nací en el seno de una familia muy humilde ysencilla. Soy el cuarto de cinco hermanos. La casaen la que vivíamos era muy fría, pero el calor quefaltaba en la casa lo cubrían con creces nuestrospadres, unos padres maravillosos. Carecíamos demuchas cosas, pero no las echábamos en faltagracias al cariño que nos daban.

Ellos me enseñaron a dar los primeros pasosen la fe. Todos los días rezábamos en familia,cualquier momento era bueno para rezar, tam-bién cuando nos traían a casa la imagen de laVirgen en la capilla ambulante.

Estuve en un colegio de frailes, pero el Dios queallí me presentaron era un Dios juez, castigador yesto implica miedos. Por lo demás mi estancia en elcolegio fue positiva, aprendí muchas cosas.

Salí del colegio y vivía un cristianismo de merocumplimiento. Así durante mucho tiempo, hastaque hace unos años en la Parroquia de NuestraSeñora de Los Ángeles hubo un cambio en mí.Fue en una Eucaristía en la que celebraba el padreMichel. En la homilía parecía que estaba haciendoun recorrido por mi vida y esa vida también hasido la de muchas personas de mi edad. Había-mos crecido con la idea de un Dios severo. ElEvangelio de ese día era la Parábola del HijoPródigo. Cuántas veces la había escuchado, peroaquel día caló en mi ese hijo pródigo. Salí trans-formado en mi interior, ya no le tenía miedo aDios y empecé a hacerle más y más preguntas.

. De la mano de María .

20

Page 21: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

21

Un día Toñi me habló de asistir a unas charlasa las Reparadoras de la calle San Antonio, eranunos Seminarios de la Vida en el Espíritu. Aceptéy fui, me volvieron los miedos, aunque me quedógrabada una frase: desde el convencimiento. Y yano era el Dios lejano era el Dios que me quería.Pasó un tiempo y fuimos a Cucho a recibir nueva-mente los S.V.E. Allí di el paso desde el convenci-miento.

Siento que en toda mi vida la Virgen ha estadomuy cerca de mí y, por más peripecias y avataresque haya pasado, siempre la he tenido a mi lado.Todas las noches y en cualquier momento hepedido y sigo pidiendo muchas veces su interce-sión para necesidades de otros. Yo creo que ellaes la que me ha sujetado y me ha llevado de algu-na manera al Señor, ella es el mejor atajo para lle-gar a Él.

Al Señor el honor y la gloria por los siglos delos siglos.

Jesús G. de S.

....................................................................De la mano de maria

Page 22: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Era un día especial, tenía una entrevistaimportante y estaba algo inquieta. Quería orarante el Santísimo para encontrar paz y tranquili-dad, mas por desgracia la puerta de la iglesiaestaba cerrada. En ese momento le dije al Señorque no podía entrar para estar con Él pero yosabía que Él sí podía salir de allí para encontrarseconmigo. No se hizo esperar y sentí algo tanespecial que habría que vivirlo, el Señor estabaahí frente a mí. Le di las gracias por ese detalletan hermoso y me dirigí a mi entrevista, que fueun éxito. Así es el Señor para los que confiamosen Él. A ti, Señor, la Gloria por siempre.

Juliana

. Era un día especial .

22

Page 23: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

A finales de julio del año pasado estaba pre-parando para irnos de vacaciones y no me encon-traba bien. Pensamos que serían los nervios...

Al final con la ayuda de José Carlos nos fuimos.

Fueron unas vacaciones desastrosas.

Vinimos y cómo estaría que le pedí a JoséCarlos que me llevara a Txagorritxu y me ingresa-ra. Era el mes de agosto y os podéis imaginar to-dos cómo funciona esto.

Al final me mandaron a casa.

Ha pasado casi un año y hasta el día de hoy miintestino no funciona. Tengo un tratamiento bas-tante agresivo que me tiene hecha polvo.Empecé a adelgazar sin saber por qué. Perobueno iba tirando.

¿Cómo han sido estos meses? No han sidobuenos, pero han sido una bendición.

¿Por qué? Porque el Señor nunca me ha deja-do. Me dijo en su día que me había dado una cruzy que mi cruz llegaría hasta el final. Que estabasufriendo mucho y seguiría sufriendo.

Poquito a poco he podido ir comiendo. Unosdías se asimila, otros días no.

Pero el tratamiento es tan agresivo que se mecae el pelo, he perdido el 85% de un oído y el 45%

. En el lecho del dolor .

23

Page 24: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

de otro. He perdido también algo la vista. Ya nosoy lo que era antes. Conocíais a una Meli y ahoraconocéis a otra.

Si esto sirve como me ha dicho el Señormuchas veces para que nuestras Comunidadescrezcan, para que se haga posible su proyecto,bendito sea.

Gracias a Dios he tenido paz, tranquilidad, ale-gría. También he tenido algún día en el que mepegaba mis lloreras, después iba y se lo contabaal Señor y ya estaba.

Hacia el mes de diciembre al haber adelgaza-do tanto, no sé si recordáis, yo tenía un aparatometido en la espalda para el dolor desde haceunos trece años y me producía dolor espalda.Tenía el aparato en la tripa y los cables en la espal-da con lo cual no sabia ni cómo ponerme.

Yo la pregunta que me hacía ¿Por qué me voya quejar si el Señor pudo con su cruz? La mía noes mayor con lo cual tengo que seguir adelante,no por mis propios méritos, tengo mis pecados,pero el Señor misericordioso está ahí.

Lo ha demostrado muchas veces. Simple-mente con una caricia, con una palabra, con ungesto. Poco a poco he ido tirando. La situación esla misma. Sabemos que está en Stand-by. ¿Hastacuándo? Hasta el final como el Señor me ha pro-metido.

Espiritualmente estoy contenta. Porque miguía espiritual me ha cuidado y me cuida muchísi-mo. La Pascua la viví desde mi casa, pero fue de

En el lecho del dolor...................................................................

24

Page 25: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

mucha fortaleza. Viví cada momento. El Señor medio su recompensa: me llenó de dones, de paz, detranquilidad y de amor hacia todos los hermanos.Quiero agradecer a todos los hermanos, desdelos infantes hasta los de edad más avanzadatodos sus desvelos, oraciones y preocupacionesporque sé que han estado pendientes en todomomento. También he recibido llamadas de otrascomunidades de la EDE.

No puedo acudir a actos comunitarios mas mimente y mi corazón están en ellos. Estad tranqui-los pero seguid orando porque la oración que nose hace es la única oración que se pierde. El restoel Señor las recoge todas.

La Madre me ha cubierto con su manto. Heacudido mucho a ella. He contado con la ayudainestimable del que hace treinta y cinco añospuso el Señor a mi lado, José Carlos. Tiene muchapaciencia y es un santo varón.

Gloria al Señor.

Meli

...................................................................en el lecho del dolor

25

Page 26: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Habíamos ido a Andorra de turismo, a com-prar alguna cosa y después pensábamos volverpor Francia para hacer una visita a la Virgen deLourdes y a Irún. A la vuelta pasamos por unpuerto de unos 80 km. de longitud, todo lleno decurvas con subidas y bajadas. Davi veía y mecomentaba que era peligroso. Cuando acabamosde pasar el puerto, apareció una recta de 4 km yestando en ella veo un coche grande que vieneinvadiendo el carril contrario. Mi primer impulsofue torcer a la izquierda para no pegarme de fren-te, pero en un instante sentí cómo el Señor toma-ba el control de la situación. Percibí que era Él elque conducía por mí; me llevó hacia la derechapegando contra una piedra que había en el esqui-nal de una casa de campo, también di en la cune-ta, que de la colisión me giró 90 grados y volvió asalir a la carretera aunque sin fuerza. Golpeó en laparte trasera izquierda y afortunadamente nohubo ningún herido. Gloria al Señor.

José Antonio

. Accidente en Francia a550 km. de Vitoria .

26

Page 27: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Tengo unas cuantas florecillas que contar,pero me voy a referir a una en particular. Hacecosa de dos años me hicieron unos análisis en lafábrica y di el PSA alto. Allí mismo me dijeron quefuera a hacerme de nuevo otros análisis. Fui almédico y por no tener que esperar me marché sinhaberme realizado dichos análisis.

Al año siguiente me hicieron otro análisis en lafábrica y el PSA había aumentado. Me preocupé yen esa ocasión sí pasé por un chequeo en condi-ciones. Los resultados fueron un poco alarman-tes. Tenía cáncer. A pesar de la noticia, tenía pazy una confianza plena en el Señor. Lo expuse enla asamblea, oraron por mí y el Señor prometiósanarme.

Me practicaron una braquioterapia y hoy es eldía en que el honor y la gloria son para el Señor.Yo seguiré trabajando para Él porque estoy cura-do.

Gloria al Señor.

Ireneo

. Acto de fe .

27

Page 28: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

El 28 de Abril de 1992 estábamos en SanAsensio (La Rioja) pasando el fin de semana, yese día coincidía que jugaba el Logroñés contra elReal Madrid. Le propuse a mi esposa ir a Logroñocon los hijos a pasar la tarde y yo después iría alfútbol. A Auri no le pareció muy buena la idea.

Me fui yo solo y sucedió que en una recta, aladelantar a un camión, se cruzó una motocicleta,para girar a la izquierda. Como yo iba a más velo-cidad de la debida perdí el control del coche, queal ir contra una cuneta salió dando vueltas hastaque paró. Entonces escuché al Señor que me dijo:“Sal por el parabrisas, que no te ha pasadonada”. Obedecí, salí sin zapatos, sin reloj, con lamuñeca y la mano derecha muy hinchadas. Y mástarde supe que estaban rotas.

El coche fue declarado siniestro total. Auri,que fue a verlo, me dijo que había quedado comoun acordeón. Las puertas estaban totalmentebloqueadas, la única salida sólo era posible por elparabrisas, como previamente me había dicho elSeñor.

La Guardia Civil, que vino a tomar datos sobrelas circunstancias del accidente, me dijo que poraccidentes de menor alcance habían muertoalgunas personas. ¡Gloria al Señor!

Fernando M.

. Oí la voz del Señor y obedecí .

28

Page 29: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

En el mes de febrero de hace ya unos años,Davi andaba mal por el asma y decidimos irnos albalneario de Fortuna en Murcia. Yo pude com-probar la sequía y la falta de lluvia de aquellaregión y el plan proyectado por las autoridadespara remediar la escasez de agua.

Mientras Davi estaba en el balneario yo meiba a hacer oración al campo y había limonerosllenos de fruto; veía fincas secas y con unas hier-bas de medio metro de altura como ramilletespor distintas partes de las fincas; las preparabanpara inundarlas de vez en cuando, yo vi regar oinundar una finca de árboles frutales para quecon un riego cada equis meses no se murieran;también cogí alguno de aquellos ramilletes yestaban secos, se partían como varillas de espa-guetis.

Yo me reía de Davi porque había un canalitopequeño y había quedado en un hueco un pocode agua, y ella con media botella de plásticocogía el agua y se la echaba a algún frutal, yo ledecía que eso no suponía nada y sólo se benefi-ciaban uno o dos árboles.

Uno de los días, en el paseo mañanero, obser-vé una gran nube como de algodón que destaca-ba sobre un hermoso cielo azul y en un momentodado, mirando a la nube, le dije al Señor: ¿Señor,qué hace falta para que exprimas esa nube?

. Lluvia necesaria para los campos .

29

Page 30: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Después fui a buscar a Davi para comer, nos echa-mos la siesta y me despertó el ruido del agua dela lluvia que bajaba por las tuberías para desaguaren la calle. Fue una alegría inmensa; también elsacerdote en la eucaristía dio gracias a Dios poresa lluvia. Llovió toda la tarde hasta la hora de lacena y nosotros paseamos por la calle y dimosgracias a Dios.

Gloria a Dios.

José Antonio

Lluvia necesaria para los campos................................................

30

Page 31: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Corría el año 1993 y tenía 24 años. Era sep-tiembre. Acababa de venir de vacaciones delPirineo aragonés de hacer montaña. Sentía elorgullo de haberme sentido muy a gusto porsubir varios montes de 3000 metros de altura.Me encantaba hacer deporte, sobre todo aquelque precisara esfuerzo físico tal como bicicleta,correr o jugar al fútbol. Me gustaba mucho com-petir y tratar de llegar el primero. Varios días a lasemana estaban ocupados para este f in:Descargar mi adrenalina en el deporte.

Estaba soltero y sin compromiso, y laComunidad me había ofrecido la posibilidad decomprometerme de por vida con el Señor en lavida comunitaria dentro de “El Señorío de Jesús”Me costó mucho ver a Jesús en esta llamada,pero después de un curso de discernimiento,acepté el reto de buen grado y realicé mi com-promiso en Mayo de ese mismo año.

Mi servicio dentro de la Comunidad era fun-damentalmente el sector de los niños. Liderabaun equipo de responsables y me encantaba el tra-bajo con los más pequeños. Aprendí con ellos aseguir a Jesús y a saber de Él mientras les dabacatequesis, compartía con ellos a nivel individualo en las salidas al monte una vez al mes.

En el trabajo, estaba en una buena empresasiderúrgica como técnico de mantenimiento eléc-trico. Mi contrato era indefinido y estaba muybien allí en el sentido profesional y económico.

. Mi vida en tus manos Señor .

31

Page 32: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Con mi familia me llevaba de maravilla.Potenciaba la vida familiar y no tenía problemascon nadie en especial.

En fin, lo que trato de decir brevemente esque la vida parecía sonreírme. Básicamente todome iba bien y estaba bastante controlado y esta-ble. Sólo quedaba un área en mi vida por desve-larse que era la de tipo afectivo, pero no teníatampoco excesiva prisa en encontrar mi “medianaranja”, simplemente le pedía a Dios que mehiciera saber quién era la mujer que quería paramí, y esperaba confiado que cuando Él quisierame daría su respuesta.

Pero algo iba a suceder ese mes deSeptiembre que cambiaría prácticamente todaslas áreas de mi vida. El día 24 por la tarde, a las19.30h aproximadamente sufrí un accidente en eltrabajo. Me disponía a reparar una grúa indus-trial, cuando de repente me vino otra grúamucho más grande y me atrapó por detrás. Estasgrúas son para trasladar cargas de varias tonela-das, con lo que mi cuerpo en medio de semejan-tes máquinas se rompió con una facilidad enor-me. Yo gritaba, pero debido al ruido de la fábricanadie me oía. Ya estaba a punto de ver cómoaplastaba la grúa mi abdomen, cuando al instan-te se paró. Había una persona que había alzadosu mirada y me había visto. Corrió a avisar al gru-ísta. Lo más normal hubiera sido que falleciera enel accidente reventado por dentro, pero me pillóen una parte muy dura del cuerpo, y “sólo” merompió la pelvis por cuatro partes, alguna herida,un testículo aplastado y el pene desgarrado. Porla zona de la ingle me dolía de un modo horrible.Después de un tiempo me enteré de que una de

Mi vida en tus manos Senor.........................................................

32

-

Page 33: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

las fracturas había seccionado el nervio ciático demi pierna derecha. De ahí el dolor enorme. Lasconsecuencias del accidente fueron muchas, tresmeses en la cama sin poder moverme de ella paranada, seis meses sin salir del hospital, dos años ymedio de baja laboral, varias operaciones, mipierna derecha muy dañada: No puedo mover elpie y tengo alteraciones de sensibilidad, ....¡Peroestoy vivo! El Señor me salvó la vida aquellatarde. Me permitió seguir viviendo, aunque yanada iba a ser como antes. Nada del deporte quehacía. Lo pasé mal, muy mal, pero Jesús hizo quemostrara mi lado más personal a una chica:Mariola, a la que conocía, de la que era amigo,mis ojos “no la veían” antes del accidente comolo que iba a ser después de un tiempo. Ella tam-bién sufrió dolor, tenía problemas de espalda. Lemandaron reposo. Yo sentí que podía ayudarla,pues había pasado recientemente por algo así. YDios hizo el resto. Dentro de su Plan estaba unir-nos, pero no creo que yo lo hubiera visto si las cir-cunstancias no hubieran sido estas. Él utilizó estasituación para que cayera en la cuenta de quequería hacerme el mejor de los regalos y yoandaba en otras cosas. Hoy es mi esposa y doygracias a Dios por ello. Soy el hombre más felizdel mundo con dos hijos maravillosos.

A veces me duele el pie; tengo que pincharmeun anticoagulante, si voy a montar en avión,... yentonces siento que eso son secuelas que hanquedado ahí para que nunca me olvide de queDios un día me salvó la vida.

¡¡Gloria a Dios!!

Miguel Angel

........................................................Mi vida en tus manos Senor

33

-

Page 34: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

El Señor es verdaderamente asombroso. Al ter-minar la carrera yo ya sabía que mí vocación era parael matrimonio y entregaba al Señor mi futuro. Era ysigue siendo fácil decir: “Entrego al Señor mi futu-ro”, pero en realidad siempre planificamos algodesde nosotros mismos, y ni siquiera nos plantea-mos que igual eso no está dentro del plan de Dios.Eso pasó cuando el futuro que el Señor me propusofue ir a vivir y a formar una familia en España, dejan-do mi familia, mis amigos, mi cultura y un trabajo enaquello que yo tanto tiempo había dedicado y quetanto me gustaba. Lo que Él me ofrecía: una familiadesde el Señor, con un esposo que me amaba, queamaba al Señor y que deseaba la vida comunitaria.

Los inconvenientes eran razones más que sufi-cientes para que yo, como era en ese momento, hu-biese dicho que NO. Pero algo extraño estaba pa-sando en mí: durante todo el noviazgo y proceso dediscernimiento sentí una PAZ increíble. Podía pensarcon claridad en las cosas a favor y en contra, podíadarme cuenta de cómo entre los dos iba creciendoprimero una amistad y después un amor precioso.Mí familia, aunque un poco desconcertada al inicio,nos apoyó totalmente. Las últimas notas de mí carre-ra fueron fabulosas (las mejores en los cinco años).Todo el camino se hizo llano y fácil de recorrer.

El Señor no me quitó la “saudade” (el dolor quese siente cuando se echa de menos algo o aalguien), pero esa paz me dio la completa seguridadde que el Señor había soñado con nuestra familia.

Rosario

. Cambio de planes .

34

Page 35: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Soy nicaragüense, granadina para ser másexacta. Me encontré con el Señor cuando tenía 15años y empecé una nueva vida a la luz de su Vozque claramente me dijo que asistiera a la comuni-dad Pequeña Israel, donde fui recibiendo forma-ción y un modo de vida con el que me sentíatotalmente identificada y llamada a seguir.

Estudié y me gradué en la universidad, y tuvemuchos momentos de Dios en mi vida, recuerdodos que quiero compartir en esta ocasión, en elaño 2000, estaba sirviendo en un Retiro deConvivencia Cristiana (SVE), desde una capilla deintercesión de hermanas orando por la conver-sión de los que estaban participando, pero huboun momento en que recibí una visión, veía unamano que me señalaba e invitaba a pasar por un“camino” que era un puente colgante, rústicoque unía dos trozos de tierra, yo solo podía verhasta la mitad del puente, que estaba llena deuna especie de catarata de nieve de color blancoresplandeciente que no me dejaba ver el final. ElSeñor me dijo que me hacía una invitación perso-nal para pasar por allí, y le respondí que si era suvoluntad, su plan, viniendo de El, yo acepto, loque sea su voluntad, y me respondió, “si aceptas,solamente te hago una promesa, mi gracia, enabundancia estará contigo”.

No entendí nada, pero tuve mucha paz. Unaño más tarde en la conferencia ¡Ahora es cuan-do! 2001, en Managua, viví una experiencia tras-cendental, con el Señor en el que me pedía santi-

35

. Tu pueblo será mi pueblo... .

Page 36: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

36

dad, conversión y radicalidad de una formanueva, y le dije que Sí, y al final del retiro nos invi-taron a asistir al II concilio iberoamericano deJCM (hoy Kairós), y en ese momento escuché lavoz del Señor, “te quiero allí”. En ese tiempoestaba sirviendo con solteras y dije no se hablamás del asunto. Tenia unos ahorros desde queempecé a trabajar a los dieciocho años, y estabaen mis planes viajar al final de la universidad, y enlos planes del Señor también, esto fue avaladopor mis autoridades comunitarias y fui a formar-me en el trabajo con la juventud.

En ese concilio participó también Jorge SanJosé de la comunidad del Señorío de Jesús, aquien había visto en el 98 en Nicaragua, ni siquie-ra nos hablamos en aquel entonces; pero sí recor-daba un testimonio muy edificante que habíadicho al final de ese encuentro en el 98.

En Monterrey, le vi como a un hermano más,aunque Él se encargó de acercarse, y compartirsobre nuestras vidas, servicios y comunidad, yempezó una historia muy hermosa, original, ysobre todo que era ocurrencia de Dios, puesempezamos después de este concilio, a irnosconociendo, y empezamos a escuchar al Señor yluego exponernos a la orientación y cuidado pas-toral. Fernando Aldea y Fermín Iglesias (nuestroscoordinadores) empezaron a cuidarnos, orába-mos juntos a la misma hora, cada uno en su país,luego compartíamos lo que nos decía el Señor, ynos comunicábamos casi todos los días, de hechotenemos encuadernados todos nuestros correospor las etapas del noviazgo según la enseñanzade la EDE.

tu pueblo sera mi pueblo.............................................................

Page 37: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

37

Cuando tenía miedos, o cuando en la distanciasabíamos que no era nada fácil, el Señor merecordaba la visión que antes he mencionado yfue más fácil, el casarnos, el dejarlo todo: familia,comunidad local, trabajo, carrera, amigos, etc.,mi vida, pues sabía que era la voluntad de Dios yestaba segura de que era el hombre que Dioshabía preparado para mí. Un hombre de Dios ycon un claro llamado comunitario, y además radi-cal discípulo de Cristo, esto era lo que yo pedía alSeñor tuviera la persona que quisiera para mivida, por eso no dudé en decirle “Tu pueblo serámi pueblo...”

Sofía

..........................................................tu pueblo sera mi pueblo...

Page 38: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Me quedé en el paro a una edad en la que esmuy difícil encontrar trabajo de mi especialidad.Mi grupo oró por mí y sintió que el Señor teníapreparado un empleo en lo que era mi vocación.Se acabó el paro y, efectivamente así fue, tuveese trabajo. Gloria a Dios.

Eloy

. El Señor es proveedor .

38

Page 39: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

La verdad es que toda mi vida ha sido una flore-cilla del Señor. La simiente la puso Él, como bien diceen Isaías, “desde el seno materno te formé”. El aguase encargó de mandármela a través de mis padres,primero, y de la Comunidad, después. Y así he idocreciendo. Aunque tengo que reconocer que hahabido momentos de languidez. La flor no ha sidosiempre hermosa e incluso a veces no ha dado olor.Y es que la poda...hace daño. Uno quiere crecer haciaun lado y el Señor quiere que lo hagas hacia otro.Pero como es grande su misericordia, nunca obliga,nunca arranca la flor……Y por eso le doy gracias.

Siempre ha sido fácil para mí hablar del amorde Dios. Lo he sentido desde niña y no me cabe locontrario. No tengo mérito.

El problema llega cuando, sin desconfiar de eseamor, una hace sus planes y esos no coinciden conlo previsto por El Señor. Y eso me ocurrió en mietapa universitaria. Siempre he procurado ponertodo bajo los pies del Señor. E incluso mi “futuroesposo” fue una de esas áreas. En ese punto llegómi disconformidad con el Señor. Sus gustos y losmíos no coincidían y eso me hizo sufrir mucho. Nopuedo negar que fue difícil cederme al Señor. Dejéuna relación con un chico por su falta de fe y sunegativa a conocer al Señor. Y como el Señor da elciento por uno… La recompensa fue, años mástarde, inmejorable. Puso en mi camino un granhombre de Dios. No sólo entregado a Él sino a lacomunidad. Gracias a mi docilidad, pude formaruna familia desde el Señor. Me ha “prestado” doshijos maravillosos y un marido estupendo.

Maite39

. El ciento por uno .

Page 40: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Hace ahora dos años aproximadamente, sufríun momento duro en mi vida, pero a la vez, expe-rimenté la mayor de las bendiciones, el amor sinlímites del Señor de una forma directa, personal.También a través de todos mis hermanos deComunidad, que me cuidaron y llevaron a los piesde mi cama al Dios que llevan dentro.

Durante toda mi vida he sufrido problemas deespalda; a los 14 años tuve por primera vez unepisodio de ciática. Después se fueron repitiendolos lumbagos, las ciáticas, hasta que a mis 25años, y en un episodio muy fuerte, me ordenaronguardar un mes de reposo. Ahí el Señor me hizoun gran regalo, en un momento que no era elmejor físicamente, apareció en mi vida Miguel,quien hoy es mi marido. Descubrieron medianteuna resonancia que mi dolor tenía una razón,aparecían dos hernias discales y una de ellas roza-ba el nervio ciático. Con una infiltración en quiró-fano conseguí mejorar y pude trabajar y por puroregalo de Dios tuvimos dos hijos. En ese intervalotuve recaídas, pero cuando ya tenía mi segundohijo cuatro años, y el mayor siete años, me tuvie-ron que ingresar en el hospital de urgencia. Mipierna no me respondía y el dolor era insoporta-ble, los médicos decidieron operar y liberar losdiscos y el nervio ciático que estaba aplastado.No quisieron fijar la columna, porque decían queera muy joven y esperaban que de forma natural,se estabilizase el tema. Estuve dos meses sin sen-

. Soy el barro en manosdel Alfarero .

40

Page 41: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

41

tarme, con un corsé; fue una recuperación muydura. Durante este tiempo sentí más cercano quenunca a Dios, me dio fuerzas para aceptar mi cruzy también alegría y paz. Gracias al pastoreo matri-monial (diálogo en el matrimonio), conseguimosMiguel y yo, decidir qué hacer con los niños(siempre habían estado junto a mí, ya que había-mos optado por no trabajar fuera de casa), cómoorganizar nuestro hogar. Después de las vacacio-nes, empecé a encontrarme nuevamente mal, yosentía que algo no encajaba en mi columna y vol-vió a aparecer el dolor, hasta que un día estandoen Misa de comunidad, me dio un dolor muyfuerte e ingresé en el hospital sin ni siquierapoder decir adiós a los niños. Yo me sentía peorque la primera vez, era volver a pasar de nuevopor lo mismo, los médicos intentaron evitar lafijación de columna, mediante una técnica en qui-rófano, que otras veces había funcionado. Enprincipio parecía que todo iba bien y ese día a lanoche tuve un sentir mientras hacía oración, elSeñor me decía que yo era una “vasija descasca-rillada” y Él quería hacer una nueva mucho másfuerte y resistente, la “vasija” que a Él le gusta,pero me avisaba que el cambio iba a ser doloro-so. Cuando Miguel vino a verme yo le dije queiban a acabar operándome, que el Señor, que es“un Señor”, me lo había dicho y, efectivamente,tuvieron que fijarme la columna en una opera-ción larga y laboriosa. Nuevamente el ciclo serepitió. Los niños tuvieron que salir de casa, ir acasa de mis suegros. Mis hermanos deComunidad se volcaron conmigo, en los días dehospital, un mes y medio, nunca estuve sola,cuando se acercaba la operación mi dolor era tanintenso, tenía morfina y no me podía mover, quetambién se quedaron hermanas a pasar las

............................................soy el barro en manos del alfarero

Page 42: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

42

noches conmigo. A mis compañeras de habita-ción y a las enfermeras les llamaba la atención la“calidad” de las visitas que recibía. Cuando volvía casa, incluso una hermana de Comunidad seconvirtió en nuestra cocinera particular “IsabelBusto”. Lo que en otros matrimonios hubiesesido una gran crisis, en nosotros, y gracias a Diosque siempre estuvo en medio, fue un motivo másde encuentro y acercamiento. Hoy mi salud no estodo lo buena que quisiera, pero puedo llevaruna vida relativamente activa. Le doy las gracias aDios, no por quitarme los problemas del camino,sino porque me dio las fuerzas, la alegría y la paz,para afrontarlos; y también porque hizo de míuna vasija nueva, la que le gustaba. Sé que mivida no va a ser nunca como antes, pero sé quesoy el “barro en manos del Alfarero”: Tu obraSeñor.

Mariola

soy el barro en manos del alfarero............................................

Page 43: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

43

Conocí al Señor siendo una niña. Aprendí aamarlo y a respetarlo. Mis padres me dieron unaeducación humana y cristiana inmejorable. Todami vida he estado atenta a la voz del Señor, siem-pre he ansiado hacer su voluntad y vivir mi vidacomo Él la soñó. Pero no siempre acertamos ennuestras decisiones y por lo general nos equivo-camos. Exactamente eso mismo me sucedió a mí.Siendo una estrenada jovencita y en mi primeraño de carrera, me enamoré perdidamente de unchico. En mi intento de hacer lo correcto le hablédel Señor, le invité a diferentes actividades de losjóvenes, así hasta que finalmente entró en comu-nidad. Estaba claro que hacía la voluntad delSeñor, pero curiosamente jamás le pregunté alSeñor si ese chico, aquella relación era la soñadapor Él. Me sumergí por completo en mi mundo,en mis proyectos. Me sumergí tanto que me volvísorda y ciega. Nunca dejé mi relación personalcon el Señor y fue eso mismo lo que me salvó. Enun momento determinado de mi vida el Señor mellamó por mi nombre e hizo que despertara deaquel absurdo sueño por mí prefabricado. Mehizo ver cuál era mi situación y me mostró a unaAinhoa irreconocible, llena de amargura y heri-das. Rompí con aquella relación y fue entoncescuando empezó mi calvario. ¿Qué sería de mí?,¿qué iba a hacer?…Haciendo caso a la oraciónpersonal y familiar, vimos como algo muy positi-vo el que me marchara un tiempo fuera. Me fui alos E.E.U.U. por el periodo de un año. Fue increí-ble. Yo sabía que el Señor no me había llevadohasta allí para nada, sino que algo hermoso tenía

. Mucho más que un viaje .

Page 44: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

pensado. Así fue, hermanos, la Ainhoa que se fue,jamás volvió y en su lugar regresó una mujer llenade vida, de ilusión, sanada por completo, sin heri-das, sin miedos, pero ante todo segura de mímisma y de lo que el Señor quería de mí. Me pro-puse seguir paso a paso todos sus mandatos,todas aquellas palabras dadas durante ese año. ElSeñor me decía: quien es obediente en lo pocotambién lo es en lo mucho. Actualmente llevosiete meses casada con el hombre que Él habíasoñado para mi vida, terminé mi carrera universi-taria y por si fuera poco tengo la suerte de poderejercer mi profesión.

Gloria a Dios.

Ainhoa

mucho mas que un viaje..............................................................

44

Page 45: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

45

Hola, soy Aitor. Tengo 6 años y os voy a con-tar el regalo que me hizo Dios cuando tenía 5años. Desde mis cinco meses de edad hasta losdos años y medio, he estado usando regularmen-te “Ventolin”, puesto que soy asmático y ademástodos los días otro medicamento que se llama“Pulmicor”: He ido teniendo crisis que empeora-ban cuando corría o cuando me reía y, yo que soymuy activo, me ponía nervioso. Un día estaba enla asamblea en el ministerio de infantes y llevabauna temporada mala con la tos. Mi madrina Emi,que estaba en la asamblea sintió que tenían queorar por mí. Cuando se empezó a orar por losenfermos, fueron a buscarme y Emi sintió, oran-do por mí, que mis bronquios estaban recubier-tos de una sustancia oscura, algo parecido almoco y que se iba a desprender poco a poco. Loque ella sintió es que ya no iba a tener más crisisy que iba a mejorar mucho. ¿Y sabéis una cosa?Así ha sido, ya no tengo asma, alguna vez he teni-do que usar medicamento, pero no he vuelto atener una crisis. ¡Gracias Señor!

Aitor

. Desprendimiento .

Page 46: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Un mes antes de casarme con Sofía enGranada, Nicaragua, me dijo mi jefe que necesita-ba enviarme a Ecuador por un tiempo. Lo hablécon Sofía, y lo expusimos al Señor, la primera pre-gunta fue ¿hay comunidad en Quito? Sí, la hay.Tuvimos paz, así que sentimos que era el Señor elque nos mandaba allí, y lo aceptamos. Este viajeimplicó más cosas, pues tuve que viajar a Quitoantes de lo previsto y luego conseguir otrospapeles con la embajada de Ecuador, además detodos los trámites con la embajada de España. Unpoco de lío, pero llegamos a todo gracias a Dios.

Una vez casados, fuimos a vivir a Quito paratrabajar en un proyecto que llevaba una empresaespañola, y nos integramos a la comunidad“Jesús es el Señor”, que nos acogió entrañable-mente.

A los seis meses de estancia allí, sufrí unacaída al peder el equilibrio cuando una piernadejó de responderme, y mi esposa recurrió a loshermanos de allí para que nos orientasen a quémédico recurrir, y así fue. Llegó una médico acasa, yo estaba inmovilizado, empecé a recibiratención médica y me diagnosticaron dos herniasdiscales en la zona lumbar. Un año antes habíatenido una caída que me ocasionó algún proble-ma, pero no pudieron diagnosticarme las hernias,con la medicación el nervio cedió y pude andar.Este episodio apremió el volver a España para tra-tarme. En el mes de Agosto del 2003 volvimos aEspaña, aquí la respuesta del especialista era

. Siendo conducidos por Dios .

46

Page 47: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

47

esperar y tener cuidados básicos para proteger lacolumna, pero seis meses más tarde, otro episo-dio más fuerte y doloroso, me ocasionaba inmo-vilización de la pierna izquierda.

En esta ocasión el especialista ofreció una sali-da, “fijar la columna”, operando las hernias, anteesto buscamos otra opinión y ésta nos habló delos serios riesgos que lleva una cirugía como esa.Nos ofreció unos ejercicios y un tratamiento queme ayudaba mientras duraba el efecto, pero alterminarlo el nervio volvía a aprisionar la pierna,y este otro médico dijo que no, que ya había ago-tado la medicación, que no podía tomar más, yme habló de una nueva técnica que estaba empe-zando a salir la “Ozonoterapia”, que los resulta-dos que tenían hasta entonces eran bastantebuenos, pero….era también inaccesible y sinresultados seguros.

Ante esto, entre la cirugía y el no saber quéhacer, decidimos recurrir al Señor y pedimos quese orara por nosotros en una oración por losenfermos, buscando la orientación del Señor, yen esa asamblea oraron por mí y Fernando Aldea,tuvo una palabra del Señor que solo decía “nohabrá necesidad de cirugía”, y dimos gracias porla pronta respuesta del Señor, pues ya sabíamosqué camino no seguir.

Por un esguince de pie que se hizo mi esposaconocimos a un Médico-Osteópata, especialistaen medicina natural, que le arregló con un movi-miento dicho esguince; le preguntamos qué opi-naba de las hernias discales y nos respondió queera especialista en resolver los problemas de lacolumna entre ellos las hernias, me valoró asegu-

...........................................................Siendo conducidos por Dios

Page 48: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

48

rándome que no “había necesidad de cirugía”.Empezó a tratarme y logró desinflamar el nervioa través de varias sesiones de tratamiento, tam-bién me aseguró que, siguiendo unas recomen-daciones y cuidados, iban a estar bajo control, yasí ha sido. Ahora suelo hacerme un chequeocada cierto tiempo, y se ha cumplido lo que Diosnos ha dicho, el Señor no me ha quitado las her-nias, pero si aprender a vivir con ellas siendo con-ducidos por su voz.

Para El Señor la honra y la gloria por los siglosde los siglos, Amén.

Jorge

Siendo conducidos por Dios..........................................................

Page 49: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

49

A la vez que oraron por mi esposo por el temade su columna, oraron por mi, porque en unosmeses me iban a operar para posibilitar un trata-miento que me permitiera quedar embarazada,ya que tengo problemas, (endometriosis bilate-ral ovárica), sin embargo, esa asamblea fue espe-cial tanto para mi esposo como para mi, puesrecibí una palabra, que el año siguiente iba aestar disfrutando de un bebé. Yo pensé que laoperación sería un éxito, pero quedé embaraza-da dos meses antes de la cirugía. ¡Gloria a Dios!

El ginecólogo que me estaba tratando laenfermedad, me dijo que debía vigilar la evolu-ción del embarazo pues yo tenia riesgos quedebía observar, y en realidad empezaron proble-mas que me obligaron a guardar reposo y a loscuatro meses, tuve riesgos de perder al bebé, ytuve que guardar cama de forma estricta por 40días, el médico que me atendió en urgencia, medijo que no me hiciera demasiadas ilusiones, y yole pregunté que cómo se hacia eso, así, que merespondió con una sonrisa, “tienes razón peropuedes darle gracias a Dios, pues conozcomuchas que no consiguen embarazos,”asi quenos llenamos de esperanza en el Señor y pedi-mos la intercesión de los hermanos.

Fue un embarazo duro pero hoy vemos anuestro hijo David, como un milagro de Dios;desde que supe que estaba embarazada, le pedi-

. Dios es fiel y generosocon sus hijos .

Page 50: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

mos a Dios sea un apasionado adorador de CristoJesús, de ahí su nombre. Gloria a Dios.

Sigo con el problema, pero el Señor me anun-ció otro embarazo, solamente el embarazo, y fueasí, quedé embarazada y a los casi cuatro mesesde gestación, se nos adelantó en ir al cielo, allíadora a mi Señor un angelito que ahora sé, inter-cede por nosotros, le conoceré cuando llegue alcielo. Dios y Maria fueron mi consuelo.

Recibí una nueva palabra del Señor, prome-tiéndome una niña, y empezamos a esperar estapromesa, que al final llegó el 10 de Octubre del2007, hasta su nombre fue puesto por Dios“Susana” en Daniel,13 está su identidad. Tam-bién fue un embarazo duro, con riesgos, inclusonos dijeron que había un problema en su cerebro,y le pedimos a Dios en una asamblea que vinierasana, esa noche el Señor anunció, que lo quepidiéramos esa noche lo iba a conceder, queponía nuestra fe a prueba y en un año íbamos atestimoniar lo que había hecho y pedí, con todomi corazón que viniera sana mi niña, y así ha sido.

La veo hoy y palpo, toco, vibro, ante la miseri-cordia de Dios viva, en mis hijos, qué bueno ymisericordioso ha sido y será el Señor con no-sotros, pido a Dios de todo corazón que estosnuestros hijos que ante todo son suyos, lleven acabo la misión por la cual han sido creados.

Gracias Señor por ser mi Padre y mi Señor,siento tu amor y tu presencia en mi vida.

Sofía

Dios es fiel y generoso con sus hijos...........................................

50

Page 51: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

51

Esto tuvo lugar hace años. Después de haberestado orando, mi marido y yo sentimos que erael momento para tener a nuestro segundo hijo.Fuimos al ginecólogo y me aconsejó para que meoperara de apendicitis crónica. Visité a otrosmuchos ginecólogos y todos ellos coincidían enque era probable que sufriera abortos.

A los tres años quedé embarazada. Sufrí unembarazo muy malo, fuera de lo normal. A losocho meses de gestación me ingresaron enurgencias, además en ese momento mi ginecólo-go se encontraba de vacaciones. El equipo médi-co que me atendió, descubrió que tres añosantes me habían realizado una intervención sinmi permiso, que había hecho que no hubieraespacio suficiente en el útero para mi bebé.Tanto la niña, como yo corríamos peligro demorir. Nuestra hija nació, pero poco despuésmurió. En cuanto a mí, rápidamente me intervi-nieron. Me quitaron metro y medio de intestinodelgado y la operación no fue nada satisfactoria.Estuve varios días luchando entre la vida y lamuerte. En esos momentos de tanto dolor y ago-nía pude ver a la Virgen, ahí estaba mirándome.Cuando abrí los ojos mi padre y mi esposo esta-ban a mi lado. A mi padre le dije que se fueracorriendo a la iglesia de la Virgen del Carmen paraque intercediera por mí y me salvara. A los pocosdías mi intestino empezó a recuperarse y a admi-tir líquidos. Estaba fuera de peligro.

. El Señor ha llenado mi vida .

Page 52: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

52

Me ha costado aceptar la pérdida de nuestrahija, pero el Señor ha puesto en nuestra comuni-dad a un montón de niños a quienes querer yahora a dos nietos preciosos: Rebeca y Daniel.

Gloria al Señor.

Pauli

El Senor ha llenado mi vida.........................................................-

Page 53: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

53

. Mucho más que migajas .

A causa de las operaciones que realizaron a mimujer, perdimos a nuestra segunda hija, lo quenos llevó a una profunda depresión. El médicoque la atendió nos aconsejó que nos fuéramospor un tiempo a un clima más cálido y decidimosmarcharnos a Torrevieja. Fue allí mismo dondetuve el gran encuentro personal con el Señor.Durante el transcurso de una eucaristía, el sacer-dote estaba hablando sobre la Palabra del día,exactamente era: Marcos 7, 24-30. Yo estaba muyatento a las palabras del Señor, lo que el Señor ledecía a la mujer pagana “no está bien tomar elpan de los hijos y dárselo a los perrillos y ella lerespondió, sí Señor pero los perrillos, debajo dela mesa, comen las migajas que tiran los niños.”En aquel momento yo estaba tan lleno de la gra-cia de Dios y tan cerca de Cristo, que en elmomento de la consagración me pareció ver almismo Dios, delante del sacerdote cuando yo leestaba pidiendo esas migajas de salud para miesposa. El Señor no hacía más que repetirme quemi mujer ya estaba sana y así fue, desde aquelmomento Pauli empezó a mejorar y pudo empe-zar a ingerir alimentos que hasta ese momento leeran inviables. Gloria a Dios.

Juven

Page 54: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Había hecho un cursillo de RenovaciónCarismática en San Sebastián y todo fue bien,pero me invitaron a participar en otro para echaruna mano “de campanillera” y en este la expe-riencia fue desagradable. Una de las personasasistentes habló de la vida tan mala que había lle-vado, entonces otra persona dijo que le impon-drían las manos y orarían por ella. Lo que vi no megustó nada y me produjo rechazo y oposición.

Aquí en Vitoria en los inicios de la Comunidadno quise tomar parte, constantemente seguía re-cordando esa mala experiencia. A Juan Pedronunca le impedí asistir y él siempre respetó misdecisiones. El padre Victoriano me invitó e insis-tió para que fuera a una reunión, pero me ne-gué a ir. Cuando empezó a haber encuentros yoacudía, no sé muy bien por qué. En el inicio dela Comunidad Juan Pedro estaba comoCoordinador y Paco le había dicho que estaríabien conocer la Comunidad de América, iría conel padre Victoriano, pero éste dijo que debería iryo.

Por esas fechas Juan Pedro y yo teníamos pre-visto un viaje a Málaga en avión para celebrarnuestras bodas de plata de casados, era nuestroprimer viaje en avión. Una noche Juan Pedroestaba inquieto, yo pensaba que serian cosas desu trabajo hasta que me dijo: ¿y si no vamos aMálaga y vamos a Estados Unidos? Yo a EstadosUnidos no quería ir, finalmente acepté.

. Ven y lo verás .

54

Page 55: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

55

Aunque en el avión todo el mundo hablabainglés, no tuvimos problemas en el viaje, en inmi-gración un cubano nos atendió bien. En Detroitesperábamos ver el cartel de bienvenida del quenos había hablado el padre Victoriano, pero novimos nada. Yo, mirando a un chico que no cono-cía de nada, le dije a Juan Pedro con total convic-ción: “aquel chico nos está esperando a no-sotros”, era José Luis Rodríguez con Tatiana.

La acogida en Detroit fue muy buena, me sor-prendió cuando nos dijeron que dispusiésemosde esa casa como de la nuestra. Asistí a unSeminario en el que me impusieron las manos, yohablé en lenguas y tuve un sueño en el espíritu.Ese viaje me cambió totalmente; lo ví, lo sentí ypensé: esto es lo que yo quiero. En ningúnmomento me sentí extraña y eso que no estuvemucho tiempo con Juan Pedro, pues él tenía susreuniones. Ese viaje lo realizamos hace veinticin-co años.

Yo que pensaba que eso no era para mí y elSeñor supo hacer su labor, Él me llevó lejos paratraerme cambiada. ¡Gloria al Señor!

Fina

............................................................................Ven y lo veras

Page 56: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Este testimonio que quiero contar me sucedióhace mucho tiempo, pero lo recuerdo como sifuera hoy.

Me salió un bulto en el pecho, yo creía que noera nada porque era pequeño, pero los estudiospreliminares lo dieron como altamente peligroso.

Me llevé un buen susto, no lloré y después loacepté, lo puse en manos del Señor y lo viví conbastante paz. El especialista me dijo que me lla-marían para operarme y casi seguro me quitaríanel pecho. El tiempo pasaba y no me llamaban, mimarido estaba nervioso; quería llevarme a Madridpara que me viera un médico con bastante presti-gio. Recuerdo que estábamos comiendo y le dije:vamos a ponerlo en manos de Dios, si no me lla-man para operar esta semana vamos a Madrid. Erajunio y yo estuve con mis hermanas en la piscina y,aunque soy asmática, no tuve ningún síntoma defatiga. Pero a las dos de la mañana me despertésoñando que me ahogaba y no era un sueño erarealidad. Nos fuimos al hospital, a las cuatro yaestaba ingresada. ¡Qué grande es el Señor, cómonos escucha, dichoso el que confía en Él!

Los médicos de respiratorio se pusieron deacuerdo con el del pecho y a los quince días meoperaron. Tenía a toda la comunidad y al grupo

. Tú que habitas a la sombra del Altísimo dí al Señor: confío en ti .

56

Page 57: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

57

de la renovación carismática orando por mí.Después de la operación analizaron el tumor paraver si tenían que quitarme el pecho, pero parasorpresa de los médicos los resultados fueronnegativos. Tenía revisiones al mes, a los tres, a losseis, a los nueve meses, en esta última el especia-lista me dijo que volverían a operar. Al llegar acasa me puse a orar, le pedí al Señor que me dierauna palabra, abrí la Biblia y salió el Salmo 90 “Túque vives al amparo del Altísimo di al Señor, refu-gio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti”. ElSeñor me iba llenando de paz.

Nuevamente me operaron, al igual que la prime-ra vez tenía muchos hermanos orando, fui muy tran-quila al quirófano, con la confianza puesta en elSeñor. Antes de entrar el médico me dijo que lo másprobable era que me quitasen el pecho y yo sabíaque se iba a llevar una sorpresa por segunda vez.

Me quitaron solo un trozo del pecho lo anali-zaron y dio negativo. Me dieron el alta y antes deirme me llamaron del departamento de biopsias.Fui, salió una doctora que me miraba como a unser extraño. ¡Qué ganas tenía de conocerte!−dijo− tú vas a volver locos a los médicos; dosveces se han equivocado, bueno no sé si es asíporque aquí hay algo que está por encima deellos, yo he analizado lo que te hemos quitado yera carne podrida. Al momento añadió: ¿tú rezaso tienes a gente pidiendo por ti? Claro que sí,tengo a toda una comunidad −le respondí. Mástarde supe que me llamaban la del milagro.

Que todo lo que respira alabe y bendiga alSeñor.

Davi

..Tu que habitas a la sombra del altisimo di al Senor: confio en ti-

Page 58: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

58

La vida de las personas con el poder de Diospuede ser transformada. Para testimoniar estoque acabo de afirmar me remontaré a abril de1984.

Yo era una mujer con una autoestima muybaja y tenía la convicción de que no valía paramucho. Le pedía al Señor que me diera una prue-ba de que yo servía para algo.

Esa prueba llegó con la muerte de mi esposo,él era lo que más amaba en este mundo. Cuandorecibí la trágica noticia, lo primero que hice fueponerme de rodillas y darle gracias a Dios. ¿Porqué? El Señor me habló claramente, me mostró elrostro de mi esposo feliz y resucitado con Él. Enese instante mi dolor se convirtió en una granpaz. Sentí que el Señor me decía: “ya te he dadouna prueba, ahora a ver cómo me respondes”.Yo, nuevamente, le mostré mi agradecimiento,pues a mí me había resucitado en la tierra. Era yauna mujer nueva, mucho más fuerte, que teníaque empezar “otra” vida sola con tres hijos ysacarlos adelante.

Gracias Señor, ahora y siempre, porque desdetoda la eternidad ya tenías ese momento prepa-rado para mí.

Maruja

. La prueba del Señor, una nueva vida .

Page 59: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

59

Os puedo asegurar que en mis treinta años devida, éstas han sido las palabras que con más fehan salido de mi boca. Tengo que remontarme alfinal del verano del año 1986, agotaba los últi-mos días de vacaciones con mi familia enLogroño. Contaba con nueve años recién cumpli-dos, y qué mejor diversión, en un día calurosocomo aquel, que pasar un rato entretenidojugando con mi padre en el césped de la casa. Enuno de los lances, caí mal al suelo, y me golpeé enel costado izquierdo. Un simple golpe inocente,una caída a menos de medio metro del suelo,provocó en mí unos fuertes dolores, que apenasme dejaban respirar. La incredulidad inicial demis padres ante lo sucedido, sorprendidos sobretodo por lo que consideraban exageradas misquejas, se fue tornando en preocupación por laintensidad de esos dolores, por lo que decidieronllevarme al hospital.

Después de varias pruebas y revisiones losmédicos consiguieron finalmente averiguar quéprovocaba en mí esos dolores. Unas radiogra-fías pusieron al descubierto una enfermedad denacimiento: hidronefrosis renal. Había nacidocon el uréter obstruido, lo que había provocadoque el riñón fuera cuatro veces mayor al espe-rado. Los médicos no salían de su asombro, y nose explicaban cómo no había sentido durantenueve años ninguna molestia, cuando lo normal

. “Papá, mamá, no lloréis,Dios me va a curar” .

Page 60: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

60

Papa, mama, no lloreis, Dios me va a curar................................

hubiese sido que experimentara unos doloresinsoportables, infecciones de orina, etc… Nadade nada, ni una pequeña molestia había notadohasta esos días.

Tras el diagnóstico, y haberme remitido losintensos dolores, los médicos optaron por darmeel alta, para que regresara a Vitoria, orientando amis padres para que una vez aquí acudiese al hos-pital y los especialistas determinaran el momentoy la forma de llevar a cabo la intervención quirúr-gica. Sin embargo, la misma noche de mi regresoa casa, volvieron los dolores intensos; no aguan-taba más y suplicaba a mis padres que me lleva-ran al hospital a fin de que me ingresaran y mequitaran de una vez el riñón.

Mientras me vestía para marchar al hospital,entre sollozos miré el cuadro con la cara de Jesúsque tengo en la pared de mi cuarto, y solo fuicapaz de preguntarle: ¿por qué a mí Señor? Enaquel instante sentí una paz enorme, de la que noera plenamente consciente, pero que me llevó aexpresarles a mis padres, que en esos momentosse encontraban abrazados, rotos de dolor en suhabitación; aquellas palabras que nacieron de lomás profundo de mi corazón: “papá, mamá, nolloréis; Dios me va a curar”.

Dios es fiel a sus palabras. Días después fuiintervenido en el hospital de Nuestra Señora deAranzazu, el doctor que lideró la operación apos-tó por salvar ese riñón, convencido de que aúnalgo podía funcionar. Decisión que la defendió aultranza, a pesar de tener en contra a todo elequipo médico. Tras casi tres semanas de ingresoen el hospital, la prueba definitiva, que demos-

Page 61: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

61

traría si la intervención había sido acertada, sellevó a cabo con resultados positivos. Ese riñónmaltrecho demostró que funcionaba.

Veintiún años después de aquello, las revisio-nes anuales que llevo a cabo en el hospital estánarrojando siempre datos de normalidad y correc-to funcionamiento renal. Doy gracias a Dios, porhaberme permitido experimentar de una formatan palpable y clara desde tan pequeño el granamor que me tiene. ¡Gloria al Señor!

Gorka

.................................Papa, mama, no lloreis, Dios me va a curar

Page 62: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

62

. El verdadero amor .

Quiero contar lo que Dios hizo en mí. Mellamo Erika, tengo la suerte de decir que soy “Hijade Comunidad”, toda mi familia está en laComunidad de Acapulco, México, llamada“Betania”. Empezamos a formar parte de ellacuando yo era una niña, soy la mayor de tres her-manos.

Al cumplir los dieciocho años decidí irme aestudiar a la Universidad en Monterrey, México, yme integré en la Comunidad “Jeséd”, estudiéLicenciatura en Educación Preescolar. Despuésde graduarme hice un año de misionera volunta-ria en Monterrey. Mi tiempo allí fue muy buenoya que aprendí a conocer más a Dios, tener ami-gos, crecer en el servicio, moldear áreas de mivida, etc. Esa etapa para mí fue excelente.

Cuando ya trabajaba, empecé a salir con unchico de la Comunidad, era mi primer novio, perosinceramente ese noviazgo no fue nada bueno,ya que me alejó de Dios, y cada vez me sentía másvacía por dentro. Yo pensaba que iba a ser plena-mente feliz cuando eso ocurriera y no fue así;tuvimos muchos altibajos en nuestra relación yvarias veces decidimos dejarlo, hasta que, una deesas veces, él regresó con una propuesta dematrimonio, yo aún sentía algo por esa persona,y acepté. Todo estaba planeado, faltaba un mespara la boda y empezó a decirme que tenía dudasy que había salido con otra chica. En ese momen-to Dios me abrió los ojos y decidí que no me casa-ba, no creía que fuera lo que Dios había planeado

Page 63: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

63

para mí. Opté por dejarlo todo, renuncié a mi tra-bajo y empaqué (hice el equipaje) once años demi vida en Monterrey. Determiné irme a Aca-pulco con mis padres. Fue muy duro ver la situa-ción en la que estaba, tenía rencor hacia las per-sonas que me habían hecho daño. En ese tiemposolo me dediqué a ir a Misa, no asistía a los actoscomunitarios, pensaba que no era justo, estabaenojada con todo, pero más conmigo misma.

Gracias a la ayuda de amigos que estuvieronahí y me trasmitieron lo que Dios quería decirme,por fin pude perdonar, comenzar a sanar y empe-cé a ir a la Comunidad de Acapulco, estuve sir-viendo en diversas tareas; hasta que un día, deci-dí hacer un “master” en España.

Me vine a vivir a Vitoria, conocí la Comunidadde “El Señorío de Jesús”. El pertenecer a ella hasido un regalo especial para mí, los hermanos mehan hecho sentir parte de ellos mismos, una másde la Comunidad, me siento comprometida conlas luchas que ellos tienen y siento su amor encada momento. Aquí Dios me ha ayudado asanarme por completo, y más específicamenteen la Pascua de este año, Dios permitió que mediera cuenta de que aún no me perdonaba a mímisma, que tenía que dejarme amar y poder amarlibremente y me permití llorar sin complejos des-pués de mucho tiempo, fue un llanto sanador; séque hay cicatrices porque anteriormente huboheridas en mí, pero ya no las siento. Dios hacenuevas todas las cosas y reconstruyó mi vida.Ahora sé que Dios no me permitió equivocarme.

Él que ha preferido darlo todo, tan solo portenerme a mí; su amor me supera, aún no puedo

......................................................................El verdadero amor

Page 64: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

64

ver lo que Él ve en mí, sé que me mira con amor yque Él está más interesado en hacerme feliz queyo misma. Ahora soy feliz, tengo una nueva vida,amo sin temor y sé que Dios irá cumpliendo suspromesas. Él ya ha empezado a cumplir algunas.Tengo una fe expectante y cada día le digo queestoy en sus manos y que soy como una niña,esperando a que su padre la sorprenda.

Erika

El verdadero amor......................................................................

Page 65: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

65

Soy Sergio, y tengo nueve años, os voy a con-tar lo que me ocurrió cuando yo nací. Mis papásme lo suelen recordar diciéndome… “Este es elcuento de la cajita de cristal”. Mi mamá se pusomalita al final del embarazó y cuando estaba deocho meses, tuvo que ingresar en el hospital,porque su hígado no funcionaba, se llama “coles-tasis” y entonces los médicos decidieron que yotenía que salir de su tripita, fue un parto largo y alfinal, acabó en una cesárea. Ella estaba malita y amí me llevaron a “Neonatos”, para que descan-sara. Cuando mi papá fue a buscarme, el pediatrale esperaba afuera. Estando allí, se habían dadocuenta de que mis pulmones estaban encharca-dos, había hecho una parada y me tenían con oxí-geno al máximo, mi estado era muy grave. Estuvetres días en la UCI, no me podían coger en brazos,ni darme de comer y si hablaban mis papás a milado, yo me alteraba y no respiraba; a los tres díasyo estaba peor, las noticias que les daban a mispapás, eran muy malas porque además teníaanemia y pensaban que había una hemorragiainterna o incluso una parálisis cerebral. Era lanoche del 24 de diciembre, sólo quedaban algu-nos bebés y cuando mis papás miraban alrede-dor, me cuentan que cada incubadora, era comoun portal de belén y en lugar de burritas y mulas,había luces de neón. Esa noche mi mamá le rezóa la Virgen María y le pidió que como madre inter-cediera ante su hijo y le arrancase un milagro, queme concediese quedarme en la vida que se meestaba escapando, a la mañana siguiente el 25 dediciembre, el día de la Sagrada Familia, cuando

. La cajita de cristal .

Page 66: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

66

fueron a verme papá y mamá, se encontraroncon la gran sorpresa de que había salido de laU.C.I. y por primera vez desde que nací me pudie-ron coger en brazos y dar de mamar. Los médicosdecían que yo había querido vivir, mis padres mecuentan que el Señor hizo en mí un milagro, elmilagro de la cajita de cristal. Mi papá me cuenta,que cuando rezaba por mí sentía del Señor quetodo iba a salir bien, y así fue: Todo salió bien.¡Gracias Jesús!

Sergio

La cajita de cristal....................................................................

Page 67: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

67

Un domingo de junio, cuando tenía seis años,fuimos a la casa de mis tíos a visitar a mi tía quehabía sido operada. Mi hermana y yo estuvimosun poco en su casa y después bajamos a jugar alparque que hay en frente de la casa.

No llevábamos mucho tiempo jugando y en lacasa de mis tíos reconocieron mi llanto. Yo llora-ba porque jugando en un tobogán cerrado conforma de tubo me metí por la parte de abajo ycomo el sol no me dejaba ver bien me di un golpeen la cabeza y me salía mucha sangre. Despuéstodo fue muy rápido. Mi buena hermana Clarapidió ayuda a unos chicos que estaban por allí,para que me hiciesen compañía, mientras ellacruzaba la calle para avisar a mis padres. Mi padreno cogió el ascensor pero debió de bajar los seispisos volando, mi madre bajó enseguida. Yo ya nolloraba y estaba lleno de sangre por la cabeza ytambién la camisa se me había manchado.

Me llevaron rápidamente a Txagorritxu, mimadre no paraba de hablarme preocupada por siperdía el conocimiento. Llegamos pronto al hos-pital porque mi padre vio un coche de laErtzantza y dijo que llevaba a un niño accidenta-do. Entonces el coche de la policía nos fueabriendo paso.

En el hospital me llevaron a una sala, me ha-cían muchas preguntas para ver si estaba bien, lapediatra y las enfermeras no encontraban dóndetenía la brecha porque toda la cabeza estaba

. Sólo fue una brecha .

Page 68: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

68

llena de sangre. Al final la encontraron y me pasa-ron a otra sala para suturarme, a mi madre lehabían dicho que la dejarían entrar, pero al finalfue que no, me quedé yo solo. Nada más necesi-té dos puntos. En ningún momento en el hospi-tal lloré y todo el personal que estuvo conmigome decía que era muy valiente y a mis padres quelo normal es que los niños lloren y que no quieranestar solos sin algún familiar que los acompañe.Me regalaron la bata que me pusieron. Yo creoque ese día el Señor también me ayudó para serfuerte.

Con esto quiero dar muchas gracias al Señorporque solo me hice una brecha y no me pasónada grave.

Gabriel

Solo fue una brecha.....................................................................

Page 69: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

69

Esto que voy a contar ocurrió en junio. Fuimosal pantano, mis padres, Juven, Pauli y yo.

Había tanta gente que no podíamos entrar ynos quedamos en el pueblo que hay antes de lle-gar al pantano. Yo cogí unas hierbas, como espi-gas y las mordí. Una espiga se quedó pegada enmi paladar (estoy operado del paladar y tengounos pequeños agujeritos…) Mis padres se asus-taron mucho y mi madre y Pauli corrieron conmi-go de la mano hasta la carretera pidiendo a Diosayuda. Justo salir del camino nos encontramoscon una ambulancia de la Cruz Roja. Me subierony con unas pinzas me quitaron la espiga que seme había clavado en mi paladar.

Después fuimos a la iglesia del pueblo a dargracias a Dios.

Gloria al Señor.

David M.

. La espiga .

Page 70: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

70

Tengo 4 años y aunque soy pequeño paraalgunas cosas, para otras ya soy como papá ymamá. Y es que, a mi manera, también he apren-dido a hablar con el Niño Jesús. Lo hago todos losdías. Canto, doy gracias y sobre todo pido portodos mis amigos, el ministerio de infantes, papá,mamá, mi hermana y mis abuelos. Este año heaprendido a orar por ellos, cuando lo necesitan, ylo he hecho muchas veces. También pido oraciónpor mí cuando estoy enfermo. Sé que el NiñoJesús me escucha y eso me gusta y me tranqui-liza.

Iñigo I.

. He aprendido a hablarcon el Niño Jesús .

Page 71: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

71

Doy gracias al Señor por mi Primera Co-munión porque sentí a Jesús más cerca de mí. Yotenía muchas ganas de que llegara ese día (el 14de mayo de 2005). Después de esa fecha tambiénsigo sintiéndolo más cerca, sobre todo cuandome confieso y lo recibo en la comunión, aunquea veces no obedezco sus consejos y sus man-datos.

Gabriel

. Jesús, un regalo de gran valor .

Page 72: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

72

Por aquel entonces acababa de casarme y alpoco tiempo se nos solicitó que prestáramosnuestro servicio en jóvenes junto con Maite, miesposa, a lo cual accedimos gustosos. De esamanera pudimos empezar a servir al Señor encomunidad. Fue después de una celebracióncomunitaria en el colegio de la Presentación deMaría cuando nuestro coordinador mayor,Fernando Aldea, me invitó a asistir a un encuen-tro de jóvenes nada más y nada menos que enNicaragua, para así ir preparándome en el servi-cio con jóvenes. Yo, en principio, vi ciertas dificul-tades por motivos laborales puesto que mis vaca-ciones eran obligatoriamente en Agosto, perome dije: “si es del Señor… allí estaré”. Y Dios pro-pició que no hubiera ningún problema para quefuera…

Y llegó Enero del 99 y nos presentamos mishermanos Jesús Castillo, Jorge San José y yo enManagua: allí pudimos disfrutar de mi primerencuentro de jóvenes con otros muchos jóvenesde otras comunidades de la EDE. Fue algo impre-sionante y novedoso para mí: enseñanzas, com-partir en grupos, asambleas… y precisamente enuna asamblea el Señor me estaba esperandopara decirme algo personalmente; fue en elmomento de la escucha, y yo le dije al Señor: siquieres decirme algo este es el momento. ¡Y elSeñor me dio una Palabra! Pero debido a misdudas y temores le pedí que me lo confirmara. Y

. Yo os haré pescadores de hombres .

Page 73: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

73

cuál fue mi sorpresa que al poco salió un joven ¡aproclamar esa misma Palabra…! Agradecido salía proclamar que yo también había tenido esemismo sentir. La Palabra en cuestión fue: “Yo osharé pescadores de hombres” Mt. 4,19. A prime-ra vista pudiera parecer una frase simple pero,cuando me puse a analizarla, pude darme cuentade que la clave está en el verbo: haré. Sentí quepor mucho que me ponga a pescar-predicar-tra-bajar con los jóvenes si no le dejo a Él actuar envano es mi empeño. Así que con esa lección bienaprendida y ese trabajo por hacer me vine paracasa para poner en práctica ese gran mandato. Yen ello estamos, sirviendo en jóvenes hasta lafecha, dedicándoles mi tiempo, amor y cariño.

¡¡¡Que Dios bendiga a todos los jóvenes…!!!!

Luis

..............................................Yo os haré pescadores de hombres

Page 74: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

74

. Zacarías 10, 1 .

Hace ya unos años mi marido y yo estábamosde vacaciones en Benidorm. Tuve una experien-cia maravillosa que me hizo crecer en fe. Habíauna sequía terrible, traían el agua para el consu-mo diario en barcos, daba pena ver cómo esta-ban las plantas y los árboles blancos de polvo ysuciedad. Nosotros comentamos: ¿pero estagente no rezará o pedirá al Señor que les envíeagua?, vamos a hacerlo nosotros. Le pedíamos alSeñor que tuviera compasión de esta tierra y lesenviara esa agua tan necesaria.

Recuerdo que sólo nos faltaban dos días parairnos, al anochecer cayeron unas gotas, esto nosanimó a orar con más profundidad. Al día siguien-te no cayó nada, pero sobre las tres de la madru-gada me despertó un ruido en el balcón, salté dela cama, salí al balcón y me quedé maravillada. Viuna lluvia preciosa y placentera que caía sobrelas plantas y los árboles antes tan sucios y ahorabrillantes y hermosos. Desperté a mi marido y derodillas en el balcón alabamos y glorificamos aDios dándole gracias por aquella maravilla quecontemplaban nuestros ojos y por haber escu-chado nuestra pobre oración.

Al día siguiente regresábamos para Vitoria ennuestro coche y todo el viaje fue una ininterrum-pida acción de gracias al Señor alabándolo y ben-diciéndolo.

El Señor tiene una paciencia infinita con nues-tra falta de fe.

Page 75: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

75

Al día siguiente de venir, haciendo oración deescucha sentí una voz que me dijo: Zacarías 10, 1.Busqué en la Biblia y cuál fue mi sorpresa decíaasí: “Implorad del Señor las lluvias tempranas ytardías que el Señor envía los relámpagos, y losaguaceros, da pan al hombre y hierba al campo”.

Ha pasado mucho tiempo y todavía le estoydando gracias, por ser un Dios tan cercano ybueno, también lloré un poco de emoción porhaber sido escuchados. Gracias Dios, por tantoamor.

Davi

..............................................................................Zacarias 10, 1

Page 76: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

76

. Vidas consagradas a Dios .

Ignacio Ímaz sintió la llamada de Dios y aligual que otros dejó sus redes y lo siguió. Estehermano ya estaba entre el grupo de hermanoscuando se inició la comunidad de El Señorío deJesús. En ella ha servido ininterrumpidamente aDios y a los hermanos hasta que su enfermedadse lo impidió.

Su vida ha estado llena de la presencia de Diosy eso mismo ha proyectado en todas las personasque estaban cerca de él. Ha sabido conjugar bienlas figuras evangélicas de Marta y María. Hombrede oración, de intensa vida sacramental, de pre-sencia diaria ante el Santísimo; y hombre deacción, acudía a las Hermanitas de la Caridad aayudar y cuidar enfermos, desgastaba sus sanda-lias por dar a conocer la Palabra de Dios.

Su vida ha sido un acto de donación y entrega,un ejemplo para cualquiera que desee ser un dis-cípulo radical de Cristo.

Desde el diecinueve de octubre Ignacio estáen la casa del Padre. Y también debemos recor-dar y mostrar nuestro agradecimiento por otroshermanos como Pedro López de Armentia, SocoArizti, P.Emiliano Ibargughi y Roberto Pérez quefueron discípulos del Señor en El Señorío deJesús y ahora están con el Padre.

Page 77: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

77

. Sanación .

Hace cinco años los hermanos del grupo deintercesión estaban orando, como suelen hacertodas las semanas, y un hermano del grupo tuvouna palabra de conocimiento. Vio un bulto en mipecho derecho. Me transmitieron esa palabra yme puse en manos de mi ginecólogo.

Me hicieron una radiografía y, en efecto, enella se veía un bulto; era de líquido, me lo extra-jeron, lo analizaron y resultó ser benigno.

Para mí fue sorprendente ver cómo el Señoractuó. Yo me sentí una mimada por Él. Doy gra-cias a Dios.

Neta

Page 78: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Cuando entré en Comunidad, en el año 1983,mi situación personal era de mujer casada, condos hijos y con un trabajo fuera de casa.Trabajaba en un Banco. En aquel tiempo mi tra-bajo era necesario, teníamos que pagar una hipo-teca, y también era algo que me gustaba. Sentíaque podía atender a mi familia y realizar esalabor. El horario era bueno, trabajaba de ocho dela mañana a tres de la tarde, contaba con toda latarde para cuidar a mi familia y realizar tareas. Laverdad es que necesitaba una empleada dehogar. Yo me marchaba de casa muy temprano,antes de que los niños se levantasen, y llegabacuando ellos ya se habían ido al colegio por latarde, así que los veía a partir de las cinco ymedia, cuando ellos salían del colegio.

Nada más iniciar la vida de Comunidad, mehicieron responsable de hermanas, mi vida empe-zó a cargarse de cosas y a complicarse. Teníamenos tiempo para poder estar con mi familia,sobre todo con mis hijos, que eran pequeños,cuatro y seis años. Para mí siempre mi familia hasido y es muy importante. Aquellos años tuve quepedirle al Señor mucha sabiduría para manejaresa situación. Quería ser una buena esposa, unabuena madre y realizar bien mi trabajo en elBanco y en la Comunidad. Trataba de llegar atodo, a costa de renuncias personales. Esto meestresaba. Recuerdo que nuestro formador Pacome hablaba de tener una escala de valores y ver

. Me fié del Señor y Él semanifestó con su poder .

78

Page 79: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

79

qué podría estar sobrando en mi vida, pero enaquel tiempo yo no veía que me sobrara nada.

El Señor empezó a hablarme y a hacerme verque tenía que sacrificar algo. Comencé esa esca-la de valores y en último lugar aparecía mi traba-jo en el Banco. En aquel momento no podíarenunciar, como ya he expresado estábamospagando una hipoteca y tampoco estaba muyconvencida de dejarlo. El Señor seguía hablandoy yo pidiéndole por mi situación. La realidad noshablaba. Me acuerdo de un pastoreo conFernando en el que valorábamos la educación denuestros hijos. No veíamos avances, por más quenos empeñábamos. El Señor nos hizo ver queestaban mucho tiempo en manos ajenas y quenosotros, aunque intensamente, empleábamospoco tiempo; así nuestros hijos no podían cogerhábitos de oración, de buenos modales, de bue-nas relaciones entre ellos,… En mí empezó undesasosiego y a la vez un deseo de que el Señortomase autoridad sobre mi trabajo de tal formaque pudiera dejarlo.

Por aquel tiempo en la Banca ofrecían dineroa las personas que quisieran dejar de trabajar, erael comienzo de la Informática y sobraba gente,pero en mi Banco esto no llegaba. A estas preo-cupaciones se sumó la de un nuevo embarazo,amén de ser una alegría para toda la familia, erauna urgencia más para arreglar mi vida. Propuseuna indemnización por dejar el trabajo, eran vein-tiún años de dedicación, no podía marchar conlas manos vacías. Me contestaron que todavía noestaban ofreciendo nada, entonces me acogí a lamedia jornada. Así continué un año y medio. Másestresada, más cansada, pero orando y confian-

.........................Me fie del Senor y El se manifesto con su poder-

Page 80: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

80

do en el Señor. Un día la empleada me dice quese va de casa porque le ha salido un trabajo enuna fábrica. Se me cayó el cielo encima. Tenía quemeter a otra persona en casa, con una niñapequeña, y los otros acostumbrarse a la nueva.Fernando me propuso dejar ya mi trabajo y con-fiar en el Señor. Si El nos había ido hablando de loque era lo más importante en nuestra vida y decómo quería Él que la manejáramos, debíamosconfiar en su providencia.

En pura fe, al día siguiente subí al despachodel director y “casualidad”, no estaba. Así tresdías más que él no apareció por el Banco. El cuar-to día la empleada me dice que se queda en casaque no la habían cogido en la fábrica. Yo penséque esa era la respuesta del Señor. Pero Él nosprueba hasta el límite y es fiel a sus promesas.

A la semana siguiente, el jefe de personal lla-ma a una compañera que en una ocasión habíamanifestado su deseo de dejar el Banco, para em-pezar negociaciones. La jugada del Señor fue quea mí, que tenían que haberme llamado la primerapor mi solicitud, no me llamaron. Si lo hubiesenhecho, yo habría aceptado cualquier oferta. Unasemana antes me hubiera ido sin nada. Al llamara mi compañera, con la misma categoría que yo,y la misma antigüedad, como ella no estaba tanconvencida de dejar su puesto hizo una buenanegociación, con lo cual a mi me dieron lo mismoque a ella, lo suficiente para terminar de pagar elpiso y alguna cosilla más.

¡Gloria a Dios!Loli

Me fie del Senor y El se manifesto con su poder.........................-

Page 81: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

81

Si hay algo de lo que siempre estaré agradeci-da a Dios es haberme llamado a ser una guerreramás dentro de este pelotón de batalla. Todoempezó porque un día les hicieron la invitación amis padres a ser parte de la Comunidad “Ciudadde Dios” en Nicaragua por el año 1989 y, juntocon ellos, empezamos a formar parte de ella tam-bién nosotros, sus cinco hijos, lo que supuso quedesde mis ocho añitos ya experimentara el amorde Dios de manera más cercana.

Lo más hermoso es que como familia llega-mos a reconocer la importancia de estar juntosen los caminos del Señor; que mientras mis her-manos y esta servidora crecíamos, la formaciónde nuestros padres y las enseñanzas de nuestracomunidad nos ayudaban mucho para seguirsiendo mejores cristianos.

Como sucede en toda familia las cosas nosiempre estaban perfectamente bien y peor aúncuando se pasaba por crisis tan duras como lasque ha vivido mi país y que de una manera u otraafectaban a personas, familias, a la misma Iglesia,etc. Y era ahí cuando recurríamos más al Señorpara pedir su misericordia; la verdad es que no sehacía esperar para derramar sus bendiciones deforma muy palpable. Recuerdo cómo mis padresnos reunían a todos para rezar el Rosario enfamilia, también para tener periódicamente reu-niones familiares, celebraciones del Día del Señor

. Mi familia y yo serviremos al Señor .

Page 82: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

solos en casa, etc. En un aniversario de laComunidad el lema fue “Mi familia y yo servire-mos al Señor” (Josué 24,15), y nosotros nos sen-timos identificados. Desde entonces, gracias aDios, tanto mis padres como mis hermanos y yohemos sentido siempre unidad, comprensión,apoyo y, sobre todo, mucho amor.

El crecer en este ambiente nos ayudó tambiéna afianzarnos en el Señor y a estar atentos almomento en que nos hacía el llamado personal acada uno de mis hermanos y el mío propio. Ahoradesde mi nueva realidad de vida como casada, ytambién como parte de la Comunidad de ElSeñorío de Jesús en Vitoria, puedo seguir dicien-do que: “Mi familia y yo serviremos al Señor”.Cueste lo que cueste, sea en el lugar que sea,pero siempre como parte del pueblo que El hasoñado.

Al Rey de los Siglos, al Inmortal e Invisible seala Gloria y Alabanza por siempre.

Auxi

Mi familia y yo serviremos al Senor..........................................-

82

Page 83: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

83

Me gusta mucho ir a la comunidad, tengo yatres años, y desde pequeñito mis padres me lle-vaban a la comunidad, pero ahora me gustamucho ir a mí, estoy esperando a que lleguen losviernes para ir al Ministerio de Infantes.

En el ministerio de infantes tengo amigos conquienes juego y me divierto mucho, pero eso noes todo, compartimos juntos un ratito de oracióny cantamos con nuestro cancionero txiki, queestá guay, tiene colorines y cuentos. Siempre noscuidan otros hermanos de la comunidad que nosayudan también a cenar juntos, pero lo más boni-to no es sólo la amistad, y los juegos, sino tam-bién que siempre llega Jesús a estar con no-sotros, y juntos como hermanos lo pasamos bien.

David S. J.

. Quiero muchoa la comunidad .

Page 84: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Hace muchos años, durante un caluroso vera-no allá por Salamanca, tuve dos sentires bastantefuertes, aunque no llegué entonces, ni sé si llegoaún hoy a comprenderlos del todo.

El primero de ellos es la respuesta que Jesúsda a sus discípulos en la multiplicación de lospanes: cuando ven que la gente no se mueve y sehace tarde, se acercan a Jesús y le dicen que ladespida. La respuesta de Jesús: “Dadles vosotrosde comer”. Es curioso cómo en los momentos demayores dudas, aparece ante los ojos una y otravez.

Cuando miro mi vida veo que, si bien por unlado sigo ahí intentado llevar el pan de la fe (o almenos del conocimiento de Dios) a los demás,puedo sentir que el primero de los “sentires”tiene su sentido a pesar de todos los avatares.

La segunda de las frases que resonó en miinterior fue: “estás aquí para hacer algo grande”.Esta segunda es más complicada de entender. Noencuentro en mi vida nada especialmente grandecomo para que pueda responder a aquel sentir,salvo que lo enfoque al revés: A pesar de todo, delas dificultades, de los tiempos realmente durospor los que hemos pasado (sobre todo en casa ypor la situación), el que aún siga estando ahí, elque sea capaz de levantarme a las mañanas paraestar un tiempo con el Señor y agradecerle en laeucaristía todo lo que hay, lo que soy, lo quetengo, el que a pesar de que todo está como

. Sin perder la esperanza .

84

Page 85: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

85

está, el que la situación no termine nunca desuperarme (aunque esté a punto en demasiadasocasiones), quizás sea todo eso “lo grande” queel Señor me dio como tarea a cumplir hace mu-chos años.

No pierdo la esperanza de llegar a darmecuenta algún día de qué era todo aquello queDios reservaba para mí. Tal vez tenga mucho quever con aquellas huellas en la arena: solo hayunas porque Él me lleva a cuestas.

Jose Carlos

.............................................................Sin perder la esperanza

Page 86: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Hace poco tiempo, mi marido y yo recibimosuno de los regalos más hermosos de la vida, unhijo. Todavía me acuerdo de aquel día que entrelloros, abrazos y risas, gritábamos que estába-mos esperando a nuestro primer hijo. Todo esta-ba en orden, los análisis, las consultas al médico yginecólogo… Un sábado durante el ensayo demúsica empecé a sentirme muy cansada, conpocas fuerzas. En un momento me di cuenta deque algo no estaba bien. Había manchado unpoquito, así que vino César a buscarme para lle-varme a urgencias. La espera fue horrible, loúnico que deseaba es que nuestro hijo estuvierabien. La ginecóloga que nos atendió fue muyamable y al hacerme la exploración nos comunicóque habíamos perdido a nuestros hijos. La sor-presa para ambos fue doble, primero por la pér-dida y segundo por enterarnos en aquel momen-to de que eran dos los hijos que esperábamos.Lloramos abrazados y mi mundo se vino abajopor completo, pero mi marido empezó a dar gra-cias a Dios por aquello. César sólo decía: Tú noslos diste, Tú nos los quitaste, bendito seas. Esaspalabras fueron las que me dieron fortaleza y sonlas mismas que cada noche le decimos al Señor.No culpamos al Señor por nada, al revés, ledamos las gracias por habernos concedido el donde la vida, ya tenemos dos ángeles en el cielo quevelan por nosotros y que nos esperan. Sabemosque es su voluntad que César y yo tengamosfamilia. Gloria al Señor.

César y Ainhoa

. Tenéis mi Palabra .

86

Page 87: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

87

Un sábado de Septiembre hace dos años, Auritenía cita en Biarritz (Francia) con un doctor parapincharse las varices. Íbamos tres o cuatro vecesal año, llevábamos yendo allí muchos. Ese díavinieron Fefe y Rosa Mari para pasar el día connosotros.

Hizo muy bueno y estuvimos en la playa por latarde. Al coger el coche para regresar a Vitoriame di cuenta de que me había dejado las lucesencendidas, la batería estaba descargada y noarrancaba el coche. Yo pensé: tenía que sucederesto hoy con los hermanos, un sábado por latarde y en Francia y yo que soy un poco pesimis-ta además me dije: ¿dónde encuentro un mecáni-co, cómo lo explico en francés y qué hacemos sino lo hay...? Pero no contaba con la soltura y eldon de gentes de Fefe que se acercó a unos fran-ceses que estaban bebiendo unas cervezas y lespidió que empujaran el coche, y así fue comoarrancó y pudimos llegar a Vitoria sin novedad.

A mí, que por mi forma de ser no suelo hablarcon extraños y menos aún si son extranjeros, esedía el Señor me regaló la compañía de Fefe, quees otro regalo del Señor.

Fernando M.

. Un buen amigo es como un tesoro .

Page 88: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Podría contar tantas cosas…Desde que heempezado a conocer a Dios, no sólo con la cabe-za, sino también con el corazón, me ha cambiadola vida y voy de asombro en asombro, viendo lasmaravillas que Él hace en mi vida. Lo que voy anarrar ya pasó hace años, pero pude darme cuen-ta del inmenso amor que Dios me tiene.

Era el mes de Junio y estaba disfrutando demis vacaciones de verano, además en pocos díastanto mi familia como yo íbamos a disfrutar de undescanso en la playa. Me encontraba jugando unpartido de baloncesto y tuve la mala suerte desufrir un fuerte golpe en uno de mis tobillos,exactamente en el tobillo derecho. Fui a mi casalleno de dolor por el golpe, pero además tristepor lo que podría pasar con las vacaciones fami-liares. Era viernes y por lo tanto me fui a la asam-blea con un dolor intenso y con muy pocas ganasde estar allí. Dejé mis muletas aparcadas en unapared e intenté seguir y participar de la asamblealo más que pudiera. Un hermano que estaba pre-sidiendo la asamblea tuvo una visión. Veía per-fectamente un tobillo golpeado y dolorido. Nome lo podía creer, ése era yo. El hermano insistíaen que había alguien con un tobillo dolorido yque el Señor deseaba sanarle por completo. Hicecaso no sólo al hermano, sino al Señor. Estabatotalmente predispuesto a que oraran por mí ypor mi tobillo. Lo que pasó fue lo más maravillo-so que jamás he podido experimentar y vivir.Realmente el Señor me sanó por completo yaquellas muletas se quedaron aparcadas en la

. Un golpe de fe .

88

Page 89: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

89

pared. No las necesité más. Desde ese día mi tobi-llo está sano, no hay dolor, no hay golpe, sólorecuerdo el inmenso amor que el Señor me dioaquella tarde. Gloria al Señor.

Ireneo Junior

.............................................................................Un golpe de fe

Page 90: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Voy a dejar constancia de un testimonio queyo no pensaba contarlo, pero el Señor en la ora-ción me lo ha recordado y voy a obedecer.

Una amiga mía había sido operada y estabaingresada en el hospital, su hija había pasado conella la noche y yo había quedado en relevarla paraestar por la mañana. Dejé la comida haciéndose alfuego y me fui a Misa. Cuando regresé no podíaentrar en casa pues la llave no abría la puerta.Como acababa de recibir al Señor le dije: “Señor,no me hagas esta faena que me están esperandoen el hospital y se me quemará la comida”. Volví ameter la llave y la puerta se abrió. Le di gracias alSeñor como es mi costumbre, me pareció en esemomento lo más normal poder abrir la puerta conmi llave. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al col-gar la llave veo mi llave colgada en el llavero.

El Señor hizo que la puerta se abriera con lallave de la vecina, que era la llave que yo había lle-vado confundida con la mía, pues los llaveroseran muy parecidos. Nunca más pudimos abrir mipuerta con aquella llave.

Le di gracias de todo corazón al Señor por lamaravilla que realizó al verme tan angustiada. ElSeñor nunca nos abandona cuando acudimos a Élcon fe.

Gloria al Señor por el amor con que nos ama ycuida.

Davi

. ¿Una llave especial? .

90

Page 91: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

91

Estábamos de vacaciones en el mar, nos gustamucho nadar y casi todos los días nos poníamosuna meta, llegar a la boya. Cuando la alcanzába-mos yo me agarraba a ella y mi marido nadaba ami alrededor, entonces rezábamos el Ángelus a laVirgen y cantábamos algunas de nuestras cancio-nes.

Pero un día antes de llegar a la playa, nos que-daban unos treinta metros, se movió el mar y unaola me golpeó la garganta, me bloqueó de tal ma-nera que no podía respirar, no tenía fuerza paraapoyarme en mi marido y que él me llevara. Tuvoque agarrarme por las axilas para que no me hun-diera, fue muy angustioso, mirábamos a la playa yestaba tan lejos. Recurrimos al Señor y también ala Virgen. Volvimos a mirar a la playa y vimos comoa unos sesenta o setenta metros unos buzos ne-gros pequeños, muy pequeños; mi marido gritópidiendo auxilio con un grito tan fuerte que looyeron.

Vinieron rápidamente pues tenían aletas, eraun niño con su padre y fue el niño el que nos oyó.Me agarraron uno de cada brazo y así me lleva-ron a la playa, pero yo veía que me ahogaba queno llegaba, y pensé: Señor perdóname. No podíahablar y al instante oigo una voz que me dice:Estás salvada por mi. Aquellas palabras me die-ron tal paz que perdí el conocimiento.

. Una muestra más del amor de Dios .

Page 92: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Cuando llegamos a la playa dijeron que habíaorganizado un espectáculo grande, pero cuandome recobré estaba tomándome el pulso unaenfermera, esposa del señor que ayudó a mimarido. Qué regalo del Señor, yo siempre llevabaen el bolso ventolín. Me dieron y me sentaronfrente al mar. Poco a poco me fui recuperando.

Esta enfermera le dijo a mi marido que cuan-do llegáramos a casa me miraran los médicospues había tenido un paro cardiaco.

Fue maravilloso cómo sentimos la mano pro-tectora del Señor y también la de la Madre.Mereció la pena todo el sufrimiento de mi maridoy el mío pues vimos confirmado el amor que elSeñor nos tiene, no olvidaré nunca sus palabras:Estás salvada por mí. Gloria y alabanza al Señor.

Davi

Una muestra mas del amor de Dios..............................................

92

Page 93: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

93

Quiero hablar de un regalo que me hizo Dios,mi vida misma; y cómo me la ha vuelto a regalarmás de una vez. Una de esas veces, la que máspresente y cercana tengo es la del 7 de Diciembrede 2003.

Ese día había salido con mis amigos y noshabíamos ido en coche a las fiestas de un pueblocercano al nuestro en la provincia de Burgos. Nome acuerdo mucho de aquella noche, pero lo quesí sé seguro es que no tenía a Dios muy presentey que lo único que buscaba era divertirme. En elcamino de vuelta a casa, ya de madrugada, nues-tro coche se salió de la carretera y chocamos con-tra un árbol. Yo ocupaba el asiento del copilotoasí que me llevé la peor parte. Tuvieron que venirlos bomberos a sacarme del coche y quedé encoma, temiéndose mucho por mi vida.

Cuando mi padre se enteró de lo que habíapasado una de las primeras cosas que hizo fue lla-mar al Coordinador Mayor y pedirle oración.Entonces sucedió el milagro. En esos días hubovarios encuentros de la mayoría de mis hermanosde Comunidad para hacer oración de forma espe-cial por mí y también se difundió la noticia portoda la EDE y sé que en todo el mundo estuvie-ron orando por mí. En aquellos días las oracionesme arrebataron de la muerte.

Estuve una semana en coma, pero después mirecuperación fue muy rápida y, aunque los médi-cos pensaban que podría quedarme alguna

. Una nueva vida .

Page 94: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

secuela, doy gracias a Dios porque no fue así. Enlos días siguientes pude sentir fuertemente elamor de los hermanos de la Comunidad que ibana visitarme y de todos los de la EDE, que me ani-maban a través de sus correos.

Y también hoy reitero mis gracias a Dios por-que en aquellos días volvió a regalarme la vida yme mostró su gran amor a través de todos y eltesoro tan preciado que es la hermandad.

Elías

Una nueva vida............................................................................

94

Page 95: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

95

En la Pascua del año 2008 el Señor me hizo ungran regalo: vivir la Semana Santa de una formanueva. Estuvimos en un colegio de El Escorialjóvenes y adolescentes de El Señorío de Jesúsjunto con personas de la Renovación Carismáticade toda la península, en total estuvimos unoscuatrocientos.

Fue una experiencia novedosa para mí: espiri-tual, muy hermosa y agradable. Convivir y com-partir vida y experiencia con personas de lamisma creencia religiosa me resultó muy positi-vo. Además me lo pasé genial y no me daba nadade vergüenza levantar las manos y saltar para ala-bar y dar gracias a Dios porque allí todo el mundoera cristiano. El sábado, en la Vigilia Pascual, sentímuy presente al Señor.

Doy gracias al Señor que permitió que mispadres me dejaran ir tras una gran insistencia pormi parte.

Clara

. Vivir la Pascua .

Page 96: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

El 3 de septiembre del 2000 volvíamos connuestros hijos Daniel y María de Portugal, des-pués de estar con la familia de allí, una de nues-tras habituales vacaciones. Habíamos hechonoche en un hotel de Trujillo (Badajoz) yemprendimos, sobre las 10 de la mañana, nuestroregreso a Vitoria.

Como acostumbramos hicimos nuestra ora-ción en el coche y pusimos el viaje en manos delSeñor para que no hubiera problemas.

Pasada menos de una hora de viaje, y cuandoestábamos adelantando a varios coches (es unaautovía de 2 carriles y el tramo recto) se nos re-ventó una rueda trasera, con lo cual empezamosa dar vueltas como un trompo, cruzamos pordelante de un coche con caravana (que no puedefrenar en seco de lo contrario haría la tijera) y caí-mos por una cuneta de varios metros de altura.

Inmediatamente, yo apagué el motor del co-che y cogí a uno de los niños, Rosario cogió alotro y nos alejamos del coche.

Cuando llegamos a la carretera, había muchoscoches parados, no se creían que hubiéramossalido sin un rasguño (un camionero, que decíaque había visto muchos accidentes, me bajaba lacamiseta porque ni se creía que no tuviera lamarca del cinturón de seguridad). Pasado elsusto, aprovechamos para decirles que tenemosla costumbre de rezar cuando iniciamos un viaje.

. Volver a nacer .

96

Page 97: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

97

Después ya vino la policía, se avisó al seguro ynos pusieron un coche para proseguir nuestrocamino. Conseguimos llegar a Vitoria al final deldía sin mayor problema y dándole muchas graciasal Señor.

Mimos en ese día:- no nos pasó nada a ninguno de los cuatro.- nos salimos de la carretera en el trozo que

no había barrera, unos metros antes y después síexiste, con lo cual era posible que hubiéramosrebotado a la carretera y chocado contra otros.

- al coche, quitando que la llanta quedó redu-cida a casi nada y a que en algún momento sereventó otra rueda, no se le apreciaban daños, esdecir, toda la carga −incluidas las botellas debuen vino verde portugués− estaba intacta (nose puede decir lo mismo de los bajos del cocheque rozaron el suelo).

- los niños, prácticamente, no se enteraron denada porque iban dormidos.

- el seguro pagó todo el transporte, arreglo dela carretera, etc.

- como detalle, valga resaltar que en una delas últimas asambleas del curso, el Señor −a tra-vés de nuestro profeta− había dicho que nos cui-daría a todos en ese verano (y, con nosotros, enverdad que lo hizo).

Ahora, cada vez que pasamos por allí, aprove-chamos para dar gracias al Señor por habernosprotegido aquel día.

Gracias Señor, sigue protegiéndonos comohasta ahora.

Jesús y Rosario

...........................................................................Volver a nacer

Page 98: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

98

. Sentir a un Dios presente .

No podría dejar de dar gracias a Dios, portanto como me ha cuidado, me ha amado, y meha alentado durante toda mi vida. Desde chiquiti-na mi familia me ha ido mostrando a un Dios deamor y misericordia, un Dios en quien confiar enlos momentos más difíciles.

Con tan solo 10 años ya nos salvó a mis padresy a mí de un accidente de coche. Desde estaexperiencia de volver a nacer, sentí a un Dios pre-sente, que se preocupaba por mí, y que me ha idoacompañando durante mi adolescencia, mijuventud, en las distintas circunstancias de mivida.

He vivido durante retiros, pascuas y oracio-nes, momentos muy íntimos con Dios, pero laexperiencia más fuerte fue hace tres años. Meingresaron en el hospital para hacerme unaspruebas, y el día en que me dijeron lo que tenía,mi familia y yo nos derrumbamos. Fui incapaz deenfadarme con Dios, pues lo sentía como nuncalo había sentido. Sentía que Él sufría y llorabaconmigo y que estaba acostado a mi lado, queme tocaba. En aquellos momentos pensaba detodo, que mis proyectos de futuro se iban a venirabajo, que iba a ir a peor, pero a la vez sentía elalivio de que pasara lo que me pasara, Dios esta-ba a mi lado y eso ya era bastante. Gracias a lasoraciones de mucha, mucha gente, Dios nos fuetranquilizando y empezamos a ver las cosas dedistinta manera.

Page 99: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

99

A día de hoy quisiera tener la fe suficientepara creer que Dios me puede sanar, pero meconformo con que sea cual sea el futuro, Diossiga a mi lado como lo ha hecho hasta ahora.Amén.

Estíbaliz

...........................................................Sentir a un Dios presente

Page 100: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

Desde que conocí al Señor, siempre he busca-do hacer su voluntad, la ocasión se presentócuando estábamos en la Renovación Carismática.El padre Victoriano pensó crear una comunidad ynos invitó a Davi y a mí a participar de ella.Entonces le pedí una señal al Señor, diciéndole sies tu voluntad que vayamos, no permitas quenada se interponga y el viernes a la tarde iremosal retiro de Loyola; sabes que queremos ir, pero sives que no nos conviene haz algo que lo impida.

Yo entonces era responsable de la parte eléc-trica de una empresa y cuando volví a la empresael jueves, el electricista de turno me dijo quehabía una avería en una máquina nueva, muyavanzada técnicamente, y de gran valor econó-mico. Hablé con el técnico de la casa enBarcelona hice las pruebas que me indicó, estuvehasta las doce de la noche sin conseguir arreglar-la. Volví a las seis de la mañana consultando tele-fónicamente de nuevo y nada, al final el técnicodecidió venir, llegaría sobre las ocho de la tardedel viernes, yo no podría ir al retiro y avisé a loshermanos.

A las seis y media salí a la calle a despejarmey mientras paseaba oí las campanas de SanCristóbal tocando a misa y aproveché la ocasiónpara ir. Después de la comunión dando gracias aDios me vino a la mente: “transistores nuevosdefectuosos”, lleno de alegría. Volví, cambié lostransistores y la máquina funcionó sin necesidadde repararla el técnico.

. La Señal .

100

Page 101: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

101

Yo, desde el primer momento, me había pues-to en manos del Señor y siempre le pedía la sabi-duría para que me acompañase en mi trabajo.Sabiduría 9, 1-6; 9-11.

Hice lo de Gedeón con el manto (Jueces 6, 36-40)si era su voluntad que me lo demostrara y así fue,pues aquella Comunidad se disolvió a los dosaños y más tarde sí nos llamó a formar esta otrade El Señorío de Jesús. Gloria al Señor.

Jose Antonio

......................................................................................La senal-

Page 102: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

102

Queridos hermanos, quisiera compartir convosotros una de esas experiencias que te marcany te hacen ver lo maravilloso y lo grande que es elSeñor. Soy profesora de español y este veranome encargaron impartir el curso de verano. Enmis clases hay gente de todas las nacionalidadesy de todas las religiones posibles. Siempre mepreocupo por el bienestar de mis alumnos y siem-pre deseo verles alegres y optimistas, a pesar dela realidad de muchos de ellos.

Durante una de mis clases, en el mes de julio,me llamó mucho la atención una mujer, pues laveía seria y triste. No dudé en acercarme a ella ypreguntarle si le ocurría algo, si se encontrabamal... su preocupación y su tristeza venían debi-do a su embarazo. En una de las últimas ecogra-fías habían detectado en el bebé una anomalíacardiaca. La solución era intervenir al bebé nadamás nacer y con ello poder solucionar en la medi-da de la posible esa anomalía. Al oírla me emo-cioné y por supuesto que no me dejó indiferente.

Yo simplemente sentí que debía orar por ellay así se lo hice saber. Al término de la clase le dijeque se fuera tranquila que yo iba a orar por ella ypor el bebé, que confiara en mí.

Al cabo de un mes, estaba reunida con mi jefay apareció ella y su marido. Nada más verme losdos me abrazaron y llenos de alegría me comuni-caron que su bebé ya estaba bien, ya estaba

. Nada extraordinario .

Page 103: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

103

sano. Ella me dijo que como yo había orado porella que el niño se había curado.

En ese momento me sentí una mujer plena yllena de felicidad pero el Señor aprovechó esemomento para hacerme ver que no había hechonada extraordinario, sino lo que cualquier perso-na creyente y con fe haría. Fueron varias las lec-ciones que aprendí, una la que acabo de comen-tar y otra, que no hay que menospreciar a nadie,independientemente de su raza, color o religiónporque el Señor actúa en todos, o ¿acaso duda-mos de su poder?

Gloria a Dios.

Ainhoa

....................................................................Nada extraordinario

Page 104: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

En las siguientes líneas quiero compartir convosotros diferentes detalles que reflejan la om-nipresencia de Dios en mi vida.

Desde mi infancia sentí la presencia y el granamor del Señor en mi familia : poder acceder a lasayudas sociales que había en aquella época(época de hambre) y a las que sólo unos pocostenían acceso, la educación en un buen colegio(pobre y sencillo, pero con valores), la proteccióndel Padre cuando a los 13 años tuve la obligaciónde trabajar (como botones en un cafetería…podéis imaginaros el ambiente) y sobre todo lapresencia de la Madre del cielo a la que de niñoacudí desesperadamente pidiendo a gritos quecurara a mi madre enferma del corazón y des-ahuciada por los médicos. ¡Y me escuchó!

En mi juventud sigo viendo la presencia delSeñor en mi vida cuando a los 19 años pone en micamino a la que actualmente es mi esposa. Unamujer ya entonces de Dios que me ayudó y acom-pañó en un noviazgo supeditado a la voluntad delSeñor.

Como veis, un hombre con suerte, con divinasuerte.

Sin embargo fue a los 28 años, un 15 de agos-to, ya casado y con 2 hijos de temprana edadcuando sentí la llamada del Señor y acepté la invi-tación a participar en unos cursillos de cristian-dad. La llamada fue tan fuerte que, aún estando

104

. Y tú, quién dices que soy yo .

Page 105: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

105

de vacaciones en el pueblo, dejé a mi mujer conlos 2 hijos y vine a Vitoria para hacer el retiro. ¡quégracias le di al Señor por haber regalado aquellosdías que llenaron mi vida y cambiaron muchascosas en mí!

Mi siguiente experiencia fuerte del Dios tuvolugar años más tarde y también estando de vaca-ciones. Me encontraba con mi familia en unasconvivencias parroquiales. Ese día decidí limpiarla piscina con una manguera eléctrica cuando derepente me sacudió una terrible descarga eléctri-ca que me hizo vibrar todo el cuerpo. En esemomento escuché claramente la voz del Señorque me dijo que estuviera tranquilo, que no meiba a pasar nada porque El tenía otros planespara mí. En ese momento la manguera se soltóde mi cuerpo y cuando fui al hospital nadie podíadar crédito a que yo estuviera vivo. Tan sólo tuveuna lesión en los dedos, pero el corazón estabaintacto. ¿Casualidades? NO.

Poco después el Señor me reveló que me que-ría para formar una comunidad con otros herma-nos que hoy también están aquí. A raíz de otrosaccidentes por el que me tuvieron que amputardos dedos de la mano y a través de mi pastor, elSeñor me reveló que tenía que dejar mi puesto detrabajo en una empresa en el que las cosas noiban demasiado bien y no había un buen ambien-te. Pues me fié del Señor y sin ningún otro traba-jo previsto dejé la empresa en la que llevabamuchos años trabajando. El Señor cambió mi vidapara mejor y nunca me faltó de nada.

Y el Señor en su Palabra me pregunta: ¿y túquién dices que Soy Yo? Señor yo no te he olvida-

........................................................Y tu, quien dices que soy yo

Page 106: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

106

do nunca. Que tu mano guíe mis pasos, esa manoque todos decimos es la mano de Dios. El siempreme conduce en dirección a su voluntad aunquemuchas veces le falle y como dice el salmo 138, 1-5y 138, 14: “Señor , tú me escrutas y conoces,sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, mipensamiento calas desde lejos; esté yo en caminoo acostado, tú lo adviertes, familiares te sontodas mis sendas...... Yo te doy gracias por tantasmaravillas: prodigio soy, prodigios son tusobras”.

Gloria al Señor.

Fernando G.

Y tu, quien dices que soy yo........................................................

Page 107: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

107

. Vete al Hospital .

Como todas las mañanas estaba haciendo mioración. Era una mañana de Diciembre. Cuandode repente, siento con fuerza una voz interior queme dice: “Vete al Hospital”. En un principio, no ledoy demasiada importancia. Continúo orando,pero vuelve con renovada fuerza el mismo senti-miento: “Vete al Hospital”. Trato de recordar si,en el Hospital, puede estar algún familiar, co-nocido o amigo al que debería visitar. No recuerdoa ninguno, pero ante la insistencia repetida de lavoz: “Vete al Hospital, vete al Hospital, vete alHospital”. Me levanto de la oración, y dejandotodo, me voy al Hospital “en tu nombre, Señor”.

En la planta baja, me encuentro con una reli-giosa, Hija de la Caridad, a la que conozco. Y le ex-plico por qué he venido. La religiosa medio asus-tada, me dice que ella no sabe de ningún enfer-mo que pueda necesitarme.

Recorro el pasillo del 1er al 3er piso. Y noconozco a nadie. Al llegar a la 4ta. Planta, veo alfondo a una mujer que está llorando. Me acercoy, al verme, me reconoce y echándose a mis bra-zos me cuenta la tragedia por la que está allí. Hatenido que ingresar la víspera, en el Hospital auna hija suya, soltera, que encontrándose en esta-do, quiso abortar, y como consecuencia de aquelaborto realizado con remedios caseros, estabateniendo unas hemorragias. Y se iba en sangre.

Tengo que decir que esta madre, había hechoCursillos de Cristiandad conmigo, hacía algunosaños. Le dije por qué estaba yo allí en aquella

Page 108: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

108

temprana hora del día. En la oración me habíamandado el Señor.

Entré en la habitación, saludé a la hija y le expli-qué también la razón de mi visita, haciéndole verque el Señor le amaba tanto que había enviado a unsacerdote, sin que ella lo pidiera, para reconciliarsecon él. Ella lo comprendió. Y recibió el Sacramento,y luego ambas recibieron la Sagrada Comunión.

Cuando ya me marchaba, dando gracias y ala-bando a Dios, me dice la madre: “Yo quiero pedir-le un favor. Mi marido nos echó de casa a mi hijay a mí porque no aceptaba las relaciones denoviazgo que mi hija llevaba con ese muchachoque ya ve usted la dejó en estado. Y, como yodefendía a mi hija, un día nos echó a las dos de lacasa. De esto ya han pasado 3 meses y ahora vivi-mos separados. Si usted pudiera hacer algo paraque pudiéramos vivir juntos de nuevo”.

También el marido había hecho Cursillos conmi-go. Aquella misma tarde me fui a su casa, le esperéen el portal, porque no había llegado del trabajo.

Cuando llegó, se extrañó de encontrarme. Leconté toda la jugada del Señor. Y el amor infinitocon que la estaba realizando para devolver atodos los miembros de esa familia y a la familiaentera la dicha y la paz. También el marido sereconcilió con el Señor. Y juntos nos fuimos losdos al Hospital para que se reconciliara con suesposa y con su hija.

Confieso que aquel día tuve una vivencia,como jamás la había tenido, de la Palabra deJesús: “Dichosos los que escuchan la Palabra deDios, y la ponen en práctica”.

Padre Victoriano

Vete al hospital..........................................................................

Page 109: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

109

. El jardinero .

Un díaun experto y bondadoso jardinerosu jardín trabajaba con amor y con esmero.Diversas flores plantó.Lo regaba,lo cuidaba con muchísima ilusión.Al cabo de poco tiempoaquel jardín floreciódespidiendo aquellas floresfragancia y admiración.¡Qué alegría y qué ilusión le causóel aroma delicioso de las plantas que El plantó!Y a todas el jardineropor su nombre las llamó:Alegrías, azucenas, esperanza, ilusión,consuelo, jazmines, nardosy a la más hermosa de ellas por nombre le puso Amor.

Por eso aquel jardineroterminada su laboral jardín puso por nombreEl jardín del Gran Amor.

Aquel jardín tan frondosocausaba admiraciónporque al cortar una rosale salían otras dos.Todo el que a él acudíase llevaba alguna florpara ponerla en el pechocerca de su corazóny al mismo tiempo esparcir

Page 110: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

110

su perfume en derredorde alegrías, de consuelosy, sobre todo, de amor.

Y ahora todos se preguntan:¿Quién fue aquel jardineroque con tanto amor y esmeroel jardín un día plantó?¿Quién iba a ser? Está claro El jardín lo plantó Diospues a todos nos impregnacon perfumes de su Amor.

Elpidio Gato

Page 111: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

111

Índice

Prólogo.......................................................... 31. Era la voluntad de Dios............................ 52. El Señor es mi pastor. Nada me falta..... 83. Aniversario de matrimonio...................... 114. Ramillete de gracias................................. 135. Dando gracias a Dios................................ 166. ¿Despiste, casualidad o algo más?........... 177. Quiero vivir en comunidad....................... 198. De la mano de María................................ 209. Era un día especial.................................... 2210. En el lecho del dolor............................... 2311. Accidente en Francia a 550 km. de Vitoria.. 2612. Acto de fe................................................ 2713. Oí la voz del Señor y obedecí.................. 2814. Lluvia necesaria para los campos.......... 2915. Mi vida en tus manos Señor................... 3116. Cambio de planes................................... 3417. Tu pueblo será mi pueblo... ................... 3518. El Señor es proveedor............................ 3819. El ciento por uno.................................... 3920. Soy el barro en manos del Alfarero....... 4021. Mucho más que un viaje......................... 4322. Desprendimiento................................... 4523. Siendo conducidos por Dios.................. 4624. Dios es fiel y generoso con sus hijos..... 4925. El Señor ha llenado mi vida.................... 5126. Mucho más que migajas........................ 5327. Ven y lo verás.......................................... 5428. Tú que habitas a la sombra del Altísimo

dí al Señor: confío en ti.......................... 5629. La prueba del Señor, una nueva vida..... 5830. “Papá, mamá, no lloréis, Dios me va

a curar”.................................................. 59

Page 112: 832307_5673c4045de141b3867976a47f6edb08

31. El verdadero amor.................................. 6232. La cajita de cristal.................................. 6533. Sólo fue una brecha............................... 6734. La espiga................................................ 6935. He aprendido a hablar con el Niño Jesús.. 7036. Jesús, un regalo de gran valor............... 7137. Yo os haré pescadores de hombres...... 7238. Zacarías 10, 1.......................................... 7439. Vidas consagradas a Dios...................... 7640. Sanación................................................ 7741. Me fié del Señor y Él se manifestó con

su poder................................................ 7842. Mi familia y yo serviremos al Señor..... 8143. Quiero mucho a la comunidad............. 8344. Sin perder la esperanza........................ 8445. Tenéis mi Palabra.................................. 8646. Un buen amigo es como un tesoro...... 8747. Un golpe de fe....................................... 8848. ¿Una llave especial?............................... 9049. Una muestra más del amor de Dios..... 9150. Una nueva vida...................................... 9351. Vivir la Pascua......................................... 9552. Volver a nacer........................................ 9653. Sentir a un Dios presente...................... 9854. La Señal................................................ 10055. Nada extraordinario............................. 10256. Y tú, quién dices que soy yo................. 10457. Vete al Hospital.................................... 107Poesía: El jardinero..................................... 109

112