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8/12/2019 2013 De la Expiación a la reconciliacion Carlos Gil http://slidepdf.com/reader/full/2013-de-la-expiacion-a-la-reconciliacion-carlos-gil 1/25 Proyección LX (2013) 29-53  E   LA  EXPIACIÓN   A  LA RECONCILIACIÓN : UNA  APORTACIÓN  PAULINA   A   LA  INTERPRETACIÓN  DE   LA   MUERTE  DE  J  ESÚS Carlos Gil Arbiol Fecha de recepción: 05 febrero de 2013 Fecha de aceptación y versión nal: 25 febrero de 2013 En este artículo propongo estudiar un aspecto de la evolución de las creencias y las prácticas en los orígenes del cristianismo, en concreto el cambio en el uso de algunas imágenes para interpretar la muerte de Jesús y, como consecuencia, la transformación de la imagen de Dios y de las metáforas para explicar su identidad y su modo de actuar en la historia. Este cambio se puede descubrir en el uso que Pablo hace de la tradición que recibe y en el modo como prioriza la imagen de la reconciliación (katallagh  , ) sobre la del sacricio de expiación a la hora de explicar el signicado teológico de la muerte de Jesús en la cruz. Pablo hereda la interpretación de la muerte de Jesús con una imagen de Dios en la que predomina, al menos aparentemente, la imaginería sacricial y expiatoria 1 . Esta imagen sacricial ofrecía algunas respuestas inmediatas a una serie de preguntas incómodas y difíciles que tenían que ver con el porqué y para qué de la muerte violenta y vergonzosa del Mesías. Sin embargo, también tuvo unas consecuencias no deseadas, 1  anto Lv 16, como Is 53 sostienen una imagen expiatoria de Dios, de su oferta de perdón y reconcil- iación; sobre las primeras interpretaciones de la muerte de Jesús ver: J. D. G. D, El Cristianismo En Sus Comienzos. Ii/1, Comenzando Desde Jerusalén , Verbo Divino, Estella 2012, 279-288. Sumario: El estudio se centra especialmente en el uso que Pablo hace de la tradición que ha recibido, analiza el imaginario de la expiación empleado para interpretar la muerte de Jesús y pone de manifesto cómo el Apóstol de Tarso da prioridad a la imagen de la reconciliación. El trabajo se detiene a analizar el cambio en el uso de las imágenes poniendo en evidencia el paso de la expiación a la reconciliación. Palabras clave: Pablo, expiación, reconciliación, Hijo de Dios, icono de Dios, forma de Dios, fuerza de Dios, rostro de Dios. Summary: This study is especially focussed on the use Paul made of the tradition received by him, it analysis the imaginary of atonement, employed to interpret the death of Jesus, and discovers how the Apostle of Tarsus gives priority to the im- age of reconciliation. The work stops to analyze the change in the use of the im- ages, clearly showing the transition from atonement to reconciliation. Key words: Paul, atonement, reconciliation, Son of God, God’s icon, form of God, God’s strength, the face of God.

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    ProyeccinLX (2013) 29-53

    DELAEXPIACINALARECONCILIACIN: UNAAPORTACIN

    PAULINAALAINTERPRETACINDELAMUERTEDEJESS

    Carlos Gil Arbiol

    Fecha de recepcin: 05 febrero de 2013

    Fecha de aceptacin y versin nal: 25 febrero de 2013

    En este artculo propongo estudiar un aspecto de la evolucin de las creencias ylas prcticas en los orgenes del cristianismo, en concreto el cambio en el uso de algunasimgenes para interpretar la muerte de Jess y, como consecuencia, la transformacinde la imagen de Dios y de las metforas para explicar su identidad y su modo de actuaren la historia. Este cambio se puede descubrir en el uso que Pablo hace de la tradicinque recibe y en el modo como prioriza la imagen de la reconciliacin (katallagh,)sobre la del sacricio de expiacin a la hora de explicar el signicado teolgico de lamuerte de Jess en la cruz.

    Pablo hereda la interpretacin de la muerte de Jess con una imagen de Diosen la que predomina, al menos aparentemente, la imaginera sacricial y expiatoria1.Esta imagen sacricial ofreca algunas respuestas inmediatas a una serie de preguntasincmodas y difciles que tenan que ver con el porqu y para qu de la muerte violenta

    y vergonzosa del Mesas. Sin embargo, tambin tuvo unas consecuencias no deseadas,1 anto Lv 16, como Is 53 sostienen una imagen expiatoria de Dios, de su oferta de perdn y reconcil-

    iacin; sobre las primeras interpretaciones de la muerte de Jess ver: J. D. G. D, El Cristianismo En SusComienzos. Ii/1, Comenzando Desde Jerusaln, Verbo Divino, Estella 2012, 279-288.

    Sumario: El estudio se centra especialmente

    en el uso que Pablo hace de la tradicin

    que ha recibido, analiza el imaginario de

    la expiacin empleado para interpretarla muerte de Jess y pone de manifesto

    cmo el Apstol de Tarso da prioridad a

    la imagen de la reconciliacin. El trabajo

    se detiene a analizar el cambio en el uso

    de las imgenes poniendo en evidencia

    el paso de la expiacin a la reconciliacin.

    Palabras clave: Pablo, expiacin, reconciliacin,

    Hijo de Dios, icono de Dios, forma de

    Dios, fuerza de Dios, rostro de Dios.

    Summary: This study is especially focussed

    on the use Paul made of the tradition

    received by him, it analysis the imaginary

    of atonement, employed to interpret thedeath of Jesus, and discovers how the

    Apostle of Tarsus gives priority to the im-

    age of reconciliation. The work stops to

    analyze the change in the use of the im-

    ages, clearly showing the transition from

    atonement to reconciliation.

    Key words: Paul, atonement, reconciliation, Son

    of God, Gods icon, form of God, Gods

    strength, the face of God.

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    daos colaterales, cuando la imagen sacricial con la que se interpretaban los textosadquiri un sentido diferente al que tena en las tradiciones bblicas ms importantes2.

    As parece necesario preguntarse, primero, cules son los rasgos de esa tradicin reci-bida, qu modelos culturales estn detrs de ella y cmo se interpretaban de acuerdoa su sentido cultual y religioso. En segundo lugar, nos preguntaremos por las posiblesinterpretaciones del sacricio en el judasmo del segundo templo para determinar si elsentido expiatorio es el nico posible. Y, en tercer lugar, buscaremos en los textos dePablo indicios de interpretaciones diferentes a la expiatoria.

    1. Los modelos heredados

    Muy probablemente, Pablo escuch de los helenistas en Damasco una versindel relato de la pasin, quiz la versin pre-marcana3. Paul Connerton ha explicado muybien la importancia de los relatos (la veraz descripcin de los hechos con garanta frenteal silencio que quieren imponer en las vctimas los vencedores) para afrontar el duelo ysuperar un episodio traumtico de la historia de un grupo4. La influencia que ese relatopudo tener, tanto en la vocacin de Pablo como en el desarrollo de su teologa a partirde ah no puede ser infravalorada, puesto que el relato de los abusos e injusticias queotros cometen contra los miembros del grupo supone un fuerte elemento de cohesiny de creacin de identidad.

    Pablo recoge en sus cartas, en varias ocasiones, tradiciones sobre el sentido de lamuerte y resurreccin de Jess, que l recibi de los seguidores de Jess previos a l, pro-bablemente en Damasco y Antioqua. En estos textos, fundamentalmente 1Cor 15,3-8y 1Cor 11,23-26, repite la misma idea: porque os transmit lo que a mi vez recib: queCristo muri por nuestros pecados. En estos textos y en otros que probablementetambin proceden de la tradicin helenista (cf. Gal 1,4; Rom 3,24-255; etc.) parecedominar una interpretacin sacricial, expiatoria, de la muerte de Jess y, en algunoscasos, parece la lectura ms plausible6(aunque ha habido intentos loables por relativizar

    2 Cf. A. M K, Smbolos De Salvacin: Redencin, Victoria, Sacrificio, Sgueme,

    Salamanca 2007, 95-140. Le agradezco a Alberto de Mingo algunas valiosas sugerencias sobre el sentido de laimagen sacricial en la tradicin bblica.3 Cf. M. L. S, La Cuestin De Un Relato De La Pasin Premarcano, en R.E. B (ed.), La Muerte

    Del Mesas. Desde Getseman Hasta El Sepulcro. omo Ii., Verbo Divino, Estella, Navarra 2006, 1743-1781.4 P. C, Te Spirit of Mourning: History, Memory and the Body, Cambridge University Press,

    Cambridge 2011, 25.5 Gal y Rom estn dirigidas a comunidades con fuerte influencia judeocristiana ante quienes Pablo

    subraya esta tradicin pero, probablemente, para modicarla y completarla segn su propia perspectiva. Ver lareconstruccin de Rom 3,24-25 propuesto por B. F. M, Te Pre-Pauline Formula in Rom 3:25-26a: Newestament Studies 29 (1983) 198-208.

    6 Cf. J. D. G. D, Pauls Understanding of the Death of Jesus as Sacrice, en S.W. S (ed.),

    Sacrifice and Redemption, Cambridge Univ Pr, Cambridge 1991, 35-56. Dunn piensa que es la metfora msadecuada para comprender la soteriologa paulina y arma que la metfora de la reconciliacin, aunque msagradable, resulta insuciente (pg. 48); sin embargo, a mi entender, esto no se debe a Pablo sino al peso queesta metfora tiene para comprender su pensamiento y el poco empeo en mostrar la validez de otras metforasporque aquella resulta obvia y poco exigente. Otros autores van ms all de Dunn defendiendo el sentido forense

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    esta perspectiva7). En realidad, la interpretacin expiatoria no es ms que una inter-pretacin del acontecimiento de la muerte de Jess desde el modelo (antropolgico-

    cultural) del sacricio de expiacin y, como tal, limita la comprensin de esa realidad alas posibilidades y al marco de ese modelo, no permite ms8. Esto es lo que tienen todoslos modelos: ofrecen un marco de comprensin de los datos de la realidad, pero no per-miten integrar otros que salen fuera de ese marco. As, este modelo expiatorio impidedescubrir otras interpretaciones de los datos y, lgicamente, otras imgenes de Dios queotro modelo con otras caractersticas y con otros lmites s podra percibir.

    Esta interpretacin de la muerte de Jess Pablo la hereda con una imagen deDios en la que predomina, como decimos, la imaginera sacricial. Esta imagen ofrecaalgunas respuestas inmediatas a una serie de preguntas incmodas y difciles que tenan

    que ver con el porqu y para qu de la muerte violenta y vergonzosa del Mesas; es decirpermiti comprender de acuerdo a los modelos propios del judasmo que compartantodos los seguidores de Jess (Lv 16; Is 53) la identidad del crucicado y las consecuen-cias presentes de aquel acontecimiento en clave soteriolgica9. Sin embargo, esta lecturaha generado, especialmente entre algunos intrpretes, problemas teolgicos sobre laidentidad y la imagen de Dios.

    La interpretacin sacricial introdujo, sobre todo a partir de Anselmo de Can-terbury (1033-1109), la mecnica de la satisfaccin que explicaba que la acumulacinde pecados durante toda la historia, desde Adn hasta Cristo, engord la deuda de loshombres para con Dios hasta el punto de que nada que hicieran poda compensar lainnita ofensa, la innita ira que tal cmulo haba producido en Dios. El hombre estaba

    y penal de la muerte de Jess (sustitucin, satisfaccin): cf. I. H. M,Aspects of the Atonement: Cross andResurrection in the Reconciling of God and Humanity, Paternoster, Milton Keynes; Carlisle; London 2007; S. R.H, Te Wondrous Cross: Atonement and Penal Substitution in the Bible and History, Paternoster, London2007.

    7 E. K, Perspectives on Paul, Fortress Pr.; SCM Pr., Philadelphia; London 1971, 42-45: Teidea of the sacricial death is, if anything pushed into the background; cf. M. H, Te Atonement: TeOrigins of the Doctrine in the New estament, SCM Pr., London 1981, 45-46. ambin: G. F, DieVerkndigung Des odes Jesu Im Neuen estament, Neukirchener Verlag, Neukirchen-Vluyn 1982, 47.66.70-77.

    8 Esta interpretacin expiatoria fue til y fcil porque se hizo utilizando modelos (Lv 16; Is 53) existentespara comprender el signicado teolgico de la muerte y resurreccin de Jess, pero limitaba la novedad alpapel y funcin de Jess en el plan de Dios. Sin embargo, para algunos seguidores de Jess el vino nuevoque se haba descubierto requera necesariamente odres nuevos para impedir que se perdiera todo, tanto losodres como, sobre todo, el vino (cf. Mc 2,22). Son necesarios nuevos modelos para comprender la novedad delacontecimiento de Jess, que no limiten su originalidad; cf. C. G A, Las Interpretaciones De La MuerteDe Jess, en AA.VV. (ed.),Misterio Del Mal Y Fe Cristiana, irant Humanidades, Valencia 2012, 181-211

    9 E. P. S, Paul and Palestinian Judaism : A Comparison of Patterns of Religion, Fortress Press,Minneapolis 1977, 463-472 mostr que, aunque Pablo conserve aquella lectura expiatoria, los pasajes en los quemuestra una lectura ms personal apuntan a una interpretacin diferente; cf. D. G. H, An Introductionto the Study of Paul, Continuum, London 2000, 58-59; J. D. G. D, Te Teology of Paul the Apostle,

    & Clark, Edinburgh 1998, 390-441; R. B. H, Te Faith of Jesus Christ: Te Narrative Substructure ofGalatians 3:1-4:11, Eerdmans, Grand Rapids ; Cambridge 2001, xxix-xxxiii; J. M. B, Navigating Paul: An Introduction to Key Teological Concepts, Westminster John Knox Press, Louisville, Ky. 2007, 35-48; msreferencias en M. J. G, Inhabiting the Cruciform God : Kenosis, Justification, and Teosis in Pauls NarrativeSoteriology, Eerdmans, Grand Rapids, Mich. ; Cambridge 2009, 3.

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    perdido, como un insecto a punto de ser pisado y destruido por Dios. an inmensa ofensaslo poda pagarla Dios mismo, pero deba hacerla un hombre en nombre de todos los

    hombres. As que el nico modo de satisfacer es que un hombre-dios (Jess) reciba todala clera acumulada por Dios, que Dios descargue contra Jess toda su ira y su castigo; asJess salva a toda la humanidad cargando sobre s ese castigo innito. La imagen de Diosque se desprende de esta extrema lectura sacricial legitima la ira de Dios, la necesidad decompensar a Dios por el error humano, la necesidad de vctimas que le satisfagan; en n,la imagen de un Dios que no parece sino la proyeccin de un antropomorsmo limitado10.

    Aunque esa mecnica de la satisfaccin sea tan antigua, sigue presente en elimaginario cristiano (y se hace visible en algunos textos litrgicos, incluso despus de lareforma del Vaticano Segundo)11. Joseph Ratzinger escribi en 1968:

    "Para muchos cristianos () la cruz es una pieza del mecanismode un derecho violado que tiene que restablecerse. Es el modo derestablecer, con una expiacin innita, la justicia de Dios, inni-tamente ofendida. La cruz es, pues, la expresin de una actitudque mantiene un perfecto equilibrio entre el deber y el tener ().Una doble y misteriosa luz ilumina la expiacin innita queDios parece exigir. Los devocionarios nos presenta un Dios cuyasevera justicia exigi el sacricio de un hombre, el sacricio de supropio hijo. () A la vez, nos apartamos con temor de una jus-ticia cuya ira tenebrosa nos hace increble el mensaje del amor12".

    Es decir, esta interpretacin, aparte de sus ventajas, tuvo unas consecuenciasno deseadas, daos colaterales, cuando la imagen sacricial con la que se interpretabanlos textos adquiri un sentido diferente al que tena en las tradiciones bblicas ms im-portantes13. En cierto modo, parece que Pablo tiene esta preocupacin cuando proponealgunas revisiones de los modelos tradicionales para entender a Dios, su identidad y su

    10 Ver los problemas planteados por estos autores ante las imgenes de Dios que se desprenden de esalectura: B. J M. H, Stricken by God? Nonviolent Identification and the Victory of Christ, Freshwind

    Pr.; Eerdmans, Abbotsford; Grand Rapids, Mich 2007; J. B. G, Te Death of Jesus and the Ways of God:Jesus and the Gospels on Messianic Status and Shameful Suffering: Interpretation 52 (1998) 24-37; R. J. D,Images of God and the Imitation of God: Problems with Atonement: Teological Studies 68 (2007) 36-51; S.M. H, Saved from Sacrifice: A Teology of the Cross, Eerdmans, Grand Rapids, Mich ; Cambridge, UK 2006;

    J. D, Sacrice No More: Biblical theology bulletin 41 (2011) 68-75.11 La liturgia eucarstica se presta a equvocos cuando se insiste en la imagen de Jess como vctima de

    Dios. La Plegaria Eucarstica III del Misal Romano mantiene frases que, errneamente, podran colaborar amantener esa concepcin anselmiana del sacricio: Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoceen ella la Vctima por cuya inmolacin quisiste devolvernos tu amistad; e pedimos, Padre, que estaVctima de reconciliacin traiga la paz y la salvacin al mundo entero. En la Plegaria Eucarstica IV tambinpermanecen armaciones ambiguas: te ofrecemos su Cuerpo y Sangre, sacricio agradable a ti; Dirigetu mirada sobre esta Vctima que t mismo has preparado a tu Iglesia; cf. X. P, ste Es El Hombre :

    Manual De Cristologa, Secretariado rinitario, Salamanca 1997, 102-105.12 J. R, Introduccin Al Cristianismo, Ediciones Sgueme, Salamanca 1970, 235.13 Cf. M K, Smbolos De Salvacin : Redencin, Victoria, Sacrificio, 95-140. Le agradezco

    a Alberto de Mingo algunas valiosas sugerencias sobre el sentido de la imagen sacricial en la tradicin bblica.

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    actuar en la historia (en la muerte y resurreccin de Jess) y las consecuencias de todoello para la vida del creyente en el Dios de Jess.

    Pablo tuvo que elaborar una nueva narracin de la historia para recolocar la o-rah en el nuevo marco de la cruz (cf. Gal 3,6-4,7). Algo similar podemos suponer que leocurri con la imagen que tena de Dios: tampoco le servan ya totalmente los modelosque Pablo tena para comprender a Dios; el Dios que se revelaba en la cruz desbordsus modelos, sus metforas y necesit de nuevas imgenes del Dios de Jess que dierancuenta de (al menos que no limitaran) la novedad de Dios. Ello le oblig a revisar lasimgenes de Dios, las instituciones culturales judas, los modelos religiosos de relacincon Dios (de reconciliacin, como Lv 16 o Is 53), etc.

    As parece necesario descubrir, primero, cules son los rasgos de esa tradicinrecibida, qu modelos culturales estn detrs de ella y cmo se interpretaban de acuer-do a su sentido cultual y religioso. De acuerdo a ello, volveremos sobre algunos textospaulinos para leerlos desde esa perspectiva.

    2. La lectura expiatoria de los sacrificios y su alternativa

    El problema de la interpretacin sacricial es doble: en primer lugar, se ha en-caramado al puesto de lectura hegemnica, casi exclusiva, para interpretar la muerte de

    Jess, siendo nicamente una de las mltiples lecturas que existan en los orgenes delcristianismo14; y, en segundo lugar, se ha ledo en clave expiatoria (redentora, sustitutiva,apaciguadora o satisfactoria), como si la nica lectura y funcin del sacricio en la tradi-cin juda fuese la de expiar los pecados o transgresiones de los creyentes. Sin embargo,el signicado y funcin de los sacricios es ms complejo y no nicamente expiatorio15.

    Los estudios sobre el sacricio en el judasmo antiguo se han multiplicado desde to-das las reas y resulta una tarea imposible hacer una sntesis16. Una de las conclusiones a las quepuede llegar un lector es que hoy no tenemos sucientes datos ni disponemos del contextocultural y religioso adecuado para entender el sacricio en la Antigedad ni en la Biblia. De

    hecho, esta conclusin se apoya en la dicultad de armonizar los textos legales que regulan lasprcticas rituales sacriciales con los relatos en los que se hacen interpretaciones y valoracionesde ciertos sacricios; los primeros se suelen interpretar a la luz de los segundos17. Sin embargo,aunque se utilice el mismo trmino (sacricio), el objeto de unos y otros es diferente.

    14 Cf. C. G A, Las Interpretaciones De La Muerte De Jess.15 Es importante situar el sentido del kipper(cubrir o pagar/compensar o puricar) en el Levtico y en

    su relacin con la teora del sacricio; para ello ver: J. W. W, Ritual and Rhetoric in Leviticus : From Sacrificeto Scripture, Cambridge University Press, Cambridge 2007, 130-133.

    16 Una presentacin sinttica puede verse en: W, Ritual and Rhetoric in Leviticus : From Sacrifice to Scripture,

    175-180. Para una bibliografa ver la sinttica pero valiosa nota bibliogrca de J. K, Pure Violence: Sacriceand Delement in Ancient Israel: Harvard theological review 94 (2001) 133-155 (n. 2). ambin la recientemonografa de C. E, Ritual and Metaphor : Sacrifice in the Bible, Brill, Leiden ; Boston 2011.

    17 El sacricio en los textos bblicos expresa juicios de valor sobre los comportamientos ms que unadescripcin del modo peculiar de ese comportamiento. Sin embargo, una caracterstica inusual del trmino

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    As, por una parte, los relatos que hablan de sacricios de personas (paradigmtica-mente: Gen 22; Jue 11; Am 8,10; Jer 6,26; 2Sam 12,13-14)18aluden generalmente a la idea

    de regular normativamente la vida y la convivencia, es decir, comprenden la muerte del hijo/acomo castigo o como compensacin por los errores o transgresiones de los padres. Por otraparte, los textos que tratan de los rituales de sacricios de animales generalmente se reeren a lafuncin social del ritual sacricial, es decir, los entienden como mbitos de relacin con Dios,de comunin e imitacin. Y la tendencia, tanto en el mbito acadmico como cultural y reli-gioso, ha sido interpretar los rituales de acuerdo al sentido de los relatos, resultando que se hanconfundido los rituales de comida con las controversias sobre los sacricios humanos19. Sin em-bargo, esta necesaria distincin est ausente de la reflexin histrica y teolgica del sacricio enla Biblia y, todava hoy, ciertas lecturas de la prctica sacricial en el judasmo siguen teniendoun peso enorme, no slo en la teologa, sino tambin el la reflexin poltica, losca o tica20.

    Si bien ha sido probablemente Anselmo de Canterbury quien ms ha influidoen el sentido judicial-satisfactorio de la muerte de Jess21, en el ltimo siglo ha sido lalectura que ha hecho Ren Girard22. La interpretacin de Girard estaba muy influidapor las tesis de Freud sobre el parricidio primigenio; de acuerdo a Freud, todo varndesea la muerte del progenitor porque es castrante, impide el desarrollo de la libertad yel despliegue de la identidad del hijo. Esta teora freudiana estaba en la base de la teorageneral de la violencia que desarroll Girard. Para l, cuando una situacin de violenciay rivalidad amenaza la estabilidad de un grupo humano, ste desva la agresin del rivalhacia una vctima que no puede tomar represalias para que ah se acabe el crculo viciosode la violencia23. Como muy bien ha sealado Jonathan Klawans, cuando se subraya lainocencia de la vctima, en el fondo se est sealando la maldad o culpabilidad de losque intervienen en el sacricio (sacerdotes)24. Una de las consecuencias ms acusadas

    sacricio es que transmite no slo una sino muchas valoraciones de esas acciones: W, Ritual and Rhetoricin Leviticus : From Sacrifice to Scripture, 175.

    18 En estos relatos, que han sido tan influyentes en el imaginario sacricial, se repite la idea del sacricio delhijo y en todos se utiliza el mismo trmino para referirse a la vctima infantil (dyxiy'el nico, el querido); cf.

    J. D. L, Te Death and Resurrection of the Beloved Son: Te ransformation of Child Sacrifice in Judaismand Christianity, Yale Univ Pr, New Haven 1993, 27-28.

    19 Cf. W, Ritual and Rhetoric in Leviticus: From Sacrifice to Scripture, 173-192.20 Un ejemplo de ello es el libro de . W. J, Reading Derrida/Tinking Paul : On Justice, Stanford

    University Press, Stanford 2006, en el que muestra cmo ese trasfondo sacricial ha afectado al concepto de justiciapaulino y su bsqueda de espacio respecto de la ley, o al de gracia y compromiso, o al de universalidad y ciudadana.

    21 Cf. A.D. C, J. A F. S. S, Obras Completas De San Anselmo. I, Monologio.Proslogio. Acerca Del Gramtico. De La Verdad. Del Libre Albedro. De La Cada Del Demonio. Carta Sobre LaEncarnacin Del Verbo. Por Qu Dios Se Hizo Hombre, BAC, Madrid 2008; M K, Smbolos DeSalvacin : Redencin, Victoria, Sacrificio, 13-16.

    22 Cf. R. G, La Violencia Y Lo Sagrado, Anagrama, Barcelona 2005.23 Sin embargo, aunque R. Girard utiliza esta teora para explicar la muerte violenta de Jess, l mismo

    la separa del sentido original del chivo expiatorio de Lv 16, ya que ste no muere en el acto ritual; R. G,Generative Scapegoating, en R.G. H-K (ed.), Violent Origins, Stanford Univ Pr, Stanford, Calif1987, 73-105 (esp. 73-78).

    24 Cf. La lectura gigardiana del sacricio opera bajo dos asunciones: antisacricial y antisacerdotal,K, Pure Violence: Sacrice and Delement in Ancient Israel (138).

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    (y ms sutiles) ha sido la contraposicin entre judasmo y cristianismo, la idea de lamaldad intrnseca al judasmo, por ser una religin de sacricios y, consecuentemente,

    la necesidad del cristianismo y de la muerte redentora de Jess como el nico caminode salvacin de la violencia del sacricio ritual25. A partir de ah, y con el desarrollo dela teologa dialctica en ubinga, se plantea el cristianismo como necesaria superacindel judaismo, imagen que ha dominado la lectura de los textos paulinos hasta hacemuy poco26. La llamada New Perspectiveha dado lugar a una revisin que todava no haterminado de dar sus frutos27.

    Sin embargo, los sacricios en la tradicin juda tienen otra lectura ms ajusta-da a los textos y los rituales que reflejan. Diferentes autores han mostrado que el sacri-cio ritual es una forma de imitacin de Dios28. La idea de fondo es el presupuesto de

    la santidad y eternidad (sabidura y poder) de Yahv frente a la impureza y caducidadde las personas; stas, para sortear su caduca situacin se reproducen sexualmente paraprolongar la vida de los padres en los hijos (cf. Si 30,4). De este modo, lo que distinguey distancia a las personas de Yahv son las relaciones sexuales y la muerte, que son lasexperiencias humanas consideradas ms contaminantes en el Levtico29. En esas expe-riencias, adems, lo que resulta ms incontrolable e impredecible es, as mismo, mscontaminante30. En este marco, el sacricio animal es un ejercicio de control sobre lavida de la vctima, que reflejara, metafricamente, el control de Dios sobre la vida desu pueblo: lo que ms asemeja y acerca el pueblo a Dios (inversamente a lo que le aleja)es ese poder sobre la vida (cf. 1Sam 2,6 y Dt 32,39).

    25 Cf. R. G. H K, Sacred Violence : Pauls Hermeneutic of the Cross, Fortress Press, Minneapolis,MN 1992.

    26 Cf. F. C. B, Paul the Apostle of Jesus Christ : His Life and Works, His Epistles and eachings, HendricksonPublishers, Peabody, Mass. 2003; original de 1845: F. C. B, Paulus, Der Apostel Jesu Christi : Sein Leben UndWirken, Seine Briefe Und Seine Lehre, Becher & Mller, Stuttgart 1845.

    27 Para una visin de conjunto ver: M. Z,Approaches to Paul : A Students Guide to RecentScholarship, Fortress, Minneapolis 2009. Ver tambin: J. D. G. D, Te New Perspective on Paul : CollectedEssays, Mohr Siebeck, bingen 2005; D. B,A Radical Jew : Paul and the Politics of Identity, University ofCalifornia Press, Berkeley, Calif. ; London 1994, 214-219. Pamela Eisenbaum, en lnea con otros autores (como

    Lloyd Gaston, Peter J. omson, Stanley Stowers, Mark D. Nanos, Caroline Johnson Hodge) hace una lecturajuda de Pablo recuperando su interpretacin de lo que considera malinterpretaciones; ver: P. M. E,Paul Was Not a Christian : Te Original Message of a Misunderstood Apostle, HarperOne, New York 2009, 32-53.

    28 Los autores que sostienen esta lectura como preferida sobre aquella son numerosos; ver los citados porK, Pure Violence: Sacrice and Delement in Ancient Israel, 154: G. A. A, Sacrifices andOfferings in Ancient Israel : Studies in Teir Social and Political Importance, Scholars Press, Atlanta 1987, 91-126;G. B. G, Sacrifice in the Old estament : Its Teory and Practice, Clarendon Press, Oxford 1925, 1-54; B. A.L, In the Presence of the Lord : A Study of Cult and Some Cultic erms in Ancient Israel, Brill, Leiden 1974,22-27.

    29 Cf. N. B. J, Troughout Your Generations Forever Sacrifice, Religion, and Paternity, University of ChicagoPress, Chicago 1992, 30-40. Existen tambin otras experiencias humanas que se identican con Yahv, como

    el descanso sabtico o la construccin del templo. No se trata de una asimilacin o identicacin total, sino deun alejamiento de las experiencias ms lejanas a la imagen de Dios y un acercamiento a aquellas experienciasconsideradas ms cercanas a Dios.

    30 Cf. H. E-S, Te Savage in Judaism : An Anthropology of Israelite Religion and AncientJudaism, Indiana University Press, Bloomington ; Indianapolis 1990, 186-194.

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    36 CARLOS GIL ARBIOL

    As pues, comiendo y quemando ofrendas sacriciales los oferentes imitan lasactividades que su universo simblico reflejado en los relatos bblicos relaciona prima-

    riamente con Yahv. El proceso de puricacin ritual exige una separacin de aquellosaspectos identicados como los ms humanos y menos divinos (abstenerse de relacio-nes sexuales y de contacto con la muerte) para acercarse al mbito divino. El procesosacricial (seleccin de la vctima entre los mejores candidatos, su muerte y desmem-bramiento) es el modo como Dios, segn el imaginario de estas narraciones bblicas, sehace presente, se comunica y hace alianza con su pueblo. El oferente (sacerdote) ejerceel rol de Dios (Yahv) en el sacricio; los animales (vctimas) ejercen el papel del pueblo(Israel)31.

    Esta funcin de los sacricios, como ha explicado Nancy Jay, tiene que ver con

    el mantenimiento de todo el sistema social y religioso del grupo humano que los realiza;toda la vida del grupo se mantiene mediante el control de la natalidad, la paternidadsocial, la descendencia/herencia patrilineal y las estructuras patriarcales32. Marcel De-tienne dijo que toda la ciudad se identica a s misma mediante la comida de carney, al contrario, abstenerse de comer carne en la ciudad-estado griega es un acto de altasubversin33. Sin embargo, no debemos leer esta relacin con categoras expiatorias queentienden los sacricios como reparaciones o recompensas por agravios, daos u ofensascometidas contra Dios. En lnea con la lectura de la imitacin de Dios, una lectura msajustada a los textos se impone34.

    En estos casos, la dinmica es bien diversa a la que ha dominado en la lecturagirardiana que hemos mencionado. Las vctimas sacriciales no buscaban apaciguar,compensar, pagar o recuperar a un dios airado por la trasgresiones de los hombres, sinoimitar las acciones de Dios. El que ofrece la vctima, el sacerdote, no la ofrece a Dios,sino que imita a Dios; la vctima que es ofrecida, no sirve para aplacar a Dios, sino paramostrarle al creyente un modelo de obediencia a Dios.

    31 Cf. D. P. W, Unclean and Clean (O), en D. N. . F, Te Anchor Bible Dictionary(6 Vols.), Doubleday, New York 1992, 6:729-741; . S. F-K, In the Wake of the Goddesses: Women,

    Culture, and the Biblical ransformation of Pagan Myth, Free Pr, New York 1992, 189; W, Ritual and Rhetoricin Leviticus : From Sacrifice to Scripture, 190. L, Te Death and Resurrection of the Beloved Son: Teransformation of Child Sacrifice in Judaism and Christianity, 25-35 utiliza la misma idea de la imitacin deDios pero lo reere al sacricio del hijo como imitacin del dios El a quien el rey Elus ofrece la vida de su hijopara evitar su muerte y el desastre del imperio fenicio (cf. Eusebio, Praeparatio EvangelicaI 10,40). ertulianoutiliza la misma idea para criticar la tradicin del norte de frica sobre Saturno (que sacric a su hijo y en suimitacin lo hacan tambin algunos ciudadanos de Cartago); cf. ertuliano,ApologaIX 2-4.

    32 Cf. J, Troughout Your Generations Forever Sacrifice, Religion, and Paternity, 30-40. La estrecha relacinentre sacricios y descendencia patrilineal (y estructura patriarcal) ha sido muy bien descrita por Dewey,Sacrice No More.

    33 M. D, Dionysos Slain, Te Johns Hopkins University Press, Baltimore [etc] 1979, ix y 72.

    34 Los autores que sostienen esta lectura como preferida sobre aquella son numerosos; ver los citados porK, Pure Violence: Sacrice and Delement in Ancient Israel, 154: A, Sacrifices and Offeringsin Ancient Israel : Studies in Teir Social and Political Importance, 91-126; G, Sacrifice in the Old estament: Its Teory and Practice, 1-54; L, In the Presence of the Lord : A Study of Cult and Some Cultic erms in

    Ancient Israel, 22-27.

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    37DE LA EXPIACIN A LA RECONCILIACIN

    Por tanto, la muerte de Jess, entendida como un sacricio, no necesariamentees una expiacin (una compensacin a Dios por el dao producido por el pecado). Puede

    contemplarse tambin (y quiz preferiblemente) como un gesto en el que Jess estaba imi-tando a Dios. Los primeros cristianos, pues, cuando utilizaron esta imagen para explicarsela muerte de Jess, pudieron hacerlo porque el sacricio les recordaba que quien ofreca elsacricio (el sacerdote) imitaba a Dios y que la vctima representaba al creyente, no porqueexplicaran la muerte de Jess como una expiacin por los pecados.

    En conclusin, la visin tradicional comprende los sacricios como correccin,restauracin, puricacin o restitucin de algo que est mal, que es errneo, defectuosoo malvado; se trata de una respuesta a la transgresin. La segunda visin comprende lossacricios como una prctica cotidiana de imitacin de Dios y contempla la transgre-

    sin como una amenaza de esta situacin. Por tanto, esta segunda interpretacin ofreceun nuevo marco de lectura para entender los sacricios, su funcin y su signicado35, ascomo una nueva va para acercarnos a la muerte de Jess.

    3. La muerte y resurreccin de Cristo como imitacin de Dios

    Esta mirada al signicado de los sacricios en el judasmo nos da una idea dela limitacin que suponen las interpretaciones expiatorias de la muerte de Jess. Deacuerdo a ello, cuando se interpreta su muerte en clave sacricial (cf. Rom 3,25-26), no

    tiene por qu entenderse como una expiacin, como una sustitucin o compensacina Dios, sino como una imitacin de Dios que, no obstante, refleja un rostro de Diosdiferente. Cuando se utiliza, pues, el lenguaje sacricial para interpretar la muerte de

    Jess, se puede entender que Jess, con su muerte, est imitando el modo de ser y deactuar de Dios. Cmo puede interpretarse desde aqu la muerte de Jess?

    La muerte en cruz de Jess tiene para Pablo tambin una dimensin apocalp-tica36, reveladora en la que descubre, no slo la identidad de Jess (cristo,jmesas)37,

    35 Cf. K, Pure Violence: Sacrice and Delement in Ancient Israel, 149 y 154.36

    Cf. D. A. C, Te Deliverance of God : An Apocalyptic Rereading of Justification in Paul, WilliamB. Eerdmans, Grand Rapids [etc.] 2009 y el debate originado; su intento de leer no fundacionalmente niproyectivamente la teora de la justicacin sino desde una perspectiva apocalptica ha sido muy discutido,entre otras razones por la novedad que aporta. Cf. G. M, Review Article: Te Deliverance of God:

    Journal for the Study of the New estament 34 (2011) 150-161; R. B. M, Zeal for Paul but Not Accordingto Knowledge: Douglas Campbells War on Justification Teory:Journal for the Study of the New estament 34(2011) 115-149 y la respuesta de D. A. C, An Attempt to Be Understood: A Response to the Concerns ofMatlock and Macaskill with the Deliverance of God:Journal for the Study of the New estament34 (2011) 162-208.

    37 Marinus de Jonge, Messiah, en: F, Te Anchor Bible Dictionary (6 Vols.), 4:779: In all thesetexts YHWHs anointing of the king denotes the exclusive, intimate relationship between the God of Israel andthe king whom he has appointed and given the power to reign in his name. Te king is Gods representativeon earth and is thought to participate in Gods sovereign rule. As ideas about this divine rule develop, the

    expectations also expand (see in particular the Royal Psalms). Quite exceptional is Deutero-Isaiahs applicationof the term messiah to the Persian king Cyrus; cf. 1Sam 12,3-5; 16,6; 24,7.11; 26,9-23; 2Sam 1,14.16;19,22; 23,1; etc Resulta llamativo que Richard Bauckham no mencione al mesas en su estudio sobre larelacin de Jess con Dios en el marco del monotesmo; R. B,Jesus and the God of Israel : God Crucifiedand Other Studies on the New estaments Christology of Divine Identity, Eerdmans, Grand Rapids, Mich. 2008.

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    sino la de aquel de la que es representante. Pablo, en variadas ocasiones, no se limita amostrar la identidad del Crucicado sino que subraya quin est detrs de l y qu reve-

    la esa muerte de Dios. As, la muerte de Jess revela tambin el modo de ser y de actuarde Dios. Vamos a ver dnde refleja eso Pablo y qu signicado tiene.

    a) Jess revela al Padre en su muerte

    Pablo apunta el contenido de esta revelacin en diversas imgenes o metforas delcrucicado que le sirven para explicar no slo la identidad de ese crucicado, sino el rostrode Dios que las sostiene. Vamos a ver, brevemente, cuatro de ellas, con el n de fundamen-tar la posibilidad de una lectura no expiatoria de la muerte de Jess en los textos de Pablo.

    1) Hijo de Dios

    En Glatas Pablo habla de la revelacin de Jess como hijo y de Dios comopadre (Gal 1,15-16): Cuando Aquel que me separ desde el seno de mi madre y mellam por su gracia, tuvo a bien revelar en m a su Hijo, para que le anunciase entre losgentiles. Pablo subraya el protagonismo de Dios que decide revelarle a Pablo, noslo la identidad del Mesas (hijo) sino, lo que resulta ms signicativo, la identidadde Dios (Padre). Que Dios es Padre es lo que le obligar en Gal 3-4 a rescribir la historiade salvacin para que se adecue a la novedad.

    En la tradicin mediterrnea el hijo es el que da identidad al padre, tambin en laactualidad38. La tradicin sapiencial juda arma en uno de sus aforismos: Cuando el padremuere, es como si no muriese, pues deja tras de s un hijo semejante a l (Si 30,4). Asmismo, Dion Casio, historiador romano del siglo II, escribi: Habis hecho bien imitandoa los dioses y emulando a vuestros padres al traer hijos al mundo del mismo modo que vues-tros padres hicieron con vosotros. () [Un hijo] es imagen de vuestro cuerpo y alma hasta elpunto de que al crecer se convierte en vuestro yo (Dion Casio, Historia Romana LVI 3,1)39.

    La misma idea subyace en la tradicin del Documento Q (cf. Mt 5,44-45; Lc6,35-36): amad a vuestros enemigos () para que seis hijos de vuestro padre, que hacesalir el sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos () Sed misericordiososcomo vuestro padre es misericordioso40. La imitacin de Dios es lo que da la cualidad de

    38 As por ejemplo, Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, es conocido comoAbu Mazen, padre de Mazen, su hijo mayor (muerto en 2002). Sobre el uso del kunyaver: A. S,Islamic Names, Edinburgh University Press, Edinburgh 1997.

    39 Cf. J.-P. V,Mito Y Sociedad En La Grecia Antigua, Siglo Veintiuno de Espaa, Madrid 2003, 127;S. G, Fidelidades En Conflicto. La Ruptura Con La Familia Por Causa Del Descipulado Y De La Misin EnLa radicin Sinptica., Univ. Salamanca, Salamanca 1998, 143; L. W. H, Seor Jesucristo. La Devocin a

    Jess En El Cristianismo Primitivo, Sgueme, Salamanca 2008, 129-136; X. A, Carta a Los Romanos, EVD,Estella, Navarra 2012, 41.40 Ver la reconstruccin en la edicin crtica de J. M. R, P. H J. S. K, Te

    Critical Edition of Q. Synopsis Including the Gospels of Matthew and Luke, Mark and Tomas with English, Germanand French ranslations of Q and omas, Peeters, Leuven 2000, 72.

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    39DE LA EXPIACIN A LA RECONCILIACIN

    hijo o, viceversa, quien imita al padre se convierte en hijo. En este caso, las particularescaractersticas de Dios (es misericordioso, ama a los enemigos, es bueno con los malos, )

    exigen del hijo lo mismo: quien as se comporta se convierte en hijo de ese padre.La liacin es una caracterstica humana por la que cada ser humano prolonga

    su existencia en otro ser semejante a l que permite mitigar la realidad de la caducidady de la muerte41. Como hemos dicho antes, la procreacin conllevaba en el judasmouna impureza porque es una actividad propia de los hombres, no de Yahv (y haba queabstenerse de relaciones sexuales en los sacricios, ya que stos imitaban a Dios y lno las necesitaba)42. Sin embargo, en la tradicin cristiana, pronto se habl de Jess, elMesas, como Hijo de Dios, como en el texto de Gal 1,16. Llamativamente, esta iden-ticacin de Jess no ignor el hecho de que haba nacido de mujer (Gal 4,4). Con

    ello los primeros seguidores de Jess confesaban que la humanidad de Jess era la quereflejaba la divinidad de Dios. Estos datos nos inducen a pensar que los comienzos de lareflexin cristolgica (sobre la identidad del Hijo) fueron necesariamente una reflexinteolgica (sobre la identidad del Padre). La reflexin y confesin de Jess como Hijo deDios arma la identidad del Padre, ms que la del Hijo: Dios es el que se descubre en

    Jess, especialmente en su muerte.

    Esta identidad de Jess como Hijo de Dios aparece subrayada, paradjicamente,en la muerte en cruz. As, por ejemplo, en Rom 5,10, Pablo arma: cuando ramosenemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo; en Gal 2,20: ya novivo yo, sino que Cristo vive en m. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Diosque me am y se entreg a s mismo por m. De todos los acontecimientos de la vida de

    Jess, el que refleja con ms transparencia esta identidad del Padre de Jess es su muerte.

    2) Icono de Dios

    En 2Cor, Pablo habla de la revelacin de Jess como icono de Dios (2Cor4,4): ( si nuestro Evangelio est velado, lo est para los que se pierden,) para losincrdulos, cuyo entendimiento ceg el dios de este mundo para impedir que vean el

    resplandor del glorioso Evangelio de Cristo, que es imagen de Dios (eivkw.n tou/Qeou/).

    En el contexto literario en el que se encuentra (2Cor 3,4-4,6) Pablo habla delministerio de la nueva alianza (2Cor 3,6), que es el alcance de su evangelio (4,3) 43.

    41 La continuacin social y religiosa de la familia patrilineal da a los varones una forma atenuada de inmortalidaden la sucesin institucionalizada de padres a hijos. Las bestias, sin padres reconocidos, no tienen continuidad quemitigue la mortalidad individual. Si el hijo imita a su padre, si se asemeja perfectamente a l, ser su versin idnticaen joven y, al clonar un duplicado joven, la edad de oro soada (inmortalidad) comienza. Las mujeres sin embargo,slo son una versin difusa de esta aspiracin. Slo en el mito, el fallo fatal de haber sido nacido de mujer puedeser corregido. Cf. J, Troughout Your Generations Forever Sacrifice, Religion, and Paternity, 30-40.

    42 Esta es una caracterstica del monotesmo (judo) frente a las tradiciones mitolgicas helensticas quemostraban a los dioses teniendo hijos entre ellos y con los seres humanos; cf. V,Mito Y Sociedad En LaGrecia Antigua, 87-102.

    43 Cf. C. G A, El Carisma De Pablo Y Su Imagen De Jess: Resea Bblica 42 (2004) 55-62.

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    Es un texto polmico en el que Pablo quiere contraponer su misin a la de aquelloscreyentes judaizantes que pretenden incorporar su misin a la antigua alianza y al cum-

    plimiento de la ley de los incircuncisos (2Cor 3,5-6; 4,1-3). La expresin el evangeliode la gloria de Cristo remite al evangelio de la cruz, al Crucicado (cf. 1Cor 1,18.24;2,2; ; 1Cor 2,7-8: hablamos de una sabidura de Dios, misteriosa, escondida, des-tinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los

    jefes de este mundo - pues de haberla conocido no hubieran crucicado al Seor de laGloria- ouvk a'n to.n ku,rion th/j do,xhj evstau,rwsan)44. Esta paradjica combinacinentre el seoro de Jess y su muerte en la cruz es subrayada de nuevo por Pablo en laseccin autgrafa del nal de la Carta a los glatas (Dios me libre de gloriarme si no esen la cruz de nuestro Seor Jesucristo: Gal 6,14). Y es precisamente ste crucicadoel que se presenta como imagen de Dios (eivkw.n tou/qeou/); el evangelio de la cruz

    tiene un alcance teolgico y resulta un escndalo para muchos: Dios revela quin es ycmo acta en la cruz de Jess.

    Poco ms adelante (2Cor 4,6), en la conclusin de esta percopa, Pablo insis-te en la misma idea: el mismo Dios que dijo: Del seno de las tinieblas brille la luz, laha hecho brillar en nuestros corazones, para iluminarnos con la luz del conocimientode la gloria de Dios que est en el rostro de Cristo (pro.j fwtismo.n th/j gnw,sewjth/j do,xhj tou/ qeou/ evn prosw,pw| VIhsou/ Cristou/). Pablo conoci y anuncial Crucicado (1Cor 2,2); este rostro es el que, de nuevo, l identica con la gloriade Dios.

    Pablo tiene dicultad para hablar directamente de la muerte de Jess como cen-tro del acontecimiento teolgico (y de la misin de Pablo) porque Pablo est polemizan-do contra quienes (posiblemente judaizantes) parecen acusarle de predicar un evangeliode muerte, velado45. Sin embargo, la relacin entre el crucicado y la gloria de Diosresulta clara cuando se toma la debida distancia.

    3) Forma de Dios

    En Flp Pablo habla de la revelacin de Jess como forma de Dios (evn morfh/|qeou/): Flp 2,6-8 [Jess Mesas], teniendo forma de Dios, no consider un botn el serigual a Dios, sino que se vaci a s mismo tomando la imagen de esclavo. Siendo comolos hombres y viviendo como cualquier hombre, se humill a s mismo, obedeciendohasta la muerte y una muerte de cruz. (ver Jn 5,18-19; 8,19; 14,9).

    44 La expresin el Seor de la gloria apunta paradjicamente a la crucixin; cf. H. C,1 Corinthians : A Commentary on the First Epistle to the Corinthians, Fortress Press, Philadelphia 1975, 63:Tis is the very means of bringing out the point, the theologia crucis, and hence the paradoxical conjunctionof Kyrios and cross.

    45 Cf. C. K. B, Pauls Opponents in Ii Corinthians: New estament Studies 17 (1971) 233-254; D.G, Te Opponents of Paul in 2 Corinthians, Fortress Pr., Philadelphia 1986; J. L. S, Identifying PaulsOpponents: Te Question of Method in 2 Corinthians, Sheffield Academic Pr., Sheffield 1990; . R. B,Spirit and Covenant Renewal: A Teologoumenon of Pauls Opponents in 2 Corinthians: Journal of biblicalliterature 129 (2010) 129-151.

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    41DE LA EXPIACIN A LA RECONCILIACIN

    Para algn autor esta expresin es sinnimo de la anterior (eivkw.n tou/qeou/)46, pero resulta un texto sobre estudiado y difcil de entender47. La expresin

    evn morfh/| qeouse ha interpretado como la naturaleza y carcter esencial de Dios(Lightfoot), como la gloria de Dios que incluye la prexistencia de Cristo (Meyer,Weiss), como icono de Dios (Martin), como un modo de ser en unas determi-nadas circunstancias, el modo de ser de Dios (Ksemann), o como condicin oestatus divino (Schweizer). odas estas lecturas pueden coincidir en un punto: Jessque muere en la cruz expresa, aunque de un modo ambiguo, la forma de ser o deactuar de Dios en la historia.

    anto si est detrs la cristologa de Adn48 o la tradicin del Siervosufriente49, resulta significativo que el lugar del himno en el que se menciona que

    Jess es forma de Dios o igual a Dios (to. ei=nai i;sa qew/|) es en la primeraparte (2,6-8), donde se describe el vaciamiento, la servidumbre y la muerteen cruz de Jess, y no en la segunda, donde se habla de la exaltacin, del nom-bre sobre todo nombre, del culto y reconocimiento universal (2,9-11). Nose trata de un simple movimiento de abajamiento y ensalzamiento de la mismadistancia: el nombre sobre todo nombre (2,9) final supera con mucho el aba-

    jamiento inicial (cf. Rom 1,4) por lo que probablemente el texto no alude a laprexistencia de Jess50, sino ms bien a la identidad del Dios que se revela en esaactuacin de Jess.

    Lo ms signicativo para el discurso que seguimos, es que la forma e igual-dad de Jess con Dios, su forma de manifestar a Dios se refleja cuando Jess muerecomo un esclavo en la cruz. Esta revelacin, independientemente de que sea propia dePablo o l la haya asumido como propia, tuvo que obligarle a revisar los modelos conlos que comprenda a Dios y, sobre todo, su accin salvadora en la historia. Para Pablo,

    46 Ralph Martin sostiene que y son sinnimos en este sentido: R. P. M, Carmen Christi:Philippians Ii. 5-11 in Recent Interpretation and in the Setting of Early Christian Worship , Cambridge UniversityPress, Cambridge 1967, 102-119.

    47 Esta expresin ( ) es de los ms estudiados y sera imposible presentar una visin de sus

    interpretaciones; cf. P. . OB, Te Epistle to the Philippians : A Commentary on the Greek ext, Eerdmans,Grand Rapids, Mich. 1991, 207-211. Agradezco a lvaro Pereira sus valiosos comentarios sobre algunosaspectos de esta expresin.

    48 J. D. G. D, Christology in the Making : A New estament Inquiry into the Origins of the Doctrineof the Incarnation, SCM Press, London 1989, 116. De acuerdo a este modelo, Jess acept totalmenteel destino humano que le llev a la muerte (de cruz) por lo que Dios le elev a la categora de Seor(cf. Sal 110,1; 8,6). El paralelismo entre los vv. 6a y 7b () se corresponde con el de los vv. 7c y 8b(); igualmente, la repeticin al inicio de la primera estrofa (6ab:evn morfh/| qeou/ /to. ei=nai i;saqew/|) aparece de nuevo al inicio de la segunda (7cd:evn o`moiw,mati avnqrw,pwn /sch,mati w`j a;nqrwpoj). Estecontraste remite a Gen 1-3, donde Adn (icono de Dios: Gen 1,27 e igual a Dios: Gen 3,5) personic elmovimiento inverso (explotar el botn de ser igual a Dios; Gen 3,22: ge,gonen w`j ei-j evx h`mw/n), tal comosubraya Pablo en Rom 1,23 y 7,7-11.

    49 B,Jesus and the God of Israel : God Crucified and Other Studies on the New estaments Christologyof Divine Identity, 41-45; Bauckham, adems, cree que se trata de un texto original de Pablo, no heredado de latradicin prepaulina (p. 41).

    50 Cf. D, 116.

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    Dios se revela ms (mejor) en la muerte de Jess en la cruz que en el acto de otorgarlesu propio nombre (sobre todo nombre). El subrayado paulino para gloria de Dios al

    nal del himno51

    (2,11) refleja muy bien que para Pablo, la historia de Jess tiene unadimensin teolgica, revela quin es Dios52.

    4) Fuerza de Dios

    En 1Cor Pablo habla de la revelacin de Jess como fuerza de Dios en ladebilidad, en el silencio, en la oscuridad y en la ausencia. En 1Cor 1,18 dice: Puesla predicacin de la cruz es una locura para los que se pierden; mas para los que sesalvan - para nosotros - es fuerza de Dios (du,namij qeou/). En 1Cor 1,23-24 aade:

    Nosotros predicamos a un Cristo crucicado: tropiezo para los judos, locura paralos gentiles; mas para los llamados, lo mismo judos que griegos, un Cristo, fuerzade Dios y sabidura de Dios (Cristo.n qeou/ du,namin kai. qeou/ sofi,an).

    Pablo contrasta muy bien dos tipos de fuerza: la lgica que domina el pensa-miento de las personas y la lgica de Dios. El sentido que tiene la du,namij qeou/resultaser, a juzgar por el uso del trmino en el vocabulario paulino, la actuacin de Dios en lahistoria, su peculiar modo de hacerse presente, la dinmica por medio de la cual mues-tra su fuerza y su obrar; es su modo de ser53. sta, subraya Pablo, se presenta como unacontraposicin de la de los hombres; la cruz como fuerza resulta una absoluta reversin

    de los valores y conceptos con los que vemos y juzgamos el mundo54

    . Pablo presentala fuerza en trminos totalmente inusuales: esta fuerza aparece como debilidad y vice-versa, de modo que cruz se convierte en signo de la fuerza de Dios55, que Pablo utilizacomo instrumento por el que busca una subversin de los modos de organizarse y unaestrategia para revalorizar su impotencia e incapacidad56. En tal sentido, no hay duda deque Pablo descubre la cruz; sta le revela la (buena) noticia de quin es Dios y cmoacta en la historia57. La cruz tiene un carcter apocalptico que desvela el evangelio,la buena noticia de la forma de hacerse presente Dios en esta historia, un modo ver-daderamente paradjico por el que Pablo puede decir: Por eso me complazco en mis

    51 Cf. G. F. H, Philippians, Word Books, Waco, ex 1983, 101-102.52 La idea de que Pablo vi a Jess (bien como Seor, 1Cor 9,1; bien como hijo de Dios, Gal 1,16;

    bien como Mesas, Flp 3,8) tuvo que resultarle familiar a las experiencias de contemplacin de Dios de latradicin mstica juda; cf. M. N. A. B, Te Form of God (Phil 2:6): Variations on a Teme of

    Jewish Mysticism:Journal of Teological Studies 48 (1997) 1-23.53 Cf. Rom 1,4; 1,16; 1Cor 2,5; 4,20; 6,14; 2Cor 4,7; 6,7; 13,4.54 Cf. A. C. , Te First Epistle to the Corinthians : A Commentary on the Greek ext, W.B.

    Eerdmans; Paternoster Press, Grand Rapids, Mich.; Carlisle 2000, 155.55 Cf. J. H. S, Paul and the Anatomy of Apostolic Authority, Cambridge Univ Pr, London & New

    York 1975, 187-203.56

    E. A. C, Imitating Paul: A Discourse on Power, Westminster/John Knox Pr, Louisville, Ky 1991,1-58, 89-118.57 Anthony Tiselton lo dijo de este modo: Gods manifestation of power and wisdom operates on a

    different basis, namely, the way of love which accepts the constraints imposed by the human condition or plighand the prior divine act of promise, and becomes effective and operative (has power) in Gods own way, for it t

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    flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridaspor Cristo; pues, cuando soy dbil, entonces es cuando soy fuerte (2Cor 12,10)58.

    El poder de Dios se encuentra y se maniesta, pues, no en medio del poderconvencional o del estatus (prestigio, honor), sino en esos lugares y situaciones queson aparentemente ausencia de Dios. Es una paradjica presencia en la ausencia. Lavulnerabilidad e impotencia que por su propia naturaleza maniesta la ausencia de Dioses el lugar donde Dios est ms presente, el lugar donde el verdadero poder de Dios sepuede ver (1Cor 1,18.24; 2,4-5; cf. Mc 8,22-26; 10,46-52: los dos ciegos). Este es elpoder que nalmente destruye el viejo orden.

    Dios, entonces, no acta como Adn sino como el Mesas crucicado; la ima-

    gen de Dios que Adn presenta (uso/abuso del poder, conocimiento, dominio sobretodo) no es la del Padre de Jess. La imagen de Dios que Jess representa es la dela desapropiacin, autoentrega, vaciamiento, impotencia. Slo de esta forma, subray

    Jrgen Moltmann, la persona se puede liberar del monstruo que mata que todos lle-vamos dentro, que no es otro que el deseo de ser dioses, la autodivinizacin, el afn decontrol y poder. La nica fuerza capaz de liberar de esa tendencia a dominar y oprimires la imagen (el conocimiento) del Dios crucicado, que es vulnerable e impotente; lafuerza de Dios que renuncia al poder y se hace impotente. El Dios crucicado destruyeal dios en que quisiramos convertirnos, mata al dios falso59. Por eso la cruz es el lugarde la revelacin de Dios: el poder de Dios es el poder de renunciar al poder y conver-tirse en vulnerable por otros; la mejor demostracin del poder de Dios es precisamentela mayor muestra de renuncia a ese poder. Slo Dios es capaz de tal alteracin de losvalores humanos. Abrazar la impotencia y la vulnerabilidad es el modo de encontrar elpoder de Dios60.

    b) Revelacin de un nuevo rostro de Dios: la reconciliacin

    Los textos anteriores apuntan a un cambio de paradigma en la imagen de Dios:son armaciones de Pablo que sugieren que el paradjico acontecimiento de la cruz de

    Jess estaba lleno de un nuevo sentido teolgico que necesit de un modelo adecuadopara comprender la accin de Dios en la cruz de Jess.

    Los primeros seguidores de Jess, tras el fracaso de sus expectativas mesinicas(cf. Lc 24,21) y las experiencias que revirtieron ese fracaso (cf. 1Cor 15,3-8; Lc 24,28-35;

    corresponds with Gods own nature as revealed in Christ and in the cross; , Te First Epistle to theCorinthians : A Commentary on the Greek ext, 176.

    58 Pablo admite haber tenido, tiempo despus de su vocacin camino de Damasco (14 aos despus),poderosas visiones y revelaciones del Seor; cf. Bockmuehl, Te Form of God (Phil 2:6): Variations on a

    Teme of Jewish Mysticism, 20.59 Cf. J. M, El Dios Crucificado La Cruz De Cristo Como Base Y Crtica De La eologa Cristiana,

    Sgueme, Salamanca 2010, 99-100.60 C. G A, Las Interpretaciones De La Muerte De Jess, 209.

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    etc.) volvieron la mirada al acontecimiento de la cruz para comprender, desde la certezadel nuevo lugar que ocupaba Jess ahora como Seor (cf. 1es 1,9-10; Rom 1,3-4; Flp

    2,9-11), lo que ah haba ocurrido, lo que Dios quera revelar con su muerte. Las met-foras sacriciales muestran, precisamente, que la muerte de Jess signic para aquellosseguidores el perdn de los pecados (muri por nuestros pecados: 1Cor 15,3; Gal 1,4;Mt 26,28; etc.). Pero, si la expiacin no es el nico modo de entender ese perdn, de quotro modo se puede entender? Si la muerte de Jess no fue exclusivamente un sacricioexpiatorio para el perdn de los pecados, qu fue? Por tanto, si prescindimos del modeloexpiatorio para hablar de la reconciliacin que acontece en la cruz de Cristo, qu otrosmodelos o metforas utiliza Pablo? Pablo, de un modo muy novedoso, incorpora una nue-va metfora para hablar de lo que ocurre en la cruz: es la dinmica de la reconciliacin(katalla,ssw/katallagh,) como modo de mostrar Dios su misericordia y su perdn

    (evlee,w/avfi,hmi); esta dinmica de la reconciliacin es la que le lleva a no tomar en cuen-ta los pecados sin haber mediado antes ningn tipo de contraprestacin, gratuitamente(2Cor 5,16-21; Rom 5,1.10-11; cf. Rom 3,24-26; 8,23)61.

    Dice en 2Cor 5,16-21:

    As que, en adelante, ya no conocemos a nadie segn la car-ne. Y si conocimos a Cristo segn la carne, ya no le conocemosas. 17Por tanto, el que est en Cristo, es una nueva creacin;pas lo viejo, todo es nuevo. 18Y todo proviene de Dios, quenos reconcili (katalla,xantoj) consigo por Cristo y nos con- el ministerio de la reconciliacin (katallagh/j). 19Porqueen Cristo estaba Dios reconciliando (katalla,sswn) al mundoconsigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hom-bres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliacin(katallagh/j). 20Somos, pues, embajadores (presbeu,omen) deCristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nom-bre de Cristo os suplicamos: dejaos reconciliar (katalla,ghte)con Dios! 21A quien no conoci pecado, le hizo pecado por

    nosotros, para que vinisemos a ser justicia de Dios en l.Igualmente, en Rom 5,10-11 recoge la misma idea:

    Si cuando ramos enemigos (evcqroi,), fuimos reconci-liados (katalla,ghmen) con Dios por la muerte de suHijo, con cunta ms razn, estando ya reconciliados(katallage,ntej), seremos salvos por su vida! Y no solamen-te eso, sino que tambin nos gloriamos en Dios, por nuestroSeor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la recon-

    ciliacin (katallagh.n) (cf. Rom 5,1).

    61 Cf. M. M. M, Paul and the Rhetoric of Reconciliation : An Exegetical Investigation of theLanguage and Composition of 1 Corinthians, Mohr, bingen 1991.

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    El trminokatalla,ssw62se utilizaba fundamentalmente en el mbito diplo-mtico, poltico o jurdico. Pablo demuestra ser conocedor de este signicado porque lo

    aplica, por ejemplo, a la reconciliacin de varn y mujer tras la separacin de sta, parapedir que la parte separada (la que ha dejado y ofendido a la otra) tome la iniciativa devolver a juntarse (cf. 1Cor 7,11)63.

    Sin embargo, en lnea con la tradicin post-exlica del libro de los Macabeos64,cuando Pablo habla de la reconciliacin de la persona con Dios ofrece un cambio deparadigma, como ha subrayado John Fitzgerald65. Lo esperado era, de acuerdo al mododiplomtico de proceder, que la parte ofensora tomara la iniciativa de acercarse al ofen-dido y ofreciera algn tipo de reparacin de la ofensa. De este modo, se esperaba delofensor el abajamiento y humillacin que supone desandar el camino andado del orgu-

    llo o de la autosuciencia para acercarse al que ha sido ofendido. Pablo, sin embargo,subraya con este verbo la iniciativa del supuesto ofendido (Dios) para restaurar la rela-cin rota por parte del ofensor (persona). As destaca el abajamiento o la humillacin deDios para acercarse al ofensor (la persona), aunque no se haya movido de su lugar, aun-que no haya hecho nada para merecer esa reconciliacin, aunque sigua siendo malo oenemigo (Rom 5,8.10)66. Dios reconcilia al transgresor antes de que ste haya hechonada para acercarse a Dios, para arrepentirse o pedir perdn; Dios ama, incluso, al queha hecho dao y no ha pedido perdn: la prueba de que Dios nos ama es que Cris-to, siendo nosotros todava pecadores (amartwlo,j), muri por nosotros (Rom 5,8);cuando ramos enemigos (evcqroi,), fuimos reconciliados (katalla,ghmen) con Diospor la muerte de su Hijo (Rom 5,10).

    Esta dinmica, frente a otros modos de reconciliacin (sacricial-expiatorio)no exige una peticin de perdn, ni un arrepentimiento, ni un gesto de desagravio; noreclama a la parte ofensora un acto de reparacin, compensacin o de acercamiento; elsupuesto ofendido (Dios) no requiere ningn sacricio por parte del ofensor (el hom-bre), ni vctima alguna (cf. Os 6,6; Mt 9,13). Es una dinmica que funciona, nica yexclusivamente, por la tolerancia, olvido, gracia, comprensin o magnanimidad de la

    62

    Cf. Friedrich Bchsel, katalla,ssw, en: Gerhard Kittel, Geoffrey William Bromiley y Gerhard Friedrich(eds.), Teological Dictionary of the New estament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964-c1976), 1:255. Sinembargo, Bchsel no termina de desprenderse de sus prejuicios expiatorios para intepretar los textos paulinos.

    63 En Mt 5,23-24 se describe la accin de volverse hacia el ofendido (si recuerdas que tu hermano tienealgo contra ti) mediante dialla,ssw; por tanto, mientras ste verbo puede describir el movimiento del ofensorhacia el ofendido, katalla,sswsubraya el movimiento del ofendido hacia el ofensor para restaurar la relacinrota.

    64 En 2Mac 1,5; 7,33; 8,29 (las nicas ocurrencias en LXX, adems de Jer 31,39) el sujeto de la accin esDios; l es el que recorre la distancia que le separa de la persona (el ofensor) para recuperar la amistad perdida.En ningn caso katalla,sswtiene lugar o funcin en los ritos expiatorios (ni en Israel ni en las religionesgrecorromanas). Lo mismo ocurre en Flavio Josefo,Antigedades6, 143.

    65

    Cf. John . Fitzgerald, Paul and Paradigm Shifts: Reconciliation and Its Linkage Group, en: .E-P, Paul Beyond the Judaism/Hellenism Divide, Westminster John Knox Pr., Louisville;London; Leiden 2001, 241-262.

    66 Cf. C. C, Te Social Significance of Reconciliation in Pauls Teology : Narrative Readingsin Romans, & Clark, London 2010, 90-91.

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    parte ofendida respecto de la ofensora, de Dios respecto del transgresor. El supuestoofendido renuncia a la ofensa, la ignora para acercarse al ofensor y recuperar la relacin,

    con todas sus consecuencias67

    .La muerte de Jess puede dejar de ser comprendida fundamentalmente como

    un sacricio de expiacin para ser concebida como imitacin de la forma de Dios,de su modo de ser y actuar que no toma en cuenta las ofensas, ni busca reparacin, niexige satisfaccin. Desde el punto de vista teolgico, la muerte de Jess adquiere unadimensin diferente: se convierte en la imitacin de la dinmica de la reconciliacin.Igual que Dios, Jess no ha buscado una salida a la condena injusta, no ha buscado elenfrentamiento ni ha exigido reparacin. Jess, en silencio (como oveja que es llevadaal esquilador, cf. Mt 26,63; Is 53,7)68, acept el rechazo, la humillacin de la muerte en

    cruz y la condena injusta mostrando, precisamente as, que Dios acepta el rechazo delhombre, pero no exige reparaciones, sino que l mismo se abaja hasta humillarse parareconciliar y recuperar al perdido (cf. Mt 18,12-14; lc 15,3-7). Lo que hace Jess en lacruz es lo que hace el Padre con cada persona, incluso con los que lo rechazan.

    La conexin con la experiencia vocacional camino de Damasco parece clara69;Pablo desarrolla esta metfora de la reconciliacin para dar cuenta de la novedad quel ha descubierto en su visin del crucicado (1Cor 2,2): la (verdadera) identidad deDios. sta se explica mejor mediante la metfora de la reconciliacin de los enemigos,mediante el vaciamiento y la humillacin del poderoso ofendido que recorre as la dis-tancia que el otro no pude recorrer. Este abajamiento no se produce como consecuenciade un sacricio expiatorio ni de ningn otro modo de querer compensar o ganarse aDios, sino como consecuencia de la identidad de Dios, un Dios Padre que no tomaen cuenta los pecados (2Cor 5,19; cf. Rom 6,7.11; Rom 3,25c) 70porque ama al quele odia (Rom 5,8). El concepto de pecado se desplaza desde la idea de la transgresinu ofensa a la de falta de conanza en este Dios: esas transgresiones no ofenden a Diosporque no toma en cuenta la ofensa. El pecado, para Pablo, es no conar en que Diosacta as, gratuitamente (Gal 2,19-21; 5,4).

    La muerte de Jess fue consecuencia, exclusivamente, del rechazo de las auto-ridades religiosas y polticas (romanas y judas) de su tiempo, que no podan aceptarla deslegitimacin de su poder y de su injusticia (1Cor 2,8). La muerte de Jess, pues,

    67 Esta reconciliacin (katalla,gh) es lo contrario a la ira o clera (ovrgh,) de Dios; cf. 2Mac 5,20.68 Cf. P. F. E, La Muerte De Jess Y El Siervo Sufriente De Isaas: Aproximacin Psico-Sociolgica a

    Una Cuestin Histrica Y eolgica, en C. B C.J. G A (ed.), Reimaginando Los Orgenes DelCristianismo, Verbo Divino, Estella 2008, 171-192.

    69 Cf. S. K, 2 Cor. 5:11-21 and the Origin of Pauls Concept of Reconciliation: Novum testamentum39 (1997) 360-384; sin embargo, a pesar del acierto en la conexin de la metfora con la experiencia de Damasco,

    Sim sigue sosteniendo la vigencia de la interpretacin sacricial de la muerte de Jess para lo que debe defenderque el uso de katalla,sswen Pablo es nuevo y diferente respecto del de su contexto. Cf. C. B, Grace,Reconciliation, Concord : Te Death of Christ in Graeco-Roman Metaphors, Brill, Leiden 2010.

    70 Cf. C. B L. C, Te New International Dictionary of New estament Teology, Zondervan,Grand Rapids, Mich 1976, 3:1193.

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    (y la terminologa sacricial: su sangre, su sacricio) revela, precisamente, que Dios noquiere sacricios, sino transformar aquella imagen de Dios (Rom 12,1-2; cf. Os 6,6;

    Mt 9,13) en otra que genere conanza (fe) como la conanza que mostr Jess en sumuerte, conanza de que sera acogido y reivindicado por Dios.

    Se puede reinterpretar desde aqu un texto sacricial que siempre se lee expia-toriamente, Rom 3,24-26: [odos] son justicados por el don de su gracia, en virtudde la redencin realizada en Cristo Jess, a quien exhibi Dios como instrumento depropiciacin por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendopasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia deDios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser justo y justicadordel que cree en Jess. Parece que Pablo est aqu aludiendo a Lv 16 y al ritual del Yom

    Kippur; sin embargo, lo que dice Pablo es que el rechazo de Jess por parte de las au-toridades (y todos los responsables de su muerte) no hizo sino mostrar el modo comoDios acta: respetando la historia sin intervencionismos, permaneciendo en silencio ydejando que los hombres hagamos nuestra historia, aunque suponga la muerte de vcti-mas inocentes. Dios no quiere esas vctimas, pero no interviene cuando los hombres lascrean: se convierten en testigos de la nica fuerza capaz de cambiar la historia de raz,amando incluso a los verdugos (de Jess y de todas las vctimas).

    La frase muri por nosotros (Rom 5,8; 8,31.32) o le hizo pecado por no-sotros (2Cor 5,21) no necesariamente hace siempre referencia a la muerte expiatoria(sacricial), sino al conocimiento que Jess tiene de Dios, de su modo de reconciliar,dar paz y anular el pecado (Rom 5,1.10-11; 6,1-11) y a la revelacin que su muertesupuso para quienes creen en l, quienes confan en su fe (la fe de Jess:eivj to.ei=naiauvto.n di,kaion kai.dikaiou/nta to.n evk pi,stewj VIhsou/, Rom 3,26). Esto suponeuna radical transformacin de nuestros parmetros, pero es la mejor garanta de que noestamos haciendo un Dios a nuestra imagen y semejanza71.

    4. Perspectivas conclusivas

    Recojo, para concluir, algunas de las posibilidades teolgicas que se abren alrevisar y rebajar las categoras expiatorias para interpretar la muerte de Jess e introducirotras que tienen un gran protagonismo en el Nuevo estamento.

    Como hemos visto, la lectura expiatoria no es la nica posible a la hora de inter-pretar el sentido y funcin de los sacricios en la tradicin juda del segundo templo. Esposible, y quiz deseable, subrayar la idea del sacricio como imitacin de la accin deDios a la hora de aplicar esta metfora para interpretar la muerte de Jess y su sentidoteolgico. Esto permite entender la muerte de Jess como una imitacin de Dios, comouna revelacin de la identidad y actuacin de Dios en la historia.

    71 Dietrich Bonhoeffer escribi: Si soy yo quien dice dnde estar Dios, siempre encontrar ah un [falso]Dios que se asemeja a m, que me agrada a m Pero si es Dios quien dice dnde estar, ese lugar es la cruz deCristo; D. B,Meditating on the Word, Cowley Pubns, Cambridge, Mass 1986, 45.

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    Pablo refleja en diferentes textos que, ms all de la tradicin recibida quepona el nfasis en la interpretacin sacricial (y quiz expiatoria, aunque no nece-

    sariamente), l ve en el acontecimiento de la muerte en cruz de Jess una revelacinde Dios y de su actuar. Esto lo expresa en imgenes como hijo de Dios (Gal 1,16),icono de Dios (2Cor 4,4), forma de Dios (Flp 2,6) o fuerza de Dios (1Cor1,18.24) para explicar el sentido de la cruz; Pablo ampla el conjunto de metforaspara explicar el alcance teolgico de la muerte de Jess: esta muerte revela quin ycmo acta Dios.

    Esta actuacin de Dios la presenta Pablo al elegir la imagen de la reconcilia-cin (katalla,ssw/katallagh,) para describir la voluntad de Dios de no tomar encuenta los pecados (2Cor 5,19) incluso cuando el ofensor no le ha pedido perdn y

    le ha rechazado (Rom 5,8.10). Esta lectura presenta un rostro de Dios diferente, queno exige ni pide sacricio (ni satisfaccin). Presenta una imagen de Dios a quien latransgresin de los valores morales (y de la orah) no le ofende, pero le conmueve y leapasiona; un Dios a quien el mal no le enfurece, pero le estremece y le angustia, y anteel que guarda silencio y no interviene; no en una actitud pasiva, sino en la ms difcil detodas, esa que slo Dios sabe hacer: amando tambin al transgresor, al verdugo, ademsde la vctima.

    Esta lectura descubre que la raz del mal no est ni en Dios (que he hecho unmundo imperfecto) ni en la condicin humana (que es mala por naturaleza), ni en laeterna lucha del bien y del mal72. El mal, ms bien, es fruto de la codicia, es decir, deldeseo de remplazar a Dios, de querer acaparar el poder, de someter a los otros, de domi-nar. A la vez, esta lectura descubre que la codicia forma parte de la condicin humana,que es endmica y perene (Rom 7,7-25). Por tanto, la nica salida, como apuntabaMoltmann73, es que el objeto de codicia cambie, que la imagen de Dios a codiciar sea ladel Dios vulnerable y humillado. Y de aqu se desprende un nuevo concepto de pecadoque desarrolla esta perspectiva cristiana: el pecado no es la transgresin de una normamoral, sino el alejamiento o traicin de la imagen del Dios crucicado, vaciado de todaprerrogativa y todo poder.

    Jess, de acuerdo a esta lectura, no muere vctima del mal ni de Dios; esvctima de los poderes y de la injusticia de las autoridades (1Cor 2,8; 15,24-25); Jessasume su muerte como modo de revelar la manera que Dios tiene de actuar en lahistoria: silencio y vaciamiento que termina resultando una fuerza verdaderamentetransformadora. Jess es quien mejor a comprendido al Padre y vive imitndolo: nose guarda para s la vida, no evita las consecuencias de ese modo de vivir, sino quelleva el proyecto de Dios hasta el nal, mostrando que Dios no se guarda nada paras (Rom 8,32).

    72 Cf. G. B P. S, Dallo Stesso Grembo: Le Origini Del Cristianesimo E Del GiudaismoRabbinico, EDB, Bologna 2012, 26-65.

    73 Cf. M, El Dios Crucificado La Cruz De Cristo Como Base Y Crtica De La eologa Cristiana,99-100.

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