12pf clase 05a: armonía en las relaciones humanas

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―The Golden Rule‖, part 1, page 1 Curso Básico Bíblico LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES CLASE 05A: LA REGLA DE ORO Primera Parte © La Familia Internacional Editado por http://audioconectate.net June de 2011

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Te van a gustar estos consejos simples de cómo hacer felices a los que están a tu lado.

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―The Golden Rule‖, part 1, page 1

Curso Básico Bíblico LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES

CLASE 05A: LA REGLA DE ORO

Primera Parte

© La Familia Internacional

Editado por http://audioconectate.net June de 2011

―The Golden Rule‖, part 1, page 2

12 Piedras Fundamentales Clase 5a) La regla de oro, 1ª parte:

ARMONÍA EN LAS RELACIONES HUMANAS

PRIMER TRAMO: LA REGLA DE ORO

Mateo 22:37–40

Vamos a comenzar echando un vistazo a lo que dice la Biblia acerca de nuestras

relaciones con los demás en los siguientes versículos claves:

Mateo 22:37–40. Jesús le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu

corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Este es el primero y grande

mandamiento. Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».

La regla de oro

Mateo 7:12. Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con

vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los

profetas.

Durante miles de años los filósofos han especulado sobre las reglas que rigen las

relaciones humanas. De todas esas especulaciones se ha decantado por un importante

precepto. Jesús lo impartió entre las colinas rocosas de Judea hace 20 siglos y lo

resumió en una sola idea: Haz con los demás como quisieras que hagan contigo.

Brindemos, pues, a los demás lo que quisiéramos que ellos nos brindaran a nosotros.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? La respuesta es: ¡De todas las formas posibles,

siempre y en todo lugar!

Más versículos sobre el amor

1 Juan 4:7-11. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios.

Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha

conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para

con nosotros, en que Dios envió a Su Hijo unigénito al mundo, para que

vivamos por Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a

Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por

nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros

amarnos unos a otros.

1 Juan 4:12,16,17,21. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a

otros, Dios permanece en nosotros, y Su amor se ha perfeccionado en nosotros.

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros.

Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En

esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en

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el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. Y nosotros

tenemos este mandamiento de Él: El que ama a Dios, ame también a su

hermano.

Juan 15:12. Este es Mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como Yo os

he amado.

1 Juan 3:16. En esto hemos conocido el amor, en que Él puso Su vida por

nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

Juan 13:34,35. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;

como Yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois Mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Gálatas 5:22. El fruto del Espíritu es amor.

Romanos 5:5. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el

Espíritu Santo que nos fue dado.

Gálatas 5:14. Toda la ley en esta sola palabra se cumple: «Amarás a tu prójimo

como a ti mismo».

¿A quién se ama cuando se ama?

¡El amor ama a los indignos de él y echa un velo sobre multitud de pecados! El amor

prefiere la felicidad ajena a la propia. Nos resulta difícil ver alguna cualidad en

alguien a quien no amamos. En cambio, cuando realmente amamos a alguien, es más

fácil pasar por alto sus faltas y perdonárselas.

Proverbios 10:12. El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las

faltas.

El amor de Dios es capaz de amar a cualquiera, ¡aun a nuestros enemigos! El amor

engendra amor. Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero. Pidan a Dios

que los ayude a amar a los demás con el amor que sobrepasa todo entendimiento.

El amor no es ciego. Cuenta con un tercer ojo espiritual que ve lo bueno y las

posibilidades que otros no perciben.

Mateo 5:44.Yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os

maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os

persiguen.

1 Juan 4:19. Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.

Filipenses 4:7. La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

2 Corintios 5:14. El amor de Cristo nos constriñe.

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¡El amor nunca falla!

¡El amor nunca falla! Si quieres alcanzar el éxito sirviendo al Señor y en tus

relaciones humanas, prueba amar. ¡No puedes perder, porque el amor nunca falla!

¿Quieres la llave que abre todos los corazones? Intenta el amor. Nunca falla porque

Dios es amor y es imposible que Él falle!

1 Corintios 13:8. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y

cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

¡El amor de Dios es la solución para todo!

El amor de Dios es la solución para todo: Salva almas, perdona pecados, satisface el

corazón, purifica el pensamiento, redime el cuerpo, gana amigos y hace que valga la

pena vivir la vida. Es la única verdad, el único camino y la única paz.

El amor no hace nada indebido a su prójimo: si amamos a alguien, no lo

maldecimos, no lo engañamos, no lo robamos ni le mentimos, muchos menos le

hacemos daño.

¡El amor hasta evita accidentes! Por increíble que parezca, en una conferencia

sobre seguridad vial impartida en una universidad se adujo que la causa de la mayoría

de los accidentes de tránsito reside en la falta de amor y consideración por los demás

conductores. De modo que no solamente las guerras, sino la mortandad de los

accidentes viales encuentran su origen en el orgullo, el egoísmo y la falta de amor.

Juan 14:15. Si me amáis, guardad Mis mandamientos.

Juan 14:23. Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él».

La lista en realidad no tiene fin, pues el amor de Dios es infinito. No tiene límites ni

ataduras. ¡Las formas en que podemos manifestar Su amor son igualmente ilimitadas!

SEGUNDO TRAMO: DIEZ PRINCIPIOS PRÁCTICOS DEL AMOR

Introducción

Los versículos que acabamos de leer nos demuestran que el amor es el elemento

más importante de nuestras relaciones humanas. La regla de oro del amor de Dios

debe regir todas nuestras acciones e interacciones.

Ahora vamos a hablar de cómo aplicar esto en nuestra vida cotidiana. ¿Cómo

podemos llevar a la práctica la regla de oro? ¿Cómo hacemos para llevarnos bien con

casi cualquiera? A todos nos ha tocado en algún momento lidiar con conocidos,

compañeros de trabajo, familiares e incluso en alguna ocasión con amigos y aquellos

con quienes tenemos relaciones estrechas. A veces hasta nos cuesta congeniar con

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personas que nos caen bien, simplemente porque todos somos distintos o surgen

discrepancias. Además, siempre hay personas cascarrabias o de carácter difícil con

las que simplemente no nos llevamos bien. Evidentemente, debemos llevarnos bien

con la gente, pero ¿cómo lograrlo?

Vamos a tomarnos un rato para hablar de formas prácticas de relacionarnos

amorosamente con los demás. No podemos abarcarlo todo en una sola clase, pero al

menos echaremos un vistazo a 10 consejos que nos ayudarán en nuestras

interacciones con nuestros semejantes. Naturalmente, estos 10 consejos no

constituyen una lista completa, pero es todo lo que el tiempo nos permitirá cubrir el

día de hoy.

Ser amables con los demás es lo mismo que ser amables con el Señor.

Cuando manifestamos amor a la gente con pequeños gestos o detalles, cuando

somos corteses y exhibimos buenos modales con la gente, equivale a manifestarle

amor al Señor, porque las personas son creación Suya y Él las ama profundamente.

Cuando nos desvelamos por alguien, le manifestamos amor, tenemos gestos

amorosos para con él, lo tratamos con cortesía y buenos modales, en realidad

manifestamos honra y respeto por el Señor. Somos amorosos y amables para con el

Señor. Es como si le dijéramos al Señor que amamos Su creación, a Sus hijos, y que

deseamos ser amorosos con ellos no solamente por su propio bien —que ya es

bastante buen motivo— sino por amor a Él.

Pide al Señor que te dé amor por los demás y haz todo lo posible por

manifestarlo.

Hay cientos de cosas que puedes hacer a lo largo del día, pequeñas cosas capaces

de embellecer la vida de alguien a causa de tu amabilidad. Si sigues la regla de oro de

Jesús de «hacer con los demás como queremos que hagan con nosotros», no puedes

menos que ser amable y cortes.

Cuando oras y pides al Señor que te ayude a ser más amoroso, puedes aprovechar

la ocasión para preguntarle cómo puedes serlo y luego empezar a ponerlo en práctica.

Debemos acompañar de acción tus oraciones. A medida que haces tu parte, Él te

imbuirá el corazón de amor y muy pronto esas acciones se volverán un hábito

amoroso.

No puedes simplemente pedir al Señor más amor y luego no ponerle empeño ni

llevar a la práctica lo que Él te indique que hagas. Tampoco puedes lograrlo

únicamente merced a tu propio esfuerzo, pues se verá afectado y poco sincero. No

serán más que obras muertas, formalismos sin el espíritu. ¡Tienes que pedirle al Señor

que te dote de amor y a la vez hacer todo lo que puedas por manifestarlo en la

práctica!

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1) DIALOGAR CON LA GENTE.

Colosenses 4:6. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

1 Pedro 3:8. Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables.

La cortesía, las palabras amables, el lenguaje amoroso y considerado, son todas

manifestaciones de amor y parte de nuestro ejemplo del amor del Señor.

Saludemos a la gente con calidez en vez de hacerlo con una mirada indiferente.

Una sonrisa y unas palabras de aliento le demuestran a una persona que todo está

bien.

Tomémonos un momento para responder una pregunta con consideración y

sinceridad en vez de hacerlo a toda prisa y con afán, que harán sentir a los demás

insignificantes y una molestia.

Aminoremos la marcha. Ya sabemos que estamos todos muy ocupados, pero no

tanto que no podamos detenernos y prestar unos momentos de atención a cada

persona con la que nos topamos.

Consejo para los matrimonios: Dense un beso y un abrazo al despertarse, al salir de

la habitación, al llegar a casa después de trabajar, antes de irse a dormir, etc.

Manifiesten amor actuando con cortesía

Podemos manifestar amor a los demás siendo amables y corteses. Es sorprendente

el efecto que tienen en la gente los pequeños gestos de cortesía y buenos modales.

Significan mucho para las personas. Aprecian enormemente que los demás los traten

con cariño y gentileza. Pregúntenle a cualquier persona si no la hace sentir mejor que

alguien le ofrezca disculpas cuando se la lleva por delante accidentalmente, cuando

pasan algún objeto frente a ella o cuando se interponen entre ella y otra persona que

está conversando.

Manifestarnos amor los unos a los otros es uno de los deberes que tenemos todos

los seguidores de Jesús. Mostrarnos atentos y amables con los demás mediante

pequeños gestos es una forma estupenda de manifestarles el amor del Señor. No hace

falta hacer algo grande y espectacular para ser amoroso. De hecho, por lo general las

cosas más importantes son justamente las que parecen insignificantes.

Pequeñas frases y gestos de cortesía del estilo de: «Disculpa que te moleste», «¿Te

importaría?», «¿Me harías el favor?» y «¡Gracias!» lubrican los engranajes de la vida

cotidiana. Además son lisa y llanamente ¡buenos modales!

Humor: «¡Por favor!»

Isabel trataba de enseñar a su pequeño de dos años a decir «Por favor» y

«Gracias». Le dio una galleta y le preguntó:

—¿Qué se dice?

—Por favor —respondió Marcos.

—No. ¿Qué se dice después que a uno le han dado algo?

—Más, por favor —fue la respuesta del pequeño.

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Manifiesten amor integrando a los demás

Es fácil ofender inintencionadamente a alguien o darle a entender que no lo

queremos o apreciamos. Un poco de cortesía puede tener el efecto contrario y hacerlo

sentirse apreciado y amado.

Si están caminando con alguien y van muy rápido, deténganse a esperarlo, denle

ocasión de que los alcancen y aminoren la marcha.

Si alguien se acerca cuando están conversando con otra persona, procuren

integrarlo a la conversación y ponerlo al tanto de lo que se ha dicho hasta el

momento. Es simplemente cortesía; es grosero y ofensivo hacer como que la gente no

existe o excluirla de nuestras actividades o conversaciones.

Todos anhelamos que nos presten atención. Deseamos que nuestras ideas y

opiniones sean escuchadas. Si les parece que no, cuéntenme como se sintieron

cuando los desairó un mesero arrogante, o cuando el chofer del bus los dejó plantados

en el paradero, o cuando un dependiente de tienda hizo como si no los viera.

2) SONREÍR.

Proverbios 15:13. El corazón alegre hermosea el rostro.

Lo que hacemos es más elocuente que lo que decimos. Una sonrisa dice: «Me caes

bien. Me siento a gusto contigo. Me alegro de verte».

Por eso es que los perros son tan simpáticos. Se ponen tan contentos de vernos que

prácticamente no caben en sí. De ahí que a nosotros también nos alegre verlos. La

sonrisa de un bebé tiene el mismo efecto.

¡El efecto de una sonrisa es poderoso!, aun en situaciones en que no es perceptible

a la vista. Las compañías telefónicas recomienden que uno sonría cuando habla por

teléfono. La sonrisa se ve reflejada en nuestra voz.

¡Sonrían! Nadie necesita tanto una sonrisa como quienes no pueden sonreír más.

El sol y el viento

(Basado en una fábula de Esopo) Un día el sol y el viento discutían. Ambos

alegaban que eran el más fuerte. El viento dijo:

¿Ves a ese anciano ahí con el abrigo? Te apuesto a que logro que se quite el

abrigo en menos tiempo de lo que lo harías tú.

El sol se ocultó detrás de una nube y el viento sopló hasta alcanzar la fuerza de un

huracán, pero cuanto más fuerte soplaba, más se aferraba el anciano a su abrigo.

Finalmente el viento amainó y se dio por vencido; entonces salió el sol de detrás de

una nube y le sonrió cálidamente al anciano. Enseguida el hombre se secó la frente y

se quitó el abrigo. Dijo entonces el sol al viento:

La amistad y la benevolencia siempre pueden más que la furia y la violencia.

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3) DIRIGIRSE A LAS PERSONAS POR SU NOMBRE

¡Para la mayoría de las personas, la música más melodiosa es el sonido de su

nombre! A continuación referimos algunos consejos para recordar nombres:

Cuando les presenten a alguien, es difícil que se vayan a olvidar de su rostro, al

menos no enseguida, puesto que lo tienen delante. El nombre, sin embargo, es otro

cantar. Una situación embarazosa que ocurre con frecuencia es que no captamos bien

el nombre de alguien o bien, lo olvidamos al instante.

Para superar ese problema:

a) Si no están seguros de haber escuchado bien el nombre, pidan que se lo repitan.

b) Si todavía están en duda, pidan que además de repetirlo, se lo deletreen.

c) Disipen cualquier incertidumbre de inmediato. Si dejan pasar el momento, se hace

muy incómodo volver a preguntar el nombre de la persona después, aunque es mejor

eso que olvidárselo por completo.

4) MOSTRARSE AMIGABLE Y SERVICIAL.

La simpatía, la amabilidad, la cortesía, la generosidad, la abnegación y el altruismo

son distintos instrumentos para manifestar amor.

«Un pequeño gesto de amabilidad y unas palabras de amor hacen del mundo un

sitio más feliz y más parecido al Cielo».

¿Qué impresión causa la amabilidad?

En la ciudad de Filadelfia había un hotelito de tercera clase. Una noche se

presentó en el hotel una pareja mayor de aspecto fatigado. Al acercarse al

empleado nocturno, el viajero le dijo, con tono de súplica:

—Le ruego, señor, que no nos diga que no tiene sitio. Mi esposa y yo hemos

recorrido toda la ciudad buscando alojamiento. No sabíamos que había grandes

convenciones llevándose a cabo en la ciudad. Los hoteles donde siempre nos

quedamos están llenos. Estamos agotados y ya es medianoche. Por favor, no nos

diga que no tiene un sitio donde podamos dormir.

El recepcionista del hotel los miró un buen rato y luego contestó:

—Pues la verdad es que no me queda ni un solo cuarto, a excepción del mío.

Pero como yo trabajo de noche y duermo de día... no es un cuarto tan atractivo

como los demás, pero es limpio, y me encantaría tenerlos como huéspedes esta

noche.

La esposa dijo:

—Que Dios te bendiga, hijo.

Al día siguiente, a la hora del desayuno, la pareja mandó a llamar al

empleado por medio del mozo, diciendo que tenían algo muy importante que

conversar con él. El muchacho se presentó, reconoció a la pareja, se sentó con

ellos a la mesa y les dijo que esperaba que hubieran podido descansar bien. Ellos

se lo agradecieron de todo corazón. Entonces el marido sorprendió al muchacho

al decirle:

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—Eres un hotelero demasiado bueno como para seguir trabajando en un

establecimiento como éste. ¿Qué te parece si mando construir un hotel grande,

bello y lujoso en la ciudad de Nueva York y te nombro administrador?

El muchacho se quedó mudo. Pensó que quizás los viejitos no estaban en sus

cabales. Por fin tartamudeó:

—Me parece fantástico.

Su invitado se presentó:

—Mi nombre es John Jacob Astor.

Así fue que se construyó el hotel Waldorf Astoria, y aquel joven empleado

con el tiempo se convirtió en el hotelero más conocido del mundo.

En 1976 el Waldorf Astoria de Nueva York, que tiene 47 pisos, alojó a tres

cuartos de millón de huéspedes en sus mil novecientas habitaciones.

El zapato perdido

Se cuenta la siguiente anécdota de Mahatma Gandhi. Estaba en la India y se

encontraba parado en la portezuela de un vagón de tren abierto mientras este

partía lentamente de una estación. De golpe se le cayó un zapato a las vías.

Rápidamente se quitó también el otro zapato y lo arrojó a las vías.

Al ver la mirada de desconcierto de otro pasajero, Gandhi dijo: «Algún pobre

hombre encontrará un par de zapatos; uno solo no le serviría de mucho».

Es admirable pensar desde el punto de vista de cómo algo afecta a los demás,

no solo cómo nos afecta a nosotros.

Amabilidad y amor

A una clase de niños de ocho años se le pidió que explicaran el significado de

las palabras amabilidad y amor. Uno de ellos dijo: «Si yo tuviera hambre y

alguien me diera un trozo de pan con mantequilla… eso sería amabilidad, pero si

además le pusieran mucho dulce de frambuesa... eso sería amor».

5) COMUNICARSE.

Hechos 2:42. Y perseveraban en [...] la comunión unos con otros, en el

partimiento del pan.

Efesios 4:25. Hablad la verdad cada uno con su prójimo.

Proverbios 27:9. El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre.

Hebreos 13:16. De hacer bien y de la ayuda mutua [comunicación] no os

olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.

Proverbios 10:11. Manantial de vida es la boca del justo.

Proverbios 15:23. El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!

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Huelga decir que para que una persona perciba que le tenemos cariño y que nos

interesamos por ella, es necesario que nos comuniquemos con ella. Eso significa

establecer un diálogo. Debemos tomar tiempo para escuchar, pero no limitarnos a

hacerlo en silencio. Además es conveniente comunicar lo que pensamos y sentimos.

¡La eficacia de escuchar!

(De un grupo que contribuyó a asesorar a soldados de las fuerzas de paz de la

ONU en una zona de conflicto.)

Cuando conocimos a un grupo de soldados de la ONU, al principio muchos de

ellos estaban muy a la defensiva. Eran realistas y agnósticos, según dijeron.

Pero al cabo de un tiempo se dieron cuenta de que no tratábamos de «embutirles

una religión», sino de prestarles oído, comprenderlos y darles a conocer a Jesús.

Con ello, se volvieron muy receptivos.

Al día siguiente regresaron para conversar un rato más. En esa ocasión

pudimos explicarles algunos otros principios elementales de la Biblia.

Uno de ellos ya conocía al Señor y comenzó a leer el Nuevo Testamento.

Tengo una biblia y la leo siempre, pero con ustedes consigo el ingrediente

que me falta. Recibo el amor que necesito —dijo.

Oramos juntos antes de partir. Cuando alzamos la vista, a algunos de aquellos

fornidos soldados se les caían las lágrimas.

Poco después nos enteramos de un hecho que puso de relieve la importancia

de nuestra labor: Sheridan es soldado de las fuerzas de paz canadienses. Su

misión es sumamente peligrosa: conduce una topadora especialmente diseñada

por la ONU para la limpieza de minas. Acaba de regresar de una misión y nos

buscó para contarnos lo sucedido.

Mientras limpiaba una zona pasó por encima de una mina antitanque, que no

estalló. El vehículo de 30 toneladas que venía detrás de él pasó por encima de la

misma mina y voló en mil pedazos. El conductor sobrevivió, pero perdió ambas

piernas. Sheridan nos contó que está convencido de que fueron nuestras

oraciones las que lo protegieron. Había aceptado al Señor con nosotros justo

antes de partir a aquella misión.

Estos soldados se enfrentan constantemente a situaciones de vida o muerte, de

modo que el hecho de testificarles es también un asunto de vida o muerte.

Escuchar con los ojos

Una niña llegó a casa con un dibujo que había hecho en el colegio, coloreado

con lápices de cera. Entró casi bailando en la cocina, donde su madre estaba

concentrada preparando la comida.

—Mami —exclamó con entusiasmo—, ¿a que no lo sabes?

—Tienes razón —respondió la madre sin levantar la vista—, no sé qué.

—Mami, no me estás escuchando —observó la nena.

—Sí te escucho —dijo la madre mientras atendía las ollas.

—Pero mami, no me estás escuchando con los ojos.

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6) INTERESARSE SINCERAMENTE POR LOS DEMÁS

Gálatas 6:2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de

Cristo.

Romanos 12:15. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

No tiene sentido prestarle atención a alguien si no estas sinceramente interesado en

él o si no estas dispuesto a condolerte con él y ayudarlo a resolver sus problemas.

Demostrar interés por otra persona es el punto de partida de toda relación humana

que pretenda llegar a ser profunda y duradera.

Empatía

Una cualidad indispensable para llevarse bien con la gente es la empatía. La

palabra empatía deriva del griego empátheia, que significa sentir dentro del otro o

participar de los afectos de otra persona. La empatía consiste en ver la vida a través

de ojos ajenos, sentir lo que siente el otro, escuchar el relato percibiéndolo con los

sentidos de la otra persona. A los cristianos se les pide que hagan uso de la empatía

sobrellevando los unos las cargas de los otros, gozándose con los demás en sus

alegrías y llorando con ellos en su dolor.

¡Las profecías ayudan!

Pide al Señor que te dé profecías por personas a las que conoces. Si te resulta

difícil llevarte bien con alguien, pídele al Señor que te diga algo acerca de esa

persona, que te ayude a entenderla y a establecer empatía con ella.

Comprensión

Era una fría mañana de invierno. El estacionamiento del centro comercial

estaba rodeado de pilas de nieve fresca. Estacioné mi auto y me dirigí hacia la

vereda, que era la única salida que había sido despejada de nieve. Pero había un

auto que había quedado justo delante del sendero despejado. Para llegar a la

vereda tenía que darme la vuelta al auto pasando por un banco de nieve que me

llegaba hasta las rodillas. «¡Qué desconsiderada es la gente!» Aquellas palabras

se me pasaron por la cabeza junto con unas cuantas otras. Pero en el preciso

instante en que me di la vuelta para sacudirme la nieve de los pantalones, por el

camino trajinaba una señora que andaba con muletas y tenía las piernas en

aparatos ortopédicos. Lentamente, muy lentamente, avanzó a duras penas por la

vereda resbaladiza hasta llegar al auto que obstaculizaba el sendero. Con gran

esfuerzo se metió dentro del auto y partió. Me quedé allí parada por un

momento, avergonzada de haberme sentido así. En apenas unos segundos había

cambiado. Vi a aquella mujer y su difícil situación. ¡De golpe comprendí!

El ingrediente absolutamente indispensable para llevarse bien con los demás

es ser comprensivo. Las diferencias, los disgustos, el enojo, la frustración, los

conflictos y las divisiones comienzan cuando dejamos de comprender.

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7) SER PRÓDIGO CON LOS ELOGIOS Y LAS PALABRAS DE

ALIENTO Y APRECIO.

Filipenses 4:8. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo

honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Uno de los anhelos más profundos del hombre es el ser apreciado. Si manifestamos

nuestro aprecio con sinceridad y franqueza, demostramos aprobación con todo el

corazón y somos pródigos con los elogios, los demás valoran y atesoran nuestras

palabras y las repetirán a lo largo de toda la vida.

A todo el mundo le gusta sentirse importante. La gente arde en deseos de que se la

elogie y se le exprese aprecio sincero.

«Estoy orgulloso de ti» son las cuatro palabras más preciadas que pueden emplear

para hacer sentir importante a alguien.

¡Casi todo el mundo necesita que le infundan aliento! La mayoría de la gente no es

presuntuosa. Todo lo contrario. Hasta cierto punto sufre de complejos de inferioridad

y se desanima consigo misma con bastante facilidad. ¡Por eso es tan importante

levantarle el ánimo!

¡Los niños hacen progresos enormes a base de elogios! Es más importante elogiar a

un niño por sus actos de bondad y su buen comportamiento que regañarlo por su mala

conducta. ¡Siempre conviene hacer hincapié en lo positivo! Una de las peores cosas

que se puede hacer es señalar cada pequeña falta, regañar, rebajar y dominar. ¡Eso

acaba con muchos matrimonios!

¡Eso se aplica también a los cónyuges! Procuren recordar en todo momento sus

buenas cualidades, las cosas positivas y traten de evitar pensar en los defectos.

En el matrimonio, con los niños, en el ámbito laboral, en cualquier tipo de relación,

un gramo de elogios, de aprecio sincero por algún acto o atributo, puede lograr más

que una tonelada de críticas. Si nos lo proponemos, podemos hallar algo digno de

elogio y de ánimo hasta en la más desagradable e inepta de las personas. Sin duda se

trata de una flaqueza humana, pero lo que nos ocurre a la mayoría es que el sentirnos

bien por haber complacido a alguien nos induce a querer complacer aún más, y el

saber que hemos obrado bien nos hace querer obrar aún mejor.

¡Brindar aliento estimula!

Aleida Huissen, de 78 años, nacida en Rótterdam, en los Países Bajos, lleva

cincuenta años fumando y tratando a la vez de deshacerse del mal hábito. Pero

no lo consiguió hasta hace muy poco. Ha dejado cigarrillos, cigarros y pipas. ¿El

secreto? Leo Jansen, de 79 años, le propuso matrimonio, pero se negaba a

casarse hasta que Aleida dejara de fumar. Dice ella ahora: «La fuerza de

voluntad no fue suficiente para librarme del hábito de fumar. El amor, sí».

―The Golden Rule‖, part 1, page 13

Expresar aprecio y elogios con sinceridad

El elogio motiva a la gente a superarse, le infunde confianza en sí misma y la

ayuda a madurar. Sin embargo, ¿cuántas flores no se dan nunca a nadie?

¿Cuántas gentilezas no llegan a expresarse jamás? ¿A cuántas personas se las

admira por ciertas cualidades o logros que nunca se les llegan a expresar? ¿Por

qué no practicar el elogio? Cuando lo hagan, mediten en lo siguiente:

—Sean sinceros; no adulen. Ser sincero es solo cuestión de buscar lo bueno

en los demás sin artificios y segundas intenciones. Encontraremos buenas

cualidades en la gente si las buscamos sinceramente.

—Sean específicos. No se limiten a afirmar que una persona es agradable o

buena. Elógienla por cosas concretas.

¡El ejemplo del perrito!

¿Por qué leer algún libro sobre cómo ganar amigos? ¿Por qué no estudiar las

técnicas del más eficaz ganador de amigos que el mundo haya conocido? ¿De

quién se trata? Tal vez te lo encuentres mañana caminando por la calle. Cuando

estés a tres metros de él empezará a batir la cola. Si te detienes a hacerle una

caricia, el animal saltará de alegría por demostrarte cuánto te quiere. Bien sabes

que detrás de esas muestras de afecto no hay ningún móvil oculto: no se propone

venderte una propiedad ni quiere casarse contigo. ¿Alguna vez te has puesto a

pensar que el perro es el único animal que no tiene que ganarse la vida? La

gallina tiene que poner huevos; la vaca, dar leche; el canario, cantar. En cambio

el perro se gana la vida simple y llanamente brindando afecto.

Humor: Pasar por alto las faltas ajenas

En la celebración de sus bodas de oro la abuela contó a los invitados el

secreto de la felicidad matrimonial: «El día de mi boda decidí hacer una lista de

diez defectos de mi esposo que por el bien de nuestro matrimonio yo habría de

pasar por alto».

Cuando los invitados salían, una joven cuyo matrimonio atravesaba un

período difícil preguntó a la anciana cuáles eran algunos de esos defectos que

había decidido pasar por alto. La abuela dijo: «A decir verdad, hija, nunca llegué

a confeccionar la famosa lista. Pero cuando mi esposo hacía algo que me sacaba

de quicio, me decía a mí misma: « ¡Qué suerte que tiene que ese sea uno de los

diez!»

8) PREOCUPARSE POR LOS SENTIMIENTOS AJENOS.

En una conversación se produce un intercambio constante. Las relaciones humanas

se mantienen gracias a ese intercambio. Si el flujo se vuelve unilateral, la

conversación mengua temporalmente. El fuego del diálogo se debilita hasta apagarse.

Todo el mundo necesita ventilar sus sentimientos. Precisa que alguien lo escuche y

lo comprenda; alguien que calme sus ansiedades, que aplaque su ira, que lo acepte y

―The Golden Rule‖, part 1, page 14

lo perdone cuando lo necesita, que lo consuele en su congoja y que comparta su

alegría.

Escuchar es una importante muestra de consideración. No se pueden tener en

cuenta los sentimientos de una persona si desconoces cuáles son esos sentimientos. Y

para enterarse es menester prestar atención, estar atento.

Tu atención puede ser un regalo muy valioso para alguien que necesita comunicar

lo que piensa y lo que siente. Los oyentes somos mucho más que meros receptores de

datos. En muchos casos ayudas al que habla a aclarar sus ideas y a descargar sus

sentimientos.

Una persona alterada o angustiada, jubilosa o con remordimientos tiene que cargar

con esos sentimientos acumulados hasta poder ventilarlos. Es probable que el medio

más empleado para ventilar sentimientos sea expresándolos verbalmente, lo que

implica la participación de un oyente.

A veces lo único que alguien necesita es que lo escuchen.

Ejemplos de conversación en el Libro de Job

Job apela a sus amigos para que lo escuchen.

Job 21:2–3. Oíd atentamente mi palabra, y sea esto el consuelo que me deis.

Toleradme, y yo hablaré.

Ejemplo de escuchar antes de hablar:

Job 32:10–12. «Dije: “Escuchadme; declararé yo también mi sabiduría”. He

aquí yo he esperado a vuestras razones, he escuchado vuestros argumentos, en tanto que buscabais palabras. Os he prestado atención».

Escuchar a alguien es señal de que nos interesa

«Cuando se corrió la voz de que yo tenía cáncer —dice Jan— enseguida

descubrí algo sorprendente acerca de la gente. Un día, al cabo de cinco o seis

conversaciones, me di cuenta de que sabía muy bien quiénes estaban realmente

preocupados por mí. Eran los que me escuchaban, los que realmente me

prestaban atención sin pretender explicarme, aconsejarme o catalogar sus

enfermedades. No es difícil distinguir cuando alguien realmente se preocupa de

ti. Se puede determinar según cuánto te escuchen».

¿Escuchan a Jan? Está asustada, confundida, enojada y embargada de

sentimientos que tiene que expresar. No quiere que le digan lo que debe hacer

con su dolor o a dónde dirigirse con su infortunio. Ella sabe que el hecho de que

la escuchen es señal de que se preocupan por ella.

―The Golden Rule‖, part 1, page 15

9) EVITAR LAS DISCUSIONES

2 Timoteo 2:24. El siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para

con todos, apto para enseñar, sufrido.

Santiago 1:19–20. Mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír,

tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

No se dejen enfrascar en discusiones

Se dice que hay una sola forma de sacarle partido a una discusión: ¡Evitarla!

Provocar una discusión es como provocar una brecha en un dique; mejor es dejar

pasar el asunto antes de que se genere una disputa.

Proverbios 17:14. El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;

deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

1 Pedro 3:8-9. Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos,

amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por

mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Midiendo tus palabras puedes evitar que se produzcan discusiones

Proverbios 15:1. La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace

subir el furor.

Proverbios 17:9. El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo.

Eclesiastés 5:2a. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios.

«¡El amor, la humildad y la oración resuelven todos los problemas!»

Filipenses 2:3. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con

humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.

Colosenses 3:13. Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si

alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

¡Expresa tus opiniones sin provocar una discusión!

Proverbios 11:14. En la multitud de consejeros hay seguridad.

Ocurre a menudo que estas conversando de algo con otra persona, como por

ejemplo, haciendo planes o proyectando algo, y encuentras que tus opiniones

difieren en cuanto a lo que debería hacerse. Es en esos momentos en que debes

―The Golden Rule‖, part 1, page 16

orar y pedirle al Señor que te dé buen criterio y te ayude a no ponerte pesado ni

a entrar en un espíritu argumentador.

Es posible que sientas que tu idea es la mejor y en consecuencia presionas a

favor de ella a tal punto que te pones a discutir con los demás. ¡Eso es un error!

Debes presentar tu enfoque, eso es de esperar. No tienes por qué quedarte

sentado en silencio si estas en conocimiento de algún detalle o alguna

información adicional importante que podría alterar el resultado de la iniciativa.

El problema se suscita cuando te pones demasiado pesado o argumentador al

presentar la información para hacer valer tu punto de vista. En muchos casos

obedece a tu deseo de que las cosas se hagan bien y el resultado sea óptimo,

pero si te pones a presionar y a defender tu opinión con vehemencia, se genera

una situación tensa.

Si te parece que la otra persona está equivocada, debes cuestionar su enfoque

con amor y sensibilidad. Tienes que evitar decir: «¡Estás equivocado! ¡Creo que

estás cometiendo un grave error!», sino más bien: «¿No te parece que

deberíamos considerar la posibilidad de hacerlo de esta otra forma?», o «quizás

deberíamos considerar esta otra alternativa».

Cómo empiezan las guerras

En cierta ocasión un niño le preguntó a su padre:

—¿Cómo empiezan las guerras, papá?

—Por ejemplo —respondió el padre— la Primera Guerra Mundial empezó

cuando Alemania invadió Bélgica.

Su esposa se apresuró a interrumpirlo:

—¡Dile la verdad! ¡Empezó por un asesinato!

El marido se irguió con aires de superioridad y dijo bruscamente:

—¿Quién está respondiendo, tú o yo?

Volviéndole la espalda enojada, la mujer salió de la sala dando un portazo con

todas sus fuerzas. Cuando los platos dejaron de resonar en el armario se produjo

un incómodo silencio, hasta que por fin el niño exclamó:

—No hace falta que me expliques cómo empiezan las guerras, papá; ¡ya lo

entendí!

10) BUSCAR OCASIONES DE PRESTAR ALGÚN SERVICIO.

Hablaremos más de este tema en la próxima clase, pero por ahora, reflexionen en

lo siguiente:

Jesús dio ejemplo de ser siervo de los demás.

Juan 13:13-15. (Jesús dijo:) Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís

bien, porque lo soy. Pues si Yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies,

vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como Yo os he hecho, vosotros también hagáis.

Lucas 22:24-26. Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos

sería el mayor. Pero Él les dijo: «Los reyes de las naciones se enseñorean de

―The Golden Rule‖, part 1, page 17

ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados “bienhechores”; mas

no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que

dirige, como el que sirve.

No amemos de palabra solamente, sino de hecho

Un capellán fue a asistir en pleno campo de batalla a un hombre que yacía herido

en el suelo.

—¿Le gustaría que le leyera algo de este libro, de la Biblia? —le preguntó al

soldado.

—Tengo mucha sed —respondió el herido—, preferiría un poco de agua.

Con toda prisa, el capellán le trajo agua. Luego el soldado pidió:

—¿Me podría traer algo para apoyar la cabeza?

El capellán se quitó el abrigo, lo enrolló y lo colocó bajo la cabeza del soldado

como almohada.

—Por favor —prosiguió el soldado—, si tuviera algo con que cubrirme...

¡tengo mucho frío!

Lo único que podía hacer el capellán era cederle su chaqueta. Se la quitó y con

ella cubrió al soldado. Este lo miró a los ojos, y le dijo con sinceridad:

—Gracias. —Luego agregó, con voz tenue—: Si en ese Libro que lleva usted

en la mano aparece algo que impulsa a alguien a hacer por el prójimo lo que usted ha

hecho por mí, le ruego que me lo lea.

El buen samaritano

Cierto semestre, un profesor del seminario preparó su clase de predicación de

modo excepcional. La programó de manera que sus alumnos predicaran sobre la

parábola del buen samaritano. El día de la clase coreografió su experimento de

tal modo que los alumnos fueran uno a uno de aula en aula a predicar el sermón.

A algunos les dio 10 minutos para ir de un aula a la otra; a otros aún menos

tiempo. Eso lo obligaba a apresurarse para cumplir con el programa establecido.

De a uno, los alumnos tenían que transitar por un pasillo en el que había un

indigente —colocado ahí a propósito—, el cual evidentemente se encontraba

muy necesitado.

Los resultados fueron sorprendentes y dejaron a los alumnos una enseñanza

de gran valor. El porcentaje de los hombres y mujeres compasivos que se

detuvieron a ayudar fue extremadamente bajo, sobre todo entre quienes tenían la

presión de un plazo más corto. Cuanto más apretado era el horario menor era el

porcentaje de los que se detuvieron a ayudar al indigente.

Cuando el profesor reveló su experimento, es de imaginarse la fuerte

impresión que tuvo en aquella clase de futuros guías espirituales. En su apuro

por ir a predicar un sermón sobre el buen samaritano, habían hecho caso omiso

del mendigo que era precisamente el objeto central de la parábola. Es preciso

que tengamos ojos para ver, así como manos para prestar ayuda. De otro modo

es posible que nuestro servicio sea estéril.

―The Golden Rule‖, part 1, page 18

RESEÑA DE LOS DIEZ PRINCIPIOS PRACTICOS DEL AMOR

1) Dialogar con la gente.

2) Sonreír.

3) Dirigirse a las personas por su nombre.

4) Mostrarse amigable y servicial.

5) Comunicarse.

6) Interesarse sinceramente por los demás.

7) Ser pródigo con los elogios y las palabras de aliento y aprecio.

8) Preocuparse por los sentimientos ajenos.

9) Evitar las discusiones.

10) Buscar ocasiones de prestar algún servicio.

¡Un principio en el cual basar tu vida!

Todo se resume a lo que dijo el Señor hace casi 2000 años: «Ama al Señor con

todo tu corazón, toda tu alma y toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

¿Cómo te gustaría a ti que te trataran y te manifestaran amor? Piénsalo un

momento. De igual modo deberías amar y tratar a los demás. «Lo que quieran que los

demás hagan con ustedes, hagan ustedes con ellos». No se trata simplemente de un

versículo de la Biblia o algún principio espiritual abstracto, sino algo en qué basar tu

vida.

A lo largo del día en el transcurso de tus actividades, observa a la gente que pasa a

tu lado y mírala como si tu mismo fueras ese ser humano. Necesita amor, necesita

que le infundan ánimo, que le brinden alegría, consuelo, esperanza y paz, que le

demuestren interés y le tengan compasión, igual que a ti. Sobre todo, necesita al

Señor. Imagínense que esa persona que está en la calle o en la tienda o en el colegio

fueras tu: ¿Cómo te gustaría a ti que te manifestaran amor? ¡Así también puedes tú

manifestar amor a otras personas y transformar su vida para siempre!

En tu casa, tu propia familia se merece el mismo amor, el mismo aprecio y el

mismo apoyo. Haz de ella un auténtico hogar de corazones. Al amar y brindarte tanto

a tu familia como a los perdidos ejercerás una gran influencia en multitudes de otras

personas. El amor se transmitirá de corazón en corazón, de persona en persona. ¡No

tienes ni idea de lo lejos que puede llegar!

―The Golden Rule‖, part 1, page 19

12 Piedras Fundamentales – Suplemento de apuntes para la clase 5A

Armonía en las

relaciones humanas

La regla de oro, 1ª parte

Objetivo: ¡Relacionarse con amor!

Versículos clave

Juan 15:12. Este es Mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como Yo os he amado.

Mateo 7:12. Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

1 Juan 4:7. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Lecturas recomendadas de la Biblia

Mateo 22-28

Otras lecturas recomendadas

Las muchas caras del amor (libro de la serie Actívate)

PLEGARIA Y ALABANZA: «¡SEÑOR, AYÚDAME A MANIFESTAR TU

AMOR!»

Señor, sé que Tú velas por la gente y que aun las pequeñas cosas que haga por ella

pueden tener un gran efecto. Ayúdame a compartir con los demás la luz de mi

sonrisa, un gesto de amabilidad.

¡Hay muchísimas personas en busca amor! Por todos lados hay gente que anhela un

rayo de esperanza, algo que la salve, algún rinconcito radiante en alguna parte.

Ayúdame a demostrarles que hay un poquito de amor, un poquito de misericordia.

Por mi modo de expresar amor hazles saber que Tú existes, que Tu eres amor. Tu

apóstol Juan dijo: «En esto hemos conocido el amor, en que Él puso Su vida por

nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos» (1

―The Golden Rule‖, part 1, page 20

Juan 3:16). Lléname el corazón hasta rebosar de Tu amor a fin de verterlo sobre

quienes me rodean y llevarles un poco de alegría. Amén.

MEDITACIÓN: LLEVARSE BIEN CON LA GENTE APLICANDO EL AMOR

COMO PRINCIPIO ORIENTADOR

1) Dialogar con la gente.

2) Sonreír.

3) Dirigirse a las personas por su nombre.

4) Mostrarse amigable y servicial.

5) Comunicarse.

6) Interesarse sinceramente por los demás

7) Ser pródigos con los elogios y las palabras de aliento y aprecio.

8) Preocuparse por los sentimientos ajenos.

9) Evitar las discusiones.

10) Buscar ocasiones de prestar algún servicio.

Todo se reduce a lo que dijo el Señor hace casi 2000 años: «Ama al Señor con todo tu

corazón, toda tu alma y toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo». «Lo que

quieran que los demás hagan con ustedes, hagan ustedes con ellos» (Mateo 22:37–40

y 7:12). No se trata simplemente de un versículo de la Biblia o algún principio

espiritual abstracto, sino algo en qué basar su vida.

<Reflexión 1> ¿Cómo me gusta que me traten y me manifiesten amor? Así debo

amar y tratar a los demás. ¿Con quiénes me topo en el transcurso de mis actividades

cotidianas? Necesitan amor, necesitan que les infundan ánimo, que les brinden

alegría, consuelo, esperanza y paz, que les demuestren interés y les tengan

compasión, igual que yo. Sobre todo, necesitan al Señor, naturalmente. Supongamos

que esa persona que está en la calle o en la tienda o en el colegio fuera yo. ¿Cómo

me gustaría que me manifestaran amor y me hicieran llegar el mensaje del Señor?

<Reflexión 2> Mi familia en casa merece el mismo amor, el mismo aprecio y el

mismo apoyo. ¿Cómo puedo contribuir yo a que el mío sea un auténtico hogar de

corazones?

―The Golden Rule‖, part 1, page 21

CONOCIMIENTOS DE LA BIBLIA: EL EVANGELIO DE LUCAS

Lucas, autor del Evangelio de Lucas y del Libro de los Hechos, era un médico griego,

amigo y compañero del apóstol Pablo (véase Colosenses 4:14, el médico amado). Es

el único autor no judío del Nuevo Testamento.

Lucas dirigió el Evangelio a Teófilo, nombre que significa que ama a Dios. Quizá se

trataba de un individuo o tal vez lo escribió para cualquiera que amara a Dios. Según

parece, se dirigía más que nada a los gentiles, pues se tomó la molestia de explicar al

lector las costumbres judías. Además sustituía a veces los nombres hebreos por otros

de origen griego.

El Evangelio de Lucas es la biografía más completa de Jesús. Al menos la mitad de lo

que describe en él no se encuentra en ningún otro libro de la Biblia. Lucas puntualiza

cómo era Jesús, proporciona detalles de Su personalidad, de Sus oraciones, de Su

carácter humano y de Su gran amor y desvelo. Algunas de las parábolas más famosas

se encuentran en el Evangelio de Lucas:

El Buen Samaritano (Lucas 10:30–37)

El Hijo Pródigo (Lucas 15:11–32)

El Sembrador (Lucas 8:4–15) y otras.

A veces se hace referencia al Evangelio de Lucas como el Evangelio del Hijo del

Hombre. Hace hincapié en la actitud compasiva de Jesús para con los pobres, los

humildes y los marginados:

Los discípulos pobres, capítulo 6:20

La mujer pecadora, capítulo 7:37;

María Magdalena, capítulo 8:2

Los samaritanos, capítulo 10:33

Los publicanos y pecadores, capítulo 15:1

El mendigo abandonado, capítulo 16:20,21

Los leprosos, capítulo 17:12

El ladrón moribundo, capítulo 23:43, etc.

Este Evangelio también subraya la importancia de la oración. Contiene tres

parábolas sobre la oración que no se encuentran en los demás evangelios.

El amigo a medianoche, capítulo 11:5–8

El juez injusto, capítulo 18:1–8

El fariseo y el publicano, capítulo 18:9–14.

Contiene las oraciones de Jesús:

En Su bautismo, capítulo 3:21

En el desierto, capítulo 5:16

Antes de escoger a Sus discípulos, capítulo 6:12

En la transfiguración, capítulo 9:29

―The Golden Rule‖, part 1, page 22

Antes de decir el Padre Nuestro, capítulo 11:1

Por Pedro, capítulo 22:32

En el Huerto de Getsemaní, capítulo 22:44

En la cruz, capítulo 23:46; etc.

.

En su pellejo

En cierta tribu indígena tenían por costumbre nombrar un juez que viajara por

las aldeas indígenas para juzgar a los malhechores. En cierta ocasión eligieron a

un joven guerrero. El guerrero anhelaba juzgar con justicia, así que se internó en

un denso bosque y rezó: «Gran Creador de los Hombres, no permitas que juzgue

a ningún hombre hasta que haya caminado dos meses en sus mocasines».

Un viejo cuáquero que pasaba por la calle vio caer muerto, de pronto, al caballo

de un carretero. La pérdida era seria, ya que el carretero se ganaba la vida con

aquel caballo. Los transeúntes se mostraron muy apenados. El cuáquero se quitó

el sombrero, puso en él un billete y dijo: «Amigos, me apena tanto este pobre

hombre que le voy a dar diez dólares. ¿Cuánto les apena a ustedes?»

La mano de Dios

En una reunión de oración cierto hombre rezó con gran fervor. El objeto de su

plegaria era una familia que repentinamente había perdido al padre y esposo.

«Dios mío —rogó el intercesor—, envía a alguien a esa familia en su

desconsuelo para la toque en Tu nombre». De golpe el hombre se quedó callado.

Silenciosamente se retiró del grupo. Antes de concluir la reunión, regresó. Al

preguntársele por qué había concluido su oración tan repentinamente y se había

retirado sin dar ninguna explicación, respondió: «Mientras oraba que Dios

tocara a aquella familia en su dolor, me pareció que Él me decía: “¡Tú eres Mi

mano! ¡Ve tú y tócalos en Mi nombre!‖»

―The Golden Rule‖, part 1, page 23

PRUEBA DE LA CLASE 5A, «LA REGLA DE ORO: ARMONÍA EN LAS RELACIONES

HUMANAS», DE LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES

NOMBRE: FECHA:

1. ¿Cuáles son los dos grandes mandamientos? (Mateo 22:37-40)

2. ¿Cuál es la «Regla de Oro»? (Mateo 7:12)

3. Escribe 3 formas de manifestar amor a alguien con quien normalmente no te

llevas bien.

1.

2.

3.

4. Haz una lista de 10 consejos para llevarse bien con la gente. Para facilitarte el

trabajo, remítete a los siguientes versículos.

1. (Colosenses 4:6) __________________________________________

2. (Proverbios 15:13) __________________________________________

3. (Juan 10:3b) __________________________________________

4. (Proverbios 18:24a) __________________________________________

5. (Proverbios 15:23) __________________________________________

6. (Gálatas 6:2) __________________________________________

7. (Filipenses 4:8) __________________________________________

8. (Job 21:2-3a) __________________________________________

9. (2 Timoteo 2:24) __________________________________________

10. (Juan 13:13-15) __________________________________________

¿HUBO ALGO DE LA CLASE QUE NO HAYAS ENTENDIDO O QUE TE SUSCITA

INTERROGANTES? SI ES ASÍ, EXPLÍCALO BREVEMENTE A TU GUÍA.