100 opiniones

1
100 LATERCERA Sábado 28 de marzo de 2015 H ABÍA estado en la India. Había caminado en- tre mendigos, elefantes, va- cas, brahma- nes, templos budistas y alojado frente al Taj Mahal. Era enero de 1961 y el es- critor y diplomático chileno Mi- guel Serrano llegaba a Montagno- la, en la Suiza italiana, a visitar al autor alemán Hermann Hesse. Casi dos décadas antes, Serrano había leído Demian, “ese libro mágico” de Hesse, y la admira- ción era absoluta hacia el Premio Nobel de Literatura 1946, que trasladó a sus libros la espiritua- lidad oriental con personajes lle- nos de dudas y contradicciones. “Su mensaje toca regiones que fueran reservadas a la religión”, anotaría Serrano, que compartía con Hesse una amistad en común: el psiquiatra y figura clave del psicoanálisis Carl Gustav Jung. Ese día de enero mientras al- morzaban en Montagnola, Serra- no miró a los ojos claros, casi transparentes, de Hesse y le dijo: “¡Qué suerte hallarme hoy al- morzando aquí, con usted!...”. El autor de El lobo estepario le res- pondió: “Nada sucede por casua- lidad, aquí sólo están los huéspe- des justos; éste es el Círculo Her- mético”. La frase la recogió el escritor nacional en su libro El círculo hermético, donde relata su amistad con Hesse y Jung. El ejemplar, donde transcribe conversaciones, notas, reflexio- nes, que incluye fotografías y car- tas, fue publicado en 1965, y hoy a medio siglo de su salida es reedi- tado por EB Libros. Sabela Quin- tela, viuda del narrador fallecido en 2009 a los 91 años, es quien se ha encargado de rescatar la obra de uno de los personajes más con- trovertidos de la intelectualidad chilena del siglo XX. Cultor del hitlerismo esotérico, el año pasado se reeditó La ser- piente del paraíso, crónica de su viaje por la India. El próximo ejemplar que saldrá es quizá el más polémico. Se editará hacia fin de año y se llamará La brújula del alma está marcando el Sur: reu- nirá 13 títulos, donde Serrano ex- pone su pensamiento ideológi- co: su defensa de la Patagonia, la “estrategia sionista” del plan An- dinia y el nacionalsocialismo como “única solución” para los países de América del Sur. A 50 años de su publicación reeditan El círculo hermético, donde el autor y diplomático chileno fallecido en 2009, cultor del hitlerismo esotérico, expone su amistad con Hermann Hesse y Carl Jung. Por Javier García Miguel Serrano: el místico en su laberinto La visita al reino Miguel Serrano Fernández naci- do en 1917, sobrino del poeta Vi- cente Huidobro, con 21 años for- mó parte de la generación litera- ria del 38, que él se encargó de reunir en la Antología del verda- dero cuento en Chile. En el ejemplar incluye a narra- dores y poetas como Juan Emar, Carlos Droguett, Braulio Arenas, Eduardo Anguita, Teófilo Cid y Héctor Barreto. Este último, a quien Serrano llamaba un “héroe griego”, fue asesinado con 19 años por un grupo de nazis a la salida del café Volga, en el barrio San Diego, en agosto de 1936. Sin embargo, un hecho históri- co marcó la vida política de Serra- no: la Matanza del Seguro Obre- ro en 1938, que dejó 63 jóvenes nazis fallecidos. Desilusionado del marxismo, Serrano se acercó al Movimiento Nacional Socialis- ta de Chile. “Me encerré en mi casa por meses, con todo lo que pude encontrar sobre el marxis- mo. Leí y leí. De allá salí conver- tido en un antimarxista conven- cido. Vi que todo eso era una doc- trina totalmente perniciosa”, diría el autor, aplaudido por títu- los que hablan de su generación como Ni por mar, ni por tierra. Interesado en el trasfondo eso- térico del nacionalsocialismo, en 1947 viajó a la Antártica en bus- ca de una base alemana: para Se- rrano Adolf Hitler no había muer- to en Berlín en 1945. Su interés por el hinduismo, la interpretación de los símbolos, la naturaleza sagrada, lo lleva- ron a la India, donde también de- sarrolló amistad con la líder po- lítica Indira Gandhi. Fue embaja- dor de Chile en ese país como también en Yugoslavia y Austria. La primera vez que visitó a Her- mann Hesse fue en 1951. “Se abrió una puerta lateral y una figura delgada, vestida de blanco, emer- gió en la penumbra. Era Hesse”, anota Serrano en El círculo her- mético, donde se refiere a los li- bros de Hesse como a entidades que dialogan en su obra. En el tí- tulo le dedica un capítulo a Abra- xas, “dios y demonio al mismo tiempo”, que es por ello “el Cris- to de la Atlántida”. Serrano creía que Hesse era “profundamente alemán”, como Hölderlin, Scho- penhauer y Nietzsche. “Se trata de una obra originalí- sima e iluminadora, guste a quien guste. Nos cuesta digerir esa ori- Sociedad Cultura RR Miguel Serrano vivió sus últimos años en un edificio a un costado del cerro Santa Lucía en Stgo.

Upload: alma-heil

Post on 12-Apr-2016

30 views

Category:

Documents


7 download

DESCRIPTION

100 opiniones

TRANSCRIPT

Page 1: 100 opiniones

100 LATERCERA Sábado 28 de marzo de 2015

HABÍA estado en la India. Había caminado en-tre mendigos, elefantes, va-cas, brahma-nes, templos

budistas y alojado frente al Taj Mahal. Era enero de 1961 y el es-critor y diplomático chileno Mi-guel Serrano llegaba a Montagno-la, en la Suiza italiana, a visitar al autor alemán Hermann Hesse.

Casi dos décadas antes, Serrano había leído Demian, “ese libro mágico” de Hesse, y la admira-ción era absoluta hacia el Premio Nobel de Literatura 1946, que trasladó a sus libros la espiritua-lidad oriental con personajes lle-nos de dudas y contradicciones.

“Su mensaje toca regiones que fueran reservadas a la religión”, anotaría Serrano, que compartía con Hesse una amistad en común: el psiquiatra y figura clave del psicoanálisis Carl Gustav Jung.

Ese día de enero mientras al-morzaban en Montagnola, Serra-no miró a los ojos claros, casi transparentes, de Hesse y le dijo: “¡Qué suerte hallarme hoy al-morzando aquí, con usted!...”. El autor de El lobo estepario le res-pondió: “Nada sucede por casua-lidad, aquí sólo están los huéspe-des justos; éste es el Círculo Her-mético”. La frase la recogió el escritor nacional en su libro El círculo hermético, donde relata su amistad con Hesse y Jung.

El ejemplar, donde transcribe conversaciones, notas, reflexio-nes, que incluye fotografías y car-tas, fue publicado en 1965, y hoy a medio siglo de su salida es reedi-tado por EB Libros. Sabela Quin-tela, viuda del narrador fallecido en 2009 a los 91 años, es quien se ha encargado de rescatar la obra de uno de los personajes más con-trovertidos de la intelectualidad chilena del siglo XX.

Cultor del hitlerismo esotérico, el año pasado se reeditó La ser-piente del paraíso, crónica de su viaje por la India. El próximo ejemplar que saldrá es quizá el más polémico. Se editará hacia fin de año y se llamará La brújula del alma está marcando el Sur: reu-nirá 13 títulos, donde Serrano ex-pone su pensamiento ideológi-co: su defensa de la Patagonia, la “estrategia sionista” del plan An-dinia y el nacionalsocialismo como “única solución” para los países de América del Sur.

A 50 años de su publicación reeditan El círculo hermético, donde el autor y diplomático chileno fallecido en 2009, cultor del hitlerismo esotérico, expone su amistad con Hermann Hesse y Carl Jung. Por Javier García

Miguel Serrano: el místico en su laberinto

La visita al reino Miguel Serrano Fernández naci-do en 1917, sobrino del poeta Vi-cente Huidobro, con 21 años for-mó parte de la generación litera-ria del 38, que él se encargó de reunir en la Antología del verda-dero cuento en Chile.

En el ejemplar incluye a narra-dores y poetas como Juan Emar, Carlos Droguett, Braulio Arenas, Eduardo Anguita, Teófilo Cid y Héctor Barreto. Este último, a quien Serrano llamaba un “héroe griego”, fue asesinado con 19 años por un grupo de nazis a la salida del café Volga, en el barrio San Diego, en agosto de 1936.

Sin embargo, un hecho históri-co marcó la vida política de Serra-no: la Matanza del Seguro Obre-ro en 1938, que dejó 63 jóvenes nazis fallecidos. Desilusionado del marxismo, Serrano se acercó al Movimiento Nacional Socialis-ta de Chile. “Me encerré en mi casa por meses, con todo lo que pude encontrar sobre el marxis-mo. Leí y leí. De allá salí conver-tido en un antimarxista conven-cido. Vi que todo eso era una doc-trina totalmente perniciosa”, diría el autor, aplaudido por títu-los que hablan de su generación como Ni por mar, ni por tierra.

Interesado en el trasfondo eso-térico del nacionalsocialismo, en 1947 viajó a la Antártica en bus-ca de una base alemana: para Se-rrano Adolf Hitler no había muer-to en Berlín en 1945.

Su interés por el hinduismo, la interpretación de los símbolos, la naturaleza sagrada, lo lleva-ron a la India, donde también de-sarrolló amistad con la líder po-lítica Indira Gandhi. Fue embaja-dor de Chile en ese país como también en Yugoslavia y Austria.

La primera vez que visitó a Her-mann Hesse fue en 1951. “Se abrió una puerta lateral y una figura delgada, vestida de blanco, emer-gió en la penumbra. Era Hesse”, anota Serrano en El círculo her-mético, donde se refiere a los li-bros de Hesse como a entidades que dialogan en su obra. En el tí-tulo le dedica un capítulo a Abra-xas, “dios y demonio al mismo tiempo”, que es por ello “el Cris-to de la Atlántida”. Serrano creía que Hesse era “profundamente alemán”, como Hölderlin, Scho-penhauer y Nietzsche.

“Se trata de una obra originalí-sima e iluminadora, guste a quien guste. Nos cuesta digerir esa ori-

Sociedad Cultura

RR Miguel Serrano vivió sus últimos años en un edificio a un costado del cerro Santa Lucía en Stgo.