1. En la construcción de esta obra se hace uso de una toma propia del desierto de Ica, situado en la costa peruana.

2. Se comienza la construcción fotográfica perfilando la imagen; para ello, se descompone en cuatro capas por zonas: la duna elevada del fondo, la que la bordea por delante, el plano amplio inmediato y el cielo. En todas ellas se mejora el enfoque, en el cielo se cambia ligeramente la intensidad cromática, y en las tres zonas del desierto se aplican diferentes valores de brillo, con-traste y leves modificaciones cromáticas. Dándole a cada zona -capa- un tratamiento particular se consigue aumentar la pro-fundidad y viveza de la imagen. Además, se ha eliminado alguna rodera de buggy mediante clonaciones.

3.1 y 3.2 Con la intención de generar un espejismo, que brote del propio paisaje, consistente en un conjunto de cuatro puertas translúcidas, se crea una plantilla de una de las hojas a partir del trazado conveniente de guías. Se elige cualquier color con la intensidad que pueda resultar perfectamente perceptible, se seleccionan las zonas pertinentes y se rellenan del color elegido. Acto seguido, se duplica la plantilla en otra capa y se desplaza horizontalmente, dejándola levemente separada de la anterior.

3.3 y 3.4 Se completa la preparación de las planti-llas de las hojas de puertas del modo empleado para la segunda; es decir, se duplica la segun-da creada y se desplaza hacia la derecha dejan-do un poco de separación. Igualmente se proce-de para obtención de la cuarta hoja. Puede pro-cederse también, perfectamente, duplicando al tiempo las dos primeras hojas -capas– y despla-zando ambas hacia la derecha hasta su lugar correspondiente.

3.5 Con el propósito de añadir un remate semicircular a los dos cuerpos centrales de puertas, se añade la plantilla correspon-diente procediendo de modo parecido a como se hizo con la primera (imagen 3.1), sólo que ahora además de las zonas rec-tas a rellenar existen otras curvas, que se generan con selecciones circulares en lugar de rectangulares.

3.6. Seguidamente, se procede a abrir algo las hojas de las puertas. Primero se abren las de los extremos de una en una, distor-sionándolas con el ángulo deseado y la perspectiva adecuada.

3.7. Después, se efectúa la misma operación con las hojas centrales. Se podía haber obrado con los mismos resultados si par-tiendo de las dos primeras plantillas (imagen 3.2) se hubieran practicado las distorsiones deseadas, y luego se hubieran du-plicado ambas plantillas en otra capa, se hubieran invertido horizontalmente sus posiciones y se hubiera desplazado el con-junto a su lugar correspondiente.

4.1 Una vez está lista la plantilla y colocada en el lugar elegido del paisaje, se recrea fielmente con las zonas del mismo (desierto y cielo) que cubre; para ello, se hace una copia del paisaje en una capa, se selecciona la plantilla y se borra el resto del pai-saje que no cubre dicha plantilla.

4.2 Cuando se desactiva la capa de la plantilla, se oscurece levemente el recorte practicado en el paisaje, lo que permite que pueda visualizarse en un trazado suave.

5. Para crear la sensación deseada de espejismo, la imagen de las puertas -el paisaje recortado- se somete a un tratamiento de bisel y relieve contorneado con los valores oportunos en cada campo.

6. La obra, realizada con una sola fotografía, queda concluida aplicando al conjunto un mínimo de oscuridad. En esta ocasión se renuncia a la creación de las sombras que pudiera proyectar el objeto en el paisaje puesto que se trata de un “objeto irreal”, pu-ra fantasía o mero espejismo.

TÍTULO: “Espejismo”.

MEDIDAS: Variables.

FECHA DE CONCLUSIÓN: Diciembre de 2017.

FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una captura propia de un detalle del desierto de Ica.

TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.

COMENTARIO: “Espejismo” ofrece una fotografía realizada a una zona del desierto de Ica, próxima al oasis de Huacachina, y sobre ella una peculiar construcción que simula un conjunto de cua-tro puertas entreabiertas, generadas del propio paisaje. Las simuladas puertas tienen en dicha génesis su peculiaridad fundamental: son materia del mismo paisaje, y al brotar de él se dotan de las singulares características de plena transpa-rencia (como si fueran de diáfano cristal), de ligereza (pare-cen extasiadas en el espacio aéreo) y afuncionalidad libera-dora (no están integradas en sus correspondientes cercos con goznes, e instaladas en una pared, con la finalidad de abrir y cerrar un espacio, quedando liberadas de su función). Este origen y las peculiaridades que las definen conduce a pensar que se trata de puertas inmateriales (la ausencia de sombras lo corrobora), de una imagen o representación ca-rente de auténtica realidad, sugerida por la imaginación (fruto de la fantasía) o causada por el engaño de la vista (producto de una ilusión óptica), de una apariencia engañosa e iluso-ria… Pero, al tiempo, puede insinuar una esperanza cuyo cumplimiento cuenta con especial atractivo, o una viva com-placencia con ese objeto de nuestra realidad que aquí es de-cididamente irreal o virtual. Como puede apreciarse, todos ellos son contenidos o significados del vocablo ilusión y, a su vez, de espejismo, denominación que adopta este trabajo plástico.

Espejismo, como ilusión óptica, es un fenómeno que suele producirse en los desiertos cuando las condiciones lo favore-cen. Cuando tiene lugar, el observador tiene la impresión de ver realidades reflejadas en una inexistente superficie líquida, a modo de espejo, de ahí su nombre. En el oasis próximo a las dunas que recoge esta imagen, sus pobladores alimentan una leyenda que, en una de sus versiones, cuenta la historia de una doncella, llamada Huacachina, que sufría y lloraba a diario recordando a su amado, malogrado en una batalla. Un día vio a través de un espejo de mano que tenía que un joven la esta-ba observando y se le acercaba; ella, asustada, huyó corrien-do, se le cayó el espejo y, al romperse, originó la laguna que lleva su nombre. En este incompleto relato está presente preci-samente el espejo y el agua de la laguna, que en su habitual calma se comporta como un espejo que refleja su realidad cir-cundante; pero, además, la leyenda en sí misma es una narra-ción popular fabulosa que no responde a una realidad, fruto de la imaginación y reflejo de unas creencias. Contando con la foto del desierto y conociendo la leyenda de Huacachina, he concebido la idea de plasmar una especie de espejismo en él. Lo he representado con unas inmateriales e imposibles puertas aludiendo al absurdo de acotar, cercar, poner controles de entradas y salidas… en la naturaleza, de actuar sobre ella pretendiendo poseerla y dominarla, como se hace con las fronteras o con el destrozo urbanístico e indus-trial. En la actualidad, la puertas que se le han puesto a estas dunas (metafóricas, pero reales, aunque muy tímidas y lúdi-cas) es su alocado tránsito con potentes buggies y la práctica del sandboarding, que permite experimentar intensas emocio-nes propias de atracciones de feria o de deportes de riesgo. Con su actuación, surcan de estelas las inmaculadas dunas, pero el viento reparador consigue borrarlas. Este espíritu lúdi-co y la fugacidad de sus huellas están presentes en la obra.