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Zunilda Borsani

Ese viernes necesitaba caminar, poner en orden mis pensamientos. Dej el Instituto confundida, angustiada y perdiendo las fuerzas necesarias para luchar en esta vorgine de incomprensiones. Con mi portafolio bajo el brazo, comenc a caminar con pasos lentos por la rambla fresca y abierta. Tantas veces mi cmplice, mi refugio! En ella no poda ocultar los ms profundos sentimientos, su belleza era implacable, traslcida y serena. Desde mi poca de adolescente, siempre que deba resolver algo importante, o tomar una decisin difcil, recurra a ella. All en el horizonte, el mar pareca regado de sangre por el atardecer, las olas ondulaban muy suavemente en la orilla, mientras una fresca brisa rozaba mi rostro. La gente se haba concentrado en los muros de la playa, para disfrutar de los ltimos y tmidos rayos de sol de ese clima primaveral. La angustia y la confusin me producan un desasosiego incalculable. Desde mi poca de adolescente, sola refugiarme en ella, bajaba hasta la orilla, descalzaba mis pies y corra por la arena hasta caer rendida sobre su tibio lecho, mientras miraba el cielo y el mar, que parecan unirse en el horizonte. Enhebraba mis sueos, mis proyectos y el mar complacido me inundaba de tranquilidad y sosiego, brindndome una paz interior infinita. El viento sacuda mis cabellos y mi rostro se encenda de luz. Hoy, lejos de mis aos juveniles las preocupaciones son otras, en mi cabeza rondaban los pensamientos .sobre mis muchachos. . . Qu sera de ellos? No puedo defraudarlos, esperan mucho de m, a pesar de ello tengo que hacerlo, mi carta de renuncia es casi un hecho. Sin duda estoy caminando en un mundo hostil e injusto, un mundo prestado, en el cual por alguna razn pienso diferente. Parece que caminara al revs del resto de la gente, los programas son rgidos, nadie puede apartarse de ellos, no se pueden abrir puertas, sin embargo hablamos de Unin Regional, la Era de la Tecnologa, los cambios que nos mueven diariamente, Recursos Humanos, Siclogos, Asistentes Sociales, Estrategias, Misiones, hablamos de este nuevo milenio, pero. . . Qu ocurre con ellos, qu ocurre con estos jvenes? Los docentes tenemos en nuestro puo la calificacin o mejor dicho la reprobacin o no de cualquier alumno, muchas veces ni siquiera les permitimos discutir, nos manejamos con la simpata por tal o cual. Me es difcil aceptar estas normas, soportar frases como las de Gustavo, el profesor de Matemtica, que se jacta de poner problemas sin solucin, para justificar el bajo nivel de su clase, simplemente dice son burros , si fueran inteligentes se daran cuenta que no tienen solucin Esta es una materia difcil y la seguirn reprobando por los siglos de los siglos Quines somos y

adnde pretendemos llegar? Por qu no se pide control de calidad en la educacin? Tal vez es todo esto y mi discrepancia permanentemente, lo que hace que mis colegas me aconsejen que consulte a un especialista para resolver este dilema, segn ellos yo no enseo, slo disfruto como una adolescente que no madur y se involucra demasiado con ellos. Hablamos de violencia, y qu les damos? Yo disfruto, claro que s, aprendemos juntos a crecer y a comunicarnos. Muchas veces una sola mirada basta para entendernos, es por eso que no entiendo como los dems, pueden calificar de bajo nivel a esta clase, en la cual se manejan temas cotidianos de mucha importancia. Ana, la docente de Espaol dice nadie aprende, se distraen con cualquier cosa Adems no me agradan las miradas que se entrecruzan determinadas parejitas que tengo en el grupo, olvidndose que el amor florece en primavera y que basta una sonrisa para comprender. En ms de una oportunidad escuch con dolor decir alguno de los chicos que Ana jams se aparta del programa y si alguien trae algn pasaje para leer o comentar, slo se enoja y les dice que no pueden perder el tiempo o simplemente tritura al autor desmenuzndolo gramaticalmente. Pobrecitos! Estn en nuestras manos, se hacen cargo de nuestras frustraciones, complejos y todas esas condenas que atacan a la mayora de los docentes. Jams admitimos que sepan ms que nosotros. En toda la ramas de la enseanza, encontramos cosas como estas, he visto dormirse en la mesa examinadora a uno de los profesores, ante aquel alumno brillante que comienza a desarrollar el tema apasionadamente y cuando despierta, slo dice: Basta est muy bien, es suficiente" defraudando los conocimientos agolpados en aquella joven mente. Acaso ensear es dar slo lo que uno sabe? Y si no lo sabe, no sera ms honesto aceptar lo propuesto por algn alumno? Qu es la educacin? El maestro Tagore a quien admiro profundamente, expres que el hombre debe luchar por lograr una armona, tambin que hay que cultivar el intelecto junto con las emociones y la volicin y que todos estos aspectos de la vida interior del hombre, deben desarrollarse armnicamente, l tampoco crey en frmulas de educacin estrechas o rgidas, si no que es un sistema concebido en trminos humanos amplios, hizo hincapi en el arte y la creatividad, tambin tuvo la conviccin de que la educacin, es la base esencial para crear una sociedad. Evidentemente que estoy equivocada al creer que puedo escapar de esto. Viajo en el mismo tren que los dems docentes y salvo algunos con los que comparto determinadas ideas, el resto me es ajeno. La mayora dice: - No debemos involucrarnos demasiado en sus vidas, los muchachos de hoy tienen demasiados problemas, demasiadas carencias, son agresivos, nos hara mucho dao escuchar el drama de cada uno. - Pero yo percibo la soledad que tienen, la falta de proyectos en una sociedad que poco o nada les brinda, necesito liberarlos de algn

modo para que puedan disfrutar de un buen libro, para que encuentren en el saln de clase, un lugar de disfrute, necesito crearles un ambiente en el cual desarrollen sus crticas y formen el sentido comn, el criterio propio. Es malo todo esto?. . . es por eso que la directora me observa siempre tratndome de inmadura, siempre me dice que lo nico que he conseguido hasta ahora, es indisciplinar a mi clase - Amalia, no te involucres tanto en sus vidas, mantn distancia. He aqu lo curioso. Me encanta involucrarme! Me senta desfallecer, lo nico que me animaba a continuar eran sus rostros sedientos de conocimientos. Mis pasos me iban llevando lentamente hacia aquel consultorio en el cual debera dejar en claro mi situacin. El viento fresco me empujaba hacia atrs como si tratara de detenerme, pero deba hacerlo. . . Cuando me dediqu a mis estudios docentes, estaba consciente de ello, evidentemente no era redituable, pero lo mismo me encantaba y a pesar de mis padres y sus consejos yo eleg. Me resultaba y me resulta emocionante compartir dilogos, impartir clases amenas, donde el aprender es mutuo y cada vez ms emocionante, donde el escuchar las crticas del adolescente a veces crudas, significa que tambin seremos escuchados cuando sea necesario. Era totalmente consciente que lo que me pagaran, apenas alcanzara para comprar algunos libros, los apartados de fotocopia, algn material extra, en fin, lo saba, pero a pesar de ello, yo eleg. Nos han preparado para educar en este mundo tecnolgico? Acaso nos han enseado a respetar al alumno? Estamos preparados para ejercer la docencia en este mundo competitivo e injusto? Yo vengo de un hogar donde el respeto por el otro siempre fue lo primero, aprend amar desde muy pequea, la ternura de mi madre colm mi vida y aprend que el amor hacia un nio, un joven puede cambiar su vida. Por eso y a pesar de lo manifestado por mis padres en la carrera que haba elegido, considerando ellos que yo podra perfectamente ser una profesional destacada en otra rea que no fuera la docencia, yo eleg. Senta la necesidad de dar todo ese amor que existe dentro de m y compartirlo con los jvenes y los nios, pues considero un aporte fundamental para el desarrollo de los individuos. Yo pretenda y pretendo que ellos sintieran y sientan, lo mismo que yo haba experimentado con algunos de mis maestros y profesores, los cuales dejaron en m una huella permanente que marc parte de mi existencia. Eleg Literatura, una materia rica en sentimientos y creatividad. Transform mi clase en una mesa redonda donde conversamos como amigos y nos distendemos aprendiendo, una charla donde los protagonistas son ellos y no yo. Discutimos de mi materia, pero tambin

del mundo, de la sociedad, de los cambios, de la violencia, de la droga, del sexo, s del sexo. Opinan libremente. Muchas veces me entero de cosas que desconozco, ellos se ren y yo con ellos, es evidente que todos estamos aprendiendo, a pesar de leer mucho e informarme, desconozco los entre telones de los muchachos. Nuestra clase es un placer y lo curioso es que cuando suena el timbre, llegan antes que yo a la clase y es raro. . . Dora cuenta que le cuesta hacerlos entrar al saln y ponerlos a tono para empezar la clase. Es raro! Cuando entro me rodean como locos. . . - Amalia mir lo que traje! - Yo encontr una prrafo en la novela Sangre Negra, de Wright, que me encant puedo leerla, Amalia? Richard

- Amalia, encontr en mi casa una revista con poemas annimos Dale! Puedo decirlos? Son horribles, escuch. . . - Amalia qu opins de las relaciones premaritales? Ests de acuerdo? - Muchachos, por favor haya calma! Haremos todo y daremos la clase de hoy, pero para escucharnos debemos hacer silencio S? Mi clase vive, vibra, es eso malo, tal vez? Mis colegas me reprochan, manifestando la indisciplina de mi clase. Te falta carcter, Amalia. Los muchachos te dominan - Sin embargo, cuando comienzo la clase, el silencio es profundo. . . Caminaba cada vez ms lento para seguir pensando en mi decisin definitiva, la hora se acercaba y estaba llegando al edificio del Dr. Velsquez. Comienzo a imaginar la gente sentada en la sala esperando, aquellos, los locos como suelen llamarle los dems. Por qu ser que llamamos locos a todos aquellos que no piensan igual que los otros? Nunca pens entrar a uno de estos consultorios, pero nadie est libre de caer en ellos y contarle todo lo bueno y lo malo que nos pasa, para que el especialista tome la decisin por nosotros. Yo, solamente yo, decidir si contino enseando o no, de eso estoy segura y por eso voy preparando mi mente. Met la mano al bolsillo y saqu aquel papelito arrugado y viejo con la direccin exacta del psiquiatra, la calle la recordaba por haberla ledo antes de salir, sin embargo el nmero del edificio se haba borrado de mi mente. Cuntos secretos conozco de mis gurises! Una impotencia enorme me sube hasta ahogarme cuando pienso en lo

que Felipe dijo el otro da en una charla sobre la clase. . . estos gurises no saben nada de historia, lo vienen arrastrando desde primaria, hay varios que han dado el examen de Historia en ms de una oportunidad, intilmente, claro y me atrevo a decir que este ao ocurrir lo mismo, sern reprobados en la materia. Cmo se puede saber en mayo si un alumno puede rendir lo necesario al final del curso? Cmo podemos saber nosotros si tal o cual alumno se esmerar de aqu a fin del curso, para no reprobar? Cosas como estas me ocurren a diario . . . el otro da tuve que consolar a la hija ms pequea de mi amiga Agustina, ella concurre a uno de los Conservatorios ms grandes del pas, realiza una carrera brillante y con mucho xito, destacndose entre los dems alumnos por su talento, no obstante, la profesora de educacin musical que suele contar ancdotas de compositores, se refiri a uno que Clarita conoca lo bastante como para opinar y cuando manifest que lo que ella deca no tena nada que ver con la realidad, esta se enoj y le baj la nota. Mi amiga Agustina concurri de inmediato al Instituto para conversar con la profesora, la cual le indic que Clarita era una irrespetuosa, una alumna rebelde. . . Qu poda decir? Pobre Clarita! Su madre por fin logr defender su situacin y a pesar de ser una materia que se exonera, la mantuvo por ah noms. Segua caminando, las luces se haban encendido, haba caminado tan lento, que las horas transcurrieron casi sin darme cuenta, cruc los semforos y no s si lo hice con luz roja o verde, me detena de cuando en cuando, observaba a la gente, pensaba y pensaba . . . Cuntas y cuntas ancdotas se iban y venan por mi cabeza! Laura es la mejor de mi clase, el otro da la sent alejada, ausente, de inmediato not que algo le suceda. . . La clase termin y sin decir palabra se acerc y me dijo: - Amalia, me escuchs un minuto? - Claro Laura Qu ocurre? - Es espantoso Amalia, espantoso - Qu es lo espantoso Laura, qu te pas? Es la vieja esa, la profesora, la imbcil de Matemtica.

Laura!! - S, esa tarada, la clase es un despelote total, todos tiran papeles, la relajan, son tantos los griteros, que su clase no se escucha, nadie la quiere, es asquerosa Amalia. - Laura, por Dios!, nunca te vi de ese modo, tus expresiones me dejan esttica, no s que decir. . . . Qu ms pas para que vomites tanta violencia? - No la aguanto ms Amalia - dijo - mientras sus ojos se enrojecan de llanto y de rabia - Sabs lo que nos dijo? Que lo nico que saba hacer era ensear y aunque no quisiramos escucharla, debamos hacerlo, pues ese era su nico trabajo, su medio de vida y que aunque no le gustara, deba ganar dinero para mantener a su madre que estaba muy vieja y enferma. Algunas veces he sentido pena por ella, sobre todo cuando veo que todos se burlan y nadie la escucha. Sabs lo qu pens Amalia? que sera capaz de matarnos y an as cobrar. Laura! No, no es as. -Qu opins, decime? Yo me sent defraudada Amalia, frustrada y sent ganas de llorar cuando me di cuenta que mis compaeros y yo, no ramos ms que una carga para ella, sent que nos odiaba. Laura, por favor! No pienses de ese modo, el odio no hace bien a tu corazn, el odio slo trae tristezas. Mir su rostro tierno y fresco, los ojos hmedos de una adolescente extremadamente sensible y sent ganas de llorar con ella Qu poda decirle, de qu forma poda justificar esa conducta? Qu es lo que anda tan mal? La mir fijamente, haba angustia en ella. . . pas mi brazo por sus hombros y la sacud. Vamos Laura, ustedes deben haber provocados la ira de ella, sin lugar a dudas! - No Amalia, ella siempre es igual, es como una autmata, parece que no siente nada y todo le da lo mismo. Qu poda yo decir? Muy en el fondo tambin rechazaba aquella actitud que jams debi salir de esa docente, poda haber elegido cualquier otro trabajo antes de formar mentes y provocar iras como esa. Me sent

sofocada y mis ojos se humedecieron, pero tena que disimular. . . - Bueno Amalia qu penss? No s qu decir. . . Cmo qu no sabs? Acaso vos no te das cuenta que ninguno de nosotros va a aprender Matemtica en estas condiciones y que todos nos iremos a examen? Contestame! . . . Todos venimos a estudiar, algunos presionados por nuestros padres y otros porque nos gusta, pero a veces cuando nos encontramos con estas cosas, nos dan ganas de dejarlo todo y huir. . .s, huir de este liceo, de esa vieja horrible, sentimos ganas de decirle muchas cosas, pero nos callamos, ella es la profe No? Aunque algunas veces alguien le contesta groseramente. Cmo poda yo slo con palabras, revertir esa ingrata situacin? Me sent impotente. Poda yo acaso encarar a la profesora Dora? Claro que no! Quin era yo? No tendra ella razn? No venimos a este Instituto a ganarnos nuestro sueldo? Yo tambin deba cobrar mi sueldo y subsistir con l, pero debo reconocer que la diferencia est en que yo amo mi profesin, el contacto con los adolescentes, el intercambio generacional, el aprender a diario, poner a prueba mis ideas, recibiendo la reconfortante tarea, de llevar conocimientos con humanismo. Realmente enseamos cuando es imposible trasmitir conocimientos? . . . En una fbrica, pens. . . nos descalificaran por bajo rendimiento o incapaz, si alguna de las piezas por la cual respondemos se desforma, o no funciona. Qu ocurre entonces cuando un profesor no puede trasmitir lo que sabe, o no sabe hacerlo? Sin embargo no lo descalifican, nadie inspecciona o regula, no hay control de calidad. Yo pienso. . . cunto ms alto sea el nivel del grupo, habra ms puntos para el docente. . . o no? No consigo encontrar la verdad, no s si es real lo que pienso, o slo es una fantasa de mi mente trastornada, porque a esta altura ya no comprendo, qu es lo que est bien o equivocado. Qu decirle entonces a Laura? Ya todo estaba hecho, ellos queran huir del liceo, de nosotros. Cmo detener esto? Es evidente que debo pedir ayuda para dilucidar mis interrogantes, mis ideas, mis dudas permanentes frente a los dems, al mundo. Necesito encontrar el camino correcto, o por lo menos el que ms se aproxime a l. Comenc a mirar desde el punto de vista de mis colegas, todos trabajan en varios liceos, tienen adjudicadas muchas horas, un salario pequeo, luego cuando llegamos a clase nos falta todo, desde un pizarrn desgastado y roto, un proyector que no existe, no hay tizas, muchas veces alguno de ellos ha contado, que debi llevar bizcochos temprano, en la maana, porque tal o cual alumno no pudo tomar un simple

desayuno en su casa por falta de medios, una ventana sin vidrio cubierta con una caja de cartn, las sillas rotas y despintadas, muchos graffiti en las paredes agrediendo quin sabe a quin, porque agraden aquellos que estn agredidos y estos muchachos lo estn, por nosotros, por nuestra sociedad, por el mundo que les resta un espacio. Alto! aqu tenemos mentes que debemos rescatar y formar. . . Faltaba muy poco para llegar al consultorio y en mi mente an se fundan las terribles dudas, que decidiran definitivamente mi conducta a seguir. El viento fresco rasgaba mi rostro, pareca purificarme de aquellos opresores y confusos pensamientos, confusin ingrata y angustiante. Mis pasos se detenan ante aquella luz roja que me impeda cruzar la calle y senta deseos de huir, esconderme no enfrentar todo esto. En el fondo, mis colegas tenan razn, no existen los medios suficientes para atender las necesidades de la educacin, sin embargo se producen gastos en otras reas, que no son tan importantes para el individuo. Por qu? La educacin es fundamental, es la primera formacin de valores. Es el enriquecimiento diario de conocimientos, es el privilegio de un pas, no podemos creer que colmando nuestras escuelas primarias de computadoras y dando alimentos en las aulas, estamos logrando lo mejor. No es cierto. Eso no basta, debemos invertir en nuestros muchachos. . . Invertir? Cmo? En calidad de docencia, en especializaciones humanas, en test sicolgicos a los docentes, para saber si estn capacitados en formar mentes, considerar sueldos acordes con la tarea que realizan. Realmente a veces estoy cansada de hablar, me duele la garganta de esforzar mi voz, de cargar los escritos y corregir con justo criterio a cada estudiante, sin mirar su nombre para no verme prejuiciada... Educar es un trabajo como cualquier otro o no? No, claro que no, educar es compartir conocimientos, dilucidando dudas, es apostar a lo ms alto, es invertir en esas mentes colmadas de interrogantes, educar es inversin. Un pas que educa, es un pas que va ha destacarse siempre, un pas que cuida sus medios de comunicacin, para que estos no violen las reglas gramaticales, los valores, o no utilicen la violencia y el sexo para vender tal o cual producto, es un pas que apuesta a lo mejor de su gente, a la dignidad humana. Es evidente que no puedo ms, casi no puedo caminar, estoy cansada de seguir este camino de lucha interior, es algo que no puedo cambiar sola. Y mis muchachos? Bueno quizs me olviden pronto. . . Ya estoy cerca del consultorio. . . decidir es muy difcil Cmo puedo apartarme de lo que ms quiero en mi vida? Cmo puedo dejar mis clases, mis charlas, sin sentir un dolor profundo muy dentro de m? Haba caminado sin parar varias horas, recorrido la rambla, observando a la gente pasar a mi lado, mientras en mi cerebro fluan los pensamientos

absurdos. De pronto, cruc la calle sin mirar que el semforo estaba en rojo y un coche fren bruscamente, desde la ventanilla alguien grit un sin fin de disparates, nada me import, segu caminando y me detuve en el edificio, donde supuestamente el Dr. Velsquez me esperaba. Me encontraba perdida, confusa, tropec en el escaln, el portafolios se abri y mis carpetas se desparramaron en el suelo. El portero se acerc muy amable y trat de ayudarme, pero yo slo quera escapar, huir, desaparecer. . . Guard todo rpidamente y le agradec, tom el ascensor que me conduca al piso cuarto. Un corredor oscuro llevaba hacia el fondo, all se encontraba una puerta cerrada, con un cartel que deca: Entre sin llamar. Entr. Las personas que all se encontraban, se vean confusas y perdidas en un mundo diferente, sus rostros preocupados, repletos de interrogantes y sus manos estaban inquietas esperando Esperando qu? Una solucin a sus problemas? Una respuesta segura? Una serie de medicaciones para conciliar el sueo? Un ansioltico para la angustia? Un calmante para evitar suicidarse? No, yo no puedo quedarme aqu, mi angustia es grande, pero no puedo escoger este camino, pensando que alguien como un doctor decida por m. Creo que me senta rara en ese consultorio, las miradas de los dems me recorran como si quisieran adivinar lo que me ocurra. Retroced y apret con fuerza todo el tesoro que llevaba en mi portafolio, bajo la mirada perpleja de la enfermera que me interrogaba, mientras extenda su mano, solicitndome los datos personales para llenar la ficha. Me extendi un recibo por la visita, esa visita que deba pagar por unos minutos de alivio o desesperacin que me dara el doctor. Sin decir palabra alguna, volv la espalda y me march. Me pareci escuchar que me llamaba, pero corr hacia afuera, corr hacia la puerta de salida y escap antes que alguien me indujera en esta decisin que yo misma deba tomar. Era tarde ya, la noche haba encendido sus estrellas y estaba algo fresco, senta el aire del mar hmedo, mezclndose con mis lgrimas y mi desesperacin. Me pareca escuchar. . . - Amalia Cmo definiras el amor? Amalia hoy estoy horrible, mis padres se separaron. Amalia puede existir el amor como Romeo y Julieta? Amalia, Amalia, Amalia. . . Basta, lo he decidido, se termin, renunciar a mis muchachos, ya no tengo respuestas, ya no puedo seguir educando con humanidad, me

golpeo una y otra vez. . . La plaza estaba desierta y me sent en un banco, bajo el farol que iluminaba mi portafolio repleto de tantos y tantos escritos que ya no corregira jams, ya no volvera a verlos nunca. Tal vez cuando crezcan recordarn a una pobre loca, que slo supo quererlos demasiado y no fue capaz de pelear por ellos. . .