uscatescu barrón, jorge - investigación sobre la cotidianidad como comienzo de la filosofia

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Investigación sobre la cotidianidad como comienzo de la filosofía JORGE UscÁrrseu BARRÓN (C.S.I.C.) Desde sus albores, la filosofía no sólo tiene que plantearse la cuestión por el ser, su tema por excelencia, sino que ha de justificarse ante misma y ante las ciencias o saberes particulares, en la medida en que se deslinda, en primer lugar, del discurso mítico (vt6o;) postulando el discurso del xóyo~; en segundo lugar, de las ciencias positivas propugnando un saber radical y total, y, por último, de lo que ha dado en llamarse sucesivamente óó~a, sentido común, concepto natural de mundo, actitud natural, mundo de la vida o cotidianidad. En este estudio pretendo mostrar que el suelo de la filosofía, donde ésta plantea su cuestión fundamental, lo constituye pre- cisamente aquello que se opone radicalmente a ella misma: la cotidianidad. Si la filosotia es un saber radical, tendrá que obtener lo primariamente pro- puesto, previo a toda teoría o forma específica de saber, y ahí estará su co- mienzo. Pero la filosofía, al plantear explícitamente su problema, habrá de preparar este suelo o fundamento que se encuentra sepultado bajo los es- combros acumulados a lo largo de la historia de la filosofía. En resumen, la tilosofía tiene como tarea previa cuestionar la cotidianidad en cuanto aquello que se opone a ella misma, con el fin de perfilarse más nítidamente y de obtener así el fundamento originario para plantear la cuestión del sen Una vez desarrollado el planteamiento de esta cuestión será posible volver de nuevo sobre ese suelo previamente propuesto. Por consiguiente, la filo- sofía debe buscar el concepto natural primero de mundo en que los entes se nos dan primordialmente. ¿Se ha reconocido esa tarea como tal en la fi- losofía o se trata de un nuevo tema? Revista dc hi/nsolki, 3. época. ~«i. viii (1995). núm. i 3. págs. 25-47, Servicio dc Poblicaciones. Unívcrs<dad Compiotense. Madrid. i 995

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Investigación sobre la cotidianidadcomo comienzode la filosofía

JORGE UscÁrrseuBARRÓN(C.S.I.C.)

Desdesusalbores,la filosofía no sólo tiene queplantearsela cuestiónpor el ser,sutemapor excelencia,sino queha dejustificarseantesí mismay ante las cienciaso saberesparticulares,en la medidaen quese deslinda,en primer lugar, del discurso mítico (vt6o;) postulandoel discurso delxóyo~; en segundolugar, de las cienciaspositivaspropugnandoun saberradical y total, y, por último, de lo que ha dadoen llamarsesucesivamenteóó~a, sentidocomún,conceptonaturalde mundo, actitud natural,mundode la vida o cotidianidad.En esteestudiopretendomostrarque el suelodela filosofía, dondeéstaplanteasucuestiónfundamental,lo constituyepre-cisamenteaquelloqueseoponeradicalmentea ella misma:la cotidianidad.Si la filosotiaes un saberradical,tendráqueobtenerlo primariamentepro-puesto,previo a todateoríao formaespecíficade saber,y ahí estarásuco-mienzo.Perola filosofía, al plantearexplícitamentesu problema,habrádeprepararestesuelo o fundamentoquese encuentrasepultadobajo los es-combrosacumuladosa lo largode la historia de la filosofía. En resumen,latilosofía tiene como tarea previa cuestionarla cotidianidad en cuantoaquelloqueseoponea ella misma,con el fin de perfilarsemásnítidamentey de obtenerasí el fundamentooriginario paraplantearla cuestióndel senUna vezdesarrolladoel planteamientode estacuestiónseráposiblevolverde nuevo sobreesesuelopreviamentepropuesto.Porconsiguiente,la filo-sofíadebebuscarel conceptonaturalprimero de mundoen que los entesse nosdanprimordialmente.¿Seha reconocidoesatareacomo tal en la fi-losofía o se tratade un nuevotema?

Revista dc hi/nsolki, 3. época. ~«i. viii (1995). núm. i 3. págs. 25-47, Servicio dc Poblicaciones.Unívcrs<dad Compiotense. Madrid. i 995

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Sin entraren unahistoriadel conceptode cotidianidaddesdelosgriegoshastaahora,síconvienever, al menossomeramente,cuándoy por quésurgeesaproblemática.Martin Heideggeradviertequeel problemaaquí por eluci-dar no es muy nuevo: «In ihrer Aufgabeliegt ein Desideratbeschlossen,dasseit langemdie Philosophiebeunruhigt,bei dessenErfúllung, sic immer ver-sagt, die Ausarbeitungder Idee emesnatúrlichenWeltbegriffes»(Sein undZeit (SuZ) 52). DesdeKanta la actualidadpuedeseguirsela pistade estata-rea filosófica, peroessólo en estesiglo dondeobtieneauténticacartadena-turalezai~ A mi juicio sondoslos motivoshistórico-filosóficosquehaencen-dido el crecienteinterésde losfilósofos por elaborarel conceptonaturaldemundo. A finales del xviii, con el surgimientode una impetuosaaproxima-ción a la realidadse va elaborando,por un lado,un conceptode naturalezasustraídoa las teoríasfísicasque concebíanla naturalezacomo un todo me-cánic()y objetivo (Schelling),y, por otro, un conceptode visión del mundo,apartir del estudiode la lenguacomo un organismovivo dela expresiónde unpueblo(Herder, Humboldt). Además,la paulatinaelaboraciónde la distin-ción entrecienciasdel espírituy cienciasde la naturalezacontribuyedecisi-vamenteal estudioa fondo de las concepcionesdel mundo y a la búsquedade unaaproximaciónpreteóricao precientífica,en el sentidode las cienciasnaturales,a la propiarealidad(Dilthey,Avenarius2).

¿Quées eso a lo quellamamoscotidianidad?Al preguntarbuscamoslo

Engeneral,véaseR. Welter, Ver hegriff ‘lcr I.ehenswel4Fink 1986. Se trata de un esiudio

de a historia de estaidea desdeKant hastalos últimos tratamientosdei asunto,con ci acentoespeciaimenteptíestoen Husserl,mientrasque a cotidianidadenHeideggero el conceptodenatán/cheWehanschauuogdeScheierno sonabordados,.Sin embargo,enconjunto,esunaobraque recogeun abundantematerial y que con justicia pone(le relieveque «dic Subjektivierungdes Wcitbegriffes y>< die.. damit... verbundene Entgengesetzungvon vorw,ssenchatllicherWelt(erfahrung)und der Objektivitíit wissenschaftlicherWeitertahrung sonund «zunehmendgewichtigeDenkmusterneuerPhilosophie»(p. 18). Consúlteseasimismocomo compiementoel libro deE FeilmannErie/ncPhulosoph/ejo DeulsódaudAlber.Miinchen/Freiburg. ¡983.querastreaia conceptoalizacióndel mundo de ia vida en atítorescomo Simmcl, Eocken.PreveryHabermas.

Cfr. Wiiheim Diithey, Wehanschauungsle/zre,en GesammelteSebrirtenViii. Vandenhoekund Ruprecht.Góttingcn 1962. Paral)iithev la rail de toda concepciónes ia vida (o;’. tít. p.78). La concepcióndei mundo es un nexo de experienciasnaturaicscomunesque traía de re-solverei enigmadeia vida,que seresumeenci sentidode nacery morir. Sin embargo,estano-ción de Weltanschauung,aunquesea«lebensoahe»no se ia debeequiparara la de cotidianidadtal y como nosotrosvamosa sosteneraquí.porque las concepcionesdei mundo sonproductosdems objetivacionesde todo lo que dei mundo percibe,representa,sienteo quiereel hombre(p. 235).No hacefalta demoramosen el llamadohistoricismoo en ios románticosaicmanesoen losepigonosfilosóficosdel romanticismofilosófico paraencontrara un pensadorque pien-sede modo parecido.Así enAvenarius,un conspicuorepresentantefiiosófico del positivismo.bailarnosa alguienquesostieneque a la filosofía le cabela marca deexplicitar el contenidoge-neral de o previamentehaltado (des Vorgefundenen,Ir. Ver n,ensd,1/cheWeIthegni/f 2.” cd.,Leipzig t905. p. 3). esdecir,elaborarel conceptonatural dcmundoprevio a todate>ríacientí-lico, peroquesepresuponeentodasellas(p. liS).

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preguntado,en estecasola cotidianidad.Conello no ceja la búsquedainquisi-tiva, puestoque seponeen cuestióntambiénaquello queconstituyelo que lacotidianidades. su estructuraontológica,la cual no debeconfundirsecon elsentidode la preguntao aquelloqueposibilita la inteleccióndel serde la coti-dianidad.elementofundamentalde todo preguntar.Finalmente la preguntainterpelaalgo, los entesquese dan enla cotidianidad,cuyo análisises el pun-to de partidapara elucidar lo realmentecuestionado.Sin embargo,a fin depoder fijar qué es un ente dado cotidianamentey de delimitar asimismo elámbito o dominio de lo cotidiano,se precisaposeeruna nociónpreviadeco-tidianidad.¿Cómopuedo interpelara un entecotidianamentedado sí no sede algunamaneraquées aquelloqueconstituyetal ente?Sin estanoción pre-vía ni tan siquierapodríaencontrarseun enteen supresentarsecotidianoy re-conocerloen cuantotal, lo cual esel puntodepartidade la cuestión.

¿Cuálesesanoción previa?Cotidianoes lo quepasatodoslos díaso ca-da uno de los días.Tan cotidianoes el pavimentoquepiso como el caminar.cuyo fin es llegar a la casade un amigo o al lugar cte trabajo. lo cual es tam-bién algo cotidianamentedado.Al dirigir mis pasosa la casadel amigo estoytambiéncon alguien,la mcta deun esfuerzo,semejantea mi, queme abrirá lapuertay me invitará a pasar;con los otros tambiénme encuentrocotidiana-menteen distintasesferaso seccionesde la vida cotidiana:en mi trabajo.enmm ocio, entendidocomo el tiempo queme quedalibre despuésdel trabajo,en mi vida familiar. Cotidiano es eso que hagoo perciboo piensotodos losdíasdesdemi nacimientohastami muerte, incluidosambosextremos,puestoque.en definitiva, son tambiénposibilidadesdadasen el ámbitode lo cotdiano. Ahora bien, la cotidianidadno es ni algo cotidiano,como el caminar,ni el conjunto de todos los entesque ocurren todoslos días,ni tampocoelconjunto de[odas las posibilidadesde la existenciaejercidascotidianamente.sino justamenteel ocurrir todos y cadatino de los días, la índole de lo queacontecetodos los días desdeel nacimientoa la muertey del comportarsecon eso que ocurre todoslos días.Con estaamplísimadefinición previa decotidianidadse abarcaa la totalidadde los entes,nadapareceescaparal ocu-rrir todos los días, hastaincluso el mismo filosofar parecealgo cotidiano,como unaposibilidadmásde la vida cotidianaincorporadaal mundodel tra-bajo profesional.Queel filosofar seaunaposibilidad de la existenciaque seejercede modocotidiano y queapareceen el modo cotidianode estaren elmundono significa que la filosofía sólo puedaejercerseo darsecotidiana-mente,porque la filosofía es también un enfrentarsea lo cotidiano comoenigma.como problema,es el hacersecuestiónradicalde lo cotidiano, y esoes lo menoscotidiano posible. Lo mismo ocurre con el escribir, que puedeejercersecotidianamentepor ejemploen el mundo comercial o de las rela-cioneseconomicas,o bien en la creaciónpoética,con lo cual el escribirejer-cido poéticamenteya no esalgo cotidiano.

Pero antesde elucidar la cuestiónprincipal de esteestudioconvienelía-

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mar la atenciónsobreel hechode que el planteamientode la preguntanosólo tiene un lado objetivo, sino tambiénuna dimensiónsubjetiva, que en-cauzala preguntade tal modoque algunosaspectosdel fenómenoseveránpostergados.La motivaciónde estapreguntano es ni lanzarun alegatoenfa-vor de la vida cotidiana,coherentey enla quese estáa gusto,frentea la cre-cienteteenificaciónde la vidamoderna,con clarosesgoromántico,quepasa-ría por alto, entreotras cosas,el hechode que la cotidianidadcomo modohabitual de existir no dejade incorporarelementosde la técnica,aunquesedanen la cotidianidadde un mododiverso a como se dan en el mundodo-minadopor la técnica.Tampocose tratade cimentarsobrela sólidabasedela cotidianidadla ciencia positiva, que entraen crisis por alejarseprecisa-mentede la vida cotidiana~, como si la crisis defundamentosde las cienciasprocediesede la falta de «perceptualidadoo palpabilidad con respectoa lavida cotidianade los sentidos,o de la lejaníade los problemascotidianos,cuandola cienciaengenerales un modoexcelentedeestaren el mundo,pordefinición, radicalmentedistinto al estar-ahícotidianamente.En Husserl laprimeramotivaciónde la preguntapor la Lebenswelt—término quecomove-remosno equivalea cotidianidadexactamente—es la crisis de las cienciasconsistenteen no haberdadorespuestaa los interrogantesfundamentalesdelserhumano,por haberseocupadoexclusivamentedelos hechos.Deestemo-do, estaprimera motivación convertiríaa la cotidianidad en un temade lafundamentaciónde las ciencias:«So ist dasProblemderLebensweltbzw. dieArt, wie sie ftir WissenschaftlerfungiertundfungierenmuB,nur ein partiellesThema innerhalb des beziechnetenGanzen der objektiven Wissenschaft(Námlich im Dienst ihrer vollen Begrúndung)Ño Pero éstasigue siendo lamotivación fundamentaly primera,por másque elevea la categoríade pro-blemauniversalla cotidianidad,porquela motivación mismano esprescin-dible,sinoquetroquelademodocaracterísticola marchade la investigación.

Tampocose tratadeunapreguntamotivadapor la elaboracióndeunafi-losofíao teoríasobrelas imágeneso concepcionesdel mundo(Weltbi/der),taly comopretendeErich Rotliackeren el marcode unaantropologíade la cul-tura, si bienescierto queseríala tareade unainvestigaciónpositivo-científi-ca de la cotidianidadver susdistintasmodulacioneshistóricas~. La motiva-ción hay que buscarla,antesbien, en pre-pararla donacióno pro-posiciónprimordial, esto es,la más indiferenciadafrentea la ciencia o la religión o elarteengeneralcon el fin deelucidarel serdel ente.Porestarazónel análisisde la cotidianidad no se pone al servicio de las ciencias positivas,guiadas

Husserl,D/e Kris/s der europñ/sclwnFV/ssenschafien¡md<1/e transzendentalePh¿/no¡nenolo-gie(HuaVI). Hrsg.von WalterBiemel. Nijhotf, Den Haag,1971,§2 y 29.

Op. e/a, §33, p. 125.Cfr. Zur QenealogiedesmenschlichenBewulllseinsBonn 1966. Ctr. tambiénR. Welter,

op. ch., 148-SO.

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éstaspor un interésteórico,sinoquese inscribeen la cuestiónacercade la fi-losofíay sesubordinaa la cuestiónacercadel serengeneral.

Estaelevaciónde la cotidianidadal temaprevio dela filosofía no impideni ha impedidoquelas cienciaspositivascomo la psicología,la sociologíayla historia sehayanocupadode ella. Así la psicologíatendrácomo objeto ladisposicióno estadoanimicodel sujetohumanoy su conductaen la vida co-tidiana,mientrasquea la sociologíale estaráencomendadala tareade estu-diar la vida cotidianacomo previamentedada.aceptandolos fenómenosqueen su senose originen, sin investigarsusfundamentos». La vida cotidianaestadeterminadasocialmente,con carácterintersubjetivo,y se desenvuelveen el marcode las institucionessocialesqueencauzanel habérselascotidianocon losentes.En la filosofía no se tratala dimensionsocíaldela vidacotidia-na ni el entramadode institucionessocialesdadas.Además,la cotidianidadno es el mundo intersubjetivo.lo meramentesocial,sino quetambiéninclu-ye.entreotrascosas,el mundopropio de cadauno ensu vida diaria.Porúlti-mo. la historia se ocuparáde la vida cotidianade los hombresen su disten-sion en el tiempo. esdecir, de aquelconjuntode realidadesqueenglobalasviviendas, la actividad productiva, las costumbressocialesy las creenciasgenerales.Sin embargo,la cotidianidadni es el mundo psicológico de cadauno, ni el inundo intcrsubjetivo en el entramadode institucionessocialesniel mundode la culturani el llamadoentornocultural en su másampliosenti-do. Las cienciasparticularessólo tratanaspectosde la cotidianidadextrapo-lándolosdc modoqueel fenómenoquedalimitado a un solo aspecto.siendosu conjuntodistorsionado.Poresole incumbea la filosofía, por serun sabertotal,dilucidar el todo del fenómenoliberándosedelos sesgoscaracterísticosdc losestudiospropiosdelas cienciasparticulares.

Pero paramostrar lo que en realidades la cotidianidadno bastacon se-ñalarcuálesseanlas cosascotidianasni con referir algunasde las teoríasfilo-sóficasacercadel pensamientovulgar o del hombredc la calle, sino que esnecesariodesvelarel fenómenoprevio a toda teoríafilosófica, a todo trata-miento de las ciencias positivasy de toda forma de existenciadiferenciada.Hastaahoraestefenómenono habíasido adecuadamentedescritoporqueselo habíasubstruidocon otros fenómenoscomo conocimientosprocedentes

Cfr. P. Beiger y 1. 1 .t,ckmann,La ron,strocc/ónsor/alde la real/dad, cd. española.Amo-rrortu. BuenosAires. l979, p. 36; Schíirz, A. /T. Luckmann,Struk¡uren ¿lcr Lebensweit, Suhr-kamp.Frankfurt. 1979. Aunque la teoríadel conocimientosocial partade la fenomenología,elconcepto de cotidianidadresultaserequivalenteal de sentidocomún,que, por otro lado y enun alardede falta de rigor filosófico, no se define (P. Berger¡ 1’. Luckmann. ú~. ci,., p.3

7): elmundo insersubietivodel sentido común y «Unter aIItághehen Leberisweil soil jenerWirk-lichkeitsbereichverstandenwerden,den der wacheund normaleErwachsenein der EinstellungdesgesundenMenschenverstandesals schiicht gegebenvorfindet (Schútz/Luckmann,op. e/ti

25). Es importanteseñalarqueel mundo cotidianosedefinecomoun mundointersubjetivo,locual agota a rotidianidad.y como un sectorde la realidad.Peri,la cotidianidadno es unasec-ción ma.sde la realidad,sino el mundoprimordialdel hombreen quesevivecadadía.

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de lascienciaspositivaso de la religión, dc modoquesehacaracterizadoa lacotidianidadcomo una actitud pseudocientifica,un sabervulgar no funda-mentado,sin haberreparadoen doshechosdecisivos:que la cotidianidadnies un saberni lo pretendeser,al menosaproximativamente—como la 6ó~a—y queen ella se intercalanotros saberesfundamentadosque,al fundirsey di-solverseen la cotidianidad,pierdensu vigor y consistenciapropios,fuerayade la cadenade fundamentacionespropiadel saber,dandolugar a un sabervulgar u opinión pública,quepor conjugardoselementostan disparescomola cotidianidady el sabercientífico hadedistinguirsenítidamentede nuestrofenómeno.

De ahíse siguequea la filosofía le incumbela tareadeobtenerla cotidia-nidad en suoriginariedad,por un lado,desplazandoa las cienciaspositivas,que sólo aportanun enfoque parcial o sectorialde la cotidianidad porqueson cienciasquesólo tratandelos entes;y, por otro, mostrandocadaunadelas principalesformas de la existenciadiferenciadas,que carecendel gradode inmediatezy deindiferenciaciónde la cotidianidad.Puesbien,en estere-pasosumariode las principalesformasdeestaren el mundohande ir perfi-lándoseconcomitantementelos contornosdel conceptodc cotidianidadparaabrir la vía queconduzcaa la determinaciónpositivano ya del perfil del con-cepto,sinode su torso.En la forma deexistenciamítica el hombrevive en lainmediatezde las cosas y de tal forma vertido a ellas que se le presentanqueseenajenaa si mismo dejándosesobrecogerpor la totalidadde losentesen su poderosidady sintiendo, por consiguiente,la inermidad desu ser.Lascosasen su conjuntose imponenal estaren el mundodeformasobrecogedo-ra por la sobrepoderosidad—en relaciónal hombreprimitivo— quelas defi-ne »~ Es tambiéndecisivoindicar queel mito como historia o narración,y nocomo formade estaren el mundoes una historia acercadel surgimientodealgo o creacióndel universocomo obrade fuerzaspoderosasde carácterso-brenaturalo divino 9, que estántodasellas dotadasde la índole de sobrepo-derosidad.Aunqueal estar-ahíselas hayacon los entesqueen susobrepode-rosidad le sobrecojan,por ejemplo, cuando en una operación ritual seofrezcaal dios un sacrificio expiatorio paraaplacarleo sencillamenteparacongraciarsecon él, eseestar-ahímitico tendráque habérselasprimero con

Clix Cassirer,Ph/losoph/eda symhol/srhenFormen (1928). WissenchaftlicheBuchgese-llschaft, Darmstadt,1988; II, 47 ss. Estainmediatezse caracterizaporque falta el límite objeti-vante entrelo soñadolo percibido en la vigilia, lo imaginadoy lo realmentepercibido.el signoy lo señalado,la palabray la cosa...

Sobrela sobrepoderosodado manacfr. Cassirer,op. oit., 74-76 y 96 Ss., asícomo la re-censióndeHeideggera estaobra GA 3,255-270.No hayqueolvidar, si bienenotro contexlo.los análisis deZubiri en El hoínbreyD/os(Alianza,Madrid, 1981).Sobrela imagendel mundomítico compáreseKarl JaspersPsyrhologieder Weilanschauungen(1919). Piper. Miinchen.1985, pp. 160-162,y 190-198:sobrelo demónico).

(Sfr, Mircea Eliadede Mito y realidad, cd. española.Labor, Barcelona,1991, pp. t 2-13 y25 enespecialsobreel mitocomonarracióncosmogónica.

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un animal cogiéndoloen las manosy buscandoa tientasel lugar más propi-cio o señaladoparaprocedera su sacrificio ritual, pero ademástienequema-nejar un armacortante y otros utensilios.Este primer relacionarsecon lascosassufre en la formamítica unamodificación o modulaciónen la que losentescon que se las ha ni sonya merosutensiliosni las fuerzasdela naturale-za semuestransólo en su ser impedimentoy serexpedito,sino quela reali-dad total estátransfiguradapor la sobrepoderosidad.Así el brahmán,quevaa ejecutarel ritual del sacrificio del caballo (asvamedha)se las ha con unavíctima y no con un animal o ser viviente al introducirle en el baño ritualparaqueéstese purifique.El caballoritual no esun caballoquesirva ya paramontaren él ni un serviviente, tampocoel aguaes aquellode lo que nosser-vimos parasaciarnuestrasedo algo con que nos lavamos.Ni tampocolosmuchachosque se encargandespuésde atendery vigilar al caballoduranteun añoseocupandel equino,sinode unavíctima en honorde Indra, en loorde su majestady potencia(Rigveda-Samhita1 162-163).Todo lo que inter-viene en el sacrificio ritual apareceen el transfondode la sobrepoderosidaddc lo divino.

La forma mítica de estaren el mundoes mucho másdiferenciadaquelacotidianidad.Por otro lado, el hombre mítico poseeuna peculiar forma decotidianidaddistintade la nuestraen cuantoa suscontenidos,no en cuantoa su estructuray que resultade especialinterésparaestudiarla cotidianidady el pensarnatural, si bien en esterespectoha de guardarseuno de deslizaren el pensarnatural elementospropios de un modo mítico de estaren elmundo: oAlltdglicbkeitdeJasich nicht mit Primitivitdt. Alltáglichkeit ist vid-mehr cm Seinsmodusdes Dascinsauchdann und geradedann,wenn sichDaseinin ciner hochentwickeltenund differenziertenKultur bewegt.Ande-rerseitshat auchdasprimitive l)aseinseineMóglichkeitendesunalítáglichenSeins, es hat seinespezifischeAlltáglich-keit>< (SuZ 50-51). En el estar-ahímítico-religiosono se nosapareceun sectorde la realidad,distinto (le lo pro-fano, sino el mundoen cuantohorizonteen que se da la totalidad dc losentes:hombres,animales,entessobrenaturales.En estatotalidad estáinsertoel hombre en la medidaen que tiene un destinoque él no ha elegido.Elestar-ahíreligioso no esun merocontemplarlo divino desentendiéndosedelos demásmodoso formas de afanarsecon los entes;antesal contrario, nosuspendesu tráfago con los entesen general,sino lo modulaconformea lavinculacióninmediatacon lo sobrepoderoso.

Menos aún cabenidentificarsecon la cotidianidadlas cienciaspositivasporqueen cuantosaberesfundamentadosy sistemáticosde diversossectoresde la totalidad de los entesconsiderana los entescomo objetosmeramentefactualesy cuantificables,que,además,son susceptiblesdc insertarseen ca-denascausalesy de sometersea leyes. Mientras que en 1a física los objetosson electrones,protoneso quanta,en nuestracotidian.dad no se da nadadeesto,ya queexcedelos límites de la percepciónnatural,quesólo alcanzaa

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ver minerales,sillas, mesas,perojamássuestructuraatómica,a laque sellegasólo a travésde un instrumentarioque reemplazala percepciónnatural.Asícomo en el casodel mito el estar-ahímítico podía,en una reflexión subsi-guiente,explicarunaaccióncomo unaaccion sagrada,aunqueéstano lo fue-ra dentrode las coordenadasdeesaexistencia,así tambiénel hombrede lacallede nuestracivilización, sin formacióncientífica,‘<sabe»,por los conoci-mientosde físicamodernosaprendidosduranteel períodode escolarizacióno a travésde otros mediosde difusión de la cultura (libros, televisión,pren-sa...) por ejemplo,quees la tierra la quegira alrededordel sol; sin embargo,en suhabérselascotidiano con el sol cuandotratade servirsede su luz pararealizarcualquierquehacer,se hacecargode los distintoslugarespor los cua-les se desplazael sol por el firmamento(puesta,mediodíay ocaso).Sólo enunareflexión de carácterderivadosobreestemodoprimordial de ver el sol,sacaráa relucir susconocimientosde físicamoderna,distorsionandoasí lacotidianidad,que nadasabeni de explicacionesbiológicasni químicas.Lafilosofía ha de rescatarel fenómenooriginario de la cotidianidaddes-mon-tando de él los saberesque sobreél mismo se han ido sedimentando.Porconsiguiente,la sociología,quetratade establecerloscontenidosdel mundointersubjetivoy las vigenciassociales,podrádeterminarciertamentelos <‘sa-beres»ordinariosdel hombremedio a travésde estudiosempíricosde pobla-ción de acuerdocon las leyesde la estadística,perode estaformano sedeli-mitará la cotidíanidad,sino que se estaráestudiandoun fenómenomixto yderivadode otro más originario; además,la sociologíapresuponela nociónde cotidianidad,queella misma es incapazde suministrar,para poderanali-zarloscontenidosquesuponedeésta.

La cotidianidaden cuantotal eséticamenteneutral, las accioneso refle-xiones que se ejecutancotidianamente,es decir, en el modo cotidiano deexistir no son susceptiblesde recibir predicadomoral alguno.Mientrasqueen la cotidianidadindiferente,el otro, mi semejante,essiempreel semejantecon que me las be en un contexto de trabajo, es el vendedorque expendeutensilios,el poseedordel cochecon queme desplazo,el modoético de estaren el mundono mira ya al poseedordel coche,sino al amigo queme ha pres-tado el cochey al que estoy obligado por la amistada devolvérselo.No esqueel proponérsemea mí el semejante,en la miradacotidiana,como el po-seedorde un enserdesaparezcaparadejarpasoal modo ético de estaren elmundo, no ocurretampocoquela posibilidadde tomarprestadoel auto desu poseedordesaparezcasin dejarhuella,sino queel modo cotidianode ha-bérselascon el semejantese modula,se modifica éticamente,de tal formaque el otro ya no es un poseedoranónimodel coche,sino mi amigo,el cualno apareceen suseramigo —puestoque la amistaden cuantotal es temadela filosofía ética—,sino comoel amigoqueseprestaun coche.

Igualmentees la cotidianidadajenao indiferentea la actitudestéticao ar-tística,en la cual se lasha uno con un entecontemplativamentedesligándolo

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de todafinalidad pragmáticao de serparaalgoy todo interésteórico-científi-co centradoen averiguarsi existeel enteencuestióny cuálessonsuspropie-dades.Lo decisivodel estar-ahíestéticono es sólo la falta de interésen laexistenciao en el lado pragmáticodel objeto, sino la gratuidadcon que nosdirigimosal objeto, inmerecedorde nuestrainclinación haciaél. La mercedogracia es un temple en que nos complacemoslibrementeen algo sin estarligadosa interésalguno.Y es así como no noscomportamoscon losentesenla cotidianidad.En resumen,sehavisto lo queno es la cotidianidado el mo-do primeroe indiferenciadoen queseejercenlas posibilidadesde la existen-ciahumana.

Aunqueen el presenteestudiosiga muy de cercala investigaciónquelle-va a caboMartin Heideggeren suontologíafundamentalacercade la cotidia-nidad O. no me limitaré a unareproducciónde supensamiento,porque,porun lado, un análisisde lostextos,por muy someroquesea,dejaentreverqueen el estudio de la cotidianidad se han deslizadoelementospropios de lainautenticidad,hastatal punto que en muchos pasajessc tienela impresiónde que la cotidianidadno esotra cosaqueinautenticidad;y, por otro. seha-cenecesariaunaseriede puntualizacionesy de roturacionesdc nuevoscam-pos que impiden unaajustadainterpretacióntextual,queademásno es com-patible ni con la perspectiva¿e estetrabajo ni con la exigencia de nivelfilosófico. ¿Por qué introduce Heideggerel tema de la cotidianidaden laontología?Si bien esteasuntosc acometeporquehay queanalizarla estruc-tura del estar-ahí(Dasein)basándoseen unaideade la existenciaqueseaín-(liferenciada y habitual, no hay que olvidar que el análisis del estar—en-el-mundo kt,,.a/vui* des Daseins,ino tiene otra finalidad que la de prepararelsueloo el accesoprimero y másoriginario a los entesquevan aserinterroga-dos paramostrarsuser: la motivación esde ordenontológico. No es menoscierto que en esteanálisis no se agota el fenómenode la cotidianidad,por-que sólo se destacalo preciso para plantearla cuestión del ser. Con todo,aquí se va a elaborar,partiendode Heidegger,un conceptode la cotidiani-dad,por una parte.distinto del de inautenticidad.por otra, más global, yaqueel análisisde SeinundZeitparecerestringir la cotidianidadal habérselascon losensereso con los semejantes,cuandoen realidadla cotidianidades laforma de existir, el modo primordial con que el estarahí se enfrentaa losentesen generaly en sutotalidad.Aquí convertimosla cotidianidaden temaexclusivodenuestrainvestigación.

En la estructurade la cotidianidadtenemosel comportamientoo habér-noslascon los entesen general,quesecomponedeunapercepcióny de unacomprensióndel serdel ente,sin olvidar el elementoafectivoo temple.Es unrasgodecisivode estefenómenoen el primer enteque se nos da en la coti-

SuZ §9 y II 71-72; CA 21, 229-30;CiA 20, § 18 h; asícomo las leccionesprimerasdeFriburgoGA 61,79-155,y (jA 63. 85-105.

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dianeidades el enser (ZuhandenesjEl habérnoslascon el ensercontiene,pues,dos momentosesenciales:la visión o percepciónpragmáticadel enser(Umsichto circunspección)y la comprensióndel ser del enserensu articula-ción fundamental:enseridad(Zuhandenheit)y conformidad (Bewandtnis). Así,cuandorecorroconla miradacircunspectivala habitacióndondeestoyy diri-jo mi atencióna la pluma queestásobremi escritorio, no me las he con unacosamaterial,queocupaun lugar en el espacioy quepuedeserhechoañicos,ni con un compuestode moléculascon suestructuraatómica.Tampocoel en-ser se me proponecirdunspectivamentemostrándomecadauno de susladosen escorzosa medidaquelo voy rodeando,de tal modoquetodoslos escor-zos coincidany lo seanunay la mismacosapreanunciándoselos unosa losotros,como Husserlsostienequeocurreen la percepcióncotidiana ‘. Conce-bir el entemás próximo, el ensercomo un enteextendidoen el espacioconuna figura geométricaimperfectasuponedistorsionarel fenómenointrodu-ciendola ideadegeometríaeuclídea.No resultaadecuadoni justo concebirlacosainmediatao cotidianatal y como seda en la percepción«natural»o pri-meracomo un merocuerpoextendidoen el espacioy queduraen el tiempo,por másquesequieraseñalarla diferenciagradualentreel cuerpoempíricoyel cuerpogeométrico,porquede lo quese trataesde hacerver que el enseroente inmediatamentedado no es ni un cuerpogeométriconi un cuerpogeo-métrico inexacto,o modificaciónimperfectade unafigura ideal geométrica,su límite, porquedeestaformase están,en primerlugar, aplicandoal entepri-meroo cosacotidianalos criterios o medidasde otrasregionesontológicasy,en segundolugar, no sedescubrela cosaprimerasino un mixto entrecosaenel sentidode la geometríay enser.Porotro lado,estanocióndccosacotidianaes un productode la consideraciónfísica, tal y como,por ejemplo,la conce-bían Galileo y Newton,perotambiénotros filósofos: Descartes,Espinosa... 2

Igualmenteerrado es concebir el ensero la percepcióncotidianacomo unenteo una percepciónde dos pisos:por un lado,el piso materialy cósico(lacosanatural) y, por otro, el piso con valoresquesesuperponena la basema-terial, de modoqueasí se constituyenlos utensilios ‘ji En estecasose tratadeunasubstruccióndecarácterfilosófico, porquese concibeel ensercomo por-tadordevalores,aunqueéstosno seandeordenespiritual.

(Sfr, especialmentela quinta de las Log¿seheLJo¿ersurhungeny Hua VI, p. 16<). por ejem-Pío-

‘1 Sobreestaconcepcióncfr. Hua VI 22 y todo el libro engeneral.-«In der ansehaulichenUmwelt erfahrenwir in derabstraktivenBiickrichiung aol dic blofien raumzeitlicbenGestaiten“Kórper’ —nicht geometrisch-idealeKérper.» Aunque Husserl quieredecirque la cosa real-menteauténticaesla cosadel mundo de lavida, desnudade idealidadesy de substrnccionesprocedentesde las ciencias,su descripcióndeéstaes subsidiariade una ciencia:la geometría.En definitiva,en la concepciónhusserlianadecosatenemosuna substrucciónideal de la que éltantohablaba.

3 La primeraconcepciónes criticadaenla «Gesamtausgabe»(CiA) deHeidegg,tomo6l, p.88: la segunda/hideniy enSuZ § 19.

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Investigaciónsobrela coíidianidadcomocomienzode la filoso/Ya 35

Aun cuandola circunspecciónseala visión natural o cotidiana,seríaun modo inadecuadode descubrir la percepcióncotidiana,porque,sobretodo, no sólo hay enseres.Así como veoenseresmeveo ami mismo y a losotros, pero,en vezde serla circunspecciónla queme propongaa mi mis-mo, y a los otros, es respectivamentela «introspección»~Durchsicht~y laconspecciono miradahaciael otro. Sin embargo,tanto la visión introspec-tiva como la conspectivaen cuantoque se realizanen el mareodc la coti-dianidadno presentansus respectivosentesadecuadamente,sino que seven penetradospor la circunspección,de modo que al habérmelascon lapluma como utensilio me veo a mí como quien escribeuna cartaparaco-municar algo a otro, pudiendo muy bien ser otro el quehiciera eso, y alotro o bien como aquelal que pertenecela pluma (poseedorde un utensi-lio) o bien comoaquela quien sedirige la carta,como meroreceptor(SuZ,

i 9). Incluso en la percepcióncircunspectivalos entes naturalesno seoltecencon su propio caráctet,sino mediadospor la ideade ensetidad,detal modo que.por ejemplo,el río se me presenta,en primer lugar, comounacorrienteque sirve paramover un molino o como lugar dondepoderpescar.Lo natural se me proponeprimariamentecomo lo que sirve paraalgo. Otro tanto ocurre con los entesidealescomo los númerosy las reía-cionesgeométricas.En la cotidianidado formaprimerade estaren el mun-do la noción de ser queprecedey dirige toda la llamadapercepciónnatu-ral es la de enseridado ser-para-qué,que no sólo se limita al dominioespecíficoy propio de los ensereso instrumentos,sino que se irradia a latotalidadde losentesobscureciendola diversidadde losmodosde serporconfusióna travésde la difusión circunspectivade la enseridada los deníásmodosde ser. Así pues,la percepcióncolidianacomo subsidiariay dirigi-da por la noción de sercotidianoimpregnade su modoparticular de pre-sentarel ente a todas las miradaspropias de proponer sus respectivosentes.

En resumen.sedebedistinguir la noción deenseridado ser-para-quéy lapercepcióno circunspeccióndel enserdela nocióncotidianade seren gene-ral y de la percepcióncotidianadel enteen general,cuyo origenes,como yase ha indicado,la noción de enseridad.Conviene,no obstante,hacerunaprecisióncapital. Pudieramuy bien extraersede lo dicho que la noción deenseridadesla primeranoción deserquesedifundede tal forma queprima-ríamentetodoslosentesaparecenen sudimensióndc serparaalgo, y quenocabríahablarde diversosmodosdc ser. Sin embargo,en la propiacotidianí-dad la confusióndediversosmodosdeseren uno solo ocultay distorsionaeldarsede esosmodosde ser, pero no los elimina, por lo que a la filosofía leincumbela tarea,a partir de un estudiode la estructurade la existenciacoti-diana, de ir distinguiendoy elaborandolos diversosconceptosde modosdeserhastallegar al conceptode seren general,contrapuestoal conceptocoti-diano de ser por confusión,que sólo podrá ser objeto de estudiouna vez

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mostradoel conceptode seren todasu riqueza i4 Aunquela filosofía partade esaformaprimeradeexistir y de lo queen ella se ofrezca,no puedecon-sistir en la meradilucidación de aquélla.Que la cotidianidady la noción desercotidianoseanprimeras,no quieredecirqueseanoriginarias.

Asimismo se apuntacomo tareainscritaen el estudiode la cotidianidadinvestigarcómo y quées el llamado«pensarnatural»o modode pensarpre-científico con sus juicios pragmáticos,las comparaciones,sus inferenciasyrazonamientos,así como la imagendel mundocotidiano ~. Con la nocióndesersedescubreun entecualesquiera,perolosenteso enseresformangrupos,se reúnensegúnaquelloquetienen en comun:hay mesas,sillas,abogados...Graciasa las nocionesgeneralesvemosvariasmesascomo enseresquetie-nen algo en común pesea las diferencias.En la cotidianidad no estamoscircunscritosa la merapercepciónsensible,quesólo nospresentacosasennuestraindividualidad. En nuestracotidianidad no sólo miramos los en-seresy los entesengeneral ni sólo comprendemossu ser, sino que,sobretodo, vemospara obrar, y en eseobrar surgenreflexionessobrecómo sonesosentescon los quenos las hemos,qué proyectospodemostrazarparael futuro. Asimismo noscomprendemosa nosotrosmismosal travésde losutensilios, y de ahí se nutre la idea del hornofaber,que se inscribe en el

‘-‘ <Fine Untersuchungtiber denSinn von Sein wird diesejedoch niehtzo Anfanggebenwollen. Dic lnterpretation des durehschnittlichenSeinsverstándnissesgewinnt, ihren not-wendigesLeitfaden erst mit dem ausgebildetenBegriff desSeins.Aus der Helle desBegriffsund der ihm zugehórigenWeisendesexpliziten Veu-stehensseinerwird auszumachensein,was dasverdunkelte,bzw. nicht erhcllteSeinsverstándnismeint. welcheArten der Verdun-kelung, bzw. der Behinderungeiner expliziten llrhellung des Sernssínnesmoglich ond not-wendigist.» (SuZ 6).

‘~ Explicitamentesobreestaproblemáticacfr. M. Seheler,1)/e LeAre vonden dre/ falsa-che,,., en (csan,nielre Werke X (Nachlass 1), 41.?-502. Scheiehaceobservacionesinteresantísi-masparauna teoría generaldel pensamientocomúno natural, pero parececuandomenosprecipitadoidentificarpensamientonatural con sentidocomún~gesunderMenschenverstond),porqueesteconceptoesaún másobscuro(ol,scuraper obseuriora) y, además,esun conceptoque constituyeta méduladet pensamientofilosófico en la tiamadafitosotía det sentidoco-mún. Es, no obstante,relevanteensu precíslonacercadel suelodel sentidocomún. «DiesergesundeMensehenverstandtritt uns in der Volksspracheim gewissenSinneobjektiviert cnt-gegen, in ihren Kategorienund den thnenentspreehendenRedereilen, u Ihren Bedeutung-seinheirenund Bedeutungegliederungen,mit denendic wahrgenommenenDinge.Ereignisseusw.benanntund durch dic sic in vagerWeisevoneinanderuntersehiedenwerde»(op. e/A, p.451). Aunque el lenguajecoloquialseaun puntode partida, no hayquepasarpor alto los se-dimentos científicos que contiene.Pero, además,como esta concepciónnatural del mundose dirige a ensereso entescon significado pragmáticoque se dan en la Mill/euwelt que no essino «dasgeriaue(iiegenbildseinerTriebeinstellongen»(Ver Formnhsmusin der I=íhíkunddicmater/aleWertethiken6W II, p. 170),colocael pensamientonaturalpragmáticamentedeter-minado en un nivel biológico, en el que no cabeponerla cotidianidad.Con todo, laobra nomermaen importancia, sino que abundaen intuiciones genialessobrela cotidianidad,queluego recogerámodificándolasHeideggeren su análisisdel enser.cuestiónéstacapital den-tro del planteamientogeneraldel problemadel ser.

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investigaciónsobre la cotidianidadcomo comienzode la filosofía 37

conceptocotidianodel mundo, que secomponede «teorías»,de convtccío-nesgeneralesen queseapoyael tráfago cotidiano con los enteso creenciaspreviasa toda idealizaciónprocedentede la religión, del arte, en definitiva atoda ideao teoríacientífica,en la cual estamosya siempre,sinquelas ponga-mosendudani lesprestemosnuestroasenso,no son«evidenciasoen el senti-do estricto,sino obviedadescotidianasqueno emanangenéticamentedeunaduda ni ponemoscomo tesis. Se tratade las nocionesgeneralesacercadecomo estáconstituida la realidadprimariamentedada,vista por el prismaprimario de la cotidianidad.Peroes tareade la filosofía rescataresasnocio-nes primariasacercade la totalidadde los entessin mezclade ideascientífi-caso religiosasque distorsionenel torso de esarealidad.En estasnocionesse apoyael tráfago integro concadauno de los entescotidianamentedados,sin ellasno seriaposible, comotampocosin las nocionesde sero de mundo,afrontar las realidadespragmáticas,ocuparsede los asuntos(acontecimien-tos...) o desentendersede ellos. El pensamientonaturalejecutajuicios prag-máticose inferenciasmercedal acervode nocionesgeneralespreviasquere-gulan el habérnoslascon losentesy de los queno noshacemoscuestión.Hayquedistinguir la llamadaconcepcióncotidianadel mundode la cultura, y noporqueel mundode la cultura seael mundode lo en sí, objetivadoe inde-pendientede nuestroexistir, sino porqueel mundodela culturareúneen sílos logros de todaslas cienciaspositivastanto de la ciencia de la naturalezacuantode las cienciasdel espíritu,e inclusode la filosofía, y, además,de latécnicay la religión. Porotro lado,el mundode la culturavaríade un entor-no cultural a otro en lo que al contenido respecta.Pero la cotidianidadesmas elemental,básicae indiferenciada.que nadasabede contenidosde cul-tura ni de valores,ya seanéticos,religiososo estéticos.

Al rasgodela primordialidadle sigueel de la frecuencia(zumeisO,porqueel estaren el mundono estásiempreocupadoni en la cienciani en la religión,pero incluso el estarahí religioso o científico se muevelas más de las veces,masno siempre.en la cotidianidad.El científico queejercela praxiscientífica,por ejemplo, la química,cuandoestápreparandolas reaccionesno dejarádehabérselascon la probetaen cuantoutensilio ni con la luz solar en cuantofuente iluminadoraque sirve para observarmejor el objeto de la química nicon el lápiz o instrumentoparaescribir, al anotarlos resultadosque arroja laexperimentación.En estosdossentidosesla cotidianidadla másfrecuente.

La cotidianidadsedefinepor la familiaridadcon queel estar-ahíse mue-ve primariamenteen un mundoen que se encuentracon entesconocidoscon los que estáprincipalmentefamiliarizadode algunamanera.Esanatura-lidad de los entesy de nuestrotráfagocon ellosno dejade verseinterrumpi-do de vez en cuandopor distorsionesinherentesal habérnoslascotidianocon las cosas,las roturaso averíasen los enseres,quelos haceninservibles,oincluso la muertede los semejantesque seaprehendecotidianamentecomounafalta o un huecoen el tráfagocotidianocon los demás.Tampocola fami-

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liaridad se quiebracuandosurge de forma repentinalo extraordinario, loasombroso,conlo que no secontabaen absoluto,o lo simplementeextraño,porquela cotidianidadintegra lo absolutamentenuevo igualándoloa lo de-más conocido 16, de tal modo que nadadestaquetanto en el sentido éticocomo estético.Estaobviedadcon que el estar-ahíseafanacon los enseresolos entesen generaly con la que se nos presentantambiénéstosno «obvia»todaslas dificultades,sino constituyeel serimpedienteo serexpeditode losentesen general.Tan sumamenteinmersoestáel estar-ahíen la obviedadofamiliaridaddelas cosas,queapenasreparaen esterasgoesencialdesuestarcotidiano del mundo y fenoménicode las cosas.Lejos estála realidadprima-ria de presentársenosen suenigmaticidad;sóloel filósofo, quesaltapor enci-ma de sí mismo, puedepercatarsey asombrarsede la obviedad, porqueelúnico enigmay aliento de todo asombroradical es el que hayael ser.Justa-mente en estanaturalidadcon que nos afanamoscon las cosas,seaocupán-donosde ellas,seadesocupándonos,descansala seguridadcon queafronta-mos nuestro trato con las cosas mundanas, como si «supiésemosapodícticamente»quetodo sedesarrollaráconformea unasreglas.Así cuan-do el transeúnte,ensu paseodiario quele llevade su casaa la oficina, pisa elsuelo firme dela calle,sesostieneen la creenciacotidianao seguridaddequeno secaerá,y auncuandotropiecey se caigapor un socavono unairregulari-daden la accra,esaseguridadencuantotal no scconmoverá,porqueel soca-vón essólouna«avería»,un defecto,queno desdice,sino confirma la firmezadel suelo quese holla. Con lo quejamáscontaráes con atravesarel suelo fir-me, lo cual esabsolutamenteconcebibleen una interpretacióncuánticadelarealidad.

Por estarazón,la cotidianidadse caracterizapor la mediocridad—en elsentidogenuinode la palabradepoco sobresaliente,adocenadoy que no sesalede la media,y no en el sentidode nulidad,queno llega a la media—,queno es sinoel promedio,lo normal 17, dondehay una indiferenciatanto a las

1<, Kierkegaardvio en la nivelación un rasgoesencialde lavida cotidiana,que no conocenihéroesni cosasextraordinarias((Sfr. Uno reseda¡iieraría, en «Gesorn,ne¡i«Werke»XIV. Trad.alemanade E. Hirsch.Mohn, Gúterloh, 198.1, Pp. 101 ss. SuZ 126-127¿Einebnungj.Heideggerse inspiraciertamenteen el conceptokierkegaardianode «el público, que se encuentraanali-,,adobajo el titulo de«uno cualquiera»(manj, pero transponeel fenómenodiseccionadoporKierkegaardpor unamotivación religiosaa un plano exclusivamenteontológico.Aunque Hei-deggerle asigneal Man explícitamenteel carácterde la nivelación,ésteno seaplica perfecta-mentea lacotidianidad.

‘~ Heideggerempleael término «Durschn/ul/clzkeu”.1-lay que advertirque éste en Se/o undZeildesignadoscosasdiversas:enprimerlugar, la mediocridado términomedio com’.> indiferen-cia a la autenticidado inautenticidaddel existir (Das Daseinsolí im Ausgangder Analy.segeradenichí in derDifferenz emesbestimmtesExistierensinterprericrt, sondeenin seinemindilferen-ten Zt,náchstund Zumeisí aufgedecktwerdcn.Diese lndifferenzder Altágiichkeii desDaseinsst nicht nkhts, sonderncm p<.>sitivcr phíinomenalerChqraktcr dicscs Selenden.Aus dieser

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Investigaciónsobrela cotidianidadcomo com/enzode la filoso/la 39

anteriormenteseñaladasformasexcelentesdel existir, cuantoa la autenticidade inautenticidad,quesonlos modosen quesepuedeejercerla existenciacoti-dianay los modosexcelentesde existir. Pero estamediocridadtienetambiénunaforma deexcelenciao de sobresalir,como muybien sepuedenotaren Losllamados“héroes” de todoslos días:el más rico, el más fuerte, el atletaconmarcasmundiales.Incluso la obra de arte sevalorasegúnlos preciosqueal-canzaen lassubastas,seacual seala motivaciónquesubyacea las elevadaspu-jas que por ellas se hacen.Comoya seadvirtió, la cotidianidades indiferenteatodos los modosdeterminadosde existir quemodulan las posibilidadesde laexistenciahumanaejerciéndolasdemodo diversoy diferenciado,segúnel sec-tor de la realidadque abarquen,guiadospor la respectivanoción de ser. Así,por ejemplo,el observarcl sol es uno y el mismo tanto en la formade existir oexistenciacotidianacuanto en el modo científico de estaren el mundo, porejemplo,dela ciencia física, peromientrasel sol se dapara el hombrequepa-seapor la calle o para el campesinoquecultiva la tierra como unafuentedeluz quehaceposibleel caminaro marcael comienzoy el término del trabajoagrícola,el trato del queejercela cienciafísica con el sol presentaal sol comounamasaígneacon un volumenmensurablequeobedecea determinadaslevesastrolisicas.Un asuntoque mereceserabordadoes la cuestión de hastaquépuntolos modosexcelentesde estaren el mundose alejandel modocotidianodeejercerlas posibilidadesde la existenciaporquela percepciónnaturalno vela estructuraatómicacíe la realidad ni los genesde unaforma inmediata,sinosólo a travésde instrumentossumamentecomplejos.Por consiguiente.ha denotarseque no hay pósibilidad de que no se dé cotidianamente,aunqtie elníodo deejercerseno seasiempreel que indíque la cotidianidad.Esto quieredecirqueen los modospeculiaresde extstír no seabandonael niodo de la co-tidianidad.no se realizan posibilidadesextrañasa la cotid anidad.Con ello nose quieredecirquelas posibilidadesde la cotidianidadesténen sunúmerode-terminadasde unavez parasiempre,porqueestemodoprimordial de estarenel mundovaría,en cuantoa suscontenidos,de un momentohislórico a otro,de unaculturaa otra,de unade unasociedada otra.

La coherenciadel mundo cotidiano,su naturalidadhace que en él nosencontremosa gusto,cómodos,porquesabemosa quéatenernos:todo sede-sarrollaregularmente,y cuandoalgo insólito aparece,la propiatendenciaa lanivelación lo equiparaa lo conocidoy manejable.Peroademás,el estarahívive, existe,con la convicción de la igualdad de lo pasadoy lo venidero,puestoquede no serasí,el estarcotidianoseveríasumidoen la zozobraporno sabera quéatenerseiS• Todo ello haceque la cotidianidadsecaracterice

Seinsarthemosund in siczuríick st alíesExistieren. Me esist. Wir nennendiesealítáglicheIn-dittercnzdeo Daseins«Durchschnilttlichkelt»(SuZ ~ ensegundolugar, como rasgodcl Manqueaplastay nivela todaslasdiferencias.

> SuZ, 370-37i.

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por la ingenuidaddel estar-ahíquevive en ella sin darsecuentade queviveella i9~ Eseestarabsolutamentevertido a las cosas(extraversión)permitequeel estar-ahísedesenvuelvaen ella con toda naturalidad,puestoque todo esconsabido,obvio. Estaobviedaddelas cosasasícomo la certezay certidumbreque aplomatodo nuestrotráfago con los entesen generalen estemodo pri-mordial de la cotidianidadno tiene nadaque ver con la evidenciaapodícticani con un conocimientoteóriconi de laexistenciadelascosasni desu esencia.

Paraaquilatarmejor estanaturalidado ingenuidadesperentoriosometera un análisis crítico la noción de natúrliche Iz5instellung, que presentaHus-serl como fenómenosemejantea la cotidianidad y que en el ejercicio de lareducciónha desersuperado.En la vida natural,en la actitud naturalquede-termina nuestromodo primero de enfrentarnoscon las cosasprevio a todateoríaestamosvertidos a las cosas,ya seaen la representación,en el juicio,enel sentimientoo en el querer.Yo me encuentroa mí mismoextendidoenel espacioy durandoen el tiempocomo un animal,como un ser psicofísicodotadode cuerpoy alma 2Q Pero ademásperciboviéndolas.palpándolas,oyéndolasen cuanto meramentefactuales<‘vorhanden). Asimismo perciboaotros seresanimalessemejantesami con los quecompartocl mundodel quesomosparteintegrante2i El rasgofundamentalde la actitud naturalse cifraen la tesisde la factualidaddel mundo,de independenciadel mundocon res-pectoanosotrosquevivimos vertidosa él 22 ¿Puedeconstituir la llamadaac-titud naturalel suelo firme buscado,el campode investigaciónfenomenoló-gico del quesepartaparaplantearla cuestióndel ser?Sonvarios los puntosde críticaquevamosa destacary que,deningún modo,agotanla problemati-cidadinherentea estaposiciónfilosófica.

Resulta,en primer lugar, improcedentedecirqueel dato primeroes queyo mismo me halle como un serpsicofísico,compuestode almay cuerpo ocomo un animal,porqueen el primer casoseestaráintroduciendodecontra-bandoen la actitud naturalconocimientosteóricosprocedentesde la filoso-fía y de la psicología,y en el segundocasosetrataríadel trasvasedeconoci-

19 Esterasgolo abordaHusserl(Cfr. Hua VI 327, Hita VIII 459); sin embargo,esteautorlo engarzaconunacreencia,unacertezainconmovible.

Ideen zu cínen reinen Phdnomenolog/eund phánomelog/schenPhilosoph/e(Hua III)

1 §27. Hua XIII 111-116;‘<PhilosophiecísotrenceWissenschaft»(1910)(Klostermann,Frank-turt, 1965), PP. ls-lS, 298. Aunqueno seadeestelugar,es convenienteseñalarladeudacon-traída por Husserlcon el análisis del conceptonatural demundo de Avenarius,quees,quizás,el primeroen plantearexplícitamenteestacuestión.Hay que subrayartambiénqueel conceptode actitud natural y el mundo que en ella seda no es distinto del conceptode Lebenswel~queempiezaHusserla elaboraren la décadade los veinte(HuaIV 375) y queen su JO/gisalcanzasu máximaelaboración.Sólo varía la motivación dela cuestión;tanto el mundo de la actitudnatural comoel mundo de la vida sonmundostransidosde interesesy devalores, intersuhjeti-vos, anterioresatodaslas ciencias.

[d. 1 §29; t-iua XIII 115.22 [di §30; HuaXIII II 5-118.

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Investigaciónsobrela cotidianidadcomocomienzode la filosofía 41

mientos teóricos elaboradosen la zoología, otra ciencia natural. ¿Cómopuedehacersepasarestaactitudpor natural, previaa toda teoría, cuandolaactitudcientíficalate aúnensuseno?23

Perono sólo hayunainsercíonínadvertidade conocimientosteóricos,si-no que incluso las cosasse nos ofrecenen estaactitud en una determinadaambigúedadqueconjugadosmodosde serdiversos:la factualidady el valor.Si bien Husserldice queestemundonaturalno es una Sachenwe/4sino unaWertewelt,en quelas cosasvalen,sino feaso hermosas,agradableso desagra-dables,la cosanaturales factual,como algo vorhanden,y estono escompati-ble con la dimensiónapuntada.No sólo estainexactituden la descripciónpresentadificultades,es,sobretodo, la introducciónde algocomo los valoreslo que hacequeestaactitud nadatengade natural: las cosasaparecendota-das de cualidadesestimativas,en cuantobienesu objetosestéticos;por otrolado,seconcibeel valor como algo quese superponea la basefactual de lacosa.Estasafirmacionesno son,como mostramos,el modoprimero de pre-sentársenoslas cosas.

En tercer lugar, no pareceadecuadohablarde actitud (Einstellung>por-que da pábulo a entenderlacomo algo que se toma o se puederechazar,cuando,en realidad,es el suelocimentadorde la filosofía, quesiempreestáahímoduladoenlas diversasformasde habérnoslascon el mundo.Un puntoesenciales la críticaa la adscripcióndela tesisdela experienciadel mundoala propia actitud natural. En la actitud naturalpongo habitualmentela tesisde que el mundoexiste factualmentecon independenciade mí. Todos loscomportamientoscon las cosasllevan impresaestatesis 24 Ahora bien,decirqueel mundoexiste,asumirla tesiscaracterizaunaposiciónfilosófica deno-minadarealismo,y esto no es ya unaactitud natural,sino una posiciónbiendelimitadadela filosofía. Además,no sepuedeintercalarunatesisenel «pen-samientonatural»tal y comolo describeHusserl,porquela «actitud natural»se mueveenel ámbitoantepredicativoy preteórico,por tanto ajenoa juicioso valoraciones—hay, sinembargo,apreciacionespragmáticas,informes...,quetienenaparentementela estructuradeljuicio teóricoqueimplica posición—ya doctrinasfilosóficas 25 Es más,la tesisrealistasuponeun complejode tesis

GA2tl, l55-156.24 Jd.I§31.25 Con razónafirma Millán Puelles: Al procederde estemodo interpolandouna tesis en

una meraactitud lleva Husserl a cabo una ~«rráj3oot; rl; áXXo yévo~ por trasladaral plano de losolo vivido o ejercido lo queespropio del plano de los significadoo enunciado.Lo quesucedees que,al vivir en la actitud natural, nuestromundolo asumimosdeun modotan espontáneoydirecto, que no llegamosen verdada hacerloobjeto de ningúntipo de tesis (Teoría del objetopuro, Riaip. Madrití, 990).Nicolai Hartmannincurre tambiénen un error semejanteal desetí-brir la visión natural del mundo(natán/cheWeltans/chí)másacádetodateoría,inmersaen la vidapráctica,puestoque le asigna la tesis natural de la existenciadel mundo, a la queacompañan<,tr-as tesis auxiliares.Cfr. Grunzr7gc «liten Metap/¡ys/k da lúrkenntn/s. Vierte Auflage. Waltiier de(1 ruvier. Rerlín, 1 949, pp. 1 88—186.

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suplementariasentrelazadasqueno secompaginacon la espontaneidady na-turalidad característicasde la cotidianidad,que nadasabede teoríasfilosó-ficas. Todaestaconfusiónen la descripciónhusserlianade la actitud naturalconlas científicases,además,explícitaporqueel pensamientonaturalabrazatanto a la concienciaespontáneacuantoa las cienciaspositivas,quecompar-ten la tesismencionada.Sin entraren estepunto,esmenester,sin embargo,destacarque no puedehaberuna continuidad entrela actitud natural y lascienciaspositivas26, sinoun cambioradical.

El estar-ahícotidianono elige estaren el mundo,cuentacon losentesengeneral,quesonlosque seencuentraen sumundo,se hacecargode ellosensutráfago.El estar-ahícotidianovive extravertidamentehacialos entes,ni seplanteala cuestiónacercadela factícidadtanto delos entesen cuantofaetua-les —lo cual sólo se da en la ciencia física— ni en cuantoenseres,tampococreeen ellaa sabiendasdeque no puedealcanzarun sabercierto y apodícti-co. La cotidianidadestámás acáde estascuestiones.Simplementese cuentacon que los entesestána la mano incuestionablementeindependientesdenuestroobrarsobreellos.Desdeluego el estar-ahípuedepreguntarsecotidia-namentesi hayun determinadoenserquebuscarpara haceralgo, puedein-cluso reflexionarsobreun enserqueaúnno hasido construidoo puedetam-bién tenerilusiones que le presentenenseresque en realidadno estándeningunamaneraefectivamentea la mano.Perono se afirma ni seniegael he-chode quehayaentesen general—con el primadodel ensersencillamentesecomprendeel serde los entesarticuladoen modode ser(que abarcaal he-cho dequees)y ser-quéy sepercibanlos entesencuantoque se cuentaconellos. Se trata, sin duda, de un realismo natural irreflexivo, más acá de ladisputaentrerealismoe idealismo,y no asimilablea una creenciacomocon-traposicióna unacertezaapodíctica,porqueesacertidumbreo creencianoes «naturalo.

Y, sin embargo,hay un elementoo rasgoesencialdel estar-ahíquese daen la cotidianidady que resultaser decisivo para poderacendraraún másesecontarcon las cosasy su realidadmás acáde todadudao de todatesiso

2<, Enestesentido se expresael propio Husserlen Idee derPhdnomenolog/e(Erstc Vorle-sung=Hua1, 29-39), dondeaseveraesacontinuidad.Como Husserlpartede esacontinuidad,seexpticaque interpoteen la actitud natural conocimientoscientíficos:«Dic wissenschaftiichcErforschungder ¡bloB physischen!Dinge jener besonderenGegebenheitender natúrlichenF.instcllung, ist Sacheder physisehenNaturwjssenschaft.1l,re Objektc sind alsodic finge ge-naoin demSinn,in demsicErlahrungsgegebenheitensind, und sicsind unsgegebenalsanniel,seiendeDinge, dic ihre bestimmtcStcile und Ausbreitungim objektivenRaum, ihre bestimmtcStellungund Dauerin der objektivenDaucrhaben..so bescbreibttind erklñrt in kausaigesetzli-cher Weise dic Psychologiedic rrienschlichen Persénlichkeitenmit ibren wechsclndenLos-túndenund Akten und ihren wechseindenDisposiiionen...(HuaXlii. 122-123) y «Weirc im na-túrlichen Sinne,welcheWelt nichts anderesals dasuncndiichc Objekt der NaturwissenschafiuncípsychologischcnWissenschattenst (op. <7/í., p. l 25).

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Investigaciónsobre la cotidianidadcomocomienzode la /dosofu¡ 43

creencia:la facticidaddel estarahí,el hechode queexisteenun mundoen elcual seencuentranlos entes.El estar-ahíestáyadesdesiempreexistiendoco-tidianamente,no decide primerohabérselaso no con los entes,comprendersu ser o no; tampocodecide si ha de darseun mundo a sí mismo, antesalcontrario,al estar-ahíestáya en el mundo,estáahíya tratandocon los entesen general.Ni se ha puestoa sí mismo,ni a los entesen general—conello nose niega que no puedafabricar entes, pero al fabricarlosdebecontarconcosasque estabanya a la manoy que no hafabricado—ni al mundo,en quese encuentraprimordialmentecon los entes.Puesbien, esafacticidad de suexistir muestracomo esosentescon los quecuentasonahí y serán,sc las ha-ya o no con ellos. Pero estatesisno pertenecea la cotidianidad,sino que esde la ontología.

En la preguntapor la cotidianidadno sólo hay un qué o lo preguntado:la cotidianídadmisma, su constituciónontológica (modo de ser y su ser-qué), y lo interpelado: los entesprimariamentedados,sino lo inquirido,aquello que haceposiblequeentendamosqué es y cómo es la cotidianidad,su sentido.Ya en el mismotermino cotidianidadse halla una indicacióndeltiempo: el «todoslos días”como adverbiodetiempo.Convieneaquí aunquesólo seaa mododeapunte,delímtar el caráctertemporaldc la condianidad.No dchc pas irse por alto queestefenómenomostroya sucaráctertemporalen la carachAistica de «las más de las veces»y «primariamente»,puestoquesin ello sc ilude a la frecuencia,quees un modocuantitativode darseen eltiempo y a li primarieclado anterioridad cronológica.Este último puntoesde sumaimportanciatambiénparala delimitación cíe la filosofía, queapare-ce así con toda justicia, como algo no primero en sentidocronológico,sinoontologíco 1 í coticlianídades el modoprimario de estaren el mundotodoslos cl ias,desdeel nacimientoa la muerte;ambasposibilidadescte la existen-cía marcan respectivamentelo pasadoy lo porvenir, que encierranal cadacha presentecíe nuestroestarcotidiano en el mundo;es. por tanto, la disten—sion del estar ahí desdeel nacimiento a la muerte. Ademas,en su marcotemporaltotalizantecíueencierraal estar—ahí,sedistiendetambiénésteentreel día cje ayer y el de mañana,queaprehendeel propio estarahí como unacontinuaregularidadsin saltos.Asimismo eseestar—ahíse distiendeentreelpasadoinmediatoy el futuro también inmediato. En la cotidianidad,quesemueve,sobretodo, en el hoy, en cl momentoactual, los extremosqueciñenel todo del estarahí: la muertey el nacimiento,aparecenborrosos,diluidosen osacontecimientosdiariosdondela muertepierdesusperfilesamenaza-dores,pero IiO por ello el primer ayer y el último mañanadejande ser losextremostemporalesen que transcurrentodos los días normalmente.Detodo lo dicho resultadiáfanoque la cotidianidad es un fenómenoformal yfundarnentalmentetemporal

Su/Vi.

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En estatemporalidadse fundala historicidádde la cotidianidadmisma.Aunque la estructurade la cotidianidadseatal como seha descritoaquí, enmodoalgunosetransponea unaeternidadatemporalsustraídaal cambiohis-tórico. Se ha advertidoquela cotidianidadde un momentohistórico sedis-tingue de la del otro, no de tal modoque surjandiferenciasontológicasnue-vas, sino porque las posibilidadesónticas varían de un momentoa otro:fabricación de nuevos enseres,nuevasposibilidadesantesdesconocidas...Esto sólo es concebible si hay una estructuracotidiana que posibilite suacontecerhistórico. El hoy cotidianoremite a un ayercotidianocon unasde-terminadasposibilidades,que seráno no apropiadas,seadeun modomera-mentereproductivoo de modocreadory configuradordenuevoshorizontesdentrode esasposibilidades,pero, a la vez, seproyectaen un futuro, cuyasposibilidadesdelinea él mismo. De igual modo que la cotidianidades unadistensiónentreel nacimientoy la muerte,es, precisamente,por estarazón,una distensiónentreel ayer como herenciay el porvenir histórico. En estemareo se apuntan las configuracioneshistóricas: generaciones,pueblos,estados,naciones...A cadaestar-ahíle ha tocadovivir en una determinadamodulaciónhistórica,con una seriedadade posibilidades,de las que no hadecidido disponer.Se estáen una determinadacotidianidadhistóricamentedestinada.

Por último, esprecisohaceralgunasprecisionessobrela cotidianidadyel conceptode mundoprivado y público. En ningún caso, la cotidianidadpuedecircunseribirseal mundopúblico,a la publicidad,en contraposiciónalmundoprivado decadacual, cuando,enrealidad,lo póblico y lo privado sonespecificacionesdel mundocotidiano,posterioresa esteserontológicamen-te. Tampocodebeentendersequeel mundoprivado se disuelveen el públi-co, en lo social.El mundocotidianoabarcatanto lo privadocomo lo públicoo lo social, y no es suficientecaracterizarlocomo el mundo intersubjetivo.Menos aún cabedecir que es el mundo dc la vigilia en contraposiciónalmundodelos sueños,porqueel sueñoocurrecotidianamente,es una modu-lación de la cotidianidaden vigilia. Ese mundode la cotidianidadestápri-mordialmentedefinido por el mundocircundante(el Umwelt) quese irradiaa las demásmodificacionmesdel mundoconfundiéndolasen uno solo, y es,por tanto, masno sólo, un mundocompartidocon los otros (Mit- Wc/ti Porestasdos razones:la intersubjctividady la vigilia, el «mundode la vida» nopuedeser el equivalenteal mundocotidianoy a la cotidianidad.A mododeconclusiónen la comparaciónentremundodela vida y cotidianidadmencio-nemosotra razón:el mundode la vida esun mundodevigenciasy devaloresculturales,lo cual esunamodificaciónde la cotidianidad,como ya vimos.Encuartolugar, si la actitudnatural es la actitud del mundode la vida, y éstanosc correspondeal modoindiferenciadode estarenel mundotal como lo des-cribimos con Heidegger,la Lebenswellno puedesersinónimode la cotidia-nidad.

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Intestigw-ionsobrela cotidianidadcomocomienzode la filosofía 45

Retomandoel hilo de la indiferenciadela cotidianidadconvienerepararen que al estar-ahíle incumbesu propio ser, en la medidaen que secom-prendea sí mismo,ya seaparacomprendersea sí mismo en su propiapecu-liaridad y en las posibilidadesde suserejecutadasauténticamente,mirandoasupropio ser, ya seaparacomprendersea sí mismo a partir de las cosasconque se las hacotidianamente.Así pues,el sercadauno mismo (Iemeinigkeit)se da respectivamenteen la autenticidado inautenticidad.La cotidianidadestribaen un modo indiferentea ambas(SuZ 43), porquetanto la autentici-dadcomo la inautenticidadson modificacionesde esesueloprimordial coti-diano.Sin embargo.pesea esaindiferenciala cotidianidad,en cuantomodoprimero de estaren el mundocon los enseres,dirigido por la noción dc sercotidianaque se irradia a todoslos entescon-fundiendotodos los modosdeser, incluido el del propioestar-ahí,en uno solo dominadopor la enseridad,hace,por un lado,queen la versión totalhacialos entesse olvide el serfacili-tando estadi-versiónde la vistaunadis-persiónen los entes,y, llor otro lado,queal verseguiadopor esanociónde sercotidianasecomprendea si mismoen su sera partir de los enserescon que ha realizandoinauténticamentesusposibilidades.Porestarazón,la cotidianidadposeeeserelapsoen los entesdel mundo 28 La tendenciaa ocuparseexclusivamentede los enseresy a eje-cutar las posibilidadesen que éstosse nos proponenno comoexige nuestromododeestaren el mundoajustadoal nuestro,sinocomo dietanlos propiosensereses el llamado relapso (Verja/len). En la cotidianidadesatendenciaestalatente,en la inautenticicladllegaa sucompletodesarrollo.

La ontologíaentendidacomo el planteamientode la cuestióndel ser nodebedistraersedesu cuestióncentral.¿Porquétienecomo tareaocuparsedela cotidianidad?Comoquieraque,en primer lugar, hayaque proponerseelenteen el mundoprimordial en queseda másallá de teoríasparapoderelu-cidarsu ser. se haceprecisoestudiarjustamenteesemodoprimordial de dar-se el enteen generaly en el queel estar-ahíexisteprimariamente.Es unamo-tivación ontológica la que piovoca la cuestión de la cotidianidad. Peroademásse buscaen la cotidianidadaquellatendenciaque haceque la cues-tión sobreel sertengaquepiantearsede nuevo:el olvido del ser.Esterelapsoen los entescotidianamenteofrecidosen el horizontede las posibilidadespor ellos determinadasno predomina,propiamente,en la cotidianidad.sino.antesbien,en la formainauténticadeejercerla.

Esta tareade la ontología, la labor primera, la obtenciónde la eotidiani-dad,consisteen salvarel fenómenoen un doble sentido:recuperarlodc laconfusiónpara presentarloen suoriginariedadcomo suelode la existenciaydel planteamientode la cuestiónontológica, y en segundolugar, rebasarloparapoderconstruirprecisamenteel serde los entesengeneralensuestruc-tura, ya quela comprensióncotidianade serobscurecela pluralidadde mo-

Sol. §38~ CiA 20, §l9, CiA <Si, 131-155 (Ra/nanzj

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dosde sery las notasdel seren general.Si separtiesede un modoconcretode existir y de darselos entes,se estaríadandounavisión sesgadadel serengeneral basadaen un solo sectorde la totalidad de los entes.Puestoque laontologíaes una cienciacrítica, quedistinguey discierne,ha de investigarelser engeneralen su pluralidad de modosde sery de ser-quéal travésde laindiferenciaprimordial dela comprensióncotidianade ser queconfundeenuno losdiversosmodosde ser.De ahíquela filosofía no seaun merodiscur-sosobrela cotidianidad,ni unaalabanzade la mediocridad,frente a las for-mas excelentesde existir. Obtener,reducir la cotidianidadconsiste,pues,enapartarde ella todaslas interpretacionesquela distorsionan,y los elementosque en ella sehayanido depositandode las cienciaspositivasy de la filosofíamisma, dela culturaengeneral.Nadamáslejosde unasuspensiónde la coti-dianidad.El estudioadecuadode estefenómenosólo puedeincumbir a la fi-losofía, porquees la cienciadel seren generaldecadauno de losentesensutotalidad,y esprecisamenteen la cotidianidaddondeseproponeel enteengeneralen su ser. Aunqueen los demásmodosde existir concretossc dé elenteengeneral,cadamodo sedestacaun sectorde la totalidad de los entesmedianteunanoción previade ser,mientrasque el resto delos entesse danen funcióndela nociónde serdirectrizbien diferenciada.

La filosofía, al acometerel estudiode la cotidianidad,no la desconecta,sino quela ejercede mododistinto. La filosofía tampocosepone«en actitudnatural»paraanalizarla cotidianidad.En modo algunopuedetematizarselacotidianidaden el existir cotidiano,cine espuraversióna las cosas,y las re-flexionescotidianamenterealizadasserefieren siemprea losentescotidiana-mente dados,no en su estructuraontológica.Estudiar la cotidianidad delmodoqueseacabade esbozaresel comienzoen la filosofía, su suelodepar-tida La filosofía como saberradical y total no sólo debe ver qué es el ser,sino tambiéninvestigarsudonaciónprimaria en la cotidianidad.cumpliendoasí la exigenciapropia deserunacienciaacercadelos principios.Sin embar-go, la primariedaddela cotidianidad,su serprincipio en tanto que suelo departidaparala explicaciónfilosófica, no agotala primordialidadde la filoso-fía. En todala investigaciónprecedenteseha delineadocon cierta amplitudlo que es la cotidianidad,y se ha ido destacando,de forma implícita al me-nos, quela cotidianidaden modoalgunopuedelimitarse a la meraexperien-ciasensible,a la meraexperienciaa travésdelos sentidos,sino queconstitu-ye un modo global e integral de una gran complejidaden que severtebranmuchoselementosque van desdeel temple afectivo,pasandopor la visión o«experienciasensible»,hastala comprensiónde sery demásnocionescom-plejasdcl pensamientonatural:la riquezade estemodoprimario de estar-ahíes inmensa.Tanto másineludible serádesentrañarestefenómenoen todasucomplejidad Perola filosofía no es sólo un saber«principial»en cuantoquetiene la tarea de partir de lo inmediatamentedado, sino también, y, sobretodo, en cuanto investigaciónacercadel origen de las cosas,de sus princi-

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Investigaciónsobre la cotidianidadcomo comienzode la filosofía 47

pios, queaunsiendoprimordiales,no sonlos inmediatamentedados.La rea-lidad tal y como seproponeinmediatamenteen la cotidianidadno es la reali-dad originariamentedadaen general,sino unarealidadproductode la irra-diacióndela nociónde enseridady defaeÉualidada todaslas demásregionesdel ser.Es un fenómeno«principial»en sí, originario enla medidaen quere-presentaun fenómenofundamentaldel estar-ahí,difícil de ser elucidado,como se ha visto aquí;perotal realidady la cotidianidadmismano sonel te-ma de la lilosofia. no es lo auténticamenteoriginario. Porestarazónhay quesepararprimariedadde originariedad.El principio se toma aquí; no es unsentido<‘cronológico»,sino «ontológico»;es lo primeroen si, lo másolvidadopor nosotros,y aquelloquese traslucelevementeenel marasmode los entescotidianosy dela afanosidadquenos distraede la búsquedadel principio ra-dical de las cosas:lo originario.