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XXVIII CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA INTERNA (SEMI) y XII CONGRESO CATALANO-BALEAR DE MEDICINA INTERNA Barcelona, 21-24 de noviembre de 2007 COMITÉ ORGANIZADOR Presidente: Dr. Ramón Pujol Farriols Dr. Josep A. Capdevila Morell Dr. Pedro Conthe Gutiérrez Dr. Jordi Delás Amat Dr. Germán Delgado Moreno Dr. Vicent Fonollosa Pla Dr. Alfons López Soto Dr. Carles Miret Mas Dr. Santiago Montull Morer Dr. César Morcillo Serra Dr. Ferran Nonell Gregori Dr. Lucio Pallarés Ferreres Dr. Emilio Salgado García Dra. Roser Solans i Laque Dr. Antonio Vidaller Palacín Dr. Miguel Vilardell Tarrés COMITÉ CIENTÍFICO Presidente: Dr. Antonio Vidaller Palacín Dr. Miguel Ángel Berdún Chéliz Dr. Josep A. Capdevila Morell Dr. Ricard Cervera Segura Dr. Pedro Conthe Gutiérrez Dr. Adolfo Díez Pérez Dr. Francesc Formiga Pérez Dr. Javier García Alegría Dr. Víctor González Ramallo Dr. Joan Lima Ruiz Dr. Alfons López Soto Dr. Manuel Monreal Bosch Dr. Manuel Montero Pérez-Barquero Dra. Blanca Pinilla Llorente Dr. Ramón Pujol Farriols Dra. Pilar Román Sánchez Dr. Ángel Sánchez Rodríguez Dr. Carles Tolosa Vilella

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  • XXVIII CONGRESO NACIONAL DE LASOCIEDAD ESPAOLA DE MEDICINAINTERNA (SEMI)

    y

    XII CONGRESO CATALANO-BALEARDE MEDICINA INTERNA

    Barcelona, 21-24 de noviembre de 2007

    COMIT ORGANIZADOR

    Presidente: Dr. Ramn Pujol Farriols

    Dr. Josep A. Capdevila MorellDr. Pedro Conthe GutirrezDr. Jordi Dels AmatDr. Germn Delgado MorenoDr. Vicent Fonollosa PlaDr. Alfons Lpez SotoDr. Carles Miret MasDr. Santiago Montull MorerDr. Csar Morcillo SerraDr. Ferran Nonell GregoriDr. Lucio Pallars FerreresDr. Emilio Salgado GarcaDra. Roser Solans i LaqueDr. Antonio Vidaller PalacnDr. Miguel Vilardell Tarrs

    COMIT CIENTFICO

    Presidente: Dr. Antonio Vidaller Palacn

    Dr. Miguel ngel Berdn ChlizDr. Josep A. Capdevila MorellDr. Ricard Cervera SeguraDr. Pedro Conthe GutirrezDr. Adolfo Dez PrezDr. Francesc Formiga PrezDr. Javier Garca AlegraDr. Vctor Gonzlez RamalloDr. Joan Lima RuizDr. Alfons Lpez SotoDr. Manuel Monreal BoschDr. Manuel Montero Prez-BarqueroDra. Blanca Pinilla LlorenteDr. Ramn Pujol FarriolsDra. Pilar Romn SnchezDr. ngel Snchez RodrguezDr. Carles Tolosa Vilella

  • Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:1-17 1

    ENFERMEDADES INFECCIOSAS

    A-14FACTORES DE ASOCIACIN CON LA ESTEATOSIS HEP-TICA EN PACIENTES COINFECTADOS POR EL VIH Y ELVHCJ. Pascual Pareja1, A. Caminoa2, J. Arribas1, J. Larrauri2,M. Lpez Diguez1, O. Madridano1, J. Pao1 y J. Pea11Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Anatoma-Patolgica.Hospital Universitario la Paz. Madrid.

    Objetivos. La esteatosis es un hallazgo frecuente en las biopsiashepticas de los pacientes coinfectados por el VIH y el VHC.Investigamos los factores asociados a la presencia y a la severidad dela esteatosis y la asociacin con otros parmetros histolgicos: lafibrosis y la actividad necroinflamatoria. Material y mtodos. Estudio retrospectivo de 163 pacientes coinfec-tados por el VIH y el VHC a los cuales se les realiz biopsia hepti-ca para valorar el dao heptico con fin de plantear tratamiento delVHC. La actividad necroinflamatoria y el grado de fibrosis eranmedidos segn el sistema de Scheuer. La esteatosis era estimadaacorde con el % de hepatocitos afectados. Los criterios de exclusineran antgeno de superficie de hepatitis B positivo y tratamiento pre-vio de VHC. Se realiz un anlisis de regresin logstica para deter-minar las variables asociadas a la presencia y a la severidad de laesteatosis (ms del 30% de los hepatocitos). Resultados. Las principales caractersticas de la muestra eran: 76%hombres, 99% exADVP, media de edad de 38 4 aos, mediana deduracin estimada de la infeccin por VHC de 20 aos (16-22), 56%tenan diagnstico de SIDA, 15% abuso previo de alcohol, 22% con-sumo actual de alcohol, 53% tenan genotipo 1 de VHC, 28% tipo 3,mediana de CD4 de 486 (357-650), el 44% tenan carga viral VIHindetectable, 83% haban recibido TARGA y un 78,5% lo recibanactualmente. Un 25% de las biopsia hepticas tenan fibrosis avanza-da (35 F3, 6 F4), 28% tenan una actividad necroinflamatoria de 3 4 y un 65% mostraban esteatosis (17% en > 30% de hepatocitos).Los factores asociados (p < 0,05) con la presencia de esteatosis en elanlisis multivariante fueron un peso > 75 kg con una OR de 6,4(2,4-17,1) y una p = 0,001, el consumo actual de alcohol con unaOR de 5,7 (1,6-20) y una p = 0,006, el tratamiento actual con D4Tcon una OR de 3,1 (1,3-7,5) y una p = 0,012, el tratamiento actualcon lopinavir-ritonavir con una OR de 0,2 (0,1-0,7) y una p = 0,008,y la presencia de fibrosis avanzada (F3y4) con una OR de 9 (2,8-29,4)y una p = 0,001. Los factores asociados con la presencia de esteato-sis moderada-severa (> 30% de los hepatocitos) en el anlisis multiva-riante fueron: un consumo actual de alcohol con una OR de 4,1 (1,5-11,3) y una p = 0,006, una viremia VHC > 140.0000 con una ORde 3,6 (1,2-10,3) y una p = 0,018, el genotipo 3 con una OR 6,3(2,1-18,5) y una p = 0,001,y la presencia de fibrosis avanzada conuna OR de 3 (1,2-8,1) y una p = 0,024. No hubo asociacin estads-ticamente significativa entre los diferentes tipos de tratamiento anti-rretroviral y la presencia de esteatosis moderada-severa.Discusin. Debido a que tanto la presencia de esteatosis como laseveridad de la misma tienen una clara asociacin con la fibrosis

    avanzada; conocer y, si es posible, evitar los factores asociados ala esteatosis, podra tener un beneficio en la progresin de la hepa-topata. En el anlisis univariante la actividad necroinflamatoriaest asociada con la presencia de esteatosis; aunque no se demues-tra en el multivariante, por la fuerte asociacin entre la actividadnecroinflamatoria y la fibrosis con una de OR de 27,4 (10,9-69,2)y una p < 0,001. Entre los factores evitables asociados a la presen-cia de esteatosis se encuentran: el consumo de alcohol, el sobrepe-so y el tratamiento con D4T. El tratamiento con lopinavir-ritonavirpodra ser un factor protector de esteatosis, estudios prospectivosy aleatorizados seran necesarios para demostrarlo. La severidad dela esteatosis tiene un claro componente de origen viral, demostra-da por la asociacin de sta con la carga viral del VHC elevada yel genotipo 3. Conclusiones. La presencia de fibrosis avanzada est asociada tantoa la esteatosis como a la severidad de la misma. El consumo de alco-hol, el mayor peso, el tratamiento con D4T y la ausencia de trata-miento con lopinavir-ritonavir estn asociados a la presencia de este-atosis. El consumo de alcohol, el genotipo 3 y la carga viral elevadadel VHC se asocia a la severidad de esteatosis.

    A-34EVOLUCIN TEMPORAL DE LA AFECTACIN RENAL ENVIH. ESTUDIO NECRPSICO DE 100 PACIENTESM. Nicolau1, F. Martnez1, C. Fernndez1, V. Giner2,F. Alcacer3, M. Galindo3, C. Monteagudo4 y J. Redn11Servicio de Medicina Interna, 3Unidad de EnfermedadesInfecciosas, 4Servicio de Anatoma Patolgica. Hospital ClnicoUniversitario. Valencia. 2Servicio de Medicina Interna.Hospital Virgen de los Lirios. Alcoy/Alcoi, Alicante.

    Objetivos. Actualmente, la afectacin renal en los pacientes con VIHincluye no slo la nefropata asociada al VIH sino tambin la afecta-cin por inmunocomplejos, la nefrotoxicidad asociada al TARGA yotros frmacos as como la debida a comorbilidades tales como dia-betes, hipertensin y coinfeccin por virus de la hepatitis B y C. Elobjetivo de nuestro estudio es evaluar de forma temporal la afecta-cin renal en el VIH de una serie necrpsica incluyendo pacientes dela eras pre y post-TARGA. Material y mtodos. Se han revisado retrospectivamente datos delas autopsias de 100 sujetos infectados por el VIH entre los aos1984 y 2006. Los sujetos fueron clasificados segn un criterio tem-poral en 3 etapas: pre-TARGA (fallecidos antes de 1997), primerosaos del TARGA (fallecidos entre 1997-1999) y en la etapa actual(2000-2006). La totalidad de las muestras autpsicas renales hansido revisadas especficamente. Para las comparaciones entre losgrupos se han utilizado el ANOVA y el Chi-cuadrado para variablescuantitativas y cualitativas, respectivamente.Resultados. 61 pacientes pertenecan a la era pre-TARGA, 22 a pri-mera etapa del TARGA y 17 a la etapa actual; 78% varones; media-na de edad 36,5 aos; 95% estadio C2-C3; va de contagio ADVP(59%); causas de muerte: infecciones (70%), seguida de las neopla-sias (14%) y de las hepatopatas (9%). Ninguno de los pacientesincluidos en la era pre-TARGA llevaba tratamiento antirretroviral. Enla era TARGA, la informacin del tratamiento antirretroviral faltabaen un 15% de pacientes. De los restantes, un 46% nunca haban

    Monday, September 27th(14:30-16:30 p.m.)

    COMUNICACIONES ORALES

  • recibido TARGA, mientras que cerca de un 39% lo haban tomadoen algn momento de la evolucin. Compararando la etapa pre-TARGA con la era TARGA, la edad de fallecimiento fue significativa-mente mayor en la era TARGA (40,1 a vs 36,1 a, p = 0,036) pro-ducindose adems una disminucin de las muertes por infecciones(81,7% vs 53,8%), y un aumento de fallecidos por neoplasias (10%vs 20,5%) y por otras causas incluyendo las hepatopatas (8,3% vs25,6%, p = 0,011). No hubo diferencias significativas en la va decontagio, niveles de creatinina, ni en el nmero de pacientes coninsuficiencia renal en el momento de la muerte entre grupos. Al com-parar las lesiones histolgicas renales entre las 3 etapas, encontra-mos una tendencia a un mayor nmero de lesiones glomerulares eintersticiales en las etapas del TARGA (60,7%, 63,6% y 76,5%, paralas lesiones glomerulares y 65,6%, 77,3% y 82,4% para las lesionesintersticiales) aunque sin alcanzar significacin estadstica (p = 0,486y p = 0,308, respectivamente). En los tbulos la frecuencia de lesio-nes fue muy similar (96,7%, 95,5% y 94,1%, p = 0,880) as comolas categoras de diagnstico final, aunque se observ una tendenciaa la reduccin del nmero de casos de nefritis sptica en las etapasdel TARGA (21,8%, 20% y 11,8%, p = 0,754). Se encontraron 4casos de nefropata asociada al VIH, 2 en la etapa pre-TARGA y uncaso en cada uno de los siguientes perodos ambos en pacientes tra-tados. No se encontraron diferencias en la afectacin renal entre lospacientes con TARGA y los no tratados. Conclusiones. Las lesiones histolgicas renales en la infeccinpor VIH son muy prevalentes, presentando escasa repercusin enla funcin renal valorada por los niveles de creatinina plasmtica.La coexistencia en la mayor parte de los pacientes de lesiones avarios niveles, sugiere la etiologa multifactorial del dao renalposiblemente en relacin tanto a las causas de muerte como a losposibles tratamiento nefrotxicos que estaban recibiendo en elmomento del xitus. No hemos encontrado diferencias en la afec-tacin renal pre y pos-TARGA pese a la edad ms avanzada de lospacientes de la era TARGA, la disminucin de las muertes porinfecciones y la historia previa de toma de frmacos antirretrovi-rales nefrotxicos. Finalmente, la NAVIH es muy poco frecuenteen nuestro medio.

    A-36CARACTERSTICAS CLNICAS DE LOS PACIENTES COIN-FECTADOS VIH-VHC QUE HAN RECIBIDO TRATAMIENTOFRENTE AL VHCF. Jan guila, M. Zamora Pasadas. C. Garca Garca,D. Esteva Fernndez, V. Manzano, C. Hidalgo Tenorio,J. Pasquau Liao y M. Lpez RuzUnidad Infecciosas. Servicio Medicina Interna. HospitalUniversitario Virgen de las Nieves. Granada.

    Objetivos. Introduccin: la hepatitis crnica por el virus de la hepa-titis C (VHC) es una de las principales causas de morbi-mortalidad enpacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana(VIH) en pases occidentales. Los pacientes coinfectados presentanuna evolucin ms rpida a cirrosis, un mayor riesgo de toxicidadheptica del tratamiento antirretroviral y una menor eficacia del tra-tamiento de la hepatitis C. Objetivos: analizar las caractersticas cl-nicas y analticas, la eficacia del tratamiento y la incidencia de efec-tos secundarios en los pacientes coinfectados VIH-VHC tratados ennuestro hospital. Material y mtodos. Estudio descriptivo de los pacientes coinfecta-dos VIH-VHC que han recibido tratamiento para la hepatitis crnicapor VHC en el Hospital Virgen de las Nieves desde 2002 hasta2006. Revisin de la base de datos de nuestro Hospital aplicando elprograma SPSS. Resultados. De los 594 pacientes VIH en seguimiento por nuestraUnidad, 271 presentaba coinfeccin VIH-VHC (45,6%). De elloshaban iniciado tratamiento 48 (17,7%). La edad media era 41,74 (4,6) aos. 81% eran varones. El 80% reciba tratamiento antirretro-viral de alta eficacia (TARGA). La media de CD4 al inicio del trata-miento era de 546 cel/mL. El 40% presentaba genotipo 3; un 5,7%el genotipo 2; el 31,4% un genotipo 1 y el 22,9% un genotipo 4.La carga viral del VHC antes del tratamiento era de 1.655.000UI/mL. Se realiz biopsia heptica al 85% de los pacientes con indi-cacin de tratamiento, siendo el grado histolgico ms frecuente la

    hepatitis crnica activa periportal G2 E2. Hubo un 45% de interrup-ciones del tratamiento, el 17,2% por efectos secundarios, un 18,2%por no respuesta y un 10% por abandono voluntario. Los efectosadversos ms frecuentes que obligaron al abandono del tratamientofueron un intenso cuadro pseudogripal (38,5%), la mielosupresin(30%) y los transtornos psiquitricos (23%). El 76,3% fueron trata-dos con interferon pegilado alfa 2a ms ribavirina y el resto coninterferon pegilado alfa 2b ms ribavirina. De los pacientes que ini-ciaron el tratamiento, el 48,1% respondi al final del tratamiento yel 31,8% mantiene una respuesta virolgica sostenida a los seismeses. Los genotipos con mejor tasa de respuesta fueron el 2 y el 3(con un 100% y un 63,6% respectivamente), seguidos por genotipo1 con un 20% y el tipo 4 con un 33,3%. Conclusiones. La prevalencia de coinfeccin VIH-VHC en nuestraserie fue algo mayor que la detectada en Europa Occidental (33%) yalgo inferior con respecto a otras series espaolas. La mayora de lospacientes presentaban un buen estado inmunolgico antes decomenzar el tratamiento de la hepatitis C, estando un 80% conTARGA. El porcentaje de respuesta al tratamiento fue del 48,1%(mejor respuesta genotipos 2 y 3). Este porcentaje era inferior alobservado en estudios controlados, pero parecido al observado enalgunas series llevadas a cabo en condiciones reales. No haba datossuficientes para estimar cul de los dos interferones utilizados era elms eficaz.

    A-124PSEUDOMONAS AERUGINOSA EN EL ESPUTO DE PA-CIENTES HOSPITALIZADOS POR EPOC. IMPLICACIONESPRONSTICASM. Salvad Soro1, C. Garca Vidal1, M. RodrguezCarballeira1, E. Cuchi2, J. Heredia3 y P. Almagro11Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Microbiologa,3Servicio de Neumologa. Hospital Mutua de Terrasa.Terrassa, Barcelona.

    Objetivos. A pesar de que el aislamiento de Pseudomonas aerugino-sa (PA) en el esputo durante la exacerbacin se ha relacionado conun mayor deterioro funcional respiratorio en pacientes con EPOCexisten pocos datos acerca del valor pronstico de estos aislamien-tos. El objetivo de nuestro estudio fue analizar la mortalidad tras elalta hospitalaria en pacientes ingresados por exacerbacin de EPOCy que presentan PA en el esputo de ingreso. Material y mtodos. Se estudiaron prospectivamente todos lospacientes que ingresaron en nuestro centro por exacerbacin de suEPOC entre el 1 de junio del 2003 y el 30 de septiembre del 2004.Al ingreso se registraron los datos epidemiolgicos y se recogi uncultivo de esputo. Al mes del alta se realiz una espirometra basalcon prueba broncodilatadora. La mortalidad se evalu con los regis-tros hospitalarios y/o contacto telefnico con el paciente o familia.El seguimiento se complet durante el mes de Enero del 2007. Lospacientes en los que se aisl PA al menos una vez (grupo PA) fueroncomparados con aquellos en los que no se aisl PA (grupo no-PA).Para el anlisis estadstico se utilizaron las curvas de Kaplan-Meier yel anlisis de regresin logstica de Cox. Este ltimo se utiliz tam-bin para el anlisis multivariante. Resultados. Se incluyeron 188 pacientes (178 hombres), con unamedia de 72 aos (DE 11). El 75% eran exfumadores mientras queel 23% eran fumadores activos. Segn la clasificacin GOLD, 65(34,6%) pacientes presentaban una EPOC moderada, 95 (50,5%)severa y 26 (13,8%) muy severa. Se obtuvo un cultivo de esputo debuena calidad en 119 pacientes, de ellos en el 55% de los casos seaisl flora saprfita. PA fue el microorganismo patgeno ms fre-cuente (23%), seguido de S. pneumoniae y H. influenza (ambos9%) y M. catharralis y enterobacterias (ambos 2%). La mediana deseguimiento fue de 923 das (mnimo 4-mximo 1.280; rango inter-quartil 25%-75%: 555-1081). La mortalidad fue del 61,3% en elgrupo PA y 37,2% en el grupo no-PA (p = 0,0039, OR 2,18; IC95%: 1,28-3,71). La significacin estadstica persista en el modelomultivariante, despus de ajustar por edad y FEV1.Conclusiones. Los pacientes en los que se asla PA en el esputodurante una hospitalizacin por exacerbacin de EPOC presentanuna mortalidad en los 3 aos siguientes significativamente mayor queel resto, independientemente de la edad y el FEV1.

    COMUNICACIONES ORALES

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  • PACIENTE PLURIPATOLGICO/EDADAVANZADA

    EA-2SITUACIN NUTRICIONAL DEL PACIENTE ANCIANO QUEINGRESA CON NEUMONA EXTRAHOSPITALARIA DU-RANTE EL EPISODIO Y TRAS EL ALTA H. Mendoza Ruiz de Zuazu1, C. Martn-Muoz1,O. Abdallaoui1 y G. Tiberio Lpez21Servicio de Medicina Interna. Hospital Nuestra Seora deSonsoles. vila. 2Servicio de Medicina Interna.Hospital Virgen del Camino. Pamplona/Irua, Navarra.

    Objetivos. Analizar la situacin nutricional bsica de la Neumona enel anciano (NEA) durante el ingreso y a los 6 meses tras el alta y surelacin con la mortaliidad durante el episodio y al ao del alta. Material y mtodos. Estudio prospectivo en todos los pacientesmayores de 65 aos con neumona ingresados en Medicina Internadurante dos aos. Se registraron sus datos demogrficos, clnicos yla situacin basal de los siguientes parmetros nutricionales: Peso,Talla, ndice de Masa Corporal (IMC), Impedanciometra, Circunfe-rencia media del brazo (CMB), Pliegue tricipital (PT), linfocitos tota-les, albmina, protenas totales, transferrina, ferritina, hemoglobina,colesterol. Se dividieron dos grupos en funcin del IMC > o < 20 yalbuminmia > o < 30 g/L. A los seis meses tras el alta se determi-n la evolucin de los parmetros nutricionales. A los seis meses y alao se estudi la asociacin entre la situacin nutricional y la morta-lidad mediante estadsica bivariante y multivariante. Resultados. Se registraron 125 pacientes. El 9% fallecio durante laNEA. El 30% fallecio en el seguimiento ambulatorio. La edad mediafue de 77,8 aos. Un 21% estaba desnutrido (IMC < 20) en elmomento del ingreso y un 30,4% tena una albuminmia < 30 g/L-El peso, IMC, CMB, PT, protenas y albmina se recuperaron signi-ficativamente a los 6 meses tras el alta (p < 0,01) (tabla 1). Lospacientes que fallecieron tras el alta tenan al ingreso menos peso (p= 0,046), CMB (p = 0,001), PT (p = 0,048) y niveles de albumin-mia (p = 0,02) y hemoglobinmia (p = 0,0009) que los que sobrevi-vieron. Los pacientes que tenan un IMC < 20 o una albuminmia 23,5). La desnutricin fue ms frecuente en pacientes conanemia (65,6% versus 34,4%) (p 0,001). La presencia de anemia enel anlisis bivariado, se asoci de forma estadsticamente significati-va con: la desnutricin (MNA < 17) [OR 1,78 (1,28-2,50)], cncer[OR 1,72 (1,13-2,63)], hepatopata crnica [OR 2,48 (1,33-4,2)],lceras por presin [OR 1,75 (1,10-2,79)], e insuficiencia renal [OR2,10 (1,590-2,78) ]. En el anlisis multivariado la presencia de ane-mia se asoci de forma independiente con la desnutricin (MNA 2 mg/dl, cardiopata isqumica, val-vulopata mitral y artica y neoplasias. La seleccin de los pacientesfue llevada a cabo por 2 mdicos expertos segn criterios clnicos yen caso de duda se consultaba a un tercero. Todos los pacientes fir-maron consentimiento informado. A todos los pacientes se les reali-z encuesta y recogida de datos antropomtricos y peristticos y unaextraccin de sangre en ayunas y decbito supino de NT-proBNP enplasma-EDTA K3. El anlisis estadstico se realiz con el programaSPSS para Windows versin 13.0, aplicando el test de Kolmogorov-Smirnov y de acuerdo a sus resultados posteriormente los tests de U-Mann-Whitney y Chi-cuadrado. Resultados. La edad media de los pacientes fue de 74 aos (DE: 8aos) y el 79,8% de ellos eran hombres. El 20% de los pacientes pre-sentaban fibrilacin auricular (FA), y el 69,7% presentaban sobrepe-so u obesidad. El valor medio del ndice de masa corporal (IMC) fuede 27,19 (DE: 4,83) y el de NT-proBNP 1.289,74 pg/ml (DE:1875). Se observaron diferencias estadsticamente significativasentre los niveles de NT-proBNP con o sin fibrilacin auricular (p 800.000 copias/mL) seasoci con una mayor frecuencia de crioglobulinemia sintomtica,especialmente en los pacientes que adems presentaban una cargaviral elevada del VIH (50% vs 7%, p = 0.001).Conclusiones. Los pacientes con crioglobulinemia asociada al geno-tipo 1 del VHC presentan con ms frecuencia sntomas relacionadascon la crioglobulinemia, especialmente manifestaciones vasculticas.Por el contrario, los pacientes coinfectados VHC-VIH presentan unaprevalencia tres veces inferior de vasculitis. La coinfeccin por VIHparece atenuar las principales manifestaciones clnicas e inmunolgi-cas crioglobulinmicas, excepto en los pacientes con carga viral ele-vada para ambos virus.

    OSTEOPOROSIS

    O-2MORTALIDAD DE LA FRACTURA OSTEOPORTICA DECADERA Y FACTORES PREDISPONENTES, TRAS UN AODE SEGUIMIENTOM. Gonzlez Rozas1, J. Prez Castrilln2 y M. GarcaAlonso31Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Medicina Interna,3Servicio de Traumatologa. Hospital Universitario Ro Hortega.Valladolid.

    Objetivos. Estudiar la mortalidad por fractura de cadera y los facto-res de riesgo asociados que determinan dicha mortalidad, en un hos-pital terciario, tras el seguimiento de un grupo de pacientes duranteun ao de evolucin. Material y mtodos. Se recogieron datos de 170 pacientes, ingre-sados en el servicio de Traumatologa, entre el ao 2005 y 2006. Sevaloraron diferentes factores: hbitos txicos, edad de menarquia,edad de menopausia, amenorrea, nmero de abortos, nmero dehijos, factores de riesgo cardiovascular, fracturas previas, agudezavisual, deterioro cognitivo, situacin funcional previa, enfermedadesconcomitantes, ingesta de calcio y lcteos, exposicin al sol, realiza-cin de ejercicio y toma de frmacos. Al ao se realiz una entrevis-ta telefnica protocolizada y se consult el sistema informtico delhospital, para valorar mortalidad, morbilidad, necesidad de ingresosposteriores y grado de capacidad funcional. Resultados. De un total de 170 pacientes, 21 eran hombres y 149mujeres. Fallecieron 50 pacientes, 9 hombres y 41 mujeres, consti-tuyendo una mortalidad total del 29.31% con un 42.8% de mortali-dad en varones y un 27.52% en mujeres. La mortalidad el primermes fue de 36%, 24% entre el 2-6 mes, 28% entre 6-12 meses yun 12% en el que se desconoce el momento concreto de fallecimien-to. Al realizar el anlisis se constataron diferentes factores asociadosa la mortalidad, estadsticamente significativos: tabaquismo (IC 95%,p 0.045), deterioro cognitivo previo (IC 95%, p 0.05), trastorno

    COMUNICACIONES ORALES

    6 Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:1-17

  • locomotor previo (IC 95%, 0.047), patologa respiratoria (IC 95%, p0.047) y edad de menarquia (IC 95%, p 0.047). Posteriormente serealiz un anlisis de regresin logstica, ajustando los parmetrossignificativos, siendo la patologa respiratoria previa el nico con sig-nificacin estadstica. Discusin. En el conjunto de las fracturas de osteoporticas, la frac-tura de cadera presenta una mayor mortalidad, alcanzando en algu-nas series cifras cercanas al 50%, adems genera una importantemorbilidad, necesidades asistenciales y consumo de recursos econ-micos. Se han hecho distintos estudios descriptivos incidiendo en lamortalidad, pero existen pocos que valoren los factores de riesgo quedeterminan esta evolucin. En nuestro estudio se ha determinado laasociacin de ciertos factores relacionados con la mortalidad, objeti-vndose que el deterioro previo tanto locomotor como cognitivo,junto con una serie de enfermedades concomitantes, confiere unavulnerabilidad especial, siendo la patologa respiratoria previa, la quese ha asociado significativamente a una mayor mortalidad. Conclusiones. Se evidencia cifras de mortalidad similares a otrosestudios existentes, a excepcin de la mortalidad al primer mes quefue mucho ms elevada y se observ que la existencia de patologarespiratoria previa se ha asociado a mayor mortalidad.

    O-6MANEJO DE LA OSTEOPOROSIS EN LOS PACIENTESCON FRACTURA DE CADERAJ. Blzquez1, I. Hermida1, J. Llabrs1, L. Sez1, A. Gato1,R. Delgado2, L. Navarro3 y J. Solera11Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Traumatologa, 3AnlisisClnicos. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete.

    Objetivos. Fundamento: resulta de utilidad conocer el grado de diag-nstico y tratamiento previo de la osteoporosis en los pacientes confractura de cadera. Asimismo, la asistencia mdica durante el ingre-so es una oportunidad para la prevencin secundaria de nuevas frac-turas mediante el tratamiento de la osteoporosis. Objetivos: 1) cono-cer el grado de diagnstico y tratamiento previo de la osteoporosisen los pacientes con fractura de cadera; 2) evaluar los resultados denuestra actividad en cuanto a la prescripcin de tratamiento al altapara la osteoporosis en dichos pacientes. Material y mtodos. El Servicio de Medicina Interna de nuestro hos-pital realiza una labor de asistencia mdica al paciente con fractura decadera durante el ingreso, principalmente enfocada a la patologamdica aguda. El tratamiento de la osteoporosis al alta an no estprotocolizado, si bien se ha implementado desde principios del presen-te ao, procurando seguir las mismas pautas los distintos miembros delequipo. Los pacientes menos ancianos y con buena situacin generalson derivados a la consulta de osteoporosis para estudio y seguimien-to. Hemos analizado los datos referentes al manejo de la osteoporosisen los pacientes ingresados por fractura de cadera durante el perodoenero-junio de 2007. El diagnstico de osteoporosis se recogi comotal segn lo referido en la anamnesis. No se verific si el paciente sehaba realizado en algn momento una densitometra.Resultados. Caractersticas generales. N de pacientes: 225. Sexo:154 mujeres (68,4%) y 71 varones (31,6%). Edad: 47-98 aos, media81,3 8 aos. El resto de factores epidemiolgicos generales y facto-res de riesgo de fractura son objeto de otra comunicacin. Referandiagnstico previo de osteoporosis 27 pacientes (12,0%). Estaban entratamiento 20 pacientes (8,9) %. Al alta se prescribi tratamiento a 79(35,1%), con la distribucin que aparece en la tabla la tabla 1. Asimismose derivaron a la consulta de osteoporosis 10 pacientes (4,4%). Conclusiones. 1) El grado de diagnstico previo de osteoporosis enlos pacientes con fractura de cadera, en nuestro medio, es muy bajo.2) El porcentaje de pacientes con tratamiento previo tambin es muybajo. 3) Hemos conseguido mejorar de forma notoria, aunque insu-ficiente, la situacin en cuanto al tratamiento. 4) Es necesaria unapauta de actuacin protocolizada, conjuntamente con Traumatologa

    y Atencin Primaria, para evitar la aparicin de nuevas fracturas enestos pacientes.

    O-8INFLUENCIA DE LA ABSTINENCIA SOBRE LA OSTEOPA-TA DEL PACIENTE ALCOHLICOJ. Alvisa Negrn, E. Gonzlez Reimers, E. RodrguezRodrguez, E. Garca-Valdecasas Campelo, M. SnchezPrez, A. Martinez Riera, A. Lpez Lirola y F. SantolaraFernndezServicio de Medicina Interna. Hospital Universitario deCanarias. San Cristbal de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife.

    Objetivos. El alcoholismo crnico se asocia a una osteopata meta-blica con un descenso de la masa sea por efecto directo del etanolal inhibir la sntesis sea. Las consecuencias de la abstinencia alco-hlica sobre la masa sea son poco conocidas por lo que hemos ana-lizado la evolucin de la masa sea de 64 pacientes alcohlicosingresados en nuestro hospital y hemos evaluado su relacin con laabstinencia etlica en un perodo de 6 meses tras el alta hospitalaria. Material y mtodos. A los pacientes includos en el estudio se les interro-g en relacin al patrn de consumo de bebidas alcohlicas, as como his-toria previa de sndrome de abstinencia o intento de desintoxicacin, unaDensitometra sea una vez estables en planta y a los 6 meses tras el altahospitalaria (slo a 41 de ellos). Se determinaron a su vez niveles sricosde Osteocalcina, PTH, Hormonas tiroideas, Cortisol, Vitamina D, Telo-pptido, IGF-1 adems de pruebas de funcin heptica durante su ingre-so. Las determinaciones se repitieron al sexto mes. Comparamos losresultados obtenidos con los de un grupo control de similar edad y sexo. Resultados. Encontramos que los pacientes alcohlicos presentabanuna disminucin de la masa sea en relacin con los controles sanosen la mayora de las reas analizadas, as como niveles ms bajos devitamina D y osteocalcina. Despus de 6 meses los pacientes absti-nentes presentaron una mejora significativa a nivel del tringulo deWard (p < 0,05), pelvis (p < 0,007) as como en otras reas analiza-das; adems de un incremento marcado de osteocalcina (p < 0,03)y vitamina D (p < 0,01). Conclusiones. Estos resultados muestran que la abstinencia alcoh-lica puede mejorar la osteopata mediada por alcohol, as como lashormonas involucradas en la sntesis sea.

    RIESGO VASCULAR

    RV-51RIESGO CORONARIO MEDIO DE PACIENTES CON SNDRO-ME METABLICO, HIPERGLUCEMIA DE AYUNO Y DIABE-TES. PUEDEN DEFINIRSE SUBGRUPOS DE ALTO RIESGO?F. Del Valle Gutirrez1, Y. Schmolling Guinovart2,A. Moreno Fernndez1, M. Aylas Guzmn1, B. OteroPerpi1, R. Snchez Windt1 y J. Flordelis de la Sierra11Servicio de Medicina Interna. Hospital 12 de Octubre. Madrid.2Atencin primaria. CS La Solana, Talavera de la Reina, Toledo.

    Objetivos. Determinar el riesgo cardiovascular global medio (SCOREy REGICOR) de los pacientes con sndrome metablico (SM), y estra-tificarlo segn sexo, edad, nmero de criterios, hiperglucemia y dia-betes, a fin de separar subgrupos con riesgo alto, sin necesidad deotras determinaciones.Material y mtodos. En mayores de 50 aos de un cupo mdico deAP (94,6% del total) realizamos historia, exploracin y pruebas comple-mentarias necesarias para calcular el riesgo cardiovascular (RCV) segntablas SCORE y REGICOR y diagnsticar SM segn los criterios esta-

    COMUNICACIONES ORALES

    Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:1-17 7

    Tabla 1. Tratamiento de la osteoporosis al ingreso y al alta (N = 225) (O-6).

    Tratamiento Calcio+ Vit. D global Calcio+ Vit. D solo Alendronato Risedronato Otros Total

    Ingreso N (%) 18 (8,0%) 5 (2,2%) 6 (2,7%) 6 (2,7%) 3 (1,3%) 20 (8,9%) Alta N (%) 77 (34,2%) 50 (22,2%) 14 (6,2%) 13 (5,9%) 2 (0,9%) 79 (35,1%)

  • blecidos por el ATP-III. Comparamos el RCV medio de los pacientescon SM (diabticos y no diabticos) con el de un grupo control. Para elanlisis de datos utilizamos el paquete estadstico SPSS.Resultados. Incluimos 581 pacientes, de los cuales 179 (30,8%) ten-an SM. En sujetos no diabticos, el RCV medio fue mayor en lospacientes con SM (p < 0,001), pero an fue insuficiente para conside-ralos de riesgo alto. Sin embargo, si estratificamos por edades (tabla1), segn REGICOR los hombres entre 60 y 70 aos tuvieron un RCVmedio alto, mientras que con las SCORE todos los varones mayoresde 60 aos tuvieron dicho riesgo. En sujetos diabeticos el RCV mediocon y sin SM super el nivel de riesgo alto y las diferencias no fueronsignificativas (p = 0,171). Finalmente, para ambas tablas, el RCVmedio de los pacientes (tabla 2) con cinco criterios de SM, supera elnivel de riesgo alto y adems es ms elevado (p = 0,028) que el ries-go medio de los subgrupos con tres y cuatro criterios. Discusin. La presencia de SM no es suficiente para diagnsticarriesgo alto. Sin embargo, los varones con SM y 60 a 70 aos, cincocriterios o Diabetes Mellitus, deberan ser considerados de alto ries-go y subsidiarios de teraputica intensiva. Estos hallazgos nos permi-ten reestratificar ms 25% de los pacientes, evitando pruebas espe-ciales. No hemos encontrado, en contra de lo sealado previamen-te, mayor riesgo en los pacientes con cuatro criterios. Conclusiones. Los varones con SM de 60 a 69 aos, o con cincocriterios diagnsticos presentes o diabtes, deberan ser consideradosde alto riesgo sin necesidad de realizar otro tpo de pruebas, y portanto ser sometidos a teraputica intensiva

    RV-111CARACTERSTICAS DIFERENCIALES DE PACIENTES CONRIESGO CARDIOVASCULAR DISCORDANTE SEGN LASESCALAS SCORE Y REGICORD. Lpez Carmona1, S. Jansen Chaparro1, L. Valiente deSantis1, A. Baca Osorio2, A. Villalobos Snchez1, R. GuijarroMerino1, J. Cuende Melero3 y R. Gmez Huelgas11Servicio de Medicina Interna, 2Centro de Salud Ciudad Jardn.Complejo Hospitalario Carlos Haya. Mlaga. 3Servicio deMedicina Interna. Complejo Asistencial de Palencia. Palencia.

    Objetivos. Comparar las caractersticas de los sujetos catalogados enlas distintas categoras de riesgo cardiovascular mediante el empleode dos escalas distintas (SCORE y REGICOR). Material y mtodos. Estudio analtico transversal en sujetos mayoresde 18 aos de ambos sexos pertenecientes a una muestra aleatoria dela poblacin atendida en un Centro de Salud urbano del rea Norte

    de Mlaga capital. Las variables incluidas en el estudio fueron edad,sexo, colesterol total, colesterol-HDL, tensin arterial sistlica (TAS),hbito tabquico y diabetes mellitus. Se excluyeron del anlisis lossujetos con antecedentes de cardiopata isqumica, enfermedad cere-brovascular o arteriopata perifrica. En pacientes con diabetes melli-tus la puntuacin obtenida con la escala SCORE se multiplic por 2en varones y por 4 en mujeres. Se dividi a la muestra en cuatro gru-pos segn fuesen clasificados de alto riesgo por ambas escalas, poruna sla de ellas o por ninguna. Se consider alto riesgo cardiovascu-lar una puntuacin de SCORE igual o mayor de 5% o una puntuacinREGICOR igual o mayor de 20%. Se utiliz el paquete estadsticoSPSS, versin 14.0, para llevar a cabo las comparaciones entre losgrupos mediante regresin logstica policotmica, uni y multivariante. Resultados. Se incluyeron en el anlisis 1.133 sujetos (37% varo-nes). Veinticuatro pacientes (2.1%), fueron catalogados de alto ries-go por ambas escalas (SA/RA), 207 (18.3%) fueron clasificados dealto riesgo por SCORE pero no por REGICOR (SA/RB), y 902(79.6%) fueron considerados de no alto riesgo por las dos escalas(SB/RB). No hubo pacientes que fuesen catalogados de alto riesgopor REGICOR y no lo fuesen por SCORE (SB/RA). En el anlisismultivariante, el grupo SA/RB solo mostr diferencias en los valoresde HDL-Colesterol al compararlo con el grupo SA/RA (p = 0.003).Por el contrario, este grupo SA/RB presentaba diferencias en losvalores de la edad (p < 0.001), colesterol total (p < 0.001), coleste-rol-HDL (p = 0.039), TAS (p < 0.001), diabetes (p < 0.001) y taba-quismo (p < 0.001), cuando se compar con el grupo SB/RB. Lascaractersticas de los tres grupos se presentan en la tabla 1. Conclusiones. En nuestra poblacin, la escala SCORE incluye a mssujetos con riesgo vascular elevado que la escala REGICOR. Los pacien-tes clasificados de alto riesgo con ambas escalas presentan cifras deHDL-colesterol ms bajas que los catalogados slo con la escala SCORE.

    RV-112EFECTO DE TRES PRODUCTOS LCTEOS ENRIQUECI-DOS EN ESTEROLES VEGETALES, OMEGA-3 Y OLEICO,Y CIDO FLICO SOBRE LA RESISTENCIA A INSULINAY EL METABOLISMO DEL COLESTEROL EN SUJETOSCON HIPERCOLESTEROLEMIA POLIGNICAE. Galn Dorado, J. Garca Quintana, P. Prez Martnez,A. Ortiz, J. Ruano, F. Fuentes Jimnez, J. Lpez Miranday F. Prez Jimnez Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario ReinaSofa. Crdoba.

    Objetivos. Estudiar el efecto tres productos lcteos enriquecidos enesteroles vegetales, omega-3 y oleico, y cido flico sobre la resisten-cia a insulina. Secundariamente, evaluar la influencia de esta inter-vencin en funcin del perfil del metabolismo del colesterol.Material y mtodos. Estudio de intervencin diettica, aleatorizado,cruzado, simple ciego, realizado con 29 pacientes con hipercoleste-

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    8 Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:1-17

    Tabla 1. RCV medio de pacientes con SM segnsexo y edad (RV-51).

    SCORE SCORE SCORE REGICOR REGICOR REGICOR H (72) M (83) Total (155) H (72) M (83) Total (155)

    50-59 2,86% 1,5% 2,29% 6,61% 6,64% 6,52% 60-69 7,45% 5,33% 6,32% 10,2% 6,55% 8,24% 70-79 7,58% 5,20% 5,98% 8,73% 7% 7,58%

    Tabla 2. RCV medio segn nmero de criterios (RV-51).

    Criterios Tres (54,8%) Cuatro (34,2%) Cinco (11%) p

    SCORE 4,74% 4,45% 7,76% 0,013 REGICOR 7.0% 7,04% 11,12% 0,007

    Tabla 1. Datos sociodemogrficos y clnico-analticos de los 1.133 pacientes segn las tres categoras establecidas por las dos escalas de puntuacin de riesgocardiovascular (RV-111).

    SA/RA 24 (2,1%) SA/RB 207 (18,3%) SB/RB 902 (79,6%)

    Edad (aos)* 71 6 70 7 44 14 Sexo (varn/mujer)** 24 (100)/0 (0) 100 (48,3)/107 (51,7) 294 (32,6)/608 (67,4) Fumadores** 3 (12,5) 37 (17,9) 206 (22,8) Colesterol total (mg/dl)* 225 34 222 43 203 41 HDL-colesterol (mg/dl)* 45 14 54 14 55 14 TAS (mmHg)* 146 16 139 18 124 16 Diabticos** 9 (37,5) 60 (29) 20 (2,2)

    *Media ds; **Nmero (%).

  • rolemia polignica. Se administraron 3 dietas (con un seguimiento de4 semanas cada una) consistentes en una alimentacin de tipo medi-terrneo y 500 ml de 3 productos lcteos diferentes segn la dieta:enriquecido en esteroles vegetales, con cidos grasos omega-3 y olei-co, y enriquecido en cido flico. Se determin al final de cada per-odo de intervecin, glucosa basal e insulina, estimndose la resisten-cia insulnica mediante el ndice HOMA (homeostais model asses-ment) aplicando el modelo original (HOMA1) y el modelo informati-zado (HOMA2) utilizando el programa informtico HOMA2-calcula-tor v2.2. Se analizaron tambin mediante cromatografa de gases,los niveles plasmticos de fitoesteroles (para evaluar el seguimiento):campesterol, sitosterol y estigmasterol; y el de los precursores decolesterol: lathosterol, Lanosterol y desmosterol, reflejando la snte-sis heptica de colesterol. Resultados. Al comparar el perodo con esteroles vegetales (EV) fren-te al de omega-3 y oleico (N-3) y al de cido flico (AF), observamos,en el grupo de intervencin con esteroles vegetales, un aumento de losniveles plasmticos de insulina (mU/l) (EV: 7,19 2,89 vs N-3: 6,05 2,37 vs Pb 6,09 2,22, p = 0,03) as como de la resistencia a lainsulina determinada a travs de los ndices HOMA 1 (EV: 1,65 0,73 vs. N3: 1,33 0,54 vs Pb: 1,37 0,52; p = 0,03) y HOMA 2(EV: 0,96 0,45 vs N-3: 0,78 0,3 vs. Pb: 0,78 0,28; p = 0,03).El seguimiento de la dieta se confirm por el aumento de fitoesterolesplasmticos en el grupo de EV (Campesterol (mg/dl): EV: 0,94 0,42vs N-3: 0,59 0,24 vs AF: 0,66 0,24; p = 0,001. Sitosterol(mg/dl): EV: 0,83 0,43 vs N-3: 0,6 0,27 vs AF: 0,65 0,25; p= 0,005). No hubo influencia significativa de ninguna intervencinsobre los precursores de sntesis de colesterol. Al analizar por tertilesobservamos que el aumento de resistencia a insulina con la interven-cin con esteroles vegetales es slo significativa en el tertil superior delathosterol (p = 0,025), Lanosterol (p = 0,001) y desmosterol (p =0,03) que traducen una mayor sntesis heptica de colesterol. Discusin. Recientes estudios realizados por el grupo finlands de JussiPihlajamki & Co. demuestran que los sujetos con resistencia a insulinase caracterizan por una absorcin disminuida de colesterol y un aumen-to de su sntesis heptica. Los sujetos con un metabolismo del colesterolcaracterizado por un aumento de la sntesis heptica del mismo (eleva-das concentraciones plasmticas de precursores del colesterol) podranpresentar un aumento de resitencia a la insulina al administrarles produc-tos lcteos enriquecidos en esteroles vegetales. Haran falta ms estudiospara profundizar o descartar una posible relacin entre esteroles vegeta-les y omega-3, y los estados de resistencia a insulina.Conclusiones. Los resultados obtenidos sugieren que una dieta conlcteos enriquecidos en esteroles vegetales podra aumentar la resis-tencia a insulina, en pacientes con hipercolesterolemia polignica,en comparacin con omega-3 y oleico, y cido flico; especialmen-te en pacientes con una predisposicin a la resistencia a insulina,marcada por una sntesis heptica de colesterol aumentada.

    RV-117RELACIN ENTRE NIVELES DE HDL-COLESTEROL YGROSOR DE LA INTIMA MEDIA CARTIDA (IMT) MEDIDAA TRAVS DE ECOGRAFA COMO FACTOR DE RIESGOCARDIOVASCULAR EN POBLACIN CON HIPERCOLES-TEROLEMIA FAMILIAR (FH) E. Valero1, M. Vallejo1, E. Jarauta2 y F. Civeira21Servicio de Medicina Interna, 2Unidad de Lpidos. Servicio deMedicina Interna. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

    Objetivos. Conocer si el grosor de IMT se relaciona con la concen-tracin sangunea de HDL-c, y probar que los niveles elevados deHDL-c actan como factor protector cardiovascular.

    Material y mtodos. Se seleccionaron 157 pacientes HF con diag-nstico gentico procedentes de la consulta de lpidos del HospitalUniversitario Miguel Servet y 166 individuos control. A todos se lesrealiz ecografa carotdea alta resolucion y se obtuvieron datos clni-cos y analticos. Se dividieron en 2 grupos segn sexo y a su vezestos se distribuyeron en 3 grupos segn sus niveles de HDL-c. Resultados. En cuanto al perfil lipdico, no se observaron diferenciasen las cifras medias de HDL-c en ambas muestras, siendo de 52,78mg/dL (IC: +15,091) en grupo FH y de 52,95 mg/dL (IC: +13.948)en grupo control. En cuanto al resto de factores de riesgo cardiovas-cular el IMC medio era similar en ambas muestras. Las cifras de ten-sin arterial sistlica (TAS) y diastlica (TAD) eran mayores en elgrupo FH, as como en consumo medio de cigarrillos. Los resultadoslos presentamos en la tabla de datos adjunta. Discusin. La FH es una enfermedad autosmica dominante que secaracteriza por una elevacin de la concentracin del LDL-c. Lospacientes FH presentan riesgo cardiovascular ms elevado que elresto de la poblacin. Numerosos estudios han probado que nivelessricos bajos de HDL-c suponen un factor independiente de mayorriesgo cardiovascular. El aumento del grosor de IMT es un fenme-no temprano en el desarrollo de la arterioesclerosis. Su medicin pormedio de ecografa ha demostrado ser un predictor de mortalidadcardiovascular. Conclusiones. Los niveles elevados de HDL-c se asocian con unmenor grosor de intima media carotidea en mujeres pero no en hom-bres. Nuestros resultados sugirieron que el HDL-c alto es un factor deproteccin cardiovascular en las mujeres con HF pero no en hombres.

    RV-124AUMENTO EN LA PROFUNDIDAD DE LA PRESIN ARTE-RIAL Y MORBIMORTALIDAD CARDIOVASCULAR: ESTU-DIO MAPEC R. Hermida1, M. Rodrguez2, D. Ayala1, J. Lpez2,L. Chayn2, M. Fontao1, M. Romero2 y C. Calvo21Laboratorio de Cronobiologa y Bioingenieria. Universidad deVigo. Vigo, Pontevedra. 2Unidad de Hipertensin y RiesgoVascular. Hospital Clnico Universitario. Santiago deCompostela, A Corua.

    Objetivos. La correlacin entre el nivel de presin arterial (PA) y el ries-go cardiovascular (RCV) es mayor para las medidas ambulatorias(MAPA) que para la medida clnica de PA. La reduccin de profundi-dad de la PA (descenso nocturno con respecto a la media diurna de laPA) en valores inferiores al 10% (perfil circadiano no-dipper) est aso-ciada con aumento en el dao en los rganos diana en el pacientehipertensode (corazn, cerebro y rin). La posible reduccin del RCVasociada a la modulacin del perfil circadiano de la PA (aumentando laprofundidad) es un tema objeto de debate. El estudio MAPEC (Moni-torizacin Ambulatoria de la Presin arterial y Eventos Cardio-vasculares) fue diseado para investigar si la normalizacin del perfilcircadiano de la PA hacia un patrn dipper, aplicando temporalizacindel tratamiento antihipertensivo (cronoterapia), reduce el RCV. Material y mtodos. En este estudio prospectivo participan 2.848sujetos del rea sanitaria de Santiago de Compostela, 1.427 hom-bres y 1.421 mujeres, de 52,0 14,2 aos de edad. En el momen-to de su inclusin, la PA se monitoriz durante 48 horas consecuti-vas. La actividad fsica se monitoriz simultneamente cada minutocon un actgrafo de mueca, y la informacin as obtenida se utilizapara calcular las medias diurna y nocturna de PA para cada pacien-te, en funcin de su horario individual de actividad y descanso. El dade comienzo de la MAPA se realiz una evaluacin clnico-biolgicade cada paciente, que se repite anualmente o, con mayor frecuencia

    COMUNICACIONES ORALES

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    Tabla 1. Datos en los que se encuentra una diferencias estadisticamente significativas con una p (RV-117).

    Hombres 1 Tertil Hombres 2 Tertil Hombres 3 Tertil Mujeres 1 Tertil Mujeres 2 Tertil Mujeres 3 Tertil(HDL-c: 27-39) (HDL-c: 40-46) (HDL-c: 47-71) (HDL-c: 25-50) (HDL-c: 51-65) (HDL-c: 66-97)

    Edad 43,95 40,60 42,11 48,92 51,25 44,38 IMC 26,9 27,02 26,48 23,82 25,44 23,49 Colesterol total 362,47 358,96 352,33 367,04 381,89 378,92 HDL 35 43,44 (*) 55,78 (*) 42,62 57,79 (*) 77,46 (*) TG 158,63 109,72 111,22 138,19 103,11 93,92 IMT 1,07 0,81 0,84 1,067 1,13 (*) 0,913 (*)

  • (cada 3 meses), si hay que modificar el tratamiento antihipertensivo. Resultados. La mediana del tiempo de seguimiento hasta el momentoactual es de 3,9 aos (rango 0,5 a 6,8). En funcin de la MAPA basal,la morbi-mortalidad cardiovascular fue mayor en los pacientes dipper-extremo (1,8 eventos por 100 pacientes-ao) que en los dipper (1,0) y,aument significativamente en los no-dipper (2,2) y todava, muchoms, en los riser (6,6). Cuando la morbilidad se evalu en funcin delperfil de MAPA ms prximo al evento (o el ltimo perfil disponible enlos pacientes sin evento), los resultados indicaron una disminucin deriesgo en los pacientes dipper-extremo (0,5) y un aumento de morbili-dad en los pacientes no-dipper (2,4) y risers (6,9), sin que se observencambios en los sujetos dipper (1,1). La profundidad de la PA sistlicaaument durante el tiempo de seguimiento en los pacientes que no pre-sentaron eventos y disminuy en un 23% en los pacientes que desarro-llaron eventos cardiovasculares (p < 0,001 entre grupos). Conclusiones. La probabilidad de supervivencia sin evento cardio-vascular se correlaciona, de forma significativa, con la profundidadde la PA, lo que apoya la utilidad de la MAPA para la valoracin deriesgo cardiovascular de los pacientes hipertensos. Los resultadosindican que aumentar la profundidad hacia un patrn dipper median-te la temporalizacin del tratamiento antihipertensivo (cronoterapia)disminuye el riesgo cardiovascular, mientras que disminuir la profun-didad (asociado frecuentemente con la utilizacin de frmacos anti-hipertensivos en administracin slo matutina) puede aumentar lamorbilidad y la mortalidad cardiovascular.

    RV-125PRONSTICO CARDIOVASCULAR Y PROFUNDIDAD DELA PRESIN ARTERIAL AMBULATORIA: ESTUDIO MAPEC C. Calvo1, J. Lpez1, M. Rodrguez1, L. Chayan1,M. Romero1, M. Fontao2, D. Ayala2 y R. Hermida21Unidad de Hipertensin y Riesgo Vascular. Hospital ClnicoUniversitario. Santiago de Compostela, A Corua. 2Laboratoriode Cronobiologa y Bioingenieria. Universidad de Vigo. Vigo,Pontevedra.

    Objetivos. Los resultados de un estudio en sujetos japoneses, no con-firmados en otras poblaciones occidentales, sugieren que la disminu-cin en la profundidad (descenso nocturno con respecto a la mediadiurna de la presin arterial, PA) es un factor de riesgo de mortalidadcardiovascular independiente del valor medio de la PA a lo largo delas 24 horas [J Hypertens. 2002;20:2183-9]. Sin embargo, la posi-ble reduccin de riesgo cardiovascular asociada al aumento de profun-didad no ha sido todava demostrada. Por ello, hemos evaluado elvalor pronstico de la profundidad de la PA en sujetos, clasificados enfuncin del valor medio de su PA ambulatoria (MAPA), participantesen el estudio MAPEC (Monitorizacin Ambulatoria de la Presin arte-rial y Eventos Cardiovasculares), diseado para investigar si la norma-lizacin del perfil circadiano de la PA haca un patrn dipper, con cro-noterapia antihipertensiva, reduce el riesgo cardiovascular.Material y mtodos. En este estudio prospectivo participan 2848sujetos del rea sanitaria de Santiago de Compostela, 1.427 hom-bres y 1.421 mujeres, de 52,0 14,2 aos de edad. En el momen-to de su inclusin, la PA se monitoriz durante 48 horas. La activi-dad fsica se monitoriz simultneamente cada minuto con un act-grafo de mueca, y la informacin as obtenida se utiliza para calcu-lar las medias diurna y nocturna de PA para cada paciente, en fun-cin de su horario individual de actividad y descanso. El da decomienzo de la MAPA se realiz una evaluacin clnico-biolgica decada paciente, que se repite anualmente o con mayor frecuencia(cada 3 meses), si hay que modificar el tratamiento antihipertensivo.Los sujetos fueron clasificados, segn la media de 24 horas de PA(MAPA), en 2 grupos: Grupo de PA baja y Grupo de PA alta, utili-zando un umbral de 125/80 mmHg.Resultados. Despus de un tiempo medio de seguimiento de 3,9aos (rango 0,5 a 6,8) y en funcin de la MAPA basal, los pacientesdipper del grupo PA baja, presentaron la menor morbimortalidadcardiovascular (1,4 eventos por 100 pacientes-ao), aumentandoligeramente en los pacientes dipper con PA elevada (1,8). La morbi-lidad fue significativamente mayor en los sujetos no-dipper con PAbaja (3,2) y, sobre todo, en los no-dipper con PA alta (6,2; p 30 ml/min tuvieron una incidencia supe-rior de hemorragia grave (2,7% vs 0,9% OR: 3; 95%IC 1,9-4,9) yde hemorragia mortal (1,2% vs 0,2% OR: 5,2; 95%IC 2,5-11). Laincidencia de EP mortal y recidivas fue similar en ambos grupos(0,4% vs 0,3%) (1,8% vs 0,9%) respectivamente. La hemorragiagrave fue 5 veces superior a la recidiva y la incidencia de hemorra-gia mortal 3 veces mayor a la EP mortal. En el anlisis multivariadolos factores asociados a hemorragia grave en los pacientes con IRgrave fueron el sexo masculino y el grado de IR (p < 0,05).Discusin. En prevencin secundaria los pacientes con ETV y IRgrave tienen como principal complicacin la hemorragia a diferenciade un estudio previo publicado en el que el principal problema enfase aguda era la mortalidad por EP. Segn estos resultados podra-mos ser ms agresivos en el tratamiento en fase aguda y tener msprecauciones en el momento de tratar a este grupo de pacientes alargo plazo. Las complicaciones hemorrgicas de estos pacientes sehan asociado a factores como edad avanzada, co-morbilidades (ICC,cncer), polifarmacia. En nuestro estudio solo fueron factores inde-pendientes asociados a hemorragia grave el sexo masculino y elgrado de IR Conclusiones. 1) En prevencin secundaria de la ETV e IR grave laprincipal complicacin es la hemorragia. 2) La incidencia de hemo-rragia grave fue mayor que las recidivas (2,7% vs 0,5%) y la inciden-cia de hemorragia mortal mayor que la EP mortal (1,2% vs 0,4%). 3)Son factores de riesgo independientes de hemorragia grave el sexomasculino y el grado de IR. 4) Segn los resultados se recomiendaprecaucin al tratar este grupo de pacientes.

    T-24ANTICUERPOS ANTICARDIOLIPINA INTERMITENTEMEN-TE POSITIVOS Y RIESGO DE TROMBOSIS EN PACIENTESCON LUPUS ERITEMATOSO SISTMICOA. Martnez Berriotxoa, G. Ruiz Irastorza, M. GarmendiaZallo, I. Villar Gmez, M. Egurbide Arberas y C. AguirreErrastiServicio de Medicina Interna. Hospital de Cruces. Barakaldo,Vizcaya.

    Objetivos. Investigar la asociacin entre trombosis y la presencia deanticuerpos anticardiolipina (aCL) persistente/intermitentemente po-sitivos en pacientes con Lupus Eritematoso Sistmico (LES). Material y mtodos. Cohorte prospectiva de 237 pacientes conLES (4 ms criterios ACR). La positividad de aCL se definisiguiendo los criterios de Sapporo. La presencia de aCL fue definidacomo persistentemente positiva si ms de dos tercios de las determi-naciones realizadas durante el seguimiento fueron positivas (en todoslos pacientes se realizaron al menos cuatro determinaciones de aCLdurante el seguimiento). Los pacientes fueron clasificados en cuatrogrupos: A) Anticoagulante lpico (AL) positivo; B) AL negativo y aCLpersistentemente positivos; C) AL negativo y aCL intermitentemen-te positivos; D) AL y aCL negativos. Se elaboraron modelos deregresin logstica con el programa estadstico SPSS 10.0. Resultados. 211 pacientes eran mujeres (89.0%) y 26 hombres(11.0%). 235 pacientes (99.2%) eran de raza blanca. La mediana deedad al diagnstico fue de 32 (2-78) aos, y la mediana de duracindel seguimiento desde el diagnstico de LES fue de 10 (1-31) aos.30 pacientes (12.6%) presentaron trombosis arteriales durante elseguimiento, con 34 eventos en total (25 ictus y AIT, 7 trombosisarteriales perifricas, 2 IAM), y 23 pacientes (9.7%) sufrieron trom-boembolismo venoso. 33 (13.9%), 23 (9.7%), 42 (17.7%) y 139(58.6%) fueron clasificados en los grupos A, B, C y D, respectiva-mente. El riesgo ajustado de trombosis estaba aumentado en elgrupo A (OR 9.88, 95% CI 3.76-25.90, p < 0.001) y en el grupoB (OR 3.25, 95% CI 1.04-10.12, p = 0.041), pero no el grupo C(OR 0.81, 95% CI 0.27-2.78, p = 0.81) cuando se compararon con

    el grupo D. Se encontr una asociacin inversa e independienteentre el tratamiento con antipaldicos y el riesgo de trombosis (OR0,41, 95% CI 0,19-0,90, p = 0,026). El riesgo ajustado de trombo-sis arterial estaba tambin incrementado en el grupo A (OR 15.69,95% CI 4,79-51,42, p < 0,001) y en el grupo B (OR 7,63, 95% CI2,00-29,08, p = 0,003), pero no en el grupo C (OR 1,08, 95% CI0,22-5,26, p = 0,92) cuando se compararon con el grupo D. La dia-betes mellitus se asoci independientemente con el riesgo de trom-bosis arterial (OR 12,03, 95% CI 1,88-76,87, p = 0,009). El riesgode tromboembolismo venoso estaba incrementado en el grupo A(OR 4,24, 95% CI 1,36-13,20, p = 0,013), pero no en el grupo B(OR 1,12, 95% CI 0,21-5,83, p = 0,88) ni en el grupo C (OR 0,97,95% CI 0,24-3,91, p = 0,97) comparados con el grupo D. No seidentific ningn otro predictor de tromboembolismo venoso. Discusin. La existencia de fluctuaciones de los ttulos de aCL enpacientes con LES es conocida, aunque su significado clnico y rela-cin con eventos trombticos han sido poco estudiadas. Nuestroestudio sugiere que, entre los pacientes con LES, el riesgo de trom-bosis podra no estar elevado en los pacientes con AL negativo yaCL intermitentemente positivo, incluso si cumplen los criterios delaboratorio de Sapporo. Algunos pacientes con LES actualmentediagnosticados como sndrome antifosfolpido secundario podran noencontrarse en una situacin de incremento de riesgo de trombosisen comparacin con los pacientes con LES y AL y aCL negativos. Conclusiones. 1) La presencia de AL es el predictor ms potente deriesgo de trombosis, tanto arterial como venosa, en pacientes conLES. 2) La presencia de aCL persistentemente positivos, en ausen-cia de AL positivo, se asocia con un incremento del riesgo de trom-bosis arteriales. 3) El riesgo de trombosis no est elevado en aquellospacientes con LES que presentan AL negativo y aCL intermitente-mente positivo, incluso si cumplen los criterios de laboratorio deSapporo, en comparacin con los pacientes con LES y AL y aCLnegativos.

    VARIOS

    V-55ANLISIS DE LAS SEDACIONES TERMINALES RECOGI-DAS POR UNA UNIDAD DE HOSPITALIZACIN DOMICI-LIARIA Y CUIDADOS PALIATIVOS J. Prez de Len Serrano1, L. Fernndez Rendn1,S. Alegre Herrera1, A. Milln Rodrguez2, E. BarrancoMoreno1, J. Boceta Osuna1, J. Royo Aguado1y M. Aguayo Canela21Unidad de Hospitalizacin Domiciliaria y Cuidados Paliativos,2Servicio Medicina Interna "A". U. Gestin Clnica "ATICA".Complejo Hospitalario Virgen Macarena. Sevilla.

    Objetivos. Describir diferentes aspectos tcnicos y ticos de las seda-ciones llevadas a cabo en pacientes en situacin terminal por unaunidad de soporte domiciliario en cuidados paliativos, tanto en elmbito hospitalario como en el domicilio del paciente. Material y mtodos. Nuestra Unidad de Hospitalizacin Domiciliariay Cuidados Paliativos (UHDCP) desarrolla su labor en un doble mbi-to como unidad de soporte en domicilio y como interconsultora enel rea hospitalaria Virgen Macarena para pacientes oncolgicos yno oncolgicos en fase terminal, a travs de cuatro equipos (mdicoy enfermera) con alta cualificacin en cuidados paliativos. Toda suactividad asistencial queda registrada en una base de datos y el segui-miento de los pacientes se lleva a cabo mediante visitas domiciliarias,atencin en consultas externas o en hospital de da, llamadas telef-nicas o seguimiento compartido con otros especialistas en los casosde ingreso hospitalario. Tambin las sedaciones (esto es, la adminis-tracin de frmacos para disminuir o anular la percepcin de snto-mas refractarios a los tratamientos habitualmente empleados, conintencin de evitar un sufrimiento innecesario a pacientes en situa-

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  • cin terminal) quedan recogidas en un protocolo diseado al efecto,siguiendo las pautas recomendadas en el documento SedacinPaliativa y Sedacin Terminal: Orientaciones para la Toma deDecisiones en la Prctica Clnica editado por la Consejera de Saludde la Junta de Andaluca (2005). Se analizan de forma descriptivadistintas variables de los procedimientos de sedacin realizados porla UHDCP a lo largo de los ltimos 18 meses. Resultados. Se evalan 90 sedaciones primarias, la mayora apacientes oncolgicos (86), realizadas en domicilio (59) o en el hos-pital (31). Tipo de sedacin: paliativa 53 (59%), en la agona 37(41%); contnua 86 (95%), intermitente 4 (5%); superficial 59 (66%),profunda (34%). Sntomas refractarios que justificaron la sedacin(un paciente poda tener ms de uno): disnea 50 (56%), ansiedad 36(40%), delirium 25 (28%), dolor somtico 13 (14%), dolor incidental11 (12%), dolor visceral 9 (10%), nuseas y vmitos por obstruccinintestinal 9 (10%), disfagia 4, debilidad 4, hemorragia digestiva 1. Elpromedio de tiempo en horas que se mantuvo la sedacin (hasta elfallecimiento) fue de 63,58 (rango 8 a 336) para las llevadas a caboen domicilio y de 64,07 (rango 4 a 484) para las realizadas en el hos-pital. En cuanto al consentimiento informado fue obtenido de formaverbal en todos los casos, no habiendo ningn paciente que hubieserealizado testamento vital. En 58 casos (64%) fue el paciente quiendio su consentimiento, en la mayora de ellos en presencia de fami-liares (46) y/o habindolo manifestado con anterioridad de formaclara (36). En 32 casos (36%) el consentimiento se obtuvo por repre-sentacin, por la presencia de dificultades orgnicas (en 20) y/o ps-quicas (en 17), aunque en 8 de estos pacientes se haba expresadoanteriormente su delegacin. Discusin. Nuestros datos tienen la limitacin de corresponder a unaserie local, estando el procedimiento de sedacin muy protocolizadoen la unidad, por lo que quizs no puedan extrapolarse a otros equi-pos y circunstancias. Conclusiones. La atencin continuada y especializada por una uni-dad de cuidados paliativos a pacientes en fase terminal permite rea-lizar sedaciones (paliativas o en la agona) altamente eficaces y segu-ras, tanto desde el punto de vista tcnico como tico.

    V-58QU SABEN NUESTROS ENFERMOS TERMINALESSOBRE SU ENFERMEDAD? ANLISIS DE UNA SERIE DEPACIENTES REMITIDOS A UNA UNIDAD DE HOSPITALI-ZACIN DOMICILIARIA Y CUIDADOS PALIATIVOS (UHDCP)S. Alegre Herrera1, L. Fernndez Rendn1, J. Prez deLen Serrano1, M. Soriano Prez2, A. Valiente Mndez2,C. Peas Espinar2, J. Royo Aguado1 y M. Aguayo Canela21Unidad de Hospitalizacin Domiciliaria y Cuidados Paliativos,2Servicio de Medicina Interna "A". U. Gestin Clnica "ATICA".Complejo Hospitalario Virgen Macarena. Sevilla.

    Objetivos. Conocer el grado de informacin sobre su proceso quetienen los pacientes con una enfermedad oncolgica en fase termi-nal atendidos por un equipo de soporte en cuidados paliativos. Material y mtodos. La UHDCP del rea hospitalaria Virgen Maca-rena atiende a una poblacin de referencia de algo ms de mediomilln de habitantes, y recibe pacientes con procesos oncolgicos enfase terminal desde diferentes servicios hospitalarios. Se analizan enel perodo 2004-2006 los registros e historias de estos pacientesremitidos por los servicios de medicina interna y de oncologa mdi-ca, evaluando el grado de informacin que tienen los enfermos sobresu padecimiento a travs de varias entrevistas semiestructuradas lle-vadas a cabo en el propio domicilio del paciente, donde un equipode la UHDCP (mdico y enfermera) presta una atencin integral alenfermo terminal y a su familia. Se clasific el grado de informacinen cinco categoras excluyentes: "No sabe de la enfermedad", "Bajasospecha", "Sospecha sin querer saber", "Alta sospecha" y "Totalinformacin". Se compararon los datos obtenidos segn el serviciode procedencia y el ao de inclusin, para comprobar si haba dife-rencias (test Chi cuadrado). Resultados. Sobre un total de 1.245 pacientes atendidos por laUHDCP en el perodo de anlisis y que cumplan criterios de enfer-medad oncolgica terminal, se analizaron datos de 838 (el 67,3%),ya que el resto no tenan datos en el grado de informacin sobre suenfermedad o stos eran incompletos. Los resultados se muestran en

    la tabla adjunta. Se encontraron diferencias entre los aos evaluados(mayor proporcin de "informados" en el 2005-6) pero no segn elservicio de procedencia del paciente (p = 0,07). Discusin. En nuestra sociedad an existe, especialmente en algu-nos sectores, un rechazo a la informacin clara y precisa en pacien-tes con cncer, y los profesionales se encuentran a veces en un con-flicto de intereses entre los deseos de la familia y cuidadores y eldeber de informar al paciente, en lo que ha dado en llamarse "cons-piracin de silencio". Otras veces somos los propios profesionalessanitarios los que excusamos nuestro deber de informar y modifica-mos el nivel de informacin por la "verdad soportable" para elpaciente. A pesar de que se ha mejorado a lo largo de estos aos,sigue habiendo un porcentaje elevado de nuestros pacientes (22%)que en fase terminal de su enfermedad tienen escasa o nula informa-cin sobre su proceso, a pesar de que el derecho a la informacinest explicitamente reconocido en nuestra legislacin. Conclusiones. Hay una tendencia temporal a que los pacientesoncolgicos en fase terminal estn ms informados sobre su enfer-medad, lo que puede traducir un esfuerzo de los profesionales que leatienden por mejorar la comunicacin y dar cumplimiento al deberlegal de informar. Sin embargo este es un rea de mejora y debemoscontinuar con la formacin en habilidades de comunicacin y otrasestrategias.

    V-77CALIDAD DEL PROCESO DE MORIR DE LOS PACIENTESINGRESADOS EN SERVICIOS DE MEDICINA INTERNAC. Sanclemente1, T. Muoz2, J. De Dios3, J. Vilar1,E. Rodrguez4, J. Alts5, M. Admetlla6 y J. Blanch71Servicio de Medicina Interna. Hospital General de Vic. Vic,Barcelona. 2Servicio de Medicina Interna. Hospital de Terrassa.Terrassa, Barcelona. 3Servicio de Medicina Interna. FundaciSant Hospital. Seu d'Urgell (La), Lleida. 4Servicio de MedicinaInterna. Hospital de l'Esperit Sant. Santa Coloma de Gramenet,Barcelona. 5Servicio de Medicina Interna. Hospital Comarcal del'Alt Peneds. Vilafranca del Peneds, Barcelona. 6Servicio deMedicina Interna. Hospital de Viladecans. Viladecans,Barcelona. 7Servicio de Medicina Interna. Hospital ResidnciaSant Camil. Sant Pere de Ribes, Barcelona.

    Objetivos. Analizar como transcurre el proceso de morir en los pa-cientes ingresados en servicios de Medicina Interna. para detectardeficiencias y mejorar la calidad asistencial de los pacientes. Material y mtodos. Estudio descriptivo de la mortalidad en los ser-vicios de Medicina Interna de 9 hospitales de Catalua,de todos lospacientes fallecidos durante su hospitalizacin entre enero y diciem-bre de 2005. Se utiliz un protocolo de estudio adaptado de la comi-sin de mortalidad del Hospital General de Vic. Se registran diferen-tes variables de calidad de muerte como: terminal/agnico al ingre-sar, mencin de muerte previsible, exceso de medidas, tratamientopaliativo y su eficacia, informacin del proceso al paciente y familia-res, existencia documentada o no de reanimacin cardiopulmonar enla historia clnica, muerte en habitacin individual y acompaado,entre otras. Resultados. N = 881 xitus de 13.938 altas. El 46% de los pacien-tes ingresaron en estado agnico/terminal, de stos el 48% recibie-ron exceso de medidas teraputicas en forma de frmacos 81.1%,instrumentacin de enfermeria 11.5%, pruebas complementarias7.4% o procedimientos quirrgicos,el exceso de medidas se reparte

    COMUNICACIONES ORALES

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    Tabla 1. Grado de informacin segn el servicio mdico de procedencia delpaciente (V-58).

    Grado de informacin/ Medicina Oncologa Serv. procedencia Interna Mdica

    No sabe de la enfermedad 64 (25%) 118 (20%) Baja sospecha 15 (5%) 28 (4%) Sospecha sin querer saber 23 (9%) 57 (9%) Alta sospecha 79 (31%) 204 (34%) Total informacin 73 (28%) 177 (30%)

  • de forma equivalente en los pacientes que no eran agnico/termina-les. De 176 pacientes que mueren en las primeras 48 h del ingresoes decir un 20%,el 69% son agnico/terminales. El 64.1% del totalde pacientes recibi tratamiento paliativo siendo eficaz controlandolos sntomas en el 92,6%, en 42 pacientes no tenemos informacinde la eficacia del tratamiento,en 38 pacientes el tratamiento paliati-vo no fue eficaz. En un 3,4% se inform al paciente del proceso demorir y en un 80% de casos a la famlia. Respecto a la aspectos dedocumentacin: En un 76,3% del total de xitus constaba en la his-toria clnica mencin de muerte previsible. Un 35,4% no tenandocumentada la indicacin de no reanimacin cardiopulmonar(RCP), de stos el 50% eran agnico/terminales,existia nota de xi-tus mdica en el 90% de los pacientes,de enfermera un 85,6% yepicrisis en el 85,3%. Un 53% de los pacientes mueren en habita-cin individual, 32% en habitacin doble,otros: 6% y no hay infor-macin en un 8% de los casos. Un 69,5% mueren acompaados conla familia, 8% mueren solos, 6,5% con personal sanitario y no hayinformacin en un 16%. Conclusiones. Mayoritariamente los pacientes mueren en habitacinindividual y acompaados por la familia. Mnima informacin alpaciente sobre el proceso de morir (3,4%). Existen deficiencias en ladocumentacin de las historias clnicas; el 50% de los pacientes sinorden de no RCP haban estado considerados agnico/terminales alingreso. El tratamiento paliativo es eficaz todo y que en el 50% delos pacientes que no reciben eran agnico/terminales. El exceso demedidas teraputicas es homogneo (14%) en cualquier tipo depaciente sea considerado agnico/terminal o no. Quedan muchosaspectos a mejorar en el proceso de morir en nuestra prctica clni-ca habitual.

    V-80PREVALENCIA DEL PACIENTE DIABTICO CON EL PER-FIL CARDS (COLLABORATIVE ATORVASTATIN DIABE-TES STUDY) EN UNA POBLACIN DE 57.026 SUJETOSATENDIDOS EN SIETE CENTROS DE ATENCIN PRIMA-RIA EN ESPAAJ. Frnandez de Bobadilla1, A. Sicras Mainar2,R. Navarro2, X. Frias Garrido2 y C. Snchez Maestre31Unidad Mdica. Pfizer. Madrid. 2Badalona ServiciosAsistenciales. Badalona, Barcelona. 3Investigacin de resultadosen Salud y Farmacoeconoma. Instituto Euroclin. Madrid.

    Objetivos. En el estudio CARDS se incluyeron 2838 pacientes dia-bticos sin enfermedad coronaria ni ictus previo, con colesterol-LDL< 160 mg/dL y con uno de los siguientes: hipertensin, tabaquismo,retinopata o microalbuminuria. El tratamiento con atorvastatina 10mg/da vs placebo se asoci a una reduccin significativa (p = 0,001)del 37% en el objetivo primario (sndrome coronario agudo, revascu-larizacin coronaria o ictus). El objetivo de nuestro estudio fue deter-minar la prevalencia de pacientes tipo CARDS en una poblacinatendida en atencin primaria en Espaa, ya que no existen datos ennuestro pas. Material y mtodos. Se incluyeron retrospectivamente todos los suje-tos > 30 aos atendidos en siete centros de atencin primaria enCatalua. Se evaluaron las siguientes variables: diabetes, colesterolLDL, infarto agudo de miocardio o angina de pecho previa, hiperten-sin, tabaquismo, retinopata y albuminuria (no se dispona de microal-

    buminuria). Se calcul la prevalencia de de diabetes respecto a la pobla-cin total y de sujetos tipo CARDS respecto a la poblacin diabtica.Resultados. De los 57.026 pacientes incluidos: 55% eran mujeres;edad 54,3 aos. Haba 6.326 (11%) con diabetes mellitus., de ellos3.945 (62,4%) eran tipo CARDS. El nmero de diabticos, exclui-dos los que tenan enfermedad coronaria previa fue 4.852. El por-centaje de sujetos con perfil tipo CARDS en relacin con los diab-ticos sin enfermedad coronaria previa fue 81,3%. Conclusiones. La prevalencia de diabetes en > 30 aos (11%) enpoblacin atendida en prevencin primaria en nuestro pas, es con-sistente con los datos epidemiolgicos de base poblacional ya publi-cados. La prevalencia diabticos tipo CARDS respecto al total dediabticos fue > 60%. Excluidos los pacientes con enfermedad coro-naria previa la prevalencia fue > 80%.

    V-81LA INCIDENCIA DE EVENTOS CARDIOVASCULARES ENEL FUMADOR PROMEDIO ES SIMILAR A LA DE UN NOFUMADOR OCHO AOS MAYOR: ANLISIS DE UNA PO-BLACIN DE 57.026 SUJETOS ATENDIDA EN ATENCINPRIMARIAA. Sicras Mainar1, J. Fernndez de Bobadilla2, X. FriasGarrido1, R. Navarro1 y C. Snchez Maestre31Badalona Servicios Asistenciales. Badalona, Barcelona.2Unidad Mdica. Pfizer. Madrid. 3Investigacin de Resultados enSalud. Instituto Euroclin. Madrid.

    Objetivos. Es bien conocido que el tabaco acelera la enfermedad car-diovascular. El objetivo de este anlisis retrospectivo fue comparar laincidencia de eventos cardiovasculares entre fumadores no fumado-res y describir el perfil de morbilidad de los pacientes fumadores res-pecto a los no fumadores en una poblacin atendida en atencin pri-maria (AP) en Espaa. Material y mtodos. Se incluyeron retrospectivamente todos los suje-tos > 30 aos atendidos en 7 centros de AP en Catalua. Variablesevaluadas: edad, sexo, ndice de comorbilidad, diabetes, hipertensin,dislipidemia, obesidad, consumo de alcohol, antecedentes de angina,infarto agudo de miocardio, ictus, arteriopata perifrica, asma, EPOC,incidencia anual de eventos cardiovasculares (infarto agudo de miocar-dio, angina inestable e ictus). Se compararon las variables entre fuma-dores y no fumadores mediante un analisis univariante. Resultados. La media de edad de los fumadores fue de 48 aos, 8aos menos que la de los no fumadores. La prevalencia de EPOC fuesignificativamente mayor en los fumadores (5,3% vs 3,1% p 17 g/dl). No obser-vamos diferencias entre la Hb de urgencias y la obtenida en planta (r2= 0,99). No observamos relacin entre las cifras de Hb y el reingre-so a un ao o la mortalidad 3 aos (mediana de seguimiento 856 das:22 a 2433; rango interquartil 25%-75%: 387-1030), ni al estudiar laHb como variable continua, ni al agruparla en pacientes anmicos,normales o poligloblicos. La edad se relacion con una mayor pre-sencia de anemia (p < 0,02), aunque no encontramos relacin con elresto de variables estudiadas, incluyendo la calidad de vida.Conclusiones. La prevalencia de anemia en los pacientes hospitali-zados por EPOC es alta, apoyando el componente inflamatorio de laenfermedad. Por el contrario, en nuestro estudio no encontramosrelacin entre las cifras de Hb y/o la anemia y la evolucin posterioro la calidad de vida.

    COMUNICACIONES ORALES

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  • 18 Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:18-306

    Monday, September 27th(14:30-16:30 p.m.)

    COMUNICACIONES PSTER

    ENFERMEDADES INFECCIOSAS

    A-1MIOCARDITIS AGUDA: EXPERIENCIA EN UN HOSPITALCOMARCAL. APORTACIN DE 14 CASOSM. Carrascosa Porras1, I. Abascal Carrera1, M. Cano Hoz1,M. Fernndez-Ayala Novo1, I. Celemn Larroque2,R. Gmez Izquierdo2, M. Tazn Varela3 e I. MartnezRodrguez41Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Cardiologa, 3Serviciode Urgencias. Hospital Comarcal de Laredo. Laredo, Cantabria.4Servicio de Medicina Nuclear. Hospital Universitario Marqusde Valdecilla. Santander, Cantabria.

    Objetivos. Anlisis de los casos de miocarditis aguda (MA) diagnosti-cados en el Hospital Comarcal de Laredo.Material y mtodos. Estudio retrospectivo de los casos de MA diag-nosticados en adultos en un hospital comarcal de primer nivel (< 200camas) durante el perodo enero 1997- marzo 2007, mediante larecogida protocolizada de datos clnicos y de exploraciones comple-mentarias. Para la inclusin como caso de MA se exigi la presenciade los dos criterios siguientes: (1) cuadro clnico sugestivo (dolor tor-cico y/o disnea y/o signos de insuficiencia cardaca) con o sin ante-cedente de sndrome gripal o infeccin de vas respiratorias; (2) eco-cardiograma y/o gammagrafa cardaca compatibles con MA enausencia de otro diagnstico alternativo considerado de igual omayor probabilidad o bien estudio anatomopatolgico y/o inmuno-histolgico diagnsticos. Resultados. En el perodo referido se diagnosticaron 14 casos deMA. De los 14 pacientes, 9 eran hombres (19-87 aos; edad media,63,77 aos) y 5 eran mujeres (30-82 aos; edad media, 59,2).Nueve pacientes ingresaron en invierno, 2 en primavera, 2 en vera-no y 1 en otoo. Exista comorbilidad en 11 de ellos. El intervaloentre el inicio de la sintomatologa y el ingreso fue < 8 das en 11pacientes, entre 8 das y 1 mes en 1 y superior a 1 mes en 2. Lossntomas predominantes fueron disnea, dolor torcico, fiebre ysemiologa de infeccin respiratoria y los hallazgos exploratorios msfrecuentes fueron taquicardia, crepitantes y/o disminucin del mv enbases pulmonares, aumento de PVY, disnea, HTA y hepatomegalia.En las pruebas de laboratorio destacaron la elevacin de transamina-sas, LDH y enzimas cardacos (CK, CKMB, troponina T). Hubodatos radiolgicos de insuficiencia cardaca en 11 pacientes y el ECGfue anormal en 12 (taquicardia sinusal, fibrilacin auricular, TSV).Las serologas y hemocultivos no fueron diagnsticos. El ecocardio-grama se realiz en 13 enfermos, mostrando alteraciones en todosellos (VI dilatado con/sin hipoquinesia difusa, fundamentalmente). Seefectu gammagrafa cardaca en 6 pacientes (sugestiva de miocardi-tis en todos) y estudio necrpsico e inmunohistolgico en 1 (miocar-ditis por Aspergillus). No se llev a cabo ninguna biopsia endomio-crdica. El tratamiento fue sintomtico. La estancia media fue de13,35 das (rango: 2-46). Dos pacientes fallecieron (mortalidad intra-hospitalaria: 16,6%) y 12 fueron dados de alta. Para ilustrar losextremos del espectro clnico de la MA en nuestro hospital se discu-tirn con cierto detalle los casos 1 (MA por Aspergillus) y 2 (MA pro-bablemente viral), aportando iconografa (inmunohistologa, caso 1,

    y gammagrafa cardaca con Talio, caso 2). De los 12 pacientesdados de alta, 9 sobreviven (supervivencia media: 6,08 aos; rango:3 meses-10 aos) y 2 han fallecido (a los 3 y 5 aos del alta); care-cemos de datos en relacin con un enfermo. Discusin. Creemos que pueden destacarse los siguientes hechos:(1) La MA se diagnostic ms frecuentemente en hombres y duran-te el invierno; (2) el ecocardiograma revel alteraciones en 13pacientes (no se hizo en 1); (3) solo se lleg al diagnstico etiolgicoen un caso (MA por Aspergillus); (4) el tratamiento fue sintomtico;(5) los dos casos fatales se produjeron en los primeros 4 das desdeel inicio de la sintomatologa; (6) la supervivencia media global (intra+ extrahospitalaria) se aproxima actualmente al 70%. Conclusiones. El diagnstico de MA suele descansar ms en la sos-pecha clnica que en tests complementarios definitivos, resultandodifcil establecerlo dada la ausencia de un gold standard diagnsticono invasivo. En nuestra experiencia, la existencia de semiologa cl-nica compatible y de pruebas de imagen sugestivas (ecocardiogramay/o gammagrafa con Talio 201), en ausencia de otra alternativaetiolgica plausible, posibilita un diagnstico de MA de alta probabi-lidad.

    A-2ANLISIS DE LA FIEBRE TIFOIDEA EN EL REA DE SA-LUD DE CARTAGENAB. Alcaraz Vidal, M. Artero Castro, N. Cobos Trigueros,E. Pealver Gonzlez, M. Toms Redondo, A. RodrguezPava, P. Garca Lpez y G. Garca ParraServicio de Medicina Interna. Hospital General de rea SantaMara del Rosell. Cartagena, Murcia.

    Objetivos. Conocer las caractersticas clnico-epidemiolgicas de loscasos de fiebre tifoidea atendidos en nuestro hospital en los ltimos14 aos. Material y mtodos. Anlisis descriptivo de los casos de fiebre tifoi-dea entre 1992 y 2006, valorndose como tal la presencia de clni-ca compatible junto a serologa positiva o aislamiento del germen. Resultados. Se identificaron 29 casos, 18 varones y 11 mujeres,con edades comprendidas entre los 7 meses y 75 aos (mediana 8).Casi la mitad se encontraban en edad peditrica, y 4 pacientes eraninmigrantes, todos con residencia en Espaa desde hace aos y sinviajes recientes al extranjero ni consumo de productos importados.Slo se identific la va de contagio en un caso. Las manifestacio-nes clnicas ms comunes al inicio fueron fiebre (100%), diarrea(48%), vmitos (38%) y dolor abdominal (41%). Slo hubo un debutcon estreimiento y otro con parotiditis. 7 pacientes presentaronerupcin mculopapulosa, 3 hepatomegalia y 4 esplenomegalia. Enlos hallazgos de laboratorio destacan la elevacin de transaminasas(9 casos), leucopenia (5), trombopenia (5), insuficiencia renal (2) yun caso de coagulopata de consumo. Entre los medios utilizadospara el diagnstico, la serologa result positiva en el 100%, loshemocultivos en el 28% (1 caso de cepa resistente a Cotrimoxazol),y el coprocultivo en el 12%. En un caso se aisl el germen en labilis. Los antibiticos ms utilizados fueron Ceftriaxona, Cotrimo-xazol y Ciprofloxacino respectivamente. La evolucin fue favorableen la mayora de nuestros pacientes. Sin embargo, 2 de ellos pre-sentaron fracaso renal agudo por nefritis tbulo-intersticial y otros 4requirieron ciruga urgente. Los motivos fueron perforacin de ileon

  • terminal en 3 casos y colecistitis aguda alitisica en el cuarto; 2 des-arrollaron sepsis grave, y uno de ellos falleci en situacin de shocksptico. Discusin. La fiebre tifoidea es una infeccin sistmica causada porSalmonella enterica serotipo typhi, endmica en pases en vas dedesarrollo, siendo los casos en los desarrollados originados en zonasendmicas o en alimentos contaminados por portadores. Aunque elespectro clnico es muy amplio, suelen predominar la fiebre de altogrado y manifestaciones digestivas junto a una afectacin del estadogeneral, detectndose aumento de tamao de hgado y bazo ascomo exantema en algunos casos. Las complicaciones ocurren hastaen un 15%, destacando la perforacin intestinal y hemorragia diges-tiva, sin olvidar otras como la colecistitis alitisica, neumona, mio-carditis, meningitis, nefritis o CID. Conclusiones. 1) En nuestra serie gran parte de los casos se dan enedad peditrica. 2) Al inicio suelen predominar la diarrea y el dolorabdominal junto con la fiebre. 3) Aunque la evolucin suele ser favo-rable, las posibles complicaciones con indicacin quirrgica debenser consideradas.

    A-3ESTUDIO DEL SUEO EN PACIENTES CON INFECCINPOR EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANAF. Marcos Snchez, M. Albo Castao, S. Casallo Blanco,P. Del Valle Loarte, A. Herrero Domingo, D. Joya Seijoy E. Nez CuerdaServicio de Medicina Interna. Hospital Nuestra Seoradel Prado. Talavera de la Reina, Toledo.

    Objetivos. Los trastornos del sueo se han relacionado con enferme-dades depresivas y con problemas de salud en general. Los pacien-tes afectos de infeccin por el virus de la inmunodeficiencia humana(VIH) son unos enfermos que tienen unas caractersticas muy espe-ciales, con frecuencia han sido adictos a drogas por va parenteral,habitualmente reciben tratamiento con metadona e hipnticos, ade-ms algunos frmacos antirretrovirales, fundamentalmente el efavi-renz, se han asociado a trastornos del sueo. Por lo tanto, probable-mente los pacientes afectos de esta infeccin tienen trastornos delsueo de mayor intensidad que la poblacin normal. Realizamos unestudio sobre las caractersticas del sueo que presentan los pacien-tes afectos de infeccin por el VIH. Material y mtodos. Se realiza un estudio observacional, de preva-lencia, a travs de un cuestionario se preguntan diversos aspectossobre las caractersticas del sueo, en un grupo de pacientes afectosde infeccin por el virus de la inmunodeficiencia humana.Presentamos los datos de 36 pacientes, 28 varones y 8 mujeres, deedades comprendidas entre 23 y 55 aos, con una edad media de41,8 aos. Resultados. Duracin del sueo: 21 pacientes (58,3%) entre 5 y 7horas, 12 pacientes (33,3%) entre 7 y 9 horas, 2 menos de 5 horas(5,5%) y uno ms de 10 horas. Calificaban el sueo experimentado,como de calidad, 22 pacientes (61,1%) y 14, no (38,8%). A la pre-gunta, si se despertaba cansado, respondieron positivamente 11pacientes (30,5%) y 25, no (69,4%). Tenan pesadillas, 11 pacientes(30,5%). El sueo estaba interrumpido frecuentemente en 16pacientes (44,4%) y en 20, no (55,5%). Tomaban medicamentospara dormir, 12 pacientes (33,3%). Tomaban habitualmente diversassustancias que podan alterar el sueo, un total de 12 pacientes(33,3%). Discusin. El dormir mal puede agravar diversas enfermedades men-tales, como la depresin, pero tambin fsicas, as las personas queduermen menos de 5 horas cada noche tienen un riesgo tres vecesmayor de sufrir un infarto agudo de miocardio, que las que duermensiete u ocho horas. Trastornos del sueo aumentan las posibilidadesde desarrollar diabetes. Los mdicos debemos preguntar ms a nues-tros pacientes sobre sus hbitos nocturnos y recordar que tener undescanso de calidad, debe ser considerado como una forma esencialde un estilo de vida saludable, tanto como una correcta nutricin orealizar ejercicio fsico de modo habitual. Conclusiones. nicamente un mnimo porcentaje de nuestrospacientes dorman menos de 5 o ms de 10 horas. El sueo experi-mentado era de calidad en el 60% de los pacientes y se despertabancansados un 30% de los enfermos. El 30% de los enfermos experi-mentaban pesadillas, que en la mitad de los casos se podran impu-

    tar a la administracin de efavirenz. El sueo estaba interrumpido fre-cuentemente en cerca del 45% de los enfermos. Un elevado porcen-taje (33%) tomaban hipnticos para dormir. El mismo porcentajetomaba frecuentemente diversas sustancias que podan alterar elsueo (metadona, alcohol, opiceos, etc.). Los trastornos del sueoson extraordinariamente prevalentes en los pacientes con infeccinpor el virus de la inmunodeficiencia humana, repercutiendo notable-mente en un empeoramiento de la calidad de vida de estos pacientes.

    A-4ENCEFALITIS HERPTICA EN EL PACIENTE ANCIANOA. Requena1, M. Arando1, A. Riera1, L. Gubieras1,S. Martnez-Yelamos2, C. Cabellos3, P. Fernndez-Viladrich3 y R. Pujol11Servicio de Medicina Interna, 2Servicio de Neurologa,3Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitaride Bellvitge. Hospitalet de Llobregat, Barcelona.

    Objetivos. Conocer las caractersticas y evolucin de los pacientesancianos (mayores de 65 aos) ingresados por Encefalitis Herptica(EH) en un hospital universitario de tercer nivel. Material y mtodos. Estudio descriptivo de los pacientes ancianosdiagnosticados de EH en nuestro hospital entre 1992-2006. Serecogieron datos demogrficos, clnicos, diagnsticos y teraputicos.Se evaluaron las secuelas neurolgicas al alta y a los 6 meses. Resultados. Se diagnosticaron 12 pacientes (67% varones) con unaedad media de 76 aos (67-89). La duracin media de la clnica fuede 5 das (1-8), consistente en alteracin conductual (83%), desorien-tacin (58%), crisis comiciales (58%), cefalea (50%) y nuseas/vmi-tos (33%). A la exploracin fsica, todos presentaban fiebre/febrcula(media 38,6 C), 53% disminucin del nivel de conciencia, 25% foca-lidad neurolgica y ninguno present meningismo. En la analtica desangre, la media de las cifras de hemoglobina, sodio y albmina, fuede 13,3 g/dL (11,8-15), 135 mmol/L (123-145) y 32,8 g/L (27-40),respectivamente. La media de leucocitos, protenas y glucosa en elLCR fue de 37/mcL, 0,9 g/L y 4,2 mmol/L, respectivamente; serealiz PCR para VHS en 9 pacientes, siendo positiva en todos ellos.La TC craneal (realizada al ingreso a todos los pacientes) fue compa-tible con EH en el 66%, el EEG (en 10 pacientes tras una media de1,3 das) en el 90% y la RM (en 8 pacientes tras una media de 8 das)en el 100%. Todos presentaron afectacin del lbulo temporal (16%bilateral). Recibieron aciclovir todos los pacientes al ingreso con unaduracin media de 14 das. El 92% recibi adems tratamiento anti-comicial y el 42% antiedema cerebral. El tiempo medio entre iniciodel tratamiento y primer da de apirexia fue de 11 das (3-21).Ingresaron en UCI el 33%. La estancia media fue de 38 das, con unamortalidad del 25%. Al alta, un 66% presentaba incapacidad mode-rada-grave (Grados 3-5 en la Escala de Rankin) y a los 6 meses, un33% continuaba con esta incapacidad. Las secuelas neurolgicas msfrecuentes tanto al alta como a los 6 meses fueron alteraciones mn-sicas (44%), alteracin conductual (22%) y afasia (22%). Conclusiones. La EH en el paciente anciano supone una elevadamorbi-mortalidad con un alto requerimiento de UCI y una hospitali-zacin prolongada. La TC craneal posee una baja sensibilidad alingreso, por lo que su normalidad no exime solicitar una PCR VHSen LCR e iniciar inmediatamente el tratamiento, si la clnica es com-patible. Si los resultados de las exploraciones son negativos, enausencia de un diagnstico alternativo, recomendamos mantener eltratamiento hasta la realizacin de una RM craneal.

    A-5QUISTE HIDATDICO ESPLNICO, UNA LOCALIZACININFRECUENTE DE HIDATIDOSIS EXTRAHEPTICA: A PRO-PSITO DE SEIS CASOSM. Fernndez Ruiz1, J. Llenas Garca1, J. Guerra Vales1,A. Enguita Valls2, J. Vila Santos1 y L. Caurcel Daz11Servicio de Medicina Interna, 2Departamento de AnatomaPatolgica. Hospital 12 de Octubre. Madrid.

    Objetivos. El quiste hidatdico esplnico supone una localizacininusual de hidatidosis, ampliamente superada en frecuencia por laafectacin heptica (75%) y pulmonar (15%). Incluso en mediosendmicos para infestacin por Echinoccocus, como el rea medite-

    COMUNICACIONES PSTER

    Rev Clin Esp. 2007;207 Supl 5:18-00 19

  • rrnea, la hidatidosis esplnica slo representa el 0,5-6% de todos loscasos de parasitosis en las series publicadas. No obstante, la hidatido-sis esplnica constituye la causa ms frecuente de patologa qustica delbazo, justificando hasta el 70% de la misma. Pretendemos aportarnuestra experiencia en el diagnstico y tratamiento de esta entidad.Material y mtodos. Revisin de los casos de hidatidosis esplnicaatendidos en nuestro Centro en el perodo comprendido entre 1991y 2006, con anlisis de sus caractersticas epidemiolgicas, clnicas,radiolgicas, teraputicas y evolutivas. Basamos su diagnstico encriterios anatomopatolgicos (pieza de esplenectoma o exresis qui-rrgica), y empleamos la clasificacin de Gharbi atendiendo a su apa-riencia en el estudio mediante ultrasonografa (US). Resultados. Presentamos seis casos de hidatidosis esplnica (tresmujeres y tres varones), con una edad media de 55 aos al diagns-tico (rango: 33-71). En tres de ellos se determin la existencia de uncontexto epidemiolgico sugerente (contacto habitual con perros enmedio rural). Excepto en un paciente, en el que el quiste constituyun hallazgo radiolgico casual, la manifestacin clnica ms frecuen-te consisti en dolor persistente en hipocondrio izquierdo (HCI); seobjetiv esplenomegalia o masa palpable a la exploracin en trescasos. En dos pacientes se recogieron antecedentes de enfermedadhidatdica en la infancia en otras localizaciones (heptica y mesent-rica). La serologa para Echinoccocus (ELISA, aglutinacin con ltexo inmunofijacin) fue positiva en la mitad de la serie, y slo unpaciente present eosinofilia en sangre perifrica (> 5%) al diagns-tico. No se demostraron otras alteraciones analticas relevantes (leu-cocitosis o alteracin de las pruebas de funcin hepatocelular) en nin-guno de los casos. La radiologa convencional (trax y abdomen)mostr imgenes nodulares calcificadas en HCI en cuatro pacientes.Segn la clasificacin de Gharbi, se caracteriz una imagen de tipo3 (coleccin lquida con vesculas hijas) en tres casos, y de tipo 1(imagen qustica pura) en dos. El dimetro mximo medio de los quis-tes fue de 11,9 cm (rango: 8-22). Cuatro pacientes presentaban quis-tes nicos en la pieza de esplenectoma. Cinco pacientes fueronsometidos a esplenectoma (peso medio de la pieza: 579,4 g), y elrestante a drenaje-aspiracin mediante laparotoma; dos de ellos aso-ciaban otros quistes abdominales concurrentes (epiplon mayor ylbulo heptico izquierdo), extirpados en el mismo acto quirrgico.La evolucin fue globalmente favorable, con nula mortalidad opera-toria; un paciente desarroll un absceso sub-frnico como complica-cin precoz, y en dos casos se requiri reintervencin quirrgica(nueva laparotoma por persistencia del quiste en celda esplnica, ylobectoma inferior derecha por hidatidosis supradiafragmtica con-currente, respectivamente). Discusin. De expresin clnica inespecfica y curso habitualmenteindolente, el diagnstico de hidatidosis esplnica se basa en loshallazgos de la radiologa convencional (con frecuencia sugestivos, enpresencia de una imagen nodular calcificada en HCI), as como de laUS o la tomografa computarizada; el estudio serolgico exhibe unasensibilidad limitada, siendo excepcional la presencia de eosinofiliaperifrica. La mitad de los pacientes asociaron de froma previa oconcurrente otras localizaciones de hidatidosis (particularmenteheptica). La esplenectoma constituy el abordaje teraputico deeleccin en nuestra serie, con resultados satisfactorios y escasa fre-cuencia de recurrencia. Conclusiones. Si bien supone una localizacin infrecuente de infes-tacin por Echinoccocus, la hidatidosis esplnica debera ser consi-derada en el diagnstico diferencial de toda lesin qustica del bazoen nuestro medio, particularmente dentro de un contexto epidemio-lgico compatible.

    A-6MAS DE 10 AOS DE ANTIBIOTERAPIA INTRAVENOSAEN HOSPITALIZACIN A DOMICILIO J. Irurzun Zuazabal1, B. Vzquez Vizcano1,A. Basterretxea Ozamiz1, J. Saln Puebla1,M. De Damborenea Gonzlez1, A. Landa Fuentes2,M. Garca Domnguez1 y A. Garca Berasaluce11Hospitalizacin a Domicilio (HAD), 2Servicio de MedicinaFamiliar y Comunitaria. Hospital de Cruces. Barakaldo,Vizcaya.

    Objetivos. En este trabajo queremos demostrar, mediante nuestraexperiencia acumulada, que existe la posibilidad de administrar trata-

    mientos antibiticos intravenosos en el domicilio del paciente con efi-cacia y seguridad. Material y mtodos. Realizamos un estudio retrospectivo revisandode nuestra base de datos los de los pacientes que han recibido trata-miento antibitico intravenoso domiciliario en el