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NOTA A LOS LECTORES ·.ietnam fue un hito mediátíco trascendental: los periodistas tuvieron tantas libertades para su cobertura que, para muchos militares nortea- Revista Latinoamericana su país perdió la guerra por esa falta de censura. Otro hito, de Comunicación la Guerra del Golfo: fue la primera guerra transmitida en vivo y en directo a todo el mundo, pero las fuerzas en conflicto, especialmente de E.U. -que No. 65 - MARZO 1999 aprendió de Vietnam-, ejercieron un férreo control informativo, aunque sus an- Director tecedentes en Granada, Panamá, Malvinas... ya anunciaron una censura que, Asdrúbal de la Torre ahora sí, puso en práctica lo que el general Sherman dijo en el marco de la guerra de Secesión norteamericana: "Es imposible llevar a cabo una guerra te- niendo una prensa libre". Pero esto no libera de responsabilidad a los periodistas. La historia de los últimos cien años y su casi medio centenar de conflictos demuestra que en la corresponsalía de guerra han habido verdaderos periodistas, casi héroes, pero, también, propagandistas, creadores de mitos, espías, mercenarios, diplomáti- cos. Así, el dilema fundamental de estos corresponsales ha sido ser neutrales o tomar partido. Y esto, muchas veces, se ha resuelto al margen de la ética: la "obediencia debida" del periodista a su medio o patrón ("Ponga las ilustracio- nes y yo pongo la guerra", le ordenó William R. Hearst a su periodista y dibu- jante, Frederick Remington, acreditado en La Habana durante la guerra de independencia cubana, a fines del siglo pasado) o a los ejércitos de sus res- pectivos países, como en los casos de las dos guerras mundiales, Malvinas, del Golfo ... con el argumento de que el periodismo debía apoyar a su nación; o porque el drama de la guerra es una fuente inagotable para el periodismo de la muerte y la espectacularización de la noticia, especialmente en TV, donde el negocio yel rating son determinantes y la ética está ausente. Pero también hay razones menos deleznables que afectan la neutralidad, porque el periodista enfrenta duras pruebas emocionales al sufrir y vivir con- flictos bélicos, más aún en su propio país, particularmente los que se dan a nombre de la "limpieza étnica", las guerras de liberación, las luchas contra la opresión. Y es que para muchos periodistas, que han sido testigos del enfren- tamiento entre lo justo y lo injusto, los oprimidos y los opresores; la imparciali- dad no es fácil, seres humanos al fin y al cabo toman posiciones y desde ellas hacen su trabajo de manera brillante muchas veces, ahí están, por ejemplo: Er- nest Hemingway, Martha Gellhorn ... Porque, en definitiva, "La primera' víctima de la guerra es la verdad", como lo señaló el senador norteamericano Hiram johnson, en 1917. Con Corresponsales de guerra, Cbasqui plantea la discusión en torno a una actividad muy riesgosa -en 1968, la empresa de seguros londinense Hel- mers Cía. la catalogó como el oficio más peligroso del mundo- y compleja. Presentamos artículos con una visión histórica del dilema planteado, el rol e1el periodismo en la construcción de una cultura pe paz o de guerra, el derecho Ecuador internacional y esta actividad, semblanzas de conspicuos exponentes de este -624. oficio y otros aspectos de un tema muy actual, más aún porque la guerra, la- 87 mentablemente, parece ser una condición inherente a la raza humana. hasqui@ciespal:org.ec Excepto los textos de Priess, Reyes y García&Fuentes, todos los demás de www. comuiüca.org/chasqui este dossier fueron presentados en el 1 Encuentro Mundial de Corresponsales Registro M.I.T., S.P.I.027 de Guerra, convocado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y ISSN 13901079 realizado en La Habana, entre el 24 y el 27 de noviembre de 1998. Nuestro Los artículos firmados no expresan agradecimiento a Guillermo Cabrera A., director del instituto, por permitirnos necesariamente la opinión de CIESPAL ° su publicación. de la redacción de Chasqui. Se permite su reproducción, siempre y cuando se cite la fuente y se envíen dos ejemplares a Chasqui.

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;:x~""::~~;:-",;w.~it--=:-=:~::::::-::~nicólogo francés Bernard Miége sobre la ral entre las empresas de telecomunica­ diarios españoles, el abuso de las "decla­ ült@.~{®1~~1~~ttttfu NOTA A LOS LECTORES [1i~il~Q. evolución de las industrias culturales. ciones y del audiovisual, el futuro de la raciones" en la prensa, la manipulación

ZER: Revista de Estudios de Co­ televisión de acceso público por cable de ETA por parte de la prensa franquis­ i~:tJasq·ui ·.ietnam fue un hito mediátíco trascendental: los periodistas tuvieron municación (Bilbao: Universidad del en lengua vasca, los jóvenes y las tecno­ ta, la evolución de los estudiantes de pe­ tantas libertades para su cobertura que, para muchos militares nortea­

Revista Latinoamericana País Vasco, núm. 5, noviembre de 1998). logías de la información, la transmisión riodismo en España, el itinerario ibérico ¡~mericanos, su país perdió la guerra por esa falta de censura. Otro hito, Análisis acerca de la investigación sobre ideológica a través de los medios de co­ de BertoIt Brecht, y las relaciones de la de Comunicación la Guerra del Golfo: fue la primera guerra transmitida en vivo y en directo a comunicación en España en el siglo XX, municación, las interferencias medioam­ prensa madrileña con el Partido Nacio­ todo el mundo, pero las fuerzas en conflicto, especialmente de E.U. -queNo. 65 - MARZO 1999 las industrias culturales en la economía bientales en la comunicación, las nuevas nalista Vasco durante la guerra civil de aprendió de Vietnam-, ejercieron un férreo control informativo, aunque sus an­informacional, la convergencia estructu- propuestas formales y de diseño de los 1936-39. Director tecedentes en Granada, Panamá, Malvinas... ya anunciaron una censura que,

Asdrúbal de la Torre ahora sí, puso en práctica lo que el general Sherman dijo en el marco de la guerra de Secesión norteamericana: "Es imposible llevar a cabo una guerra te­niendo una prensa libre".

LA MUNDIALIZACION DE LA pudieron llegar por esa vía a manos y tas de la comunicación, del ciberespacio. Pero esto no libera de responsabilidad a los periodistas. La historia de los ojos lejanos, conectando el pensamiento Esto pone de un lado "la amenaza de la últimos cien años y su casi medio centenar de conflictos demuestra que en la de innumerables personas que no se co­ independencia por el monopolio de la

COMUNlCACION corresponsalía de guerra han habido verdaderos periodistas, casi héroes, pero,Armand Mattelart

nocían físicamente entre sí. Después el información de las bases de datos", en también, propagandistas, creadores de mitos, espías, mercenarios, diplomáti­Paidós Comunicación telégrafo, con su "vocación internacio­ palabras de los investigadores Simon No­ cos. Así, el dilema fundamental de estos corresponsales ha sido ser neutrales o

nal", "modifica profundamente el estatu­ ra y Alian Mine, y de otro, según los mis­ tomar partido. Y esto, muchas veces, se ha resuelto al margen de la ética: la Barcelona, España, 1998. "obediencia debida" del periodista a su medio o patrón ("Ponga las ilustracio­

métodos de recogida, procesamiento y labra informatizada y sus códigos creen to económico de la información y los mos autores, la posibilidad de que la pa­

nes y yo pongo la guerra", le ordenó William R. Hearst a su periodista y dibu­

codificación". Pero también el tren, "ele­ un ágora informacional que se extienda jante, Frederick Remington, acreditado en La Habana durante la guerra de Armand Mattelart

independencia cubana, a fines del siglo pasado) o a los ejércitos de sus res­pectivos países, como en los casos de las dos guerras mundiales, Malvinas, del

mento emblemático de la revolución in­ a las dimensiones de la nación moderna,

dustrial", contribuye a la expansión de En este sentido, Mattelart dice queLa mundlallzaclón Golfo... con el argumento de que el periodismo debía apoyar a su nación; ode la comunicación las comunicaciones. "las argumentaciones globalizadoras, que porque el drama de la guerra es una fuente inagotable para el periodismo de

Luego el cable submarino (el prime­ constituyen el núcleo duro del discurso la muerte y la espectacularización de la noticia, especialmente en TV, donde el

ro se inaugura en 1851)y la radio refuer­ sobre la sociedad de la información, no negocio yel rating son determinantes y la ética está ausente.

zan el concepto de la comunicación co- solo desbordan ampliamente la cuestión

. mo factor del poder de los Estados. De de las redes técnicas y el círculo de las Pero también hay razones menos deleznables que afectan la neutralidad,

tal manera que la disputa por los territo­ firmas mundiales. Encarnan una forma porque el periodista enfrenta duras pruebas emocionales al sufrir y vivir con­m~~.'.'. ­flictos bélicos, más aún en su propio país, particularmente los que se dan a

geopolítica y de conjurar el conjunto de general de abordar el problema de larios se amplió en su momento al aspec­

nombre de la "limpieza étnica", las guerras de liberación, las luchas contra lato radiofónico. y según Mattelart "existe opresión. Y es que para muchos periodistas, que han sido testigos del enfren­una estrecha relación entre el desarrollo peligros que acechan al planeta". ,.,'_U tamiento entre lo justo y lo injusto, los oprimidos y los opresores; la imparciali­de las tecnologías de la comunicación y Sin embargo, el autor termina el libro

,""i' -.

• dad no es fácil, seres humanos al fin y al cabo toman posiciones y desde ellas.ol' • los conflictos que estallaron en la segun­ reseñado con una cita que le niega el pa­hacen su trabajo de manera brillante muchas veces, ahí están, por ejemplo: Er­da mitad del siglo XIX". Sin embargo, en so al optimismo: "En este final de siglo nest Hemingway, Martha Gellhorn... Porque, en definitiva, "La primera' víctima

ese mismo siglo ya se pensó en "enlazar en que se suma la crisis de la ideología de la guerra es la verdad", como lo señaló el senador norteamericano Hiramel universo", en cuyo contexto aparecen del progreso y de las grandes utopías johnson, en 1917.

los primeros atisbos de la cultura de ma­ políticas emancipadoras, reemplazadasEn este, su libro más reciente, Ar­

Con Corresponsales de guerra, Cbasqui plantea la discusión en torno asas, que trae consigo la industria cultural: por la utopía de la prótesis cibernética, mand Mattelart se refiere al "fenómeno

una actividad muy riesgosa -en 1968, la empresa de seguros londinense Hel­novelas-folletín, radionovelas, comics, tenemos que decir con Edgar Mario: de las redes de comunicación que están

ete. 'Nuestra esperanza debe abandonar la mers Cía. la catalogó como el oficio más peligroso del mundo- y compleja.configurando los nuevos modos de orga­ Presentamos artículos con una visión histórica del dilema planteado, el rol e1elsalvación. Por ello prefiero hablar de es­Con el cine, "la mitología de la comu­nización del planeta". Pero comienza periodismo en la construcción de una cultura pe paz o de guerra, el derechoperanza trágica"'. nicación entra en la era de la imagen, y con una mirada retrospectiva al proceso Ecuador internacional y esta actividad, semblanzas de conspicuos exponentes de estePero si esperanza es el "estado de hace concebir la ilusión de un lenguaje que ha derivado en lo que McLuhan vie­ -624. oficio y otros aspectos de un tema muy actual, más aún porque la guerra, la­ánimo en el cual se nos presenta comoentendible por todos los seres huma­ra como la "aldea global", llamada "ciu­ 87 mentablemente, parece ser una condición inherente a la raza humana.posible lo que deseamos", y si tragedia nos". Al cine le seguirá la televisión pe­dad global" por el ex-asesor de Carter, hasqui@ciespal:org.eces "algo terrible","un desenlace funesto", Excepto los textos de Priess, Reyes y García&Fuentes, todos los demás dero antes emergen las grandes agencias Zbigniew Brzezinski -quíen se preocupa www. comuiüca.org/chasqui ¿cómo podemos conciliar ambos térmi­ este dossier fueron presentados en el 1 Encuentro Mundial de Corresponsalesde prensa, con su red de corresponsa­del entorno anónimo que amenaza al in­ Registro M.I.T., S.P.I.027 nos? Porque no parece lógico desear una de Guerra, convocado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí ybies en todo el mundo, y cuya agresiva dividuo-, y global shopping center por el ISSN 13901079 desgracia para uno mismo o para la es­ realizado en La Habana, entre el 24 y el 27 de noviembre de 1998. Nuestropenetración da lugar a la cuestión del profesor Peter Drucker, teórico de la ges­ Los artículos firmados no expresan pecie a la que pertenecemos. agradecimiento a Guillermo Cabrera A., director del instituto, por permitirnosdesequilibrio de la información y a latión de empresas. necesariamente la opinión de CIESPAL ° su publicación.propuesta de un orden informativo, que Quizás es más saludable esperar el

La construcción de carreteras y cana­ de la redacción de Chasqui. Se permite su en los años 70 apadrina la UNESCO. milagro del "ágora informacional" que, reproducción, siempre y cuando se cite la les comienza a desplazar las fronteras fí­

como alternativa, enuncian Nora y Mine. fuente y se envíen dos ejemplares a

pos de seres humanos, porque los libros mundo de la informática, de las autopis- Rodrigo Vi1Iads Molina. sicas, intelectuales y mentales de los gru­ Lo demás ya es lo contemporáneo, el

Chasqui.

92 CHASQUJ 65, marzo, 1999

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CORRESPONSALES DE GUERRA

IJI corresponsal de Iguerra, con mucba g frecuencia, enfrenta el

dilema de ser neutral o tomar partido. Razones reñidas con la ética y otras menos deleznables, como sus propias emociones frente a la brutalidad de la guerra, inciden en su decisión final. A esto se suman la censura y un férreo control informativo de las fuerzas en conflicto. Vietnam fue la excepción.

4 Reportaje o ultraje: tomar 34 Entre armas, caridad por la 38 Derechos y ética del partido o permanecer neutral humanidad y la paz periodista en misiones de Barry Lowe Jean-Marc Bornet alto riesgo

Guillermo González Pompa

9 Conflictos, medios y cultura de la paz Frank Priess

41 Discurso político e imaginarios mediáticos alrededor del cierre de una frontera

14 La guerra de los Hernán Reyes Aguinaga corresponsales Angel Jiménez González 45 Hemingway, corresponsal

18 Guerra, globalización y leyenda José Luis García

manipulación Norberto Fuentes Angus Mc$wann

22 Paisaje informativo después de la batalla Gerardo Arreola

49 Ernest Hemingway y Martha Gellhorn María Caridad Valdés Francisco Echevarria V.

25 Periodistas de viaje: corresponsales de paz y 52 Masetti y Bastidas,

corresponsalía y compromiso corresponsales de guerra Juan Marrero Mariano Belenguer Jané

30 El poder emocional de la 54 El Che como corresponsal de fotografía de guerra guerra Debra Pentecost Hugo Rius

net, la divulgación y la ciencia ficción, los nuevos retos y perspectivas de la co­municación científica, el fin del periodis­mo científico, y las revistas académicas como agentes de información.

Revista Brasileira de Cíéncías da Cornunícacáo (Sao Paulo: INTERCOM, vol. XXI, núm. 2, julio-diciembre de 1998). Dedicada monográficamente a "recepción y consumo" comunicativo: el desarrollo de la teoría crítica en los me­dios brasileños, las alternativas para el fortalecimiento académico de la comuni­cación organizacional, la orientación, consumo, recepción y uso de los medios en Argentina, la divulgación de los cono­cimientos científicos a través de la televi­sión, y la evolución de la relación entre infancia y televisión. Además, una larga entrevista con el profesor catalán Ma­nuel Parés i Maicas (actual presidente de la AIERI-IAMCR) realizada por José Mar­ques de Melo sobre la comunidad cien­tífica internacional en el campo de la co­municación.

Revista FAMECOS: Mídia, Cultura e Tecnologia (Porto Alegre: Pontificia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, núm. 8, julio de 1998). La imagen como vínculo social, el mito mediático de Diana de Gales, los objetos y los mé­todos en el análisis de los mensajes, la mímesis aristotélica y la ciencia periodís­tica pura, el centenario de Belo Horizon­te como acontecimiento comunicativo, el receptor activo en la Escuela de Franc­fort, la iconografía del cómic de ficción científica, la regionalización radiofónica brasileña, el diseño tipográfico, la indus­tria fonográfica riograndense, y el consu­mo de radio por los jóvenes de clase media en Porto Alegre.

Revista Mexicana de Comunica­ción (México DF: Fundación Manuel Buendía, núm. 56, octubre-diciembre de 1998). Conmemora el décimo aniversa­rio, con artículos sobre su propia histo­ria y la de la comunicación en México desde 1988: el desplome de la televisión estatal y el auge de IVAzteca, la libera­lización de las telecomunicaciones, el auge de Internet, la crisis de la industria cinematográfica, y la iniciativa de la Ley Federal de Comunicación Social.

Signo y Pensamiento (Bogotá: Uni­versidad javeriana, núm. 33, segundo se­

mestre de 1998). Monográfico sobre el mundo de la radio: el hábito de escu­char, el lenguaje del medio, la evolución de la radio educativa, popular y comuni­taria en América Latina, la participación en las emisoras comunitarias brasileñas, la participación en la radio informativa colombiana, las historias de vida a través de la radio, el análisis del discurso y la memoria colectiva, y la radio alternativa en Argentina.

Transversal: Revista de Cultura Contemporánía (Lleida: Ajuntament de Lleida, núm. 7, diciembre de 1998). Mo­nográfico sobre televisión pública, local y global a partir de la experiencia espa­ñola (particularmente de la catalana), que es una de las más ricas dentro del panorama internacional: los diferentes ti­pos de público, los instrumentos audio­visuales del poder, el fracaso de la tele­visión paneuropea, la "televisión de pro­ximidad", la serialidad y la ficción televi­siva, el cine a través de la pequeña pan­talla, el videoarte, y las interrelaciones entre teatro, televisión y alteo Además, una entrevista con el sociólogo francés Alain Touraine sobre televisión, opinión pública y socialización.

Treballs de Comunicació (Barcelo­na: Societat Catalana de Comunicació, núm. 10, diciembre de 1998). Además del informe de 1998 sobre el estado de la comunicación en Cataluña, incluye dos grandes temas: la lengua catalana en los medios (el caso de la doble versión de El Periódico, la evolución reciente de la prensa diaria, la radio, la televisión, y el papel de los periodistas como usua­rios), y presentación de tesis doctorales en universidades catalanas (las radios católicas en la Europa latina, el trata­miento del turismo en los diarios catala­nes, la imagen de marca en la banca in­ternacional, el diseño de la prensa, la re­tórica periodística y el fin de la Historia, la descentralización televisiva en Euro­pa, y la evolución del prime-time televi­sivo en Cataluña en los años 90).

Trípodos: Llenguatge, Pensament, Comunicació (Barcelona: Universitat Ramon Llull, núm. 6, 1998). Monográfico sobre la violencia a través de la televi­sión, con diferentes aproximaciones so­ciológicas, jurídicas y antropológicas: el espectáculo vacío, el impacto social, la

i¡¡¡¡¡i.I¡·:~ii.i:

atracción entre espectadores y medio, la "fantasmización" mediática de la fuerza, la investigación sobre los efectos, del ri­tual a la representación, la agresividad y la violencia, los criterios de la programa­ción, y la responsabilidad del receptor en la construcción ética de los medios.

Voces y Culturas: Revista de Co­municación (Barcelona, núm. 14, se­gundo semestre de 1998). Dedicada al papel del periodismo en la política inter­nacional (el modelo de propaganda revi­sitado, la guerra psicológica en el con­flicto de Chiapas, la información sobre el Sur y "el fenómeno de las grietas") y a la globalización de la industria audiovisual (la internacionalización de la televisión mexicana y la expansión de la televisión por cable argentina). Además, una seria crítica al último libro del sociólogo espa­ñol Manuel Castells sobre la sociedad de la información y una entrevista al comu-

CHASQUI 65, marzo, 1999 91

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:III¡.I:·.:I.:I nal, la televisión y la modernización de la vida cotidiana, el periodismo digital en el mercado global, el humor gráfico brasileño, y la cooperación mediática en el área lusófona,

Comunicación: Estudios Venezo­lanos de Comunicación (Caracas: Cen­tro Gumilla, núm. 102, segundo trimestre de 1998). Monográfico sobre los "ciber­nautas": hacia la comprensión de las es­feras privadas virtuales, el neolíberalís­mo en la cultura, las posibilidades de co­municación de Internet, la ética y la con­ciencia moral de los navegantes, los dia­rios venezolanos en la red, la religión en las autopistas de la información, las rela­ciones personales a través de Internet, la democracia electrónica y las últimas

elecciones venezolanas, la participación en el ámbito local, y las industrias cultu­rales en los acuerdos de integración re­gional (NAFTA, UE y MERCOSUR).

Comunicación y Sociedad (Pam­plona: Universidad de Navarra, vol. XI, núm. 2, 1998). Monográfico sobre cine y sociedad en Europa: identidad e inter­pretación cinematográfica a propósito de la película Brazil (Terry Giliam, 1985), ci­ne y sociedad en David Puttnam, la so­ciedad italiana ante el Neorrealismo, el cine polaco bajo la presión política co­munista 0945-89), la producción y dis­tribución de cine en España durante la Guerra Civil 0936-39), el reflejo de la transición política española en el cine 0973-82), el terrorismo vasco a través del cine, y una bibliografía básica sobre cine europeo.

Comwticar: Revista de Educación y Medios de Comunicación (Huelva: Grupo Comunicar, Nº 10, 1998). Mono­gráfico sobre la familia y los medios de comunicación: educación familiar y so­cialización .con los medios, la escuela entre familia y medios, los padres ante la publicidad y el consumo, la publicidad en familia, las nuevas formas de violen­cia juvenil, el miedo a Internet en la fa­milia y en la escuela, y las tecnologías de la información y la atención a la diversi­dad.

Contribuciones (Buenos Aires: Centro Interdisciplinario de Estudios so­bre el Desarrollo Latinoamericano, año XV, núm. 2, abril-junio de 1998). Promo­vida por la Fundación Konrad Adenauer, está especializada en la comunicación desde una perspectiva jurídica y política: la información como un derecho indivi­dual de bien público, regulaciones euro­peas transfronterizas en el sector de los medios, el hombre en la intersección en­tre medios de comunicación y derecho, la globalización tecnológica y los usua­rios de las telecomunicaciones, el dere­cho de la comunicación en Colombia, la regulación de la actividad periodística en América Latina, los medios en Argentina, y la dimensión ética y política de la co­municación.

Diá-Iogos de la Comunicación (Li­ma: FELAFACS, núm. 53, diciembre de 1998). Monográfico sobre la violencia en la televisión: el caso paradigmático de

Estados Unidos, la ética y la violencia en la información, los jóvenes violentos en Colombia, los medios y la violencia en México, y una entrevista al profesor ale­mán Friedrich Hagedorn. Además, un amplio informe sobre la situación de la televisión pública en América Latina.

Estudios de Periodística (Ponteve­dra: Sociedad Española de Periodística, núm. 6, 1998). Número monográfico de­dicado al periodismo de investigación en España: ¿investigación o filtración?, el valor de la investigación, las cinco fases (pista, pesquisa, publicación, presión y prisión), el origen del reportaje, impreci­siones y caducidad, investigación versus precisión, e investigación periodística en radio y televisión.

Estudios sobre las Culturas Con­temporáneas (Colima: Universidad ele Colima, vol. 4, núm. 7, junio de 1998). Hacia la construcción de mundos posi­bles en nuevas metáforas conceptuales: "cibercultura", "ciberciudad" y "ciberso­ciedad", la identidad nacional europea y el papel político de los medios, la "mo­dernidad" frente a la "postmodernielael" en América Latina, las relaciones entre etnicidad, simbolismo e identidad, la pertenencia territorial y las representa­ciones del conflicto social en la cons­trucción cultural de una región, el análi­sis de los públicos de las telenovelas, y una propuesta de investigación sobre educación, tecnología y cultura.

Quaderns del CAC (Barcelona: Consell de l'Audiovisual de Catalunya, núm. 3, diciembre de 1998). Dedicada monográficamente a la conmemoración del 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en relación con la cultura y la comunica­ción: los derechos de los pueblos, la di­versidad cultural, la protección de la ac­tividad del periodista, la libertad de ex­presión y la protección de la infancia y la mujer.

Quark: Ciencia, Medicina, Comu­nicación y Cultura (Barcelona: Univer­sitat Pompeu Fabra, núm. 11, abril-junio de 1998). Reflexiones acerca de la escri­tura sobre ciencia: la escenificación de la ciencia, los malentendidos de la divulga­ción, los cambios en las presentaciones de los descubrimientos, las grandes se­des de información científica en Inter­

68 Jóvenes ¿Outsiders o CONTRAPUNTO 84 NOTICIAS Unplugets? senara Macassi L.

57 Diferencias entre periodismo y novelística 73 Imágenes juveniles, medios y 86 ACTIVIDADES DE

nuevos escenarios Osear Aguilera Ruiz CIESPAL

Carlos Morales

78 Democratización y políticas de comunicación. El caso de Guatemala RESEÑAS Hans Koberstein

88 Revistas Iberoamericanas de 82 La información, ingrediente comunicaciónclave de nuestra organización Daniel E. Jonessocial Manuel Calvo Hernando

APUNTES

60 Las elecciones venezolanas y la influencia de los medios Eleazar Díaz Rangel

63 Comunicación y anorexígenos Valerio Fuenzalida Fernández

m.la,'1__~'Wft.'l,'&..~%..t\,%%,,'1t®..~th~"t.®t*mtm\\'i1¡mmlW¡mt*M:.lWK1@[email protected]~mtmm.KtYmill~iKt\Thth1M.t4m¡f

PORTADA y

.- CONTRAPORTADA l~ JJIIIIII!I Oswaldo Guayasamín ¡(¡)i1 "Madre de la india"1M ; Oleo sobre tela. 300 x 150 cm. ~~ 1988

o "Lágrimas de sangre" Oleo sobre tela. 220 x 110 cm. ...." ~,

1973 ~~/;>'f,~>

90 CHASQUI 65. marzo, 1999

Page 4: ;:x~::~~;:-,;w.~it--=:-=:~::::::-::~ült@.~{®1~~1~~ttttfu i ... · las industrias culturales en la economía bientales en la comunicación, las nuevas nalista Vasco durante la guerra

¡¡:¡¡:¡:::¡¡¡¡¡¡¡¡¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡¡:¡:¡:¡:j¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡I:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡I:¡:: ANGEL JIMÉNEZ GONZÁLEZ ::¡:¡:¡:::¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡IIII:I¡I:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:¡:::¡¡¡:¡:i!::¡:::¡¡:¡¡¡¡::

LA GUERRA DE LOS CORRESPONSALES

Afines del siglo XIX, corresponsales y periódicos estadounidenses contribuyeron a ejercer presiones sobre elpresidente Me Kinley, a través de la manipulación de la opinión pública, hasta convertirla enpartidaria de laguerra contra elpodercolonial español y los pueblos

de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam. Algunos quecubrieron estos conflictos no solo fueron periodistas, también fueron agentes de inteligencia, exploradores, diplomáticos y consejeros militares. Para elautor, laguerra cubano-española-estadounidense, desatada

en abril de 1898, podría ser considerada como "La guerra de los corresponsales"; pero detrás de diarios, semanarios y revistas, estaba elnaciente imperio queansiaba apoderarse

1IIIIJIJ:;;;;::::::~~:::i¡¡¡:i:::::::~¡. :: ~~~~~~~e~~:~~sX~:'p~~ ¡:rt blicaban aproximadamente

. 14.000 semanarios y 1.900 ,., diarios. Solo en Nueva

::::; York, con una población de 2,8 millones de habitantes, la suma de la tirada delosdiarios delas8 a.m. y delas 7 p.m, alcanzaba lacifra de 2 millones de ejemplares.

14 CHASQUI 65, marzo, 1999

de la "fruta madura". ~~¡~~~~~~;¡~¡~¡;~~¡~¡;~;~i~~~~f~~~~~~~l~~t~~¡~~~~¡¡¡¡¡¡¡¡~¡¡¡~¡¡¡¡¡¡~¡~¡¡¡¡¡~¡~¡~¡~~~~~;¡;~;~;~;~;¡¡¡;~~~¡;~;~;¡~¡¡~;~¡¡;~~;¡¡~;¡;¡;¡;~;m¡¡;¡;¡;¡;~;¡;¡~

La tenaz lucha entablada por losdos más conspicuos representantes del "pe­riodismo amarillo": Joseph Pulitzer y Wi­lliam Randolph Hearst, los condujo a fo­mentar y falsear cualquier hecho, siem­pre que, convenientemente aderezado con frases estridentes, titulares ciclópeos y colores llamativos, fuera capaz de atraer laatención desus lectores y elevar la tirada de sus cadenas de periódicos.

"Ponga las ilustraciones, yo pondré la guerra"

Obviamente, casi ningún aconteci­miento podía ser presentado con más atractivos para las masas, que una gue­rra humanitaria y altruista entre Estados Unidos, abanderados de las libertades y

ANGEL JIMÉNEZ GONZÁLEZ, cubano. Coronel del ejército, doctor en Ciencias Históricas. profesor del Centro de Estudios Militares de las PAR.

cuestros y asesinatos (Scarone 1996, 26).

A base de ello se puede definir un axioma según el cual, durante el proceso dedemocratización, estas políticas lntor­males son reemplazadas paulatinamente porpolíticas de comunicación formales y democráticas que implican la aplicación de las leyes. El presente trabajo aplica este modelo teórico alcaso deGuatema­la, en el proceso de democratización de 1986 a 1998. Para este estudio se lleva­ron a cabo 35 entrevistas, con expertos enGuatemala, y seregistraron y analiza­ron 321 agresiones contra periodistas y medios de comunicación en ese período dedemocratización.

El panorama comunicacional Durante el proceso de democratiza­

ción, en Guatemala persistieron graves problemas en el campo delosmedios de comunicación. La mayor parte delos me­dios seseguían concentrando enlacapi­tal, tanto a nivel de información como de difusión. La profesión de periodista se­guía sin existir fuera de las grandes ciu­dades (Barrera et al. 1992, 139), Y los medios de comunicación ignoraron casi ensu totalidad los idiomas y lasculturas indígenas.

Se produjeron dramáticos procesos de concentración de propiedad. Así, en 1998, más del 90% de la tirada de la prensa diaria estaba controlado por dos consorcios, Prensa Ubre y Siglo Veintiu­no. El mexicano Remigio Angel González y González llegó acontrolar todos losca­nales de televisión con difusión nacional. En el campo de las radios se formaron oligopolios.

Políticas de comunicación formales

Al comenzar el proceso de democra­tización, en1986, las bases legales rela­cionadas a los medios de comunicación apenas cambiaron. No se produjeron re­formas ni debates públicos encaminados a la adaptación dela legislación a lasne­cesidades de un país en proceso de de­mocratización. Las políticas de comuni­cación formales no se establecieron co­mo un campo especializado dentro de la política nacional (Barrera 1989, 45).

Por esta razón, laspolíticas decomu­nicación formales carecían de coheren­cia. Ejemplo deello erala Ley General de Telecomunicaciones (LGT) que regulaba

indiscriminadamente las frecuencias de teléfonos móviles como las deradio y te­levisión. Con la LGT las frecuencias ya no otorgaba el Estado sino que se su­bastaban, permitiendo la inversión ex­tranjera. Con laLGT, elEstado perdió de­finitivamente elcontrol sobre lasfrecuen­cias. Contrastando a esta ley, las demás iniciativas legislativas siguieron la línea tradicional de políticas de comunicación formales, atribuyendo al Estado una am­plia gama defunciones que apenas puso en práctica. Ejemplos de esto son la ley de televisión por cable, de 1992, Yel au­mento fuerte en los salarios mínimos pa­ra periodistas, en los años noventa.

En los Acuerdos de Paz firmados en­tre gobierno y guerrilla, en diciembre de 1996, el gobierno se comprometió a fo­mentar la producción y divulgación "de las expresiones culturales indígenas" en la prensa escrita, la radio y la televisión, a la vez que facilitar frecuencias para proyectos indígenas (Acuerdos de Paz, 12). Esto se acordó en marzo de 1995. Casi dos años después entró en vigor la LGT, con locual seimposibilitó el otorga­miento de frecuencias a proyectos indí­genas. Asimismo, el anteproyecto de la Ley de Radiodifusión (Decreto 433) igno­ró completamente los contenidos de los Acuerdos de Paz.

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Agresiones contra periodistas y medios

Un instrumento importante de políti­cas decomunicación informales constitu­yeron lasagresiones contra periodistas y medios de comunicación. El hecho de que los autores intelectuales de estas agresiones gozaran de impunidad refor­zó la autocensura entre los periodistas (Altolaguirre 1994, 104). El análisis de 321 agresiones contra periodistas y me­dios, que se produjeron entre 1986 y 1997, evidencia una curva deforma cícli­ca (cfr. Cuadro 1).

Los incrementos más significativos coinciden con eventos políticos, como el frustrado golpe de Estado, en 1988, que llevó a una ola de violencia dirigida con­tra algunos medios (Koberstein 1990, 48f). El descenso pronunciado en los años 1996 y 1997 se debe a la firma de la paz (1996) entre gobierno y guerrilla.

En elcaso delasagresiones con con­secuencias graves, que implican la muer­te o el exilio de periodistas y en el caso de los medios de comunicación el cierre temporal o definitivo deestos, seobserva una curva de incidencia sin mayores al­tibajos, que no desciende a pesar de la firma de paz (cfr. Cuadro 1).

Un análisis de losdatos, consideran­doel período degobierno, evidencia que

Cuadro No. 1 Agresiones contra periodistas y medios (1986-1997)

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1988 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1984 1995 1998 1997

---+--Total de casos - ..... - Casos con consecuencias graves··· .,..•. Atentados

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~~~~~~~~~i~~~~ili~~~f~f~~~~~~I~i¡¡ff;~~~~i~~¡~~~~~~~~~~~~~~ HANS KOBERSTEIN *l~¡~I~~~~~~~~~I~J~~~~rf~ffii~~~~~~~~~~~~~~~~~i~~¡I~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Indígenas guatemaltecos

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Democratización ypolíticas de comunicación. El caso de Guatemala

El análisis de las políticas de comunicación formales e informales es presentado como método empírico para investigar los procesos de democratización en Latinoamérica. Este método fue aplicado en el caso de Guatemala, para elperíodo de 1986 a 1998, tomando como base 35 entrevistas con expertos guatemaltecos, asícomo el registro y la evaluación de321 agresiones contra periodistas y medios de comunicación que se produjeron en ese

período. Asimismo, seestudian las perspectivas deponerenpráctica políticas de comunicación formales dirigidas a la democratización de la comunicación. Se concluye

constatando una transición sin democratización en elcaso de Guatemala. ~~;~~;¡;¡¡~~~~;~~]t~;*;~;¡~¡;~;~¡¡~~~¡;m¡~~~~~;;;;~~t~¡¡¡¡¡¡¡¡~¡~~~~*¡¡~¡~~;¡~~~~~~~;~;~;~¡~m~~1~ttt~~~¡;¡;~~~¡¡;¡¡¡~~~~¡;ml~;~~~~~~~;~~;f~

n el marco de un proceso cación en estos procesos (Waisbord latinoamericanos, aunque en la práctica aparentemente mundial, la 1995, 209), a pesar de que las ciencias estas libertades no llegaran a respetarse mayor parte de los países de la comunicación latinoamericanas se (Peleg 1993, 133).Envez deunacensu­de América Latina volvieron hayan centrado en la cuestión de la de­ ra abierta o restricciones legales, los a la democracia hasta co­ mocracia al analizar losmedios decomu­ regímenes autoritarios recurrían a aplicar mienzos delosaños noven­ nicación (Díaz Bordenave 1976, 147). políticas de comunicación informales,

ta. Estas democracias se consideran aún La libertad de expresión y de prensa tales como amenazas de muerte, se­en proceso de consolidación (NohlenfT­ quedaron garantizadas constitucional­

HANS KOBERSTEIN, alemán-mexicano. Comunicador hibaut 1994). Apenas se ha estudiado a mente en la época autoritaria, tanto en social, redactor de la ZDF, Televisión Pública Ale­

fondo el papel de los medios de comunl- Guatemala como enlamayoría depaíses mana. E-mail: [email protected]

78 CHASQUI 65, marzo, 1999

la democracia, y un régimen despótico, cruel yeuropeo, como elcolonialismo es­panel. Una guerra así convenía a los grandes consorcios del capital financiero norteamericano, aliados y patrocinadores de los periódicos, y sustento económico de la campaña electoral que llevó a Wi­lIiam Mc Kinley a la presidencia de los Estados Unidos.

Pero no había guerra y, antes de de­satarla, era menester movilizar a la opi­nión pública doméstica en su apoyo, de lo cual seencargó una prensa nutrida por una generación decorresponsales carac­terizados por una intrepidez, maestría profesional y entrega al oficio, solo com­parables con su falta de escrúpulos, típi­ca de una ética muy peculiar. Por si eso fuera poco, se desdoblaban en agentes deinteligencia, exploradores militares, di­plomáticos, y consejeros político-milita­res.

Periodistas de la talladeGrover Flint, Silvester Scovel, Bronson Rea y Charles Crosby inundaron los campos de Cuba, atravesaron furtivamente las líneas espa­ñolas, compartieron losriesgos dela aza­rosa vida de los insurrectos, entrevista­ron a losprincipales dirigentes dela revo­lución, y regresaron a su país, burlando nuevamente lavigilancia colonialista, con el único fin de alimentar la inextinguible voracidad de las rotativas con textos e ilustraciones capaces de conmover a los lectores norteamericanos y de hacerlos comprar su diario.

Algunos ofrendaron su vida: Charles Govin murió macheteado por las tropas del coronel español Ochoa, en julio de 1896, y Charles E. Crosby murió de un balazo en la cabeza mientras presencia­ba la acción de Santa Teresa, en marzo de 1897.

Pero, también, hubo no pocos que nunca se atrevieron más allá de Cayo Hueso o delbardelHotel Inglaterra, des­de donde generaron un ininterrumpido flujo de amañadas noticias, fruto exclusi­vo de sus fértiles imaginaciones, estimu­ladas porvapores etílicos. Entre estos úl­timos estuvo elperiodista y dibujante Fre­derick Remington, enviado por Hearst a La Habana para que le remitiera ilustra­ciones sobre la guerra, y como deambu­lando por bares y cafés habaneros no veía signos de conflicto, a lospocos días cablegrafió a su jefe: "Todo está en cal­ma. No hay problemas. No habrá gue­rra". La respuesta del zar de la prensa

amarilla hapasado a la historia como bo­tón de muestra de la prepotencia de aquel representante del llamado cuarto poder público: "Por favor quédese. Usted ponga lasilustraciones, yopondré lague­rra".

¿Victoria del ejército estadounidense?

El inicio de las hostilidades por parte de Estados Unidos contra los dominios españoles de ultramar, multiplicó la pre­sencia de corresponsales de guerra en los diversos teatros deoperaciones. Con el V Cuerpo del Ejército vinieron a Cuba 89periodistas; para lacampaña de Puer­to Rico una oleada de reporteros -entre losque se encontraba el agente de la in­teligencia norteamericana Henry H.Whit­ney- se vioprecisada a fletar el yate Ani­ta; y hasta en el más remoto confín del mundo, con el comodoro George E. De­wey, viajaron tres errantes corresponsa­les de guerra.

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doméstica en su apoyo, de lo cual se encargó una generación de corresponsales caracterizados por una intrepidez, maestría profesional y solo comparables con su falta de escrúpulos. Por si eso fuera poco, se desdoblaban en agentes de inteligencia, exploradores militares, diplomáticos, y consejeros.

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1¡¡lljjli_I.IIII¡I._¡:I~)\. En Cuba, un enjambre de reporteros

agobió al mayor general Calixto García con demandas de grados militares hono­rarios del Ejército Libertador, caballos y guías. García se negó a acceder a las peticiones y los pertinaces periodistas trataron de sobornar a oficiales y solda­dos para que les alquilaran o vendieran cabalgaduras y servicios a precio de oro, el no rotundo de los mambises provocó que los airados corresponsales enfilaran sus lápices contra los independentistas. Sin embargo, la causa de esta metamor­fosis era mucho más profunda y oculta, estaba en los propósitos que animaron a los E.U. a librar esta guerra.

Los mismos hombres que habían ponderado hasta la exageración las ha­zañas del Ejército Libertador, cuando convenía movilizar a la opinión pública norteamericana para que apoyara el es­fuerzo bélico, al percibir la victoria sobre España como cosa cierta, comenzaron a denigrar al Ejército Libertador, al Consejo deGobierno deLa República en armas y al pueblo cubano.

Los otrora "heroicos luchadores por la independencia de Cuba", se convirtie­ron porensalmo eninfantiles, irresponsa­bles, ladrones, cobardes, vagos y sucios, que necesitaban, para elevarse hasta la condición de seres humanos civilizados, la tutoría de un adulto responsable, ho­nesto y valiente que les enseñara estas virtudes ¿Y quién mejor que el Tío Sam para hacerlo?

Esta fue laimagen que loscorrespon­sales norteamericanos crearon para con­sumo de sus compatriotas y la que, unsi­glo después, repiten sus crónicas en las que ignoran o minimizan la participación del Ejército Libertador enel conflicto, pa­ra atribuirle total y exclusivamente la vic­toria al Ejército y a la Armada estadouni­denses.

Entre el periodismo y el espionaje

Nunca antes, ni después de enton­ces, gozaron loscorresponsales de gue­rra detanto prestigio, libertad de acción, respaldo de lasautoridades civiles y mili­tares, e influencia sobre la opinión públi­ca. Era unaépoca, no debemos olvidarlo, en que el lector medio creía a pie juntillas lo quedecía su periódico.

Hubo unos siete corresponsales de esta casta que dieron al mundo la visión norteamericana de algunos conflictos.

CHASQUI 65, marzo, 1999 15

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!,:¡¡:__:I:II:::_II:11 Grover FUnt. En marzo de 1896llegó

a Cuba en calidad de corresponsal del Journa/, se internó en la manigua al sur de Cárdenas y dos meses después arri­bóal campamento delmayor general Má­ximo Gómez, General en Jefe del Ejérci­to Libertador, en la provincia de Las Vi­llas. Flint marchó con Gómez, cruzó con él la trocha militar de Júcaro a Morón, presenció el combate de Saratoga y, en julio, salió de Cuba clandestinamente con destino a Green Keys, en las Bahamas, llevando consigo sus notas y bocetos.

Resultado de aquellas jornadas, de su agudo poder de observación y de su incansable lápiz, que aldecirde Bernabé Boza, jefe de la escolta del General en Jefe, solo estaba quieto cuando el yanqui dormía, fue el libro Marchando con Gó­mez, una recopilación de los despachos enviados a su editor e ilustrados por él mismo, publicado en 1898, con envidia­ble oportunidad, pues Estados Unidos acababa de entrar enguerra conEspaña.

Silvester Seovel. Al estallar la gue­rra de independencia en Cuba gestionó la corresponsalía de varios diarios y, a riesgo de su piel, se incorporó a las tro­pas del mayor general Máximo Gómez, en las que presenció numerosas accio­nes. Seis meses después regresó a La Habana y fue expulsado de Cubapor las autoridades coloniales.

Scovel ignoró el hecho y volvió al campo insurrecto en enero de 1897, aho­ra como corresponsal del New York Wor/dy armado de unacámara fotográfi­ca.En esta ocasión traíamisiones adicio­nales: tantear la disposición de los patrio­tas a aceptar una eventual autonomía o la compra de la isla a España, transac­ciónen la que Estados Unidos saldría fia­dor. A la primera proposición, Gómez res­pondió tajante: "No, esas son pendeja­das", pero mostró estar dispuesto a con­siderar la segunda, "siempre que no 5e comprometa la soberanía de Cuba".

En diciembre de ese año, apareció otra vez Scovel en el campamento de Gómez, acompañado por el cónsul de Estados Unidos en Cartagena, con el propósito confeso de recoger las perte­nencias deldifunto Crosby y la intención encubierta de explorar nuevamente la disposición de los patriotas ante distintas alternativas de poner fin a la guerra.

El15 de febrero de 1898, el USS Mai­ne había explotado. Alegando ser oficia­les del navío, Scovel y otro corresponsal

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lograron queun bote los llevara hasta los humeantes restos del acorazado y no contentos con aquella impresión de pri­mera mano, abordaron el vapor City ot Washington, donde habían encontrado refugio elcapitán Charles Sigsbee y algu­nosotros supervivientes de la catástrofe. Allí lograron entrevistar al aún aturdido pero cauteloso comandante, quien ade­más les confió la transmisión a Washing­ton de su primer parte oficial sobre los hechos.

Joseph J. Stiekney, del Herald, ha­bíasido oficial de la marina de guerra es­tadounidense antes deconvertirse enco­rresponsal extranjero y se encontraba en Japón cuando la explosión del Maine. Su olfato profesional le dijoqueaquel hecho, ocurrido en el otro lado del mundo, ten­dría inmedíata y trascendente repercu­sión en el sudeste asiático. Cablegrafió urgentemente al comodoro Dewey, jefe de la Escuadra Asiática estacionada en Hong Kong, solicitándole autorización para incorporarse a la escuadra. Dos días más tarde, con la respuesta afirma­tiva del comodoro en la mano, Stickney abordó el crucero Baltimore en Yokoha­ma y navegó al encuentro de la primicia periodística y de la fáma.

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Edwin W.Harden y John T. Mecut­eheon eran colegas quetrabajaban para periódicos rivalesde Chicago y hacían un viaje alrededor delmundo a bordo delva­por Mc Culloch cuando estalló la guerra. La movilización del Mc Culloch y su in­corporación a la escuadra de Dewey les vino de perillas a ambos corresponsales y a sus periódicos, el New York Wor/d y el Chicago Record, respectivamente.

Los tres periodistas fueron testigos de la llamada batalla de Cavite, en mayo de 1898, donde Stickney fungió como ayudante personal de Dewey en el pues­to de mando del buque insignia de la Es­cuadra Asiática. En solo una mañana, los navíos del almirante español Patricio Montojo fueron reducidos a chatarra y quedó sellado el ulterior destino de Filipi­nas.

Dewey había cortado el cable subma­rino que enlazaba a la isla de Luzón con Hong Kong, única vía que conectaba a Filipinas con el resto del mundo, de ma­nera que para remitir el informe sobre su fulminante victoria al Secretario de Mari­na, estaba obligado a enviarlo con unen­lace hasta la colonia británica.

Los tres corresponsales también ar­dían en deseos de comunicar a sus edi­tores aquella noticia, que alborozaría al pueblo norteamericano, de modo que Dewey estableció un compromiso con ellos. El trío iríaa Hong Kong, pero conla promesa de trasmitir primero el parte ofi­cial sobre los resultados de la acción na­valy solo después, sus correspondientes despachos de prensa.

Sin embargo, Harden incumplió el compromiso contraído; envió primero su reportaje, pagando tarifa "Urgente", y a continuación el de Dewey con tarifa ordi­naria. Debido a estatriquiñuela, censura­ble desde el punto de vista ético pero en­comiable según los cánones de Hearst, el Chicago Tribune, que empleaba los servicios noticiosos del Wor/d, publicó los pormenores de la pasmosa victoria de la Escuadra Asiática, 12 horas antes de que el parte del comodoro llegara a Washig­ton.

William F. Halstead, súbdito británi­co,eracorresponsal del New York Hera/d en Puerto Rico, cuando en marzo de 1898, solo 40 días antes del estallido de la guerra, fue sorprendido mientras foto­grafiaba las defensas costeras de San Juan y encarcelado en los lóbregos cala­bozos del Morro, a reserva de ser juzga-

Por otra parte, reconocemos que la permanente recurrencia a fuentes direc­tas, principalmente testimoniales, refleja una estrategia que pasa por el perma­nente tránsito de los sujetos de enuncia­ción, en un proceso de (auto)legitimación que puede resumirse de la siguiente for­ma: "escucho XX porque me escucho a mímismo (opotencialmente puedo llegar a ello)".

Si en términos sociológicos y/o cultu­rales la pregunta central radica en la identidad, es decir el "Quién eres", en las propuestas comunicacionales hacia los jóvenes no se encuentran datos acerca de cómo es el destinatario.

y sobre este proceso deno-identifica­ción se desarrollan las estrategias de se­ducción con el destinatario. Al no entre­gar pista alguna del sujeto-destinatario, por extensión tenemos que cualquiera puede ser dicho interlocutor, generando un proceso de "tú a tú", desplazando completamente al utilizado tradicional­mente por los medios de comunicación.

Esta particular estrategia de aproxi­mación a lo juvenil desde el enunciador se desarrolla sobre la base de distintos recursos expresivos cumpliendo siempre la misma función: articular unaconversa­cióncercana y directa, desde el juegode palabras y el doble sentido (como forma de pronunciar lo impronunciable y jugar con el lenguaje cotidiano)", o desde la persuasión sustentada en el sentido co­mún (y por ende argumentada desde lo afectivo-práctico) .

De tal manera que a partir de tales estrategias, se trazan mapas parala vida en sociedad y llena esa vida de objetos significativos para los sujetos. Así se va construyendo en la relación una forma específica de aproximarse al mundo so­cial. Nuevos discursos y relaciones que se independizan de los sujetos que las producen, pero que a su vez actúan nue­vamente sobre ellos, en un proceso de (re) significación continuo. O

NOTAS 1. Al respecto podemos señalar que los me­

dios tienen tratamientos diferenciados respecto a los jóvenes: así como se les entiende en tanto sujetos "en preparación a", y una muestra de ello son los persis­tentes intentos por enseñar/educar; tam­bién es posible entenderlos en la lógica del control social (y potenciales enemi­gos). Sin embargo, en ambos casos re­miten a una misma matriz conceptual.

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La relación medios-jóvenes debeser reforzada por una práctica que los involucre activay creativamente en los procesos de producciónmassmediática.

2. DUARTE, K., Juventud Popular: El rol/o En términos comunicacionales, significó entre ser lo que queremos, o ser lo que el tránsito de una estrategia comunicacio­nos imponen, LOM Ediciones, Santia­ nal basada en el control social (como el gO,1992, p. 16. aplicado en la dictadura, aunque no de

3. Universidad de Chile, Escuela de Socio­ suexclusividad) que reforzaba la diferen­logía, Jóvenes a los noventa: una gene­ciación de ámbitos privados y públicos ración de los descuentos, Documento de (como resultado de aquel control, y que Trabajo, Santiago, 1997, p. 9. nohacía otra cosa que aumentar lapreo­

4. DE MORAGAS, M., Sociología de la Co­cupación por lo social) hacia una estrate­municación de Masas, Tomo IV, Editorial gia en que ladistancia existente entre lo Gustavo Gili, Barcelona, 1985, p. 65. privado (íntimo) y lopúblico (social) termi­

5. Op. Cil. p. 10. na por desaparecer. Construyendo una 6. Op. Cil. p. 11. nueva hegemonía, en que lo cultural (co­7. MARX, l., citado en Los de Abajo: una municacional) desplaza -a fines de siglo­

expresión cultural de los tiempos moder­como referentes lo político y/o militar, cla­nos, p. 34. ves tradicionales de la dominación políti­

ca de la sociedad (económica-social y8. YÁÑEZ, L., "Espacios para Voces Juveni­cultural).les", en Chasqui 56, p. 83.

9. Sin embargo, su significación se puede 12. "Por otra parte, este recurso nos conecta traducir en una multiciplicidad de referen­ con un antiguo uso de la palabra: el jue­tes durante el proceso de recepción y de go. Cuando el locutor va lanzando su adecuación a la realidad particular delos clip-clap, no dice mucho, solo juega. Está distintos receptores. presente aquí la gratuidad del acto del

10. Una excelente caracterización de la vida lenguaje y de la palabra. Insistimos en el moderna, en las sociedades capitalistas término, lagratuidad. Una palabra que no de consumo, realiza Gilles Lipovetzky en busca pasar una información, que no Laeradel Vacío. busca dejar un mensaje, que no busca

11. Este proceso solo puede ser entendido conscientizar, que no denuncia nada, so­en elcontexto delaatomización del cam­ lo juega". PRIETO, D., La vida cotidiana, po público luego deinaugurado el proce­ fuente de producción radiofónica, p. 48, so de "transición democrática" en Chile. Ediciones UN DA-AL, Quito, 1994.

CHASQUI 65. marzo, 1999 77

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¡~:!!~:_"':!:I ·:.!¡.IIIII.:::I:¡:I.:::·~¡. Su limitación consiste enla fugacidad clásicas categorías de la sociología (so­ El espacio de lo público, constitutivo do como espía al De Guantána­

del intercambio, en la corta vida de las cialización-moratoria-tiempo libre) ni a de lassociedades modernas, queda des­ servicio de una po­ mo, partió Crane codificaciones de los sentidos y significa­ partir deuna categoría etárea. plazado. Pero no es solo una vuelta ha­ tencia extranjera. con las tropas del ciones que flotan y hacen a la vida juve­ Enumeremos las características de cia el mundo privado, entendido como el Desde su preca­ general Nelson A. nil más allá de su conexión con losproce­sosde socialización.

Vistas las cosas, en la lógica de la

las propuestas identificatorias construi­das desde los medios y orientadas a la juventud:

espacio en que se verifican o no los te­mas que cruzan a la sociedad. Es un gi­ro copernicano de lo público a lo íntimo.

ria situación conti­nuó enviando repor­tajes al Heralda tra­

Miles que fueron a invadir a Puerto Ri­co, y allí su audacia

producción massmediática, será necesa· rto "construir" un sujeto juvenil que acom­pañe dicho proceso. Y, como vimos ante­riormente que el patrón de acceso al consumo se ha modificado en el último tiempo (trabajo part-time, principalmen­te), el actor juvenil que aparezca en el discurso deberá ser lo suficientemente elástico como para provocar aceptación en la audiencia y suscribir el contrato co­municacional.

Por ello esque nose habla solo al jo­ven desde su actividad "productiva" sino que se incorporan esferas afectivas y/o estéticas que cumplen precisamente esa función deampliar el mercado dejóvenes auditores. Así, prefiguramos una cierta cultura juvenil no entendida desde las

:;Mm;;~h espacio de lo

úblico, constitutivo ~~ijde las sociedades

modernas, queda desplazado. Pero no es solo una vuelta hacia el mundo privado, entendido como el espacio en que se verifican o no los temas que cruzan a la sociedad. Es un giro copernicano de lo público a lo íntimo. Lo que importa son los rastros biográficos que cada individuo porta.

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Constituida por sujetos sin vínculo social. Si elgasto regula el acceso al mundo social, los circuitos tnsñfucio­nales se tornan dispensables. Si, como vimos, el ingreso al mundo social se realiza desde el consumo y el joven tiene acceso a él desde tem­prana edad, no tiene sentido hablar­le al joven desde su "dependencia.al mundo adulto". Autonomía del sujeto, y responsable económicamente. El ser joven es más ritual que circuito de obligaciones institucionales que regulen el ingreso alorden. Escuchar tal música, alentar a cual equipo y usar jeans equis reemplazan al edu­carse/ser alguien/participar cívica­mente. Una concepción de mundo efímera, sin vinculación histórica. Si lo que im­porta son los rituales del goce, el fu­turo y el pasado estorban. Un tipo de joven, a-histórico y transcultural se erige como rrodelo'. Sin embargo, estos actores aparecen

representados mayoritariamente como sujetos en permanente movimiento, no "dependientes de" y portadores de parti­culares vivencias que loshace importan­tes ante el resto.

Dinámica social propuesta por los medios

Ante la falta deproyectos movilizado­resque generen encuentros sociales am­plios, la sociedad se vuelca hacia el adentro. Accedemos a una sociedad si­cologizada. Lapreocupación por lo social esdesplazada por la preocupación porlo individual, el "yo" se vuelve el eje rector de la vida en la sociedad deconsumo".

La anterior afirmación es cornproba­ble si observamos que una referencia te­mática principal que sepresenta eslade las relaciones personales, con una fuerte incidencia de lasrelaciones depareja. De esta forma, lo real queda delimitado por lascuatro paredes de lacasa. En ellas se producen losconflictos, se busca un me­diador (emisora) y se acuerdan solucio­nes.

Lo que importa no es tanto el mundo de las relaciones más directas sino los ras­tros biográficos quecada individuo porta.

Se tematiza y apuesta a la construc­ción de una agenda que no depende del género informativo, entendido este último como la forma predilecta de reflejar las inquietudes ciudadanas. De otra forma: construir, y colocar en circulación, senti­dosapartir del formato del magazine co­mo acceso a lo real. Formato que está compuesto en sus contenidos casi exclu­sivamente por "hechos" del mundo priva­do. Lo que implica, entre otros tenórne­nos, nuevas comprensiones acerca de losdistintos sujetos.

Al respecto, retomamos el plantea­miento de Benjamin que nos permite pensar históricamente la relación de la transformación en las condiciones de producción económica, con los cambios en el espacio de la cultura y la produc­ción social de sentido. A partir de esta clave teórica podemos pensar tresproce­sos en curso;

Los cambios ocurridos en el sistema de medios de comunicación que seg­mentan audiencias (lógica deproduc­ción económica), Nuevas miradas sobre los sujetos destinatarios (cultura). Se observan zonas que antes estaban cubiertas y seresignifican lasexperiencias indivi­duales de cada cual. Y con el tratamiento informativo o co­municacional que de ella se realiza, se desactivan políticamente los suje­tos (pérdida del sentido cívico).

Estrategias comunicacíonales

He aquí, entonces, el juego simulador propuesto por losmedios: recuperando la problemática social (íntima), quea través de juegos de palabra se viste de irreve­rencia (pero superficial), se viste de transgresora sexual pero no valórica (y, porlo tanto, igual deconservadora), y fi­nalmente se viste de pluralista, tolerante y diversa (pero que mantiene y refuerza el marco simbólico, institucional y político dominante)".

Independentistas cubanos vadeando unrío en 1897.

vés del dentista y también correspon­sal Manuel del Valle Artiles, ocultando sus textos en cajas de fósforos o subra­yando palabras en libros prestados.

El 3 de mayo de 1898, untribunal mi­litar condenó a Halstead a 9 años de prisión, pero el hecho no alteró en lo más mínimo el tren de trabajo que el prisionero se ha­bía impuesto. Nue­ve días después re­sultó herido leve­mente como conse­cuencia del bombardeo de la escuadra de Sampson sobre San Juan, y fue tras­ladado a la cárcel provincial, donde todo sería más fácil. Desde su nuevo encierro prodigó despachos a su periódico con la complicidad de L. A. scon, dueño de la planta de gasde la capital boricua, quien los remitía clandestinamente a la isla de Saint Thomas.

Halstead se valió incluso delacorres­pondencia quesostenía con elcónsul bri­tánico, en la que incluyó un mensaje pa­ra Scott, donde le indicaba sobornar a uno delosoperadores del cable, "pagán­dole lo que pidiera" para que priorízara la transmisión de sus despachos, aunque fuera de madrugada y sin pasarlos por la censura. También le recomendó buscar a un fotógrafo "astuto" para que tomara imágenes de San Juan bloqueado, ofre­ciéndole "lo que pida". Por último, previó que cuando la isla cayera, Scott debía congestionar elcable con mensajes inter­minables, de manera que no pudiera ser utilizado por reporteros rivales. Aquel in­creíble mensaje terminaba de manera muy convincente: "si necesita dinero, gi­raré".

Halstead fue indultado cuando ya Es­pana había capitulado, pero nocabe du­da de que durante dos meses su cabeza

olió a pólvora, a pesar de lo cual no dejó de ejercer su profesión.

Steven Crane. Obsesionado por las guerras y otras formas deviolencia física, comenzó a redactar penetrantes reporta­jes para losperiódicos en 1891.

Escribió una brillante novela sobre la Guerra deSecesión, La Roja Insignia del Valor, que lo llevó alafama. Más tarde se enroló en una expedición que llevaba aro mas y municiones a losinsurrectos cuba­nos. La embarcación naufragó el 2 de enero de 1897 frente a las costas de Daytona, Florida, y Crane permaneció durante 30 horas, en unbote a laderiva, junto a otros seis náufragos. La tragedia culminó cuando la pequeña embarcación se estrelló contra los arrecifes y uno de sus tripulantes murió ahogado. De aque­lladramática experiencia nació su aotoio­gico cuento El bote abierto, que poste­riormente fue llevado a la pantalla de ci­ne.

Steven Crane vino a Cuba a cubrir la guerra de 1898 por cuenta del World, de Pulitzer, y de su paso porla isla nos cue­da, dentro del recinto que ocupa la Base Naval de Guantánamo contra la voluntad de nuestro pueblo, una colina que lleva su nombre.

lo hizo adelantarse a las vanguardias. El resultado fue que el poblado de Juana Díaz se rindió a aquel joven unifor­mado, que portaba por todo armamento un lápiz y un block de notas.

La breve pero intensa vida de este arquetipo de los co­rresponsales de guerra definales del siglo pasado, inclu­yó también al oeste norteamericano, México y la guerra greco-turca.

La guerra de 1898 nopuede atribuirse, nadie ensu sa­no juicio lo haría, a la acción de los co­rresponsales deguerra ni a la de la pren­sa, a pesar de que varias generaciones de norteamericanos hayan crecido en la convicción de que aquella fue la guerra de Mr. Hearst o la guerra de los periódi­cos.

Ciertamente, corresponsales y perió­dicos contribuyeron a ejercer presiones sobre elpresidente Me Kinley a través de la manipulación de la opinión pública, hasta convertirla en decidida partidaria de la "espléndida guerrita" que le pinta­ban, pero detrás dela alharaca orquesta­dapordiarios, semanarios y revistas, es­taba el naciente imperialismo, quien juz­gaba que la hora de apoderarse de la fru­ta madura había llegado.

En todo caso, como anotó en su Día­rio de Campaña el mayor general Máxi­mo Gómez -quien era bien parco para loselogios­ "Lo quesí hay decierto en el asunto es que, estos hombres se ga­nan muy bien su sueldo viniendo a estos campos a sufrir junto con nosotros, mar­chas y contramarchas, acomer carne fia­ca de toro, sin viandas y escribir unas cuartillas de papel, sin poder señalar nin­gún portento militar en esta guerra de ti­roteos diarios". O

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