Vigotsky en la neuropsicologia.

Cada persona crea su propia realidad sobre la basede lo que hace, guiada por la perspectiva que asumeen la percepción de la realidad con la cual interactúa.

G. Nardone.

Los seres humanos miramos hacia el cielo, admirando las estrellas; también usamos microscopios para observar átomos y células. Tenemos la capacidad de mirarnos en el espejo de la conciencia, preguntándonos acerca de nosotros mismos y del universo. Nuestra gran inquietud acerca del cosmos y del lugar que ocupamos en él.

Las estrellas se agrupan en filamentos que dan lugar a las galaxias. Así como las neuronas establecen complejas conexiones que estructuran la arquitectura cerebral. Existe, pues, una correspondencia formal entre todas las cosas del universo; en donde a partir de elementos relativamente simples, se construyen relaciones de intrincada complejidad .

Al respecto Golberg escribe: “Conseguir una gran complejidad por medio de múltiples permutaciones de elementos simples parece ser un principio universal que está implementado en toda la naturaleza (y en la cultura) de diversas formas.

Así la letra A es un elemento simple que al ser usada con las demás letras es capaz de producir combinaciones infinitas que estructuran el lenguaje. Cada neurona se encuentra interconectada con otro vasto número de neuronas, lo que da como resultado pautas extremadamente complejas de interacción estructural y bioquímica. El mecanismo de comunicación neuronal, permite a través de un elemento simple, como el potencial de acción, generar una infinidad de estados cerebrales posibles.

Si quieres ver las estrellas tendrás que mirar por la ventana; si quieres observar la célula tendrás que utilizar un microscopio, e interpretar lo que veas. El modo en que preguntamos algo determina la naturaleza de las respuestas. En la vida real las respuestas están en función de nuestro contexto, es decir, a las prioridades. No existen soluciones. intrínsecamente correctas. Hacer selecciones en ausencia de respuestas correctas es parte de la condición humana. Ahora bien la forma en que la ciencia se pregunta algo se encuentra en función del paradigma desde el que observa los fenómenos. Goldstein establece un paradigma para que miremos al cerebro desde una traducción de la psicología cultural-histórica de Vygotski al plano de la neurofisiología. Dicha traducción en términos neuropsicologicos explica la separación de los hemisferios en función de la capacidad de aprendizaje. El hemisferio derecho se encarga de las situaciones novedosas, pero gradualmente desplazara su control cognitivo hacia el hemisferio izquierdo, quien esta encargado de almacenar plantillas cognitivas. Este desplazamiento cognitivo es proporcional del grado de rutinización de una tarea. Es necesario señalar que muchas de las plantillas se almacenan externamente mediante diversos medios culturales que son internalizados, como el lenguaje. A partir de esta simple diferenciación en el tratamiento de la información cognitiva de cada hemisferio cerebral, se generan complejas pautas de interacción, necesarias para que sea posible la capacidad de aprendizaje.

La libertad de acción parece depender de que exista ambigüedad. La ausencia de verdades absolutas y el desempeño de una memoria activa nos permiten la capacidad de aprendizaje y mas importante aún, de elección. En este sentido la neuropsicología puede permitirnos vincular los lóbulos frontales con nuestras capacidades para usar nuestra atención en función de nuestras prioridades. Es lógico pensar tal vinculación entre la toma de decisiones y esta parte del cerebro en donde los inputs internos convergen con los externos. ¿podría ser esta parte del cerebro el asiento de la conciencia?

“Un individuo debe tener flexibilidad para adoptar diferentes perspectivas sobre la misma situación en diferentes momentos. El organismo debe ser capaz de desambiguar la misma situación de múltiples forma y tener la capacidad de cambiar entre ellas a voluntad. Tratar con la ambigüedad inherente está entre las funciones principales de los lóbulos frontales”

La consciencia no depende exclusivamente de la actividad neuronal, sino que esta a su vez se encuentra en un contexto mas amplio. Podríamos proponer que la labor del cerebro, en general, y del lóbulo frontal en particular es facilitar una pauta dinámica de interacción entre el cerebro, el cuerpo y el mundo (Noë, 2010).

Bibliografia.

Goldstein, E. El cerebro ejecutivo.

NOë, A. (2010). Fuera de la cabeza: por qué no somos el cerebro Y otras lecciones de la biología de la consciencia. Barcelona: Kairós.