1 clasicismo

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1 CLASICISMO.- Entre mujeres alta ya, la niña quiere llamarse Viento. Y el mundo es una rama que se dobla casi junto a sus manos, y la niña quisiera tener filos de viento. Pero no es hora, y ríe ya entre mujeres alta: sus dedos no soltaron todavía el nudo de la guerra ni su palabra inauguró en las vivas regiones de dolor, campos de gozo. Su boca está cerrada junto a las grandes aguas. Y dicen los varones: «Elogios impacientes la maduran: cuando se llame Viento nos tocará su mano repleta de castigos.» Y las mujeres dicen: «Nadie quebró su risa: maneras de rayar le enseñaron los días.» La niña entre alabanzas amanece: cantado es su verdor, increíble su muerte. 2 RENACIMIENTO.- Galerías del alma... ¡El alma niña! Su clara luz risueña; y la pequeña historia, y la alegría de la vida nueva... ¡Ah, volver a nacer, y andar camino, ya recobrada la perdida senda! Y volver a sentir en nuestra mano aquel latido de la mano buena de nuestra madre... Y caminar en sueños por amor de la mano que nos lleva. 3 NEOCLASICISMO.- Sentir de una pasión viva y ardiente

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Page 1: 1 CLASICISMO

1 CLASICISMO.- 

Entre mujeres alta ya, la niña quiere llamarse Viento. Y el mundo es una rama que se dobla casi junto a sus manos, y la niña quisiera tener filos de viento. 

Pero no es hora, y ríe ya entre mujeres alta: sus dedos no soltaron todavía el nudo de la guerra ni su palabra inauguró en las vivas regiones de dolor, campos de gozo. Su boca está cerrada junto a las grandes aguas. 

Y dicen los varones: «Elogios impacientes la maduran: cuando se llame Viento nos tocará su mano repleta de castigos.» 

Y las mujeres dicen: «Nadie quebró su risa: maneras de rayar le enseñaron los días.» 

La niña entre alabanzas amanece: cantado es su verdor, increíble su muerte. 

2 RENACIMIENTO.- 

Galerías del alma... ¡El alma niña! Su clara luz risueña; y la pequeña historia, y la alegría de la vida nueva... 

¡Ah, volver a nacer, y andar camino, 

ya recobrada la perdida senda! Y volver a sentir en nuestra mano aquel latido de la mano buena de nuestra madre... Y caminar en sueños por amor de la mano que nos lleva. 

3 NEOCLASICISMO.- 

Sentir de una pasión viva y ardiente todo el afán, zozobra y agonía; vivir sin premio un día y otro día; dudar, sufrir, llorar eternamente; 

amar a quien no ama, a quien no siente, a quien no corresponde ni desvía; persuadir a quien cree y desconfía; rogar a quien otorga y se arrepiente; 

luchar contra un poder justo y terrible; temer más la desgracia que la muerte; morir, en fin, de angustia y de tormento, 

víctima de un amor irresistible: ésta es mi situación, ésta es mi suerte. ¿Y tú quieres, cruel, que esté contento? 

4 REALISMO.- 

Bailan las gitanas, míralas el rey; la reina, con celos, 

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mándalas prender. 

Por Pascua de Reyes hicieron al rey un baile gitano Belica e Inés. Turbada Belica, cayó junto al rey, y el rey la levanta de puro cortés; mas como es Belilla de tan linda tez, la Reyna, celosa, mándalas prender. 

5 EPOCA CONTEMPORANEA.- 

Para inventar a Dios, nuestra palabra busca, dentro del pecho, su propia semejanza y no lo encuentra, como las olas de la mar tranquila, una tras otra, iguales, quieren la exactitud de lo infinito medir, al par que cantan... Y Su nombre sin letras, escrito a cada instante por la espuma, se borra a cada instante mecido por la música del agua; y un eco queda solo en las orillas. ¿Qué número infinito nos cuenta el corazón? 

Cada latido, otra vez es más dulce, y otra y otra; otra vez ciegamente desde dentro va a pronunciar Su nombre. Y otra vez se ensombrece el pensamiento, y la voz no le encuentra. Dentro del pecho está. Tus hijos somos, aunque jamás sepamos decirte la palabra exacta y Tuya, que repite en el alma el dulce y fijo girar de las estrellas. 

6 MEDIOEVO.- 

Con sus ojos muy grandemente llorando tornaba la cabeza y estíbalos mirando: vio las puertas abiertas, los postigos sin candado, las perchas vacías sin pieles y sin mantos y sin halcones y sin azores mudados. Suspiró mío Cid triste y apesadumbrado. Habló mío Cid y dijo resignado: «¡Loor a ti, señor Padre, que estás en lo alto! Esto me han urdido mis enemigos malos». 

7 ROMANTICISMO.- 

el amor surgió en una tarde de verano cuando al cielo decía 

que el amor no encontraría y sin querer contigo tropecé al mirar tus ojos algo muy adentro 

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me aviso que el amor por fin llego. y el amor surgió con un solo momento con solo una mirada en solo un instante. 

después de ese momento 

nos hicimos amigos 

pero al avanzar el tiempo 

sentí que ese amor 

que al principio sentía por ti 

ya no lo podía contener 

ps con tu mirada 

a mi me paraliza 

y admití que 

en verdad te quería. 

el amor surgió 

una tarde de verano 

y no me arrepiento 

de haberte encontrado.