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Profesiones 33 nº121 septiembre-octubre 2009 Apollo en el recuerdo Carlos Herranz Dorremochea Responsable de Comunicación del Colegio Oficial de Físicos EL 25 DE MAYO DE 1961, el presidente John Ken- nedy pedía solemne- mente su apoyo al Con- greso y al Senado de EE. UU. para enviar un ser humano a la Luna y devolverlo a la Tierra sano y salvo antes de que terminara la dé- cada. Ocho años y dos meses después, el 24 de julio de 1969, la cápsula espacial Apollo 11 se posaba en el océano Pacífico con los astronautas Neil Armstrong, Ed- win Aldrin y Michael Collins tras un via- je de diez días con el que se cumplía el descomunal reto. Los tres hombres fue- ron aclamados como héroes y recibieron la admiración del Mundo entero, aunque el malogrado político no pudiera ya con- templar el triunfo de su apuesta. No resulta fácil hoy día, 40 años des- pués, comprender la audacia de la pro- puesta de Kennedy, un político poco in- teresado en el espacio pero ansioso por demostrar la supremacía de su país con algún proyecto de impacto frente a una Unión Soviética en auge. Baste decir que algunos directivos de la joven Adminis- tración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) quedaron perplejos ante la inmensa tarea que les presentaba el encargo gubernamental. Cuentan los ahora sexagenarios vetera- nos del programa Apollo que, si fueron capaces de tal hazaña tecnológica fue porque, en su juventud e inexperiencia, no se habían dado cuenta aún de que era imposible hacerlo… Y es que todo estaba prácticamente por hacer si se piensa que, cuando Kennedy lanzó su mensaje, EE.UU. hacía veinte días que había lan- zado a su primer astronauta al espacio en un vuelo parabólico ¡de apenas 15 minu- tos! Convertir ese objetivo en un proyec- to de prestigio nacional logró movilizar los recursos necesarios tanto como el en- tusiasmo ciudadano. Una compleja aventura de descubrimiento La fama alcanzada por el asombroso via- je del Apollo 11 sigue eclipsando en las enciclopedias a las misiones pioneras que le precedieron, precisamente, para hacerlo posible con un riesgo aceptable. Este fue el caso, por ejemplo, del exitoso programa Gemini, que permitió en pocos años de- sarrollar las técnicas y procedimientos necesarios para maniobrar vehículos es- paciales, para realizar acoplamientos de naves en órbita, para mantener con vida a seres humanos hasta dos semanas en el espacio o para formar y entrenar a los enormes equipos humanos y materiales responsables del lanzamiento, seguimien- to, control y recuperación de las cápsulas y los astronautas. Y mientras eso sucedía dio tiempo a que los equipos de diseño de los varios centros de la NASA y de las miles de empresas contratistas dieran for- ma a los tecnológicamente más avanza- dos cohetes y naves de los Apollo. Merece la pena recordar también que fue el Apollo 8 el que realizó el primer via- je de ida y vuelta a nuestro satélite natu- ral en diciembre de 1968, o que el olvi- dado Apollo 10 realizó con éxito casi todos los pasos —con excepción del des- censo a la superficie— que repetiría solo dos meses después el 11. El mérito de re- alizar las mayores contribuciones a la exploración lunar tripulada correspondió especialmente a los últimos tres vuelos de la serie (Apollos 15 a 17), verdaderas mi- siones de exploración científica en las que los astronautas permanecieron sobre la Luna hasta tres días seguidos llevando a cabo largas excursiones fuera del módulo lunar y recorriendo varios kilómetros a bordo de todoterrenos eléctricos des- montables. El grueso de nuestros conocimientos sobre la Luna, su origen y evolución, su composición y estructura interna, se de- ben a estas misiones y al programa Apo- llo en su conjunto. La red de detectores geofísicos instalada por los doce astro- nautas que caminaron por la Luna si- guió enviando datos hasta que fue des- conectada por falta de presupuesto en 1977. Regularmente se mide la distancia a la Luna mediante el reflejo de pulsos de luz láser enviados a través de telesco- pios a reflectores colocados allí ex profe- so. Y aún hoy se siguen analizando las distintas muestras rocosas traídas de su superficie (y las que sondas teledirigidas rusas lograron traer también unos años después). NUEVAS TECNOLOGÍAS Japón, India, China, la Agencia Espacial Europea y los propios EE.UU. han enviado toda una flotilla de naves de investigación con intercambio de instrumentación y datos científicos entre sí que están permitiendo poner los fundamentos para una mayor colaboración en el futuro

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Profesiones ■ 33nº121 ■ septiembre-octubre 2009

Apollo en el recuerdoCarlos Herranz DorremocheaResponsable de Comunicación del ColegioOficial de Físicos

EL 25 DE MAYO DE 1961,el presidente John Ken-nedy pedía solemne-mente su apoyo al Con-greso y al Senado deEE. UU. para enviar unser humano a la Lunay devolverlo a la Tierra

sano y salvo antes de que terminara la dé-cada. Ocho años y dos meses después, el24 de julio de 1969, la cápsula espacialApollo 11 se posaba en el océano Pacíficocon los astronautas Neil Armstrong, Ed-win Aldrin y Michael Collins tras un via-je de diez días con el que se cumplía eldescomunal reto. Los tres hombres fue-ron aclamados como héroes y recibieronla admiración del Mundo entero, aunqueel malogrado político no pudiera ya con-templar el triunfo de su apuesta.

No resulta fácil hoy día, 40 años des-pués, comprender la audacia de la pro-puesta de Kennedy, un político poco in-teresado en el espacio pero ansioso pordemostrar la supremacía de su país conalgún proyecto de impacto frente a una

Unión Soviética en auge. Baste decir quealgunos directivos de la joven Adminis-tración Nacional para la Aeronáutica yel Espacio (NASA) quedaron perplejosante la inmensa tarea que les presentabael encargo gubernamental.

Cuentan los ahora sexagenarios vetera-nos del programa Apollo que, si fueroncapaces de tal hazaña tecnológica fueporque, en su juventud e inexperiencia,no se habían dado cuenta aún de que eraimposible hacerlo… Y es que todo estabaprácticamente por hacer si se piensa que,cuando Kennedy lanzó su mensaje,EE.UU. hacía veinte días que había lan-zado a su primer astronauta al espacio enun vuelo parabólico ¡de apenas 15 minu-tos! Convertir ese objetivo en un proyec-to de prestigio nacional logró movilizarlos recursos necesarios tanto como el en-tusiasmo ciudadano.

Una compleja aventura de descubrimientoLa fama alcanzada por el asombroso via-je del Apollo 11 sigue eclipsando en lasenciclopedias a las misiones pioneras quele precedieron, precisamente, para hacerloposible con un riesgo aceptable. Este fueel caso, por ejemplo, del exitoso programa

Gemini, que permitió en pocos años de-sarrollar las técnicas y procedimientosnecesarios para maniobrar vehículos es-paciales, para realizar acoplamientos denaves en órbita, para mantener con vidaa seres humanos hasta dos semanas en elespacio o para formar y entrenar a losenormes equipos humanos y materialesresponsables del lanzamiento, seguimien-to, control y recuperación de las cápsulasy los astronautas. Y mientras eso sucedíadio tiempo a que los equipos de diseño delos varios centros de la NASA y de lasmiles de empresas contratistas dieran for-ma a los tecnológicamente más avanza-dos cohetes y naves de los Apollo.

Merece la pena recordar también quefue el Apollo 8 el que realizó el primer via-je de ida y vuelta a nuestro satélite natu-ral en diciembre de 1968, o que el olvi-dado Apollo 10 realizó con éxito casitodos los pasos —con excepción del des-censo a la superficie— que repetiría solodos meses después el 11. El mérito de re-alizar las mayores contribuciones a laexploración lunar tripulada correspondióespecialmente a los últimos tres vuelos dela serie (Apollos 15 a 17), verdaderas mi-siones de exploración científica en las quelos astronautas permanecieron sobre laLuna hasta tres días seguidos llevando acabo largas excursiones fuera del módulolunar y recorriendo varios kilómetros abordo de todoterrenos eléctricos des-montables.

El grueso de nuestros conocimientossobre la Luna, su origen y evolución, sucomposición y estructura interna, se de-ben a estas misiones y al programa Apo-llo en su conjunto. La red de detectoresgeofísicos instalada por los doce astro-nautas que caminaron por la Luna si-guió enviando datos hasta que fue des-conectada por falta de presupuesto en1977. Regularmente se mide la distanciaa la Luna mediante el reflejo de pulsosde luz láser enviados a través de telesco-pios a reflectores colocados allí ex profe-so. Y aún hoy se siguen analizando lasdistintas muestras rocosas traídas de susuperficie (y las que sondas teledirigidasrusas lograron traer también unos añosdespués).

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Japón, India, China, la Agencia Espacial Europea y los propiosEE.UU. han enviado toda una flotilla de naves de investigacióncon intercambio de instrumentación y datos científicos entre síque están permitiendo poner los fundamentos para una mayorcolaboración en el futuro

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34 ■ Profesiones nº121 ■ septiembre-octubre 2009

CON EL OBJETIVO DE FACILITAR el trabajo a los abogados pe-nalistas europeos, se presentaba en Madrid el pasado 24de septiembre, PenalNet, la primera comunidad virtual depenalistas de la Unión Europea. El presidente del Con-sejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer,fue el encargado de inaugurar esta jornada de presenta-ción en la que se dieron cita expertos y responsables delproyecto de los cinco países participantes.

¿Qué es PenalNet?PenalNet es un proyecto pionero desarrollado por elConsejo General de la Abogacía Española en cooperación

con los Consejos de Abogados francés, italiano húngaroy rumano (Conseil National des Barreaux, ConsiglioNazionale Forense, Magyar Ügyvedi Kamara y BaroulBucuresti). PenalNet cuenta con el apoyo de la Direc-ción General de Justicia, Libertad y Seguridad de laComisión Europea y está financiado por el programaCriminal Justice 2007. PenlNet es la primera comuni-dad virtual de expertos penalistas de la Unión Europea,destinada a facilitar la colaboración entre colegas paraasuntos penales transfronterizos y asegurar las comu-nicaciones y el envío de información altamente confi-dencial.

Por otro lado, los beneficios econó-micos derivados del desarrollo tecno-lógico impulsado por los programas es-paciales son incontables y los estamosdisfrutando todos hoy sin apenas re-parar en ello en forma de dispositivoselectrónicos y de comunicación, en ma-teriales y tejidos de uso doméstico, enprocesos de fabricación y de organiza-ción empresarial, en conservación de ali-mentos, en metodologías de diseño y si-mulación, etc.

Regreso a la Luna para quedarseEl programa Apollo terminó varios añosantes de lo previsto, debido a las restric-ciones presupuestarias de una Casa Blan-ca enfangada en la guerra de Vietnam y ala retirada de apoyos de una ciudadanía yunos medios de comunicación cada vezmás críticos, una vez logrado el objetivode batir a la Unión Soviética en la carre-ra lunar. Tampoco esta última fue capazde emular lo conseguido por la NASA, apesar de haber desplegado un esfuerzosemejante (y por completo desconocidopara el público en la época), lo que, sinduda, habría tenido el efecto de mantenerel interés de EE.UU.

A la vista de los logros alcanzados yde la experiencia acumulada en loscuatro años de misiones a la Luna, el fi-nal adelantado del programa Apollo y sugemelo soviético supuso un fuerte cam-bio de timón para la incipiente astronáu-tica, amén de una amarga decepción parasus protagonistas —en particular, para loscientíficos implicados— y para una gene-ración de chavales que crecieron soñando

con visitar un día las bases y colonias lu-nares cuando fueran adultos.

No en vano, en EE.UU. se han sucedi-do ya dos grandes iniciativas para poner enmarcha proyectos de vuelta a la Luna: unaen los años noventa, a cargo de GeorgeBush padre, cancelada sin tan siquiera sa-lir de la fase de planificación; y la segun-da, promovida en el 2004 por GeorgeBush hijo y denominada proyecto Cons-tellation. A punto de empezar a probarlos primeros prototipos de vehículos

A punto de empezar a probarlos primeros prototipos de vehículos construidos en el marco de esteambicioso plan[Constellation], con lallegada de Barack Obama a la Casa Blanca toda laestrategia, plazos y presupuestos se encuentranen plena revisión

Arranca en Madrid la primera comunidad virtual de abogadospenalistas europeos

construidos en el marco de este ambicio-so plan, con la llegada de Barack Obamaa la Casa Blanca toda la estrategia, plazosy presupuestos se encuentran en plenarevisión para intentar su acomodo a unmarco de contención presupuestaria y denuevas prioridades nacionales.

China, India y Rusia han manifestadotambién sus planes para ir a la Luna connaves tripuladas (incluso hay iniciativasprivadas que pretenden, al menos, cir-cunnavegarla llevando a turistas adinera-dos), si bien no se están viendo respal-dados en el terreno de las realizacionesprácticas, por lo que los plazos que a me-nudo se publican no resultan de fiar. Ca-bría también pensar, alternativamente,en repetir en la deseada vuelta a la Lunael éxito que, en el plano de la cooperacióninternacional, ha supuesto la construc-ción y operación de la Estación EspacialInternacional. Entre tanto, Japón, India,China, la Agencia Espacial Europea y lospropios EE.UU. han enviado toda unaflotilla de naves de investigación conintercambio de instrumentación y datoscientíficos entre sí que han vuelto a ponerde moda las noticias sobre nuestro satéli-te y están permitiendo poner los funda-mentos para una mayor colaboración enel futuro.

Pero, mientras ese añorado empeñollega, con la perspectiva del tiempo trans-currido no es fácil decir qué causa másdecepción: la desmedida difusión que hanido adquiriendo las absurdas teorías quepretenden que el Apollo fue un montaje…o el simple hecho de que, 40 años des-pués, no hayamos podido aún volver. ❚

NUEVAS TECNOLOGÍAS

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Profesiones ■ 35nº121 ■ septiembre-octubre 2009

1. Esta es una selección de los diferentes post publicados en www.union-profesional.blogspot.com, www.e-colegio.blogspot.com o www.gestioncolegial.blogspot.com du-rante el mes de septiembre.

UNIÓN PROFESIONAL ha participado en laconsulta pública abierta para el PlanAvanza 2, que se desarrollará entre losaños 2010 y 2012, con objeto de solici-tar que el plan prevea una línea específi-ca para el desarrollo y puesta en marchaefectivos de la ventanilla única en lo quea organizaciones colegiales corresponde.

En el escrito remitido, Unión Profesio-nal hace mención al impacto (telemáti-co) de la transposición de la directiva deservicios en el sector de las organizacio-nes colegiales, señalando que el desarro-llo de comunicaciones telemáticas im-puesto afectará a más de 1.400 colegiosprofesionales territoriales, aglutinados entorno a unas 50 profesiones de carácterestatal. Del funcionamiento de la venta-nilla única digital de servicios (VUDS)se beneficiarán más de millón y mediode ciudadanos, los prestadores de servi-cios profesionales (colegiados), a los que

se les facilitará el acceso a sus actividadesprofesionales a través de la informacióny tramitación colegial telemática.

De los cinco ejes de actuación queprevé el Plan Avanza 2 (infraestructuras,confianza y seguridad, capacitación tec-nológica, contenidos y servicios digitales,y desarrollo industrial del sector de lasTIC), la organización ha hecho su solici-tud sobre el eje de contenidos y serviciosdigitales. En dicho eje se pide, entreotros:

1. Mejorar la calidad de los serviciosprestados por las AdministracionesPúblicas en Red, con énfasis especialen el apoyo a las Entidades Locales, elapoyo al desarrollo de la VUDS porparte de autoridades competentes,como las organizaciones colegiales, yel desarrollo de las funcionalidades delDNI electrónico, de cuyo desarrollo

España es pionera a escala interna-cional.

2. Una mención expresa al «profesionalcolegiado» como sujeto beneficiariode la puesta en marcha de la VUDS,pues así lo prevé la directiva y el pro-yecto de Ley Ómnibus, en trámiteparlamentario.

3. El desarrollo e implantación de servi-cios electrónicos que posibiliten laprestación de Servicios Públicos Digi-tales, incluidos aquellos derivados dela puesta en marcha de la VUDS en elámbito de los servicios profesionales.

4. El desarrollo de soluciones TIC parala modernización de la gestión de laadministración local y de la trami-tación colegial, fruto de la puesta enmarcha de la VUDS.

La consulta pública tiene como fechalímite el 11 de septiembre.

DE UN TIEMPO A ESTA PARTE los gurús serepiten. Si juntáramos en una mismasala a distintos gurús y les preguntára-mos uno a uno por elementos clave dela gestión, seguro que habría muchascoincidencias (todas, por cierto, dispa-ran al sentido común). Por eso, ahoraque comienzan los preparativos de latercera edición del Programa de Direc-ción y Gestión de colegios profesiona-les, destaco el empeño de la HarvardBusiness Review por reinventar la ges-tión del siglo XXI. No sé si con lo quedicen se conseguirá semejante cosa,pero de los 25 retos que proponen des-taco para el caso de los colegios profe-sionales los siguientes:

1. Asegúrate de que tu trabajo sirve a unpropósito elevado (rentabilidad social).

2. Integra las ideas de tu comunidad (co-legiados) y de los ciudadanos en el sis-tema de gestión (gestiona tu mapa depúblicos y crea interdependencias).

3. Reduce los miedos e incrementa laconfianza.

4. Redefine el papel del líder —presiden-te, decano...— (lo que vendría a ser lo-grar permeabilidad entre los ámbitospolítico y técnico).

5. Desestructura y disgrega la organiza-ción (rompe con la rigidez y fuerza uncambio y un reciclaje permanente).

6. Reduce el peso del pasado (rompe elstatu quo de personal o de proceso).

7. Define objetivos mensurables que tepermitan conocer si se avanza y aqué ritmo, con qué condicionantes.

8. Crea una democracia de la informa-ción (en la que todos los empleadossepan hacia dónde nos dirigimos yqué esperamos de ellos).

9. Da autonomía al empleado (fomen-ta la iniciativa y la proactividad).

10. Deja trabajar la imaginación (sor-prende).

11. Humaniza el lenguaje y la práctica dela gestión.

De todo ello hablaremos en próximospost…http://gestioncolegial.blogspot.com

LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DEL 2009

La gestión que viene

UP solicita una línea específica de financiación para la ventanilla única