urbs 2
DESCRIPTION
Poemas de Eliseo MéndezTRANSCRIPT
Urbs 2 Eliseo Méndez Nieto
Despertar
La ciudad
despierta
con un traqueteo
de persianas
ojos legañosos
escrutan
el menú del nuevo día
abren los párpados
las ventanas
descorriendo los visillos
luz cenicienta
desvaneciéndose
por el horizonte
humo previo
al incendio
del amanecer.
Smog
Mañana sin sol en la ciudad,
claror vestido de bruma,
apenas los perfiles se dibujan
entre farolas mortecinas,
amanecer lechoso,
el vaho maloliente inunda
el leve frescor de la madrugada,
los huecos oscuros de las casas
escupen empleados madrugadores
y el poso oloroso del aire adormecido
en los interiores se esparce libre
por las aceras
inundándolo todo, olor a pocilga
que se pega a la piel
en lucha por superar al desodorante
y a la colonia barata del aftershave,
puertas del amanecer abriéndose
a la rutina diaria
los semáforos abandonan su parpadeo
ámbar, guiño de noctámbulos empedernidos
y nos hieren con su mirada sanguinolenta,
los coches ,modernos paquidermos,
comienzan a desperezarse,
olor a nafta ahogando todos los hedores,
sobre el asfalto brilla el aceite,
negro sobre negro,sonata de saxos
acelerando ,todo se despierta lentamente,
los perros levantan la pata
al lado de cada farola
riegan , extrañados, aquellas plantas
herrumbrosas, de largo tallo
y raras flores fluorescentes,
van dejando recados
¡sígame, sígueme,…
Suite chirriante
Chirrían los carros del reparto
chirrían los carritos de bebé
chirrían los frenos de los taxis
chirrían las puertas de los autobuses
chirrían los gorriones
chirrían los camiones de la basura
chirrían los tacones de las mujeres
chirrían mis huesos oxidados
todo chirría en la sinfónica urbe
gran sonata desacordada
dirigida por la batuta de los semáforos
nuevo celibidache del concierto urbano
ecos que recogen y propagan las alcantarillas
tubos de fuga del órgano urbanícola
entramado de aliviaderos que todas las mañanas
ensayan sus notas desafinadas
con el breve tirar de las cadenas
concierto ciudadano, bajo continuo
de chirridos, con tambores y campanas
perdidas en el relincho de los caballos de vapor
estampidos bencinólicos de trompetas
y solos de moto a saxofón libre
cláxones al unísono dando el do de dolor de tímpanos
orquesta poblacional conducida
por el ordenador central de tráfico
dictadirector cambiando el ritmo
a disgusto de todos, embotellamientos a la carta,
acordeón urbano pulsado desafinadamente
en las teclas del ordenata de turno,
intentando arreglar el desajuste
al son de las bocinas ,de las trompas motoriales,
de las tubas camionísticas, de los acelerones
a destiempo ,estropeando la partitura diaria
que ejecuta un desajuste in crescendo :
pizzicato de ambulancias por libre..
Gato urbanícola
Desnudo camino, soy un tigre bajo la lluvia,
el agua dibuja rayas sobre mi piel,
me arrastro, estiro las patas, lo cola , las
orejas,
las gotas empañan mis ojos,
me meto bajo los coches, aprovecho
el semáforo en rojo, me cuelo
entre las piernas de los peatones,
me zampo una rata en el callejón
y salgo dando tumbos ,me rasca
en las tripas, gruño:
se come lo que se puede.
Aprovecho el semáforo en verde
atravieso el paso de cebra
con mi sombrero hongo, mi cartera negra
y mi traje a rayas, camino de la oficina
esperando jalarme algún rosco
entre las secretarias puretas:
se come lo que se puede.
Claxon
El claxon
pronuncia
tu nombre
te llama con estridencia
cita tu cuerpo
lleno de curvas
para estrellarse
en ellas
llama tu atención
por toda la calle
¡claxon claxon claxon!
¡subesube!
sonríes
entras de un salto
en el descapotable
nube blanca
tus bragas al viento
acelera el buga
arranque a toda pastilla
tu risa queda
burbujeando
en el aire
juguetea
con los árboles de la calle
el espejo refleja
tus muslos
hasta la raíz
donde se entretiene la mano
pulsando la tecla de tu órgano
tu risa decae
jadeas ahora
piernas y labios abiertos
un pájaro de rojo pico
anida entre tu cabello
ensortijado
luego lasitud
abandonada en cualquier esquina
esperas de nuevo
el reclamo
¡claxon claxon claxon! .
…/…
Otro descapotable
que te pasee
por la piel de la vida
ciudad moribunda
envidiosa
que te oprime
con su mirada
tu vestido amarillo
parado en el cruce
semáforo
que atrae
al próximo
zángano
con bocina
que canta
tu lujuriosa
belleza
en medio
de tanto
detrito
urbano
de esquina
en esquina
caminas
por la vida
disfrutas
de tu cuerpo,
vestido amarillo
bragas blancas,
subes de un salto
al descapotable que arranca
tu risa franca
hiere mis oídos,
delante de mi
el carrito de la compra
deja asomar las coles:
yo no tengo otro descapotable.
