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Lectura del libro de los Hechos de l Al llegar el día de Pentecostés, estaban De repente, un ruido del cielo, como de casa donde se encontraban. Vieron llamaradas, que se repartían, posándose todos de Espíritu Santo y empezaron a h uno en la lengua que el Espíritu le sug Jerusalén judíos devotos de todas, las n acudieron en masa y quedaron desconc hablar en su propio idioma. Enormemen son galileos todos esos que están hablan uno los oímos hablar en nuestra lengua medos y elamitas, otros vivimos en Mes Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, e limita con Cirene; algunos somos fora prosélitos; también hay cretenses y árabe las maravillas de Dios en nuestra propia le Palabra de Dios. Salmo responsorial.- Sal 103 R. ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REP Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, q Cuántas son tus obras, Señor; la tierra es Les retiras el aliento, y expiran y vuelven envías tu aliento, y los creas, y repueblas Gloria a Dios para siempre, goce el Seño Que le sea agradable mi poema, y yo me Lectura de la primera carta del após 12, 3b-7.12-13 Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es del Espíritu Santo. Hay diversidad de don diversidad de ministerios, pero un mism funciones, pero un mismo Dios que obra manifiesta el Espíritu para el bien común es uno y tiene muchos miembros, y to pesar de ser muchos, son un solo cuerp nosotros, judíos y griegos, esclavos y libr mismo Espíritu, para formar un solo cuer solo Espíritu. Palabra de Dios. los apóstoles 2, 1-11 n todos reunidos en el mismo lugar. e un viento recio, resonó en toda la n aparecer unas lenguas, como e encima de cada uno. Se llenaron hablar en lenguas extranjeras, cada gería. Se encontraban entonces en naciones de la tierra. 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Y todos hemos bebido de un + Lectura del santo evangelio según san Jua Al anochecer de aquel día, el día primero de la se en una casa, con las puertas cerradas por miedo Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vos enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el también os envío yo. » Y, dicho esto, exhaló su a «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdon perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan Palabra del Señor Culminamos, con esta gran Pascua del Esp que hemos celebrado con gran alegría los dí Muerte y Resurrección de Cristo. Si estos han servido para ensanchar más nuestras a la vida que nos ha traído Cristo, podemos d hemos celebrado sino que, además lo hemos La fiesta de Pentecostés puentea lo que n que nosotros, demasiado mediatizados por de entender el Evangelio o a Jesús mismo, cuando es mínimo. Ahora Él nos envía al mundo a ser test vivido. Eso sí: no nos deja solos, sino que n el mejor compañero de camino. an 20, 19-23 emana, estaban los discípulos a los judíos. Y en esto entró sotros.» Y, diciendo esto, les e llenaron de alegría al ver al l Padre me ha enviado, así aliento sobre ellos y les dijo: néis los pecados, les quedan n retenidos. » píritu Santo, los días en días siguientes a la Pasión, cincuenta días pascuales almas y para llenarnos de decir que no solamente lo s vivido y sentido. no es importante, aquello nuestras formas de ver y convertimos en máximo tigos de cuanto hemos nos da su Espíritu como Desde Con E famili comu huella En me nos s decisi enfren cuand Sí, el sostie transf estado mism Desde de Di Con la las cim Dios. nuest apost Sólo c realid nuest evang garan busqu Si el E a dar estam conve con m nuest Sólo, que a nace d y la m este m seren tinieb frente fortal Que P dosis nuest sensa creem testim e El, con el Espíritu Santo, percibimos todos e El, con el Espíritu, entramos de lleno a formar p ia de los hijos de Dios; El es quien nos empuja unión plena con Dios y nos hace comprender as de Dios en el marco de nuestra vida. edio del desconcierto, que a veces tenemos, el serena. Nos hace “contar hasta diez” antes de iones; nos infunde valor cuando tenem ntarnos a ellas; nos llena de su inteligenci do se nos requiere nuestra palabra o consejo. Espíritu Santo es el gran protagonista de nue ene y la dinamiza, la traspasa con su fuerz formadora y, sobre todo, le hace estar en u do de gracia haciéndole experimentar que es ma, quien lleva adelante la obra evangelizadora. e El y con El, con el Espíritu Santo, nos llenamo ios. No podemos vivir huérfanos, aislados de a oración sentimos que el Espíritu Santo nos mas más altas de la perfección cristiana: est Sin este auxilio del Espíritu Santo nos faltarí tras acciones, luz en nuestros caminos y clarid tolado. con el Espíritu Santo podemos ser fuertes a dades que intentan desangrar o desvirtuar tra vida cristiana. Ante lo indefinido o el riesg gelio de la Iglesia o a Cristo de la Iglesia, el Esp ntiza y nos exige la común unión para que, lejos uemos la fuerza en la hermandad. Espíritu Santo es inicio de muchas cosas, ¿cóm cabida y cobertura en este día de Pentecostés mos demasiado vacíos porque, al Espírit ertido en un extraño? ¿No será que nuestra f muchas telarañas, porque lo hemos alojado e tra existencia? el Espíritu, es capaz de promover en nosotr aliente e impulse a sembrar nuestro mundo con de Dios y a Dios vuelve. El Espíritu Santo es e mejor defensa para seguir en nuestro empeño mundo nuestro una palabra de consuelo, nidad, de Dios. El miedo desparece, la luz se im bla, la verdad sobre el error, la universalida e a los personalismos, la valentía vence a la leza se hace dueña de la debilidad. Pentecostés, además de vida e ilusión, nos ap de fortaleza para seguir adelante en el dur tra fe, para que no caigamos en el pesim ación de que creer que ya no merece la p mos, hay que hacerlo en el ámbito privad monio público. ¡Feliz Pascua estos misterios. parte de la gran para entrar en y entender las l Espíritu Santo e tomar ciertas mos miedo a ia o sabiduría estra Iglesia. La za poderosa y un permanente Dios, y no ella . os de la piedad e su presencia. hace escalar a tar y vivir con ía identidad en dad en nuestro ante diferentes la esencia de go a separar el píritu Santo nos s de dividirnos, mo no le vamos s? ¿No será que tu, lo hemos fe es cansina y en el sótano de ros una cultura n ese amor que el mejor escudo o. Para llevar a de alegría, de mpone sobre la ad de la iglesia a cobardía y la porte una gran ro combate de mismo o en la pena o, que si do y lejos del a del Espíritu!

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Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas, las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: ¿No son galileos todos esos que están hablando? Entuno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.»Palabra de Dios.

Salmo responsorial.- Sal 103 R. ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA TIERRA. Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres!Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo;envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras.Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3b-7.12-13 Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo enmanifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en

judíos devotos de todas, las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: ¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que

con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.»

TU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA TIERRA.

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas. R.

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; s creas, y repueblas la faz de la tierra. R.

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios

rmanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos

egos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19 Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se lleSeñor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. » Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. »Palabra del Señor

Culminamos, con esta gran Pascua del Espíritu Santoque hemos celebrado con gran alegría los días siguientes a la Pasión,

Muerte y Resurrección de Cristo. Si estos cincuenta días pascuales

han servido para ensanchar más nuestras almas y para llenarnos de

la vida que nos ha traído Cristo, podemos decir que no solamente lo

hemos celebrado sino que, además lo hemos vivido y sentido.

La fiesta de Pentecostés puentea lo que no es importante, aquello

que nosotros, demasiado mediatizados por nuestras formas de ver y

de entender el Evangelio o a Jesús mismo, convertimos en máximo

cuando es mínimo.

Ahora Él nos envía al mundo a ser testigos de cuanvivido. Eso sí: no nos deja solos, sino que nos da su Espíritu como el mejor compañero de camino.

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23

ía primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró

«Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan erdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. »

Pascua del Espíritu Santo, los días en

que hemos celebrado con gran alegría los días siguientes a la Pasión,

ción de Cristo. Si estos cincuenta días pascuales

han servido para ensanchar más nuestras almas y para llenarnos de

la vida que nos ha traído Cristo, podemos decir que no solamente lo

hemos celebrado sino que, además lo hemos vivido y sentido.

puentea lo que no es importante, aquello

que nosotros, demasiado mediatizados por nuestras formas de ver y

de entender el Evangelio o a Jesús mismo, convertimos en máximo

Él nos envía al mundo a ser testigos de cuanto hemos nos da su Espíritu como

Desde El, con el Espíritu Santo, percibimos todos estos misterios.

Con El,

familia de los hijos de Dios; El es quien nos empuja para entrar en

comunión plena con Dios y nos hace comprender y entender las

huellas de Dios en el marco de nuestra vida.

En medio del desco

nos serena. Nos hace “contar hasta diez” antes de tomar ciertas

decisiones; nos infunde valor cuando tenemos miedo a

enfrentarnos a ellas; nos llena de su inteligencia o sabiduría

cuando se nos requiere nuest

Sí, el Espíritu Santo es el gran protagonista de nuestra Iglesia. La

sostiene y la dinamiza, la traspasa con su fuerza poderosa y

transformadora y, sobre todo, le hace estar en un permanente

estado de gracia haciéndole experimentar

misma, quien lleva adelante la obra evangelizadora.

Desde El y con El, con el Espíritu Santo, nos llenamos de la piedad

de Dios. No podemos vivir huérfanos, aislados de su presencia.

Con la oración sentimos que el Espíritu Santo n

las cimas más altas de la perfección cristiana: estar y vivir con

Dios. Sin este auxilio del Espíritu Santo nos faltaría identidad en

nuestras acciones, luz en nuestros caminos y claridad en nuestro

apostolado.

Sólo con el Espíritu Sant

realidades que intentan desangrar o desvirtuar la esencia de

nuestra vida cristiana. Ante lo indefinido o el riesgo a separar el

evangelio de la Iglesia o a Cristo de la Iglesia, el Espíritu Santo nos

garantiza y nos

busquemos la

Si el Espíritu Santo es inicio de muchas cosas, ¿cómo no

a dar cabida y cobertura en este día de Pentecostés? ¿No será que

estamos demasiado vacíos porque,

convertido en un extraño? ¿No será que nuestra fe es cansina y

con muchas telarañas, porque lo hemos alojado en el sótano de

nuestra existencia?

Sólo, el Espíritu, es capaz de promover en nosotros una cultura

que aliente e impulse a

nace de Dios y a Dios vuelve

y la mejor defensa para seguir en nuestro empeño. Para llevar a

este mundo nuestro una palabra de consuelo, de alegría, de

serenidad, de Dios

tiniebla, la verdad sobre el error, la universalidad de la iglesia

frente a los personalismos, la valentía vence a la cobardía y la

fortaleza se hace dueña de la debilidad.

Que Pentecostés, además de vida e ilusi

dosis de fortaleza para seguir adelante e

nuestra fe, p

sensación de que creer

creemos

testimonio público.

Desde El, con el Espíritu Santo, percibimos todos estos misterios.

Con El, con el Espíritu, entramos de lleno a formar parte de la gran

familia de los hijos de Dios; El es quien nos empuja para entrar en

comunión plena con Dios y nos hace comprender y entender las

huellas de Dios en el marco de nuestra vida.

En medio del desconcierto, que a veces tenemos, el Espíritu Santo

nos serena. Nos hace “contar hasta diez” antes de tomar ciertas

decisiones; nos infunde valor cuando tenemos miedo a

enfrentarnos a ellas; nos llena de su inteligencia o sabiduría

cuando se nos requiere nuestra palabra o consejo.

Sí, el Espíritu Santo es el gran protagonista de nuestra Iglesia. La

sostiene y la dinamiza, la traspasa con su fuerza poderosa y

transformadora y, sobre todo, le hace estar en un permanente

estado de gracia haciéndole experimentar que es Dios, y no ella

misma, quien lleva adelante la obra evangelizadora.

Desde El y con El, con el Espíritu Santo, nos llenamos de la piedad

de Dios. No podemos vivir huérfanos, aislados de su presencia.

Con la oración sentimos que el Espíritu Santo nos hace escalar a

las cimas más altas de la perfección cristiana: estar y vivir con

Dios. Sin este auxilio del Espíritu Santo nos faltaría identidad en

nuestras acciones, luz en nuestros caminos y claridad en nuestro

apostolado.

Sólo con el Espíritu Santo podemos ser fuertes ante diferentes

realidades que intentan desangrar o desvirtuar la esencia de

nuestra vida cristiana. Ante lo indefinido o el riesgo a separar el

evangelio de la Iglesia o a Cristo de la Iglesia, el Espíritu Santo nos

garantiza y nos exige la común unión para que, lejos de dividirnos,

busquemos la fuerza en la hermandad.

Si el Espíritu Santo es inicio de muchas cosas, ¿cómo no

a dar cabida y cobertura en este día de Pentecostés? ¿No será que

estamos demasiado vacíos porque, al Espíritu, lo hemos

convertido en un extraño? ¿No será que nuestra fe es cansina y

con muchas telarañas, porque lo hemos alojado en el sótano de

nuestra existencia?

Sólo, el Espíritu, es capaz de promover en nosotros una cultura

que aliente e impulse a sembrar nuestro mundo con ese amor que

nace de Dios y a Dios vuelve. El Espíritu Santo es el mejor escudo

y la mejor defensa para seguir en nuestro empeño. Para llevar a

este mundo nuestro una palabra de consuelo, de alegría, de

serenidad, de Dios. El miedo desparece, la luz se impone sobre la

tiniebla, la verdad sobre el error, la universalidad de la iglesia

frente a los personalismos, la valentía vence a la cobardía y la

fortaleza se hace dueña de la debilidad.

Que Pentecostés, además de vida e ilusión, nos aporte una gran

dosis de fortaleza para seguir adelante en el duro combate de

nuestra fe, para que no caigamos en el pesimismo o en la

sensación de que creer que ya no merece la pena o

creemos, hay que hacerlo en el ámbito privado y lejos d

testimonio público.

¡Feliz Pascua del Espíritu!

Desde El, con el Espíritu Santo, percibimos todos estos misterios.

con el Espíritu, entramos de lleno a formar parte de la gran

familia de los hijos de Dios; El es quien nos empuja para entrar en

comunión plena con Dios y nos hace comprender y entender las

ncierto, que a veces tenemos, el Espíritu Santo

nos serena. Nos hace “contar hasta diez” antes de tomar ciertas

decisiones; nos infunde valor cuando tenemos miedo a

enfrentarnos a ellas; nos llena de su inteligencia o sabiduría

Sí, el Espíritu Santo es el gran protagonista de nuestra Iglesia. La

sostiene y la dinamiza, la traspasa con su fuerza poderosa y

transformadora y, sobre todo, le hace estar en un permanente

que es Dios, y no ella

misma, quien lleva adelante la obra evangelizadora.

Desde El y con El, con el Espíritu Santo, nos llenamos de la piedad

de Dios. No podemos vivir huérfanos, aislados de su presencia.

os hace escalar a

las cimas más altas de la perfección cristiana: estar y vivir con

Dios. Sin este auxilio del Espíritu Santo nos faltaría identidad en

nuestras acciones, luz en nuestros caminos y claridad en nuestro

ante diferentes

realidades que intentan desangrar o desvirtuar la esencia de

nuestra vida cristiana. Ante lo indefinido o el riesgo a separar el

evangelio de la Iglesia o a Cristo de la Iglesia, el Espíritu Santo nos

exige la común unión para que, lejos de dividirnos,

Si el Espíritu Santo es inicio de muchas cosas, ¿cómo no le vamos

a dar cabida y cobertura en este día de Pentecostés? ¿No será que

al Espíritu, lo hemos

convertido en un extraño? ¿No será que nuestra fe es cansina y

con muchas telarañas, porque lo hemos alojado en el sótano de

Sólo, el Espíritu, es capaz de promover en nosotros una cultura

sembrar nuestro mundo con ese amor que

El Espíritu Santo es el mejor escudo

y la mejor defensa para seguir en nuestro empeño. Para llevar a

este mundo nuestro una palabra de consuelo, de alegría, de

iedo desparece, la luz se impone sobre la

tiniebla, la verdad sobre el error, la universalidad de la iglesia

frente a los personalismos, la valentía vence a la cobardía y la

ón, nos aporte una gran

n el duro combate de

ara que no caigamos en el pesimismo o en la

ya no merece la pena o, que si

hay que hacerlo en el ámbito privado y lejos del

¡Feliz Pascua del Espíritu!

EL CRISTO MUTILADO De Battambang

INVITACIONES: *Apuntar a los hijos a la clase de Religión

*Declaración renta: Poner X en Iglesia y X en Otros fines sociales Web CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Portal de transparencia

HORARIO DE VERANO: Del 1 de junio hasta el 30 de septiembre:

Misa vespertina, a las 20:00h.

HOY DOMINGO: 11:00h Celebración fin de catequesis Lunes, 5: 19:30h Curso de Biblia. Final y celebración. Martes: 6: 18.00h. Equipo de CARITAS Miércoles, 7: 19:30h. Oración R. Carismática

Jueves, 8: 20:00h Oración de la comunidad Sábado, 10: 11:00 y 13:00h PRIMERAS COMUNIONES Domingo, 11: LA SANTISIMA TRINIDAD

Eucaristías: 11:00 y 12:30h

ABIERTA INSCRIPCION PARA EL CAMPAMENTO 2.017 Fichas en el despacho

Las Matas. Madrid - Año X IV - nº 882 PASCUA DE PENTECOSTES – CICLO A – 4 junio 2017

DIA DE LA ACCION CATOLICA Y DEL APOSTOLADO SEGLAR Lunes, 5 – Bonifa cio , Ciriaco, Faustino, Doroteo, Nicandro, Nª Sra. del R ocio . Tob 1,3; 2, 1b-8 – Sal 111 – Marcos 1, 1-12

Martes, 6 – Norberto, Marcelino Champagnat, Alejandro de Fiesole, Gerard o

de los Tintori, Bonifacio Rodríguez Castro. Tob 2, 9b-14 – Sal 111 – Marcos 12, 13-17

Miércoles, 7– Antonio Mª Gianelli, Pablo de Constan tinopla, Bta. Ana de S. Bartolomé.

Tob 3, 1-11a. 16-17a – Sal 24 – Marcos 12, 18-27 Jueves, 8 – Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Salustiano, Jacques

Berthieu, Bta. Mª del Divino Corazón, Bta. Mª Teres a Chiramel. Is 52, 13-53, 12 (o bien Heb 10, 12-23) – Sal 39 – Lucas 22, 14-20

Viernes, 9 – Efrén , Bto. José de Anchieta, Bta. Ana Mª Giannetti Tai gi, Bto.

Luis Boccardo. Tob 11, 5-17 – Sal 145 – Marcos 12, 35-37 Sábado, 10 – Críspulo, Timoteo, Amancio, Mauricio, Bto. Eduardo Pope. Tob 12, 1.5-15.20 – Sal Tob 13, 2.6.7.8 – Marcos 12, 38-44 “Solo con la luz y la fuerza del Espíritu Santo pod emos cumplir

eficazmente nuestra misión de dar a conocer y de ha cer experimentar a los demás el amor y la ternura de Je sús”.

P. Francisco. Rezo del Regina Coeli 28/05/2017

VIVIR A DIOS DESDE DENTRO

Hace algunos años, el gran teólogo alemán, Karl Rah ner, se atrevía a afirmar que el principal y más urgente pr oblema de la Iglesia de nuestros tiempos es su “mediocridad espiritual” . Estas eran sus palabras: el verdadero problema de la Iglesia es “seguir tirando con una resignación y un tedio cada vez mayores por los caminos habituales de una mediocridad espiritual”.

El problema no ha hecho sino agravarse estas última s décadas. De poco han servido los intentos de reforza r las instituciones, salvaguardar la liturgia o vigilar l a ortodoxia. En el corazón de muchos cristianos se está apagando la experiencia interior de Dios.

La sociedad moderna ha apostado por “lo exterior” . Todo nos invita a vivir desde fuera. Todo nos presiona p ara movernos con prisa, sin apenas detenernos en nada n i en nadie. La paz ya no encuentra resquicios para penetrar hasta nuestro corazón . Vivimos casi siempre en la corteza de la vida. Se nos está olvidando lo que es saborea r la vida desde dentro. Para ser humana, a nuestra vida le fa lta una dimensión esencial: la interioridad.

Es triste observar que tampoco en las comunidades cristianas sabemos cuidar y promover la vida interi or. Muchos no saben lo que es el silencio del corazón, n o se enseña a vivir la fe desde dentro. Privados de expe riencia interior, sobrevivimos olvidando nuestra alma : escuchando palabras con los oídos y pronunciando oraciones con los labios, mientras nuestro corazón está ausente.

En la Iglesia se habla mucho de Dios, pero, ¿dónde y cuándo escuchamos los creyentes la presencia callad a de Dios en lo más hondo del corazón? ¿Dónde y cuándo acogemos el Espíritu del Resucitado en nuestro inte rior? ¿Cuándo vivimos en comunión con el Misterio de Dios desde dentro?

Acoger al Espíritu de Dios quiere decir dejar de ha blar solo con un Dios al que casi siempre colocamos lejos y f uera de nosotros, y aprender a escucharlo en el silencio de l corazón . Dejar de pensar a Dios solo con la cabeza, y aprender a percibirlo en los más íntimo de nuestro ser.

Esta experiencia interior de Dios, real y concreta, transforma nuestra fe. Uno se sorprende de cómo ha podido vivir sin descubrirla antes. Ahora sabe por qué es posible creer incluso en una cultura secularizada. Ahora conoce una alegría interior nueva y diferente. Me parece muy difícil mantener por mucho tiempo la fe en Dios en medio de la agitación y frivolidad de la vida moder na, sin conocer, aunque sea de manera humilde y sencilla, a lguna experiencia interior del Misterio de Dios .

J.A. Pagola

ORACION Espíritu Santo, ven, ven... Tú que llenas de fuego

el corazón de los que buscan a Jesús.

Espíritu Santo, ven, ven... Tú que iluminas la mente de los pobres

que escuchan la Palabra.

Espíritu Santo, ven, ven... Tú que reúnes en tu amor

a quien es se esfuerzan por amar,

siguiendo el ejemplo de Jesús.

Espíritu Santo, ven, ven... Reafirma en nuestros corazones

la certeza del amor del Padre,

la seguridad de ser hijos suyos.

Confírmanos en tu luz y tu amor,

infunde en nosotros tu aliento.

Espíritu Santo, ven, ven... Tú nos invitas a avanzar sin descanso

impulsados por tu aliento,

haciendo brotar de tu amor la vida y la belleza.

Danos la esperanza que disipa los temores

y hace nacer la alegría.

Espíritu Santo, ven, ven... Que rebosen nuestros corazones de la Buena Nueva

para que nuestro labios la hagan resonar.

Reflejos de Luz Pastoral

http://www.sanjoselasmatas.es