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Consuelo Martn 50 no. 1: 50-56, enero-marzo de 1995. Psicloga. Centro de Estudios de Alternativas Polticas, CEAP. Al r Al r Al r Al r Al rescate escate escate escate escate de la subjetividad: de la subjetividad: de la subjetividad: de la subjetividad: de la subjetividad: los estudios los estudios los estudios los estudios los estudios sobr sobr sobr sobr sobre la emigracin e la emigracin e la emigracin e la emigracin e la emigracin E l tema migratorio puede ser abordado desde el punto de vista de las diferentes disciplinas de las ciencias sociales y enfocado desde diversas aristas. Este abordaje responde a que se trata de un fenmeno complejo, dinÆmico y dialØctico, que puede y debe ser analizado en sus partes y en su integridad total. Los estudios sobre la emigracin cubana posterior a 1959 han sido realizados dentro y fuera de la Isla, mayoritariamente, por autores cubanos. l En Cuba, se han producido numerosos trabajos sobre la emigracin, aunque Østos no siempre se han basado en estudios particulares. Sus enfoques suelen ser de corte sociolgico, demogrÆfico, econmico, histrico, socio psicolgico, y siempre ubicados en el referente ideopoltico que imponen las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Otra constante que se observa en ellos es que, para los estudiosos del tema, con muy pocas excepciones, el fenmeno migratorio se circunscribe a la emigracin hacia los Estados Unidos. El resto de los pases donde hay asentamientos de cubanos quedaron en un «olvido», tal vez involuntario, que slo recientemente ha comenzado a resarcirse. 2 Una relectura de varios estudios sobre las caractersticas socioeconmicas y sociopsicolgicas de los cubanos residentes en diferentes espacios geogrÆficos, conduce a nuevas reflexiones. Estos asentamientos de cubanos en el exterior no conforman comunidades sociopsicolgicas establecidas, como s ocurre con la que existe, por excepcin, en la ciudad de Miami, pues no lo han alcanzado otros asentamientos de cubanos en otras regiones de los Estados Unidos. La ausencia de comunidades socio psicolgicas entraæa una tendencia mÆs evidente hacia su asimilacin cultural al medio en que habitan, especialmente en pases de habla hispana como Venezuela, MØxico y los de CentroamØrica. En los pases de habla no hispana, incluidos los Estados Unidos, excepto en Miami, tienden a sustituir la ausencia cotidiana del referente nacional por el de otros grupos nacionales all radicados que se perciben como cercanos al cubano. Psicolgicamente, en las autopercepciones y en la percepcin del pas de origen, se reconoce el carÆcter regulador del asentamiento cubano en Miami, el cual se ofrece como modelo de identidad del cubano Consuelo Martn Consuelo Martn Consuelo Martn Consuelo Martn Consuelo Martn

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Literatura, Limia, Cuba, temas

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  • Consuelo Martn

    50

    no. 1: 50-56, enero-marzo de 1995.

    Psicloga. Centro de Estudios de Alternativas Polticas, CEAP.

    Al rAl rAl rAl rAl rescateescateescateescateescatede la subjetividad:de la subjetividad:de la subjetividad:de la subjetividad:de la subjetividad:

    los estudioslos estudioslos estudioslos estudioslos estudiossobrsobrsobrsobrsobre la emigracine la emigracine la emigracine la emigracine la emigracin

    El tema migratorio puede ser abordado desde elpunto de vista de las diferentes disciplinas de lasciencias sociales y enfocado desde diversas aristas. Esteabordaje responde a que se trata de un fenmenocomplejo, dinmico y dialctico, que puede y debe seranalizado en sus partes y en su integridad total.

    Los estudios sobre la emigracin cubana posteriora 1959 han sido realizados dentro y fuera de la Isla,mayoritariamente, por autores cubanos.l

    En Cuba, se han producido numerosos trabajossobre la emigracin, aunque stos no siempre se hanbasado en estudios particulares. Sus enfoques suelenser de corte sociolgico, demogrfico, econmico,histrico, socio psicolgico, y siempre ubicados en elreferente ideopoltico que imponen las relaciones entreCuba y los Estados Unidos.

    Otra constante que se observa en ellos es que, paralos estudiosos del tema, con muy pocas excepciones,el fenmeno migratorio se circunscribe a la emigracinhacia los Estados Unidos. El resto de los pases dondehay asentamientos de cubanos quedaron en un olvido,tal vez involuntario, que slo recientemente hacomenzado a resarcirse.2

    Una relectura de varios estudios sobre lascaractersticas socioeconmicas y sociopsicolgicas delos cubanos residentes en diferentes espaciosgeogrficos, conduce a nuevas reflexiones. Estosasentamientos de cubanos en el exterior no conformancomunidades sociopsicolgicas establecidas, como socurre con la que existe, por excepcin, en la ciudadde Miami, pues no lo han alcanzado otrosasentamientos de cubanos en otras regiones de losEstados Unidos.

    La ausencia de comunidades socio psicolgicasentraa una tendencia ms evidente hacia su asimilacincultural al medio en que habitan, especialmente en pasesde habla hispana como Venezuela, Mxico y los deCentroamrica. En los pases de habla no hispana,incluidos los Estados Unidos, excepto en Miami,tienden a sustituir la ausencia cotidiana del referentenacional por el de otros grupos nacionales all radicadosque se perciben como cercanos al cubano.

    Psicolgicamente, en las autopercepciones y en lapercepcin del pas de origen, se reconoce el carcterregulador del asentamiento cubano en Miami, el cualse ofrece como modelo de identidad del cubano

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    emigrado al resto de los espacios geogrficos. Noobstante, la estructuracin ideolgica de cadaasentamiento vara con mucha frecuencia en virtud de laopcin personal con que el emigrado se autopercibe -emigrado poltico, econmico, o por motivos familiares-y de los niveles de beligerancia en las relaciones entre lospases receptores y Cuba. Pero siempre, y en todos losespacios geogrficos, es posible apreciar la mediatizacinideolgica del conflicto Cuba-Estados Unidos, como sifuera un contenido propio de la identidad del emigradoal momento de llegar a otro pas.

    Al estudiar a la emigracin cubana radicada en losEstados Unidos, las referencias tericas no marcandiferencias conceptuales entre exilio y emigracin.Frecuente y cotidianamente se utilizan sin distincin ambosconceptos y, peor an, no se diferencian sus significados.Al emplearlos indistintamente, se produce unsolapamiento meto do lgico que limita la elaboracinterico-cientfica, y condiciona la ideologizacin delproblema. Detenerse en la diferenciacin entre exiliadoy emigrado posibilita distinguir cmo el discurso delexiliado ha sido utilizado por el que emigra como unacarta de presentacin, en un afn por conseguir sureconocimiento y aceptacin por parte de la comunidadinicial, en gran medida realmente exiliada.

    El proceso migratorio provoca un impactosociocultural de importancia sobre la sociedad receptora,el grupo migrante y el pas de origen. Con tal afirmacinpuede estarse de acuerdo a priori; sin embargo, loadecuado sera la integracin de esta trada en lainvestigacin. Y esto no sucede.

    En general, cuando se revisan los estudios realizadossobre la comunidad de cubanos radicados en los EstadosUnidos, se observan intentos de dar una visin de cadaasentamiento ms o menos cercana al individuo migrante,con uno u otro enfoque de las ciencias sociales. Si bienestos materiales proveen de importantes elementos, susanlisis siempre parten del momento y lugar a dondellega quien se traslada o ausenta del pas de origen.Entonces, cmo entender la mxima del emigrante queversa acerca de las razones de ese traslado: Me muevoms por lo mal que me va aqu que por lo bien que mepuede ir all.

    El hecho de partir del lugar de asentamiento paraestudiar la toma de decisin de emigrar, las motivacionespara hacerla y otras caractersticas sociopsicolgicas, eincluso lo relativo a la identidad del emigrado, puede seruna razn explicativa de por qu los numerosos estudiossobre emigrados dedican tanto espacio al anlisis de laconducta, entendida sta como aquello que permite ocondiciona las nuevas inserciones o adaptaciones a lasociedad receptora y es claramente visible y constatable.

    La validez de tales trabajos radica,fundamentalmente, en que brindan la posibilidad de

    un acercamiento paulatino al fenmeno en su conjunto.Pero si bien aportan una descripcin general de ste,lo hacen sin enlazar lo visible -las conductas- con sudesarrollo total. Esa limitacin puede llevar aposiciones descontextualizadas en cuanto al tiempohistrico y la continuidad de su desarrollo. Si en losestudios sobre asimilacin, aculturacin y/otransculturacin -en el caso cubano- no se parte deuna base terica que posibilite el anlisis de lasmanifestaciones ms plurales del proceso migratorio,no se podr explicar, al menos psicolgicamente, elporqu y el cmo del fenmeno en s mismo. Es decir,los resultados quedan circunscritos a la esferainvestigada sin alcanzar el sentido global abarcadordel proceso.

    El procedimiento de acumular datos, de modoque su repeticin permita elaborar una regularidad,ha sido utilizado como un criterio vlido paracorroborar de manera cabal la evidencia de unfenmeno dada su visualizacin. En realidad, elreconocer en la expresin visible de la conducta lascontradicciones es lo que permitira revelar losmecanismos psicolgicos del emigrado o de lacomunidad de emigrados. Se ha desconocido elcarcter positivo que subyace en la dinmica de lacontradiccin, en cuanto factor de desarrollo delgrupo social que integra esa comunidad, cuando eldesentraar los mecanismos conflictuales es lo quepermite entender y explicar la conformacin de dichogrupo social. En otras palabras, se trata de reconocersu heterogeneidad y no intentar entenderlo opresentarlo en su homogeneidad, como tantas vecesha ocurrido al enmarcarlo exclusivamente en el planopoltico-ideolgico.

    Presentar al grupo social de emigrados como untodo homogneo y excluido de la nacin, fue un errorasumido por mucho tiempo. Por la influencia de loideolgico, la representacin social existente en Cubaacerca del grupo migrante no contemplaba suheterogeneidad, a pesar de que aislados estudiosos lahaban planteado. Se precisa desarrollar un marcoterico-metodolgico que permita explicar ysistematizar la concatenacin de los hechos acaecidosy posibilite pronosticar la evolucin del fenmenomigratorio, para ilustrar cientficamente cmo elaborarla historia mutua que permita instrumentar decisionespolticas contexualizables para un aqu y un ahoradiferentes. Sin embargo, no debe absolutizarse elimpacto del aqu y el ahora para emigrar; es necesarioconsiderar la historia personal del sujeto.

    En la actualidad, el perodo de crisis es generadorde toda una sintomatologa de la vida cotidiana. Lacuestin de por qu la cotidianidad impacta ms omenos en las subjetividades individuales no pasa slo

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    por lo poltico-ideolgico. Si bien el enfoque polticoes uno de los contenidos de las representaciones sociales,ste no es absoluto ni el ms importante.

    Si el sujeto social instituye lo poltico como parte desu esencialidad, ello no implica su automtica asimilacinpor el sujeto individual, al menos no del modo mecnicocon que suele plantearse y asumirse desde las estructurasdiscursivas de la sociedad, a travs de sus mediospromotores de opinin.

    Al instrumentar el mecanismo del discurso social,se le otorga, de modo automtico, un valor irracional ala decisin de emigrar. Pero, aunque no negamos laexistencia de lo irracional en la estructura de la decisinde emigrar, la decisin en s misma no es irracional. Siel emigrado decide su accin, desde una posicin queno necesariamente implica presin directa, esto suponeun proceso paulatino y hasta cierto punto planificadode sus acciones.

    Cuando los investigadores se acercan a las causalesdel acto de emigrar, suelen identificar el acto visible, laaccin en su trmino, como un indicador quediagnostica irracionalidad en las decisiones del emigrado.El anlisis basa la irracionalidad del acto de emigrarpor comparacin ideolgica valorativa y/o por elmedio utilizado. En cuanto a la emigracin ilegal, porejemplo, se considera de uno u otro modo que elemigrado toma sorpresiva e impensadamente ladecisin, por lo que se obvia un proceso gradual queincluye diversos anlisis -ms o menos cercanos- de larealidad. En ambos casos no se tiene en cuenta laconfiguracin de la subjetividad de quien emigra, lacual se activa hacia una u otras acciones, en relacindirecta con la historia personal del sujeto.

    Los investigadores abordan el estudio de laemigracin y buscan respuestas a partir de la preguntapor qu se emigra?. Entienden el por qu? comoel para qu?, lo cual permite concluir directamenteel carcter econmico de la emigracin. El por qu?les trae las referencias que el sujeto asume a lo largo delproceso de la toma de decisin de emigrar. Y, entonces,se concluye que las referencias de quien emigra no tienenbases objetivas acerca de la realidad que encontrar.

    Con frecuencia se hace referencia al equvoco deque tales bases estn ausentes en quien emigra sloporque no conoce directamente la realidad hacia la cualse dirige. Sin embargo, la cuestin principal estriba enque el hombre sustituye o simboliza un conjunto derealidades aunque no le sean tangibles. Y desde susubjetividad, las convierte en su realidad.

    La condicin migratoria evidencia la posicin delsujeto ante dos realidades, una en la cual est insertadodesde sus relaciones sociales, otra en la cual est insertadodesde su subjetividad. Por ms que seamos capaces deapreciar y hallar puntos de contacto y de

    condicionamiento entre ambas realidades, ellas en smismas son percibidas como diferentes por el sujeto.

    Sujetos que, aparentemente, no tienen necesidadeconmica deciden emigrar, y por el contrario, sujetosque s la tienen pueden no hacerlo. Por tanto, la decisinde emigrar no es un absoluto econmico, social opoltico, sino que su verdadero espacio es el sujeto consus representaciones simblicas, determinadas pormodelos con los cuales se ha identificado, consciente oinconscientemente, a lo largo de su vida.

    Otro aspecto abordado en los estudios sobre laemigracin es el referido a la adaptacin. En algunostrabajos se seala que los miembros de la primera oleadamigratoria -el llamado exilio- tenan antes de la partidaun conjunto de variables estructurales, de tiposocioeconmico y demogrfico, que les permiti unarpida y eficiente adaptacin. Estos estudios hacencoincidir los niveles estructurales preparatorios con elxito adaptativo. Estas investigaciones reproducen unmodelo de corte positivista: a tales variables y talesestmulos, tales conductas. Sin embargo, los xitosadaptativos del exilio, si bien estn relacionados, nodeben ser atribuidos a los sistemas de soporte y apoyoestructural que gener la sociedad emisora o que lesfacilit la receptora. El sujeto no es una funcinmecnica de lo social, es una funcin dialctica. De otramanera, la comprensin del sujeto se pierde y lasubjetividad se anula totalmente.

    Complementa lo antes expuesto la afirmacin acercade que el exilio portaba en su subjetividad partesesenciales de los contenidos de los modelos propiosde la identidad norteamericana. En esa poca histrica,Cuba y sus clases sociales ostentaban como paradigmasde eficiencia, modelos de desarrollo y aspiracionesgenerales los referentes a la sociedad de Estados Unidos.Cabra preguntarse si ahora los nuevos emigrantes sontambin portadores de los modelos de identificacinnorteamericanos en su subjetividad. Esta interroganteamerita un estudio que rescate la comprensin integraldel sujeto.

    Histricamente motivados por el conflicto entreCuba y los Estados Unidos, los investigadores hanutilizado como una constante en el estudio de la imagendel norteamericano en contraposicin a la auto imagendel cubano. Hasta ahora, los resultados han mostradouna sobrevaloracin del cubano sobre la imagen delnorteamericano, lo cual no se considera una expresinde etnocentrismo en la identidad nacional, sino comoun reflejo del contenido ideolgico de dicho conflicto.En las condiciones actuales se precisa de nuevos estudiosque profundicen los determinantes y cambios en laspercepciones de tal realidad.

    En las ciencias sociales suele suceder que se identificael objeto emprico-prctico del conocimiento con el

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    objeto de estudio en cuestin, de modo que se asumeun anlisis del objeto emprico, de sus expresiones,como lo primario, y ms tarde se elaboran los modelostericos e incluso las hiptesis con las que se hatrabajado, al menos implcitamente. Este es un modode acercarse al conocimiento.

    Durante mucho tiempo, los estudios en Cuba hantransitado indiscriminadamente por los nivelessociolgico, demogrfico o de otras ciencias sociales,ausentes de interacciones terico-metodolgicas de lasdisciplinas que los portan y atravesados porpercepciones pertinentes desde el punto de vistaideolgico. La suposicin terico-ideolgica de que laexistencia de los procesos sociales anula la accin delos procesos psicolgicos individuales, implica laausencia de una nocin terica dirigida a develar lacomprensin de lo psicolgico y su adecuada insercinen las concepciones del materialismo histrico.

    Desde el punto de vista de la psicologa, ante losinvestigadores se ha presentado una acumulacin deobstculos epistemolgicos, por lo cual han acudidosistemticamente a lo ideolgico para intentarcomprender el tema migratorio. Tal acumulacin dedatos demanda un mayor desarrollo terico-metodolgico.

    Se ha logrado reconocer aspectos del fenmenomigratorio. Ahora hay que buscar respuestas msprofundas a nivel del sujeto que emigra, puesto que esl, precisamente, el protagonista del fenmenomigratorio que se quiere comprender. Se trata depenetrar el mundo prctico-ideolgico de los datosestadsticos para explicar cada objeto de estudio, y deesta forma introducirse en el proceso a que han estadosometidas las estructuras familiares, culturales,econmicas y polticas en la emigracin.

    Igualmente, hay cuestiones que no aparecenreflejadas con claridad en las investigaciones sobre laemigracin cubana. Por ejemplo, el hecho de ubicar elorigen del proceso migratorio en races histricascomunes y diferentes expresiones psicolgicas de laidentidad. Considerar el grupo emigrado como ungrupo particular que se desprende y/o autoexcluye deotro ms general, significa reconocer el desarrollo deprocesos psicolgicos notablemente diferenciadores.Pero, a su vez, en el interior de ambos grupos existensingulares mecanismos psicolgicos que indican ciertahomogeneidad en los contenidos de lasrepresentaciones sociales: ideas, estereotipos, prejuicios,actitudes, valoraciones, etc., que con direccionalidadideolgica diferente se estructuran sobre paradigmassemejantes y conforman un imaginario social limitado,cuando no equvoco, por la historia comn.

    En lenguaje coloquial, se podra expresar con laingenuidad, sencillez y honestidad de un nio emigrado

    que viaj de visita a Cuba, y que con asombro deca:Mi abuela de La Habana habla de los que se fueron,como mi abuela de Miami habla de la gente en Cuba!Y por qu?.

    Pero claro est que esto no es tan simple. Para losinvestigadores, la respuesta exige partir de presupuestosterico-metodolgicos y emprender un anlisis del temaque incluya no slo lo descriptivo de lo visible grupal,sino lo explicativo que aportan las dinmicas y loscontenidos propios para cada grupo, e ir ms all de latan manida respuesta ideologizada que poco se acercaa la acadmica.

    Por otra parte, aceptar que la identidad del individuoque emigr o de la comunidad como grupo emigradoes igual a la identidad de la nacin como grupo social,sera desconocer el carcter de desarrollo permanente,continuidad e historicidad de la identidad nacional. Almismo tiempo, esto no niega una existencia comn enla gnesis de la identidad, definida por la historia de lanacin, de la cual ha sido y es parte el emigrado, unavez desde dentro y ahora desde afuera.

    Lo que cambia en el emigrado son los referentesde los nuevos modelos por la incorporacin de loscontenidos propios del proceso de socializacin queexperimenta en la sociedad receptora. As aparecennuevos valores y reguladores conductuales respecto ala identidad nacional. Su elaboracin es cercana,psicolgicamente, a la identidad nacional, por su origencomn. Al mismo tiempo, es contradictoria en su formade expresin, dada por la detencin histrica de laidentidad del emigrado respecto al devenir histricocotidiano de la nacin.

    De modo que, a la pregunta son cubanos losemigrados?, los niveles de respuesta son variables engrado y profundidad. Los emigrados son esencialmenteportadores de un modelo de identidad con racescomunes a nivel cultural. A nivel psicolgico, suexpresin vara notablemente y se explica a travs delanlisis de tres posibles variantes que se reflejan en larelacin del emigrado con la nacin.

    Es necesario, ante todo, precisar que los procesospsicolgicos o modelos de identificacin personal sonlos modos funcionales de expresin de la identidadnacional. La nacin aporta el proceso histricoprimario, pero su desarrollo y expresiones funcionalesen el sujeto van mucho ms all de lo social cultural.En estos mecanismos predominan los modelos conlos cuales se identifica el sujeto.

    En la primera variante, la psicologa del emigradoexpresa, pesarosa y negativamente, el hecho de tratarsede una emigracin sin retorno. Se detienen sus procesosde identificacin con respecto a la evolucin de laidentidad nacional. Por regla general, la forma deelaboracin psicolgica de su realidad discurre en el

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    plano de lo afectivo, pero no necesariamente en el planode la conciencia. La relacin con Cuba se torna msafectiva que racional, lo cual, a su vez, pauta la formalimitada de su insercin en los procesos de socializacinde la sociedad norteamericana.

    La segunda variante es aquella donde el emigradologra dar continuidad histrica a sus procesos personalesde identificacin. No se detiene en sus expresionespsicolgicas ni en sus nuevos espacios geogrficos decrecimiento cotidiano, porque la necesidad de darcontinuidad a sus modelos de identidad de origen nose vivencia a travs de la necesidad de su inmersincotidiana en Cuba. Quien se inserta positivamente enlos nuevos procesos de la socializacin, tambin dacontinuidad al resto de sus modelos personales, loscuales, en definitiva, fueron los que sirvieron de soportey regulacin a la decisin de emigrar. La forma derelacin con Cuba aparece mediatizada por laracionalidad de su insercin en la sociedad donde vive.

    En la tercera variante, se incluye el emigrado quedecide romper con todo, incluso con la nocin deidentidad nacional. Rompe con su fundamentoprimario, de modo que ni sus modelos posteriores senutren de los modelos iniciales, ni sus referentes seenmarcan dentro de lo histrico-cultural. Por tanto, esteemigrado ha dejado de serio al asumir tal opcinpsicolgica. En su relacin con Cuba no necesariamentevivencia sentimientos negativos en el orden de lo afectivoni de lo racional. Asume conscientemente su insercinen la sociedad norteamericana.

    El que emigra no lo hace para dejar o no dejar deser cubano. Emigra porque en las circunstancias de lacotidianidad de la vida de su pas no pudo dar cursoadecuado al desarrollo de sus modelos personales,aquellos que son esenciales en la regulacin de la vidacotidiana del sujeto, los que resumen su esencialidadpsicolgica y las aspiraciones que lo movilizan. Cuandoel sujeto emigra, su conducta se regula en funcin delos modelos psicolgicos con los cuales se identificapersonalmente, ms all de la ideologa dominante.

    El acto de emigrar desprovisto de un marcadocontenido ideolgico posibilita que el emigradodesarrolle un mecanismo psicolgico para la regulacinconductual de sus vnculos con la nacin. As, elcontenido ideolgico de la identidad no prefiguranegativamente la autopercepcin del emigrado ni supercepcin acerca de Cuba. La magnitud fsica de lanacin se expande, lo que para el emigrado significaser cubano donde quiera que viva.

    Resulta esencial entender que identidad no es sloetnicidad, cultura, patrones socializado res de conducta.El concepto de identidad nacional sintetiza la historiadiferenciadora y generalizadora de la vida de ese sujetosocial que es la sociedad cubana y con ello, la de todossus miembros. Equivale a decir que es un procesocomplejo que comprende esencialmente la sntesis delo social y lo psicolgico individual. Por este caminotransita la solucin antagnica de la contradiccinnacin-emigracin. Desde la psicologa del emigradono podr venir una comprensin a ultranza de suidentificacin como nacional. Tampoco desde la nacinser sostenible la nocin de exclusin del emigrado.

    Los dilogos y conversaciones entre la Nacin y laEmigracin han dependido de la conflictiva relacinexistente entre Cuba y los Estados Unidos. Hantransitado por caminos ms o menos tortuosos, hanfluido a veces lentamente y a veces se han detenido.Pero el proceso contina. Su importancia histricaradica en que la implementacin de los resultados y laposibilidad de su mantenimiento progresivo noproducirn necesariamente un retorno fsico de laemigracin al pas, sino su reinsercin simblica en lahistoria actual de Cuba, junto a todos los actores socialesque la componen, la dinamizan y la determinan desdeel suelo patrio.

    Notas

    1. Al pensar en los estudios realizados en Cuba sobre la emigracin,retorno un conjunto de ideas que ya desarroll ampliamente en ellibro Psicologa poltica: identidad y emigracin, escrito junto con RolandoArbes Rodrguez y en proceso de publicacin en Argentina.

    2. Los cubanos han emigrado hacia los ms dismiles espaciosgeogrficos. Segn estimados basados en fuentes censales y datosoficiales, las reas geogrficas con mayor concentracin de cubanosson los Estados Unidos, 1 043 932; Puerto Rico, 20 000; Espaa12 000 a 15 000; Venezuela, 13 000 a 15 000; y Mxico, 10 000 a15 000. Adems, existe constancia de cubanos residentes en Centroy Sudamrica. Por ejemplo, en Panam, Nicaragua, Costa Rica,Honduras, Per y Argentina. As como tambin en otras latitudes:Canad, Australia, Rusia, Alemania, Angola, Medio Oriente yEuropa Oriental. Una prueba de ello es que a la Conferencia LaNacin y la Emigracin, celebrada en La Habana del 22 al 24 deabril de 1994, asistieron cubanos procedentes de ms de 30 pases.

    , 1995