11resumenunidadixsegundaparte
DESCRIPTION
vanguardiasTRANSCRIPT
CURSO DE HISTORIA DEL ARTE
Resumen Unidad IX (segunda parte): Siglo XX. Hacia el interior del sujeto.
Fauvismo, Expresionismo, Dadaísmo, Surrealismo.
El año 1905 es un tanto mítico para toda una generación que, sobre todo en
Francia y en Alemania impulsa los primeros ismos de nuestro siglo a través de una
revolución del color; si para el artista naturalista e impresionista la realidad seguía
siendo algo que había que mirar desde el exterior, para los artistas de estos
movimientos, en cambio, era algo en lo que había que meterse, algo que había que vivir
desde el interior.
Fauvismo (1905 – 1907)
Éste nace en Francia hacia 1905 como un movimiento no programático, en el
cual actuaban individualidades unidas por la pasión de pintar. El grupo se forma a partir
de la confluencia de tres círculos de pintores; el primero estaba constituido por Henri
Matisse (1869 – 1954) y algunos otros compañeros que asistían a las clases en la
Academia de Bellas Artes, Alber Marquet ( 1875 – 1947) y Georges Rouault (1871 –
1958), el segundo se perfila en la Escuela de Chatou, André Derain (1880 – 1954) y
Maurice de Vlaminck (1876 – 1958) y el tercero se aglutina en El Havre, Émile-Othon
Friesz (1879 – 1949), Raoult Dufy (1877 – 1953), Georges Braque (1882 – 1963) y el
holandés Cornelius van Dongen (1877 – 1968).
A partir de numerosos contactos personales y artísticos, el grupo se va formando
paulatinamente hasta confluir en 1905 para quedar conformado por Matisse, Braque,
Vlaminck, Derain, Friesz, Rouault, Marquet, Dufy y Van Dongen.
La denominación de fauves (fieras) se debió al crítico Vauxcelles quien en el
Salón de los Independientes, donde este grupo de artistas exponía sus obras todas
agrupadas en una misma sala y en donde además se mostraba junto a ellas una escultura
de estilo renacentista exclamó “¡Es Donatello en medio de las fieras!
A diferencia de lo que será habitual en los ismos combativos de la vanguardia
ulterior, el fauvismo no invocaba una poética ni se reclamaba a un programa estético y,
todavía menos, se dedicaba a lanzar manifiestos. Descartado su carácter de movimiento
programático, se aglutinaron más bien por afinidades personales y la exaltación por el
oficio de pintar. Esto es lo que les permitió compartir una sensibilidad hacia la pintura y
1
revisar cuestiones abiertas pero irresueltas por los impresionistas, los Nabis y G.
Moreau. Sobre todo, la imposibilidad, denunciada por Cézanne, de imitar los efectos de
la luz solar y tenerla que representar por el color, les llevó a explorar éste como un
medio expresivo independiente de la recreación de la luz.
Como influencias bien marcadas encontramos que el grupo atendía la impronta
de Gauguin y de los neoimpresionistas, Seurat y Signac donde les atraía el divisionismo
por como éstos manipulaban desinhibidamente los colores.
La pintura se convierte para ellos en un modo de desencadenar sobre el lienzo la
violencia de sus propias emociones, así, fauvismo significa, sobre todo, la liberación
completa del temperamento y del instinto, el auténtico fauve debería haber sido sólo un
animal pictórico.
El movimiento de dividió en dos fases, la primera denominada, el fauvismo de la
técnica mixta (1902 – 1906), cuya característica más sobresaliente es la síntesis entre la
propia pincelada divisionista y la invasión más libre y arbitraria de las áreas cromáticas,
es decir que el puntillismo inicial va perdiendo la rigidez metódica y la uniformidad
cientificista en beneficio de unas pinceladas largas, así como de unas áreas cromáticas
intensas y delimitadas que acaban por alterar la espacialidad naturalista; el Divisionismo
es desplazado por los fuertes contrastes de tintas y la eliminación de las sombras, como
la concentración de los colores en la superficie y la gama de disonancias.
La segunda fase llamada, el fauvismo del color plano (1906 – 1907), en esta
etapa se inspiraron en la producción de Gauguin y en la cual alcanzarán una gran
madurez en su revolución cromática y en la desfuncionalización de los colores puros
respecto a los objetos que todavía califican, ya que no los utilizaron tanto para expresar
a través de ellos los sentimientos, sino en su calidad de valores autónomos que articulan
la espacialidad.
Como obra de transición entre las dos etapas se encuentra La línea verde.
Retrato de Madame Matisse.
Como grupo tuvieron una actividad muy corta ya que en el año 1907 se
disolvieron como tal.
Expresionismo
Movimiento programático que nace a principios del siglo XX sobre la base de la
protesta y la crítica y fue o pretendió ser, lo opuesto al positivismo. Se trata una
corriente que difícilmente se puede encerrar en una definición, o delimitar según la
2
forma en que se manifestó, en efecto, los modos en que el expresionismo se manifestó,
incluso si queremos agruparlos a grandes rasgos, son bastantes numerosos y diversos.
La única manera de llegar a su comprensión es, pues, partir de sus contenidos que, por
lo demás, son todo menos unívocos. De todos modos, lo que se puede decir de entrada
es que el expresionismo es, sin duda, un arte de oposición.
Su antipositivismo es, consecuentemente antinaturalismo y antiimpresionismo, si
bien, son bastante numerosos los elementos que toma tanto del naturalismo como del
impresionismo, pensando en sus padres directos que fueron Van Gogh, Ensor, Munich y
Gauguin.
Pero lo que más le molestaba a los expresionistas, más allá del cientificismo
positivista, era el tono de felicidad, de sensible hedonismo y de ligereza propio de
algunos impresionistas y, en mayor medida, de muchos de sus vulgarizadores fuera de
Francia, vale recordar el ambiente contradictorio que se incubaba en el seno de la
sociedad europea y que muy pronto desembocarían en la matanza de la Primera Guerra
Mundial.
En lo formal pretendieron romper con las reglas impuestas por la academia, se
basan en el impresionismo y el divisionismo, toman a la naturaleza, el arte primitivo y
la figura humana, ésta en relación con la naturaleza como elementos para sus
creaciones, utilizaron el color para expresar emociones a diferencia de los fauves que
los utilizaban para expresar sensaciones, el color queda subordinado a lo psicológico.
Como ya se planteo, el expresionismo no se configuró de manera homogénea, en
este sentido se formaron varios grupos y tendencias que constituyeron el movimiento.
Alemania
El fenómeno del expresionismo se manifestó, sobre todo en Alemania. El
régimen imperial, feudal y militarista de Guillermo II acentuaba todas las modernas
contradicciones sociales y políticas, contra ello reaccionaban los expresionistas, contra
las leyes, las costumbres y las instituciones del falso esplendor del imperio Guillermino.
Se trataba de hacer presión sobre la realidad para que de ella manase su latente
secreto. En este hacer presión está el origen típico de la deformación expresionista que
se remonta particularmente a Van Gogh y a Munich. El artista de este movimiento se
siente involucrado en la cosa misma, el efecto subjetivista está acentuado, tal
subjetivismo también está al servicio de la acentuación de la verdad contenida en la
situación de lo real.
3
Los expresionistas son influidos por las ideas filosóficas de Nietzsche y en
menor grado por las ideas psicoanalíticas de Freud.
El grupo Die Brücke – El Puente
El primer grupo de expresionistas alemanes organizado fue el que en 1905 tomó
el nombre de El Puente. La unión tuvo lugar en Dresde, y sus fundadores, además de
Ernst L.Kirchner (1880 – 1938), fueron Fritz Bleyl, Erick Heckel (1883 – 1970) y Karl
Schmidt-Rottluff (1884 – 1976), a los que se unieron en 1906 Nolde y Pechstein ym en
1910, Otto Müller .
Su nombre no deriva de un suceso preciso como el fauvismo o el impresionismo,
sino que tanto pudo ser sugerido por los puentes de la Florencia del Elba como
motivado por la lectura de uno de sus autores predilectos, F. Nietzsche, en su obra Así
habló Zaratustra, el puente deviene la metáfora recurrente para referirse a la transición y
a la renovación espiritual, o al hombre visionario que tiende una puente hacia el futuro,
hacia el otro lado.
Este grupo se opuso a la academia estando a favor de una unidad entre arte y
vida; consideraron al arte como expresión de una necesidad interior, rechazando las
formas fluidas y pasivas para incorporar formas activas y agresivas.
Sus primeras obras fueron colectivas, no conociéndose así autores concretos de
las mismas. Utilizaron para la producción de sus obras las técnicas de pintura, grabado y
escultura.
Kirchner, que prácticamente fue el jefe del grupo, escribía:
“No hay reglas fijas para esto. Las reglas para una obra sola se forman durante el
trabajo, y a través de la personalidad del creador, la manera de su técnica y el fin que se
propone...”
El grupo se disolvió en 1913.
Der Blaue Reiter - El Jinete Azul
Fundado en 1911, en Munich, por Vassily Kandinsky y Franz Marc (1880 –
1916) e integrado además por Münter, Kubin, Jawlensky, los hermanos David y
Vladimir Birliuk, y Paul Klee (1879 – 1940).
El nombre del grupo surgió del encuentro natural del amor de Kandinsky por la
imagen de fábula de los jinetes, que a menudo había pintado, y de la inclinación estética
que Marc tenía hacia la belleza de los caballos y además a los dos les gustaba el color
azul, de esta manera aparece El Jinete Azul.
4
Éste no fue un grupo de vanguardia combativo y excluyente, sino todo lo
contrario, para sus miembros, el arte no se reducía a una cuestión de estilos , sino tenía
que ver con los parentescos dictados por la necesidad interior, la vida interior o secreta
de las formas. Tendían a una purificación de los instintos más que a desencadenarlos
sobre el lienza; no buscaban un contacto fisiológico con lo primordial, sino más bien un
moco de captar la esencia espiritual de la realidad. Su fórmula era hacer vibrar la secreta
esencia de la realidad en el alma actuando sobre ella con la pura y misteriosa fuerza del
color liberado de la figuración naturalista.
El grupo se opone al expresionismo que utilizaba la deformación física para
lograr su objetivo rechazando la brutalidad de este método y su violencia exterior,
pretendían desencarnarse, destruir la antigua idolatría del artista por los fenómenos de lo
real, purificar lo impuro, de esta manera la vía de la abstracción está abierta.
Ellos planteaban ya no la evasión no hacia el mundo salvaje ni tan siquiera al
corazón o a las entrañas latentes de la naturaleza, sino a lo espiritual de la naturaleza, al
yo interior, a la verdad del alma.
Algunos párrafos de Marc son muy significativos en este sentido:
“...¿Qué es lo que esperamos del arte abstracto? Es la tentativa de hacer hablar al
mismo mundo en vez de a nuestra alma excitada por la imagen del mundo [...]. Nosotros
tenemos la experiencia milenaria de que las cosas son más mudas cuanto más
claramente les ponemos delante el espejo óptico de su apariencia fenoménica.”
El Jinete Azul organizó su última exposición en 1914 dispersándose por la
guerra.
Expresionismo Abstracto
Tendencia que se practicó entre los años 1910 y 1914, sus exponentes fueron
Vassily Kandisnsky y Paul Klee.
Para Kandinsky la historia de la humanidad está toda encerrada en la marcha del
materialismo al espiritualismo, es decir, del mal al bien, de la oscuridad a la luz, de la
angustia a la felicidad; la nueva concepción del arte es un moco de salvarse a sí mismo
fuera de la historia, siendo la base del arte “el principio de la necesidad interior”.
El autor se propuso para su concepción artística la división del color en sus dos
categorías fundamentales: el calor y el frío de la entonación en sus varios grados de
claridad y de oscuridad. De aquí nace toda una complicada simbología psicológica de
los colores que, según correspondan a los varios grados de las entonaciones cálidas o
frías, determinan particulares resonancias en el alma.
5
También introduce en su teoría la noción de movimiento de los colores mismos;
movimientos horizontales, centrífugos y centrípetos. El dinamismo de los colores, está
ligado a la forma, un color ilimitado, es decir, sin forma, sólo se puede pensar, pero no
plasmarlo en el lienzo, entre forma y color hay, pues una inevitable y recíproca
interacción.
La obra de arte se convierte en un mundo en sí mismo, en un universo autónomo
con leyes propia, ella misma es un contenido nuevo y original, una forma nueva del ser,
la cual actúa en nosotros a través de la vista, suscitando en nuestra interioridad vastas y
profundas resonancias espirituales.
Kandinsky sostenía entonces que la realidad objetiva también se podía mirar
abstractamente, o sea, prescindiendo de la función que las cosas se ven obligadas a
desempeñar en la mortificante rutina cotidiana, éste se aleja de la naturaleza para evocar
lo trascendente, expresaba lo espiritual a través de las formas y expuso una hipótesis
sobre la interrelación que existe entre la música y la pintura.
En ella inciden el fauvismo y el cubismo, en la etapa que va de lo figurativo a lo
abstracto encuentra tres fuentes para plasmar sobre el lienzo sus expresiones:
Impresiones: las cuales las tomaba del mundo exterior.
Improvisaciones: expresiones inconscientes de carácter interno.
Composiciones: expresiones de elaboración más lenta donde se ponen en juego
la razón, lo consciente, lo intencional, lo racional.
A Klee le interesan más las fuerzas creativas de la naturaleza que los fenómenos
por ella generados, él plantea que la aspiración del artista debe ser, precisamente,
integrarse en tales fuerzas, de modo que, a través de él, la naturaleza pueda generar
fenómenos nuevos, nuevas realidades y nuevos mundos, el artista debe convertirse en
una especie de médium en comunicación con el seno de la naturaleza.
Surgen aquí algunas diferencias en las concepciones de estos dos artistas, Klee
está convencido de que el arte puede captar el sentido creativo de la naturaleza de modo
directo, rechazó la abstracción absoluta y tendió a expresarse siempre por alegorías,
analogías y símbolos, en cambio Kandinsky afirmó que el mundo objetivo es
infranqueable; entre el mundo objetivo y la esfera del arte no hay contacto; por tanto, el
arte no puede ser más que abstracto en modo absoluto y tendió a suscitar en el alma
resonancias mediante puros ritmos formales.
6
El realismo expresionista
La guerra de 1914, además de los problemas sociales y políticos que habían
ocupado violentamente el primer plano en el período postbélico, había impulsado a más
de un artista a reflexionar sobre la experiencia pasada y sobre la situación de la cultura
figurativa tal como se estaba desarrollando por aquellos años.
Se reaccionaba contra todas aquellas formas de arte que, de una y otra manera,
eludían los problemas más urgentes, los problemas que una realidad de implacable
dureza descubría sin medias tintas.
La solución se presentaba ahora en un arte enraizado en aquella realidad
contradictoria y accidentada, en un arte duro y despiadado como la realidad, un arte no
tanto revolucionario en lo formal como en el contenido.
Ésta fue la postura que tomaron Barlach, Otto Dix (1891 – 1969), George Grosz
(1893 – 1959), Beckmann, John Heartfield y Hans Grundig, bajo una nueva corriente
artística llamada Nueva Objetividad, siendo, la representación de los desastres de la
guerra uno de los aspectos fundamentales de este realismo expresionista.
La experiencia de muerte (la mayoría de los artistas estuvieron en el frente de
guerra) y de miseria, la hipocresía de la burguesía, la ostentación de riqueza y la
jactancia de los generales, desembocó en el desplazamiento hacia la izquierda de los
intelectuales adoptando las formas más extremas y radicales y orientando, los artistas,
su obra gráfica hacia la gente humilde, pobre y que sufre.
Oskar Kokoschka (1886 – 1980), no participó del grupo de la Nueva Objetividad
y planteaba que se debían abordar las cosas con el aliento ardiente de la propia pasión
hasta ablandarlas y disolverlas, obligándolas a traicionar su secreto. Su subjetivismo
está siempre condicionado por la realidad que tiene ante sí, entre él y la realidad hay una
relación de simpatía en el sentido etimológico de la palabra: de padecer juntos. Sus
influyentes fueron Van Gogh y El Greco.
Una vez asumido el poder, Hitler no hizo distingo y condenará en bloque a todo
el expresionismo, los persiguió, los dispersó, confiscó sus obras, las depuró de los
museos y las destruyó.
Otros expresionismos, eslavo e italiano
El expresionismo se expandió por toda Europa, encontrando como uno de los
principales exponentes del expresionismo eslavo a Marc Chagall (1887 –1985), quien
recibe la influencia cubista, pero sólo como posibilidad de superponer las imágenes, de
encajarlas las unas en las otras y de hacerlas vivir simultáneamente, aunque fueran
7
diversas, en la misma superficie del cuadro, su cubismo es de naturaleza arbitraria y
fantasiosa, y no tiene nada de rigor geométrico. En él actuaron más vivamente los
íconos campesinos, su espontáneo primitivismo y su misticismo popular. Los temas en
los que Chagall se basa para sus producciones artísticas son, los campesinos pobres, los
vagabundos y mendigos, transportándolos a un mundo de fábula en el cual él soñara la
felicidad para los pobres. La sustancia de la inspiración de Chagall no es intelectualista,
es una inspiración idílica en donde ya no existe el sufrimiento ni la esclavitud para el
hombre.
En otra parte del continente europeo, más precisamente en Italia, surge, con un
expresionismo mucho más mesurado y desosegado, Amedeo Modigliani (1884 – 1920),
quien absorbió gran parte de las sugestiones estéticas difusas en el aire de París a
comienzos del siglo; desde Cézanne hasta Toulouse – Lautrec, pasando por la escultura
negra, el Picasso de las épocas azul y rosa, el Art Nouveau y el cubismo. Con un
esteticismo refinado plantea una figura estilizada de largos y delgados cuellos, de
hombros estrechos y caídos mediante un dibujo nítido. Entre los años 1915 y 1918
realizó lo mejor de sus producciones pero en enero de 1920 muere destruido por su vida
desordenada.
Dadaísmo
El movimiento dadaísta nació en Zúrich en 1916, en plena Guerra Mundial.
Tristan Tzara encontró la palabra Dadá el 8 de febrero de 1916 en el Café
Terasse, pero es en el Cabaret Voltaire donde nace el movimiento bajo una ciudad suiza
que refugiaba a innumerables personajes, desertores, emigrados políticos, agentes
secretos, hombres de negocios y también a artistas, literatos y poetas, que se
encontraron allí por los motivos más diversos.
Si el expresionismo alemán protestaba contra los falsos mitos de la razón
positivista, el dadaísmo fundaba su protesta al extremo de negar absolutamente la razón.
Dadá era antiartístico, antiliterario y antipoético, estaba contra la belleza eterna, contra
la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del
pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en
general. Propugnaba en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la
espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la
contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no, defiende
la anarquía contra el orden y la imperfección contra la perfección
8
En definitiva, el dadaísmo es una particular disposición del espíritu, es el acto
extremo del antidogmatismo, lo que le interesa a este movimiento es más el gesto que la
obra, que el gesto sea siempre una provocación contra el llamado buen sentido, contra
las reglas y contra las leyes, el escándalo es el instrumento preferido por los dadaístas
para expresarse.
Lo que caracterizó a la creación de la “obra” Dadá no es una razón ordenadora,
una búsqueda de coherencia estilística ni un módulo formal, no crean obras sino que
fabrican objetos.
Lo que le interesaba a Dadá era el significado polémico del procedimiento, la
afirmación de la potencia virtual de las cosas, de la supremacía del azar sobre la regla, la
violencia explosiva de su presencia irregular entre auténticas obras de arte.
Los artistas que participaron de esta tendencia fueron, George Grosz, John
Heartfield, Baader, Hoech, Hausmann quienes conformaban el Grupo de Berlín y
actuaban, obviamente en Alemania junto a Max Ernst desde Colonia, todos ellos
adoptaron y aportaron a la plástica dadaísta la técnica del fotomontaje.
En Nueva York también determinados artistas se entregaron a una actividad
análoga y quienes fueron considerados dadaístas por excelencia, estamos hablando de
Francis Picabia, Man Ray y Marcel Duchamp, este último inventa lo que suscitó las
mayores consecuencias en el arte contemporáneo, los ready – made.
Un ready – made es algo “ya hecho”, previamente fabricado, con él, el artista no
crea obras de arte en el sentido tradicional del término sino que elige algún objeto entre
los objetos del universo técnico – industrial, es la realidad misma expuesta como objeto
de arte, el artista, quitando el objeto de su contexto, crea nuevos pensamientos y juega
con el efecto de extrañamiento.
El primer ready – made fue Rueda de Bicicleta y el más conocido es el que
envió a la exposición del Salón de los Independientes que era un urinario en posición
invertida al que denominó Fuente.
Las manifestaciones Ddá, por cuyas prácticas pasaron todas las disciplinas
ligadas al arte, trataban de, con el humor sarcástico y prepotente que los caracterizó,
provocar las iras de los bienpensantes que pasaban por las tertulias.
Surrealismo
Lo que Dadá no había podido hacer por su misma naturaleza lo intentó hacer el
surrealismo, Dadá hallaba su libertad en la práctica constante de la negación; el
9
surrealismo intenta dar a esta libertad el fundamento de una doctrina; es el paso de la
negación a la afirmación.
Este movimiento, opuso, al anarquismo puro un sistema de conocimiento
apoyándose en la filosofía y en la psicología; además proponían superar las posiciones
de protesta y de rebelión para llegar a una explícita posición revolucionaria.
La voluntad del surrealismo era de irrumpir en la historia y en la política, para
crear las condiciones de la libertad material y espiritual del hombre, era una voluntad
moderna, la única para poder volver a traer la cultura más allá de la crisis.
Bajo la tutela de André Bretón, quien era el guía espiritual y vocero del
movimiento, actuaron en la actividad plástica, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Max
Ernst, André Masson, Joan Miró, René Magritte, Yves Tanguy y Salvador Dalí, que fue
expulsado del surrealismo en 1936.
Bretón en su primer manifiesto publicado hacia el año 1924 define al
Surrealismo: “Sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se
intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento
real del pensamiento. Es un dictado del pensamientos son la intervención de la razón,
ajeno a toda preocupación estética o moral.” De esta manera nos esta presentando al
automatismo como la clave de sus producciones, era el método más directo para llegar
al pensamiento, sin reticencias y exaltar el poder de la libertad, de lo maravilloso y de la
imaginación.
Como antecedentes plásticos pueden citarse el primitivismo, el Taif, el
simbolismo, el gótico, el manierismo y a de De Chirico con sus pinturas metafísicas
donde evocaba la memoria de arquitecturas italianas clásicas en una atmósfera absurda,
y además, reconocen a Freud por su aporte a la investigación de una parte del mundo
intelectual, el inconsciente, por medio de la interpretación de los sueños, Breton
planteaba que en el sueño se lleva acabo una vida paralela a la que llamamos real, sólo
que la memoria no nos permite recordarla por entero. En el sueño, el hombre acepta
como natural situaciones de importante rareza.
El arte surrealista, es un arte figurativo y empleó para sus producciones técnicas
como el fotomontaje, el collage (dados por el dadaísmo), el dibujo, la pintura, la
fotografía, la escultura de objetos y el frottage, técnica aportada por Max Ernst.
La imagen surrealista apuntó a la disimilitud, es decir que no aproximó dos
hachos a dos realidades que en alguna manera se asemejan, sino dos realidades lo más
10
lejanas posible la una de la otra, o sea que el artista surrealista violó las leyes del orden
natural y social.
El problema de la relación entre sueño y representación fue, pues, fundamental
para el arte surrealista, que, aparte de descubrir ciertos procedimientos, no definió
ninguna sigla formal a la que los artistas tuvieran que atenerse. El surrealismo se define
como actitud del espíritu hacia la realidad y la vida, no como un conjunto de reglas
formales ni de medidas estéticas.
11