volumen 8 número 3 • 2003 la revista de laorganización ...la revista de laorganización...

19
La revista de la Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud Volumen 8 Número 3 • 2003 www.paho.org Alimentos en América El debate biotecnológico (p.18) Violencia ¿Qué puede hacer la salud pública?

Upload: others

Post on 03-Aug-2021

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

La revista de la Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud

Volumen 8 Número 3 • 2003

www.paho.orgAlim

ento

s en

Amér

ica

El d

ebat

e

biote

cnoló

gico

(p.1

8)

Violencia¿Qué puede hacer la salud pública?

Page 2: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

1

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

La pandemia de violenciapor Donna Eberwine

La violencia apaga la vida de más de un millón de personas cada año, ycausa daños mentales y físicos a muchos más. Los autores del primerInforme mundial sobre violencia y salud sostienen que es un problemaaltamente prevenible y que la salud pública puede jugar un papelesencial ayudando a mantenerla a raya.

Cronista del fin de la polio por Paula Andaló

El fotógrafo Sebastião Salgado ha recorrido el mundo documentandolas luchas humanas en la era de la globalización. Pero su más recientetrabajo está basado en una esperanza: reseña lo que se cree será laúltima fase de la campaña mundial para erradicar la poliomielitis.

La batalla de la biotecnologíapor Donal Nugent

Las cosechas modificadas genéticamente son cada vez más comunes en laagricultura norteamericana, y también están aumentando en países deAmérica Latina. Pero las persistentes dudas acerca de su inocuidad hanimpulsado a los gobiernos a tomar medidas para abordar las causas de lapreocupación de los consumidores.

Cruzados por la salud animal por Alexandre Spatuzza

Desde que la fiebre aftosa fue introducida en el continente en el sigloXIX, ha sido la amenaza más duradera para la ganadería de la región.Ahora, con la ayuda del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa de laOPS, se está en camino de erradicar la enfermedad para el fin de ladécada.

La muerte púrpura: la gran gripe de 1918 por Sara Francis Fujimura

Al menos dos veces durante cada una de las últimas tres centurias, unacepa mutante del virus de la influenza emergió y mató a cientos demiles de personas alrededor del mundo. Por mucho, la más devastadorade las epidemias fue la de la gripe española de 1918. Recientes publica-ciones reabren la discusión sobre la gripe, en un momento en que losexpertos dicen que el mundo debe prepararse para una nueva pandemia.

cont

enid

o

Art ículos

Portada:Más de 4.000 personas mue-ren cada día en el mundo acausa de la violencia. Paraalgunos países, se ha vueltouna causa principal de muer-te. Ahora, los defensores dela salud pública abogan poruna amplia respuesta paraun problema que, dicen, esen gran parte prevenible.

IIustración por Bola Oyeleye

fotos © Artville Stock Images

Pri

mera

pala

bra

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Perspectivas de Salud•

Volumen 8, Número 3

Publicada por la Organización Panamericana de la Salud(OPS)

Mirta Roses Periago, Directora

Bryna Brennan, DirecciónDonna Eberwine, EditoraPaula Andaló, Redactora

Gilles Collette, Dirección artísticaBola Oyeleye, DiseñadorAlex Winder, Arte gráfico

Armando Waak, Fotografía

Perspectivas de Salud (ISSN 1020-556X) es publicada por

la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la agencia

internacional de salud más antigua en existencia en el mundo,

y Oficina Regional para las Américas de la

Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en

525 Twenty-third Street, N.W., Washington, D.C. 20037 EE.UU.

Teléfono: (202) 974-3000

Fax: (202) 974-3663. Internet: http://www.paho.org

©2003 Organización Panamericana de la Salud

Todos los derechos reservados

Los artículos no representan necesariamente el punto de vista oficial de la Organización Panamericana de la Salud. Las cartas e indagaciones editoriales deben

ser dirigidas a la Redacción.

Reimpresión: Los artículos reimpresos con permiso deben llevar la siguiente nota dereconocimiento: “Reproducido de Perspectivas de Salud, la revista de la OrganizaciónPanamericana de la Salud publicada en inglés y español”. Las reimpresiones deben

llevar el nombre del autor y dos copias tienen que ser enviadas a Perspectivas de Salud.

CORREO POSTAL: Envíe los cambios de dirección a la revista Perspectivas deSalud, Oficina de Información Pública (DPI), Organización Panamericana de la

Salud, 525 Twenty-third Street, N.W., Washington, D.C. 20037.

Estados Miembros de la OPSAntigua y Barbuda

ArgentinaBahamasBarbados

BeliceBoliviaBrasil

CanadáChile

ColombiaCosta Rica

CubaDominicaEcuador

El SalvadorEstados Unidos

GranadaGuatemala

GuyanaHaití

HondurasJamaicaMéxico

NicaraguaPanamáParaguay

PerúRepública Dominicana

Saint Kitts y NevisSanta Lucía

San Vicente y lasGranadinasSuriname

Trinidad y TabagoUruguayVenezuela

Estados ParticipantesFrancia

Países BajosReino Unido

Miembro AsociadoPuerto Rico

•Estados Observadores

EspañaPortugal

2

10

18

24

28

Primera palabraDe la directora

31 Cartas

32 Última palabraLa discriminaciónsí tiene cura

Columnas

La multifacética salud públicaNo cabe la menor duda de que la violencia es una de las amenazas más graves al bienestar

humano en todo el mundo; pero en general no se ha visto como una cuestión que le incumbaa la salud pública. Tradicionalmente, la violencia se ha considerado en primer lugar como unproblema de la administración de justicia y, por ende, se ha asignado particular importancia alcastigo y a la disuasión. Siempre habrá necesidad de esas soluciones, pero tal como lo muestranuestro artículo principal, la violencia es un problema que puede prevenirse en gran medida,por lo que las herramientas y las perspectivas de la salud pública tienen mucho que ofrecer paraabordarla. Los métodos de la salud pública para medir el problema, investigar sus causas, dise-ñar intervenciones, llevarlas a la práctica y evaluar sus resultados brindan un enfoque alentadorpara ayudarnos a encontrar soluciones.

Nuestro segundo artículo es un reportaje con las fotografías emotivas del reportero gráficoSebastião Salgado. Verdadero filántropo de nuestros días, Salgado dedica su gran talento y suenergía infatigable a la noble causa de la erradicación mundial de la poliomielitis. El continenteamericano logró eliminar este flagelo, ya que en 1994 fue declarado libre de la poliomielitis. Noobstante, a través de esas imágenes intensas podemos observar cómo la poliomielitis continúaafectando a otros países donde sigue siendo endémica. También notamos que se vislumbra elfinal de esta enfermedad que es totalmente prevenible. Mientras acompaña a los trabajadoresde salud que realizan campañas de inmunización en varios países, Salgado documenta lo quemuy pronto debería convertirse en uno de los mayores triunfos de la salud pública mundial.

“La batalla de la biotecnología” aborda un tema que ha resultado mucho más controversialde lo que se había previsto en los primeros días de este campo del conocimiento. Para gran cons-ternación de los científicos y las empresas que trabajan en esta área, los alimentos producidosmediante la biotecnología han suscitado una fuerte oposición debido a las dudas acerca de susposibles efectos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Si bien las pruebas cien-tíficas para respaldar las objeciones siguen siendo escasas, no es posible pasarlas por alto. La saludpública puede desempeñar una función fundamental para abordar las inquietudes del público eneste sentido, mediante la aplicación de criterios científicos a la evaluación de los nuevos produc-tos modificados genéticamente (MG). Como se informa en el artículo, la Organización Paname-ricana de la Salud (OPS) está trabajando activamente con sus Estados Miembros para incorporarlos alimentos y los cultivos MG en sus sistemas actuales de inocuidad de los alimentos.

En este número se presenta además un artículo sobre el Centro Panamericano de FiebreAftosa (Panaftosa), de la OPS, en el que se muestra que la salud pública veterinaria es parte in-tegral de la salud pública humana. Aunque la fiebre aftosa no es una amenaza directa para losseres humanos, los esfuerzos de Panaftosa para controlarla han sido fundamentales en el logrode la inocuidad de los alimentos y la seguridad alimentaria en nuestra región, a la vez que sebrinda protección a la producción y el comercio de carnes.

Este número cierra con dos artículos sobre enfermedades transmisibles, cada uno enfocadodesde perspectivas muy diferentes. Mediante una reseña de varios libros recientes, “La muertepúrpura: la gran gripe de 1918” nos brinda un relato breve pero absorbente de la mortal gripeespañola. Nos recuerda nuestra vulnerabilidad a ese tipo de pandemias y nos hace reflexionarespecialmente luego del brote del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), ocurrido a prin-cipios de este año. Como punto final, nuestra columna “Última Palabra” describe el constanteproblema del estigma y la discriminación que soportan las personas que viven con el VIH/sida.Esa discriminación puede encontrarse donde es menos aceptable, es decir, en el sector de lasalud, donde todos, por formación y por vocación, supuestamente están comprometidos a pro-mover el bienestar físico y mental de los pacientes. La columna se basa en un estudio recientede la OPS acerca del tema y coincide con el lanzamiento de una campaña regional destinada aeliminar el estigma y la discriminación del sector salud.

Desde el artículo principal hasta “Última Palabra”, los trabajos de este número dePerspectivas de salud ilustran las muchas facetas y las muchas fortalezas de la salud pública. Unavez más, demuestran que nuestros métodos probados y comprobados, así como nuestra pers-pectiva singular —que considera que todos los problemas son al menos parcialmente preveni-bles— pueden aplicarse con éxito a casi todas las amenazas a la salud humana.

Mirta Roses PeriagoDirectora

Page 3: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

3

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

parte de toda la violencia en Río y en elresto del Brasil”.

Con un promedio de siete muertespor arma de fuego por día (datos de2000), Río de Janeiro tiene una de lastasas más altas de homicidio en elmundo. Pero de ninguna manera es laúnica ciudad que debe hacer frente auna crisis de violencia. En Brasil y otrospaíses de las Américas y en otras regio-nes, la violencia ya es una de las princi-pales causas de muerte. A nivelmundial, 4.400 personas murieron pordía como resultado de la violencia en elaño 2000. Y en la mayoría de los luga-res donde la violencia ya es alta, lastasas siguen aumentando.

No cabe duda de que la violencia noes un fenómeno nuevo, muchos sostie-nen que es parte de la condición hu-mana. Pero los expertos en saludpública contradicen ese punto de vista.

“La violencia es un problema preve-nible –afirma Etienne Krug, directordel programa de prevención de la vio-lencia y las lesiones, de la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS)–. Puedecontrolarse con las herramientas quetenemos para todos los problemas desalud pública, por eso tenemos que uti-lizarlas con más frecuencia de lo que seha hecho hasta ahora para hacer frentea este problema”.

Para lograr una mayor respuesta dela salud pública ante la violencia, Krugy un equipo de expertos de todo elmundo elaboraron en 2002 el Informemundial sobre la violencia y la salud, elprimer estudio mundial de este tipo.En este documento se indica que en2000 aproximadamente 1,6 millonesde personas murieron en el mundocomo resultado de la violencia. En tér-minos relativos esto es menos que lostres millones de decesos ocasionadospor el sida, pero es más de los 1,3 mi-llones de muertes por accidentes detránsito ocurridos ese mismo año.

El panorama mundial presentado eneste informe contradice en gran partelas suposiciones comunes sobre la vio-lencia. De todas las muertes violentasocurridas en 2000, casi la mitad fueronsuicidios, poco menos de una terceraparte homicidios y sólo una quintaparte estuvo directamente relacionadacon la guerra. “Esto es muy distinto a

los que estábamos allí. Como no llegóa verse en un espejo, no se dio cuentade la gravedad de su herida”.

El paciente de Padilha fue relativa-mente afortunado. Su lento restable-cimiento incluyó varias operacionesde cirugía plástica, pero finalmente serecuperó y se fue a la casa con sumadre. Muchas de las víctimas de laviolencia con armas de fuego que lle-gan al Hospital Sosa Aguiar muerenal ingresar, y muchas otras pasan di-rectamente de la escena del delito a lamorgue.

“En mi hospital vemos 900 heridasde bala por año –dice Padilha–. Eso esalrededor de tres por día, más que enuna zona de conflicto armado, comoGaza. Y esto es sólo una pequeña

osé Alfredo Padilha, 38, cirujano bra-sileño especializado en medicina deurgencia, ha visto cientos de víctimasde la violencia por armas de fuegodurante sus 10 años de trabajo en elHospital Sosa Aguiar, de Río deJaneiro. Pero hay un caso en particu-lar que no puede olvidar: el de unniño de 12 años proveniente de unafavela que quedó atrapado en mediode un tiroteo entre la policía y miem-bros de una pandilla local. El chicollegó a la sala de urgencias en brazosde su madre, sangrando profusa-mente por una tremenda herida debala en la parte inferior de la cara.

“Podías ver el pánico en sus ojos–recuerda Padilha–. Reflejaba su pro-pio miedo pero también el horror de

la imagen que dan los medios de co-municación, donde se hace hincapié enlas formas organizadas de violencia–considera Krug–. En todo el mundolos suicidios y los homicidios represen-tan una proporción mucho mayor de laviolencia que conduce a la muerte”.

El estudio mundial también muestraque los patrones de violencia varíanentre países y regiones. La gran mayoríade las muertes violentas ocurren en paí-ses de ingresos bajos y medianos, dondelas tasas por 100.000 duplican a las depaíses con ingresos altos. En la mayoríade las regiones de la OMS, los suicidiosson más numerosos que los homicidios;en Europa, por ejemplo, la proporciónes de más de 2 a 1, y en la región delPacifico Occidental llega a 7 a 1. EnÁfrica y América, por el contrario, ocu-rren casi tres homicidios por cada suici-dio (véase gráfico p. 10). Los países dela antigua Unión Soviética tienen el ré-cord de las tasas más altas de ambostipos de muertes violentas.

Los datos muestran otras diferenciasimportantes. En todas partes las tasasde muerte violenta son mucho másaltas en hombres que en mujeres. Másde las tres cuartas partes de las muertesviolentas ocurridas en 2000 fueron dehombres, y el grupo más afectado fue-ron los jóvenes de 15 a 29 años.

Los efectos trágicos de la violenciavan más allá de las víctimas y sus fami-lias. En Estados Unidos “cada día sepierden las vidas de cuatro niños y de10 adultos jóvenes por causa de suici-dios y homicidios –revela SuzanneBinders, directora del Centro Nacionalde Control y Prevención de Lesiones,de los Centros para el Control y laPrevención de Enfermedades (CDC),

de Estados Unidos–. Estas muertes,además de ser enormes pérdidas perso-nales para la gente que los quiere, re-presentan una inmensa pérdida depotencial para nuestro país. Son nuestrajuventud, son nuestros trabajadores”.

Más que muertes Sin embargo, cuando se trata del im-

pacto de la violencia en la salud, “lasmuertes son sólo la punta del iceberg–opina Krug–. Estas son las muertesque vemos en los medios, las que sepueden contar más fácilmente. Pero enrealidad es una ínfima parte” de la cargatotal de la violencia.

Por cada muerte ocurre un númeromucho mayor de lesiones debidas a losataques físicos y sexuales. Sin embargo,es difícil obtener datos al respecto por-que muy pocos países tienen vigilanciaadecuada en esta materia. “Gran partede la violencia no se notifica en formasistemática, sino que tiene que detec-tarse por medio de estudios diseñadosespecialmente –cuenta Krug–. Fue enesos estudios donde encontramos algu-nas de las cifras más impresionantes denuestro informe”.

Fundamentado en estudios sobre vio-lencia sin consecuencias mortales enmás de 50 países, el Informe mundialsobre la violencia y la salud descubrióque la proporción de mujeres que dije-ron haber sido víctimas de la violenciadoméstica variaba del 10% en Paraguayy las Filipinas, al 22% en EstadosUnidos; del 30% en Canadá, Antigua yBarbados al 58% en Turquía.

“En algunos países, hasta el 20% delas mujeres dijo haber sido víctimas delabuso sexual siendo niñas, y hasta el10% de los hombres –revela Krug–. Enalgunos países, hasta el 40% de las mu-jeres dijo que su primera relación sexualfue forzada, y hasta el 30% de los hom-bres dijo lo mismo. En los pocos paísesdonde hay estudios sobre el maltrato alos ancianos, el 5% de ellos dijo habersido víctima de maltrato en su hogar,por la persona que se suponía debía cui-darlos. Estas cifras son enormes, muchomás altas que esta punta del iceberg quees la mortalidad”.

Más allá de los efectos inmediatos y directos de la violencia están sus

2

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

foto

© P

owys

Dew

hurs

t

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

Pandemia de

La salud pública puede ayudar a controlarla

violencia

foto

© D

ougl

as E

ngle

/G

loba

lAw

are

por Donna Eberwine

JUna víctima de la violencia de pandillas yace muerta en una casa abandonada de Río de Janeiro, Brasil. En todo el estado,

hubo 7.000 muertes en tiroteos violentos en 2000, 94% fueron hombres y más de la mitad tenía de 15 a 29 años.

Retrato: Catarina Pérez Brito, de Guatemala, todavía llora a su hermana María, que se suicidó ingiriendo un herbicida. A nivel mundial, el suicidio es la forma más común de muerte violenta.

La violencia estáentre nosotrosdesde loscomienzos de la humanidad.Ahora, los defen-sores de la saludpública dicen quees un problemaaltamente prevenible.

La mitad de las

muertes violentas

son suicidios y una

tercera parte,

homicidios.

Page 4: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

5

consecuencias secundarias que son aunmás difíciles de medir. Por ejemplo, losexpertos en violencia hacia las mujeressostienen que sus peores consecuenciasson las indirectas y no las directas.

“Las consecuencias psicológicas de laviolencia hacia las mujeres suelen ser másdevastadoras y más duraderas que las físi-cas –subraya Elsa Gómez, jefa de laUnidad de Género y Salud en laOrganización Panamericana de la Salud(OPS)–. Está demostrado que la violen-cia es, en parte, la causa de las tasas ele-vadas de depresión en mujeres, y esevidente que afecta su salud reproduc-tiva. Los niños también sufren las conse-cuencias en el vientre de la madre odurante la niñez. El efecto principal essobre la salud mental”.

Los costos económicos de la violenciase encuentran entre los impactos más di-fíciles de medir. “¿Cuánto cuesta la vio-lencia en términos de pérdida deproductividad y desarrollo económico?–pregunta Krug–. ¿Cuál es el precio de lapérdida de calidad de vida, por ejemplo,si no se puede caminar sin peligro por lanoche? En la mayoría de los países, estoscostos nunca se han calculado”.

Los especialistas en salud pública dicenque es necesario investigar más en estecampo, para salvar las brechas e indicarcuáles son las medidas de salud públicaque pueden reducir y prevenir la violen-cia. “Sólo cuando se logre calcular elcosto en dinero de este problema, losresponsables de las políticas participaránde manera más activa –evalúa Krug–. Nose trata sólo de describir el inmenso su-frimiento causado por la violencia: tam-bién hay que señalar las enormespérdidas financieras que pueden evitarsecon la prevención adecuada”.

La investigación de salud públicaacerca de la violencia ya empezó aindagar sus causas y el tipo de me-

didas que se puede tomar para preve-nirla. Entre las preguntas planteadasen varios estudios se encuentran:¿Qué incita a las personas a com-portarse con violencia? ¿Cómoinfluye el entorno en estoscomportamientos? ¿Cuá-les son las influencias

sociales y comunitarias? ¿Cuáles son losprincipales factores de riesgo?

“Las causas y los factores de riesgo dela violencia son muy complejos –explicaAlberto Concha-Eastman, asesor regio-nal de la OPS sobre prevención de laviolencia y las lesiones–. Hay influenciasen muchos niveles: biológico, psicoló-gico, conductual, y factores sociales”.

En la búsqueda de las influencias bio-lógicas, un estudio realizado en Dina-marca en 1991 reveló que el 80% de losjóvenes detenidos por delitos de violen-cia se encontraba en la categoría másalta de complicaciones en el momentodel parto. Un estudio realizado enEstados Unidos en 1993 descubrió quelas complicaciones durante el parto pre-decían comportamientos violentoscuando uno de los progenitores teníaantecedentes de enfermedad mental.Otros estudios han mostrado que la bajafrecuencia cardíaca, sobre todo enniños, está asociada con conductas debúsqueda de sensaciones y exposición ariesgos, mientras que la frecuencia car-díaca alta se relaciona más con la ansie-dad, el miedo y las inhibiciones. Otrosestudios sugieren que el nerviosismo yla ansiedad están relacionados negativa-mente con la violencia.

Se ha hecho más investigaciónsobre las influencias sociales y de lafamilia. “Sabemos que ser unhombre joven, bajo ciertascondiciones sociales y fa-miliares, es un factor deriesgo para cometeractos de violencia–dice Concha-Eastman–.El haber sidotestigo ovíctimade

Pers

pect

ivas

de

Salu

d •

Volu

men

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U DO R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

María Pérez Brito había amenaza-do varias veces con quitarse lavida. Tenía dos hijos y vivía con

sus padres en el municipio guatemaltecode Nebaj porque su marido la habíaabandonado. Enferma de epilepsia, nopodía emplearse en ninguna casa, perotrabajaba duro en el campo. Con unpadre autoritario y sin posibilidades de“escapar”, un día “estaba barriendo y separó delante de mi mamá, le entregó algode dinero y dijo que hasta ahí había lle-gado todo”, cuenta su hermana Catarina.María se suicidó a los 25 años.

“María dijo ‘ahora todo se va arreglar’y tomó gramoxón. Mi papá no quiso lle-varla al hospital, porque era algo quehabía que solucionar en casa; intentaroncurarla con remedios caseros, pero a los15 días murió”, se lamenta Catarina.Toda la familia tuvo que vivir la agonía deMaría, ver cómo se despedía de sus hijosy de sus hermanos. Y asumir el cargo deconciencia por no haberla ayudado.

“Mi hermana quería estudiar, peronunca pudo hacerlo y sólo le quedó tra-bajar con mi papá”, –sigue contandoCatarina–. “Cuando ella murió todos nossentimos muy mal, pero nada se solucio-nó, por eso yo decidí irme de mi casa”. Alos 17 años, la joven tuvo la fuerza sufi-ciente para irse y seguir estudiando. “Lasituación ya era insostenible, con proble-mas y discusiones diarios”, afirma.

Catarina ha apostado por la vida. “Nocreo que la elección de María fuera lamejor –dice mientras muestra una foto-grafía pegada en la pared–, pero a veceslas cosas te superan y por eso, yo he pen-sado varias veces en suicidarme”.

A nivel mundial, el 60% de los suici-dios son de hombres y las tasas más altasse dan entre las personas mayores de 60años. Pero el fenómeno de altas tasas desuicidio entre grupos indígenas se repiteen varios países, inclusive en Australia,Canadá, Estados Unidos y Taiwán.

En Guatemala no existen cifras oficialessobre el suicidio. El tema es consideradotabú, y los familiares ocultan los hechos.

Las autoridades normalmente identificanlas muertes por su causa final, como enve-nenamiento o ahorcamiento. Sin embargo,según una encuesta realizada por la LigaGuatemalteca de Higiene Mental, el 43%de los entrevistados conoce a algún jovenque se ha suicidado. La mayoría de ellos,de entre 15 y 25 años.

Los expertos dicen que la causa másimportante que desencadena el suicidio enjóvenes es que no están preparados paraafrontar sus problemas, señala la Liga. Elcarácter autoritario y represivo del padre,la ausencia de trabajo, la falta de atencióna jóvenes en riesgo, la desintegración fami-liar y la disminución del sentido de la vidason otros de los desencadenantes.

“Los jóvenes existen en función delmañana, no tanto como sujetos del pre-sente”, indica un informe de la institución,lo cual provoca que “anden a la deriva”.Las oportunidades al alcance de la juven-tud se han reducido en forma proporcionalcon el crecimiento de la crisis que, en elorden social y económico, viene sufriendoGuatemala en los últimos años.

En Nebaj, Quiché, 48 jóvenes se hansuicidado en los últimos seis años. La aso-ciación Nahual lleva cuatro años estudian-do los problemas que acosan a los jóvenesde Nebaj, entre ellos el suicidio. Sin ayuda,han realizado entrevistas con familiares y

¿Jóvenes sin esperanza?

víctimas que han sobrevivido, recopiladoinformación en hospitales y el MinisterioPúblico, y consultado a expertos.

Sus conclusiones son que los jóvenes sequitan la vida por desesperanza, falta decarácter y medios para afrontar sus proble-mas. La represión social y familiar son lascausas predominantes. Eduardo Cruz, unode los líderes del grupo, dice que nadietoma en serio la problemática del suicidio.“Empezamos a trabajar porque nuestrajuventud se muere, y deja destrozado suentorno –dice–. Los jóvenes no están pre-parados para afrontar sus problemas; losque tienen más iniciativa eligen las pandi-llas y los débiles optan por el suicidio”.

“Los jóvenes pasan por un momentoconfuso, como el país. La solución es ayudara las familias y que las autoridades aportenlos medios para atender a jóvenes con pro-blemas y contribuir a un desarrollo sosteni-ble que dé oportunidades”, agrega.

—Lorena Seijo, Prensa Libre, Guatemala

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

4

Tasas de homicidio por 100,000 habitantes

foto

© E

mer

son

Día

z/Pr

ensa

libr

e

OP

S

Un oficial de policía patrulla las calles de Río deJaneiro, Brasil. Recientemente, el país aprobó una nuevaley de control de armas, en un esfuerzo por frenar laescalada de violencia.

Catarina Pérez Brito, una adolescente indígena guate-malteca, dice que su hermana se suicidó porque noencontró una salida a la opresión autoritaria de su padre.“Ella quería estudiar, pero nunca pudo hacerlo”.

La opresión

familiar y la falta

de oportunidades

contribuyen al

suicidio entre

los jóvenes

guatemaltecos.

Muertes por homicidio en jóvenes de 10-19 años por país, 1990 – 2000

Muertes por homicidio en jóvenes de 10-19 años por país, 1990 – 2000

Page 5: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

más investigación, sino también iniciativas en todo el mundo para hacerfrente a sus causas y riesgos. “No hayun solo país donde no se realicen es-fuerzos para la prevención de la violen-cia –admite Krug–. Lamentablemente,la gran mayoría de los programas no hasido evaluada. Pero gracias a los que sehan analizado, sabemos que es posibleactuar sobre las personas, las familias,

las comunidades y las sociedades paraabordar las causas y prevenir verdade-ramente la violencia”.

Entre las respuestas comprobadas dela salud pública para hacer frente a laviolencia, según Krug, se encuentranlas actividades para promover el ma-nejo de la ira, tales como programaspara el enriquecimiento del preescolarque enseñan a los niños pequeños que

la violencia no es la única respuesta alestrés. Los programas que trabajancon niños víctimas de la violencia fa-miliar pueden ayudarlos a que no seconviertan en adultos que tambiéncometan actos violentos. Los progra-mas que desarrollan las destrezas paraser padre o madre en las familias conriesgos altos también han dados bue-nos resultados en algunos entornos.

7

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

6

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

foto

© D

anie

l LeC

lair

foto

© D

ougl

as E

ngle

/G

loba

lAw

are

foto

© J

im W

est/

Glo

balA

war

e

abuso sexual durante la niñez es un fac-tor de riesgo para cometer más tardeactos de violencia. El consumo de bebi-das alcohólicas es otro factor de riesgo.Sabemos que los niños que crecen enhogares con poca supervisión de los pa-dres, y donde hay conflictos de pareja,tienen mayor riesgo de cometer o servíctimas de actos de violencia. El creceren medio de muchos compañeros ro-deados de violencia y delincuencia tam-bién representa un riesgo. La falta deescolarización y las pocas oportunidadesde trabajo son factores sociales impor-tantes que conducen a la violencia”.

La investigación también muestra queel vivir en una comunidad con altos ni-veles de pobreza, desempleo y tráfico dedrogas es un factor de riesgo, así comoel vivir en una sociedad con altos nivelesde desigualdad de género y de ingresos,o en una sociedad con normas socialesque apoyan o toleran la violencia.

Rodrigo Guerrero, ex alcalde de Cali,Colombia, y profesional de salud pú-blica, sugiere que los altos niveles deviolencia en su país son la herencia de laviolencia política ocurrida en las décadasde los 40 y los 50. “El problema enColombia es que una gran parte de la

sociedad aprendió a resolver sus conflic-tos por métodos violentos, desde críme-nes pasionales hasta el asesinato de unvecino porque hacía mucho ruido”,afirma Guerrero.

Las investigaciones demuestran queotro factor de riesgo es la disponibilidadde medios para cometer la violencia, enparticular el acceso fácil a las armas defuego y a los plaguicidas utilizados para

cometer suicidios; también lo es la debi-lidad de la policía y de los sistemas dejusticia penal.

Hacia la prevención

La preocupación cada vez mayorpor la violencia no sólo ha generado

En 1992, mientras estaba en campañapara la alcaldía de Cali, Colombia,Rodrigo Guerrero observó que la máxima

preocupación de todos los ciudadanos, desdeel más rico hasta el más pobre, era la violen-cia. Resultó increíble, pero absolutamente todoel mundo conocía a una víctima de la violen-cia.

Al ser electo, el nuevo alcalde decidióponerle un freno a este fenómeno. Epidemió-logo de formación, Guerrero optó por colocarla mirada epidemiológica al servicio de la pre-vención de la violencia. En su programa, que sellamaba Desepaz (Desarrollo, Seguridad y Paz),expertos en distintas áreas elaboraron unmapa de la violencia para intervenir en el pro-blema de manera más eficaz. Comprobaronque el 30% de las personas asesinadas esta-ban intoxicadas, que se concentraban en laszonas rojas los fines de semana, y que el 90%

El alcalde pacificador de Cali

Una niña de 7 años sufre la muerte de Kayla Rolland, una estudiante de primer gradoasesinada en febrero por un compañero de clase que llevó un arma a su escuela de Flint,Michigan, Estados Unidos. El arma pertenecía a un tío de 20 años, que fue sentenciadopor “homicidio involuntario” en el caso.

▼ Un grafiti en la favela Roquete Pinto, en Río de Janeiro,incita a la rivalidad entre bandas. Los tiroteos entre las pan-dillas y la policía son comunes en Río, y las tasas de muerteson similares a las de zonas en guerra.

Arriba: Un pandillero en San Pedro Sula, Honduras, portaun tatuaje. La ley hondureña permite a la policía detener acualquier persona que tenga un tatuaje, que, a menudo —aunque no siempre— significa pertenecer a alguna pandilla.

▼ ▼

de los crímenes se llevaban a cabo con armasde fuego. Las víctimas eran en su gran mayo-ría jóvenes, hombres y de bajos ingresos.

Guerrero decidió reforzar los programas deeducación y de cultura ciudadana y decretró la“ley semiseca”, que imponía horarios reduci-dos de venta de alcohol y el cierre tempranode las discotecas, con lo cual disminuyó noto-riamente la intoxicación. El lema de esos díassurgió de una frase de Benito Juárez: “La pazes el respeto al derecho ajeno”.

El programa duró lo que el mandato deGuerrero (dos años y siete meses), y en esetiempo se bajó la tasa de homicidios de 126por cada 100.000 habitantes a 80.

Para Guerrero, las actitudes violentas sehabían arraigado profundamente en la socie-dad colombiana. Y los números muestran esta“invasión de la violencia” aún hoy: “En 2002,en Colombia, hubo 26.000 homicidios, de los

En los últimos años, las Américas han sido unterreno fértil para la proliferación de pandi-llas. Según un estudio realizado en 1996,

hay unas 31.000 pandillas en 4.800 ciudades ypueblos de Estados Unidos. Datos sobre ElSalvador y Honduras revelan que cada país tieneentre 30.000 y 35.000 miembros activos de pan-dillas, lo cual es un aumento drástico comparadocon años anteriores. En Brasil, las pandillas sonuna de las principales causas de las altas tasas dehomicidios en las grandes ciudades.

Para estudiar el fenómeno, investigadores dela Universidad Centroamericana de El Salvadorentrenaron a antiguos miembros de pandillaspara entrevistar a miembros activos. Luego deentrevistar a 938 miembros de pandillas (83%eran hombres jóvenes), el estudio reveló que:• Todos los miembros de pandillas habían par-

ticipado en actos de violencia, y uno de cadacuatro admitió haber matado a alguien.

• El consumo de alcohol y drogas estaba

Pandillas al descubierto relacionado con estas conductas violentas.

• Las mujeres usan menos la violencia pero síson proclives a ser víctimas de ella, sobre todosi son consumidoras de drogas.

• Los que tienen antecedentes de violencia en elhogar participaban en más violencia y teníanmás probabilidades de ser víctimas.

• Más de la mitad de los entrevistados dijo quele gustaría dejar de participar en la violencia yen el consumo de drogas.El estudio, publicado por la Organización

Panamericana de la Salud con el título deBarrio adentro: la solidaridad violenta de laspandillas, también mostró que ciertos factoresexternos incidían en que un joven se uniera auna pandilla: la pobreza, el desempleo, la faltade acceso a los servicios públicos y sociales, laexposición a la violencia comunitaria y social.Los factores internos incluían malas experien-cias familiares y actitudes proclives hacia elcastigo corporal en el seno de la familia.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

OP

S

foto

© D

anie

l LeC

lair

Una mujer de Comayaguela, Honduras, duerme con unmachete en la mano, después de que los miembros de unapandilla irrumpieron en su hogar, la robaron y le pegarondelante de sus niños.

cuales 5.000 fueron causados por la guerrillay 21.000 ocurrieron por actos violentos de lapoblación general”, reflexiona.

El ex alcalde nació en Cali, y desde chiqui-to sabe deletrear la palabra violencia. “No laviví en forma directa, pero siempre oí hablarde la violencia política, de la pelea históricaentre liberales y conservadores”, asegura.

Para Guerrero, el nudo central del proble-ma es que la actividad de la guerrilla ha pro-vocado un efecto perverso: legitimó la idea deque a través de la violencia se puede reivindi-car un ideal político.

“La violencia existe desde que el hombrees hombre. Caín mató a Abel con una quijadade burro”, resume Guerrero. Pero agrega: “Sepuede hacer mucho para mitigar esta tenden-cia humana. Porque los conflictos son inevita-bles, pero se puede aprender a resolverlos enforma civilizada”.

Page 6: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

• Mejorar la recopilación de datossobre la violencia.

• Apoyar la investigación de las causas,del impacto y de la prevención de laviolencia.

• Promover las respuestas básicas de laprevención.

• Fortalecer las respuestas para las víc-timas de la violencia.

• Integrar la prevención en las políticas

sociales y educacionales; promover laigualdad social y de género.

• Aumentar la colaboración y el inter-cambio de información sobre pre-vención de la violencia.

• Promover y vigilar el acatamiento detratados y leyes internacionales sobrederechos humanos.

• Buscar respuestas internacionales altráfico mundial de drogas y armas“Quizá la más importante de estas

recomendaciones sea la número 4:promover las respuestas más básicas dela prevención –considera Krug–. Muy amenudo la respuesta a la violencia esponer más policías en la calle. Esto talvez ayuda para cierto tipo de violencia,pero tiene muy pocas repercusiones enla prevención del abuso a los niños, elmaltrato a los ancianos, la violenciacontra las mujeres en el seno de las fa-milias o las conductas suicidas. Nece-sitamos complementar eso actuandosobre las causas que originan la violen-cia. Ésta es la primera obligación de lasalud pública”.

Donna Eberwine es redactorade Perspectivas de salud.

Un ejemplo de la unión de sectores einteresados directos para abordar elcomplejo problema es la Coalición

Interamericana para la Prevención de laViolencia, formada en 2000 por laOrganización Panamericana de la Salud (OPS),los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades, de Estados Unidos, el BancoInteramericano de Desarrollo, la Organizaciónde los Estados Americanos, la Organización delas Naciones Unidas para la Educación(Unicef), la Ciencia y la Cultura y el BancoMundial. En 2002, la Agencia de los EstadosUnidos para el Desarrollo Internacional(USAID) se convirtió en el séptimo miembro yen el primer donante bilateral.

La coalición actúa como un catalizador parala prevención de la violencia en las Américas alfacilitar el desarrollo de asociaciones y progra-mas, además de promover un enfoque multi-sectorial. Trabaja con funcionarios públicos,líderes empresariales, líderes religiosos, los

medios de comunicación y el público generalpara promover la concientización sobre el cos-to económico y social de la violencia y paraaumentar el conocimiento, las destrezas y lasredes para las actividades de prevención.

La coalición lanzó recientemente un proyec-to en cooperación con la Federación deMunicipios Centroamericanos para hacer fren-te a la escalada de violencia en esa región.Financiado por USAID, el proyecto tiene la fina-lidad de aumentar la conciencia sobre elimpacto de la violencia y sus causas subyacen-tes, promover una mejor vigilancia del proble-ma y alentar el desarrollo y la cooperaciónentre sectores.

“Nuestros miembros comparten la opiniónde que hay que asignar más importancia a laprevención de la violencia –dice AlbertoConcha-Eastman, asesor de la OPS en la mate-ria–. La aplicación de la ley por sí sola no hasido capaz de reducirla. Lo que se necesita sondiversos talentos, habilidades y enfoques de

El enfoque de “comunidades salu-dables” que promueve mejoras,como incrementar el alumbradoeléctrico exterior, más parques ycentros de recreación, así como acti-vidades organizadas para la juven-tud, también ha sido eficaz enalgunos lugares. Las iniciativas anivel de la sociedad incluyen el for-talecimiento de la policía y los siste-mas judiciales, la reducción de lapobreza y la inequidad (tanto de gé-nero como en los ingresos), el per-feccionamiento de la educación, y elcontrol del acceso a las armas defuego y otras herramientas de vio-lencia.

En la prevención del suicidio, lasiniciativas para restringir el acceso alos medios letales han dado algunosresultados asombrosos. En Samoa,las tasas de suicidio bajaron enforma radical en la década de los 80,cuando se empezó a controlar estric-tamente el tan venenoso plaguicidaparaquat. En Inglaterra, la elimina-ción del monóxido de carbono delgas doméstico y de las emisiones au-tomotrices durante los 60 ayudó abajar las tasas de suicidio en el país.

“Muchos programas tuvieron éxito,ahora es cuestión de aprender de ellos,llevarlos a la práctica y evaluarlos endistintos entornos –afirma Krug–. Lasalud pública es capaz de hacer más,contribuyendo en todas las áreas dondepodemos ser útiles. Tenemos el primercontacto con las víctimas en las salas deurgencia y en las morgues, donde po-demos recabar información sobre elproblema. Podemos contribuir con lainvestigación y la prevención, así comolo hacemos con muchos otros proble-mas de salud pública. Podemos hacermás para promover la formulación depolíticas y la toma de decisiones conconocimiento de causa en este campo”.

Pero combatir la violencia no puededepender sólo de la comunidad desalud pública. Debido a que sus causasson tan complejas y variadas, las medi-das eficaces para reducirla deben prove-nir de numerosos sectores y niveles. Elinforme de la OMS formula nueve re-comendaciones para tomar medidaseficaces en la reducción de la violencia:

• Formular, ejecutar y vigilar los planesnacionales de acción para la preven-ción de la violencia.

En los últimos años, Brasil ha sido uno delos países que ha experimentado tasascrecientes de violencia, sobre todo de vio-

lencia armada en sus ciudades principales. Losespecialistas en salud pública han venido traba-jando para generar datos sobre el alcance y lasdimensiones del problema, con miras a que eldebate que rodea a la formulación de políticassobre el tema esté bien fundamentado.

Un esfuerzo pionero es un estudio integral dela violencia con armas de fuego realizado por elCentro para el Estudio de la Violencia de laUniversidad de São Paulo, como parte de la ini-ciativa de la Organización Mundial de la Salud(OMS) que promueve programas de prevenciónen países en desarrollo.

Uno de los objetivos principales de este estu-dio es identificar los tipos de zonas y grupos depoblación más afectados por la violencia arma-da. “Los entornos donde la violencia es un obs-táculo diario para la vida saludable y lasupervivencia, son justamente los que conoce-

Fundamentos para el debatemos menos –hace notar David Meddings,quien desde Ginebra ejerce la coordinación delproyecto de la OMS–. Éste es un primer pasopara definir el problema de la violencia arma-da y hacer aportes constructivos para las polí-ticas nacional, regional y local”.

Según Meddings, uno de los hallazgos cla-ve del estudio, hasta el momento, reside enque numerosas capitales de estados de Brasilque tenían tasas relativamente bajas, hanpasado a tener tasas muy altas de muerte porarma de fuego, en un período de 10 años.“Pero hay otras capitales de estados que hanlogrado disminuir en forma considerable laviolencia armada –agrega–. Queremos hacerun inventario de los programas de prevenciónde la violencia para determinar su correlacióncon el aumento o la disminución de la violen-cia en las ciudades”.

Maria Fernanda Peres, coordinadora brasi-leña de ese estudio, señala que un aspecto dela formulación de políticas que se ha inspirado

Coalición contra la violencia

8 9

en la investigación de salud pública es el deba-te sobre el control de armas de fuego. Brasilaprobó recientemente la llamada “ley deldesarme”, que establece controles estrictospara tener y portar armas de fuego. Los parti-darios de esta ley citaron datos para mostrarque los homicidios por conflictos interpersona-les aumentaron durante el mismo período, aligual que los homicidios resultantes de ladelincuencia urbana. “En la violencia entrevecinos y familiares, o en los altercados entreextraños en la calle, las armas de fuego sonuna variable importante que aumenta enmodo significativo las posibilidades de lesión omuerte”, recalca Peres.

Sin embargo, advierte que “es importantehacer notar que esta ley no puede ser la únicamedida para resolver el problema. Hay queintentar reducir ese inmenso sentimiento deinseguridad que tiene la gente, y reducirtambién las enormes desigualdades queexisten en Brasil”. P

ers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Pacíficooccidental

Asia sudoriental

Tasa de homicidios y suicidios por región de la OMS, 2000

Tasa por 100,000 habitantes

Un grupo de jóvenes son arrestados por la policía en Comayaguela, Honduras, con el fin de frenar la creciente violencia entre pandillas. Unos 30.000 hondureños, la mayoría de ellos hombres jóvenes, son miembros de pandillas.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

OP

S

foto

© D

anie

l LeC

lair

Page 7: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

on el ojode un artista y la agudeza

de un economista, el fotógrafo Sebastião

Salgado ha puesto unacara humana a los

problemas de la globalización. En su último trabajo

documenta el esfuerzo internacional que está a un

paso de terminar con la poliomielitis.

1110

Cronista del finde lapolio

Durante la campaña nacional de inmunización de 2001,ningún tren de la estación de Moradabad, en Uttar Pra-desh, India, podía partir hasta que todos los niños que loabordaran fueran vacunados. En 2002, esa ciudad sufrió unbrote de polio con más de 1.000 casos, que representaronel 66% de los nuevos casos del mundo en ese año.

por Paula AndalóC foto

© A

rman

do W

aak/

OPS

foto

s ©

Seb

astiã

o Sa

lgad

o/A

maz

onas

– C

onta

ct P

ress

Im

ages

Page 8: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

a esfuerzos conjuntos de todos lospaíses, en 1991, el peruano LuisFermín Tenorio, quien entoncestenía 3 años, fue el último casoregistrado en el hemisferio.

Otros continentes no tuvieron lamisma suerte y la polio todavía esendémica en muchos países. Veintemillones de personas están hoyinmovilizadas a causa de este virus.

Pero el mundo está a punto de ase-gurar que nunca más una personasufrirá el mismo destino. Cuando seaerradicada, la polio será la segundaenfermedad que la humanidad logredesterrar, después de la viruela.

En 1988 se creó la IniciativaMundial para la Erradicación de laPoliomielitis, que contribuyó areducir el número de casos de pará-lisis por esta enfermedad de350.000 a 500 en 2001. Esta ini-ciativa también logró evitar quecasi 4 millones de personas sufrie-ran una discapacidad permanente.

En 2001, la lentedel fotógrafo bra-sileño SebastiãoSalgado comenzóa testimoniar enimágenes la bata-lla final por erra-dicar la poliomie-

litis. Convocado por Unicef, inició unlargo viaje por campos y ciudades,siguiendo la ruta de los trabajadoresde salud y los rostros de niños vacuna-dos y madres compungidas. Así nacióEl fin de la polio, un esfuerzo globalpara terminar con la enfermedad(Bulfinch Press), un ensayo fotográfi-co que se publicó este año y que con-centra la potencia del trabajo de esteprestigioso reportero gráfico.

Salgado, que ha recorrido elmundo y ha sido testigo de casi todaslas emociones y las reacciones huma-nas, de pronto se enfrentó con algocompletamente nuevo. “No teníaidea, hasta que me propusieron traba-jar en este libro, de que la polioseguía siendo un estigma para muchaspersonas. Habitualmente busco pro-vocar debate con las fotos. Pero conesta campaña fue distinto: había unvalor agregado, tuve la conciencia his-tórica de estar registrando una batallaganada, de ofrecer una esperanza.Este libro es un tributo al esfuerzo delos trabajadores de salud, a los quepadecen la polio, a la dignidad delhombre”, expresa Salgado.

Y sus palabras suenan tan intensascomo la historia de este virus queimpidió a millones de personasmoverse con libertad.

Las primeras huellas de la polio sepueden rastrear hacia el año 1580antes de Cristo. Y tuvieron que pasarmás de tres mil años y muchas epide-mias para que el fantasma de estaenfermedad comenzara a esfumarse.Finalmente, en 1954 se desarrollóuna vacuna que fue acorralando alvirus a través de la inmunizaciónmasiva.

El continente americano, con elliderazgo de la Organización Pana-mericana de la Salud (OPS), fue laprimera región del mundo en elimi-nar el virus salvaje de la polio. Gracias

reportero comenzó a expresar enimágenes el empuje final logradogracias a la unión de varias fuerzas:la Organización Mundial de la

Y es en este momento históricocuando interviene la lente de Salga-do, testimoniando la recta final deesta maravillosa carrera sanitaria. El

1312

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

“Con las fotos

busco provocar un

debate. Pero

con esta campaña

fue distinto:

había un valor

agregado, tuve la

conciencia

histórica de estar

registrando una

batalla ganada”O

PS

En la República del Congo, equipos en motocicletastrasladaron las hieleras con las vacunas contra la poliodesde la capital, Kisangani, hasta las aldeas más remotasde la selva ecuatorial. La jornada fue peligrosa. Dossemanas antes, un médico que realizaba vigilancia de lasinmunizaciones recibió un disparo en la carretera.

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

Page 9: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

14

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Salud, Unicef, el Club RotarioInternacional y los Centros para elControl y la Prevención de Enfer-medades, de Estados Unidos.

Salgado tomó fotos de las campa-ñas de vacunación realizadas enSomalia, Sudán, India, la RepúblicaDemocrática del Congo y Pakistán.Parte de este trabajo fue exhibidoen la sede de la OPS antes de serpublicado.

Casi 30 años antes, una tarde de1970, su esposa Leila le había pues-to una cámara en las manos. Eseacto simple, inofensivo y veloz, lecambió la vida para siempre. Unasemana después ya se había com-prado su propia máquina, y al mesestaba construyendo un cuartooscuro en su casa de París. El jovenSalgado dejó atrás una carreracomo economista y este “caminosin retorno” lo llevó a transformar-se en uno de los fotógrafos con-temporáneos de mayor renombre.

“La primera vez que miré a travésde una lente descubrí otro mundo.La fotografía invadió mi vida. Aun-que tardé un tiempo en hacer de lasfotos mi oficio y mi razón de ser,

creo que en 1973 empecé mi vidacomo reportero gráfico”, cuentaSalgado.

Salgado nació en 1944 en elestado de Minas Gerais, en Brasil.Estudió economía en la Universi-dad de San Pablo y en 1971 obtu-vo su doctorado. Con los militaresen el poder, hizo las maletas y sefue a París, la ciudad donde se ena-moró de aquella primera cámara.Luego de distintas misiones comoeconomista —para la Organiza-ción Internacional del Café enÁfrica y para el Banco Mundial—volvió a París y decidió dejar esemundo para siempre.

Sin embargo, en su nueva vidaSalgado nunca perdió la perspecti-va económica: ya no analizaba lasvariables de mercado, pero sí eldevenir de los jornaleros, la odiseade los refugiados, el mundo de losinmigrantes y de los trabajadorestemporarios en tiempos de globa-lización. Sus ensayos fotográficoslo llevaron a más de 100 países y areflejar con el poder de la lente, yen blanco y negro, el dolor de losdesplazados en el siglo XX.

“Estoy viajando durante diezmeses al año y sólo me falta cono-cer los polos –dice Salgado–, ypuedo asegurar que la esencia delser humano, en cualquier parte, essiempre la misma. El ser humanobusca dignidad. Nadie se inmuni-za ante el dolor. Es muy fuerteobservar a una persona y pensarque merecía vivir de otra manera yque sólo por una cuestión geográ-fica sufre más que otros”.

Este viajero incansable, siemprecámara en mano, está reforestandolas tierras devastadas de su MinasGerais y pasa el poco tiempo libre

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

“Es muy duro

observar a una

persona y pensar

que merecía vivir

de otra manera

y que sólo por una

razón geográfica

sufre más

que otros”

El Centro de Investigación y Rehabilitación AmarJyoti en Nueva Delhi, India, alberga a 540 niños vícti-mas de la polio. En 2002, más del 80% de los nuevoscasos de polio en el mundo se registraron en ese país.

Arriba: En Baidoa, Somalia, durante la campañanacional de erradicación de la polio de 2001, ungrupo de músicos y cantantes fueron los responsablesde difundir la información. Con sus ritmos, tuvieronun rol crucial, motivando a los trabajadores de salud yconvenciendo a los padres para que llevaran a susniños a vacunarse.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

15

Page 10: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

que tiene entre París y la haciendafamiliar –que adquirió en 1990–,entre dos pequeños ríos, monos,papagayos y caimanes.

A fines de octubre de 2003, loscasos de polio sumaban 520. Paracumplir con la meta de declarar almundo libre de la enfermedadpara 2005, este número deberápronto reducirse a cero. Entreconflictos armados, cambios degobiernos, selvas y cemento, lasvacunas intentan nuevamentecumplir su misión.

Y Salgado asegura que más quenunca, en esta batalla final contrala polio, su cámara ha sido unpuente, buscando, como siempre,retratar en un segundo la dignidadde las luchas humanas.

16

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

16

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

“Sólo me falta

conocer los polos.

Y puedo asegurar

que la esencia del

ser humano, en

cualquier parte,

es siempre la

misma. El ser

humano busca

dignidad”

Con un solo caso de polio registrado en 2001 yninguno en 2002, Sudán, el país más extenso deÁfrica, ha sido declarado libre de polio. La mamáparece sufrir más que el niño durante la campaña devacunación de 2001 que registra la imagen.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

foto

© A

rman

do W

aak/

PAH

O

Paula Andaló es periodista delÁrea de Información Pública dela Organización Panamericanade la Salud, en Washington, D.C.

17

Page 11: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

18

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Hace 50 años, la publicación del tra-bajo de James Watson y Francis Cricksque identificaba la doble estructura heli-coidal del ADN anunciaba una nueva erade la ciencia. En 1964, la RevoluciónVerde recibió el impulso de la introduc-ción de variedades híbridas de arroz ytrigo con alto rendimiento. En 1978, loscientíficos ya habían demostrado el valorpráctico de la biotecnología al producirinsulina humana por medio de bacteriasmodificadas genéticamente (antes deesto, los diabéticos dependían de la insu-lina que se obtenía de cerdos).

En 1994, Monsanto, la compañía desemillas, reveló una nueva variedad desoja lograda gracias a la ingeniería gené-tica, que era resistente al herbicida glifo-sato. El glifosato es un herbicida eficaz,particularmente interesante desde elpunto de vista ambiental porque esmenos tóxico que otros y se descomponemás rápido en sustancias relativamentemenos dañinas. La nueva soja necesitaríamenos aplicaciones de plaguicida, facili-tando la gestión del medio ambiente altiempo que aumenta la productividad.

Diez años después, las cosechas resul-tantes de la biotecnología representan laadopción más rápida de una tecnologíanueva en la historia de la agricultura.Hoy en día, el 46% de la cosecha de sojaproviene de semillas MG; y la cuartaparte de toda la producción de maíz deEstados Unidos también es MG.

Pero no todos han recibido ese cam-bio con entusiasmo. Inicialmente, laUnión Europea aceptó las importacio-nes de soja y maíz modificados genéti-camente procedentes de EstadosUnidos; pero una fuerte reacción de losconsumidores impulsó una moratoriade cinco años para cualquier nueva va-riedad, a partir de 1998. Luego, esemismo año, se decidió conceder licen-cias para los cultivos MG estudiandocada caso en forma particular. No obs-tante, muchos consumidores europeosno están convencidos. En fechas tan re-cientes como el 18 de julio de este año,el periódico británico The Guardiananunció que había amenazas de distur-bios civiles si se introducían cultivosMG en Gran Bretaña.

Las posiciones encontradas entreEstados Unidos y Europa acerca de losalimentos MG son importantes por dere-cho propio pero, además, afectan a otrospaíses en todo el mundo. El año pasado,Zambia figuró en los titulares internacio-nales cuando su gobierno rechazó elmaíz MG que le ofrecía Estados Unidoscomo ayuda alimentaria, por temor a quesus ciudadanos “se envenenaran” y por-que esa aceptación podía perjudicar susrelaciones comerciales con Europa.

En el continente americano, los dosprincipales países productores de alimen-tos de América Latina han adoptado po-siciones opuestas. Argentina se haconvertido en el segundo productor dealimentos MG, principalmente de soja,pero también de variedades de maíz per-mitidas en la Unión Europea. Mientrasque Brasil, el segundo productor de sojaen el ámbito mundial, se negaba hastahace poco a autorizar cualquier variedadde cultivos MG. A pesar de todo, la sojaMG ya se ha sembrado en algunas zonasdel Brasil debido a que los agricultores en-cuentran que es más productiva y más fácilde cultivar que las variedades comunes.

Duda y necesidadEn este debate está en juego mucho

más que los temores de los consumidoresbien alimentados del mundo desarro-llado. Según la Organización de lasNaciones Unidas para la Agricultura y laAlimentación (FAO), más de 50 millonesde personas en todo el mundo sufren demalnutrición crónica; por eso, los defen-sores de los alimentos MG aducen queéstos deberían tener una función funda-mental en atender las necesidades de esaspersonas y las de las poblaciones futuras.

Desde 2000, la Fundación AgBioWorldha recabado firmas de más de 3.200 cien-tíficos para apoyar la agricultura MG enel mundo en desarrollo. Entre quienesfirmaron se encontraba Norman Bor-laug, quien ganó el Premio Nobel de laPaz en 1970 por haber promovido mé-todos agrícolas mejorados que se cono-cen como la Revolución Verde.

“La mayoría de los científicos agrícolas,incluyéndome a mí, creemos que en laspróximas décadas la biotecnología nostraerá grandes beneficios para satisfacernuestras necesidades futuras de alimentos

Hacia el año 1500, los Incas delPerú habían establecido un sis-tema agrícola sumamente com-plejo apoyado por el Estado.Irrigadas por canales, construidasen las inclinadas laderas de lasmontañas y separadas por murosde piedra, las terrazas se utiliza-

ban para cultivar hortalizas hasta entonces desconocidas enEuropa, a saber: tomate, papas, oca, pimientos, y en las tierrasbajas, maíz y algodón. A partir de variedades salvajes crearon nue-vas cepas genéticas que producían cosechas tan abundantes, quebastaban para alimentar a un imperio. Para la gente de la Edad dePiedra, esto representaba la vanguardia de la biotecnología.

Actualmente, el Perú moderno adopta una posición más cau-telosa frente a un avance igualmente innovador en la agricultura.Su gobierno ha prohibido los cultivos de plantas modificadas ge-néticamente (MG), ya que considera que no se conoce lo sufi-ciente acerca de su impacto ambiental.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

19

La soja modificada genéticamente representa casi lamitad de la producción total de soja en todo el mundo.Brasil modificó recientemente la prohibición que existíasobre esta producción en vista de la siembra generalizadadel producto en el sur del país.

Las variedades de maíz convencionales de Méxicopueden adquirir los rasgos transgénicos a través de lapolinización cruzada con maíz modificado genética-mente, que está prohibido oficialmente.

por Donal Nugent

La batalla de labiotecnología

La batalla de la

Los alimentos modificadosgenéticamente anuncianuna nueva era para la seguridad alimentaria y una mayor prosperidad en las Américas. Pero esnecesario abordar las dudas del público respectode su inocuidad.

foto

cor

tesí

a de

l Cen

tro

Inte

rnac

iona

l de

Mej

oram

ient

o de

Maí

z y

Tri

go (

CIM

MYT

)

foto

cor

tesí

a de

Mon

sant

o C

ompa

ny

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

Page 12: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

21

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

20

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

salmón común. La reacción de los consumidores en los mercados de expor-tación será un factor decisivo en su co-mercialización definitiva.

La relación entre los agricultores parti-darios de los productos MG y los quecultivan alimentos orgánicos no carecede controversias. Desde su inicio, a prin-cipios de 1990, el gobierno ha mante-nido en secreto la ubicación de lasgranjas que utilizan semillas MG. Enenero de 2002, luego de un litigio con

los productores orgánicos, un tribunalchileno ordenó al Servicio Agrícola yGanadero revelar la ubicación y propie-dad de las tierras plantadas con cultivostransgénicos. Esta decisión fue objeto deapelación. Las preocupaciones de losproductores orgánicos aumentaroncuando, a finales de ese año, Francia de-volvió a Chile dos lotes de semillas demaíz debido a que el material transgé-nico que contenían estaba por encima delumbral permitido de 0,5%.

En los últimos 13 años, Argentina yBrasil se han convertido en proveedoresimportantes del mercado mundial deproductos básicos. Según estadísticas delDepartamento de Agricultura de EstadosUnidos (USDA), la producción de sojaen ambos países aumentó a más deldoble; en Argentina, la producción detrigo y maíz aumentó en un 75% y un105% respectivamente; y en Brasil, laproducción de maíz subió un 40%.

A finales de los años 90, Argentinapasó de una moratoria de facto sobre losproductos MG para convertirse en elprincipal cultivador comercial fuera deEstados Unidos. El uso de algodón MGse autorizó por primera vez en la tempo-rada de siembra 1996–97, y al pocotiempo se otorgaron también permisospara la soja MG. Hoy en día, el 90% detoda la soja producida en Argentina esMG. Además, el país cultiva maíz modi-ficado genéticamente que resiste a los in-sectos y tolera los herbicidas.

Sin embargo, en Brasil la política gu-bernamental ha sido de oposición a losproductos MG, aunque el país posee supropio sector de investigación en biotec-nología que goza de renombre mundial.Brasil, por ser oficialmente un productorde productos básicos “no MG”, se haconvertido en el proveedor preferidopara muchos importadores de la UniónEuropea. Pero, un informe del USDA,elaborado en 2001, indicaba que entre el20% y el 40% de la soja sembrada al surdel Brasil es MG. Otros cálculos revelanque esta cifra sería del 80%.

Para hacer frente a la creciente presión,en septiembre de este año, el gobiernobrasileño emitió un decreto ejecutivoque permite a los agricultores sembrarsoja MG —pero sólo a los que ya teníanlas semillas y únicamente durante lastemporadas de siembra de 2003 y 2004.Además, los agricultores deben aceptar laresponsabilidad financiera por todo dañoambiental que pudiera resultar.

Entretanto, el gobierno del Brasil hapermitido a los investigadores realizarpruebas de campo con una amplia gamade cultivos transgénicos. Varios institu-tos de investigación financiados por elgobierno, un sector privado brasileño debiotecnología y empresas multinacio-nales de ciencias de la vida, están

y fibras”, escribió Borlaug en el númerode octubre de 2000 de Plant Physiology.

Los críticos de la biotecnología aducenque, a pesar del hambre, los alimentosMG representan más riesgos que benefi-cios. Greenpeace sostiene que los pro-ductos MG pueden producir alergias yresistencia a los antibióticos, y que “con-taminan genéticamente” a las especies sil-vestres y los ecosistemas.

La comunidad científica considera quetales argumentos son infundados o su-mamente exagerados. En un manifiestoemitido en septiembre de 2002, laSociedad Estadounidense de Toxicologíaopinó: “Las pruebas científicas a nuestroalcance indican que los posibles efectosadversos que pudieran surgir de los ali-mentos derivados de la biotecnología noson de naturaleza distinta a los ocasiona-dos por los métodos comunes de repro-ducción. Por lo tanto, resulta importantereconocer que la atención deberá cen-trarse en evaluar la inocuidad del pro-ducto alimentario en sí mismo, y no delproceso de elaboración”.

La gran divisiónSi la biotecnología fuese la nueva

Guerra Fría, entonces Chile podría ser suimprobable muro de Berlín. Este país,aislado entre el océano Pacífico y lasmontañas andinas, y con una zona decultivos muy pequeña (sólo el 3% del te-rritorio es arable), ha sido capaz de ex-plotar su geografía para asegurar suparticipación en los mercados internacio-nales, en lo que parecían ser empresasmutuamente excluyentes, como alimen-tos orgánicos y semillas MG.

El país tiene una población de 16 mi-llones de habitantes y el 20% vive por de-bajo de la línea de pobreza. Desde 1992,la ley chilena ha permitido la importa-ción de semillas que se “multiplican” yluego se exportan, pero no se siembranpara la producción de alimentos.

Carlos Muñoz Schick, agrónomo delInstituto Nacional de InvestigacionesAgropecuarias, dice que la política agrí-cola de Chile consiste en fomentar la par-ticipación del país en los mercadosinternacionales al desarrollar las empresas

especializadas, en vez de competir conpaíses como Argentina y Brasil en la ex-portación de productos básicos. Comoresultado, Chile ha introducido en su ca-nasta para la exportación cultivos no tra-dicionales como kiwi, arándanos yhortalizas orgánicas; hace poco ha co-menzado a domesticar frutos silvestresautóctonos como la murtilla. En elmarco de esta estrategia, la biotecnologíapuede desempeñar un papel importante.

“La biotecnología puede ayudar a de-sarrollar nuevos nichos del mercado, almejorar la calidad de nuestras frutas y hortalizas, crear nuevas tecnologías,nuevos cultivos, por ejemplo, mejoradaptados al medio ambiente de nuestrospaíses”, dice Muñoz. Y agrega: “Crearnuevos empleos es imperativo para nues-tra economía”.

En un análisis similar se fundamenta lainvestigación reciente sobre la posibilidadde criar en el país un tipo de salmón MG.Chile, uno de los mayores proveedoresde salmón en el mundo, estudia la posi-bilidad de producir una variedad MGque crece cuatro veces más rápido que el

El 80% de las plantaciones mexicanas de maíz son depequeña escala. En éstas, dicen los expertos, las variedadesactuales de maíz modificado genéticamente no seríanapropiados. Las restricciones del gobierno han obstaculizadola investigación sobre variedades nuevas que podrían sermás adecuadas.

foto

cor

tesí

a de

l Cen

tro

Inte

rnac

iona

l de

Mej

oram

ient

o de

Maí

z y

Tri

go (

CIM

MYT

)

OP

S

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

Control del riesgo

Como parte de las iniciativaspara promover la inocuidad delos alimentos, la OrganizaciónPanamericana de la Salud(OPS) colabora con los paísesde la región en la actualización

de sus sistemas de inocuidad alimentariapara que incorporen los alimentos MG. Enfebrero, la OPS, la Organización Mundialde la Salud (OMS) y la Organización de lasNaciones Unidas para la Agricultura y laAlimentacion (FAO), organizaron una reu-nión en el Instituto Panamericano deProtección de Alimentos y Zoonosis, enBuenos Aires, Argentina, acerca de la ino-cuidad de los alimentos MG y de la capa-cidad de la región para reglamentarlos.

Jørgen Schlundt, director delDepartamento de Inocuidad de losAlimentos de la OMS, informó en la reu-nión que la OMS y la FAO habían creadoun grupo especial de trabajo que elabo-raría normas internacionales para eva-luación de riesgos, manejo de losalimentos producidos por biotecnología,e información pública acerca de ellos.

Según la mirada de este grupo, los cul-tivos y los alimentos que se encuentranen la actualidad en el mercado interna-cional han pasado evaluaciones de ries-go que los acreditan como inocuos parala salud humana. Pero los expertos de laOMS/FAO insistieron en la necesidad deseguir evaluando uno por uno todos losfuturos alimentos y cultivos MG.

La conclusión de la reunión fue quesi la biotecnología se aplica en formaadecuada, puede desempeñar una fun-ción importante para aumentar la pro-ducción de alimentos y mejorar laseguridad alimentaria de la región.Pero, “al igual que con otras tecnologí-as, para mejorar la forma como se pro-ducen y procesan los alimentos, labiotecnología debe evaluarse correcta-mente en cuanto a los posibles riesgosy beneficios, tanto directos como indi-rectos, que plantearía para la saludpublica”, comenta Genaro García, ase-sor en inocuidad de los alimentos de laOPS y uno de los organizadores de lareunión.

Por otra parte, los participantes reco-nocieron que los temores del públicoacerca de los alimentos MG son realesy, por ende, deben tenerse muy encuenta. García opina que un primerpaso en este sentido sería evaluar larespuesta del consumidor ante la bio-tecnología, en particular ante este tipode alimentos en América Latina.

“En Estados Unidos se han realizadoalgunas encuestas entre consumidores–dice García–, pero en América Latinano hay información con respaldo cientí-fico que explique cuál es la posición delconsumidor. Es necesario informar yeducar debidamente a los consumido-res para que puedan tomar sus decisio-nes con conocimiento de causa”.

Page 13: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

¿Amenaza al maíz?

22

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

participando en pruebas con tabaco,papas, maíz dulce, papaya, caña de azú-car, algodón, maíz y soja.

Como un icebergA nivel mundial, la proporción de pro-

ductos biotecnológicos comercializadosen relación con los que se han desarro-llado en laboratorios viene a ser algo asícomo un iceberg por encima y por de-bajo de la línea de flotación. El ConsejoInternacional de Información sobreAlimentos, con sede en Estados Unidos,ha identificado lo que llama una “se-gunda generación” de productos mejo-rados por medio de la biotecnología quemuy pronto podrían estar en los super-mercados. Entre ellos se cuentan aceitescomestibles con concentraciones másaltas de estearatos (por lo tanto, no hayque someterlos a hidrogenación), melo-nes sin semillas y del tamaño adecuadopara una porción, tomates con más lico-peno (un poderoso antioxidante), papascon mayor cantidad de almidón que ab-sorben menos grasa, y fresas con más

ácido elágico (un anticancerígeno natu-ral). A esto se suman numerosos produc-tos no alimentarios que también se estándesarrollando.

Chile es uno de los países latinoameri-canos que no están dispuestos a quedarseatrás. En junio de 2003, la ComisiónNacional para el Desarrollo de laBiotecnología publicó un informe acercadel futuro de la biotecnología en el país.Allí se instaba a que Chile aprovechara laoportunidad para mejorar su competitivi-dad por medio de la aplicación de la bio-tecnología. Pero a la vez, recomendaba laelaboración de un marco regulador biendefinido.

Otros hechos indican que la biotecno-logía se está aceptando cada vez más enAmérica Latina. El año pasado, Brasil,Colombia, Costa Rica, Ecuador, México,Perú y Venezuela firmaron la Declaraciónde Cancún del Grupo de Países Mega-diversos con Espíritus Afines, junto conChina, India, Indonesia, Kenia y Sudá-frica. La declaración reconoce “la urgentenecesidad de formar recursos humanos,de crear capacidad institucional, así como

de formular un marco legal y políticaspúblicas para que los países puedantomar parte activa en la nueva economíaasociada con la utilización de la biodiver-sidad biológica, los recursos genéticos yla biotecnología”.

En marzo de 2004, Chile será sede delprimer Foro Mundial de Biotecnología,coauspiciado por la Organización de lasNaciones Unidas para el DesarrolloIndustrial (ONUDI) y el gobierno chi-leno. Allí se reunirán todos los sectorespara abordar las dificultades y las oportu-nidades de la biotecnología en el mundoen desarrollo. Para los países del conti-nente, este foro podría indicar que el en-foque sobre esta tecnología estácambiando, de una mirada cautelosahacia cómo aprovecharla para beneficiode la región y de sus habitantes.

Donal Nugent, periodistairlandés, es becario en periodis-mo científico del Council forAgricultural Science and Tech-nology, en Washington, D.C.

23

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

El maíz modificado genéticamente se seca en un tallo enuna plantación de maíz del medio oeste de Estados Unidos.Al menos una cuarta parte de toda la producción de maícesde Estados Unidos es hoy modificada genéticamente.

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

foto

cor

tesí

a de

Mon

sant

o C

ompa

ny

Por ser el punto de transiciónentre la zona templada deAmérica del Norte y las zonasneotropicales de AméricaCentral y del Sur, México es unode los países con mayor riqueza

en diversidad biológica de todo el mundo.En su territorio se encuentran tanto lasvariedades modernas como las antecesorassilvestres de maíz, calabaza, cacao, papa,tabaco, pimientos, papaya y algodón. Éstasson importantes por derecho propio, perotambién como bancos de genes para lasnuevas variedades cultivadas del futuro.

La experiencia reciente de México hapuesto sobre el tapete uno de los temas máscontrovertidos en el debate de la biotecnolo-gía. ¿Es posible que los cultivos MG ponganen peligro la biodiversidad al introducir genesque tendrían efectos negativos e imprevistos?

A fines de 2000, la revista Nature publicóun artículo sometido a arbitraje editorial enel que se planteaba que en México, el maízbiotecnológico había contaminado a lasespecies originarias. La publicación del infor-me provocó controversias y los activistasambientales lo citaron como una pruebacientífica del peligro inherente que repre-sentaban los productos biotecnológicos.Muchos científicos cuestionaron la validezde la investigación presentada en este tra-bajo. Algunos meses más tarde, Nature dioun paso inusitado al reconocer que nodeberían haber publicado el artículo.

En 1998, preocupado ante la eventuali-dad de que se produjera una polinizacióncruzada entre los cultivos MG y las especiesautóctonas, el gobierno mexicano prohibióla siembra de maíz transgénico e impusorestricciones a las investigaciones sobre cul-tivos MG (se autoriza la siembra de algo-dón, soja y tomates MG, pero en pequeñaescala). Entretanto, el maíz MG se introdujoen la alimentación de los mexicanos, ya quemás de 5 millones de toneladas métricas demaíz para alimentos se importan cada añodesde Estados Unidos.

La variedad MG en cuestión, conocidacomo maíz Bt, incorpora un gen de la bac-teria del suelo Bacillus thuringiensis, que pro-duce una proteína que mata al barrenadoreuropeo del maíz, una de las principales pla-gas que preocupan a los agricultores de losEstados Unidos. Es menos eficaz contraotras plagas como, por ejemplo, el gusanode la mazorca, que es común en México. Losgrupos opuestos en el debate están ahorade acuerdo en que es probable que lostransgenes del maíz Bt se hayan introducidoen el maíz mexicano, aunque el alcance deeste fenómeno aún se discute ampliamente.

Para tratar estos temas la Iniciativa Pewde Alimentos y Biotecnología, con sede enEstados Unidos, organizó una conferenciacelebrada en el Distrito Federal de Méxicoen el mes de septiembre sobre “Flujo degenes: cómo influye en la biodiversidad y enlos centros de origen”. Entre los expositoresse encontraba Major Goodman, profesor deciencias de cultivos agrícolas y genética dela Universidad del Estado de Carolina delNorte. Goodman dijo a los participantes queen caso de existir “presencia transgénica”en el maíz mexicano, era poco probable queesto representara una amenaza para ladiversidad genética de las variedades autóc-tonas mexicanas. Explicó que la variedadMidwest Corn Belt Dent “posiblemente seael maíz más productivo del mundo cuandose siembra en Estados Unidos, en Chile o enel sur de Europa, pero es inútil en los trópi-cos y los subtrópicos, donde está propenso al

ataque de plagas y enfermedades. ¿Se intro-dujeron transgenes en Oaxaca? Es muy posi-ble. ¿Han sobrevivido? Es muy difícil.Pregúntele a cualquier productor de maíz deMéxico que haya trabajado con maíz deEstados Unidos”. Añadió que “es más pro-bable que la causa de la disminución de ladiversidad del maíz sea la falta de viabilidadeconómica de las granjas pequeñas, y no elmaíz transgénico o mejorado”.

Wayne Parrott, profesor de ciencias agrí-colas de la Universidad de Georgia, EstadosUnidos, ha estudiado en detalle la relaciónentre los agricultores mexicanos y su medioambiente. Opina que está de acuerdo con laevaluación individual de cada cultivo MG;sin embargo, se queja de que los críticoscomo Greenpeace, que sostienen que losproductos MG son una amenaza para lasvariedades autóctonas, olvidan el hecho deque las plantas siempre han intercambiadosu material genético a través del polen.

Parrott y otros sostienen que para quela tecnología MG tenga éxito en paísescomo México se necesita más investiga-ción acerca de las necesidades de losagricultores locales. Cal Qualset, profesoremérito de agronomía y reproducción deplantas en la Universidad de California,en Davis, calcula que el 80% de los sem-bradíos de maíz en México se hacen enpequeña escala en zonas montañosas.Aquí el sistema tradicional de milpas uti-liza la mezcla de cultivos como los frijolesy calabaza. En estas zonas, las variedadesMG son inapropiadas, dice, ya que fuerondesarrolladas para zonas climáticas dis-tintas, y los herbicidas utilizados destruirí-an los productos secundarios.

Qualset sin embargo añade que “la bio-tecnología podría desempeñar un papelimportante al introducir genes en las varie-dades autóctonas. Cambios introducidospara proteger al maíz de los insectos des-pués de la cosecha tendrían un efecto posi-tivo sobre la economía y la productividad delos agricultores pobres”.

El “biomaíz”

probablemente ha

dejado su marca en el

maíz mexicano. Su

importancia es todavía

objeto de debate.

Page 14: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

cualquier parte del mundo. Pero eso tam-bién dejó al ganado chileno sin rastros deinmunidad.

Como resultado del contacto entre elganado de Chile y el de Argentina, quepastaba en los campos de las tierras altascerca de la frontera de los dos países, enel verano de 1987, la epizootia una vezmás hizo su aparición. José Naranjo, ase-sor de Panaftosa, fue uno de los 400 ve-terinarios y técnicos que tuvieron querecorrer el país en busca de animales in-fectados y expuestos, para luego llamar alejército que los mataba y los enterraba.Fue necesario sacrificar unas 35.000 ca-bezas de ganado para salvar a un rebañonacional de 3,6 millones. Gracias a lasmedidas tan drásticas que se aplicaron,Chile pudo detener la propagación de lafiebre aftosa y, en diciembre de esemismo año, recuperó su condición depaís libre de la enfermedad.

“El resultado positivo de todo esto fueel establecimiento de un sistema paracontrolar el movimiento de animalesentre los países y la firma de convenios

24

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

25

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

misión mejorar el control y la erradica-ción de las enfermedades de los animales—principalmente de la fiebre aftosa, perotambién de la rabia, la tuberculosis y másrecientemente de “la enfermedad de lasvacas locas” (véase recuadro en la página 27).

En los últimos 50 años, Panaftosa ha re-alizado investigaciones sobre vacunas yprocedimientos de diagnóstico nuevos, haservido como catalizador para la transfe-rencia de tecnología a sus países miem-bros, y ha formado a trabajadores, tantodel sector público como privado, de todoslos países de las Américas para el estableci-miento y operación de sistemas de vigilan-cia y control de las enfermedades de losanimales. Por medio de su labor, el centroha ayudado a los países de la región a me-jorar su potencial como exportadores decarne, a la vez que a aumentar su produc-ción para el consumo interno.

Con la ayuda de Panaftosa, los paíseshan logrado reducir drásticamente la inci-dencia de fiebre aftosa y ahora están avan-zando hacia la erradicación de laenfermedad para 2009. Esta meta exigeno sólo experiencia y conocimientos técni-cos, sino voluntad política y cooperacióninternacional, además de la participaciónactiva de todos los ganaderos de la región.

“Debe ser un esfuerzo conjunto –diceCorrea–. Y debe haber solidaridad con losque afrontan los problemas más graves. Lasalud animal no es un problema limitado aun sólo país”.

Al mirar un mapa de América del Sur, loque quiere decir Correa queda muy claro.Muchas de sus zonas fronterizas son re-motas, tienen muy poca población y casitodas están subdesarrolladas, por lo que esdifícil vigilarlas. Por ejemplo, la fronteraentre Brasil y Bolivia tiene una extensiónde 3.126 kilómetros a través de la selvatropical. Ni los Andes, una cadena monta-ñosa que es barrera geográfica natural, im-pide el movimiento incontrolado de gentey de ganado.

Chile es un ejemplo. Fue el primer paísde América del Sur en lograr eliminar lafiebre aftosa en la década de los 70 y apartir de entonces suspendió la vacuna-ción contra la enfermedad. Esto le valió la situación más codiciada en el mercado in-ternacional de carnes, “Libre de la fiebreaftosa sin vacunación”, lo que le permi-tió exportar su carne prácticamente a

exportaciones de carne fresca por unmonto de 35 millones de dólares, y mu-chos otros millones en posibles ventas seperdieron cuando los mercados siguieronbloqueados hasta el año 2001. Numerososmataderos y empacadoras cerraron, milla-res de personas se quedaron sin trabajo y elcomercio de varios otros productos bási-cos sufrió alteraciones.

Un informe de 2002 del CentroPanamericano de Fiebre Aftosa (Panaf-tosa) reveló que en Argentina y Uruguay,las inversiones públicas y privadas en inmu-nización, vigilancia y prevención habíandisminuido en la década anterior, luego deque se había declarado a esos países libresde fiebre aftosa. “La lección –diceEduardo Correa de Melo, director dePanaftosa– es que todo país está expuestoal riesgo de la introducción de fiebre af-tosa mientras ésta sea endémica en otrospaíses donde los programas no dieron losresultados esperados. Ningún país —poraislado que se encuentre— puede permi-tirse bajar la guardia”.

Panaftosa, fundado en 1951, es unode los nueve centros especializadosde la Organización Panamericana

de la Salud (OPS). El centro, situado enel estado de Río de Janeiro, tiene como

n 2000–01,

después de una

ausencia de 10

años, la fiebre aftosa —

una de las más antiguas

y más temidas amenazas

a la salud animal—

irrumpió en una impor-

tante zona productora de

carne, la cuenca del Río

de la Plata.

Esta enfermedad debilitante y suma-mente contagiosa se propagó a más de4.000 fincas en el norte de Argentina,norte de Uruguay y sur de Brasil. Más de20.000 animales fueron sacrificados paracontrolar el brote. Hubo que cancelar

de cooperación entre Argentina y Perú,”dice Naranjo.

Introducida en las Américas desdeEuropa hacia 1870, la fiebre aftosa ha afec-tado a todo el continente americano algunavez, excepto a América Central. Hoy endía, sigue siendo endémica en Bolivia,Ecuador y Venezuela. Todos los países deAmérica del Norte, América Central y delCaribe están libres de la enfermedad sin va-cunación, junto con Guyana, Chile y laPatagonia argentina. Uruguay está “librede la enfermedad con vacunación”, comolo están grandes extensiones del territoriode Colombia y Perú. Más del 80% del ga-nado de Brasil (unos 145 millones de cabe-zas) se encuentra en zonas libres de aftosa.

Tener o no tenerDesignar a un país dentro del grupo que

tiene o no tiene aftosa acarrea enormes con-secuencias sobre el intercambio comercial,por eso la Organización Mundial de Sani-dad Animal, con sede en París, actúa comoárbitro. Conocida por sus iniciales en fran-cés, la OIE tiene a su cargo la clasificaciónde los países según su situación en cuanto ala fiebre aftosa. Más de 50 de sus 162 paísesmiembros han recibido la clasificación“libre de fiebre aftosa sin vacunación”, loque les permite vender sus productos cárni-cos en todo el mundo. Los países donde laenfermedad es endémica o donde todavíaocurren brotes están expuestos a prohibi-ciones internacionales sobre su carne sospe-chosa. Pero los países clasificados comolibres de fiebre aftosa con vacunación toda-vía están en desventaja en el mercado, yaque algunos países restringen también lasimportaciones de su carne. Si bien el sistema

El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, en el estadode Río de Janeiro, Brasil, es uno de nueve centros especia-lizados de la Organización Panamericana de la Salud. Sutrabajo es parte del programa de salud pública veterinaria.

Brasil tiene uno de los mejores ganados del mundo.La cooperación técnica de Panaftosa ha ayudado acolocar al país en el camino de la erradicación de lafiebre aftosa.

foto

© P

anaf

tosa

foto

© P

anaf

tosa

Cruzados por la saludanimalpor Alexandre Spatuzza

PANAFTOSA

E

Panaftosa ha desempeñado una función

primordial en la lucha contra la aftosa. Ahora se

vislumbra la meta de erradicar la enfermedad

de la región.

Page 15: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

1973 de la Comisión Sudamericana para laLucha contra la Fiebre Aftosa (Cosalfa),cuyo propósito era coordinar las acciones in-ternacionales. A través de éste y otros forosmultilaterales, Panaftosa ayudó a los paísesde la región a organizar su batalla contra lafiebre aftosa.

Los resultados han sido alentadores: laampliación de los programas de controlpermitió pasar de una cobertura de apenas30% de los rebaños de la región en la dé-cada de los 60, a aproximadamente85–90% de los rebaños en los años 80.

Chile, declarado libre de fiebre aftosa sinvacunación en 1981, representó el primer

éxito de estas iniciativas. Con el apoyo dePanaftosa, el país estableció un sistemacompleto de vigilancia y control dondeparticipaban tanto el sector público comoel privado. El gobierno formó equipos deinspección, firmó convenios de coopera-ción internacional y estableció mecanismospara compensar a los ganaderos de posiblespérdidas. Éstos, por su parte aumentaronsus inversiones en el adiestramiento de supersonal, así como en la compra de vacunasy equipos afines.

“No sólo están aumentando las expor-taciones de carne y productos lácteoshacia los mercados más exigentes, sinoque también el consumo interno de lacarne chilena se ha duplicado en los últi-mos dos años –dice José Naranjo–.Panaftosa desempeñó un papel funda-mental en estos logros mediante la trans-ferencia de tecnología, la capacitación delpersonal y ayudando a formar los equiposde inspección”.

Con miras a beneficiarse de los ingresosen dólares aportados por los nuevos mer-cados, los ganaderos brasileños empezarona organizarse en los años 80.

26

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

resultantes de la vacunación. También redujo de dos años a 18 meses el tiemporequerido para que los países recuperen suclasificación de país libre de fiebre aftosadespués de la vacunación, sin sacrificio deanimales en forma masiva.

“Estos son cambios positivos –diceAlbino Belotto, jefe del programa de Salud

Pública Veterinaria de la OPS en Washing-ton, D.C.–. Dan más opciones a los países.En el pasado, eliminar al ganado sin vacu-nación era la única forma de lograr que elcomercio se reiniciara rápido. Ahora, lospaíses pueden utilizar la vacunación deemergencia sin tener que sacrificar a losanimales vacunados, y luego demostrarque el virus no está en circulación”.

Los cambios no hubieran sido posiblessi no fuera por los nuevos avances cientí-ficos y tecnológicos, principalmente unnovedoso sistema de diagnóstico desa-rrollado por Panaftosa. El sistema puededetectar anticuerpos al virus de la fiebreaftosa que son diferentes a los anticuer-pos a la vacuna, lo que permite a los cria-dores de ganado distinguir a los animalesinfectados de los que únicamente recibie-ron la vacuna. La OIE propuso que estesistema se adoptara como la prueba es-tándar de referencia para las Américas.

El sistema, disponible desde 1991, repre-senta un gran refuerzo para las actividadesde vigilancia de la fiebre aftosa de acuerdocon la coordinadora del laboratorio de Panaftosa, Ingrid Bergmann.

“No se trata de un medio de controlpropio de la enfermedad, sino que es unagran ayuda para controlar a los rebañosvacunados, lograr el reconocimiento in-ternacional de estar libre de fiebre aftosay para garantizar el comercio nacional einternacional de productos cárnicos”,dice Bergmann.

Una contribución igualmente im-portante de Panaftosa a la luchacontra la fiebre aftosa fue la de

haber elaborado, a comienzos de los años80, una nueva vacuna en coadyuvante ole-oso; se trata de una herramienta de controlde la enfermedad que confiere a los anima-les una inmunidad más duradera, por lo quelas vacunaciones serán menos frecuentesque con la vacuna convencional.

“Las vacunas anteriores daban inmuni-dad por un máximo de cuatro meses –ex-plica Bergmann–. Eso significa vacunar tresveces al año, con los costos derivados deagrupar al ganado y poner la vacuna. La va-cuna en coadyuvante oleoso se da dos vecesdurante el primer año de vida del animal ysólo una vez al año de allí en adelante”.

Quizás la contribución más importante yduradera de Panaftosa fue la formulación,en 1987, del Plan Hemisférico para laErradicación de la Fiebre Aftosa. Esta ini-ciativa continental se fundamentó en lalabor realizada por el centro al ayudar a lospaíses a crear programas nacionales de control de la aftosa en las décadas de los 60y 70. El plan seguía el establecimiento en

El trabajo de Panaftosa en vacunas y sistemas dediagnóstico, además de su ayuda para desarrollarprogramas nacionales de control, ha permitido a los países de Sudamérica reducir notoriamente laincidencia de fiebre aftosa.

foto

© P

anaf

tosa

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

Mantener araya a la EEB

Una de las razones del aumento notable, en añosrecientes, de las exportaciones de carne desde América delSur es la aparición de la encefalitis espongiforme bovina(EEB), o “enfermedad de las vacas locas”. Después de suaparición en el Reino Unido en 1986, esta enfermedadneurológica mortal se ha propagado a más de doce paí-ses europeos, lo que ha llevado a la prohibición del con-sumo y venta de la carne sospechosa y a un auge de lasimportaciones de los países no afectados por la EEB.

En mayo de este año, las autoridades canadiensesidentificaron una sola vaca infectada en la provincia deAlberta, y una investigación concluyó que la causa proba-ble de infección había sido un alimento para el ganadoque contenía restos de animales enfermos. Hasta la fecha,ningún otro país de las Américas ha notificado casos deEEB. Para mantener esta situación, la OrganizaciónPanamericana de la Salud (OPS) ha ayudado a sus paísesmiembros a instalar un sistema de vigilancia apoyado porlaboratorios.

Hoy en día, se considera que el riesgo de EEB essumamente bajo ya que la región prohibió toda importa-ción de alimentos para el ganado que contengan carne ohuesos, así como la de animales vivos de países afectados.Para América del Sur, su principal ventaja competitiva resi-de en que aproximadamente el 95% de su ganado se ali-menta de pasto.

El ABC de lafiebre aftosa

La fiebre aftosa es una enfermedad viral que rara vezataca a los seres humanos pero causa fiebre, malestar ylesiones dolorosas en el ganado vacuno, ovino, porcino yde otro tipo, utilizado para la alimentación. En animalesjóvenes, puede ser mortal. Los animales mayores sufrende pérdida de peso, retraso en el crecimiento y disminu-ción de la lactancia. Los brotes ocasionan grandes pérdi-das en la producción de carne y de leche.

Debido a que la fiebre aftosa es sumamente conta-giosa,“la eliminación”o la separación generalizada de losanimales enfermos o expuestos a la enfermedad ha sidoel método preferido para controlarla. Por ejemplo, en elconocido brote ocurrido en 2001 en el Reino Unido eIrlanda las autoridades ordenaron sacrificar a más de 4millones de animales. Pero las imágenes del ganado ovi-no y bovino conducido a fosas comunes y de la incinera-ción de montañas de carcasas generaron críticas a esosmétodos y, hasta la fecha, continúa la reconsideración delas estrategias de respuesta a los brotes.

“El sacrificio masivo como única medida para eliminarla infección resultó ser sumamente ineficiente en cuanto acostos y beneficios, impacto ambiental, opinión pública ygrandes pérdidas en otros sectores de la economía, talescomo el turismo, sin mencionar los efectos catastróficosen el bienestar de los animales”, dice Eduardo Correa deMelo, director del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa(Panaftosa).

En América del Sur, el sacrificio estratégico—y muchomás limitado—unido a la vacunación, es el método pre-ferido para controlar un brote. La mayor parte de los paí-ses que todavía no han eliminado la aftosa vacunancontra la enfermedad dos veces al año.

“En 1982 se creó el consejo nacional deganadería que se proponía organizar toda lacadena de producción de carne –explicaJoão Meirelles, ganadero brasileño y expresidente de una de las asociaciones de ga-naderos del país–. Gracias a estas medidas,el país dejó de ser importador neto de carneen 1978, para convertirse en el mayor ex-portador de todo el mundo, en 2003”.

Hoy en día Brasil se enorgullece desus rebaños que se encuentranentre los más productivos y de

más alta calidad en el mundo. En Américadel Sur, el país ocupa una posición de lide-razgo en la producción de vacunas, graciasa la transferencia de tecnología de Panaftosa a los productores privados.Brasil produce hoy más de 320 millones dedosis de la vacuna en coadyuvante oleoso,con la cual inocula a alrededor del 90% delganado del país y a la vez exporta la vacunaa otros países como Bolivia y Ecuador.

Si bien la aftosa todavía está presente enalgunas partes de Brasil, los defensores dela salud animal creen que la erradicaciónestá cerca. Sin embargo, hay retos que su-perar. Los países de toda la región tienenque hacer frente al problema de las “fron-teras permeables”, y la mayoría de los go-biernos carecen de recursos humanos paraerradicar el contrabando de ganado. Latrazabilidad, que permite identificar el ori-gen de la carne hasta el animal y la fincaque lo suministró, ayudaría a abordar elcontrol de la enfermedad.

En una reunión celebrada en mayo de2003 en Chile, Cosalfa solicitó quePanaftosa suministrara kits de diagnósticopara la vigilancia de la fiebre aftosa, a la vezque buscara un socio externo capaz deemprender la producción de largo plazo.Además, aumentó el poder de Panaftosapara efectuar verificaciones en los paísesacerca de su situación sobre la fiebre aftosay pidió al centro que diseñara un nuevoprograma de capacitación para formar a lostécnicos en la vigilancia de la salud animal.

En marzo de 2004, en la Feria Anual deGanadería y Rodeo de Houston, Texas, laOPS y el Departamento de Agricultura deEstados Unidos serán los anfitriones deuna Conferencia Hemisférica sobre Erradi-cación de la Fiebre Aftosa. El propósito esasegurar medidas internacionales coordi-nadas y de largo alcance para darle impulsofinal a la erradicación. Un tema clave será

de clasificación de la OIE ha logradotransparencia y ha ayudado a proteger a lospaíses libres de la enfermedad de la impor-tación del virus, también ha disuadirdo a lospaíses de que utilicen la vacunación.

Las normas de la OIE fueron modifica-das levemente en la década pasada para au-torizar zonas libre de fiebre aftosa dentrode los países, cambio que favoreció aArgentina, Brasil y Colombia, entre otros.Luego, el año pasado, la OIE adoptó cam-bios más profundos que podrían tenerconsecuencias de largo alcance. Por pri-mera vez, reconoció el concepto de infec-ción por el virus de la fiebre aftosa comodiferente de la presencia de anticuerpos

la necesidad de reforzar los sistemas deprevención basados en la vigilancia y lacuarantena, además de la vacunación.

João Meirelles señala que las iniciativasde los últimos cinco años en AméricaLatina han generado una de las redes de vi-gilancia de enfermedades más eficientes delmundo: “Con esta red ya en funciona-miento, ahora podemos combatir tambiénotras enfermedades graves para los anima-les como la tuberculosis, rabia, brucelosis,y avanzar realmente hacia la meta defini-tiva, que es la de tener animales sanos enun continente sano”.

Alexandre Spatuzza es perio-dista brasileño independiente y reside en São Paulo.

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

27

El sacrificio masivo deanimales ha demostradoser ineficiente en términos

de costos y beneficios,impacto ambiental,

opinión pública y pérdidas económicas.

Page 16: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

La muerte púrpuraLa muerte púrpuraLa gran gripe de 1918

29

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

los pómulos. Luego de algunas horas,tenían un color negro azulado, que in-dicaba cianosis, o falta de oxígeno.Cuando se hacía el triaje de cientos depacientes, las enfermeras solían verleslos pies antes que nada. Los que ya te-nían los pies negros se considerabandesahuciados y eran apartados para de-jarlos morir.

Lo más desconcertante fue que estevirus atacaba principalmente a adultossanos y fuertes. La gripe española cam-bió todos los patrones.

La dama españolaLa gripe española, llamada algunas

veces la “dama española”, recibió estenombre equivocado debido, en parte, ala censura de guerra. Tanto las fuerzasaliadas como las del Comando Centralhabían sufrido grandes pérdidas porcausa de la gripe española, pero las par-tes en guerra restringían la informaciónpara que no llegara al enemigo, ya quepodría utilizarla con provecho. Sin em-bargo, los periódicos españoles, que noestaban censurados, hablaban abierta-mente de los millones de españoles quehabían muerto durante los meses demayo y junio de 1918 a causa de lagripe, y esta información llegó a todoslos periódicos del mundo. España, ofen-dida por el poco halagador epíteto,acusó a Francia, diciendo que la enfer-medad había venido de sus campos debatalla y había volado sobre los Pirineos,llevada por el viento. El nombre erróneoperduró hasta nuestros días.

Desde los campos de batalla deEuropa, la epidemia evolucionó rápida-mente hasta convertirse en pandemia; laenfermedad se propagó por el nortehasta Noruega, por el este hacia China,por el sudeste hasta la India y, por el sur,hasta Nueva Zelanda. Ni siquiera los ha-bitantes de las islas permanecían inmu-nes. De polizón en buques y enportaaviones de la Marina, en navíos dela marina mercante y en trenes, el virusviajó hasta los rincones más alejados. Enel verano de 1918, ya había asolado alCaribe, Filipinas y Hawai. La epidemiahizo estragos en Puerto Rico pero, asom-brosamente, apenas tocó la zona delCanal de Panamá, la encrucijada delmundo en esa época. Se culpa al vapor

“Harold Walker” de haber llevado lagripe a Tampico, México. En apenascuatro meses, el virus había dado lavuelta al mundo y regresado a las playasde Estados Unidos.

La segunda y la tercera olas de la gripeespañola arremetieron contra EstadosUnidos en los meses de invierno de1918. En esta oportunidad, los civilesno permanecieron a salvo. Los pueblosindígenas del país, especialmente las tri-bus de Alaska, sufrieron enormemente.La gripe acabó con los habitantes de al-gunos pueblos de Alaska, mientras queotros perdieron la mayor parte de su po-blación adulta. A los habitantes de lasgrandes ciudades también les fue mal.La ciudad de Nueva York enterró a33.000 víctimas. Filadelfia perdió casi13.000 personas en cuestión de sema-nas. En muchas ciudades, abrumadaspor el número de cadáveres, se agotaronlos ataúdes y algunos tuvieron que con-vertir los tranvías en coches fúnebrespara satisfacer la demanda.

Crosby describe hasta qué punto esta-ban sobrecargadas de trabajo las empre-sas funerarias:

En algunos casos, los muertos se de-jaban en la casa durante varios días.Las funerarias privadas estaban abru-madas, y algunas se aprovechaban dela situación subiendo los precios hastaun 600%. Se presentaron quejas deque los empleados de los cementerioscobraban 15 dólares por los entierrosy hacían que los familiares mismos ca-varan las tumbas para sus muertos.La vida quedó en suspenso. En

Boston, el gobierno cerró las escuelaspúblicas, los bares y otros espacios pú-blicos. Los policías de Chicago teníanórdenes de detener a todo aquél que es-tornudara o tosiera en público.

Crosby narra la desesperación:Muchas familias, en especial en los ba-rrios pobres, no tenían ningún adultolo suficientemente sano como parapreparar las comidas y, en algunoscasos, no tenían comida porque elque mantenía la casa estaba enfermoo había muerto.Jeffrey Taubenberger, jefe de Patolo-

gía Celular y Genética en el Instituto dePatología de las Fuerzas ArmadasEstadounidenses, reconocido mundial-mente como líder en la investigación

28

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

No se trata de un titular de marzo de 2003,sino de 85 años atrás. En 1918, cientos demiles de soldados estadounidenses llegarona Europa para lo que serían las últimasofensivas de la Primera Guerra Mundial.

ESTADOS UNIDOS EN GUERRA. VIRUS MISTE-RIOSO RECORRE EL MUNDO Y COBRA LA VIDADE CIENTOS DE PERSONAS. LOS CIENTÍFICOS SEESFUERZAN POR ENCONTRAR UNA CURA

alarmantes— ahora, cuando comienzala nueva temporada de gripe en el he-misferio norte.

A pesar de su nombre, los investigado-res creen que lo más probable es que lagripe española se haya originado enEstados Unidos. Uno de los primeroscasos conocidos ocurrió el 11 de marzode 1918, en la base militar Fort Riley,Kansas. Las condiciones de hacinamientoy falta de higiene crearon un caldo decultivo fértil para el virus. En una semanahabían ingresado al hospital del campo522 hombres aquejados de la misma in-fluenza grave. Poco después, el Ejércitoinformó de otros brotes similares enVirginia, Carolina del Sur, Georgia,Florida, Alabama y California. Los bu-ques de la Marina, anclados en los puer-tos de la costa este, también notificaronbrotes de influenza y neumonía gravesentre sus hombres. La gripe parecía ata-car a los militares y no a los civiles; de-bido a eso, el virus quedó opacado engran parte por otros hechos más canden-tes que estaban de actualidad, como laLey Seca, el movimiento de las sufragis-tas y las sangrientas batallas en Europa.

En mayo de 1918, la gripe empezó aceder en Estados Unidos. Pero el sufri-miento no acababa allí. Los soldados deFort Riley, ya listos para la batalla, incu-baron el virus durante su largo e incó-modo viaje a Francia. Al pisar las playasfrancesas, el virus explotó y atacó conigual fuerza a las tropas aliadas y a las delComando Central. Los estadounidensescaían enfermos con “fiebre de tres días”o “la muerte púrpura”. Los francesescontraían “bronquitis purulenta”. Lositalianos sufrían la “fiebre de las moscasde arena”. Los hospitales alemanes se lle-naban de víctimas del Blitzkatarrh o“fiebre de Flandes”.

Sea cual fuere el nombre que se ledaba, el virus atacaba a todos porigual. Las autopsias mostraban pulmo-nes endurecidos, rojos y llenos de lí-quido. Al observarlo al microscopio, eltejido de un pulmón enfermo revelabaque los alvéolos, las células de los pul-mones que usualmente están llenas deaire, se hallaban tan saturadas de lí-quido que las víctimas morían ahoga-das. La asfixia lenta empezaba cuandolos pacientes presentaban un síntomasingular: manchas de color caoba en

foto

© S

ocie

dad

His

tóri

ca d

e O

hio

foto

© J

ames

Kin

g-H

olm

es /

foto

Res

earc

hers

, Inc

.

Muestras de tejido de garganta y cerebro de víctimas dela pandemia de gripe de 1918 están sobre la lista de muer-tes infantiles. Las cifras estimadas de muertes a causa deesta pandemia: 21 millones a 50 millones en el mundo.

por Sara Francis Fujimura

ientras, en casa, las niñas saltaban a lasoga cantando:

I had a little birdAnd its name was EnzaI opened the windowAnd in flew Enza

La influenza, o más exactamente lagripe española, dejó su huella de

devastación, tanto en la historia delmundo como en la de Estados Unidos.El asesino microscópico dio la vuelta almundo en cuatro meses, y cobró másde 21 millones de vidas. En EstadosUnidos murieron 675.000 personaspor causa de la gripe española —másvíctimas que en la Primera y la SegundaGuerras Mundiales, la guerra de Coreay la guerra de Vietnam juntas. Lascompañías farmacéuticas trabajaban día

My noche para producir una vacuna, peroel virus desapareció antes de que se pu-diera siquiera aislarlo.

El libro America’s ForgottenPandemic: The Influenza of 1918, deAlfred Crosby, narra, desde una pers-pectiva estadounidense, la escalofriantehistoria de la epidemia de gripe másmortífera del mundo, y además pre-senta muchos detalles del alcance inter-nacional de la epidemia. El libro sepublicó por primera vez en 1990, peroluego del surgimiento del síndromerespiratorio agudo severo (SRAS), acomienzos de este año, volvió a publi-carse en rústica en septiembre con unnuevo prefacio. El libro de Crosby yotras publicaciones acerca de la pande-mia de 1918 (véase recuadro al final)son lecturas ilustradoras —aunque

Page 17: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

OP

S

sobre la gripe española, calcula que apro-ximadamente una tercera parte de la po-blación de Estados Unidos se infectó conel virus. “Había una escasez enorme deatención médica de todo tipo”, agrega.

Los servicios médicos de muchas ciu-dades ya estaban sobrecargados por laguerra. Por ejemplo, una tercera partede los médicos de Nashville estaba fueradel país atendiendo a militares cuandollegó la gripe española. Las enfermeras seconvirtieron en un recurso invalorable,ya que los médicos que quedaban esta-ban abrumados y, en muchos casos tam-bién caían enfermos.

Crosby describe los horrores con quese encontraban las enfermeras, algunasde ellas recién salidas de la escuela y sinmucha experiencia práctica:

Las enfermeras a domicilio a veces seencontraban con escenas parecidas alas de los años de la peste, del sigloXIV.... Una enfermera encontró al es-poso muerto en la misma habitacióndonde yacía su esposa con mellizos re-cién nacidos. Habían transcurrido 24horas desde la muerte y los nacimien-tos, y la esposa no había comido nada,excepto una manzana que por casuali-dad estaba al alcance de su mano.En 1918, los investigadores médicos

carecían de recursos para identificar elorigen de la gripe, con lo cual era impo-sible el hallazgo de vacunas. Además, de-bido a que la penicilina no se descubrióhasta 1928, los pacientes que superabanla gripe perecían más tarde debido a lasinfecciones secundarias, con neumoníabacteriana.

Año tras año, el mundo se enfermacon un nuevo virus de la gripe. Muchaspersonas se infectan y otras tantas mue-ren. Pero ¿por qué fue tan mortal lapandemia de 1918? Al igual que otrosvirus, el de la gripe cambia constante-mente. Esta mutación o variación anti-génica suele ocasionar sólo cambiosmenores; por lo tanto, las compañíasfarmacéuticas logran contrarrestar lacepa de cada año con la vacuna ade-cuada. Sin embargo, según indican losregistros históricos, cada 10 a 40 años elmundo sufre una pandemia de gripeque resulta de una variación antigénicamayor. El virus atraviesa una mutacióntan drástica que el cuerpo humano ya nolo reconoce y se torna indefenso. La epi-

demia resultante se propaga antes deque los científicos puedan aislar el virus,para luego producir y distribuir una va-cuna. Esto fue lo que ocurrió en 1918.

“La historia nos dice que se avecinaotra pandemia –opina Kirsty Duncan, in-vestigadora especializada en la gripe es-pañola y autora de Hunting the 1918Flu: One Scientist’s Search for a KillerVirus–. En muchos sentidos ahorasomos incluso más vulnerables que en1918. Viajamos y recorremos el mundo,además podemos ir de un continente aotro en cuestión de horas. Alguien queno sepa que tiene la enfermedad puedellevarla de un país a otro, y transmitirla aotros viajeros aun antes de tener signosde ella”.

¿Podrá el mundo hacer frente a otrapandemia de gripe? “Sí, claro que podre-mos”, dice Robert Webster, profesor ad-junto en el St. Jude Children’s ResearchHospital y experto en gripe. Cita los tra-bajos pioneros de Taubenberger para lacreación de nuevas técnicas destinadas aanalizar los cambios genéticos en los virusde la gripe. Los resultados de las investi-gaciones de Taubenberger sugieren que“si algo similar a la gripe española regre-sara hoy, los medicamentos actuales —Tamiflu, Flumadine, Symmetrel yRelenza— serían todos eficaces”, afirmaWebster. Y agrega: “Con la tecnología ac-tual sumada a los resultados deTaubenberger, las empresas farmacéuticaspodrían tener lista una vacuna con mucharapidez”.

Pero, ¿qué pasaría si surge un virusnuevo, distinto de los de la gripe, como elque causa el SRAS? “La cuarentena y la hi-giene permitieron que se controlara la epi-demia de SRAS –agrega Webster–. Nohabría sido posible hacerlo con la gripe.Viajaría demasiado rápido como para con-trolarla solamente con cuarentena e hi-giene”.

Sara Francis Fujimura esescritora independiente y resideen Arizona, EE.UU. Actual-mente está trabajando en unanovela para adultos jóvenes,ambientada en Nashville, Tennessee, durante el brote deinfluenza de 1918.

Car

tas

Salud paratodos✒ Su artículo “Alma-Ata: 25 años después” (Vol.8,No.2) me recordó mi trabajo en la Organización Mun-dial de la Salud en esos años. Es cierto que aun losque propusieron la meta de “Salud para todos”subestimaron lo que se necesitaba para lograrla, yque la estrategia de atención primaria de salud fuedistorsionada por el afán de los organismos interna-cionales de lograr resultados inmediatos. No hay unafórmula rápida para resultados sostenibles en asisten-cia sanitaria y en la salud de la gente.

Como directora de los programas de la OMS “Coordi-nación de la estrategia de salud para todos”, tambiénsentí una gran desilusión cuando la visión se esfumóluego de los cambios ocurridos en la OMS en 1988.Estoy de acuerdo en que hoy en día necesitamos unanueva visión, basada en la salud integral, que abar-que sus dimensiones física, social y espiritual y querecalque la responsabilidad individual y colectiva.

Hoy sabemos mucho más que en 1978 acerca decómo se crea, se destruye y se protege la salud. Con-tamos con más tecnología para mejorarla y llevar lainformación hasta los lugares más remotos. En nues-tros días, cuando las enfermedades crónicas están enaumento y se observa un alza desmesurada del costode los servicios, es aun más urgente que los líderesmundiales formulen una nueva visión para la salud.

Sumedha KhannaDirectora Ejecutiva, Healing WellGualala, California, EE.UU.

✒ Comparto la opinión del doctor David Tejada deRivero en su artículo “Alma-Ata: 25 años después”, encuanto a que es imprescindible transferir el poderpolítico para la toma de decisiones que afectan a lasociedad a la ciudadanía. Una de las mayores contri-buciones a este proceso en nuestra región son lasConferencias Nacionales de Salud en Brasil. Desde suinicio en 1941 sirven como foro para debates impor-tantes sobre propuestas en el campo de la salud, conuna creciente participación de la sociedad y con elapoyo técnico de competentes y comprometidas insti-tuciones y profesionales nacionales. Gracias a ellas selogró incorporar en la Constitución Federal de 1988 el

Artículo 196, que establece que “La salud es derechode todos y deber del Estado, garantizado mediantepolíticas sociales y económicas, orientadas a la reduc-ción del riesgo de enfermedad y otros problemas desalud, que aseguren el acceso universal e igualitario alas acciones y servicios para la promoción, proteccióny recuperación de la salud”. Estas conferencias hancontribuido a la búsqueda de equidad y mejoras en lasalud de la población y en el desarrollo de servicios desalud. Es imprescindible continuar aunando esfuerzospara el logro de la salud para todos, sin exclusiones.

Florentino García ScarponiEx Representante de la OPS/OMSBuenos Aires, Argentina

Telenovelas ysalud✒ Su artículo “Lágrimas, amores, traiciones...y men-sajes de salud” (Vol. 8, No.2) resalta los logros de lacadena brasileña TV Globo al tratar temas sociales yde salud en sus telenovelas. Los aliados silenciososson el Centro de Medios sobre Población y Comuni-carte, de Río de Janeiro. Ambas organizaciones traba-jan con los guionistas de TV Globo para aportar ideasde contenido social, mientras que el personal del pro-yecto investiga los temas que se están tratando.

En México, el Centro de Medios sobre Población traba-ja con CORA (Centro de Orientación para Adolescen-tes) para apoyar los melodramas radiales y los progra-mas de entrevistas, producidos por jóvenes, que tratanacerca de la prevención del embarazo de adolescentesy cuestiones de salud sexual y reproductiva.

La educación por medio del entretenimiento da resul-tados no sólo porque la calidad de los programasatrae a un público numeroso, sino también por sucontenido emocional. La mayoría de los comporta-mientos humanos, incluso los relacionados con lasalud, están enraizados en valores que dependen másde las emociones que de la información. El melodra-ma es un medio perfecto para llegar a las emocionesy motivar el cambio.

William N. RyersonPresidente, Centro de Medios sobre PoblaciónShelburne, Vermont, EE.UU.

Patentes esenciales ✒ El artículo de Martin Foreman acerca delADPIC y los medicamentos esenciales (Vol. 8, No.1) trata acerca del grave problema del acceso a laatención de salud en el mundo en desarrollo. ParaForeman, como para otros, el chivo expiatorio esel sistema de propiedad intelectual. Esta posiciónpasa por alto las causas reales de las fallas de losservicios de salud en los países pobres, y socavauno de los pilares del progreso tecnológico y delmejoramiento de las condiciones de vida.

El sistema de patentes es incentivo para el desa-rrollo de nuevas tecnologías, entre otras, losmedicamentos. Muchos de ellos quizá nunca sehabrían creado de no existir el sistema de paten-tes. Estudios muestran que el 95% de los produc-tos que figuran en la lista de medicamentos esen-ciales de la OMS no están patentados; pero apesar de eso, tampoco llegan al mundo pobre. Laspatentes, entonces, no son la causa del problema.

El segundo párrafo de Foreman presenta una des-cripción muy exacta de algunos de los problemasprácticos de la atención de salud en el mundo endesarrollo, pero ninguno de ellos tiene que vercon el sistema de patentes. Más bien, surgen dela ineficiencia gubernamental en la administra-ción de los sistemas de atención de salud.

El mejoramiento de las condiciones de salud en elTercer Mundo es una meta común. Pero sólo unanálisis serio y profundo de las causas reales de lamala calidad de los servicios en los países endesarrollo nos ayudará a encontrar el camino.

Andrés Mejía-VergnaudDirector General, Instituto Desarrollo y LibertadBogotá, Colombia

Fe de erratas: en el artículo “Una joya cubanade la medicina tropical” (Vol. 8, No 2), se presen-tan tasas de fiebre tifoidea, tuberculosis y menin-gitis bacteriana como porcentajes. Las tasas sonpor cada 100.000 habitantes.

Las cartas a la editora serán bien recibidas. Pueden enviarse por correoelectrónico a: [email protected].

www.paho.org

✒Cartas

31

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

30

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

foto

© B

ettm

an/

Cor

bis

America’s Forgotten Pandemic: The Influenzaof 1918, por Alfred W. Crosby, CambridgeUniversity Press (Edición rústica, sept. 2003)

Hunting the 1918 Flu: One Scientist’s Searchfor a Killer Virus, por Kirsty E. Duncan,University of Toronto Press (Edición de tapadura, mayo 2003)

Flu: The Story of the Great InfluenzaPandemic of 1918 and the Search for theVirus That Caused It, por Gina Kolata, Simon& Schuster Adult Publishing Group (Ediciónrústica, enero 2001)

Para niños:Influenza Pandemic of 1918–1919, porVirginia Aronson, Chelsea House Publishers(Edición de tapa dura, marzo 2000).

Purple Death: The Mysterious Flu of 1918,por David Getz, Henry Holt & Co. (Edición detapa dura, sept. 2000)

En Tokio, niñas escolares usan máscaras para protegersedel virus de la gripe española. Los expertos dicen que unanueva cepa mutante del virus de influenza podría expandirsemás rápidamente que el coronavirus que causa el SRAS.

Page 18: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

33

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

O R G A N I Z A C I Ó N P A N A M E R I C A N A D E L A S A L U D

OrganizaciónPanamericanade la SaludOficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud

Si no te sube la presión, hazte un chequeoLa discriminación es un problema que afecta a toda la sociedad. En los servicios de salud, personas con VIHy otras enfermedades a menudo sufren discriminación. Por eso,chequee los siguientes síntomasde discriminación: • Rechazo a ingresar

pacientes con VIH/sida en un establecimiento de salud

• Retrasar la atencióndel paciente

• Demora o negación de otras formas de atención como higiene o alimentación • Alta prematura de pacientes• Realización de pruebas médicas sin consentimiento del paciente• Violación de la confidencialidad dentro o fuera del sistema de salud• Comentarios inapropiados como el uso de ironías o juicios fuera de lugar• Excesivas medidas de precaución al asistirlos

Trabajadores de la salud: aliados en la lucha contra la discriminación

Pers

pect

ivas

de S

alu

d •

Vol

umen

8 N

úmer

o 3

• 20

03

OP

S

32

Desde el principiode la epidemia desida, las personasque viven con elVIH no sólo sufren los efectosdirectos de la en-

fermedad, sino que también padecen lacarga del estigma y la discriminación.

Mujeres y hombres en todo el mundohan perdido sus empleos, sus casas y elapoyo de amigos y familiares cuando otrosse enteran de que son VIH positivos.Muchos han recibido ataques verbales y fí-sicos, y algunos hasta han perdido la vida.

Según revela un nuevo estudio publi-cado por la Organización Panamericanade la Salud (OPS), las personas infecta-das con el VIH también han tenido queafrontar la discriminación en el sector dela salud de aquéllos que tienen la res-ponsabilidad social de cuidarlos y de ga-rantizar su bienestar.

El problema se manifiesta en diversasformas, desde infracciones al derecho a lavida privada, hasta la agresión verbal. Unpaciente en Bolivia se enteró de que habíacontraído el virus cuando un doctor legritó en la sala de espera: “Tienes sida. Tevas a morir”. Algunos trabajadores desalud revelan a terceros el resultado deuna prueba de VIH sin el consentimien-to del paciente, lo que es inaceptable.

En algunos casos, las personas infecta-das con el VIH han sufrido retrasos enrecibir el tratamiento y hasta se los hannegado. Informes de varios países de lasAméricas y de todo el mundo han con-firmado que a las personas con el VIH amenudo se les niega orientación sobre laenfermedad y tratamiento para las infec-ciones oportunistas, aunque éste seapoco costoso. Se cita a un trabajador desalud quien dijo que no tenía sentidoadministrar el tratamiento porque el pa-ciente “moriría pronto”.

La discriminación puede tener marca-dos efectos fisiológicos o psicológicossobre los discriminados. Durante los 20

años transcurridos desde que se identi-ficó la enfermedad, las acciones y omi-siones de los trabajadores de salud hanafectado gravemente a cientos de miles yquizá millones de personas.

Hay muchas razones por las que algu-nos trabajadores de salud reaccionan enforma adversa hacia las personas con elVIH. Pueden tener actitudes negativassobre la base de lo que suponen que esel comportamiento sexual y de consumode drogas del paciente. Tal vez estánpoco capacitados. Tal vez están sopor-tando mucha presión debido a que tra-bajan en un lugar que no cuenta con losrecursos adecuados y donde no dispo-nen del tratamiento más apropiado.

El estigma relacionado con el VIH/sida se suma a otros tipos de estigma. Amenudo se presupone que las mujeresque han contraído el virus son “promis-cuas”. Los hombres homosexuales y laspersonas transexuales se ven particular-mente afectados. Un hombre en Chileque inició su tratamiento mientras es-taba casado, se dio cuenta de que la ac-titud de los trabajadores de salud haciasu persona se deterioró mucho cuandose conoció su condición de homosexual.

Sin embargo, para combatir eficaz-mente la discriminación, necesitamosmás y mejor información al respecto. Sehan realizado algunos estudios sobre ladiscriminación en los servicios de saludpero, en general, la investigación del fe-nómeno es limitada.

Sabemos que muchas personas con elVIH/sida tienen experiencias negativasen los ámbitos de atención de salud,pero no sabemos si son la mayoría o laminoría. No sabemos cuál es la propor-ción de trabajadores de salud que tienenactitudes discriminatorias o cuán a me-nudo estas actitudes se traducen en con-ductas discriminatorias. Hay informesque nos dicen que la discriminación estádisminuyendo, pero no tenemos laspruebas para confirmarlo. En otras pala-bras, sabemos que hay un problema

pero no conocemos sus dimensiones nidónde es mas grave. Para la salud pú-blica, éstos son interrogantes clave quedeben ser abordados mediante la formu-lación de respuestas eficaces.

Como primer paso debemos reforzarnuestro respeto por la dignidad y por losderechos humanos de todas las personas.Debemos garantizar que todos los traba-jadores de salud tengan las aptitudes y losconocimientos necesarios para tratar a laspersonas que padecen esta enfermedad.Debemos adherirnos a los principios éti-cos adecuados y modificar estas pautascuando las circunstancias lo exijan.

Además de velar por las necesidades delas personas con VIH/sida, es necesarioatender a nuestros colegas trabajadoresde salud; en particular, a quienes a diariodeben hacer frente a la presión ocasio-nada por el trato con pacientes grave-mente enfermos que pueden morir enlos mejores años de la vida. Debemos es-tablecer asociaciones con las organiza-ciones de trabajadores de salud y de laspersonas con VIH/sida. Podemos ofre-cer entrenamiento e identificar las debi-lidades sistemáticas que permiten queocurra la discriminación en clínicas, hos-pitales y cualquier otro ámbito médico.

Quienes trabajamos en el sector salud,cualquiera sea nuestra función, tenemosuna obligación especial de apoyar a quie-nes sufren cualquier enfermedad, espe-cialmente si es tan traumática como elVIH/sida. Si los servicios de salud lo-gran superar la discriminación relacio-nada con el VIH/sida, todos nosotros—pacientes y trabajadores de salud porigual— habremos mejorado.

Carol Vlassoff es jefa de laUnidad de VIH/sida de laOrganización Panamericanade la Salud. El informe de laOPS, Comprensión y respuestaal estigma y a la discriminaciónpor el VIH/sida en el sectorsalud, puede consultarse enwww.paho.org.

La discriminación sí tiene cura por Carol Vlassoff

Últ

ima

pal

abra

Page 19: Volumen 8 Número 3 • 2003 La revista de laOrganización ...La revista de laOrganización Panamericana de la Salud Oficina Regional de laOrganización Mundial de la Salud Volumen

34

Perspectivas de Salud • Volumen 8 Número 3 • 2003

www.paho.org

Niños discapacitados a causa de lapolio realizan un taller de terapia ocupa-cional en el Centro de Investigación yRehabilitación Amar Jyoti en NuevaDelhi. La India es uno de los siete países en donde la polio todavía esendémica. Como parte de la IniciativaMundial para la Erradicación de la Polio,el país organizó la mayor campaña deinmunización de la historia en febrero deeste año. Más de un millón de equiposde voluntarios y trabajadores de saludadministraron la vacuna oral contra lapolio a más de 165 millones de niños ensólo seis días. El fotógrafo SebastiãoSalgado tomó esta imagen como partede una serie que documenta el esfuerzomundial por erradicar esta enfermedad,publicada este año en el libro El fin dela polio: Un esfuerzo global para termi-nar con la enfermedad (ver artículo,página 10).

foto

© S

ebas

tião

Salg

ado/

Am

azon

as –

Con

tact

Pre

ss I

mag

es