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José Luis Vallejo Marchite CÁNTICO (SONETOS DE AMOR A LO DIVINO) (2011)

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(SONETOS DE AMOR A LO DIVINO) (2011) José Luis Vallejo Marchite A mis alumnos de Historia de la Lengua y Literatura Medieval de la Universidad Marcelino Champagnat Lima (Perú)

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José Luis Vallejo Marchite

CÁNTICO (SONETOS DE AMOR A LO DIVINO)

(2011)

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A mis alumnos de Historia de la Lengua y Literatura Medieval de la Universidad Marcelino Champagnat Lima (Perú)

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Y OÍ TU VOZ

Y oí su voz. Jugaba entre los árboles pronunciando mi nombre, a veces con violencia, entre susurros siempre. Y entonces entendí que Dios habla en el viento. ¿Por qué, le pregunté, me interpelas, Señor, cuando la noche como una tierna madre nos cobija? ¿Por qué cuando la luz pajarea en el huerto te callas y me dejas atónito, entre trinos, soñar con otras voces? ¿Acaso tu presencia no anida en el bullicio?

Y entonces comprendí que eres como una brisa ligera que se pierde, imperceptiblemente, por las suaves laderas; como la azul sonrisa del agua rumorosa; como el beso irisado de la rosa más alta; como el frescor eterno del césped bien regado; como las tiernas hojas que jamás emprendieron el regreso al país del otoño.

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Y enmudecí. Y me adentré en el alma por audaces caminos por ver si allí escuchaba las palabras más nuevas. Todo era allí silencio y paz dormida, soledad incurable, fuego entrañado, brasa crepitante, ceniza perfumada por mil sueños. Y en medio, Tú sonriendo a cada instante. Y me abrasé en el fuego de la ternura.

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EL ALMA DESEA EXPERIMENTAR LA NOCHE OSCURA

Preámbulo

Como las rosas, Dios, que cada día para nacer se sueñan, me he soñado viviendo en Ti. Si estoy equivocado, dímelo y perdona mi osadía. Porque, a veces, llamamos utopía al vivir que trasciende lo soñado haciendo realidad AMADA-AMADO y síntesis la pena y la alegría. Noche arriba, ¡oh Dios!, con luna llena, tortolica asustada, por la arena se he adentrado mi alma en la espesura. Quiere experimentar, en Ti perdida, lo duro que es, cuando el Amor te olvida, vivir la noche del amor oscura. Lima, 7 de junio de 2011

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NO QUIERAS DESPRECIARME Preso en la cárcel del amor oscura GARCÍA LORCA (Sonetos del amor oscuro)

¿Al aire de qué vuelo está mi vida si está mi voz vertiendo su amargura, presa en la cárcel del amor oscura y nadie acude a restañar su herida? ¡Oh silencios! ¡Oh llaga desmedida! De Ti desposeída, mi voz pura es ya clamor rayano en la locura que barbota mi boca así mordida. Déjame ver siquiera un breve instante tu rostro, o escuchar tu voz, Amado, si no me satisfaces con tu todo. Pues si mis ojos copian tu semblante, tu voz el corazón deshabitado, “yo seré Tú, viviendo de otro modo”. Lima, 7 de junio de 2011

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ANHELO DE INMORTALIDAD

Esta luz otoñal de amanecida, llama lenta a estas horas dolorosas, hiere el desasosiego de las rosas, sueño fugaz pujando por la vida. También mi corazón, ya flor marchita, bajo un aire inmortal y esta luz ciega, como las rosas se desasosiega cuando más, mi Señor, te necesita. Viste de luz, ¡oh Dios!, mi noche oscura. Escucha a quien te grita y te reclama con llanto y con caliente voz de hielo. Y quema ya, Señor, esta locura, este dolor mojado que, hecho llama, hacia tu luz divina emprende el vuelo. Lima, 7 de junio de 2011

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LLAGA DE AMOR Me golpeaste, Amor, con tus dos alas y la ligera fusta de su pluma como golpea la constante espuma la resignada arena de las calas. Me golpeaste, Dios, con tu blancura, con el flagelo de una melodía que suena, a veces, a melancolía de carne estremecida y de locura. Me golpeaste, Amor, por que no fuera para tu pan montón de trigo duro, para tu vino agraz racimo inerte. Hoy me golpeas, Dios, para que quiera, si has sido Tú mi azote en lecho duro, ser llaga en Ti de amor hasta la muerte. Lima, 7 de junio de 2011

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LA VOZ SECRETA DEL AMOR DIVINO ¿Quién ha logrado oír tu voz secreta, “dulce y lejana voz por mí vertida”, que apasionadamente travestida a cualquier hora por amor me inquieta? Dulce y lejana voz, entretenida en romperle a mi sueño el privilegio, acero penetrante, sortilegio en noche de amistad bien avenida. Voz, mi Dios, que en mi pecho se adormece prisionera de amor, y al aire sube por una enredadera de alegría. Voz, mi Dios, transparente, que amanece como lluvia y cristal y trino y nube y en ella me despierto cada día. Lima, 7 de junio de 2011

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EL POETA PREGUNTA AL AMOR Me mandaste callar. Aquí en cadena tengo los labios como me pedías, esperando entre dulces agonías que sueltes las palomas de mi pena. Sigo callado, el corazón de arena, los ojos turbios de hondas lejanías y un dolor inclemente que hace mías tu prolongada ausencia y mi gangrena. ¿Qué norma agita igual noche y ausencia, graves palabras y silencios graves cuando se tiene el alma dolorida? ¡Ay!, muérdame los labios tu presencia por preguntarte con palabras suaves qué debo hacer ahora con mi herida. Lima, 8 de junio de 2011

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EL ALMA SE CONFIESA AL AMOR

Yo no te pido lo que me pediste porque sin Ti el silencio es un castigo: no te calles, oh Dios, si estás conmigo para que el alma no se sienta triste. Hubo un tiempo en que así me lo exigiste y enmudecí como enmudece el trigo que duerme bajo tierra. Te lo digo porque fue la manera en que me heriste. ¡Oh silencio sin fin, angustia erguida, oscura noche sin acabamiento, ciego dolor y llaga conmovida! Es lo que fue, Señor, pero ahora siento sobre el cráter hirviente de mi herida el delicado soplo de tu aliento. Lima, 9 de junio de 2011

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EL ALMA SE QUEJA ANTE UN NUEVO ABANDONO

Hoy me has salido al paso sonriendo. Y mientas una lluvia, ¡oh maravilla!, regaba lentamente mi mejilla, un no sé qué seguías balbuciendo. En hora tan temprana yo iba viendo cómo el dolor no daba con su orilla en esta nueva ruta sin mancilla: aquel dolor que me dejaste ardiendo. Permitiste que todo lo ganado desde el último encuentro se perdiera con la lluvia. Y quedé desamparado. Que no hay por qué, por mucho que se quiera, he de quedar de nuevo condenado a esperar otro encuentro en primavera. Lima, 10 de junio de 2011

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LLAMA ENAMORADA

Mañana entenderás lo que es la vida MARTÍN DESCALZO

Mañana entenderás lo que es la vida. Hablas de vida, pero yo no entiendo si es eso lo que estabas balbuciendo mientras, atento, hurgabas en mi herida. ¿Eso es lo que dijiste a tu partida cuando iba ya la lluvia remitiendo y el canto de alborada se fue haciendo sollozo y llanto y grito y voz herida? “Tu voz regó la duna de mi pecho” de manera violenta y no esperada hasta dejarlo, mi Señor, maltrecho.

¿Qué hacer, si la tenía acostumbrada a esa prisión de amor, bajo tu techo, con esta pobre llama enamorada? Lima, 10 de junio de 2011

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APRESURA TU PASO DE GACELA

¡Pronto!¡Pronto!, Señor, que el tiempo vuela y amenaza romperle la hermosura a esta noche de amor y de ventura que al irte se quedó sin centinela. Apresura tu paso de gacela y vuelve, no se torne en amargura y decididamente muy oscura sin la presencia que mi amor anhela. No me dejes saltar sobre el vacío ni cruzar solo el caudaloso río que de Ti me separa, que ando herido. Regresa, Amor, a vigilar la puerta, porque la noche avanza y está abierta y me pretende un amor perdido. Lima, 11 de junio de 2011

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MIRADA APASIONADA DE DIOS

Por fin me regalaste tu mirada. Ya todo estaba dicho o casi todo y era mirarme, ¡oh mi Dios!, un modo de estar Tú en mi, callado, otra jornada. Tu mirada cubrió de amor mi nada y fue mi carne estremecido lodo hasta que le encontraste en Ti acomodo y se quedó entre lirios olvidada. Se adelgazó tu voz. También la mía, que antaño de locura se vestía, y se acogió a la soledad sonora. Esta noche de amor apasionada es tu mirada luz enamorada “que entre las ruinas de mi pecho mora”. Lima, 11 de junio de 2011

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CUANDO EL AMOR DICE SÍ

¡Ay noche inmensa en la que pude verte, escuchar tus palabras en el viento, sanar la herida de mi sufrimiento y escapar a tu lado de la muerte!

¡Ay noche en la que pude, Amor, hacerte a mi medida en sin igual intento, gozar la maravilla de tu acento y apasionadamente poseerte! Cuando dijiste sí, la noche arriba, “lloraba yo por hondas lejanías” al saberme ya preso en tus hogueras. ¡Ay noche de la unión en carne viva! ¡Ay divinas, secretas galerías de una pasión sin leyes ni fronteras! Lima, 11 de junio de 2011

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EL AMOR SE ESCONDE TRAS DECIR SÍ ¿Dónde esa voz que llama y que se esconde? ¿Dónde esos dulces ojos regalados? ¿Dónde, por los rastrojos y sembrados, nevada melodía y ojos, dónde? Pregunto al corazón y no responde; a los valles y sotos apartados que a tu paso dejaste ya sembrados de hermosura. Y nadie sabe dónde. Tu partida dejó mi alma mordida luchando entre un te quiero y no te quiero y un oscuro gemir próximo al luto. ¿Quién cubrirá el paisaje de mi herida si corriendo tras Ti no hallo el sendero si, Amor, de tu mirada no disfruto? Lima, 12 de junio de 2011

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CUANDO EL AMOR INVITA AL VUELO

Tú no estabas allí. ¿O acaso estabas, oculto, en el instante que alzó el vuelo sobre el techo tranquilo del mar-cielo la tórtola asustada que Tú amabas? ¡Oh Dios!, que con el día te estrenabas por derretir con tu calor el hielo que me tenía aprisionado al suelo no sabiendo que, ansioso, me esperabas. En tu busca salí. Y volé tan alto que, víctima yo al fin de un sobresalto, extravié la ruta señalada. Pero no sé, ¡oh Dios!, cómo ni cuándo, tras una noche de seguir volando, nos volvió a unir en vuelo la alborada. Lima, 12 de junio de 2011

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ABANDONO TOTAL

Me invitaste a dormir sobre tu pecho y a degustar la miel que él atesora: me abandoné feliz sin fecha ni hora y desperté tranquilo y satisfecho. ¡Qué duelo de azucenas sobre el lecho donde el amor se goza y se devora! ¡Oh sangre de claveles que decora con su fuego tal fragua bajo techo! La noche pareciome pleno día toda de blanca y roja luz bañada y un ligero temblor de voz gozosa. Y entonces entendí que no podría abandonar la estancia iluminada sin renunciar primero a cualquier cosa. Lima, 13 de junio de 2011

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EN LA BODEGA DEL AMOR A su bodega entré como invitado. Y fue bastante un sorbo de su vino para perder el equilibrio y tino, torpes mis pies y un tanto mareado. Seguí bebiendo y me noté embriagado de un sopor dulce al tiempo que divino que me guiaba al interior camino que el Amor para mí había trazado. Bebí otra vez del vino que así embriaga, que hace perder tan rápido el sentido y el corazón alegra y luego llaga. Entonces me sentí de amor herido. Y pregunté al Amor: ¿Qué quieres que haga? Y en su bodega me quedé dormido. Lima, 13 de junio de 2011

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EL HUERTO DONDE NOS AMAMOS

Tiene el Amor un huerto, por su mano plantado de mil árboles frutales que riega con las aguas manantiales que de la altura bajan hasta el llano. En el centro del huerto hay un manzano a cuya sombra, en horas siderales, el Amor se recrea y hace reales las mieles de su beso más que humano. En la noche estival vela mi sueño quien es de mi alma el absoluto dueño hasta que el alba virgen me despierte. Si la ansiedad me turba y me desvela, es Él, enamorado centinela, quien defiende mi sueño de la muerte. Lima, 13 de junio de 2011

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DÉJAME SER SILENCIO, SOLO ESO

Déjame ser silencio, solo eso, ahora que mi vivir está contigo! Ahórrame por siempre ese castigo de ser palabra estéril y no beso. Acompáñame, Amor, en el proceso de hacer por Ti mi voz llama en el trigo, pues sé que en soledad no lo consigo y temo no salir del juego ileso. ¡Cuántas palabras, ¡cuántas!, se me han ido encumbrando a los álamos del pecho y se han trocado en verso desbocado! Y duele que en tus álamos perdido, casi ninguna, Amor, se me haya hecho canción de amor, silencio enamorado. Lima, 15 de junio de 2011

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TENIENDO YA LA CASA SOSEGADA Comentando a San Juan de la Cruz

Oigo dentro de mí una cantinela de amor. No sé si suena a despedida en la más luminosa anochecida desde que tengo el corazón en vela: No le puso a su casa centinela y salió presuroso. En su huida, el dueño, llama en vuelo, sangre ardida, lleva consigo todo cuanto anhela.

Por la secreta escala, disfrazado, con ansias y en amores inflamado, fue ascendiendo sin otra luz y guía hasta donde el Amor ya le aguardaba -oh grieta azul de noche que giraba!- sino la que en el corazón ardía”. Lima, 15 de junio de 2011

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EL AMOR PIDE QUE SE LE ABRA LA PUERTA

Ábreme ya la puerta porque llego, de noche y por sorpresa, muy llagado de amor y una honda herida en el costado de la que mana roja sangre y fuego. Huele el camino a romero, a espliego y a cantueso… Revienta ya el granado de flor en lo más alto del collado cuando vuelvo a escuchar el mismo ruego. Es la voz del Amado que me llama desde las altas cumbres, y a mi viene, brincando por las lomas florecidas. Vedlo cómo se acerca y me reclama y a mi puerta, ya abierta, se detiene para mostrarme, abiertas, sus heridas. Lima, 16 de junio de 2011

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ABIERTO A TI “Abierto A Ti, mi corazón se olvida” de todo cuanto amé -¡quién lo dijera!-, y en la hermosa y más clara noche ardiera en el gran fuego de tu amor mi vida. En mis manos el agua fugitiva me canta una canción de primavera que en nada se parece a la primera que hablaba de pasión no contenida. Suena hoy su voz más dulce y tan callada como soplo del viento en la arboleda o suspiros remando por el río. Cuando canta el Amor, anonadada, mi vida sigue ardiendo mientras queda algo que dar al fuego y aún es mío. Lima, 16 de junio de 2011

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MIL GRACIAS DERRAMANDO

Yo salí en compañía de mi Amado a contemplar la floración del valle: enjambre bullicioso era la calle, pero Él seguía junto a mí callado. Así avanzamos: Él ensimismado, atento siempre al mínimo detalle y más y más ceñida yo a su talle, por un ancho sendero perfumado. Yo miré con sus ojos la hermosura que Él iba derramando en la verdura de aquellos amplios sotos a su paso. Y regresamos -ya la brisa era fresca como una rosa en primavera- bajo la luz dorada del ocaso. Lima, 16 de junio de 2011

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EL ALMA SE ABANDONA AL AMOR DEL AMADO

De nuevo entré a su huerto, a mi regreso, para comer su miel, beber su vino y saber cuál sería mi destino después que me hubo amado hasta el exceso. Me sonrió y me envolvió en un beso tan delicado y blanco como el lino y me enseñó cuál era mi camino:

solo el amor que me tenía preso. Me abandoné, feliz, hasta quedarme dormida allá en su pecho. La melena de mi Amado, a los aires esparcida, mi rostro abanicaba. Y fue darme del todo a Él para calmar la pena que aún hurgaba en mi carne estremecida. Lima, 16 de junio de 2011

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Y EL VENTALLE DE CEDROS AIRE DABA

(CONSUMACIÓN)

Por un alto sendero iluminado llegué a su alcoba ¡Oh noche tan sabrosa! ¡Oh aventura secreta y deleitosa! ¡Oh momento de amor enajenado! “Perdida en el silencio más delgado”, a cada instante más y más dichosa como si mi alma fuera ya su esposa “escuché los latidos del Amado”. Allí me concedió Él sus favores, allí se consumaron los amores por los que, ansiosa, mi alma suspiraba. Allí fui yo su Esposa y Él mi Esposo. Allí encontró, por fin, mi alma reposo… “Y el ventalle de cedros aire daba”. Lima, 17 de junio de 2011