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LOS FUNDAMENTOS TERRITORIALES DEL ESTADO EN EL SIGLO XXI

PRLOGO.

Asistimos a una transformacin profunda del Estado, un cambio de concepto, de estructura y de posicionamiento del aparato estatal en la sociedad contempornea.

Los sucesivos procesos de modernizacin, de superacin y crisis de la modernidad, de globalizacin de losflujos e intercambios y de desterritorializacin gradualde las soberanas y lasrelaciones polticas, financierasyeconmicas, han conducido a un cuestionamiento terico y conceptual acerca del rol y lugar del Estado en el complejo juego de las relaciones internacionales.

A la crisis (poltica e ideolgica)del Estado de bienestar (de los aos ochenta y noventa del siglo xx), se ha acompaado un deterioro conceptual y terico del rol del Estado ante la omnipotencia (ideolgicamente sustentada) del mercado en nombre de la ideologa neoliberal y de la premisa de la ineficiencia del aparato estatal para responder a las necesidades de la ciudadana.

A la apertura ms o menos generalizada de las fronteras ante la marea arrolladora de los intercambios econmicos y financierossuscitados por la globalizacin neoliberal, se agregan un cuestionamiento creciente de la legitimidad estatal, a partir del desarrollo y expansin de la conciencia nacional y de las identidades geo-culturales.

Manuel Luis Rodrguez U.

Punta Arenas - Magallanes, (publicado originalmente en) abril de 2011.-

CONCEPTOS CLAVES

Estado, soberanas, globalizacin, desterritorializacin, identidad nacional, mundializacin, instituciones supranacionales.

DOS TENDENCIAS PROFUNDAS QUE IMPACTAN SOBRE EL ESTADO

Dos tendencias profundas yde alcance global parecen amenazar al Estado o por lo menos intentar modificarlo,en los inicios del siglo xxi:

a) por una parte, la emergencia osurgimiento de las regiones de cada Estado como actores geo-econmicos y geopoliticoscon una creciente capacidad de autonoma, deintegraciny de protagonismo en la escena continental e internacional (aspecto que se sita dentro del mbito conocidocomo de la "soberana interior"); y

b) por otra parte, la presin proveniente desde lastendencias a la globalizacinqueapuntan a relativizar y disminuir los lmites y el alcancede la soberana territorial de los Estados (conocida como soberana exterior o westhaliana), en nombre del derecho de ingerencia y/o de intervencin. Al mismo tiempolos actores internacionales no estatales y supranacionales e incluso supra-estatales, han crecido en nmero y han ido incrementando sus competencias y ambitos de atribuciones.

Pero, a la hora de interrogarnos por los fundamentos espaciales o territoriales del Estado moderno, surge una reflexin geopoltica necesaria: el Estado del siglo xxi no ser necesariamente el mismo pesado aparato burocrtico del siglo xix, pero tampoco podr ser el mismo Estado neoliberal y subsidiario del siglo xx.

No obstante los cambios estructurales que ha estado experimentando el sistema-planeta en los recientes dos decenios, producto de los procesos de globalizacin en curso, no cabe duda que los actores estatales-nacionales continuarn requiriendo de un fundamento territorial, es decir, de un espacio geogrfico delimitado, sobre el cual instalar su poder y dentro del cual ejercer los atributos de la soberana.

Probablemente -en un futuro no fcilmente predecible- algunos Estados nacionales, en la forma como hoy se presentan en la escena internacional, pudieran ver superadas sus viejas soberanas westphalianas por la formacin deEstados supranacionales o de mega-Estados a escala continental o subcontinental, como grandescoaliciones post-estatalesque integran identidades y culturas afines y diversas, verdaderos "paraguas superestructurales" que operarncomoestructuras polticas y geopolticas de intereses,apropiadas a laincertidumbre estratgica y geoestratgicaocasionada poreventuales escenarios de choque de civilizaciones o de confrontaciones planetarias entre imperios rivales.

Pero, mientras aquellos escenarios se siten en horizontes an lejanos, los Estados nacionales o las naciones con Estados, requerirn de una base fsico-geogrfica de sustentacin que asegure su continuidad en el tiempo y en el espacio geopoltico.

LA REPRESENTACIN SIMBLICA Y ESPACIAL DEL ESTADO.

El Estado, aun en las condiciones de la globalizacin y la desterritorializacin de los procesos productivos, econmicos y financieros propias del siglo xxi, no es solamente una realidad jurdica y una forma institucional instalada como eje articulador del orden poltico, sino tambin existe y se manifiesta en el plano simblico y espacial. Hay Estado -como un constructo poltico e ideolgico- instalado en la conciencia y en el subconsciente colectivo.

La lgica de "aparato" -que proviene principalmentedesde el funcionamiento delas instituciones-se acompaa con lainstalacin de una conciencia territorial que proviene desde la ciudadana, desde los individuos en cuanto actores territoriales, desde la poblacinrespecto y en nombre de la cualel Estado ejerce su poder.

El Estado existe tanto en su dimensin territorial (luego, puramentegeopoltica) desde que despliega en los espacios geogrficos la diversidad de sus formas de administracin y gestin, mediante el ejercicio de las polticas pblicas y las estrategias de control, cooptacin, dominacin ydilogo, al tiempo que el poder estatal est instalado en el subconsciente individual y colectivo como una fuerza institucional operante, ordenadora y ejecutora.

"Cuando se analiza los aspectos objetivos de la sacralizacin del poder, en los sistemas polticos modernos, se comprende que el poder resulta ser una realidad difusa en toda la sociedad, que no opera como una propiedad sino como una estrategia, es decir, como algo que est permanentementeen juego en el sistema poltico, de donde resulta que siendo el Estado el lugar principal donde ste se concentra, se trata tambin de unefecto de conjuntoque sintetiza muchas formas de poder.De aqu se desprende que el poder no es solamente una condicin poltica cuya funcin es reprimir, ocultar o impedir, sino que tambin produce lo real, produce actos y hechos objetivos, decisiones y comportamientos, a travs de la normalizacin y control invisible de los individuos.

Lo ms insidioso en el poder poltico moderno, consiste en el hechoobjetivo y subrepticiode que los ciudadanos en s mismos no perciben inmediatamente que estn siendo regulados, vigilados, controlados, ordenados por una maquinaria de poder estatal y societario.El fenmeno de la sacralizacin del poder, constituye una de las realidades psico-sociales ms relevantes del proceso poltico en las sociedades modernas.A travs de l, los individuos tienden a adquirir unapercepcin e imagen distante y superiordel poder y de quienes lo detentan y de las instituciones.Las instituciones del poder y del Estado, a su vez, tanto por su exterioridad material como por la amplitud y fuerza del poder que sugieren, reflejan y poseen, tienden a devenir impersonales, lo que acenta una percepcin inalcanzable y todopoderosa en los ciudadanos.Como se ver en el anlisis de las instituciones y de su funcionamiento dinmico, uno de los fenmenos ms notables enla Polticamoderna es laopacidad del poder.

De qu se trata, cuando se habla de la opacidad del poder?

Este es un concepto que trata de describir los fenmenos deocultamiento y distanciamientoque existe entre quienes toman las decisiones polticas fundamentales (los que mandan o los que gobiernan), y el resto de la ciudadana.Las decisiones, en realidad, siempre se toman en instancias u rganos institucionales cerrados, a los cuales no tiene acceso el ciudadano comn:el poder poltico as, como condicin para el gobierno de la sociedad, deviene opaco, no-transparente, prcticamente invisible,lo que a su vez, contribuye a alejar an ms al ciudadano de los procesos polticos en la sociedad moderna.De este modo, los procesos de toma de decisiones, en las esferas de poder claves o nudos decisionales principales, tienden a devenir opacos a la opinin pblica o al escrutinio ciudadano, lo que de alguna forma tiende a relativizar las dimensiones de legitimidad del sistema poltico." (Rodrguez M.:Poltica y Poder: la construccin poltica de la realidad.Punta Arenas, 2008. Ensayo indito).

El simbolismo territorial del Estado y del poder estatal "ocurre" tambin en la conciencia individual y colectiva, donde los individuos (ciudadanos, usuarios, clientes, contribuyentes...) y los grupos socialesperciben y entienden el poder como una estructura -ms o menos legal- que asume y ejecuta la accin pblica desde una legitimidad que le es otorgada por la ciudadana, por la nacin.

LOS FUNDAMENTOS TERRITORIALES DE LA POTENCIA ESTATAL

La crisis del Estado desencadenada por las tendencias de la globalizacin o mundializacin, no ha terminado de destruir las bases estructurales sobre las que se levanta el edificio estatal moderno. El poder del Estado, entendido como esa capacidad de ejercer dominio, soberana e influencia sobre un determinado espacio territorial y sobre una determinada porcin de la poblacin.

Seis son a nuestro juicio, los fundamentos territoriales del Estado en la poca actual:

1 el territorio como espacio geogrfico delimitado y sometido a una sola jurisdiccin soberana;

2 la comunidad nacional, entendida como el conjunto de individuos territorialmente situados ycohesionados por un patrn cultural de referenciacomn y compartido y por un conjunto derasgos distintivos de identidad, lengua, patrimonio histrico ycostumbres e identificadostras un proyecto histricocomun presente y futuro;

3 la existencia de una estructura de relaciones internacionales que asegura la interdependencia, la integracin, la presencia y la integracin en un determinadoorden mundial y regional y en las distintas arenas internacionales;

4 la existencia y la plena soberana sob