visiones y revisiones: 2 de marzo • homenaje a debussy: 9...
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Visiones y revisiones: 2 de marzo • Homenaje a Debussy: 9 de marzoExpreso París-Tokio: 16 de marzo • El piano de agua: 23 de marzo
Kurtág: juegos, signos y mensajes: 13 de abrilLa nueva generación v. 2.0: 16 de abril • Azul: 27 de abril
Champiñones brasileiros: 7 de mayo • El hada y el soldado: 11 de mayoPaisajes sonoros: 25 de mayo
Un capitán de quince añosTahonas Viejas, Músicas Nuevas le pide presta-
do este título al inmenso Julio Verne para darles
la bienvenida a la decimoquinta edición de este
ciclo. La referencia al autor francés es más apro-
piada de lo que parece. Además de que cantaba
acompañándose al piano, fue libretista de nume-
rosas operetas con música de Aristide Hignard.
Las primeras obras de Verne pintan un universo
utópico en el que la colaboración es fundamen-
tal para alcanzar grandes objetivos, para crecer y
alcanzar un futuro más brillante. Nosotros conso-
lidamos y aumentamos ConCYLiábulo, nuestro
proyecto de colaboración con otros conservato-
rios de Castilla y León. En esta ocasión estamos
orgullosos de contar con la presencia del Aula
de Música Contemporánea del Conservatorio de
Segovia y con la de miembros del Conservatorio
de Valladolid. Como ya expusimos el año pasa-
do, tenemos el germen de lo que podría, con
alguna colaboración institucional, convertirse en
un hermoso festival de músicas recientes.
Volvemos a contar con nuestros alumnos, ellos
sí capitanes cercanos a los quince años, que
vuelven a tener un concierto elegido y adminis-
trado por ellos mismos. Su buen papel en el
ciclo anterior anuncia uno incluso mejor en este.
Especial mención merece el concierto en ho-
menaje a Debussy. No falta quien opina que el
siglo XX musical nace con el estreno en 1894
de su Prélude à l’après-midi d’un faune. Verne
y Debussy, grandes amantes del mar ambos, co-
mienzan, cada uno a su manera, una colección
de Viajes Fantás-
ticos que llegará
a la creación de
nuevos géneros
jamás imagina-
dos an tes . E l
Nautilus surcará
La mer en audaz
expedición en la
que descubrire-
mos catedrales
sumergidas para luego tomar puerto en la mis-
teriosa isla Alegre. Pero será desde la cubierta
de la Albatros donde observemos al fauno dor-
mido junto a su siringa y espiemos los amores
de Peleas y Melisenda. Un auténtico rincón de
los niños para nuestra imaginación y sentido de
la maravilla.
El sentido de la maravilla, precisamente, es una
de las características más acentuadas del autor
de Cinco semanas en globo, que muestra su
espíritu lúdico de manera casi omnipresente.
Juegos, signos y mensajes es, además del títu-
lo de una obra de György Kurtág, nuestro particu-
lar homenaje a este compositor, cuya intensidad
expresiva y personalidad única están marcadas
en gran medida por un extraordinario espíritu de
juego y sentido de la sorpresa.
En La isla misteriosa los ocupantes de un globo
que se estrella en una isla desierta son capaces
de construir una vida bastante satisfactoria gra-
cias a sus saberes y cooperación… y a cierta
ayuda enigmática del que luego sabremos que es
el Capitán Nemo. Tahonas Viejas, Músicas Nue-
vas da las gracias a cada uno de sus miembros
por sus saberes musicales y por su cooperación
en todo lo que conlleva —más de lo que pare-
ce— la organización de un ciclo de estas carac-
terísticas. Gracias por la música, la composición,
la difusión, la organización. Y gracias, ante todo,
a ustedes. Auténticos Nemos que nos salvan de
nuestro naufragio, son la causa por la que hace-
mos todo, la causa por la que esperamos seguir
haciéndolo por mucho
tiempo.
Y ya que no pocas
obras de Verne se
escribieron en forma
de novela por entre-
gas, acabaremos
con una de las pala-
bras más caracterís-
ticas de las mismas.
Continuará.
Viernes 2 de marzo
Visiones y revisionesEl bestiario del Evangelio* (2017) José María GARCÍA LABORDA (1946)
Urbano Ruiz-Alejos Sáenz: saxofones, composición y realización de electrónica y edición de video
El bestiario del Evangelio es el decimocuarto
trabajo donde el compositor incluye el saxofón.
Surge para la exposición pictórica homónima de
Antonio Oteiza. La versión original está realizada
para ensemble. La obra consta de 26 pequeños
fragmentos o partes diferenciadas que poseen
características comunes: en este caso las gene-
radas a partir del subset [0,1,4] sobre la nota si
bemol, y muy bien aprovechadas por el compo-
sitor, por ejemplo en su Amalgama, para saxo-
fón alto y piano. A colación de las posibilidades
de interacción con la electrónica, la obra explora
numerosos recursos tímbricos, en especial dis-
tintos tipos de manipulación, desde filtros, pitch,
pads o resonadores, con el objetivo de obtener
un resultado tan equilibrado como interactivo. Si
bemol sirve de base a toda la obra, y su nombre
inglés “B” también hace honor al título.
Ex corde (2014) Urbano RUIZ-ALEJOS (1973)
Urbano Ruiz-Alejos Sáenz: saxofones y producción de electrónica
Ex corde, breve y aforística, pertenece a un pro-
yecto basado en un conjunto de piezas donde se
exploran determinados contenidos formales que
utilizan como leitmotiv, los sonidos del legenda-
rio Fairlight CMI IIx. Se da la paradoja de que
muy pocos instrumentos electrónicos han llega-
do a cuajar en la denominada “música culta”.
No así en otros estilos como el jazz o el rock, de
ahí el cometido de este proyecto amalgamando
algunas de las técnicas compositivas y expresi-
vas más actuales. Bajo este manto, alberga cier-
ta reminiscencia jazzística y del folclore vasco,
y consta de tres secciones que se suceden so-
bre una base común de un arpegiador, junto al
protagonismo de distintas voces procesadas. La
obra está dedicada a José María García Laborda.
Sonata para violín y piano n.º 2, op. 94a (1943) Sergei PROKOFIEV (1891-1953)
Diana Domínguez Zurrón, violín; Mª José García López, piano
I. Moderato
II. Scherzo. Presto
III. Andante
IV. Allegro con brio
Prokofiev escribe la sonata refugiado durante la
Segunda Guerra Mundial, huyendo del ataque
alemán. Escrita originalmente para flauta y pia-
no, en 1943 la transcribió para violín, pasando a
ser la sonata n.º 2 para violín y piano.
A pesar de haberla escrito en periodo de guerra,
esta sonata se presenta pacífica y luminosa, tan-
to por su estilo, (un retorno a la forma clásica
y al pasado) como por su espíritu esperanzado.
Aunque impregnada de luz y melancolía, la idea
de la guerra es recurrente, percibiéndose en el
uso de ritmos obsesivos intercalados en los te-
mas. A este uso del ritmo Prokofiev añade armo-
nías llenas de inversiones y ricos intercambios
modales, planos formales clásicos en contextos
nuevos y melodías esencialmente tonales.
Cuarteto con piano en la menor (1988) Alfred SCHNITTKE (1934-1998)
Inés Ríos Vaquero, violín; Ignacio Marino Díaz, viola; Iratxe Ibaibarriaga Ibeas, violoncello; Tasio Carbone Terán, piano
II. Allegro [sobre esbozos de Gustav Mahler
para un movimiento de cuarteto]
Mahler compuso a la edad de 16 años un cuar-
teto con piano, del que dejó un pequeño esbo-
zo del segundo movimiento que sirve de base a
Schnittke para escribir esta obra, que rescata el
tema de Mahler y juega con él de manera com-
pleja, creando cánones a la segunda, al tritono,
transformándolo en mayor y superponiéndolo al
original, desplegando a partir de cada nota un
cluster…
Supone uno de los primeros pasos hacia el estilo
que se impondrá en su composición a partir de
los años 60 y que, influido por la deteriorada
salud de Mahler se irá transformando en algo
mucho más desolado con el tiempo.
A lo largo de la obra podemos escuchar también
temas del Concerto grosso n.º 5, manteniendo
una estética basada en el lirismo y en el cuidado
meticuloso de melodías y temas.
Touch-And-Go** (1991) Roderik DE MAN (1941)
Trío Contrastes: Marco A. Pastor González, violín; Lara Díaz Pérez, clarinetes; Juan Francisco Vicente Becerro, piano
Touch-and-Go es una composición muy exigente,
como el mismo título indica.
Touch and Go es una expresión coloquial que
significa que una situación es impredecible,
inestable, crítica, que puede ir bien o por el
contrario convertirse en peligrosa o arries-
gada. En español diríamos “mírame y no me
toques”. Todas las partes tienen este riesgo,
pero si los intérpretes lo realizan bien, ¡estoy
seguro de alcanzarán el éxito!
Galileo Starry Messenger*** (2009) Gene PRITSKER (1971)
Trío Contrastes: Marco A. Pastor González, violín; Lara Díaz Pérez: clarinetes; Juan Francisco Vicente Becerro, piano
…está basada casi literalmente en la transcrip-
ción de uno de mis solos de guitarra de una
pieza de rock/fusión que grabé hace algunos
años, llamada ‘Born Free’. … me ha persegui-
do durante mucho tiempo. Decidí transcribirlo
y crear una composición sobre este material.
Galileo Galilei describió sus observaciones del
cielo en su tratado Sidereus nuncius en 1610,
usando su telescopio recién inventado. Estoy
seguro de que antes de poder amplificar su
vista de los cielos con este nuevo instrumen-
to los observó durante mucho tiempo a sim-
ple vista, tratando de abarcar todo lo posible.
Yo también caminaba con las melodías de mi
solo navegando en mi cabeza, pero no estuvo
realmente en mi poder hasta que me senté y
transcribí nota por nota esa improvisación.
*estreno absoluto / ** estreno en España / *** estreno absoluto de la versión
Viernes 9 de marzo
Homenaje a Claude Debussy (en su centenario)
Homenaje “pour Le tombeau de Claude Debussy” (1920) Manuel de FALLA (1876-1946)
Pilar Abril Crusellas, guitarra
Escrita en 1920 para guitarra, fue estrenada por
Marie-Louise Henri Casadesus en un arpa-laúd
el 24 de enero de 1921 en la Salle des Agricul-
teurs de París, en el marco de un concierto de la
Société Musicale Indépendante. Miguel Llobet la
estrenaría para guitarra unos días después, el 13
de febrero, en el Teatro Principal de Burgos. Fue
Llobet quien había animado a Falla a componer
para la guitarra, y éste a su vez cumplía así con
el encargo de escribir un artículo sobre Claude
Debussy para La Revue Musicale. Con la com-
posición de esta obra y con el artículo Claude
Debussy et L´Espagne, atendía a estas dos pe-
ticiones. Años más tarde, el propio Falla incluirá
este Homenaje en la suite orquestal Homenajes,
y la transcribirá también para piano.
La obra es una danza lenta, de carácter elegía-
co, basada en el ritmo de habanera, tomado del
preludio La puerta del vino de Debussy. Los mo-
tivos melódicos que aparecen en la pieza se ba-
san en semitonos (sobre todo mi-fa) y segundas
aumentadas. Estos elementos, unidos al tetracor-
do frigio descendente, conforman los fundamen-
tos armónicos esenciales de la partitura. Al final
de la obra aparece una cita literal de La soirée
dans Grenade, de las Estampes.
Images, Première série (1901-1905) Claude Debussy (1862-1918)
Pablo López Callejo, piano
I. “Reflets dans l’eau”. Andantino molto
II. “Hommage à Rameau”. Lent et grave
III. “Mouvement”. Animé
Tras una serie de composiciones más o menos
de juventud en las que Debussy se va apartan-
do poco a poco de la tradición, con la serie Es-
tampes (de 1903) y sobre todo con sus dos
cuadernos de Images (escritos en 1905 y 1907
respectivamente, pero concebidos a la vez que
las Estampes) empieza a adentrarse en el nuevo
mundo sonoro que más tarde se daría en llamar
impresionismo, aunque algunos apuntan que
sería más apropiado el término simbolismo. En
las tres piezas del primer cuaderno de Images
aún se pueden encontrar patrones heredados del
romanticismo, pero predominan los elementos
del nuevo lenguaje: el uso de las armonías por
su color propio y no por su función dentro de
una tonalidad, los eventos simultáneos que pa-
recen venir de puntos distintos del espacio o la
búsqueda de una amplia variedad tímbrica. La
primera pieza, Reflejos en el agua, es la que
más trabajo dio al compositor, hasta el punto de
tener que reescribirla entera. Se trata una evoca-
ción acuática típica del piano impresionista, y es
una de las páginas más célebres de Debussy. En
el Homenaje a Rameau que sigue, y que lleva
la indicación “en el estilo de una zarabanda”, el
autor huye de las convenciones del romanticis-
mo y elabora una recreación personal de la tra-
dición de los grandes músicos franceses del siglo
XVIII. La pieza final, Movimiento, es un moto
perpetuo en el que, como ocurre otras veces en
Debussy, un diseño rápido y repetitivo causa una
paradójica impresión de estatismo.
Primera rapsodia para clarinete y piano(1910) Claude DEBUSSY
José Vicente Castillo Martínez, clarinete; Pablo López Callejo, piano
La Primera Rapsodia para clarinete y piano em-
pezó siendo un encargo para un concurso y ter-
minó siendo una de las más importantes obras
del repertorio clarinetístico. Más tarde, el mismo
Debussy orquestaría la parte de piano.
Es una pieza seductora, caprichosa, poética. Los
diversos registros del instrumento se encuentran
explotados en todos sus recursos sonoros y ex-
presivos. Esta obra hace alternar ensueño, iale-
gría con una libertad y una poesía encantadoras.
Sobre ella, Debussy decía: Esta es ciertamente
una de las obras más amables que he escrito.
Sonata para violoncello y piano en re menor (1915) Claude DEBUSSY
Beatriz Serrano Bertos, violoncello; Miguel Ángel Caro, piano
I. Prologue. Lent, sostenuto e molto risoluto
II. Sérénade. Modérément animé
III. Finale. Animé, léger et nerveux
Al final de su vida, Debussy, animado por el edi-
tor Jacques Durand, se embarcó en el proyecto
de composición de un grupo de piezas que tituló
Seis sonatas para diversos instrumentos. Des-
afortunadamente sólo logró terminar tres antes
de su muerte: la sonata para violín y piano, la
sonata para flauta, viola y arpa y, la primera de
ellas, la sonata para violonchelo y piano.
Esta sonata fue compuesta en pocas semanas,
casi como si hubiera sido improvisada, y este
carácter fresco y agitado está presente en toda la
obra. Debussy planeaba titularla Pierrot enfada-
do con la luna y es mezcla perfecta de humor y
poesía. El piano proporciona la paleta de colores
al tiempo que el violonchelo se transforma en
guitarra, flauta o eco de un recuerdo lejano.
Sonata para violín y piano en sol menor(1917) Claude DEBUSSY
Andrés Balaguer Gasch, violín; Pablo López Callejo, piano
I. Allegro vivo
II. Intermède. Fantasque et léger
III. Finale. Très animé
Debussy escribió pocas obras dentro del gé-
nero de la música de cámara: tan sólo un trío
con piano y un cuarteto de cuerda en su época
de juventud, y tres sonatas al final de su vida,
de las cuales la de violín y piano es la tercera.
Con estas pretendía recuperar el espíritu de la
música francesa del XVIII. Fue escrita durante
la enfermedad que le llevaría a la muerte poco
después. El primer movimiento está en la tona-
lidad de sol menor. El primer tema, expuesto
por el violín, domina el movimiento. Otros temas
aparecen sucesivamente creando ambientes so-
noros y expresivos muy diferentes. La reexposi-
ción se abre con la repetición casi integral del
tema inicial, que conduce a un clímax dinámi-
co y luego a una coda agitada que termina de
forma abrupta. El segundo tiempo arranca con
una introducción libre seguida del tema principal
en notas repetidas. Entre irónico y scherzando
marca el ambiente distendido de todo el movi-
miento, con la excepción de un segundo tema
contrastante, indicado expresivo y sin rigor. El
Finale comienza con una cita del tema inicial y
encadena directamente con el tema principal,
en aire de giga. Alternará con diversos episodios
secundarios, algunos muy contrastantes, antes
de concluir la sonata.
Viernes 16 de marzo
Expreso París-TokioBird song (27 de octubre de 2000)
Rail-road song (1993) Yasuo KUWAHARA (1946-2003)
Diego Martín Sánchez, mandolina; José Manuel Velasco Martín, guitarra
Yasuo Kuwahara (compositor y mandolinista
japonés) aprendió el arte de la mandolina del
profesor Kinuko Hiruma a partir de 1965, des-
tacando como intérprete desde sus comienzos.
Como compositor, la mayoría de sus piezas han
sido publicadas especialmente en Alemania,
siendo actualmente uno de los más famosos
compositores de plectro del mundo.
Además, dirigió el Instituto de Mandolina Kuwa-
hara y fue catedrático del Colegio nacional de
mujeres de Nara. Presidió la Asociación Japone-
sa de Intercambio Musical (organizadora de los
“Kobe International Music Festival” y “Kobe Inter-
national Modern Music Festival”) y fue miembro
de la Asociación japonesa de música contem-
poránea a la vez que jurado de concursos de
mandolina sola de Japón y Rusia.
Bird song fue originalmente escrita para el dúo
de flauta y guitarra formado por John Turner y
James Neil Smit y estrenada en agosto de 2001
en Manchester. A los pocos meses, el mismo
Kuwahara la interpretó y versionó para mando-
lina y piano y poco después para mandolina y
guitarra.
Rail-road song fue compuesta para sus concier-
tos de Kobe y Tokio en 1993. La primera versión
fue escrita para dos mandolinas y computadora.
Está basada en una canción japonesa sobre el
“Energetic SL-Train”. Está escrita en estilo con-
temporáneo y se basa en la variación libre de
esta canción. Narra la típica escena de un viaje
en tren a través de Japón atravesando valles,
playas y montañas.
Bilitis (Tres epígrafes antiguos) (1901,1914) Claude DEBUSSY (1862-1918)
Isabel Sánchez Fernández, recitadora; Alicia Garrudo Álamo, flauta; Adolfo Muñoz Rodríguez, piano
I. Pour invoquer Pan, dieu du vent d’été
II. Pour un tombeau sans nom
III. Pour la danseuse aux crotales
Les chansons de Bilitis es una colección de poe-
mas eróticos escrita por Pierre Louÿs. Debussy
puso música en 1900 a tres de ellos en sus Can-
ciones de Bilitis. Ese mismo año el escritor pre-
paró la puesta en escena de doce de los poemas
para ser acompañados con pantomima y música.
Esta versión para dos flautas, dos arpas y celesta
no volvería otra vez a interpretarse en vida del
autor y sufre en la actualidad problemas para su
recuperación debido a que la parte de celesta se
ha perdido. Debussy reelaboró la mitad de aque-
llas piezas convirtiéndolas en los Seis epígrafes
antiguos para piano a cuatro manos.
Hoy podremos escuchar tres de ellos de una for-
ma especial dado que servirán de ilustración a
la lectura de los poemas. Además, restituimos
la sensualidad de su timbre original al ser inter-
pretados en versión para flauta y piano, lo que
recrea la voluptuosa sonoridad de la instrumen-
tación original con mayor fidelidad que la versión
para piano a cuatro manos.
Sonata para clarinete y piano, op. 167 (1921) Camille SAINT-SAËNS (1835-1921)
José Vicente Castillo Martínez, clarinete; Vicente Fernández Cuesta, piano
I. Allegretto
II. Allegro animato
III. Lento
IV. Molto allegro - Allegretto
Esta pieza fue compuesta dentro de la última
etapa compositiva del autor, el mismo año de su
muerte. Se estructura en cuatro movimientos por
lo que se remonta al estilo puramente clasicista
que tanto apreciaba.
Si bien Europa se mostraba más interesada por
la música de Stravinsky y otros autores revolucio-
narios, Saint-Saëns se mantiene fiel a su estilo,
destilando una gran artesanía y dotando a la par-
titura de un perfecto acabado.
En ella no faltan guiños personales, como una
cita al acto segundo de Sansón y Dalila, la ópe-
ra más conocida del músico, ni tampoco una
evocación de la vejez, algo que se percibe de
manera muy clara en el segundo movimiento,
en el que el piano y el clarinete parecen desfilar
por un paisaje invernal. El movimiento concluye
con ambos en su registro más agudo, sumidos
en una atmósfera ciertamente desolada. En el
último movimiento Saint-Saëns hace gala de su
incisivo sentido del humor, sometiendo al cla-
rinete a algunas audacias que parecen aludir a
esa música del siglo XX que al compositor le
resultaba incomprensible.
Sonata para oboe y piano(1921) Camille SAINT-SAËNS
Román Álvarez Mayor, oboe; Vicente Fernández Cuesta, piano
I. Andantino
II. Ad libitum - Allegretto - Ad libitum
III. Molto allegro
Compuesta en el año de la muerte del composi-
tor, desde su retiro argelino, esta sonata forma
parte de un ciclo de sonatas para viento muy
representativo de este epílogo compositivo. Par-
tidario de Liszt y su estilo revolucionario en sus
inicios, enemigo del “consagrado” Stravinsky en
sus últimos años, nuestro autor fue actor y es-
pectador de la convulsa vida musical europea de
finales del XIX y principios del XX.
Su deriva estilística le acaba acercando al neo-
clásicismo del Pulcinella de Stravisnky en esta
sonata. Dividida en tres movimientos, estos no
están ordenados según el esquema rápido-lento-
rápido de la forma sonata, sino que el tempo
aumenta progresivamente.
El primer movimiento, Andantino se inicia con
un ambiente de danza pastoral que se prolonga
en el segundo. Éste, con introducción y epílogo
cadencial, contiene una giga en su parte central,
marcada Allegretto. El último movimiento Molto
Allegro tiene ecos de la Danza Macabra.
Sonata para flauta, oboe, clarinete y piano (1918) Darius MILHAUD (1892-1974)
Alicia Garrudo Álamo, flauta; Román Álvarez Mayor, oboe; Carmen Domínguez Antón, clarinete; Vicente Fernández Cuesta, piano
I. Tranquille
II. Joyeux
III. Emporté
IV. Douloureux
En 1918, a su vuelta de una estancia en Brasil
que influyó decisivamente en su primer período
compositivo, Milhaud escribió esta sonata. Poco
posterior a sus dos primeras sinfonías, compues-
tas en ultramar, la pieza que nos ocupa compar-
te con ellas la apuesta de nuestro compositor
por los grupos de cámara, incluso numerosos,
frente a las grandes orquestas del sinfonismo
germano. La politonalidad, elemento esencial
para entender su música, está muy presente en
esta obra, así como un cierto expresionismo que
suele atribuirse a la herencia cultural hebrea.
Esta sonata se desarrolla a través de cuatro mo-
vimientos:
En el primero (Tranquille), de inspiración pas-
toril, los vientos trazan líneas independientes
sobre la base del piano, mientras que una ani-
mación polirrítmica se manifiesta en el centro de
la pieza. Una flauta voluble lleva primeramente el
segundo movimiento (Joyeux), antes de calmarse
y pasar a cantar con gran pureza por encima de
los otros instrumentos. Áspero y vehemente, el
tercer movimiento (Emporté) introduce un con-
traste sobrecogedor: son explosiones, cohetes
de los vientos en una ascensión irresistible sobre
compactas armonías. Finalmente, el Douloureux
conclusivo, es sin duda el movimiento formal-
mente más logrado y el más cargado de emocio-
nes «como una marcha fúnebre en la que, sobre
los acordes del piano, el clarinete expone un
tema expresivo que será seguido por otro, am-
pliamente cantado por el oboe, mientras que, a
veces, aún explotan movimientos de rebelión de
los otros instrumentos hasta llegar a la sobria y
severa conclusión» (Paul Collaer).
Viernes 23 de marzo
El piano de aguaV mlhách (“En la niebla”) Leoš JANÁCEK (1854-1928)
Adolfo Muñoz Rodríguez, piano
I. Andante
II. Molto adagio
III. Andante
IV. Presto
Janácek ocupa un lugar singular en la historia.
Su música no comenzó a ser apreciada hasta sus
cincuenta años y realizó sus obras más persona-
les ya septuagenario. Su producción de madurez
lo ha convertido en uno de los más destacados
músicos de su época, y su valoración no ha de-
jado de crecer gracias sobre todo a la recupera-
ción de su maravillosa obra operística.
Hay en su música una tensión extraordinaria en-
tre el lenguaje romántico y una nueva forma de
expresión que se nutre de la música eslava y las
peculiaridades de la lengua checa. En la niebla
es una excelente muestra de todo ello.
Janácek nos presenta en esta colección de cua-
tro piezas una música que es a un tiempo íntima
y fieramente apasionada, que nos resulta familiar
pero extraña, libre pero elaborada con severidad.
Aun pudiendo evocar cierto aire impresionista,
nada vincula estas obras con las de Debussy
por mucho que algunos críticos se empeñen
en señalarlo. Es el agotamiento de los recursos
armónicos románticos junto a la incorporación
de melodías y ritmos del folclore moravo lo que
consigue esa fascinante sensación de ambiva-
lencia y extrañamiento. Escuchamos ecos del
cimbalón o el violín cíngaro, pero también las
inflexiones del canto y la cadencia del habla: so-
nidos que solo con dificultad pueden traducirse
con signos convencionales en un pentagrama.
La niebla de la que nos habla Janácek está he-
cha del agua que conforma el tiempo y las pala-
bras; se escurre entre los dedos como una vida
malograda de la que apenas nos queda una carta
arrugada o una fotografía borrosa.
Wasserklavier (“El piano de agua”) Luciano BERIO (1925-2003)
Adolfo Muñoz Rodríguez, piano
Sin solución de continuidad y como epílogo del
ciclo anterior escucharemos el “piano de agua”
(Wasserklavier) de Luciano Berio, una breve pie-
za que es reflejo de esa misma idea de Janácek,
pero disuelta esta vez en la imaginación sonora
y emocional del compositor italiano. Construida
a partir de elementos temáticos del Intermezzo
op. 117/2 de Brahms y el Impromptu op. 142/1
de Schubert, las indicaciones de la partitura nos
dan muchas claves para entender su mensaje:
escrita en fa menor con ritmo ternario de bar-
carola, se debe tocar “siempre ppp”, y con ca-
rácter “tierno y lejano”. La calma silenciosa que
habita la música permanece inalterable a pesar
de volverse progresivamente más densa y una
vez alcanzado el clímax, de tono resignado, un
motivo descendente gotea con insistencia hasta
desaparecer por completo, resolviendo solamen-
te tras el silencio. En dos minutos de música se
halla concentrado el insondable abismo de la
memoria y el ser, un interrogante que se aleja
en el tiempo sin respuesta.
Sonata para piano, op. 124 (2011) Salvador BROTONS (1959)
Mª Jesús Egido Carreto, piano
I. Allegro robusto
II. Lento e lontano – Larghetto sognante
III. Allegro marcato
La Sonata para piano tiene tres movimientos,
escritos en tres países diferentes durante el mes
de noviembre de 2011. El primero en Vancou-
ver (Canadá), el segundo en Tel Aviv (Israel) y el
tercero en Barcelona (España).
Las características de cada uno de los movimien-
tos de la obra son descritas en el prefacio de la
partitura, tal y como especifica el propio Brotons
El primer movimiento sigue la forma Sonata con
dos temas principales muy contrastados y fácil-
mente identificables. En la sección del desarrollo
se mezclan intercalados. Coherencia, fuerza y
contraste definirían lacónicamente todo el mo-
vimiento, el más extenso de la obra.
Después de una introducción de dos compases,
el movimiento lento presenta un tema muy lí-
rico y expresivo con un acompañamiento típi-
camente pianístico, contemplativo. Una parte
central más agitada planteada en gradación as-
cendente nos llevará a volver al tema fortísimo
y octavado. Un epílogo de cuatro compases elu-
de la introducción perdiéndose en el pianissimo.
El tercer movimiento es un clarísimo A-B-A. Un
Allegro marcato trepidante juega con los acen-
tos rítmicos irregulares en una música emi-
nentemente virtuosística y brillante. El Calmo
central interrumpe súbitamente el flujo rítmico
en una parte más caprichosa, relajada, pero
compleja rítmicamente, donde se presenta un
nuevo tema lírico. Después de una reexposición
del Allegro inicial, la obra termina de forma
brillante mezclando los dos temas combinados
eufóricamente.
Fantasia on an ostinato (1985) John CORIGLIANO (1938-)
Pablo López Callejo, piano
Fantasia on an ostinato está basada en un fa-
moso pasaje repetitivo de Ludwig van Beetho-
ven (Sinfonía n.º 7, segundo movimiento). Esa
música es única en la producción de Beetho-
ven debido al inexorable ostinato que continúa
invariable, a excepción de un largo crescendo
y voces acompañantes añadidas, a lo largo de
más de cuatro minutos. El empleo casi mini-
malista que hace Beethoven de su material y
mi propio deseo de escribir una pieza en la
cual el ejecutante es responsable de decisio-
nes sobre la duración de patrones repetitivos
condujo a mi primer experimento en las así
llamadas técnicas minimalistas.
Abordé esta tarea con sentimientos encon-
trados acerca del fenómeno contemporáneo
conocido como minimalismo, porque aunque
admiro su énfasis en texturas atrayentes y su
habilidad ocasional para conseguir una cua-
lidad hipnótica (no muy diferente del último
Beethoven), no me preocupan su excesiva re-
petición, su falta de arquitectura, y su general
esterilidad emocional.
En la Fantasia on an ostinato intenté combinar
los aspectos atractivos del minimalismo con
una estructura convincente y una expresión
emocional. Mi método fue corresponder a la
forma binaria del ostinato de la 7ª Sinfonía
de Beethoven dividiendo la Fantasia en dos
partes. La primera explora los elementos rít-
micos del ostinato así como las implicaciones
armónicas de su primera mitad. La segunda
parte desarrolla y amplía la segunda mitad del
ostinato, transformando su punzante descen-
so mayor-menor en una sucesión de armonías
sobre la cual una serie de patrones se expan-
den y se elaboran cada vez más. La culmina-
ción llega con el regreso del ritmo obsesivo de
Beethoven y, finalmente, con la aparición del
propio tema de Beethoven.
John Corigliano
Gaspard de la nuit, M. 55 (1908) Maurice RAVEL (1875-1937)
Pablo López Callejo, piano
I. Ondine. Lent
II. Le gibet. Très lent
III. Scarbo. Modéré
Gaspard de la nuit es el título de una serie de
poemas en prosa que Aloysius Bertrand escribió
hacia 1830. La temática de estos poemas, que
van desde lo fantástico y sobrenatural hasta el
terror gótico, muy en el estilo de Hoffmann, atra-
jo lo suficiente a Ravel como para ilustrar tres de
ellos y componer entre mayo y septiembre de
1908 lo que hoy en día se considera su mejor
obra pianística, y sin duda una de las cimas de
la música para piano del siglo XX. Las tres piezas
que conforman el Gaspard de la nuit fueron pu-
blicadas, según la voluntad de Ravel, precedidas
del poema que las inspiró, y que el compositor
evoca con una precisión casi cinematográfica.
En la primera de ellas, Ondine, es fácil encontrar
el paralelismo entre las estrofas del poema y las
diferentes secciones de la pieza, que describe
los cada vez más insistentes intentos de seduc-
ción de una ninfa de las aguas hacia un hombre
que finalmente la rechaza, el breve instante de
tristeza de ella y su repentina carcajada antes de
desvanecerse entre los remolinos del lago.
La atmósfera opresiva de Le gibet (El patíbulo),
en la que un ahorcado se balancea al compás de
una campana que suena a lo lejos, es reprodu-
cida mediante la repetición implacable de la mis-
ma nota durante toda la pieza, sobre la que se
superponen armonías de una gran complejidad,
todo un alarde de maestría en la composición y
en la escritura pianística.
Scarbo es el nombre del duende que protago-
niza la tercera pieza, un ser de pesadilla que
aparece y desaparece en mitad de la noche, y
cuyas evoluciones representa Ravel por medio
de una especie de scherzo lleno de contrastes
y pausas imprevisibles, armonías llenas de diso-
nancias y ritmos que giran trepidantes, “como el
huso caído de la rueca de una bruja”, según el
poema de Bertrand.
Viernes 13 de abril
Kurtág: juegos, signos y mensajesPrograma monográfico dedicado a la figura del compositor György KURTÁG (1926)
Selección de piezas de Játékok” (“Juegos”) (1973-2017)
transcripciones de obras de Guillaume de Machaut y J.S. Bach
Adolfo Muñoz Rodríguez y Miguel Ángel Caro, piano
Selección de piezas para viola de “Juegos, signos y mensajes” (1987-2017)
Pedro San Martín Rodríguez, viola
Hommage à R. Sch., op. 15d (1990) para clarinete, viola y piano
Luis Miguel Torres Medina, clarinete; Pedro San Martín Rodríguez, viola;
Adolfo Muñoz Rodríguez, piano
París, Cité de la musique, 22 de septiembre de
2012. Intimidada por el fragor de los aplausos,
una pareja de ancianos sale al escenario cami-
nando con dificultad. Saludan a la par mientras
él la sujeta discretamente del brazo antes de
sentarse al piano. La fragilidad de su aspecto
contrasta con el brillo de sus ojos y la energía
que irradian sus manos cuando comienza a so-
nar la música. Los sonidos que el hombre extrae
del teclado se extienden por la sala como un sor-
tilegio que hace enmudecer a la audiencia. Tras
acabar la primera pieza, ella se sienta a su lado
y un preludio coral de Bach da comienzo, como
un bálsamo. Sus brazos se entrecruzan como si
de un solo intérprete se tratara, compartiendo
gestos y miradas de una complicidad inefable.
A pesar de la brevedad y aparente sencillez de
la construcción musical, el impacto emocional
de cada nota emitida es de una intensidad ex-
presiva inusitada. Pieza a pieza el matrimonio
va desgranando un concierto que, lejos de la
grandilocuencia, nos desvela un diario íntimo de
vivencias y pensamientos, un juego que celebra
el asombro de la existencia y que comprende la
angustia y el desconsuelo pero también la alegría
y la esperanza. Son Márta y György, dos niños de
casi 90 años.
Considerado el compositor vivo más importante
de nuestro tiempo, el pianista y maestro húnga-
ro György Kurtág nació en 1926 en Lugoj (Ru-
manía), muy cerca de donde lo hiciera György
Ligeti, a quien le unía, además del nombre o la
coincidencia geográfica, una profunda amistad,
una admiración mutua y una similar integridad y
categoría artísticas. Al igual que Ligeti, Kurtág es
un artista singular que a partir de la formidable
herencia húngara de Liszt, Bartók o Kodály de-
sarrolla un idioma compositivo propio. A pesar
de que su paso por Francia y Alemania a fina-
les de los años 50 lo puso en contacto con la
vanguardia de posguerra (Boulez, Stockhausen)
o de que en su catálogo resuena la música de
Bach, Schubert, Schumann, Bartók o Webern,
su estilo es radicalmente personal: un lenguaje
único creado desde cero. Tras la crisis existen-
cial y creativa que sufrió durante su estancia en
París, comenzó poco a poco a componer de nue-
vo pero utilizando tan solo los materiales más
humildes, trabajando a partir de elementos que
a lo sumo comprendían uno o dos sonidos, un
breve impulso rítmico o un mero gesto expre-
sivo. Este replanteamiento absoluto de la com-
posición generó a partir de entonces obras de
carácter fragmentario, poético y aforístico que,
lejos de empobrecer su expresión, la intensifica-
ron de forma extraordinaria. Kurtág no ha aban-
donado jamás esa búsqueda incansable de la
emoción musical primigenia, de la ingenuidad
infantil que deja a un lado el concepto de téc-
nica para adentrarse en el misterio del sonido y
la creación espontánea, y lo ha hecho además
desde el compromiso más exigente que no elude
la insatisfacción o la duda. “Mi lengua materna
en la composición sigue siendo el tartamudeo,
el titubeo”, afirmaba en una entrevista reciente.
Játékok (“Juegos”) es un magnífico ejemplo de
todo lo anteriormente expuesto. La serie fue
concebida inicialmente como una colección pe-
dagógica de pequeñas piezas que se acercan al
piano desde la perspectiva del niño que descu-
bre el mundo del sonido a partir del juego, pero
pasó gradualmente a convertirse en un cuaderno
de “mensajes personales y páginas de un diario”.
Los capítulos de este diario definen la personali-
dad del autor con mayor precisión que cualquier
biografía, ya que registran todos los pensamien-
tos y recuerdos que marcan su vida: homenajes
a amigos fallecidos, retratos de grandes maestros
del pasado, citas literarias, mensajes privados,
dedicatorias cariñosas, incluso pasatiempos mu-
sicales y guiños teatrales. Este monumental cor-
pus pianístico, que no ha dejado de crecer desde
1973 (el pasado año se publicaba el volumen IX)
se complementa con sus trascripciones de músi-
ca antigua para piano a cuatro manos, donde es
capaz de reavivar la memoria de Machaut, Bach,
Schütz o Frescobaldi a partir del modesto sonido
de un piano de pared. La obra para instrumen-
tos de cuerda sola (violín, viola, violonchelo o
contrabajo), englobada bajo el título genérico
de “Juegos, signos y mensajes”, no es sino una
extensión del planteamiento de Játékok.
La música de cámara, disciplina a la que siem-
pre se ha dedicado como renombrado profesor
y maestro, es el terreno predilecto de Kurtág.
Allí puede concentrar su energía en grupos más
reducidos de instrumentos que le permiten un
acceso directo a la búsqueda de lo esencial. El
trío para clarinete, viola y piano en homenaje a
Robert Schumann que escucharemos esta noche
contiene alusiones a los tres famosos alter-ego
del genio alemán: Florestan, Eusebius y Meister
Raro. Aparecen también varios elementos te-
máticos y literarios de la obra schumanniana,
utilizando además una de sus configuraciones
instrumentales más queridas. Cinco brevísimos
movimientos dan paso a una larga despedida de
tono lúgubre que evoca sin querer la misma es-
tructura trágica de La canción de la Tierra de
Mahler. La música desaparece aquí tras el sonido
de un último latido inesperado.
Lejos de retirarse, György Kurtág prepara actual-
mente el estreno de su ópera Fin de partie, en
la que lleva trabajando los últimos siete años.
Escrita a partir del libro homónimo de Samuel
Beckett, su estreno efectivo está programado
para noviembre de 2018 en La Scala de Milán.
El poema Roundelay que Kurtág ha elegido para
el prólogo de la misma define bien al composi-
tor y su pensamiento, pero describe también de
manera acertada la foma y estructura de este
concierto:
on all that strand
at end of day
steps sole sound
long sole sound
until unbidden stay
then no sound
on all that strand
long no sound
until unbidden go
steps sole sound
long sole sound
on all that strand
at end of day
Lunes 16 de abril
La nueva generación, v 2.0Preludio (1956) y Fuga (1959) Leo BROUWER (1939-)
Pablo Garayoa de Nova, guitarra
Leo Brouwer es compositor, guitarrista y director
de orquesta. Preludio y Fuga constituyen mues-
tras de su especial visión de la guitarra, dado
que no se limita a las referencias del repertorio,
sino que comprende gran parte del horizonte
musical conquistado a lo largo del siglo XX. En
el caso de estas piezas se aprecia la influencia
de Bartók y Stravinsky, como se puede advertir
en la manera en que desarrolla los motivos a
lo largo de la obra. Cada una de las obras gira
alrededor de un motivo distinto sobre el que el
compositor experimenta dando estructura el res-
to de la pieza. Dada su fecha de composición,
Preludio y Fuga pueden englobarse dentro de
la obra de juventud de Brouwer, mostrando una
clara influencia de la música afrocubana y su ca-
racterístico estilo rítmico. Les invitamos a prestar
especial atención al motivo principal de la Fuga
cuyo ritmo es de origen cubano, lo que le otorga
su aire característico.
Petite Suite (1886-89) Claude DEBUSSY (1862-1918)
Hugo Hernández Curto, piano y Pedro Zorita-Viota Vicente, piano a cuatro manos
I. En bateau
II. Cortège
III. Menuet
IV. Ballet
Los dos primeros números de esta obra evocan
la atmósfera de dos poemas de las Fiestas ga-
lantes de Verlaine. En bateau, es una barcarola
en compás de 6/8, con una estructura ternaria
en la que predomina una base de arpegios. Cor-
tège, también con forma ternaria, contiene un
primer tema lírico que nos conduce a una parte
central con estructura rítmica sincopada con las
carácter propio de un scherzando, concluyendo
con el uso de acordes que le proporcionan un
final brillante. Menuet es de características suti-
les en las que combina sonoridades modales y
tonales. En el tema inicial utiliza el modo eolio,
también denominado modo menor dentro del
sistema tonal, al que sucede una sección central
en tonalidad mayor. Por último, Ballet consta de
una sección inicial con intervalos de cuartas que
nos dirige a una parte central en forma de vals
para concluir en una coda que se fusiona con el
tema inicial con un final radiante.
Fantasía, (1910) para cuarteto con piano Frank BRIDGE (1879-1941)
Beatriz Gonzalez Pérez, violín; Melba Suárez Melián, viola; Alba Caselles Hernández, violoncello; Andrés Vidal Martín, piano
I. Andante con moto
II. Allegro vivace
III. Andante con moto
Frank Bridge compuso su Fantasía para vio-
lín, viola, violonchelo y piano. Este cuarteto es
característico del estilo de principios del siglo
XX donde no hay ningún instrumento que sea
acompañado por el resto, sino que todos tienen
relevancia y momentos de protagonismo, esta-
bleciéndose un diálogo entre iguales. Además en
esta ocasión amalgamó los movimientos tradicio-
nales de la forma sonata en un solo tiempo. Esto
significa que se pueden distinguir tres secciones
diferentes desde el punto de vista expresivo, ar-
mónico y rítmico. Por un lado el Andante con
moto del comienzo, donde establece un carác-
ter dramático sobre la tonalidad de fa sostenido
menor. Después el Allegro vivace, que incluye
un fragmento central más tranquilo en el que
una melodía va pasando de un instrumento a
otro antes de regresar al tempo vivo del inicio.
El Andante con moto final vuelve a la atmósfera
del comienzo de la obra, terminando de forma
apacible y sosegada.
Sonatine, M. 40 (1903-05) para piano Maurice RAVEL (1875-1937)
Clara Elvira Gómez Pérez, piano
I. Modéré
II. Mouvement de menuet
III. Animé
De escritura concisa y límpida, la Sonatine huye
tanto de los planteamientos de la sonata decimo-
nónica como de los excesos postrománticos. Su
título es una declaración de la modestia de sus
intenciones. A pesar de su neoclasicismo la So-
natina esta cargada de sensibilidad modernista:
delicada, elegante y proporcionada en la forma,
el uso de escalas pentatónicas y de notas añadi-
das a la armonía tradicional, la dota de un len-
guaje que se mueve entre dos aguas armónicas
con seguridad absoluta.
La Sonatina consta de tres movimientos. El pri-
mero, Modéré, presenta una construcción toma-
da de la forma sonata, con un primer tema en
fa sostenido menor que queda envuelto por un
batimento de fusas. El segundo tema, más len-
to, es en el relativo mayor. Por último, el breve
desarrollo nos devuelve una reexposición en la
tonalidad inicial, creando un conjunto de una
perfección cristalina. Bajo un exterior elegante
y pulcro, el segundo movimiento, Mouvement
de Menuet, es de estilo profundamente clásico,
y destila una atmosfera delicadamente nostálgi-
ca. El final, Animé, es un moto perpetuo virtuo-
sístico, escrito en el estilo de una toccata, con
diferentes temas que a veces aluden a los dos
movimientos anteriores de la obra.
15 canciones campesinas húngaras(1914-18) Bela BARTÓK (1881-1945)
Alejandro Caballero Alba, piano
Cuatro viejas melodías:
I. Rubato
II. Andante, Poco sostenuto, Più andante
(Tempo I), Poco sostenuto, Più andante
III. Poco rubato, Sostenuto
IV. Andante
V. Scherzo. Andante, Sostenuto, poco rubato;
Tempo I
VI. Ballade (Tema con variaciones). Andante, Più
andante, Poco adagio, Più andante, Maesto-
so
Antiguas tonadas de baile:
VII. Allegro
VIII. Allegretto
IX. Allegretto
X. Lo stesso tempo
XI. Assai moderato
XII. Allegretto
XIII. Poco più vivo, Allegretto
XIV. Allegro
XV. Allegro, Più vivo, Poco più meno vivo
Durante los años anteriores a la Primera Guerra
Mundial, Bartók recorrió Europa Central, los Bal-
canes y Turquía en buscar de música tradicional
que inspirase sus composiciones. Las Quince
canciones campesinas húngaras son la última
serie de contenido popular de entre las muchas
escritas para piano por el compositor húngaro.
Fueron compuestas entre 1914 y 1918, años de
aislamiento y dolor para el artista a causa del
conflicto bélico.
Estas quince canciones suelen dividirse en dos
amplias secciones: las seis primeras piezas y las
nueve últimas. Las cuatro primeras canciones
utilizan el mismo tema y comparten además un
cierto carácter melancólico, siendo la tercera
algo más sombría. La quinta es juguetona y tra-
viesa como cabe esperar en un scherzo, ofre-
ciendo un contraste necesario con el carácter un
tanto lúgubre de las canciones anteriores, mien-
tras que la posterior Balada, que se presenta en
forma de tema con variaciones, es poderosa y
con un final dramático. La séptima pieza enca-
beza la segunda parte de la colección con un
vigor instrumental que colorea inventivamente
la melodía que le da origen y las siguientes ofre-
cen variantes sobre el mismo tema. La octava es
comparativamente tranquila y suena curiosamen-
te más lenta que el tempo marcado en la partitu-
ra (Allegretto), mientras que la novena tiene un
carácter alegre y colorido. La décima es lúdica
y menos agresiva, y la undécima es melancóli-
ca y apasionada. La duodécima y decimotercera
presentan variantes melódicas del tema utilizado
en la n.º 11, por lo que acaban formando un
grupo homogéneo de tres piezas. Siguiendo con
otra variación del tema presentado, llegamos a
la última canción, que supone el final del trabajo
temático interno y también del conjunto. Esta
se basa en una melodía de gaita y se mueve en
un ámbito expresivo que va desde lo exótico a
lo frenético.
Tres preludios para piano (1926) George GERSHWIN (1898-1937)
Pedro Flores Llorente, piano
I. Allegro ben ritmato e deciso
II. Andante con moto e poco rubato
III. Agitato
El estilo de Gershwin, que combinaba influen-
cias de la música afroamericana y de la música
clásica, suena ahora esencialmente “estadouni-
dense”, pero en su época los acordes, escalas
y ritmos empleados resultaban exóticos y extra-
ños. Los Tres preludios son la única obra para
piano solo que se publicó en vida del autor. El
primer preludio, toda una declaración de carác-
ter, se abre con un pianismo brillante enuncian-
do con franqueza una frase de blues en la que el
colorido latino de la música proviene de los rit-
mos sincopados del bajo. El segundo preludio es
una “canción de cuna en estilo blues” según pa-
labras del propio compositor. Su sección central
presenta un material más luminoso para luego
regresar al ostinato pensativo del inicio. El tercer
preludio, Agitato, irrumpe rítmicamente con una
breve introducción antes de comenzar las típi-
cas frases melódicas de pregunta y respuesta.
La reafirmación del tema al final del movimiento
es más virtuosística y espectacular para cerrar el
ciclo de manera elocuente. Estas piezas reflejan
fielmente el momento histórico en el que fueron
escritas, exhibiendo la gran variedad de influen-
cias artísticas que convivieron en la década de
los años 20.
Viernes 27 de abril
AzulIntérpretes: alumnos del Taller de Música Contemporánea del Conservatorio Profesional de Música de Segovia; Vicente Uñón Prieto, profesor.
El Taller de Música Contemporánea comenzó en
el año 2008 como asignatura optativa para los
alumnos de los dos últimos cursos en el Conser-
vatorio Profesional de Música de Segovia.
Su objetivo es abarcar todo el repertorio came-
rístico y para instrumentos solistas comprendido
entre la Segunda Escuela de Viena y el siglo XXI.
Se quiere proporcionar una visión global de di-
cho período, de manera que los alumnos que
acaben sus estudios en el conservatorio tengan
al menos esa mínima formación y los que vayan
a continuar estudios superiores adquieran una
base para seguir trabajando el amplísimo campo
de la música contemporánea.
El repertorio que se trabaja en las clases lo com-
ponen obras compuestas en los siglos XX y XXI,
siendo uno de los objetivos primordiales acercar
dicho repertorio al público de una forma atrac-
tiva y amena.
Los alumnos del Taller han participado ya en
las “Semanas de Música de los siglos XX y XXI”,
las “Jornadas de Música Contemporánea” y en
el “Festival de Música Diversa” de Segovia, así
como en conciertos ofrecidos en diferentes con-
servatorios de Castilla y León y Madrid.
A lo largo de estos 9 cursos han pasado ya más
de 100 alumnos por el Taller, incrementándose
progresivamente el número de matrículas por
año. Esto es un fiel reflejo de que, poco a poco,
la música contemporánea se va abriendo camino
también en los Conservatorios Profesionales de
Música.
Pari intervallo (1981) Arvo PÄRT (1935)
Visitación Fresnillo Fresnillo, órgano
Arvo Pärt es un compositor estonio. Se lo iden-
tifica como precursor de la música minimalista,
y más específicamente del «minimalismo sacro».
Es considerado un pionero en ese estilo, como
sus contemporáneos Henryk Górecki y John Ta-
vener. Arvo Pärt es conocido sobre todo por sus
obras corales.
Su obra se divide en dos períodos. Sus prime-
ros trabajos partieron de un neoclasicismo bas-
tante severo (influido por Shostakovich, Serguei
Prokofiev y Béla Bartók). Luego empezó a com-
poner usando el dodecafonismo y el serialismo
de Arnold Schönberg. Sin embargo, esto no sólo
atrajo la ira de los burócratas culturales soviéti-
cos, sino que también demostró ser un callejón
creativo sin salida. Fue entonces cuando Pärt
experimentó una profunda crisis personal. Su
respuesta fue sumergirse en la música antigua,
es decir, volver a las raíces de la música occiden-
tal. Estudió canto llano, canto gregoriano y las
primeras apariciones de la polifonía en el Rena-
cimiento. Al mismo tiempo, comenzó a explorar
la religión y se unió a la Iglesia ortodoxa rusa, lo
cual indica que quizá su crisis no era exclusiva-
mente musical, sino también espiritual.
La música que produjo en esta época fue ra-
dicalmente diferente. Pärt la describe como
“tintineante” (tintinnabular) como el tañer de
campanas. La música de Pari intervallo se ca-
racteriza por armonías simples, frecuentemente
notas sueltas sin adornos, o acordes triádicos
(los cuales formaron la base de la armonía occi-
dental). Hay alguna reminiscencia al sonido de
las campanas (de allí el nombre). Los tintinábu-
los son rítmicamente simples y no cambian el
tempo.
Dúos para dos violines (selección) (1979-83) Luciano BERIO (1925-2003)
Elena Montero Bragado y Sonia San Isidro Grande, violines
Luciano Berio compuso 34 dúos para dos violi-
nes, denominando a cada uno con un nombre
propio. Realmente son nombres de músicos a
quienes el compositor quiso rendir un pequeño
homenaje. Según palabras del propio composi-
tor:
“Puede ocurrir que un amigo violinista le comen-
te al compositor una noche que, aparte de los
de Bartók, hoy en día no hay suficientes dúos de
violines. Y puede ocurrir que el propio compo-
sitor se siente esa misma noche para componer
dúos hasta el amanecer… y después más dúos
en momentos de ocio, en distintas ciudades y
hoteles, entre ensayos, viajando, pensando en
alguien, buscando un regalo… Esto es lo que me
ha sucedido a mí y por ello le estoy agradecido
a aquel violinista nocturno cuyo nombre ha sido
dado a uno de estos Dúos.
Así, cada dúo encierra razones y situaciones
personales: con BRUNO (Maderna), por ejemplo,
está la memoria de la música “funcional” que
tanto compusimos juntos en la década de los
50; MAJA (Pliseckaja) es la transformación de
una canción rusa, mientras que ALDO (Bennici)
es realmente una canción siciliana; PIERRE (Bou-
lez) fue escrito para una despedida: se desarrolla
desde una célula pequeña de su …explosante-
fixe…; GIORGIO FEDERICO (Ghedini) es a la me-
moria de mis años en el Conservatorio de Milán.
Y así sucesivamente.
Estos Dúos son para mí lo que los versos de
circunstancias fueron para Mallarmé: esto es,
que no están necesariamente inspirados en pro-
fundas motivaciones musicales, sino más bien
conectados por el frágil hilo conductor de las
experiencias diarias.
No obstante, en estos dúos encontramos tam-
bién un objetivo pedagógico. Muy a menudo,
como se podrá comprobar, una de las dos partes
es más fácil y se centra en problemas técnicos
específicos, en caracteres expresivos diferentes
e incluso en estereotipos violínísticos, de manera
que un joven violinista puede contribuir a veces
a una situación musical relativamente compleja
desde un ángulo muy simple (la ejecución de
una escala de Re Mayor, por ejemplo).
Me gustaría escribir un caleidoscopio compuesto
por unos cien Dúos.”
Cinco piezas de “Játékok” (1990-93) para órgano György KURTÁG (1926)
Manuel de Pablos Cortijo, órgano
Himno apócrifo
Tres “versetti”:
I. Temptavit Deus Abraham (organum apó-
crifo)
II. Consurrexit Cain adversus fratrem
suum...
III. Dixit Dominus ad Noe: finis universe car-
nis venit...
…humble regard sur Olivier Messiaen...
El crisol en que se ha forjado la música de Kur-
tág se extiende desde Guillaume de Machaut,
cuya música transcribió para piano, pasando por
la arquitectura gótica francesa o las obras teatra-
les de Samuel Beckett, las novelas de Dostoyevs-
ki y los escritos de Goethe.
A comienzos de los años setenta Kurtág comen-
zó a escribir una serie de piezas muy breves
cuya inspiración provenía de la idea del mundo
perfecto y fantástico de los niños jugando. Según
palabras del propio compositor:
“La idea de componer Játékok (“Juegos”) me
vino sugerida por niños que tocaban espontánea-
mente, niños para los que el piano sigue siendo
un juguete. Experimentan con él, lo acarician, se
lanzan sobre él y pasan sus dedos. Amontonan
sonidos aparentemente desconectados y, si esto
consigue despertar su instinto musical, buscan
conscientemente algunas de las armonías sur-
gidas por casualidad y tratan de repetirlas. Esta
serie no pretende, por tanto, enseñar, ni se trata
simplemente de una colección de piezas. Su fun-
ción es posiblemente la de experimentar, pero
no la de aprender a tocar el piano”.
El placer de tocar, el juego del movimiento por
todo el teclado -que puede llegar a ser rápido y
arriesgado- ya desde las primeras clases en lugar
de la pesada búsqueda a tientas de las teclas
y la medida de los ritmos: éstas son las ideas
vagas que estaban presentes al comienzo de la
creación de esta colección.
La serie Játékok está formada hasta el momento
por 9 volúmenes, todos ellos con piezas para
piano, piano a cuatro manos y dos pianos. Con-
cretamente en el volumen VI muchas de las pie-
zas pueden interpretarse tanto al piano como
al órgano.
Fragmente A.d.L. (1998) para dos guitarras Bruno STROBL (1949-)
Eva Pérez Martín y Jimena Pastor Marazuela, guitarras
I. A.d .
II. d.L.
III. L.A.
Bruno Strobl es un compositor y director aus-
tríaco.
Fragmente A.d.L. son tres piezas cortas para
dúo de guitarras. En la primera, A.d., la guita-
rra I nos muestra una figuraciones rápidas sobre
unos valores más largos desplegados por la gui-
tarra II a modo de nota pedal. La segunda pieza,
d.L., tiene una estructura canónica. Los motivos
rítmicos de la guitarra II son imitados por la I,
mientras que las voces intermedias de ambas
generan sonoridades en torno a notas pedales.
La tercera, L.A., nos transporta a un ambiente
mucho más tranquilo, adornado con armónicos
y notas resonantes.
Schlagsaite (1997) para dos guitarras Clemens GADENSTÄTTER (1966-)
Eva Pérez Martín y Jimena Pastor Marazuela, guitarras
Clemens Gadenstätter es un compositor austría-
co y catedrático de composición y teoría musical
de la Universidad de Música e Interpretación de
Graz. Estudió composición en Viena con Erich
Urbanner y flauta con Wolfgang Schulz. Más tarde
estudiaría composición con Helmut Lachenmann
en Stuttgart. De 1995 a 2000 ha sido editor de la
revista musical Ton del I.S.C.M. austríaco.
Schlagsaite (“cuerda golpeada”) es una obra
para dúo de guitarras. Como su nombre indica,
la pieza enfoca la pulsación de la cuerda utilizan-
do distintas técnicas:
• Pulsación con las uñas
• Pulsación con púa
• Arpegios rasgados
• Pizzicato “Bartók”, técnica empleada en ins-
trumentos de cuerda frotada
• Armónicos, utilizando las yemas de los dedos
sobre las cuerdas
• Bottleneck (cuello de botella). Es un tubo de
cristal o plástico dentro del cuál se introdu-
ce el dedo índice o corazón de la mano iz-
quierda. Al tocar la cuerda con dicho tubo
se produce una sonoridad muy característi-
ca. Es utilizado, por ejemplo, en las guitarras
hawaianas.
• Tapping, golpear las cuerdas con las yemas
de los dedos
• Glissandi normales
• Glissandi con bottleneck
Dance Preludes (1953) Witold LUTOSŁAWSKI (1913-1994)
Ricardo Serrano Santa Teresa, clarinete; Celia Pastor Muñoz, piano
I. Allegro molto
II. Andantino
III. Allegro giocoso
IV. Andante
V. Allegro molto
Nacido en Varsovia en 1913, Witold Lutosławski
se dio a conocer entre 1932 y 1951 como pianis-
ta antes que como compositor. Compuestos en
1953, a la vez que su Concierto para orquesta
(1951-1954), los Dance Preludes abordan una
nueva fase en la evolución post-bartókiana del
compositor, llegando poco más tarde a su total
definición estilística con Música fúnebre para
cuerdas (1958).
Las cinco piezas de la serie que nos ocupa mez-
clan influencias de Bartók, el estudio de viejas
danzas polacas y la experiencia en la escritura
para instrumentos de lengüeta. La primera ver-
sión de los Preludios de danza fue para clari-
nete y piano y proponía una estilización de las
danzas fujarka, polka, piosenka, etc., puestas
en escena en la Pequeña suite para cuerdas
(1950-1951). Lutosławski transcribió estos Prelu-
dios a finales de 1955 para pequeño conjunto de
cámara (cuerdas, arpa, piano y percusión) que
acompaña al clarinete como maestro de baile.
Esta suite de preludios sobre cantos populares
polacos se amplió en 1959 a un pequeño con-
junto formado por quinteto de vientos (flauta,
oboe, corno inglés, clarinete y fagot) y cuerda
(violín, viola, violonchelo y contrabajo).
Annum per Annum (1980) Arvo PÄRT (1935)
Manuel de Pablos Cortijo, órgano
En Annum per Annum encontramos el mismo
lenguaje que en Pari intervallo, esta vez en for-
ma de variaciones, cada una de las cuales lleva
la inicial correspondiente a una de las partes de
la misa:
Introducción
K (Kyrie)
G (Gloria)
C (Credo)
S (Sanctus)
A (Agnus)
Coda
Correspondences (1969) para 4 solistas Vinko GLOBOKAR (1934-)
Silvia Matarranz Blanco, violín, Elena Mazarías Sanz, flauta; Marta Montes Sanz, trompa; Danail Mitkov Todorov, percusión; Vicente Uñón Prieto, dirección
Vinko Globokar es un compositor y trombonista
francés. Su obra se caracteriza por el uso de
técnicas extendidas y no convencionales, acer-
cándolo al estilo de Salvatore Sciarrino y Helmut
Lachenmann, aunque a diferencia de estos, su
música recurre a menudo a la improvisación,
poniendo mucho énfasis en la espontaneidad y
creatividad por parte de los intérpretes.
La obra Correspondences está escrita para cua-
tro solistas, a elegir entre los siguientes grupos:
• I. Cuerdas (violín, viola, violonchelo, etc.)
• II. Viento madera (flauta, oboe, clarinete, etc.)
• III. Viento metal (trompeta, trompa, tuba, etc.)
• IV. Percusión, a su vez dividido en cuatro ca-
tegorías (para un único solista):
Madera (caja china, marimba, baquetas, etc.)
Metal (platos, vibráfono, lira, etc.)
Parche (caja, timbales, toms, etc.)
Varios (campanas, sonajeros, silbatos, etc.)
Los grupos I, II y III pueden ser sustituidos por
otros instrumentos tales como guitarra, arpa,
piano, órgano, voz, etc.
La obra se puede considerar como una gran me-
tamorfosis en la que los instrumentos comienzan
tocando complicados esquemas rítmicos en dife-
rentes compases (de ahí que la figura del director
sea importante) y poco a poco se van despo-
jando de dicha rigidez rítmica, transformándola
en un juego de cambios de timbres, tesituras
y valores. La dificultad se irá centrando poco a
poco en la imitación, ya que los músicos ten-
drán que escuchar al resto de sus compañeros
a la vez que tocan para luego imitar el material
oído o hacer variaciones sobre ello según las 4
cualidades del sonido: intensidad, altura, timbre
y duración.
Lunes 7 de mayo
Champiñones brasileirosChampignons à l’herméneutique(1979) Mikko HEINIÖ (1948)
Alicia Garrudo Álamo, flauta; Pilar Abril Crusellas, guitarra
II. Myrkkynääpikkä (Galerina marginata)
V. Sappitatti (Tylopillus felleus)
Mikko Heiniö es profesor de Ciencias Musicales
en la Universidad de Turku (Finlandia). Desde
1992 ha sido presidente de la Asociación de
Compositores Finlandeses y es compositor resi-
dente de la Filarmónica de Turku.
Su divertimento para flauta y guitarra Champig-
nons à l’herméneutique es una obra programá-
tica basada en la temática micológica donde las
dos partes instrumentales demuestran una gran
imaginación en el uso del color por parte del
autor y tienen un alto nivel de exigencia para los
intérpretes. Se divide en cinco partes cuyos títu-
los se refieren a setas venenosas y de las cuales
hoy escucharemos dos: Myrkkynääpikkä (Gale-
rina marginata) y Sappitatti (Tylopilus felleus). El
uso de una gran paleta de recursos tímbricos y
efectos instrumentales poco convencionales se-
ducen al oyente y hacen de la obra un ejemplo
muy creativo del repertorio para flauta y guitarra
del último cuarto del s. XX.
Bachiana brasileira n.º 6 (1938) Heitor VILLA-LOBOS (1887-1959)
Alicia Garrudo Álamo, flauta; Vicente Moros Portolés, fagot
I. Ária (chôro)
II. Fantasia (Allegro)
Una música que utilice el folclore de Brasil para
evocar el estilo de Johann Sebastian Bach no
parece en principio algo de un compositor serio.
Sin embargo, eso es precisamente lo que Hei-
tor Villa-lobos se propuso hacer cuando escribió
las nueve composiciones que se engloban bajo
el título de Bachianas brasileiras. No excesiva-
mente dado a la modestia, Villa-Lobos declaró
que los únicos dos grandes compositores en el
mundo son “Bach y yo”. Además de la fuente
bachiana, Villa-Lobos recurrió a la música bra-
sileña con raíces en la música africana e india
y a la amplia gama de productos europeos y el
jazz estadounidense. Durante los años que pre-
cedieron su marcha a París en 1923, Villa-Lobos
tocaba la guitarra y luego el violonchelo con
pequeños grupos instrumentales que actuaban
en fiestas, bodas, etc. Aunque estudió composi-
ción formalmente solo por un breve período de
tiempo, rápidamente empezó a escribir muchas
obras que, en palabras de su biógrafo Vasco Ma-
riz, “superaron las etapas de la música nacional
y exploraron las profundidades espirituales del
carácter brasileño”.
El presente trabajo tiene dos movimientos, am-
bos con títulos relacionados con formas musi-
cales propias de J.S. Bach y su época: Aria y
Fantasía. La escritura para ambos instrumentos
es extremadamente exigente, particularmente
para la flauta. El Aria es un chôro, y ha sido
descrita por el compositor como “una nueva for-
ma de composición musical en la que hay una
síntesis a partir de diferentes fuentes” como
la música brasileña o india, reflejando en sus
elementos fundamentales el ritmo y las melo-
días características de los tipos populares. Este
primer movimiento tiene una textura percepti-
blemente contrapuntística, con melodías y con-
tramelodías fuertemente delineadas, lo que lo
relaciona directamente con J.S. Bach. La Fan-
tasía da la impresión, tal y como lo describe el
compositor, del canto improvisado de una sere-
nata. Todavía se pide al fagot que no forme parte
de la tierra y que funcione de fuerza controlado-
ra de la flauta, un papel en el que fracasa hasta
el final de la pieza.
Villa-Lobos escribió sobre esta Bachiana brasi-
leira n.º 6: “Esta suite (…) es la única compues-
ta en formato camerístico. Elegí la combinación
de estos dos instrumentos para sugerir la vieja
serenata brasileña para dos instrumentos, y sus-
tituí el oficleido (también conocido como figle o
bugle) por el fagot porque este instrumento está
más cerca del espíritu de Bach.
Sonata para fagot y piano(1921) Camille SAINT-SAËNS (1835-1921)
Vicente Moros Portolés, fagot; Vicente Fernández Cuesta, piano
I. Allegro moderato
II. Allegro scherzando
III. Molto adagio - Allegro moderato
En el último año de su vida, a la edad de 85
años, Camille Saint-Saëns todavía estaba ac-
tivo como compositor y director de orquesta,
viajando entre Argel y París. Sus últimas obras
completadas fueron las tres sonatas para oboe,
clarinete y fagot (siendo la de fagot la última en
escribirse). Sintió que no le quedaba mucho
tiempo, tal y como le escribió a un amigo: “Estoy
usando mis últimas energías para agregar estas
piezas al repertorio de estos instrumentos que
de otro modo serían ignorados”.
Las sonatas de Saint-Saëns tienen momentos
que van desde lo pastoral hasta lo humorístico
y se basan en melodías y texturas más simples
que las que se encuentran incluso en sus obras
de cámara anteriores, conservando la forma clá-
sica de su estructura. Aunque las tres sonatas se
publicaron antes de la muerte de Saint-Saëns, no
se estrenaron sino de forma póstuma.
La sonata para fagot fue dedicada a su amigo
Clément-Léon Letellier, profesor de fagot en
el Conservatorio de París. El Allegro moderato
inicial es encantadoramente alegre, ya que se
desplaza entre tonalidades mayores y menores
construyendo un clímax no demasiado dramático
en la sección de desarrollo. El segundo movi-
miento, Allegro scherzando, comienza en modo
menor aunque oscila también con frecuencia
entre tonalidades mayores y menores a lo lar-
go de todo el movimiento. El movimiento final
se divide en dos partes: Molto adagio y Allegro
moderato. El Adagio es la sección más larga de
toda la sonata pues su duración supera los cin-
co minutos. Presenta una melodía florida sobre
un acompañamiento simple, esencialmente con
acordes, que conduce a la segunda parte del
movimiento (Allegro), pensado por Saint-Saëns
como una cadenza.
Sonata para flauta y piano (1927) Erwin SCHULHOFF (1894-1942)
Alicia Garrudo Álamo, flauta; Pablo López Callejo, piano
I. Allegro moderato
II. Scherzo. Allegro giocoso
III. Aria. Andante
IV. Rondo. Finale. Allegro molto gaio
Nacido en Praga en 1894, Erwin Schulhoff fue
un pianista y compositor checo de origen judío.
Llevó a cabo su formación musical en Praga, Vie-
na, Leipzig y Colonia, y llegó a recibir clases de
Reger y Debussy. A partir de 1919 entra en con-
tacto con la vanguardia musical alemana, y a su
regreso Praga en 1923 se muestra ya firmemente
comprometido con las últimas tendencias musi-
cales de su época, incluyendo en sus programas
como concertista estrenos y obras experimenta-
les, y utilizando en sus propias obras enfoques
primitivistas o técnicas seriales. También desa-
rrolla una una importante carrera como pianis-
ta de jazz. Comunista convencido, Schulhoff es
arrestado tras la invasión nazi de Checoslova-
quia, y es enviado al campo de concentración
de Wülzburg, donde enferma y muere en 1942.
Schulhoff escribe su Sonata para flauta y piano
en 1927. En sus cuatro movimientos el autor
utiliza un lenguaje menos radical que otras obras
de esa época. La atmósfera general es esencial-
mente melódica, alternando un tono cercano al
impresionismo con elementos más propios la
música popular, todo ello salpicado de peque-
ñas pero frecuentes alusiones al jazz. El primer
movimiento, con sus elaboradas armonías y su
flexibilidad rítmica, es con diferencia el más
complejo de todos. El segundo adopta la forma
de un breve scherzo humorístico, y el tercero
consiste en una ornamentada melodía de la flau-
ta que el piano acompaña mediante un diseño
sencillo, pero que produce un equívoco rítmico
continuo. Cierra la sonata un rondo de marcado
carácter popular.
Alcanâtir (Toccata para dos pianos) (2017) Paco TOLEDO (1967)
Germán Bragado Domínguez y Pedro Salvatierra Velázquez, pianos
Estreno mundial
I. Plaza de la Herrería
II. Fuente de las Galeras
III. Castillo de San Marcos
Alcanâtir es una obra dividida en tres movimien-
tos sin solución de continuidad. Para relacionar
la obra con su dedicatario, Pedro Salvatierra, su
título hace referencia a la ciudad gaditana de El
Puerto de Santa María de donde es originario.
Alcanâtir es el nombre árabe que recibió la ciu-
dad hasta ser conquistada por Alfonso X el Sabio.
Los distintos movimientos Plaza de la Herrería,
Fuente de las Galeras y Castillo de San Marcos
hacen referencia a lugares de dicha ciudad.
El discurso de la obra se sustenta en una es-
cala heptáfona desde eje Do y con distribución
interválica de 1411113 semitonos. Durante la
composición irá variando de eje a través de sus
escalas coligadas que hacen que la constitución
interválica sea la misma para todas ellas pero
con distinta distribución. Por ello en la evolución
del discurso se van produciendo las modulacio-
nes correspondientes y equivalentes. En cuanto a
su estructura formal, responde a una fórmula tipo
ADBEC de base fractal, en el que una estructura
base de tres módulos se van repitiendo mientras
se intercalan módulos nuevos entre los módulos
recurrentes. Para cada uno de los movimientos
se ha creado un ADBEC diferente.
La composición es muy equilibrada para ambos
pianos, controlando su discurso sobre un conti-
nuo polirrítmico como hilo conductor al que se le
superponen cadenas lineales que se erigen como
elemento principal. Ambos elementos se desa-
rrollan por los distintos registros del instrumento
obteniendo así una paleta amplia de color.
Triana (de la “Suite Iberia”) (1906) Isaac ALBÉNIZ (1860-1909)
Germán Bragado Domínguez y Pedro Salvatierra Velázquez, pianos
De una inspiración andaluza con algunas ex-
cepciones, la Iberia de Albéniz dibuja en sus
páginas motivos cortos de gran desarrollo con
texturas generosas y planos tonales complica-
dos. Su lectura se dificulta por la predilección
del compositor por escribir con gran cantidad
de alteraciones accidentales y en varios planos
sonoros. Calificada como una de las más grandes
obras pianísticas del siglo XX y como la máxima
aportación española al repertorio pianístico uni-
versal, Olivier Messiaen la definió como la ma-
ravilla del piano, la obra maestra de la música
española que ocupa un lugar –acaso el más
alto — entre las estrellas de primera magnitud
del rey de los instrumentos. El nombre de esta
pieza proviene del barrio gitano de Sevilla consi-
derado como la cuna del flamenco y los elemen-
tos que la componen evocan el jolgorio de este
sitio popular (rasgueo de las guitarras, tableteo
de castañuelas, percusivo taconeo). La estruc-
tura, a diferencia de las piezas precedentes y
posteriores, es mucho más libre, y se desarrolla
a través de un único motivo rítmico que, a pesar
de sufrir leves transformaciones a lo largo del
fragmento, es constante hasta el final.
La única obra de Enrique Granados escrita para
dos pianos es precisamente la transcripción de
la pieza que nos ocupa. Granados interpretaba
dentro de su repertorio de concierto un consi-
derable número de obras para 2 pianos y para
piano a 4 manos, compartiendo teclado unas
veces con Risler y otras con Malats. Así pues,
sorprende en cierta manera que no compusiera
más obras para este género del dúo pianístico
Orgía (Danzas fantásticas) (1919) Joaquín TURINA (1882-1949)
Germán Bragado Domínguez y Pedro Salvatierra Velázquez, pianos
El compositor andaluz Joaquín Turina integra,
junto con Falla, Albéniz, Granados y Mompou el
capítulo más destacado del piano español del
siglo XX. A diferencia de sus cuatro ilustres pai-
sanos, que siempre se mostraron empeñados
en buscar nuevas vías al nacionalismo de cuño
decimonónico, Turina optó en su inconfundible
universo creativo por un pintoresquismo que
se regodea satisfecho en sus propias esencias.
Como las luminosas pinturas costumbristas de
su tocayo Joaquín Sorolla, el creador de estas
obras recoge y refleja lo popular armado de un
riguroso dominio técnico.
Aunque originales para piano solo, sus Danzas
fantásticas se hicieron famosas en su versión
orquestal. Los tres movimientos aparecen en la
partitura junto a frases procedentes de la novela
La orgía de José Más, autor de narraciones de
ambiente sevillano; lo cual, según Turina, “no
quiere decir que el asunto literario tenga que
ver con la música. Se trata, únicamente, de que
los tres epígrafes tienen cierta conexión con el
espíritu, musical y algo coreográfico de las tres
danzas. Son estados de alma expresados rítmica-
mente, bajo la eterna ley del contraste”.
Turina definió Orgía, la tercera de estas danzas,
como “una farruca andaluza con adornos y di-
bujos flamencos, falsetas de guitarra lindando
ya con el tipo gitano y los jipíos del cante jondo.
Vendrá a ser como un canto a la manzanilla, el
perfumado vino de Sanlúcar de Barrameda, la
ciudad de plata situada en la desembocadura
del Guadalquivir, mezcla adorable de mar y de
viñas, de playa y de bodegas, de casitas blancas
y de calles estrechas como cintas”.
La presente transcripción para 2 pianos, inédita
hasta el momento, fue realizada por el catedrá-
tico de piano gaditano Rafael Prieto Soler y fue
estrenada en Cádiz por dicho pianista junto a su
alumno Pedro Salvatierra.
Viernes 11 de mayo
El hada y el soldadoThe Blue Guitar (1983) Michael TIPPETT (1905-1998)
Marcos Martín Martín, guitarra
I. Transforming (Medium slow - Slow)
II. Dreaming (Very Slow)
III. Juggling (Fast)
En 1934 llegó a Hartford, Connecticut, una ex-
posición cubista que incluía algunos Picassos.
El poeta Wallace Stevens fue a verla. Quedó im-
pactado por la pintura El viejo guitarrista. Este
impacto fue tal que le impulsó a escribir un poe-
ma con el título: El hombre con la guitarra azul.
The man bent over his guitar ,
A shearsman of sorts. The day was green.
They said, “You have a blue guitar,
You do not play things as they are.”
The man replied, “Things as they are
Are changed upon the blue guitar”.
Stevens explora la paradoja de otra realidad y la
realidad artística en las siguientes 32 estrofas.
La lectura del poema actuó en mí como la visión
del cuadro hizo sobre el poeta. Pero por supues-
to, las palabras y conceptos han desaparecido y
esta pieza para guitarra es esencialmente músi-
ca. Podría muy bien apreciarse solo como una
sonata corta. Todo lo que quedó del poema fue-
ron tres estados de ánimo, o gestos, los cuales
sugieren títulos para los movimientos.
La obra está dedicada a la memoria del director
de orquesta Calvin Simons (1950-1982)
Pohádka (“Cuento de hadas”) (1910-23) Leoš JANÁCEK (1854-1928)
Laura Oliver de la Guerra, violoncello; Miguel Ángel Caro, piano
I. Con moto
II. Con moto
III. Allegro
Pohádka significa “cuento” si hacemos una
traducción literal del checo, aunque tradicio-
nalmente se ha interpretado como “cuento de
hadas”. Se basa en una historia del poeta Vasily
Zhukovsky titulada Un cuento sobre el Zar Be-
rendey. No está claro que pretenda ser una obra
programática, pero respira el ambiente de fanta-
sía onírica dotada del lirismo y dramatismo que
implica la tormentosa historia del príncipe Iván
y la princesa María, dibujando algunas escenas
concretas de la historia con magos, hechizos y
viajes épicos atravesando las olas de los grandes
lagos.
La apertura del primer movimiento, que repre-
senta el lago en el que se encuentran Iván y Ma-
ría, conduce a un dúo amoroso, pero después la
urgencia aumenta progresivamente hasta culmi-
nar en un pasaje de violentas síncopas mientras
Kaschei, padre de María, persigue a los jóvenes
amantes a caballo.
El segundo movimiento nos trasporta al mundo
de la magia con el hechizo que pretende interfe-
rir en el amor de los príncipes.
En el último movimiento Iván y María han lle-
gado al santuario del palacio de los padres de
Iván, donde hablan de su amor y sus aventuras.
Celebran su suerte y viven felices para siempre.
Bueno, tan felices como un músico pueda vivir
en la tonalidad de sol bemol mayor…
African Winds II (2005) José Manuel LÓPEZ LÓPEZ (1965)
Alejandro Sancho Pérez y José Antonio Caballero Rodríguez, marimba y vibráfono
La obra African Winds II nace del arreglo para
dos marimbas y vibráfono de la pieza del mis-
mo nombre compuesta en 1998 para clarinete
bajo y marimba para el dúo formado por Henri
Bok y Miguel Bernat. Es una de las piezas refe-
renciales de la corriente compositiva espectral
desarrollada por López López. En palabras del
propio compositor: Es como una escultura so-
nora tridimensional que se enderezaría bajo
sus diferentes ángulos de escucha.
Table talk (2016) Alyssa WEINBERG (1988)
Alejandro Sancho Pérez y José Antonio Caballero Rodríguez, marimba y vibráfono
Estreno en España
La obra Table talk, escrita por la joven composi-
tora Alyssa Weinberg en 2016, fue encargada por
el dúo de percusión Arx Duo. En ella se pretende
emular la riqueza de posibilidades y combina-
ciones que ofrece la música para piano a cuatro
manos pero adaptada al mundo del vibráfono.
En esta ocasión lo hace además combinado con
la intervención de multitud de objetos sonoros,
lo que nos recuerda a las obras para piano pre-
parado de ese gran icono de la vanguardia del
s. XX, John Cage.
La historia del soldado (1918) Igor STRAVINSKI (1882-1971)
Andrés Balaguer Gasch, violín; José Vicente Castillo Martínez, clarinete; Pablo López Callejo, piano
I. Marche du Soldat
II. Le violon du Soldat
III. Petit concert
IV. Trois danses: Tango - Valse - Ragtime
V. Danse du Diable
La idea para L’histoire du soldat proviene de un
cuento de Alexander Afanasiev, que narra cómo
un soldado hace un trato con el diablo. A cam-
bio de un libro mágico que concede deseos, el
soldado entrega su violín. Finalmente el solda-
do se siente insatisfecho con el trato por lo que
deliberadamente pierde todo su dinero con el
diablo en un juego de cartas para lograr recu-
perar su violín. Es entonces cuando se casa con
una princesa pensando que tendrá un final feliz.
Sin embargo, Lucifer le advierte al soldado que
nunca podrá dejar el castillo o, de lo contrario,
el demonio volverá a retomar el control sobre él.
El soldado, a pesar de la advertencia, decide ir a
buscar a su madre, tentado por la idea de poder
vivir junto a su esposa y a su madre, pero al cru-
zar el punto de no retorno impuesto por Satanás,
el soldado termina sin la una y sin la otra.
Esta versión para trío para clarinete, violín y
piano, realizada por el propio Stravinski, posee
musicalmente hablando una sonoridad cruda, ás-
pera, descriptiva de la situación y de las decisio-
nes que tiene el soldado, y que dan a la obra un
gran realismo y en ocasiones una atmósfera casi
de pequeña orquesta circense. En lo que a ritmo
se refiere, tiene multitud de cambios de compás
mientras que, con frecuencia, mantiene un os-
tinato rítmico que conserva su propio acento y
que no suele coincidir con el que sería natural.
Cuando este cruce de acentos se mantiene, deja
de percibirse como un punto singular y notamos
claramente los dos pulsos independientes y el
patrón de yuxtaposiciones y contraposiciones
que se crea.
Viernes 25 de mayo
Paisajes sonorosEl acordeón es un instrumento que, partiendo
de orígenes humildes vinculados a la música
popular, ha completado un periplo excepcional
desde mediados del siglo XX que lo ha situado
por derecho propio en la alta cultura musical del
siglo XXI. Y es que reúne todas las condiciones
necesarias: virtuosismo instrumental, riqueza
tímbrica, posibilidades expresivas, un rango di-
námico muy extenso y un registro que iguala casi
al de un piano, por no mencionar su capacidad
polifónica de gran versatilidad. Esto hace del re-
pertorio de acordeón uno de los más interesan-
tes y variados del panorama actual, tal y como
comprobaremos en este concierto.
El programa que nos presenta Jesús Mozo no
pretende ser más que un “paisaje sonoro”, un
recorrido por la historia del acordeón moderno
y su repertorio. Algunas de las obras, como las
dos sonatas presentadas, son de obligado cono-
cimiento dentro del repertorio acordeonístico. El
programa tiene además como hilo conductor la
fecha de nacimiento de tres de los composito-
res interpretados, el año 1956. Esta coincidencia
temporal teje una trama concéntrica que muestra
la diversidad y heterogeneidad de las propuestas
concebidas para el sonido del acordeón.
Jesús Mozo Colmenero, acordeón: intercambio con el conservatorio de Valladolid.
Phantasmagorien (1978) Krzysztof OLCZAK (1956)Krzysztof Olczak nace en 1956 en Varsovia (Po-
lonia) y estudia composición con E. Glowski en
la Academia de Gdansk. Ha recibido numerosos
premios de composición entre los que caben
destacar el Concurso Internacional Città de Cas-
telfidardo (Italia) o el Concurso Nacional de Com-
posición de Polonia. Su catálogo cuenta con más
de cien obras, todas ellas estrenadas y grabadas
por diferentes sellos como Naxos.
Arboris 1, L’arbre de vie (1980) Patrick BUSSEUIL (1956)El compositor francés Patrick Busseuil nace en
1956. Su obra tiene una gran relación con la
obra literaria de H.P. Lovecraft: Lui o Memorias
de la Costa Perdida son un claro ejemplo. Arbo-
ris 1, compuesta en 1980, es la primera pieza
de un ciclo basado en ramificaciones. Los con-
trastes de calma y agitación no perturban la uni-
dad de la obra, que es como un árbol de la vida,
llena de diferentes momentos pero con una mis-
ma unidad dentro del alma interior del individuo.
Sonata n.º 1, op. 143a (1979) Vagn HOLMBOE (1909-1996)I. Allegro
II. Adagio, ma non troppo
III. Presto
IV. Allegro (Fuga)
El compositor Vagn Holmboe, nacido en 1909
en Horsens (Dinamarca), fue profesor en el Con-
servatorio de Copenhague. Su trabajo está ca-
racterizado por su estilo neoclásico. Dentro de
la música danesa, Holmboe es considerado el
sinfonista danés más importante junto con Carl
Nielsen. Recibe una fuerte influencia de compo-
sitores como Bartók, Stravinski o Shostakovich.
La Sonata n.º 1 para acordeón es la primera obra
que el compositor escribió para este instrumento
y data del año 1979.
Sanctuary (1998) Akemi NAITO (1956)Nacida en Tokio en 1956, la compositora Ake-
mi Naito estudió piano y composición en Uni-
versidad de Toho Gauken en Tokio. Después
de haber sido galardonada con varios premios
internacionales recibe una beca para ir a estu-
diar a Nueva York, ciudad donde reside en la
actualidad. Es miembro de diferentes jurados de
composición como el Concurso Internacional de
Música Sacra de Friburgo (Suiza).
Sanctuary, obra para acordeón escrita en 1998,
está inspirada en el órgano de boca japonés, el
sho. Para la compositora, el acordeón evoca cier-
ta espiritualidad religiosa. Por ello, la idea era
capturar los sonidos en un espacio de tiempo
sereno. En sus propias palabras: “el anhelo por
el sonido siempre está respaldado por la pureza.
Ese es el primer paso hacia los recintos sagra-
dos”.
Sonata n.º 3 para acordeón (1972) Vladislav ZOLOTARYOV (1942-1975)III. Largo
IV. Allegro vivace con anima
Nacido 1942, Vladislav Zolotaryov está conside-
rado el fundador de la música moderna escrita
para bayan, el acordeón cromático de botones
propio de la Unión Soviética. Gracias a él compo-
sitores como Sofia Gubaidulina o Edison Denisov
escribieron para el acordeón. La Sonata n.º 3
es sin duda la obra más importante escrita por
Zolotaryov puesto que es una obra bisagra entre
la música tradicional y la búsqueda de un nuevo
lenguaje. Inspirada en parte por el estilo com-
positivo de la Segunda Escuela de Viena, es, en
palabras del autor, “una lucha entre el bien y el
mal que todo ser humano lleva dentro”.
Sonata para flauta, viola y arpa(1915) Claude DEBUSSY
Alicia Garrudo Álamo, flauta; Daniel Lorenzo Cuesta, viola; Reyes Gómez Benito, arpa
I. Pastorale. Lento, dolce rubato
II. Interlude. Tempo di Minuetto
III. Finale. Allegro moderato ma risoluto
Aunque Debussy usó el arpa frecuentemente en
sus piezas orquestales, apenas compuso piezas
solistas o de cámara para este instrumento.
Compuso esta sonata para arpa cromática, pero
no quedó convencido por su falta de sonoridad e
invitó a Pierre Jamet y su arpa de pedales a inter-
pretar de nuevo el trío. Renegó así del arpa cro-
mática y contribuyó a que quedara en el olvido.
Debussy fue el primer compositor en combinar
las sonoridades de flauta, arpa y viola. Con ello
sentó un precedente que muchos compositores
posteriores han seguido.