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LO POPULAR EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ Por WILLIAM ROSE Miguel Hernández, ¿ poeta popu- lar o poeta culto? (1) Por algún tiempo se ha venido dando vueltas a esta cuestión, que por sus connotaciones politicas, ha adquirido un tono polémico. Desgraciadamente se suele plantear el problema desde un punto de vista dogmatizante, en el sentido de que el poeta tenía que ser o una cosa u otra, pero no ambas a la vez, como si el asunto tuviese alguna importancia social trascendental. Sin embargo, un estudio cuidadoso de la poesía de Miguel Hernández revela que el poeta efectivamente era las dos cosas: poeta culto y poeta popular. Desde luego, no cabe duda que él (1) Basado en uno tesis de Moestto (AA. A.' escrita por el autor en Columbia versrtyen 1959, "Popular Aspects of fhe Poetic World of Miguel Hernández". LO POPULAR EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ 179

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Artículo sobre los vínculos de la poesía de Miguel Hernández con la tradición popular

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LO POPULAR EN LA POESIADE MIGUEL HERNANDEZPor WILLIAM ROSEMiguel Hernndez, poeta popu-lar o poeta culto? (1) Por algn tiempo se ha venido dandovueltas a esta cuestin, que por sus connotaciones politicas, haadquirido untonopolmico. Desgraciadamentesesuele plantearel problemadesde un punto de vistadogmatizante, en el sentidode que el poeta tena que ser o una cosa u otra, pero no ambasa la vez, como si el asunto tuviese alguna importancia socialtrascendental.Sinembargo,unestudio cuidadosode lapoesade MiguelHernndez revela que el poeta efectivamente era las dos cosas:poeta culto ypoeta popular. Desde luego, no cabe duda que l(1)Basado en uno tesis de Moestto (AA. A.' escrita por el autor en Columbia n ~versrtyen1959, "PopularAspects offhe PoeticWorldofMiguel Hernndez". LO POPULAR EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ 179r L-siempre quiso realzar los aspectos populares de su persona, desu carctery de su obra. Evidentemente, se senta ntimamenteligado al pueblo del cual haba nacido. Pero por otro lado sonigualmente manifiestos los elementos cultos en su obra, desdelos clsicos, Lope, Caldern, Gngora y Quevedo, hasta los mo-dernos, Mir, Neruda y Aleixandre, para citar slo a algunosde los ms obvios.No es deextraarla influencia de lo popularen Hernn-dez, en vistade su origen. Lo llevabaen s, como parte ntegrade su ser, y no como un mero barniz superficial afectado pararegocijo de los cursis. Naci en Orihuela, un pequeo pueblode la provincia de Alicante, cerca de Murcia. Su familia noera acomodada, y si no estaba tampoco en la miseria, paspocas de estrechez. Enesaspocas cuidaba Miguel de los reba-os de su padre y aprendi de la naturaleza lo que no pudoen la escuela, por haberla dejado cuando tena unos catorceaos. Los siguientes testimonios no dejan lugar a duda acercade estos datos.Hervia el enjambre de los colegialesbien vestidos: el nio Miguel Hernndezse destacaba, entre todos, por la pobrezade sus ropas ypor una mirada verde, altayclarsima, pero algo asustada. A loscatorce aos ypor las razones ya expuestas,abandon el Colegio de Jas. para dedicarseal pastoreo exclusivamente. (2)... Encarna, que debe saberlo mejor, diceque, si su hermano sali pronto de laescuela, aproximadamente a los trece aosde edad, fue porque en su casa se pas enaquel tiempo por una mala racha econmica,10 que oblig a su padre a sacarlo para quele ayudara, pues era preciso el esfuerzo detodos... Miguel, entonces, se dedic a repartirla I""he de las cabras, en compaia de suhermano... Parejamente con la ocupacin dicha,Miguel tuvo otra tarea: la de pastor. Selevantaba a las cuatro de la maana yEncarnita,sin faltar nunca, le daba los buenos das,(2)"'ncho Zordoyo, Miguel Hernndoz 11910-1942), vida yobra-bibliografa-antologa,Nuevo York, Instituto Hispnco, 955, pg. 10.180 REVISTANACIONALDECULTURA le pona delante el tazn de leche, le metael enorme bocadillo en el zurrn y le dejabaluego para dedicarse a la limpieza del hogar. (3)La vida pastoril que llevaba Hernndez en su juventud no esninguna leyenda, sino realidad, comprobada por investigadorestan autorizados corno la poetisa y profesora espaola ConchaZardoya.Pero Hernndezno slo fue pastorsino que se enorgulle-cade haberlosido; lejosde esconder suhumilde trabaj ocuandoluego viva en Madrid, hizo todo lo posible por aumentar suaspecto rstico. Que tuvo xito en esta pretensin se ve clara-mente en los testimonios de los que le conocieron en esa poca.Dijo Rafael Alberti en su conocida semblanza del poeta:Pablo Neruda fue quien lo vi mejor.Solia repetir: -1Con esa cara que tieneMiguel de patata recin sacada de latierra!De la tierra... , porque si conocmuchacho a quien se le podan ver lasraces, an con ese dolor de arrancadura,de tironazo ltimo, matinal, era l.Raign, raigones, guas hondas, entramadas,pegadas todavia de ese terrn mojado, quees lacarne, la funda de los huesos, lesalan a Miguel del bulbo chato de lacara, formndole en manojo, en enredo,toda la terrenal figura. Pero siempre enlo alto, al inclinarse, tosco, con ertotorpe cabeceo de animal triste, paraenlazarle a uno la mano, le resonabanhojas verdes, llenas de resplandores. (4)De supropia obra abundan pasajes en que Hernndez se retra-ta enidnticos trminos.Yo he tenido tiempre los orgenes,un antes de la leche en mi cabezayun presente de ubres en mis manos;(3)JuanGuerrero Zomora, MiguelHemndez,poeta(1910.. 1942),Madrid, Colecci6nEl Grifn, 1955, pgs. 2122.(4)Rafael Alberti, ..Jmagen primero ydefinitiva de Mguel Hernndez" en ImagenPrimera de..,/ Buenos Aires, losada, 1949, pg. 91.LOPOPULARENLAPOESIADEMIGUELHERNANDEZ181I yo que llevo eubierto de montes la memoria y de tierra vincola la cara, esta cara de surco articulado; yo que quisiera siempre, siempre, siempre, habital' donde habitan los collares; (5) Es del perodo madrileo esta cita, pero por si alguien pudierapensarque obedece a algn deseo recndito del poetade adoptaruna actitud falsa para sus amigos urbanos, citar de Peritoen lunas(1933), su primer libro publicado, escrito en plena eufo-ria gongorista antes de trasladarse a la capital, el siguientetrozo, en que se describe cosechando trigo:Aunque pgil combato, domo trigo: ya cisne de agua en rolde, a navajazos, yo que sostengo estos con mis brazos, si su blancura enarco, en oro espigo. (pg. 51) Luego, cuando estall la guerra civil de 1936, Miguel seidentific ya plenamente con su pueblo y sus penas y aspira-ciones. Conocido de todos es su ya famoso romance:Vientos del pueblo me llevan,vientos del pueblo me arrastran,me esparcen el coraznyme aventan la garganta. (6)Otradeclaracin explcita de su ntima unin con el pueblo sonestos versos:Si yo sal de la terra,si yo he nacido de un vientredesdichado y con pobreza,no fue sino para hacermeruiseor de las desdichas,eco de la mala suerte,ycantar y repetir5) Mguef Hern6ndez, ObraeSC:QojdQ, poesa-teatro. Modrid Agulor, 1952, pg,150. Todos las dem6s dtos procedentes de esto edicin se sealorn slo porel nmero de la pgina.6} Espaa heroica, Buenos Aires, Teatro del Pueblo, 1938/ pg. 67.182REVISTA NACIONAL DE CULTURA&JJiqi. : $ e ,*4 su;( ~ i. 444;. 223J til.. a quien escucharme debe cuanto a penas, cuanto a pobres, cuanto a tierra se refiere. (7) En cuanto al estilo del poeta, se destacan ms los ele-mentos cultos en el perodo anterior a la guerra, pero an enlas octavas reales gongorizantes de Peritoenlunasy los admi-rablessonetosde El rayoquenocesa(1936),de marcada inspi-racin quevedesca, existe una gran abundancia de elementospopulares. Por ejemplo, vase el poema nmero XXVIII dePeritoenlunas: Gota: segundo de agua, desemboca, de la cueva, llovida ya, en el viento: se reanuda en su origen por la roca, igual que una chumbera de momento, Cojo la ubre fruncida, ya mi boca su vida, que otra mata aun muerta, siento venir, tras los renglones evasivos de la lluvia, ya puntos suspensivos. (pg. 53) An a travs de la alambicada expresin culterana del poema,se vislumbra larealidad de esta descripcin de la frescura des-pus de lalluvia y del poeta bebiendo de la misma ubre de lacabra. Y entrelos sonetos de Elrayoquenocesase encuentrael siguiente:Me tiraste un limn, ytan amargo, con una mano clida, ytan pura, que no menoscab su arquitectura yprob su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo dulce pas a una ansioBa calentura mi sangre, que sinti Ia mordedura de una punta de seno duro y largo, Pero al mirarte yverte la sonrisa que te produjo el limonado hecho, a mi voraz malicIa tan ajena, se me durmi la sangre en la camisa,yse volvi el poroso yureo pechouna picuda ydeslumbrante pena. (pg. 119)I7)Ibid..pg. 20. lO POPULAR EN LA POESIA DE MIGUEL HERNANDEZ 183~ W E iIIIIWS7'"TSeguramente una fuente es la conocida copla popular:Arroj6me las naranjcas, con los ramos del blanco azahar; arrojmelas y arrojselas y volvmelas a arrojar. (8) Adems, podra derivarse el concepto de serherido en el pechopor un limn que saca sangre ("se me durmi la sangre en lacamisa") de una de estas coplas:De tu ventana a la mame tirastes un limn,me pegastes en el pechopecho de mi corazn. (9)Un lim6n me tirastes Desde la torre; En el alma me distes, Sangre me corre. (10) Estos ejemplos slo dan una pobre idea de la abundancia deelementos y de resonancias populares en esta primera pocade la obra de Hernndez. Aunque predomJna la forma culta,la materia es, las ms de las veces, popular.En este mismo periodo se inicia un proceso de desinte-gracin de la forma en la poesa de Hernndez. Ahora predo-mina el verso libre con combinaciones mtricas caprichosas.Tpico de esteperodo son las odas a Pablo Neruday a VicenteAleixandre.Enestascomposiciones abundanloselementosnatu-rales y populares, an dentro de una expresin potica suma-menteculta. Estpicolo siguiente:Labranzas, siembras, podas y las otras fatigas de la tierra; serpientes que preparan una piel anual, nardos que dan las gracias oliendo a quien los cuida, ( SIAnto'ogadelapoesfaespaola.Poesadetipotradicional,Ed. por DmosoAlonso yJos M.Sleeva, Madrid. Gredas. 956, pg. 93.(91folkMusicandPoelryofSpainandPortugal,Ed.por Kurt$,hindler,Nuevo York, Institvto Hispnico, 1941, pg_ 123.11 01Cantospopularesespaoles,&J.por Francisco Rodrguez Morn, Sevilla, FronciscoAlv"rez yCra"IS82, val. 2, pg, 251.184 REVISTA NACIONAL DE CULTURAselvas con animales de rizado marfil que anudan sU deseo por varios das, tan diferente de los chivos cuyo amor es ejemplo de relmpagos, (pg. 148) en que, al lado de una expresin tan culta como "animales derizado marfil", encontramos alusiones a la muda de piel de lasculebrasya la vidasexualde los chivos. Oesteotrotrozodela"Odaentre sangre y vino a Pablo Neruda":De nuestra sangre ahora surten crestas, espolones, cerezas y amaranto"; nuestra sangre de sol sobre la trilla vibra martillos, alimenta fraguas, besos inculca, fros aniquila, rlos por desbravar, potros exprime y expira por los ojos, los dedos y las piernas toradas desmandadas, chivos locos. (pg. 151) Estaevolucin potica termin, al estallar la guerra, enlaunin de estamaterianaturaly popular con formas poticastambin populares. Primero compone los vigorosos romancesdel libro Vientodelpueblo(1937), dos de los cuales ya hemoscitadomostrandolaadhesinexplcitaytotaldelpoetaalpueblo.Luego esta evolucin hacia lo popular tendr su cenit en elCancioneroyromancerodeausencias,escrito durante los lti-mos meses de guerra y los aos posteriores de crcel, la etapafinalde lavida y de lapoesade Miguel Hernndez.El poeta expres tericamente su desarrollo poticohacia lo popular, tanto en la forma como en la materia, en ladedicatoria de Vientodelpueblo: Los poetas somos viento del pueblo,Nacemos para pasar soplando a travsde sus poros y conducir sus ojos y sussentimientos hacia las cumbres mshermosas. Hoy, este hoy de pasin,de vida, de muerte, nos empuja de unimponente modo a ti, a m, a varioshacia el pueblo. El pueblo espera alos poetas con la oreja y el almatendidas al pie de cada siglo.., Anosotros, que hemos nacido poetaslO POPULAR EN LA POESIA DE MIGUEl HERNANDEZ 185entre todos los hombres, nos ha hechopoetas la vida j unto a todos los hombres... Nosotros venimos brotando del manantialde las guitarras acogidas por el pueblo,y cada poeta que muere, deja en manosde otro,conlOunaherencia,un instrumentoque viene rodando desde la eternidad dela nada a nuestro corazn esparcido. Antela sombra de dos poetas nos levantamos [i otros dos de maana. Nuestro cimiento 1 ser siempre el mismo: la tierra. Nuestrodestino es parar en las manos del pueblo.Slo las honradas manos pueden contenerlo que la sangre honrada del poeta derramavibrante. (11)Laetapafinalde lapoesa de Miguel Hernndezlarepre-sentael Cancioneroyromancerodeausencias,unaseriede poe-mas sumamente conmovedores escritos con formas mtricas yestrficas populares. All encontramos romances, soleares comoel siguiente:Troncos de soledad, barrancos de tristeza donde rompo a llorar. (pg. 205) y coplascomo sta:Corazn de leonatienes a veces.Zarpa, nardo del odio,siempre floreces.Una leonallevar a cada dacomo corona. (pg. 208),unarefundicin de la copla popular:Corazn de leonaTienesaveces; Aunque me ves que lloro,No te enterneees. (12)111) Elvio MiguelHernndez,destinoypoesa,Buenos Aires, losada, 1958. 112) 0[.).cil.. vol. 3. pg. J74.186 REVISTANACIONALDECULTURA Pero no slo ofrecemotivosparael estudio de lo popularen la poesa de Hernndez laforma potica. Tambin abundanelementos populares en su materia temtica, como el amor,la muerte, el trabajo, la guerra, la crcel, etc. Veamos esteltimo tema, de largo abolengo popular.Se encuentra el tema de la crcel frecuentemente en elromanceroespaoly entodalapoesa popular, especialmente enlas carceleras, coplas descriptivas de todos los aspectos de lavida penal. Hay una constante relacin entre este gnero popu-lary los poemas de Hernndez que tratan del mismotema. Porejemplo,lossentimientosexpresadosporelpoetaenestaslineas:No, no hay crcel para el hombre. No podrn atarme, no. Este mundo de cadenas me es pequeo y exterior. (pg. 213) se parecenmucho a los de estas coplas populares:Preso en la crcel estoy; No tengas pena por eso; Ni dejo de ser quien soy, Ni yo soy el primer preso. (13) Soy hombre: vengan fatigas! Nae para padecer Los grillos y las cadenas No me caben en los pies. (14) Muestran Hernndez y los poetaspopulareselmismo estoicismoy orgullofrente a la desgracia.Emplea Hernndez en este verso el procedimiento debablar directamente al carcelero: "Cierra las puertas, echa laaldaba, carcelero". (pg. 186), que es tpico de muchas carce-leras:Carselero,carselero, Traigam' ust la coma,Por Undeb, que me muero. (15)(13) Ic,d., vol. 4. pg. 437.114) Loe. cit.115) I ~ j d . vol. 4. pg. 432.LOPOPULARENLAPO;SIADEMIGUaKERNANDEZ187Esta copla de Hernndez referente a su propio encarce-lamiento:Libre soy en la agona y encarcelado me veo en los radiantes umbrales, radiantes de nacimientos. (pg. 218) tiene cierto parecido con la copla popular:Yo perd mi libert, La prenda que ms quera; Ya no tengo que perd. Como no pierda la bia. (16) y como toquefinal a estaseriede comparaciones, confrontemoseste grito desesperado de Hernndez:De tanto querer me ahogo,y no es posible ahogarme.Qu hice para que pusierana mi vida tanta crcel? (pg. 222)con la siguiente carcelera:En er pato de la crse Ech un boto y mir ar sielo: -Dnde est milibert? Dnde est, que no la beo? (17) Primeroapareceel tema de lacrcelenlos poemas escri-tosporHernndezdurantelaguerra,y de aJli en adelante,hastasu muerte, est siempre presente en su obra. A veces estpresente explcitamente, pero otras veces, debido a las circuns-tanciasen queseescribitodalaltimapartedesuobrapotica,slo se siente la presencia de los muros penales, no se los ve.No siempre pudo escribir claramente acerca de su encierro,pero ste era una condicin permanente de su vida, y su cons-tantepresenciaprestaanmsfuerzayangustiaaestospoemas.1161 Ibid., vol. 4, pg. 430.{171 Loe. cit.laa REVISTANACIONALDECULTURA Es significativo que el enfoque del poeta hacia el pro-blema de la crcel es revolucionario, como lo es en el caso de laguerray del trabajo. Es decir, para l erala crcel otro azotede los pobres, una actitud que da ms importancia al tema encuanto a sus aspectos populares. Esto se ve claramente en unpasaje de su poema "Campesino de Espaa", en el cual alientaa los campesinos en lalucha contrael fascismo e intenta atraera los que estn peleando porlos enemigos del pueblo a la causapopular:Calabozos y hierros,calabozos y crceles,desventuras, presidios,atropellos y hambres,eso ests defendiendo,no otra cosa ms grande. (18)Comienzasupoema "Lascrceles" (pgs. 185-186) denunciandola maquinaria judicial que facilita vctimas a las prisiones:Las crceles se arrastran por la humedad del mundo, van por la tenebrosa va de los juzgados: buscan a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen, lo absorben, se lo tragan. Entonces pasade lo general a lo especfico yenfoca su miradaen la verdadera tragedia de esta afrenta colosal a la humani-dad, en el individuo, el hombre:Un hombre que cosecha y arroja tudo el vientodesde su corazn donde crece un plumaje:un hombre que es el mismo dentro de cada fro,de cada calabozo.Identifcase entonces Hernndez con el hombre en la celda,con el pueblo:Ser libre es una cosa que slo un hombre sabe:Slo el hombre que advierto dentro de esa mazmorracomo si yo estuviera.(18) E,pao heroica, pg. 28.LOPOPULARENLAPOESIADEMIGUELHERNANDEZ189yproclama el significado universal de la lucha :por libertaden Espaa:Porque un pueblo ha gritado libertad!, vuela el cielo.y las crceles vuelan.Luego, estando encarcelado el poeta mismo, se hace estetema el ms importante de su poesa, o, mejor dicho, su eternoteln de foro. Como ya hemos cUcho, a veces lo trata de unamanera algo velada, como ~ el poema "Cada hombre" (pgs.235-236) en el cual refiere a su propio encierro, smbolo de laderrota de su pueblo. Describe as su propia sed de libertad y lade supueblo: "Unserardiente, claro de deseos, alado Iquisoascender, tener la libertad por nido", Pero fueron derrotadosl y su pueblo: "Ser que te confundiste con una alondra unda, Ite desplomaste otrocomo el granizo grave", y ahora slole queda la crcel en medio de la prisin mayor que han hechode su patria:No volars. No puedes volar, cuerpo que vagaspor estas galerias donde el aire es mi nudo,Por ms que te debatas en ascender, naufragas.No clamars. El campo sigue desierto y mudo.En otros poemas se refiere especfica y claramente asu propio encierro, como en el poema "Eterna sombra" (pgs.246-247), que empieza as: "Yo que cre que la luz era ma I precipitado en la sombra me veo". Cita en el mismo poema lafiera determinacin de seguir luchando de hombres cuyo amorpor la libertad no puede ahogarse nunca:Slo el fulgor de los puos cerrados, el resplandor de los dientes que acechan. Dientes y puos de todos los lados. Ms que las manos, los montes se estrechan. Parece haber perdido la esperanza Hernndez: "Turbia es lalucha sin sed de maana". Pero aun en la crcel le queda alpoeta una pequea medida:190REVISTANACIONALDECULTURA Soy una abierta ventana que escucha, por donde va tenebrosa la vida. Pero hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida, Corre este inquebrantable espritu de independencia, tanpopularen esencia, por toda la obra de Hernndez:Cierra las puertas, eeha la aldaba, cercelera.Ata duro a ese hombre: no le atars el alma.Son muchas llaves, muchos cerrojos, injusticias:no le atars el alma. (pg. 186)No, no hay crcel para el hombre. No podrn atarme, no. Este mundo de cadenas me es pequeo y exterior. Quinencierraunasonrisa? Quin amuralla una voz. (pg. 213)Siente el poeta que jams se le podr encarcelar el esp-ritu,porquetrasciendelapiedray el acerode lacrcel. Ypuestoque el sentimiento ms fuerte de ese espritu era el amor, fueel amor el que lo liber espiritualmente, el amor de su hijo ysumujer, que tambin contienenumerosos elementos populares:Tu risa me hace libre, me pones alas. Soledades me quita, crcel me arranca, (pg. 244) Porque dentro de la triste guirnalda del eslabn. del sabor a carcelero constante y paredu, 1''",:'\11y a precipicio en acecho,alto, alegre, libre soy.Alto, alegre, libre, libre,slo por amor.A lo lejos t, sintiendoen tus brazos mi prisin:en tus brazos donde latela libertad de los dos.Libre soy, sinteme libre.Slo por amor. (pg. 213)LOPOPULARENLAPOESIADEMIGUElHERNANDEZ191 CONCLUSIONES Hemosvistoelorigenhumildedelpoeta MiguelHernn-dez,su escasaeducacinformalysustareaspastoriles.Hemos vistotambinquequisodarunaimpresinrstica,yqueas esprecisamentecomolevieronsuscontemporneos.Luego notamosla evolucindesuobrapoticadeunapoesaconfor-mascultasyunamateriamarcadamentepopularaunapoesa enquesehacelaformatanpopularcomoelfondo.Demodo que,aunquenopodemosafirmarsinreservasqueMiguelHer-nndezfueunpoetapopular,porlosmuchosaspectoscultos desuobra,spodemosdecirqueelelemento popularestsiem-pre presente,sinopredominante,ensu poesa. i , '1 '1 d i I1 ,11 i I :1: iI : 192REVISTANACIONALDECULTURA