uruguay estrategia contra la exclusion

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    Junta Nacional de Drogas prioriza en susacciones un enfoque de derechos humanos y desalud, favoreciendo la convivencia y el desarroll

    Estrategia contrala exclusin

    Quinquenio de polticas integrales en drogas

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    ContenidoINTRODUCCIN 5Dispositivos Ciudadela cubrirn todo el pas como puerta de entrada a la red de atencin 7Innovadora herramienta para atender poblaciones ocultas con consumo problemtico de drogas 10Chanaes, donde usuarios con patologa dual pueden armar un proyecto de vida saludable 14Abordaje de atencin de CasAbierta, modelo de nuevos centros regionales 20Dispositivos de base comunitaria actan como sostn social de poblaciones vulnerables 23Nuevos abordajes en problemtica de alcohol priorizan intervenciones breves para informar y orientar al usuario 27Casi 2,5 millones de dlares por bienes incautados al narcotrfico nutren polticas de drogas 32Polticas sociales detuvieron callejizacin de nios y abatieron consumo de pasta base desde 2008 35

    Ms de 12 millones de pesos en apoyo a proyectos de la sociedad civil en el quinquenio 39Estado destin 40 millones de pesos en proyectos de insercin social de usuarios de drogas 42Junta Nacional de Drogas destina 1,5 millones de pesos para proyectos con enfoque de gnero 45Junta Nacional de Drogas redise programa de prevencin para incluir cuidados en consumo de cannabis 49Proteccin social, salud e inclusin, los ejes del trabajo en riesgos y daos 52Juntas Departamentales de Drogas reconocen avances en polticas aunque esperan ms recursos y capacitacin 56Incautaciones y seguimiento de sustancias pautaron trabajo en control de la oferta 60

    Estrategia contra la exclusin

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    Presidente - Junta Nacional de DrogasDr. Diego Cnepa

    Secretario General - Junta Nacional de DrogasSoc. Julio Calzada

    Secretara de Comunicacin y Prensa - Junta Nacional de DrogasEduardo CannizzoRosana Gmez (Produccin periodstica)Martin Bergara (Coordinacin general)

    EdicinDaro Montero

    Diseo y diagramacinGabriel Ciccariello

    Fotografas

    Secretara de Comunicacin y Prensa - JNDSecretara de Comunicacin - Presidencia de la Repblica

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    El problema de las drogas es un fenmeno mundial con amplias re-percusiones a nivel nacional en los derechos humanos e integracinsocial, el bienestar de las personas, la salud y la seguridad pblica.Es un fenmeno social complejo y dinmico, fuertemente anclado enfactores econmicos, polticos y culturales que impacta en todos losestratos sociales.Desde este marco, las polticas pblicas que se desarrollan abordan elfenmeno de las drogas en forma integral, en base a evidencia cient-ca, con una presencia activa del Estado y amplia participacin de lasociedad civil, las comunidades locales e instituciones privadas.Estas Polticas se centran en la perspectiva de los derechos humanosreivindicados por el conjunto de la sociedad Uruguaya. Se desarrollandesde un enfoque integral que requiere dar cuenta de la regulacin ycontrol de la oferta y el control de la distribucin de sustancias legalese ilegales, de la reduccin de la demanda de sustancias sobre la basede estrategias preventivoeducativas, de atencin y tratamiento e inser-cin social de las personas con Usos Problemticos y del Lavado de Ac-tivos que implica la implementacin de polticas preventivas, legislati- vas y represivas del conjunto de fenmenos de infraccin y transgresinde las normas relacionadas con la nanciacin, produccin y trcos desustancias ilegales y aspectos asociados.Estas Polticas asumen que el Modelo de Reduccin de Riesgos y Daosha demostrado su ecacia a la hora de las intervenciones en diversassituaciones y ha demostrado ser un modelo pertinente en las interven-ciones comunitarias, particularmente en poblaciones en situacin deextrema vulnerabilidad social.La evidencia cientca a nivel internacional da cuenta de que los enfo-ques prohibicionistas y las concepciones de guerra a las drogas se hanmostrado inecaces en el logro de sus objetivos y han tenido como con-secuencia causar ms dao al incrementar la violencia y la corrupcin.La escalada de violencia que ha generado, el ataque a campesinos, con-sumidores y pequeos tracantes sin respeto de los derechos humanos

    Estrategia

    nacional

    ha generado mayores daos que los que supuestamente pretendi evi-tar. Como consecuencia que este modelo es revisado en todo el mundo.Los lineamientos centrales de las acciones de control en Polticas deDrogas, dan cuenta de la necesidad de regulacin, del desarrollo denormativas de scalizacin del uso y comercializacin de drogas legalesas como de los esquemas de lavado de dinero, delincuencia organizada,corrupcin y los delitos asociados al trco ilcito de drogas.Las Polticas proponen una poltica penal con criterio de proporcio-nalidad entre el dao y la pena, garantizando un criterio equitativo delimperio de la ley que concentre la fuerza represiva contra el crimen or-ganizado y las plataformas del trco ilcito de drogas y la prevencin,represin y sancin del lavado de activos conectados a mecanismos decorrupcin de diversos actores.Desde un enfoque integral y equil ibrado, las Polticas de Drogas contie-nen un conjunto de desafos sociales vinculados entre otros a la nece-sidad de identicar, investigar y priorizar el control del trco y mini-trco de las diversas cocanas fumables que tanto dao e impacto hangenerado en los sectores populares ms vulnerables.Se ha promovido a nivel regional polticas pblicas en drogas desde unaptica de inclusin e integracin social.Uruguay adhiere al principio de responsabilidad comn y comparti-da entre los Estados nacionales. En un enfoque regional adherimos ala Estrategia Hemisfrica sobre drogas aprobada por la Comisin In-teramericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD/OEA) enmayo 2010, que avanza en un enfoque integral y equilibrado. Apoya-mos la creacin del Consejo sobre el Problema Mundial de las Drogasde UNASUR como un espacio suramericano que aborda la integralidaddel problema desde una defensa del espacio geopoltico comn desde laidenticacin de los intereses de nuestros pueblos. En el MERCOSURadherimos a lo sealado en la XII Reunin Especializada de Autorida-des de Aplicacin en Materia de Drogas (RED MERCOSUR) celebrada

    Estrategia contra la exclusin

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    en noviembre del 2007 en Montevideo y recogida en la Cumbre dePresidentes del MERCOSUR y Estados Asociados.El principio de responsabilidad comn y compartida, no ha de estarreido con el criterio de equidad entre los pases. No es aceptable unadivisin de tareas y responsabilidades en base a un criterio obsoleto depases productores, de trnsito y de consumo que perjudica y estigma-tiza a nuestros pueblos.Uruguay ha reclamado en el seno de la Comisin de Estupefacien-tes de Naciones Unidas la necesidad de revisar el paradigma vigente yavanzar en una evaluacin seria de la estrategia mundial y de los mo-delos de scalizacin actuales a travs de un debate poltico y cultural,que recoja los aportes cientco-acadmicos y saberes acumulados enlas prcticas sociales y comunitarias evaluadas como positivas.En la regin y en la comunidad internacional existe un gran DebateDemocrtico que se hace cada vez ms necesario. Este es un compo-nente de la Estrategia en Drogas de Uruguay, que, sin prejuicios ni cru-zadas morales contra la supuesta hereja, promueve como un impera-tivo poltico, tico y cientco la discusin de nuevos paradigmas y desistemas de scalizacin que contemplen la despenalizacin y/o des-criminalizacin consensuada de los segmentos menos problemticos.En este marco la Junta Nacional de Drogas ha denido que el desarro-llo de sus acciones se oriente en base a los siguientes principios:

    Derechos humanos. Integracin de principios e instrumentos deDDHH con la poltica de drogas. Respeto de derechos y garantas entodas las dimensiones.Equidad. Compromiso en el logro de la dignidad y equidad humana,incorporando la equidad socio econmica, de gnero, generaciones yterritorios.Democracia.Necesidad de abrir un gran debate hemisfrico, regional,nacional y local, integrando todas las miradas como forma democrticade fortalecer la estrategia en drogas.Cooperacin, responsabilidad comn equitativamente compartida.Defensa del multilateralismo como patrimonio del hemisferio y unidaden la diversidad.Integralidad, equilibrio y transversalidad.Abordaje complejo, inte-rinstitucional, cooperacin con la sociedad civil y ampliacin de las vi-siones y modalidades de intervencin.Participacin.Gestin compartida de los riesgos, construccin de laspolticas con la comunidad desde un Estado presente y responsabilidadsocial compartida.Evidencia cientca y buenas prcticas.Polticas de Drogas basadasen informacin y conocimiento de base cientca y de buenas practicasevaluadas debidamente.

    Junta Nacional de Drogas

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    Dispositivos Ciudadelacubrirn todo el pas comopuerta de entrada a la redde atencin

    La instalacin de los dispositivos Ciudadela, deasesoramiento, diagnstico, tratamiento y derivacinde personas con consumo problemtico de drogas ysus familias, avanza sin pausa con la meta de abarcarcada uno de los departamentos de Uruguay. Estoscentros diversican la propuesta de atencin primariaa los usuarios, los ayuda para que no necesitengrandes traslados y les facilita la permanencia en suscomunidades.

    Centros integrales para todos

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    La Junta Nacional de Drogas ha diseado y elaborado, en coordina-cin con las Juntas Departamentales de Drogas, los llamados pbli-cos a organizaciones de la sociedad civil a efectos de articular recur-sos institucionales con los efectores pblicos y privados de salud,identicando los recursos tcnicos necesarios, y complementarlossegn la necesidad de cada lugar.Hasta la elaboracin de este informe se encuentran funcionando dis-positivos Ciudadela en Montevideo y su zona metropolitana, en Cane-lones, Rivera, Salto, Tacuaremb, Paysand, Soriano, Flores, Florida,Ro Negro, Lavalleja, Colonia, Maldonado, Rocha y San Jos. Tambinfue inaugurado recientemente uno en Bella Unin y a corto plazo ha-br otro en la ciudad de Artigas.Para ubicar estos centros se busca las zonas ms cntricas de las capi-tales departamentales como forma de garantizar la accesibilidad a lapoblacin que los requiera y administrar las derivaciones a la red deatencin y tratamiento.Excepto en Montevideo, los centros Ciudadela desarrollan propuestassocio-sanitarias con tratamiento ambulatorio y acciones de tipo co-munitario en el mismo dispositivo. Para los tcnicos de la JND, estoes de vital importancia porque diversica la propuesta de atencin,ayuda a que los usuarios reciban tratamiento sin grandes traslados yfacilita su permanencia en sus comunidades.En ese contexto, se ampli signicativamente la oferta de centros paraderivacin. Actualmente funcionan los residenciales de mediana y lar-ga estada Portal Amarillo en Montevideo, El Paso en Canelones, ElJagel en Maldonado, Chanaes en San Jos, que es de carcter nacionalpara usuarios con patologa dual, y CasAbierta en Artigas.Adems, la JND trabaja en la apertura en Durazno y Soriano de sen-dos centros de las mismas caractersticas que el Chanaes, con lo cualse tendr un centro de referencia en la modalidad de tratamiento re-sidencial por regin. Tambin se disea un llamado para poner enfuncionamiento un lugar de atencin exclusivo para mujeres en Mon-tevideo.Los datos del Sistema de Gestin de Usuarios en Atencin y Trata-miento por Consumo Problemtico de Drogas (Tratamiento.Regis-tra), que gestiona el Observatorio Uruguayo de Drogas, indican queentre enero de 2013 y diciembre de 2014 se constataron 1.341 ingresosy reingresos a dispositivos de tratamiento.En dispositivos Ciudadela, en el mismo periodo estudiado fueron re-gistradas 318 personas en el sistema en Montevideo, 88,8 % de los cua-les son hombres, y 205 en Salto, 85 % de ellos hombres.

    Para los tcnicos del Departamento de Atencin y Tratamiento de laJND, la mayor parte de los usuarios deberan poder ser atendidos entreel primer y el segundo nivel, sin necesidad de establecer la internacin.El objetivo es poder darle continuidad al tratamiento y que los usuariosaccedan a las posibilidades de insercin social y laboral si mantienensu adherencia al mismo. En ese marco, los Ciudadela tambin cumplenun rol de seguimiento de cada derivacin que realizan en permanentecontacto con el centro de referencia.La internacin no es ni el primero ni el nico recurso en la problem-tica de drogas sino que la mayor parte de las consultas deberan poderresolverse de modo ambulatorio y en el mbito comunitario, sealanlos expertos.La coordinadora del rea Reduccin de la Demanda de la JND, MartaSuanes, dijo que la evaluacin del funcionamiento de los dispositivosCiudadela es satisfactoria.Empero, admiti que la escala de Montevideo y su rea metropolitanaha demandado ajustar la coordinacin interinstitucional con los servi-

    cios de la Administracin de los Servicios de Salud del Estado, el Ins-tituto del Nio y Adolescente del Uruguay, el Ministerio de DesarrolloSocial, el Poder Judicial, la intendencia capitalina y los servicios asisten-ciales de Canelones y Ciudad del Plata.El Ciudadela Montevideo tiene todas las prestaciones establecidas en elmodelo original y brinda orientacin, diagnstico y atencin a personascon uso problemtico de drogas, orientacin a referentes educativos ysicoafectivos de los usuarios, lo cual lo diferencia del centro similar deSalto debido a que la complejidad del territorio es menor.El balance es positivo porque ha permitido construir estas puertas deentrada a la red de atencin en drogas y hemos facilitado el acceso de losusuarios a los centros de atencin, subray Suanes.

    Ciudadela Salto, experiencia exitosaEl trabajo de ms de un ao y medio del dispositivo Ciudadela en Saltoha tenido una gran repercusin, segn su coordinador Mario Souto.A travs del accionar interinstitucional de varios organismos del Esta-do, en este centro trabajan actualmente 18 tcnicos, un equipo multidis-ciplinario que atiende a los usuarios y realiza el nexo con los efectorespblicos y privados de salud.Souto subray que el Ciudadela Salto recibe unas cinco consultas porda, entre nuevas y seguimiento de las personas ya en tratamiento.

    El CiudadelaMontevideo tienetodas las prestacionesestablecidas en elmodelo original y brindaorientacin, diagnsticoy atencin a personascon uso problemticode drogas, orientacina referentes educativosy sicoafectivos de losusuarios, lo cual lodiferencia del centrosimilar de Salto debidoa que la complejidad delterritorio es menor.

    Junta Nacional de Drogas

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    Apostamos al ambulatorio y como resultado signicativo tenemos que,de unas 200 personas registradas, solo 6 % fueron derivadas a centrosde tratamiento, mientras que a los restantes los atendimos en el ambu-latorio del dispositivo y 40 % de ellos siguen con una adherencia neta yestn concurriendo actualmente, consign.En referencia a la insercin social de estos usuarios, el tcnico sostuvoque se trabaja en esta temtica desde el primer da de atencin, mien-tras que la laboral se va construyendo a medida que existe una adhe-rencia al t ratamiento.El especialista resalt, adems, la insercin educativa de varios de losusuarios que se atienden en el dispositivo, pero mostr su preocupa-cin por las dicultades que se presentan en la insercin laboral, no porrecadas en el consumo sino por incapacidad de los empresarios detrabajar con personas con esta problemtica.A nivel laboral, tenemos cuatro usuarios en el programa UruguayTrabaja, del Ministerio de Desarrollo Social, cartera con la cual hemosrmado tambin acuerdos para este departamento, indic. Lamenta-blemente las empresas privadas no dan continuidad a esa experiencia,lament haciendo referencia a que no estn preparadas para trabajarcon los consumidores de drogas.Estas personas se empiezan a cuestionar si el n de semana, cuandoestn libres, esos trabajadores consumen drogas, pero no se cuestionan,por ejemplo, si existe un consumo de alcohol en el resto de los t rabaja-dores, critic el tcnico.Esta es la primera frustracin. No se trata de una recada de los usua-rios sino de la conanza de las empresas empleadoras, que no estnpreparadas para trabajar en esta situacin.Para Souto, el desafo del Ciudadela Salto es consolidarse como centrode referencia y trabajar con las empresas en insercin laboral para que

    estn preparadas para recibir a estos usuarios y dejen de lado prejuiciosy estigmatizaciones.No obstante, se mostr satisfecho de los logros alcanzados con los pro-pios usuarios que, asegur, encuentran un lugar donde son escuchados,comprendidos y contenidos, a la vez que desarrollan un notorio sentidode pertenencia al dispositivo.

    Estas personas (empleadores

    privados) se empiezan acuestionar si el fin de semana,cuando estn libres, esostrabajadores consumen drogas,pero no se cuestionan, porejemplo, si existe un consumode alcohol en el resto de lostrabajadores.Mario Souto

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    Innovadora herramientapara atender poblacionesocultas con consumoproblemtico de drogas

    El accionar de la Unidad Mvil de Atencin (UMA) es valorado como una verdadera bisagra y andamio en elabordaje del consumo problemtico de drogas por partede Germn Dorta, integrante del equipo tcnico de estecuerpo que desde hace dos meses recorre Montevideo ysu rea metropolitana para ir al encuentro de usuarios ensituacin de alta vulnerabilidad que por distintos motivosno acceden a los servicios correspondientes.

    Eficacia de la Unidad Mvil de Atencin

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    El equipo tcnico de la UMA ha logrado atender a unos 80 consu-midores problemticos de drogas en situacin de calle, quienes hanrespondido favorablemente a esta mano tendida por parte del Es-tado en el marco de polticas sociales y de reduccin y tratamientode usuarios de sustancias adictivas.La UMA comenz a funcionar a instancias de la Red Nacional deDrogas (Renadro), que integran la Junta Nacional de Drogas, la Ad-ministracin de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Institutodel Nio y Adolescente del Uruguay (INAU) y los Ministerios de SaludPblica y de Desarrollo Social, en coordinacin con las Juntas Departa-mentales de Drogas de Montevideo y Canelones.El objetivo de esta nueva propuesta es ir al encuentro de la poblacinen condiciones de alta vulnerabilidad que, por distintos motivos, no ac-cede a los servicios y a la atencin institucional. As, el equipo especia-lizado recorre distintos puntos del rea metropolitana de Montevideo,donde ha establecido una serie de paradas jas a las que los usuariosacuden para ser atendidos, escuchados y recibir tratamiento.En verano, de martes a sbado desde las 19:00 horas y hasta la me-dianoche, el grupo integrado por los mdicos Mauro Snchez y PaulaGalzerano, el siclogo Germn Dorta, el educador Gonzalo Pieri, laenfermera y coordinadora del equipo Nora Olivera, ms dos choferesque se turnan, se rene en la entrada del dispositivo Ciudadela, desdedonde salen rumbo al recorrido marcado cada da.A su vez se realizan coordinaciones diarias con las organizaciones en-cargadas de recibir derivaciones y atender distintas situaciones que sur-gen en el horario de la recorrida.Al llegar a las paradas determinadas salen a caminar o directamenteinician su trabajo en el lugar, ya que en este corto tiempo se ha logradoque muchos de los usuarios esperen la llegada del mvil.

    El grupo realiza la captacin de los usuarios y aborda los temas relativosal consumo problemtico de drogas desde un enfoque de salud integral.Brinda asistencia mdica, psicolgica y social, buscando potenciar undilogo a travs del rescate de los intereses particulares de los usuarios.Entre ellos, se busca prestar especial atencin a los aspectos culturales yartsticos, dando lugar a su potencial creativo.

    Experiencia positivaLo interesante de este programa es precisamente que se contacta conuna poblacin muy particular que por diversas razones no puede acce-der a los servicios de atencin establecidos, indic la enfermera Olivera,

    Este es un proyecto que se tieneque analizar longitudinalmente.Es una bisagra entre laspersonas y la institucionalidady tambin un andamio, comosostn, porque muchas vecesno van a poder mantener eltratamiento y pueden sentirculpa porque han generado unvnculo con nosotros.Germn Dorta

    Las patologaspsiquitricas sin

    tratamiento, control niseguimiento adecuadoson las que ms seven en este tipo deusuarios, adems de lasconsultas por problemasrespiratorios o infecciosospuntuales.

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    en el marco de un breve balance de estos primeros meses de funciona-miento de la UMA.Nos estn esperando, necesitan cosas, plantean demandas y peticiones,como puede ser un trmite de obtencin de cdula para gente que esten calle, la perdi hace aos y nunca ms la volvi a solicitar, seal.

    Tambin solicitan ayuda por comida, ya que slo fuman pasta base, ysobre todo un espacio donde puedan ser escuchados, coment.La tcnica subray que el equipo trabaja en red y coordina con otrosorganismos del Estado, pese a estar a contra horario ya que ella disponede dos horas ms de trabajo en el da precisamente para realizar lascoordinaciones con otros servicios.Podemos iniciar tratamientos mdicos en el mvil con una enfermeray un mdico; nos encontramos con usuarios que por diferentes motivosse cortan, al punto que hemos tenido que desinfectar heridas de estetipo, suturar e iniciar un tratamiento de antibitico, todo en el mvil,detall.Tambin nos hemos encontrado con problemas de presin arterial. Enese caso se trata a la persona en el momento, se la medica y deriva y sele hace el acompaamiento necesario, detall Olivera.Otra de las tareas encaradas es la realizacin de test rpidos tanto deembarazo como de la presencia del virus de inmunodeciencia huma-na, causante del sida, y de VDRL, la prueba para detectar slis.Para Olivera, el reto ms importante que tiene la UMA es que estosusuarios sostengan el tratamiento de sus consumos problemticos dedrogas. No obstante, puntualiz que ya han logrado realizar derivacio-nes a distintos centros de atencin y que han tenido logros importantesen relacin a la insercin social y laboral.Hay un usuario que se fue de Las Piedras a un refugio en San Jos yest trabajando; ha tenido changas y estamos hacindole el seguimiento.Hay otros que han ido a refugios y estn viniendo a entrevistas de inser-cin laboral en el dispositivo Ciudadela, agreg.La poblacin que atiende la UMA es mayoritariamente masculina y laedad vara segn la zona. En Las Piedras y algunos puntos de Mon-tevideo son jvenes, en la parada de la estacin de AFE, por ejemplo,son usuarios de mayor edad que llevan una media de 10 aos fumandopasta base, y presentan escasos o nulos vnculos familiares, tanto comootras redes de sostn.

    Por ejemplo tienen el cuidado deno consumir si estn hablandocon nosotros. Y creo que es unreconocimiento hacia nuestra tareay al cuidado humano del equipo.No hemos tenido dificultades deviolencia ni inseguridad.Germn Dorta

    Junta Nacional de Drogas

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    Contacto con la realidadGalzerano, que es junto a Snchez la mdica familiar y comunitaria delequipo, indic que, si bien se han realizado consultas puntuales, en estaprimera etapa el trabajo se ha centrado en diagnsticos de las diferen-tes situaciones y en tomar contacto con la realidad.Hemos tenido cosas puntuales como curar cortes y recetar antibiti-cos, pero lo que ms vemos es el poco acceso que tienen a ser vistos porun mdico, que les digan si estn bien o mal. Existe esa necesidad y porsu situacin no es accesible ese contacto con el efector de salud; por esouno siente que su consulta es recepcionada y pone sobre la mesa unaparte de uno, a lo que no est acostumbrado, puntualiz.La mdica acot que las patologas psiquitricas sin tratamiento, con-trol ni seguimiento adecuado son las que ms se ven en este tipo deusuarios, adems de las consultas por problemas respiratorios o infec-ciosos puntuales.No es algo lineal, el consumo de drogas viene asociado a otras cosas;dentro de eso tambin existe el no cuidado de la salud, entonces se veel no control de los embarazos, por ejemplo, un montn de cosas quehacen al comn pero no es una asociacin l ineal, explic.

    Bisagra y andamioA su turno, Dorta explic que el primer mes estuvo dedicado al rele- vamiento en territorio y a construir las paradas. En Montevideo, lospuntos elegidos fueron la estacin de AFE y la interseccin de la calleComercio y la avenida Italia. En el eje Este, la parada establecida es laestacin de Pando.En mi caso, como siclogo, trato de brindar una escucha a estas per-

    sonas que no tienen espacio para narrar sus historias de vida, explic.Si bien hay una planicacin estratgica y una dinmica de trabajo, nosiempre la atencin se da dentro del mvil. Eso se adecua de acuerdo alrequerimiento de los usuarios. Sin embargo, la consulta sicolgica, porun tema de privacidad, se atiende dentro del espacio acondicionadopara esos nes en el mvil.Est sujeto a la demanda del otro, del que viene. Hemos visto muchareceptividad y un cuidado del equipo, ellos mismos se generan distin-tas pautas de convivencia cuando llegamos, indic Dorta. Eso nosasombr, apunt.

    Por ejemplo tienen el cuidado de no consumir si estn hablandocon nosotros. Y creo que es un reconocimiento hacia nuestra ta-rea y al cuidado humano del equipo. No hemos tenido diculta-des de violencia ni inseguridad, subray el profesional.Dorta agreg que ya han hablado ms de una vez con unas 70personas que se hacen un espacio para estar semanalmente conel equipo.Otra herramienta de trabajo que utiliza el equipo para acercarsey generar un vnculo con esta poblacin oculta es la bsqueda delas habilidades o intereses artsticos.El educador Gonzalo Pieri observ que estos usuarios de dro-gas tienen intereses variados como el ftbol, los malabares, lamsica o simplemente la posibilidad de conversar sobre distin-tos temas. Se nos ocurri grabar audiovisuales y a partir de ahdarles las oportunidad de verse a ellos mismos como parte de unsistema al cual estn totalmente ajenos, coment.Pieri busca acercarse a los usuarios a travs de distintas opciones,

    como la proyeccin de audiovisuales en el mvil, en una pantallaadaptada para tal n, logrando un acercamiento a la unidad paraque a partir de esa instancia los dems tcnicos puedan abor-darlos. Ese vnculo primario se logra, ya sea caminando y acercndosea los usuarios para brindarles informacin sobre la unidad, invi-tndolos a acercarse o esperndolos.He visto una respuesta positiva en la gran mayora de los usua-rios, que nos plantean qu bueno es lo que estamos haciendo.Creo que vemos ms en la calidad que en la cantidad de lo quese logra, recalc.

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    Chanaes, donde usuarios

    con patologa dual puedenarmar un proyecto de vidasaludable

    Mauricio es uno de los jvenes que al ser entrevistado estabapreparndose para egresar del centro Chanaes e iniciar unproyecto propio de vida saludable. Tiene 22 aos, el liceoaprobado, sabe ingls y computacin, pero a los 17 empez

    a consumir drogas. Reconoce que la tentacin de hacerlo lapuede tener cualquiera, por lo que quiere transmitirles unmensaje de aliento a los gurises que estn en la calle.

    Atencin y tratamiento en predio de San Jos

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    Los tcnicos de Chanaes ponen nfasis en que el reconocimiento deque existe el consumo problemtico y la motivacin de superar eltrance, como lo hizo Mauricio, son los primeros pasos para el xitode cualquier tratamiento y futura rehabilitacin.Mauricio lleg en marzo de este ao a Chanaes y ahora sabe que larecuperacin no es fcil. Esta vez lo quiero hacer bien. El camino fuelargo, con idas y vueltas, altos y bajos, pero siempre mantuve el objetivode poder salir de esto y lograr luego un trabajo que te mate los pensa-mientos negativos. El trabajo te saca de todo eso, arma.En Chanaes se sinti fuertemente motivado hacia la carpintera, a loque se dedica en los ratos libres que tiene tras cumplir con una pasantade un ao que consigui gracias a los programas de insercin social dela Junta Nacional de Drogas (JND). Ese contrato le permiti armar unproyecto de vida propio, pensar en alquilar vivienda y seguir con suterapia en el centro pero desde fuera y as empezar de nuevo.Si me siento rehabilitado?, repite ante la pregunta otro joven, Guiller-mo. No s si decir rehabilitado, pero me siento muy rme y creo quela droga est en cualquier lugar y yo me siento muy fuerte para decirque no, asegura.Ya me han invitado a consumir y he dicho que no. Me siento con mu-chas ganas de salir adelante y creo que lo voy a conseguir, asegura Gui-llermo con determinacin mientras toma mate al aire libre en el prediocontiguo al centro.Desde su posicin, quiso dirigirse a sus pares. Para los que estn en lacalle, lo primero es la aceptacin del problema, que tienen una enfer-medad que se puede controlar y que pueden recurrir a cualquier centroo clnica.Despus hay que seguir el tratamiento, trabajar o matar el ocio enactividades productivas para que no vengan pensamientos negativos,explic este joven que reconoci que en su caso tuvo un fuerte respaldofamiliar que muchos otros no tienen.El centro residencial Chanaes atiende a varones adolescentes consumi-dores de drogas con patologa dual, con trastornos siquitricos asocia-dos. Abri sus puertas en agosto de 2013 y recibi al primer usuario el9 de setiembre de ese ao.Se trata de una iniciativa impulsada desde el Estado por la Red Nacio-nal de Atencin y Tratamiento en Drogas (Renadro), que involucra a varios organismos pblicos y que ha ayudado a consolidar un sistemade atencin con prestaciones comunitarias, ambulatorias y residencia-les para atender la demanda de usuarios de drogas con diferentes pro-blemticas y sus especicidades.

    El deicomiso de la Renadro, integrado por la JND, los ministerios deSalud Pblica y de Desarrollo Social, la Administracin de los Serviciosde Salud del Estado y el Instituto del Nio y el Adolescente del Uruguay(INAU), es el que sustenta el funcionamiento de este centro que requie-re casi un milln de pesos mensuales.En ese contexto se puso en marcha esta residencia de mediana y largaestada de hasta nueve meses de internacin, referente a nivel nacional yque tiene capacidad para atender en forma simultnea hasta 18 varones.La gestin est a cargo de la Fundacin Dianova Uruguay, que formaparte de la Red Dianova, conformada por un conjunto de organizacio-nes independientes y autnomas con presencia en 12 pases.

    Alternativa viableEl predio en que se desarrolla esta oferta de t ratamiento es una antiguapropiedad del INAU de tres hectreas ubicada en el kilmetro 46,200 dela ruta 11, cerca de la entrada a San Jos, que cuenta con una edicacinde dos plantas, en la que hay cinco dormitorios, una cocina, comedor ysalas para las terapias individuales y grupales.El amplio espacio al aire libre incluye una canchita de ftbol, galpones ylugar para gimnasio. Tambin se cran gallinas y conejos, hay caballos yuna pequea huerta, aunque la labor del trabajo que acompaa la ofertateraputica son los talleres de carpintera, herrera y de construccin.El director tcnico del residencial, el psiquiatra Maximiliano Gutirrez,y su coordinador, el psiclogo Alfonso Arocena, rearmaron la validezde esta opcin teraputica a travs de la cual ya se han atendido ms de30 jvenes.Vamos trabajando y cambiando sobre la marcha, sobre ensayo y error,porque sobre patologa dual se sabe muy poco, enfatizaron ambos pro-fesionales.Se trabaja mucho en psiquiatra, en uso problemtico de drogas, perocuando hablamos de patologa dual, la praxis es muy poca y la sistema-tizacin para que uno pueda consultar es menor aun, con algunas expe-riencias en Espaa y en Estados Unidos, indic Arocena, quien insistien que la atencin en exclusiva con este tipo de afecciones es diferente.Por eso la parte de enfermera tiene que ser ms fuerte que en otroscentros, aclar.Para Arocena, la medicacin aqu es importantsima para la estabili-zacin de los sntomas psiquitricos y as despus poder trabajar sobrelos consumos problemticos de drogas. Primero tenemos dos meses

    Se trabaja mucho enpsiquiatra, en uso problemticode drogas, pero cuandohablamos de patologa dual,la praxis es muy poca y lasistematizacin para que unopueda consultar es menor aun,con algunas experiencias enEspaa y en Estados Unidos.Alfonso Arocena

    No s si decir rehabilitado,pero me siento muy firmey creo que la droga est encualquier lugar y yo estoymuy fuerte para decir queno.Guillermo.

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    de adaptacin, de estabilizacin de patrones y de conductas basales, deritmo, una integralidad que tratamos de estabilizar para luego comen-zar a trabajar, explic.Por su parte Gutirrez, quien realiza un seguimiento clnico cotidianode los gurises, como le gusta llamar a los internos, seala que su laborimplica salir con ellos de paseo, conocer a su familia, y eso cambiaradicalmente para el seguimiento clnico de la medicacin. Es un en-foque importante que pasa con estar en la cotidianeidad, que en otroscentros no pasa, destac.Arocena hizo especial hincapi en destacar que Chanaes no es un cen-tro psiquitrico. Ac el objetivo no es tenerlos tranquilos, sino quetrabajamos sobre el uso problemtico de drogas para la rehabilitacine insercin de los jvenes dentro de una metodologa educativo-tera-putica, observ.Nosotros lo que queremos es que el usuario salga de ac con su pa-tologa estabilizada, para que afuera pueda seguir controlndose conun psiquiatra, llevar adelante un programa diurno o ambulatorio, yainserto en la sociedad educativa o laboralmente, rearm.Para los dos tcnicos, la insercin en el mundo del trabajo durante ydespus del tratamiento es la base de la recuperacin. La pata fuertela estamos poniendo en lo laboral, que es donde ellos se desempeanmejor, es la principal demanda que traen, puntualizaron.Ambos insistieron en resaltar que se trata de jvenes que, tanto por sutrastorno psiquitrico como por el uso problemtico de drogas, handeteriorado todas sus redes sociales al mximo, al tiempo que la so-ciedad tambin los margin. Llegan con historias de mucho deteriorofsico, intelectual, social y familiar, sealaron.En estos meses de trabajo puedo concluir que la metodologa edu-cativo-teraputica sigue siendo para m la herramienta fundamentalen funcin de la reeducacin de hbitos saludables en esta poblacin,indic Arocena.A su juicio, ese es el camino. Hay que buscarla por ah, por una rein-sercin laboral de autogestin, de participacin, y por eso desde elprimer da tenemos que empezar a trabajar con el concepto de inser-cin social, en funcin de una operativa laboral, es decir en hbitos detrabajo, sostuvo.Los responsables del centro destacaron la importancia de los talleresque preparan a los jvenes que atienden para una futura salida labo-ral, a lo que se suman las clases de la maestra que busca mejorar sucomprensin lectora y escritura, dentro de un proyecto teraputicoindividualizado.

    El predio en que sedesarrolla esta ofertade tratamiento es unaantigua propiedad delINAU de tres hectreasubicada en el kilmetro46,200 de la ruta 11,cerca de la entrada aSan Jos, que cuentacon una edificacin dedos plantas, en la quehay cinco dormitorios,una cocina, comedor ysalas para las terapiasindividuales y grupales.

    La pata fuerte la estamosponiendo en lo laboral, que esdonde ellos se desempean mejor,es la principal demanda quetraen.Alfonso Arocena

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    Ac decimos: no caf para todos, sino proyectos individuales, sostuvoel coordinador del centro, que funciona con 12 educadores e igual n-mero de enfermeros, ms las horas de los talleristas.Hoy tenemos cuatro usuarios afuera que la estn luchando. No es unproceso que termina en Chanaes, sino que empez mucho antes y que va a terminar mucho despus, aadi Arocena.Chanaes es un eslabn de esa cadena, pero est claro que s hay salidahay recuperacin, que s hay un proyecto de vida saludable, ms all deque para lograrlo se depende de muchsimas variables, siendo la msimportante la existencia de un referente familiar, puntualiz.Los que estn ms desamparados tienen pronsticos muchsimo msreservados. De todos modos hay un departamento de insercin que tra-baja cada vez mejor en esa lnea, precis. Para muchachos que ya songrandes, entre 28 y 30 aos, si bien el referente familiar es importante,ya empieza a ser un poco ms independiente el proyecto de vida salu-dable, apunt.

    Seguimiento posteriorLos jvenes que egresan de Chanaes con alta o sin ella son seguidos o vinculados a la red de atencin que el Estado tiene en todo el pas, ya seaa travs de los centros de salud o de tratamiento y derivacin.Arocena detall que se coordina la continuacin de su tratamiento fue-ra del centro con los servicios de psiquiatra, el departamento de in-sercin de la JND y con el departamento de salud de donde el usuario vaya a vivir.Estamos pensando en hacer seguimientos personalizados para los quese queden en San Jos, pero ahora lo realizamos de modo telefnico atodos los egresados y ya conectados con la red de sus lugares, es decir

    con programas como Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social, redde jvenes, el INJU y todas las opciones que tenemos dentro del Estado,coment.Pero las altas a la hora del egreso no son totales. Ambos tcnicos recal-caron que el centro es abierto y, por lo tanto, es importante la motiva-cin y el convencimiento del usuario a la hora de afrontar una interna-cin de varios meses.A veces no se adaptan o les cuesta sostener un tratamiento prolongado.Hay chicos que han estado tres o cuatro meses y, si bien no tienen el alta,se les hace un seguimiento, explic Arocena. Los usuarios son captadospor algn organismo de salud y, muchas veces, la misma familia consul-ta en un dispositivo de derivacin como los centros Ciudadela.

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    Siempre tiene que haber una demanda de tratamiento, voluntad delusuario de hacerlo en residencia, pero por lo general son llevados porfamiliares o referentes signicativos o derivados por el juez, aadi.Empero, para Arocena y Gutirrez el alta es solo un nmero: lo queimporta es que la metodologa teraputica apunta a integrarle al usua-rio, en el proceso que dure su adhesin al tratamiento, una cantidadde herramientas nuevas que no trae para que su vuelta al medio sea encualquier momento del proceso, diferente y haya un cambio.Lo llamamos la motivacin al cambio que puede terminar en un pro-yecto de vida saludable con el alta o en cualquier parte del proceso,apuntaron.Muchas veces es difcil lograr la adhesin al tratamiento. Ahora, quhacemos con el resto, los perdimos? No, no los perdimos. Si tienen unegreso con un proceso signicativo, los vinculamos a la red para quesigan el tratamiento y en muchos de esos casos hoy tienen un proyectode vida saludable, concluyeron los expertos.

    Siempre tiene quehaber una demanda de

    tratamiento, voluntaddel usuario de hacerloen residencia, pero por logeneral son llevados porfamiliares o referentessignificativos o derivados porel juez.Alfonso Arocena

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    Arrancan el da con deporte y mantenimiento del edi-ficio, arreglan lo que est roto, cortan el pasto, limpianla casa, ordenan los cuartos y despus a empezar apreparar el almuerzo junto a un profesor que luego im-partir el taller de panadera, detall Arocena junto aRuben Lpez, el educador en cuestin.Luego del almuerzo toca el turno de la clase con lamaestra, msica y talleres de construccin, mecnicao herrera.El ejercicio fsico lo realizan tanto en el pequeo gim-nasio montado en uno de los galpones de afuera comoen el parque pblico al que van a correr acompaadospor profesores de educacin fsica.Despus del medioda comienzan las terapias psicol-gicas, el seguimiento clnico-mdico, las terapias gru-pales, trabajos de hbitos sociales una vez por sema-na, espacio para las llamadas telefnicas a la familia,encuentros con familiares cada dos sbados por mes ysesiones de reflexin.Los fines de semana estos jvenes reciben la visita dereferentes familiares y cada 15 das la asistente socialrealiza el taller con la familia.Lpez explica que los gurises ingresan al centro muycados, con mucha falta de apoyo. A medida que vapasando el tiempo uno va viendo como avanzan te-raputicamente y as, aquellos que entraron prctica-mente sin ganas de hablar, despus los vemos traba- jando con buena interrelacin con la familia que habanperdido por el consumo, repasa.Ac uno con el tiempo va viendo la evolucin de loschiquilines, comenta Lpez con entusiasmo.

    Un da en ChanaesA las 9 y media de la maana se cierra la posibilidadde desayunar. Algunos se levantan ms temprano,porque salen a trabajar, uno en el programa UruguayTrabaja, otro haciendo una suplencia en un centro CAIF

    y el tercero, Guillermo, en la Direccin Nacional deVialidad. Todos en programas cuidados y protegidoscon experiencias a trmino.

    Arrancan el da con deporte ymantenimiento del edificio, arreglan lo queest roto, cortan el pasto, limpian la casa,ordenan los cuartos y despus a empezara preparar el almuerzo junto a un profesorque luego impartir el taller de panadera.Alfonso Arocena

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    Abordaje de atencin de

    CasAbierta, modelo denuevos centros regionales

    Con una experiencia de cuatro aos de trabajo, CasAbiertade Artigas es una exitosa muestra diseada por la JuntaNacional de Drogas para la instalacin de otras similaresen el centro y litoral oeste de Uruguay. Con un abordaje

    ambulatorio y otro de internacin de mediana y larga estada,los responsables del proyecto han logrado captar la adhesinde los usuarios al tratamiento y al diseo de un modo de vidasaludable.

    Opcin en Artigas

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    Abierto en 2010 como proyecto para trabajar con jvenes con consu-mo problemtico de drogas, el centro CasAbierta es hoy una realidadconsolidada en la atencin a usuarios de entre 15 y 40 aos de ambossexos.El centro de atencin fue reformulado en procura de la mejora continuade la atencin. Cuenta con un predio de 36 hectreas ubicado en la ruta

    30, a seis kilmetros de la ciudad de Artigas, y tiene capacidad para al-bergar a unos 20 usuarios en forma simultnea entre hombres y mujeres.Integra la Red de Atencin y Tratamiento en Drogas de la reginNorte, trabajando con usuarios de Artigas, Salto, Rivera, Paysand yTacuaremb, que son derivados de los distintos centros de atencin endrogas y en salud. En ese marco se cuenta con el apoyo de la Junta Na-cional de Drogas, los ministerios de Desarrollo Social y de Salud Pbli-ca, ASSE, INAU, la Intendencia de Artigas y la Junta Departamental deDrogas.Si bien es un centro residencial de mediana y larga estada, de unos tresmeses dependiendo de cada caso, tambin ofrece una opcin ambulato-ria de tratamiento, seguimiento y contencin.

    CasAbierta tiene un modelo psicosocio-educativo. Su fuerte es apro- vechar los recursos de la construccin edilicia que le permite tener cha-cra y huerta, realizar talleres y manualidades al aire libre, cocina, yoga,educacin fsica, todo lo cual se suma a la equinoterapia, sostuvo sudirectora, Mnica Ledesma.La tcnica haca alusin a la variada propuesta de actividades y talleresque conforman parte del abordaje teraputico y que es posible gracias alextenso predio que tiene CasAbierta en las afueras de la capital artiguen-se y que se aprovecha al mximo por parte del equipo tcnico confor-mado por un psiquiatra, dos psiclogas, asistentes sociales y referenteseducativo laboral, seis enfermeros y cuatro educadoras.

    Un da en CasAbiertaTanto Ledesma como el subdirector, ingeniero agrnomo Richard Cos-ta, hicieron hincapi en destacar el cronograma de actividades y talleresque los usuarios tienen desde que se levantan hasta que culmina el da,con un espacio vespertino de reexin. En el ambulatorio, en cambio, lapropuesta se enfoca en ayudarlos a reinsertarse en el sistema educativo.Tratamos de dar una oferta variada y entretenida, lo que hay que teneren cuenta es que se trata de enganchar a los usuarios con actividadesproductivas en la huerta, el invernculo, parques y los jardines y tam-bin la equinoterapia, indic Costa

    Los primeros das que llegan les cuesta un poco, pero despus quelogran entender la propuesta trabajan muy a gusto, sobre todo en lasactividades rurales, apunt.La psicloga Alejandra Lpez, coordinadora de la propuesta terapu-tica, remarc que el centro apunta a realizar un abordaje integral de lapersona, trabajan con un enfoque que tiene que ver con lo psicosocial.

    Enfatiz que el modelo de tratamiento implementado busca no solo ellogro de la abstinencia, que es el primer paso, sino tambin el cambioconductual del usuario.En ese marco, la instancia de tratamiento se divide en tres grandes mo-mentos. Uno que implica la adaptacin del usuario al centro al momen-to de su ingreso y que lleva unos 15 das, durante los cuales se realizanlas entrevistas con los profesionales y se dene el perl, las necesidadesy su historia de vida y de consumo.Luego, en una segunda etapa, se procede a elaborar una propuesta indi- vidualizada para l y su entorno familiar. En funcin de esas caracters-ticas se destina a los talleres para mantener su motivacin y se integraa las reuniones grupales.La tercera etapa se basa en la preparacin del usuario para el egreso. Enesa instancia se estudian los factores de riesgo por los cuales la personapuede recaer cuando est fuera del entorno de CasAbierta. La idea es irpreparndolo para su reinsercin social, familiar y laboral.En este punto, Lpez destac que en cada departamento hay un sistemaambulatorio para el seguimiento y contencin. Despus que egresantienen una instancia de seguimiento y, si vemos que necesita ms tiem-po, lo derivamos a centros de larga estada, indic.

    Otra miradaGiuliano culmin su tratamiento en CasAbierta meses atrs, pero con-tina vinculado al centro al que asiste una vez por semana para realizarseguimiento ambulatorio.Destac la positiva experiencia y el abordaje interdisciplinario que tuvoen este centro, que le permiti salir de su consumo problemtico dedrogas.A su juicio, el seguimiento del equipo una vez fuera del centro de inter-nacin fue fundamental para continuar exitosamente con su insercinsocial y laboral.Recin hoy se est destapando este tema que era tab, coment Giu-liano, quien vive en el centro de la capital artiguense. Sostuvo que el

    CasAbierta tiene un modelopsicosocio-educativo. Su fuertees aprovechar los recursos dela construccin edilicia que lepermite tener chacra y huerta,

    realizar talleres y manualidadesal aire libre, cocina, yoga,educacin fsica, todo lo cual sesuma a la equinoterapia.Mnica Ledesma

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    cronograma diverso y entretenido de la propuesta teraputica deCasAbierta no da lugar a tener la mente vaca.Lo que ms me gusta es el ftbol, no solo por el hecho de jugar sinopor compartir. La solidaridad es todo un cambio en el estilo de vidapersonal, mencion.Coment que el consumidor se crea un mundo de mentiras y quees importante tener este seguimiento luego que se concluye el trata-miento porque la droga va a seguir existiendo.

    Es muy importante el cambio que he hecho ac en CasAbierta. Mebrindaron apoyo para poder tener esa otra mirada de la vida. Yo eramuy individualista, las actividades que se realizan en el centro pro-mueven la cooperacin y la solidaridad y eso me cambi. Hoy puedodecir que vivo para servir al otro, a mis compaeros, observ.

    Lo que ms me gusta es el ftbol,no solo por el hecho de jugar sinopor compartir. La solidaridad estodo un cambio en el estilo de vidapersonal.Giuliano

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    Dispositivos de base

    comunitaria actancomo sostn social depoblaciones vulnerables

    Centros de escucha, equipos de proximidad y puntosde encuentro son algunas de las modalidades quelos dispositivos de base comunitaria han tomado,favoreciendo la ampliacin de la oferta local a la medida

    de las necesidades y recursos de cada territorio. Todosapuntan a la construccin de un sostn social quecombata la vulnerabilidad de los usuarios con consumoproblemtico de drogas.

    Polticas sociales

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    Para los tcnicos dela Junta Nacional deDrogas, el enfoque localfavorece una mejorrespuesta de las ofertassocio-sanitarias y unmayor compromisode tcnicos y vecinosen el abordaje deluso problemtico desustancias adictivas.

    Entre 13 y 15 personas con edades que oscilan de los 18 a los 35 aostrabajan diariamente en los distintos talleres de produccin de ElAchique, uno de los seis dispositivos de tratamiento de base comu-nitaria instalados en Montevideo con apoyo de varios organismosdel Estado, empresas privadas de la zona y agentes comunitarios.Cada jornada empieza bien temprano con un desayuno, que posibilita

    a los jvenes intercambiar experiencias e interactuar con tcnicos yeducadores. A ellos se suman sobre el medioda otros cuatro jvenesque integran una cooperativa social y que completan su jornada labo-ral integrndose a las tareas de El Achique.El dispositivo ubicado en la calle Manuel Melndez 4447, en el corazndel barrio Cerrito de la Victoria, atiende de lunes a viernes de 09:00a 17:00 horas a unos 100 usuarios anualmente, todos consumidoresproblemticos de pasta base y en su mayora varones en situacin deexclusin social grave que viven en la cuenca de Casavalle y zonas ale-daas. Es un centro de escucha, acogida, de proximidad, ambulatorioy que acta solo de da.Apunta a generar un mbito saludable, en el que el usuario pueda dis-

    minuir la exposicin al consumo. All acceden a abordajes teraputi-cos y a actividades formativas en cocina saludable, arte y tratamientocorporal, prcticas de boxeo, talleres de prevencin de recadas y enderechos ciudadanos y cooperativismo. Reciben adems tratamientopsicoteraputico individual y un espacio de apoyo a la educacin for-mal.Cuando un usuario golpea la puerta de El Achique, lo primero queafronta es una entrevista en la que se establece un mapa de ruta paradeterminar por dnde se comenzar el tratamiento y cules son lasprioridades del usuario, que pueden pasar por la alimentacin, higie-ne, vivienda, insercin en un refugio o acceso a su documento de iden-tidad, inform la coordinadora del lugar, Claudia Crespo.

    Posteriormente se analiza lo que tiene que ver con el consumo dela sustancia que lo afecta, narr. Se trata de integrar a esa personaal barrio desde sus habilidades y no desde sus debilidades, coment.Crespo hizo hincapi en que la propuesta de El Achique tiene que vercon la seguridad ciudadana, ya que los usuarios, en tanto se integrana su barrio y se recuperan, son ciudadanos activos. Es un modelo dereduccin de riesgos y daos, por lo tanto lo que tratamos es disminuirla exposicin al consumo, agreg.

    Estrategia de cercanaSi bien los seis dispositivos disponibles en Montevideo adoptan dis-tintas modalidades, el objetivo es el mismo y es llegar a la poblacinms vulnerable con consumo problemtico de drogas y difcil acceso alsistema de salud, para ayudar a su insercin en la comunidad desde el

    reconocimiento de sus derechos como ciudadano.Para los tcnicos de la Junta Nacional de Drogas, el enfoque local fa- vorece una mejor respuesta de las ofertas socio-sanitarias y un mayorcompromiso de tcnicos y vecinos en el abordaje del uso problemticode sustancias adictivas.A partir de 2010, la JND comenz a denir acciones de intervencinterritorial en drogas, con la articulacin de actores y la conformacinde redes locales, deniendo en algunos enclaves una agenda de trabajoconjunto interinstitucional y comunitario.En ese contexto se conform un equipo interinstitucional, con parti-cipacin de la Administracin de los Servicios de Salud del Estado, elMinisterio de Desarrollo Social (Mides), el Instituto del Nio y el Ado-lescente del Uruguay (INAU), la Polica Comunitaria, las intendenciasde Montevideo y de Canelones, la estatal Facultad de Psicologa y orga-nizaciones de la sociedad civil que dieron sustentabilidad a este proceso.Actualmente funcionan distintos dispositivos en diferentes modalida-des, como es el caso de El Achique.Est la policlnica La Teja Barrial, que es un dispositivo de orientacin,asesoramiento, diagnstico y derivacin ambulatorio diurno que fun-ciona en la calle Carlos Tellier 4442 y atiende en diferentes horariostoda la semana.Otro es el Centro de Escucha de Carrasco Norte, tambin de orienta-cin, asesoramiento y diagnstico ambulatorio, que opera como equipode proximidad en la avenida Bolivia 2591, de lunes a viernes en dife-rentes horarios.Una tercera opcin de base comunitaria es el Punto de Encuentro dePunta de Rieles, un dispositivo con las mismas caractersticas que losanteriores que trabaja los jueves de 14:00 a 19:00 horas en un local ubi-cado en el kilmetro 14 de Camino Maldonado.El Punto de Encuentro Lagarto San Antonio de Malvn Norte, en Hi-plito Irigoyen e Igu, trabaja los viernes de 11:00 a 14:00 horas, a loque se agregan otros das y horarios mviles para el acompaamientode situaciones puntuales.

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    Los equipos delos dispositivosse integran contcnicos de diferentesinstituciones pblicas,agentes comunitarioscapacitados, usuariosy familiares, querealizan acciones dediagnstico, derivaciny tratamiento, al tiempoque buscan que lasintervenciones mejorenla accesibilidad de laspersonas a las ofertasen el segundo y tercernivel.

    El dispositivo comunitario Vista Linda es un centro ambulatorio de es-cucha e insercin social que funciona en Jos de la Riera, en Canelones.El Centro de Informacin y Escucha CCZ3 lo hace en Estacin Goes,en Montevideo, los mircoles de 18:30 a 20:30 horas.El objetivo es que estos dispositivos sean replicados en el interior delpas, asociados a la creacin de un centro Ciudadela en cada departa-mento, indic Andrea Toyos, del Departamento de Atencin y Trata-miento de la JND, quien sostuvo que en estos lugares ya se atiende aunas 500 personas por ao y que un nmero signicativo de ellos lograsu insercin social y laboral.

    Trabajo de cercanaLos equipos de los dispositivos se integran con tcnicos de diferentesinstituciones pblicas, agentes comunitarios capacitados, usuarios y fa-miliares, que realizan acciones de diagnstico, derivacin y tratamien-to, al tiempo que buscan que las intervenciones mejoren la accesibilidadde las personas a las ofertas en el segundo y tercer nivel.Operan desde la perspectiva de derechos humanos e inclusin social,basados en acciones de enganche producidas con los propios usuarios yla movilizacin comunitaria, en los ejes de atencin, tratamiento, deri- vacin, acompaamiento, educacin y trabajo.Actualmente, los dispositivos atienden a las poblaciones ms vulnera-bles, que por su propia condicin vital quedan excluidos de otras pro-puestas de atencin sanitaria.

    Experiencia de AlerosOtra experiencia exitosa de tratamiento de base comunitaria es el pro-

    grama Aleros.Cogestionado por la policlnica La Teja Barrial y la Divisin Salud dela Intendencia de Montevideo, el programa Aleros lleva poco ms dedos aos interviniendo en distintos barrios de la zona noreste y oestede Montevideo.Los equipos tcnicos, conformados por tres duplas por cada zona, cap-tan personas que estn en situacin de consumo y vulneracin socialy que tienen pocas posibilidades de acceso a los servicios de salud ysociales.Creo que el mayor papel que el programa ha podido desempear esel de construir esos puentes entre los servicios de salud y los usuarios

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    que tienen dicultades de acceder a ellos, coment el psiclogo AlexisDuarte, coordinador del programa por La Teja Barrial.

    Los equipos de la zona oeste trabajan en los barrios Paso de la Arena yLos Bulevares, Cantera del Zorro y Teja Norte, Coln y Lezica, mien-tras que en el noreste lo hacen en Puntas de Manga, Punta de Rieles,Malvn Norte y Maroas.Se hizo gran hincapi en accionar con los vecinos, construyendo unademanda colectiva que no exista, y desmarcndonos de los mitos ypreconceptos sobre los usuarios. Hemos hecho t rabajo de cercana conlas otras lneas de polticas sociales porque apuntamos a un mismoobjetivo que es la construccin de un sostn social que combata la vul-nerabilidad, coment el siclogo Jos Luis Fernndez, de la DivisinSalud de la Intendencia de Montevideo.Se trata de entrar en el entramado social. La recorrida por los barrioses una parte, tambin se trabaja con las referencias calicadas. Cuandoalguien pide ayuda, Aleros est presente. Nos hicimos conocer y que-damos como un recurso vlido en la comunidad, puntualiz.Los Aleros se mueven al encuentro de esa persona. Si est en calle sehace all y si est en domicilio, lo mismo, coment.Por eso la rutina no existe sino la creatividad permanente. No es quesalimos a caminar por el barrio a ver qu encontramos; el barrio yatiene su vida, sus redes establecidas desde antes. Nosotros los acompa-amos, articulamos, nos metemos en esas redes para ser visibles desdeese lugar, insistieron Toyos y Duarte.

    En ese contexto, el programa ha captado desde su inicio a unos 300usuarios de drogas.

    A juicio de Juan Fernndez, profesor de la Facultad de Psicologa de laUniversidad de la Repblica, el tratamiento que reposa en la interven-cin en la comunidad mejora las condiciones de vida de la misma ymitiga los niveles de sufrimiento social de personas que tienen un usoproblemtico de drogas.Para este especialista, se trata de valorar las redes sociales en las cualesest inserto el usuario e intenta modicarlas para mejorar su calidad de vida y la de quienes habitan ese espacio o comunidad.Dejar de consumir es una de las alternativas, advirti Fernndez. Otraopcin es la modicacin del rgimen de los consumos, apostando auna transformacin radical de las formas y niveles de hacerlo haciaotras que sean menos perjudiciales para la persona y su entorno.Se trata, en denitiva, de una poltica de reduccin de riesgos y daos.

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    Nuevos abordajes enproblemtica de alcoholpriorizan intervencionesbreves para informar yorientar al usuario

    La combinacin del control de la oferta con la reduccinde la demanda y las intervenciones breves de agentes desalud con los usuarios problemticos son las herramientasms ecaces para controlar el alcoholismo, que en

    Uruguay afecta a 23 % de los consumidores. La conclusinsurgi del foro internacional convocado en agosto de 2014en Montevideo por la Junta Nacional de Drogas y la estatalFacultad de Medicina.

    Conclusiones de simposiointernacional en Montevideo

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    Una extensa reexin sobre la problemtica y las ltimas experien-cias en Uruguay y en pases vecinos para controlar el alcoholismotuvo lugar el 18 y 19 de agosto en Montevideo en el Primer Simpo-sio Internacional sobre Uso Problemtico de Alcohol en el foro or-ganizado por la JND y la Facultad de Medicina de la Universidad dela Repblica (Udelar), con la participacin de ms de 350 expertosde distintos pases.En ese mbito se debati sobre neurobiologa y el dao que el alco-hol produce a nivel cerebral en los jvenes, se analizaron las ltimasevidencias cientcas al respecto, la incidencia de este consumo enlos accidentes de trnsito, las muertes violentas y suicidios, y sobre lanecesidad de realizar intervenciones breves con los usuarios en elsistema de salud para detectar tempranamente el problema.Segn las recomendaciones de la Organizacin Mundial de la Salud,una persona no debera consumir ms de dos unidades de bebida es-tndar por da y debera dejar un da en la semana libre de alcohol.Esto se aplica a los hombres ya que la cifra se reduce a una bebidaestndar por da en el caso de las mujeres.

    Alternativas nuevas paraun problema viejo

    El coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD) de laJND, Hctor Surez, destac que, en el caso especco del rea de tra-tamiento, hasta hace poco Uruguay no tena ninguna opcin, resaltan-do precisamente la creacin 10 meses atrs de la Unidad de TrastornosRelacionados con el Alcohol (Unitra), que funciona en el Hospital deClnicas.Las investigaciones del Observatorio Uruguayo de Drogas de 2011muestran un alto consumo de alcohol en el pas, que alcanza a 75 %

    de los 3,3 millones de habitantes. Alrededor de 23 % de esos usuariospresentan un uso problemtico. Esos datos se mantienen constantesdesde 2001.Las investigaciones del Observatorio Uruguayo de Drogas de 2011muestran un alto consumo de alcohol entre los uruguayos, que alcan-za a 75 % de los 3,3 millones de habitantes. El consumo problemticotrepa a 23 % de esos consumidores, cifras que se mantienen constantesdesde 2001.El experto sostuvo que Uruguay no est en situacin de retraso respec-to de otros pases en el abordaje de esta problemtica, aunque admiti

    Las investigaciones delObservatorio Uruguayode Drogas de 2011muestran un altoconsumo de alcohol enel pas, que alcanza a75 % de los 3,3 millonesde habitantes. Alrededorde 23 % de esosusuarios presentan unuso problemtico. Esosdatos se mantienenconstantes desde 2001.

    Polticas para controlar eluso abusivo de drogas:

    prevencin primariaservicio de atencin depersonas con abuso desustanciaspolticas de drogas, comola legislacin, la regulaciny las iniciativas para con-trolar la oferta.

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    Segn la experiencia clnica de Sackmann, los tratamientos en crisis,asociados sobre todo a las intoxicaciones de los jvenes los nes de se-mana, son los ms frecuentes de ver en los servicios asistenciales.Tenemos tambin la atencin programada, con internacin o ambu-latoria, que permite realizar un abordaje teraputico con mdicos, psi-quiatras, psiclogos y trabajadores socia les, indic.Sackmann destac el nivel de las exposiciones del simposio que mos-traron, entre otras cosas, el dao cognitivo que provoca en las personas jvenes el alcohol y como esto puede ser revertido trabajando rpida-mente con estos grupos, informndolos sobre los daos y educndolosa nivel escolar y de secundaria.Si uno puede retrasar la edad de inicio, despus de los 14 aos, conpolticas activas e informando tambin a los padres, ese dao se pudedemorar o mitigar, asegur.No obstante, Sackmann reconoci que, ms all del trabajo en el sistemaeducativo, la comunidad mdica debe tomar conciencia de la necesidadde sistematizar las intervenciones breves, para dar consejos sobre la re-duccin de la ingesta o derivar al paciente a instancias de tratamiento sidetecta consumo abusivo o de riesgo.

    Si uno puede retrasar la edad deinicio, despus de los 14 aos,con polticas activas e informandotambin a los padres, ese dao sepude demorar o mitigar Alfredo Sackmann

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    Unidades de tratamientoTras 10 meses de funcionamiento, la primera unidad de tratamientos,ubicada en el Hospital de Clnicas y que atiende actualmente a unos 40pacientes, lleva adelante una labor muy estimulante, segn su di rector,Pablo Fielitz.

    El equipo est integrado por 16 especialistas, entre los que hay psiquia-tras, profesores, residentes de psiquiatra, medicina interna y psicote-rapeutas que trabajan a nivel individual y grupal, asistentes sociales ypersonal de enfermera.Fielitz inform que gran parte de los pacientes son mayores de 35 aos,que llegan con un diagnstico de dependencia de alcohol severa, msde 40 % de los atendidos tienen patologa mdica asociada al consumode alcohol, ya sea a nivel heptico, neurolgico o cardiovascular.Ms de 60 % de esas personas estn en situacin de calle y acuden desdelos refugios gestionados por el Ministerio de Desarrollo Social, acom-paadas por los equipos tcnicos como forma de garantizar los trata-mientos, hecho que fue destacado especialmente por el psiquiatra.

    Estamos en un proceso de crecimiento. Hay que tener en cuenta queeste es un servicio docente-asistencial y de investigacin, que apunta-mos en un mediano plazo a convertirnos en un centro de referenciapara la formacin de recursos humanos para la gente del rea de la sa-lud que est destinada a tratar este tipo de pacientes, indic.Esperamos que ms adelante se puedan presentar pasantas desde laFacultad de Medicina y otras para la formacin de recursos humanosy de ese modo ir replicando este modelo asistencial en otros sitios delpas, concluy el especialista.

    + 60 %de los pacientes de launidad de tratamientos,ubicada en el Hospitalde Clnicas estn en

    situacin de calley acuden desde losrefugios gestionadospor el Ministerio deDesarrollo Social.

    La disminucin de la tasa de alcohol ensangre es efectiva, asegur Barrios, po-niendo como ejemplo el caso de Brasil,donde se redujo drsticamente el nmerode accidentes de trnsito tras las frreasmedidas adoptadas contra el consumo deesta sustancia.Para Barrios, es necesaria la construccinde polticas de Estado en esta materiamediante la integracin institucional. Paraque ello suceda, se debe establecer lamagnitud del problema con sus distintoscomponentes, sostuvo.El xito de las polticas pblicas dependede los liderazgos de ms alto nivel, obser-v.

    Cctel explosivoLos efectos que el consumo de alcoholprovoca en la siniestralidad vial fueronabordados en el foro por el directorde la Unidad Nacional de SeguridadVial (Unasev), Gerardo Barrios, quiendetall las medidas adoptadas en los

    ltimos aos. Una de las ms importan-tes ha sido la baja de la tasa de alcoholen sangre permitida para conducirvehculos mediante la promulgacin de laley 18.113.

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    Casi 2,5 millones de

    dlares por bienesincautados al narcotrficonutren polticas de drogas

    Un pesquero requisado en 2013 en el marco de un granoperativo contra el narcotrco ser rematado porautorizacin judicial. El dinero de esta operacin sesumar a los casi 2,5 millones de dlares que desde 2010se han conseguido en 17 subastas similares, todo lo cuales destinado a organismos de prevencin, tratamientoe insercin social de personas con uso problemtico dedrogas.

    Recogidos en 17 remates desde 2010

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    Con el fin de fortalecerlas acciones ypolticas de reduccinde la demanda, elDepartamento dePrevencin, el deAtencin y Tratamientoy el de Insercin Socialde la JND entregandesde 2011 unapartida anual de dosmillones de pesospara nutrir los fondosconcursables, que sedistribuyen medianteun llamado dirigido alas organizaciones dela sociedad civil quetrabajen en prevencin,investigacin,tratamiento e insercinsocial.

    Vehculos de alta gama, inmuebles, joyas, muebles y artculos variosformaron parte de los remates de bienes incautados a organizacio-nes de trco de drogas y lavado de activos.El dinero de los bienes rematados queda a disposicin del Poder Judi-cial durante la sustanciacin del proceso. En cambio el producto de losque ya han sido decomisados es destinado a fortalecer las polticas dedrogas.Los ltimos se realizaron en diciembre, en los que se pusieron a su-basta 59 vehculos y tres inmuebles obtenindose alrededor de 488.000dlares. La mayora de los vehculos an se encuentran incautados yel dinero ser puesto a disposicin de la JND una vez que se emita lasentencia denitiva.Ms all de lo que se obtenga del producto del remate, se trata de unapoltica de buena gestin, sostuvo la responsable del Fondo de BienesDecomisados de la Junta Nacional de Drogas, Elena Lagomarsino, re-rindose a las subastas anticipadas que son autorizadas por la justiciapara evitar el deterioro del bien.

    Buena gestinLos bienes decomisados por causas de trco ilcito de drogas y lavadode activos pasan, tal como lo establece la Ley 17.016 y sus modicati- vas, a los organismos de prevencin, tratamiento e insercin social depersonas con uso problemtico de sustancias.Algunos de esos bienes ya estn decomisados y vienen directamente,despus de los trmites correspondientes, a la JND, explic Lagomar-sino.Para la experta, siempre es preferible el remate, salvo que el bien tengaalguna utilidad especca y convenga disponer del mismo.

    El criterio general es subastar los bienes y luego, con el dinero resul-tante, fortalecer los programas que se entiendan necesarios, apunt re-marcando que es preferible rematarlos antes que se deterioren.Desde la creacin del Fondo de Bienes Decomisados se trabaja para darcumplimiento a este mandato y, en ese contexto, se han rmado con- venios con el Poder Judicial y la Asociacin Nacional de Rematadores,Tasadores y Corredores Inmobiliarios.Paralelamente, se suscribi un acuerdo con la Direccin Nacional deCatastro para la tasacin de los inmuebles y otro con el Congreso deIntendentes que permiti la exoneracin de deudas.

    A ello se sumaron resoluciones especcas de los gobiernos de los de-partamentos de Montevideo y de Canelones que dejan sin efecto elpago pendiente de tributos de aquellos vehculos e inmuebles que seanrematados en esas condiciones particulares.Adems de vehculos de alto valor marcas Mercedes Benz, BMW, Ca-dillac y Land Rover, se han incautado desde 2010 elementos menorescomo muebles y artculos de ocina.El ltimo decomiso de mobiliario (camas, roperos y otros artculos)fue destinado a un centro de tratamiento. En otro caso los diversos ar-tculos de ocina decomisados se donaron al programa Uruguay CreceContigo, de Presidencia de la Repblica, indic Lagomarsino.

    Buen destinoEl dinero obtenido en estos remates ha tenido diferentes destinos, deacuerdo a lo establecido por la propia Ley 17.016 de Estupefacientes.En el caso del apoyo a las acciones del Ministerio del Interior en el Con-trol de la Oferta de Drogas y de la Direccin General de Represin del

    Trco Ilcito de Drogas, se us para la compra de equipamiento y sedot de tecnologa para las investigaciones y los operativos as como derecursos para la mejora de la seguridad.Tambin se entregaron vehculos a distintas dependencias policialesespecializadas de Montevideo y del interior del pas, as como a la Pre-fectura Nacional Naval, y se compraron dos aeronaves para la FuerzaArea.De este modo se procura fortalecer las acciones que abordan la proble-mtica de drogas en los juzgados del crimen organizado y las scalasespecializadas.Para ello se entreg equipamiento tecnolgico e informtico y recursospara la instalacin de los mismos en las nuevas sedes de las scalaspenales, as como en la Secretara Nacional Antilavado de Activos ypara la propia JND.Con el n de fortalecer las acciones y polticas de reduccin de la de-manda, el Departamento de Prevencin, el de Atencin y Tratamiento yel de Insercin Social de la JND entregan desde 2011 una partida anualde dos millones de pesos para nutrir los fondos concursables, que sedistribuyen mediante un llamado a concurso dirigido a las organiza-ciones de la sociedad civil que trabajen en prevencin, investigacin,tratamiento e insercin social.Con los fondos derivados de los remates tambin se ha comprado equi-pamiento para asistir las acciones de los centros de tratamiento ambu-

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    El ltimo decomiso demobiliario (camas, roperos yotros artculos) fue destinado aun centro de tratamiento.

    latorio y de internacin como Portal Amarillo, El Jagel y otros disposi-tivos del interior del pas as como equipamiento para la Renadro.A travs de la rma de un convenio, tambin se aportaron fondos alPatronato Nacional de Encarcelados y Liberados con el n de hacermejoras edilicias y refacciones, para construir centros de atencin ytratamiento de usuarios problemticos de drogas y para el programaUruguay Crece Contigo.

    488.000dlaresmonto obtenido enremates de diciembrede 2014

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    Polticas sociales

    detuvieron callejizacinde nios y abatieronconsumo de pasta basedesde 2008

    El consumo de pasta base en Uruguay sigue en paulatinodescenso desde 2008, tras una dcada de crecimientoexponencial, asegur el secretario general de la JuntaNacional de Drogas, Julio Calzada, quien atribuy estepunto de inexin a las polticas implementadas que, entreotras cosas, eliminaron la callejizacin de nios y nias. Estaproblemtica, que no tiene soluciones mgicas, se afrontacon investigaciones que lleven a estrategias innovadoras,aadi.

    Julio Calzada

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    En la actualidad sabemosmucho ms de los cortesque tiene esta sustancia,qu implican para quienesconsumen, pues lainvestigacin ha derribadociertos mitos como el quesealaba que la pastabase era un fenmeno casiletal, que quien consumafallecera rpidamente, cosaque no es real.Julio Calzada

    La temtica de drogas tiene un conjunto de elementos complejosque la constituyen, por lo cual es necesario innovar permanente-mente en las polticas de prevencin, atencin y tratamiento, sostu- vo Calzada en el marco de un exhaustivo anlisis de las causas queprovocaron el ingreso de la pasta base al mercado uruguayo.Hablamos de innovar, pero no improvisar, porque esta realidad enpermanente cambio requiere que estemos necesitando propuestas no- vedosas continuamente para ir dando respuestas acordes a esa din-mica, manifest.Cuestionando a quienes anuncian soluciones nales a esta problem-tica, Calzada advirti que estas realidades diferentes llevan a sostenerpropuestas y soluciones mgicas, que no son ms que improvisacio-nes.Cualquier persona que tiene un familiar adicto a las drogas querrallevarlo a que le hicieran chapa y pintura y se lo devolvieran para se-guir circulando, pero eso es algo que no sucede con esta problemticatan compleja, aclar.Es un fenmeno enraizado en una cantidad de dicultades que la per-

    sona tiene para funcionar socialmente, para relacionarse en el mundoy por eso es necesario hacer mucha investigacin, saber de qu es-tamos hablando y es lo que hemos hecho en los ltimos seis aos,indic.Al respecto, Calzada destac las investigaciones que se han realizadodesde la JND en coordinacin con la estatal Universidad de la Rep-blica para tener mayores insumos a la hora de implementar polticasen la materia, como dos encuestas de hogares entre estudiantes y otraen poblaciones ocultas en las que se trabaj estrechamente con el Ins-tituto Clemente Estable y la Ctedra de Medicina.Sobre la base de esos estudios, el funcionario destac que la JND, en-cargada de disear las polticas, tiene hoy muchos ms elementos para

    poder denir con precisin el problema y encontrar salidas, aunquenunca soluciones nales que no existen.En la actualidad sabemos mucho ms de los cortes que tiene esta sus-tancia, qu implican para quienes consumen, pues la investigacin haderribado ciertos mitos como el que sealaba que la pasta base era unfenmeno casi letal, que quien consuma fallecera rpidamente, cosaque no es real, asegur.La media de la edad de los usuarios de pasta base de cocana que esten tratamiento en la actualidad se ubica en torno de los 26 aos. Haymuchas personas que tienen 15 o 16 aos de consumo, es decir, que

    en el momento que ingresa esta sustancia al pas empezaron a usarla yhan seguido hacindolo sistemticamente, dijo.En referencia a este tipo de consumidores crnicos, el jerarca sostuvoque se trata de un ncleo duro, quienes antes de consumir pasta baseutilizaban pegamento como droga, la sustancia de moda en los aos 90entre las personas de los colectivos ms vulnerables de la poblacin.

    La pasta base, llamada la droga de los pobres por su bajo costo, es unasustancia residual de la cocana mezclada con elementos de alta toxi-cidad.Para el experto, este fenmeno se puede explicar por mltiples motivos,entre ellos los fenmenos geopolticos y la crisis econmico-nancierasufrida por Uruguay a comienzos de la dcada del 2000.Por un lado tenemos la presencia de esta droga en el sur de Amricaque antes no exista y el gran impacto de la crisis socio-econmica delos aos 2000 a 2002 que gener bolsones de pobreza muy importantes,apunt. Esta sustancia se meti en estos sectores y gener una culturapropia de consumo, reexion.Calzada se reri a las diferentes culturas que encierra todo consumode drogas. La cocana es considerada de rendimiento y es consumidapor sectores sociales medio altos y altos que tienen una visin muy fuer-te del xito, mientras que la realidad de los usuarios de marihuana y depasta base es bien diferente.

    2008, ao de cambiosLos cambios econmicos y el mayor poder adquisitivo de la poblacin(desde mediados de la dcada del 2000) hicieron que comenzara el des-plazamiento progresivo de la pasta base de cocana por otras sustan-cias, asegur Calzada.

    Toda la investigacin recopilada muestra que el uso de pasta base seencuentra en una prolongada meseta descendiente desde 2008.Si bien hubo un crecimiento exponencial y sistemtico desde 1999 y2000 hasta 2008, en esa fecha hay un punto de inexin y comienza adescender paulatinamente, asegur.Conuyen para ello una serie de factores. Tenemos en el pas uno delos cuerpos de investigacin y accin en materia de narcotrco msexitosos de la regin, sostuvo, en alusin al personal de la DireccinGeneral de Represin del Trco Ilcito de Drogass del Ministerio delInterior.

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    En este perodo, dicho cuerpo ha constituido brigadas departamentalesen todo el pas, lo cual ha permitido realizar un seguimiento muchoms preciso y ha redundado en exitosos operativos contra el narcotr-co que terminaron con incautaciones sistemticas.Se ha dado una estrategia global, no solamente para atacar al peque-o consumidor sino tambin a quienes realizan maniobras de lavadode dinero y en las que estaban involucrados abogados de reconocidosbufetes que terminaron ante la justicia, seal el secretario general dela JND.Registros de la Direccin General del Trco Ilcito de Drogas indicanque de enero a octubre de 2014 se realizaron casi 500 procedimien-tos, incautndose ms de 1,3 millones de gramos de marihuana, unos200.000 de pasta base, 145.000 de cocana y 500 de crack, 430 plantasde cannabis, 575 semillas de cannabis, ms de 100 dosis de dietilamidade cido lisrgico (LSD), 140 unidades de xtasis y casi 55.000 gramosde cafena.Todos estos factores han permitido contener en gran medida la expan-sin del trco, asegur.

    No obstante, Calzada advirti que el trco est asociado a una deman-da que tambin se ha controlado a partir de 2007, fundamentalmente atravs del impacto que han tenido las polticas pblicas universales y lassectoriales que han implementado los dos gobiernos del Frente Ampliodesde 2005 en los mbitos social, educativo y de la salud, en los que hacumplido un rol esencial el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).Esto ha permitido que aquella progresiva situacin de callejizacin denias y nios haya desaparecido en Uruguay. Ya no vemos esos me-nores en los autobuses tras una estrategia de supervivencia, observ.A su juicio, la situacin de calle de nios tiene un impacto muy impor-tante en lo que le suceder a ese individuo a lo largo de la vida.Y en este punto encontramos que ao a ao la edad media de las per-sonas que consumen pasta base se desplaza hacia arriba. En 2001, losregistros marcaban que se ubicaba entre los 21 o 22 aos y hoy lo te-nemos en 26 aos. Quiere decir que el ncleo duro de usuarios de estasustancia est estable, enfatiz.De acuerdo a las investigaciones realizadas por la Junta Nacional deDrogas y la Universidad de la Repblica, recopiladas en la publicacinFisuras de 2014, hay entre 9.800 y 17.800 personas en Montevideo en-tre 18 y 64 aos que son consideradas usuarios actuales de pasta base.En este punto, Calzada advirti que existe una cantidad muy menor yaltamente problemtica de usuarios de drogas, para las cuales las es-

    trategias de abordaje convencionales desde el sistema de salud no sonadecuadas.

    Las innovaciones metodolgicasEl ncleo duro de consumidores de pasta base no soporta las inter-

    venciones de alta exigencia, que les plantean abstinencia y adhesin altratamiento.Otras estrategias de baja exigencia, ampliamente utilizadas en Europa,apuntan a un acompaamiento de estos usuarios hasta lograr relacio-narlos con el sistema sanitario que les permita romper esta situacin de vida vulnerable.Nosotros hemos hecho una apuesta muy fuerte por los dispositivos debaja exigencia, desarrollamos desde la JND en 2012 un programa queest situado al este y oeste de Montevideo y que trabaja directamentecon esas personas en situacin de calle tratando de vincularlos con lared de servicios sociales y sanitarios que prestan el Mides y la Adminis-tracin de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), enfatiz el jerarca,

    en referencia al programa Aleros.A partir de ese innovador programa, que ha dado buenos resultados,se desarrollaron los puntos de encuentro en los que los usuarios senuclean de manera peridica para recibir asistencia.Entre los logros ms importantes del trabajo con estas poblaciones secuenta el hecho de que muchos de ellos, an sin dejar de consumir,han logrado insertarse en programas laborales como Uruguay Trabaja,seal Calzada.Eso es muy importante, porque no es condicin excluyente que la per-sona deje de consumir para poder insertarse en un programa laboral,destac.Tanto los programas comunitarios como los de proximidad dan cober-tura a los usuarios ms problemticos y en particular en el rea metro-politana donde se encuentra 70 % de los usuarios de pasta base.Con esta ptica y apuntando a la innovacin metodolgica para ayudara estas personas a salir de la situacin de cronicidad y a que logrenniveles de integracin y autonoma, se puso en marcha en setiembre de2014 la Unidad Mvil de Atencin (UMA), con una estrategia estricta-mente sanitaria y destinada a todos aquellos que tienen problemas deconsumo de alto riesgo y que eventualmente necesiten un apoyo y unaasistencia de manera ms directa.

    Entre los logros msimportantes del trabajo conestas poblaciones se cuentael hecho de que muchosde ellos, aun sin dejar deconsumir, han logradoinsertarse en programaslaborales como UruguayTrabaja.Julio Calzada

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    Paralelamente, se trabaja con la Facultad de Medicina de la UDELARy con ASSE en la instrumentacin del programa ERICA, un dispositi- vo de atencin hospitalaria para casos de desintoxicacin que cuentacon un equipo de respuesta integral en crisis de adicciones que fun-cionar en el Hospital de Clnicas.Como este es un problema de salud, hay una respuesta sanitaria quese inscribe dentro de las prestaciones que el ministerio del rea esta-blece en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud, indicmencionando el derecho de los usuarios con problemas crnicos deeste tipo de contar con 52 sesiones de psicoterapia al ao y hasta 30das de internacin.En ese sentido se reri a la respuesta integral que ha desarrollado elEstado para atender a aquellas personas que estn en situacin mscompleja, con la creacin de centros regionales en Artigas, Maldona-do y Montevideo, as como los dispositivos de referencia nacional deLas Brujas (El Paso), en el departamento de Canelones, y Chanaes,en San Jos.Hasta 2004 haba solo 10 plazas en el Hospital Maciel y una unidadde policlnica que daba prestaciones a los usuarios de drogas que seacercaban. Hoy tenemos disponibles dispositivos de atencin, orien-tacin, diagnstico y derivacin en todo el pas, lo cual me parece quees un cambio signicativo para dar respuesta a esta problemtica tancompleja, concluy Calzada.

    Paralelamente,

    se trabaja con laFacultad de Medicinade la UDELAR ycon ASSE en lainstrumentacin delprograma ERICA.

    Hasta 2004 haba solo 10 plazasen el Hospital Maciel y una unidad depoliclnica que daba prestaciones a losusuarios de drogas que se acercaban.

    Hoy tenemos disponibles dispositivosde atencin, orientacin, diagnstico yderivacin en todo el pas.Julio Calzada

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    Ms de 12 millones

    de pesos en apoyo aproyectos de la sociedadcivil en el quinquenio

    La Junta Nacional de Drogas invirti 12 millones depesos en los ltimos cinco aos en proyectos presentadosa concurso por organizaciones de la sociedad civil quetrabajan con poblaciones vulnerables inmersas en laproblemtica vinculada al consumo de drogas. El focode esta estrategia est puesto en la gestin de riesgosasociados especialmente al consumo de alcohol y demarihuana.

    Fondos y premios concursables de la JND

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    Esta modalidad de apoyo de la JND tiene como objetivo contribuiral desarrollo de la Estrategia Nacional de Drogas mediante planes,programas y proyectos que sirvan de plataforma para acciones deinformacin, sensibilizacin, educacin y formacin, tanto en m-bitos formales y no formales, transversales a la enseanza, trabajo,familia y comunidad.En ese marco, la JND realiza desde 2011 distintas convocatorias a par-ticipar en concursos para acceder a los fondos concursables en reascomo prevencin e insercin social. Este ao se agreg un primer lla-mado vinculado a la temtica de gnero.En prevencin, las propuestas seleccionadas en 2014 fueron cinco: Elproyecto de Casa Ambiental de Castillos, del departamento de Ro-cha, que realiza ta lleres sobre reduccin de riesgos y daos en alcoholy marihuana, y la propuesta de El Abrojo, basada en ta lleres temticosen los montevideanos barrios de Punta de Rieles, Malvn Norte y Pun-tas de Manga.A ellos se suman el Centro de Formacin Docente de Tacuaremb, queintrodujo la temtica de drogas en la enseanza a estudiantes de ma-gisterio, el proyecto Energa solidaria: mucho ms que una cuader-nola, de Florida, y la propuesta de realizacin de una historieta sobremarihuana y alcohol dirigido a educadores y jvenes, que ser dis-tribuida gratuitamente en el prximo encuentro Montevideo Comics.En cuanto a insercin social, los cinco ganadores de 2014 presentarondistintas propuestas para acompaar a los usuarios de drogas en sutrnsito y reintegro a la comunidad.La organizacin civil Yacumenza, de Maldonado, brindar cursos enel rea de servicio de comidas rpidas con los residentes del CentroRegional El Jagel, el Instituto Uruguayo de Estudios Laborales deMontevideo apoyar a jvenes en insercin laboral asistida en empre-sas privadas, y Gurises Unidos realizar talleres de habilidades parala vida en el dispositivo comunitario Punto de Encuentro que atiendepersonas en situacin de calle en el barrio Malvn Norte, Montevideo.Tambin fueron seleccionados El Achique, del barrio Casavalle, quepondr en marcha un proyecto de huerta orgnica, gastronoma yacompaamiento de insercin laboral, y el centro Proa de Salto, querealizar talleres de capacitacin en yeso para el dispositivo Ciudadelade esa ciudad.A travs de los fondos concursables en el rea de insercin social, sedestinaron 760.000 pesos en 2012, unos 800.000 en 2013 y un millnde pesos el ao pasado.

    Mecanismos transparentesLa coordinadora del rea Reduccin de la Demanda de la JND, MartaSuanes, dijo que lo ms relevante es que los llamados pblicos a proyec-tos de Fondos Concursables y a premios de esa modalidad responden ala necesidad de que haya transparencia en las acciones a favor de orga-nizaciones de la sociedad civil y para dar