El 27111r,..11 raametregslase,-,sasyr,..,

Intervención del Candidato Presidencial

Martín Torrijos Esp no

Visión de Género "Retos y compromisos del

próximo gobierno"

MARTIN TORRIJOS PROZIDENTII

17 de julio de 2003

Intervención MARTÍN TORRIJOS ESPINO

RETOS Y COMPROMISOS DEL PROXIMO GOBIERNO

FUNDAMUJER 17 de julio, 2003

VISIÓN DE GÉNERO

Gracias a la Junta Directiva de FUNDAMUJER por esta invitación para exponer propuestas e ideas programáticas sobre los asuntos nacionales

1.

Vamos al grano; y preguntémonos: ¿Cuál es la situación del país? O mejor, ¿cuál es el principal problema que tenemos?

Sin duda, el desempleo y la pobreza constituyen el problema más crítico. La falta de oportunidades de trabajo y la inaceptable desigualdad en los ingresos, se han convertido en fuentes de inseguridad e inestabilidad social.

El diagnóstico no puede ser más patético: El desempleo ronda el 16%. Un millón 200 mil panameños viven bajo la línea de pobreza. La inseguridad ha superado los límites de lo tolerable. La corrupción parece haber invadido todos los rincones de la sociedad. La seguridad jurídica es casi inexistente.

1

Y la improvisación se ha convertido en la norma que rige la actuación gubernamental.

Ante ese panorama, la pregunta es obvia ¿cuáles tienen que ser los objetivos de nuestro próximo gobierno?

Lograr un crecimiento sostenido de la economía, mediante el aumento de la productividad y la competitividad; el mejoramiento de los servicios sociales básicos; el saneamiento de las finanzas públicas y la aplicación de la más estrictas normas de transparencia, para devolverle la confianza a los actores económicos y sociales.

¿Y cómo vamos hacerlo? Integrando la economía tradicional a la economía moderna internacional; revitalizando los sectores agropecuarios e industriales, destinados a incrementar las exportaciones de valor agregado; aumentando la productividad de los factores de producción, tanto de capital como de trabajo; brindando facilidades a la micro, pequeña y mediana empresa y desarrollando una formación profesional, pertinente y eficaz, promotora de la equidad.

Y como debemos mejorar la productividad y la competitividad? Siendo eficientes con los recursos con que contamos; elevando la calidad de la mano de obra y la capacidad gerencial; modernizando la educación; fomentando el desarrollo tecnológico y la capacidad de innovación; incrementando la inversión en infraestructura y garantizando servicios públicos a costos razonables.

¿ Y, luego, cómo reactivar nuestra economía?

2

Impulsando aquellos sectores y polos de desarrollo donde tenemos oportunidades de crecer y exportar: el sector turismo, el sector marítimo, de puertos y transporte multimodal; el sector agroindustrial, de pesca y productos del mar; el sector de las telecomunicaciones y tecnologías; el sector de manufacturas competitivas; el sector financiero y bancario; y el sector de las reexportaciones.

En este mismo sentido, también tenemos que evaluar la expansión del Canal y su potencial para crear plazas de empleo y generación de divisas. Este esfuerzo debe complementarse con iniciativas regionales, para la apertura de nuevos mercados y la definición de una política de integración regional.

Y referente a los servicios sociales, tenemos que decir que todo esfuerzo en el campo económico sería infructuoso si no tenemos personas saludables y con una formación adecuada.

Para ello, vamos a desarrollar políticas y estrategias que aseguren accesos a servicios de salud con calidad a toda nuestra población. Esto implica, asumir con responsabilidad y sin demagogia el rescate de la Seguridad Social. Este tema será, sin duda objeto de profundos debates durante la campaña electoral.

La educación será nuestra herramienta fundamental en la transformación económica y social del país, haciendo accesible una buena educación preescolar y media para toda la juventud y garantizando oportunidades de educación superior a los sectores que viven en la pobreza.

3

Además, considero indispensable la capacitación para el trabajo, para potenciar las oportunidades laborales de aquellos sectores de la población en edad productiva.

Por otro lado, el monto de la deuda pública nos obliga a darle prioridad al reordenamiento de las finanzas públicas. El Estado no puede enfocar el problema fiscal solamente aumentando los impuestos, porque frena la inversión y el consumo.

Por eso hemos adquirido el compromiso de derogar la reforma tributaria vigente y sustituirla por una reforma ,

fiscal integral, donde se considere, no sólo los ingresos, sino cómo asignamos y medimos la eficiencia del gasto público.

También vamos a proceder a la reforma del Estado, • que pasa por una Reforma Constitucional y que incluye a todos los órganos del poder público. En el caso del Órgano Judicial, les reitero que ni los Magistrados ni el Procurador General de la Nación que me toque nombrar saldrán de mi gabinete ni de la Asamblea Legislativa.

Bueno...ahora sí... ¡Hablemos de mujeres!

2.

¿Cuál es la situación de la mujer panameña? En nuestro país, como en el resto del mundo, persisten tradiciones que le escatiman a la mujer sus derechos a ser una persona autónoma e independiente. Es decir, aún somos machistas, aunque no nos percatemos de ello.

4

Yo considero que la mujer panameña, sus problemas y necesidades, tienen que ser prioritarias en toda agenda de gobierno, comenzando por el hecho cuantitativo de que constituyen la mitad de la población.

Panamá no sólo tiene una mala distribución de la riqueza, también tiene una mala distribución de las oportunidades, especialmente en el caso de las mujeres. A pesar de la incorporación masiva de las mujeres al sistema educativo, todavía el analfabetismo femenino de 8.2% es superior al analfabetismo masculino que es 7.1%.

El desempleo femenino es el doble que el masculino, especialmente entre las mujeres jóvenes de 15 a 24 años. Las mujeres como promedio reciben un salario que equivale al 85% del salario masculino. A mayor nivel educativo de las mujeres, más grande es la brecha salarial con respecto a los varones. A pesar de ser un segmento de la población con alta calificación, la participación de las mujeres no llega todavía al 40% de la población económicamente activa.

Esto es irresponsable, no sólo con ellas, sino con el país, que está excluyendo a un grupo capaz de aportar en mayor medida al desarrollo y en el que se han invertido valiosos recursos. Prescindir del aporte de las mujeres en la generación de ingresos, es un lujo que Panamá no se puede permitir. Esa participación debe ser con el pleno reconocimiento de sus capacidades y de sus derechos.

Existe una discriminación laboral que perjudica a las mujeres, no sólo en las carreras por las que pueden

5

optar, sino que además hay un techo invisible que les impide ejercer jefaturas y lograr salarios más elevados.

A pesar de que es ilegal, todavía a las mujeres se les pide la prueba del embarazo al momento de solicitar empleo y persiste la cultura de que son las únicas responsables de la crianza de los hijos. ¡Cómo si la reproducción de la especie fuese su sola responsabilidad y no una responsabilidad de la familia y de la sociedad en su conjunto!

En Panamá no existe una verdadera educación sexual desde temprana edad. Algunos jóvenes inician su vida sexual en la escuela primaria y en la escuela secundaria. Alrededor del 24% de los partos son de madres adolescentes, truncando el proceso formativo de estas jóvenes y, en algunos casos, poniendo en peligro su integridad física, y lo que es peor, reproduciendo las condiciones que le impiden a estas jóvenes mujeres superar la línea de pobreza.

Vamos a garantizarle a la juventud que tanto en las escuelas como en , los medios de comunicación social del país tengan la información necesaria que les permita ejercer una sexualidad responsable. Tanto el embarazo precoz como las enfermedades de transmisión sexual se pueden prevenir con educación, información, y servicios adecuados desde la escuela, antes de que se conviertan en un problema de salud pública y en un grave problema social.

A pesar que contamos con una legislación sobre violencia intrafamiliar, ésta persiste en todas las clases sociales y en sus diferentes formas: física, sicológica, con el control de los bienes patrimoniales: el dinero y las propiedades, entre otras. Lo mismo ocurre con el

6

acoso sexual y las violaciones. La violencia doméstica es un problema de salud pública, con enormes costos sociales, psicológicos y financieros.

Cuando hablamos de seguridad ciudadana, perdemos de vista que para algunas mujeres y niñas, el lugar más peligroso es su propia casa.

Las mujeres panameñas han logrado importantes avances en términos legales. Se han aprobado leyes y se han modificado otras, con relación a la violencia intrafamiliar, pero sabemos que las costumbres no se cambian con decretos y es responsabilidad del Estado vigilar el cumplimiento de estas disposiciones y diseñar políticas públicas encaminadas al logro de la equidad.

Nosotros proponemos un Plan Nacional de Prevención y Atención a la Violencia en todas sus formas: la violencia ciudadana, la violencia entre los jóvenes, la violencia en las escuelas y la violencia en los medios de comunicación. Para ello vamos a utilizar estrategias innovadoras como la dotación a las comunidades de centros deportivos y de recreación para el sano esparcimiento de la juventud y la familia, más y mejores oportunidades para el manejo del ocio y el tiempo libre.

Es necesario tener conciencia que todo lo que afecta la vida de las mujeres, va más allá de ser un problema doméstico, porque afecta el desenvolvimiento de la vida social y productiva del país. Aquí, lo personal, también es político y social.

La situación de las mujeres es tan importante, que promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer, ocupa el tercer lugar entre los ocho

7

principales objetivos de desarrollo del milenio, después de lograr la erradicación de la pobreza extrema y lograr la enseñanza primaria universal.

Además es importante que los varones, los padres de familia, nos incorporemos más activamente a las actividades domésticas cotidianas, sobre todo en la atención y el cuidado de nuestros hijos. ¡No dejemos que las costumbres mal entendidas y el machismo nos quiten el privilegio de disfrutar y compartir los años más hermosos de esos seres que llevan nuestra sangre y que necesitan y esperan una presencia paterna orientadora y ejemplar!

La equidad es un requisito del desarrollo, no un resultado. Yo voy a construir, desde el gobierno, políticas públicas encaminadas al logro de esa equidad. Eso significa, modificar los contenidos curriculares para que la educación se convierta en una herramienta para la promoción de la igualdad de género; eliminar el prejuicio en la contratación de mujeres; variar la definición cultural de los "empleos masculinos y femeninos"; y contribuir a la incorporación creciente de los varones en la crianza de los hijos.

Es urgente crear más facilidades para que las mujeres puedan trabajar con la confianza que sus hijos e hijas están bien atendidos, mientras ellas trabajan. ¿Cuántos años, o tal vez décadas, tenemos de estar escuchando la urgencia de atender este problema? Seguramente muchas personas han intentado con buena voluntad buscar soluciones. Hasta ahora sólo han sido paliativos, porque con buena voluntad nada más no se gobierna, ni se atienden las necesidades más serias de la población. Esta para mi, es una

8

necesidad seria, y muy seria, es una prioridad de Gobierno, es un imperativo de la acción del Estado. Aquello que afecta la vida cotidiana de las familias panameñas, debe ser atendido, con celeridad, profesionalismo y eficiencia.

3.

Amigas y Amigos:

Los problemas son complejos pero tienen solución. Este país cuenta con los recursos humanos, la capacidad y la voluntad de superar todas las dificultades, Dios Primero, a partir del 2004, estaremos en el gobierno, con un equipo capaz de realizar las transformaciones que ya no pueden postergarse más.

No tengo todas las soluciones, pero tengo la disposición de cambiar las cosas. Haré un gobierno de amplia participación ciudadana, de consulta y consensos, pero que no se quedará allí. Les aseguro que actuaremos para resolver los problemas.

Por nuestra parte, vamos a difundir nuestros planes de trabajo intensamente en esta Campaña. Este país está esperando soluciones; ustedes pueden esperar de mí, altura y decencia; ser respetuoso de las ideas y de las personas.

Finalmente, de acuerdo a estudios divulgados por el Instituto de Estudios Nacionales, las mujeres tienen una década de estar librando una batalla silenciosa. Constituyen hoy, el grupo mas educado, ya que tres de cada cuatro personas egresadas de universidades, son mujeres.

9

Ya la suerte está echada. No cabe la menor duda que las mujeres derrotarán en esta década la inequidad. Y yo lo haré posible en el próximo quinquenio presidencial.

er )

MUCHAS GRACIAS.

10