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Director y editor general:Baudelio Lara García

Asistentes de dirección:Juan Bernardo López Cuéllar / Karla Alejandra Díaz Lara

Mesa de redacción:Fabiola de Santos Ávila / Raúl Romero Esquivel / Jorge Martínez Casillas

Asesor artístico:Víctor Ortiz Partida

Asesora en difusión:Patricia Yokogawa Teraoka

Asesoría jurídica:Pedro Chávez Gómez

Asistente administrativa:Ma. Teresita H. Quijas Ibarra

Centro Universitario de Ciencias de la SaludU n i v e r s i d a d d e G u a d a l a j a r aNúmero 54 / Julio-septiembre de 2020. ISSN: 1665-3572

Revista de Educación y Desarrollo. Año 14, número 3, Julio-septiembre de2020. http://www.cucs.udg.mx /revistas/edu_desarrollo/ Es una publi-cación trimestral publicada por el titular de la reserva de derechos aluso exclusivo con el apoyo del Centro Universitario de Ciencias de laSalud de la Universidad de Guadalajara, situada en Sierra Nevada950, puerta 16, edificio “H”, primer nivel. Guadalajara, Jalisco, México.CP 44340. Tel. 10585200, ext. 33011. Editor responsable: BaudelioLara García. E-mail: [email protected] número se publica en colaboración con el Centro Universitario

de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara.La Revista de Educación y Desarrollo publica artículos científicos que

constituyan informes de investigación, revisiones críticas, ensayosteóricos y reseñas bibliográficas referidos a cualquier ámbito de laeducación para la salud, la psicología educativa y, en general, lasciencias de la educación. Los trabajos deberán ser originales, inédi-tos y no estar simultáneamente sometidos a un proceso de dictami-nación por parte de otra revista. La Revista de Educación y Desarrollo está incluida en los siguientes índi-ces y bases de datos: LATINDEX, PERIODICA, CLASE, IRESIE, GoogleAcadémico, Ulrich’s International Periodical Directory (DirectorioInternacional de Publicaciones Periódicas y Seriadas Ulrich), IMBIO-MED (http://www.imbiomed.com) y en el Servicio de Información yDocumentación de la Organización de Estados Iberoamericanos parala Ciencia y la Cultura.Todos los artículos publicados son sometidos a arbitraje por evalua-dores externos (peer review). Se autoriza la reproducción del contenidosiempre que se cite la fuente. Los derechos de propiedad de la infor-mación contenida en los artículos, su elaboración, así como las opi-niones vertidas son responsabilidad exclusiva de sus autores. Larevista no se hace responsable del manejo doloso de información porparte de los autores.Reserva de derechos al uso exclusivo: 04-2002-062713040000-01;

ISSN: 1665-3572, ambos otorgados por el Instituto Nacional de Dere-cho de Autor. Licitud de Título y Contenido en trámite. Diseño y dia-gramación: ViteArte. Ejército Nacional Mexicano 458-2. Polanco VSecc., Alcaldía Miguel Hidalgo, 11560. Ciudad de México. Se terminóde imprimir el 15 de junio de 2020, tiraje de 1000 ejemplares.

UNI VER SI DAD DE GUA DA LA JA RA

Dr. Ricardo Villanueva LomelíRec tor Ge ne ral

Dr. Héctor Raúl Solís GadeaVicerrector Ejecutivo

Mtro. Guillermo Arturo Gómez MataSecretario General

CEN TRO UNI VER SI TA RIO DE CIEN CIAS DE LA SA LUD

Dr. en C. José Francisco Muñoz ValleRector

Mtro. Rubén Alberto Bayardo GonzálezSecretario Académico

Mtra. Saralyn López y TaylorSecretaria Administrativa

Co mi té cien tí fi co edi to rial:

MÉXICO

Centro Universitario de Ciencias de la Salud UdeGMtra. Irma Susana Pérez García (CUCS)Dra. Maritza Alvarado Nando (CUCS)

Universidad Virtual UdeGMtra. Ana Rosa Castellanos Castellanos

Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades UdeGDr. Ricardo Romo Torres (CUCSH)

Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño UdeGDr. Luis Vicente de Aguinaga Zuno (CUAAD)

Universidad VeracruzanaDra. Alma Vallejo Casarín

Universidad Autónoma de Baja CaliforniaDra. Graciela Cordero Arroyo

Consultor independienteMtro. Manuel Moreno Castañeda

ESPAÑA

Dra. Teresa Gutiérrez Rosado (Universidad Autónomade Barcelona)

Dr. Enric Roca Casas (Universidad Autónoma de Barcelona)Dr. Jaume Sureda Negre (Universitat de les Illes Balears)Dr. Rafael Jesús Martínez Cervantes (Universidad deSevilla)

Dra. María Xesús Froján Parga (Universidad Autóno-ma de Madrid)

Dra. África Borges del Rosal (Universidad de LaLaguna, Campus Guajara)

COSTA RICA

Mtra. Irma Arguedas Negrini (INIE-Universidad deCosta Rica)

ARGENTINA

Mg. Ariana De Vincenzi (Universidad Abierta Interamericana)

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2Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

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Contenido / Summary

Presentación / Introduction

Artículos originales / Original articles

La transformación del supervisor escolar: una experiencia desde la investi-gación-acción[The Transformation of the School Supervisor: an Experience from ActionResearch]Eréndira Piñón-Avilés

La formación en cultura política en licenciaturas del campo educativo enBaja California[Political Culture Training in Bachelor Degrees of the Educational Field in BajaCalifornia]Ana Karina Meza-Rubio, Israel Moreno-Salto y Emilia Cristina González-Machado

Predictores del desempeño académico del alumnado del Centro Universi-tario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara[Academic Achievement Predictors in the Student Body of the Health SciencesUniversity Center at the University of Guadalajara]Martha Patricia Ortega-Medellín, Verónica Magdalena Marín-Martínez, OrlandoReynoso y Baudelio Lara-García

Incorporación de la herramienta Scratch para el aprendizaje de conceptosde Algoritmia[Incorporation of Scratch in the Learning of Algorithmic Concepts]Lizzie Edmea Narváez-Díaz y Rocío Edith López-Martínez

Depresión y rendimiento académico: propuesta del Perfil Institucional deRiesgo Académico por Depresión[Depression and Academic Performance: Proposal of the Institutional Profile ofAcademic Risk for Depression]Felix Alejandro Castellanos-Meza, María Amparo Rodríguez-Carrillo y María Est-her Rodríguez-Ramírez

La satisfacción laboral como promotora de salud mental: una revisiónnarrativa[The Labor Satisfaction as a Promoter Of Mental Health: A Narrative Review]Teresa Catalina Orozco-Orozco, María Ana Valle-Barbosa y Gabriela GuadalupeCarrillo-Núñez

Propiedades psicométricas de un instrumento sobre emociones de estu-diantes universitarios en relación con la reprobación[Psychometric Properties of an Instrument on Emotions of University Students inRelation to Reprobation]Verónica Reyes-Pérez y Christian Enrique Cruz-Torres

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Modelo Social: Socioconstruccionismo y Discapacidad[Social Model: Socioconstruccionism and Disability]Christian Israel Huerta-Solano, Baudelio Lara-García, Sara Gutiérrez-Cruz, KarlaAlejandra Díaz-Lara, Juan Bernardo López-Cuéllar y Venus Xochiquetzal Villalo-bos-Hernández

Políticas de educación virtual para la educación no formal[Policies of Virtual Education for the Non-Formal Education]Alexandro Escudero-Nahón, Rosalba Palacios-Díaz y Olga Redondo-García

Historicidad de la formación profesional del contador en México[Historicity of Professional Training of the Accountant in Mexico]Verónica Juárez-Fonseca y Jorge Alejandro Fernández-Pérez

Tópicos destacados en la literatura sobre el talento en la escritura acadé-mica[Important Topics of the Literature on Academic Writing Talent]Dalia Lizette Gómez-Martínez, Thelma Jovita García, Diana Irasema Cervantes-Arreola y Óscar Martín Vázquez-Reyes

Normas para la recepción de colaboraciones en la Revista de Educación y Desa-rrollo

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

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En esta edición, Piñón-Avilés presenta la experiencia de investigación-acciónemprendida por un grupo de supervisores de educación secundaria general enel Estado de México. Su propósito fue transformar la práctica cotidiana hacia unhacer que responda a las necesidades de asesoría y acompañamiento de loscolectivos escolares en la época actual. Se relata el proceso seguido desde laconformación del equipo y el desarrollo de los ciclos del proceso de investiga-ción-acción-participativa, hasta la presentación de los principales hallazgos entorno a la posibilidad de construcción del “capital profesional” que permita unaacción supervisora con sentido de apoyo a la gestión pedagógica y de acompa-ñamiento a la práctica docente.

Meza-Rubio, Moreno-Salto y González-Machado indagaron sobre el estadode la formación en cultura política de distintos sectores y grupos clave en mate-ria de bienestar social. El artículo explora las experiencias y prácticas relaciona-das con cualidades de cultura política que estudiantes adscritos a licenciaturase instituciones del campo educativo desarrollan durante su formación profesio-nal inicial. Mediante una encuesta investigaron estas experiencias en estudian-tes de cinco licenciaturas pertenecientes a tres instituciones de educaciónsuperior y tres municipios de Baja California. Los hallazgos principales mues-tran que la mayoría de los participantes desconocen lo que es cultura política.También, sugieren diferencias significativas entre licenciaturas y tipos de insti-tuciones con respecto a sus experiencias formativas en cultura política.

Por su parte, Ortega-Medellín y colaboradores comparten los resultados deun estudio de correlación centrado en la búsqueda de predictores del desem-peño académico de estudiantes de primer semestre de diferentes licenciaturasdel Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadala-jara, con la intención de orientar el trabajo de quienes se encargan de su tuto-ría. Utilizando diversos indicadores de desempeño académico, concluyen que elpromedio de la escuela de procedencia es el mejor predictor ya que da cuentade indicadores confiables como los hábitos de estudio, el apoyo familiar, y laestabilidad emocional y económica.

Narváez-Díaz y López-Martínez investigaron los efectos de incorporar laherramienta Scratch a la materia de Algoritmia con el objetivo de apoyar alalumno a entender mejor los conceptos estudiados para mejorar su rendimien-to académico. Los resultados indican que se obtuvo una actitud positiva frentea la incorporación de Scratch; aunque no hay diferencia estadísticamente signi-ficativa, los proyectos arrojaron resultados satisfactorios.

Castellanos-Meza, Rodríguez-Carrillo y Rodríguez-Ramírez identificaron larelación entre depresión y rendimiento académico a través de la Escala deDepresión del Centro para Estudios Epidemiológicos en alumnos de bachille-rato de segundo a sexto semestre con los promedios escolares más bajos y más

Presentación

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PRESENTACIÓN

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altos de cada grupo. Se observó que el 29.20% de los alumnos con promediosescolares bajos y el 20.60% de los alumnos con promedios altos exhibían signosseveros de depresión. Con estos datos, se propone la elaboración de un PerfilInstitucional de Riesgo Académico por Depresión (PIRAD) para identificar a lapoblación con mayor tendencia a exhibir signos severos de depresión.

Orozco-Orozco, Valle-Barbosa y Carrillo-Núñez llevaron a cabo una revisiónnarrativa de estudios afines a la satisfacción laboral relacionada con la promo-ción de la salud mental tomando en cuenta artículos publicados del año 2004al 2008, con la finalidad de conocer las metodologías implementadas, así comolos principales hallazgos que abonaron a la construcción del conocimiento dela percepción de los trabajadores. Encontraron que la percepción de la situa-ción de trabajo se puede manifestar en malestares físicos y emocionales, afec-tando así la salud mental de los trabajadores. Concluyeron, por otra parte, queno se cuenta con suficientes estudios cualitativos en este tema.

Reyes-Pérez y Cruz-Torres evaluaron las propiedades psicométricas de uninstrumento para medir las emociones en relación con la reprobación. Utiliza-ron un análisis factorial exploratorio que identificó tres factores (introspección,menosprecio y aplanamiento). Observaron indicadores generales de adecuadabondad de ajuste y analizaron la equivalencia del instrumento comparandoestudiantes de cuatro diferentes áreas de conocimiento. Los resultados mues-tran que el instrumento puede ser utilizado en estudiantes mexicanos, aunquese requiere revisar los reactivos del factor aplanamiento.

Huerta-Solano y colaboradores exponen algunos elementos teóricos y epis-temológicos del Modelo Social de la Discapacidad, considerado su construc-ción y fundamentos a partir de la teoría socioconstruccionista, sus principalespostulados y elementos al hacer investigación, incluyendo las principales críti-cas al mismo. Este acercamiento podría generar una aproximación al estudio dela discapacidad como objeto científico desde la teoría socioconstruccionista,no sólo a nivel discursivo, sino a partir de elementos factuales que incidan enla teorización y praxis. Con ello se pretende enfatizar que, si bien el término dis-capacidad surgió con propósitos de diagnóstico y comunicación entre profesio-nales, actualmente es necesario deconstruirlo con respecto a los significadosque representó para la Educación Especial.

Escudero-Nahón, Palacios-Díaz y Redondo-García en su estudio señalan queexiste un amplio consenso respecto al hecho de que la educación virtual favo-rece que las personas diseñen sus ambientes personales de aprendizaje, perono existe suficiente investigación sobre los fundamentos teóricos y políticosque justifican el diseño de modelos de educación virtual en organismos queimparten educación no formal. Este texto presenta una relación de documentosteóricos y políticos que fundamentan dicha justificación.

Juárez-Fonseca y Fernández-Pérez revisan diversos documentos textuales,iconográficos y hemerográficos, para interpretar diversos tópicos relaciona-dos con la conformación histórica de la profesión del contador en México. Sedestaca el papel de la universidad pública en Puebla como eje fundamentalde las constantes transformaciones curriculares ocurridas en distintas etapashistóricas de esta profesión. La reflexión intenta promover la valoración de laevolución histórica de la función del contador como un aporte a la investiga-ción social.

Por último, Gómez-Martínez y colaboradores presentan una revisión de laliteratura existente sobre el talento en la escritura académica en jóvenes. Elpropósito es dar a conocer las investigaciones realizadas y los avances en torno

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PRESENTACIÓN

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al tema, así como evidenciar los elementos y tópicos explorados en esos estu-dios, en el periodo 2000-2020. Concluyen que es necesario realizar mayor inves-tigación sobre el tema, así como profundizar en las características y perfil de loscasos de talento en la escritura académica, con la finalidad de intensificar lasintervenciones en etapas tempranas.

La imagen de la portada es cortesía de la artista tapatía Danáe Kótsiras(Guadalajara, Jalisco, 20 de agosto de 1985), a quien le agradecemos su genti-leza. Se trata de “El Ratón” (fotografía digital, medidas variables, junio de 2016,tomada con un iPhone 5s). Ángel, a quien apodaban “El Ratón”, trabajabalavando carros y haciendo tatuajes, de los cuales su cuerpo y su rostro fuerontal vez su primer lienzo. Vivió muchos años en Estados Unidos. La gente decíaque tenía buena mano con las plantas; también se dedicaba a rescatar perros,a los que alimentaba y daba refugio en su casa. El Ratón era una persona ami-gable. Muchos se tomaban fotos con él, pues era un personaje famoso en elbarrio de Mezquitán.

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This paper presents the research-action experience undertaken by a group of supervisors of general secondaryeducation in the Estado de México, with the purpose of transforming their daily practice towards a task that res-ponds to the needs of counseling and accompaniment of school groups in the current days. The article describesthe process followed from the creation of the team and the development of the research-action-participatory pro-cess cycles, to the presentation of the main findings regarding the possibility of construction of the “professionalcapital” that allows them to supervise with a sense of support for pedagogical management and accompanimentto teaching practice.

Key Words: School Supervision, Research-Action, Daily Practice, Professional Capital, Advice and Support,Pedagogical Management.

La transformación del supervisor escolar: una experiencia desde la investigación-acción

ERÉNDIRA PIÑÓN-AVILÉS1

The Transformation of the School Supervisor: An Experience from Action Research

1 Maestra en Investigación de la Educación y doctorante en ciencias de la Educación del Instituto de Ciencias de la Educación del Estadode México (ISCEEM). [email protected]

Este trabajo deriva de la tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencias de la Educación en el Instituto Superior de Ciencias de la Edu-cación del Estado de México (Generación 2016-2018), y los resultados fueron expuestos en el XV Congreso Nacional de Investigación Edu-cativa, celebrado del 18 al 22 de noviembre de 2019, en la ciudad y puerto de Acapulco, Guerrero, México.

Re su menEl artículo presenta la experiencia de investigación-acción emprendida por un grupo de supervisores de edu-

cación secundaria general en el Estado de México, con el propósito de transformar su práctica cotidiana hacia unhacer que responda a las necesidades de asesoría y acompañamiento de los colectivos escolares en la épocaactual. Se relata el proceso seguido desde la conformación del equipo y el desarrollo de los ciclos del proceso deinvestigación-acción-participativa, hasta la presentación de los principales hallazgos en torno a la posibilidad deconstrucción del “capital profesional” que permita una acción supervisora con sentido de apoyo a la gestiónpedagógica y acompañamiento a la práctica docente.

Palabras clave: Supervisión escolar, Investigación-acción, Práctica cotidiana, Capital profesional, Asesoría yacompañamiento, Gestión pedagógica.

Abstract

Recibido: 9 de marzo de 2020Aceptado: 6 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

Uno de los grandes retos de los sistemas educati-vos actuales consiste en lograr la transformación de lapráctica de los agentes que intervienen en los hacerescotidianos de las instituciones educativas. México,como otros países, ha estado inmerso −en las últimasdécadas− en una serie de reformas, y la escuela hoy seencuentra inmersa en este reto de transformación.

El artículo que se presenta relata la experienciavivida por un equipo de supervisores de educaciónsecundaria en el Estado de México (uno de los esta-dos constitutivos de la república federal, ubicado enel centro del país) que emprendió un ejercicio deinvestigación-acción para concretar las aspiracionesde renovación de la práctica educativa de la supervi-sión, con el fin de responder a las demandas de mejo-ramiento de lo que hacemos cotidianamente paraatender a las necesidades de los adolescentes queasisten a nuestras escuelas.

El texto está organizado en cinco apartados: Lasupervisión, ayer y hoy presenta los antecedentes y con-textualiza el estudio. El supervisor y su hacer, una posibi-lidad de transformación enmarca el proceso de indaga-ción, describe el propósito, enfoque, fundamentosteóricos y la metodología elegida. Manos a la obra rela-ta la manera en que iniciamos la investigación, iden-tifica el problema de práctica a transformar y da cuen-ta del desarrollo de los ciclos de investigación-acción. Tras la utopía presenta los resultados obteni-dos, se reafirma nuestra idea de “futuro posible”, serecupera la experiencia desde nuestra propia voz,apuntando lo que se percibe como un logro y retopara lograr la transformación del hacer cotidiano.Finalmente, en Cerrando ciclos, se presentan las conclu-siones a las que arribamos a partir del trabajo reali-zado durante más de dos años.

La supervisión, ayer y hoy

Los sistemas escolares, tal como los conocemoshoy día, surgieron en un contexto muy diferente alactual; sin embargo, sus rasgos fundamentales hanpermanecido intactos por casi dos siglos a pesar delos avances tecnológicos, de la globalización de losconocimientos y el reconocimiento de la diversidadcultural. Paradójicamente, una característica que dis-tingue a los sistemas escolares es el hecho de que,desde mediados del siglo XX, se encuentran inmersosen procesos de reforma que han puesto a la escuela,

a sus docentes y a las propuestas curriculares en elcentro de un proceso de transformación ineludible.

La configuración de los sistemas escolares res-ponde a construcciones sociales y necesidades espe-cíficas de un momento histórico determinado. El rolque juegan sus agentes −docentes, directivos, super-visores, personal de apoyo− está definido por esaconfiguración, tal es el caso de los denominados ins-pectores/supervisores, quienes han participado en laescuela mexicana con funciones específicas y defini-das de acuerdo con el contexto en que se ha desarro-llado su tarea.

La función supervisora ha estado supeditada a losprocesos de centralización y descentralización quehan caracterizado al Sistema Educativo Nacional. Deacuerdo con Aguerrondo (2012), podemos distinguirtres momentos en los que se observan variaciones enla función del supervisor, en su rol de inspector (hastamediados del siglo XX); como supervisor (hasta finesdel mismo siglo); y como facilitador/mediador/auditor(en el siglo XXI). Braslavsky (2001) señala que la cons-trucción de los sistemas educativos en América Latinaresponde a un paradigma “estatalizador”, en el que seadopta un modelo jerárquico de “arriba hacia abajo”;así, a pesar de los esfuerzos por atender las necesida-des de las comunidades e impulsar la participaciónsocial de manera más horizontal, en México y en otrospaíses de América Latina, a las escuelas, los directi-vos y los docentes les corresponde ejecutar; mientrasque al Estado y los mandos medios les correspondetomar decisiones en una lógica piramidal, centralistay autoritaria, supeditada a una rendición de cuentasadministrativa.

En la década de los años 90, con la firma delAcuerdo Nacional para la Modernización de la Educa-ción Básica, la figura del supervisor cobró especialrelevancia en el proceso de federalización, pues secolocó en ellos la responsabilidad de concretar lospropósitos de la política derivada de la transferenciade los servicios educativos a las entidades. Durantelas siguientes décadas la figura del supervisor cobrósentido como un eslabón importante para avanzarhacia la deseada calidad educativa, se le concibiócomo mediador de los procesos, convirtiéndolo enintérprete de las acciones derivadas de los nuevosmodelos de gestión escolar: Escuelas de Calidad, Pla-neación centrada en la escuela, Planes Estratégicosde Transformación Escolar, entre otros.

En 2006, Guevara Niebla,1 al ser entrevistadosobre los retos que enfrentaba el Sistema EducativoMexicano, advertía que:

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ARTÍCULOSEréndira Piñón-Avilés

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[ ]…en esta visión centralista los programas edu-cativos puestos en marcha por el ejecutivo… seconsideran inalterables en el tiempo e indepen-dientes de los contextos, se aplica una estrategiavertical y opaca, no se contemplan posibles difi-cultades en la operación, como si se apostara alcontrol de todos los factores intervinientes; así hasido desde que surge la Secretaría de EducaciónPública con una imagen de instancia de control,bajo una concepción de Estado fuerte y corporati-vo…[ ] (Aranda, 2006).

Por su parte, García, Zendejas y Mejía (2008) seña-laban que el modelo de gestión existente limitaba laparticipación de docentes, directores y padres defamilia a prácticas rutinarias y formales. En dichomodelo la figura del supervisor escolar era sinónimode control administrativo y las posibilidades de unliderazgo académico por parte de quienes ejercíanesta función eran mínimas.

Ante la situación que prevalece en nuestro tiempoy los planteamientos de la política educativa actual−dirigidos a la conformación de comunidades profe-sionales de aprendizaje que asuman la mejora de loslogros de aprendizaje y las necesidades los estudian-tes como el eje central de una escuela inclusiva y unaformación integral− se hace necesaria la transforma-ción del quehacer de quienes tiene la responsabilidadde asesorar y acompañar a los colectivos escolarescon una visión de liderazgo compartido, con énfasisen los procesos académicos, a través de una gober-nanza horizontal y la valoración del desempeño deuna profesión docente de carácter humanista, basadaen principio éticos y filosóficos, que pondere los valo-res universales y respete los derechos de las personasque participan en los procesos educativos.

El supervisor y su hacer, una posibilidad de trans-formación

Con la Reforma Educativa de 2013, que incluyó lainstalación del Servicio de Asistencia Técnica a laEscuela (SATE), la supervisión se vio reforzada en lasintenciones de transformación del Sistema EducativoMexicano con un énfasis en la gestión pedagógica, dela misma forma que se plantea la importancia de eserol en la Nueva Escuela Mexicana; de ahí el interéspor preguntarse: ¿Qué saberes requiere un supervisorante las exigencias actuales de acompañar la prácticaeducativa de directivos y docentes? ¿Cómo se da laconstrucción de esos saberes? ¿Qué procedimientos

de trabajo o formas de organización han de emplearsepara lograr una transformación en la práctica de lasupervisión?

Ante estas interrogantes, un equipo de superviso-res de secundaria del Estado de México consideró via-ble implementar un proyecto de investigación-acción,cuya intención fue develar algunos aspectos relevan-tes que pudieran dar respuesta estas preguntas ennuestro contexto y a partir de nuestra propia acción.

La pregunta central de la investigación fue ¿cómotransformar las prácticas del supervisor escolar paralograr que se fortalezca su función de asesoría yacompañamiento en el marco de una gestión pedagó-gica? Partimos del supuesto de que el reconocimien-to de la importancia de la función mediadora delsupervisor como agente cercano a los colectivos esco-lares generará posibilidades para fortalecer su hacercotidiano.

El propósito de la investigación fue construir, con-ceptual y metodológicamente, una propuesta detransformación de la práctica del supervisor escolar,resignificando su quehacer a través de la reorienta-ción de las concepciones que subyacen en éste, colo-cando en el centro de su actuación las acciones deasesoría y acompañamiento en el marco de una ges-tión pedagógica que contribuya a la mejora educativa.

La hipótesis de acción propuesta desde la meto-dología de investigación-acción fue la siguiente: Apartir de una serie de dispositivos de formación esfactible que los supervisores modifiquen las concep-ciones acerca de su quehacer y logren −desde unaperspectiva más crítica, reflexiva y analítica− ponderarel trabajo de asesoría y acompañamiento, en el marcode una gestión pedagógica, con el fin de mejorar supráctica a partir de aproximaciones sucesivas a unideal2 planteado por los propios sujetos integrantesdel equipo de trabajo para responder a las necesida-des de acompañamiento y asesoría de los colectivosescolares.

Adoptamos una perspectiva epistémica en la queel sujeto reconoce su capacidad para mirarse a sí mis-mo en relación con los otros y de constituirse comoagente transformador de su propio quehacer paraidentificar sus propias posibilidades y plantearse unavisión de futuro posible para su función. Todo ello apartir de una postura derivada de la teoría crítica, asu-mida desde el paradigma sociocrítico,3 en el cual lainvestigación se dirige a la transformación de lossaberes y los haceres del supervisor. Cabe precisarque nos alejamos de las intenciones pragmáticas quebuscan soluciones inmediatas y definitivas; por el

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ARTÍCULOS

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

La transformación del supervisor escolar: una experiencia desde…

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contrario, nos posicionamos epistémicamente paracomprender la tarea de supervisar como una prácticapresente, con una significación específica en el deve-nir de la educación formal y asumimos que su estudiopermitiría encontrar modos de hacer supervisión paralos contextos específicos de los sujetos que la reali-zan. En este sentido recuperamos la invitación deZemelman (2011) para “aprender a pensar el presen-te”, para tomar conciencia de que pertenecemos a uncontexto histórico desde el cual debemos, necesaria-mente, organizar nuestro pensamiento. Es decir, queel sentido de transformación de nuestro estudio seplanteó a partir las posibilidades que asumimos lossujetos que integramos el equipo de supervisorespara plantearnos una utopía alcanzable, un futuroposible.

Esta decisión resultaba indispensable para dar ini-cio a la investigación, pues, de acuerdo con Ander-Egg(2003:64), en la metodología de investigación-acción-participativa (IAP)4 “para realizar una investigaciónsocial, una vez que se cuenta con los medios, bastaque un equipo o un investigador decida hacerlo”. Esdecir que la investigación no inicia a partir de unadecisión de agentes externos, sino que se requierenecesariamente de la participación e interés genuinode los integrantes de un equipo para lograr la trans-formación de su práctica. Fue así como emprendimosla aventura.

Manos a la obra

Iniciamos la investigación con la identificación delproblema de práctica a transformar y el reconoci-miento de los ciclos de investigación-acción (IA) pro-puestos por Kemmis y Carr (1988), quienes, desdeuna perspectiva crítico social, complementan las ide-as de Schön (1987) sobre la práctica reflexiva, consi-derando que la actividad de los profesionales en laescuela tiene un carácter artesanal, casi artístico,estos autores acuden en la búsqueda de una episte-mología de la práctica para comprender los procesosque se realizan en la escuela con profesionales de laeducación que enfrentan inestabilidad, incertidum-bre, singularidad y conflicto ético. Asimismo, atendi-mos a la caracterización de la IAP que establece Lato-rre (2012); propusimos una transformación y mejorade la acción educativa de los involucrados; las perso-nas implicadas colaboramos y optamos por el cambiode la realidad social en que estamos inmersos; lo cualimplicó un cambio de acciones y un proceso deaprendizaje a través de la reflexión sobre el propio

quehacer. Desarrollamos una espiral introspectiva,organizada en ciclos de planificación, acción, obser-vación sistemática, reflexión y re-planificación quedieron paso a nuevas observaciones y reflexiones.Este proceso de aprendizaje continuo, orientado a lapraxis, implicó asumir un proceso de transformaciónque partió del estudio del problema a investigar paraplantear una dinámica liberadora, emancipadora yparticipativa en el que trabajamos para mejorar nues-tras propias prácticas. Los procesos metodológicosfueron flexibles pues se combinaron diversas estrate-gias de recolección de información, fuentes, procedi-mientos y formas de contrastación. Se partió de lapráctica, construida en la realidad y desde la realidadsituacional, social, educativa y el hacer cotidiano delos sujetos implicados. El rigor metodológico se guar-dó en el registro, recopilación y análisis de los pro-pios juicios, reacciones e impresiones.

Como equipo de trabajo nos decantamos por laIAP, pues concebimos que el trabajo del supervisor serealiza en un escenario en donde se confrontan proce-sos de apropiación de conocimientos sobre la gestiónescolar y la práctica docente. En el enfoque compren-sivo interpretativo, el aula, la escuela, el colectivodocente, las interacciones que se suscitan día a díaentre directivos, docentes, alumnos, padres de fami-lia, asesores, supervisores, autoridades educativasson fuentes de investigación en las que emergen pro-blemas relacionados con las formas de asesoramientoy acompañamiento, con la política educativa, la apro-piación y desarrollo de las propuestas curriculares.Así, iniciamos la investigación a partir de la propuestade Kemmis y Carr (1988) que señala que la IA es unproceso en espiral de carácter autorreflexivo, con cua-tro fases en las cuales existen intrínsecamente cuatromomentos: planificar, actuar, observar y reflexionar.

Fase I. Pre-diagnóstico. Durante la constitución delgrupo de investigación, se planteó un primer esbozodel problema de investigación, sabíamos que debíapresentarse como un problema de práctica, así queiniciamos por realizar la sistematización de la infor-mación que teníamos sobre la experiencia vivida añosatrás en la puesta en marcha del Programa de Moder-nización de la Función Supervisora (PMFS)5 para con-frontarla con la revisión de los hallazgos de algunasinvestigaciones sobre supervisión; nuestra experien-cia en el PMFS mostró que enunciar las aspiracionesde cambio con políticas educativas homogeneizantes,no genera los resultados esperados; las investigacio-nes revisadas reflejan la de manera descriptiva la

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situación que se vive en la supervisión, las tensionespresentes en el hacer de los supervisores, y en algu-nos casos escudriñan en la cultura que se vive en eldía a día en el desempeño del rol.

Fase II. Diagnóstico participativo. En esta fase trabaja-mos en equipo durante cuatro meses (de fines de sep-tiembre de 2016 a enero de 2017), a través de los gru-pos de discusión que realizamos entre los integrantesdel equipo de investigación y como resultado del diag-nóstico, se planteó un plan de mejora, cuyo principalcomponente es el programa de autoformación.

Fase III. Desarrollo de la acción transformadora. Enesta etapa se puso en práctica el primer plan de mejo-ra de enero a julio de 2017, como parte de la estrate-gia metodológica del modelo de espirales de acción.Sabemos que el proceso no es continuo, tiene acci-dentes en el camino, pero entendemos que eso loenriquece, pues no teníamos nada predefinido, nues-tra pretensión era avanzar, definir una propuesta ini-cial y posteriormente afinarla en ciclos continuos detransformación y mejora. En julio hicimos la revisióndel primer ciclo, coincidiendo con el término del añoescolar 2016-2017; en agosto de 2017 se realizó unreplanteamiento, se hizo la evaluación correspon-diente y modificaciones al plan, todo ello siguiendo lapropuesta de Kemmis y Carr (1988), pero no como unmanual que nos da una receta para la investigación-acción, sino tratando de seguir un proceso en espiralde carácter autorreflexivo, nuestro propio proceso.

Los registros los hicimos en diarios de campo, endonde pudimos detectar las coincidencias y diferen-cias en las formas de hacer las cosas, identificamoslos conceptos que subyacen a la práctica, las signifi-caciones y los puntos de posible tensión. Se hicieronmodificaciones, pues originalmente pretendimosabarcar varios procesos;6 nos dimos cuenta del altonivel de dispersión existente en la información.

En agosto de 2017, coincidiendo con el comienzodel año escolar, iniciamos lo que denominamos “tra-yecto formativo” con la intención de fortalecer nues-tros saberes respecto a la función supervisora y algu-nos principios de la andragogía para el acompaña-miento de los colectivos escolares. Sin embargo, nologramos avanzar debido a la contingencia presenta-da con el sismo de septiembre, acontecimiento querequirió concentrar nuestros esfuerzos en la reapertu-ra de los edificios escolares y la recuperación deltiempo en el trabajo académico con los alumnos. Enel mes de marzo de 2018, se reformuló el plan, una vez

superada la emergencia y ante la propuesta de laSecretaría de Educación Pública de prepararnos parala implementación del Modelo Educativo 2017, queimplicaba una reforma curricular en las escuelas deeducación básica.

Iniciamos el segundo ciclo con el plan de acciónreformulado a fines de marzo de 2018, de manera quenos propusimos que el ciclo duraría al menos losmeses que faltaban para concluir el año escolar. Elanálisis de la información se realizó, ahora sí, a partirde algunas categorías de análisis (asesoría, acompa-ñamiento, trabajo colaborativo, diálogo profesional, ysobre la propuesta curricular de aprendizajes clave,categorías como calidad, inclusión, educación socioe-mocional, aprendizaje integral), teníamos ya claro queel problema de práctica con el que trabajaríamos erael “acompañamiento pedagógico para la implementa-ción del Modelo Educativo 2017”, ese era nuestropunto de partida para el plan de mejora y para el aná-lisis de los procesos de transformación de la acciónsupervisora.

Finalmente, el tercer ciclo se desarrolló de agosto2018 a enero 2019, en el cual nos concentramos en unsólo problema de práctica que consistió en la “aseso-ría y acompañamiento a los docentes con respecto ala implementación del Modelo Educativo 2017”. Habí-amos logrado comprender la necesidad de la especifi-cidad del problema, si pretendíamos transformar lafunción era necesario acotar la práctica a una situa-ción específica. En el ciclo anterior de la investigacióndescubrimos que nuestra preparación para realizar elacompañamiento era divergente, asociada a nuestrashistorias de vida y laborales. Este ciclo fue el más ricode todo el proceso de IAP, a la fecha de cierre del pre-sente reporte, seguimos reuniéndonos cada dossemanas.7 Tratamos de hacer sustentables procesoscomo la autoformación, el trabajo colaborativo para elanálisis de las políticas educativas, la reflexión cons-tante sobre la práctica, el uso de diarios de campopara el registro de las observaciones.

Fase IV. Análisis de resultados. En esta fase se presen-tan las conclusiones del estudio con la propuesta detransformación, basada en el trayecto formativo, a laque arribó el equipo de supervisión participante. Unelemento importante que marcó el ritmo de trabajoen esta fase fue la consideración de todo el procesocomo una acción de profesionalización para el equipode la supervisión; esto debido a que la función super-visora requiere desarrollar constantemente nuevossaberes en relación con los cambios que tienen lugar

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en la sociedad, las políticas educativas y los procesosescolares cotidianos, por lo que la acción investigado-ra de los supervisores requiere constituirse en su ele-mento profesionalizador.

El análisis de nuestras formas y procedimientos detrabajo se incorporó en el trayecto formativo del pro-pio equipo de supervisión. La IA sirvió como unmedio para generar propuestas de mejora y comoherramienta de reflexión profesional, la propuesta fuedelimitándose en el hacer. Esta fase se realizó defebrero a mayo de 2019, fecha en que se emprendió laredacción del reporte final. El análisis de la informa-ción se realizó con técnicas etnográficas de registro,tales como bitácoras de las sesiones, grupos de discu-sión, diarios de campo de los participantes, entrevis-tas y videograbaciones.

Tras la utopía

Desde la voz de los participantes, fuimos descri-biendo nuestros primeros hallazgos, apuntando loque se percibe como un logro y aquello que se vecomo un reto para lograr la transformación del hacercotidiano de la supervisión. El primer ejercicio querealizamos, en el diagnóstico, permitió que cada unoexpresara su concepción de lo que es ser supervisor.Destaca la apropiación que los integrantes del equipotienen del discurso de la política educativa, hubocoincidencia en considerar que la función supervisora“debe tener un carácter académico y de liderazgopedagógico” (DIAG E1), para la mayoría resultó relati-vamente fácil enunciarlo, en un tono del deber ser.

Los supervisores reconocen que “…actualmente lasupervisión está más centrada en lo administrativoque en los demás aspectos [por lo que] la funciónsupervisora debe transformarse de acuerdo con lo queestablecen los documentos normativos publicadospor la SEP” (DIAG E1). En ello se identifican las ten-siones existentes entre el deber ser señalado en lapolítica educativa, y la realidad cotidiana:

“Los diversos programas que deberían ser de apo-yo a los aprendizajes de los alumnos, son una car-ga administrativa para los supervisores, directoresy docentes. Por ejemplo: la semana de la ciencia yla tecnología, pues despertar el gusto por la cien-cia debe realizarse durante todo el año y comoresultado de esta acción su demostración debe seral final del ciclo escolar y no al inicio. En la mayo-ría de las escuelas los trabajos que se presentanson semejantes a los años anteriores, lo cual nopermite a los estudiantes ser creativos y promover

hacer ciencia en vez de repetir los mismos experi-mentos” (DIAG E1).

Se identifican tensiones generadas en la puesta enmarcha de las políticas educativas y en las posibilida-des de aplicar lo prescrito por la Reforma Educativa:

“La aplicación de la normatividad no puede ser tanrigurosamente ajustado a la ley, su práctica debeser flexible, buscando que los resultados nos per-mitan que el colectivo transite del plano del deber,al ser de la realidad práctica, es decir a lograr laintegración del quehacer docente dentro de losparámetros requeridos para hacer funcionar lapedagogía de la Reforma” (DC2 JMM).

Se reconoce una orientación precisa en cuanto alrol del supervisor: “El papel del supervisor escolar escontribuir de manera activa al logro de la calidad edu-cativa, el cumplimiento de las prioridades educativascomo autoridades intermediarias entre los planteleseducativos y la jefatura de sector” (DC5 AGH). Sersupervisor es:

“apoyar académicamente a las escuelas de la zona,estar cerca de, es el enlace para retroalimentar ycoordinar las actividades y las funciones entre lasáreas normativas, administrativas y pedagógicasen los planteles escolares, impulsar el cambionecesario para la mejora de la calidad de los pro-cesos escolares, acompañar y dar seguimiento alproceso educativo” (DC3 JAP).

Al revisar la posible influencia de las trayectoriasde vida y laborales en la forma de hacer la supervisióno de concebirla, los ensayos reflejaron que la forma dehacer supervisión tiene una relación muy estrecha conla historia de vida y la forma en que se ha vivido lasupervisión a lo largo de la trayectoria laboral:

“Conocí, al principio de mi carrera como docente,a un supervisor llamado X, y él me inspiró para tra-tar de ser un buen director –cuando trabajé en esecargo– y un buen supervisor ahora que me corres-ponde esa responsabilidad; el maestro X siemprellegaba el primero, ¡¡¡nunca le ganamos!!!, eraserio en su trabajo y muy exigente, todos acudíana él para resolver cualquier problema, y estabamuy preparado, creo que hizo el doctorado en laENSM, leía mucho y siempre tenía una cita para elcaso que se trataba” (DIAG E2).

En cuanto a los saberes que debe tener un super-visor encontramos que la mayoría refiere la necesidad

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de que el supervisor tenga conocimiento de “cómoaprenden los estudiantes” (DC1 EPA); “las teoríaspedagógicas, lo nuevo que va surgiendo” (DC7 HSV);“los procesos de planeación y evaluación […] paradiseñar proyectos estratégicos de transformaciónescolar, dirigidos a la mejora continua” (DC2 JMM).

Teníamos un ideal construido por nosotros, nues-tro deber ser del supervisor, a partir de ello adopta-mos la propuesta de construcción de capital profesionalde Hargreaves y Fullan (2014), quienes plantean que,para lograr un desempeño pertinente a las necesida-des de su práctica, el sujeto habrá de desarrollar un“capital humano, un capital social y un capital deciso-rio”. Así nos dimos a la tarea de plantear en nuestrotrayecto formativo actividades que nos permitieran irdesarrollando esos capitales. Tomamos la propuestade Hargreaves y Fullan como base para nuestras dis-cusiones, para formular el trayecto formativo que nospermitiera construir ese capital humano del quehablaban los autores, cuestionándonos sobre ¿quésaberes requeríamos para lograr la asesoría y acom-pañamiento requeridos por los colectivos escolarespara la implementación del plan y programas de estu-dios Aprendizajes Clave para la Educación Integral?

En la descripción de lo vivido se refleja aquelloque fue dándose en el proceso, a partir del análisis delas transcripciones de toda la información recabada,no se trata de decir “sí hubo cambios”, “el caminoseguido fue el indicado”, o “ya encontré la regla mági-ca para que se transforme la práctica de los superviso-res”, no se trata de eso, sino de mostrar el camino queseguimos, lo que hemos ido encontrando, para queotros puedan aprender de él, estamos buscando nue-vos modos de trabajar, de hacer supervisión, de acom-pañar y asesorar a los colectivos. En esa búsquedaencontramos que trabajar en el enriquecimiento denuestro capital profesional puede ser la clave.

Cerrando ciclos (Conclusiones)

La reflexión en la investigación-acción es la fase enla que se cierra el ciclo para dar paso a la elaboracióndel reporte y al replanteamiento del problema, parainiciar un nuevo ciclo en la espiral autorreflexiva. ParaAntonio Latorre, éste es el momento más importantedel proceso de investigación-acción: “no es una faseaislada en el tiempo, ni algo que ocurre al final de lainvestigación, sino una tarea que se realiza mientraspersiste el estudio” (2012:82). Este proceso reflexivono tiene un camino predeterminado, así que recurri-mos al análisis de los diarios y bitácoras para com-

prender lo que decimos y hacemos los supervisoresen las sesiones del taller de autoformación. Esto le dauna singularidad al proceso de análisis de la informa-ción que ahora podemos describir con el siguienteprocedimiento:a) Análisis general y cuantificación de la información

recuperada, hacer el conteo de los registros, deci-dir cuáles transcribir. b) Transcripción y organiza-ción de archivos, identificándolos con codificacio-nes tales como DIAG E1; DC JMM.8

b) Notas con tópicos y temas. A partir del análisis delos registros fuimos identificando temas y tópicosque dieron pauta a la identificación de las catego-rías empíricas.

c) Relectura de las transcripciones para encontrarcoincidencias, regularidades, contrastes, a estaetapa la identificamos como reducción de la infor-mación, pues es aquí donde se hizo la focalización.

d) Identificación de categorías teóricas trabajadas porlos autores que dan sustento a las nociones dereflexión en la práctica, gestión pedagógica, prácti-ca cotidiana, profesionalización, capital profesional.

e) Formulación de construcciones conceptuales, loque permitió la reflexión que se muestra en lasconclusiones.

f) Análisis de la información recuperada. Para conver-tir el dato en información útil para la investigaciónse consideraron las siguientes categorías: partici-pación, trabajo colaborativo, aprendizaje entrepares, comprender al otro, diálogo, conflicto cog-nitivo, experiencia, co-construcción, interacción,entre otros.

Estas categorías de análisis permitieron identificarla posibilidad de transformación de las concepcionessobre el ser supervisor. La recuperación de la experien-cia es la “demostración” de que algo pasó y que provo-có un cambio en los supervisores, aunque como yaseñalamos, no se trata de comprobar que esto es gene-rado por los ejercicios realizados en el trayecto forma-tivo, sino por el enriquecimiento del capital profesio-nal de los sujetos que hacemos supervisión escolar.

A partir del modelo de construcción del capital pro-fesional de Hargreaves y Fullan, derivamos nuestra pro-pia propuesta, enunciándola de la siguiente manera: • Capital competencial (humano para Hargreaves y

Fullan) es aquel que se adquiere a través de la for-mación profesional del sujeto, pero también a tra-vés de la experiencia (de vida y laboral), adquirien-do en este proceso los saberes necesarios para eldesempeño de su labor; tiene que ver con las com-

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petencias del supervisor en tanto conocimientos,habilidades, destrezas e incluso valores, paradesempeñarse ante el reto de asesorar y acompa-ñar a los colectivos escolares.

• Capital social, desde el entendido de que el capitalcompetencial no es suficiente, el capital ha de cir-cular y compartirse, los grupos, equipos y comuni-dades son mucho más poderosos que los indivi-duos cuando se trata de desarrollar capital compe-tencial; de ahí que éste debe ser complementado eincluso organizado, en términos de lo que sedenomina capital social. Un elevado capital socialgenera un incremento de capital competencial; losindividuos ganan confianza, aprenden y consiguenretroalimentación por tener a su alrededor a laspersonas adecuadas y disponer de las apropiadasinteracciones y relaciones en su entorno. Todoesto que se dice sobre capital competencial indivi-dual versus capital social cooperativo, se aplica nosólo a los individuos sino también a las escuelascomo colectivos.

• Capital decisorio, un supervisor, “como el que que-remos ser”, ejerce sus decisiones con responsabi-lidad colectiva, permanece abierto a la crítica y a latransparencia; no teme cometer errores, siempre ycuando aprenda de ellos; tiene dignidad en su tra-bajo; es respetado por sus colegas y por los padresde familia por saber lo que hace; lucha por supe-rarse con un espíritu que fomenta hacer mayorescontribuciones individuales y colectivas. Lograresto implica una decisión, requiere querer hacerloy saber hacerlo. El capital profesional puedeentenderse, en principio, como el producto delcapital competencial, el capital social y el capitaldecisorio. Un supervisor “como el que queremosser”, ha de tener competencia, juicio, perspectiva,inspiración y la capacidad de improvisación, entanto se esfuerza por tener un rendimiento excep-cional, ha de tomar decisiones complejas; “…hacen esto cuando no mira nadie, y lo hacen tam-bién a través de sus colegas y de su equipo” (Har-greaves & Fullan, 2014).

• Capital político, es el cuarto elemento que agrega-mos a la construcción del capital profesional delsupervisor, implica contar con elementos de nego-ciación, de interacción con autoridades sindicales,educativas, políticas, del medio local y estatal,esto implica poner en juego las capacidades deliderazgo y comunicación, pero en un sentido másamplio implica un posicionamiento ante el hechoeducativo.

A partir de estas nociones, se realizó el análisisdel dato empírico a través de un proceso de autorre-flexión y reflexión compartida,9 que, como vimosdurante los ciclos desarrollados en nuestra investi-gación, no se da de una vez y para siempre, sino queinicia con objetivos modestos, avanzando poco apoco, preparando situaciones de discusión, generan-do momentos y mecanismos de apoyo, registrandolos progresos, informando de los logros a otros invo-lucrados, buscando formas de legitimar el trabajo,pero no para los otros, sino para el equipo mismo.Esto se logró incorporando elementos de confronta-ción, como las teorías o las enunciaciones de exper-tos, para discutir a la luz de lo que éstas dicen y con-frontar si lo que estamos trayendo al grupo de discu-sión es precisamente lo que hemos de analizar críti-camente.

Las nociones básicas que emergieron de los con-ceptos que se discutían en el grupo de investigaciónse constituyeron en categorías para el análisis a travésde la triangulación: categoría empírica, categoría teó-rica, categoría del intérprete. Recuperamos el referen-te empírico desde lo que dicen y hacen los participan-tes; lo discutimos en el grupo de trabajo; lo confron-tamos con las teorías o enunciaciones de expertos;establecimos consensos y acuerdos de lo que signifi-ca para nosotros en el contexto de nuestra praxis. Yasí lo fuimos articulando, para establecer nuestrasconclusiones.

La manera en cómo fuimos trabajando las catego-rías se presenta en el Cuadro1.

A partir del análisis realizado entre lo vivido y lodicho en las sesiones del taller de autoformación y lasconversaciones, con la confrontación con la teoríapara la construcción de nuestras propias interpreta-ciones, consideramos que, si se concentran los esfuer-zos en desarrollar el capital competencial, con estra-tegias para mejorar los conocimientos, habilidades,actitudes y valores de los supervisores (incluso de losdirectores y docentes), podrán lograrse avances. Aun-que costará trabajo lograr el desarrollo del capitalsocial, pues el individuo se aísla y no comparte losesfuerzos; pero, si se procura desarrollar el capitalcompetencial y el capital social de manera simultá-nea, es más probable que se logren resultados positi-vos pues “un elevado capital social genera un incre-mento del capital humano” (Hargreaves & Fullan,2014), y si, además, se pone en juego el capital políti-co seguramente se lograrán mejores resultados.

La perspectiva es que, al lograr un alto capital pro-fesional, el supervisor adquiera competencia, juicio,

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perspectiva, inspiración y la capacidad de improvisa-ción mientras se esfuerza por tener un rendimiento deexcelencia.

El taller de autoformación cobró una relevanciaespecial dentro de toda la investigación, ya que fueconsiderada como una experiencia situacional, puesse procuró la continuidad experiencial y la interac-ción de los participantes. Estos dos criterios de laexperiencia significativa (continuidad e interacción)logran configurar un sistema por medio del cual elsujeto apropia hábitos del entorno como hábitospropios. La experiencia se constituye como medio deaprendizaje en tanto que se asocia con prácticas sig-nificativas previas en consonancia con otros aspec-tos, tales como, motivaciones, pasiones y deseosconstruidos. Para Dewey: “La actitud más importanteque se puede formar es la de desear seguir apren-diendo” (1995:53).

Tomamos a la experiencia como la gran categoríaque reviste todo el trabajo de indagación, la búsquedade indicios se basó en la recuperación de evidenciasde la transformación del pensamiento. Este procesono es en automático, ni tampoco es una consecuenciadirecta del trabajo realizado en el grupo de discusión,sino que se trata de un proceso intrínseco, pero com-partido, que se fortalece en la conformación progresi-va de lo que denominamos “capital profesional”.

La propuesta de transformación implica compren-der que el capital profesional es una construccióndada en los individuos a partir de la práctica reflexiva,a partir de la cual se van construyendo saberes (capi-tal competencial) y que no logra consolidarse si no seda a partir de la interacción con los otros, en procesosde co-construcción, en comunidades profesionales deaprendizaje (capital social). Ello abre posibilidadespara la conformación del capital decisorio, que nopuede lograrse sin aquilatar el capital político que, enel caso del ser supervisor, es requerido para ejercer lafunción.

A lo largo del proceso fue posible percibir cómose modificaron las concepciones acerca del quehacerdel supervisor, lo que implica la asesoría y el acom-pañamiento en el marco de la gestión pedagógica yla necesidad de impulso a nuevas formas de gober-nanza.

Comprendimos que una supervisión que ponderala gestión pedagógica implica incidir en tres dimen-siones básicas:• La gestión escolar, referida a procedimientos y

prácticas para coordinar, planificar, monitorear yevaluar el proceso de enseñanza y aprendizaje;asegurando el otorgar educación a todos los estu-diantes e incrementando la efectividad de la laboreducativa.

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Desde lo empírico:“El trabajo colaborativo implica responsabili-dad de todos los participantes, yo piensoque no se trata sólo de reunirnos en equipo,sino de tener una tarea común que nosinvolucre a todos” DIAG ITG.“¿Será lo mismo cooperación que colabora-ción?” DIAG JAP.“Más que entender, ¿qué significa el trabajocolaborativo?, yo creo que debemos discutirjuntos ¿cómo lograrlo?, comprender si esfactible lograrlo” DIAG AGH.“El trabajo colaborativo no es lo mismo queel trabajo cooperativo, creo que colaborarimplica tomar consciencia de qué es lo quepretendemos hacer juntos” DIAG JMM.

Nuestra interpretación (o aterrizaje en el contexto de nuestro quehacer): En la construcción del capital profesional la colaboración entre los miembros de un equipo de trabajo es fundamental,la interacción y la ayuda mutua es esencial para la construcción de aprendizajes. El capital competencial que desarrollacada individuo se fortalece a través de la colaboración con sus pares, con lo que se va construyendo el capital social.Esto sucede en un contexto específico, en el caso de la supervisión escolar, se da en la comunidad de pares y en la inte-racción con los colegas y los colectivos escolares, en una suerte de retroalimentación que permite ir tomando decisio-nes a partir del análisis de los problemas que se presentan en el hacer cotidiano.

Desde la teoría:Desde el socioconstructivismo recuperamos la teoría del aprendizajecolaborativo, que incorpora la corriente tradicional del aprendizajecooperativo con Slavin (1999) y Johnson y Johnson (1999), adicionan-do aportes de teóricos neo-vigotskianos como la Teoría del Aprendi-zaje Situado y neo-piagetianos como la Teoría del Conflicto Sociocog-nitivo (Rogoff, 1993; Doise y Mugny, 1991; Wertsch, 1988). Para todoslos teóricos de la línea socioconstructivista, lo que destaca en losprocesos de aprendizaje es la posibilidad de construcción, la interac-ción sociocognitiva y el aprendizaje entre pares. El aprendizaje se da en un contexto social, afirma Bárbaro Rogoff(1993), es situado. Para Doise y Mugny (1991:45), es posible hablar deaprendizaje colaborativo “cuando dos o más sujetos emprenden unatarea intelectual que se transforma en un objetivo común, siendo losdiferentes participantes beneficiados con la elaboración conceptualconstruida a través del andamiaje mutuo”.

Cuadro 1. Noción: Trabajo colaborativo

Fuente: Elaboración propia.

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• El trabajo en las aulas, que se refiere a procedimien-tos y prácticas implementadas en clases para ase-gurar el logro de los objetivos de aprendizaje esti-pulados en las propuestas curriculares.

• El desarrollo de los estudiantes en aspectos biopsi-cosociales, el cual requiere apoyo por medio deprocedimientos y estrategias para velar por unadecuado desarrollo académico, afectivo y socialque tome en cuenta sus diversas necesidades,habilidades e intereses.

Así, a partir del trabajo colaborativo, fuimos cons-truyendo formas de trabajo que permitieron incidir enesas tres dimensiones.

Notas

1 Gilberto Guevara Niebla fue consejero del INEE y en elactual gobierno fue nombrado subsecretario de Edu-cación Básica de la SEP, de 2018 a 2019.

2 Para definir ese ideal, se hizo necesario que el equipode investigación analizase y reflexionase acerca de lamanera en que se realiza la supervisión, contrastán-dola con un planteamiento de futuro posible y detransformación que los propios supervisores pudie-sen delinear desde la reflexión de sus haceres coti-dianos y desde el reconocimiento de los saberesnecesarios que habrán de desarrollar para un desem-peño de calidad, discutiendo en todo momento quése entiende por calidad de la educación desde dife-rentes enfoques.

3 Para Arnal (1992), en el paradigma sociocrítico seadopta la concepción de que la teoría crítica es unaciencia social, esto es, no es meramente empírica niúnicamente interpretativa, “las aportaciones de esteparadigma se originan de los estudios comunitarios yde la investigación participante” (p. 98). A partir desus principios se promueven las transformacionessociales y se pretende dar respuesta a problemasespecíficos presentes al interior de las comunidadescon una notable participación de sus miembros.La crítica social en la cual se apoya el paradigma

sociocrítico, tiene un carácter profundamente auto-rreflexivo; desde lo epistémico es factible considerarque se construye conocimiento a partir de interesesque surgen de las necesidades de los grupos y “pre-tende la autonomía racional y liberadora del serhumano”. A través de la autorreflexión y del conoci-miento interno y personalizado cada sujeto es capazde tomar conciencia del rol que le corresponde dentrode una comunidad, de tal forma que el conocimientose genera a través de un proceso de construcción yreconstrucción sucesiva de la teoría y la práctica.

4 En campos como la psicología comunitaria, el desarro-llo internacional y la salud pública, la investigación -

acción implica que un investigador entra a una insti-tución o comunidad para hacer investigación junto cony no sobre los participantes. Ese tipo de investigaciónacción se llama Investigación Acción Participativa(IAP) y proviene de una tradición latinoamericana dePaulo Freire (1997) y Orlando Fals Borda (1987). Frei-re agrega una dimensión emancipadora a la IAP conla idea de empezar la investigación, no a partir depreguntas del investigador, sino de los “temas gene-radores” de los participantes.

5 El Programa de Modernización de la Función Supervi-sora (PMFS) se puso en marcha en 1997 en el subsis-tema federalizado del Estado de México, por la Direc-ción de Educación Secundaria y Servicios de Apoyo(DESySA) de los Servicios Educativos Integrados alEstado de México (SEIEM), dependiente de la Secre-taría de Educación del Estado de México. Se trató deuna política pública que tuvo el propósito de modifi-car las formas de trabajo de los integrantes de losequipos de supervisión, se hicieron actividades for-mativas, reuniones de trabajo, textos de apoyo, forosde presentación de proyectos; la instancia guberna-mental que impulsó este programa no sistematizó laexperiencia; sin embargo la mayoría de los integran-tes del equipo de supervisores que participamos enla investigación-acción, la vivimos; para nosotros fueenriquecedora, y un punto de partida importantepara nuestra propia investigación, preguntarnos ¿Porqué, si el propósito del programa era modificar lasformas de trabajo de los supervisores, esto no selogró?, ¿Qué hace falta para lograr esa transforma-ción?

6 Durante los ciclos escolares 2015-2016 y 2016-2017,estábamos viviendo una reforma educativa que depo-sitó en los supervisores gran parte de la responsabi-lidad de implementación, nos vimos abrumados conuna gran carga de trabajo, como impulsar la concre-ción del Acuerdo 717 en el que se concebía la necesi-dad de impulsar la autonomía en la gestión escolar,la política educativa hablaba de poner a la escuela alcentro de las decisiones, promoviendo que los colec-tivos escolares tomaran la “rienda” de sus propiosprocesos de mejora a través del diseño de una ruta demejora que implicaba realizar diagnósticos y propo-nerse un camino específico para resolver los princi-pales problemas que le aquejan; los supervisoresdebíamos impulsar estos procesos de toma de deci-siones; sin embargo, no estábamos del todo prepara-dos para ello, nuestra experiencia quizá no era sufi-ciente, sobre todo por los “usos y costumbres” de losprocesos de formación, de desarrollo profesional, enel que habíamos estado inmersos durante años; ade-más debíamos promover el desarrollo de los proce-sos de evaluación del desempeño del personal, sinhaber recibido orientaciones al respecto.

7 Del total de integrantes del equipo de supervisiónhemos tenido varias bajas (por jubilación) y la incor-poración de compañeros cuya trayectoria laboral

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deviene de procesos de política educativa diferentesal nuestro, ellos arribaron a la función supervisorapor examen, su llegada sirvió también de punto deconfrontación.

8 Las siglas “DIAG” corresponden a Diagnóstico, E1, E2,E3 a los ejercicios realizados para el diagnóstico;“DC” es Diario de Campo y en todos los casos seincorporan las iniciales que identifican al sujeto par-ticipante. “GD (1) JAP”, en donde GD es grupo de dis-cusión, el número entre paréntesis es el número desesión del grupo de discusión y se agregan las inicia-les del sujeto participante. “TF S1 AGH”, en donde TFes Trayecto Formativo, S1 es el número de sesiónseguido de las iniciales del sujeto participante.“CONV S3 120418”, en donde CONV es Conversación,en este caso se numeraron los sujetos y se colocó lafecha en la que se realizó la conversación.

9 Consideradas a partir de los constructos teóricos reali-zados por Donald Schön (1987) en torno al profesio-nal reflexivo.

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ARTÍCULOS

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

La transformación del supervisor escolar: una experiencia desde…

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In view of academic indications that allude to an attempt to depoliticize the Mexican population, together withthe recent insurgency of populist-nationalist movements around the world, it is imperative to question and rese-arch the state of training in political culture of different social welfare sectors and key groups. This article exploresthe experiences and practices linked to political culture qualities that students in undergraduate programs andinstitutions related to the education field develop during their initial professional training. These experiences areinvestigated through a survey type study with an exploratory scope based on a sample of n=306 students fromfive bachelor programs belonging to three types of higher education institutions from three municipalities of thestate of Baja California. Main findings show that 63.7 per cent of participants do not know what political cultureis. Also, significant differences emerge between undergraduate programs and types of institutions concerningtheir political culture training experiences.

Key Words: Initial Professional Training, Political Culture, Normal Schools, University, Educational Agents.

La formación en cultura política en licenciaturas del campo educativo en Baja California

ANA KARINA MEZA-RUBIO,1 ISRAEL MORENO-SALTO,2

EMILIA CRISTINA GONZÁLEZ-MACHADO3

Political Culture training in Bachelor Degrees of the Educational Field in Baja California

1 Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Autónoma de Baja California. Contacto: [email protected] Faculty of Education, University of Cambridge. [email protected] Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Autónoma de Baja California. [email protected]

Re su menAnte señalamientos académicos que hacen alusión a un intento de despolitización de la población mexicana,

aunado a la insurgencia reciente de movimientos populistas-nacionalistas alrededor del mundo, resulta impe-rante indagar y cuestionar el estado de la formación en cultura política de distintos sectores y grupos clave enmateria de bienestar social. Este artículo explora las experiencias y prácticas relacionadas con cualidades de cul-tura política que estudiantes adscritos a licenciaturas e instituciones del campo educativo desarrollan durante suformación inicial profesional. Mediante un estudio de tipo encuesta, se indagan estas experiencias a partir de unamuestra de n = 306 estudiantes de cinco licenciaturas pertenecientes a tres tipos de instituciones de educaciónsuperior y tres municipios de Baja California. Hallazgos principales muestran que 63.7% de los participantes des-conocen lo que es cultura política. También, sugieren diferencias significativas entre licenciaturas y tipos de ins-tituciones con respecto a sus experiencias formativas en cultura política.

Palabras clave: Formación Inicial Profesional, Cultura Política, Normales, Universidad, Agentes Educativos.

Abstract

Recibido: 1 de abril de 2020Aceptado: 4 de junio de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

El fin de la Segunda Guerra Mundial dio lugar alsurgimiento y avance de plataformas teóricas e insti-tucionales que gestaron discusiones en torno a la for-mación en cultura política. Lo anterior se vislumbraen consensos para que los individuos y naciones seapropiaran y reprodujeran una cultura política conmiras hacia la paz, el desarrollo, la democracia y lajusticia social que se expresa en diversos documentosfilosóficos y normativos de carácter internacional(ONU, 1948; 1966; 1976). Estos acuerdos coinciden enposicionar a la educación formal como uno de losespacios cruciales para el desarrollo de la culturapolítica a través de una formación que debía serentendida como una “…disciplina específica, históri-camente concreta y vinculada al Estado” (Wittkämper,1978:32).

Actualmente, escuchar o leer el concepto de cultu-ra política en el campo teórico educativo y los espa-cios de la formación docente en México suele generartensiones debido a la asociación de este término conpartidos políticos, gobernantes, conflictos y contro-versias. Aunque muchos de los problemas socialesque hay en la actualidad distan de los estragos de laposguerra, frecuentemente emergen o resurgen con-flictos, problemáticas y categorías que requieren deuna formación sólida en cultura política para poderconfrontarlos. Por ejemplo, hoy vivimos con gran fuer-za la insurgencia de movimientos populistas tanto dederecha como de izquierda con pinceladas de discur-sos nacionalistas. Estos hechos representan seriosriesgos y desafíos para los derechos humanos, la jus-ticia social y el bienestar en todo el mundo (Rodríguezy Gómez, 2018). En el entendido que son las escuelas,los docentes, las autoridades escolares y las autorida-des educativas algunos de los primeros frentes en elavance de la cultura política de la población mexica-na, resulta fundamental explorar sus experiencias yprácticas en este campo durante su formación inicialprofesional.

El presente artículo deriva de una investigaciónque busca aportar de manera general evidencia empí-rica al campo de la cultura política y de la formaciónen cultura política, y en particular a los campos de laformación docente y formación en áreas educativas.El estudio se limitó a explorar la formación en culturapolítica durante la formación inicial profesional, des-de la perspectiva de los futuros agentes educativos enMéxico. Lo anterior con el propósito de dar cuenta del

estado que actualmente guarda este fenómeno y lasimplicaciones que esto representa para el campo edu-cativo y para la sociedad en general.

Este texto está organizado en cuatro seccionesnodales con algunas ramificaciones. La primera sec-ción conceptualiza la cultura política a través de tresacepciones distintas, enmarca el papel que tiene laeducación formal en su conformación, y discute laliteratura especializada del tema en cuestión. Poste-riormente, se describe la metodología con la cual fuellevada a cabo la investigación. En tercera instancia,se presentan y exploran los principales hallazgos.Finalmente, a manera de discusión se reflexiona entorno a algunas implicaciones de las conjeturas emer-gentes del estudio, se discuten limitaciones de lainvestigación, así como áreas de oportunidad parafutura indagación.

¿Qué es la cultura política?

Para comprender lo qué es cultura política y lamanera como aquí se aborda y explora, es necesarioprecisar que existen distintas corrientes de esta cate-goría teórica. De manera generalizada, se puedeencontrar tres acepciones dominantes: (a) politológi-ca, (b) socio antropológica, y (c) marxista. La corrientepolitológica define a la cultura política como: “…orientaciones específicamente políticas, posturasrelativas al sistema político y sus diferentes elemen-tos, así como actitudes con relación al rol de uno mis-mo dentro de dicho sistema” (Almond y Verba,1963:30). Desde la socio antropología se entiendecomo un “conjunto de conocimientos, sentimientos,representaciones, imaginarios, valores, costumbres,actitudes y comportamientos (…) en relación con elfuncionamiento de la acción política en la sociedad”(López de la Roche, 1993:95). Por último, desde lacorriente marxista es entendida como “…una parte dela superestructura de una sociedad” (Gibbins, 1989:4).Este corpus teórico argumenta que: “…la cultura polí-tica depende finalmente de la ideología de las clasesdominantes, clases que se encargan de imponer unavisión de la realidad” (Millán, 2008:43).

Aunque las formas de interpretar a la cultura polí-tica no son homogéneas como se puede apreciar enlas conceptualizaciones anteriores, las tres perspecti-vas coinciden en una serie de cualidades y caracterís-ticas ontológicas, mismas que sirvieron como basepara el trabajo empírico de esta investigación. Lassimilitudes radican en que la cultura política: (a) “…mantiene relaciones complejas de interacción con la

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economía, la estructura social y la esfera político-ins-titucional” (Jorge, 2015:371); (b) “…se construyesocialmente, a través de la comunicación y conviven-cia en los grupos en los que el individuo se encuentrainserto en su vida cotidiana, a partir de la informaciónque recibe por diversos medios” (Lozano, 2018:4) y (c)“…su función como condición educativa fundamentalpara el aprendizaje es crucial para establecer formasde alfabetización cultural en diversas esferas socialese institucionales” (Giroux, 2001:18).

Función de la educación en la cultura política

La función que tiene la educación formal en laconformación de una cultura política varía depen-diendo del enfoque en cuestión. En la corriente poli-tológica, de acuerdo con Parsons (1962): “…la escue-la educa a individuos para la vida social futura einculca normas y valores desarrollados por una socie-dad, los cuales de cierto modo son exteriores a ellos”(p. 435). A su vez, desde la perspectiva socio-antropo-lógica: “…la escuela revelaría una lucha cultural entresujetos determinados por elementos como clase,raza, género y religión. En estas interrelaciones sevive y se constituye la cultura y los sujetos en razónde sus experiencias” (Smith, 2000:88). Por su parte,Giroux (1986) enmarcado en el marxismo sostieneque: “…el sistema educativo refleja intereses dedominación y se propone operar como transmisor derepresentaciones y prácticas que facilitan la legitima-ción y reproducción de intereses dominantes en unorden social” (p. 207). Las tres funciones anterioresdenotan similitudes y diferencias tanto en sustanciacomo en propósito. Coinciden en posicionar a laescuela y los procesos educativos como relés (Berns-tein, 2000) fundamentales en el desarrollo de la cul-tura política.

Actualmente, en el contexto mexicano, Plá (2018)argumenta que los mecanismos y esfuerzos institucio-nales incrustados en el ADN del Modelo Educativo2017 conllevan selectividades estructurales que tien-den a la despolitización del ciudadano mexicano,debido a la omisión de temas como: “…pobreza,redistribución de la riqueza, justicia social, las luchascampesinas, indígenas u obreras” (p. 244). El señala-miento académico de Plá (2018) es grave y no debetomarse a la ligera. Por el contrario, dicha hipótesisdebe ser puesta a prueba en los diferentes contextos,grupos, niveles y procesos que conforman el sistemaeducativo Mexicano. En este escenario, indagar losprocesos de formación en cultura política de los futu-

ros agentes educativos durante su formación profe-sional cobra mayor relevancia.

El estudio de la cultura política en el marco de laeducación formal

Los estudios que exploran los procesos de forma-ción en cultura política lo han hecho a través de suscualidades y componentes, tales como el civismo, laformación ciudadana y la formación política, por men-cionar algunos. Estas indagaciones se enfocan princi-palmente desde la educación básica y a partir delcurrículo, la didáctica y el docente (Avellaneda, 2013;Elizondo y Rodríguez, 2009; Quiroz y Jaramillo, 2009;Santisteban, 2004; González, 2003; Emler y Frazer,1999; Frazer, 1999; Parry, 1999; White, 1977).

A escala de Latinoamérica, Henao y Álvarez (2015)realizan un análisis conceptual de los imaginarios decultura política y democracia en Colombia con elobjetivo de entender el ideal de formación ciudadanaque han construido históricamente. En primera ins-tancia definen a la cultura política a través de tresaproximaciones teóricas que se identifican como lapsicologista, la socio antropológica y una tercera quela estudia desde lo político, lo cultural y lo educativo.Con este marco, abordan la relación de la escuelacolombiana con la cultura política retomando leyesque han sido fundamentales para políticas educati-vas, cuya finalidad ha sido “…establecer el papel de lainstitución escolar en la formación ciudadana en cul-tura política para el ejercicio de la democracia” (ibíd.,p. 149). Reconociendo que en Colombia la culturapolítica se ha caracterizado por el autoritarismo y vis-lumbrando condiciones legales para dar paso al ejer-cicio de una democracia participativa, los autoresrecomiendan pensar en la escuela como un espaciopolítico que posibilite: “…acciones éticas tendientesa ampliar los espacios de participación, pluralidad,respeto y deliberación de los integrantes de la comu-nidad educativa, que circulan en la escuela, para quereconozcan la diversidad de identidades ciudadanaspresentes dentro y fuera de ella” (ibíd., p. 168).

En México, González (2009) indaga la conforma-ción de la cultura política de las adolescentes y losadolescentes, situando el papel de la escuela en esteproceso. El concepto de cultura política que utiliza seubica en la corriente socio antropológica, entendién-dola como: “…resultado de la construcción que laspersonas hacen al internalizar el sistema político encreencias, sentimientos, concepciones y valoracio-nes” (ibíd., p. 5). Partiendo de ese punto, mediante la

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observación en los salones de clase de una secunda-ria y la aplicación de un cuestionario que explora seiscategorías: (a) participación social; (b) participaciónescolar; (c) educación ciudadana; (d) medios decomunicación; (e) percepción de los problemassociales y su solución; (f) confianza, concluye que laescuela se encuentra enmarcada: “…por una concep-ción de comunidad compuesta por la diversidad desujetos sociales que están presentes, con ideas, ima-ginarios, expectativas y proyectos diversos, desde loscuales se configura día a día el propio espacio esco-lar” (ibíd., p. 14).

En el contexto de la Educación Superior se iden-tifica la aportación de Lozano (2018), en la cual seanaliza la cultura política de estudiantes de universi-dades interculturales ubicadas en las regiones Cen-tro, Sureste y Golfo de México, brindando informa-ción respecto al conocimiento que tienen de política,la percepción y el nivel de confianza en las figuras deautoridad y sus actitudes ante los partidos políticos,el voto y las elecciones. El autor enuncia en susresultados que: “…hay estudiantes con ciertos ras-gos de una cultura política democrática. Sin embar-go, también hay indicios de lo contrario, de estu-diantes desinformados, con poco interés en la políti-ca” (ibíd., p. 10).

La literatura existente en el campo de la forma-ción en cultura política denota la necesidad de ir másallá de la lectura del currículo y explorarla integral-mente desde sus distintas perspectivas. Las investi-gaciones que se orientan a caracterizar explícitamen-te la formación en cultura política por medio de prác-ticas, expresiones y conocimientos en las escuelasformadoras de agentes educativos son escasas. Amanera de contraste, el presente artículo busca ofre-cer una mirada a las prácticas, expresiones y conoci-mientos asociados a la cultura política que se desa-rrollan en las instituciones y licenciaturas formadorasde diversos agentes educativos.

Método

El diseño de investigación del cual deriva esteartículo es de tipo encuesta, y su alcance es explora-torio (Creswell, 2012). La población objetivo fueronlos estudiantes inscritos (2018-2) en licenciaturascuyo campo de ocupación es la educación preescolar,primaria, especial, intervención educativa y cienciasde la educación de instituciones de educación supe-rior públicas en el estado de Baja California. Lamuestra (n = 306) está compuesta de estudiantes de

quinto y séptimo semestres de cuatro institucionesubicadas en tres municipios. Como consecuencia delas limitaciones operativas para poder obtener unamuestra estratificada de las diferentes instituciones,la investigación se limitó a un muestreo intencional yde voluntarios, por lo tanto, constituye una muestrano probabilística (Bryman, 2012; Cohen, Manion yMorrison, 2007).

El cuestionario se aplicó de manera impresadurante el mes de diciembre del 2018. Estuvo com-puesto por 57 ítems de carácter dicotómicos y/o derespuesta de opción múltiple (escala tipo Likert). Laspreguntas fueron administradas en tres seccionesdenominadas: (a) datos personales, (b) conocimien-to-percepciones y (c) experiencias formativas. Esnecesario precisar que en la sección denominadaexperiencias formativas, compuesta por 43 ítems, seexploraron cuatro categorías de cultura política, acontinuación, se describen tres que se discuten eneste artículo: a) Ejercicios políticos extraclase. Esta categoría indaga las

actividades políticas que, por medio de la promo-ción en el espacio escolar, realiza el estudiante.Estas comprenden desde la participación en pro-puestas, manifestaciones y elecciones para gober-nantes, hasta la expresión de opiniones políticas yeducativas a través de medios alternativos, talescomo las redes sociodigitales. Los componentesde esta categoría se fundamentan en las corrientessocio antropológica y politológica.

b) Competencias de formación política. Se analizan pormedio del currículo las competencias de forma-ción política que desarrollan los estudiantes. Seconforma por: competencia de especialización,competencia social, competencia cultural, compe-tencias del juicio político, competencias de laacción política, competencias metódicas y compe-tencias relacionadas con el saber de la especiali-dad (Wittkämper, 1978; Lobatón-Patiño, 2016). Lascorrientes en las que se basan esta categoría sonlas tres anteriormente referidas, aunque la mayorparte se obtuvo de la corriente politológica.

c) Prácticas democráticas. Por último, se examinan cuali-dades democráticas que los estudiantes adquierenpor medio del trabajo en el aula. Las característi-cas exploradas son la tolerancia, el respeto, lacomunicación, el compromiso, la honestidad y lacooperación. La corriente desde la cual se entien-de esta categoría es principalmente la marxista y,en menor medida, la socio antropológica.

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En lo que refiere al análisis de datos, la informa-ción estuvo sujeta primeramente a un análisis univa-riante, específicamente de frecuencias, y en segundainstancia a un análisis no paramétrico bivariante queempleó pruebas estadísticas como Chi-cuadrado deindependencia, y pruebas post hoc con base en el cálcu-lo de residuales (Franke, Ho y Christie, 2011; Sharpe,2015). El procesamiento de datos y las pruebas se rea-lizaron en el programa denominado Statistical Packa-ge of Social Sciences (SPSS) en su versión 23. El Cua-dro 1 muestra las características generales de los par-ticipantes.

¿Conocen los futuros agentes educativos lo que escultura política?

Los resultados del cuestionario muestran que el63.7% (195) de los participantes contestó que nosaben lo que es cultura política, mientras que 36.3%(111) respondieron que sí. Mediante una prueba deChi-cuadrado de independencia se determinó la aso-

ciación significativa entre las variables: (a) conozco loque es cultura política y (b) el nivel de escolaridad delos padres, χ2 (4, n = 306) = 14.22, p = 0.00. El Cuadro2 muestra la dinámica de esta asociación.

En la proyección anterior (Cuadro 2) se muestra unleve incremento porcentual de estudiantes que afir-maron conocer lo que es cultura política asociado conel nivel de estudios de alguno de los padres de fami-lia. Se puede observar que el porcentaje de estudian-tes fue menor en los grupos de participantes cuyospadres de familia no tienen estudios o sólo cuentancon estudios de primaria, en contraste con los estu-diantes cuyos padres tienen nivel de estudios desecundaria, preparatoria o licenciatura.

Por medio de una segunda prueba de Chi-cuadra-da de independencia se determinó la asociación sig-nificativa entre las variables: (a) conozco lo que escultura política y (b) licenciatura, χ2 (4, n = 306) =14.42, p = 0.00. Los resultados post hoc señalan que elporcentaje de estudiantes de la licenciatura en edu-cación primaria (41.0%) e intervención educativa

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CategoríaQuintoSéptimoTotalNormalU. PedagógicaU. AutónomaTotal7.1 a 8.08.0 a 9.09.1 a 10TotalSin estudiosPrimariaSecundariaPreparatoriaLicenciatura +Total

n19910730613994733062810916930624236196102306

%65.035.010045.430.723.91009.235.655.21007.87.519.931.433.3100

VariableSexo

Municipio

Edad

Licenciatura

Cuadro 1. Características de participantes

CategoríaFemeninoMasculinoTotalTijuanaMexicaliEnsenadaTotal18 a 2021 a 2324 y másTotalPreescolarPrimariaEspecialIntervenciónCs. De la Ed.Total

Fuente: Elaboración propia.

n252543061707363306105150513066939467973306

%82.417.610055.623.920.610034.349.016.710022.512.715.025.823.9100

VariableSemestre

Tipo de escuela

Promedio de estudios

Escolaridad de los padres

Total11136.3%19563.7%306100%

No

Total

Cuadro 2. Conozco lo que es cultura política y escolaridad de los padres

Sin estudios3

12.5%21

87.5%24

100%

Primaria3

13.0%20

87.0%23

100%

Secundaria23

37.7%38

62.3%61

100%

Preparatoria37

38.5%59

61.5%96

100%

Licenciatura45

44.1%57

55.9%102100%

Fuente: Elaboración propia.

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(50.6%) que dijo conocer lo que es cultura política,distó sustancialmente de la licenciatura en educa-ción preescolar (21.7%). Replicando el método deanálisis anterior, se determinó una relación significa-tiva entre las variables: (a) conozco lo que es culturapolítica y (b) tipo de institución, χ2 (2, n = 306) =8.86, p = 0.00. Se observa que el porcentaje de estu-diantes del tipo de institución universidad pedagógi-ca que afirmó conocer lo que es cultura política(47.9%), destaca por sobre el 35.6% de la universidadautónoma y el 28.8% de los normalistas. No seencontraron asociaciones significativas entre la varia-ble (a) conozco lo que es cultura política y las varia-bles de: semestre χ2 (1, n = 306) = 1.44, p = 0.23; edadχ2 (2, n = 306) = 5.77, p = 0.06; sexo χ2 (1, n = 306) =1.13, p = 0.28; o municipio en que habitan χ2 (2, n =306) = 4.607, p = 0.10.

Estado de las competencias, ejercicios y prácticaspolíticas

Si bien los resultados de la sección anterior sugie-ren que un porcentaje considerable de estudiantesdesconocen lo que es cultura política, esto no los exi-me de haber tenido, posiblemente sin estar conscien-te de ello, acercamiento con competencias, ejercicioso experiencias asociadas a la cultura política. En elCuadro 3 se muestran los resultados que correspon-den a algunas de las experiencias ligadas a culturapolítica durante la formación inicial profesional de los

estudiantes inscritos en instituciones y licenciaturasformadoras de agentes educativos.

Competencias de formación política

Los resultados expuestos en el Cuadro 3 señalanque 48.0% de los participantes opinaron que los con-tenidos de las asignaturas siempre o casi siempre lespermiten relacionar controversias actuales de la polí-tica con fenómenos educativos. Mientras que 13.1%compartió que nunca o casi nunca sucede así y 38.6%que a veces. Por otra parte, 28.4% de los educandoscomentaron que los temas educativos son reconoci-dos como temas políticos nunca o casi nunca. Encomparación, el 33.3% aseguró que siempre o casisiempre, y el 36.6% que a veces. Al examinar la asocia-ción entre la variable anterior y el tipo de institución,se encontró una relación significativa, χ2 (4, n = 306)= 35.47, p = .000. Los resultados post hoc señalan quela proporción de estudiantes de la universidad autó-noma (49.30%) que consideraron que siempre o casisiempre los temas educativos son reconocidos comotemas políticos, dista de los participantes de la uni-versidad pedagógica (22.96%) y los de la escuela nor-mal (38.30%).

Utilizando el mismo método de análisis, se deter-minó una relación significativa entre las variables: (a)los contenidos de las asignaturas permiten relacionarcontroversias actuales de la política con fenómenoseducativos y (b) tipo de institución, χ2 (4, n = 306) =

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Total

305(99.7%)

300(98.0%)

306(100%)304

(99.3%)

305(99.7%)

305(99.7%)

ÍtemsCompetencias de formación política

Los contenidos de las asignaturas permiten relacio-nar controversias actuales de la política con fenó-menos educativos.Los temas educativos son reconocidos como temaspolíticos.

Ejercicios políticos extraclaseSe fomenta la presentación de iniciativas antepoderesSe fomenta la participación en protestas, demostra-ciones o manifestaciones.

Prácticas democráticasLos proyectos realizados para las asignaturas me per-miten reflexionar sobre valores básicos del sistemademocrático.Los proyectos realizados en las asignaturas se orien-tan hacia la solución teórica y práctica de proble-mas actuales colectivos.

Cuadro 3. Competencias, ejercicios y prácticas políticas

Casi nunca/Nunca

40(13.1%)

87(28.4%)

206(67.3%)174

(56.9%)

22(7.2%)

5(1.6%)

Nota: Los porcentajes que no suman 100% muestran los casos faltantes.Fuente: Elaboración propia.

A veces

118(38.6%)

111(36.3%)

66(21.6%)90

(29.4%)

73(23.9%)

42(13.7%)

Casi siempre/Siempre

147(48.0%)

102(33.3%)

34(11.1%)40

(13.1%)

210(68.6%)

258(84.3%)

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50.44, p = 0.00. Los resultados post hoc señalan que el70.83% de los estudiantes de la universidad autónomarespondió que siempre o casi siempre los contenidosde las asignaturas les permiten relacionar controver-sias actuales de la política con fenómenos educativos.A modo de contraste, en la universidad pedagógicasolamente 53.2% perciben esto y en la escuela normalel 33.09%.

Ejercicios políticos extraclase

El Cuadro 3 muestra un 67.3% de encuestados querespondió que nunca o casi nunca se fomenta en suinstitución la participación para presentar iniciativasante los poderes de gobierno, destacando por sobre el21.6% cuya respuesta fue a veces y el 11.1% que con-sideró nunca o casi nunca. Asimismo, 56.9% de losestudiantes contestó que casi nunca o nunca se pro-mueve la participación en protestas, demostracioneso manifestaciones, 29.4% a veces y 13.1% nunca o casinunca.

Al aplicar una prueba de Chi-cuadrado entre lasvariables: (a) se promueve la presentación de iniciati-vas ante poderes de gobierno y (b) tipo de institución,el resultado sugiere una relación significativa χ2 (4, n= 306) = 34.59, p = 0.00. La prueba post hoc destaca el22.3% de estudiantes de la universidad autónoma queexpresó siempre o casi siempre se promueve la pre-sentación de iniciativas ante los poderes de gobierno,en comparación con el 10.8% de alumnos de la escue-la normal cuya opinión fue la misma. Por su parte, enla universidad pedagógica solamente el 2.1% conside-ró esta opción.

Empleando la misma ruta de análisis se determinóuna relación significativa entre las variables: (a) sepromueve la participación en protestas, manifestacio-nes o demostraciones y (b) tipo de institución, χ2 4, n= 306 = 32.55, p = 0.00. Los resultados post hoc señalanque en la universidad autónoma el 29.2% respondióque siempre o casi siempre se promueve la participa-ción en protestas, manifestaciones o demostraciones,a diferencia del 10.1% de la escuela normal y el 5.3%de la universidad pedagógica que consideraron lomismo.

Prácticas democráticas

Por último, el Cuadro 3 muestra un 68.6% de parti-cipantes que coincidió en que siempre o casi siemprelos proyectos realizados para las asignaturas les per-miten reflexionar sobre los valores básicos del siste-

ma democrático. En comparación, 23.9% respondió aveces y 7.2% nunca o casi nunca. Por otro lado, seidentifica un 84.3% de encuestados que afirmaronsiempre o casi siempre los proyectos realizados en lasasignaturas se orientan hacia la solución teórica ypráctica de los problemas actuales colectivos, mien-tras que un 1.6% consideró que nunca o casi nunca.

Al aplicarse una prueba de Chi-cuadrado entre lasvariables: (a) los proyectos realizados para las asigna-turas me permiten reflexionar sobre los valores bási-cos del sistema democrático y (b) tipo de licenciatura,se observa una relación significativa, χ2 (4, n = 306) =30.38, p = 0.00. La prueba post hoc señala que un83.45% de participantes de la licenciatura en interven-ción educativa respondieron que siempre o casi siem-pre los proyectos realizados para las asignaturas lespermiten reflexionar sobre los valores básicos del sis-tema democrático. En contraste, 43.48% de los estu-diantes de la licenciatura en educación especial eli-gieron la misma opción. Posteriormente, se indagó larelación entre las variables: (a) los proyectos realiza-dos en las asignaturas se orientan hacia la soluciónteórica y práctica de problemas actuales colectivos y(b) tipo de licenciatura, determinándose una relaciónsignificativa χ2 (4, n = 306) = 27.19, p = 0.00. La prue-ba post-hoc encuentra que el 97.47% de los participan-tes de la licenciatura en intervención educativa res-pondieron que siempre o casi siempre los proyectosrealizados en las asignaturas se orientan hacia lasolución teórica y práctica de problemas actualescolectivos, diferenciándose del 69.57% de la licencia-tura en educación especial que optó por la misma res-puesta.

Discusión

Este artículo se propuso dar cuenta de algunasexperiencias asociadas a la formación en cultura polí-tica que se desarrollan en instituciones y licenciatu-ras formadoras de agentes educativos en el estadoBaja California. Para llevarlo a cabo se indagó en lasprácticas de cultura política a través de tres enfoques:(a) politológico, (b) socio-antropológico y (c) marxis-ta. Se encontró que la frecuencia con la que se favo-rece la participación en ejercicios políticos extraclasees considerablemente menor a la frecuencia de favo-recimiento de competencias de formación política yde prácticas democráticas. De acuerdo con las defini-ciones de cultura política y sus respectivas caracterís-ticas, la evidencia del presente estudio parece indicaruna tendencia a la formación en cultura política des-

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de el enfoque politológico. Esta corriente comprendeasuntos como: (a) la capacidad de rellenar una pape-leta electoral; (b) el conocimiento acerca de la inte-rrelación de las distintas instituciones de un estadodemocrático; (c) los procedimientos de dominaciónestatal; (d) hasta la capacidad de conjugar esferasaisladas en un cuadro de conjunto que suele corres-ponder con la generalidad de la verdad del propioestado (Wittkämper, 1978). Los datos recolectadosindican que las variables: (a) tipo institución y (b)licenciatura, son clave en diferencias significativascon respecto de las experiencias de formación en cul-tura política.

Resulta interesante encontrar que siendo la uni-versidad pedagógica el tipo de institución que cuentacon la mayor proporción de sus participantes quienesafirman conocer lo que es cultura política (47.9%) es asu vez la que destaca por ser el tipo de escuela con lamenor proporción en cuanto a la promoción y partici-pación en actividades extraescolares ligadas a la cul-tura política (2.1%). Una posible explicación a estopudiera ser que sus experiencias se limitan al planoteórico. Esta situación indicaría, de acuerdo con Gon-zález (2009), que en la formación inicial profesional deestos participantes se dejan de lado experiencias departicipación que son las bases para la construcciónde una cultura política democrática y, por lo tanto, deun sistema democrático estable.

Otro hallazgo interesante apunta a la proporciónde encuestados de la universidad autónoma (49.30%)que contestaron que siempre o casi siempre lostemas educativos son reconocidos como temas políti-cos. Sin embargo, menos de la mitad de sus encues-tados afirmaron conocer lo que es cultura política(35.6%). Es posible que esta cuestión sea consecuen-cia de que en el espacio escolar mexicano impera lacorriente politológica, la cual tiene una inclinacióncívica e institucionalista. Desde esta perspectiva, lafunción de la cultura política es que los individuos seadapten a los roles asignados para la continuidad delsistema (Smith, 2000; González, 2009). Sin embargo,dadas las condiciones de pobreza, violencia, injusticiasocial, desigualdad, discriminación y otros problemassociales en México, este tipo de formación en culturapolítica resulta insuficiente.

Las experiencias de formación en cultura políticaen escuelas normales representan contribucionesrelevantes para el campo. Por ejemplo, en este tipo deinstitución fue la que menor porcentaje de alumnosexpresó conocer lo que es cultura política (28.8%) ytambién ostenta la menor proporción de participantes

que comentan que siempre o casi siempre se promue-ve su participación en protestas (10.1%). Esto es pro-blemático porque Ovelar (2005) argumenta que losdocentes son clave en la construcción de la culturapolítica y por ende de sociedades más democráticas,pues las relaciones de los educadores con los educan-dos tienen un sentido político al forjar formas de leerdel mundo, sus personas y relaciones, así como lamanera en relacionarse con los demás y su contexto.Las licenciaturas en preescolar, primaria y educaciónespecial presentaron porcentaje escasos de alumnosque optaron por la respuesta casi siempre al pregun-társeles por la promoción en eventos que permitencompartir y discutir opiniones políticas y educativascon otros. Lo anterior también es problemático por-que la población de los niveles que atienden estaslicenciaturas, al ser de las más vulnerables, requierende una cultura política fortalecida para lograr avancesen temas de justicia social como reconocimiento yrepresentación (Fraser, 2006).

Una de las principales limitaciones del presenteestudio radica en su muestra no probabilística. Loanterior limita la posibilidad de realizar inferenciascon respecto a la población. También es importanteprecisar que las características de cultura políticaexploradas se enmarcan en paradigmas occidentales.Como consecuencia, se descartan las cualidades delconcepto en cuestión de cualquier otro paradigmaexistente. El propio diseño de estudio también puedeconsiderarse una limitación, dado el tipo de datosque se puede obtener con relación a experiencias deformación mediante la técnica de encuesta. Dicho loanterior, es necesario enfatizar la naturaleza explora-toria del estudio, su afán de ofrecer una mirada alcontexto particular de Baja California, y servir comoreferente para futuras indagaciones.

Resulta importante seguir explorando la culturapolítica que se desarrolla en la educación formal másallá de lo curricular, que se centra únicamente en losaspectos institucionales y cívico, que, aunque comoya se mencionó, son indispensables, resultan conoci-mientos escasos para el establecimiento de socieda-des más críticas, justas y democráticas. Respecto dela educación superior, además harían falta estudiosque plantearan pasar de la teoría a la práctica y lapráctica más allá del aula, “…provocar a los estudian-tes a reflexionar, analizar, involucrarse en el diálogocrítico, abordar cuestiones sociales importantes y cul-tivar una serie de capacidades que les permitan ir másallá del mundo que ya conocen” (Giroux, 2013:19).

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Results from a correlational study centered in the search of predictor elements in the academic achievementof the student body at the Health Sciences University Center in the University of Guadalajara are presented withthe intention of guiding the job of those in charge of tutoring them. The data considered for the analysis included:grade point average, results from the academic aptitude test (PAA), reading comprehension test (PL) and averagescore from the first semester grades.

Results show that the grade point average from their previous school where they obtained their high schooldiploma, is the best predictor for academic achievement above the obtained results in the PAA and the PL. Thismight be associated to the fact that the previous grade point average accounts for reliable indicators as studyhabits, family support, emotional and economic stability, etc. It would be possible to carry out further studies

Predictores del desempeño académico del alumnado del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara

MARTHA PATRICIA ORTEGA-MEDELLÍN,1 VERÓNICA MAGDALENA MARÍN-MARTÍNEZ,2

ORLANDO REYNOSO-OROZCO,3 BAUDELIO LARA-GARCÍA4

Academic Achievement Predictors in the Student Body of the Health Sciences University Center at the University of Guadalajara

1 Departamento de Psicología Básica, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected]

2 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected]

3 Departamento de Políticas Públicas, Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Universidad de [email protected]

Re su menSe presentan los resultados de un estudio de correlación centrado en la búsqueda predictores del desempeño

académico de estudiantes de primer semestre de diferentes licenciaturas del Centro Universitario de Ciencias dela Salud de la Universidad de Guadalajara, con la intención de orientar el trabajo de quienes se encargan de sututoría. Como indicadores del desempeño académico se utilizaron: el promedio de escuela de procedencia (PEP),resultado de Prueba de Aptitud Académica (PAA), integrado por los resultados de la prueba de comprensión lec-tora (PL) y el promedio general del primer semestre de la carrera (PG). En nuestros resultados el PEP es el mejorpredictor del desempeño académico por sobre los resultados obtenidos en la PAA y en la PL. Esto puede estarasociado a que el promedio del grado anterior da cuenta de indicadores confiables como los hábitos para el estu-dio, el apoyo familiar, la estabilidad emocional y económica; además de que es el resultado histórico del desem-

Abstract

Recibido: 30 de marzo de 2020Aceptado: 31 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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about learning styles and strategies that students develop to increase school grades in and environment in whichhigh scores are overly privileged.

Key Words: Academic Achievement, Students, Reading Skills, Admission Profile, Tutoring Process.

4 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected]

Las personas autoras desean agradecer el apoyo del equipo académico, administrativo y de investigación de los departamentos involu-crados en la realización de este reporte, en especial el de Andrés Apolonio González Tafoya por su invaluable colaboración para su con-creción.

peño académico, lo que pudiera estar también asociado a las diferencias individuales en el control cognitivo yregulación de la conducta del estudiante. Cabría realizar posteriores estudios sobre estilos de aprendizaje y estra-tegias que desarrolla el estudiantado para incrementar la calificación en un ambiente en el cual se privilegia,excesivamente, el tener una alta calificación.

Palabras clave: Desempeño académico, Alumnado, Competencias lectoras, Perfil de ingreso, Tutoría.

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Introducción

La selección de candidatas y candidatos que tienenposibilidades de tener un buen desempeño académi-co y de completar sus estudios es una importanteconsideración que tienen las universidades del mun-do debido a la necesidad de optimizar los recursos.Este es el caso también de la Universidad de Guada-lajara (UdeG).

Dados los altos costos económicos, pero sobretodo sociales, que implica la deserción, reprobación yrezago de las alumnas y los alumnos de la UdeG, sehan sugerido mecanismos para asegurar que quienesaspiran a convertirse en parte del alumnado de algunade sus carreras, cuenten con las características que lespermitirán tener éxito durante su trayectoria, asegu-rarse de que habrán de concluirla y sean útiles a lasociedad al ejercer como profesionistas de esa área.

Uno de los mecanismos que se ha utilizado es lacreación de perfiles de ingreso que les orienten a ele-gir correctamente una carrera de acuerdo con susaptitudes, actitudes y orientación vocacional.

Hablar de perfil de ingreso es hablar de los requi-sitos mínimos indispensables con los que tiene quecontar cada estudiante al ingresar a la carrera elegi-da, mismo que supone una base elemental para ini-ciar los estudios profesionales (CUCS, 2008a, CUCS,2008c).

El propósito de este estudio es examinar elpotencial de tres diferentes pruebas, que regular-mente se aplican a todos los aspirantes, como pre-dictores de desempeño académico en los programaseducativos del Centro Universitario de Ciencias de laSalud (CUCS).

Con este fin, se evalúan los perfiles de ingreso de482 alumnos y alumnas, al comparar los puntajesobtenidos en sus pruebas de selección, la prueba decomprensión lectora (PL) y la calificación promediode su primer semestre en la carrera (PG). Los puntajesde cada componente del perfil fueron correlacionadoscon cada promedio de las calificaciones que obtuvie-ron al final del primer semestre de su carrera.

La PL evalúa las destrezas de lectura en lo referen-te a velocidad y comprensión de textos académicostípicos, adecuados al nivel educativo superior.

Actualmente los mecanismos de evaluación yselección de aspirantes incluyen la consideración delpromedio obtenido en la escuela de procedencia y elexamen de aptitud académica diseñado por el CollegeBoard o Prueba de Aptitud Académica (PAA). La PAA

del College Board consiste de dos partes diseñadaspara medir la habilidad para el razonamiento verbal ymatemático del estudiante de habla hispana quedesea continuar sus estudios superiores (CollegeBoard, 2008).

Desgraciadamente, la información que se generacomo resultado de la aplicación de esta última prue-ba no se utiliza para fortalecer e innovar los proce-sos de enseñanza aprendizaje. Además, el perfil deingreso contiene diversos elementos y requisitosbastante específicos para la carrera a la que se refie-ren, pero los resultados de la medición no se reto-man en el PAA.

Para esta tarea se ha dado énfasis a la tutoría,función educativa que pretende mejorar la calidaden la formación profesional mediante un acompaña-miento cercano e individualizado, así como abatirlos índices de deserción, reprobación y rezago esco-lar; su propósito fundamental es acompañar, orien-tar, guiar, conducir, apoyar y dar seguimiento al desa-rrollo del estudiante del CUCS (CUCS, 2003; CUCS,2008b; CUCS, 1998).

Podríamos decir que el proceso tutorial aspira aser el espacio donde se observe el desarrollo de loselementos incluidos en el perfil o donde se constatesu existencia. Para llevar a cabo esta importante tarea,se requiere de mecanismos confiables para recolectar,interpretar e integrar información académica relevan-te que permita al cuerpo académico (quienes tutorany gestionan) formarse una imagen adecuada y com-pleta de quienes conforman la plantilla estudiantil.

Finalmente, el desempeño académico se traduceen indicadores de efectividad escolar como el gradode logro de los objetivos establecidos en los progra-mas oficiales de estudio (Carreño, Micin & Urzua,2016). En términos más amplios, el desempeño estoda acción realizada por un individuo atendiendo alo que se le ha designado (o auto asignado) como res-ponsabilidad y que será medido con base en lo que sehace para lograr los objetivos o metas propuestos.

Para nuestro estudio, el desempeño académico decada estudiante del CUCS se mide en términos de lascalificaciones (escala del 50 al 100) obtenidas en lasmaterias cursadas en el primer semestre de carrera(un ciclo).

Dado que en este trabajo, una fuente de informa-ción sobre cada estudiante es el promedio de califica-ciones, tanto del nivel anterior como del primersemestre de la carrera, se hace necesario tener pre-sentes algunos aspectos que giran en torno a las cali-ficaciones.

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De entrada, cabe citar a Alonso Sánchez quien haencontrado que “para la mayor parte del profesorado,la función esencial de la evaluación es medir la capa-cidad y el aprovechamiento de los estudiantes, asig-nándoles una puntuación que sirva de base objetivapara las promociones” (Sánchez et al., 1996), aunque alser cuestionados más profundamente, las docentes ylos docentes reconocen la dificultad de conseguirmediciones objetivas en el aprendizaje.

El mismo autor señala que “la evaluación resultaser, más que la medida objetiva y precisa de unoslogros, la expresión de unas expectativas en granmedida subjetivas pero con una gran influencia sobreel comportamiento de los estudiantes y de los mis-mos profesores” (Sánchez et al., 1996).

Otro aspecto a considerar es la importancia quehan adquirido las calificaciones numéricas con res-pecto a la evaluación del aprendizaje, pues al parecerse han convertido en la única forma de medir el cono-cimiento, hecho que implica, por lo menos, dos com-plicaciones: la inobjetable subjetividad de las notas ylos mecanismos desarrollados por los estudiantes delos dos sexos para incrementarlas, que pasan porsúplicas, amenazas, trabajos extraordinarios, sobor-nos, favores, justificaciones, etcétera.

Con base en la información expuesta previamente,se plantea la siguiente pregunta de investigación parael presente trabajo: ¿Existe alguna relación entre laspruebas que se aplican a los alumnos al ingresar a launiversidad y su desempeño académico?

Método

Se trata de un estudio mediante un diseño noexperimental, transversal, descriptivo y correlacionalcon metodología cuantitativa. Para abordar el proble-ma se realizó una correlación de Pearson basada enlos datos obtenidos del Sistema Integral de Informa-ción y Administración Universitaria (SIIAU) y de laprueba de comprensión lectora (PL) aplicados direc-tamente a estudiantes de primer ingreso de las carre-ras del CUCS de la UdeG (Universidad de Guadalaja-ra, 1995).

La población objeto de estudio (ver Figura 1) estácomprendida por la totalidad de estudiantes matricu-lados en el primer semestre de la generación 2009Adel Centro Universitario de Ciencias de la Salud, enlas licenciaturas de Cultura Física y del Deporte,Enfermería, Medicina, Nutrición, Odontología y Psico-logía, así como las carreras de Técnico Superior Uni-versitario en Radiología e Imagen, Prótesis Dental y

Enfermería. Los criterios generales para la selecciónde estas profesiones fueron los siguientes:• Todas las carreras pertenecen al Centro Universita-

rio de Ciencias de la Salud.• Pese a ello, existe una gran diferencia entre los per-

files de los alumnos que entran a estas carreras:distintas expectativas de rol y estatus social, dife-rentes niveles de promedios escolares, diversaidentidad, etcétera.

• La familiaridad con este tipo de profesiones, a razónde la formación obtenida a nivel licenciatura asícomo el acceso a los datos a laborar a través delCentro de Estudios sobre Aprendizaje y Desarrollodel Centro Universitario de Ciencias de la Salud.

• La posibilidad de acceder a realizar la investigacióny obtener todos los datos requeridos.

De la muestra total de 733 estudiantes matricula-dos en el primer semestre académico del año 2009, seanalizaron 482 expedientes, el resto fue retirado de labase de datos debido a la imposibilidad de acceder alos datos necesarios, por estar dados de baja, o en trá-mites de regulación o nivelación, así como situacio-nes relativas a solicitudes de licencias.

La distribución de alumnos participantes por cadalicenciatura es como sigue: 57 de la Carrera de CulturaFísica y Deportes, 105 de la Licenciatura en Enferme-ría, 20 de Medicina, 50 de la Licenciatura en Nutrición,42 de Odontología y 72 de la Carrera de Psicología.

De los programas de Técnico Superior Universita-rio son 37 alumnos de Radiología e Imagen, 34 de Pró-tesis Dental y 65 de Enfermería. En cuanto a sexo (verFigura 1), los datos pertenecen a 326 mujeres (67.63%)y 156 hombres (32.37%), en edades que van de los 15a los 40 años, siendo los mayores promedios: de 18años el 41.8% (206 alumnos), de 19 años el 23.9% (118alumnos) y de 20 años el 13.8% (68 alumnos).

InstrumentosPara obtener los datos, se empleó la batería de

instrumentos en línea creados por el Centro de Estu-dios sobre Aprendizaje y Desarrollo del CUCS de laUdeG, como parte de la estrategia para conocer el per-fil de ingreso de los estudiantes de las distintas carre-ras del centro.

Para cuantificar la variable dependiente (el nivelde desempeño académico) se utilizó la calificaciónpromedio reportada para cada estudiante, en la cualse consideraron todos los cursos estudiados y que porrequisito cubren los conocimientos básicos para cur-sar las carreras. Los promedios se obtienen a partir de

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las evaluaciones del curso por cada carrera y que vandesde exámenes hasta evaluaciones validadas porespecialistas o expertos en cada una de las escuelas(carreras) indicadas.

Por otro lado, para cuantificar las variables inde-pendientes, se recabaron también los datos concer-

nientes al promedio de la escuela de procedencia(habilidades académicas previas) y el puntaje obteni-do en la Prueba de Aptitud Académica (PAA) y la Prue-ba de Lectura (PL). Para este fin se utilizó la técnica derecolección indirecta de los datos de información,mediante la revisión de datos publicados y disponi-

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Predictores del desempeño académico del alumnado del Centro…

Figura 1. Población del estudioFuente: Elaboración propia.

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bles para los/as investigadores/as de la Universidadde Guadalajara.

Finalmente, se utilizó un examen de contenidos dela materia PB113 Psicología Evolutiva: Infancia a pre-adolescencia, de la Carrera de Psicología del CentroUniversitario de Ciencias de la Salud para la evalua-ción de valor agregado de las calificaciones, así comouna encuesta de percepción para la evaluación de lapercepción sobre la importancia de las calificacionesen los alumnos.

ProcedimientoLa preparación de la información incluye la recopi-

lación, clasificación, sistematización u ordenamiento,tabulado y presentación de ésta, referente a cadavariable considerada.

Las técnicas que se utilizaron en estos aspectosson tanto manuales como electrónicas. Para la siste-matización y tabulado se utilizó una computadora enla que se asignaron carpetas, archivos y ventanas, deacuerdo al orden lógico de las variables para facilitarya el almacenamiento, ya la modificación, ya la recu-peración de los datos de información procesada parasu posterior análisis individual y en conjunto.

La determinación e interpretación de los coefi-cientes respecto de los factores determinantes (varia-bles independientes) del desempeño académico(variable dependiente), se llevó a cabo a partir de pro-cedimientos estadísticos ad hoc para evaluar estascaracterísticas en el perfil de ingreso de los alumnosde los dos sexos del CUCS, correlacionándolas con losresultados del examen de admisión, el promedio de laescuela de procedencia y el promedio del primersemestre de estudios. Los indicadores a correlacionar son los siguientes: • Variable X: Promedio del nivel de estudios anterior,

puntaje de examen de ingreso y competencia lec-tora.

• Variable Y: Desempeño académico en todos loscasos.

Los datos se analizaron tanto de manera generalcomo por cada una de las carreras. De dicho procesa-miento se dedujeron recomendaciones, estrategias deestudio y áreas problema de los estudiantes, informa-ción que se pondrá a disposición de los coordinado-res de carrera y/o tutores del CUCS.

Cuando empezamos a interpretar los resultados,consideramos necesario fortalecer los argumentos dealgunos de nuestros hallazgos con respecto al “valoragregado” de las calificaciones en las que se basa el

promedio con el cual se mide el desempeño académi-co de cada estudiante. Aplicamos entonces un exa-men que fue elaborado para otros propósitos por losdocentes y las docentes de la materia PB113 Psicolo-gía Evolutiva: Infancia a preadolescencia, de la Carre-ra de Psicología del Centro Universitario de Cienciasde la Salud, para aplicarlo a un grupo de 28 alumnosque cursaron esta materia en el primer ciclo en elcalendario 2011A. Comparamos las calificacionesobtenidas en el examen y las calificaciones finalesque aparecen en el SIIAU, dado que este grupo acaba-ba de concluir el curso.

También recurrimos a la aplicación de una breveencuesta de percepción, aplicada a un grupo de 35alumnas y alumnos, donde les cuestionamos sobresus consideraciones personales acerca de la impor-tancia de las calificaciones, lo que consideran una“baja calificación” y sobre la objetividad de las califi-caciones; además les solicitamos que, de una lista deestrategias para incrementar la calificación, jerarqui-zaran algunas a las cuales recurren.

El procesamiento estadístico de los datos se llevóa cabo por grupos, obedeciendo a cada una de lascarreras, en el programa SPSS versión 19. Se formaron9 grupos independientes en los cuales se corrieron losanálisis de correlación, con la intención de neutralizarlas diferencias que pudieran existir entre los partici-pantes debido a las exigencias, demandas y requisitosque varían de una carrera a otra en el CUCS.

En el análisis de correlación de Pearson, definimosque para tener la certeza de una correlación del 99%requeriríamos que el valor de significación (valor deρ) sea menor de 0.05. Para los objetivos de este estu-dio, considera que hay correlación entre las variantesúnicamente si ρ ≤ 0.05.

Resultados

Al analizar el conjunto de los datos, observamosque el promedio crudo de las variables estudiadas enesta investigación nos muestra un panorama intere-sante, tal como se observa en los Cuadros 1 y 2.

Si ponemos atención a los promedios obtenidos alegresar de la escuela preparatoria, nos encontramosque, quienes tienen las calificaciones más altas sonlos alumnos de las carreras de medicina, nutrición yodontología (94.76, 92.53 y 92.18, respectivamente) encontraste con los alumnos que ingresaron a las carre-ras de cultura física, técnico superior en enfermería ytécnico superior en prótesis dental.

Estos resultados generan un especial interés dada

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la relativa aceptación del concepto que se tiene en laliteratura, en los años recientes, del promedio de laescuela de procedencia como el mejor predictor dedesempeño académico.

En el caso de la carrera de Medicina, al analizar losresultados de la PAA advertimos que el puntaje pro-medio en esta prueba de los alumnos participantesfue de 79.79 (el más alto de todos los grupos), sin

embargo, su desempeño académico estuvo ubicadoen el séptimo lugar de nueve carreras analizadas.

En el caso de la PAA fueron nulas las correlacionesde los puntajes obtenidos por los alumnos y sudesempeño académico en el 73% de los casos, lo cualsugiere una muy pobre actuación. De entre los casosestudiados aquí, se han eliminado aquellos que sedieron de baja, quienes reprobaron y aquellos en

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Predictores del desempeño académico del alumnado del Centro…

Valor de N575757105105105202020505050424242727272373737343434656565

Existecorrelación

SíNoSíSíSíNoNoNoNoSíNoNoSíNoNoSíSíNoSíSíNoNoNoNoSíSíNo

Carrera

Lic. en Cultura Física y Deportes

Lic. en Enfermería

Lic. en Medicina

Lic. en Nutrición

Lic. en Odontología

Lic. en Psicología

TSU en Radiología eImagen

TSU en Prótesis Den-tal

TSU en Enfermería

Cuadro 1. Valor de la correlación del promedio del primer semestre y las evaluaciones previas de la carrera

Fuente: Elaboración propia.

Promedio primer semestre

PEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPLPEPPAAPL

Correlación de Pearson

0.2300.0400.2790.1880.2060.0540.3000.3110.2930.4310.0800.0920.5230.0010.1060.3440.2850.1670.2940.3120.0950.0920.2020.0630.3170.3080.103

Significaciónunilateral0.043*0.3830.013*0.027*0.017*0.2910.1000.0910.1050.001*0.2910.2660.000**0.4970.2520.020*0.008*0.0800.038*0.030*0.2890.3020.1270.3610.005*0.006*0.208

Desempeño90.0590.4788.9697.1792.4593.9584.2087.4289.81

PEP85.4991.8294.7695.7392.1389.8086.2082.2182.61

PAA67.4370.3379.7977.1276.8475.1768.6156.4753.40

PL68.9571.0575.0076.6069.0571.6267.8962.9456.06

CarreraCultura FísicaLicenciatura en EnfermeríaMedicinaNutriciónOdontologíaPsicologíaTSU RadiologíaTSU Prótesis DentalTSU Enfermería

Cuadro 2. Promedios (crudos) observados en los 482 casos divididos por carrera

Fuente: Elaboración propia.

n5710520504272373465

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estatus de nivelación pero que fueron admitidos; muyprobablemente obtuvieron una calificación aceptableen esta prueba (pues representa el 50% de la califica-ción que se considera para definir a los alumnos queserán finalmente admitidos cada semestre), estopodría significar que la habilidad predictiva del PAAes aún más baja de lo que se estima.

En lo tocante a la prueba de lectura, nos percata-mos nuevamente de que los promedios más bajospertenecen a los estudiantes que ingresan a las carre-ras de técnicos superiores en las áreas de radiología,prótesis dental y enfermería (67.30, 62.94 y 56.31 res-pectivamente). Mientras que, los promedios másaltos, correspondieron a las carreras de medicina,nutrición y psicología (75, 71.40 y 71.25), pero estefactor fue un predictor efectivo únicamente en el 11%de los casos. En el agregado, el comportamiento delos datos se muestra en la Figura 2.

Entonces, esto significa que, en general, la habili-dad que tienen los estudiantes para obtener altospromedios en la preparatoria da cuenta del 66% res-pecto de la varianza en el desempeño académicoagregado de los estudianes que formaron parte deeste estudio; la variable de habilidades académicasprevias (aquí significada en el promedio de la escuelade procedencia) explica la variable del desempeñoacadémico (aquí significada en el promedio de califi-caciones de su primer semestre en la carrera).

De acuerdo con los procedimientos, los resultadosson consistentes y podría esperarse entonces que losvalores positivos (negativos) de los coeficientes de

regresión indiquen que la variable incrementa (redu-ce) la probabilidad de que el estudiante tenga éxitoen su carrera.

Por otro lado, las variables vinculadas con la PAA yla PL no son variables explicativas ni afectan la proba-bilidad de tener un buen desempeño académico. Losresultados obtenidos concuerdan con otros estudiosen que la prueba de aptitud académica y la compren-sión lectora no son predictores importantes para eléxito académico. Sin embargo, habrá de plantearse laposibilidad de ampliar este trabajo, para analizarotras variables explicadoras que puedan ayudarnos aentender mejor las discrepancias aquí reportadas.

Proceso comparativo de calificacionesEn el examen aplicado en la materia PB113 Psico-

logía Evolutiva: Infancia a preadolescencia, de laCarrera de Psicología del Centro Universitario de Cien-cias de la Salud, comparado con la calificación final dela misma, se obtuvieron los siguientes resultados: Lascalificaciones de SIIAU iban de 71 a 100 puntos, sinalumnos reprobados. 22 de los 28 alumnos tienen unacalificación igual o superior a 90 puntos.

En el caso de las calificaciones obtenidas en el exa-men aplicado, sólo 5 alumnos obtuvieron calificacio-nes superiores a 90, y de los 23 restantes, 6 no alcan-zaron calificación aprobatoria; encontrándose el 59.5%del total de alumnos entre las calificaciones 66 y 83.

Encontramos entonces que el promedio de califi-cación en el grupo es de 92.17 al observar las califi-caciones ingresadas al Sistema Integral de Informa-

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Figura 2. Promedios de pruebas de desempeño, PAP, PAA y PL por carreraFuente: Elaboración propia.

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ción y Administración Universitaria (SIIAU) pero de72.28 al observar la calificación total obtenida en elexamen de conocimientos, es decir, una variación decasi 20 puntos (19.89). Generalmente esta diferenciaen el puntaje, entre el examen aplicado y la califica-ción final, se atribuye al desempeño en rubros talescomo participación en clase, tareas entregadas,exposición durante el curso, exámenes parciales eincluso asistencia.

Esto quiere decir que, si consideráramos la califi-cación del examen como un indicador de aprovecha-miento, estaríamos en posición de inferir que la dife-rencia en las calificaciones obtenidas al final delciclo escolar no son reflejo de los conocimientosobtenidos.

A esto debemos agregar que en algunos casos, losestudiantes que obtuvieron en el curso una califica-ción final elevada, como 97 o 98, en el examen obtu-vieron 41 y 58 respectivamente (ver Figura 3).

Encuesta de percepciónSe aplicó la encuesta elaborada, expresamente

para este caso, a un total de 35 estudiantes del CUCS,11 alumnos y 24 alumnas, entre 19 y 33 años, que cur-saron entre el 3º y el 7º ciclo.

Del total de encuestas, el 71% consideró importan-te la calificación, principalmente para utilizar el pro-medio en cuestiones como la elección de horario y laobtención de becas. De forma contrastante, el 97%consideró que las calificaciones no miden objetiva-mente los conocimientos adquiridos en los cursos; sehizo referencia a la subjetividad del docente, a crite-rios poco claros de calificación y a la dificultad paramedir el conocimiento.

Respecto a lo que consideran una “baja califica-ción”, los mayores porcentajes se concentraron en: 80el 37%, 70 el 20%, 90 y 85 el 17%, respectivamente.

Al solicitárseles que jerarquizaran las estrategiasa las que recurren cuando tienen una “baja califica-ción”, las menciones quedaron como se muestra enel Cuadro 3.

Encontramos entonces que la segunda columnanos brinda el total de menciones que los estudiantesde los dos sexos hacen de la estrategia; siendo la de“conformarse” la más recurrente (74.3%), pero sólopara once estudiantes (31.4%) como primera opción.En segundo lugar (71.4%), se encuentra la de solicitarautorización para elaborar un trabajo extra, que fuetambién a la que más se dijo recurrir como primeraopción (48.6%).

En el caso de trato de recordarle lo buen alumno(a) quefui en el curso, tiene veintidós menciones (62.9%), aligual que solicito revisión de calificación y examen departamen-tal, que tiene además 12 menciones (34.3%) como pri-mera opción a seguir por los y las encuestadas.

Discuto con el profesor, fue mencionado por el 60% delos estudiantes de los dos sexos, pero sólo el 28.6% lotomo como primera opción.

Las estrategias más desdeñadas fueron: justifico mimal desempeño contándole al profesor(a) mis dificultades y leofrezco algo al profesor (dinero, botella, materiales, etc.) a cambiode puntos extras, con un 45.7% de recurrencia. Es decirque, el 54.3% de las personas encuestadas, ni siquieralas consideró como opción, haciendo explícito en suscasos, que esas dos nunca las utilizaría. Su porcentajede mayor recurrencia (28.6%) se encuentra en la 7ª u8ª opción.

En el caso de estrategias que no estaban incluidas

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Figura 3. Comparativa de calificaciones de la materia PB113Fuente: Elaboración propia.

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en el listado y que fueron propuestas por los estu-diantes, encontramos que sólo 12 (34.3%) propusie-ron alguna diferente y de ellos sólo 9 (25.7%) la consi-deraron como primera opción para elevar su califica-ción. Éstas tienen que ver con, pedir revisión de crite-rios de calificación, presentar los trabajos realizados,pedir la evaluación de otro profesor o argumentar alprofesor las razones por las cuales considera merecermás calificación.

Discusión

Entre las cosas que observamos se encontró elhecho de que no en todas las carreras fue igual elnivel de correlación de las diferentes variables; en elcaso del promedio de la escuela de procedencia, exis-tió correlación con el promedio del primer semestrede la carrera en siete de las nueve carreras del CUCS;en el caso de la PAA y el promedio de primer semes-tre, sólo en cuatro de las mismas nueve carreras; y porúltimo, en el caso de la PL, apareció correlacionadocon el promedio obtenido en el primer semestre de lacarrera solamente en una de las nueve; parece enton-ces que el valor predictivo del desempeño académicomás contundente fue el promedio de la escuela deprocedencia.

Aunque el análisis estadístico haya sostenidoesta teoría, al final de nuestro trabajo de investiga-ción creemos que es importante dar seguimiento aestos datos y considerar una segunda investigación,en la cual se estudie específicamente el caso de lacarrera de Medicina, porque dado el pequeño

número de la muestra, creemos que los datos noson fiables.

Estos hallazgos parecen indicar que medicionescomo el promedio de calificaciones obtenido en laescuela de procedencia resulta mejor predictor deldesempeño académico, probablemente por dar cuen-ta de un período largo que nos refiere hábitos para elestudio, dedicación, actitud hacia el aprendizaje, apo-yo familiar, estabilidad emocional y económica, entreotros factores, todos ellos indispensables para lograruna mejor historia académica. En particular esteresultado es coincidente con los resultados obtenidospor Parra (2005) para el caso de la Universidad de BajaCalifornia.

Podemos concluir también que, los indicadoresdel desempeño académico utilizados en este estudiono pueden ser viables como predictores del rendi-miento académico; son necesarias futuras investiga-ciones que exploren relaciones objetivas entre lasfunciones congnitivas y otros indicadores biológicos(ej., potenciales relacionados a eventos) con el rendi-miento académico en distintos tipos de tareas y estí-mulos emocionales (Reynoso Orozco y Méndez Lué-vano, 2018). Por otra parte, se requieren estudios lon-gitudinales y prospectivos que puedan brindar infor-mación predictiva del instrumento utilizado en esteestudio; aunque el tamaño de la muestra de este tra-bajo es comparable con estudios previos, es recomen-dable ampliar el número de participantes e incluirotras variables, como los indicadores electrofisiológi-cos relacionados con el control de la conducta. A suvez, el presente trabajo brinda información para gene-

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1º o 2º106

1712

3

11

0

9

3º o 4º511

86

7

7

4

2

5º o 6º54

03

6

7

2

0

7º u 8º11

01

0

1

10

1

No esopción1413

1013

19

9

19

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Estrategia a la que recurren

Discuto con el profesor.Trato de recordarle lo buen alumno(a) quefui en el curso.Le solicito me deje hacer un trabajo extra.Solicito revisión de calificación y examendepartamental.Justifico mi mal desempeño contándole alprofesor(a) mis dificultades.Me resigno y me doy por vencido confor-mándome con esa calificación.Le ofrezco algo al profesor (dinero, botella,materiales, etc.) a cambio de puntos extra.Otra, ¿cuál?

Cuadro 3. Encuesta de percepción

El resaltado gris claro indica por columna las cantidades más altas y el gris obscuro las más bajas.Fuente: Elaboración propia.

Número totalde menciones

2122

2522

16

26

16

12

Lugar en el que se emplea la estrategia

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rar estrategias de intervención psicopedagógica y detutoría de acompañamiento individual con aquellosalumnos con bajo índice de regulación conductal yque están en riesgo de presentar problemas académi-cos, como el bajo rendimiento, alto índice de reproba-ción o deserción escolar.

El análisis elaborado sugiere, además, la baja fia-bilidad predictiva del mecanismo de selección eingreso de la Universidad de Guadalajara, pues, dadoslos resultados, parece que la PAA no está teniendoéxito en su intento por seleccionar a los alumnos másaptos para cursar y concluir exitosamente una carrera(los alumnos que obtuvieron las mejores calificacio-nes en esta prueba fueron algunos de los mismos quetuvieron el desempeño académico más pobre), insis-timos en que resulta de vital importancia la revisióndel uso de la PAA considerando la enorme cantidadde recursos económicos, materiales y humanos quese destinan a este proceso.

En el futuro se tendrá que analizar la permanenciay persistencia de los resultados obtenidos, dado quela calificación del primer semestre puede no ser sufi-ciente para brindar una clara idea del desempeño quecada alumno podría tener al final de su carrera profe-sional.

Con la encuesta de percepción, encontramos quela recurrencia, de los estudiantes a estrategias extra-ordinarias para obtener mayor calificación, es recono-cida y justificada por ellos mismos pues la importan-cia que le dan a la calificación tiene relación con eluso del promedio semestral para determinar el ordende inscripción del siguiente ciclo, el lugar del serviciosocial y la modalidad de titulación; además del accesoa becas o intercambios. Pero declaran que no es unamedida confiable de su conocimiento y son capacestanto de enumerar como de jerarquizar las estrategiasde las que se valen para aumentar una calificaciónconsiderada no conveniente.

Finalmente, la información con la que cuenta lainstitución relativa a los estudiantes raras veces esútil para mejorar su vida académica, pues normal-mente no se analiza y está sistematizada.

Referencias

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This research focused on the incorporation of the Scratch visual programming language into the course ofalgorithmic, with the objective of supporting the student to better understand the concepts studied to improvehis academic performance; for this the project-based learning strategy was used and the attitude of students tothe use of Scratch was investigated. The methodological approach was mixed, and the seven steps defined by pro-ject-based learning were used on a project. The instruments used were a questionnaire on attitudes, the evalua-tion report and the results of the projects. The sample was formed by students of the bachelor’s degree in Soft-ware Engineering from the Tizimín Multidisciplinary Unit in the semester August-December 2018. Data analysisshows that a positive attitude was gained since the incorporation of Scratch, and the projects yielded satisfactoryresults, despite that, it cannot be affirmed that the improvement in academic performance is significant, becausethere is not enough data to assert that Scratch is adequate in the course of algorithmics, however, students showacceptance in its use during the development of the projects. Preliminary results suggest that the improvementin academic performance will be increasingly seen in successive incorporations of Scratch in algorithmics. Thelimitations of the study were due to the group that was worked with, and the results obtained can help to unders-tand what happens in classrooms.

Key Words: Algorithmic, Scratch, Project-Based Learning, Attitudes, Academic Performance.

Incorporación de la herramienta Scratch para elaprendizaje de conceptos de Algoritmia

LIZZIE EDMEA NARVÁEZ-DÍAZ,1 ROCÍO EDITH LÓPEZ-MARTÍNEZ2

Incorporation of Scratch in the Learning of Algorithmic Concepts

1 Universidad Autónoma de Yucatán. México. [email protected] Universidad Autónoma de Querétaro. México. [email protected]

Re su menLa investigación que se presenta centró su atención en la incorporación de la herramienta Scratch a la materia

de Algoritmia con el objetivo de apoyar al alumno a entender mejor los conceptos estudiados para mejorar surendimiento académico; se empleó la estrategia del aprendizaje basado en proyectos y se determinó la actitudde los alumnos ante el uso de Scratch. El enfoque metodológico fue mixto y el aprendizaje basado en proyectosdefinió una serie de siete pasos para su aplicación en el desarrollo de un proyecto. Los instrumentos fueron uncuestionario sobre actitudes, el acta de examen y los resultados de los proyectos. La muestra estuvo formada poralumnos de la licenciatura en Ingeniería de Software de la Unidad Multidisciplinaria Tizimín del semestre agos-to-diciembre 2018. El análisis de datos demuestra que se obtuvo una actitud positiva frente a la incorporaciónde Scratch, los proyectos arrojaron resultados satisfactorios y respecto al rendimiento académico no se puedeafirmar que sea significativo. No se tienen suficientes datos para aseverar que Scratch sea adecuado en Algorit-mia, sin embargo, los alumnos muestran aceptación en su uso constatándose con los proyectos. Según los resul-tados obtenidos la mejoría en el rendimiento académico se irá viendo cada vez más en sucesivas incorporacionesde Scratch a Algoritmia. Las limitaciones del estudio estuvieron dadas por el grupo con el que se trabajó y losresultados encontrados pueden servir de ayuda para comprender lo que sucede en el aula.

Palabras clave: Algoritmia, Scratch, Aprendizaje basado en proyectos, Actitudes, Rendimiento académico.

Abstract

Recibido: 14 de febrero de 2020Aceptado: 25 de abril de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

La asignatura de Algoritmia es de carácter intro-ductorio a los principios de programación y se impar-te desde el año 2016 en la licenciatura en Ingenieríade Software (LIS) en la Unidad Multidisciplinaria Tizi-mín (UMT) de la Universidad Autónoma de Yucatán(UADY). Durante este tiempo se ha observado que secomplica al alumno y no todos logran aprobarla. Laacreditación de una materia es la validación quegarantiza que el estudiante ha alcanzado las compe-tencias en un nivel de dominio, que se define por elprofesor en la planeación didáctica y se representa demanera cualitativa y cuantitativa como sigue: Sobre-saliente 90-100, Satisfactorio 80-89, Suficiente 70-79 yNo Acreditado 0-69 (UADY, 2012).

La situación problemática que se presenta se hadetectado en función de los resultados finales obteni-dos, siendo los siguientes: en 2016 el 58.33% de losalumnos tuvo un desempeño entre satisfactorio ysobresaliente y el 41.66% entre suficiente y no aproba-do; en 2017 el 46.15% tuvo un desempeño entre satis-factorio y sobresaliente y el 53.84% entre suficiente yno aprobado. Con estos datos se observa que el ren-dimiento general no es óptimo y aunque pudieraparecer que la proporción de reprobación no es alta,sí evidencia un desconocimiento sustancial de losalumnos con los temas relacionados, lo que podríaacarrear complicaciones más adelante.

El principal problema, es que el alumno se enfren-ta al razonamiento de ejercicios para posteriormentebuscarles una solución en el área computacional yesto les causa conflictos. Enseñar a un alumno losprincipios básicos de Algoritmia suele ser una tareacompleja, en esencia porque es una habilidad abs-tracta, suele ser difícil de entender en los primeroscursos y lo que produce no es un referente físico quele permita ver al alumno el producto final de su traba-jo, además se sigue enseñando con el método tradi-cional usando papel y lápiz.

El aprendizaje de conceptos complejos en cual-quier área puede ser una tarea difícil para la mayoríade los educandos, lo que suele generar un deficienterendimiento académico; sin embargo, muchosdocentes han desarrollado soluciones a situacionesproblema como la descrita mediante la incorporaciónde las tecnologías de la información y la comunica-ción (TIC). En particular, en principios de programa-ción han surgido iniciativas tecnológicas que involu-cran organizaciones y grupos colegiados que buscan

ayudar al alumno en sus inicios hacia la programa-ción, sin que se enfrente a las dificultades inherentesde un lenguaje formal que implique el uso de unasintaxis.

Como ejemplo de lo antes mencionado, Huertas yPantoja (2016), sostienen que aplicar TIC favorece elaprendizaje de los alumnos, aumenta su motivación,interés y creatividad, potencia el trabajo en grupo y lacapacidad para resolver problemas; esto se determi-nó empleando las TIC en la asignatura de tecnologíaen secundaria y probaron que el rendimiento acadé-mico y la motivación del alumnado mejoran significa-tivamente. De igual modo, Muñoz et al. (2015), encon-traron un incremento considerable en la tasa de apro-bación de los estudiantes poniendo en práctica ini-ciativas para mejorar usando Scratch y Lego. Por suparte, Muñoz, Barcelos, Villaroel y Frango (2015),desarrollaron un taller de programación de juegosusando Scratch para apoyar las asignaturas en losprimeros años de las carreras informáticas relaciona-das con fundamentos de programación, ya que obser-varon que éstos tenían altas tasas de reprobación.

Según Prieto, Mijares y Llorent (2014) el estudian-te actual genera su propio conocimiento, se identificapor ser más interactivo, crítico y espontáneo, siendosu rol en el aula el de un estudiante activo y decididoy no un simple espectador, por lo que, de acuerdo conNavarro, Pertegal, Gil, González y Jimeno (2011) esconveniente y necesario que se adopten nuevas estra-tegias didácticas en donde se implique al alumno.Esta nueva orientación pedagógica en la universidadimplica un distanciamiento de las metodologías mástradicionales, las nuevas formas de trabajo deben pri-vilegiar la implicación activa del discente en el desa-rrollo del conocimiento, acompañada de la mejora desus habilidades.

En Algoritmia el alumno genera el diagrama de flu-jo y el pseudocódigo de problemas, pero estos algo-ritmos no le sirven de referente para ver el productofinal de su trabajo dado que quedan plasmados enpapel y lápiz y no pueden ver su ejecución. Partiendode esta situación, el objetivo consistió en incorporar ala Algoritmia una TIC, en este caso Scratch, para tra-bajar el desagregado de contenidos a partir del desa-rrollo de un proyecto de aprendizaje relacionado conlos temas estudiados. Se buscó que el alumno pudie-ra tener un medio que le ayudara a comprender mejorlas estructuras con las que normalmente tiene proble-mas y, por ende, a mejorar su calificación; también fueimportante determinar la actitud que tenían los estu-diantes frente al uso de la herramienta.

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La inclusión de TIC en el sistema educativo esimportante por el potencial que representa, ya quepueden complementar, enriquecer y transformar laeducación en los diferentes niveles desde preescolarhasta posgrado. Con Scratch en Algoritmia se pondráal educando en el centro de su proceso elaborando unproyecto, ésta no es una práctica nueva; sin embargo,en los últimos años ha ido evolucionando hacia unaestrategia de trabajo mucho más definida, al mismotiempo que los docentes han documentado que losestudiantes se comprometen más con el aprendizajecuando tienen la oportunidad de profundizar en pro-blemas complejos, desafiantes e incluso confusos,que se asemejan a la práctica profesional real (Labra,Fernández, Calvo y Cernuda, 2006). Esta incorpora-ción de Scratch a Algoritmia no puede ser fortuita,sino que tiene que existir una planeación concretadaen relación con el desagregado de contenidos de laasignatura.

Proyectos con la estrategia del aprendizaje basado en proyectosEn la metodología docente del aprendizaje basado

en proyectos (ABP o PBL, Project-Based Learning), elestudiante es el protagonista de su propio aprendiza-je, así como factor clave en la adquisición de habilida-des y actitudes. Con esta estrategia al estudiante se leasigna un proyecto que debe desarrollar y es unaexcelente opción metodológica para la discusión deproblemas que redunden en la generación de proyec-tos (Delibera, 2015).

Usar el ABP en Algoritmia permite beneficios paralos procesos de enseñanza-aprendizaje, a saber: inte-grar saberes; organizar actividades en torno a un fincomún definido por los estudiantes y el compromisoadquirido por ellos; fomentar la creatividad, la res-ponsabilidad individual, el trabajo colaborativo, lacapacidad crítica, y la toma de decisiones, entre otros.Del mismo modo, permite que los estudiantes experi-menten las formas de interactuar que demanda elmundo actual, combinar positivamente el aprendizajede contenidos y el desarrollo de destrezas queaumentan la autonomía en el aprendizaje y el desa-rrollo de la persona (Delibera, 2015).

El ABP enfrenta al alumno a situaciones que loslleven a rescatar, comprender y aplicar aquello queaprenden para resolver problemas o proponer mejo-ras en las comunidades en donde viven. En este con-texto, los alumnos desarrollaron problemas contemas que seleccionaron ellos mismos relacionadoscon su cultura. Con el ABP como estrategia, los estu-diantes estimulan sus habilidades más fuertes y desa-

rrollan nuevas, motiva en ellos el aprendizaje, el sen-timiento de responsabilidad, de esfuerzo y un enten-dimiento de su rol en el entorno en que viven comoseres sociales (ITESM, 2010). En este sentido el ABPes idóneo para los fines que se persiguen en esteestudio.

Según Collazos (2009), con el ABP el estudianteaumenta sus habilidades para la resolución de pro-blemas y el proceso implica tanto a alumnos comoprofesores. De igual modo, Scratch también resultaútil para crear proyectos que ayuden al estudiante apensar de forma creativa, crítica, reflexiva, sistemáticay a trabajar en modo colaborativo (Scratch, 2018; Suá-rez, 2015; Zamora, 2016); por lo que ambos puedenservir de apoyo al alumno para obtener un mejor ren-dimiento académico, un punto importante en estainvestigación, de igual modo resultó significativoconocer la actitud de los estudiantes respecto del usode la herramienta Scratch.

Scratch para el desarrollo de proyectos en AlgoritmiaFuentes (2017) cita algunos desarrollos que se

usan para ayudar al alumno en sus primeros pasos enla programación, destacando Snap, Scratch y APPInventor; otros autores como Gandy, Bradley, Brookesy Allen (2010) y Muñoz et al. (2015) apuestan por LegoMindstorm.

En esta investigación se propuso que el alumnodiseñara un proyecto de software empleando el len-guaje de programación Scratch en Algoritmia duranteel semestre de agosto a diciembre de 2018 y, dado queesta materia es introductoria en la creación de algorit-mos, no se esperó que el proyecto tuviera tenga grancomplejidad, pero sí que incluyera los principalestópicos estudiados.

Scratch permite crear historias, juegos, animacio-nes, programas en general y desarrollar habilidadesmentales con la programación sin tener conocimien-tos profundos del código, todo mediante bloques;deja al educando pensar de forma creativa, así comorazonar y trabajar colaborativamente (Scratch, 2018).Estos aspectos se acoplan al ABP y son clave en elcontexto, principalmente el no usar sintaxis; Scratchmaneja los temas problema de Algoritmia, en la UMTse ha usado para solucionar problemas matemáticos,la literatura respalda su incorporación, es gratuito ytiene soporte en línea en diversos foros y en su páginaweb (scratch.mit.edu) (Narváez y López, 2018).

Actitudes hacia las TICEs ampliamente aceptado que incorporar las TIC

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como herramientas en el proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentra vinculada con la actitudpositiva de docentes y estudiantes acerca de su uso(Bullones, Vivas & Caseres, 2015).

De acuerdo con Bolaños e Isern (2012) un factorque parece incidir positivamente sobre el rendimientode los estudiantes es su frecuencia de uso, pero sepodría ver afectada si estos presentasen actitudesnegativas hacia ellas. Por ello, resultó interesanteconocer la actitud que los participantes de la investi-gación tenían sobre la incorporación de Scratch enAlgoritmia.

Las actitudes han sido conceptualizadas por diver-sos autores; Sarabia (1992) las concibe como tenden-cias o disposiciones adquiridas y relativamente dura-deras para evaluar de un modo determinado un obje-to, persona, suceso o situación y para actuar en con-sonancia; se integran por tres componentes básicos:el afectivo (incluye la dirección e intensidad comocaracterísticas afectivas que implican la reacción delindividuo hacia el objeto actitudinal), el cognoscitivo(formado por el contexto informativo y la perspectivatemporal de la actitud) y el conductual (describe laacción que podrá tomar el individuo respecto a laactitud) (Gagné, 1987; Reich & Adcock, 1980; Sarabia,1992; Javiedes, 1996).

Las actitudes, además de servir para la adaptacióny para la expresión de valores, sirven para que las per-sonas interpreten el mundo en que habitan y paramantener y exaltar su autoconcepto, por lo que lasactitudes satisfacen simultáneamente diferentesnecesidades del ser humano.

Método

Tipo de estudioEl enfoque metodológico de la investigación fue

mixto ya que se recolectaron y analizaron datos cuan-titativos y cualitativos para responder al planteamien-to del problema. Se trabajó en Algoritmia con Scratchy el ABP durante el semestre de agosto a diciembre2018; de igual modo se analizaron las actitudes de losalumnos en relación con la herramienta.

ParticipantesEl contexto está delimitado por un entorno consti-

tuido por los alumnos de la LIS que se inscribieron ala materia de Algoritmia en la UMT, durante el semes-tre de agosto a diciembre de 2018. Las fuentes deinformación fueron: una encuesta que respondieronlos estudiantes al término del curso, el acta de exa-

men obtenida al finalizar el semestre, las calificacio-nes finales de los proyectos y las observaciones emi-tidas por el profesor. Con esto, se buscaba responderel objetivo de la investigación y avanzar hacia la com-prensión de la situación que se analiza.

Los participantes de la investigación fueron infor-mados sobre la misma con anticipación; de igualmodo se les indicaron los cambios que se hicieron ala asignatura y se les explicó cómo se usarían losdatos recabados, mismos que fueron tratados demodo estrictamente confidencial.

MuestraLos participantes de esta investigación fueron 19

alumnos inscritos al curso de Algoritmia del primersemestre de la LIS, en la UMT durante el semestremencionado. En función de los datos históricos, estacantidad de alumnos se ha mantenido en este curso,razón por la cual se decide trabajar con todo el grupo.En cuanto al género destaca notablemente el mascu-lino 94.7%, frente al femenino 5.3%, el 100% provienede escuelas públicas y la edad promedio es de 18.2años.

InstrumentosPara la recogida de datos se emplearon tres instru-

mentos: uno para conocer la actitud de los alumnosfrente al uso de Scratch, otro para analizar el rendi-miento académico general del grupo y otro más conlos resultados finales de los proyectos y las observa-ciones realizadas.

En el primer caso, se administró a los alumnos uncuestionario integrado por dos secciones, la primerafue una ficha de identificación de los participantes yla segunda se dividió en tres indicadores que midie-ron: la actitud del estudiante ante el uso de Scratch,la opinión del estudiante de las TIC relacionadas conlas estrategias de aprendizaje y la percepción delbeneficio que sienten con el uso de Scratch. Al instru-mento se le hizo un análisis de confiabilidad quearrojó un coeficiente de Alfa de Cronbach de .902siendo un valor adecuado; la validez del mismo fueavalada por un grupo de expertos del área de educa-ción y de ingeniería de software, los cuales lo revisa-ron y adecuaron. Las preguntas eran de respuestacerrada tipo Likert, a las que se responde según unaescala de menor a mayor grado de acuerdo: desde 1muy en desacuerdo a 5 muy de acuerdo. En estainvestigación fue importante determinar la actituddel estudiante en relación con Scratch, por lo que seemplearon los resultados de la primera parte del

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cuestionario (12 aciertos); se presentó al alumno enformato físico, fue respondido en forma individual yde modo anónimo.

En el segundo caso, el instrumento fue el acta deexamen final de la materia y se obtuvo del SICEI (Sis-tema de Información y Control Escolar Institucional),de la UADY.

Por último, el profesor proporcionó las calificacio-nes finales de los proyectos entregados siguiendo elABP; así como también las observaciones y el análisisde los programas generados.

ProcedimientoPara que los alumnos pudieran aplicar la metodo-

logía del ABP en el desarrollo de su proyecto final, pri-mero se generaron pequeños programas enfocados ala creación de juegos simples empleando las estructu-ras básicas de programación, las que posteriormentese emplearon de modo integrador en un proyectofinal. A continuación, se describe el proceso seguidocon los alumnos (AulaPlaneta, 2015).1. Formación de grupos de trabajo, el profesor no

intervino, se dejó que se integraran de acuerdocon su afinidad.

2. Etapa I:a) Determinar el proyecto: se seleccionó el tema y

se presentó un bosquejo, que incluyó el uso delas estructuras básicas de Algoritmia y elemen-tos de la cultura maya.

b) Diseño de la narrativa: se determinó el tipo deproyecto (invitación, felicitación, juego simple)y se bosquejó la narrativa (historia a contar).Los equipos recibieron asesoría por parte delprofesor el cual también asignó la rúbrica aseguir.

3. Búsqueda y recopilación de información relaciona-da con el software a crear de acuerdo con la temá-tica seleccionada, el profesor tuvo un papel deorientador y tutor.

4. Etapa II:a) Determinar las actividades a desarrollar y gene-

rar el cronograma.b) Construcción de elementos definidos en la eta-

pa I como son los objetos y los fondos.5. Etapa III:

a) Programación con toda la información recabaday los elementos creados; en esta fase pusieronen marcha su creatividad y el profesor tuvosesiones de supervisión.

b) Documentación explicando con detalle todo lodesarrollado apegado a una rúbrica.

6. Entrega del proyecto mediante una exposición ydefensa.

7. Evaluación apegada a una rúbrica preestablecida.

El software utilizado para realizar las pruebas esta-dísticas fue Rstudio.

Resultados

Se exponen los resultados divididos en tres apar-tados: la actitud, el rendimiento académico y la estra-tegia de ABP.

Actitud de los alumnos frente al uso de ScratchEn esta sección se presentan los resultados del

análisis realizado al cuestionario, este fue cumpli-mentado al finalizar el semestre por 15 alumnos deltotal de 19 matriculados y fue respondido en el aulade clase.

El Cuadro 1 muestra los estadísticos descriptivospara las doce interrogantes del cuestionario quedetermina la actitud de los alumnos frente al uso deScratch después de la incorporación de esta herra-mienta. La puntuación más alta se revela en el reacti-vo Es positivo ir integrando progresivamente la TIC en los estu-dios (C = 4.73) y el valor medio más bajo se ha obteni-do en el reactivo ¿Qué tan relevante es usar Scratch para laenseñanza y el aprendizaje? (C = 4. 13).

Dado que el valor de la media oscila entre 4.13 y4.73 viéndose reflejado esto en que la desviaciónestándar tiene un valor pequeño y que estos valoresse encuentran entre los dos factores que representanlas opciones de respuesta Muy de acuerdo y De acuerdo,para efectos de esta investigación se consideraronesas respuestas como actitudes favorables en el usode Scratch, por ello, en el Cuadro 1 se incluye el por-centaje de los alumnos que seleccionaron estasopciones.

Del análisis de los resultados, destaca el hecho deque los respondientes nunca seleccionaron las opcio-nes de respuesta En desacuerdo y Muy en desacuerdo enninguno de los 12 reactivos y en cuanto a la opción derespuesta Indiferente se seleccionó únicamente en 5ocasiones.

Se observa que en 7 de los 12 reactivos todos losalumnos seleccionaron las opciones de Muy de acuerdoo De acuerdo (100% de los respondientes); estos reacti-vos representan más de la mitad de la encuesta(columna suma del Cuadro 1); en 3 de 12 preguntas lasuma en estas 2 opciones es del 93% y en las otras 2del 87%; estos resultados se consideran favorables

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con respecto de lo que se está investigando. La acti-tud de los estudiantes frente al uso de Scratch enAlgoritmia es favorable.

Rendimiento general del grupoAl finalizar el semestre se obtuvieron las actas de

examen de Algoritmia y con esta información se deter-minó el rendimiento general del grupo; cabe hacermención que en este curso se realizó la incorporaciónde la herramienta Scratch por primera vez. También seobtuvieron las actas de examen de la asignatura, perode los semestres de agosto a diciembre de 2016 y 2017las cuales sirvieron para establecer comparaciones,dado que en estos dos cursos la materia fue impartidadel modo tradicional sin la incorporación de TIC.Durante estos tres años en que se impartió Algoritmiael profesor que dio los cursos fue el mismo, los temasincluidos en la planeación didáctica de la materia nopresentaron cambios y los alumnos procedían debachilleratos con planes educativos diferentes dediversos sistemas educativos.

El Cuadro 2 presenta los resultados obtenido enestos 3 años identificando los porcentajes de losalumnos aprobados y los reprobados con la aplicación deScratch y con el método tradicional.

Se observó que se obtuvo una mayor cantidad deaprobados usando Scratch (85%), en comparación conel método tradicional (68%); sin embargo, estos resul-tados no son concluyentes por lo que se procedió arealizar otros análisis estadísticos.

En esta sección, se describen en resumen todaslas pruebas estadísticas realizadas con las que se tra-bajó; cabe mencionar que el nivel de significanciaempleado en todos los casos fue de ∝ = 0.05:• Se analizó el promedio de cada estrategia usada

(con el uso de Scratch y con el modo tradicional)empleando las calificaciones de los alumnos; seutilizó un modelo ANOVA de una vía como primeraopción. Sin embargo, al realizar un análisis sobrelos residuales del modelo (prueba Shapiro-Wilk)se determinó que estos no tenían una distribuciónnormal.

• En función del resultado anterior, al realizar unaprueba sobre el aprovechamiento, se empleó laprueba no paramétrica Kruskal-Wallis; sin embar-go, los resultados arrojan que con los datos quehasta ahora se tienen no hay evidencia suficientepara decir que el promedio de calificaciones conScratch es diferente del método tradicional.

• Dada la prueba anterior, se procedió a analizar loque sucedió con el rendimiento de los alumnos enbase a la cantidad de aprobados y reprobados;para esto se usó la prueba no paramétrica de Fis-her’s Exacta (usando la tabla 2); esto arrojó que nose tiene evidencia suficiente para especificar queexiste diferencia significativa entre las estrategias.

• De acuerdo a los resultados anteriores, suponiendoque los datos preserven el mismo comportamien-to con el paso de los cursos se realizó una simula-

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Reactivo

123456789101112

Cuadro 1. Estadísticos del cuestionario de actitud hacia el uso Scratch

Min

434344333444

Max

555555555555

Moda

555554544545

Mediana

545554544545

Media

4.534.404.674.474.734.334.534.334.134.534.474.60

Desv. típica.516.632.488.743.458.488.640.617.640.516.516.507

Muy deacuerdo53.3%46.7%66.7%60.0%73.3%33.3%60.0%40.0%26.7%53.3%46.7%60.0%

De acuerdo46.7%46.7%33.3%26.7%26.7%66.7%33.3%53.3%60.0%46.7%53.3%40.0%

Suma

100%93%100%87%100%100%93%93%87%100%100%100%

Fuente: Elaboración propia.

Fuente: Elaboración propia.

Estrategiausada

TradicionalScratch

Total dealumnos

2520

Aprobados

68%85%

Reprobados

32%15%

Cuadro 2. Alumnos aprobados-reprobados en Algoritmia

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ción y se observó que con el correr del tiempo si semarcará una diferencia significativa entre las estra-tegias; se proyecta que con dos generaciones másesto se podrá observar.

Implementación del aprendizaje basado en proyectosEn esta parte se exponen los resultados del análi-

sis procedente de la información recogida con las cali-ficaciones de los proyectos mediante el ABP y lasobservaciones del docente. En el Cuadro 3 se presen-ta una breve descripción de algunos juegos realizadoscomo resultado del proceso del ABP.

En la Figura 1 se puede ver el resultado obtenidocon este proceso, se observan imágenes de uno de losproyectos presentados en el Cuadro 3, así como unapequeña parte de su código. La figura se correspondecon el proyecto titulado Rompecabezas maya.

Con las calificaciones finales de este proceso sedeterminó que los 19 alumnos inscritos a la asignatu-ra participaron en algún equipo de trabajo y entrega-ron su proyecto, el promedio de las calificaciones de

los proyectos entregados fue de 89.3 puntos con unadesviación estándar de 11.98 puntos, esto nos arrojaun nivel de dominio satisfactorio, lo cual es aceptableen la investigación. Destaca que la mayor parte de losalumnos obtuvo calificaciones en el nivel sobresalien-te (60%) y ningún alumno (0%) obtuvo calificacionesel en nivel no aprobado, es decir, todos los alumnoslograron desarrollar el proyecto y aprobarlo.

De igual modo, considerando solo los dos nive-les de dominio de interés, sobresaliente y satisfacto-rio, el 80% de los alumnos obtuvo calificaciones eneste rango.

Haciendo un estudio de mayor profundidad, seprocedió a realizar el análisis estadístico de lo ante-rior utilizando el nivel de significancia de ∝ = 0.05:• Se analizó si los datos tenían una distribución nor-

mal mediante la prueba de bondad de ajuste Sha-piro-Wilk y se concluyó que los datos no cumplencon esta condición.

• Se realizó una prueba de hipótesis relacionada conel promedio de los proyectos empleando la prueba

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Incorporación de la herramienta Scratch para el aprendizaje de…

DescripciónJuego donde Quetzalcóatl tiene que ir de un extremo a otro de la pantalla, conel fin de que el solsticio de Verano pueda llevarse a cabo.Es un juego donde los simples mortales se enfrentan a un dios maya, hay queevitar que se crucen ya que, en caso contrario, se irán perdiendo vidas.Se trata de un ataque de los españoles al pueblo maya, los cuales se tienenque defender esquivando las balas del cañón con la ayuda de los dioses.Juego en que un soot’s (murciélago), personaje de la cultura maya, tiene queatrapar frutas locales que caen del cielo.El dios del fuego y el dios del trueno interactúan con una pelota y el contrin-cante tiene que obstaculizar el paso de ésta.Rompecabezas de paisajes mayas con tres grados de dificultad.

Equipo1

2

3

4

5

6

Cuadro 3. Proyectos finales de los alumnos que cursaron Algoritmia en el semestre agosto diciembre 2018

Fuente: Elaboración propia (2019).

ProyectoLa aventura de Quetzalcóatl

Juego de los dioses

Los españoles nos atacan

Recogiendo frutas

Batalla de los dioses

Rompecabezas

Figura 1. Proyecto: Rompecabezas maya Fuente: Elaboración propia.

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de Wilcoxon y se concluyó que los resultados estu-vieron por arriba del nivel Satisfactorio como seplanteó inicialmente.

• Por último, se realizaron las dos pruebas anteriores,pero con el promedio final obtenido al término delcurso y se concluyó que los datos estudiados nopresentan una distribución normal y al aplicar laprueba de Wilcoxon se comprobó que el promediofinal está por arriba del nivel Suficiente.

Por otro lado, el docente observó que el desarrollode los proyectos finales cumplió su objetivo que fueincorporar Scratch a Algoritmia y generar un programaque integrara todas las estructuras vistas durante elcurso. Al término del mismo, el alumno contó con unelemento palpable y gráfico que le permitió fortalecerla lógica de lo estudiado y entender mejor las estruc-turas ya que se observó que lograba ver paso a pasocomo se ejecutaban las instrucciones por lo que laspudo entender a profundidad y darles significado. Conla exposición y explicación de los proyectos demostróla comprensión de las estructuras y esto fue contras-tado con los códigos del documento entregado. Seobservó que los alumnos pudieron entender la impor-tancia del orden, explotar su creatividad y se determi-nó que un aspecto de Scratch muy usado por el alum-no fue el ensayo y error para verificar si los procesosempleados eran correctos, todo esto se vio reflejadoen el producto final. El docente propone el uso deScratch en Algoritmia como una buena herramientaintroductoria para programación.

La herramienta usada para diseñar los proyectosayudó a elevar las calificaciones respecto a los añosanteriores, aunque no de manera estadísticamentesignificativa. Se espera en una siguiente aplicaciónque la cantidad de alumnos en los niveles sobresa-liente y satisfactorio sea al menos del 70%. Comoresultado de la experiencia, con Scratch al alumno sele facilita el chequeo de errores si se compara con eldesempeño en años anteriores donde tenían el algo-ritmo con papel y lápiz; por otra parte, los alumnospropusieron temas de interés en sus proyectos, comolos juegos y esto los motivó a tener buenos resulta-dos. Se concluye que Scratch es una herramienta deapoyo extra con la que se cuenta al estudiar Algorit-mia, la cual cumple su cometido y es bien aceptadapor los alumnos.

Discusión y conclusiones

De los resultados de esta investigación se deriva

que los estudiantes manifiestan una actitud positivaante la incorporación de Scratch en su curso de Algo-ritmia y este resultado es coincidente con el análisisde actitudes hacia diversas herramientas tecnológicasrealizadas en otras investigaciones (Bullones, Vivas &Caseres, 2015; Roig, Mengual, Sterrantino & Quinto,2015); por lo que el método aquí descrito se volverá aimplementar en cursos futuros.

Es importante mencionar que la actitud mostradano es suficiente; sólo se podrán integrar las TIC conun verdadero objetivo pedagógico, que no se reduzcaa la habilitación tecnológica, ya que no pueden por símismas elevar los niveles educativos, desarrollar unaactitud positiva en el alumnado, ni fomentar su auto-nomía; se requieren cambios profundos que ya noadmite el método tradicional en un entorno innova-dor y digitalizado, lo que conlleva por parte del docen-te una estricta planeación del proceso, reflexivo, pen-sado y crítico.

Otro aspecto de interés fue el rendimiento acadé-mico; problema que no es exclusivo de la UMT y pre-ocupa en los diversos niveles educativos, en nuestrocontexto de investigación es importante considerarcuando se introduce al alumno a los principios deprogramación. Partiendo del marco teórico se hapuesto de manifiesto la influencia de las TIC en elámbito educativo para dar solución al bajo rendi-miento académico y la herramienta Scratch se haempleado con este fin en una diversidad de temas dediferentes niveles educativos y los alumnos han mani-festado aceptación por el software y agrado en la rea-lización de sus trabajos (Xinogalos, Satratzemi, &Malliarakis, 2015; Gomes & Medes, 2007; López-Escri-bano & Sánchez-Montoya, 2012). De igualmodo,Stuart (2009), Uludag, Karakus y Turner (2011),Muñoz et al. (2015) y Muñoz, Barcelos, Villarroel y Sil-veira (2015), refieren que Scratch ha sido empleadopara ayudar al alumno en su rendimiento académicomediante su incorporación en sus aulas de clase. Enesta investigación, acorde al análisis estadístico reali-zado, los resultados obtenidos no arrojan una diferen-cia significativa por lo que no hay evidencia suficientepara afirmar que el rendimiento académico mejoramediante el uso de Scratch. Sin embargo, se esperaque en implementaciones futuras los resultados seanfavorecedores.

Al revisar los resultados encontrados de la aplica-ción del ABP se determinó que es una metodologíaadecuada para resolver problemas de creatividad,análisis, planeación, entre otras, todas de importan-cia en Algoritmia; se observó el compromiso y el inte-

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rés de los educandos en el proceso, lo cual también serefleja en investigaciones relacionadas. Los resulta-dos de los proyectos fueron satisfactorios en funciónde los estadísticos aplicados a las calificaciones obte-nidas y las observaciones del profesor se correspon-den con este hecho, sin embargo, hay que afinar deta-lles para poder tener mejores resultados la siguientevez que se imparta la materia.

Si bien es cierto, Scratch se emplea básicamentecon niños de primaria y de secundaria, se le hanencontrado múltiples usos en otros niveles educati-vos. Stuart (2009) plantea su empleo desde los prime-ros años de la educación hasta introducir a universita-rios a la programación y concluye que es una buenaalternativa para que luego el estudiante dé el salto aotros lenguajes con sintaxis y entornos de desarrollomás avanzados, lo cual es importante en la LIS.

En función de los datos obtenidos y analizados sedeterminó que Scratch es una tecnología que podríafavorecer el aprendizaje de Algoritmia en futurasincorporaciones, en especial con los fundamentos deesta área y que los alumnos manifiestan una actitudpositiva en relación con su uso. A pesar de que hastaahora no se ve una gran mejoría en el rendimientoacadémico de los estudiantes, de acuerdo con lasimulación realizada es probable que suceda en suce-sivas implementaciones. Se considera que se ha cum-plido con el objetivo propuesto y los resultadosencontrados pueden servir para comprender mejor loque sucede en el aula en la materia.

Por último, es importante mencionar que estainvestigación se ha centrado en estudiar lo que hapasado con la incorporación de Scratch bajo ciertocontexto en un grupo en concreto, lo cual es una limi-tante de importancia. Por ello, sería interesanteampliar estos estudios en otros cursos, indagar lo quesucede en otras universidades y analizar los resulta-dos que se obtienen en esta misma materia en otrocampus de la UADY.

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According to the World Health Organization, depression is the main cause of work disability. In order to iden-tify the percentages of high school students with signs of depression, and how this could be related to academicperformance, a descriptive study was carried out, applying the Depression Scale of the Center for EpidemiologicalStudies (or CES-D Scale) to 1015 students from second to sixth semester of high school, with the lowest and hig-hest school averages from each group. It was observed that 29.20% of students with low school averages and20.60% of students with high averages exhibited severe signs of depression. It is proposed to develop an Institu-tional Academic Risk Profile for Depression (PIRAD) to identify the population with the greatest tendency to exhi-bit severe signs of depression and schedule interventions, as well as constant monitoring.

Key Words: Depression, Depression in Adolescents, Academic Performance, School Performance.

Depresión y rendimiento académico: propuesta delPerfil Institucional de Riesgo Académico por Depresión

FÉLIX ALEJANDRO CASTELLANOS-MEZA,1

MARÍA AMPARO RODRÍGUEZ-CARRILLO,2 MARÍA ESTHER RODRÍGUEZ-RAMÍREZ3

Depression and Academic Performance: Proposal of the Institutional Profile of Academic Risk for Depression

1 Instituto Milton H. Erickson de Guadalajara (México). Correspondencia: [email protected]. ORCID: 0000-0002-9554-33602 Escuela Preparatoria No. 15, Universidad de Guadalajara (México). ORCID: 0000-0001-6866-109X3 Escuela Preparatoria No. 15, Universidad de Guadalajara (México). ORCID: 0000-0002-3316-109X

Re su menDe acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión constituye la principal causa de incapacidad

laboral. Con el objetivo de identificar los posibles porcentajes de alumnos (adolescentes) de bachillerato con sig-nos de depresión, y cómo esto podía relacionarse con el rendimiento académico, se realizó un estudio descripti-vo, aplicando la Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos (o Escala CES-D) a 1015 alumnosde segundo a sexto semestre de bachillerato, con los promedios escolares más bajos y más altos de cada grupo.Se observó que el 29.20% de los alumnos con promedios escolares bajos y el 20.60% de los alumnos con prome-dios altos exhibían signos severos de depresión. Se propone la elaboración de un Perfil Institucional de RiesgoAcadémico por Depresión (PIRAD) para identificar a la población con mayor tendencia a exhibir signos severosde depresión y programar intervenciones, así como monitoreos constantes.

Palabras clave: Depresión, Depresión en adolescentes, Rendimiento académico, Rendimiento escolar.

Abstract

Recibido: 5 de marzo de 2020Aceptado: 17 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima queun 10% de la población del planeta podría estarsufriendo de depresión. A grandes rasgos, la depre-sión puede ser entendida como una enfermedad quecorresponde a un trastorno del estado de ánimo. Invo-lucra la pérdida de los intereses; falta de vitalidad ofatiga excesiva; pérdida de estimación y confianza ensí mismo, así como tener recurrentemente sentimien-tos de inferioridad; padecer sentimientos de culpaexcesiva e inadecuada, junto con reproches despro-porcionados hacia sí mismo; pensamientos de muerteo suicidio, así como la realización de prácticas de altoriesgo para la integridad propia; disminución de lacapacidad para concentrarse y quejas acompañadasde falta de decisión y vacilaciones; alteraciones decualquier tipo en el sueño y apetito; y en algunoscasos, pudieran llegar a presentarse alteraciones psi-cosomáticas (OMS, 2017).

Se ha observado que la depresión suele iniciardurante la adolescencia y la aparición de los síntomaspuede variar entre los individuos y conforme la edadavanza, de ahí que sea común que síntomas talescomo alteraciones en el apetito, pérdida de energía einsomnio sean más frecuentes en los adolescentes encomparación con los adultos, que suelen exhibir sín-tomas como pérdida de interés y dificultades paraconcentrarse al realizar trabajos (Rice, Riglin, Lomax,Souter, Potter, Smith, Thapar & Thapar, 2018). Tam-bién se ha indicado que los adolescentes que sufrensíntomas depresivos de manera constante puedenmostrar alteraciones neuropsicológicas que se rela-cionan con una aceleración en el adelgazamiento enla corteza del lóbulo frontal, la encargada de procesoscognitivos complejos y la regulación de impulsos, loque deriva en un incremento en la reactividad emo-cional (Bos, Peters, van de Kamp, Crone & Tamnes,2018). De esta manera, se podría decir que, aunque ladepresión puede iniciar por aspectos estrictamentepsicológicos, conforme se agrava puede involucrarconsecuencias persistentes en una dimensión bioló-gica, lo que a su vez perpetua las afectaciones desfa-vorables en términos psicológicos.

Por otro lado, en una dimensión psicosocial, se haindicado que la depresión interfiere directamente conun desempeño social saludable del individuo, obsta-culizando la práctica de habilidades sociales y promo-viendo el aislamiento, lo que deriva en una disminu-ción de las redes sociales de apoyo y/o en el estable-

cimiento de relaciones sociales que pueden llegar afacilitar prácticas de riesgo, cuestiones que incremen-tan la aparición de más signos depresivos que enalgunos casos podrían derivar en suicidios; y adicio-nalmente, quienes poseen vínculos afectivos de cer-canía con los afectados por la depresión pueden lle-gar a contagiarse de los síntomas (Santini, Koyanagi,Tyrovolas, Mason & Haro, 2015). Dicho de otra mane-ra, se podría decir que un individuo con depresiónsuele padecer aislamiento social y además, tiende arelacionarse con quienes también padecen dichaenfermedad, aspecto que incrementa la sintomatolo-gía y las interacciones sociales que pueden llegar aser potencialmente nocivas.

De acuerdo con lo señalado, es posible indicar quela depresión es un trastorno que puede disminuir ladestreza de los individuos para realizar diversas tareaso incluso, incapacitarlos para desempeñarse demanera óptima en varios contextos. De ahí que seapertinente considerar la relación que hay entre ladepresión y el desempeño académico.

Depresión y desempeño académico

Se ha indicado que la depresión está vinculadacon el bajo desempeño académico en los adolescen-tes (Hysenbegasi, Hass & Rowland, 2005; Mejía, Agu-delo & Perea, 2011; Sörberg, Koupil, Gustafsson, Zam-mit, Allebeck & Falkstedt, 2018). La depresión en losalumnos suele estar vinculada con dificultades paraconcentrarse en actividades escolares, afectacionesen las relaciones sociales (por lo general, se tiende alaislamiento), problemas en el rendimiento escolarautosuficiente, deficiencias en la lectura y la escritura,así como la percepción del trabajo escolar como sifuera una gran carga que implica demandas de esfuer-zos excesivos (Fröjd, Nissinen, Pelkonen, Marttunen,Koivisto & Kaltiala, 2008).

El rendimiento académico y social de los alumnosdeprimidos parece relacionarse con ambientes fami-liares en los que se promueven relaciones conflicti-vas, lo que podría retroalimentar la baja autoeficaciade los jóvenes durante las actividades académicas(Galicia, Sánchez & Robles, 2013). Además las afecta-ciones en la autoestima, derivadas de la depresión,pueden promover y perpetuar el bajo rendimientoescolar (Ferrel, Vélez & Ferrel, 2014), así como la pro-pensión a realizar prácticas de riesgo que pueden lle-gar a interferir con –o incluso, interrumpir definitiva-mente– el desempeño académico (González, Pineda& Gaxiola, 2018). De igual manera, se ha señalado

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que factores extraescolares, tales como las relacionessociales en las que hay distanciamiento y/o agresivi-dad, repercuten en la disposición del estudiantehacia las clases, un exceso de estrés y un autocon-cepto académico negativo (Padua, 2019). Se ha vistoque dichos factores se relacionan con el desarrollo desíntomas depresivos en los jóvenes y sus problemasde desempeño académico (Rueger, Malecki, Pyun,Aycock & Coyle, 2016).

Se ha propuesto que el bajo rendimiento escolardurante la adolescencia guarda una relación estrechacon la depresión, e incluso funciona como un predic-tor de la aparición de depresión durante la primeraetapa de la vida adulta, independientemente del coe-ficiente intelectual de los individuos, por lo que iden-tificar este tipo de casos podría ser útil en los siste-mas de salud pública (Sörberg, Koupil, Gustafsson,Zammit, Allebeck & Falkstedt, 2018). Dicho de otramanera, los casos de bajo rendimiento escolar enadolescentes posiblemente se tratan de casos dedepresión.

Adicionalmente, los adolescentes con depresiónsuelen exhibir afectaciones desfavorables en algunasfunciones ejecutivas, tales como la capacidad parainhibir impulsos, fluidez verbal, sostener la atencióndurante la realización de alguna tarea, memoria detrabajo verbal, memoria de trabajo espacial y elabora-ción de planes, aspectos que podrían influir de mane-ra desfavorable en el desempeño escolar (Owens, Ste-venson, Hadwin & Norgate, 2012; Vilgis, Silk & Vance,2015; Wagner, Müller, Helmreich, Huss & Tadi�, 2015).También se ha indicado que, aunque los déficits enlas funciones ejecutivas pueden mostrar correlacióncon los síntomas depresivos, la flexibilidad cognitivano necesariamente implica la exclusión de dichos sín-tomas, debido al incremento de la ansiedad que per-petúa las fallas de manera sistemática (Han, Helm,Iucha, Zahn, Hastings & Klimes, 2016). En otras pala-bras: aunque los jóvenes puedan tener una ampliacapacidad para adaptarse a ambientes cambiantes,realizar trabajos de manera simultánea y comprenderconceptos complejos, también son más susceptiblesde padecer ansiedad y esto puede interferir con undesempeño óptimo.

Se ha observado que los episodios de ansiedadque acompañan a la depresión suelen incrementarsedurante las temporadas de exámenes, afectando elrendimiento de la memoria de trabajo en los estu-diantes (Owens, Stevenson, Hadwin & Norgate, 2012),o en términos del lenguaje ordinario, se podría decirque el alumno no retiene la información que se le acaba de expli-

car. Se ha propuesto que las emociones negativasinfluyen directamente en el rendimiento académicode los adolescentes, debido a que la ansiedad y otrossíntomas relacionados con la depresión pueden inter-ferir al responder adecuadamente a los exámenesescolares: los alumnos con síntomas de depresiónsuelen presentar una sobreactivación fisiológica, quese relaciona con ideas y emociones vinculadas alexceso de preocupación por responder correctamentealgunos tópicos específicos del examen, así como conlas implicaciones del fracaso en términos personalesy sociales (Chin, Williams, Taylor & Harvey, 2017).

Se ha indicado que la depresión puede estar rela-cionada con eventos académicos desfavorables, talescomo la necesidad de repetir ciclos escolares; obtenerpeores resultados de egreso que los esperados (deacuerdo con las evidencias del rendimiento cognitivodel estudiante a lo largo de su permanencia en elaula); así como el ausentismo frecuente, cambios deescuela o el abandono total de los estudios académi-cos. Estos eventos suelen estar acompañados de cul-pa en el adolescente, quien termina suponiendo quetiene algo mal y es incapaz de arreglarlo, cuestión quederiva en más estrés psicológico, peores resultadosacadémicos y una mayor acentuación de los síntomasdepresivos (Schulte, 2016).

En relación con lo anterior, habría de tenerse encuenta que buena parte de las afectaciones en el com-portamiento de los adolescentes puede llegar a seruna consecuencia involuntaria que se deriva de lasalteraciones hormonales que padecen, y cómo estasalteraciones involucran afectaciones neurofisiológi-cas en zonas del cerebro que se relacionan con proce-sos cognitivos complejos, tales como la regulación deimpulsos ante exigencias sociales (Bos, Peters, van deKamp, Crone & Tamnes, 2018). Por ejemplo: se haindicado que los adolescentes con cronotipos vesper-tinos –esto es, que son más productivos durante lastardes, debido a sus ciclos hormonales–, suelen exhi-bir más problemas de comportamiento y rendimientoescolar que quienes poseen cronotipos matutinos(Goldstein, Hahn, Hasher, Wiprzycka & Zelazo, 2007).Se ha demostrado que si los alumnos cambian de unturno escolar en el que se sentían cómodos –pasar delmatutino al vespertino, y viceversa– para continuarcon sus estudios, su rendimiento se afecta de maneradesfavorable, pese a que continúe manteniendo lamisma cantidad de horas de sueño habitual (Escriba-no, Díaz, Delgado & Collado, 2012). Esto posee rela-ción con los aspectos cronobiológicos que podríanintervenir en las interacciones docente-alumno: por

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un lado, durante la adolescencia, los ciclos de sueñosuelen alterarse debido a factores hormonales, cues-tión que lleva a los jóvenes a ser más propensos paratener una mayor actividad psicológica diurna-noctur-na; mientras que, por otro lado, la mayor parte de losadultos y los niños suelen ser más diurnos que noc-turnos (Pink, 2019). En otras palabras, se podría supo-ner que buena parte de los problemas cotidianos decomportamiento y rendimiento escolar bajo que losadolescentes presentan durante los turnos escolares,pudieran deberse a que padecen excesos o insuficien-cias de actividad fisio-psicológica derivada de losefectos hormonales (aunque también habrían de con-siderarse los cronotipos de los docentes que laboranen cada turno escolar).

De acuerdo con lo señalado hasta el presente pun-to, se podría sugerir que hay una relación directaentre depresión y un rendimiento académico bajo. Noobstante, también habría que considerar otro tipo desituaciones. Se ha indicado que no parece existir rela-ción entre la sintomatología depresiva y el rendimien-to académico, esto es, que pudiera haber individuosque muestran aptitudes para la ejecución adecuadade tareas académicas, sin importar los aspectos emo-cionales que se padezcan (Jaureguizar, Bernaras,Soroa, Sarasa & Garaigordobil, 2015). Al respecto,habría de considerarse a manera de ejemplo didácti-co, los casos de aquello que popularmente se hadenominado como “adicción al estudio” que presen-tan algunos estudiantes de música: los individuos secomprometen excesivamente para obtener ciertasdestrezas específicas, a costa del deterioro de funcio-nes psicosociales que puede llegar derivar en trastor-nos del estado de ánimo, como la depresión (Lawen-dowski, Bereznowski, Wróbel, Kierzkowski & Atroszko,2019). De igual manera, habría de tenerse en cuenta loque en el lenguaje ordinario se ha denominado comosíndrome del impostor: la incapacidad del individuo parareconocer sus propios logros como algo legítimo quese ha derivado de sus esfuerzos, al mismo tiempo quepadece un temor persistente a que el resto de la gentedescubra que dichos logros podrían deberse a unfraude, cuestión que produce un estrés constante. Seha observado que aquellos estudiantes que experi-mentan el síndrome del impostor tienden al perfec-cionismo, cuestión que por una parte los lleva a obte-ner excelentes calificaciones; pero por otra, reduce latolerancia a la frustración, lo que lleva a estos estu-diantes a ser más vulnerables a padecer depresión(Wang, Sheveleva & Permyakova, 2019). Esto pudierasugerir que aquellos alumnos que tienden al perfec-

cionismo podrían obtener calificaciones altas a lo lar-go de su trayectoria académica, y al mismo tiempo serpropensos a la depresión.

En cuanto a los estudiantes habituados a obteneraltos promedios escolares y que muestran tendenciaa un perfeccionismo que interfiere con la adaptabili-dad social, se ha observado que suelen exhibir sínto-mas de depresión que pueden acentuarse cuando rea-lizan estudios en contextos culturales diferentes a losde su origen (Wei, Heppner, Mallen, Ku, Liao & Wu,2007; Suh, van Nuenen & Rice, 2017). Se ha propuestoque la tendencia al perfeccionismo que exhiben algu-nos adolescentes en términos académicos, involucraun proceso cognitivo de autocrítica excesiva y perma-nente, que si bien puede favorecer a la mejora conti-nua de habilidades escolares, también resulta perju-dicial para su salud mental conforme progresan en losniveles escolares (Levine, Green, Werner & Milyavska-ya, 2019). En otras palabras, habría que tomar encuenta que pudieran existir casos de depresión enalumnos que se esmeran en obtener altos promediosescolares y, además, desempeñan su actividad acadé-mica en un ambiente social diferente al que estánhabituados, y que exige el desarrollo de habilidadesde socialización que no poseen.

Además de la posible relación entre la depresión yun alto rendimiento académico, se ha señalado quelos alumnos con rendimiento sobresaliente requierende modelos conductuales y ambientes sociales queresulten saludables para no exhibir problemas acadé-micos, conductuales y/o emocionales (Velasco & Qui-roga, 2018). De igual manera, se ha visto que, en elcaso de carreras universitarias que exigen altos pro-medios escolares para el ingreso e involucran altasexigencias académicas, el porcentaje de alumnos consignos de depresión puede llegar a ser de hasta másde la mitad en determinados niveles escolares (Iqbal,Gupta & Venkatarao, 2015). Esto podría implicar laposibilidad de alumnos con síntomas de depresión,quienes transitan a lo largo de un sistema educativo,y pese a su óptimo desempeño podrían cursar nivelesuniversitarios con dichos síntomas –y en el peor delos casos, llegar a ejercer una profesión.

Con base en las dos perspectivas expuestas (unasobre la posibilidad de la depresión en alumnos conbajo rendimiento académico; y la otra, acerca de laprobabilidad de la depresión en alumnos con altorendimiento académico), resulta pertinente identifi-car hasta qué grado dicha enfermedad podría estarpresente en los futuros adultos y/o profesionistas.

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Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

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Método

ParticipantesSe evaluaron 1015 alumnos de la Preparatoria #15

de la Universidad de Guadalajara, entre los 15 y 18años de edad: 563 alumnos con los promedios másaltos y 452 con los promedios más bajos. Las clasessocioeconómicas y el sexo de los participantes no fue-ron considerados como variables para el presenteestudio.

InstrumentoSe utilizó la Escala de Depresión del Centro para

Estudios Epidemiológicos (Escala CES-D). Se haobservado que la Escala CES-D es práctica y puederesultar confiable como herramienta de primer con-tacto para identificar posibles casos de depresión enniños y adolescentes (Radloff, 1991; Stockings,Degenhardt, Lee, Mihalopoulos, Liu, Hobbs & Patton,2015; Vilagut, Forero, Barbaglia & Alonso, 2016; Yang,Xiong, Garrido, Zhang, Wang & Wang, 2018; Tran, Kali-gis, Wiguna, Willenberg, Nguyen, Luchters, Azzopardi& Fisher, 2019). A grandes rasgos, la Escala CES-Dconsta de 20 ítems relacionados con las categoríasque la American Psychological Association ha esta-blecido para evaluar el diagnóstico de depresión: dis-foria o tristeza; anhedonia o pérdida de interés; afec-taciones en el apetito; alteraciones en el sueño; afec-taciones desfavorables en el pensamiento y/o la capa-cidad para concentrarse; sentimientos de culpa, inuti-lidad y/o cansancio; fatiga; disminuciones de movi-miento o exceso de agitación; e ideación suicida. Elinstrumento es autoaplicable y puede contestarse enun par de minutos. Las calificaciones en la EscalaCES-D implican tres categorías de puntajes: de 0 a 16se considera que no hay signos significativos dedepresión; de 16 a 23 hay signos moderados de depre-sión y de 24 a 60 hay signos severos de depresión.

Procedimiento Mediante la base de datos académica, se escogie-

ron a 20 alumnos por cada grupo (los 10 alumnos conlas calificaciones más altas y los 10 alumnos con lascalificaciones más bajas) tanto en el turno matutinocomo en el vespertino, desde el segundo hasta el sex-to grado. No se dio aviso previo de la investigación yse les hizo saber que responder a la encuesta no eraobligatorio ni tendría repercusión en sus calificacio-nes escolares. Se otorgó una copia de la Escala CES-D para cada alumno. El instrumento se aplicó demanera simultánea a los alumnos de cada grupo en

un salón de clases. Los alumnos contestaron porescrito el documento y lo regresaron a los profesores.

Posteriormente, se calificaron todos los instru-mentos y se obtuvieron los promedios de alumnoscon signos moderados y severos de depresión. Losresultados se agruparon de acuerdo con la incidenciade los signos de depresión, los promedios académi-cos, los turnos escolares, los calendarios de ingreso albachillerato y los grados escolares que cursaban losparticipantes.

Resultados

Los criterios considerados para evaluar a los alum-nos, de acuerdo con sus características instituciona-les, fueron Promedio Escolar Alto (PEA) y Promedio EscolarBajo (PEB); Turno Matutino (TM) y Turno Vespertino (TV);Calendario de ingreso en septiembre o Calendario B (C-B), y en enero o Calendario A (C-A). Por otro lado, deacuerdo con el uso del instrumento (la Escala CES-D)se consideraron los Signos de Depresión (SdD), que invo-lucraban Signos Moderados de Depresión (SMD) y SignosSeveros de Depresión (SSD). Se esperaba encuestar a1240 alumnos, pero la muestra total fue de 1015. Estoimplicó encuestar a un 81.85% de la población totalplaneada, lo que involucró una falta de respuestas del18.15% de los estudiantes esperados, que se debió adificultades operativas con un par de grupos, alausentismo de algunos alumnos e instrumentos quefueron entregados sin responder. De los estudiantesencuestados, el 47.48% de la población total entrevis-tada reconoció padecer SdD. Al entrar en detalle, seencontró el 23.05% del total de los alumnos evaluadosmostraron SMD; mientras que el 24.43% mostró SSD.En otras palabras, casi la mitad de todos los alumnosencuestados mostraron signos de depresión, y casi lacuarta parte de ellos exhibieron SSD.

En cuanto a los resultados de los alumnos conPEA y PEB, hubo una mayor participación de losalumnos con PEA (90.80%), en comparación a losalumnos con PEB (72.90%). Los alumnos con PEAmostraron un 42.80% con SdD, mientras que los alum-nos con PEB exhibieron un 53.31%. Por otra parte, losalumnos con PEA mostraron mayor porcentaje deSMD (22.20%) que SSD (20.60%); mientras que losalumnos con PEB mostraron lo contrario, esto es, unmenor porcentaje de SMD (24.11%) que SSD (29.20%).Dicho de otra manera, los alumnos con PEA reporta-ron mayores porcentajes de SMD y los alumnos conPEB reportaron mayores porcentajes de SSD.

En relación con el turno de asistencia escolar,

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hubo una mayor participación en el TM (83.59%) encomparación al TV (80%). También se observaron másparticipantes con SdD en el TM (48.97%) que en el TV(45.83%). Los alumnos del TM suelen mostrar mayo-res porcentajes de SMD (24.11%) y SSD (24.85%) quelos alumnos del TV (21.87% y 23.95%, respectivamen-te). De acuerdo con esta categoría, los porcentajes deSSD resultan más altos que los porcentajes de SMDen ambos turnos.

Acerca del calendario de ingreso, habría de tenerseen cuenta que tres de los cinco grados correspondíanal C-B (segundo, cuarto y sexto semestre). Aunquehubo una mayor cantidad de participantes del C-B encomparación al C-A, el porcentaje de participantes fuemenor en C-B (81.15%) que en C-A (83.04%). El por-centaje de alumnos con SdD fue mayor en C-A(51.57%) que en C-B (45.02%). El porcentaje de alum-nos con SMD fue menor que los de SSD, tanto en C-B(21.95% y 23.06%) como en C-A (24.86% y 26.70%).Según esta categoría, los porcentajes de SSD resultanmás altos que los porcentajes de SMD en amboscalendarios de ingreso.

Por otro lado, se obtuvo la distribución de losporcentajes de SdD (tanto SMD como SSD) segúnlos grados escolares, desde segundo hasta sextosemestre de la población evaluada, y los resultadosfueron los siguientes: en segundo semestre, el51.98% de los alumnos mostró SdD (25.55% con SMDy 26.43% con SSD); en tercer semestre, el 50% de losalumnos exhibió SdD (22.64% con SMD y 27.35% conSSD); en cuarto semestre, el 41.70% de los alumnospresentó SdD (16.58% con SMD y 25.11% con SSD);en quinto semestre, el 53.52% de los alumnos mani-festó SdD (27.64% con SMD y 25.88% con SSD); y ensexto semestre, el 40.51% de los alumnos evidencióSdD (23.58% con SMD y 16.92% con SSD). De acuer-do con esta categoría, los alumnos del quintosemestre fueron quienes revelaron mayores porcen-tajes de SdD y SMD, mientras que los alumnos delsegundo semestre fueron quienes ostentaron mayo-res porcentajes de SSD.

Al considerar el conjunto de resultados obtenidosen el presente estudio, en el Cuadro 1 se procede aestablecer cómo se podría articular una propuesta deun Perfil Institucional de Riesgo Académico porDepresión (PIRAD).

De acuerdo con el PIRAD obtenido en el presenteestudio, la población de alumnos con PEB, del TM,que pertenecen al C-A, y que cursan el quinto semes-tre, corresponderían a la población que tiende a exhi-bir más SdD y SMD. Por otro lado, los alumnos con

PEB, del TM, que pertenecen al C-A, y cursan el segun-do semestre, corresponderían a la población que tien-de a exhibir más SSD.

Discusión y conclusiones

A diferencia de la estimación hecha por la OMSacerca de la posibilidad de un 10% de la población engeneral con signos de depresión, en el presente estu-dio el porcentaje total de alumnos con signos dedepresión fue de 47.48%, que implica 23.05% con sig-nos moderados y 24.43% con signos severos de depre-sión. Es posible que la diferencia de porcentajes esti-mados por la OMS y los obtenidos en este estudio sedebiera a los tipos de población evaluados. Aunquese esperaba que los alumnos con PEB mostraran unporcentaje alto de signos de depresión (el 29.20% deellos con SSD), lo que no se esperaba era que losalumnos con PEA exhibieran porcentajes tan altos designos de depresión (el 20.60% de ellos con SSD).

De acuerdo con los resultados, podría sugerirseque al menos 3 de cada 10 casos de bajo rendimientoescolar y 2 de cada 10 casos de alto rendimiento,pudieran involucrar situaciones de preocupación parauna institución educativa: por un lado, algunos alum-nos con bajo rendimiento escolar podrían estar pade-ciendo algún tipo de depresión, cuestión que haríanecesaria la implementación de intervenciones psico-terapéuticas (al menos para casi la tercera parte de losalumnos con PEB), además de tutorías académicasespecializadas para que los jóvenes logren aprobar

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SdD: Signos de Depresión; SMD: Signos Moderados deDepresión; SSD: Signos Severos de Depresión. PEA: Prome-dio Escolar Alto; PEB: Promedio Escolar Bajo; TM: TurnoMatutino; TV: Turno Vespertino; C-B: Calendario B; y C-A:Calendario A.Fuente: Elaboración propia.

Características observadasPEAPEBTMTVC-BC-ASemestre 2Semestre 3Semestre 4Semestre 5Semestre 6

SdD

xx

x

x

SMD

xx

x

x

SSD

xx

xx

Cuadro 1. Propuesta del PIRAD según los datos del presente estudio

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satisfactoriamente las asignaturas y/o no deserten dela escuela. Esto implicaría un reto: de acuerdo con laOMS, aún existen prejuicios sobre los trastornos psi-cológicos y su atención clínica, por lo que habría queinformar y educar acerca de la depresión y sus conse-cuencias, tanto a los alumnos como a los tutores.

Por otro lado, y tal vez más preocupante, si se con-sideran las exigencias actuales de constante prepara-ción académica para lograr una mayor competitividada mediano y largo plazo, quizás 2 de cada 10 alumnoscon altos promedios escolares pudieran sufrir depre-sión. Esto podría relacionarse con lo que se denominapopularmente como adicción al trabajo. Contrario a laidea popular acerca del adicto al trabajo como alguienque disfruta tanto su empleo que prácticamente vive ahí todo eldía, se ha observado que quienes exhiben este tipo decomportamiento persistente más bien padecen emo-ciones y pensamientos desagradables en torno acómo sus capacidades son superadas por las exigen-cias laborales, cuestión que deriva en el desarrollo desíntomas depresivos (Mormello & Reichelt, 2017).Ante la situación actual de PEA y SSD, resultaría per-tinente implementar asesorías psicológicas paraorientar a estos alumnos y que logren mejorar su cali-dad de vida conforme se convierten en adultos.

Se ha indicado que el uso de instrumentos confia-bles para identificar signos de depresión (entre ellos,la Escala CES-D), al ser aplicados en adolescentes,pueden llegar a arrojar casos de falsos positivos, debi-do a que en ocasiones los jóvenes tienden a exageraralgunos síntomas o porque simplemente deseanjugarle una broma a los investigadores (Stockings,Degenhardt, Lee, Mihalopoulos, Liu, Hobbs & Patton,2015). Ahora bien, aunque no se descarta que algunosadolescentes pudieran haber bromeado o exageradoal contestar la Escala CES-D en el presente estudio,no habría de olvidarse la estimación de la OMS acercade la ocurrencia de la depresión en la población mun-dial (aproximadamente un 10%). Ante los resultadosobtenidos (24.43% de alumnos con SSD), resultaríadifícil sugerir que más de la mitad de todos los alum-nos que mostraron signos severos de depresión enrealidad estaban bromeando. En todo caso, se reco-mienda que sería necesario repetir la aplicación delpresente estudio a lo largo de algunos semestres,para poder observar si los porcentajes se mantienen ocambian. Esto serviría para monitorear los signos dedepresión (moderados y severos) en generaciones deestudiantes.

De acuerdo con los resultados obtenidos en el pre-sente trabajo, se sugiere que el reporte de signos

severos de depresión (puntajes de 24 o más en laEscala CES-D) parecen incrementarse en el segundosemestre. Esto pudiera tener relación con los señala-mientos hechos por la OMS en el sentido de que ladepresión constituye una enfermedad que se encuen-tra cada vez más presente en la población y se esperaque la cantidad de casos prosiga incrementándosecon el tiempo (OMS, 2017). Sin embargo, una vez más,se recomienda repetir de manera continua la aplica-ción del presente estudio a lo largo de varios semes-tres con el objetivo de comparar si los porcentajes designos de depresión se mantienen estables (según elgrado académico) o cambian (según el avance de lasgeneraciones de estudiantes).

Llamó la atención que algunos alumnos con SSDhubieran escrito sus nombres en los instrumentos,pese a que no se les solicitó que lo hicieran, debido aque cada uno de los ejemplares del instrumento con-taba con un código para identificar a los participantes.Esto hace suponer que hay alumnos que están dis-puestos a ser explícitos en cuanto a su identidad, qui-zás para solicitar ayuda de manera indirecta (al revi-sarse los instrumentos que ellos contestaron), pese aque es común que culturalmente se desempeñen encontextos que involucran el uso del anonimato.

Acerca de otros posibles usos del PIRAD, ademásde identificar las poblaciones de alumnos con mayorcantidad de signos de depresión y posible riesgo aca-démico, habría de considerarse como herramientaauxiliar en el diseño de planes educativos. Si el PIRADse aplicara a lo largo de varios semestres y se obser-vara que las dificultades persisten en el mismo gradoescolar, habría de considerarse una reorganización enlos contenidos de las asignaturas y/o las asignaturasmismas. De igual manera, el PIRAD podría servircomo herramienta auxiliar para el monitoreo del tra-bajo docente: pudiera darse el caso de docentes queemplearan una metodología no conveniente para tra-tar de facilitar el aprendizaje en los alumnos (y esoestuviera contribuyendo al padecimiento de signos dedepresión en los estudiantes) o, en el peor de loscasos, docentes que pudieran estar padeciendo sig-nos de depresión: se ha observado que la condiciónpsicológica del docente puede influir directamente enlos aspectos neuroquímicos de los alumnos relacio-nados con el padecimiento de estrés, o en otras pala-bras, el docente puede llegar a contagiar a sus alum-nos con estados emocionales desfavorables (Oberle &Schonert-Reichl, 2016; Jennings, Brown, Frank, Doyle,Oh, Davis, Rasheed, DeWeese, DeMauro, Cham & Gre-enberg, 2017).

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En cuanto a las limitaciones del presente estudio,cabe destacar que el uso de las variables del PEA yPEB, pudo haber contribuido para la obtención deporcentajes tan altos de depresión en los participan-tes, por lo que sería conveniente en trabajos futurosconsiderar a los alumnos con promedios escolaresintermedios. Otra limitación del presente trabajo esque se trata de un estudio descriptivo en el que seempleó un solo instrumento (la Escala CES-D) y elrendimiento escolar. No se consideraron otros posi-bles factores que pudieran estar relacionados con ladepresión y el rendimiento escolar, por lo que laexploración de varios factores extraescolares y suposible relación con los signos de depresión y el ren-dimiento académico implicaría una línea de investiga-ción para futuros estudios.

Finalmente, aunque la depresión en los adoles-centes implica un problema multifactorial de saludpública, que puede incrementarse y agravarse en tér-minos poblacionales, gracias a los resultados del pre-sente trabajo se plantea la necesidad de realizar estetipo de investigaciones a manera de monitoreo acadé-mico, por lo que se recomiendan aplicaciones demanera continua y sistemática para prevenir posiblescasos de sintomatologías severas y/o intervenir demanera adecuada en los casos de los alumnos queexhiban síntomas de dicha enfermedad. Las campa-ñas informativas y los talleres resultarán necesariospara que los adolescentes adquieran la habilidad dereconocer sus propios síntomas y solicitar asesoríaspsicológicas.

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63 Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

A narrative review of studies related to the promotion of mental health around the world was carried out takinginto account those published from 2004 to 2008, in order to know the methodologies implemented, as well as themain findings that paid to the construction of knowledge of the perception of workers. The keywords “work satis-faction”, “mental health” and/or “administrative worker” were used for this search; both in the English and Spanishand Portuguese languages. We find that the perception of the work situation can manifest itself in physical andemotional discomfort, thus affecting the mental health of workers. Based on the findings reported in this searchit is considered that there are not enough studies from the qualitative paradigm that compete with the large num-ber of quantitative studies, so it is concluded that it is of great importance to continue to explore from the wor-ker’s own perception everything that is related to his job satisfaction.

Key Words: Job Satisfaction, Mental Health, Occupational Health.

La satisfacción laboral como promotora de salud mental: una revisión narrativa

TERESA CATALINA OROZCO-OROZCO,1 MARÍA ANA VALLE-BARBOSA,2

GABRIELA GUADALUPE CARRILLO-NÚÑEZ3

The Labor Satisfaction as a Promoter Of Mental Health: A Narrative Review

1 Estudiante de la Maestría en Ciencias de la Salud en el Trabajo, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de [email protected]

2 Departamento de Ciencias Sociales. Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Correspondencia: [email protected]

3 Departamento de Morfología. Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected]

Re su menSe llevó a cabo una revisión narrativa de estudios afines a la satisfacción laboral relacionada con la promoción

de la salud mental alrededor del mundo tomando en cuenta artículos publicados del año 2004 al 2008, con la fina-lidad de conocer las metodologías implementadas, así como los principales hallazgos que abonaron a la cons-trucción del conocimiento de la percepción de los trabajadores. Para dicha búsqueda se emplearon las palabrasclave “satisfacción laboral”, “salud mental” y/o “trabajador administrativo”; tanto en inglés como en español y por-tugués. Encontramos que la percepción de la situación de trabajo se puede manifestar en malestares físicos yemocionales, afectando así la salud mental de los trabajadores. Con base en los hallazgos reportados en esta bús-queda se considera que no se cuenta con suficientes estudios a partir del paradigma cualitativo que compitan conla gran cantidad de estudios cuantitativos, por lo que se concluye que es de gran importancia continuar exploran-do desde la propia percepción del trabajador todo aquello que está relacionado con su satisfacción laboral.

Palabras clave: Promoción de Salud, Salud laboral, Satisfacción laboral.

Abstract

Recibido: 13 de marzo de 2020Aceptado: 23 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

Según Agrest y Triskier (2015), el trabajo ha sidoconsiderado una fuente de enfermedad mental en loscasos de acoso y violencia laboral o de estrés por lascondiciones mismas del empleo, o por cuestionesmás generales de los modos de producción, pero tam-bién el trabajo puede ser visto como recurso de reso-cialización o de sostenimiento de los vínculos inter-personales, así como de validación social, así comouna herramienta de promoción de la salud mental delos trabajadores.

La actividad laboral está sujeta a variables muydiversas, y el conjunto de todas ellas forman las con-diciones de trabajo. Alrededor del mundo se ha pues-to principal atención en aquello que puede ser cuan-tificable, y que en diferentes contextos determine elnivel de satisfacción laboral, siendo muy poco explo-rado lo cualitativo, es decir, aquellas condiciones quese relacionan de manera independiente con la formade sentir y en cómo lo socializan los involucrados.

Se llevó a cabo una revisión narrativa de estudiosafines a la satisfacción laboral relacionada con la pro-moción de la salud mental alrededor del mundo conla finalidad de conocer las metodologías implementa-das, así como los principales hallazgos que abonarona la construcción del conocimiento de la percepciónde los trabajadores.

Método

Para la elaboración del presente artículo se reali-zó una búsqueda de documentos, a partir del mes deagosto de 2018 a marzo de 2019, en las bases dedatos EBSCOHost Web y Google Academics del año2004 a 2018, empleando las palabras clave “satisfac-ción laboral”, “salud mental” y/o “trabajador adminis-trativo”; incluyendo resultados en inglés, español yportugués, ya que se considera que el uso de dicholenguaje se da en contextos similares al que se pre-tende estudiar. De esta primera búsqueda se obtuvie-ron 10771 resultados, siendo Google Academics, conla palabra clave “satisfacción laboral” la que emitiómayor número de artículos (6390) y EBSCOHostWeb, con la palabra clave “trabajadores administrati-vos” la que menor cantidad de artículos ofrecía, conun total de 17.

De los estudios encontrados, se tomaron en cuen-ta solo aquellos que tuvieran relación con la percep-ción de satisfacción laboral, así como con la promo-

ción de salud mental en el trabajo desde un punto devista cualitativo.

Resultados

Debido a la diversidad de estudios que abordan lasatisfacción laboral, es de interés discernir entreaquellos que pueden presentar un mayor contenidocon respecto al abordaje desde la salud mental, asícomo la identificación de los instrumentos emplea-dos.

Al respecto, Juárez (2004), realizó un estudio explo-ratorio en donde utilizó preguntas abiertas para iden-tificar los principales factores psicosociales, estréspercibido y problemas de salud en trabajadores dedistintas ocupaciones en el Distrito Federal y áreametropolitana, en donde concluyó que el personaladministrativo cuyas actividades centrales se refierena labores de oficina y secretariales, referencian en unalto nivel la percepción de la situación de trabajocomo estresante, lo cual genera malestares físicos yemocionales; de estos últimos expresaron sentirdiversas manifestaciones como angustia, desespera-ción, cansancio, nervios, ansiedad, estrés, coraje, eno-jo, presión, responsabilidad, entre otros.

Además de lo anterior, el autor señala que dichossentimientos se encuentran relacionados al entornode trabajo que influye en la familia, referente a lo eco-nómico, el humor y el tiempo de estar con ellos. Final-mente, refirió que es claro que se deben considerarlas diferencias entre las distintas ocupaciones, asícomo hacer un análisis con otro tipo de metodologíasen la evaluación y diagnóstico de factores psicosocia-les, estrés y salud.

Posteriormente, en Sidney, Australia, D’Souza et al.(2005), analizaron el impacto del estrés laboral, la pre-sencia de tensiones y presiones laborales, así como laincertidumbre laboral a raíz de contratos temporales,ligado a la salud mental de los trabajadores asalaria-dos, identificando una relación significativa entre laincertidumbre laboral y la incidencia de depresión yansiedad en estos empleados. Los autores aseveraronque estos problemas de salud mental detectados enla población trabajadora se elevarían en el futuro aconsecuencia de la globalización y los cambios en laspolíticas económicas que favorecen la creación defuentes de empleo inseguras, caracterizadas porintensas presiones sobre la productividad de los tra-bajadores.

En México hacen falta estudios relacionados a lapercepción con respecto a la satisfacción laboral y/o

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salud mental del trabajador. Sin embargo, se da cuen-ta de investigaciones relacionadas a la problemática,tales como la de Cortés (2006), quien realizó un estu-dio en Jalisco en una institución de educación supe-rior, cuyo objetivo fue describir las características delpersonal administrativo. Concluyó que son importan-tes las actitudes y valores, así como la visión que elpersonal administrativo tiene sobre su función en lainstitución en la que laboran, orientando así losresultados hacia el estado mental de los sujetos deestudio.

En el mismo orden de ideas, Vargas y Nava (2009)realizaron un estudio con trabajadores de la industriadel calzado en León, Guanajuato, México, cuyo obje-tivo fue explorar la satisfacción laboral desde unaperspectiva cualitativa. Identificaron elementos comoexpectativas en el trabajo, apoyo y reconocimiento,respeto esencial, trabajo relevante y relaciones inter-personales. También, encontraron que la satisfacciónlaboral pobre parece ser característica común en estasempresas; en general se pudo apreciar que los geren-tes generales tienden a valorar más los rubros de for-malización del trabajo y comunicación, es decir, quelos gerentes o empresarios consideran que la organi-zación, asignación y distribución del trabajo, así comola supervisión y la comunicación son funcionalmenteimportantes y que operan aceptablemente en susempresas, no así los trabajadores operativos, de quie-nes se considera que la participación es baja y esto esparte del orden organizacional.

Por otro lado, Vargas (2011) retoma la investiga-ción inmediatamente antes señalada, en la cual estu-dió los elementos de la satisfacción laboral, y añadióla identificación de los factores fundamentales de lamotivación y satisfacción laborales, los cuales seencuentran inmersos en las relaciones y la comunica-ción informal, así como la imagen o percepción de laconducta del dueño o director general. Además,observó que de manera general había cierta tendenciadel grupo gerencial a subrayar las oportunidades dedesarrollo y el ambiente de trabajo, dejando ensegundo plano los aspectos económicos, y que, por elcontrario, la manera de ver los motivos para la inser-ción en el trabajo, pueden ser muy diferentes para untrabajador operativo, cuyos ingresos y nivel de vidasuelen ser más bajos. El interés puesto en el creci-miento o desarrollo tiene que ver más con la motiva-ción intrínseca y el interés en cubrir las necesidadesbásicas que con la motivación extrínseca o deficitaria,por lo que la satisfacción de las necesidades funda-mentales de la motivación en el trabajo, como auto-

nomía, competencia y socialización, parecen ser unaparte esencial del ambiente laboral de esta empresa.

Hyemin (2013) llevó a cabo en México un estudioen donde se exploró el ambiente laboral relacionadocon la salud mental de policías de la Zona Metropoli-tana de Guadalajara, quienes expresaron lo que con-sideran tiene mayor influencia en su salud mental ensus condiciones de trabajo. Toman en cuenta factorescomo condiciones laborales, el espacio en donde serealizan las actividades propias de su trabajo, el sala-rio, la jornada laboral, las condiciones de salud, lascondiciones ambientales, materiales y equipamiento,así como las condiciones de seguridad propias de suactividad, siendo estas últimas las que consideraronque afectan más la salud mental debido a la violenciaque se vive constantemente.

Chau et al. (2014) llevaron a cabo un estudio en tra-bajadores reclutados por una agencia de salud nogubernamental en Sidney, Australia. El estudio impli-có el análisis de percepciones y experiencias con res-pecto al tema ergonómico, así como los efectos en elrendimiento del trabajo, los impactos físicos y la via-bilidad en la oficina de una intervención con estacio-nes de trabajo distintas a las habituales. Reportaronque el uso de una estación de trabajo sentado o para-do en este grupo de trabajadores de oficina, general-mente se percibió como aceptable y factible, ademásde que sugieren que se necesitan estudios futurospara explorar este tema en diferentes poblaciones yentornos de trabajo de escritorio.

En Brasil, Andrade, de Barbosa, Souza y Moreira(2015) desarrollaron una investigación con 192 traba-jadores, profesores y administrativos, quienes dancuenta de cómo los niveles de satisfacción laboralestán fuertemente asociados a la tarea; así, los traba-jadores administrativos, en este caso comparados conprofesores universitarios, reportan mayor insatisfac-ción relacionada con la falta de promociones y reco-nocimiento. Determinaron que la satisfacción laboralde los profesores y personal administrativo tiene dife-rentes antecedentes axiológicos, en donde la relacióncon los colegas es prioritaria para los profesores, encomparación con la percepción de estabilidad quebuscan los trabajadores administrativos.

Para finalizar, los autores mencionados considera-ron que los resultados de su investigación puedenproporcionar ideas para implementar políticas organi-zacionales, así como hacer una contribución al campode estudio en cuanto a la comprensión de la relaciónentre las emociones experimentadas en el trabajo ylas características individuales.

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Anaya, Saldaña y Ramírez (2017) en la ciudad deGuadalajara, Jalisco, México, a través de su investiga-ción llevada a cabo con personal administrativo deldepartamento de Obras Públicas del Ayuntamiento,dieron cuenta de lo que los trabajadores consideraronprioritario para mejorar su entorno psicosocial y loreferente a seguridad e higiene laboral. Ellos hicieronreferencia a la toma de decisiones, las diferenciascomportamentales entre el personal de base y eleventual, las condiciones en las áreas de servicio einstalaciones, condiciones ergonómicas, y el requeri-miento de apoyo por parte de la administración en losprocesos. Con esta investigación se identificó quesegún el contexto en el que se encuentra el trabaja-dor, son distintas las necesidades que puede expresarpara tener mejoras en su ambiente laboral.

En Suecia, Holmberg, Caro y Sobis (2017) llevarona cabo una investigación con enfermeras de Estocol-mo, cuyo propósito fue identificar la percepción desus tareas laborales, las relaciones con colegas ysupervisores, y la forma en que experimentaron supapel profesional como enfermeras de salud mental.Los investigadores informaron que la percepción de laimportancia en el apoyo de los jefes y su liderazgo, asícomo la remuneración económica, son percibidoscomo más necesarios sobre otros indicadores relacio-nados con la satisfacción laboral.

Al respecto de este tipo de investigaciones queabordan directamente la satisfacción laboral, Sánchezy García (2017), a través de su estudio llevado a caboen dos empresas del mismo giro ubicadas en diferen-tes entidades de México, el estado de Hidalgo y elestado de México, describieron la relación entre con-diciones de trabajo y la satisfacción laboral. Informa-ron que, lo que se alcanza a apreciar son claras dife-rencias en la manera de percibir la satisfacción laboralentre los mismos trabajadores ya que, varios son losfactores intrínsecos que contribuyen a la satisfacciónen el trabajo, de tal manera que, cuando los factoresintrínsecos están ausentes la satisfacción tiende aenfocarse en factores extrínsecos.

En Australia se llevó a cabo una investigaciónsobre el personal que realiza trabajo de oficina. Dichainvestigación se orientó a la actividad física y el com-portamiento sedentario en los trabajadores que tie-nen la flexibilidad de trabajar desde casa, o con hora-rios reducidos. Las condiciones de los trabajadoresque se encuentran la mayor parte de su tiempo reali-zando labores de oficina perciben un beneficio en susalud cuando se desarrolla en lugares con prácticasde trabajo flexibles, ya que pueden beneficiarse de la

priorización de estrategias que promueven la autorre-gulación y las conexiones sociales, en lugar de estarvinculadas al lugar de trabajo físico, por lo que esto seobserva como promoción de la salud mental (Olsen etal., 2018).

Regresando al contexto nacional, en Campeche,México, Patrón-Cortés, Santos y Llanes (2018) lleva-ron a cabo la investigación en una empresa maquila-dora, en la que se analizó la satisfacción laboral de lostrabajadores operativos luego de un proceso de mejo-ra, refiriendo que el motivo de la satisfacción laboralse debe principalmente al programa de estímulos yrecompensas por incrementos en los niveles de pro-ductividad. Asimismo, a pesar de estar satisfechos,reportan que los trabajadores perciben que las rela-ciones con sus jefes se dan muy poco, y que lo únicoque le interesa a la empresa es la productividad, queel trabajo salga adelante y que generen utilidades,pero que esto no afecta directamente a su satisfacciónlaboral.

Conclusiones

A través de la revisión, se observó que gran partede las investigaciones que aquí se han presentado, lasrealizadas en México no hacen referencia a pensa-mientos y percepciones de los propios trabajadores,siendo este tema poco explorado; las investigacionesque han sido abordadas desde el paradigma cualitati-vo no cuentan con herramientas concretas que pue-dan expresar í cuáles son los ejes que determinan enlos trabajadores cómo es, o bajo qué situaciones seda la satisfacción laboral, cuáles son los elementos enel entorno laboral que expresen si existe, o no existe,la promoción de la salud mental.

En el plano internacional se encontró que losabordajes cualitativos más representativos centran suinterés principalmente en las enfermedades mentalesque surgen de los entornos laborales descritos a deta-lle, por lo que no se alcanza a percibir cómo lasempresas o instituciones toman acciones en direccióna la promoción de la salud mental, o si ésta forma par-te de algún proyecto de mejora.

Como parte del proceso de las mismas investiga-ciones aquí documentadas, cabe señalar que seobservó que parten de la teoría bifactorial, propuestainicialmente por el psicólogo Frederick Herzberg, cita-do posteriormente en la mayoría de las investigacio-nes que aquí se han mencionado.

Los hallazgos que más representan las investiga-ciones aquí descritas, van desde la percepción de la

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situación de trabajo como estresante, lo cual generamalestares físicos y emocionales, considerar las dife-rencias entre las distintas ocupaciones, así comohacer un análisis con otra metodología en la evalua-ción y diagnóstico de factores psicosociales, estrés ysalud; están interesados en desarrollarse profesional-mente en recibir capacitación en el manejo de proce-sos y equipos, así como referir interés para mejorar elambiente laboral, las actitudes y valores. Entre losfactores fundamentales de la motivación y satisfac-ción laborales, se encuentran las relaciones y lacomunicación informal, así como la imagen o percep-ción de la conducta del dueño o director general, lascondiciones laborales, cualquiera que sea su activi-dad, y todo aquello que pueda afectar a algunos tra-bajadores.

Se da cuenta también de que aunque las poblacio-nes estudiadas tienen claras diferencias entre sí, cual-quiera que sea su actividad, los trabajadores estánexpuestos a violencia, poco reconocimiento y otrosfactores y condiciones laborales que ponen en riesgosu salud mental.

Se observó que gran parte de los estudios a losque se hizo referencia emplean en su metodologíacuestionarios que apoyan, de alguna forma, estadísti-camente los resultados, tales como, por ejemplo, elutilizado por Cortés (2006) quien elaboró un cuestio-nario de 25 preguntas orientadas al manejo y opera-ción de procesos y equipo, los cursos de capacitaciónrecibidos, el interés mostrado por una continua pre-paración, el ambiente laboral, las actitudes y los valo-res, así como la visión que el trabajador tiene sobre sufunción en la institución para la que labora. A partirde dicho cuestionario recabó información que analizóde manera estadística y posteriormente desarrolló susconclusiones.

Otros investigadores hacen uso de notas de campoy transcripciones de los grupos focales que analizarondurante y después del período de recolección dedatos para identificar los conceptos y temas principa-les, como el descrito por Hyemin (2013).

Se considera que para el desarrollo de nuevosconocimientos en el tema de la promoción de la saludmental en el trabajo, hacen falta investigaciones quepuedan poner de manifiesto, en primer lugar, que lasatisfacción laboral es percibida de distinta formapara cada grupo social, de tal manera que lo que pue-de afectar o beneficiar a algunos trabajadores puedeno serlo para otros, por lo que la presencia de un fac-tor de riesgo psicosocial no debe ser minimizado porparte de las instituciones o centros de trabajo, y, por

el contrario, deberá ser atendido. Por tanto, haría faltadescribir de inicio el contexto y las percepciones quetienen los trabajadores, para entonces poder determi-nar de qué manera o bajo qué instrumentos se podrádeterminar la satisfacción laboral, así como las condi-ciones de salud mental que experimentan esos traba-jadores.

Por lo anterior, se sugiere desarrollar nuevos estu-dios que aborden la antropología social tomando encuenta el contexto y condiciones que los mismossujetos de estudio hacen referencia, desde su propiolenguaje y a través de sus propias condiciones.

Referencias

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The objective of the study was to evaluate the psychometric properties of measurement for the emotions feltby university students when they fail. There was a total sample of 1,057 participants. Three factors were identifiedvia an exploratory factor analysis: introspection, disparagement, flattening, with Cronbach’s alpha values between.70 and .90, and 50.55% of total explained variance. The same structure was verified by confirmatory factor analy-sis, also analyzing the measurement equivalence comparing students from four different areas of knowledge. Theresults show that the instrument can be used for Mexican students, although it is necessary to review the itemsof the flattening factor, since this may be the reason why the equivalence at residual level was not reached.

Key Words: Emotions, Coping Strategies, University, Academic Performance, Students.

Propiedades psicométricas de un instrumento sobre emociones de estudiantes universitarios

en relación con la reprobación

VERÓNICA REYES-PÉREZ,1 CHRISTIAN ENRIQUE CRUZ-TORRES2

Psychometric Properties of an Instrument on Emotions of University Students in Relation to Reprobation

1 Universidad de Guanajuato. [email protected] Universidad de Guanajuato. [email protected]

Re su menEl objetivo fue evaluar las propiedades psicométricas de un instrumento para medir las emociones que sien-

ten los estudiantes universitarios cuando reprueban. La muestra fue de 1,057 participantes. Se utilizó un análisisfactorial exploratorio que identificó tres factores (introspección, menosprecio, aplanamiento), con alfa de Cron-bach entre .70 y .90, y varianza de 50.55%. La estructura fue verificada mediante análisis factorial confirmatorio,observándose indicadores generales de adecuada bondad de ajuste. Se analizó la equivalencia del instrumentocomparando estudiantes de cuatro diferentes áreas de conocimiento. Los resultados muestran que el instrumen-to puede ser utilizado para estudiantes mexicanos, se requiere revisar los reactivos del factor aplanamiento, yaque este puede ser la causa de que no se alcanzara la equivalencia a nivel de residuales.

Palabras clave: Emociones, Estrategias de afrontamiento, Universitarios, Rendimiento académico, Estudiantes.

Abstract

Recibido: 24 de enero de 2020Aceptado: 5 de abril de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

Cuando los jóvenes ingresan a la universidad expe-rimentan una serie de emociones negativas y positi-vas que influyen en su ajuste al nuevo ambiente esco-lar, así como en su éxito académico y su salud. Así, silos estudiantes se sienten satisfechos existen másprobabilidades de que presenten un buen desempeñoacadémico y, por el contrario, si se conciben insatisfe-chos pueden llegar al grado de estar en riesgo deabandonar sus estudios. Por ello es necesario identi-ficar a quienes se encuentran en riesgo y proveerlesdel soporte adecuado para la conclusión de sus estu-dios. Dado que es inevitable encontrarse al margendel estrés académico, lo importante es identificar lasemociones y las situaciones que lo incrementan pararesolverlas (Saklofke, Austin, Mastoras, Beaton &Osborne, 2012).

Ante a un evento estresante, la persona suele rea-lizar una evaluación del mismo que incluye valores,metas y la experiencia que posee de acontecimientosparecidos o iguales. Además, su valoración cognitivaincluye el posible daño que podría sufrir, mismo queinfluye directamente en su estado emocional: cuandoel resultado es negativo las personas llegan a experi-mentar emociones como enojo, miedo y vergüenza; sies positivo se advierte alegría, placer, satisfacción yorgullo (Giacobbi, Tuccitto & Frye, 2007).

Saleh, Camart y Romo (2017) señalan que el estrésacadémico se produce cuando el estudiante percibenegativamente (distrés) las demandas de su entorno,esto es, le resultan angustiantes las situaciones queenfrenta durante su proceso formativo y pierde el con-trol para operarlas, manifestándose en algunas oca-siones síntomas físicos como cansancio e insomnio, ypsicológicos, como ansiedad, miedo o vergüenza.Entre las expresiones académicas encontramos elbajo rendimiento escolar, desinterés profesional,ausentismo e incluso deserción del programa educa-tivo o en casos extremos de la universidad.

Ante este abanico de posibilidades adversas paralos estudiantes se vuelve menester investigar quéemociones llegan a experimentar los universitarioscuando se encuentran en escenarios que les provocanestrés académico y que pueden ir desde reprobar unexamen que consideran importante, hasta reprobaruna asignatura o recusar todo un ciclo escolar.

Dentro del contexto académico, las emocionesfueron clasificadas por Pekrun (2006) en tres gruposcon base en su objetivo: resultado prospectivo,

resultado retrospectivo y actividad; a su vez, estos secatalogan por su valor (positivo y negativo) y, final-mente, por el control emocional que se tiene (alto,medio y bajo).

Este mismo autor también sugiere que existe unarelación entre una intensidad alta en las emocionesnegativas (miedo, enojo, culpa, vergüenza, etc.) y elrendimiento académico bajo; sin embargo, en algunasocasiones la energía activada por dichas emocionesante la realización de un examen puede llevar a quelos estudiantes realicen un mayor esfuerzo y que elefecto cambie, apoyando de esta manera a que losestudiantes universitarios logren alcanzar las metasque se han propuesto y que se incremente su deseode continuar alcanzando nuevos objetivos.

Por su parte, Thamby, Muttsumy, Mun, Ayapanaidoy Parasuman (2016) describen el estrés que experi-mentan los estudiantes universitarios como una ten-sión física, mental y emocional que es provocadacuando una situación se percibe como excesiva com-parada con los recursos personales y sociales que seposeen. Los autores señalan que un nivel óptimo deestrés incrementa el nivel de estudio en tanto que unexceso podría provocar problemas de salud e incluso,afectar el autoconcepto y el logro académico; las fuen-tes de dicho estrés son varias e incluyen situacionespersonales, circunstancias económicas, ambientalesy, en el caso de los estudiantes, las académicas.

Causar (2010) indica que una mayor carga de tra-bajo académico eleva el nivel de estrés y que quienesutilizan estrategias de afrontamiento activas-prácticastienden a un mejor desempeño académico cuando seles compara con aquellos que utilizan estrategias deevitación. Hay que destacar que, así como en ocasio-nes se considera poseer habilidades suficientes pararesolver la situación estresante, en otras el estresor sepercibe como incontrolable y eso provoca que emo-ciones como la vergüenza, el miedo y hasta el enojoaumenten de intensidad, lo que nubla una correctatoma de decisiones.

Chou, Chao, Yang, Yeh y Lee (2011) exponen que elestrés de alcanzar las metas que se propusieron losestudiantes al ingresar a la universidad y resolver pro-blemas personales o financieros, está ligado conestrategias de afrontamiento pasivas llegando a pro-vocar emociones negativas intensas si no son alcanza-das esas metas, lo cual pone a los estudiantes en ries-go de rezago y abandono escolar.

Mellanby y Zimdars (2011) encontraron una rela-ción inversa entre niveles de ansiedad y desempeñoentre los universitarios. En su investigación destacan

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ARTÍCULOSReyes-Pérez, Cruz-Torres

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que aquellos estudiantes cuyos niveles de angustiaiban de moderados a bajos, acusaban una mayor efec-tividad al estudiar en comparación con aquellos queexperimentaban altos niveles de ansiedad. A este res-pecto, los autores señalan que los niveles de ansiedadson generalmente más altos en las mujeres que en loshombres, y son ellas quienes reportan emocionesnegativas más intensas y variadas.

Saklofke et al. (2012) encontraron en su exploraciónsobre emociones y rendimiento académico en univer-sitarios, que las mujeres alcanzan una mayor intensi-dad en comparación con los hombres y concluyeronque esto se debe al tipo de socialización durante suinfancia, y a que en ellas es mayor la preocupaciónpor agradar a los adultos, especialmente a sus padresy profesores.

Para Yusoff, Yee, Wei, Siong, Meng, Bin y Rahim(2011) la ansiedad, la depresión, los conflictos perso-nales y los problemas para dormir conducen a losestudiantes universitarios a bajar su nivel de atencióny concentración, lo que repercute en sus habilidadesacadémicas y su rendimiento, por lo que suelen expe-rimentar insatisfacción y el sentirse inadecuados.

De la Fuente, López, Zapata, Martínez-Vicente,Vera, Solinas y Fadda (2014) argumentan que el estrésacadémico es multidimensional y comprende diferen-tes pensamientos, emociones y respuestas fisiológi-cas que con frecuencia se incrementan ante las cir-cunstancias que viven los estudiantes tanto en elámbito académico como en el personal. En ocasionesese aumento llega a interferir en sus actividades tantoescolares como personales, de ahí la conveniencia deprogramas de prevención a través de los cuales losestudiantes logren una respuesta más eficiente alestrés y aprendan a plantearse metas realistas.

Desde otro punto de vista, González y Artuch-Gar-de (2014) aclaran que aun cuando el estrés académicoinfluye en el éxito escolar, es la perseverancia –defini-da como la capacidad que posee el estudiante parapermanecer enfocado e involucrarse con su trabajo apesar de las distracciones, adversidades u obstáculosque se le presentan– la que determina que el univer-sitario afronte las adversidades y resuelva de formaadecuada los escollos emocionales y actitudinalesque van apareciendo.

El carácter personal, la motivación al logro, lascaracterísticas contextuales y las emociones, figuranentre las variables investigadas en el proceso de ense-ñanza aprendizaje por Paoloni, Vaja y Muñoz (2014).La relación que existe entre emociones y aprendizajese puede constatar, de acuerdo con Pekrun (2006), en

la alegría que manifiestan los estudiantes cuandocomprenden las explicaciones de los profesores, o enel orgullo visible al culminar satisfactoriamente unciclo escolar; así como en emociones contrarias talescomo la frustración o vergüenza presentes cuando sonsorprendidos haciendo trampa en un examen.

Rifat y Aykut (2015) afirman que es necesario con-siderar la relación entre los factores no intelectuales yel desempeño académico de los estudiantes universi-tarios, debido a que las metas individuales influyensignificativamente en el nivel de motivación paraalcanzar los objetivos que se proponen. Entre estosfactores se incluye la intensidad de las emocionestanto positivas como negativas derivadas de las con-diciones que se les presentan durante su estancia enla universidad.

Al respecto, McMillan (2015) menciona que esnecesario contar con programas de apoyo para aten-der a los estudiantes que no logran adaptarse a la uni-versidad porque en ocasiones se les responsabiliza aellos de fallar, sin reflexionar en el hecho de que habersido aceptados en el nivel supone ya el resultado deun esfuerzo que debiera apoyarse a ser sostenido, y esque las suposiciones de los estudiantes en relación conlo que se requiere para lograr el éxito académico, pue-den ocasionar que la intensidad de las emocionesnegativas aumente, afectando el éxito tan esperado.

Pozos-Radillo, Preciado-Serrano, Plascencia, Acos-ta-Fernández y Aguilera (2015) señalan que el estrésacadémico es un proceso de carácter adaptativo esen-cialmente psicológico que comprende aspectos pro-pios de actividades tales como las tareas individualesy grupales, la lectura de textos, la discusión y exposi-ción de temas, y la competitividad entre compañeros,entre otras. Frente a estas situaciones los estudiantesreportan sentir tristeza, enojo, miedo y ansiedad prin-cipalmente, porque perciben que no están obtenien-do los resultados que imaginaban al ingresar a la uni-versidad.

Sánchez (2015) considera que la habilidad delograr objetivos es un predictor positivo de emocio-nes como el placer y el orgullo (ante el hecho de apro-bar), y negativo de la desesperación y la vergüenza.Debido a ello, es necesario tomar en cuenta tanto lanecesidad de logro como el miedo al fracaso en losestudiantes. La aparición de este último, por ejemplo,hace suponer la probabilidad de utilización de estra-tegias de afrontamiento de evasión y con ello, elincremento de la intensidad de emociones como lavergüenza, derivando en un detrimento de las habili-dades académicas y, por lo tanto, del desempeño.

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Otros de los elementos que guarda relación con elestrés de los universitarios son la soledad que a vecesse experimenta al ingresar a un nuevo ambiente esco-lar, la desesperación ante la sensación de no apren-der, así como la creencia en que no es suficiente elesfuerzo realizado. La infelicidad ante las pocas inte-racciones sociales y la exigua satisfacción con losresultados obtenidos. Todo ello puede traer consigodepresión y un bajo rendimiento académico (Stolikery Lafreniere, 2015).

Bonneville-Roussy, Evans, Verner-Filion, Vallerandy Bouffard (2017) afirman que hombres y mujeres res-ponden diferente al estrés. Las mujeres, señalan, per-ciben más eventos estresantes que los hombres, perotambién reportaron con mayor frecuencia realizar acti-vidades de adaptación orientadas al compromiso, esdecir, acciones para alcanzar las metas que se habíanpropuesto, al tiempo que experimentaban una mayorintensidad en las emociones positivas aun en lassituaciones mencionadas. Comparativamente, loshombres reportaron una menor relación entre elestrés y la adaptación orientada al compromiso, asícomo una mayor utilización de estrategias de afronta-miento de evasión. No obstante, cuando el nivel deestrés es considerado demasiado alto, hombres ymujeres llegan a implementar estrategias de retirada,evasión y hasta de abandono, con la idea de proteger-se de los efectos negativos del estrés, lo que puedesignificar renunciar a los estudios.

Zárate, Soto, Castro y Quintero (2017) advierten lanecesidad de que los universitarios canalicen el estrésde forma positiva mediante la aplicación de medidaspreventivas, como el reconocimiento de factores aca-démicos estresantes para responder a las exigencias,promover hábitos de estudio adecuados, la autorre-flexión sobre el actuar y el cómo se debería actuar, elreconocimiento de lo que siente y la realización deestrategias de afrontamiento para resolver adecuada-mente las situaciones que se presentan.

El estrés académico estará siempre en los estu-diantes, lo importante es entender cómo zanjar yafrontar las situaciones y emociones que lo provocan(Bonneville-Roussy et al., 2017; Correa-Prieto, 2015;Stoliker y Lafreniere, 2015). Ante esta necesidad, elobjetivo del trabajo fue obtener las propiedades psi-cométricas de un instrumento sobre las emocionesque sienten los estudiantes universitarios cuandoreprueban. Se propuso como hipótesis que el instru-mento mostraría una estructura factorial teóricamen-te interpretable y verificable mediante análisis facto-rial confirmatorio, además de niveles adecuados de

consistencia interna tanto en la muestra total comoen comparaciones en diferentes segmentos de lamuestra.

Método

ParticipantesSe utilizó una muestra intencional de 1,057 estu-

diantes universitarios provenientes de 12 Estados dela República Mexicana (Ciudad de México, Guanajua-to, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México,Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas yZacatecas); de los cuales 472 (44.7%) fueron hombresy 585 (55.3%) mujeres; con un rango de edad entre 17y 49 años (M = 21.16 y DE = 2.46).

El 94.3% eran solteros, 4.2% casados y 1.5% vivíanen unión libre; 92.2% no tenían hijos al momento delestudio; el 65% se dedicaba exclusivamente a susestudios, el 14.8% trabajaba de manera formal, 16.4%de manera informal y el 3.8% trabajaba en algún nego-cio familiar.

En cuanto a las áreas de conocimiento a las cualespertenecían las carreras universitarias que cursabanlos participantes, clasificadas con base en lo propues-to por la Universidad Nacional Autónoma de México(2016), el 11.7% de los estudiantes se encontraba enel área de Ciencias Físico Matemáticas e Ingenierías,14.1% en Humanidades y Artes, 32.5% en CienciasSociales, y 41.7%, en Ciencias Químico-Biológicas yde la Salud.

Cabe mencionar que todos los estudiantes queparticiparon en el estudio cursaban, al momento deresponder, el segundo semestre de sus estudios uni-versitarios y tenían historial de haber reprobado almenos una asignatura en su trayectoria escolar; laaplicación se llevó a cabo entre la octava y décimoprimera semana de haber iniciado el ciclo escolar.En lo que se refiere a su trayectoria escolar, el 51%había reprobado una asignatura y el 49% entre dos yonce.

InstrumentoEl instrumento se conformó con base en los resul-

tados de una red semántica en la cual se le pidió auna muestra previa de 200 estudiantes universitarios(50% hombres y 50% mujeres; con un rango de edadentre los 18 y 29 años [M = 20.22 y DE = 1.96] quienescursaban diferentes licenciaturas), que mencionaranlas 10 emociones que sentían cuando reprobaban. Seobtuvo un total de 55 definidoras, cuyos pesossemánticos se encontraron entre 1,259 y 1. El Núcleo

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de la Red (Reyes-Lagunes, 1993) quedó constituidopor 36 primeras definidoras, con las cuales se confor-mó una escala tipo Likert de cuatro puntos (nada,poco, regular y mucho).

ProcedimientoEl instrumento fue aplicado en los salones de cla-

se de las distintas universidades que participaron enel estudio. Se le solicitó a cada profesor permiso parasu llenado; cuando accedió, el grupo de investigacióninformó a los estudiantes el propósito de la investiga-ción; aquellos que aceptaron participar firmaron unconsentimiento informado en donde se plasmaba quela participación era voluntaria y que sus datos seríanconfidenciales y anónimos y únicamente serían utili-zados con fines de investigación. Aquellos jóvenesque declinaron participar abandonaron el aula y seincorporaron al finalizar la aplicación.

Al iniciar la aplicación les pidió a los participantesque leyeran las instrucciones y cuando se presentabaalguna duda, fue resulta por el equipo de investiga-ción; se les señaló que lo que se quería investigar eracómo se sentían y qué hacían al reprobar una asigna-tura durante su trayectoria escolar.

Resultados

Para analizar y verificar las dimensiones subyacen-tes al instrumento, los reactivos fueron sometidos pri-mero a un análisis factorial exploratorio y posterior-mente a uno confirmatorio. Para ello, la base total con1,057 casos fue dividida en dos bases, seleccionandoaleatoriamente los datos. La primera base, con 528casos, fue utilizada para el análisis factorial explorato-rio; la segunda base, formada por 529 casos, fue utili-zada para el análisis factorial confirmatorio.

En el análisis factorial exploratorio se utilizó unmétodo de extracción de máxima verosimilitud, con-siderando como criterio de extracción un valor propiosuperior a 1, utilizando además el método de rota-ción Varimax. Como resultado de este análisis seobtuvo una estructura de tres factores compuestospor 17 de los 36 reactivos originales, explicando enconjunto el 50.55% de la varianza, con indicador debondad de ajuste Chi2 = 269.39, gl = 88, p < .001, lacual se muestra en el Cuadro 1. El primer factor fuenombrado Introspección, y refiere a emociones relacio-nas con no sentirse satisfecho por los resultadosobtenidos. El segundo factor Menosprecio se refiere alas emociones que se experimentan cuando los

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Varianza explicadaAlfa de CronbachMediaDesviación EstándarDecepciónCulpaDesesperaciónDesagradoDesilusiónDesconfianzaArrepentimientoAngustiaEnojoVergüenzaTristezaPenaMiedoNadaIndiferenciaNegaciónRelajación

Cuadro 1. Análisis factorial exploratorio del instrumento de emociones negativas ante la reprobación escolar

Introspección27.84% .9092.650.79.801.733.681.666.661.661.645.617.569.388.388.346.346-.043.238.226-.046

Menosprecio14.18% .8212.410.89.210.148.342.238.371.334.273.254.276.710.679.610.482.029.305.383-.068

Aplanamiento7.89%.7011.860.69-.040.049.171.045.048.153.013-.049.149-.022-.033.218.266.618.566.490.441

Nota: Se utilizó el método de extracción de máxima verosimilitud. La rotación convergió en cinco iteraciones.Fuente: Elaboración propia.

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demás se enteren que han reprobado. Al tercer factor se lellamó Aplanamiento, y refiere a negarse a sentir algopor lo que ha pasado.

A continuación, se realizó una prueba t de Studentpara muestras independientes en donde se compara-ron los resultados entre los estudiantes que única-mente había reprobado una signatura y quienesreprobaron más de una. Los resultados se muestranen el Cuadro 2. Se encontraron diferencias estadísti-camente significativas en todos los factores, con untamaño de efecto pequeño en todos los factores(Cohen, 1988).

Posteriormente se realizaron las correlacionesPearson entre los factores, los resultados se muestranen el Cuadro 3, observándose correlaciones positivasy significativas entre los tres factores.

Una vez conocidas las dimensiones que componeneste instrumento y verificando los reactivos que perte-necen a cada dimensión tanto con el análisis factorialexploratorio como con los de consistencia interna decada dimensión, se procedió a una siguiente pruebade verificación de la validez de constructo del instru-mento mediante el análisis factorial confirmatorio,utilizando el programa AMOS 22 (Arbuckle, 2013).

Siguiendo los lineamientos propuestos por Little,Cunningham, Shahar y Widaman (2002), los reactivosindividuales fueron promediados en parcelas. Al inte-rior de cada factor, cada parcela se compuso de dosreactivos que eran seleccionados al azar para suemparejamiento. La Figura 1 muestra las cargas facto-riales y covarianzas del modelo analizado.

En general, los resultados muestran buenos indi-cadores de bondad de ajuste, aunque se observan dis-

crepancias significativas entre las relaciones plantea-das en el modelo confirmatorio y las observadas enlos datos analizados de acuerdo con el indicador Chi2

= 121.77, gl = 24, p < .001. El indicador RMSEA, queestima la estabilidad de la bondad de ajuste esperadadel modelo al trabajar con la población de la mismamuestra, refleja un buen índice (por debajo de .08),sólo en su intervalo de confianza más bajo (RMSEA =.088, IC a 90% [.073, .104), lo cual revela que, aunqueel ajuste general puede ser aceptable, podría ser dife-rente con la población en su conjunto o en diferentessegmentos de la población. Con un valor de RMR =.030, se puede concluir que resta poca varianza com-partida entre los reactivos una vez que se extrae lavarianza explicada por las variables latentes, indican-do un ajuste adecuado del modelo. El indicador GFI =.949, con valores entre 0 y 1, señala para este casoniveles elevados de varianza total explicada pormedio del modelo teórico; mientras que el índice CFI= .98, con valores también de 0 a 1, indica diferenciassustanciales ente el modelo propuesto y un modelohipotético de relaciones nulas entre los elementosanalizados.

Los índices GFI > .95, CFI > .90, RMSEA < .08 den-tro del intervalo bajo de confianza y el índice RMR <.05 denotan un adecuado ajuste entre el modelo teó-rico y los datos analizados en este modelo (Levy &Varela, 2003; Brown, 2006). Todas las cargas factoria-les mostradas en la Figura 1 son estadísticamente sig-nificativas, con valores de C.R., entre 2.74 y 24.46, yniveles de significancia estadística p < .004 para todoslos casos, indicando que todos los reactivos son rele-vantes en la configuración de la varianza común desus respectivas variables latentes. Las covarianzasentre las variables latentes también son estadística-mente significativas, con índices de C.R. entre 2.5 y12.10 y valores de significancia p < .013.

Para poner a prueba la equivalencia de esta estruc-tura del instrumento en estudiantes de diferentes áre-as de conocimiento, se llevó a cabo un análisis decomparación multigrupos, también utilizando el soft-

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d de Cohen

.434

.341

.138

t

-7.01-5.50-2.14

p

.001

.001

.032

Factores

IntrospecciónMenosprecioAplanamiento

Cuadro 2. Comparación entre estudiantes que han reprobado una asignatura y quienes han reprobado más de una

M2.762.501.87

DE0.890.980.79

M2.932.651.82

DE0.880.980.77

M2.552.321.93

DE0.870.95.82

Fuente: Elaboración propia.

Todos Una asignatura Más de una

Fuente: Elaboración propia. ** p <.01.

123

1—

2.723**—

3.311**.378**—

Cuadro 3. Correlaciones entre los factores

FactorIntrospecciónMenosprecioAplanamiento

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ware AMOS 22. Al comparar los índices de ajuste delmodelo sin restricciones (Chi2 = 217.05, gl = 96, p <.001) y el modelo con restricciones de igualdad en lascargas de medición (Chi2 = 231.63, gl = 114, p < .001)se observa que el incremento en los valores de Ji2 noes significativo (Δ Chi2 = 14.57, gl = 18, p = .691). Delmismo modo, la comparación del CFI entre el modelosin restricciones de igualdad (CFI = .961) y el modelocon restricciones de igualdad en las cargas de medi-ción (CFI = .962) permite ver un decremento de .001,menor al .01 sugerido por Cheung y Rensvold (2002)como un valor máximo que permitiría garantizar laequivalencia entre ambos modelos. Al comparar elmodelo de medición con el modelo que impone res-tricciones de igualdad en las covarianzas estructurales(Chi2 = 272.33, gl = 132, p < .001) se obtienen valoresde Chi2 que reflejan diferencias estadísticamente sig-nificativas entre ambos modelos (Δ Chi2 = 40.70, gl =

18, p = .002). Al comparar los valores de CFI entre elmodelo con restricciones de igualdad en las cargas demedición y el modelo con restricciones de igualdaden las covarianzas estructurales (CFI = .955) se obser-va un decremento de .006, nuevamente menor al .01sugerido por Cheung y Rensvold (2002). Los resulta-dos del RMSEA indican un adecuado ajuste inclusopara el modelo con restricciones de igualdad en losresiduales (RMSEA = .043 con rangos mínimo = .035 ymáximo = .050). Aunque las discrepancias en el valorCFI y el índice RMSEA asumen la equivalencia del ins-trumento a niveles superiores, el incremento signifi-cativo en el valor de Chi2 indica lo contrario, por loque se decidió no continuar la comparación hacia lossiguientes niveles de equivalencia. En resumen, esposible asumir la equivalencia del instrumento entrelos estudiantes de las diferentes áreas solo con res-pecto a los factores que componen la medición y los

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Figura 1. Análisis factorial confirmatorio para el instrumento de emociones negativas ante la reprobación. Se confirma como viable, dados los indicadores de bondad de ajuste, la estructura de tres dimensiones que componen el instrumento. Todas las cargas de las parcelas hacia las

variables latentes son significativas, así como las covarianzas positivas entre los tres componentes. Se muestran valores no estandarizados

Fuente: Elaboración propia.

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reactivos que forman parte de cada dimensión, perono en las covarianzas entre los factores ni entre losresiduales de las parcelas.

Para explorar posibles diferencias en la consisten-cia interna de cada factor en las diferentes áreas deconocimiento se compararon los valores alfa de Cron-bach mediante el sistema COCRON (Diedenhofen &Musch, 2016) utilizando la prueba de Feldt y conside-rando un nivel de confianza del 95%. Como se observaen el Cuadro 4 el factor de emociones negativasmuestra niveles de consistencia interna entre .89 y .92entre las cuatro muestras, sin que estas diferenciassean estadísticamente significativas. Para el factorarrepentimiento se observan también niveles alfa deCronbach superiores a .82 en las cuatro muestras,también sin diferencias estadísticamente significati-vas entre ellas. Con un comportamiento más proble-mático se observa el factor aplanamiento, que muestraíndices superiores a .7 sólo para dos de las muestras,e índices pobres, por debajo de .5 para las otras dos,generando diferencias estadísticamente significativasentre las muestras. Este resultado en el factor aplana-miento puede ser la razón de que el instrumento noalcance la equivalencia a nivel de residuales, siendonecesario revisar los reactivos de esta dimensión oincluso elaborar reactivos complementarios. .

Discusión

El objetivo del trabajo fue obtener las propiedadespsicométricas de un instrumento sobre las emocionesque sienten los estudiantes universitarios cuandoreprueban. El análisis factorial exploratorio permite laidentificación de tres dimensiones que componen lasemociones ante la reprobación, estructura que se rati-fica en el análisis factorial confirmatorio. Sin embar-go, la consistencia interna del factor Aplanamiento, tan-to a nivel global como en los análisis de comparaciónal interior de las muestras, indica que es necesarioreplantear los reactivos que lo componen, ya que endos de las cuatro áreas de conocimiento (Ciencias

Físico Matemáticas e Ingenierías y Humanidades yArtes) no obtuvieron la confiablidad necesaria.

A pesar de ello es importante destacar que lasemociones que componen el instrumento indican quelos estudiantes se sienten insatisfechos de obtenerresultados negativos, y esto tiene como consecuenciaque se pongan en riesgo las metas y objetivos plante-ados al ingresar a la universidad (Chou et al., 2011;Saklofke et al., 2012; Rifat & Aykut, 2015). Otro aspectoque resalta el instrumento es el temor al menosprecioque pudieran recibir de sus compañeros, profesores,familiares y amigos ante el acontecimiento de haberreprobado, lo cual, como sugieren Saklofke et al.(2012), suele tener un efecto más profundo en muje-res que en hombres, y donde uno de los resultadossería el retraso en la trayectoria escolar. Si la situaciónpersiste, en el peor de los escenarios, abandonaránsus estudios y puede acontecer el no sentir nada ante unevento académico con efectos importantes en su vidauniversitaria.

Chou et al. (2011), De la Fuente et al. (2014), Thambyet al. (2016), apuntan que el sentir un nivel manejable deestrés académico es normal y un aliciente para llevara cabo acciones que apoyen el alcanzar metas que sepropusieron los estudiantes al ingresar a la universi-dad, sin embargo, cuando este aumenta y no se pose-en las herramientas necesarias para afrontarlo, el ries-go de que se abandonen los estudios crece y es enton-ces cuando las autoridades académicas deben dispo-ner de acciones para apoyar quienes se encuentran enriesgo.

El primer paso para saber qué estudiantes seencuentran en riesgo es determinar qué experimentala persona ante el evento de la reprobación. Es impor-tante efectuar acciones diferenciadas ante los posi-bles escenarios debido a que, después de haberreprobado, un estudiante puede hallarse en una fasede introspección planeando qué hacer ante la situa-ción porque cuenta con las estrategias de afronta-miento necesarias para superar ese momento. Eseestudiante, por ejemplo, no está en riesgo. Pero exis-

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FactoresIntrospecciónMenosprecioAplanamiento

Cuadro 4. Comparación de Alfa de Cronbach por factor y área de conocimiento en la muestra

CFMI.916.830.546

CQBS.892.826.725

CS.922.851.702

HA.912.853.434

X2

2.309.6115.37

gl333

p.51.81.01

Nota: CFMI = Ciencias Físico Matemáticas e Ingeriría; CQBS = Ciencias Químico-Biológicas y de la Salud; CS = CienciasSociales; HA = Humanidades y Artes.Fuente: Elaboración propia.

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ten otros que posiblemente no cuenten con esasherramientas porque con anterioridad ya han pasadopor eventos similares sin obtener el resultado espera-do (aprobar); o bien, nunca han reprobado y carecende la experiencia necesaria para orientarse en el quéhacer o a quién recurrir, cuestiones que constituyenuna referencia importante como lo mencionan Gia-cobbi et al. (2007).

El negar sentir algo ante el hecho de haber reproba-do, es el aspecto que más puede preocupar porquemientras mayor sea la negación, menos receptivosserán los estudiantes para recibir apoyo ni de suscompañeros ni de las autoridades. A este respecto,cabe la posibilidad de que los participantes hayansesgado sus respuestas: reprobar no semeja algo queaparezca dentro de las metas de un estudiante alingresar a la universidad. El sesgo en las contestacio-nes un fenómeno que aparece ocasionalmente, cuan-do el tema a tratar tiene un fuerte componente socialque marca lo que debe experimentarse en determinasocasiones. Y no pasa sólo en cuanto a las emociones,ocurre también en aspectos como el consumo delagua, en donde si se admite que se derrocha se escuestionado socialmente (Manríquez-Betanzos yMontero-López, 2017), aspecto que también acaececuando se conoce que uno es privilegiado en asistir ala universidad y, sin embargo, reprueba.

Reconocer lo que se siente es el primer paso paraafrontar el hecho y esto no es sencillo, pero si se dis-pone de instrumentos validados y confiabilizados(este procedimiento considera los aspectos cultura-les), para la población objetivo será un buen punto departida para proponer acciones que apunten en lasolución de circunstancias académicas que amenazanser riesgosas para ellos y para quienes conviven conellos (Trógolo, Flores & Medrano, 2018).

De ahí la relevancia de disponer de pruebas váli-das y confiables que permitan a las autoridades uni-versitarias el desarrollo de estrategias y acciones diri-gidas a las necesidades que muestran los estudiantesque reprueban.

Referencias

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ARTÍCULOS

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

Propiedades psicométricas de un instrumento sobre emociones de…

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ARTÍCULOSReyes-Pérez, Cruz-Torres

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

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79 Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

A few years ago, the study of disability was defined by medical and psychological proposals, promoted,through Special Education (SE), excluding people with disabilities based on diagnosis, excluding their opinióntoo, seeking rehabilitation or habilitation for people with impairments, it leds organizations of people with disa-bilities questioning denominations and practices of SE, so along with postmodernism, emergence the SocialModel of Disability (SMD), understanding that disability is caused by the social, political and economic condi-tions surrounding the person, cause disability is not inherent to a person, but the society that disables. The objec-tive of this paper is the exposition of some theoretical and epistemological elements of the SMD, considered itsconstruction and foundations from the socioconstruction theory, its main postulates and elements, even rese-arch, including critics, it could generate an approach for studying disability as a scientific object, starting from the

Modelo Social: Socioconstruccionismo y Discapacidad

CHRISTIAN ISRAEL HUERTA-SOLANO,1 BAUDELIO LARA-GARCÍA,2

SARA GUTIÉRREZ-CRUZ,3 KARLA ALEJANDRA DÍAZ-LARA,4 JUAN BERNARDOLÓPEZ-CUÉLLAR,5 VENUS XOCHIQUETZAL VILLALOBOS-HERNÁNDEZ6

Social Model: Socioconstruccionism and Disability

1 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educa-ción Inclusiva. [email protected]

Re su menHasta hace algunos años, el estudio de la discapacidad estaba definido por las propuestas médica y psicoló-

gica, promovidas a través de la Educación Especial (EE), lo que excluía a las personas con discapacidad partiendode un diagnóstico, omitiendo su opinión, procurando su rehabilitación o habilitación. Ello derivó en que diversasorganizaciones de personas con impairments cuestionaran las denominaciones y prácticas de la EE lo que, aunadoal auge del posmodernismo, permitió el surgimiento del Modelo Social de la Discapacidad (MSD), en el que seentiende que la discapacidad es causada por las condiciones sociales, políticas y económicas en torno a la per-sona, lo que implica que la discapacidad no es inherente al individuo, sino a la sociedad que le discapacita. Elobjetivo del presente trabajo es la exposición de algunos elementos teóricos y epistemológicos del MDS, consi-derado su construcción y fundamentos a partir de la teoría socioconstruccionista, sus principales postulados y

Abstract

Recibido: 20 de marzo de 2020Aceptado: 25 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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80Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

socioconstructionist theory, not only at a discursive level, but factual elements that influence theorization andpraxis, reconsidering the epistemological construction of disability construct from the Social Model, identifyingthat disability term arose for purposes of diagnosis and communication between professionals, but actually isnecessary disarticulating what Disability represented for Special Education.

Key Words: Disability, Inclusion, Social Model, Socioconstructionism, Special Education.

2 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educa-ción Inclusiva. [email protected]

3 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educa-ción Inclusiva. [email protected]

4 Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la Salud Comunitaria, Centro Universitario de Ciencias de laSalud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educación Inclusiva. [email protected]

5 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educa-ción Inclusiva. [email protected]

6 Departamento de Psicología Aplicada, Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Laboratorio de Educa-ción Inclusiva. [email protected]

elementos al hacer investigación, incluyendo las principales críticas hechas al Modelo. Este acercamiento podríagenerar una aproximación al estudio de la discapacidad como objeto científico desde la teoría socioconstruccio-nista, no sólo a nivel discursivo, sino a partir de elementos factuales que incidan en la teorización y praxis. Conello se pretende reconsiderar la construcción epistemológica del constructo de discapacidad desde el ModeloSocial, poniendo énfasis en que, si bien el término discapacidad surgió con propósitos de diagnóstico y comuni-cación entre profesionales, actualmente es necesario deconstruirlo con respecto a los significados que represen-tó para la Educación Especial.

Palabras clave: Discapacidad, Educación Especial, Inclusión, Modelo Social, Socioconstruccionismo.

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Introducción

Hasta hace algunos años, el estudio de la discapa-cidad en Occidente estaba definido por diversosdocumentos como el Informe Warnock (1978), la Cla-sificación Internacional de Deficiencias, Discapacida-des y Minusvalías (CIDDM), publicado por la OMS(1980), la Declaración de Salamanca (UNESCO, 1994),el DSM-IV-TR (APA, 2000) y la CIE-10 (WHO, 2000).Todos ellos son subsidiarios del enfoque de Integra-ción y Educación Especial, lo que ha contribuido aperpetuar el discurso de rehabilitación y recuperaciónde la Salud del modelo médico en lo que respecta a laatención de pacientes discapacitados (Rudnick, 2017).En consecuencia, muchas personas con discapacidad aúnpadecen en sí mismas del uso indiscriminado de tér-minos médicos, psicológicos y psiquiátricos que lesobjetivan, radicalizando acciones contra ellas, sólopor “padecer” un handicap, “minusvalía” u orientaciónsexual distinta a la definida por la normalidad domi-nante (Smeltzer, 2007).

Enmarcado en el movimiento de Integración queestaba sustentado en la premisa de insertar y rehabi-litar educativamente a las personas con NecesidadesEducativas Especiales (NEE), a través de mecanismosexternos a la educación regular (UNESCO, 2005), queen conjunto se denominaba como Educación Espe-cial, permitió constituir instituciones y organismos enlos que se separaba a los individuos o se les distin-guía de la convencionalidad para brindarles apoyosespeciales de acuerdo a un diagnóstico médico, psi-cológico o psiquiátrico. Esto dejaba de lado su opi-nión, ya que para los especialistas, las personas conNEE sólo se beneficiaban asistencialmente, ante laimposibilidad de lograr con éxito su incorporación enuna escuela regular (Porras, 2010). Así, la integraciónde las personas con algún impairment, o limitante,dependía de su habilitación en términos de produc-ción y mejora de su salud, en tanto seres útiles para lasociedad, ya que de lo contrario se les etiquetabacomo “no válidos” o “incapacitados” para desempe-ñarse de manera regular, al menos en los términosestablecidos.

Casi a la par del surgimiento de las NEE, la Educa-ción Especial y el movimiento de Integración Educati-va, diversas organizaciones de personas con impair-ments en Inglaterra comenzaron a cuestionar las deno-minaciones y prácticas impuestas por el modelomédico respecto de las personas con alguna deficien-cia física o mental (D’Alessio, 2011), arguyendo que lo

que inhabilitaba a las personas era “la incompetenciade la sociedad para mejorar sus condiciones educati-vas, económicas, laborales y de acceso” (Oliver, 1981).

Al respecto, The Union of the Physically Impaired againstSegregation’s (UPIAS, 1976) publicó el manifiesto Funda-mental Principles of Disability, en el que se fundaron lasbases de lo que ahora se conoce como discapacidad,considerada desde el Modelo Social. Ahí se le consi-dera como un fenómeno “causado por las condicionessociales, políticas y económicas en torno a la perso-na”, no inherentes a las limitantes físicas. Así, la per-sona puede tener un impedimento (impairment), peroeso no define la discapacidad misma, sino en todocaso el hecho de ser objeto de las barreras culturales,sociales y axiológicas impuestas por la sociedad, locual le deja en un estatus de minoría vulnerable, eli-minándole de la convencionalidad, con respecto dequienes no requieren ajustes para poder interactuarcon el entorno físico y social, es decir, la mayoría nor-malizada (Ocampo, 2014).

Asimismo, en el Modelo Social de la Discapaci-dad (MSD), promovido en Inglaterra, se expresa demanera tácita que las personas discapacitadas son ungrupo oprimido que está unido por la experiencia de ladiscapacidad (Oliver, 1996), lo que establece diferen-cias notables entre impairment, disability, illness y longlasting health conditions (Huerta-Solano, 2019). Esta dis-tinción marca una diferencia respecto del modelonorteamericano, el cual sólo alude a “personas condiscapacidad”, pero no se hace una distinción entrelas dimensiones sociales, económicas, políticas ybiológicas de lo que constituye la discapacidad en símisma (Wendell, 1996).

Vale mencionar que aunque la Declaración deSalamanca (UNESCO, 1994), la Declaración Interna-cional de los Derechos de las Personas con Discapa-cidad (ONU, 2008) y el Índice de Inclusión (Booth yAinscow, 2000) partieron de la noción de la existen-cia un continuum entre la propuesta británica y laamericana, lo que verdaderamente permeó y redefi-nió el actuar de los gobiernos y las instituciones res-pecto a la inclusión de las personas con discapaci-dad o discapacitadas, fue la influencia del FundamentalPrinciples of Disability (UPIAS, 1976) y las normas delEquality Act 2010, (British Parliament, 2010), promovi-do en la legislación inglesa, sobre todo a nivel lin-güístico, que alude a la jerga alrededor de la discapa-cidad y atiende al momento político en el que seredefinió el constructo.

Precisamente, derivado del cambio paradigmáticoque trajeron consigo los trabajos de activistas y pro-

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ARTÍCULOS

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

Modelo Social: Socioconstruccionismo y Discapacidad

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motores de la inclusión (la mayoría de ellos discapa-citados) (Corker y Shakespeare, 2002; Oliver, 2009;Thomas, 2012), Shakespeare y Watson (2001) sostie-nen que actualmente el MSD se ha convertido en unmedio predominante para expresar y desafiar las polí-ticas establecidas respecto a lo que se entiende comodiscapacidad en la mayoría de los países, haciendopatente la opresión de las instancias que ejercen elpoder. En ese sentido, en el MSD se entiende que “lascausas que originan la discapacidad no son religiosasni científicas, sino en gran medida sociales” (Victoria-Maldonado, 2013). Esto se enmarca en principiosgenerales con un enfoque de derechos humanos, querespalda su propuesta metodológica en las cienciassociales, el análisis de las políticas públicas, la críticaa la materialización de enunciaciones normalizadoras,además de la lucha por los derechos civiles, con loque se recupera el discurso de las personas conside-radas como “diferentes” (Bacarlett, 2017) y que res-ponde no sólo a la discapacidad, como inherente a lapersona, sino a su interseccionalidad, en tanto cada per-sona es poseedora de una identidad política, discursi-va y emancipada (Ocampo, 2014).

Anastasiou y Kauffman (2011) argumentan que laemancipación de las personas “discapacitadas” sólose puede lograr a través de (1) la identificación y erra-dicación de las estrategias políticas y culturales nor-malizadoras por parte de las instancias de gobierno;(2) el conocimiento de los saberes de las personas conla “experiencia” de discapacidad; (3) la eliminación deltérmino “anormal” en las personas con algún tipo delimitante (impairment); (4) la concientización de queexisten ciertos sectores sociales que buscan la norma-lización de las personas con discapacidad por mediode su rehabilitación o habilitación, ya que se les sigueconsiderando como “desviadas”, a pesar de que apa-rentemente se reconozcan sus derechos civiles.

A pesar del reconocimiento del que goza el Mode-lo Social de la Discapacidad (MSD), de su crecienteauge, y lo que esto conlleva, Goodley (2001) argumen-ta la necesidad de revisar el episteme y unidades deanálisis del MSD ya que, ante la falta de claridad en laconceptualización de las barreras sociales, enferme-dades, condiciones e impairment, en algunos contex-tos, sobre todo latinoamericanos, la mayoría de losinvestigadores desconocen los fundamentos episte-mológicos y ontológicos de dichos términos, lo quederiva en la relativización de su significado. Shakespe-are y Watson (2001), en relación con su pertinenciacomo modelo o ideología social señalan la debilidadargumentativa que representa para el movimiento social

de la discapacidad, ya que en ocasiones no permite unaclara distinción con respecto a otros modelos. Al res-pecto, Oliver (2009) supone que el modelo social essólo una herramienta en constante construcción teóri-ca, aunque Ocampo (2014) insiste en la necesidad deotorgar un estatus de cientificidad a la construcciónepistémica de los fundamentos del modelo, ya que deotra manera no se modificaría sustancialmente laconcepción de “diferencia”, que sigue permeando enlos trabajos de quienes argumentan que están promo-viendo la inclusión, aunque en la práctica siguen tra-bajando bajo una perspectiva de Educación Especial.

A partir de lo anterior, parece pertinente no sóloconocer los elementos históricos del modelo socialde la discapacidad, constantes en la mayoría de lostrabajos al respecto (Aparicio-Agreda, 2009; Pantano,2003), sino además identificar sus principales funda-mentos teóricos, epistemológicos y críticos, ya queesto incide directa o indirectamente en su estatuscientífico. Esto permitirá analizar las situaciones queactualmente permean las incongruencias discursivasy pragmáticas del modelo; esto es que, la discapaci-dad, como objeto de estudio científico en el marco delMSD, no debería estar desarticulado respecto a lossaberes que la componen, ya que de lo contrario secaería en una falacia. Según Finkelstein (1980), se dapor hecho que al retirar las barreras que impiden elacceso de las personas con “impedimentos”, la disca-pacidad en sí misma desaparecería, aunque continú-an sin explicarse las acciones o fundamentos paralograr un cambio cultural y científico, lo que incluyesu apropiación y sustento. En otras palabras, recurrira discursos simplistas para la eliminación de la disca-pacidad como un problema social, no sólo no ha dis-minuido las barreras, sino que ha llevado a la adop-ción de un discurso de empoderamiento de las perso-nas con discapacidad que no ha producido un cambiocon respecto a su trato, ni mucho menos ha propicia-do el estudio científico de la discapacidad y de expe-riencia de dichas personas (Oliver, 1996).

Por tanto, el objetivo del presente trabajo es laexposición de algunos elementos teóricos y episte-mológicos del MDS, considerado su construcción yfundamentos a partir de la teoría socioconstruccionis-ta. Esto incluye la forma de hacer investigación y larevisión de algunas de las principales críticas alModelo. Consideramos que esta exposición podríagenerar una aproximación al estudio de la discapaci-dad como objeto científico, no sólo a nivel discursivo,sino a partir de elementos factuales que incidan en lateorización y la praxis, con la posibilidad de propiciar

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ARTÍCULOSHuerta, Lara, Gutiérrez, Díaz, López, Villalobos

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

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la revisión de lo que es la discapacidad, contribuyen-do así a aclarar la imagen que representó para la Edu-cación Especial.

El Socioconstruccionismo como base epistemológi-ca del Modelo Social de la Discapacidad

Históricamente, el Modelo Social de la Discapaci-dad (MSD) surgió alrededor de los años setenta delsiglo pasado, fundamentalmente a partir de los traba-jos de la Unión of Phisically Impairment; sin embargo, nose considera evento aislado, ya que sólo unos añosantes, permeaba un clima de inconformidad con res-pecto de las diferencias establecidas por las socieda-des modernas (Ferrer, 2006), en las que la tendencia aintegrar a la “normalidad” a las personas consideradascomo diferentes era defendida de manera explícitapor la mayoría de los gobiernos e instituciones alre-dedor del mundo (Foucault, 1973).

En este contexto, surgieron movimientos científi-cos que se propusieron explicar e interpretar los diver-sos ámbitos humanos, lo que posteriormente incidióen la transformación de las concepciones de sujeto,conocimiento y realidad (Gergen, 1985), a partir de lainfluencia de la cultura y la experiencia lingüística delhombre, en tanto ente social. Por otro lado, la llegadadel postmodernismo (Lyotard, 1979) y los plantea-mientos postestructuralistas de Foucault (1973) yDerrida (1971) dieron cabida al análisis del lenguaje,no de manera aislada, sino considerando sus funcio-nes constructivas, performativas y pragmáticas en larealidad. Es decir, se dejó de lado el binomio sujeto-mundo para dar paso al estudio sociolingüístico delsujeto como constructorruido por la realidad, en tor-no un contexto y proceso social, racional, histórico,lingüístico y cultural (Rasera & Japur, 2005).

Así, el construccionismo social emerge como unconjunto de propuestas teóricas en torno a la comple-jidad de las ciencias humanas en la contemporanei-dad (Magnabosco, 2014), que da cabida para la críticade la psicología social de corte “modernista” (Gergen,1996). Esto permitió la aparición de la ética y políticarelacional, tanto en un grupo familiar, como en losgrupos en los que está inmersa una persona, en elentendido que, desde la dimensión ética, cobran rele-vancia las relaciones sociales como espacios de cons-trucción del mundo, por lo que “la realidad” es repre-sentada desde el ámbito de “lo cultural”, acompañadade una forma de lenguaje particular. Al respecto, Ger-gen (1999) señala que el construccionismo social par-te de una epistemología y ontología en las que (1)

sólo es posible conocer el mundo por la historia y porla cultura; (2) dicho saber, sólo puede darse por mediode la interacción entre las personas; lo que da cabidaa (3) la relación entre conocimiento y acción; siempreen torno a (4) una postura crítica y reflexiva respectocómo se produce el conocimiento.

Dichos planteamientos no pasaron inadvertidospara los teóricos de la inclusión (Finkelstein, 1980;Oliver, 2009; Oliver 1996; UPIAS, 1976), quienes echa-ron mano del criticismo postmoderno que ofrecía elmodelo socioconstruccionista (Gergen, 1996) paraestablecer su posición con respecto a una sociedadque procurara la habilitación o inhabilitación de loscuerpos, determinados por un diagnóstico médico opsicológico. Ello permitió analizar la construcción deldiscurso de una sociedad que histórica, social y cultu-ralmente había “deshabilitado” a quienes tenían unimpedimento físico (impairment), bajo la etiqueta deNecesidad Educativa Especial, desde una perspectivamoderna y capitalista.

En consecuencia, autores como Barnes (1990),Hahn (1986) y Oliver (1989) incorporaron el modelosocioconstruccionista como base teórica y epistemo-lógica del (MSD), con lo que se oponían expresamen-te al tratamiento de “las discapacidades” con el afánde “normalización” y recuperación de salud, bajo dis-cursos psicológicos y médicos, en los que se categori-za a las personas en taxonomías que tienen comoresultado el etiquetaje y la asunción de bajas expecta-tivas en los individuos (Shakespeare, 2018). El cambiode enfoque reside en que desde el MSD se procuraque la persona analice el entorno social y el discursi-vo en el que está inmersa, que se dé cuenta de que ladiscapacidad no es su problema, sino una limitanteimpuesta de manera social y cultural, y que entienda que lapersona que está fuera de la normalidad vive una expe-riencia construida socialmente, y no una enfermedad.

Anastasiou y Kauffman (2009) identifican el térmi-no discapacidad como un constructo social, que puedeser comprendido como una construcción discursiva quesirve como “instrumento para la opresión de las per-sonas que difieren de la normalidad”. Por ello, discapa-citar a los individuos, en términos sociales, equivale adominarles mediante mecanismos de coacción en losque se les deshabilita y se les coloca en y como un gru-po vulnerable. Esta postura pone énfasis en que susderechos y obligaciones son construidos en torno a laconvencionalidad económica, social y política (Fou-cault, 1971).

En un trabajo posterior, Anastasiou y Kauffman(2011) señalan que, de acuerdo con socioconstruccio-

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ARTÍCULOS

Revista de Educación y Desarrollo, 54. Julio-septiembre de 2020.

Modelo Social: Socioconstruccionismo y Discapacidad

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nismo, “la discapacidad es definida por las decisio-nes arbitrarias de aquellos que, mediante un discursode poder, construyen y designan a las personas conlimitantes físicas como discapacitados”. En consecuen-cia, la discapacidad es determinada por etiquetasusadas por las instituciones y los profesionales, loque supone en la ideología capitalista de habilitacióno rehabilitación de las personas “discapacitadas” enrelación con la producción de bienes, bajo la prome-sa de mejora e integración social. De este modo, bajola propuesta de Educación Especial, “no se cree queuna persona tenga una deficiencia, sino que la perso-na es definida por otros (especialistas, psicólogos,médicos, educadores, etc.) como portadora de dichacondición”.

Por el contrario, Shakespeare (2018); Zarb y Oliver(1993) señalan que en la propuesta socioconstruccio-nista se exalta el estudio de la discapacidad a partirde: (1) la comprensión de la discapacidad como la res-tricción (práctica y discursiva) de oportunidades aquienes históricamente se ha eufemizado como “per-sonas discapacitadas”; (2) la identificación de lasbarreras sociales, que pueden estar asociadas a unimpairment, entendido como las limitaciones físicas,mentales o sensoriales; (3) la aceptación del impair-ment como construcción social y cultural de origen post-moderno; (4) el reconocimiento de la discapacidad, nocomo producto de una patología asociada al cuerpo,la mente, la superdotación resultado de un diagnósti-co médico o psicológico, sino como un producto quetiene sus bases en las estructuras culturales, econó-micas y sociales; (5) el reconocimiento de las perso-nas con discapacidad como grupos minoritarios, vul-nerables y oprimidos por los medios capitalistas deproducción; además de que (6) la discapacidad no esuna tragedia personal, esto es, que nada está mal en lapersona, por lo que no es necesario rehabilitarle orestituirle la salud.

Considerando lo anterior como base para el estu-dio de la discapacidad desde el modelo sociocons-truccionista, se entiende que todas las personas discapa-citadas (socialmente) deben estar preparadas paraafrontar a la sociedad opresora (Barnes, 2003), en unsentido crítico y como alternativa ante las repercusio-nes culturales, sociales y médicas derivadas de losmodelos rehabilitador y asistencialista que formabanparte de la Educación Especial y las NecesidadesEducativas Especiales (NEE), en los que se etiqueta-ba a la persona como la portadora de la discapacidad, porlo que se fomentaba su “Integración” en Centros deEducación Especial, a partir del diagnóstico de un

especialista, quien designaba la discapacidad comouna enfermedad a curar.

Anastasiou y Kauffman (2011) concretan que en elMSD, sobre la base de la propuesta socioconstruccio-nista, la construcción de la discapacidad puede sercomprendida a partir de tres momentos. Por quienestienen la posibilidad de etiquetar a las personas,usualmente los profesionales “especializados”, (1)sólo es suficiente definir “alguna condición” como realpara que la mayoría de las personas le adopten bajoun estatus científico, convirtiéndola en un concepto yunidad de estudio; (2) para las personas que son defi-nidas por “la condición”, se presenta como producto deuna construcción social, moldeada de acuerdo asituaciones sociales y culturales; (3) por otra parte,una vez que se identifica la condición como etiqueta, esnecesario eliminarla o transformarla, ya que muchosde estos conceptos refuerzan la noción de diversidadhumana como condición atípica.

En otras palabras, dado su origen social, es nece-sario comenzar la transformación de lo que represen-ta la discapacidad a partir de la sociedad y culturamismas, donde se genera discursiva y materialmentey no en la persona (Booth y Ainscow, 2001).

Modelo Social de la Discapacidad e Investigación

A pesar de que históricamente las personas condiscapacidad fueron excluidas de su propia visión,ajustándoseles a los enfoques ofrecidos por la con-vencionalidad normalizadora (Barnes y Mercer, 2008),la reconceptualización de discapacidad e impairment, apartir del MSD, evidenció la opresión social y creacióndiscursiva de la discapacidad en torno a la domina-ción, presente incluso en la forma en que se les “estu-diaba”. Esta operación, de acuerdo con Young (1990),se distinguió por (1) la explotación de la discapaci-dad, por parte de las instituciones que buscaban laadquisición de fondos para el financiamiento de susinvestigaciones, como producto de la tragedia; (2) lamarginación de las personas mediante el uso de etique-tas como “NEE” e “integrados”; (3) la inhabilitación delas personas con discapacidad, quienes incluso perdí-an el control de su cuerpo, dado que únicamente elespecialista en Educación Especial podría experimen-tar con él, hablar de él y a través de él; (4) el imperialis-mo cultural, ejercido a partir de los discursos materiali-zados en pruebas psicométricas que medían la inteli-gencia, la hiperactividad, los desajustes “psicosocia-les”, la reactividad emocional, usualmente ligados aldiscurso de la rehabilitación; además de (5) la violen-

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cia ejercida desde el verdad del poder (Foucault, 1971),impuesta por quienes construyeron lo que era y repre-sentaba la discapacidad por medio de sus investiga-ciones.

Barnes (2003) agrega que la reconceptualizaciónde la discapacidad y el impairment también develó laforma en se llevaban a cabo los estudios que involu-cran a personas discapacitadas o con discapacidad, dadoque desde el modelo de Educación Especial. De estemodo, los investigadores demostraban su insensibili-dad y el desconocimiento de las personas con quie-nes y de quienes obtenían la información para susestudios, objetivándoles, diagnosticándoles, etique-tándoles y asumiéndoles como entes pasivos, sujetosa rehabilitación, que desconocen su propia situación,invalidando con ello el discurso sobre su propia expe-riencia acerca de la discapacidad, la inclusión o exclu-sión que viven de manera cotidiana, haciéndoles pre-sa de un diagnóstico, generado bajo un protocolo psi-copedagógico o experimental, que únicamente elespecialista podría mejorar, siendo éste el objetivoprincipal de algunos de los estudios realizados bajoeste enfoque. (Mills, 1963; Romero y García, 2013).

Autores como Barnes y Mercer (2008), además deOliver (2009) refieren que bajo este enfoque hegemó-nico, el principal problema de la mayoría de los estu-dios en los que participan personas con impairment ydiscapacidades, radica en el poco o nulo beneficioque obtienen de los estudios, considerando que elinvestigador es quien logra hacerse de una carreraacadémica a costa de los resultados obtenidos en susexperimentos, justamente con aquellos individuos aquienes no les retribuyen conocimiento o beneficios.Es decir, la tendencia empirista de la mayoría de losestudios en torno a la discapacidad, de acuerdo con elMSD, se relaciona poco con la eliminación de lasbarreras sociales y con el activismo político que esindispensable para cambiar el constructo en torno aquienes son considerados como discapacitados por lasociedad (Davis, 2013).

Barnes (1997) y Davis (2013) sugieren la reconfigu-ración de la investigación en torno a las personas condiscapacidad usando el término Disability Studies, bajola premisa nothing about us without us (nada de nosotrossin nosotros), reconceptualizando la discapacidadcomo una limitante social y no como un problema acorregir en la persona. Ello permitiría respetar susderechos humanos, involucrar a las personas con dis-capacidad en sus propias decisiones (Callus y Cami-lleri, 2001), eliminar cualquier promesa de rehabilita-ción o habilitación que les exponga al discurso de la

discapacidad como tragedia personal. Se trata deentender que desde la perspectiva del MSD no se nie-ga la importancia de las intervenciones médicas o psi-cológicas en la vida de la personas con discapacidad,pero éstas les deben otorgar voz y garantías sobre supropio cuerpo, además de involucrarles en su propiaexpresión de la inclusión y exclusión, para promoverla generación de acciones (materiales y discursivas)en torno a un cambio social, no el ajuste o adaptaciónde la persona.

Barnes (1997), Gleeson (1999) y Thomas (1999)sugieren que los Disability Studies no sólo deben cen-trarse en atender situaciones educativas, como sehacía desde la perspectiva de la Educación Especial,sino en comprender cómo las fuerzas sociales, económi-cas, políticas y culturales (el poder) han coaccionadoen la construcción discursiva de lo que es la discapa-cidad, la enfermedad, la deficiencia y las condiciones,de manera que se generen teoría y praxis con utilidadsocial, con y para las personas con discapacidad, dan-do sentido a la erradicación de las barreras impuestaspor los modelos de normalización (Shakespeare yWatson, 2001). De ahí que se sugiera el uso de lainvestigación-acción, estudios de caso, técnicas deexploración, análisis del discurso, representacionessociales, entre otras, para conocer la construcción dela discapacidad y el impairment, desde quienes la viveny para quienes la viven.

Vale la pena mencionar que la noción de enferme-dad impuesta desde el enfoque de investigación enEducación Especial (Pfeiffer, 1994), bajo los modelomédico y psicológico, orientó la vida de las personasque, por designación, “padecieron de la discapaci-dad”. Aunque en la actualidad el rol de enfermo estemporal (Canguilhem, 1966), la decisión de adherirsea las etiquetas de discapacidad o impedimento, a partirde posturas normalizadoras, es una decisión perso-nal, lo que incluye al investigador que las designa, usay disemina en sus trabajos, teniendo en cuenta quedichas etiquetas posicionan al participante de lainvestigación en una relación de dependencia, en laque la persona con alguna afectación sólo puede serreconocida como parte de la sociedad a partir de suaceptación como miembro de un grupo minoritario,distinto del resto de la convencionalidad (Foucault,1971). Autores como Oliver (1990), sugieren que lainvestigación de la discapacidad debería ser hecha pory para personas con discapacidad, rescatando su expe-riencia y posibilidades de acción, en tanto se procureun cambio social. Aunque históricamente se ha pro-movido que la investigación a partir de la medicaliza-

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ción y la rehabilitación son formas de integración yéxito en una sociedad, desde la perspectiva los Disabi-lity Studies (Davis, 2013), estos abordajes son identifi-cados como formas de poder, que condicionan losderechos de las personas para acceder a las garantíasparticulares, de las que ya son poseedoras. Paradóji-camente, la Educación Especial sigue siendo un tópi-co respaldado por las políticas nacionales e interna-cionales ya que subsiste la designación arbitraria decondición y tratamiento “especial” para las personascon discapacidad.

Críticas al Modelo Social de la Discapacidad

Como ya se mencionó, a pesar de la gran acepta-ción que tiene el MSD entre las personas con disca-pacidad, autores como Dewsbury, Clarke, Randall,Rouncefield y Sommerville (2004) le califican comouna sociología radical, tomando en cuenta que el len-guaje usado en el discurso de la inclusión la sidoinfluido por las nociones de Foucault (1971) acercadel poder y el conocimiento, lo que en ningúnmomento resulta erróneo.La radicalización de suinterpretación ha llevado a la deconstrucción de laconcepción médica-biológica de la discapacidad(Shakespeare y Watson, 2001), lo que para algunaspersonas ha devenido en la separación tajante de lasconsecuencias “reales” que tiene el impairment y suefecto en las personas y en su cuerpo, lo que generaexpectativas no diferenciadas respecto de las poten-cialidades que les permite dicha condición, no sólode manera social, sino también en relación con sucompetencia física y desarrollo psicológico.

Searle (1995) sostiene que desde la perspectiva delMSD no es posible distinguir entre los hechos institu-cionales, históricos dialécticamente, y los hechos“brutos” o ajenos a la institución, lo que también hallevado a la idealización de la discapacidad como sitratase “sólo fenómeno social”, dejado de lado la rea-lidad biológica que vive la persona con un impairment.

Al respecto, Oliver (2009) añade que la falta deconocimiento de los fundamentos epistémicos yontológicos del MSD han llevado a que autores comoDewsbury et al. (2004) planteen la imposibilidad desuperar “la aparente paradoja” de la que “al parecer”también es víctima el Modelo Social. La paradoja esque el MDS sólo estudia la construcción social de los tér-minos en torno a la discapacidad, pero omite que lamayoría subyacen o emergen como parte de interesessociales, médicos, económicos y políticos, sobre todopor parte de quienes “simplifican” el estudio de la dis-

capacidad a partir de binomios normal-anormal,social-médico, enfermedad-salud, etc. Esta simplifi-cación ha devenido en propuestas asistencialistas,motivo precisamente de la lucha que han desarrolla-do investigadores como Oliver (1996) o Szasz (1974),quienes han evidenciado la discriminación positivagenerada por la Educación Especial, que dista de ava-lar coherentemente la inclusión de las personas engeneral.

Por su parte, Oliver (2009) acepta que existen críti-cas al MSD, las cuales se han centrado principalmenteen (1) la imposibilidad de tratar adecuadamente elimpairment; (2) la relativización de la experiencia subje-tiva del dolor físico; (3) la incapacidad para incorporarotras divisiones sociales, tales como raza, sexo, reli-gión, orientación; (4) la exacerbada concepción de lapersona como el otro; además de, (5) su inadecuacióncomo teoría social para el tratamiento de la discapa-cidad e incapacidad.

Al respecto, el autor refiere que en el MDS no setrata de comprender las limitantes, como medica-mente se hacía desde el modelo de Necesidades Edu-cativas Especiales, sino de “comprender la experien-cia de la discapacidad como algo producido de mane-ra colectiva”; lo que llevará a identificar que la expe-riencia de discapacidad e impairment es y siempre hapartido de la vivencia de la persona con discapacidad,sociológicamente hablando; y aunque inicialmenteno fue el propósito del modelo, actualmente el MSDno agrupa a las personas en “categorías sociales”acorde a los estándares normalizadores, sino comopersonas interseccionales; que es justamente lo quepermite el reconocimiento del “otro” respecto de laposición social y cultural que se le ha otorgado por lossistemas históricos.

Finalmente, Oliver (2009) señala que, a pesar de lainsistencia inicial de diversos teóricos de la discapaci-dad (Chappell, 1992; Finkelstein, 1996c), el MSD nocomenzó siendo un modelo, sino una “herramienta” yun movimiento político mediante el cual se promovíaque la persona con impairment no se experimentaraculpable por esto, ni mucho menos aspirara a aban-donar tal condición para ser integrado en la sociedad.Sin embargo, ni siquiera el mismo Oliver (1983) yotros investigadores iniciadores del MSD considera-ron que llegaría a convertirse en un paradigma, sus-tentado en sus propios postulados epistemológicos,de los cuales, actualmente han surgido proposicionesteóricas y formas de investigación con valor y utilidadsocial para lograr la inclusión de las personas con dis-capacidad (Shakespeare y Watson, 2001).

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Algunas consideraciones, no exhaustivas, respectodel MSD

Como se revisó en el presente trabajo, a partir delsurgimiento del MSD la construcción del concepto dediscapacidad e impairment permitió a las personasoptar por una identidad política (Oliver, 2009), en laque fueran reconocidos sus derechos humanos, nosólo por el hecho de tener alguna limitante física, enel sentido médico, sino porque la identificación de ladiscapacidad como una construcción de social, econó-mica y política permitió revisar los discursos que limi-taban su actuar, usualmente sustentados por institu-ciones y profesionales adheridos al Modelo de Educa-ción Especial (Hahn, 1985).

Por otro lado, la influencia del modelo sociocons-truccionista en la articulación del MSD dio cabida a sucaracterización como paradigma en la atención yreflexión sobre el cómo de la inclusión en las personascon discapacidad a escala social, cultural y política.La caracterización incluye la revisión de los plantea-mientos éticos en la investigación con personas condiscapacidad, quienes permanecían como “sujetos”,omitidos en su representación y actuación en contrade la normalización radical, sobre la base de la con-cepción de discapacidad construida en torno a esta-dísticas y estándares médicos.

Para Huerta-Solano (2019) la discapacidad requie-re de una unidad de análisis mucho más complejaque la que algunos investigadores y activistas hanhecho parecer (García-Cedillo, 2018), sobre todo anteel riesgo del radicalismo de diversas posturas empíri-cas y filosóficas. Por ello, se propone el análisis de ladiscapacidad a partir de la identificación de paradig-mas, la revisión de sus constructos y variabilidad epis-temológica, ya que su omisión usualmente ha deriva-do en el estudio de falsos dilemas y la objetivación deconstructos que carecen de coherencia epistémica,característica la que debe estar presente en el avancede cualquier disciplina.

Como se precisó al inicio del trabajo, una de lasprincipales dificultades del estudio de la discapacidades la delimitación del lenguaje utilizado, sobre todopor parte de algunos teóricos, quienes no hacen unaclara diferenciación de la discapacidad desde elmodelo de Educación Especial (García-Cedillo, 2018),que no es inclusión, y el Modelo Social, que tiene susraíces en la eliminación de acciones de normalización,así como el reconocimiento de la discapacidad comouna forma de opresión social (discursiva y pragmáti-ca). Por ello, el el cambio o la rehabilitación no debe-

rían estar centradas en “modificar” a las personas,sino su ambiente social y cultural, en tanto construc-ción social.

Shakespeare y Watson (2001) argumentan que laprincipal fortaleza del MDS también es su debilidad,ya que la posición de modelo social ha sido radicali-zada en algunos trabajos (Barnes, 1997), incluso conel argumento de que las limitantes físicas (impairment)pueden ser explicadas como una construcción social,desestimando las dificultades médicas que implica,por ejemplo, infecciones, dolores o la imposibilidadde realizar actividades, aún con la ayuda de otros. Enposiciones radicales, esto ha llevado a que diversaspublicaciones internacionales como el Journal Disabilityand Society desestimen trabajos que incluyan elemen-tos médicos, al no someterse a la ortodoxia del MSD.Al respecto, Shakespeare y Watson (2001) sugieren noadoptar la versión fuerte del MSD, sino retomar algunasde las concepción conciliadoras (Sutherland, 1981),en las que se reconoce que las personas con discapa-cidad han sido sometidas a un discurso de opresiónsocial, principalmente a partir de la clasificación delas Necesidades Educativas Especial. .Sin embargo,también es indispensable reconocer que en ocasioneslas personas también son oprimidas por las secuelasfísicas que están implicadas en el impairment, inclusobajo el control de su propio cuerpo.

Asimismo, es importante reconocer que el concep-to, no constructo, de discapacidad surgió en el ámbitomédico (Foucault, 1963), siendo utilizado para diag-nosticar “sujetos”, considerando un patrón único deenfermedades, patologías y trastornos, aclarando ydelimitando el uso deliberado del concepto. Por ello,sugerimos revisar la base epistemológica de los cons-tructos usados, tomando como punto de partida laautorreflexión teórica de sus promotores, quienes losusan y llevan a diversos ámbitos de manera indiscri-minada. Ello supone la falta de conocimiento del con-texto (político, social, cultural y paradigmático), loque en ocasiones ha derivado en el estudio social dela discapacidad como un pseudo problema científico.

Para todo profesional y promotor de la inclusiónes importante tomar en cuenta que el MSD sigue suspropias directrices teóricas y metodológicas, acordescon la postura socioconstruccionista, a pesar del maluso que han hecho algunos teóricos de la EducaciónEspecial de la inclusión, al sustentar su praxis en losplanteamientos médico y psicológico respecto de ladiscapacidad. Es importante aclarar que en estosmodelos, inicialmente se pretendía que sus términosfueran usados para un diagnóstico y comunicación entre profe-

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sionales, lo que, si bien implica una hegemonía discur-siva (Foucault, 1971), el uso por inercia de los concep-tos fuera del ámbito profesional, llevó a desvirtuar laterminología en torno al fenómeno de la discapacidady el impairment. Ello derivó en la enunciación excluyen-te de la persona en la sociedad, por lo que lejos, decontinuar creando eufemismos como NEE, doble excep-cionalidad, capacidades especiales, por mencionar algunos,(Vain, 2013), es importante reconocer que el problemalleva fundamentalmente a reconocer la primacía quedebe tener el conocimiento de la base epistemológicade nuestra comunicación y praxis científica, lo quedefinitivamente influirá en cómo hacemos frente aldesafío de inclusión.

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Modelo Social: Socioconstruccionismo y Discapacidad

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Virtual education is, from the technological point of view, the most recent phase of distance education. Thistype of education has been adopted increasingly by higher education institutions in Mexico, but slowly, comparedto other countries. There is a broad consensus on the fact that virtual education promotes people to design theirpersonal learning environments, but there is not enough research on the theoretical and political foundationsthat justify the design of virtual education models in organizations that provide non-formal education. This paperpresents a list of theoretical and political documents in order to substantiate the design of virtual educationmodels in organizations that provide non-formal education.

Key Words: Virtual Education, Educative Innovation, Education Research, Non-Formal Education.

Políticas de educación virtual para la educación no formal

ALEXANDRO ESCUDERO-NAHÓN,1

ROSALBA PALACIOS-DÍAZ,2 OLGA REDONDO-GARCÍA3

Policies of Virtual Education for the Non-Formal Education

1 Universidad Autónoma de Querétaro. [email protected] Universidad Autónoma de Querétaro. [email protected] Red de Investigación Multidisciplinaria S.C. [email protected]

Re su menLa educación virtual es, desde el punto de vista tecnológico, la fase más reciente de la educación a distancia.

Este tipo de educación ha sido adoptada de manera creciente por las instituciones de educación superior enMéxico, pero de manera lenta, si se compara con otros países. Existe un amplio consenso respecto al hecho deque la educación virtual favorece que las personas diseñen sus ambientes personales de aprendizaje, pero noexiste suficiente investigación sobre los fundamentos teóricos y políticos que justifican el diseño de modelos deeducación virtual en organismos que imparten educación no formal. Este texto presenta una relación de docu-mentos teóricos y políticos que fundamentan el diseño de modelos de educación virtual en organismos queimparten educación no formal.

Palabras clave: Educación virtual, Innovación educativa, Investigación educativa, Educación no formal.

Abstract

Recibido: 26 de febrero de 2020Aceptado: 22 de abril de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Pertinencia de los modelos de educación virtualpara organismos que imparten educación no formal

Los análisis sobre el potencial transformador de latecnología educativa han sido ampliamente desarro-llados en la educación formal (Liyoshi, Kumar & Vijay,2008). Sin embargo, las empresas, los gobiernos y lasorganizaciones civiles comúnmente tienen responsa-bilidades, programas y funciones sociales enmarca-das en los principios de la educación no formal, queson igualmente importantes para cumplir con la tareade preparar a las personas para enfrentar los desafíospropios de la sociedad de la información y el conoci-miento (Bull et al., 2008). A diferencia de la educaciónformal, la educación no formal se entiende como lapropuesta de programas educativos flexibles que seofrecen fuera de las instituciones certificadoras de laeducación, pero que pueden estar articulados entre sí.Ocasionalmente, la educación no formal también espercibida como educación a lo largo de la vida y allíreside su importancia (Eshach, 2007). El objetivo prin-cipal de la educación no formal es ofrecer actualiza-ción o capacitación sobre temas específicos a travésde programas de corta duración para cualificar a laspersonas rápidamente en competencias profesionali-zantes (Centro de noticias de la ONU, 2015; Delors,1996; IESALC & ANUIES, 2004; Martín & Marchesi,2006; UNESCO, 2005).

Diversos organismos internacionales han expresa-do que si no se presta la misma atención a la incorpo-ración de la tecnología educativa en los escenarios deeducación no formal, no será posible extender lasbondades de la educación virtual a amplios sectoresde la sociedad, ni será posible apoyar su desarrollolaboral, ciudadano y personal (Altbach, Reisberg &Rumbley, 2009). Este texto argumenta que la mayoríade las iniciativas en México han puesto mucha aten-ción en la educación superior formal, pero se ha des-cuidado esa misma incorporación en las institucioneseducativas dedicadas a impartir educación no formal.Posteriormente, se describe la evolución reciente queMéxico ha experimentado en materia de instituciona-lización de la educación virtual y el papel fundamentalque las instituciones gubernamentales, la sociedadcivil y las empresas tienen el momento incorporar tec-nología educativa en su quehacer institucional y ayu-dar a que sus usuarios reciban cursos virtuales comoun medio para capacitarse, para ingresar o permane-cer en el mercado laboral actual.

Uno de los estudios fundamentales para entender

dónde se posiciona América Latina con respecto a laintegración de la educación virtual en la EducaciónSuperior y los retos y oportunidades de este tipo deeducación fue realizado por la Organización para laCooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),cuyo título es “La Educación a Distancia en la Educa-ción Superior en América Latina”. Tras aplicar unaencuesta y varias entrevistas a expertos de 34 univer-sidades, se identificó que nuestra región está inte-grando la enseñanza a distancia en la educación supe-rior a un ritmo comparativamente lento, y que losmétodos pedagógicos no han sido significativamentetransformados (OECD, 2015a:15-19). El informe con-cluye lo siguiente:• La educación presencial todavía prevalece en 65%

de las universidades, comparado con 15% quesigue un modelo híbrido y un 19% que se centra enla educación virtual. Sin embargo, se espera que laeducación virtual se expanda en las universidadesporque la mayoría tiene una estrategia manifiestay específica al respecto.

• La adopción de las TIC en la región todavía es lentay han sido incorporadas principalmente paramejorar los sistemas de administración, pero nohan transformado sustantivamente los métodospedagógicos.

• Los nuevos métodos de enseñanza y aprendizajehan penetrado en la región con dificultad ymuchas Instituciones de Educación Superior aúnse muestran reticentes para adoptar nuevos mode-los educativos. Sin embargo, la débil incorpora-ción de las TIC en la educación sí ha ampliado elacceso de grupos tradicionalmente excluidos. Sehan beneficiado, principalmente, las personas queviven en áreas rurales, mujeres y personas conbajos recursos o con discapacidades.

• La mayoría de los programas a distancia no estánacreditados por las autoridades nacionales. Sóloun tercio de las universidades tienen algún progra-ma acreditado. De tal forma que falta un mecanis-mo que garantice una calidad educativa en estamodalidad.

• Sólo 26% de las universidades cree que su oferta deprogramas a distancia se enfoca en competenciaso conocimientos de alta demanda del mercadolaboral.

• Los costes asociados tanto con el desarrollo y laoperación de un sistema de educación virtual sonaltos. Treinta y ocho por ciento de las universida-des estudiadas declara que no puede costear eldesarrollo; 25% de esas mismas universidades ase-

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gura que no puede costear la operación. La infra-estructura tecnológica es costosa y es importanteencontrar maneras para financiarla y fomentarasociaciones a diferentes niveles para aliviar lacarga del financiamiento educativo.

• Las políticas públicas pueden tener un fuerte impac-to en catalizar el potencial de la enseñanza a dis-tancia. El marco regulatorio en la región es gene-ralmente rígido y restrictivo y no favorece la adop-ción de las TIC y la transformación de los métodoseducativos.

No obstante, otros estudios indican que, aunquela educación virtual se ha expandido hasta ahora prin-cipalmente en los países desarrollados, las economí-as en vías de desarrollo están mostrando un interéscreciente al respecto y una preferencia por tecnologí-as educativas novedosas. Así fue demostrado en elestudio “The 2016-2021 worldwide self-paced eLear-ning market: The global eLearning market is in SteepDecline” (2016:45), donde se identifica un claro inte-rés por aplicaciones tecnológicas relacionadas con lagamificación, al uso de simuladores educativos, aluso de aplicaciones tecnológicas que fomentan lacognición y el aprendizaje móvil. Un aspecto notablede la educación virtual es que favorece la actualiza-ción y mejora del conocimiento a lo largo de la vida.Así, las personas disponen de mayor flexibilidad paraadaptarse a las demandas cambiantes del sector pro-ductivo y pueden tener éxito en el mercado laboral dela sociedad del conocimiento (Instituto de Tecnologí-as Educativas, 2010; Marginson, 2010). Este aspectoes especialmente importante en América Latina, don-de alrededor del 37% de los empleadores declarandificultades para encontrar mano de obra con la for-mación adecuada (National Academies of Enginee-ring, 2015). En este contexto, la educación virtual esuna opción para la formación laboral continua y lasempresas la ven como una vía para equiparar las com-petencias de los trabajadores de forma rápida y efec-tiva con las condiciones del mercado (Adams et al.,2017:3).

Diferentes organismos internacionales y especia-listas en la materia se han preguntado qué debe cam-biar en las instituciones educativas, y en qué medida,para que la tecnología sea un medio que permitaalcanzar los objetivos más preciados de la educación,y que no sea una irrupción descontrolada que distrai-ga de los mismos. De acuerdo con el “NMC HorizonReport: 2017 Higher Education Edition”, uno de losestudios retrospectivos y prospectivos internaciona-

les más serios sobre tecnología educativa, el estadode la cuestión de este campo puede ser descrito des-de los últimos seis años a partir de tres grandestemas: 1) tendencias relevantes; 2) desafíos relevan-tes; y, 3) desarrollos tecnológicos importantes. A suvez, cada uno de estos temas puede ser dividido entres fases, con la intención de obtener 18 áreas deestudio.

A corto plazo, el diseño de modelos de educaciónmixta y de aprendizaje colaborativo tiene mayor pro-tagonismo. En un plazo medio, las técnicas paramedir el aprendizaje con tecnología educativa y elrediseño de espacios de aprendizaje serían funda-mentales para que las tecnologías sean adoptadassistemáticamente por las instituciones. Finalmente,en el largo plazo, sería necesario promover la culturade la innovación y profundizar en los estudios delaprendizaje con uso de tecnología educativa.

Asimismo, los desafíos de la tecnología educativapueden ser abordados a través de tres grados de difi-cultad. El primero estaría comprendido por aquellosdesafíos que la literatura especializada comprende ysabe cómo resolverlos: es decir, mejorar la alfabetiza-ción digital e integrar la educación formal y no formala través de la tecnología educativa. El segundo gradode dificultad estaría comprendida por aquellos proble-mas que la literatura comprende, pero que por diver-sos motivos no ha podido solucionar contundente-mente: esto es, cerrar la brecha de desigualdad en elacceso y uso eficiente de la tecnología educativa, asícomo consolidar la igualdad digital. Por último, el ter-cer grado de dificultad estaría representado por pro-blemas que aún los especialistas no han podido definiry, por lo tanto, tampoco han podido resolver: la gestióndel conocimiento obsoleto y la redefinición del papelde los educadores con la tecnología educativa.

Finalmente, el estudio antes mencionado prevéque seis principales desarrollos tecnológicos educati-vos serán incorporados de manera inmediata, media-ta y a largo plazo en las instituciones educativas. Demanera inmediata, el aprendizaje adaptativo y elaprendizaje móvil han llamado la atención de losespecialistas, las instituciones educativas y los orga-nismos dedicados a cerrar la brecha de desigualdaden tecnología educativa. De manera mediata, el desa-rrollo del Internet de las cosas y la creación de unanueva generación de plataformas de gestión delaprendizaje. Y, a largo plazo, la adopción de la inteli-gencia artificial, así como de interfaces naturales alta-mente tecnologizadas, son los desarrollos idealespara consolidar la tecnología educativa.

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En los últimos años las percepciones sobre la edu-cación virtual han ido cambiando a su favor porquecada día más alumnos y educadores la ven como unaalternativa efectiva ante la educación presencial.Como Internet ha permitido acceder a información dediversas fuentes y aprender acerca de casi cualquiercosa con dispositivos móviles y de escritorio, hay uninterés creciente en el aprendizaje autónomo y endescubrir la manera en que las personas realizan susintereses por aprender. Los escenarios de educaciónno formal son oportunidades valiosas para desarrollary estudiar este tipo de aprendizaje. Muchos expertoscreen que la combinación de métodos formales y noformales de aprendizaje puede crear un ambiente quefomenta la experimentación, la curiosidad y la creati-vidad (Joksimovic, Gasevic, Bayne, Hatala & Dawson,2017). Por eso, un objetivo de la fusión de la educa-ción formal con la no formal es cultivar la búsquedadel aprendizaje permanente en todos los estudiantesy profesores.

Las instituciones están comenzando a experimen-tar con programas flexibles que proporcionan créditopara el aprendizaje previo y las competencias adquiri-das a través del empleo o experiencias extracurricula-res. Sin embargo, aún no hay suficiente evidenciaempírica como para construir métodos capaces detransferir los hábitos no formales de aprendizaje aambientes formales (Elias, 2011; West, 2015).

Las instituciones ante los desafíos del diseño demodelos de educación virtual

Desde el punto de vista normativo, es relevantemencionar que el 11 de junio de 2013 se publicó en elDiario Oficial de la Federación el Decreto de la Refor-ma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones(IFT, 2017). El principal objetivo de esta reforma con-sistió en realizar diferentes cambios impulsados porlos Poderes Ejecutivo y Legislativo para establecer losfundamentos constitucionales y legales para crearuna nueva arquitectura jurídica, institucional, regula-toria y de competencia en el sector de las telecomuni-caciones y de la radiodifusión (2017). Este decreto dioorigen al Instituto Federal de Telecomunicaciones(IFT) como un organismo con autonomía constitucio-nal que tiene por objeto general el desarrollo eficientede las telecomunicaciones y la radiodifusión en Méxi-co. El 14 de julio de 2014 se publicó la nueva Ley deTelecomunicaciones y Radiodifusión que es el marconormativo reglamentario vigente de la Reforma y delIFT. Uno de los resultados más relevantes de este pro-

ceso normativo es que el Artículo 6to. explicita que elacceso a las tecnologías de la información y comuni-cación, así como a los servicios de radiodifusión ytelecomunicaciones, incluido el de banda ancha eInternet, ahora es un derecho fundamental de todoslos mexicanos.

Tales decisiones fueron impulsadas, entre otrosmotivos políticos y económicos controvertidos, porcambios en el uso y consumo de la banda ancha deInternet (BAI) entre la población mexicana. De acuer-do con los “Informes Estadísticos Soy Usuario” del IFT(2017, con datos de los operadores actualizados ajunio de 2016), las suscripciones residenciales a BAIen México han crecido ininterrumpidamente desde el2016: el mercado registró 15.4 millones de suscripcio-nes ese año. Actualmente existen 90 suscripciones aBAI móvil por cada 100 habitantes (AMIPCI, 2010,2016). En suma, los mexicanos actualmente dedican 7horas y 14 minutos a navegar por Internet, 1 hora y 3minutos más que en 2015, y las cifras van en aumento,pero persiste un acceso desigual a la red (AMIPCI,2016). Un aspecto importante respecto al acceso a laBAI y a la BAI móvil es el uso que las personas hacende tales tecnologías. De acuerdo con el 12o. Estudiosobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en Méxi-co (2016), la principal actividad en línea de los inter-nautas mexicanos es el uso de redes sociales. Otroresultado relevante de dicho estudio tiene que ver conel hecho de que 25% de los internautas realizan cur-sos de formación en línea.

De acuerdo con los estudios del Banco Mundial,dentro del contexto del continente americano, Méxicose ubica actualmente en una posición promedio res-pecto al porcentaje de personas que usan Internet.Esta situación es preocupante para el futuro económi-co del país porque el mercado laboral de la sociedaddel conocimiento requiere que las personas adquie-ran competencias digitales y nuevas destrezas conti-nuamente. Aunque existe un amplio consenso respec-to al hecho de que hoy la conectividad permite desa-rrollar actividades fundamentales para el desarrolloeducativo, y no solo para el ocio, no ha sido tan clarala manera en que estas actividades deberían ser reali-zadas. De hecho, varias voces autorizadas en tecnolo-gía educativa aseguran que la incorporación sistema-tizada de las TIC en los modelos pedagógicos es unaestrategia impostergable para que las personas mejo-ren sus oportunidades de desarrollo en otros ámbitosvitales como el empleo, la salud, el empoderamientocívico, etcétera (OECD, 2015b). Gracias a que históri-camente ya existen varias experiencias sobre inver-

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sión en tecnología educativa, ahora la literatura espe-cializada ha podido demostrar con estudios empíricosque cada vez que se incorpore tecnología educativa enuna institución, debería ser bajo un modelo educati-vo, pues la tecnología, en sí misma, no garantiza unmejor aprendizaje (OECD, 2015b).

El estudio titulado “Students, Computers andLearning: Making the Connection” (Fundación Telefó-nica, 2016), que se aplicó en los países pertenecientesa la OCDE, identificó que cuando los alumnos usancomputadoras en el aula, el impacto en su desempe-ño es, en el mejor de los casos, regular. Los estudian-tes que usan computadoras moderadamente en laescuela tienden a tener resultados de aprendizajealgo mejores que los estudiantes que usan computa-doras rara vez. Pero los estudiantes que usan compu-tadoras con mucha frecuencia en la escuela tienenpeores resultados escolares en la mayoría de loscasos. Otro estudio de carácter continental titulado“Experiencias Evaluativas de Tecnologías Digitales enla Educación”, demostró que los esfuerzos que se hanrealizado en las últimas décadas en América Latinapara transformar la enseñanza y el aprendizaje no danfrutos porque la educación sigue siendo muy parecidaa la educación tradicional (Fundación Telefónica,2016:30-31). Sin duda alguna, las tecnologías digitaleshan experimentado grandes avances al punto que hanalterado, a veces radicalmente, la vida cotidiana delas personas. Sin embargo, no ha sido tan intensa latransformación de la educación.

Esos estudios coinciden en que la incorporaciónde la tecnología educativa requiere ser abordadacomo una estrategia de Estado y, por eso, la incorpo-ración puede diseñarse como suelen diseñarse laspolíticas públicas. Así, se sugiere que es necesario(SEP/ECOESAD/ANUIES/UnADM, 2016):1. Identificar con precisión las características y el fun-

cionamiento de los modelos pedagógicos que seaspira a implantar.

2. Obtener una base de conocimientos, procedente dela investigación empírica, que permita concluirrazonablemente y, por lo tanto, convencer sobre lasuperioridad de estos modelos en comparacióncon los predominantes en la actualidad.

3. Desarrollar las condiciones de diseminación de losmodelos y de sus ventajas que combinen:• Dotación de equipamientos e infraestructuras

tecnológicas apropiadas para estos modelos.• Formación docente en situación real, de acuerdo

con las particularidades del contexto y proyec-to educativo.

• Creación de un sistema apropiado de asesora-miento tecnológico y pedagógico.

• Funcionamiento de un mecanismo de monitori-zación de los progresos realizados, así comoincentivos apropiados para los centros escola-res y los docentes.

En este sentido, la incorporación de las TIC en laeducación plantea varios desafíos, pero esos desafíosdeben ser abordados, principalmente, por las institu-ciones relacionadas con la tarea educativa, ya quecuentan con normativa aplicable, responsabilidadsocial, presupuesto y capacidad de acción al respecto(Chan, 2016; González, 2008). La incorporación de lasTIC en México ha sido puesta en marcha en todos losniveles educativos con varios propósitos. Lo anterior,bajo el supuesto de que la incorporación de las TICpodría beneficiar a la educación formal produciendola innovación de nuevos modelos tecnopedagógicosen la educación escolar obligatoria; enriquecería laformación para el empleo porque dota de competen-cias digitales a la mano de obra; brindaría nuevasperspectivas a la educación superior porque los alum-nos y los profesores pueden diseñar procesos deaprendizaje superando las barreras del tiempo y elespacio, tan propias de la educación presencial tradi-cional; y, además, las TIC serían una herramienta fun-damental para el aprendizaje a lo largo de la vida(ANUIES, 2001).

La Asociación Nacional de Universidades e Institu-ciones de Educación Superior (ANUIES) de Méxicofue pionera en el impulso de la educación a distanciaen este país porque ha realizado varias acciones estra-tégicas para impulsar el estudio y consolidación deesta modalidad educativa, entre las que destacan lassiguientes: en 2001, realizó el Plan Maestro de Educa-ción Superior Abierta y a Distancia (ANUIES/SEP,2010; SEP-ANUIES, 2014); desde el 2007, promoviócon la Subsecretaría de Educación Superior y la Secre-taría de la Educación Pública la creación del SistemaNacional de la Educación a Distancia (SINED), hechoque se consumó el 26 de febrero de 2010 (ANUIES,2017).

Actualmente hay 240 Instituciones de EducaciónSuperior en México que ofrecen la modalidad de edu-cación a distancia. Esto representa 4.7% de la matrí-cula nacional. A su vez, esta matrícula contribuye conel 1.7% de la cobertura. Sin embargo, la propiaANUIES asegura que actualmente la educación a dis-tancia todavía no es una estrategia de cobertura, sinode inclusión, y por lo tanto es importante diseñar las

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estrategias que permitan ofrecer este servicio aamplios sectores de la sociedad mexicana (SEP/ECO-ESAD/ANUIES/UnADM, 2016). Con tal objetivo, laANUIES ha estrechado su colaboración con el EspacioComún de Educación Superior a Distancia (ECOE-SAD) y la Universidad Abierta y a Distancia de México(UnADM). Como resultado, se han fortalecido lasacciones de intercambio de resultados de estudios, deexperiencias y de planes estratégicos. Destaca, porejemplo, el primer Seminario Internacional de Educa-ción Superior Abierta y a Distancia-México “Educa-ción a Distancia, Oportunidad de Desarrollo” en 2016,en el que se dieron cita personalidades del sectoreducativo conocedoras de esta modalidad. El semina-rio se sumó a una serie de iniciativas semejantes,como el Encuentro Internacional de Educación a Dis-tancia que desde hace más de 20 veinte años realizael Sistema de Universidad Virtual de la Universidad deGuadalajara, donde se analizaron los retos, políticaspúblicas, impactos, alcances y desarrollo de la educa-ción superior abierta y a distancia. Se llevó a cabo endos fases: la primera, del 9 al 11 de noviembre de 2016de manera virtual, y contó con la participación de másde 300 usuarios en línea (UnADM, 2016); la segundase realizó el 15 y 16 de noviembre de 2016 en la Ciu-dad de México, en donde luego de seis conferenciasmagistrales y seis ponencias las instituciones llegarona varios acuerdos relevantes (SEP/ANUIES, 2017):1. Organizar un Seminario Virtual sobre Experiencias

Educativas en Entornos Personales de Aprendizaje(PLE) en enero de 2017 en vinculación con la Uni-versidad de Quintana Roo.

2. Crear un observatorio nacional en vinculación conla Secretaría de Economía, para articular los perfi-les profesionales y dar a conocer la oferta educati-va de nivel superior, que se tienen en la modalidadabierta y a distancia con la industria.

3. Establecer una relación permanente entre las Insti-tuciones de Educación Superior y la Secretaría deDesarrollo Social, para contribuir a potenciar lascapacidades de las personas en situación depobreza, a través de acciones que amplíen suscapacidades, no solo en su formación de nivellicenciatura, sino con acciones para la vida y el tra-bajo bajo la modalidad abierta y a distancia de laUnADM.

4. Trabajar de manera conjunta con las universidadesque ofertan programas en la modalidad no escola-rizada, para apoyar en la construcción de un marcode referencia sobre la calidad de los programaseducativos.

Lo anterior demuestra que está ampliamenteaceptada la idea de que la educación a distancia debeser considerada una política pública. Por eso, se hadiseñado por primera vez en el país el Programa Indi-cativo para el Desarrollo de la Educación Superior aDistancia en México 2024 (PIDESAD) (SEP/ECOE-SAD/ANUIES/UnADM, 2016). El objetivo es mejorarcuatro elementos clave para su mejoramiento, queson el ámbito jurídico, la planeación, el ámbito orga-nizacional y los recursos, como se hace al diseñarcualquier política pública nacional.

El ámbito jurídicoLa educación superior a distancia está considera-

da normativamente sólo como una modalidad educa-tiva, por eso se le aplican las normas jurídicas de laeducación convencional. Hasta el momento, el Esta-do mexicano no ha creado ningún tipo de regulaciónu orden jurídico propios de la educación superior adistancia. Los únicos ordenamientos específicos sonel estatuto del SINED, que le otorga funciones deestudio, apoyo y promoción a la modalidad y que fue-ron reconocidas por la Subsecretaría de EducaciónSuperior desde el 2010; y el acuerdo de creación de laUnADM, pero no como organismo coordinador de lapolítica, sino como un organismo operador de lamodalidad. En suma, la ANUIES ya ha expresado cla-ramente que si se desea que la educación superior adistancia se convierta en una política pública dealcance nacional, se requieren normas específicaspara la modalidad (SEP/ANUIES, 2017).

El ámbito de la planeaciónLos acuerdos políticos, tan frecuentes en México

para lograr sinergias de desarrollo, también son nece-sarios para lograr la planeación y desarrollo de la edu-cación superior a distancia. El PIDESAD ha integradoun diagnóstico amplio sobre la educación superior adistancia con la participación de más de 190 Institu-ciones de Educación Superior. A partir de esa informa-ción, se originó un proceso colegiado para construir laplaneación que podría orientar la política pública dela Subsecretaría de Educación Superior. El PIDESADcontempla seis ejes estratégicos: modelo educativo,normatividad, calidad y evaluación, tecnologías de lainformación y la comunicación, cooperación, y cober-tura (UnADM, 2016).

El ámbito organizacionalComo se ha mencionado antes, desde el 2007 la

ANUIES promovió la creación del SINED, hecho con-

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sumado hasta el 26 de febrero de 2010. Hasta ahora,el SINED ha sido un instrumento de estudio, apoyo ypromoción de la modalidad. Con la puesta en marchadel PIDESAD, se espera que el SINED sea capaz dedefinir una nueva visión, un nuevo estatuto, o inclusouna nueva estructura para la educación superior a dis-tancia.

El ámbito de los recursos humanos, materiales, tecnológicos yfinancieros

Según la ponencia ofrecida por el Mtro. Jaime VallsEsponda, Secretario General Ejecutivo de la ANUIES,durante el Seminario Internacional La EducaciónSuperior Abierta y a Distancia en México (SEP/ECOE-SAD/ANUIES/UnADM, 2016; UnADM, 2016), en el pre-supuesto aprobado para Educación Superior para elejercicio fiscal 2017 no hay fondos de apoyo específi-cos para la educación superior abierta y a distancia.Las universidades e instituciones de educación supe-rior federales que aparecen en el presupuesto aproba-do 2017 separan una parte del recurso asignado parael desarrollo de estos programas. La UniversidadAbierta y a Distancia de México es la única institucióna la que se le asigna presupuesto específico para laeducación superior a distancia. El desafío en esteámbito radica en construir una política pública a laque se le asigne presupuesto específico para el desa-rrollo de la educación a distancia, mejorar los montosy la distribución de este tipo de educación asegurandofondos públicos y privados ligados a proyectos priori-tarios como la innovación, ciencia y tecnología, incre-mentar la inversión pública y privada para alcanzar laexpansión en cobertura de este nivel educativo, parti-cularmente en las regiones del país que más lo nece-sitan, diversificar nuevas fuentes de financiamiento,mejorar el salario de profesores e investigadores,esquemas de financiamiento para los estudiantes y larendición de cuentas del uso de estos recursos.

Queda claro que la presencia de las TIC en la edu-cación provoca cambios profundos en ámbitos que noson propiamente educativos, como la normatividad,la administración o el financiamiento. Sin embargo, siestos ámbitos no se transforman en favor de la educa-ción, difícilmente puede hablarse de calidad educati-va. Incluso así, aunque la educación superior a distan-cia en general opera sin una normatividad específica,sin métodos educativos homologados, sin recursosadecuados, sin haber cerrado la brecha entre los pro-fesores que se esfuerzan por adoptar métodos educa-tivos con tecnología educativa y los profesores tradi-

cionales, existe una creciente oferta educativa a dis-tancia que está dando lugar a que suba la tasa de cre-cimiento de la matrícula en modalidades no escolari-zadas. De acuerdo con la SEP, la educación superiormexicana se ha venido duplicando, en promedio, cada10 años a partir de la segunda mitad del siglo pasado.En el ciclo escolar 2015-2016 la matrícula total fue de4’242,564 estudiantes; 92.3% de ellos estaban matri-culados en programas de licenciatura y 7.7% en pro-gramas de posgrado; 86% en programas escolariza-dos; y 14% en programas no escolarizados (SEP, 2017).

Si bien la educación a distancia en la educaciónsuperior ha sido el modelo educativo que el Estadomexicano ha estudiado con más detenimiento, otrostipos de educación, como la educación formal, y otrosniveles educativos, como la capacitación para el tra-bajo, no han merecido la misma atención. Este gestono es coherente con las sugerencias que los expertosen investigación educativa han hecho desde hacedécadas atrás respecto al hecho de que las universi-dades han evolucionado hacia instituciones monolíti-cas que desean controlar todos los aspectos delaprendizaje y sus certificaciones respectivas. Por eso,quizá el impacto más significativo de la incorporaciónde las TIC en la educación será desarticular esa visiónnuclear sobre la educación superior formal, de mane-ra análoga a como otras industrias se han desarticula-do gracias a la tecnología (UNDP, 2015, 2016).

Justificación para el diseño de modelos educativosvirtuales para la educación no formal

Antes de la irrupción y la ubiquidad de la tecnolo-gía, era común que la opinión pública pensara que lafunción educativa de las nuevas generaciones era res-ponsabilidad exclusiva de la escuela, es decir, de laeducación formal. Hoy, es ampliamente aceptada laidea de que la educación debería ser responsabilidadde muchos sectores de la sociedad y no solamente delos sistemas de educación formal. Lo anterior es asíporque se ha demostrado que las personas bien edu-cadas mejoran su vida en ámbitos que no son estric-tamente profesionales, como el cuidado de la salud,la responsabilidad con el medio ambiente, la convi-vencia cívica y pacífica, la equidad de género, la defen-sa de los valores de la democracia, etcétera (UNES-CO/PNUD/UNICEF/BM/ONU/ACNUR, 2016:8). En estesentido, la tecnología presenta muchas oportunida-des para acceder a referentes educativos no tradicio-nales y compartir información digital relevante demanera inmediata entre la ciudadanía.

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Así quedó demostrado en el texto titulado “Educa-ción 2030. Declaración de Incheon y Marco de Acciónpara la realización del Objetivo de Desarrollo Sosteni-ble 4”, que es resultado del Foro Mundial sobre laEducación 2015, organizado por la UNESCO, el UNI-CEF, el Banco Mundial, el UNFPA, el PNUD, ONUMujeres y el ACNUR, en Incheon (República de Corea)del 19 al 22 de mayo de 2015, y que presenta una nue-va visión de la educación para los próximos 15 años.En esta declaración se afirma:

Nos comprometemos a promover oportunidadesde aprendizaje de calidad a lo largo de la vida paratodos, en todos los contextos y en todos los nive-les educativos. Ello incluye un mayor acceso encondiciones de igualdad a la enseñanza y forma-ción técnica y profesional de calidad, a la educa-ción superior y a la investigación, prestando ladebida atención a la garantía de la calidad. Ade-más, es importante que se ofrezcan vías de apren-dizaje flexibles, así como también el reconoci-miento, la validación y la acreditación de losconocimientos, habilidades y competenciasadquiridos mediante la educación informal y noformal. Nos comprometemos además a velar porque todos los jóvenes y adultos, especialmentelas niñas y las mujeres, alcancen niveles de exce-lencia en alfabetización funcional y aritmética quesean pertinentes y reconocidos y adquieran com-petencias para la vida, así como a que se les pro-porcionen oportunidades de formación, educa-ción y capacitación de adultos. Nos compromete-mos también a fortalecer la ciencia, la tecnologíay la innovación. Es preciso aprovechar las tecno-logías de la información y la comunicación (TIC)para reforzar los sistemas educativos, la difusiónde conocimientos, el acceso a la información, elaprendizaje efectivo y de calidad, y una prestaciónmás eficaz de servicios (véase, por ejemplo, TheOpen Organization, 2016).

La declaración anterior es una muestra de que lasorganizaciones mundiales de talante democráticoestán ocupadas en extender los beneficios de la edu-cación a amplios sectores de la sociedad a través dela tecnología educativa. En términos prácticos ahoraes posible que las personas accedan a varios recur-sos abiertos para casi cualquier edad, grado y tema.Sin embargo, el acceso a los recursos es necesario,pero no suficiente para construir un aprendizajeefectivo. El aprendizaje requiere la intervención deexpertos en contenidos, expertos en tecnología edu-

cativa y expertos en educación. Debido a esto, losorganismos dedicados a ofrecer programas de edu-cación no formal se ven obligados a actualizar suspropuestas educativas. Sin embargo, adoptar y adap-tar un modelo de educación virtual ha supuestovarios desafíos para las instituciones educativas queofrecen educación tradicional porque los elementosque componen los procesos educativos, a saber, laenseñanza, el aprendizaje, los contenidos y los recur-sos, y la evaluación, son variables porque frecuente-mente tienen características distintas en cada insti-tución educativa.

De manera que adoptar un modelo educativo vir-tual supone voluntad política por parte de las autori-dades educativas, a la vez que adaptar el modelo a lascondiciones locales supone habilidades estratégicaspor parte de los mandos medios. Efectivamente, debi-do a que la educación es un proceso integral que, alser institucionalizado, puede tomar diversas formas,la literatura especializada asegura que actualmente esmás adecuado asumir que “un modelo académicopuede ser concebido como los modos y formas en quese organizan las instituciones para cumplir con loplanteado en sus ideales educativos” (Rama, 2008,2015; Silvio, 2000) y, por lo tanto, una idea en debatees si es más fácil y eficaz construir modelos educati-vos virtuales propios en cada institución, que adop-tarlos y adaptarlos.

Algunos estudios históricos sobre educación a dis-tancia y virtual en América Latina demuestran que lasInstituciones de Educación Superior han encontradomuchas dificultades al tratar de armonizar los ámbi-tos normativos, administrativos financieros y pedagó-gicos para cumplir con la modalidad educativa a dis-tancia y virtual (Rama, 2008, 2015; Silvio, 2000). Estascontingencias abrieron un campo de estudio que ana-liza la capacidad de transformación e innovación quelas organizaciones dedicadas a impartir educación adistancia y virtual requieren para llevar a cabo exito-samente su misión (Escudero-Nahón, 2015; Guzmán,Escudero-Nahón, & García, 2015; Guzmán & Escude-ro, 2016). Por todo lo anterior, es evidente que losmodelos educativos exitosos que incorporan tecnolo-gía sobre estructuras educativas tradicionales sondiversos, pero comparten, por lo menos, dos caracte-rísticas: a) surgieron considerando sus contextos,necesidades y objetivos propios, y b) se diseñaronconsiderando varios aspectos que trascienden lomeramente educativo, es decir, consideran lo organi-zacional.

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Conclusiones

Este texto ha realizado una sistematización teóricapara políticas de modelos de educación virtual enorganismos que imparten educación no formal. El cri-terio que se utilizó fue el siguiente: se revisaron losprincipales documentos sobre educación virtual quehan emitido organismos dedicados a promover laeducación en el mundo y en México. La mayoría deestos documentos hacían referencia a la educaciónformal, pero admitían que es deseable la participa-ción de sociedades civiles organizadas en el diseño demodelos educativos no formales porque esta modali-dad de educación atiende ámbitos específicos, comola educación a lo largo de la vida.

La sistematización teórica para políticas de mode-los de educación virtual en organismos que imparteneducación no formal que se ha realizado en este textosugiere que existe un amplio consenso respecto alhecho de que la educación virtual favorece que laspersonas diseñen sus ambientes personales de apren-dizaje y, por lo tanto, que se mantengan actualizadasa lo largo de la vida. Este hecho, teóricamente, permi-tiría que las personas se mantengan en el mercadolaboral, construyan una ciudadanía responsable y unestilo de vida saludable.

Aunque se han publicado varios documentos teó-ricos y políticos al respecto, no existe suficiente inves-tigación empírica sobre la pertinencia, la posibilidad yla utilidad de la educación virtual en instituciones queimparten educación no formal. Lo anterior es relevan-te porque la educación no formal se caracteriza porconstruir conocimientos, habilidades, destrezas yactitudes de manera relativamente rápida y práctica.Este tipo de conocimientos son los que las personasadultas requieren para mantenerse en el mercadolaboral, para construir una ciudadanía responsable yun estilo de vida saludable.

El desafío de diseñar un modelo o varios modelosde educación virtual para instituciones que imparteneducación no formal seguramente transitará por vici-situdes muy similares a las que ha experimentado laeducación virtual formal. No obstante, la diferenciaprincipal radica en que comúnmente las institucio-nes que imparten educación no formal están íntima-mente relacionadas con organizaciones civiles, esdecir, con la ciudadanía bien organizada. Por esto,diseñar un modelo o varios modelos de educaciónvirtual para instituciones que imparten educación noformal es un proyecto cívico y democrático, ademásde educativo.

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The profession of accountant in Mexico is currently the product of the historical conformation from the 16thcentury. The tour highlights key stages that involve the church, education, and business. In terms of the stages,we consider the period of the new Spain as a starting point for the analysis that involves the need for the accoun-tant, in the control and registration of assets; continuing with the colonial era and the discovery of the first biblio-graphic collections that alluded to its characteristics and attributes; followed by the independence and post-reso-lution stage, as transformational icons that influenced professional training and, finally, the last decade of the lastcentury, as a stage that consolidated the profession of accountant. The main objective of the research was to studyprofessional training and analyze the various curricular structuring processes that have cemented what currentlyconstitutes the solid profession of accountant in Mexico.

This study is part of a doctoral research, as a result of the state of the art. The heuristic and hermeneutic work

Historicidad de la formación profesional del contador en México

VERÓNICA JUÁREZ-FONSECA,1 JORGE ALEJANDRO FERNÁNDEZ-PÉREZ2

Historicity of Professional Training of the Accountant in Mexico

1 Facultad de Filosofía y Letras. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. [email protected] 2 Facultad de Filosofía y Letras. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. [email protected]

Re su menLa profesión del contador en México, actualmente es producto de la conformación histórica proveniente del

siglo XVI. El recorrido pone de manifiesto etapas fundamentales que involucran a la Iglesia, la educación y lasempresas. A decir de las etapas, consideramos primigenio el periodo de la nueva España, como punto de partidapara el análisis que involucra la necesidad del contador en el control y registros de bienes; continuando con laépoca colonial y el descubrimiento de los primeros acervos bibliográficos que aludían a sus características y atri-butos; seguido de la etapa de Independencia y post Revolución, cómo íconos transformacionales que incidieronen la formación profesional y, finalmente la última década del siglo pasado, como etapa que consolidó la profe-sión del contador. El objetivo principal de la investigación consistió en estudiar la formación profesional y ana-lizar los diversos procesos de estructuración curricular que han cimentado lo que constituye actualmente la sóli-da profesión del contador en México.

Abstract

Recibido: 20 de marzo de 2020Aceptado: 16 de mayo de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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derived from the review and interpretation of textual, iconographic and hemerographic documents, for the inte-gration of multiple topics. The role of the public university in Puebla stands out, as the fundamental axis of theconstant curricular transformations that occurred in different stages of training. Finally, reflection invites reading,and tries to promote the assessment of the historical evolution of the function of the accountant, as a contribu-tion to social research.

Key Words: Historicity, Accountant, Professional Training, Curriculum.

Este estudio es parte de una investigación en proceso, como resultado del estado del arte. El trabajo heurís-tico y hermenéutico, derivó de la revisión e interpretación de documentos textuales, iconográficos y hemerográ-ficos, para la integración de múltiples tópicos. Se destaca el papel de la universidad pública en Puebla como ejefundamental de las constantes transformaciones curriculares ocurridas en distintas etapas de la formación. Fina-mente, la reflexión invita la lectura e intenta promover la valoración de la evolución histórica de la función delcontador como un aporte a la investigación social.

Palabras clave: Historicidad, Contaduría, Contador, Formación profesional, Currículo.

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Introducción

Abordar el tema de la historicidad en el área de lasciencias económicas administrativas, constituyó unreto dado que este concepto tiene un enfoque socialque delimita horizontes de inteligibilidad, integra ins-trumentos para descubrir y comprender la realidad asícomo el accionar de los sujetos (Girola, 2011); consi-deramos que no es reductible mirar los acontecereshistóricos del contador y su vinculación con la socie-dad, las empresas y el currículo, ya que se conviertenen un indicativo importante para comprender los ele-mentos que integran la actual función del contador enMéxico.

El objetivo del presente artículo consiste en anali-zar los procesos de cambio ocurridos en la profesióndel contador en México a través del esbozo histórico,social y económico, partiendo del origen y evolución;asimismo se exploran los elementos curriculares en laformación profesional para evaluar y valorar el papelactual del contador y su incidencia en la aportación alcampo de la sociología de las profesiones. Otra razónque consideramos conviene destacar es la contribu-ción al crecimiento fenomenal y de consolidación queha alcanzado la profesión (Alexander, 2002), por ellose puso énfasis en un estudio holístico de cortesocial.

Para llevar a cabo este análisis, se presentan tresmomentos importantes en la historia del contador: suorigen como necesidad real de administrar y controlarlos servicios eclesiásticos y hospitalarios en el estadode Puebla durante la segunda década del siglo XVIII.En un segundo momento, se analizaron contextoseconómicos con la llegada de empresas extranjerasen el país, así como el surgimiento de empresasnacionales durante los siglos XIX y XX, elementos quesirvieron para estudiar la constitución de la formacióndel contador, al cual se le atribuye un tercer momentode análisis en el que se vinculan las construccionescurriculares y sus cambios implementados en la Uni-versidad Autónoma de Puebla hoy, Benemérita(BUAP). En suma, el estudio aborda eventos relevan-tes como: a) el origen y evolución del contador; b) laetapa colonial con el legado del México independien-te; c) las vicisitudes del México posrevolucionario y;d) la exploración de un México contemporáneo.

Pudimos constatar estos elementos a través defuentes documentales principales y secundarias, res-guardadas en el acervo hemerográficos de la bibliote-ca José María Lafragua perteneciente a la propia uni-

versidad. Los vestigios localizados proveyeron deconocimientos novedosos que hoy ocupan los inters-ticios en la historia de la contaduría. Respecto delesbozo histórico del siglo XIX y el legado de un Méxi-co independiente, la formación del contador y susfunciones de control básicas confluyeron en una pro-yección curricular desde la educación básica (primariay secundaria), hasta un nivel más especializado (téc-nico en contaduría).

El orden selectivo para la revisión documental,seguido del trabajo hermenéutico, ocurrió en el archi-vo histórico de la misma universidad y sirvió comoherramienta auxiliar para interpretar los resquicios dela función del contador. Todo ello, encauzó al acompa-ñamiento de una reflexión crítica alrededor de teoríasy metodologías (Hermanus, 2013:39).

Finalmente se presenta una invitación a la refle-xión de la etapa contemporánea del contador comouna profesión de vanguardia en la que se ciñen retosy desafíos ocurridos en la incidencia de múltiples fac-tores históricos representativos de la construcción delcurrículo universitario, producto de una necesidadempresarial o bien como parte del tejido socioeconó-mico global.

Método

El proyecto de investigación es de corte cualitativo(Gurdían, 2007), constituye un proceso sistematizadoen que se planea y promueve el interés por generarinformación para la toma de decisiones con respectoal tema (Pérez, 1994). Estudiar la historicidad del con-tador a través de documentos textuales e iconográfi-cos consultados y descubiertos, ciñeron el interés porreflexionar el papel jurídico y educativo en que se fun-damenta la profesión, así como los presupuestos teó-ricos que la acompañan desde la perspectiva de lahermenéutica. Todo ello permitió promover el análisisy reflexión del conocimiento hacia un alcance explora-torio y descriptivo. La obtención de la información fuede utilidad toda vez que pudimos situar la historici-dad de una profesión en relación con la realidadactual y encaminarla hacia alternativas propositivasque hoy constituyen intersticios para la investigaciónsocial.

Referentes teóricos del estudio de la génesis delcontador

Para abordar el tema central del artículo fue preci-so matizar algunos conceptos teóricos que anticipa-

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Historicidad de la formación profesional del contador en México

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ron y encauzaron el análisis y la reflexión. El trabajoholístico de la investigación goza de un eje centralconcerniente a la historia por lo que consideramospertinente situar primero el concepto de la historici-dad, como un puente que intenta aclarar el caudal desubtemas que se mostrarán en el presente artículodado que, en todo momento le son inexorables loshechos, contextos y consignas; es decir, intervienenelementos integrales para la investigación social.

Con la noción de atisbo, nos referimos a la posturaque plantea Gadamer, respecto de la historicidad, yaque afirma que ésta trata de comprender los hechos através del texto y su interpretación desde los propiosintereses del investigador. Por lo que no se descarta laligación de la historicidad racional (Lakatos), dadoque se encauzó a una razón en particular (el conta-dor), así como una hermenéutica analógica en que seprivilegió la comprensión de la historia y lo que ha fal-tado por escribirse (Dilthey en Beuchot, 2014:129). Setrata, entonces, de aportar conocimientos ontológi-cos, inexorables a los hechos históricos y otros ele-mentos como: contextos, entidades que buscan elorden social y consignas legales, todo lo que no pue-de quedar ausente en el origen y evolución de la for-mación del contador.

Entender la ligación de la historicidad y el tema enturno, nos permitió situar dos temporalidades: unasincrónica (conjunto de circunstancias en un determi-nado tiempo) y otra diacrónica (como se han ido con-formando y modificando esas circunstancias a lo largodel tiempo). En suma, se trata de historizar, esto es,inscribir un hecho, un texto, un acontecimiento, unconcepto en una situación (Girola, 2011:22).

Otro tema secular ligado con la historia del conta-dor es el de la fiscalización, debido a que ha persisti-do en cada etapa de su actividad. Este concepto tanantiguo y relacionado con la vigilancia de recaudaciónde tributos, se encuentra perenne en un enfoque jurí-dico como lo definen Lanza, Pérez y Pérez (2017), unproceso de gestión a cargo de una administración tri-butaria que vigila y controla las finanzas de una enti-dad gubernamental, a cargo de funcionarios encarga-dos de exigir y recoger el pago de tributos en especieo impuestos. Asimismo, una entidad fiscalizadora sedefine con tres elementos, de acuerdo la AuditoríaSuperior del Estado (ASE) que son: fiscalizar, controly fiscalización. El primero, fiscalizar, es la revisión,supervisión, evaluación, control y seguimiento que sehace del ejercicio de los recursos públicos. El segun-do, control, vinculado al tema de la contraloría, exa-mina durante un ciclo, generalmente anual, el gasto

público ejercido y la congruencia con el presupuestoy la ley de egresos que corresponda a cada estado. Porúltimo, derivado de lo anterior, la fiscalización es lafunción ejercida por la Auditoria Superior del Estadoque consiste en la revisión, control y evaluación de lagestión financiera de las entidades fiscalizadas.

Por otra parte, el control, desde el enfoque conta-ble, consiste en un proceso sistematizado de registroy clasificación de las transacciones financieras queemanan de una empresa para la mejor toma de deci-siones. En lo que respecta al tema de la fiscalizacióny el control, éstos contribuyen a la transparencia yrendición de cuentas ya que permiten sancionar a losservidores públicos que no cumplan con sus respon-sabilidades administrativas (Aceves, 2016:13).

Otro concepto que nos ocupa en el artículo, es elde la formación profesional. La visión psicológica pro-mueve a la reflexión endógena y exógena de los acon-teceres curriculares como etapas valorativas del con-tador y sus procesos de formación, por lo que se defi-ne como:

Un modelo de formación en la práctica desde unaperspectiva integral implica la asistencia del alum-nado durante varias horas semanales a un escena-rio educativo natural, donde se desarrolla bajo lasupervisión directiva de un docente capacitado, unproyecto que puede ser de docencia-servicio-investigación… enfocado a las problemáticas ynecesidades de las personas o grupos atendiendoa sus contextos (Díaz, Hernández, Roco, Said yDelgado, 2006:22).

Adicionalmente, el tema del currículo, se ocupa delos estudios que inscriben ciertas características deformación educativa. De acuerdo con Coll (2010), éstedebe responder a las necesidades planteadas en losdiferentes niveles escolares, encauzando así un currí-culo coherente al servicio de la mejora global del sis-tema educativo. En una direccionalidad hacia la edu-cación superior, éste cobra mayor fuerza por la inte-gración de competencias genéricas y específicas que,una vez jerarquizadas, son orientadas y facilitadaspara los alumnos. Por lo que, se advierte la existenciade planes de acción formativos y planificados (Belloc-chio, 2009).

En lo que respecta al tema de la entidad, el Insti-tuto Mexicano de Contadores Publico (IMCP) la definecomo la unidad identificable (persona física o moral),con personalidad jurídica que realiza transacciones(compra-venta-transforma-servicios), a cargo de unrepresentante y goza de recursos humanos, materia-

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les y financieros. Todo ello confluye en la toma dedecisiones. Estas reflexiones de corte jurídico, psico-lógico, pedagógico y contable, constituyen un hito enrelación con el tema del contador, e intentan esclare-cer los andamiajes de términos recurrentes en estetrabajo.

Las entidades fiscalizadoras en la Nueva España:actividad prominente para el nacimiento del con-tador en México

El propósito en este apartado permite exploraralgunas vicisitudes ocurridas en la conformación delnacimiento de la profesión del contador en la NuevaEspaña y posteriormente durante los siglos XVIII alXX, bajo el advenimiento de grandes cambios socialesy económicos. Durante el periodo de conquista de laNueva España (1519), se precisó la impronta de unnuevo orden social, ceñido a las primeras organizacio-nes comerciales y de servicio en las que les era nece-saria una administración así como el control que sedebía tener sobre éstas. Derivado de esos procesos,fue ineludible que se establecieran derechos y obliga-ciones que regularan sus actividades y las contribu-ciones fiscales que se les imputaban. Partiendo deesta premisa nos permitimos formular las siguientesinterrogantes: ¿Quién llevaría a cabo las funciones decorte contable en las entidades surgidas de la NuevaEspaña? ¿Qué conocimientos y habilidades debíatener el encargado de realizar actividades en la conta-duría?

Para propiciar algunas respuestas, lo primero fuereconocer que, la necesidad de instituir un nuevoorden social en la Nueva España, debía regirse unestricto código de costumbres y leyes en cuestionesadministrativas, o dicho de otro modo, institucionali-zar y regular las nuevas actividades, por lo que se ins-tauraron entidades fiscalizadoras a cargo de autorida-des provenientes de Europa hacia América, y concabida de representantes prominentes a los que lesasistía el cargo de funcionarios reales, todos, bajo laordenanza de la Corona de España. Algunas de lasfunciones que se empiezan a gestar provenían delcomercio y del clero; es decir, se debía administrarrespecto de la vigilancia del comercio e implementa-ción de un control financiero de actividades religiosasque generaban servicios onerosos, por mencionaralgunos. Dada la inconmensurable representatividadque debían asumir los nuevos representantes de lacorona, es que se constituyó la Real Hacienda (S. XVI),como primera entidad encargada de la fiscalización de

cuentas, seguido de un Tribunal Mayor de Cuentas enla Nueva España (1605), con una Real Hacienda de laMetrópoli. (Jaramillo, 2015).

A decir de estas entidades vigilantes, les era deter-minante la participación de personas con conoci-mientos especializados en funciones hacendarias (fis-calización), para llevar a cabo el control de las tran-sacciones comerciales y de servicio, así como la ges-tión del cumplimiento de normas y reglas imputadosa los comerciantes. Por lo que se constituyó el Conse-jo de Indias y la Casa de Cobranza de Sevilla.1 Éstaúltima era encargada de controlar el comercio deultramar entre los dos continentes, por lo que eranecesaria la regulación del derecho de los mercaderesasí como de sus obligaciones, dado los traslados demercancía (De Vas y Luque, 2002).

Retomando la primera pregunta, se consideró que,para dar cumplimento con la fiscalización a cargo delas nuevas entidades, se crea la Casa de Cobranza;ésta debía tener personas responsables de llevar acabo la recaudación de impuestos, así como del regis-tro y control de transacciones (control de cuentas); aestas personas se les denominaba “contadores”.Éstos debían integrarse en grupos de cuatro (designa-dos por la Corona), ya que algunas de sus funcionesconsistían en revisar las cuentas de los llamados teso-reros, así como vigilar a los llamados factores (De laTorre, 1974). Todas estas funciones fueron resultadode una dualidad mercantil (derechos y obligaciones).

Para aclarar aún más sobre el control de cuentas yel papel del “contador”, éste debía poseer conoci-mientos de los diferentes tipos de impuestos recau-dados. Existe una taxonomía exhaustiva y plausibleelaborada por el sociólogo Emiliano Blanco, al res-pecto solo mencionaremos algunos (los más relevan-tes), como fueron: almojarifazgos;2 alcabalas;3 nove-nos; oficios vendidos y renunciados; azogues y com-posiciones de tierras. Todos ellos representabanrecaudaciones que se enviaban de las Indias a Espa-ña, traducidos en oro, plata, perlas, esmeraldas, cue-ros, azúcares, entre otros.

De acuerdo con Tank (1981), otras funciones queasumía el contador consistían en controlar contable yfinancieramente una “Caja Real”,4 a través de una ofi-cina denominada Hacienda, la cual estaba a cargo deun tesorero y un contador; éste último llevaba a cabolos procesos contables, de control de bienes, por loque de esta manera se lograba identificar quienes con-tribuían con sus obligaciones (pago de impuestos), yasumían además la atribución de generar sanciones aquienes cometieran alguna omisión obligatoria.

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Con respecto de la Hacienda, establecida por pri-mera vez en la ciudad de México, se dio paso a la cre-ación de un “Tribunal de Cuentas” (Tank, 1981:66).Nuevamente la función del contador se ampliabapues ya no sólo fue la revisión de cuentas y el controlsobre el cobro de las rentas reales. Además cobrabanlos derechos, las tasas y las quintas (la quinta real,considerada como la quinta parte del equivalente deoro entregado al rey).

Retomando el tema de los impuestos y su relacióncon entidades de servicio a la comunidad, a decir delas recaudaciones, éstas, debían servir en parte parala construcción de catedrales y hospitales, por lo queno eximía que estas nuevas instituciones tambiéndebían tener a un contador que administrara susrecursos. En el caso de la ciudad de Puebla, la Coronay el Tribunal de Cuentas le asignaban al obispo en tur-no autoridad para el manejo de sus cuentas (Martínez,2015), por lo que era indispensable que el contador dela Iglesia tuviera un espacio físico para llevar a cabosus funciones. A dicho lugar se le denominó “contadu-ría de cuentas” –lo que hoy se conoce como Contadu-ría–. Consideramos por tanto, que actualmentecorresponde al espacio físico donde se lleva a cabo laformación profesional, así como la práctica contable.Esto significó para el contador ampliar sus funcionescon asuntos de cargos litúrgicos onerosos para lasociedad.

De la génesis del contador en Puebla, a las prime-ras características profesionales: camino de la for-mación profesional

Con la fundación de la ciudad de Puebla de losÁngeles en 1531,5 se configuraron cambios sustancia-les políticos, sociales y económicos, devenidos de laConquista. En el rubro económico, el intento de con-trol financiero sobre diferentes recursos era una acti-vidad ineludible. A principios del siglo XVIII, las órde-nes religiosas tenían autoridad sobre algunos de loscontroles de bienes y servicios de la población. Entanto, la soberana orden del obispo de la catedral dePuebla de los Ángeles, Juan de Palafox y Mendoza,deja ver en su libro “Constituciones para la Contadu-ría de la Iglesia Catedral de la Puebla de los Ángeles”(1713),6 las funciones, características, atributos eincluso sanciones que debía asumir el contador. Cabedestacar que en dicho libro se argumentan por prime-ra vez los términos de contador así como de contadu-ría, lo que nos permitió constatar el legado del argotcontable proveniente de Europa. El documento tex-

tual que revisamos y mostramos en la Figura 1, obe-dece a una visión parcial que atribuye a los derechosy obligaciones del contador, así como los conocimien-tos, actitudes y aptitudes que debía tener. La interpre-tación de este texto refirió de un trabajo intelectualpara su mejor comprensión.

Consideramos que esta gran obra fue la semilla detan fecunda labor del contador y que, en el caso dePuebla, conservamos hoy como elemento activo útildentro del acervo de la historia del contador.

A decir de las características y atributos que debíatener el contador que, para el caso de Puebla pudimosidentificar en el texto, describimos algunas enseguida: • Conocimientos en elementos esenciales de mate-

máticas y cultura general.• Los contadores debían conducirse con ética laboral. • Trabajar con esmero la información contable (clari-

dad).• Llevar libros de las cuentas de la Catedral y el Hos-

pital (éste último de nombre San Pedro, ubicadoen el centro de la ciudad).

• Al no cumplirse alguna de estos requisitos y como

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Figura 1. Portada del libro Constituciones… (S. XVIII)

Fuente: Constituciones para la Contaduría de la Iglesia Cathedral dela Puebla de los Ángeles, [sic] 1713. Biblioteca, José María Lafra-gua, Año de consulta: 2017.

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reflejo de incapacidad laboral se les cometían fal-tas, por lo que eran sustituidos por otros contado-res con más probidad y responsabilidad.

• Adicional a otras funciones, llevaban el control con-table de los frutos y semillas, que se recolectabany se entregaban a la Iglesia.

Estas ordenanzas del siglo XVIII fueron un intentode regular una actividad integral que, de no llevarse acabo, tendían a ser punitivas. Aunque no se mencionael término de profesión, debido a que en Puebla aúnno existía durante ese periodo ninguna institucióneducativa que formara a contadores, nos permitimosdesplegar la siguiente hipótesis: Los conocimientos,habilidades y aptitudes del contador, provenían de losdesplazamientos de ultramar (de Europa a la nuevaEspaña), por lo que los representantes de la contadu-ría eran formados y provenían del extranjero.

Aunque no se descarta que la formación profesio-nal de las universidades en Europa garantizaban lacalidad y el prestigio moral (Navarro, 2014), las condi-ciones contextuales en México durante el siglo XVIIIaún eran distantes para la educación formal de la pro-fesión. Tres cosas destacan en este apartado: La Nue-va España y la necesidad de un nuevo orden social yeconómico; las características de las entidades fiscali-zadoras emanadas del comercio de ultramar; y, el cle-ro como garante de los recursos irreductibles a suactividad, escenarios determinantes que sentaron laraíz de lo que es hoy la profesión del contador enMéxico.

Del México independiente al posrevolucionario:escenarios supeditados del contador. La necesi-dad de control económico

El panorama social y económico del país al consu-marse la Independencia, se caracterizaba con la penu-ria en la inestabilidad social y económica. En cuantoeste último rubro, de acuerdo con López (1981), entrelos años de 1821 a 1880 el país decantaba una posibleregresión. En cuanto a lo económico, las condicionesno eran favorables en los sectores agrícola y ganade-ro. En cuanto al sector minero, la Guerra de Indepen-dencia había producido varios altibajos; uno de losfenómenos de mayor importancia, sin duda fue lapenetración de capitales extranjeros con mayorafluencia hacia este sector. Para 1865, a este sector lefue asignado por primera vez una tributación deimpuesto, denominado, “impuesto del quinto”, el cualera destinado al Colegio de Minería, así como a los

derechos municipales y federales (López, 1981:186).Otro sector con obligación tributaria correspondió alindustrial, aunque se estima se privilegiaban ciertascanonjías, por la necesaria penetración de inversiónextranjera al país.

Durante el Porfiriato (1880-1910), México desarro-llaba una visión de corte internacional en el comercio,privilegiando a la industria textil, por lo que se fueincorporando de manera paulatina la inversiónextranjera. Este cambio económico obligaba a lasempresas a contar con la presencia de contadores yabogados, profesiones ya insoslayables. Siendo losprimeros, con otra apertura de conocimientos respec-to de las funciones de control financiero, los contado-res se incorporaban ahora en el área de producción,bajo nuevos ordenamientos de corte fiscal. Ante estepanorama económico cabe resaltar que los contado-res debían atender a una formación profesional endó-gena y aunque fue tardío para la educación superior,las transformaciones educativas dieron inicio en laEscuela Especial de Comercio (1854-1969), fundadaen la ciudad de México (Adam, 2012).

En tanto, en la ciudad de Puebla (1867), comointento fallido se promovió la educación contablecomo auxiliares de la contaduría en los niveles educa-tivos básicos (primaria, secundaria, la especialidad ysuperior). El primer plan de estudios,7 obedecíaestrictamente a la práctica y en segundo plano aspec-tos teóricos. En esos mapas curriculares, incursiona-ron disciplinas como:• Contabilidad mercantil.• Correspondencia y Estadística comercial.• Metrología aplicada.• Monedas de diversas naciones.• Cambios sistemas de bancos y compañías de segu-

ros.• Nociones de legislación mercantil nacional y extran-

jera.• Aranceles comparados.• Historia General del Comercio.

Esta propuesta curricular, a pesar de que se cons-tituyó bajo el contexto de la Guerra de Reforma (1858-1861) y pretendió ser significativa, no tuvo mayorimpacto en los niveles básicos, pues sólo permanecie-ron por un periodo menor a cinco años. En cambio,con respecto de la educación superior, estos cambiostemáticos llegaron para quedarse.

Sin embargo, en un principio la profesión tuvo unaescisión de preparación en menor tiempo con los lla-mados contadores auxiliares o técnicos; es decir, sólo

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debían ser asistentes de contadores. Otros términospor el que también se les conocía fueron los de peri-tos contadores o bien como licenciados en cuestionescomerciales, incluso tenedores de libros sin coloca-ción (Mancera, 1917).

Esta reflexión nos permitió plantear la siguientepregunta: ¿La evolución del contador significó unavance o un retroceso curricular?

Un creciente significado empresarial reflejó dife-rentes propuestas en la formación del contador, por loque surgen instituciones de enfoque privado comorespuesta a las demandas comerciales de empresasprivadas. Derivado de estas, se orientan vías curricu-lares enfocadas al comercio y a los créditos financie-ros así que se crea la Escuela de la Banca y Comercio(Prieto, 1940), con perspectiva en la preparación detenedores de libro y contadores públicos, respectiva-mente. Se iniciaban así diversas denominaciones delcontador (además de las mencionadas líneas arriba),tales como contador técnico, contador auxiliar y tene-dor de libros.

En el caso de México, los cursos expresos de con-tador, ponían en riesgo su papel, pues la diversifica-ción de la profesión situaba conocimientos rápidosque minimizaban su función. Consideramos que lasdécadas de los años treinta y cuarenta fueron una eta-pa crítica para la profesión.

Los comienzos del ejercicio profesional fueronmuy penosos para los contadores mexicanos.Pocos o nadie creía en ellos, se les considerabafaltos de experiencia, muchas gentes no sabían loque era un contador público, se creía que erantenedores de libros por horas, cuando más, se lesconsideraba peritos contadores, para actuar en lostribunales…” (Casas, 1933), en Sandoval s. f.).

Esta laxa valoración de la profesión, concebimosque fue un problema heredado del siglo pasado, puesera evidente la discriminación profesional del conta-dor dadas las preferencias por el personal extranjero.A manera de justificación, en México la formaciónprofesional como mencionamos anteriormente, fuetardía y los cargos representativos eran selectivos Enlos cargos administrativos, fueron los extranjerosquienes ocupaban un alto nivel jerárquico, por ejem-plo, de los asuntos económicos y administrativosestaban a cargo de los ingleses, personal técnico aus-triaco y, en el caso de algunos mexicanos, ocupabanlos puestos de taquígrafos y a veces de contadoresauxiliares, rara vez ocupaban los cargos altos o impor-tantes (López, 1981:186).

La decadencia de la profesión fue harto difícil paralos contadores en México, pues la percepción de queera una profesión con poca asertividad, credibilidad yexperiencia, constituían un desafío para la educaciónsuperior. Sin embargo, y de acuerdo con Prieto, con eladvenimiento de las necesidades empresariales, en ladécada de los cuarenta se iba incrementado la necesi-dad del contador profesional. Esto sucedió a medidaque se demandaba en México la obtención de crédi-tos empresariales; las emisiones de títulos negocia-bles; acciones; bonos y otras obligaciones financieras,se fue rescatando el papel del contador, con nuevasespecialidades de corte bursátil.

Los desplazamientos de la formación del contadoren Puebla, referéndum curricular de las políticaseducativas y económicas

Líneas arriba se ha puesto de manifiesto que enPuebla se dieron a conocer algunos vestigios delconocimiento y la función del contador. Sin embargo,desde la vía del currículo no cobró relevancia. En esteapartado centraremos nuestro análisis estrictamenteen el plano curricular, como un anclaje de los aconte-ceres socio económico que ocurrían en el país.

Durante el régimen del entonces gobernador JesúsGonzález Ortega, en 1866, la disciplina de Comerciofiguraba en los currículos de las escuelas normales ydel Colegio del Estado, con filtro curricular laxo sobretodo en las primeras. Es el 17 de junio de 1867, cuan-do el gobernador, Juan N. Méndez, intentó fortalecerla función del contador como eje trasversal de disci-plinas en la instrucción primaria, secundaria y supe-rior de facultades con áreas contables denominadasContabilidad Mercantil e Historia del Comercio,seguidas de disciplinas financieras que respondieranla nueva creación de bancos, disciplinas que forma-ban parte del mapa curricular. Adicionalmente a esteplan de estudios se incluían disciplinas como inglés,francés y alemán. Hacia 1877 se agrega la Contabili-dad por Partida Doble (Colección de decretos de 1867,BUAP).

El 7 de octubre de 1877, el Gobernador General,Cesáreo Castro y el Presidente en turno, VenustianoCarranza, incluyeron en la Ley de Instrucción Profesio-nal la Carrera de Comerciante, que consideramos fuela antesala curricular de la formación de ContadorPúblico. Posteriormente, en 1879, se proyectaba laformación de los tenedores de libros y corredores enel Colegio del Estado de Puebla (hoy BUAP). Esta for-mación en un principio fue técnica, con un tiempo de

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dos años. Aunque existen escasos títulos que mues-tren el término de Tenedor y Corredor de libros, pudi-mos constatar en la mayoría de los certificados con-sultados, que los primeros egresados se consignabancomo Contadores Técnicos (CT), (Plan de estudios,15/02/1935, en Archivo Histórico de la BUAP).

Los conocimientos en que hubo mayor énfasis fue-ron incluidos en disciplinarias como Nociones gene-rales de contabilidad y Nociones del derecho mercan-til, quedando al desdén Elementos financieros(Finanzas públicas), áreas prominentes para atenderlos cambios vertiginosos financieros en el estado y elpaís. Cabe destacar que en México, durante esteperiodo se simboliza la primera edificación del conta-dor como referente legal pues el 7 de enero de 1905 seexpide la Ley para la Enseñanza Comercial en el Dis-trito Federal, dando inició a la formación profesionalcon certificado y título. Así, el primer contador titula-do el 25 de mayo de 1907, Juan Diez Barroso (Zamora-no, 2007), representa la institucionalización oficial delnacimiento de la profesión del contador. Fue un deto-nante para la ciudad de Puebla, dado que los intentosde formación anteriores fueron laxos.

En el caso de Puebla, es preciso señalar que, en elescudriñamiento de los documentos revisados desta-ca que los egresados (contadores) del Colegio delEstado, tenían en su título la designación de Conta-dor Técnico (CT), lo que provocaba cierta confusióncon los contadores egresados en la Ciudad de México,ya que egresaban como Contadores Titulados (CT), loque propiciaba que se demeritara al licenciado comotécnico y viceversa. Este nuevo modelo de formaciónnacional no resolvía la consigna de títulos en Puebla,pues había grandes discrepancias curriculares. Deri-vado de la revisión de planes de estudio, algunos cer-tificados tenían se consignaban como Contador enComercio; otros, como Tenedores de libros y otroscomo Corredores Comerciales. Se estima que estosúltimos intentaban responder a las demandas de lavida bursátil que se gestaba por entonces en la BolsaMexicana de Valores.

A decir del Colegio del Estado, en 1935, se intentódar un giro a la formación del contador, por lo que secrearon planes de estudio que atendieran a lasdemandas financieras empresariales, con la denomi-nación de Contador Público y Corredor; se puso énfa-sis en disciplinas con enfoque mercantil, financiero y,por primera vez, se abordaron temas de política eco-nómica, adhiriéndose una disciplina denominadaEstenoritmia.8

Además de la formación de Contador y Corredor,

paralelamente aparece otro plan de estudios en elmismo periodo, con el término de Auditor, amplián-dose a un año el plan de estudios. Éste nuevo perfildejó entrever que se podía diversificar la función elcontador. Asimismo, se le adhirieron áreas de conoci-miento como Psicología, Derecho Industrial, Econo-mía y de Sociología, transformaciones curricularesque ocurrieron al mismo tiempo que el Colegio delEstado se convierte en Universidad, por decreto el 9de abril de 1937. Se asume la hipótesis que con lasreformas hacendarias y la creación de políticas finan-cieras, la función del contador estuvo supeditada a loscambios vertiginosos ocurridos en el país.

En consecuencia, la profesión del contador tomaun despunte primordial en el campo de las profesio-nes liberales (Fernández, 2012). Sin duda, el siglo XX,fue detonante de los cambios prominentes en el esta-do de Puebla y la profesión del contador, se convierteen profesión de vanguardia y se elimina la figura deltenedor de libro, recuperando paulatinamente elnombre de Contador Público y Auditor.

La transición curricular en la formación del conta-dor de la BUAP. Un enfoque hacia una universidadcontemporánea

Las transformaciones que acontecieron en la edu-cación superior en Puebla, durante los años sesentadel siglo pasado, propiciaron el reflejo de característi-cas que constituyeron el avatar en la formación delcontador. Los cambios vertiginosos, sociales econó-micos y políticos, al menester de los sectores agrícolay textil, son desplazados por la llegada del sectorindustrial; por ejemplo, Volkswagen de México; Indus-tria Petroquímica Nacional; Federal Mogul; Hojalata yLámina y Geigy Mexicana, por citar algunos (Alarcón,Fernández y Rivera, 2015: 34). Todo ello en el marco decambios de primer plano en el área de descubrimien-tos y realizaciones en la ciencia y la tecnología. De talmodo que, como señalaron Kedrov y Spirkin (1968),éstos cambios formaron un hito a las modificacionesradicales en los conocimientos y de la vida social.

En 1979, la entonces Escuela de Ciencias Econó-mico Administrativas de la Universidad Autónoma dePuebla (UAP), llevó a cabo una reingeniería curricular.La recopilación de planes y programas de estudio,estaba encaminada a integrar una formación con fun-ciones de contador y auditor a la vez, así, el egresado,obtenía la denominación en su título como ContadorPúblico y Auditor, con planes de estudio que poníanénfasis en los últimos grados en la Auditoría.

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Otra orientación curricular ocurre a finales de losaños setenta y principios de los ochenta, el contador,debía atender las demandas del sector público (saludy turístico); implementándose la disciplina de Conta-bilidad de hospitales y hoteles. El Contador Público yAuditor se podía desempeñar en instituciones delsector público y privado, abriéndose camino con laposibilidad de una formación holística, con la inten-ción de responder a las transiciones del país, y conuna visión a escala global (López, 2001).

De acuerdo con Márquez (1998) surge un sesgoeconómico en la población mexicana, consecuenciade una crisis económica financiera ocurrida en losgobiernos de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), derivado del intento de una modernizaciónadministrativa (Pardo, 2009), y de Carlos Salinas deGortari (1988-1994), con cambios encauzados haciauna transformación educativa, y la propuesta de unanueva estructura administrativa (privatizaciones), asícomo la apertura a un comercio con miras hacia lacompetitividad internacional. Estos sucesos fueronpreámbulo de las transformaciones curriculares de laeducación superior. Estas nuevas políticas económi-cas delineaban, para el caso de la universidad en Pue-bla, la introducción de nuevas disciplinas como Admi-nistración; Derecho fiscal; Finanzas y se incluye porprimera vez el tema de la investigación; así como losCostos de producción, por mencionar algunos(AHBUAP).

En suma, este análisis ha permitido que se planteela siguiente premisa: Ante los cambios vertiginososeconómicos sociales y políticos globales, la funcióndel contador se crea para subsanar las políticas eco-nómicas (hacendarias y financieras), para estar a lavanguardia de las profesiones, como generadora deinnovaciones empresariales que impactan al desarro-llo empresarial y social. Los cambios curriculares ocu-rridos en la profesión del contador, se hicieron eco decambios y transformaciones sociales, hoy vigentes.

Conclusiones

• Las dimensiones temporales desde la Conquista, laIndependencia y Posrevolución, fueron escenariospropositivos para encaminar la función profesio-nal del contador. Los continuos avances de unasociedad, fueron materia prima de principios fun-damentales para la futura profesión.

• En el caso del estado de Puebla, la influencia reli-giosa durante el siglo XVIII, y los acontecimientospolíticos y económicos durante la tercera década

del siglo XX, provocaron que, en el caso de la Uni-versidad Autónoma de Puebla (UAP) hoy Benemé-rita; configurara una transformación que marcó lahistoria de la Contaduría; es decir, de técnico alicenciado.

• El legado social y económico que se gestó en Méxi-co, a partir del siglo XVIII y con la revolución de1910, precedieron grandes transformaciones quepropiciaron alternativas para la creación de carre-ras o profesiones como un intento de subsanarnecesidades sociales y económicas del país.

• La formación de contadores fue promovida en dosdirectrices; una que dio inicio en niveles básicospromoviendo una educación expedita (Contadoresen Comercio y Técnicos en Contaduría). La otradirectriz con desplazamientos en andamiajessuperiores (creación en la licenciatura, 1935-1937).Se ciñeron así los retos y desafíos de la universi-dad pública en esta área.

• La década de los noventa marcó un parteaguas en lavisión global del rol económico y social del conta-dor, como resultado del papel que la Organizaciónpara la Cooperación y Desarrollo Económico(OCDE) promovió hacia la educación superiorsujeta a transformaciones sociales, económicas ytecnológicas.

• Lo que hoy en día constituye el perfil del Contador,como una profesión liberal y vanguardista, con unfuturo prometedor y un valioso pasado histórico,hunde sus raíces en más de tres siglos y tiene unlugar claro en la sociología de las profesiones.

Notas

1 Fuente extraída de la Recopilación de leyes de los reynos de lasIndias. Mandadas imprimir, y publicar por la Magestad Cató-lica del Rey don Carlos II. Madrid. Antonio Balbas: Unamirada a la Historia de las cuentas claras en Puebla.

2 Impuesto sobre el valor total de determinadas mercan-cías, tanto coloniales como peninsulares, que secobraba una parte en el puesto de salida y otra en elde arribada al puerto de las embarcaciones (Gil,1986:96).

3 Impuesto que gravaba los intercambios (vía venta opermuta) de bienes muebles, inmuebles y semimo-vientes, es decir, una contribución indirecta sobre elcomercio interno (Sánchez, 2016:170).

4 Se constituyó como instrumento del aparato estatalpara el control fiscal y se encargaron de recaudar,contabilizar y administrar los reales derechos, asícomo realizar pagos de impuestos (Gavira y Gutiérrez,2009).

5 Suplementos de Cabildo, vol. 1, f. 4 fte.-5 fte. [f.n 4 fte.-5

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6 Constitvciones para la contaduría de la Iglesia Cathedral. De laPuebla de los Ángeles [sic]. 1713. Libro resguardado en laBiblioteca Lafragua. Ciudad de Puebla.

7 Decreto del 17 de junio de 1867, por el gobernador dePuebla Juan N. Méndez. Gaceta Tiempo Universitario.2000.

8 Uso e interpretación de signos aritméticos, se ubicacomo parte de los libros antiguos.

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This study shows a review of the existing literature on talent in academic writing in youth. The purpose is topublicize the research carried out and the progress made on the subject, as well as to highlight the elements andtopics explored in these studies, in the period 2000-2020. From the search in different databases, 10 articles wereobtained that specifically mention the talent in academic writing in young people. Theoretical-reflective analysiswas carried out with them, from which it turned out that there is little work on the question. Data were also foundon some topics highlighted in the analyzed research: conceptions, characteristics, elements related to talent, wri-ting in the educational field and talent development. From the above, it is concluded that it is necessary to carryout further research on the subject, as well as to delve into the characteristics and profile of talent cases in aca-demic writing, in order to intensify interventions in early stages. The importance of creating and promoting timelysupport programs to enhance this type of talent is also emphasized.

Key Words: Academic Talent, Academic Writing, Young People.

Tópicos destacados en la literatura sobre el talento en la escritura académica

DALIA LIZETTE GÓMEZ-MARTÍNEZ,1 THELMA JOVITA GARCÍA,2

DIANA IRASEMA CERVANTES-ARREOLA,3 ÓSCAR MARTÍN VÁZQUEZ-REYES4

Important Topics of the Literature on Academic Writing Talent

1 Profesora Investigadora de Tiempo Completo, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Departamento de Humanidades, Programa de laLicenciatura en Educación. [email protected]. ORCID 0000-0002-1113-5045.

2 Profesora Investigadora de Tiempo Completo, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Departamento de Humanidades, Programa de laLicenciatura en Literatura Hispanomexicana, [email protected]. ORCID 0000-0002-6958-2075.

3 Profesora Investigadora de Tiempo Completo, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Departamento de Humanidades, Programa de laLicenciatura en Educación, [email protected]. ORCID 0000-0003-2353-1309.

4 Profesor Investigador de Tiempo Completo, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Departamento de Humanidades, Programa de laLicenciatura en Periodismo. [email protected]. ORCID 0000-0002-9522-6808.

Re su menEste estudio muestra una revisión de la literatura existente sobre el talento en la escritura académica en jóve-

nes. El propósito es dar a conocer las investigaciones realizadas y los avances en torno al tema, así como eviden-ciar los elementos y tópicos explorados en esos estudios, en el periodo 2000-2020. De la búsqueda en diferentesbases de datos, se obtuvieron 10 artículos que mencionan específicamente el talento en la escritura académicaen jóvenes. Con ellos se llevó a cabo el análisis teórico-reflexivo, del que resultó que existe escaso trabajo sobrela cuestión. Se encontraron además datos sobre algunos tópicos destacados en las investigaciones analizadas:concepciones, características, elementos relacionados con el talento, la redacción en el ámbito educativo y eldesarrollo de talentos. De lo anterior se concluye que es necesario realizar mayor investigación sobre el tema, asícomo profundizar en las características y perfil de los casos de talento en la escritura académica, con la finalidadde intensificar las intervenciones en etapas tempranas. También se hace hincapié en la importancia de crear ypromover programas de apoyo oportuno para potenciar este tipo de talento.

Palabras clave: Talento Académico, Escritura Académica, Jóvenes.

Abstract

Recibido: 6 de abril de 2020Aceptado: 1 de junio de 2020Declarado sin conflicto de interés[ ]

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Introducción

Como una parte fundamental del proceso de lainvestigación científica, así como antecedente detodo proyecto de investigación, se encuentra la revi-sión de la literatura. Este proceso busca ser un refe-rente preciso para el investigador sobre el área queestudia, mostrando de forma clara el contexto deltema investigado. El presente artículo pretende mos-trar una revisión detallada de los documentos publi-cados en los últimos veinte años sobre las nociones yaportes referentes a los jóvenes con talento en laescritura académica. La revisión selectiva de trabajosen bases de datos significativas intenta fijar un puntode partida de los postulados teóricos y metodológicosexistentes, encaminados hacia una investigación másamplía que pueda contribuir al avance del conoci-miento en el tema del talento académico y escritural.

Uno de los grandes problemas en el ambiente edu-cativo, reflejado en todos los niveles, es la dificultadde los estudiantes para dominar las competencias lin-güísticas y comunicativas necesarias para la asimila-ción y la producción de conocimiento. Este factor escada vez más recurrente, evidencia la falta de un perfilespecífico de los estudiantes y provoca que estos seenfrenten a una realidad en la que les cuesta com-prender la información que reciben, lo que afectadirectamente la construcción del conocimiento aca-démico y la calidad de la educación.

En este sentido, la asimilación de la escrituraadquiere relevancia esencial para el proceso de laenseñanza y el aprendizaje, al convertirse en el vehí-culo para desarrollar las capacidades intelectuales ylas habilidades específicas para la adquisición denuevos conocimientos, tanto en la escuela como fuerade ella. La enseñanza del lenguaje escrito proporcionaautonomía intelectual, así como herramientas para lacomprensión del contexto social, cultural y educativo;incluso, muchas veces, puede ser de suma importan-cia a la hora de elegir una profesión (Álvarez, 1991).

Resulta evidente que la ausencia de conocimien-tos para una comunicación escrita adecuada demues-tra que los jóvenes no tienen la capacidad de adquiriry transmitir el conocimiento de otras áreas de estu-dio. Además, las deficiencias en la escritura devienende la idea de que el proceso se da por finalizado cuan-do se evidencia una ejecución mecánica, reducida auna mera instrucción o transmisión rutinaria, dejandode lado el proceso de una escritura comprensiva,reflexiva, formativa y eficiente.

Esta falla en la apropiación del discurso científicoa través de las prácticas de la escritura (Frausin,Samoluk y Salas, 2010) y su producción, también poneen jaque las acciones del trabajo diario dentro de lasinstituciones educativas y replantea cuáles son lasprioridades en el quehacer en las aulas y cómo se con-cibe la idea de la alfabetización académica, como unasolución para los problemas que aquejan a las socie-dades actuales. “La alfabetización es condición nece-saria para la formación del ciudadano” (Frausin,Samoluk y Salas, 2010:3) y la falta de ella es la primerasituación que interrumpe el proceso de aprendizajeen las escuelas.

Las diversas experiencias de formación, a lo largode los niveles académicos que transita el estudiante,pueden ocasionar el problema de un alumnado concondiciones escolares heterogéneas (Arcanio, Falavig-na y Soler, 2013), lo que genera desigualdad en lashabilidades y se convierte en un gran desafío, no solopara ellos, sino para los docentes que trabajan en lasaulas. Ese desnivel podría llegar a representar unadistribución inequitativa de las oportunidades acadé-micas y profesionales futuras.

Entre los principales retos a los que se enfrentanlos estudiantes para llenar los vacíos de conocimien-to, resultado de las experiencias escolares heterogé-neas, está el adquirir conciencia del aprendizaje obte-nido a lo largo de su vida académica, para integrarlo asu base de conocimientos y, de esta manera, alcanzarun nivel de preparación profesional. Entre esos apren-dizajes que se espera que hayan desarrollado seencuentra la expresión escrita.

Las materias de escritura académica suelen sercatalogadas por los estudiantes (muchas veces, inclu-so por los profesores) como de “relleno”, innecesariaspara el perfil o el área que deciden posteriormenteestudiar. Sin embargo, según Carlino (2002) “escribires un proceso que no está terminado […] es impres-cindible para aprender cualquier materia, y […] sonnecesarios pero insuficientes los cursos de escrituraal ingreso de la educación superior” (p. 1). Resultaimperativo entender que la escritura es un procesoque no se acaba, ya que está relacionado con la expe-riencia de vida de las personas.

Lo anterior trae como consecuencia que los apren-dices no sólo incumplan con requisitos mínimos gra-maticales y sintácticos en sus productos académicos,sino que además confundan reseñas con ensayos eincluso incurran frecuentemente en el plagio, sin serconscientes de sus implicaciones éticas y académicas.La realidad sobre la escritura es totalmente distinta a

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la esperada y evidencia la gran dificultad a la que seenfrenta la mayoría de los estudiantes:

El alumno escribe mucho durante el período esco-lar, pero comunica muy poco. Y menos aún, expre-sa, manifiesta pensamiento propio, sentimientoso actitudes y valoraciones personales. Se vuelve enejercicio rutinario, mecánico y ajeno, que es nece-sario superar, pero que en muy pocas ocasionestiene la intención real de decir algo porque no essentida ni vivida como necesidad personal decomunicar. A fin de cuentas, en el contexto escolarviene a ser una tarea académica más, con la quehay que cumplir, forzada normalmente por intere-ses que no son los propios (Álvarez, 1991:24).

Ante este panorama desalentador, es importanteplantearse de qué manera se puede potenciar eltalento académico en el área de la escritura. Resultaclara la existencia de alumnos poco hábiles en laredacción, pero hay también aquellos que evidenciancapacidades más allá de los estándares; en estoscasos, se puede estar en presencia de jóvenes talento-sos. Este talento que los distingue de sus parespodría ser significativo para entender cuáles son lascaracterísticas que, a diferencia de sus compañeros,determinan un desarrollo superior y, de esta manera,poder comprender más claramente qué es el talentoen la escritura y cómo se construye.

Por ello, un ámbito del talento académico queinteresa sobremanera es el llamado talento lingüísti-co, que cristaliza fenómenos del pensamiento puro,para convertirlo en signos tangibles que concretan lacomunicación y le dan sentido al saber mismo. ParaGagné (2015), el talento es algo que se desarrolla deforma progresiva y que, de manera bien entrenada,bajo un sistema continuo de desarrollo, puede poten-ciar los diversos campos del talento. Si bien se originaen una capacidad natural del individuo, esta puedeser modelada a partir de la planificación.

Sin duda, empíricamente, se entiende cuando seestá en presencia de estudiantes con característicasde manejo lingüístico extraordinario, que en el casode jóvenes universitarios es la suma de un procesoescolar iniciado, por lo regular, unos 12 años antes.Esto genera indicios de la importancia del tema, porlo que este análisis de la literatura tiene como objeti-vo identificar cuál es el trabajo realizado sobre lo quese considera talento para la redacción o la escritura ysus características para, en consecuencia, poderdeterminar el panorama teórico en torno a él.

La escritura académica

Desde finales de siglo XX y durante las dos prime-ras décadas del XXI, una de las nociones de rigor hasido que una parte de la humanidad ha ingresado a lasociedad de la información; se ha hablado también dela incursión a la sociedad del conocimiento para indi-car el inmenso desarrollo en tecnologías de informa-ción y comunicación. No obstante, Hobart (2000) sos-tiene que todas las sociedades se han cimentadosobre la información y el conocimiento; de hecho, deacuerdo con este autor, el invento tecnológico conmayor impacto en la historia de la humanidad es laescritura, incluso más que la imprenta y la Internet.Las razones son varias, pero destaca la magnificaciónde la memoria humana, la cual pudo ser conservada ypreservada en diversos formatos; asimismo, la lenguaescrita tiene la virtud de expresar un significado ensímbolos que se decodifican mediante la lectura. Eneste sentido, Saussure sostiene que “lengua y escritu-ra son dos sistemas de signos distintos; la única razónde ser del segundo es la de representar al primero”(Pognante, 2006:69).

Han pasado más de cinco milenios desde el surgi-miento de las primeras expresiones de la lengua escri-ta, y en este periodo evolutivo de la escritura se hamanifestado su eficiencia y utilidad, se ha perfeccio-nado y refinado, y se ha convertido en una herramien-ta común y habitual, de tal modo que genera la impre-sión de ser una actividad superada, como sucede enlos espacios cotidianos donde tiene un carácter fun-cional; empero, en el ámbito académico “son notoriaslas debilidades para comunicarse por escrito” (Ponce,2016:261).

La escritura en el ámbito académico demanda másque el carácter funcional o cotidiano: precisa el desa-rrollo de un código escrito, el conocimiento de laestructura morfológica de la lengua, de la sintaxis;implica la organización de palabras e ideas, con clari-dad, coherencia, cohesión y adecuación. Resultanecesario el trabajo con la competencia escrita,mucho más cuando es evidente que los aprendices nola dominan, una vez que culminaron cierta etapa deestudio (Ponce, 2016).

Aun así, ante este panorama, es imprescindibledestacar a ciertos estudiantes que han desarrollado alo largo de su vida una serie de características que loshacen, de acuerdo con Gagné, individuos sobresalien-tes, estudiantes con talentos, que presentan un domi-nio destacado de habilidades, destrezas y conoci-mientos desarrollados de manera sistemática en al

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menos un área (Gagné, 2015). Estos alumnos tienenla “necesidad de una educación especial, acorde a suritmo de aprendizaje más rápido” (Cabezas, 2014, párr.1), y debe considerarse cuáles son los elementos queintervinieron en la consolidación de su talento y tratarde replicarlos en generaciones próximas.

El talento académico

Existen diferentes concepciones sobre talento osobredotación. Los teóricos, en un primer momento,los manejaban de manera indistinta; sin embargo,autores contemporáneos establecen diferencia entretalento y sobredotación y/o aptitud sobresaliente(esta última denominación es la que se toma en Méxi-co para la sobredotación). Es necesario diferenciarvarios conceptos en torno al tema:• Precocidad: se refiere al desarrollo temprano de un

área determinada (Benito, 1996).• Prodigio: se presenta cuando un niño realiza una

actividad fuera de lo que comúnmente hacen suspares etarios (Benito, 1996).

• Genio: persona que, dentro de la sobredotación,logra una obra genial, en la que produce nuevasestructuras conceptuales que generan cambios enlo paradigmático de alguna disciplina (Benito,1996).

• Sobredotación: designa la posesión y uso de capaci-dades naturales destacadas, las cuales pueden serllamadas aptitudes, en al menos un área o domi-nio de capacidad, situando al individuo en un gra-do del 10% superior de sus pares de edad (Gagné,2008).

De acuerdo con los modelos de sobredotación,hay diversas concepciones del talento. Gagné (2008)lo define como:

[…] dominio destacado de capacidades sistemáti-camente desarrolladas, llamadas competencias(conocimientos y destrezas), en al menos un cam-po de la actividad humana, en un grado que sitúaal individuo dentro del 10% superior de sus paresde edad que están o han estado activos en esecampo (p. 1).

Si bien esta definición lo aborda en general, en suModelo Integral de Desarrollo del Talento, Gagné(2008, 2015) menciona que existen varios tipos detalento, como el académico, en el cual se destacancompetencias en el lenguaje, en las matemáticas, enlas ciencias, en las humanidades y en lo vocacional.

Describe que el apoyo a estos estudiantes destacados(con talento académico) en su área, resulta funda-mental, pues el proceso de desarrollo del talento seda a lo largo de la vida.

Método

El análisis se realizó por medio de una revisión dela literatura sobre el talento académico y el talento enla escritura académica, recabada mediante búsquedasen bases de datos como Ebscohost, Scientific Electro-nic Library Online (Scielo), Red de revistas científicasde América Latina y el Caribe, España y Portugal(Redalyc) y Dialnet. Las palabras clave tomadas encuenta fueron: talento escritural, talento académico,talento en la escritura académica, academic talent yacademic writing talent. La búsqueda se realizó sobrematerial del periodo 2000-2020, tanto en publicacio-nes académicas, profesionales, libros electrónicos yrevistas, en inglés y en español.

La depuración de los resultados de cada base per-mitió trabajar con 10 artículos que mencionan datosdel trabajo en jóvenes con talento académico en laescritura. Destaca que las diversas bases arrojaronmuy pocas investigaciones, que oscilan entre 34 y 264publicaciones, de las cuales solo una o dos abordande manera específica el tema-objetivo de este estu-dio; sin embargo, algunas mencionan elementos quepermiten construir puntos en torno al tema. De estarevisión surgieron los tópicos que se enuncian en losresultados.

Resultados

La revisión de la literatura refleja datos que seintegran en por lo menos cinco tópicos:

El primero de ellos tiene que ver con las concepcionessobre el talento y, en su caso particular, algunas sobrela concepción del talento en la escritura académica.Hablar sobre talento implica enfrentarse a un concep-to que todavía no está trabajado suficientemente; lapoca literatura existente no aporta de manera unifor-me un significado, no hay aún consenso terminológi-co que lo especifique y, mucho menos, al verbal-escri-tural (Pérez, López y González, 2008). No sólo existe elproblema de determinar si un estudiante es talentosoo superdotado (pues se habla incluso de superdota-ción o altas capacidades), sino de cuál o cuáles capa-cidades lo definen como tal. El término es controver-tido, puesto que no hay mucha literatura al respecto yse le suele comparar con otros términos que, si bien

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se relacionan, no estudian rasgos específicos de cier-tos talentos concretos, como es el caso de lo escrito.

Ante la idea del talento en la escritura, se enfrentael gran reto de definirlo, detectarlo en los estudiantesy poder medirlo con un instrumento capaz de validar-lo objetivamente, como mencionan Pérez et al. (2008):“El objetivo es valorar los conocimientos, las habilida-des y los estilos de trabajo que se suceden en el aula”(párr. 7). Es importante destacar que algunos estudiossobre talento provienen de otros sobre la superdota-ción en infantes y, que más allá de un talento escritu-ral, se centran en aptitudes verbales o talentos verba-les, pues “la mayoría de los instrumentos utilizadospara la evaluación de la inteligencia verbal, se basanen el planteamiento de cuestiones relativas tanto a laejecución como a creatividad verbal” (Pérez et al., 2008,párr. 19).

Algunos investigadores abordan el tópico de lascaracterísticas de los jóvenes talentosos. Marland (1971)considera que los estudiantes talentosos son loscapaces de alcanzar altas realizaciones y obtener eléxito, y cuentan con potencial de habilidad en ciertaárea. Según Flanagan y Arancibia (2005), el talentoacadémico tiene relación no solo con acumular conte-nidos de carácter académico, sino con la manera enque el individuo procesa la información. En lo queconcierne a la escritura, este procesamiento de lainformación y su estudio podría evidenciar caracterís-ticas relevantes para conocer mejor esta área.

Determinar dichas características contribuye enlos procesos de identificación, que deben facilitar elreconocimiento del potencial con que cuentan losestudiantes talentosos (García-Cepero, Proestakis,Lillo, Muñoz, López y Guzmán, 2012). Estas capacida-des pueden ser identificadas a lo largo de las diversasetapas del desarrollo, pues no solo se encuentran enla niñez, sino que perduran en la adultez (Reig y Reig,2013); sin embargo, los jóvenes y adultos con talentoen general, y en la escritura académica en particular,representan un área aun menos estudiada, por lo quees doblemente notable.

Es fundamental entender que una capacidad ver-bal más alta, encaminada a la escritura, es un pilarestratégico para la construcción de todo conocimien-to. En los estudios más recientes, la escritura acadé-mica se plantea como una necesidad transversal y decorresponsabilidad, que se debe trabajar en todos losniveles de formación, ya que es importante introducirla alfabetización y la escritura como elementos deconstante práctica y aprendizaje (Escalante-Barreto,2015). No debe olvidarse que existen carreras univer-

sitarias que requieren estudiantes con un perfil muyespecializado en la composición de textos, pues estaes materia prima esencial para su desarrollo académi-co y profesional.

Diversos autores consideran algunos elementoscomo definitorios del talento en general, si bien en unejercicio de contextualización en aras de empezar aparticularizar, es posible aplicarlos al talento escritu-ral. Así, si atendemos a autores como Sternberg(1997), el talento escritural requeriría en definitiva dela integración y uso coordinado de tres tipos de habi-lidades (analítica, creativa y práctica), pues implicapensamiento lógico y solucionar problemas; a ellohabría que agregar la concepción de Renzulli y Reis(2003), quienes consideran la muestra de habilidadespor encima de la media como un elemento esencialdel talento, y la de Gagné (2003), que involucra facto-res individuales y sociales para que se manifieste. Enesta mezcla, Silverman (1997) aportaría la curiosidadintelectual, la creatividad y la capacidad de concentra-ción, de acuerdo con lo descrito por González, Leal,Segovia y Arancibia (2012).

Un tercer tópico lo conforman los elementos relacio-nados con el talento en la escritura, como el talento lingüís-tico. Pérez, López y González (2008) mencionan que elámbito psicolingüístico, el área fonética, el campomorfológico, la sintaxis y la semántica, aspectos quepodrían estudiarse en torno al talento lingüístico, sonconductas representativas y objetivas para ser evalua-das, y destacan, para efectos de esta revisión teórica,la lectura y la escritura. Es decir, el talento lingüísticose concreta en buena medida en el escritural, en lahabilidad extraordinaria para redactar. Si el talentoacadémico es una “habilidad significativamente supe-rior que posee una persona con relación a sus pares,en el ámbito académico” (Mönks, 2000, en López, Bra-lic y Arancibia, 2002:184), es obvia su manifestaciónen campos como el lenguaje, pues supone un desem-peño excepcional en un determinado campo específi-co de alguna dimensión, de acuerdo con Bralic yRomagnoli (2000), según conceptos vertidos por Ale-gría, Lay, Calderón y Cárdenas (2010).

Un cuarto tópico es la redacción en el ámbito educativo.En la redacción se encuentra un resquicio importantede estudio, pues, a juzgar por la literatura existente,es un área poco explorada en general, y aun menos enadultos y en los niveles universitarios. Esta visión esilustrada por autores como Flanagan y Arancibia(2005), quienes consideran que, en lo que respecta altalento académico en general, la información acumu-lada es escasa, sobre todo para Latinoamérica. En

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uno de los casos de la literatura que menciona enconcreto la escritura académica, Bassi (2017) destacala importancia de la formación escolar en esa materia,pues cree poco realista esperar que estudiantes y aca-démicos escriban bien si no han sido formados paraello. De ahí, un resultado negativo: en las universida-des, la escritura académica “ni se enseña ni se apren-de” (p. 101), y por tanto la mayoría de los estudiantesy muchos académicos tienen dificultades con ella.También llama la atención el hecho de que se aprendea escribir tan sólo como medio para aprender otroscontenidos, materias o conocimientos consideradosmás importantes. Tal aseveración quizá explique porqué existe en el ámbito universitario la idea de quelos jóvenes llegan a ese nivel pobremente preparadosen la práctica correcta y los saberes escriturales.

Un tópico más tiene que ver con la noción del desa-rrollo de talentos. Una posible solución al problemaantes mencionado, estriba en el seguimiento formati-vo de los alumnos y, muy particularmente, en laimplementación de programas de desarrollo de losestudiantes talentosos en el área de la escritura.Cáceres y Conejeros (2011) aluden a Gagné y su con-cepción de que los estudiantes con habilidades porsobre la media devienen en talento, pero sólo a travésde un “largo proceso” (p. 40) en que intervienen cata-lizadores personales en combinación con los ambien-tales; enuncian algunas de las aptitudes más destaca-das por lo teóricos en relación con los individuostalentosos: pensamiento crítico, pensamiento creati-vo y resolución de problemas, y ejemplifican con pro-gramas de desarrollo de talento que las han adoptadocomo sus conceptos eje. En ese sentido, hacen hinca-pié en los efectos benéficos de implementar ese tipode programas y, aunque no mencionan en específicoel talento escritural académico, es válido extrapolar aeste ámbito esa noción de seguimiento y desarrollo,sobre todo porque advierten la importancia de que secentre la atención en las necesidades de los estudian-tes, en espacios activos y de colaboración, con objeti-vos claros.

Ante los extremos de considerar el talento comoun nivel de inteligencia 2.5 desviaciones estándarsobre el promedio y como un producto de factorespersonales y ambientales, Renzulli (2002) recomiendano ceñirse exclusivamente a una posición, sino enten-der que todas las definiciones suponen la existenciade estudiantes excepcionales que podrían ser aunsuperiores mediante un manejo educativo adecuado.De acuerdo con García-Cepero, Proestakis, Lillo,Muñoz, López y Guzmán (2012), el proceso educativo

debe corresponder a ese constructo y a un proceso deidentificación que facilite el reconocimiento delpotencial de los estudiantes. Sin embargo, adviertenque los propios docentes dan cuenta de sus limitacio-nes de conocimientos y preparación para tratar coneste tipo de jóvenes, que por ello no podrían desarro-llar al máximo sus capacidades, y reconocen el desa-fío que supone para el sistema educativo formallograr el desarrollo del talento en las aulas. En coinci-dencia con la incomprensión del talento, García-Cepero et al. (2012) advierten que estudiantes talento-sos se encuentran en aulas regulares, sin atenciónespecializada.

Uno de los beneficios razonables de generar esosespacios y programas de atención es que los aprendi-ces talentosos afiancen una autoconcepción positivaque les permita lidiar con su entorno. Estudios deGonzález, Leal, Segovia y Arancibia (2012), así comode Marsh y Craven (2006), muestran que los alumnostalentosos académicamente tienen un autoconceptosuperior a sus pares regulares. Esto es significativo,pues supone un mejor rendimiento académico delestudiante y un aumento en las expectativas de lospadres de que sus hijos lleguen a la educación supe-rior; sin embargo, según López, Bralic y Arancibia(2002), los jóvenes con ese tipo de talento son consi-derados “especiales”, “diferentes” (p. 186), debido a suadultez de pensamiento y conversacional en contrastecon su edad cronológica, lo que “conlleva a que seanfrecuentes las dificultades de adaptación en el planosocial” (p. 186). Como se ve, es primordial la necesi-dad de integrar a los jóvenes con talento académico ala vida social, un componente crítico para su desarro-llo saludable.

Discusión y conclusiones

De acuerdo con este análisis, se puede concluirque el talento también se relaciona con la idea decompetencia, ya que las competencias son parte fun-damental en la manifestación del talento, a través dela ejecución de acciones relacionadas con el altodesempeño. Su relación se puede centrar en que elalumno talentoso, con esa capacidad personal queparecería un tanto innata, puede manifestarse encompetencias altamente desarrolladas o incluso con-sideradas potenciales. El descubrimiento de las com-petencias propias puede ser un factor determinantepara que el estudiante desarrolle todo su potencial eincida en su proceso de crecimiento intelectual (Gon-zález y Martínez, 1998).

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También a partir del análisis de la literatura semuestra que no existe claridad en cuanto al conceptode talento, pues según la teoría bajo la cual se expli-que, es entendido de determinada manera. Aunado aesto, se puede dar cuenta de la importancia de estetema y de la enorme deuda en cuanto a ahondar en elestudio del fenómeno, y más en México, pues lamayoría de las investigaciones se realizan en otrospaíses.

Resulta pertinente, entonces, investigar el talentoen la escritura académica en los estudiantes, inclusode diversos niveles educativos, de tal manera que per-mita ir tejiendo un modelo o un perfil que describa aestos casos de talento específico.

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1. La Revista de Educación y Desarrollo publica artículosque constituyan informes de investigación, revisio-nes críticas, ensayos teóricos y reseñas bibliográfi-cas referidos a cualquier ámbito de la psicología yen general las ciencias de la educación y disciplinasafines.

2. Los trabajos deberán ser originales, inéditos y noestar simultáneamente sometidos a un proceso dedictaminación por parte de otra revista o medio depublicación.

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autor o autores deberán hacer constar su direcciónpostal, dirección electrónica, teléfono de contacto yotros datos generales de identificación, establecien-do claramente el orden de autoría.

5. Los originales de informes de investigación, ensa-yos y revisiones críticas tendrán una extensión máxi-ma de 20 cuartillas, tamaño carta, incluidas las notasy las referencias bibliográficas. Las reseñas bibliográ-ficas tendrán una extensión máxima de 2 cuartillas ydeberán comentar un libro o producción editorial dereciente aparición. Las cuartillas deberán ir mecano-grafiadas a 1.5 espacios, utilizando la fuente timesnew roman o arial de 12 puntos, con un margen de2.5 centímetros por los cuatro lados y con las páginasnumeradas. No se admitirán originales que sobrepa-sen la extensión recomendada.

6. Para la presentación del trabajo, el autor o losautores deberán seguir las normas editoriales y téc-nicas expresadas enseguida: En la primera páginadeberá constar el título del trabajo –en español einglés–, nombre y apellidos del autor o autores en elorden en que deseen ser presentados, así como launiversidad, departamento, centro o instancia dondese ha realizado el trabajo. Se debe incluir también eldomicilio completo de la instancia o institución y delos autores, sus teléfonos y correos electrónicos, asícomo cualquier otro dato que facilite su localización.Se deberá incluir una carta firmada por los colabora-dores donde declaren que el material presentado esoriginal y de su autoría, que no ha sido publicado,que no está sometido a dictaminación o publicaciónsimultánea de manera total o parcial en otro medionacional o extranjero y que no será enviado a otromedio en tanto no se reciban los resultados de laevaluación. Asimismo, consignarán que los colabora-dores de la propuesta contribuyeron de manera sig-nificativa a la elaboración del manuscrito; y que noexiste conflicto de interés para su publicación. El for-

Normas para la recepción de colaboraciones en laRevista de Educación y Desarrollo

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mato correspondiente será enviado al autor principalpor correo electrónico en respuesta a la primeracomunicación (punto 4).

7. Los gráficos, figuras y tablas deberán ser en blancoy negro y realizarse con la calidad suficiente para sureproducción directa y sin errores. Se incluirán en elcuerpo del texto (archivo), así como en archivos apar-te, indicando con claridad dónde deben insertarse. Enel envío deben incluirse los archivos con los datos ygráficos de las tablas en Excel a fin de facilitar cual-quier posible corrección. El número de ilustraciones(tablas, cuadros y figuras) no deberá exceder de diez.Por cuestiones de diseño, se sugiere utilizar preferen-temente cuadros en lugar de figuras o gráficos paracomunicar la información en los casos en que asípueda hacerse. Los cuadros deberán llevar el títulocorrespondiente y secuenciado en la parte superior,mientras que en la parte inferior deberán citar la fuen-te de donde proviene la información. Las figuras ygráficos llevarán el título en la parte inferior. Los piesde las figuras, gráficos y cuadros deberán escribirseen hoja aparte, con la misma numeración que lasfiguras correspondientes. No se reproducirán fotogra-fías ni esquemas excesivamente complejos desde elpunto de vista de la diagramación y el diseño gráficode la revista.

8. Las notas a pie de página, cuando existan, deberánescribirse al final del texto, empleando una numera-ción correlativa, en texto natural (no usar la opción depie de página del procesador).

9. Los trabajos deberán ir acompañados de un resu-men en español y en inglés que no debe exceder de250 palabras, así como de una lista de entre 5 y 7 pala-bras clave que describan el contenido del trabajo enlas dos lenguas. También deberá traducirse al inglésel título del trabajo.

10. Las referencias se ajustarán a las siguientes nor-mas: Las citas y referencias bibliográficas deberánregistrarse en el manuscrito en el estilo APA (AmericanPsychological Association, sexta edición), e incluirse en elarchivo haciendo uso de la herramienta de Referenciasdel programa Word. Todos los trabajos citados debenaparecer en la lista de referencias y viceversa, con losdatos completos y correctamente ubicados según lafuente de información (libro, capítulo de libro, artícu-lo, etc.). Al final del trabajo se incluirá la lista de refe-rencias por orden alfabético de autores.

11. Toda colaboración estará subdividida por el autoren secciones, y si es pertinente, con los correspon-dientes títulos y subtítulos. La redacción se reserva lainclusión o modificación de títulos, subtítulos, ladi-llos, etc., por motivos editoriales, de diseño y maque-tación. La revista recomienda altamente el uso delformato IMRyD (Introducción, Métodos, Resultados yDiscusión) Cf. Day, R. A. (2005). Cómo escribir y publicartrabajos científicos. Washington: OPS.

12. Arbitraje. Los trabajos se someterán a un procesode evaluación ciega (peer review) por parte de un míni-mo de tres dictaminadores de instituciones externas(es decir, diferentes a la institución del autor princi-pal) una vez cumplidos los requisitos de la primeraetapa de recepción del manuscrito, por lo que sedeben evitar las referencias explícitas o tácitas a laautoría del mismo, tanto en el cuerpo del texto comoen las citas y notas. El formato de dictaminación tam-bién prevé un apartado de normas éticas de elabora-ción del trabajo científico cuyo resultado puede serdeterminante para su aceptación.

13. Una vez dictaminado positivamente el artículo, elautor o autores cubrirá(n) una cuota de pago dederechos de publicación. La cuota tomará la formade una donación sobre la cual no se expedirá reciboy será utilizada íntegramente para los costes de eva-luación, diseño y diagramación del número en queaparezca el artículo.

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