Ya tarde en la noche

Son estas horas, casi media noche, en que mis ojos están por cerrarse, mi cabeza ya no razona como a tempranas de la mañana pero aun así siento el deseo de escribirte. Hace algún tiempo me preguntabas si quería enamorarte con palabras, puede que no tenga respuesta certera pero la verdad es que mi corazón siente que sí.

Si quiero enamorarte, no solo con palabras que es lo que mejor me sale sino con hechos, con tiempo, con espacio, con un corazón tibio en un clima frio como en el que me encuentro.

No solo quiero que te enamores de mis palabras porque sé que me resultara difícil algún día escribirlas, ya no tendré buena memoria o simplemente me saldrá mejor decírtelas a ti. Quiero enamorarte a punta de sentimientos y que mis sentimientos se enamoren de ti.

Eres la casualidad más hermosa que aquel jueves me pudo haber pasado, aun no le veo explicación ni tampoco quiero vérsela, todo pasa por algo y este algo paso porque en ese momento eras para mí y yo para ti.

Son estas las horas en que ya el cansancio del día cobra cuentas pero no antes de darme el ultimo chance para escribirte aquí cuanto te quiero, como escuchar una canción y no poderla sacar de la mente hasta que entiendes su letra, le oyes nuevos instrumentos a diario y un día finalmente haces de tu día esa canción, con la única diferencia de tiempo, una canción que dura poco pero que significa mucho y un vida que pasa a ritmo de canciones románticas, unas suaves y otras no tanto, llamativas por su sentir y tremendas al dedicar.

Ya tarde en la noche te escribo lo que hace mucho no entendía, el “porque” de siempre, el “no se” que vacila y el coraje que nunca flaquea. Así es, aquí es, aquí fue, lejos o no lejos, con la neblina a mis pies o el cielo despejado, “siempre” aquí.