victoria sobre las culpas

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INTRODUCCIÓN: Todos nos sentimos culpables de vez en cuando, pero para algunos la culpa es una compañera constante. Aunque no haya razón alguna para eso, esa sensación les roba el gozo, la seguridad y la confianza. Pero debemos entender que así no fue como Dios propuso originalmente que funcionara la culpabilidad en nuestras vidas. El incidente acerca de la mujer sorprendida adulterando es un ejemplo de ese propósito (Jn 8.1-11). Vemos que fue presentada ante el Señor por escribas y fariseos para comprobar su reacción a la Ley de Moisés que demandaba que fuera apedreada a muerte. Como respuesta, Él interrumpió lo que estaba haciendo y les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (v. 7). Ninguno lo hizo, por lo que Él preguntó a la mujer si alguien la había condenado. Su respuesta fue negativa y Él repuso: “Ni yo te condeno, vete y no peques más” (v. 11). Es así como Él reacciona ante el pecado: no para condenar, sino para eliminar nuestra culpabilidad y limpiar nuestras vidas. DESARROLLO DEL SERMÓN: ¿Qué es la culpabilidad? Podemos definirla de dos maneras: Primero, es el hecho de haber cometido algún pecado o agravio, ya sea legal o ético. Segundo, es el dolor profundo de sentirse culpable por haber cometido un acto indebido, inmoral o pecaminoso. Es preciso recordar que no toda sensación de culpa es legítima. Algunas son reacciones por pecados cometidos, pero otras son sentimientos algo imprecisos de indignidad, sin ninguna razón ni motivo definido. Al respecto, notemos que existen: Culpa buena, como resultado de haber desobedecido a Dios. Esta emoción dolorosa e incómoda es un don de Dios mediante el cual Él nos confronta con algo que le ha ofendido y que no debemos ignorar. No es que nos sintamos bien sino que nos hace bien, pues si no lo resolvemos estamos expuestos a severas consecuencias. Es como una luz roja que se enciende para advertirnos de los peligros que resultan de toda desobediencia. Culpa mala, que se origina en ideas distorsionadas, no en acciones equivocadas. Podemos creer que algo es pecado, cuando no lo es. Por ejemplo, hay iglesias que hacen sus listas de lo que consideran conducta inaceptable, muchas de las cuales carecen de bases bíblicas. Debemos recordar que este tipo de culpa es ocasionado por el hombre y no por nuestro Dios, pues si nos sujetamos a ella somos presa de ansiedad, depresión, inseguridad y pesar. Recordemos, entonces, que las acusaciones de Dios son específicas; en tanto que las de Satanás son sentimientos generalizados de condenación. Si creemos sus mentiras permaneceremos estancados sin poder desarrollarnos en nuestra vida espiritual. Culpa genuina. Es una sensación dolorosa percibida como resultado de haber hecho algo malo. Algunos ejemplos incluyen la desobediencia de Adán y Eva (Gn 3.7), la acción de David al pecar con Betsabé (Sal 32.3-4) y cuando Pedro negó al Señor (Mt 26.69-75). Culpa falsa, aunque no hayamos cometido una mala acción. Ésta se debe a accidentes trágicos, PASAJE CLAVE: Juan 8.1-11 | LECTURAS DE APOYO: Génesis 3.7 | 2 Samuel 11.2-4 | Mateo 26.69-75 PRINCIPIOS DE VIDA NOTAS DEL SERMÓN | SLP120122 Victoria sobre las culpas

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  • INTRODUCCIN:

    Todos nos sentimos culpables de vez en cuando, pero para algunos la culpa es una compaera constante.

    Aunque no haya razn alguna para eso, esa sensacin les roba el gozo, la seguridad y la confianza. Pero debemos entender que as no fue como Dios propuso originalmente que funcionara la culpabilidad en nuestras vidas.

    El incidente acerca de la mujer sorprendida adulterando es un ejemplo de ese propsito (Jn 8.1-11). Vemos que fue presentada ante el Seor por escribas y fariseos para comprobar su reaccin a la Ley de Moiss que demandaba que fuera apedreada a muerte. Como respuesta, l interrumpi lo que estaba haciendo y les dijo: El que de vosotros est sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (v. 7). Ninguno lo hizo, por lo que l pregunt a la mujer si alguien la haba condenado. Su respuesta fue negativa y l repuso: Ni yo te condeno, vete y no peques ms (v. 11). Es as como l reacciona ante el pecado: no para condenar, sino para eliminar nuestra culpabilidad y limpiar nuestras vidas.

    DESARROLLO DEL SERMN:

    Qu es la culpabilidad?

    Podemos definirla de dos maneras: Primero, es el hecho de haber cometido algn pecado o agravio, ya sea legal o tico. Segundo, es el dolor profundo de sentirse culpable por haber cometido un acto indebido, inmoral o pecaminoso. Es preciso recordar que no toda sensacin de culpa es legtima. Algunas son reacciones por pecados cometidos, pero otras

    son sentimientos algo imprecisos de indignidad, sin ninguna razn ni motivo definido. Al respecto, notemos que existen:

    Culpa buena, como resultado de haber desobedecido a Dios. Esta emocin dolorosa e incmoda es un don de Dios mediante el cual l nos confronta con algo que le ha ofendido y que no debemos ignorar. No es que nos sintamos bien sino que nos hace bien, pues si no lo resolvemos estamos expuestos a severas consecuencias. Es como una luz roja que se enciende para advertirnos de los peligros que resultan de toda desobediencia.

    Culpa mala, que se origina en ideas distorsionadas, no en acciones equivocadas. Podemos creer que algo es pecado, cuando no lo es. Por ejemplo, hay iglesias que hacen sus listas de lo que consideran conducta inaceptable, muchas de las cuales carecen de bases bblicas. Debemos recordar que este tipo de culpa es ocasionado por el hombre y no por nuestro Dios, pues si nos sujetamos a ella somos presa de ansiedad, depresin, inseguridad y pesar. Recordemos, entonces, que las acusaciones de Dios son especficas; en tanto que las de Satans son sentimientos generalizados de condenacin. Si creemos sus mentiras permaneceremos estancados sin poder desarrollarnos en nuestra vida espiritual.

    Culpa genuina. Es una sensacin dolorosa percibida como resultado de haber hecho algo malo. Algunos ejemplos incluyen la desobediencia de Adn y Eva (Gn 3.7), la accin de David al pecar con Betsab (Sal 32.3-4) y cuando Pedro neg al Seor (Mt 26.69-75).

    Culpa falsa, aunque no hayamos cometido una mala accin. sta se debe a accidentes trgicos,

    PASAJE CLAVE: Juan 8.1-11 | LECTURAS DE APOYO: Gnesis 3.7 | 2 Samuel 11.2-4 | Mateo 26.69-75

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    abusos durante la infancia, fracasos en nuestro pasado o expectativas poco realistas de otras personas. Aunque seamos vctimas de sus efectos, podremos llevar pesadas cargas de autocondena por el resto de nuestra vida. A veces esto dar lugar a que muchas personas crean que Dios est castigndoles y que pese a que ellas insistan en confesar sus pecados, no pueden experimentar el autntico perdn de Dios.

    Consecuencias de la culpabilidad

    Temor a ser rechazados por Dios. Algunas personas temen que Dios jams podra amarles debido a todo lo que ellas han cometido en contra de l.

    Sentir que el juicio de Dios es inminente y que en cualquier momento l podra castigarnos dndonos lo que merecemos.

    Sensacin constante de angustia. Con la culpa surgen tambin las preocupaciones, la depresin y la angustia para que la gente se sienta abatida y, por ende, derrotada en todos sentidos.

    Motivacin incorrecta. Muchos trabajamos casi sin parar a fin de superar la sensacin insidiosa de culpabilidad que nos acosa.

    Mente dividida. Nos es difcil enfocarnos debidamente en cualquier actividad y cedemos ante cualquier distraccin, impidiendo el cumplimiento satisfactorio de nuestros deberes.

    Agotamiento. El sentimiento ocasionado por una mente dividida, lo cual nos priva de la energa necesaria para iniciar las actividades cotidianas.

    Autocastigo. Sentir que merecemos ser sometidos a la disciplina divina por lo que nos privamos de gozar de su oferta de gracia y misericordia.

    Inseguridad. Nuestra culpabilidad nos impide disfrutar de la proteccin, el amor y el apoyo de Dios cuando ms lo necesitamos.

    Impedimento en nuestra vida de oracin. Satans siempre esta listo para interrumpir nuestra comunin con Dios recordndonos nuestros pecados del pasado. Intenta hacernos creer que el Seor no escuchar ni contestar nuestras peticiones.

    Enfermedades fsicas. Tarde o temprano la culpabilidad sostenida afecta nuestro cuerpo.

    Cmo liberarnos de las culpas?

    Entendiendo el significado de la muerte expiatoria de Cristo en la cruz. l llev nuestra culpa, sufri nuestro castigo, hizo suyo nuestro dolor y sufrimientos, muri como nuestro sustituto y as pag el precio por nuestros pecados.

    Enfrentando nuestros sentimientos de culpa con sinceridad. Esto demanda confesarlos, es decir, estar de acuerdo con lo que Dios dice de ellos, arrepentirnos genuinamente de cada uno de ellos y entregar nuestra vida en sus manos.

    Confiando en que Dios nos ha perdonado. Ese perdn viene acompaado de limpieza y un nuevo comienzo, sin importar quines somos ni cules sean nuestras circunstancias.

    Convirtiendo el error o pecado en bendicin mediante nuestro testimonio, al esforzarnos por abandonarlos con el apoyo y direccin del Espritu Santo y para compartir con otros el mensaje redentor.

    CONCLUSIN:

    Como creyentes en Cristo no tenemos que vivir llevando el peso de la culpa de nuestro pecado. Ya sea falsa o genuina, debemos confrontarla a fin de lograr la felicidad, el gozo y la paz que nuestro Padre celestial tiene reservados para que todos aquellos que deseen cumplir debidamente sus propsitos para sus vidas. l siempre estar en la mejor disposicin de liberarles de todo aquello que estorbe su relacin con l.

    Victoria sobre las culpas

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