•2 2008 - andrews university · mundo sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas....

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Volumen 20 ¡Encontrando al “Especial”! Naturaleza y diseño: más de veinte siglos de argumentos La búsqueda de la verdad: una respuesta cristiana Elena de White y la adoración La ternura de su amor

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Volumen 20

¡Encontrando al “Especial”!

Naturaleza y diseño: más de veinte siglos de argumentos

La búsqueda de la verdad: una respuesta cristiana

Elena de White y la adoración

La ternura de su amor

DIÁLOGO 20 •2 20082

CONTENIDOENSAYOS

DEPARTAMENTOSEDITORIALCríticas culturalesLisa M. Beardsley

PERFILGanoune DiopAnsel Oliver

LIBROSThe soul sleepers (Bryan W. Ball)Reseña de Gerhard Pfandl

El culto que agrada a Dios: Criterios revelados acerca de la adoración (Daniel Oscar Plenc)Reseña de Enrique Becerra

A Strange Place for Grace: Discovering a Loving God in the Old Testament (Jon L. Dybdahl)Reseña de Bradley A. Jamison

Searching for the God of Grace (Stuart Tyner)Reseña de Paul Pichot

LOGOSEl evangelio: el poder de DiosLowell C. Cooper

PUNTO DE VISTAEnriqueciendo la alabanza y adoración a través de los ACTOsAlain Gerard Coralie

PRIMERA PERSONAManteniendo la fe Christy Sanggalan-Doroy

EN ACCIÓNEstudiantes adventistas de España se reúnen para su reunión anualRubén Sanchez-Sabaté

Estudiantes ghaneses prueban nuevas formas de ministerio en el campusRichard Agyemang y Lydia Oppong

SUPLEMENTO: INTERCAMBIO

REPRESENTANTES REGIONALES

DIVISIÓN DE ÁFRICACENTRO-ORIENTALP.O. Box 00503, Nairobi, KENIAHudson E. Kibuuka [email protected] Tschimanga [email protected]

DIVISIÓN DE ÁFRICAMERIDIONAL Y OCÉANO ÍNDICOP.O. Box 4583, Rietvalleirand 0174, SUDÁFRICAEllah Kamwendo [email protected] Fransch [email protected]

DIVISIÓN DE ÁFRICACENTRO-OCCIDENTAL22 Boîte Postale 1764, Abidjan 22, COSTA DE MARFILChiemela Ikonne [email protected] Nlo Nlo [email protected]

DIVISIÓN ASIÁTICADEL PACÍFICO NORTEP.O. Box 43, Koyang Ilsan 411-600, COREA DEL SURChek Yat Phoon [email protected] Shin [email protected]

DIVISIÓN ASIÁTICA DEL PACÍFICO SURP.O. Box 040, 4118 Silang, Cavite, FILIPINASMike Lekic [email protected] Yabut [email protected]

DIVISIÓN DEL PACÍFICO SURLocked Bag 2014, Wahroonga, N.S.W. 2076, AUSTRA-LIABarry Hill [email protected] Cangy [email protected]

DIVISIÓN EURO-AFRICANASchosshaldenstrasse 17, 3006 Berna, SUIZA Roberto Badenas [email protected] Cozzi [email protected]

DIVISIÓN EURO-ASIÁTICAKrasnoyarskaya Street 3, 107589 Moscú,FEDERACIÓN RUSABranislav Mirilov [email protected] Sirotkin [email protected]

DIVISIÓN INTERAMERICANAP.O. Box 830518, Miami, FL 33283-0518, EE. UU.Moisés Velázquez [email protected] Rodríguez [email protected]

DIVISIÓN NORTEAMERICANA12501 Old Columbia Pike,Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU.Larry Blackmer [email protected] Black [email protected] Feldbush [email protected]

DIVISIÓN SUDAMERICANACaixa Postal 02600, Brasilia, 70279-970 DF, BRASILCarlos Mesa [email protected] Gonçalves [email protected]

DIVISIÓN SUDASIÁTICAP.O. Box 2, HCF Hosur, 635 110 Tamil Nadu, INDIANageshwara Rao [email protected] Lyngdoh [email protected]

DIVISIÓN TRANSEUROPEA119 St. Peter’s St., St. Albans, Herts, AL13EY,INGLATERRADaniel Duda [email protected] Tompkins [email protected]

¡Encontrando al “Especial”!Conocer a Dios es lo más agradable y natural que uno puede hacer. Pero, ¿cómo lograrlo?Carol M. Tasker

Naturaleza y diseño: Más de veinte siglos de argumentosEl reciente resurgimiento de los argumentos a favor del diseño y la explosiva acumulación de conocimientos sobre la complejidad de la vida y del universo indican que la inferencia de un diseño enfrenta un futuro promisorio.Timothy G. Standish

La búsqueda de la verdad: una respuesta cristianaEn un mundo posmoderno que cuestiona la importancia de la verdad, ¿cómo puede un cristiano afirmar que la verdad realmente existe?John Wesley Taylor V

Elena de White y la adoraciónDe todas las cosas, la única experiencia que debe hacernos vibrar en una adoración sin reserva es la alegría de la salvación.Daniel Plenc

La ternura de su amorEl amor de Jesus trasciende nuestra rebelión y distanciamiento, es estable, inmutable e incondicional. Es el amor más tierno que los corazones humanos pueden conocer.Roy Adams

Conociendo la Iglesia Ortodoxa de OrienteEugene Zaitsev

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EDITORIAL¿Cómo podemos vivir en el mundo sin asimilar los valores mundanos? En su más

larga oración registrada (Juan 17), Jesús nos envía al mundo pero nos advierte que no formemos parte de él. En cambio nos invita a colaborar en el trabajo de la redención.

Hace poco un colega me comentó, “La cultura está enferma, debe ser redimida”. Su comentario me hizo recordar lo que el crítico cultural y sociólogo cristiano, Tony Campolo, mencionó durante una reunión en una universidad adventista. Su comentario introductorio me desafió personalmente. Mirando a la audiencia como si estuviese buscando a alguien dijo: “Estoy contento de estar nuevamente aquí… Cuando visitaba un campus adventista, sabía que me encontraba en un campus adventista. Se los veía tan contracultura, pero ahora los veo como a todos los demás. ¿Qué sucedió?”

No quiero poner un énfasis excesivo en lo externo como vestimenta, joyas u otras expresiones de opulencia o rebeldía, pero ¿son ustedes contracultura de corazón? ¿Pueden nadar contra la corriente cuando fuera necesario hacerlo? ¿O están absorbien-do la cultura popular por ósmosis a través de los medios, el iPod o Internet?

Al visitar distintas iglesias alrededor del mundo, desde Australia a Zimbabue, he observado el uso difundido del estilo de música, alabanza y adoración. La era digital ha creado una cultura musical homogénea alrededor del mundo. Esto se observa hasta en la forma en que los directores de canto toman el micrófono y levantan sus manos mientras la congregación parada canta canción tras canción leyendo la letra en una pantalla. Es como si se hubiera alcanzado un estado mundial de entropía musical.

En este ejemplar de Dialogo, Daniel Plenc desvela el tema cardinal de quiénes y cómo adoramos, mientras que Alain Coralie lo aborda en una forma práctica señalando algunas pautas para que los líderes de los cultos puedan cerciorarse que la música tenga un fundamento teológico y sea un verdadero A.C.T.O. (Adorar, Confesar, Testimoniar, Orar) de adoración. No estoy atacando la música de por sí, sino su utilización sin criterio.

La evaluación de la cultura popular y los medios es de especial importancia cuando estudias en un campus secular. El propósito de convertirse en un crítico cultural perspicaz es para redimir. Esto significa que no debemos atacar a nuestros opositores con fuertes críticas porque “las armas que utilizamos no son de este mundo sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Derribamos argu-mentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (2 Corintios 10:4, 5, NVI). Para lograr el objetivo y confraternizar con personas de otros credos, son útiles los artículos de Eugene Zaitsev y la entrevista a Ganoune Diop, quien coordina cinco centros de recursos interdenominacionales.

Como críticos culturales cristianos se nos llama a que, en primer lugar, nos aseguremos que no estemos siendo hechizados por los ataques cínicos y silenciosos de la cultura sobre los valores cristianos, y en segundo lugar, ayudemos a romper el hechizo que tiene sobre los demás. Para hacer esto, es imperativo que usemos nues-tras mentes. Para Dios no es suficiente imitar descuidadamente videos musicales y llamarlo a eso adoración. Él desea una adoración racional que provenga de quienes realmente desean adorarlo. Esto requiere creatividad, inteligencia y valentía para vivir, adorar y testificar en una forma contracultural juiciosa. La experiencia de fide-lidad ante los desafíos de Christy Sanggalan-Doroy y las noticias de Ghana y Espa-ña nos muestran cómo vivir en el mundo pero no ser parte de él, para que el mundo tan amado por Dios pueda ser salvado.

Críticas culturales Esta revista internacional de fe, pensamiento yacción, se publica tres veces al año, en cuatroediciones paralelas (español, francés, inglés yportugués), bajo los auspicios de la Comisiónde Apoyo a Universitarios y ProfesionalesAdventistas (CAUPA) de la Asociación Generalde los Adventistas del Séptimo Día.

Volumen 20, Número 2.Copyright © 2008, de la Comisión de CAUPA.Todos los derechos son reservados.

Diálogo Universitario afirma las creenciasfundamentales de la Iglesia Adventista y apoya su misión. No obstante, los puntos de vista expresados en los artículos corresponden a los autores.

Junta EditorialRedactora en Jefe : Lisa BeardsleyDirector: John M. FowlerDirector Asociado: Gary CouncellRedactora: Susana SchulzEdiciones Internacionales: Susana SchulzRevisores de Manuscritos: Monique Lemay (Francés) Guilherme Silva (Portugués) Susana Schulz (Español)

Correspondencia EditorialDiálogo12501 Old Columbia Pike;Silver Spring, MD 20904-6600; EE. UU.Teléfono: (301) 680-5060Fax: (301) 622-9627E-mail: [email protected]

Directivos de CAUPAPresidente: Ella S. SimmonsVicepresidentes: Gary Councell, C. Garland Dulan, Baraka G. MugandaSecretaria: Lisa BeardsleyVocales: Lyndelle Chiomenti, Gary Councell,John M. Fowler, Clifford Goldstein, Linda Koh, Kathleen Kuntaraf, Dionne Parker, GerhardPfandl, Roy Ryan

Información Sobre Distribución: Dirigirseal representante regional de CAUPA en la zonaen que reside el lector. Su nombre y direcciónaparecen en la página 2.

Suscripciones: US$13,00 por año(tres números, vía aérea).

Sitio en la Red: http://dialogue.adventist.org

DIÁLOGO ha recibido correspondencia delectores en 118 países del mundo.

Lisa M. Beardsley, Redactora en Jefe

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Materiales para el retiroParte 1: La mano de Dios en mi historia – Examinando el pasado

1. Luego de pedir a Dios su dirección, lee cuidadosamente Isaías 49:1-7 varias veces.

2. Antes. ¿A quién se llama “mi siervo” e “Israel” (literalmente “Dios lucha”) en el versículo 3? Nota qué se dice aquí acerca del pasado de este siervo. ¿De qué maneras ha trabajado Dios por el siervo en el pasado? ¿Ha sido siempre este siervo lo que debería haber sido (versículo 4)? Escribe todas las formas en que Dios ha actuado en la historia de su siervo.

3. Ahora. ¿Te puedes identificar con el siervo? ¿Te ha llamado y nombrado Dios desde el vientre de tu madre (vers. 1)? ¿Has “trabajado en vano” o “consumido tus fuerzas sin provecho” (vers. 4)? ¿Ha trabajado Dios en tu pasado? Siéntate en un lugar tranquilo, quizás con los ojos cerrados, y analiza tu peregrinaje en el pasado. Repasa tu historia y detecta aquellos puntos claves en donde Dios actuó por ti. Recuerda aún aquellos momentos en los que no estabas seguro en dónde se encontraba Dios.

Escribe todo lo que puedas acerca del trabajo que Dios ha realizado en tu historia personal.

“No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que

el Señor nos ha conducido y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada.” Elena de White, Notas biográficas de Elena G. de White, p. 216.

Parte 2: La mano de Dios en mi historia – Considerando el presente

1. Ora a Dios pidiendo su dirección y lee detenidamente Salmos 139:1-24.

2. Antes. Haz una lista de todas las cosas que el salmista dice que Dios conocía acerca de su vida. ¿Qué te lleva a pensar y hacer esto? Considera cuán maravilloso es el conocimiento de Dios. ¿Cómo piensas que el descubrimiento de ese conocimiento divino afectó la vida presente y las decisiones del salmista?

3. Ahora. Sabiendo que Dios conoce todo sobre nosotros, ¿cuál crees sería su evalua-ción de tu historia presente? Imagínate a ti mismo en la presencia de Dios. Sabiendo que conoce todo acerca de ti, y aún así te ama, enfrenta en forma honesta tu presente. Escribe la evaluación que crees que Dios haría de ti y también escribe tu autoevalua-ción. ¿Dónde estás ahora?

4. Escribe tres cosas que crees que a Dios le agradaría que trabajases en tu vida espiritual en este año que comienza. Empieza con algo que se relacione directamente con tu vida devocional o tu relación con él. Luego, escribe una segunda cosa vinculada a las relaciones humanas – cónyuge, hijos, padres, amigos, hermanos, etc. Por último, escribe

alguna cosa que se relacione con el área física – dieta, ejercicio, adicciones, uso del tiempo, recreación, etc.

Parte 3: La mano de Dios en mi historia - Enfrentando el futuro

1. Pide la dirección de Dios mientras lees detenidamente Isaías 55.

2. Antes. ¿Qué cosas se le prometen especí-ficamente a los israelitas que buscan al Señor? (note especialmente los versículos 10-13). Mira nuevamente la promesa encontrada en Isaías 49:6 y 7. Escribe las promesas de estos dos pasajes en una lista y piensa en ellas. Intenta percibir cómo se habrá sentido un descorazonado israelita al leerlas.

3. Ahora. Descansa en la presencia de Dios. Medita en algunas de las cosas que te gustaría que Dios hiciera por ti en el futuro. Clama por algunas de estas promesas para ti. No te preocupes acerca de los motivos impuros. Dios te puede ayudar a cambiar esto.

4. Imagínate lo que puede ocurrir con el poder de Dios trabajando en tu vida. ¿Qué te gustaría que sucediera? Escribe tus anhelos, sueños y planes para el futuro.

“Si el futuro se ve de alguna manera nublado, espere, crea. Las nubes desapa-recerán, y la luz brillará nuevamente”. Elena de White, Testimonies for the Church, vol.1, p. 663

Jon Dybdahl. Personal Spiritual Formation Class. Usado con permiso.

¡Encontrando al “Especial”!

Conocer a Dios es lo más agra-dable y natural que uno puede hacer. Pero, ¿cómo lograrlo?

Un “amigo especial” no estaba en mis planes. Había trabajado arduamente para poder pagar mis estudios de magisterio. Mi compañera de cuarto del internado tenía un novio hacía mucho tiempo, y decía que yo necesitaba uno también. Yo les tenía miedo a los varones. Era la mas joven de cuatro niñas, sin hermanos. Al observar a otros con amistades especiales, intuía que me estaba perdiendo algo y cuando habla-ban acerca de sus novios, yo describía a un

novio imaginario. Pero una relación ficticia es un pobre substituto de una real.

Entonces ocurrió. Me “enamoré” de un estudiante muy impactante. Era de buen aspecto, hablaba bien en público, tenía una sonrisa muy linda y era un cristiano acti-vo, lo cual era importante para mí. Pero, ¿cómo empiezas una amistad con alguien a quien no conoces? Mi compañera me quiso auxiliar diciéndome que yo debía frecuentar los mismos lugares que él, tener charlas ocasionales y mostrarme amiga-ble, pero eso era algo casi imposible para mí. Me asustaba pensar que si le hablaba se daría cuenta de lo que yo realmente era: solo una chica tímida y simple. Eso provocaría el final de todo. Así durante

los siguientes meses, viví en un mundo irreal, imaginando a Josh como mi novio, pero nunca le hablé y el nunca llegó a ser mi amigo especial. Tenía tanto miedo que él me conociera a mí, que cuando lo veía caminando en una dirección, yo me dirigía en sentido opuesto para evitar encontrarlo.

Un año más tarde, comencé a disfru-tar de la compañía de David, quien luego llegó a ser mi esposo. A diferencia de mi relación imaginaria previa, esta era real y basada en una comunicación abier-ta. El proceso de conocernos sin ninguna timidez o disimulo, parecía lo más natu-ral y placentero del mundo.

Llegar a conocer a Dios también fue pensado como algo que pudiera ser lo

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más agradable y natural. Pero, ¿por dónde comenzar? Hace un tiempo, ciento veinte estudiantes universitarios de cuarenta países comenzaron una aventura. Duran-te un curso de diez semanas, y luego los siguientes dos años, los participantes fueron investigados y se recolectaron más de dos mil páginas de datos.1

Se descubrió que los estudiantes crecen espiritual y personalmente de muy diver-sas maneras. Se sentían agradecidos por los cambios de actitudes, percepciones y hábitos que habían experimentado a través de esa clase que les dio la oportunidad de conocer a Dios personalmente, ver cómo actúa, y en este proceso aprendieron mucho acerca de sí mismos y de otros. Muchos clasificaron esta clase como la más importante de su experiencia universita-ria. Una combinación de cuatro factores contribuyó a este resultado.

Factor 1: Momentos de reflexiónEl curso tuvo inicio con un día de

retiro, diseñado para la reflexión. Se habían escogido tres citas bíblicas en las que pudieran ver la forma en que Dios se involucró en su pasado, presente y futuro. Durante 45 minutos leyeron individual-mente el primer pasaje, rogando a Dios su guía; luego reflexionaron y escribieron sus ideas. Los siguientes 45 minutos se dedi-caron a compartir impresiones en grupos de cuatro estudiantes del mismo sexo. Este formato fue repetido con los otros dos pasajes.

Una nueva imagen de DiosLa función del Espíritu Santo como

guía y maestro, no puede ser subestimada; al fin del día, una nueva imagen de Dios estaba emergiendo. Muchos sintieron por primera vez en sus vidas, que Dios les hablaba personalmente. Algunos estaban impresionados con aquellos aspectos del carácter de Dios, que lo describen en su trato con la humanidad: su gracia, bondad, generosidad, paciencia, dadi-vosidad y amor. Mientras, otros estaban profundamente agradecidos por sus

actos de salvación y redención, miseri-cordia, restauración y perdón. Algunos se concentraron en los aspectos de su carácter: “Me conoce, me acepta, piensa en mí, me entiende, se interesa en mí y es mi amigo”. Otros percibieron el interés personal que Dios había tenido a lo largo de sus vidas y un grupo experimentó una nueva percepción de la grandeza de Dios, al contemplar los atributos de su inmensidad. En casi todos los casos, estos atributos fueron descriptos en el contexto de su interés personal y su manera de involucrarse con la humanidad.

En respuesta a esta nueva concepción de Dios, los estudiantes hablaron acerca del deseo de vivir más cerca de Dios. Mencionaron repetidamente su necesidad de pasar más tiempo con Dios, reflexionar en su bondad, lograr sus propósitos, culti-var su amistad, morar en su presencia y confiar más en él. A partir de ese momento estaban listos para aprender más sobre cómo desarrollar una auténtica comunica-ción bidireccional con Dios.

Factor 2: Conozcamos los factores que mejoran las relaciones

En las clases que siguieron al retiro, se dieron ejemplos prácticos para incorporar una variedad de estrategias devocionales a la relación diaria con Dios. Estas son comúnmente llamadas “disciplinas espiri-tuales”, pero el término puede confundir. Siendo que los amigos nunca se refieren al tiempo dedicado a relacionarse como “disciplina” y debido a que el propósito es construir la relación, yo prefiero el uso del término “potenciadores de relación”. (Ver material anexo). El libro de Jon Dybdahl, Hunger: Satisfying the longing of your soul,2 describe estos hábitos devocionales en mayor detalle, dando ideas prácticas para incorporarlas a tu tiempo devocional diario.

Como resultado del aprendizaje de nuevas formas de pasar tiempo con Dios, la adoración aburrida se transformó en momentos de alegría y anticipación. Los nuevos conceptos de Dios fortalecieron

y refrescaron la adoración grupal de tal manera que en vez de ser un ritual a soportar, llegó a ser una Persona a quien adorar. En lugar de una asistencia pasiva a la iglesia, la adoración fue vista como un regalo de gratitud presentado por aquellos que conocen a Dios.

Factor 3: Practicando los “potencia-dores de relacionamiento”

Se les solicitó a los estudiantes que apartaran un mínimo de tres horas

Formas de mejorar la relación 1. Oración. Comunicarse con Dios: hablando y escuchando.2. Meditación. Pensar acerca de Dios y su carácter.3. Adoración. Adorar a Dios, regoci-jándose en la relación y respondiendo con gratitud.4. Estudio de la Biblia. Aprender acerca de Dios.5. Sencillez. Organizar la vida acorde a unos pocos propósitos consistentes.6. Ayuno. Dedicar una atención espe-cial a Dios mediante el renunciamiento intencional de algunas actividades, comidas o pertenencias que pudieran llegar a ser una distracción u obstáculo.7. Soledad. Deleitarse en la presencia de Dios, sin ningún otro ser humano presente.8. Silencio. Compartir tiempo con Dios sin intromisión de conversación verbal.9. Confesión. Ser honesto con Dios, consciente de las necesidades y debi-lidades personales más profundas, con un sentido de responsabilidad.10. Servicio. Trabajar para Dios esparciendo regalos de servicio amante hacia otros.11. Dirección. Buscar el liderazgo de Dios y reconocer su señorío en todas las áreas de la vida.12. Diario personal. Llevar un registro del “viaje” junto a nuestro mejor amigo.

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Para comenzar1. ¡Decide saltar al agua!2. Dile a Dios donde te encuentras: El ya lo

sabe, pero te ayuda a admitirlo frente a ti mismo y a él ya que la mejor relación está basada en la honestidad y franqueza. Recuerda, Dios está más interesado en tu futuro que en tu pasado y se especializa en reconstrucciones totales.

3. Forma un pequeño grupo de amigos que estén también interesados en hacer esta experiencia. Puedes empezar solo o simplemente con una persona más.

4. Pide a Dios que te dirija hacia un libro de la Biblia a través del cual puedas ir avanzando de a pocos versículos por día. Frente a cada versículo reflexiona:

- Qué es lo que me enseña acerca de Dios?- ¿Qué me enseña acerca de mi mismo?- ¿Qué diferencias hará en mi vida, mis decisio-

nes, mis opciones, mis relaciones?5. Define la cantidad de tiempo que te

gustaría reservar semanalmente para desarrollar tu amistad con Dios. Evalúa la relación entre tu deseo a la realidad (esto es para tu beneficio, para ver cómo están yendo las cosas).

6. Comienza a registrar en forma escrita el primer pasaje y pide a Dios que te hable personalmente. Escribe los pensamientos, preguntas y reacciones.

7. Lee un libro sobre disciplina espiritual (por ejemplo: Hunger, de Jon Dybdahl o Celebration of Discipline, de Richard Foster y aprende acerca del gozo y la libertad que vienen como resultado de poner en práctica estas estrategias.

8. Al inicio de cada semana, haz un plan de prácticas devocionales que te gustaría incluir en tu tiempo especial con Dios.

9. Haz una lista de los nombres/característi-cas de Dios. Cada día escoge uno como el foco de adoración.

10. Estas son sugerencias que te permitirán apartar espacio en tu vida para nutrir una relación con Dios. Distiéndete y disfruta su presencia. Si te salteas u olvidas un día, retoma al siguiente. Él se deleita en tu compañía y espera ansiosamente reconec-tarse contigo.

11. Cuando Satanás te recuerde tu pasado, hazle recordar su futuro.

Conclusión:Aun cuando existen diferentes reac-

ciones que pueden estar relacionadas al temperamento espiritual individual3 de todas maneras, no hay substituto al hecho de apartar tiempo para la comu-nicación con Dios. Entre muchos otros hallazgos, se detectó claramente que las dificultades previas en relación a la testificación desaparecieron una vez que las personas aprendieron a pasar tiempo con Dios, porque llegaron a tener una experiencia personal para compartir con otros.

Una estrecha relación con Dios o encontrar ese “amigo especial” no se logra automáticamente.

Quienes disfrutan de la natación, por ejemplo, te dirán que su gusto por el agua no nació escuchando a otros hablar de su experiencia; resultó mas bien de ¡saltar al agua y mojarse! De manera similar, hablar acerca de una relación con Dios, no es lo mismo que llegar a conocerlo. ¿Por qué no empezar hoy?

semanales para desarrollar su relación con Dios. Debían escoger un libro de la Biblia y meditar en uno o dos versí-culos cada día. A medida que escribían sus nuevos conceptos acerca de Dios, comenzaron también a percibirse a sí mismos, de maneras nuevas y diferentes. Con honestidad y autenticidad vieron sus vidas superficiales y defectuosas. Sin embargo, al mismo tiempo, expresaron una confianza renovada en la presencia de Dios y en sus promesas de que “a pesar de defectos y desatinos, si mantengo mis ojos fijos en Dios, él me mostrará el camino y cambiará mi corazón”.

A pesar de alguna resistencia inicial al registro de su tiempo de devoción semanal muchos testificaron de su valor al ayudarlos a descubrir hábitos engañosos propios y estimular en cambio, hábitos de perseverancia. Al finalizar las clases, muchos participantes reconocieron que esta práctica diaria había llegado a ser un hábito permanente, y la motivación de lograr una buena nota se trastocó en pasar tiempo con su mejor amigo. Tener un plan devocional semanal fue visto como beneficioso, comparado a cómo era visto previamente: “esporádico, apurado; una actividad no planificada que se transfor-mó en un tiempo de gozo organizado y planificado”.

Factor 4: Compartiendo en grupos pequeños

Los grupos pequeños sirvieron para mantenerse en el sendero de ayudarse espiritualmente y darse ánimo. El encuen-tro del grupo realizado en forma semanal, llegó a ser un momento apreciado en medio del ritmo acelerado de la vida universitaria a medida que se compartía una imagen más amplia de la vida con Dios como así también los objetivos y sueños personales. Debido a que el regis-tro diario de cosas espirituales no es fácil en un inicio, se requiere de cierta perseve-rancia, el dialogar con otros en relación a este proceso puede ser de ayuda.

REFERENCIAS: 1. C. M. Tasker, The Impact of Intentional Learning

Experiences for Spiritual Formation on Seminary Students. Tesis doctoral no publicada, 2001, Andrews University, Berrien Springs, Michigan, EE. UU.

2. J. Dybdahl, Hunger: Satisfying the Longing of Your Soul (Hgerstown, Maryland: Review and Herald Publ. Assn., 2008).

3. G. Thomas, Sacred Pathways (Grand Rapids, Michigan: Zondervan, 2000). Thomas describe nueve distintos caminos que parecen influenciar el tipo de actividad que las personas aprecian al relacionarse con Dios.

Carol M. Tasker (Ph. D., Andrews University) enseña en el departamento de Educación del Instituto Adventista de Estudios Avanzados, Filipinas. E-mail: [email protected].

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Naturaleza y diseño: Más de veinte siglos de argumentos

permanecer en bienaventuranza perfec-ta, una imposibilidad para todo ser que interactúe con el mundo material que es imperfecto. Al hacer tan perfectos a los dioses de manera que jamás interactuaran con el mundo material, Epicuro los tornó irrelevantes para los seres materiales. Si no existe el alma inmortal, no hay que enfren-tar un juicio divino después de la muerte. En consecuencia, a los fines prácticos, solo lo que puede ser percibido por medio de los sentidos constituye la única realidad cognoscible. En último término, la filoso-fía de los atomistas dio lugar al reduccio-nismo y empiricismo extremos que son evidentes aún hoy día en las ciencias.

El atomismo no surgió de la nada, sino que procuró responder a la filosofía de Parménides, que sostuvo que es imposible que algo venga de la nada. En consecuen-cia, razonó que el cambio seguramente no era más que una ilusión y la realidad un todo totalmente inmutable. Los atomistas aducían que el cambio genuino es posible por medio de una reacomodación de los átomos inmutables.

Platón, otro estudiante de Parménides, siguió una diferente línea de razonamien-to. En lugar de reducir toda la realidad a los átomos, defendió la existencia de los dioses sobre la base del diseño evidente en la naturaleza. Por ejemplo, en Leyes X, sostuvo que los dioses tienen que existir porque “la tierra y el sol, y las estrellas y el universo, y el justo orden de las estacio-nes, y la división de ellos en años y meses, proporcionan pruebas de su existencia”.2

Aristóteles desarrolló aún más este argumento a favor del diseño. En lugar de cuestionar la existencia de los átomos, sostuvo que de por sí no pueden lograr lo que afirmaban los epicúreos: los átomos no se mueven por sí solos y, por lo tanto, en último término requieren que algo los mueva para que se acomo-den de maneras diversas para lograr los cambios. Los motores materiales tienen que reaccionar al movimiento que causan

El reciente resurgimiento de los argumentos a favor del diseño y la explosiva acumu-lación de conocimientos sobre la complejidad de la vida y del universo indican que la infe-rencia de un diseño enfrenta un futuro promisorio.

Hablemos en primer lugar del átomo. Según los griegos de la antigüedad, todas las cosas están compuestas por átomos. Cuando se divide un objeto vez tras vez, llega un momento cuando ya no se puede continuar, y esa unidad indivisible es llamada átomo.

Demócrito (460-370 a.C.) estaba fascinado con los átomos. Entre sus enseñanzas más importantes figura la que dice que “los átomos y el vacío constituyen el comienzo del universo, y todo lo demás no es más que una opinión”.1 Por “opinión”, Demócrito bien puede haberse referido a algo más que la mera expresión de un sentimien-to, pero aún coloca la mayor parte de la experiencia a un diferente nivel episte-mológico que es ajeno al nivel teórico. En otras palabras, según Demócrito, los átomos y el vacío teórico son más reales que la realidad experimentada a través de los sentidos.

Uno de sus seguidores, Epicuro, formalizó y expandió aún más esta línea de pensamiento; realizó una tarea tan concienzuda al respecto, que la filosofía atomista que derivó de este pensamiento recibió su nombre: el epicureanismo. Esta filosofía causó agitación en la anti-gua Grecia porque negaba el dualismo cuerpo-alma, por lo que parecía negar el orden mismo del universo y aun la exis-tencia de los dioses. Epicuro fue acusado de ateísmo, una acusación que él negó rotundamente. Sostuvo que para ser santos y perfectos, los dioses tienen que

y, en consecuencia, el “Motor Primero”, tiene que ser una causa inmaterial. Esta causa inmaterial, dedujo Aristóteles, es el “logos”.

Los epicúreos no estaban convencidos de la necesidad del logos. Alrededor del año 55 a.C., el poeta y transmisor de la filosofía epicúrea llamado Lucrecio bosquejó de manera elocuente una histo-ria de la evolución que excluía la acción de los dioses:

“Los átomos no procuraron de mane-ra inteligente ubicarse a sí mismos en forma ordenada, como así tampoco anti-ciparon los movimientos que tendrían, sino que muchos átomos colisionaron de maneras diversas, llevados por el propio impulso del pasado infinitamente remoto hasta el presente. Al moverse y agruparse de maneras diversas, se probaron todas las combinaciones posibles, y fue a partir de este proceso sobre el inmenso espacio y la vastedad del tiempo que estas combi-naciones y recombinaciones de átomos eventualmente produjeron grandes cosas, incluyendo la tierra, el mar, el cielo y la generación de las criaturas vivientes”.3

Para asegurarse de que sus lectores entendieran que todo, incluyendo las criaturas vivientes, era el resultado de causas naturales y no sobrenaturales, Lucrecio declaró explícitamente lo mismo varias veces en su obra De Rerum Natura: “Puede verse que la naturaleza está libre de cualquier señorío. Todo lo que realiza lo hace exclusivamente por sí sola, sin la ayuda de los dioses”.4

Los argumentos de Lucrecio contra los dioses siguieron fórmulas común-mente utilizadas hoy día. Por ejemplo, Lucrecio sostenía que la realidad es imperfecta y por lo tanto no puede haber sido diseñada: “El mundo no fue por cierto hecho para nosotros por el poder divino, tan grandes son las fallas que presenta”.5 En épocas más recientes, Stephen J. Gould lo dijo de esta manera: “La imperfección es la razón de la evolución”.6

Timothy G. Standish

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El Nuevo Testamento y el diseñoInmerso en una sociedad donde

abundaban los argumentos paganos a favor del diseño, el apóstol Juan comen-zó su Evangelio diciendo: “En el princi-pio era el Verbo (Logos)”. Al invocar al Logos, Juan colocó su tesis básicamente dentro de la esfera de los argumentos públicos a favor del diseño y de sus implicaciones teológicas. Su enfoque, sin embargo, es completamente diferente. En lugar de construir sus argumentos a partir de los principios primeros o de alguna idea preconcebida de los dioses, Juan utiliza un argumento extremada-mente empírico: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre” (Juan 1:14). Juan insistió en que sus lectores revisaran la evidencia empírica y decidieran por sí mismos si su tesis –que afirmaba que el creador llegó a ser parte de la creación– era verdadera, lo que era una proposición verdaderamente escan-dalosa para la época.

El apóstol Pablo adoptó un enfoque diferente. Para él, la presencia del dise-ño en la naturaleza es evidente de por sí. Por ello, en Romanos 1:20 parece realizar una apelación directa al diseño: “Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discer-nir por medio de las cosas hechas. Por lo tanto, no tienen excusa”. Al dirigirse a los filósofos epicúreos y estoicos de Atenas, Pablo comienza su argumento apelando a la creación al presentar el interrogante de las causas y proponer al “dios descono-cido” como la causa última. Este resultó un argumento familiar para su audien-cia, pero cuando propuso que Dios se hizo carne, inmediatamente los perdió, porque esta afirmación estaba más allá de lo que podían aceptar sus nociones de la divinidad (véase Hechos 17:18-34).

El poder último de los argumentos de los apóstoles no se hallaba en la filoso-fía sino en su testimonio como testigos

de la divinidad, muerte y resurrección del Diseñador mismo. El Evangelio se apoyaba en el amplio fundamento de la experiencia directa con Jesucristo. Este enfoque empírico parece haber tenido un gran atractivo en comparación con los argumentos complejos y sutiles ya fuera a favor o en contra de la presencia del dise-ño en la naturaleza.

A pesar de ello, el cristianismo no podía depender indefinidamente de testi-monios o testigos presenciales de la vida de Cristo. Los testigos finalmente murie-ron, y algunos dejaron registros escritos de sus experiencias. Otros muchos regis-tros fueron escritos por los que no tuvie-ron una experiencia de primera mano, lo que atenuó y a veces corrompió las evidencias testimoniales. La proliferación de los evangelios gnósticos contribuyó a esta confusión, y esto debilitó el impacto de los argumentos basados en la observa-ción directa. En parte, la situación mejo-ró cuando Ireneo recomendó utilizar los cuatro Evangelios canónicos alrededor del 185 d.C.

A medida que la iglesia occidental medieval se apartó de la dependencia directa del canon bíblico y los cristianos buscaron interactuar con los paganos, los primeros tuvieron que enfrentar un gran problema. No podía esperarse que la Biblia tuviera autoridad para los paganos, y los misioneros carecían de un conoci-miento de primera mano de la vida de Cristo. Los argumentos filosóficos utiliza-dos por los paganos sustituyeron al testi-monio directo y llegaron a ser el lenguaje común por medio del cual los cristianos esperaban alcanzar las mentes paganas.

El argumento de Santo Tomás a favor del diseño

El platonismo, con sus argumentos inherentes sobre el diseño, llegó a ser la filosofía de la iglesia. No fue hasta Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII que Aristóteles se hizo popular en la iglesia occidental. Dado el alejamiento de las Escrituras durante la época medieval y la

popularidad de los filósofos paganos, no resulta sorprendente que Santo Tomás haya adoptado los argumentos filosófi-cos de Aristóteles a favor de los dioses y los convirtió en argumentos a favor de Dios. En su obra Suma Theologica, Tomás propuso cinco argumentos para la existencia de Dios.7 El primero es el argumento aristotélico de un Primer Motor. El segundo habla de las causas eficientes. Declara que nada puede ser causa de sí mismo, por lo tanto, la naturaleza no puede ser la causa de sí misma y requiere un Diseñador-Dios que la cree. En tercer lugar se halla el argumento de la causa necesaria. Como existe un número finito de cosas y las cosas tienen una existencia finita, Santo Tomás sostuvo que en el tiempo infinito tiene que existir un punto donde nada existe. Pero como las cosas requieren una causa, la existencia de las cosas hace que una causa sea necesaria, y esa causa necesaria es Dios. El cuarto argumento asume la gran cadena del ser en la cual diferentes seres son distribuidos de los más bajos a los más elevados a lo largo de diversas escalas de bondad, verdad y otras. Santo Tomás sostuvo que como todas las escalas emanan en último térmi-no del estado último del ser (así como el fuego es el estado último del calor que causa todos los grados de calidez), un Ser Último –Dios– tiene que existir para dar razón de los diversos grados del ser que podemos ver. El quinto argumento de Santo Tomás para la existencia de la divinidad es claramente teleológico y el que está más sujeto al examen empírico. Puede hacernos recordar por un lado la afirmación de Platón de que el orden de los cielos prueba la existencia de Dios y también conectarnos con los argumentos modernos a favor del diseño. En esencia, el argumento sostiene que aun las cosas inanimadas existen por un propósito y que el propósito es producto de la inteligencia, de manera que el propósito concuerda con el diseño de un ser inteligente y que ese diseñador inteligente es Dios.

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Los argumentos de Hume en contra del diseño

Los argumentos de Santo Tomás fueron ampliamente aceptados hasta el Iluminismo, cuando filósofos escépticos como David Hume (1711-1776) ataca-ron directamente las pruebas tomistas inspiradas en Aristótles, de la existencia de Dios. El pensamiento de Hume se fundó en una visión diferente de la causalidad: “No tenemos ninguna otra noción de causa y efecto, con excepción de ciertos objetos, que siempre han estado juntos en conjunción, y que en todas las instancias pasadas han mostrado ser inseparables. No es posible que penetremos en la razón de la conjunción”.8 Al reelaborar el pensa-miento sobre las causas, Hume cambió el campo de la batalla intelectual de aquel que Aristóteles había construido basándo-se en sus cuatro causas. Al seguir avanzan-do bajo condiciones más favorables a su propia posición, Hume dirigió su escepti-cismo al argumento del diseño.

Los cinco argumentos clásicos de Hume en contra del diseño, que se detallan más abajo, aún se hallan entre las objeciones expresadas más a menudo para contrarrestar los argumentos a favor de este.9

1. Dado que es posible observar que la naturaleza produce cosas ordenadas tales como los cristales sin un obvio agente inteligente que los cause, es ilógico soste-ner que todas las cosas ordenadas u obje-tos con un propósito aparente, implican un agente inteligente llamado Dios.

2. Dado que no tenemos más que un solo universo que estudiar, no podemos comparar un universo diseñado con uno no diseñado; es una falsa analogía decir que debido a que podemos reconocer los fenómenos diseñados en contraste con los no diseñados dentro del univer-so, también podemos reconocer que el universo en sí ha sido diseñado.

3. Aun si el universo parece haber sido diseñado, esto no nos lleva lógicamente al teísmo. Dice Hume: “Si se presentara un efecto que fuera enteramente singular, y no pudiese ser comprendido bajo ninguna

especie conocida, no veo que podríamos formar ninguna conjetura o inferencia en relación con su causa”.10

4. Si el universo requiere ser diseñado, entonces la mente que lo diseñó tiene que poseer al menos el mismo nivel de diseño y por lo tanto requerir de un diseñador que también haya sido diseñado y así sucesivamente ad infinitum. De manera alternativa, si Dios el diseñador puede ser autónomo, ¿por qué no entonces también el universo?

5. Con frecuencia, el diseño aparente para un propósito puede ser explicado también por medio de un proceso de selec-ción antes que por un proceso teleológico.

El quinto argumento de Hume puede ser justamente interpretado como un ante-cedente de la selección natural de Charles Darwin, que actúa como filtro de las variaciones naturales para producir orga-nismos aparentemente diseñados. Durante el período entre Hume y Darwin, filóso-fos como Immanuel Kant reaccionaron enfáticamente contra los argumentos de Hume. Irónicamente, el escepticismo de Hume es llamado comúnmente empiri-cismo, pero sus argumentos en contra del diseño son filosóficos antes que empíricos y pueden probablemente ser mejor catego-rizados como racionalistas.

Kant: la reconciliación del empiri-cismo y el racionalismo

Esto pone sobre el tapete el esfuerzo de Kant por reconciliar el empiricismo y el racionalismo. Si es posible ver alguna tendencia en el desarrollo de los argumen-tos a favor y en contra del diseño, es que los argumentos a favor del diseño tienden a ser más empíricos mientras que los argu-mentos en contra del diseño, como los de Hume, tienden hacia el racionalismo. Obviamente existen muchas excepciones, tales como los argumentos de Lucrecio sobre el diseño deficiente basados en la observación de la naturaleza y los de Santo Tomás, que utilizó argumentos claramente racionales, pero la tendencia sigue siendo clara. Por ejemplo, Platón apela al orden

de los cielos mientras que Epicuro confina a los dioses a la irrelevancia. Kant sostu-vo que las ciencias empíricas tenían una mayor fortaleza epistemológica que los argumentos racionales.11

Si bien los argumentos filosóficos de Hume en contra del diseño recibieron contraargumentos filosóficos, también se los procuró refutar por medio de apelaciones más directas a las evidencias. Acaso la respuesta más famosa haya sido la obra Teología natural, de William Paley (1743-1805) quien partió de la analogía de que “un reloj tiene que tener un relo-jero”12 para pasar a afirmar entonces que las “máquinas” de la naturaleza también requieren de un Hacedor. Paley probó su analogía utilizando diversos aparatos crea-dos por el hombre, por ejemplo, con un telescopio, y lo comparó con fenómenos relacionados de la naturaleza, en este caso, el ojo.13

Darwin y el argumento del diseñoCharles Darwin (1809–1882) fue un

asiduo estudiante de los libros de Paley, que eran libros de texto en la Universidad de Cambridge, y afirmó haberse sentido “entusiasmado” y “encantado” por sus obras.14 Sin embargo, la obra más conoci-da de Darwin, El origen de las especies, fue una respuesta directa a los argumentos de Paley. Al invocar la selección natural como un filtro de las variaciones naturales dentro de los organismos, Darwin procuró mostrar que si bien los organismos parecen haber sido diseñados, “el propósito es tan solo aparente”.15

En este punto del desarrollo de los argumentos a favor del diseño, se hace evidente una fragmentación entre los argumentos que llevan de la naturaleza al diseño y de los que van del diseño a Dios. El enfoque de Darwin estaba claramente en contra del pasaje de la naturaleza a una causa inteligente para la vida. La ironía es que su postura en último término se apoya en ciertas premisas teológicas y no en los copiosos datos que presenta para ser apli-cados al interrogante presentado. El argu-

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mento de Darwin procura ocuparse del problema teológico del mal, particular-mente, del mal en la naturaleza. Como lo expresa Cornelius Hunter: “El punto todo de la teoría de Darwin fue separar a Dios del mundo a fin de explicar sus ineficiencias y dilemas. Después de ello, ya no podía hacer que Dios regresara a su teoría para explicar la complejidad. En lugar de decir que la evolución es antirreligiosa, sería más exacto decir que la evolución es religiosa. Se apoya en gran medida en una clase particular de Dios, uno que solo podría crear un mundo adaptado a nuestros gustos”.16

La teoría de la evolución de Darwin tuvo profundas implicaciones teológicas y motivó por lo tanto inmediatas réplicas teológicas, pero la oposición a su teoría también se produjo por razones cientí-ficas. Por ejemplo, el carácter adecuado de la selección natural como explicación de lo que vemos en los organismos fue puesto en duda casi inmediatamente por Thomas Henry Huxley, uno de los principales partidarios de Darwin, quien sostuvo que “el fundamento lógico de la teoría de la selección natural está incom-pleto”.17 Darwin mismo notó que resul-taban evidentes las objeciones científicas razonables a su teoría, en lo que respecta especialmente al registro fósil: “La geolo-gía por cierto no revela una cadena orgá-nica de tan fina graduación [de variedades intermedias]; y esta sea acaso la más obvia y grave objeción que pueda presentarse en contra de mi teoría”.18

El surgimiento del diseño inteli-gente

Dentro del ámbito de razonamien-tos teológicos, filosóficos y científicos presentados contra el darwinismo, los argumentos a favor del diseño no difi-rieron inmediatamente de los utilizados por Paley, que eran los mismos argumen-tos que Darwin afirmó haber contrarres-tado. En años recientes, sin embargo, se ha producido un resurgimiento de los argumentos a favor del diseño en

la forma del movimiento del Diseño Inteligente (DI). Tres referentes de este movimiento –Phillip Johnson, William Dembski y Michael Behe– ejemplifican tres componentes principales de los argu-mentos modernos a favor del diseño.

Phillip Johnson, profesor emérito de derecho en la Universidad de California en Berkley y un lógico experto, a veces es llamado el padre del movimiento DI. Su devastador ataque filosófico a las debili-dades lógicas del darwinismo y la exposi-ción de sus presuposiciones materialistas subyacentes, primeramente publicadas en Darwin on Trial [Proceso a Darwin],19 expusieron la vulnerabilidad de la tesis de Darwin.

El filósofo y matemático William Dembski se ha ocupado directamente de la afirmación de Hume de que el orden producido por el diseño inteligente no puede ser distinguido del orden produ-cido por la naturaleza que actúa por sí sola. Dembski ha propuesto que los objetos, que exhiben complejidades que resultan improbables que sean producidas por la naturaleza de manera aislada, y la especificación, que se produce dentro de tolerancias estrictas que se requieren para sus funciones, pueden ser interpretadas razonablemente como productos del diseño inteligente antes que resultantes de algún producto natural. Dembski sostiene que, si bien no es posible negar algunas variaciones no guiadas, la compleja infor-mación específica codificada en el ADN puede ser inferida de manera más racional como el producto de un diseño inteligen-te y no de una causa natural.

Michael Behe, que es bioquímico, ha elegido desafiar directamente a Darwin, respondiendo la afirmación de este de que “si pudiera demostrarse que algún órgano complejo existió, que no podría haber sido posiblemente formado por modificaciones numerosas, sucesivas y leves, mi teoría colapsaría por completo”.20 Behe sostiene que dentro de las células existen máquinas moleculares que son “irreductiblemente complejas”, lo que quiere decir que requie- Continúa en la página 16

ren de un conjunto de partes indispen-sables a fin de llegar a funcionar y por lo tanto, no podría esperarse que lleguen a existir a partir de “modificaciones leves”.

A lo largo de los más de dos mil años a partir de Demócrito, se han producido numerosos cambios. Los argumentos a favor del diseño que él y su descendencia intelectual elaboraron han pasado por numerosas iteraciones, experimentando períodos de gran éxito y tiempos de decadencia, pero jamás han recibido un golpe de muerte. De hecho, continúan desarrollándose. El resurgimiento reciente de los argumentos a favor del diseño, junto con la explosiva acumulación de conocimientos sobre la complejidad molecular de la vida y del universo donde habita, indican que la inferencia de un diseño enfrenta un futuro promisorio.

REFERENCIAS:1. Véase D. de Laertes, Lives and Opinions of

Eminent Philosophers, Book IX: “Life of Demo-critus.” (London: Henry G. Bohn, 1853).

2. Platón. Laws, Book X 360 BC 3. Tito Lucrecio Caro, De Rerum Natura, Book 5,

lines 416-31. Circa 55 BC. Traducción al inglés del autor del artículo.

4. Ibíd., Libro 2, líneas 1090-1092. Traducción al inglés del autor del artículo.

5. Tito Lucrecio Caro. “Nequaquam nobis divi-nitus esse paratam Naturam rerum: tanta stat praedita culpa” c. 55 a.C. De Rerum Natura. Libro 5 líneas 198-99, revisión de Martin F. Smith en Lucretius: On the Nature of Things. (Cambridge, Massachusetts: Harvard Univer-sity Press, 1992). Véase también Libro 2, líneas 180-1.

6. Stephen Gould, The Panda’s Thumb: More Reflections on Natural History (NewYork, W. Norton, 1980), p. 37.

7. The Summa Theologica of St. Thomas Aquinas, Edición segunda revisada, 1920.

8. David Hume, A Treatise of Human Nature, Sección VI.

9. Véase Hume, Dialogues Concerning Natu-ral Religion y An Enquiry Concerning Human Understanding.

10. Hume, An Enquiry Concerning Human Unders-tanding, Sección XI, p. 115.

11. I. Kant, The Critique of Pure Reason. Introduc-ción.

12. W. Paley, Natural Theology; or, Evidences of the Existence and Attributes of the Deity, 12ª edición

Timothy G. Standish (Ph. D., George Mason University) es científico y trabaja en el Instituto de Investigaciones en Geociencia, Loma Linda, California, Esta-dos Unidos. E-mail: [email protected].

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verdad objetiva o esté basada en la idea de una verdad universal.

Contrastando con esta postura, la cosmovisión cristiana sostiene que Dios es digno de confianza (1 Corintios 1:9), y que su revelación de la verdad es obje-tiva y confiable (Juan 17:17; 2 Pedro 1:19). Por lo tanto, la verdad centrada en Dios tiene un alcance universal y es estable a través del tiempo, espacio y las personas (Mateo 5:18; Hechos 13:8).

Aproximadamente al mismo tiempo que el posmodernismo comenzó a evolu-cionar, Harry Blamires alertó que “una de las tareas cruciales en la reconstitución de la mente cristiana será la de restable-cer el estatus de la verdad objetiva como algo distinto a la opinión personal”.6 En este artículo analizaremos por qué no es apropiado el criterio secular de la verdad y trataremos de encontrar una respues-ta cristiana a la búsqueda de la verdad. También exploraremos algunas conse-cuencias tales como la unidad y universali-dad de la verdad. Finalmente, resaltaremos algunos asuntos que están muy relaciona-dos con la búsqueda de la verdad.

¡Dime la verdad! – Los límites de los criterios seculares

¿Qué es la verdad? (Juan 18:38). La pregunta de Pilato ha sido repetida a través del tiempo. Se ha vuelto cada vez más relevante en un mundo donde aumenta la confusión, un mundo envuelto en luchas y estereotipos; un planeta preocupado por el prestigio y la basura.

Desde las míseras callejuelas de las metrópolis hasta las encumbradas torres del saber, se encuentra una gran oferta de criterios para la verdad:

1. Tradición. “Ha sido así por mucho, mucho tiempo…” Estamos de acuerdo, por supuesto, que una tradición debe tener un comienzo. ¿Cómo supo la primera persona que era verdad? Un error de la antigüedad no se vuelve verdad en el presente por mera repetición.

2. Popularidad. “Bueno, todos están de acuerdo…” ¿La mayoría siempre

En un mundo posmoderno que cuestiona la importancia de la verdad, ¿cómo puede un cristiano afirmar que la verdad realmente existe?

El posmodernismo ha proclamado la desaparición de la verdad objetiva. Mien-tras que el modernismo estaba fundado sobre la premisa que la verdad es alcan-zable y verificable, el posmodernismo sostiene que la verdad es o una construc-ción social subjetiva o que simplemente la verdad alcanzable no existe.1 Jean-François Lyotard propuso que la verdad es apenas una expresión de la perspectiva de una comunidad determinada.2 Lo que los individuos consideran y aceptan como verdad depende del grupo al cual pertenecen. Este relativismo se extiende más allá de la percepción personal de la verdad hasta su misma esencia, un estado en el cual “no hay verdad absoluta”.3

Michel Foucault, un sociólogo cuyas contribuciones se destacan en el movimien-to posmoderno, sugiere que el concepto mismo de verdad es peligroso.4 Sostiene que las “verdades” son simplemente resulta-do de los planes creados con objetivos espe-cíficos por grupos económicos influyentes o guiados por un poder político y que ellos usan estas ideas, y las diseminan realizando propaganda o utilizando los medios masi-vos de comunicación, para lograr que otros crean lo que a estos grupos privilegiados le conviene. Otros posmodernistas, como Richard Rorty,5 sostienen que deberíamos abandonar por completo la búsqueda de la verdad y estar satisfechos con la interpre-tación.

Como consecuencia, para muchos posmodernistas, la verdad se ha vuelto elusiva y cuanto mucho es una como-didad personal. Prefieren pensar en “muchas verdades”, “diversidad de verda-des” o simplemente “verdad para mí”. Mas allá de esto, los posmodernistas son un tanto hostiles hacia cualquier punto de vista que sostenga la existencia de una

tiene la razón? Hubo momentos en la historia en los que “todos” creyeron que la tierra era el centro del universo. En otro momento, todos menos ocho perso-nas creyeron que nunca iba a llover. Si nos basamos en las encuestas de opinión para confirmar que algo es verdad, corremos el riesgo de someternos a los caprichos de la multitud o del grupo que logra hacer más ruido.

3. Instinto. “¿No lo ves? Es obvio…” Thomas Jefferson declaró que “todos los hombres son creados como iguales”, una verdad evidente en sí misma aunque no lo era para el rey Jorge de Inglaterra o los amigos de Jefferson dueños de esclavos. Existe un problema más profundo frente a esto de seguir el propio instinto: el cora-zón es engañoso (Jeremías 17:9). Si los humanos somos propensos al error ¿puede ser que los instintos sean infalibles como guías hacia la verdad?

4. Emociones. “¡Tengo un fuerte pálpito, que es verdad!... Sin embargo, ¿qué sucede cuando dos personas tienen sentimientos definidos sobre el mismo asunto, pero discrepantes? Si la postura de uno excluye la otra, daría la impre-sión que ninguna de las dos puede ser totalmente correcta. Es muy fácil que la emoción se degenere en un simple asunto de deseo. “Esta debe ser la verdad porque a mí me gusta”.

5. Pragmatismo. “Pero funciona…” Puede ser que algo funcione correctamente, pero, ¿es correcto solo porque funciona? Por ejemplo, usar información falsa a los fines de vender un producto. Si esta estra-tegia de mercado funciona, ¿convierte en verdad el engaño? Si se acepta este criterio, la verdad podría ser simplemente una resul-tante de la conveniencia.

6. Evidencia empírica. “La inves-tigación lo respalda y es científicamente sólido…” ¿Podemos percibir lo que está más allá, o será que vemos apenas “por espejo, oscuramente”? (1Corintios 13:12). ¿Podría ser que las apariencias a veces sean engañosas? (1 Samuel 16:7). También podríamos preguntarnos si

La búsqueda de la verdad: una respuesta cristianaJohn Wesley Taylor V

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están disponibles todas las evidencias. Quizás conocemos solo “en parte”(1 Corin-tios 13:9) y este conocimiento parcial nos lleva a conclusiones erróneas.

7. Coherencia. “Todo es muy consistente. Todo calza de una forma tan perfecta…” ¿Qué sucede si partimos de una premisa equivocada? Esta hermosa armonía nos podría llevar hacia el error y ¿no sería posible “forzar la evidencia”? Si le damos golpes repetidos a un tarugo cuadrado, ¿podríamos lograr que calce en un agujero redondo? La consistencia, por sí sola, no establece que un enunciado sea verdadero. Simplemente da lugar a que la creencia sea internamente posible.

8. Lógica. “Sin embargo, parece razonable…” ¿Podría la lógica convertirse en una forma sistemática de equivocarse confiadamente? En un silogismo, por ejemplo, la seguridad de que la conclu-sión sea correcta depende de que las premisas sean ciertas. El problema es que estos axiomas en general son difíciles de poner a prueba. Partimos de la base que son verdad, pero no podemos usar la lógica para demostrar que realmente lo son.7 ¿Cuál es el resultado? Si no estamos del todo seguros respecto a los supuestos, no podemos estar seguros que las conclu-siones sean correctas. Hay todavía otro aspecto relacionado a la lógica. Simple-mente porque uno no entienda algo, no se puede excluir que sea verdadero.8

9. Relevancia. “Todo es tan signi-ficativo…” Si se adopta esta postura, la verdad se vuelve muy relativa. La perti-nencia de hoy puede convertirse muy fácilemente en algo irrelevante mañana. Incluso, ¿podría ser que el error parezca relevante? Supongamos que una pariente cercana se enferma repentinamente y fallece antes que puedas volver a verla. Alguien que estuvo presente cuando falleció, te cuenta que en sus últimos suspiros ella mencionó tu nombre. ¿Sería eso relevante? ¿Y si fuese un invento total cuyo propósito fuese consolarte?

10. Autoridad. “¡Él debe saber!” ¿Quién será la autoridad? ¿Y cómo sabe ese

individuo? Obviamente, no por autoridad, porque él o ella son la autoridad. Pero como hemos visto, cada uno de los criterios tiene algún error fatal. Entonces, ¿se pude considerar a alguna persona como infalible?

En este momento, podemos sentirnos como Tomás. ¡No sabemos nada con certeza! (Juan 14:5). Sin embargo, es importante ver las cosas en perspectiva. Antes que alguien descarte estos diez crite-rios, debemos resaltar que cada uno tiene cierto valor y puede contribuir a compren-der mejor la verdad. (Por ejemplo, ¿cuán-tos hemos tratado de comprobar si la tierra realmente es esférica?) El hecho es que ninguno de estos criterios puede, por sí solo, garantizar que algo sea verdad.

Hay, sin embargo, un problema aún mayor. Demasiado seguido los cristianos hemos aceptado como verdad criterios como “un marco de referencia construido por la mente secular y un grupo de crite-rios que reflejan la evaluación secular”.9 Es claro que necesitamos urgentemente tener una respuesta cristiana a la búsque-da de la verdad.

La respuesta cristianaTal como sucede con Dios, Cristo

respondió la pregunta sobre la verdad antes que fuese formulada: “Yo soy… la verdad” (Juan 14:6). En otra ocasión, Cristo oró a su padre diciendo: “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Incluso, las Escrituras decla-ran que “los cielos cuentan la gloria de Dios” (Salmos 19:1) y que “toda obra es hecha con fidelidad” (Salmos 33:4).

Aquí encontramos la respuesta cristiana a la pregunta de Pilato. La Palabra, ya sea escrita, ilustrada o encarnada, es la Verdad.

Esencialmente, Dios quiere revelar en todo momento la verdad a la huma-nidad. Si no fuese por la naturaleza de Dios que se auto revela y toma la inicia-tiva, el conocimiento sería inalcanzable (1 Corintios 2: 12). La revelación divina es entonces el canal por medio del cual Dios comunica hechos y principios a los seres humanos. Esta revelación de la verdad es fundamental e incluye:

• La creación de Dios en cada una de sus dimensiones (Salmos 85:11; Roma-nos 1:20; Santiago 1:18),

• Las Santas Escrituras (Salmos 119:105, 142, 151, 160), y

• Jesucristo, “Dios con nosotros” (Mateo 1:23; Juan 1:14; 14:6).

Estas “palabras” de Dios proveen un orden ascendente de revelación (2 Pedro 1:19). Las revelaciones más recientes no reemplazan a las antiguas, sino que se complementan a fin de que cada manifes-tación tenga un significado más amplio. En la cosmovisión cristiana, por ejemplo, reconocemos que el ingreso del pecado ha distorsionado nuestra comprensión de la verdad de Dios revelada en su creación, tanto en la naturaleza como en la sociedad humana. Por lo tanto, las Escrituras hablan claramente de la verdad sobre la mentira.10

Finalmente, la verdad es una persona. Cristo es la revelación más completa de la verdad, la “imagen misma” de lo divino (Hebreos 1:3; 2 Corintios 4:6). Esta reve-lación a través de Cristo, anclada en las Escrituras (Lucas 24:27; Juan 5:39) y que se expande a través de una relación personal con Dios (Juan 17:3), es una respuesta a la condición humana que sobrepasa cualquier otra forma de presentación de la verdad.

Por lo tanto, para el cristiano, la verdad existe como resultado de una revelación que parte de Dios. Tiene autoridad y fue provista por Uno que no sólo ha exami-nado toda la evidencia, pero también la formó (Juan 1:3; Colosenses 1:15-16). Por esta razón, la multitud que se había congregado para escuchar, observó que Jesús enseñó “como quien tiene autori-dad” (Mateo 7:29); la autoridad inherente de la Palabra, en contraste con el criterio limitado de verdad que tiene el mundo.

Consecuencias de la perspectiva cristiana

¿Qué significado tiene para el creyente la respuesta cristiana a la búsqueda de la verdad? ¿Cuáles son las ramificaciones de este paradigma? Veamos varias:

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1. Para el cristiano, la verdad está anclada en lo sobrenatural, en Dios (Santiago 1:17), no en los humanos. El Creador es la fuente de toda la verdad (Juan 1:17) que no se origina en la naturaleza, ni es iniciada por los seres humanos sino que estos solo la descubren; no la crean.

2. La verdad es eterna porque reside en Dios. Salmos 117:2 declara que la verdad de Dios “es para siempre” (ver también Salmos 100:5). ¿Qué quiere decir esto? Dado que la verdad es eterna, existió antes que la mente humana y la mente no puede ni crearla ni destruirla. Solo podemos aceptarla o rechazarla, vivir en ella o abandonarla y vivir en el error.11 Como cristianos, debemos recor-dar que no se puede hacer nada “contra la verdad, sino por la verdad” (2 Corin-tios 13:8). Los seres humanos no pueden eliminar la verdad. El mundo tuvo su mejor oportunidad en el Calvario y falló rotundamente. Nuestro papel como cris-tianos es invitar, más que confrontar. No necesitamos concentrarnos en defenderla para que no desaparezca, sino más bien extender a otros la invitación de aceptar la verdad eterna de Dios.

3. La verdad no cambia dado que Dios es su origen y Dios no cambia (Malaquías 3:6; Santiago 1:17). La verdad de Dios es absoluta y de naturaleza universal para todo tiempo, lugar y perso-na (Salmos 100:5; Isaías 43:9). Debido al relativismo permisivo de la cultura contemporánea, muchos creen que la verdad en sí misma es relativa; un asunto de mera opinión, una convención social. Aún cuando las circunstancias cambian y es evidente que hay una fragmentación y rotura en muchos aspectos de la vida, la cosmovisión cristiana es capaz de ofrecer un marco estable y seguro. Como cristia-nos, podemos ayudar a los posmodernos a descubrir el fundamento de sus vidas e ideales perdurables que les provean una base para vivir. Podemos ayudarlos a entender que la solidez de la verdad contribuye a un sentido de identidad personal, dirección y pertenencia.

4. Toda la verdad posee unidad dado que proviene de la misma fuente. Dios es uno (Deuteronomio 6:4) y la verdad es una, porque Dios es la verdad (Deuteronomio 32:4; Salmos 31:5). Por lo tanto, la verdad siempre estará en armonía con sí misma, dondequiera y cuandoquiera que sea hallada. Cualquier cosa que contradiga la verdad es un error y revela el problema de la comprensión humana debido a su carácter finito. De ahí se infiere: (a) Conocer a Dios es la clave para ver la vida como un todo significativo. (b) Aunque siempre hay un riesgo de comenzar con una premisa falsa o forzar la evidencia, cuanto mayor sea el espectro de evidencia y cuanto mejor encaje, tanto mejor será la justificación como verdad. (c) Como cristianos, debemos evitar crear dicotomías falsas dentro de la verdad de Dios. Esto podría incluir la separación de la misericordia y la justicia, de piedad y acción, de teoría y práctica, o de fe y aprendizaje.

5. La verdad es infinita porque Dios es infinito. Nuestro círculo de conocimiento está rodeado por el vasto universo de nuestra ignorancia. La exten-sión sin fin de la verdad de Dios aún está virtualmente sin descubrir. De la misma forma que el perímetro de un círculo (nuestro contacto con lo desconocido) aumenta a medida que el área del círcu-lo se agranda, cuanto más aprendemos acerca de la verdad de Dios reconocemos cuánto queda aún por aprender y esto nos hace más humildes. Nos sentimos tentados a pensar que “sabemos todo” cuando el círculo es pequeño y nuestro contacto con lo desconocido es limitado. Por ello, seríamos muy presuntuoso si declarásemos que lo logramos, que ahora poseemos toda la verdad. Los cristianos no tienen “toda la verdad” pero finalmente todo lo que posean será verdad (1 Corintios 13:12).

6. La comprensión cristiana de la verdad debe ser progresiva. No es sufi-ciente que estemos parados en la verdad. Debemos caminar en el sendero de la

verdad (Salmos 25:5; 26:3; 43:3; 86:11; 3 Juan 4). Este concepto de “caminar” implica nuevos horizontes. Es un llama-do a aprender y crecer. Cambiando la metáfora, los términos “arraigados y cimentados” (Efesios 3:17) indican que una planta está vigorosa, recibe continua-mente nutrientes y está creciendo en la verdad (Efesios 4:15; 2 Pedro 3:18). Aun cuando la verdad no cambia, debemos reconocer que nuestra comprensión de la verdad está “en desarrollo” y que nuevas dimensiones de la verdad se irán abrien-do progresivamente ante nosotros.

7. Dado que Dios es la fuente de toda verdad, toda verdad es, en última instan-cia, verdad de Dios. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces” (Santiago 1:17; Juan 1:17). Significa que debemos considerar cada aspecto y dimensión de nuestras vidas como una extensión de la verdad de Dios. Sugiere que evitemos pretender tener una exclusividad de la verdad. Aunque los cris-tianos tenemos la verdad, en la cosmovi-sión cristiana no poseemos su monopolio. Por el contrario, así como Dios hace salir su sol sobre buenos y malos (Mateo 5:45) y quiere que todos lleguen a un conocimien-to de la verdad (1 Timoteo 2:4), personas no creyentes también descubren verdades. ¿Cuál es entonces la diferencia entre cris-tianos y no cristianos? Los no cristianos tropiezan con fragmentos de la verdad en su camino por la vida, mientras que el cris-tiano reconoce a la fuente de esa verdad.

Consideraciones en la búsqueda de la verdad

La perspectiva cristiana aclara una serie de asuntos relevantes especialmen-te para nuestra búsqueda de la verdad. Estos incluyen el papel de investigar, el dilema de las paradojas y asuntos relacio-nados con la autenticidad.

1. Involucrarse en la investigación. Investigar es la búsqueda sistemática de la verdad que en nuestro mundo se ha vuelto como una moneda perdida en el pasto. Aunque esté cubierta de maleza,

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aún es una moneda y todavía tiene valor. Nuestra responsabilidad es ser los detec-tores de metal del mundo, a fin de encon-trar las monedas de la verdad y levantarlas de la basura de las mentiras de Satanás.

De hecho, recibimos directivas divinas de que debemos investigar (Proverbios 2:4-5; Eclesiastés 1:13; 1 Tesalonicenses 5:21; 2 Timoteo 2:15).12 Si vemos oscu-ramente (1 Corintios 13:12), es quizá porque el vidrio tenga imperfecciones pero no significa que deberíamos abando-nar el intento de descubrir toda la verdad que somos capaces de aprender. La Biblia presenta a individuos que realizaron cues-tionamientos ( Job 29:16; Salmos 77:6; Hechos 17:11; 1 Pedro 1:10). La inten-ción es identificar la verdad y “retener lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21).

La verdad no pierde nada debido a que se investigue. Por el contrario, tanto la razón como la fe son fortificadas por una investigación que escudriña y son refinadas por el análisis exhaustivo. Al mismo tiempo debemos reconocer que la investigación tiene sus límites (Job 11:7), y aun cuando se utilice en forma concienzuda el método científico, no garantiza haber llegado a la verdad (Sal. 64:6). Por lo tanto, aunque intentemos salvaguardar el valor verdad, recono-cemos no poder llegar a una seguridad basados en datos empíricos. Nunca podemos decir “la investigación ha probado…” Mas bien debemos hablar en términos de evidencias, de indicativos que dan “testimonio a la verdad” (Juan 18:37; 3 Juan 1:12).

2. Manejando las paradojas. A veces las verdades pueden parecer contradic-torias. Mientras que la lógica griega veía lo opuesto a verdad como falsedad, el pensamiento judaico vio la verdad como una tensión entre ideas contrastantes.13 Parece haber un precedente bíblico para esta tolerancia de opuestos. Algunas paradojas presentes en la Biblia son la humanidad y divinidad de Cristo (Colo-senses 2:9; 1 Timoteo 2:5); la relación entre fe y obras (Efesios 2:8; Filipenses

2:12); la misericordia y justicia de Dios; el libre albedrío humano y la soberanía de Dios y el amor de Dios y el sufri-miento humano, entre otros.

Aunque no podemos pasar por alto las contradicciones aparentes, debemos reconocer que nuestra percepción muy a menudo está limitada por la perspectiva. Para ilustrarlo, usemos la analogía de una cadena montañosa.14 Aunque cada panorama de las montañas sea totalmen-te correcto, cada uno es apenas parcial-mente correcto en referencia al conjunto total. El hecho que una perspectiva difie-ra de otra no quiere decir necesariamente que una es errónea. Únicamente señala que cada una es incompleta. Solo Dios es capaz de conocer la verdad en su totali-dad y esto nos llama a la humildad.

3. La necesidad de autenticidad. Mientras que la cosmovisión cristiana sostiene que la verdad universal realmen-te existe, también reconoce que existen límites humanos que llevan a un cono-cimiento parcial lo cual potencialmente puede conducir a una interpretación errónea. Por ello, nadie, ni siquiera un cristiano, puede afirmar tener un cono-cimiento o comprensión infalible sobre ningún tema.15

Por consiguiente los cristianos debe-mos ser modelos de autenticidad y humildad reconociendo los límites de nuestro conocimiento, siendo honestos acerca de nuestras debilidades y expre-sando conclusiones en forma tentativa. Esto sugiere que como creyentes debe-mos aunarnos para constituir una comu-nidad dinámica e instruida en la Palabra como ingrediente fundamental en la búsqueda de la verdad.

ConclusiónEn resumen, la verdad se origina en

Dios y no en los humanos. Es revelada y no construida. Es descubierta y no elegida por la mayoría de votos. Es auto-rizada y no simplemente un asunto de preferencia personal. Los sentimientos deben adecuarse a la verdad, más que la

verdad a estos. Las ideas no son ciertas únicamente porque son prácticas, más bien, serán de valor porque son verdade-ras. Como análisis final, el árbitro de la verdad es la Palabra inamovible del Dios infinito y personal.

Como cristianos, debemos tener contacto directo con entidades en las cuales se ha manifestado la verdad: las Escrituras, la creación en todas sus dimensiones y Jesucristo. Es nuestro deber comunicar con seguridad que la revelación divina de la verdad es “palabra más segura…la cual hacéis bien en estar atentos” (2 Pedro 1:19).

Finalmente, debemos comprender completamente la relación entre verdad y libertad. No necesitamos mucha libertad para descubrir la verdad sino que debe-mos vivir en la verdad para poder expe-rimentar la libertad. De hecho, la verdad ofrece la única libertad.16 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).

Continúa en la página16

REFERENCIAS:1. M. J. Erickson, Truth or Consequences: The Promise

and Perils of Postmodernism (Downers Grove, Illi-nois: InterVarsity, 2001).

2. J. F. Lyotard, The Postmodern condition: A Report on Knowledge (Mánchester: Mánchester Univer-sity Press, 1984).

3. S. J. Grenz, A Primer on Postmodernism (Grand Rapids, Míchigan: Eerdmans, 1996), p. 8.

4. M. Foucault, Madness and Civilisation: A History of Insanity in the Age of Reason (London: Rout-ledge, 2001).

5. R. Rorty, “Postmodernist bourgeois liberalism” in R. Hollinger (ed.), Hermeneutics and Praxis. (South Bend, Indiana: University of Notre Dame Press, 1985).

6. H. Blamires, The Christian Mind: How Should a Christian Think? (Ann Arbor, Míchigan: Servant Books, 1963), p. 40.

7. Suponte que los únicos animales negros que has visto en toda tu vida son perros. Podrías concluir que todos los animales negros son perros (premisa principal). Un día ves un animal negro. “Aquí hay un animal negro” (premisa menor). ¿Cuál sería la conclusion lógica? “Este es un perro”. Pero en realidad, ¡Es un oso!

John Wesley Taylor V, Ph. D., es profe-sor de Filosofía de la Educación en Southern Adventist University. E-mail: [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 2008 15

Elena de White y la adoración

De todas las cosas, la única experiencia que debe hacer-nos vibrar en una adoración sin reserva es la alegría de la salvación.

A lo largo de su ministerio Elena de White estuvo más interesada en la reli-gión práctica que en cualquier tipo de abordaje especulativo. Cuando hablaba de la adoración se concentraba mayor-mente en asuntos como la conducta reverente, la oración, la predicación, la música y el canto. No obstante sus escri-tos también tratan aspectos fundamenta-les de la adoración de la iglesia que bien pueden orientar a las congregaciones contemporáneas. La propuesta que sigue expresa brevemente algunas de las ideas básicas que muestran el pensamiento de Elena de White respecto de la adoración.

Adoración: Dios como todo y en todoEl concepto de Elena de White en

relación a la adoración es fuertemente teocéntrico. Afirma que él es digno de adoración por las cualidades de su carác-ter y por su obra creadora y redentora. Resulta claro que la adoración guarda relación con el conocimiento de Dios: “Cuando podamos comprender el carác-ter de Dios como lo comprendió Moisés, también nos apresuraremos a postrarnos en adoración y alabanza”.1

Entre otros atributos divinos mencio-na justicia, perfección, grandeza, sabi-duría, presencia, bondad, poder, mise-ricordia, santidad y amor como razones suficientes para el culto y la reverencia. Se dice por ejemplo que “la verdadera reverencia hacia Dios nos es inspirada por un sentido de su infinita grandeza y un reconocimiento de su presencia”.2 Los grandes actos de Dios como los de creación, sustentación, revelación y redención son también razones podero-sas. “El deber de adorar a Dios estriba en la circunstancia de que él es el Creador, y

que a él es a quien todos los demás seres deben su existencia”.3 El eterno Creador y Sustentador de todo “es el único que tiene derecho a la veneración y adoración supremas”.4

Elena de White ofrece un delicado equilibrio entre la trascendencia y la inmanencia de Dios y alienta tanto la reverencia y el orden, como la comunión y la alegría. Reconoce que el culto está relacionado a las tres personas divinas y afirma que el verdadero culto es “el fruto de la obra del Espíritu Santo”.5

Adoración: respuesta humana a DiosElena de White entendió el papel de

la criatura en la adoración como una respuesta a Dios. Una respuesta que no tiene que ver con una parte, sino con todo su ser y su quehacer. Esa respuesta es primero respetuosa, digna y humilde, luego agradecida, gozosa y placentera.

En sus escritos se hace un fuerte énfasis en la actitud adecuada en la casa de Dios. Hay capítulos enteros sobre el particular. “Los discípulos de Cristo deben preca-verse hoy contra la tendencia a perder el espíritu de reverencia y temor piadoso”.6 Enseñó que ante la presencia de Dios el hombre debe reconocer humildemente su pequeñez, indignidad e incompetencia, como lo hicieron los antiguos profetas. Al mismo tiempo invitó a los hijos de Dios a ir a la casa de adoración “llenos de gozo”.7 “Debiera ser un placer adorar al Señor y participar en su obra”.8

Es evidente que ella tuvo un concep-to integral del hombre y su adoración. Señaló que debe adorar a Dios con todo su ser, cuidando su cuerpo, sus pensa-mientos y sus emociones bajo el dominio de una razón santificada. Podría decirse que para ella la adoración era un estilo de vida: “Dios deseaba que toda la vida de su pueblo fuera una vida de alabanza”.9

Adoración: gozosa experiencia de salvación

En forma sobresaliente, lo que más nos debería motivar hacia la adoración es

el gozo de ser salvos del pecado. “Cada corazón que es iluminado por la gracia de Dios es constreñido a inclinarse con inexpresable gratitud y adoración delante del Redentor por su sacrificio infinito”.10 Además de la cruz, la obra intercesora de Cristo en el santuario celestial también provoca la gratitud y la adoración a Dios. La perfecta justicia de Cristo, recibida por fe es “lo único que puede hacer el culto de los seres humanos aceptable a Dios”.11 Mostró una y otra vez que el amor perdo-nador de Dios trae paz e inspira la alaban-za y la adoración. “Cuando los rayos de la justicia de Cristo brillen en el creyente, el gozo, la adoración y la gloria se entreteje-rán con su experiencia”.12

Siendo que el culto es una experien-cia viva, subrayó que debería ser un servicio de amor y gratitud, pero agregó un elemento primordial: “Sin obediencia a sus mandamientos, ninguna adoración puede agradar a Dios”.13 En este contex-to, el sábado llega a ser un día de recor-dación y de culto y el Espíritu de Dios “nos inspirará una obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Tal es el verdadero culto”.14

Adoración: la iglesia reunida en cultoElena de White creía en la importan-

cia de la adoración de la iglesia. Describe los cultos como “ocasiones sagradas y preciosas”.15 Al mismo tiempo declara que “debiera haber reglas respecto al tiempo, el lugar, y la manera de adorar. Nada de lo que es sagrado, nada de lo que pertenece al culto de Dios, debe ser tratado con descui-do e indiferencia”.16

Su visión incluía la dignidad y sereni-dad, evitando los extremos del formalismo y el fanatismo. Apreciaba el decoro y desaconsejaba el ruido, los gritos, las expre-siones fanáticas y la excitación. “El Señor quiere que sus servicios se caractericen por el orden y la disciplina, y no por la agita-ción y la confusión”.17 Expresó además: “La obra de Dios se ha caracterizado siem-pre por la serenidad y la dignidad”.18

Aun cuando es el momento en que

Daniel Plenc

DIÁLOGO 20 •2 200816

REFERENCIAS:1. Elena G. de White, Consejos para los maestros

(Mountain View, California: Pacific Press Publis-hing Association, 1966), 30.

2. ___. Profetas y reyes (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Association, 1957), 34.

3. ___. El conflicto de los siglos (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Association, 1977),489. Véase también White, Patriarcas y profetas (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Association, 1971), 348-349.

4. ___. Patriarcas y profetas (Mountain View, Califor-nia: Pacific Press Publishing Association, 1971), 313.

5. ___. El Deseado de todas las gentes (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Association, 1971), 159-160.

6. ___. Profetas y reyes, 33.7. ___. Alza tus ojos (Buenos Aires: Asociación Casa

Editora Sudamericana, 1982), 36.8. ___. El camino a Cristo (Buenos Aires: Asociación

Casa Editora Sudamericana, 1985), 103-104.9. ___. Palabras de vida del gran Maestro (Mountain

View, California: Pacific Press Publishing Associa-tion, 1971), 240.

10. ___.En los lugares celestiales (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1967), 16.

11. ___. Patriarcas y profetas, 366.12. ___. Ibíd., 193-194.13. ___. El conflicto de los siglos, 489.14. ___. El Deseado de todas las gentes, 159-160. Véase

además White, En los lugares celestiales, 374.15. ___. Joyas de los testimonios (Buenos Aires: Casa

Editora Sudamericana, 1956), 2:250. 16. Ibid:193-194.17. ___. Mensajes selectos (Mountain View, California:

Pacific Press Publishing Association, 1967), 2:40.18. Ibíd, 2:48.19. ___. Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asociación

Casa Editora Sudamericana, 1971), 370.20. ___. Joyas de los testimonios, 2:252.21. ___. Joyas de los testimonios (Buenos Aires: Casa

Editora Sudamericana, 1970), 3:27.22. ___. Signs of the Times, June 24, 1886.23. ___. Patriarcas y profetas, 645. Véase además, La

educación (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1964), 164.

los santos se congregan para loar al Crea-dor, Elena de White siempre abogó en favor del verdadero espíritu del culto. “Ningún término es demasiado enérgico para describir lo malo del culto formal, pero no hay palabras que puedan presen-tar debidamente la profunda bendición del culto verdadero”.19 A su entender los cultos debían ser espirituales, atrac-tivos y fraternos. “Nuestras reuniones deben hacerse intensamente interesantes. Deben estar impregnadas por la misma atmósfera del cielo”.20 Al tratar asuntos específicos aconseja que “la predicación de nuestras reuniones del sábado debe ser corta. Debe darse a los que aman a Dios oportunidad de expresar su gratitud y adoración”.21 “Gran parte de la adora-ción pública de Dios consiste en alaban-za y oración, y cada seguidor de Cristo debiera participar en ella”.22 La alabanza cantada ocupa un lugar de privilegio. “El canto, como parte del servicio religioso, es tanto un acto de culto como lo es la oración”.23

Adoración: celebración del futuro como la esperanza del cristiano

La adoración ocupa un lugar destaca-do en los eventos finales, según Elena de White. Vio un tiempo de prueba pero también un tiempo mejor de adoración y loor en la iglesia. Afirmó que la experien-cia de adoración será proyectada a través de la eternidad y que la adoración es el verdadero eje del conflicto cósmico entre el bien y el mal originado en los cielos. Fue la oposición de Lucifer al Hijo que era honrado con toda adoración, lo que comenzó el conflicto en el cielo y es la raíz del pecado en el mundo. La descrip-ción de Elena de White de los momentos finales del Gran Conflicto está centrali-zada en quién recibirá nuestra adoración. ¿Cristo o Satanás? Ese conflicto probará la lealtad del pueblo de Dios. Entre vida eterna y eterna destrucción se encuentra la respuesta a esta pregunta.

Viene de la página 14

La búsqueda de la verdad...

8. Un corolario de este principio reconoce que hay algunas afirmaciones que parecen desafiar inhe-rentemente la lógica humana. (a) “¿Puede Dios hacer cualquier cosa? ¿Podría crear una roca que él no pueda levantar?” (b) “Todas las generalizacio-nes son incorrectas”. Si es verdad, entonces es falsa y ¿puede ser que algo sea correcto e incorrecto al mismo tiempo?” (c) “Cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2Corintios 12:10). (d) “Como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (2Corin-tios 6:10). (e) “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (Marcos 8:35).

9. Blamires, p. 4.10. “Hay en la naturaleza verdades maravillosas. La

tierra, el mar y el cielo están llenos de verdad... Pero el hombre caído no entenderá. El pecado ha nublado su visión, y por sí mismo no puede inter-pretar la naturaleza sin colocarla por encima de Dios. Las lecciones correctas no pueden impresio-nar la mente de aquellos que rechazan la Palabra de Dios. La enseñanza de la naturaleza se halla tan pervertida por ellos que aparta la mente del Crea-dor” E. White, Palabras de vida del gran Maestro (Mountain View, California: Publicaciones Inte-ramericanas, 1978), p. 79.

11. Esta distinción es vital, dado que Juan 8:44 indica que Lucifer no ha permanecido en la verdad, y por lo tanto “no hay verdad en él”.

12. “En vez de restringir su estudio a lo que los hombres han dicho o escrito, los estudiantes deben ser dirigidos a las fuentes de la verdad, a los vastos campos abiertos a la investigación en la naturaleza y en la revelación.” E. White, La educa-ción (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana,1974), p. 15.

13. J. Paulien, “The postmodern acts of God.” Discurso presidencial en la Sociedad adventista para studios religiosos, 2004. Extraído de http://www.secularpostmodern.org/res_art9.php4 on November 25, 2007.

14. R. A. Clark & S. D. Gaede, “Knowing together: Reflections on a holistic sociology of knowledge” in H. Heie & D. L. Wolfe (eds.) The Reality of Christian Learning (Grand Rapids: Eerdmans, 1987).

15. Aun cuando hablemos de la infabilidad de las Escrituras, no podemos decir que seamos infali-bles en nuestro entendimiento o interpretación de las Escrituras.

16. Como señala Rex Edwards (“Truth: The neglec-ted virtue,” Adventist Review, October 11, 2007, pp.14-16): Solamente cuando conocemos la verdad acerca de un avión nos sentimos libres para pilotearlo. Solamente cuando conocemos la verdad de la medicina, nos sentimos libres de practicarla. Solo la persona que conoce las verda-des de la ingeniería se siente libre para construir un puente colgante que resista.

(London: J. Faulder, 1809), p. 3. 13. Véase Ibíd., capítulo III.14. C. Darwin, The Autobiography of Charles Darwin

(New York: W. W. Norton, 1958), p. 59.15. Véase J. S. Huxley, Evolution in Action (Middle-

sex, UK: Penguin, 1953, 1963), p. 16.16. C. G. Hunter, Darwin’s God: Evolution and

the Problem of Evil (Grand Rapids, Michigan: Brazos Press, 2002), p. 165.

17. T. H. Huxley, Collected Essays, Vol. II, 1893. Prefacio.

18. Ch. Darwin, On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured

Viene de la página 10Naturaleza y diseño:

Races in the Struggle for Life (New York: Penguin Books, 1958), p. 287-312.

19. P. E. Johnson, Darwin on Trial. (Downers Grove, Illinois: InterVarsity, 1991).

20. Darwin, p. 171.

Daniel Oscar Plenc (Ph. D., Univer-sidad Adventista del Plata) es director del Centro de Investigaciones White y profesor en la Facultad de Teología, Universidad Adventista del Plata, Argen-tina. E-mail: [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 2008 17

La ternura de su amorRoy Adams

El amor de Jesús trasciendenuestra rebelión, es estable, inmutable e incondicional.Es el amor más tierno.

Estaba sentado en el escritorio de mi casa mirando por la ventana un cardenal que lucía como un pincelazo rojo en contraste con el marrón monótono de las ramas de los árboles. Era una mañana en la cual varios pensamientos de preocupación habían esta-do rondando en mi mente. Y allí estaba el cardenal recordándome que el mismo Dios que lo protege y lo vistió tan hermosamente, también se preocupa por mí.

A la mañana siguiente volvió. En mi mente surgieron los pensamientos del día anterior acerca del inimaginable amor de Dios. Pensé lo pequeño que se veía desde mi ventana ese cardenal que estaba a apenas dieciocho metros de distancia y lo infinitamente pequeño (en realidad total-mente invisible) que sería si yo estuviese volando en un avión a diez mil metros de altura. Y sin embargo Dios lo ve a través del universo que se extiende por una infi-nidad de años luz.

Jesús ama y cuida de esta manera. Cuando presentó su mensaje a las perso-nas reunidas en una ladera de Galilea, les dijo cosas que muy pronto pondría en práctica en su propia vida. “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo. 6:26).1

Los Evangelios están repletos de ilus-traciones acerca del tierno amor de Jesús. En los párrafos que siguen tengo espacio para detallar apenas algunas de ellas.

Amor por una mujer acorraladaEn Juan 8:1-11 encontramos una

historia de su amor. Los hombres que la arrastraron hasta Jesús dijeron que la mujer había sido encontrada en el preciso momento de cometer adulterio. Ellos conocían bien a su patriarca Moisés. El

gran profeta del Sinaí había dicho que los infractores debían ser apedreados en público. ¿Qué dices tú?, increparon a Jesús.

Jesús podría haber esgrimido alguna excusa dado que no era parte de un siste-ma legal ni poseía tipo alguno de poder judicial reconocido en la corte judía. ¿Qué razón había para que acudiesen a él? Podría haber evadido la situación sin ningún problema. Habría sido totalmen-te correcto que rehusara involucrarse en esta situación.

Pero no lo hizo porque allí había una mujer angustiada, sufriendo la pesadilla de una mente torturada con imágenes horrendas de muerte. Su corazón latiendo fuertemente, su pulso acelerado, lágri-mas de vergüenza rodando por su rostro demacrado, está esperando que las piedras comiencen a golpear su frágil cuerpo en cualquier instante. Y entonces, para su horror, escucha de los labios de Jesús lo que seguramente iba a ser su sentencia de muerte: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (vers. 7). Siendo que conside-ra a todos sus acusadores como íntegros partidarios de la ley, que no han cometido falta alguna, espera con certeza que las palabras de Jesús sellarán su suerte y resul-tarán en una lluvia de piedras cayendo fatalmente sobre su cuerpo.

Adopta una posición de autoprotec-ción con su rostro entre las manos (por lo menos así la imagino) y su nivel de ansie-dad llega al máximo nivel. Momentos de tensión en que solo reina el silencio. Por fin se anima a mirar desde su posición en cuclillas y descubre que está sola con Jesús. “¿Dónde están los que te acusaban?”, le pregunta Jesús gentilmente. “¿Ninguno te condenó?” (vers. 10). “Ninguno, Señor”, responde ella. “Ni yo te condeno; vete y no peques más” (vers. 11).

La mujer no se aleja saltando porque quizás considera que esa reacción no sería apropiada para la situación. Tampoco grita dado que en esa cultura eso no sería bien visto. En su lugar, se aleja cami-

nando silenciosamente, con el corazón explotando de felicidad y densas lágrimas rodando; la diferencia es que ahora son lágrimas de felicidad. Cada paso resuena con esperanza renovada dado que puede vivir nuevamente gracias a que se encon-tró cara a cara con el amor personificado. Ese amor compasivo y tierno que ella no sabía que existía.

Amor por un jactancioso deslealJesús sentía un amor tierno para con

todos sus discípulos (Juan 13:1). Aún en medio de la tensión y confusión en la noche de su entrega en Getsemaní, los protegió. “Si me buscáis a mí”, les dijo a los hombres listos a arrestarlo, “dejad ir a éstos” (Juan 18:8).

La forma en que trató a Pedro ejem-plificó por sí sola, su amor para con todos los demás. El discípulo jactancio-so había afirmado férreamente apoyar a Jesús, pocas horas antes del arresto. “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré” (Mateo 26:31-33). Pero a medida que avanzaba la noche, intentaría vergonzosamente, esconderse de los ojos acusadores de simples espectadores, y hasta negaría haber visto alguna vez a un hombre llamado Jesús, usando un lenguaje muy fuerte. Cuando intentaron que dijese la verdad por tercera vez, comenzó a maldecir y jurar diciendo: “No conozco al hombre” (ver. 74).

En ese mismo momento comenzó a cantar el gallo y “vuelto el Señor, miró a Pedro” (Lucas 22:62). “Pedro se acor-dó de la palabra del Señor…y saliendo fuera, lloró amargamente” (vers. 61, 62).

¿Qué mensaje habrá transmitido la expresión del rostro de Jesús a su presumi-do discípulo? Aquí tenemos la respuesta de un libro clásico sobre la vida de Jesús: “Mientras los juramentos envilecedores estaban todavía en los labios de Pedro y el agudo canto del gallo repercutía en sus oídos, el Salvador se desvió de sus ceñudos jueces y miró de lleno a su pobre discípulo. Al mismo tiempo, los ojos de Pedro fueron

DIÁLOGO 20 •2 200818

atraídos hacia su Maestro. En aquel amable semblante, leyó profunda compasión y pesar, pero no había ira”.2

¡Extraordinario! Jesús le había dado a Pedro oportunidades y privilegios y lo había incluido, por así decir, en el círculo más íntimo. El discípulo debería haber conocido y actuado mejor. Jesús tenía todo el derecho de estar profundamente decepcionado, y de hecho lo estaba. Pero esa noche en el palacio de justicia cuan-do sus miradas se cruzaron, el discípulo no vio enojo en el semblante de Jesús, ni ninguna señal de represalia o venganza.

“Al ver ese rostro pálido y doliente, esos labios temblorosos, esa mirada de compasión y perdón, su corazón [de Pedro] fue atravesado como por una flecha. Su conciencia se despertó… Una oleada de recuerdos le abrumó. La tierna misericordia del Salvador, su bondad y longanimidad, su amabilidad y pacien-cia para con sus discípulos tan llenos de yerros: lo recordó todo… Reflexionó con horror en su propia ingratitud, su false-dad, su perjurio. Una vez más miró a su Maestro, y vio una mano sacrílega que le hería en el rostro. No pudiendo soportar ya más la escena, salió corriendo de la sala con el corazón quebrantado… Por fin se encontró en Getsemaní… En el mismo lugar donde Jesús había derramado su alma agonizante ante su Padre, cayó Pedro sobre su rostro y deseó morir”. 3

El temor no es la forma más efectiva de llevar a las personas al arrepenti-miento; tampoco el avergonzar, echar en cara o intimidar. Por el contrario es amor, perfecto y puro, el amor tierno de Cristo. Eso es lo que Pedro vio esa noche en los ojos de Jesús. Eso es lo que sintió en ese momento crítico. Eso es lo que partió su corazón. Y eso también es lo que partirá nuestro corazón. Puede suceder en cualquier momento, durante una reunión religiosa, una clase de físi-ca, mientras vas al trabajo o mientras lees la Biblia. Y también puede ocurrir cuando estés sentado en el escritorio mirando por la ventana a los cardenales.

Su amor cariñoso no conoce barreras ni trabas. Nos habla no importa donde estemos y llega a nosotros no importa el lugar donde vayamos.

Amor por una mujer solitaria de otra raza

Podemos ver el amor de Jesús en la forma en que se relacionó con las personas cuyas vidas tocó durante su ministerio, sin tener en cuenta la raza ni el origen étnico. Pensemos, por ejemplo, en la mujer de Samaria (Juan 4:4-26). Primero ignoró la rigidez de la sociedad y se tomó tiempo para valorarla por lo que realmente ella era: un ser creado a imagen de Dios. La sorprendió pidiéndole un favor. Su amor puro hacia ella había roto el hielo. Lo único que él veía frente a sí era una mujer valiosa que estaba necesitando desesperadamente la gracia que él quería ofrecer. “Si conocie-ras el don de Dios”, le dijo deseando mejo-rar su bienestar espiritual, “y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva” (Juan 4:10).

A medida que su conversación conti-nuaba, Jesús encararía abiertamente el aspecto emocional que diferenciaba el culto entre judíos y samaritanos e intenta-ría abordar de la forma más tierna posible la situación delicada de su vida social.

La mujer no era una prostituta, al menos según el relato de Juan. Había vivido con cinco hombres, pero eran sus “esposos”, dijo Jesús (vers. 17, 18). No conocemos esa parte de la historia de su vida, ni por qué había tenido tantos esposos ni qué había sucedido con ellos. Tampoco sabemos por qué había decidi-do vivir en una relación de concubinato pero Jesús sabía con certeza que todo esto había tenido su precio y la había convertido en una paria de la comuni-dad, lo cual quizás queda evidente (tal cual algunos han señalado) por el horario inusual en el que fue a buscar agua, un momento del día en el cual no había nadie.

Jesús estaba tan compenetrado en su conversación con la mujer que perdió

noción del tiempo y olvidó el hambre que había estado sintiendo. Por un lado muestra cuán intensamente compenetra-do estaba con su misión, pero también muestra un amor tierno y personal. Al ser alcanzada por esa bondad, la mujer comenzó a añorar el agua que él podía darle y deseó el culto espiritual que él describió; incluso preguntó por el Mesías. Cuando el Mesías venga, le dijo ella (creo que con un destello de esperanza en sus ojos dado que tenía la esperanza de haberse encontrado con aquella persona tan esperada), él nos declarará todas las cosas. ¡Esto fue demasiado para Jesús! Rompiendo su reticencia usual respecto a su identidad, le dijo claramente: “Yo soy, el que habla contigo” (vers. 26).

La mujer abandonó su cántaro al escuchar esta revelación tan increíble y fue corriendo al pueblo. La forma en la que habló con sus vecinos dio testimo-nio del cariño con el que Jesús la había tratado ese día. Vale la pena señalar que aunque habían hablado sobre muchas cosas, eligió presentar como ejemplo aquellas que le producían vergüenza: “Venid ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (vers. 29).

¿Quién, sino Jesús, podría citar mi pasado de tal forma que me sintiera atraído a él en amor y adoración? ¿Quién otro puede hacer que los hechos del pasado se transformen para mí en una ventana de esperanza para el mañana? ¿Quién puede amarme con una compa-sión tan cariñosa? Jesús representa la imagen de un amor exorbitante que no discrimina, que es incondicional. Un amor por cada ser humano.

Amor hacia una nación rebeldeCuando la procesión triunfal se acer-

caba a Jerusalén el domingo de la semana de Pascua, Jesús se detuvo en el Monte de los Olivos desde donde se divisaba Jerusa-lén para pronunciar un lamento respecto a la calamidad que enfrentaría Israel en el futuro. “¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu

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paz!… Porque vendrán días… cuando tus enemigos te estrecharán por todas partes, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra” (Lucas 19:42-44).

Este lamento en Lucas se conecta temáticamente con el que se encuentra en Mateo 23:33-36. Pone de manifies-to el cariño, compasión y congoja que motivaban la declaración sobre el juicio inminente: “¡Jerusalén, Jerusalén… cuán-tas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37).

La historia de David y Absalón es la más apropiada como modelo humano del amor cariñoso de Dios hacia nosotros (2 Samuel 13-15), aún cuando nos rebe-lamos. La historia documenta la tensión entre el joven y su padre David, debido al asesinato cometido por Absalón, al matar a su medio hermano Amnón, para vengar la violación de su hermana Tamar. El relato da cuenta del exilio autoimpues-to de Absalón, su retorno como resultado de un plan ingenioso diseñado por el jefe del ejército de David, su reconciliación temporaria con su padre y finalmente, su sublevación. La historia describe a David acompañado por el séquito real, aban-donando apresuradamente el palacio y la capital, debido a la rebelión de su hijo. Saber que el daño no era producido por su predecesor envidioso sino su propio hijo era un golpe devastador.

Sin embargo, cuando comenzó la batalla, David les encargó a sus generales que protegieran la vida de Absalón y no se le infligiese ningún daño. “Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón” (2 Samuel 18:5); pero Absa-lón fue muerto. Si consideramos el sufrimiento que el joven príncipe había causado a su padre y la nación, nos sorprende la reacción de David al ente-rarse. “El rey se turbó. Y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo

mío!” (2 Samuel 18:33).Este clamor vuelve a escucharse en el

lamento agonizante de Jesús en aquel día histórico: “Oh Jerusalén, Jerusalén…” No nos sorprende que la gente llamaba a Jesús “Hijo de David”. Lo escuchamos de labios del ciego Bartimeo, a la salida de Jericó (Marcos 10:47) y de la mujer cananea que dijo: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” (Mateo 15:22). Nunca “Jesús, Hijo de Adán”, o “Jesús, Hijo de Abraham”, o “Jesús, Hijo de Elías”. No, casi sin variantes es “Jesús, Hijo de David” (Mateo 9:27; 20:30; Lucas 18:38), y siempre es en un contex-to de misericordia y compasión.

Más allá de otros significados, muestra que el amor y la misericordia benigna de Jesús recordaban a la gente la actitud misericordiosa y benigna de David hacia su hijo quien no lo merecía. Podemos incluso especular acerca de lo que hubiese sucedido si las tropas reales hubiesen capturado a Absalón vivo y la forma como lo hubiera tratado su padre. Lamentablemente, nunca lo sabremos certeramente pero podemos inferir con cierta seguridad, basándonos en los otros detalles de la historia, que el corazón de ese padre no lo hubiese amado ni una pizca menos.

En ese sentido se asemeja a Jesús, quien, aun sabiendo cuán viles somos, aceptó amarnos. Esto me recuerda una historia conmovedora que fue publicada en un diario en el otoño de 2006.

Comenzaba así: “Un comprador muchachito de nueve años se acercó a Helen Briggs. Ella había tenido bajo su tutela a muchos niños con problemas y sabía qué era amar con firmeza. Ella se encariñó con este niño y al año, conven-ció a su esposo de que lo adoptasen. Ahora, seis años más tarde, Briggs y su esposo están tomando el paso poco usual de “desadoptarlo”.

Los problemas comenzaron en 2003, cuando el muchacho de 12 años, abusó sexualmente de un niño de 6 y una niña de 2 que aún usaba pañales”. Cuando

estos casos llegaron a la corte, los padres adoptivos descubrieron otros detalles preocupantes que los llevaron a pedir que se les quitase la tenencia. Entre otras cosas, se enteraron que por el abuso que el niño había recibido de parte de sus padres biológicos, que eran alcohólicos y drogadictos, tenía un daño en el tronco del encéfalo que limitaba su noción del tiempo. Había estado internado siete veces en instituciones psiquiátricas y probable-mente tenía un desorden de tipo bipolar. Además, había amenazado suicidarse y había comenzado a escuchar voces.

Resumiendo, los padres adoptivos descubrieron que tenían un producto dañado en sus manos. “Uno no quiere desechar a alguien”, dijo su madre adop-tiva, “pero a veces es necesario”.4

Ese matrimonio no sabía todo esto cuando decidieron adoptar, y cualquier persona entendería su delicada situa-ción. Pero cuando Dios nos eligió, sabía cuán miserables éramos, y sin embargo siguió adelante. Una vez que entramos en contacto con el tierno amor de Jesús sabemos que nunca nos desheredará.

Amor que llega a ser profundo y personal

Charles Templeton, había sido cola-borador de Billy Graham, pero después había dejado la iglesia, se había vuelto ateo y crítico acérrimo de la religión. En su libro El caso de la fe, el autor evangé-lico Lee Strobel nos relata su encuentro con Templeton en el departamento de este último en Toronto. A medida que la conversación avanzaba, le preguntó qué pensaba sobre Jesús. Aquí hay parte de lo que siguió, según lo cuenta Strobel:

“El lenguaje corporal de Templeton se suavizó. Fue como si de pronto se sintie-ra tranquilo y cómodo al hablar de un viejo y querido amigo…

–Él fue el mejor ser humano que ha existido…

–Suena como que si en realidad lo apreciara.

–Bueno, sí, él es lo más importante

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Su responsabilidad implica ser el nexo entre los centros y la sede mundial de la Iglesia Adventista, incluyendo las trece Divisiones y el Instituto de Investigación Bíblica.

n¿Cómo se convirtió en adventista?Mientras estudiaba flauta en el conser-

vatorio de música en Francia. Uno de mis profesores era adventista y en ocasiones compartí mis luchas íntimas para obtener libertad, aunque no sabía bien lo que eso significaba. Una vez me dijo bastante directa y marcadamente que realmente sería libre el día que conociera a Jesús. Ser tan directo y determinante puede no funcionar en todas las circunstancias, pero funcionó para mí. Yo pensé que conocía a Jesús. En mi infancia había escuchado algo, pero la forma en que este profesor hablaba de Jesús me mostró que había algo más que la noción intelectual.

n ¿Cuáles son algunos de los desafíos que tuvo que enfrentar como adventista en una insti-tución de educación secular?

Entender la mentalidad y cosmovisión de la gente. Traté de entender por qué la gente, especialmente en la sociedad france-sa, no estaba interesada en religión. Cuanto más pensaba en ello, más se volvía claro para mí que era por los abusos del pasado en el nombre de la religión. El poder no se usaba para proteger a las personas sino para otros propósitos. Un ejemplo sobresaliente es la Revolución Francesa. Hay generacio-nes de personas que todavía están desilusio-nadas y desencantadas por eso. Las ideolo-gías del pasado han fracasado; han llevado a un tipo de mentalidad posmoderna.

n ¿Cómo pueden los adventistas en univer-sidades públicas participar en las iniciativas de Misión Global de la iglesia?

Dando testimonio dondequiera que estén: Misión Global es en realidad alcanzar a los que no han sido alcan-zados. También conociendo a Dios y teniendo una relación con él. El méto-do de Cristo no puede ser obsoleto –mezclarse con la gente, hasta que una relación de confianza es construida, luego de lo cual podemos compartir a Cristo.

n ¿Por qué necesita la iglesia los centros de estudio? Pablo y Silas no los tenían.

Pablo y Silas no los necesitaban porque tenían un ministerio muy loca-lizado y estaban familiarizados con las personas a las que predicaban. Pablo conocía acerca de los filósofos griegos. Podía citar a sus poetas y hablar en los idiomas locales. Hoy tenemos un movi-miento que envuelve al mundo –la Igle-sia Adventista– por lo que estos centros aportan a la iglesia el desarrollo de la conciencia y capacitan a los miembros para alcanzar a las personas de diversas religiones del mundo.

n ¿Qué están haciendo los centros?iEstán creando métodos y modelos

y equipando la iglesia para saber cómo entender y aproximarse mejor a otros grupos. Algunos centros son más activos que otros y están produciendo resulta-dos que podrían cuantificarse. Otros, como el de Inglaterra, están comenzando y lleva más tiempo porque se trabaja en áreas más desafiantes. El centro en Tailandia está haciendo un trabajo nota-ble sacando a luz un CD con recursos. El centro dedicado a los musulmanes ya

Ganoune DiopDiálogo con un adventista líder en enfoques interreligiososEntrevistado por Ansel Oliver

Flautista profesional, teólogo califi-cado, políglota con conocimiento de diez idiomas; el Dr. Ganoune Diop además de esto es una persona a quien le apasiona la misión. Criado en un ambiente multicultural predomi-nantemente musulmán en Senegal, el Dr. Diop aceptó la fe adventista hace treinta años cuando estudiaba flauta en el Conservatorio de Música de La Rochelle, en Francia; esto fue gracias a la influencia de un profesor adven-tista. Sus logros académicos incluyen un título de Magíster en Filología y un doctorado en Antiguo Testamento.

Actualmente, el Dr. Diop es director y coordinador de cinco centros de estu-dio interdenominacionales alrededor del mundo. Estos centros fueron esta-blecidos por la iglesia para promover el mejor entendimiento y nuevas estra-tegias de aproximación al hinduismo, budismo, islamismo, judaísmo, secula-rismo y posmodernismo. Los centros están ubicados respectivamente en India, Tailandia, Chipre, Israel e Inglate-rra (ver cuadro).

PERFIL

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tiene uno. Por su parte el centro que se dedica a los judíos está creando comu-nidades en varios países. Estas entidades están ayudando también a varios depar-tamentos de iglesia a crear materiales. Obviamente, no se trata solo de multi-plicar actividades y producir materiales, sino de desarrollar una visión teológica apropiada y de aplicar las perspectivas misiológicas que identifican a la iglesia.

n Sabemos que el grupo que trabaja en Inglaterra está en los estadios preliminares de investigación. ¿Cuánto hace que han sido crea-dos estos centros?

Algunos ya tienen cerca de una déca-da, pero el de Inglaterra –el Centro de Estudios Seculares y Posmodernos– es el más nuevo; en su estructura actual sólo tiene poco más de un año.

n ¿Desde el Centro para el Hinduismo nos informaron que están teniendo éxito en la promoción de un estilo de adoración contextua-lizado. ¿Qué es esto?

Adorar en estilo hinduista no significa adorar en templos hindúes, sino adaptar las formas de adoración, como los cantos y predicaciones, a las tradiciones cultura-les locales que no colisionen de ninguna manera con las doctrinas cristianas. Hace poco estuve en la India junto a adorado-res cristianos sentados en el piso cantan-do melodías tradicionales indias en lugar de usar los himnos de estilo occidental y acompañados por instrumentos musi-cales locales. Los centros pueden hacer mucho más, muchos de ellos recién están en el estadio temprano de desarrollar un medio contextualizado de proclamar y producir materiales relevantes. En este momento están en una curva de apren-dizaje. Algunos pueden avanzar más rápidamente que otros. Mi desafío es ayudarlos para lograr las metas.

n ¿Cuáles han sido algunas de las falencias?Creo que la iglesia necesita la colabora-

ción de misiólogos con experiencia prác-tica y teólogos que realmente promuevan

un entendimiento radical de las religiones del mundo y los ministerios de larga duración. No es suficiente con tener un “corazón misionero”. También necesita-mos comprometer tanto a teólogos como misiólogos y a beneficiar los ministerios en varias áreas aún no adentradas.

n Imagino que al igual que en otras estruc-turas administrativas de la iglesia, existen limitaciones de personal.

Idealmente, quisiéramos tener los centros completamente dedicados a su trabajo de Misión Global. Aunque están ubicados en el territorio de algunas Divi-siones, son entidades de la Asociación General [la administración mundial de la iglesia], por lo tanto son llamados a servir a la iglesia mundial. Al ver la nece-sidad global, los centros están estimula-dos a producir materiales y están tenien-do buenos resultados en este momento. Sin embargo, los resultados pueden maximizarse, y podríamos estar haciendo mucho más de lo que estamos haciendo actualmente.

n ¿Qué sigue a este primer paso?Al mirar al futuro, necesitamos

pensar en términos de expansión de los centros y tener un ente interdisciplinario. También, debemos identificar nuevos lugares. Acabo de volver de Azerbaiyán y sería magnífico equiparlos para ministrar a los países cercanos. Eso es algo que estoy explorando –diferentes lugares aún no alcanzadas. Muchos de esos países son islámicos pero con un tinte comunista, secular. Es un tipo de islamismo distinto del que se encuentra en Medio Oriente, África o Indonesia.

n Hay partes del mundo en que el prose-litismo es ilegal. ¿Hasta qué grado podemos promover nuestras creencias?

Bueno, es aquí donde el ministerio contextualizado se vuelve efectivo –las personas nativas son estimuladas a encontrar formas de vivir su nueva fe en Cristo a pesar de las circunstancias adver-

sas en las que viven. Los centros exploran formas, en ese sentido, y desarrollan modelos.

n ¿Cómo podemos estimular la generosidad entre los misioneros y promover la inclusión de personas, en vez de luchar con las personas a las que son enviados? ¿Será que algunos sienten que están en una batalla de quién tiene razón?

No podemos tener éxito diciendo: “Tenemos la verdad y más vale que nos escuchen”. Un misionero debe sentir confianza de que está siendo enviado para proclamar la verdad de Dios. No hay arrogancia en eso. En reali-dad, todas las religiones afirman que sus creencias son absolutas... bueno, excepto el Hinduismo y las religiones sincréticas. Sin embargo, cuando se sale al campo misionero no debe hacerse con un espíritu avasallador o humil-lando a la gente, sino acompañándolos en su camino espiritual hacia una trans-formación radical.

Centros de EstudioBuddhism Religious Study CenterMuak Lek, Saraburi, Tailandiahttp://[email protected] for Secular and Postmodern StudiesSt. Albans, Inglaterrahttp://[email protected] for the Study of HinduismHosur, Tamil Nadu, [email protected] Center for Adventist-Muslim [email protected] Jewish Friendship CenterJerusalem, Israelhttp://[email protected]

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El autor es un conocido educador, erudito y administrador de la iglesia. Además de años de servicio como pastor y profe-sor, ha servido como decano del departamento de Estudios Religiosos en Newbold College en Inglaterra, director del Avondale College, Australia y presidente de la División del Pacífico Sur de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

The soul sleepers es el más reciente de sus libros creados en forma meticulosa. Este historiador de la iglesia, particularmen-te interesado en la teología puritana inglesa también escribió: The English Connection: The Puritan Roots of Seventh-day Adventist Belief; Seventh-day Men: Sabbatarians and Sabbataria-nism in England and Wales, 1600-1800; y A Great Expectation: Eschatological Thought in English Protestantism to 1660.

La voluminosa investigación y la profundidad erudita que ha sido volcada en la realización de The soul sleepers, es evidente al observar las casi doscientas obras clásicas de los siglos XVI al XVIII, enumeradas en la bibliografía. El capítulo introductorio del autor es una revisión bibliográfica que evalúa algunas de las lagunas o informaciones inexactas encontradas en traba-jos previos sobre el tema. Los dos volúmenes de L. Froom: The Conditionalist Faith of Our Fathers, por ejemplo, omiten nombres importantes de la escena inglesa del siglo XVII, pero incluyen muchos nombres para quienes la posición condicio-nalista es, en el mejor de los casos, mínima o inclusive refuta-ble (p. 14).

Para seguir al autor a medida que conduce al lector a través de trescientos años de historia religiosa inglesa, hay que fami-liarizarse con la palabra mortalista y dos términos asociados. Mortalista, se refiere a todo aquel que no cree en la inmortali-dad del alma. Dentro del campo de los mortalistas, el Dr. Ball hace distinción entre psychopannychists, quienes creen en una separación inmaterial del alma, la cual luego que una persona muere, duerme hasta la resurrección y los “thnetopsychists”, quienes entienden que la palabra alma simplemente es otro modo de decir persona. La razón para esto es que cuando Dios sopló aliento de vida en Adán, este llegó a ser “un alma vivien-te” (Génesis 2:7). De esta manera cuando una persona muere, el alma también muere.

The soul sleepers

Bryan W. Ball (Cambridge, Inglaterra: James Clarke & Co, 2008; 235 pp.).

Reseña de Gerhard Pfandl

El libro contiene siete capítulos y tres apéndices. El primer capítulo presenta una corta revisión de la doctrina de la inmor-talidad en la teología católica, seguida por una discusión de los mortalistas europeos durante el tiempo de la Reforma, tales como Lutero, Carlsdtadt y algunos de los anabaptistas. La sección final en este capítulo trata sobre la oposición de Calvi-no al pensamiento mortalista. Es poco conocido que Michael Servetus (1511-1553), el médico y escritor con postura opuesta a la Trinidad, que fue quemado en la hoguera en Ginebra, fue también un psychopannychist. Calvino vió al mortalismo en cualquiera de sus formas, como una herejía y llamó a los mortalistas, asesinos de almas (p. 39).

Los capítulos segundo al sexto, trazan la historia del morta-lismo en Inglaterra, desde sus orígenes en el siglo XIV, comen-zando con John Wicleff (1329-1384) hasta Joseph Priestly (1733-1804) al final del siglo XVIII. Priestly, fue un ministro disconforme de Leeds, que llegó a ser famoso por su trabajo en la química de los gases, al fin del siglo XVIII. Es más recorda-do por sus esfuerzos científicos, que por su teología. De todas maneras, su thnetopsychism influyó en el desarrollo continuo del mortalismo en Inglaterra.

El capítulo final repasa la posición de los mortalistas respec-to a la recompensa final de los fieles. “El pensamiento de que millones de espíritus separados de sus cuerpos habitan un lugar nebuloso llamado cielo, ya sea por la eternidad o por un período intermedio indeterminado, no estaba en la lista compatible con la escatología mortalista” (p. 176). El reino de Dios, según ellos, es una tierra restaurada, donde Cristo y los santos vivirán y reinarán eternamente (p. 180).

Muchos lectores se sorprenderían al enterarse que hombres como William Tyndale (1494-1536), reformador y traductor de la Biblia; Hugh Latimer (1485-1555) reformador y mártir; el poeta John Milton (1608-1529) y los filósofos Thomas Hobbs (1588-1679) y John Locke (1632-1704), eran mortalistas convencidos. Los últimos tres fueron los mayores voceros del mortalismo del siglo XVII, quienes se refirieron al alma como refiriéndose a una persona viviente, y creyeron que cuando una persona muere, el alma también muere (pp. 117 y 118).

Los mortalistas desacreditaron permanentemente la enseñanza de la inmortalidad del alma como no bíblica y como “cimiento para otras declaraciones doctrinales falsas que emanan de Roma, como el infierno y el purgatorio” (p. 100). Sus afirmaciones de psychoppainism o thnetopsychism, se encuentran frecuentemente en sintonía con francos ataques a la doctrina medieval del purga-torio. Aún mas, la idea de poner a las almas en el cielo, infierno o purgatorio, destruía para los mortalistas el argumento mediante el cual Cristo y Pablo, prueban la resurrección. “Si el alma ya se encuentra en el cielo”, argumentaba Tyndale, “¿qué necesidad hay de una resurrección?” (p. 49). Esto era compartido por Fran-cis Blackburne en el siglo XVIII, quien destacó la idea de que la

LIBROS

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El culto que agrada a Dios: Criterios revelados acerca de la adoración

Daniel Oscar Plenc, (Libertador San Martin, Entre Ríos, Argentina: Editorial Universidad Adventista del Plata, 2007, 159 pp.).

Reseña de Enrique Becerra

A Strange Place for Grace: Disco-vering a Loving God in the Old Testament

Jon L. Dybdahl (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 2006, 144 pp.).

Reseña de Bradley A. Jamison

inmortalidad del alma minaba toda la esencia de la fe cristiana. (p. 162)

Este libro es una investigación abarcante y erudita del pensamiento mortalista en Inglaterra durante los períodos de la Reforma y posteriores a la misma. Numerosas notas al pie y una bibliografía con más de trescientos títulos proveen no solamente sustento a lo que el autor dice, sino que a la vez representan una mina de oro de información para futuras investigaciones.

La evidencia histórica presentada en este libro, desafía la doctrina tradicional de la inmortalidad natural del alma, como se la enseña en la mayoría de las iglesias cristianas. En contraste con otros autores adventistas que tratan el tema, este libro marca la diferencia entre “los del alma dormida” (psicopanistas) y aquellos que creen en la muerte del alma (thnetopsychism). El libro será de interés para historiadores y teólogos como así también para quienes estén interesados en el tema de la naturaleza humana. En el contexto de la controversia actual dentro del protestantismo, sobre el tema de la inmortalidad natural, este libro merece ser leído ampliamente.

Gerhard Pfandl (Ph. D., Andrews University) es director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en Silver Spring, Maryland, EE. UU. E-mail: [email protected]

Este estudio comparativo provee un telón de fondo general para las diversas prácticas de loor y adoración “lo que fue reve-lado acerca de la adoración” que el autor utiliza como base para evaluar la naturaleza bíblica de diversas prácticas de adoración. Como resultado surge una exposición bíblica sobre tópicos como: Dios y la adoración; el hombre y la adoración; adoración y salvación; iglesia y adoración y escatología y adoración.

Cada capítulo es coherente y está ligado a los otros con claridad magistral a la vez que hace honor a lo anunciado en el título del libro. Se trata de una obra con pensamientos bien fundamentados y documentados, en la cual el lector encontrará tanto información como inspiración en lo concerniente a nues-tra adoración a Dios.

El autor nos regala una investigación seria, con sólidos contenidos que fueron el aporte de autores eruditos a través de la historia. En resumen, nos ha ofrecido una obra pequeña en número de páginas, pero en la cual el análisis y la sistematiza-ción son invalorables y constituyen un marco seguro y revelado de los grandes principios de adoración y cómo esta se debería practicar en nuestras iglesias.

Enrique Becerra (Ph.D., Université de Strasbourg, Francia) fue director asociado del departamento de Educación de la Asocia-ción General. Ahora está jubilado y escribe desde Beltsville, Maryland, EE. UU. E-mail: [email protected].

¿Qué es religiosidad genuina? ¿Y qué es espiritualidad? ¿Qué se entiende por adoración y cómo se practica? Pocos temas dividen más a la iglesia, que el culto y la adoración. Para enten-der este asunto, Daniel Plenc nos insta a olvidar los puntos de vista personales y hacernos la pregunta: ¿Qué dice la Palabra? Para responderlo, nos pasea por diferentes textos bíblicos que se ocupan del tema. Su investigación busca reflexionar en la adoración comunitaria a la luz de la información bíblica y la fe de la iglesia. Luego de invitar a repensar el culto y la adoración, el autor ofrece una definición desde la perspectiva bíblica, para pasar a una sinopsis de algunas prácticas de adoración: católica, protestante, carismática y adventista.

Todos tenemos un instinto natural: vivir en nuestros mundos insulares rodeados de aquellos que se nos parecen en creencias, puntos de vista y estilo de vida. Para diferenciar nuestra unici-dad, medimos nuestras diferencias por cómo comemos, nos vestimos, actuamos y hablamos. Tratamos de olvidar que esta-mos ansiosos y heridos, necesitando desesperadamente a Dios, quien nos ofrece un mejor camino –fuera del desorden de este mundo y de lo que hemos hecho de nuestras vidas a través de nuestras decisiones y acciones. Y Dios entonces aparece con lo que necesitamos, cuando lo necesitamos, y no porque lo mere-cemos, sino porque esa es su forma de ser. Esta es la premisa del libro de Dybdahl A Strange Place for Grace.

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Hasta hace poco, Dybdahl era el presidente de la Universi-dad de Walla Walla en el estado de Washington, donde disfrutó de relacionarse con los estudiantes a la par de trabajar para que la universidad se convirtiera en un medio para cambiar sus vidas. Con esto y su experiencia como pastor, misionero, profesor de teología y autor de varios libros, enfrenta este asunto difícil con entendimiento teológico y sensibilidad de fe. Dybdahl deja claro que la gracia no es algo nuevo que Dios reveló en la última década, siglo o desde que caminó entre nosotros dos mil años atrás. La gracia es la forma de ser de Dios. Él ha estado lleno de gracia desde el principio, y esto es revelado y está entretejido a lo largo de las historias, símbolos e instrucciones del Antiguo Testamento. Dybdahl ciertamente admite ciertas aparentes contradicciones, y quizás esto impulsó el título del libro.

El autor argumenta que los registros que en principio pare-cen no contener demasiada gracia, deben ser mirados desde nuevas perspectivas de tiempo, cultura y contexto. Aborda asuntos con los que los cristianos luchan, armonizando al Dios del Antiguo y el Nuevo Testamento. Sin embargo, uno se pregunta si en su premisa no lleva el concepto demasiado lejos: a la gracia que puede ser aplicada a todo.

Bradley A. Jamison (Ph. D., Andrews Univertsity) es profesor asistente, en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda, California, EE. UU.

Searching for the God of Grace

Stuart Tyner (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 2006, 303 pp.).

Reseña de Paul Pichot

El título provee la clave del objetivo del autor que quiere que busquemos no tanto la gracia de Dios sino al Dios de gracia. La diferencia es digna de ser notada; espera llamar nues-tra atención al inevitable hecho de que si estamos necesitados de gracia debemos, primero y principalmente, volvernos al Dios de gracia. Podemos haber buscado la gracia, pero haber prestado poca atención al Dador de la gracia, quien es el único a través del cual se la puede obtener.

La diferencia es digna de ser notada por otra razón. La religión, dice el autor, es un intento de darle algún sentido al mundo en que vivimos y de establecer una relación con cualquier fuerza (o dios?) que esté por allí. Si hay algún dios, ¿cómo me puedo relacionar con él, agradarlo, recibir su bendi-

ción? ¿Cómo hacer para que no se enoje? Las respuestas están organizadas en sistemas de doctrinas para que las personas sepan qué necesitan creer y hacer, lo cual, de acuerdo a San Agustín, es un “código o ritos precisos diseñados para establecer una relación correcta con Dios (o los dioses)”. De acuerdo a Tyner, la religión se ha convertido en una guía de acción, lo cual significa que los favores de Dios son recibidos a cambio de nuestra obediencia, comportamiento correcto, buenos pensamientos, etc. El autor acertadamente define la “gracia por obras” como “comercio cristiano” y lo explica remontándose a la antigüedad y a lo que ha sido llamado “la doctrina osiriana de auto-justificación” y al principio de “confesión negativa” (“Señor, yo no lo hice…”). Tyner nos recuerda que Elena de White afirma: “la idea de hacer cualquier cosa para merecer la gracia del perdón es una falacia del comienzo al fin”. No hay ningún “sistema de reciprocidad” con Dios. De ahí también la insistencia de ella de que la justificación por las obras, un tipo de “sistema de reciprocidad”, es el factor común entre todas las religiones paganas.

Opuesta a estos pensamientos se yergue la verdadera doctri-na de la gracia, definida en ambos Testamentos. En ningún lugar de la Biblia hay una sola mención de que aquellos que recibieron la gracia hicieron algo para merecerla. La iniciativa de salvación siempre proviene de Dios; es libre y totalmente inmerecida.

Tyner es tanto un estudioso de la Palabra como un entu-siasta observador de la historia teológica. Esta combinación hace del libro un deleite. Habiendo establecido la base bíblica para el Dios de gracia, y habiendo mostrado que la gracia es la única base para todas las creencias y prácticas cristianas, el libro sigue el rastro en la historia de desviaciones y tergiversaciones de la gracia, comenzando por el período postapostólico. La idea del autor de que las persecuciones tempranas hayan llevado a los cristianos a mostrar al mundo que eran realmente buenas personas –que hacían buenas obras– es una idea provocativa y novedosa, de la cual uno puede entender cómo la doctrina de las obras encontró distintas formas de entrar sigilosamente.

Pero volviendo a los rastros históricos de Tyner, durante el tiempo de Constantino y la controversia donatista, ambas aproximaciones lucharon amargamente entre sí. Durante los tiempos escolásticos con Antonio el Ermitaño, Juan Cassiano, y Tomás de Aquino, la enseñanza fue que tanto la gracia de Dios como las obras humanas eran esenciales para la salvación. Luego vino la Reforma y el redescubrimiento del entendimien-to bíblico de la gracia inmerecida. Esta restauración de la gracia bíblica, sin embargo, se volvió ferozmente atacada en el Conci-lio de Trento, estableciendo firmemente la actual doctrina católica romana de la salvación por obras, insistiendo en que la gracia divina y los esfuerzos humanos cooperan para transfor-marnos en merecedores de la salvación.

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Una reflexión sobre las evidencias sobrenaturales que afirman la definición distinti-va del Apóstol Pablo sobre el evangelio.

“Porque no me avergüenzo del evange-lio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primera-mente, y también al griego” (Romanos 1:16).

El evangelio de Jesucristo es poder de Dios para salvación. Una forma convin-cente para comprender y experimentar lo que esto significa, radica en una serie de eventos que sucedieron en Filipos duran-te la visita de Pablo y Silas, en su segun-do viaje misionero (Hechos 16:12-34).

El apóstol y su nuevo compañero de viaje se reunieron el sábado con un grupo de personas, mayoritariamen-te mujeres, a las afueras de la ciudad. Querían adorar y orar. Allí estaba Lidia; era de Asia y probablemente no era judía. Vendía una línea de productos para personas pudientes y probablemen-te se movía dentro de ese grupo social. Escuchó a Pablo y Silas, creyó en Jesús, fue bautizada y luego los invitó a hospe-darse en su casa.

En otra ocasión, una muchacha esclava poseída por un espíritu provocó confusión con respecto al trabajo de Pablo y Silas. Tras la orden de Pablo, el espíritu maligno salió de ella. Las adivi-naciones de la muchacha habían dado muchas ganancias a sus amos que ahora veían en riesgo su futuro económico. Impulsados por la avaricia, enmascararon su egoísmo mostrándose “preocupados” por la seguridad del pueblo. Prendieron a Pablo y Silas y los llevaron ante las auto-

ridades con el pretexto de que causaban disturbios y que enseñaban costumbres contrarias a las leyes de la ciudad. Rasga-ron sus ropas, los azotaron, y luego los encarcelaron. Pero de entre estos eventos “humillantes” y de crueldad injusta, la Palabra narra (Hechos 16:22-34) una serie de eventos increíbles que ilustran el poder de Dios. El terremoto marcó el inicio, pero nuestro interés aquí radica en las conductas humanas que se desa-rrollan en la historia e ilustran el poder de Dios en el evangelio de Jesucristo.

El evangelio: poder para enfrentar la adversidad

Lo primero que notamos es que Pablo y Silas cantaron himnos de alabanza en la cárcel aun a medianoche. Golpeados, magullados, sangrientos, víctimas de la injusticia, físicamente incómodos y en un ambiente cruel, prorrumpieron en canciones de alabanza. El cántico jubilo-so no es el sonido típico de una prisión; se esperarían escuchar maldiciones, llan-tos de dolor, gemidos de venganza y un lenguaje obsceno, pero jamás cánticos de alabanza. ¡Con razón todos los prisione-ros los escuchaban!

Estos dos prisioneros eran diferen-tes. El poder de Dios había moldeado su forma de enfrentar la adversidad. El hecho de estar cantando no cambiaba la circunstancia, pero contribuía al contex-to. Sus cuerpos dolían; cada movimiento estaba acompañado por dolor. Eran cautivos de la oscuridad, la incomodi-dad, el desánimo y la derrota. Estaban cumpliendo una misión para Dios y ahora su cometido peligraba y canta-ban himnos de alabanza. ¡Qué forma de reaccionar ante los contratiempos y obstáculos! ¿Cómo actuamos cuando

nuestros planes y sueños son destrui-dos, cuando las pruebas nos rodean, cuando nos encontramos en la cárcel oscura de circunstancias incontrolables? Pablo afirma que “Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:12, NVI). Reconocemos las adversidades y decepciones inevitables e incidentales de la vida y aprendemos a afrontarlas como simples hechos de la vida. ¿Pero cómo afrontamos las difi-cultades que surgen en nuestras vidas cuando estamos cumpliendo una misión para Dios? ¿Cómo se revela el poder de Dios en nosotros cuando pareciera que él ignora nuestra situación, cuando las buenas intenciones se ven frustradas por las acciones malignas de otros?

James Montgomery Boice era pastor de una congregación grande en Filadel-fia. El 7 de mayo del 2000 anunció a la congregación que padecía un cáncer agresivo que no respondía al tratamien-to, y que se estaba muriendo rápidamen-te.

Boice le preguntó a la congrega-ción: “¿Deberían ustedes orar por un milagro? Tienen la libertad de hacerlo. Mi impresión es que el Señor puede realizar milagros –y realmente los puede hacer– y también puede permitir que no se origine el problema… Lo que yo les diría es que oren, sobre todo, para que Dios sea glorificado”. Si piensan en la glorificación de Dios en la historia y se preguntan, ‘¿en qué parte de la historia Dios se ha glorificado más a sí mismo?’ La respuesta está en la cruz de Jesucristo, y no fue por haberlo rescatado a Jesús de la cruz, aunque podría haberlo hecho…y aun así, la cruz es donde Dios es más glorificado”.

Ocho semanas más tarde enterraron a Boice. Sin embargo, la congregación fue tocada por esas palabras que los llevó a ver sus vidas desde otra perspectiva –pase lo que pase, que Dios sea glorificado. Esta no es una respuesta humana natural ante la adversidad. Es sobrenatural.

El evangelio: el poder de Dios

LOGOS

Lowell C. Cooper

DIÁLOGO 20 •2 200826

El evangelio: poder para trascen-der el interés personal

Existe otro elemento inesperado en la historia del encarcelamiento de Pablo y Silas. Tras haber percibido los efectos del terremoto, el carcelero se preparó para quitarse la vida. Dio por hecho que los prisioneros se habían escapado y sabía que él era el único responsable, indepen-dientemente de la circunstancia. Creyó que quitarse la vida era una salida más digna que experimentar la humillación y ejecución pública.

Pablo le gritó, “¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí!” (Hechos 16:28, NVI). Luego lo tranquilizó, lo consoló, le dio el mensaje, se hizo amigo de él y lo bautizó –todo en unas pocas horas.

No sería extraño que los prisioneros encontrasen placer frente a la situación difícil de su captor. Después de todo, el carcelero era el agente impersonal del sistema corrupto que los había llevado a estar prisioneros. Cualquier elemento que quitase al carcelero de ser un obstá-culo para lograr la libertad sería bienve-nido. Su eliminación, sin importar los medios, simbolizaba el derrocamiento del sistema.

No se esperaba que Pablo y Silas se compadecieran del carcelero, el cómpli-ce de su encarcelamiento injusto. El poder de Dios en sus vidas les permitió trascender los límites del interés perso-nal, hasta el punto de preocuparse acti-vamente por el bienestar de su presunto enemigo. Esto no es natural, es sobre-natural.

C.S. Lewis escribió sobre el “poder de gloria” que yace en cada ser humano. Señala que si observásemos a nuestros vecinos, a nuestros contrincantes, a nuestros enemigos y nos diéramos cuenta del poder de gloria que yace en todos ellos y que los envuelve como candidatos a la vida eterna, los perci-biríamos de una manera muy distinta. Nos libraríamos del foco limitado que caracteriza el interés propio.

El evangelio: poder para provocar la unión en Jesús

Esto nos lleva a otro descubrimiento inesperado del poder de Dios. Hemos observado que Lidia, la adinerada vendedora de telas de Asia, se bautizó. El carcelero, un ciudadano romano y probablemente soldado jubilado, también se bautizó. Algunos comenta-ristas sugieren que por el momento en que ocurrió la historia de la muchacha esclava, ella también se convirtió.

Si aceptamos estos bautismos, se puede observar un evento muy sobrena-tural en Filipos. Una comerciante asiá-tica, una esclava griega, un ciudadano romano. Tres personas de distintos tras-fondos étnicos, económicos, educativos y de experiencias de vida, se convirtieron en feligreses de la iglesia de Filipos.

Lo mismo sucedió en Antioquía donde los judíos y gentiles, pobres y ricos, sirvientes y libres, viejos y jóvenes, mujeres y hombres, educados e incul-tos, todos bajo el poder del evangelio rompieron las fronteras de las afinidades humanas naturales y se convirtieron en una familia unida por la fe. Los hermanos y hermanas con pasados tan distintos ahora estaban unidos por un futuro común. La sociedad de esos días no poseía la palabra para describir este fenómeno, y los llamaron “cristianos” (Hechos 11:25, 26).

Muchas veces escuchamos que la manera de hacer crecer la iglesia es crear congregaciones basadas en las afinidades humanas naturales. Quizá sea verdad. Las evidencias estadísticas parecen apoyar esta idea como medio para aumentar la feligresía de la iglesia.

Aún si aceptásemos esta línea de pensamiento y acción, no debemos olvi-dar nunca que lo llamativo de la iglesia primitiva no era su tamaño, sino su espí-ritu. El testimonio de la iglesia primitiva fue impulsado por lo que acontecía en las relaciones humanas –no por la feli-gresía, sino por la adoración y la confra-ternización. El poder del evangelio unió a las personas de todos los estratos sociales.

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Los formó en una nueva comunidad que adoraba a Dios y que se amaba mutua-mente.

La siguiente vez que ocupes un lugar en tu iglesia, mira a tu alrededor por evidencias de lo sobrenatural: de los que alaban a Dios a pesar de las adversida-des, de los que han ido más allá de los límites del interés propio, de los que provienen de distintos trasfondos y que han quebrado las fronteras de las afini-dades humanas naturales para celebrar la unicidad de todos los que son llamados por Jesucristo. El testimonio de la iglesia primitiva fue impulsado por lo que suce-día en las relaciones humanas, no por la feligresía, sino por la adoración y la confraternización.

Lowell C. Cooper (M. Div., Andrews University, M.P.H., Loma Linda Univer-sity) es vicepresidente de la Asocia-ción General de los Adventistas del Séptimo Día. Este texto está basado en un tema devocional presentado en la sede de la Asociación General. Su e-mail es [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 2008 27

Un proceso de cuatro pasos que combina la celebración con la contemplación.

Me encantan los cultos creativos, dinámicos e innovadores. Pero también me gustan los cultos tradicionales, porque brindan estabilidad en un mundo tan cambiante. No me resulta problemático cantar música de Don Moen y Handel. No creo necesario descartar la tradición para estar en contacto con la cultura contemporánea, ni tampoco quedarme fijado en el siglo XVIII para ser fiel a Dios. Por este moti-vo, trato de idear cultos de adoración que combinan la celebración con la contemplación.

Debemos estar en comunión con Dios a través del pensamiento, las emociones y la imaginación santificada. No obstante, es más fácil decirlo que hacerlo. Lucho constantemente por mantener un equilibrio. A veces limito la adoración al marco de la corrección; a veces la simplifico sobredimensionán-dola en términos de sentimientos. Es interesante que cuanto más pienso en esta tensión, más me doy cuenta que está presente en el culto adventista. Las congregaciones frecuentemente hacen hincapié en una de las facetas de la adoración a expensas de la otra. Los tradicionalistas tienden a remarcar lo cognitivo, mientras que los innovadores enfatizan lo afectivo. ¿Cómo resolver este dilema? Déjenme compartir un descubrimiento que me ha ayudado a reducir esta tensión.

El secreto es el servicio de adoración montado alrededor del acrónimo ACTO: Adorar, Confesar, Testimoniar gratitud y Orar. Podrán argumentar que el culto no debe reducirse a una fórmula de cuatro letras, sin embargo al ser consciente de la complejidad del servicio de adoración, estoy convencido que ACTO puede acer-carnos al núcleo de la adoración, tanto teológica como vivencialmente.

La adoración es una experiencia sagrada y maravillosa, y merece que le prestemos una seria atención. A Dios le desagrada que sea superficial (ver Isaías 29:13). Para agradarlo y para enriquecer nuestras almas, la adoración debería ser reflexiva y participativa, intelectualmente cautivante y emocionalmente plena. No puede ser un momento de esparcimiento en el que posponemos lo intelectual para entretenernos espiritualmente por una hora. Al contrario, la adoración es un encuentro con lo divino, una actitud del alma, un acto de obediencia del corazón. Es una respuesta a la revelación de Dios. Como tal, requiere lo mejor de nosotros: amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente (Mateo 22:37).

Si bien ACTO puede sintetizar todos los aspectos del servicio de adoración, en este artículo me limitaré a analizar la impotancia del canto. En muchas iglesias adventistas hay un espacio dedicado a “A+A” (alabanza y adoración) en el que un grupo lidera a la congregación por un lapso de 10 a 20 minutos. No obstan-te, si se hace incorrectamente, quienes adoran pueden irse con la impresión de haber estado entonando canciones alrededor de una fogata y por otro lado la congregación podría sentir que ha acudido a un concierto por el desempeño

artístico o por la espontaneidad teatral del equipo de adoración.

¿Crees que puedes dirigir servicios de alabanza que alcancen un nivel sagrado? Quizá lo primero sería recordar que el propósito de entonar himnos radica en estimular el recuerdo e inducir una actitud. Al adorar a través del canto, celebramos las acciones de Dios a lo largo de la historia evocando sus maravillosos actos. Siendo que entramos gozosos ante su presencia, elevamos todo nuestro ser hacia lo que es puro y santo. En esencia, cuando dirigimos el servicio de adoración estamos parados sobre terreno santo, en la presencia de nuestro glorioso Dios. Adoremos y alabe-mos recordando este principio.

AdorarDebemos comenzar siempre con

una verdadera adoración; la que está centrada en Dios y no en las personas. La adoración, en términos musicales, es el momento en el cual la congrega-ción reconoce la majestad de Dios y se familiariza aun más con su carácter inigualable. La Biblia lo presenta como un Dios viviente que reina en majestad, exaltado por toda la creación. Es el Alfa y el Omega, el principio y el fin, en quien encomendamos nuestro ser. Es santo, justo, sabio, verdadero, fiel, amoroso y misericordioso. Desde esta perspectiva, los buenos líderes de canto deberían elegir cánticos que engrandezcan los atributos de Dios y deberían mantenerse alejados de las canciones pueriles y repe-titivas pero con baja sustancia espiritual.

La alabanza debe comenzar con himnos que exalten a Dios por lo que él es e induzcan un espíritu de respeto y reverencia elevando la mente y alejándola de lo mundano y efímero, para fijarla en lo eterno. Todo líder de canto logrará este objetivo explorando la vasta gama de himnos cristianos. El culto es el momen-to en el cual buscamos un encuentro con nuestro Señor (Salmos 100); es también el tiempo en que Dios visita a su pueblo en una manera especial. La

Enriqueciendo la alabanza y adoración a través de los ACTOs

PUNTO DE VISTA

Alain Gerard Coralie

DIÁLOGO 20 •2 200828

bondad hacia nosotros. La Palabra de Dios ordena, “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1Tesaloni-censes 5:18).

A través de su vida, muerte y resurrec-ción, Jesús restauró la relación que debía existir entre la humanidad y Dios. Solo por su mediación los pecadores pueden reconciliarse con Dios y adorarlo. Este amor hacia nosotros requiere nuestro más sincero testimonio de gratitud. Por lo tanto, el agradecimiento requiere que nos centremos en Cristo. Elena White comenta: “Cristo y Cristo crucificado debe ser el tema de nuestra meditación, conversación y más gozosa emoción… Presentémonos, pues, con gozo reverente delante de nuestro Creador!”2

Serán muy útiles los himnos, tanto antiguos como modernos, de rica musi-calidad y teológicamente fundamentados que atraigan a los adoradores a Cristo y su incomparable amor. El escándalo de nuestro tiempo es el uso de cánticos que tiñen de trivialidad a la fe cristiana pintándola de rosa en términos etéreos que incitan una espiritualidad vacua.

El testimonio de agradecimiento hacia Dios por manifestarse tiernamen-te en nuestras vidas diarias debe estar impregnando nuestra vida ya que quien dirige las galaxias también nos cuida. Cuando sea posible, es oportuno dar lugar a cortos testimonios acerca de la bondad de Dios. Estos pueden realzar los momentos de adoración.

OrarAl concluir el servicio de adoración

es importante la oración tanto sea para pedir como para interceder: pedirle a Dios que intervenga en la vida de la congregación. No hay lugar para la ense-ñanza, la predicación, el saneamiento de la humanidad quebrantada ni la comu-nión genuina a menos que el grupo de adoradores reciba el bautismo del poder creativo y vital del Espíritu Santo. Pues-to que Dios anhela bendecir a su pueblo,

utiliza cantos que inviten al Espíritu Santo a acudir para tocar, restaurar y fortalecer a su pueblo. Por último es el momento de la oración intercesora, cuando se presentan necesidades de la familia de adoradores, de vecinos, líderes y personas en posiciones de influencia o por asuntos importantes y globales como la justica por los pobres o alivio a los que sufren. En resumen, es importante cuidar a nuestros hermanos. El servicio de adoración no es un oasis donde nos escapamos del mundo; en cambio, es una oportunidad para recargar nuestras baterías espirituales y suplir esas nece-sidades. La intercesión es una forma en que un mundo de amor y odio, de gozo y tristeza, de victorias y pérdidas, se presenta ante Dios buscando su compa-sión y esperanza. Desde esta perspectiva, el culto no puede ser un evento en función de nuestros objetivos personales. Debe ser un momento privilegiado para servir a Dios sirviendo a los demás. Se debe formar un vínculo sólido entre la camaradería y el servicio si queremos que la adoración refle-je un cristianismo verdadero. Solo después, estará habilitada la iglesia para predicarle al mundo y así cumplir el plan de redención.

El proceso ACTO es un buen punto de inicio.

Biblia nos enseña que él habita en medio de las alabanzas de su pueblo (Salmos 22:3). Por lo tanto, al adorar tenemos el privilegio de estar en contacto con la grandeza y poder de Dios. No obstante, a medida que nos acercamos a Jehová y su gloriosa santidad, tomamos concien-cia de nuestra indignidad y maldad. He aquí la razón por la cual la confesión se convierte en una obligación.

ConfesarConfesar es admitir nuestra ruina; es

saber que lo mejor que tenemos es dimi-nuto ante la grandeza de Dios. Expo-nemos nuestros pecados porque reco-nocemos que nuestro Señor reina con poder; implica que coloquemos nuestra vida en el sendero de su voluntad. Como Creador merece que lo respetemos y obedezcamos. Sin embargo, por causa de nuestra naturaleza pecaminosa, fracasamos constantemente. Así pues, la adoración verdadera exige la confesión. A medida que nos acerquemos al trono de gracia, debemos quitar todo lo que se interponga entre nosotros y nuestro Dios. Esto se puede lograr únicamente bajo la conducción del Espíritu Santo.

Es primordial elegir cantos apropiados que expresen confesión para cumplir esta parte importante del culto, cuidando que no sea aburrida o macabra. John Stott señala, “No hay nada mórbido respecto a la confesión de los pecados mientras prosigamos a agradecer por el perdón de los mismos. Está bien mirar hacia aden-tro, siempre y cuando podamos inme-diatamente mirar de nuevo hacia afuera y arriba.”1 Por lo tanto, la confesión nos debe guiar hacia el agradecimiento por lo que Dios ha hecho por nosotros a través de Jesucristo.

Testimoniar

En la adoración, alabamos a Dios por lo que él es; al agradecer, celebramos lo que él ha hecho. Mientras la adoración se centra en la naturaleza y el carácter de Dios, el agradecimiento resalta su

REFERENCIAS:1. John Stott, Christian basics (Grand Rapids:

Eerdmans, 1964) , p.122.2. Ellen G. White, El camino a Cristo (Boise,

Idaho:Pacific Press Publ. Assn., 1993), p. 104.

Alain Gerard Coralie (M. Th. Oxford University, M. Div., Andrews Univer-sity), es el secretario ejecutivo y director del departamento de Educa-ción de la Unión del Océano Índico con sede en Madagascar. E-mail: [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 2008 29

PRIMERA PERSONA

Nadie sabe cuándo será el día en que la fe estará a prueba. Para algunos, como José, ese día puede venir “diariamente” en la forma de una belleza persecutora. Para otros, como Daniel, puede venir con la amenaza de una fosa de leones. Inclusive para otros como Pablo, puede venir todos los días como parte de su testimonio diario. Para mí fue tarde en la vida. Cuando joven, muchas veces supuse que ese día llegaría –en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad. En cada etapa temía que mi temprano compromiso con el sábado se viera probado. Pero la gracia de Dios era mi único poder facilitador ya que cada vez que me enfrentaba a un examen en sábado, de alguna manera el Señor abría un camino y mi gozo era completo.

Pero llegó el fuego refinador. ¿O fue un golpe abrumador? Luego de comple-tar mi educación universitaria, me uní al servicio del gobierno filipino. Mi carrera floreció. Subí de manera cons-tante cada peldaño. Llegó el día en que fui designada como analista financiera en un proyecto financiado por el Banco Mundial. Nuestro motivador era el alivio de la pobreza: construcción de escuelas, clínicas, caminos y proyectos de susten-to en áreas rurales. Los consultores del Banco Mundial llegaban cada tanto para evaluar el trabajo, y mi tarea era proveer el análisis financiero de cada proyecto y poner al tanto a los visitantes respecto del estatus financiero de nuestro traba-jo. Cuando estos consultores llegaban, teníamos una visita de una semana a los sitios de los proyectos y una reunión de conclusión.

En una de estas giras, la directora del proyecto arrojó ese golpe aplastador. “Christy, nuestra reunión con los consul-tores del Banco Mundial esta vez está

programada para el sábado que viene. Por favor prepárate para la presentación”.

No tuve que meditar para dar mi respues-ta. Mi réplica fue tan rápida como segura. “Señora, lamento, no puedo asistir a nuestra reunión. Es mi sábado. Es el día santo de Dios, y como siempre estaré en la iglesia”.

Ni mi directora ni mis compañeros de trabajo se esperaban una respuesta tan directa. Sabía que mi trabajo estaba en juego. Dos días después llegaría el sábado y mi trabajo… ¿Qué debía hacer? Solo orar; la oración había sido mi fortaleza y gozo desde el día en que había dado mi corazón al Señor hacía mucho.

Mi bautismoA los doce años manifesté mi deseo

de ser bautizada en la Iglesia Adventista pero papá creía que era demasiado joven. Su consejo era bastante calmo y firme. “Deberías estudiar un poco más. Enten-der la Biblia mejor. Estar segura de las enseñanzas de Dios. Aprender a seguir al Señor con todo tu corazón. Hacer de Jesús tu mejor amigo.” Acepté su reco-mendación. Me uní a la escuela de la Voz de la Profecía. Acompañaba a papá a los estudios bíblicos que daba a los vecinos. Pronto me sentí que estaba preparada para bautizarme. Juntamente hice el firme compromiso de guardar el sábado bajo cualquier circunstancia.

Años de preparaciónPronto golpeó la tragedia. Mientras

cursaba el primer año del secundario, falleció mamá. Al terminar, encontré difí-cil ir a la universidad por problemas finan-cieros. A pesar de las adversidades, mi familia me animaba a hacerlo. Mis amigos que eran miembros de AMICUS también me daban su apoyo moral. Dado que la universidad adventista quedaba muy

lejos de donde vivía, no tenía otra opción que matricularme a una universidad no adventista en mi ciudad.

Ni bien me matriculé, también me uní a la Asociación de estudiantes adventistas; me alegré que el grupo me inspirara a ser activa en la iglesia, fortaleciendo así mi fe en Dios. Nos involucramos en la evange-lización a través de la Voz de los Jóvenes, los sábados apoyábamos distintas iglesias, distribuimos folletos, dimos estudios bíblicos y otras actividades.

Como estudiantes adventistas nues-tro mayor problema eran las clases y exámenes que caían en sábado. En nuestra universidad, la mayoría de los profesores no hacían excepciones a estu-diantes adventistas, lo que debilitaba el compromiso de fe de algunos. Durante mi primer año, fui convocada junto a otros dos estudiantes, a la oficina de la vicerrectora académica. Sabíamos que a ella no le gustaban los adventistas y lo confirmó diciéndonos que éramos una molestia para la universidad porque todo el tiempo faltábamos a clases y exáme-nes en sábado; que ella no toleraría más este comportamiento y nos señaló que debíamos transferirnos a una universidad adventista. Pero Dios no había dicho la palabra final. Algunos profesores simpatizaron con nosotros y nos daban exámenes especiales en otros días, mien-tras nuestros compañeros nos pasaban

Manteniendo la fe

Continúa en la página 34

Christy Sanggalan-Doroy

DIÁLOGO 20 •2 200830

EN ACCIÓN

La Asociación de Estudiantes y Graduados Adventistas de España (AEGUAE) organiza desde 1974 una convención anual para todos aquellos que deseen reflexionar sobre Dios, la Biblia y el adventismo. En el mes de diciembre de 2007 fueron 250 las personas que se congregaron en Tortosa, España.“AEGUAE responde a una clara necesidad del adventismo español de crecer espiritual e intelectualmente al lado de grandes sabios y pensadores que a su vez han aprendido del Gran Maes-tro”, afirma Sarai de la Fuente, nueva presidenta de la Asociación.

La convención de 2007 tuvo como invitados expositores a Marcel Fernan-dez, pastor con un Master en Educación de la Universidad Andrews y Guillermo Sánchez, licenciado en Geografía e

Historia y coeditor de laexcepción.com, quienes compartieron sus reflexiones acerca del sello de Dios para un nuevo orden mundial.

Las reacciones a las presentaciones fueron muy positivas. Sarai de la Fuente sintetiza el sentir de los asistentes de esta manera: “De Fernández me llevo dos ideas: Por un lado, entender la Ley de Dios como una ley de libertad y de liberación. Por el otro, me pareció igualmente brillante la idea de pensar la “jornada sabática”, tal y como él la nombró, como símbolo de la mano de Dios extendida hacia el hombre”. Al hablar de las presentaciones de Sánchez dice: “me impactó la forma tan didác-tica como fue presentando el tema; nos ayudó a abrir los ojos ante las relacio-nes Iglesia-Estado contemporáneas y a interpretarlas”.

Cuando se le pregunta a la presidenta de la Asociación por los retos que debe asumir la nueva directiva, de la Fuente habla de seguir provocando a los jóve-nes universitarios con la idea de pensar, creciendo intelectual y espiritualmente pero recuerda que AEGUAE es mucho más que una convención al año y que

hay proyectos en los que deben involu-crarse. “Me ilusiona tener la oportunidad de apoyar el crecimiento de los proyectos asociados a AEGUAE tales como la editorial digital www.Aula7activa.org, su página de noticias www.a7noticas.org y el reciente acuerdo suscrito con Asocia-tion of Adventist Forums para coeditar el blog Café Hispano (http://www.spectrummagazine.org/cafe_hispano)”, declara de la Fuente.

Es a través de estas webs donde se pueden seguir los progresos de una asociación laica que se mantiene gracias al esfuerzo altruista de mucha gente. Si después de tres décadas, AEGUAE sigue siendo relevante, es porque existe un público –reducido, podría ser mucho mayor– que no se conforma con creer. Quiere pensar, quiere reflexionar. Por este medio estamos extendiendo una invitación a todos los que quieran parti-cipar de nuestra próxima reunión anual.

Estudiantes adventistas de España se reúnen para su reunión anual

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¡Diálogo on-line!Puedes leer los mejores artículos y entrevis-tas que te perdiste en numeros anteriores de Diálogo.Visítanos en nuestro sitio en la red:

http://dialogue.adventist.org

Envíenos su informeInvitamos a los líderes de las asocia-ciones de universitarios adventistas a que nos envíen un breve informe de las actividades de su grupo y una o dos fotos digitales para su publicación en Diálogo. Incluyan toda información relevante acerca del grupo, descri-ban sus iniciativas, desafíos y planes; provean el nombre y la dirección electrónica del autor del informe. Enviar a [email protected].

Rubén Sanchez-Sabaté es estudiante de Filosofía en la Universidad alemana de Tubinga. Su e-mail es: [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 2008 31

Estudiantes ghaneses prueban nuevas formas de ministerio en el campus

Crear buena voluntad, construir puentes de comunicación e involucrarse en el avance del bien de la comunidad en el contexto de una universidad, son maneras en las que las asociaciones de estudiantes adventistas de Ghana han ganado un mejor entendimiento de sus necesidades y problemas de parte de las universidades en las cuales estudian.

Las clases y exámenes en sábado han sido un problema constante en la mayo-ría de las universidades del país, que siguen un horario de seis días y no hacen ninguna excepción por la observancia del séptimo día. Muchos intentos hecho por los estudiantes adventistas y las autoridades de la Unión para apelar a las universidades, basados en la libertad reli-giosa y de conciencia, han tenido muy poco o ningún éxito.

Finalmente la Asociación Nacional de Estudiantes Adventistas decidió probar el modelo bíblico de llegar a las personas a través de la amistad y el testimonio. Lo primero fue compartir su fe en el campus y dejar que otros estudiantes, profesores y administradores supieran

cuán seriamente los adventistas toman su fe y su relevancia para la vida coti-diana –inclusive cuando eso signifique renunciar a un examen que caiga en sábado, y perder un año académico.

A su vez comenzaron a involucrarse social y comunitariamente incluyendo vigorosos servicios comunitarios y la donación de trabajos esenciales en las diferentes universidades con presencia adventista. Por ejemplo, los estudiantes del campus de Kumasi se embarcaron en abril de 2007, en una actividad de plan-tación de árboles en el campus, colocan-do unos cien retoños de malitia thongil, palmera real y acacia. La administración de la universidad y la totalidad del cuer-po estudiantil aplaudieron a la asocia-ción por su manera creativa de hacer que el campus se viera más verde y mejor. Antes de esto ya se había embarcado en una campaña de limpieza.

Este tipo de actividades de parte de los estudiantes adventistas no pasó desapercibida. En su informe anual, el Vicerrector de la universidad, Prof. Jophus Anamua-Mensah, hizo un

reconocimiento y elogió las numerosas formas de servicio en las que el grupo ha hecho aportes en el campus universi-tario. Otros servicios incluyen la provi-sión de basureros, donación de libros (incluyendo libros de Elena White) para la biblioteca, y la construcción de una casilla en la parada de ómnibus en el campus. Este aporte de parte de los estudiantes adventistas para servir al campus universitario no solamente ha traído apreciación y buena voluntad sino también un mejor entendimiento de parte de la comunidad académica frente a las necesidades especiales de los estudiantes adventistas, incluyendo la observancia del sábado. Actualmente los exámenes en sábado han dejado de ser un problema agudo como solía ser en el pasado.

Sin embargo, los estudiantes de la Universidad de Educación se enfrentan a otro serio problema. No tienen un lugar de reunión donde puedan adorar y donde puedan encontrarse con otros estudiantes para propósitos sociales y espirituales. Las instalaciones de la universidad siempre están ocupadas con las actividades regulares. Un lugar dedicado a la asociación de estudiantes puede ampliar el alcance del ministerio de los adventistas en la universidad. Con esto en mente, se han esforzado para adquirir un terreno y ahora están esperando en oración los fondos para construir algo que pueda dar mejor testi-monio y donde las actividades sociales y espirituales estén mejor enfocadas. Nada es imposible cuando ponemos nuestras necesidades2 ante Dios con fe.

Estudiantes adventistas entregando plantas a la Universidad de Kumasi, Ghana

Richard Agyemang y Lydia Oppong La Asociación de Estudiantes Adventistas puede ser contactada por e-mail a: [email protected].

DIÁLOGO 20 •2 200832

La Iglesia Ortodoxa es un enigma para la mayoría de las personas de occidente. A pesar de que tanto los cristianos orto-doxos como los protestantes rechazan la pretensión de supremacía papal, los orto-doxos comparten con los católicos roma-nos la estructura litúrgica y sacramental, la mariología y la veneración de los santos e imágenes. Debido a estas posiciones compartidas, los protestantes a menudo confunden estas religiones. Más allá de algunas similitudes externas y doctrina-les entre los ortodoxos y el catolicismo, existen grandes diferencias entre ambas tanto sea en su historia, teología, cultura y adoración.

Hasta cierto punto, el bajo perfil o anonimato de la Iglesia Ortodoxa se debe a que por años la cristiandad oriental estuvo cerrada al occidente y permaneció bajo la mirada atenta del comunismo de la Unión Soviética y de Europa del Este. Al producirse el colapso del comunismo en los primeros años de la década del 90, esta parte del mundo se ha abierto hacia occidente como nunca antes. Los cristianos orientales y occi-dentales han tenido más oportunidades de reunirse, conocerse, interactuar y comprenderse.

Pero ¿qué podemos decir de esta iglesia? La Iglesia Ortodoxa (también llamada del “este” u ortodoxa “griega”) es el tercer cuerpo en importancia de la cristiandad, luego del catolicismo y del protestantismo. Desde una perspectiva etimológica, la palabra griega “ortodoxa” tiene un doble significado: creencia correcta y adoración correcta. En la historia de la iglesia, esta fidelidad ha sido reafirmada a través de una constante lucha con la “heterodoxia” (diferentes creencias) de los herejes. Los ortodoxos “se refieren a su iglesia como la que defiende y enseña las creencias verdade-ras acerca de Dios y que a su vez lo glori-

fica mediante la adoración correcta”. La iglesia Ortodoxa en realidad es una

familia de quince iglesias independientes, que poseen sus propios dirigentes. A pesar de estar unidas en su comprensión de los sacramentos, disciplina, doctrina, fe y adoración, estas iglesias administran sus asuntos internos separadamente. Escogen sus propios líderes, lenguaje de adora-ción y canonización de los santos. Hacen agregados al calendario general ortodoxo, establecen y cierran parroquias, inician sus propias actividades misioneras, etc. Al tratarse de iglesias independientes, no están conectadas por ningún tipo de orga-nización central, como así tampoco deben obediencia a una persona en particular como lo hacen los católicos romanos con respecto al Papa.

La Iglesia Ortodoxa Rusa es la mayor, con cerca de 50 millones de miembros, aunque es difícil determinar cuántos son nominales y cuántos practicantes. Únicamente el tres al cuatro por ciento de los rusos asiste a un templo ortodoxo regularmente y cumple con todos los estatutos y muchos millones se conside-ran a sí mismos ortodoxos, simplemente por pertenecer a esta cultura.

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla es considerado como el patriarca universal o ecuménico. Como tal, disfruta de un honor especial y un rol de coordinador en el mundo ortodoxo, pero no interfiere con otros cuerpos ortodoxos.

Para la Iglesia Ortodoxa la Biblia es el recurso escrito de doctrina divina, más importante. Además de los 66 libros bíblicos del canon aceptado por los protestantes, incluyen en sus ediciones de la Biblia, los llamados libros apócri-fos. Estos son llamados libros deutero-canónicos, y tienen cierta autoridad como la palabra de Dios, pero en menor grado que los libros canónicos. Asimis-mo cree que es la iglesia que nos dió la

Conociendo la Iglesia Ortodoxa de Oriente

Biblia como Palabra de Dios en el canon de los libros sagrados, y de esta manera debe ser leída con fe y veneración, en el espíritu de la iglesia. La idea de que uno puede discernir por sí mismo la palabra de Dios es considerada ilusoria.

De esta manera, en el sistema de creencias ortodoxas, Dios se revela específicamente a sí mismo no solo en su Hijo y en su Palabra, (tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento), sino también en la iglesia del Nuevo Testamento, en las vidas de los santos, en la sabiduría de los Padres de la iglesia, en las definiciones dogmáticas de los conci-lios, en la liturgia, en el arte de la iglesia, etc., o en lo que es llamado “tradición”. Esta es una palabra de gran significado para un ortodoxo. Los teólogos orto-doxos contemporáneos argumentan que la tradición santa, al ser más antigua y de mayor volumen que la escritura santa, contiene toda la plenitud de la revelación divina y que la Biblia representa solo una parte de la tradición, y es simplemente una expresión más de la revelación.

Oriente y occidente: diferencia teológica

¿Cuál es la mayor diferencia entre oriente y occidente en lo que concierne a la teología? El racionalismo teológico es la principal característica de la teología occidental. Por el contrario, los pensa-dores orientales inician su pensamiento acerca de Dios con una estructura mental muy diferente, poniendo énfasis en la esencialmente misteriosa naturale-za de la cristiandad. Es por esto que la visión y la contemplación, y no el análi-sis intelectual, caracterizan la tarea teoló-gica de los ortodoxos. Como resultado, la concepción bíblica de la redención histórica es reemplazada con la idea de una ascensión mística hacia Dios a través de catarsis (limpieza) o purificación,

Eugene Zaitsev

DIÁLOGO 20 •2 2008 33

iluminación y unión mística. De esta manera, la vida cristiana completa viene a ser como una ascensión mística o un retorno del alma a la unión con Dios.

Esta unión de los seres humanos con Dios o theosis, es la principal caracterís-tica de la enseñanza sobre la salvación en la iglesia oriental que ha entendido siempre la salvación, como un proceso de movimiento constante hacia la theosis. La salvación no es solamente justificación o perdón del pecado; también significa la regeneración y restauración de la imagen divina en los seres humanos y elevación de la humanidad caída, a través de Cristo hacia la misma vida de Dios. Esto es por lo que la pregunta central de la soterio-logía ortodoxa no es “¿salvación de que?” sino “¿salvación para que?”

El aspecto más importante de la theosis es la participación fiel en los sacramentos. La iglesia y los sacramentos son los medios establecidos por Dios mediante los cuales una persona adquiere el espíritu santificador para ser transfor-mado a la semejanza divina. De acuerdo a la tradición ortodoxa, la energía divina está presente en los sacramentos. Al participar de los mismos, una persona puede recibir estas energías deificadoras y por medio de ellas, vencer “las leyes naturales del ser psicofísico” y llegar por gracia, a ser “dios”. Los sacramentos de la iglesia, en especial el bautismo y la santa eucaristía, son las acciones divinas por medio de las cuales la gracia sacramental de Dios es comunicada a los fieles.

Una de las características distintivas es el lugar que se le asigna a los íconos. El ícono es probablemente el símbolo más importante que diferencia a Oriente de Occidente. La Iglesia Ortodoxa de hoy está llena de ellos: una sólida pantalla que divide el santuario de la nave del edificio, está totalmente cubierta de íconos. Hay otros ubicados en relicarios especiales alrededor de toda la iglesia y las paredes están cubiertas con íconos, ya sea como pinturas o mosaicos. Los ortodoxos se postran delante de ellos, los

besan y les encienden velas. Son venera-dos por el sacerdote y llevados en proce-sión. Los íconos marcan casi cada hito importante en la vida de los ortodoxos. Al momento del bautismo, el individuo generalmente recibe un ícono de un santo, cuyo nombre toma para sí. En el casamiento, los padres de los cónyuges los bendicen con íconos y en los entierros, los íconos marchan al frente de la procesión funeraria. Una vida cristiana sin íconos sería impensable para un creyente orto-doxo. Cabe destacar, sin embargo, que no todos los ortodoxos sienten la necesidad de íconos como ayuda para la oración. Muchos ermitaños, tanto antiguos como modernos, no usaron tales imágenes. Y más aun, el reverendo Serafín de Sarov, un santo ruso del siglo XIX muy respetado, recomendaba orar con los ojos cerrados, evitando de esta manera todos los estímu-los externos.

El culto a los santos ocupa un lugar importante en la devoción ortodoxa ya que son considerados como miembros vivientes y activos de la iglesia, como intercesores y protectores del pueblo, aunque se encuentren en el cielo. Su presencia en los lugares sagrados se mani-fiesta a través de cuadros y relicarios. Los teólogos ortodoxos enfatizan que los santos no son mediadores entre Dios y el hombre (esto pondría a un lado al Único Mediador, el cual es Cristo), pero son sus amigos, que oran por ellos, los ayudan en su ministerio cristiano y en su comunión con Cristo.

Al ortodoxo se le da el nombre de un santo en el momento de su bautismo, como símbolo de su entrada a la unidad de la iglesia, no solamente la terrenal, sino también a la celestial. Los ortodoxos tienen una devoción especial por aquel santo cuyo nombre llevan. Generalmente guardan un ícono de su santo patrono en su cuarto, al cual ruegan diariamente por intercesión. Observan la festividad de su santo patrono como el día de su nombre y para la mayoría de los ortodoxos, esta fecha es mucho más importante que

su propio cumpleaños. En Serbia, por ejemplo, cada familia posee su propio santo patrono, y en el día de este santo, la familia completa observa una festivi-dad colectiva llamada slava.

Escatología ortodoxaLos adventistas estarán interesados

en conocer que una parte inseparable de las enseñanzas ortodoxas, deriva de lo que la Biblia dice sobre los eventos de los últimos días: la segunda venida del Señor, la resurrección de los muertos, el fin del mundo, el comienzo del reino de gloria y la vida eterna.

La escatología ortodoxa hace distin-ción entre un juicio particular y uno general. El particular se refiere al desti-no que corresponde a una persona luego de su muerte y hasta el juicio general. De acuerdo a la ortodoxia, la muerte es el destino de todos los hombres. No significa aniquilación, sino solamente la separación del alma del cuerpo. La inmortalidad del alma es una doctrina fundamental.

Los ortodoxos creen profundamente en la segunda venida de Cristo. El hecho de que no se conoce su tiempo, debería despertar a los cristianos a una vigilancia espiritual constante. En el gran día de la venida del Hijo del Hombre, habrá una resurrección universal de los muertos, en su forma transfigurada. La resurrección de los muertos para el gran juicio, será universal y simultánea, tanto para los justos como para los pecadores.

Conociendo a un cristiano ortodoxo¿Qué debería tomar en considera-

ción una persona perteneciente a la tradición cristiana occidental, cuando se encuentra con un ortodoxo? ¿Qué cosas ayudarían a establecer una relación amigable? Primero, respetar la tradi-ción ortodoxa, su historia, su cultura y sus sitios sagrados. El conocer algunos nombres o hechos históricos ayudará a romper el hielo de la incomprensión. Existen muchos factores en común entre

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los adventistas y la tradición ortodoxa. Puede comenzar un diálogo productivo escogiendo aquellas doctrinas que los unen en lugar de aquellas que los sepa-ran. Estas incluyen la inspiración y auto-ridad de la Biblia, Cristo como Salvador, la segunda venida, las señales de los tiempos, etc. Aún el sábado puede fácil-mente llegar a ser el punto de inicio de una relación de amistad, ya que el cuar-to mandamiento es reconocido como obligatorio en la tradición ortodoxa. Sin embargo, temas como la veneración de la virgen María y la inmortalidad del alma son muy sensibles, y sería mejor evitar-los en las fases iniciales del contacto. Comentarios tales como “la doctrina de la virgen María es totalmente falsa y no bíblica”, levantarán inmediatamente una pared de hostilidad. Sea lo suficiente-mente prudente como para no ofender.

El asunto de los íconos es otro tema muy sensible. Hay que ser muy cuidadoso de no rotular la veneración de los íconos como idolatría. En lugar de espaciarte en la crítica frecuente, trate de presentar la clara verdad que emana de la Palabra de Dios. La Biblia es muy respetada por los ortodoxos, aunque creen que la Biblia usada por los protestantes carece de autoridad. Usar ediciones ortodoxas de la Biblia ayudará a superar esta confusión.

En lugar de hablar de lo que no se practica en la Iglesia Adventista (besar los íconos, orar a los santos, pintar huevos para la pascua, etc.) hable acerca de aquellas cosas que se estimulan, como la lectura personal de la Biblia, el uso de palabras propias en la oración, el interés en el arte cristiano, etc.

Para ministrar en esta parte del mundo con sensibilidad cultural y para ganar su respeto, los occidentales necesi-tan incrementar sus conocimientos de la vida ortodoxa, su historia y pensamiento, más aún al considerar la xenofobia que la ortodoxia ha exhibido hacia occiden-te y su cristianismo. Siendo el grupo ortodoxo más grande del mundo, la Iglesia Ortodoxa Rusa es particularmente

Eugene Zaitsev (Ph. D., Andrews Univer-sity) es rector de Insitituto Cristiano de Humanidades y Economía de Zaosky en Rusia. Su dirección: [email protected]

REFERENCIAS:1. Timothy Ware, The Ortodox Church, Londres:

Pengtuin Books, 1993) p. 16.2. Siendo que el término griego theosis fue tradu-

cido a algunos idiomas de manera inadecuada y ambigua, este concepto ha producido dificul-tades y casi escándalos en el ámbito teológico oriental y occidental. Por esta razón se lo prefiere usar en su concepción griega.

3. Michail Mudjugin, The Contemporary Ortho-dox Ecclesiasticism: The Second Half of the XX Century (Moscú: Instituto Bíblico Teológico, 1995), p. 105.

4. Timothy Ware, declara que una de las señales más alentadoras del reavivamiento en la orto-doxia contemporánea es el renovado énfasis entre muchos ortodoxos, de la segunda venida y su relevancia. Ver Ware, p. 263.

Viene de la página 29Manteniendo la fe ...

las informaciones de las clases dadas en sábado. Su apoyo siguió hasta el día de nuestra graduación.Vida profesional

Así, guardar el santo sábado se convir-tió en parte de mi vida. Todo lo demás –incluyendo la prueba de presentar el informe a los consultores del Banco Mundial– era secundario. Ese día me encontraría en la iglesia. Mi cita con Dios era más importante que cualquier

otra con los líderes influyentes de este mundo. Prefería ser despedida de mi trabajo que ser infiel a Dios, aun cuando fuese por unas pocas horas.

Ese sábado, las visitas del Banco Mundial llegaron al lugar de reuniones. Yo, por supuesto, estaba en la iglesia. Aunque mis análisis e informes estaban todos listos y ubicados ante los visitantes, prefirieron esperarme trasladando la reunión para el día siguiente. Dios contestó mis oraciones tocando los corazones de nuestras visitas. Mis colegas estaban asombrados. Y lo que es más, los visitantes decidieron que de ahí en adelante, ninguna reunión de conclu-sión o conferencia sería programada para un sábado.

Un día que probó mi fe se convirtió en un día de celebración de la fe.

Pero llegó otra prueba. Después de varios meses, cuando una fase importan-te del proyecto se había completado, la presidenta de nuestro país estaría llegan-do para inaugurar las obras. Debíamos unirnos al desfile por la ciudad y asistir al programa en el cual la presidenta daría su discurso. El evento estaba programado para el sábado.

En nuestra reunión de planificación mis compañeros de trabajo clamaron: “¡Dejaremos que Christy asista esta vez!” El director respondió, “No molesten a Christy. Ella nunca asistirá a ninguna actividad en sábado”. Sentada en un rincón, sonreí al escucharla defender mi fe adventista.

El camino de la fe puede tener muchos obstáculos, pero cuando ese viaje es prose-guido con fe llena de oración, Dios nunca falla en recompensar esa fe. Inclusive si esa recompensa no llega instantáneamente, llegará en la eternidad.

Christy Sanggalan-Doroy, Contadora Pública, (Universidad de San Agustín), en el momento de escribir este artículo era la analista financiera regional del programa de alivio de pobreza del Banco Mundial. Actualmente enseña en una institución superior adventista en Bacolod, Filipinas. Su e-mail es: [email protected].

reticente a los esfuerzos de católicos y protestantes de evangelizar y hacer prosé-litos en su territorio. Desde su perspecti-va, ha sido el hogar del cristianismo por más de mil años. Los cristianos occiden-tales que van a Rusia deberían saber que, por centenares de años, la ortodoxia ha sido quizás el factor mas importante en la formación de su cultura. Ni siquiera 75 años de ateísmo lograron borrar esta enorme influencia cultural. Los misione-ros occidentales deberían estar al tanto de que aún hoy la ortodoxia es mucho más que una simple iglesia, esto es así, y para los rusos en manera particular, es la columna de su vida y cultura.

DIÁLOGO 20 •2 2008 35

en mi vida… Yo... yo... yo, –titubeaba buscando la palabra adecuada– sé que debe sonar extraño, pero tengo que decir… lo adoro.

–Usted lo dice con cierta emoción.–Bueno, sí. Todo lo bueno que sé, todo

lo decente que sé, todo lo puro que sé, lo aprendí de Jesús…

“De repente, Templeton cortó sus pensamientos. Hubo una corta pausa, casi una duda de si debía continuar.

–¡Ah!... pero… no –dijo lentamente– es el más… –Hubo una marcada pausa. –Según mi punto de vista, es el ser huma-no más importante que existió.

“Fue entonces cuando Templeton pronun-ció las palabras que nunca esperé oír de él.

–Y... tendría que decirlo así – dijo mientras su voz comenzaba a flaquear– ¡yo… lo… extraño!”5

En esta última reacción percibo un anhelo universal, la añoranza de un amor que sea más grande que nosotros, que tras-cienda nuestra rebelión y distanciamiento y sea estable, incondicional e inmutable.El amor que ofrece Jesús es todo eso. Es el amor más tierno que los corazones huma-nos pueden llegar a conocer.

REFERENCIAS:1. Todas las citas bíblicas son de la versión Reina

Valera 1960.2. Ellen G. White, El Deseado de todas las gentes.

(Mountain View, CA: Pacific Press Publ. Assn., 1955), p. 659.

3. Ibid. 4. Brigid Schulte, “Virginia Parents Trying to

Unadopt Troubled Boy,” Washington Post, October 9, 2006, A1, 11.

5. Lee Strobel, El Caso de la Fe (Miami, FL: Vida, 2001), pp. 18, 19.

n ¿Hay algo más que quisiera compartir con nosotros, los lectores o los directores de los centros de estudio?

La misión es la misión de Dios. Esta-mos participando en lo que Dios está haciendo. Estos centros no solo facilitan sino también desarrollan la conciencia de misión en las personas al entrenarlas en distintas partes del mundo. Pero al participar en la misión de Dios, la idea subyacente es siempre la de llevarles a Jesucristo; su dignidad, soberanía y esa compasión que emana hacia todos los grupos de personas. Por lo tanto quiero animar a los directores de centros de estudios a cumplir con la misión confia-da a su cuidado, en conversación y en colaboración con los líderes de la iglesia. El asumir la responsabilidad misionera es saludable y es la única manera de superar una mentalidad sectaria. Quiero que los lectores y estudiantes también sean conscientes de su propio papel en el ministerio contextualizado en las grandes universidades del mundo.

Paul Pichot (Magíster, Andrews University), hasta recientemente fue presidente de la Universidad Adventista Zurcher de Madagascar. Su e-mail: [email protected].

La ternura de su amor... Ganoune Diop... Searching ...Viene de la página 19 Viene de la página 21 Viene de la página 24

Roy Adams (Ph. D., Andrews Univer-sity) es editor asociado de Adventist Review y autor de varios libros y artículos. Este artículo es un extracto de su último libro The Wonder of Jesus (Hagerstown, MD: Review and Herald Pub. Assn., 2007). Email: [email protected].

Ansel Oliver es un director asistente para noticias y comunicación en el Departamento de Comunicación de la Asociación General. Su e-mail: [email protected].

La dirección de e-mail de Ganoune Diop: [email protected].

Esta entrevista originalmente apareció en la Revista Adventista. Ésta es una version adaptada y modificada. Usada con permiso.

En relación a los adventistas, el autor nos guía en el largo, delicado y doloroso camino que hemos seguido en el manejo de la inmerecida gracia de Dios para salvación, desde 1844 en adelante. Describe claramente el espíritu reinante mientras la iglesia evolucionó en un tiempo de grandes reavivamientos religiosos populares, en los que varios grupos afirmaban que la fe y las obras se necesitaban para la salvación, mientras otros proclamaban que la gracia es dada incondicionalmente. Mientras la iglesia adventista prosperaba bajo la guía del Espíritu de Profecía, los adventistas llega-ron a la vigorosa afirmación de que “la justificación ante Dios es por la fe sola-mente, sin las obras de la ley… Somos salvados solo por Jesús, y Jesús nos salva solo por su gracia, dada libremente a personas no merecedoras”.

¿Es ese el final de la historia? se pregunta Tyner en las últimas páginas. ¿Están los adventistas hoy completa e incondicionalmente listos para confesar que la gracia es la única –y siempre libre-mente concedida– base de la salvación? ¿O tenemos adventistas que temen que la gracia gratuita aniquile la obediencia? Las preguntas del autor son significati-vas: “¿Es la santidad el camino hacia la gracia, o es la consecuencia de ella? ¿Es su aceptación de nosotros o el intento de hacernos aceptables? ¿Cancela la justifi-cación a la santificación?”

El libro es un desafío para cada lector a fin de encontrar la respuesta a estas preguntas a la luz de las Escrituras y de la propia experiencia. Lee el libro por ti mismo.

INTERCAMBIO

Mercy Micah Abel: 26; soltera; es enfermera y partera recibida en laSchool of Nursing and Midwifery, St. Luke’s Hospital; intereses: atender a la gente, cantar, predicar, leer y orar; correspondencia en inglés. Dirección: Health Care Centre, No. 69 Faith Road, P. O. Box 2992, UYO, Akwa Ibom State, NIGERIA.Carolina Soledad Abrigó: 19; solte-ra; estudia nutrición en la Universidad Adventista del Plata; intereses: nadar, acampar y hacer nuevas amistades; correspondencia en español. E-mail:[email protected]. ARGEN-TINA.Natalia Loureiro Gama Acioli: 19; soltera; estudia educación en la UNASP; intereses: hacer nuevas amistades y conocer nuevas culturas; correspon-dencia en portugués, inglés o español. E-mail: [email protected]. BRASILEmem Akpan: 35; soltero; graduado en programación informática, estáestudiando teología en Babcock Univer-sity; intereses: viajar, hacer nuevas amis-tades, acampar y leer; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected] o [email protected]. NIGERIA.Joseph Emmanuel Akpan: 30; soltero; se recibió como médico en la University of Calabar; intereses: estudiar la Biblia, atender a las personas, viajar, escuchar música góspel y leer libros cristianos;correspondencia en inglés. Dirección: Health Care Centre, N° 10 AkpanAkpa udo Street, P.O.Box 2992, Uyo, Akwa Ibom State, NIGERIA.

Luis Domiciano Almendras P.: 32; soltero; concluyó sus estudios de español en la Universidad Adventista de Chile; intereses: leer y colaborar en el Club de Conquistadores; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. CHILE.Adriana Gisele Álvarez: 21; soltera; está estudiando comunicación social con especialización en periodismo en la Universidad Nacional de Quilmes; intereses: actividades con adolescentes en la iglesia, hablar por radio, leer y escribir; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. ARGENTINA.Samuel Kofi Arhin: sin datos de edad, soltero; estudia medicina en la Universi-ty of Wenzhou; intereses: leer la Biblia; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. CHINA.Collins Attakokah: 17; soltero; estudia en la Asanteman School (no especifica carrera) y es miembro de la Asociación Nacional de Estudiantes Adventistas; intereses: tener amigos adventistas en todo el mundo; correspondencia en inglés. Dirección: Box 3776, AsantemanSchool, Kumasi, GHANA.Abda Suelen Chaves Becker: 19; solte-ra; estudia enfermería en el Instituto Adventista do Paraná; intereses: leer, deportes y coleccionar tarjetas telefóni-cas; correspondencia en portugués.E-mail: [email protected]. BRASIL.Confesor Paulino Cabrera: 41; soltero; se recibió como psicólogo en la UASP; intereses: crear una fundación para ayudar a los niños, mujeres y personas de edad; correspondencia en español o

inglés. Dirección: calle B #19, Sabana Palenque, San Cristobal, REP. DOMI-NICANA.Wally Manauris Cabrera R.: 22; solte-ro; estudia ingeniería en sistemasen la Universidad Adventista Domini-cana; intereses: compartir tiempo con sus amistades y actividades al aire libre. E-mail: [email protected] o [email protected]. REP. DOMINICANA.Lilena Caroll Castro S.: 42; casada; se recibió como maestra de nivel primario; intereses: leer, estar con niños y escu-char música cristiana; correspondencia en español o inglés. E-mail: [email protected] o [email protected]. PERÚ.Elia Rosa Carrillo: 41; casada; se reci-bió como médica en la Universidad de Matanzas y es especialista en alergia; intereses: compartir el evangelio y leer; correspondencia en español o inglés.Dirección: Laborde No. 988 e/n 20 y 21, Cárdenas, Matanzas, C.O. 42110, CUBA.Richard Amed Chuquimia C.: 29; soltero; está realizando estudios comocontador y administración de empresas

Expande tu red de amistadesEstudiantes y profesionales adeventistas, lectores de “Diálogo”intercambian correspondencia con colegas de otras partes del mundo.

Si eres un estudiante adventista en una universi-dad no adventista, la iglesia tiene un plan que te permitirá recibir la revista Diálogo gratis mientras mantengas tu condición de estudiante. (Aquellos que ya no son estudiantes pueden suscribirse a Diálogo utilizando el cupón de la página 6.) Ponte en contacto con el director del Depar-tamento de Educación o del Departamento de Jóvenes de tu Unión y pide que te incluyan entre los que reciben la revista. Proporciónale tu nombre completo, tu dirección, el nombre de la universidad a la cual asistes, la carrera que estás cursando y el nombre de la iglesia local de la cual eres miembro. Puedes escribir también a nuestro representante regional a la dirección provista en la página 2, incluyendo una copia de la carta a los directores de la Unión mencio-nados.

¡Diálogo para ti, gratis!

DIÁLOGO 20 •2 2008 Suplemento A

DIÁLOGO 20 •2 2008

en la Universidad Adventista de Bolivia; intereses: compartir temas bíblicos con amigos, fútbol y participar en el Club de Conquistadores; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. BOLIVIA.Roger Eric Conrado T.: 38; sin datos de estado civil; trabaja como maestro y administrador; intereses: actividades de testificación y colportaje; corresponden-cia en español. E-mail: [email protected]. PERÚ.Arelis Raquel De León S.: 22; solte-ra; estudia la carrera de ingeniería en informática en la Universidad Latina de Panamá; intereses: informática, activida-des en el Club de Conquistadores yministerio juvenil; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. PANAMÁ.Jimson Echave: 19; soltera; está estu-diando profesorado de ciencias para nivel secundario en el Northern Luzon Adventist College; intereses: leer, escu-char música y mirar películas; corres-pondencia en inglés. E-mail: [email protected]. FILIPINAS.Martins John Ekanem: 37; soltero; recibido como médico en la University of Port Harcourt; intereses: visitar y animar a las personas, orar, predicar y ayudar a los huérfanos y las viudas;correspondencia en inglés. Dirección: Health Care Centre, No.. 69 Faith Road, P.O.Box 2992, Uyo, Akwa Ibom State, NIGERIA.Daisy Figura: 30; soltera; recibida como maestra de nivel primario en el Mountain View College; intereses: viajar, escuchar música góspel, acampar y actividades al aire libre, tocar piano y guitarra e intercambiar estampillas; correspondencia en inglés. Dirección c/oCheryl F. Jordan, RTC Branch 64, Hall of Justice, San Jose Antigua 5700, FILI-PINAS.Mauricio Wendell Firmino: 23; solte-ro; estudia matemática en el CentroUniversitario Adventista de São Paulo; intereses: conocer nuevas amistades;

correspondencia en portugués y espa-ñol. E-mail: [email protected]. BRASIL.José Ricardo Fresnada T.: 26; soltero; recibido como enfermero con especia-lización en cuidado intensivo; intereses: hacer nuevas amistades; corresponden-cia en español o inglés. Dirección: Apar-tado 74, Correo Central, Holguín-1, C.P. 80 100, CUBA.Olga Marly Galindo: 37; soltera; reci-bida como psicóloga infantil conespecialización en educación especial; intereses: acampar, viajar, predicar y cantar; correspondencia en español o inglés. E-mail: [email protected]. COLOMBIA.Argelia García E.: 42; soltera; se reci-bió como ingeniera en alimentación y una maestría en desarrollo regional y está enseñando en la Universidad Autó-noma de Tlaxcala; intereses: proceso de desarrollo en América Latina, contami-nación ambiental y alimentación;correspondencia en español o inglés. E-mail: [email protected]ÉXICO.Dora González G.: 46; divorciada; reci-bida como bibliotecóloga, trabaja en la biblioteca de un hospital; intereses: leer, ir al mar, visitar nuevos lugares y estar en la naturaleza; correspondencia enespañol. Dirección: Avenida Camilo Cienfuegos 357, Contramaestre, CP92100, Santiago, CUBA.Fernando González M.: 43; casado; recibido como médico con especializa-ción en urología; correspondencia en español, portugués o inglés. E-mail: [email protected]. CUBA.Patricia Viana da Graça: 18; solte-ra; estudia enfermería en el Instituto Adventista Paranaense; intereses: compras, pasar tiempo con amigos y viajar; correspondencia en portugués. E-mail: [email protected]. BRASIL.Saúl Hernández P.: 20, soltero; estudia ingeniería en informática; intereses: leer, predicar y acampar; correspondencia en

español o inglés. E-mail: [email protected]. MÉXICO.Candy Javalera: 23; soltera; recibida como ingeniera industrial; intereses: leer y escuchar música; correspondencia en español o inglés. E-mail: [email protected]. REP. DOMINI-CANA.Teri K. López: sin datos personales ni académicos; intereses: genealogía, visi-tar lugares históricos, ir a negocios de segunda mano y ventas con descuentos, coleccionar ositos koala, ballenas, sopla-do de vidrio, pescar, leer, tejer, escuchar música, deportes, crochet,punto cruz, nuevos DVD, plantas domésticas y palabras cruzadas;correspondencia en inglés. Dirección: 44320 Volutsia Ave., Wichita, KS67214-4628. EE. UU.Vivian Elizabeth Machado S.: 20; soltera; estudia teología en el Seminario Teológico Adventista de Cuba, intereses: hacer nuevas amistades, leer, escuchar música cristiana, cantar y viajar; corres-pondencia en español o inglés. Direc-ción: Seminario Teológico Adventista de Cuba, Camino Circular, número 7, Reparto Santa Elena, Santiago de las Vegas, Boyeros, CP 17200, CUBA.Doraleidy Manuel O.: 30; casada; está estudiando una Maestría en Educación Superior en la Universidad de Monte-morelos; intereses: leer, escuchar música y viajar; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. MÉXI-CO.Yandi Martinez N.: 25; soltera; es pianista y disfruta de la música;correspondencia en español. E-mail: [email protected]. CUBA.Jenny Yanira Matos: 20; soltera; estu-dia contaduría en la UniversidadAutónoma de Santo Domingo; intereses: música, estar en la naturaleza,colaborar en el Club de Conquistadores y hacer nuevas amistades; correspon-dencia en español o inglés. E-mail: [email protected]. DOMINICANA.

Sumplemento B

DIÁLOGO 20 •2 2008

Walter Meléndez: 32; soltero; estudia matemática en la Universidad de Puerto Rico; intereses: caminar en la naturaleza, escuchar música, leer y viajar; corres-pondencia en español. E-mail: [email protected]. PUERTO RICO.María Eugenia Moroso P.: 32; soltera; estudia psicología en la Universidad del Mar, La Serena; intereses: acampar, escuchar música y estudiar la vida de Jesús; correspondencia en español.E-mail: [email protected]. CHILE.Steven Moses: 27; soltero; estudia teología en la Pacific Adventist Univer-sity; intereses: ministerio intercultural, cantar y hacer nuevas amistades; corres-pondencia en inglés. E-mail:[email protected]. PAPÚA NUEVA GUINEA.Gratcuab F. Msapato: 36; divorciado; está estudiando profesorado degeografía y teología en Somasi College; intereses: cantar, hacer nuevas amista-des, escribir historias cortas y deportes;correspondencia en inglés. Dirección: P. O. Box 49, Somasi College of Educa-tion, Domasi, MALAWI.Joseph Maina Ndung’u: 21; soltera; estudia comercio y ciencias contables en la Kenyatta University; intereses: hacer nuevas amistades, jugar al fútbol y leer; correspondencia en suahili o inglés. E-mail: [email protected] o [email protected]. KENIA.Basilio Nuñez T.: soltero; se recibió como enfermero; intereses: idiomas, leer la Biblia y coleccionar estampillas y diccionarios en diversos idiomas; corres-pondencia en español, inglés o portu-gués.Dirección: Correo Ovalle, Región de Coquimbo, CHILE.Chukwuka Victor Nwachukwu: 20; soltero; estudia contaduría en la Univer-sity of Nigeria; intereses: fútbol, cantar a cappella y leer; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. NIGERIA.

Melvin Encinada Ochinang: 29; casa-do; tiene un título en educaciónindustrial para profesorado secundario y está trabajando como bibliotecario y consejero en ASTI; intereses: escribir poesías, leer, especialmente la Biblia y libros de Elena White y navegar en Internet; correspondencia en tagalog o inglés. E-mail: [email protected] Onduso Ogedo: 21; solte-ro; estudia comercio en la Kenyatta University; intereses: arte, fútbol y hacer nuevas amistades; correspondencia en suahili o inglés. E-mail: [email protected]. KENIA.Nubia Lorena Ordóñez A.: 24; soltera; recibida en administración y contaduría, está realizando estudios a nivel de Maes-tría en la Universidad de Montemorelos; intereses: escuchar música, aprender sobre nuevas culturas y países y leer; correspondencia en español.E-mail: [email protected] or [email protected]. MÉXICO.Luis Alberto Pacheco S.: 43; soltero; recibido como diseñador gráfico; intere-ses: tocar el piano y la flauta, astronomía y pintar cuadros al óleo; corresponden-cia en español o inglés. E-mail:[email protected]. COLOMBIA.Geraldine F. Pagaduan: 39; soltera; se recibió como médica; intereses: leer y estar en la naturaleza; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. o B-034 Sunshine Village, Arta-cho, Sison, Pangasinan, FILIPINAS.Sony Peter: 24; soltero, está haciendo una Maestría en Bioquímica en la Mahat-ma Gandhi University; intereses: cantar, compartir su fe y hacer nuevas amistades; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. INDIA.Maria de Fátima Jesus Pinto: 50; soltera; no hay datos académicos; inte-reses: caminar, nadar, leer y estar con amistades; correspondencia en portu-gués o italiano. Dirección: Rua dos Pinheiros, 96 – 2° Fte.,4430-494 Vila nova Gaia, PORTUGAL.

Ernesto Javier Pretell V.: 27; soltero; estudia administración; intereses: apren-der sobre otras culturas y hacer inter-cambio intelectual; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. PERÚ.Edenia Ramalho: 34; soltera; estudia educación; intereses: leer, viajar, cantar y hacer nuevas amistades; correspon-dencia en portugués o español. Direc-ción: Rua Sidonio Messias 25, Jardim Rosa Maria; 49100-000 São Cristovão – SE, BRASIL.Marlon Edenilson Reinosa C.: 18; soltero; estudia informática en elInstituto Tecnológico Centroamericano; intereses: jugar al básquet, escuchar música, cantar, acampar y conocer nuevas amistades; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. EL SALVADOR.Julio César Reyes V.: 24; soltero; se recibió como contador en la Universi-dad Linda Vista y trabaja para la iglesia; intereses: viajar, escuchar música y estar con otras personas; correspondencia en español o inglés. E-mail: [email protected] o [email protected]. MÉXICO.David Sidney: 29; soltero; se recibió como médico en la UniversidadAutónoma de Santo Domingo; intere-ses: estudiar para profundizar susconocimientos religiosos, escuchar música cristiana y jugar al fútbol;correspondencia en créole, francés, español o portugués. E-mail: [email protected]. Es de Haiti pero vive en REP. DOMINICANA.Patricio Sebastián Silva P.: 31; solte-ro; recibido en contaduría; intereses estudiar la Biblia y aprender más sobre Jesús, deportes y ser bombero volun-tario; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. CHILE.José Marcus Fabrício Rhamiler Alves Carvalho Barreto Silva: 19;estudia matemática en la Universidade Federal do Pará; intereses: leer, escuchar

Suplemento C

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música, cantar, viajar y hacer nuevas amistades; correspondencia en portu-gués, español o inglés. E-mail:[email protected]. BRASIL.Iyke Enyioma Solomon: 23; soltero; estudia enfermería en la BabcockUniversity; intereses: leer, estar con amigos, conocer nuevas personas y viajar; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected] Kimurgor Sum: 27; es un varón y no hay datos sobre estado civil;estudia bioquímica en la University of Eastern Africa; intereses: viajar, escu-char música góspel, actividades con los jóvenes, evangelismo e intercambio cultural; correspondencia en inglés ofrancés. E-mail: [email protected]. KENIA.Sunday Udo Sunday: 35; soltero; reci-bido como médico en la Universityof Nigeria; intereses: compartir expe-riencias cristianas, orar, ayudar y servir al prójimo; correspondencia en inglés. Dirección: Health Care Centre, No. 13 Akpan Akpa Udo Street, P. O. Box 2992, Uyo, Akwa Ibom State, NIGERIA.Daysie Lynn Taboclaon: 20; soltera; estudia en South Philippine Adventist College, (no especifica carrera); Intere-ses: leer, jugar al fútbol y armar álbumes de fotos; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. Dirección: Blk-3 Lot 3, Sweet Tamarind Homeowners, Asso-ciation Sodaco Barangay Lizada, Toril, Davao City, 8025, FILIPINAS.Arnold Isaac Thamata: 34; soltero; no especifica datos académicos;intereses: leer, escribir, viajar, trabajar en el jardín, escuchar música religiosa, intercambiar fotos, colportar y reali-zar artes gráficas; correspondencia en inglés. Address: MDF Workshops, P/Box 50, Zomba, MALAWI. Ann Caroline Tobo: 20; soltera; estudia filosofía; intereses: estudiar la Biblia, escuchar música religiosa, viajar

y deportes; correspondencia en fran-cés o español. Dirección: B. Postale 22 AWAE, Département de la Mefou Afamba, CAMERÚN.Yelkis L. Vega M.: 20; soltera; estudia la carrera de derecho; intereses: leer, cocinar, viajar, acampar y establecer nuevas amistades; correspondencia en español. E-mail: [email protected]. PANAMÁ.Erick Fernando Veliz V.: 25; soltero; estudia teología y salud pública en la Universidad Peruana Unión; intereses: leer, coleccionar CDs de diferentes países e idiomas, colaborar en el Club de Conquistadores; correspondencia en español. E-mail:[email protected]. PERÚ.Silbomana Vincent: 26; soltera; estu-dia en KIST (no especifica la carrera); intereses: la naturaleza, escuchar música y viajar; correspondencia en francés o inglés. E-mail: [email protected] [email protected]. RUANDA.Daniel Ferraz Viude: 24; soltero; recibido como enfermero en la Univer-sidade Estadual de Londrina; intere-ses: enfermería, coleccionar Biblias en diversos idiomas y vegetarianis-mo; correspondencia en portugués o inglés. E-mail: [email protected]. BRASIL.Samuel Ugwube: 29; soltero; estudia matemática en la Rivers State Univer-sity; intereses: tocar su teclado, jugar al fútbol y viajar; correspondencia en inglés. E-mail: [email protected]. NIGERIA.Enos Simiyu Wangette: 35; casado; estudia electrónica en la Universityof Nairobi; intereses: leer diarios, estar con otras personas; correspondencia en inglés o francés. E-mail: [email protected]. KENIA.René Sibrián Zelaya: 38; soltero; reci-bido en ingeniería en la Universidad de El Salvador; intereses: leer, hacer nuevas amistades y colaborar en el Club de Conquistadores; correspondencia

en español, portugués, inglés, francés o italiano. E-mail: [email protected]. EL SALVADOR.

Suplemento D

Si eres un estudiante adventista universitario o de colegio superior, o un profesional adventista, y deseas ser incluido en esta lista, envíanos la siguiente información: (1) tu nombre completo, con tu apellido en mayúscula; (2) edad; (3) sexo; (4) estado civil; (5) campo de estudio o título obtenido y especialidad; (6) colegio/universidad donde estudias o donde te graduaste; (7) tus tres intereses más importantes; (8) idioma(s) en que deseas que te escriban; (9) el nombre de la iglesia adventista local de la que eres miembro; (10) dirección postal o tu correo electrónico.

Dirige tu carta a Diálogo-Intercambio; 12501 Old Columbia Pike; Silver Spring, MD 20904-6600; EE. UU, o al correo electrónico: [email protected]. Solo publicaremos aquellos nombres que provean los datos requeridos. Diálogo no puede asumir responsabilidad por la exactitud de la información dada o el contenido de la correspondencia que pueda surgir.

Invitación