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i UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO ESCUELA DE POSTGRADO SECCIÓN DE POSGRADO EN CIENCIAS SOCIALES MENCIÓN ARQUEOLOGÍA ANDINA LA ESPECIALIZACIÓN ARTESANAL: ANÁLISIS TECNOLÓGICO DE OBJETOS EN MATERIAL MALACOLÓGICO EN EL TALLER DE CABEZA DE VACA, TUMBES TESIS PARA OBTENER EL GRADO ACADEMICO DE MAESTRA EN CIENCIAS SOCIALES CON MENCIÓN EN ARQUEOLOGIA ANDINA Autora: Br. Fanny Maritza Rodríguez Enríquez Asesor: Dr. Santiago Uceda Castillo 2016 Trujillo – Perú

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i

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

ESCUELA DE POSTGRADO

SECCIÓN DE POSGRADO EN CIENCIAS SOCIALES

MENCIÓN ARQUEOLOGÍA ANDINA

LA ESPECIALIZACIÓN ARTESANAL: ANÁLISIS TECNOLÓGICO

DE OBJETOS EN MATERIAL MALACOLÓGICO EN EL TALLER DE

CABEZA DE VACA, TUMBES

TESIS

PARA OBTENER EL GRADO ACADEMICO DE MAESTRA EN

CIENCIAS SOCIALES CON MENCIÓN EN ARQUEOLOGIA

ANDINA

Autora: Br. Fanny Maritza Rodríguez Enríquez

Asesor: Dr. Santiago Uceda Castillo

2016

Trujillo – Perú

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JURADO DICTAMINADOR

_______________________________________

Ms. Humberto Manuel Vega Llerena

PRESIDENTE

_______________________________________

Ms. Alejandro Eljov Yepjen Ramos

SECRETARIO

_______________________________________

Dr. Santiago Uceda Castillo

MIEMBRO

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A Jesús con todo mi corazón, a mi amado esposo,

a mis padres y hermanos

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Agradecimientos

Quiero expresar mi agradecimiento al Dr. Santiago Uceda Castillo por sus importantes sugerencias y correcciones, además de su paciencia en la elaboración de este documento. Agradecer también al Dr. Jerry Moore por sus relevantes aportes y enseñanzas durante los trabajos de campo en Tumbes. De igual modo al Proyecto de Investigación Arqueológico Cabeza de Vaca del Programa Qhapaq Ñan, en especial a la directora Lic. Carolina Vílchez Carrasco. Asimismo agradecer a mis profesores de maestría, en especial al Dr. Gabriel Prieto Burmester y a Dr. Henry Tantaleán. Y de manera especial a mi esposo Jorge Ruiz Saavedra por su apoyo e incentivo constante en la elaboración de este informe.

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PRESENTACIÓN Señores Miembros del Jurado En cumplimiento a las normas establecidas en el Reglamento de Grados de la escuela de Post grado de la Universidad Nacional de Trujillo, presento a ustedes la tesis titulada: “La especialización artesanal: análisis tecnológico de objetos en material malacológico en el taller de Cabeza de Vaca, Tumbes.”, con la finalidad de obtener el grado de Maestra en Ciencias Sociales Mención en Arqueología Andina. En tal sentido dejo a disposición y a vuestra consideración el presente trabajo de investigación, para su respectiva evaluación. Trujillo 20, de Abril del 2016.

Fanny Maritza Rodríguez Enriquez

Br. En Ciencias Sociales

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Resumen

Este estudio comprende un análisis del material cultural recuperado en las excavaciones realizadas en el taller malacológico de Cabeza de Vaca, en Tumbes el año 2011; en este taller se han empleado el Spondylus y otras especies de aguas cálidas como la Pinctada mazatlanica y la Anadara grandis como materia prima. A través de un análisis morfológico, funcional y tecnológico de todo el material recuperado se plantean tres cadenas operativas y cinco subcadenas, las primeras se encuentran relacionadas al tipo de especie malacológica y al color que cada una posee y las segundas, que se desprenden de las primeras, se asocian al producto final; por lo tanto planteamos tres cadenas operativas: del Spondylus sp, Pinctada mazatlanica y Anadara

grandis y respecto al producto final, se identificaron cinco subcadenas para elaboraron cuentas, colgantes, figurinas, formas geométricas y láminas también seis técnicas de talla. La producción de ornamentos en conchas tuvo un papel importante en la economía de esta provincia incaica.

Abstract

This research embrace an analysis of cultural material recovered in the excavations realized Shell workshop, in Tumbes on the year 2011, in this workshop be has used the Spondylus and other species of hot water like the Pinctada mazatlanica and the Anadara grandis raw matter. A by mean morfologic functional and technologic analysis of all the recovered material arises three operativs chains and five subchains, the firsts find relationed to kind of Shell specie and the color that each one to have and the seconds, that loosen of the firsts associat to final product. So stablish three operativs chains of Spondylus sp, pinctad metzaline, Anadara grandis and respect to final product identified five subchains for elaborate, bead, pendant, Little figure, geometric forms and laminas, besides of six technics of cutting. The production of ornaments in shells an important in the economy of this Incaica province.

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INDICE DEDICATORIA iii AGRADECIMIENTO iv PRESENTACIÓN v RESUMEN vi

INTRODUCCIÓN 1 PARTE 1 4 CAPITULO 1. Aspectos teóricos sobre la Especialización Artesanal 5

1.1.- La especialización artesanal 5 1.2.- El Taller 6 1.3.- las cadenas operativas 7 1.4.- Los artesanos 7

CAPITULO 2.- Metodología 9

2.1.- Análisis del Material Malacológico 9 2.2.- Análisis del Material cerámico 11

2.3.- Análisis del Material Lítico 13 2.4.- Análisis de los Cuarzos 13

PARTE 2 14 CAPITULO 3.- La producción de ornamentos en conchas en el transcurso del tiempo 15

3.1.- El significado ritual del Spondylus y otras especies de aguas calientes 15 3.2.- La presencia del Spondylus desde épocas tempranas hasta la llegada de los españoles 15 3.3.- Los Talleres de conchas reportados en el Área andina y centro América 16

CAPITULO 4.- La presencia Inca en la región Tumbes 18

4.1.- La capital provincial Inca Cabeza de Vaca 18 4.2.- La existencia de trabajos en conchas 20

4.3.- El Taller malacológico de Cabeza de Vaca 21

CAPITULO 5.- La producción de ornamentos en conchas en el Taller de Cabeza de Vaca 24 5.1.- La materia prima 25

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a. Spondylus princeps 25 b. Spondylus calcífer 25 c. Pinctada mazatlanica 26 d. Anadara grandis 26

5.2.- La producción de ornamentos 27 5.3.- Las cadenas operativas 27 5.3.1.- De acuerdo a la especie asociada al color 28

5.3.1.1.- Cadena n°1 de Spondylus sp 28 5.3.1.2.- Cadena n°2 de Pinctada mazatlanica 40 5.3.1.3.- Cadena n°3 de Anadara grandis 43

5.3.2.- De acuerdo al producto final 46 5.3.2.1.- Sub cadena operativa nº 4: Elaboración de Cuentas 46

5.3.2.2.- Sub cadena operativa nº 5: Elaboración de colgantes 51 5.3.2.3.- Sub cadena operativa nº 6: Elaboración de figurinas 51 5.3.2.4.- Sub cadena operativa nº 7: Elaboración de formas geométricas 55 5.3.2.5.- Sub cadena operativa nº 8: Elaboración de Placas y láminas 56

5.4.- Diagrama del proceso de talla del material malacológico 58 5.5.- Los Instrumentos 59

5.5.1.- Instrumentos líticos 59 5.5.2.- Los instrumentos de cuarzos 60

5.6.-Técnicas de Manufactura 64 5.7.- Tipología de ornamentos elaborados en el Taller de Cabeza de Vaca 66

CAPITULO 6.- Análisis del material cerámica 68

CAPITULO 7.- Discusión 70 7.1.- El taller de Cabeza de Vaca dentro del contexto de la producción especializada 70 7.2.- La talla de material malacológico en el Taller de Cabeza de Vaca 72 7.3.- Los artesanos especialistas del mullu y su importancia en la organización social 78

CONCLUSIONES 82 BIBLIOGRAFÍA 84

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INTRODUCCIÓN La presencia de especies malacológicas como el Spondylus y otras procedentes de aguas cálidas como la Pinctada mazatlanica y la especie Anadara grandis en sitios arqueológicos de los andes centrales, han generado el interés de muchos investigadores, respecto a estos moluscos y su significado ritual. En particular el Spondylus que estuvo presente en sociedades desde épocas tempranas y ha permanecido hasta el periodo inca. No obstante estas especies malacológicas no sólo han sido halladas en su estado natural en fragmentos o enteras, asociadas por lo general a contextos rituales; sino también, a partir de estas se ha realizado una variedad de ornamentos, de los cuales poco se conoce cuál fue su proceso de elaboración. Las sociedades prehispánicas sintieron desde muy temprano un interés especial por las conchas como materia prima para elaborar una variedad de objetos, que fueron utilizados como adornos corporales o parte de ajuares funerarios. Dentro de la gama de variedad de especies empleadas para la producción, sólo algunas llegaron a alcanzar un alto valor simbólico, la especie Spondylus sp, la concha madre perla entre otras, ya que como menciona Chapman “el intercambio de bienes suntuosos de larga distancia era para

acceder a los símbolos exóticos que permitían crear y consolidar la identidad suprema del jefe” (Chapman 2010: 73). Estas especies llegaron a cobrar importancia por su valor como bienes exóticos en los Andes Centrales y la presencia de este material en los sitios arqueológicos fuera de su zona de habitad atestigua intercambios. En el Área andina se han reportados algunos espacios físicos donde se elaboraron ornamentos teniendo como materia prima a las conchas, entre ellos resaltan la huaca San Marcos, en Lima, Pampa grande en Lambayeque y en Tumbes donde se han documentados dos talleres de conchas, en el tambo de Rica playa, desaparecido por la expansión urbana y el Taller de Cabeza de Vaca, este último ubicado en la capital provincial Inca del mismo nombre. El presente estudio comprende un análisis del material cultural recuperado en las excavaciones realizadas en el taller malacológico de Cabeza de Vaca el año 2011, las que estuvieron dirigidas por Carolina Vílchez y Jerry Moore. Este estudio pretende, a través de un análisis morfológico y funcional, conocer el proceso de fabricación de cada uno de los objetos reportados, los utensilios empleados, las técnicas utilizadas y de esta manera poder plantear cadenas operativas como parte de un trabajo sistemático llevado a cabo por la sociedad incaica en esta región. La tesis se subdivide en parte 1 que comprende aspectos teóricos y metodología y parte 2, resultados ambos se separan por capítulos. Por tanto en la parte 1 tenemos el primer capítulo que trata aspectos teóricos como la definición de especialización artesanal, aspecto asociado a un tipo de organización social:

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la ciudad, en la cual se encuentran los talleres como espacios de trabajo especializado. Asimismo planteamos la definición de cadenas operativas, siendo esta de relevancia pues es parte de nuestros objetivos elaborar dichas cadenas de operación como parte del desarrollo de un trabajo sistemático que debió de llevarse a cabo en cada área de producción. De igual manera tratamos la presencia de los ejecutores de esta labor: los artesanos, los cuales por los conocimientos adquiridos, siempre han obtenido una posición considerada en determinada sociedad. El capítulo II, comprende el desarrollo de la metodología empleada, la cual tuvo como primer paso separar el material cultural reportado. El análisis inicio con el material malacológico, por ser el más abundante y el primordial en nuestra investigación, se realizó una clasificación taxonómica, identificando las especies que has sido usada en el proceso de trabajo, luego se efectuó una separación de formas, gracias a las cuales se pudo conocer ciertas etapas de elaboración. Asimismo se continuó con un análisis de las huellas de trabajo, además de un análisis tecnológico y funcional. De igual manera se efectuó el análisis cerámica, lítico y cuarzos. En la parte 2 damos inicio a la descripción de nuestros resultados donde el capítulo III trata sobre la producción de ornamentos en conchas en el transcurso del tiempo, resaltando la importancia que han tenido ciertos moluscos como el Spondylus y otras de aguas cálidas en las sociedades, luego se realiza un compendio de diferentes hallazgos de esta preciada concha en diferentes sitios arqueológicos desde épocas tempranas hasta la llegada de los españoles. De igual manera hacemos mención de aquellos espacios de actividad donde se trabajaron las conchas tanto en el área andina como en Centro América, recalcando que son escasos y mucho más aun su investigación.

El capítulo IV trata sobre la ocupación incaica en la región Tumbes, la cual se manifiesta al instalar una capital provincial al margen izquierdo del Río del mismo nombre conocida como Cabeza de Vaca, desde este centro se controló el ingreso, trabajo y distribución de todos los productos venidos desde el golfo de Guayaquil, entre ellos las preciadas conchas. También la presencia de talleres o trabajos con las conchas según, los cronistas y los trabajos realizados en el taller malacológico de Cabeza de Vaca y su sestado actual. El capítulo V corresponde a la parte central de nuestra investigación, trata la producción de ornamentos realizados en conchas en el taller de Cabeza de Vaca. Este estudio inicia con la identificación de cada especie reportada en nuestra área de trabajo, luego conocer, a través de las huellas, cuáles fueron empleadas en la talla, asimismo se realizó una descripción biológica de cada una. Con esta información y el análisis establecido se procedió a plantear las cadenas operativas, las cuales se encuentran relacionadas al tipo de especie y al producto final, la primera está asociada al color que cada especie posee ya sea rojo y blanco del Spondylus sp, perlado de la Pinctada mazatlanica y un blanco opaco de la Anadara grandis y

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respecto al producto final, se elaboraron cuentas, colgantes, figurinas, formas geométricas y láminas, las cuales si bien tuvieron las mismas etapas iniciales a medida que avanzaba el proceso, este fue particular en cada tipo de ornamento. Los instrumentos empleados en las diferentes cadenas operativas corresponden a material lítico y cuarzo, este último es un material nuevo empleado en el tallado de las conchas. Con el conocimiento de los procesos de elaboración de los objetos y los instrumentos empleados en dicho trabajo se ha planteado 6 técnicas de manufactura, las que evidencian desarrollo tecnológico. El capítulo VI corresponde al análisis de la cerámica reportada en el taller, son 399 fragmentos, de los cuales solo 14 son fragmentos diagnósticos, entre estos se han identificado, dos fragmentos con decoración inca, ollas y jarras de filiación local, registradas también en la Huaca del Sol, estructura principal del Centro Provincial de Cabeza de Vaca. El último capítulo comprende la discusión, en la que nos referimos al papel resaltante que tomó la capital provincial Inca de Cabeza de Vaca con la llegada a sus costas de un material muy preciado y del sistema de intercambios que debieron de llevarse a cabo. Relacionado a ello cuestionamos la presencia de los artesanos en la sociedad inca y más aun de aquellos que se dedicaron a elaborar ornamentos a partir de conchas preciadas como el Spondylus.

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PARTE 1 MARCO TEÓRICO Y

METODOLOGÍA

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CAPITULO 1

ASPECTOS TEÓRICOS SOBRE LA ESPECIALIZACIÓN ARTESANAL

1.1- La Especialización artesanal Al hacer referencia a la especialización artesanal es necesario hablar de un tipo de organización social complejo: La cuidad. Entendiéndose el término complejidad como Prince menciona; “Las cosas complejas

tienen más partes y más nexos entre las partes” (Price 1995:140 en Chapman 2010), pues la ciudad tiene nexos y relaciones que le permiten concebirla como un área donde se brinda una variedad de servicios y se abastece de una variedad de productos, contrario al campo. Asimismo los talleres de producción y los artesanos especialistas surgen con el establecimiento de la ciudad y el estado (Childe 1954). Además Childe considera a la especialización artesanal como una de cinco características primarias que suponen la existencia de una comunidad urbana que forma parte de una civilización (Childe 1950 en Redman 1990). La relación entre especialización artesanal, ciudad y estado resulta tan estrecha que Uceda (2010) considera es indisoluble y resulta improductivo saber cuál depende o deriva de cuál. Colin Renfrew y Bahn, consideran que “Una estructura más centralizada permite una especialización económica mayor, que

supone, a su vez, una eficacia productiva. La centralización suele estar asociada a una mayor

intensificación agrícola, que no sólo permite a la sociedad centralizada tener una mayor densidad de

población, sino que también da lugar a un excedente suficiente para sostener a unos artesanos

especializados a tiempo completo. Un mayor grado de especialización artesanal sólo resulta posible gracias

a la capacidad organizadora de una sociedad más centralizada” (Renfrew y Bahn 1993: 200). Considerando a la cuidad como una estructura central, es necesario mencionar lo que Redman (1990: 277) sostiene al respecto “La cuidad fue el foco del proceso de los orígenes de la civilización antigua en el

próximo oriente y de una u otra forma se ha convertido en el tipo de comunidad más importante en todo el

mundo”.

No obstante tratar de definir el término especialización artesanal y darle una explicación que se adapte al desarrollo de las sociedades prehispánicas andinas resulta algo complicado. Dolores Soto define especialización como “La práctica de actividades con conocimiento de la tradición tecnológica involucrada

en la actividad productiva; las personas con dicho conocimiento estarán capacitadas para una actividad

productiva. La especialización va surgiendo en la medida en que el conocimiento mínimo indispensable

para poder realizar una actividad específica se va haciendo más compleja o en relación al número creciente

de necesidades que hay que satisfacer por medio de la práctica de actividades distintas, es decir, hay

conocimientos que son del dominio de la mayor parte de la población y otros que solamente los poseen

algunos miembros de la comunidad; los primeros pueden considerarse como conocimientos generalizados,

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y los últimos como correspondientes a la especialización artesanal”. (Dolores Soto citado por Manzanilla 1986: 60 y 61). Desde este punto de vista debemos entender que especialización es un conocimiento técnico específico, que surge de un conocimiento mínimo, el que con la práctica se convirtió en algo complejo sobre cómo realizar una actividad que dará origen a un producto; teniendo como base una materia prima específica y que, además, dicho conocimiento se ira perfeccionando con la práctica y a su vez generara en quien lo posea una diferenciación frente la comunidad. En tanto Robert Santley, Phillip Arnol III y Christopher Pool consideran que especialización artesanal “…es

una forma de segregación de las actividades en la cual los bienes son hechos por especialistas para

intercambio más allá del sitio de producción…”, Robert Santley, Phillip Arnol III y Christopher Pool en Gayoso 2011: 14). Esta definición introduce una nueva variable que define a los especialistas artesanos, se trata de una separación de tareas específicas realizadas por expertos en las mismas; el producto o los objetos obtenidos serán intercambiados con grupos externos al de la producción lo cual es evidente por la abundante cantidad de objetos realizados, los que caracterizan al espacio que denominamos taller. 1.2.- El Taller Considero al taller como un área de actividad, a la que (Manzanilla 1986: 11,12) define como “La

concentración y asociación de materias primas, instrumentos o desechos en superficies o volúmenes

específicos, que reflejan actividades particulares. Generalmente estas áreas se encuentran delimitadas

espacialmente por elementos constructivos”. Asimismo estas actividades pueden dividirse en varios tipos, dentro del cual está la producción, la que se refiere a aspectos como el aprovisionamiento de materias primas y la preparación dentro del cual está el proceso de trabajo representado en diversos contextos. Asimismo Suarez (1981), menciona que un taller se caracteriza por tener un lugar delimitado además de un espacio específico para almacenaje, donde los artesanos desarrollan regularmente actividades especializadas que rebasan las necesidades propias del grupo. Clark (1981 en dolores Soto 1986) realiza una revisión a la definición de áreas de actividad y plantea el término de “Superárea de actividad” para la definición de talleres, además señala las discrepancias existentes entre los talleres y las áreas de actividad, en los niveles de producción, ya que en un taller, los objetos rebasan las necesidades de autoconsumo. Considero importante mencionar lo planteado, ya que establece una diferencia marcada al hablar de áreas como los talleres, sin embargo como bien se menciona, líneas arriba, dentro de las áreas de actividad existe una clasificación donde se resalta aquellos espacios dedicados a la producción. Estos espacios son relevantes porque en ellos se evidencia la presencia de un grupo de personas con determinado conocimientos debidamente organizados con reglas establecidas con objetivos comunes, bajo una organización estatal, en este caso la sociedad incaica.

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1.3.- Las cadenas operativas Se trata del conjunto de procedimientos e instrumentos que transforman el medio ambiente dejan huellas en los objetos, que al ser analizadas, permiten reconstruir dichos procesos. Cada actividad física ejecutada sobre un objeto siempre deja huellas como evidencia. Los procesos técnicos llamados también cadenas operativas son una serie de pasos que siguen desde que el material está intacto hasta que el objeto se encuentre totalmente terminado (Leroi Gourhan 1943, 1945 Lemonnier 1986:149 y Shiffer 1992:41, en Velásquez et al 2006). En cada una de las fases de trabajo de esta secuencia de actividades los productores deben tomar decisiones frente a un espectro variable de posibilidades restringidas por factores ambientales, históricos, sociales y culturales (Lemonnier 1986:153 y Shiffer 1992. 51, en Velásquez et al 2006). 1.4.- Los artesanos Definir a este grupo social resulta esencial, pues se trata de personas cuyo trabajo formó parte de la economía de una sociedad. Los artesanos están conformados por un personal especializado que poseía un conocimiento técnico necesario que no era compartido por el resto de la comunidad (Soto Dolores en Manzanilla 1986). Este grupo labora en un taller, ya sea a tiempo completo o parcial; dominan una técnica que no conoce ni practica el resto de la comunidad; su producción normalmente también es especializada, o sea que está enfocada a la elaboración de una gama de productos, y la producción rebasa las necesidades de consumo de los artesanos (Clarck 1981). María Rostworowski, realiza un estudio acerca de la composición social del imperio del Tahuantinsuyo, clasificando a los artesanos dentro de las clases populares y los define como “Los artesanos tenían un

papel importante en la costa, donde la especialización laboral formaba parte del modelo organizativo. En la

sierra había ayllus de plateros y de ceramistas viviendo en aldeas, pero sin la ocupación exclusiva que

había en la costa. Los artesanos costeños gozaron de una situación especial antes del advenimiento de la

hegemonía Inca, pues aunque trabajaban para sus señores étnicos, podían trocar parte de su producción

y el beneficio era personal. Más tarde con el establecimiento del poder inca se mantuvo su categoría, pero

tenían que obedecer las órdenes del estado y se desconoce si les era permitido usufructuar del excedente

de su producción” (Rostoworoski 1999: 234). Waldemar Espinoza (1987), nos dice que en la costa norcentral había ayllus íntegros que se dedicaban a la vida del taller y lo mismo sucedía en barrios determinados de las llactas imperiales. Pero resalta la diferencia en aquellos que trabajaban en los centros urbanos, quienes elaboraban para el Estado objetos que después los redistribuía para adornar templos y aposentos de los nobles, con la finalidad de rodearlos de artículos de lujo a los dioses, a los aristócratas y a su corte en general.

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Lumbreras (2005) considera a los artesanos especialistas, expertos en la realización de determinados productos, como una “nueva clase de gente”, definitivamente este grupo social fue determinante en la economía de la sociedad inca al poseer un conocimiento, el cual les permitía estar exentos de servicio de trabajo pues ellos contribuían con el Estado a través de los objetos que producían Rostoworoski (1977). Colin Refrew y Paul Bahn (1993: 201) manifiestan respecto a los artesanos especialistas “La importancia

creciente de los artesanos especialistas es otro indicador de sociedad centralizada que se puede identificar

arqueológicamente. Los artesanos de dedicación plena dejan huellas muy claras, ya que cada oficio tiene

su propia tecnología y se suele practicar en un lugar diferente de cada área urbana”.

Sin duda alguna este grupo de trabajo constituyó dentro de la economía de una sociedad una parte activa determinante que generó beneficios no sólo personales, sino también producían para las elites acomodadas una variedad de objetos de valor que reconocían su posición. Por lo tanto los artesanos constituyen la evidencia del trabajo organizado y especializado que caracteriza y diferencia a la ciudad de otras formas de organización.

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CAPITULO 2

METODOLOGÍA

El análisis de materiales arqueológicos recuperados en un contexto de producción artesanal, como es el caso del Taller Malacológico de Cabeza de Vaca, tiene que estar orientado a comprender que, cada uno de los objetos registrados, por más minúsculo que sea, forma parte del proceso de talla. Por ende las características que estos presenten como: tipo de materia prima, tamaños, formas, calidad dureza etc., implican una etapa de operación dentro del proceso de trabajo. Para poder cumplir con nuestros objetivos trazados en nuestro proyecto hemos creído conveniente realizar una clasificación y análisis del todo material malacológico registrado, el cual suma 122,525 fragmentos, dentro de los cuales tenemos: conchas completas, fragmentadas, con huellas de trabajo, objetos en proceso, objetos pre terminados y objetos culminados. Asimismo se ha analizado el material lítico consistente en 78 utensilios y 72 cuarzos, minerales utilizados también en el proceso de talla. Además se ha realizado el estudio del material cerámico representado por 349 fragmentos de los que sólo 14 son diagnósticos, este análisis por sus características ha sido separado y es explicado en el capítulo VI. 2.1.- Análisis del material malacológico 2.1.1.- Clasificación taxonómica del material malacológico. El Material malacológico recuperado ha sido subdividido primero en especies, las que han sido ordenadas teniendo presente su clasificación taxonómica (Familia, género, especie y subespecie). Esta clasificación nos ha permitido obtener una referencia completa de cada una de cuatro especies empleadas en la talla de conchas. Las características físicas anotadas de estos moluscos son: Morfología, color, dureza y brillo, por tanto de acuerdo a cada especie y a estas características tenemos los siguientes datos:

Spondylus sp (Sondylus princeps y Spondylus calcifer)

- Morfología: Es de regular tamaño a más y su valva es cóncava - Color: la superficie de la valva es roja y la parte interna es blanca - Dureza: Por su composición calcárea es muy dura. - Brillo: en su estado natural no presenta brillo al ser pulida la obtiene.

Pinctada mazatlanica

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- Morfología: Es de regular tamaño y su valva es plana - Color: la superficie de la valva es roja y la parte interna es blanca - Dureza: Por su composición calcárea es de fácil corte y/o perforación - Brillo: Presenta brillo en la parte interior de la valva en la parte exterior no

Anadara grandis

- Morfología: Es de regular tamaño a más y su valva es cóncava - Color: La valva es blanca - Dureza: Por su composición calcárea es dura. - Brillo: No presenta brillo, su superficie es opaca

2.1.2.- Análisis de formas

Este análisis ha permitido identificar una variedad formas en las que han sido dejados los fragmentos de material malacológicos. El análisis de estos fragmentos presenta un orden, llegando a construir las cadenas operativas ejecutadas en el Taller. De igual manera a través de las formas identificadas se ha logrado identificar el tipo de instrumento empleado en el proceso de fabricación.

2.1.3.- Análisis de huellas de trabajo

Este análisis ha permitido identificar como fueron las perforaciones y los tipos de cortes (verticales, horizontales, transversales, etc) realizados en el molusco. 2.1.4.- Análisis Tecnológico

Este análisis permitió identificar cuáles fueron los instrumentos empleados en el proceso de talla, una vez reconocidas las formas y los instrumentos se ha identificado las técnicas de manufactura empleadas en la elaboración de objetos. 2.1.5.- Análisis Funcional

Dentro de este conjunto de ornamentos corporales hechos en conchas se ha identificado: cuentas, colgantes figurinas (zoomorfas y fitomorfas) y objetos geométricos que fueron aplicados en la ropa o madera.

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2.1.6.-Elaboración de una Tipología de ornamentos producidos en el Taller

La construcción de una tipología nos permite establecer una variedad de tipos los que difieren en forma, tamaño y función. En tanto un tipo se explica por su similitud de caracterizas, la variedad de dichos tipos nos permite entender cuan complejo en técnicas, instrumentos, etc debió de haber sido la talla de material malacológico.

2.1.7.- Análisis Cuantitativo

Este análisis será utilizado con el objetivo de tener un referente de las cantidades numéricas y porcentajes del material malacológico registrado; con mayor razón si se trata de áreas en donde se llevó a cabo actividades intensivas de trabajo como es un Taller. Estos datos cuantitativos se ordenaran en cuadros estadísticos que permitirán una mejor lectura de los resultados obtenidos.

2.1.8.- Fichas de Registro

Se elaborara fichas de registro en donde se detallara las características más resaltantes de cada uno de los objetos recuperados.

a) Ficha de objetos recuperados En ella se contemplaran todas las características o atributos de los objetos terminados y fragmentos recuperados que resulten representativos de cada etapa de trabajo dentro de cada cadena operativa. En esta ficha se anexan dos registros más: Gráfico y Fotográfico.

b) Ficha de Instrumentos Se detalla las características de los instrumentos líticos y de cuarzo identificado.

2.2.- Análisis de material cerámico Para realizar el análisis de este material se ha tenido en cuenta cuatro características: La pasta, Manufactura, Morfología y la decoración. El material recuperado en las excavaciones lo conforman 399 fragmentos de cerámica, de los cuales 14 se han determinado como fragmentos diagnósticos.

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2.2.- La pasta Se encuentra compuesta por elementos plásticos como la arcilla y antiplásticos o temperantes o desgrasantes, se ha procedido a identificar la variedad de temperantes que formaron parte de esta composición. Se evalúa las siguientes propiedades físicas, aquellas que se revelan como su aspecto visible, como: color, dureza, lustre, porosidad, consistencia y fractura.

2.3.- La manufactura En este punto se analiza la manera en que fue trabajada la pasta, es decir puede ser modelado o moldeado. El primero puede ser reconocido por las huellas de trabajo que el alfarero deja al interior de la vasija. Cuando el modelado se realiza de forma directa, sobre la masa de arcilla se va también adelgazando con los puños o con la ayuda de una paleta y muchas veces las huellas no se aprecian porque el restregado o alisado tiende a eliminar las irregularidades; sin embargo siempre quedan huellas de la paleta, de los puños o de los dedos del artesano (Lumbreras 2005). El moldeado trata cuando la arcilla ha sido trabajada usando moldes, los cuales pueden ser: parciales o moldeado total.

2.4.- Morfología Comprende el estudio de la forma de las vasijas, desde el punto de vista de la función que cumplieron. A partir de ello se realizó una clasificación entre vasijas cerradas, vasijas abiertas y partes del cuerpo como: cuellos, asas, mangos, bases y soportes.

2.5.- Decoración En este ítem se realizó una primera clasificación de acuerdo al momento del pintado, el cual puede ser: pre o post cocción. El resumen de estas características se ha plasmado en Fichas de Catalogación de cerámica, así como registro gráfico y fotográfico.

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2.3- Análisis de material Lítico Este análisis se ha realizado mediante la observación directa de cada uno de los objetos, identificando la forma y dimensiones que presenta cada material, así como las huellas dejadas en los mismos como evidencia de su uso en el trabajo de talla de conchas. Cada uno de estos materiales fue medido pesado y fotografiado. 2.4.- Análisis de los cuarzos Este estudio se ha realizado mediante la observación directa de cada uno de los minerales, a través de ello se ha descrito la forma, el color y el tamaño, para identificar las medidas de cada uno de estos instrumentos se ha empleado un calibrador electrónico; En tanto para identificar las huellas de desgaste se ha empleado lupas. Asimismo se ha utilizado Fichas de registro y el material ha sido fotografiado.

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PARTE 2 RESULTADOS

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CAPITULO 3

LA PRODUCCIÓN DE ORNAMENTOS EN CONCHAS EN EL TRANSCURSO DEL TIEMPO

3.1.- El significado ritual del Spondylus y otras especies de aguas calientes La presencia temprana del Spondylus princeps resulto ser un indicador de los nexos de intercambio entre la zona ecuatorial y los andes centrales. Este bivalvo se convirtió desde épocas iniciales hasta la llegada de los españoles, en un objeto de ofrenda fundamental; pues era apreciado y tenía un significado ritual importante, relacionado al agua y la fertilidad, era considerado indispensable para traer las lluvias y hacer producir la tierra, por lo que, los agricultores andinos, necesitaban grandes cantidades de este producto marino, que en diversas formas: valvas enteras, pedazos, triturados o en polvo, ofrecían a los dioses para evitar la sequía (Cobo 1653, en Murra (2007)). Estas especies llegaron a cobrar importancia por su valor como bienes exóticos. Hocquenghem (2010) señala que los Spondylus que no pueden ser recolectados en la corriente del Humbolt son productos exóticos en los Andes centrales y la presencia de este material en los sitios arqueológicos de esta zona atestigua intercambios. Por tanto la concha Spondylus ha sido considerada el producto más preciado que ingresó en los Andes Centrales. Asimismo se le ha otorgado una relación a cada concha con algún objeto o evento en especial, tal como lo menciona Mester; “en la cosmología andina existe una conexión entre la luz y los colores de las conchas,

los elementos celestes y la elite inca. Las especies nacaradas Pteria sterna y Pinctada mazatlanica están

asociadas con el sol y la élite dado que estas son muy brillantes y emiten destellos de luz, en tanto el color

rojo del Spondylus simboliza la guerra, la tierra, el agua en los canales de riego y la arcilla de la cerámica,

por lo que el rojo simboliza la fertilidad agrícola” (Mester 1989:158).

3.2.- La presencia del Spondylus desde épocas tempranas hasta la llegada de los españoles Se ha podido identificar que este rito asociado a la especie Spondylus se inició en los albores de la cultura Valdivia, en la costa del Ecuador (3600 aC). Luego asociado a ritos con el manejo de recurso de agua, y en especial con el evento de El Niño, se difundió hacia los Andes centrales (2000 aC – s XVI), posteriormente lo hizo a Centro América y después a Mesoamérica (IV – XVI) (Marcos 2005: 140)

En los Andes Centrales la presencia del Spondylus se ha registrado en sitios pre cerámicos como Caral, registrándose una cuenta tubular de Spondylus en relleno constructivo (Shady 2000: 60). La Galgada, ocupada alrededor de los 3,000 aC. (Grieder et al. 1988: 93, 94, 69). En el sitio Los Gavilanes, donde se registró Spondylus en la fase 2 de Los Gavilanes, 2,780 años B.C (Bonavía 1982:277). En el sitio Aspero,

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con fechados radiocarbónicos que se remontan a 2,930 aC en "Huaca de los Sacrificios" y 3,702 aC. en "Huaca de los Idolos" (Feldman 1980: 246), identificó un fragmento de espina de Spondylus, en Kotosh, Huánuco. La demanda de la especie Spondylus princeps continúo en sitios formativos como Chavín cuya presencia estaría relacionada con las élites que controlaban el acceso al templo, las ofrendas y el oráculo (Lumbreras 1989). Su presencia se prolongó durante los desarrollos regionales (100 aC – 700 dC) y el Imperio Wari (700 -1100 dC ). Es a partir de los Desarrollos Regionales Tardíos, que el uso ceremonial de este molusco, se vuelve intenso en los Andes centrales y el incremento de consumo se vuelve exponencial con relación al de los periodos, específicamente en el Reino Chimor (1100 -1470 dC), como bien menciona Pillsbury (1996), y más aun con el surgimiento del imperio del Tahuantinsuyo (1470 -1532 dC). La existencia de este molusco en diferentes tiempos y espacios de los andes centrales ha sido continua y ha estado revestida de un relevante significado ritual como ningún otro objeto cultural. Asimismo poco se ha investigado acerca del uso de este molusco como materia prima para la elaboración de ornamentos corporales, sin embargo, se han registrado algunos talleres de conchas en los andes centrales y septentrionales. 3.3.- Los Talleres de conchas reportados en el Área Andina y Centro América Estos espacios de producción han sido documentados por investigadores como: Izumi Shimada (1978), en Pampa en la región Lambayeque. En La Huaca San Marcos en la Plataforma 5, se ha registrado fragmentos que evidencian varios momentos del proceso de trabajo de valvas de Spondylus princeps, por lo que se deduce la existencia de un taller en el sitio (Gorriti 1999, en Gorriti y Falcón 2002). En el extremo norte del Perú Hocquenghem (1993) y Hocquenghem y Peña (1994), registran dos talleres asociados a la red vial inca en el departamento de Tumbes, Rica playa, ya desaparecido y el taller de Cabeza de Vaca, este último objeto de nuestra investigación. En el Ecuador son reconocidos los trabajos llevados a cabo por Carter (2008) quien investigó las colecciones de seis sitios pertenecientes a Guangala Tardió / Manteño Temprano (700-1300 dC) y Manteño Tardió (1200/50-1532 dC). Asimismo María Massuci (1995) realizó un estudio de restos malacológicos incluyendo al Spondylus en la cultura Guangala (100 aC- 800 dC), en el sitio El Azúcar, en la provincia del Guayas. En tanto en la región centroamericana los trabajos de Mayo and Cocke (2005) excavan un taller en Cerro San Juan Díaz, ubicado en una aldea precolombina del Gran Coclé, Panamá en donde reportan la talla de las especies: Strombus galeatus, Spondylus sp, Anadara grandis y Pictada mazatlanica. Y los trabajos de Mercedes Guinea, quien excavó en un yacimiento Manteño, Japoto, al sur de Manabí; en este sitio se registró cuentas hechas en la especie Argopecten circularis, conocida en el Ecuador con el nombre

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común de “concha de abanico”. Los contextos en los que se realizaron estas actividades productivas en la zona ecuatoriana fueron áreas domésticas (Guinea 2006).

Murra (2007), menciona que el estudio de talleres merece un trabajo minucioso no sólo porque nos informarán sobre el patrón de asentamiento y de organización social de los recolectores y de los artesanos que trabajaron dichos moluscos, sino también porque existe la esperanza de que en los conchales, talleres o viviendas asociados encontraremos huellas de los clientes, los consumidores foráneos que necesitaban del mullu. Por tanto un taller es un espacio de actividad, donde aparte de desarrollar un conjunto de actividades ordenadas de forma secuencial, se puede identificar rasgos de las personas que adquirieron los productos. Los análisis de restos malacológicos abandonados en los talleres productivos están orientados: Primero a definir las técnicas de manufactura empleada en la fabricación de los ornamentos; Segundo la participación del grupo artesanal destinado a la estricta elaboración de objetos malacológicos; estos especialistas debieron de haber sido considerados un grupo selecto, pues esta actividad productiva no suele ser común, teniendo presente la importancia y significado de las conchas. Uceda y Rengifo (2006) nos dicen que en la especialización artesanal se empieza a reconocer la activa y directa participación de los artesanos en la construcción de las relaciones de poder, prestigio y status de las sociedades complejas; tercero el arduo trabajo de debió significar la extracción del Spondylus sp la materia prima (Pillsbury 1996; Salazar 1994); y cuarto, la distribución de los objetos terminados; es decir cuánto de lo producido en el Taller de Cabeza de Vaca se quedaba en el mismo sitio para uso de la sociedad Inca local y cuánto será comercializado a través de la red vial, hacia las demás regiones incaicas al norte o al sur.

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CAPITULO 4

LA PRESENCIA INCA EN LA REGIÓN TUMBES

4.1.- La capital provincial Inca Cabeza de Vaca La Zona Arqueológica Monumental de Cabeza de Vaca, se ubica en el extremo noroeste de la costa del Perú, en límite con la República de Ecuador; políticamente pertenece al Departamento y Provincia de Tumbes, Distrito de Corrales o San Pedro de los Incas. Geográficamente está ubicado entre las coordenadas UTM 657,300N y 9660,200E, a 5 Kms hacia el suroeste de la ciudad de Tumbes, en la margen izquierda del valle bajo del Río Tumbes. La zona monumental de Cabeza de Vaca está delimitada por una Poligonal de Intangibilización que abarca 67 hás, dentro de la cual se han identificado diferentes sectores: La Huaca del Sol, el Taller Malacológico, las huacas menores, el camino inca y el canal de irrigación (Vílchez 2009 y 2010). La capital provincial Incaica o cabeza de provincia Cabeza de Vaca concentró el poder inca en el extremo norte del Perú; por tal motivo en este sitio existieron edificaciones de poder estatal, las que se distribuyeron en un amplio núcleo urbano donde se realizaron una serie de actividades religiosas, productivas, militares residenciales entre otras. No obstante las edificaciones mencionados por los cronistas (Templo del Sol, acllawasi, talleres etc) éstas se encuentran en ruinas (Vílchez y Mackie 2010). Con respecto a los talleres, si bien los cronistas no mencionan la existencia del Taller de Spondylus, pero si reportan los talleres de platería, esta área de actividad es reportada por otros investigadores, los que realizaron estudios y resaltan la importancia del trabajo en conchas en la región (Kaufman 1987, Peña 1993, Hocquenghem y Peña 1994; Moore y Vílchez 2013) (Plano n° 1).

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4.2.- La existencia de trabajos en conchas

4.2.1.- Información Etnohistórica En este ítem consignaremos algunos datos de cronistas y viajeros acerca del Spondylus, su alto valor y transformación en ornamentos corporales.

Cuando los españoles llegaron al imperio de los incas emplearon el nombre chaquira para designar a los ornamentos de oro y plata que llevaban los hombres y mujeres del imperio, así también emplearon este nombre para las cuentas hechas a partir del Spondylus, Pedro Pizarro señala:

“… los prinçipales y yndios de caudal traen unos çintos texidos de chaquira de oro y plata,

de anchor de cuatro dedos y más, çeñidos a raiz de carnes, junto a las caderas, que les çíñe

todo el cuerpo; traen la vestidura encima que lo tapa; las mugeres tren lo mesmo algunas, y

las mugeres asimismo lo traen en las muñecas de los braços y en las piernas, arriva de los

tobillos” (Pizarro 1968[1571], Cap. V: 8-19). Igualmente, Pedro Pizarro (1968[1571]) informa que en los depósitos estatales Inca de la sierra habían “unas conchas de la mar […] que traian de Tumbez para hacer las cuentecitas muy delicadas […]” (Murra 2002: 172). (En Espinoza 2010: 317) Anne Marie Hocquenghem y Manuel Peña (1994) manifiesta que una de las pocas referencias acerca de los talleres de conchas procede de Fray Reginaldo Lizárraga (1545-1615) quien describe incluso la posición que utilizaban los artesanos tumbesinos para labrar la chaquira.

“[…] labraban la chaquira … tan delicada como los indios de la Puna, y aún más; lábranla desta

suerte, como lo vi estando en aquel puerto: el indio que labra tiéndese de largo a largo sobre un

banquillo tan largo como él, obra de un jeme alto del suelo; la cabeza tiene fuera del banquillo y

los brazos, tendiendo una manta, y encima ponen sus instrumentos. Fueron no pocos, agora cuasi

no hay algunos; hanse consumido y se van consumiendo; la causa, las borracheras.” (Lizárraga 1908[1605], Cap. VII: 16) (En Espinoza 2010:317).

Cobo relata que los españoles lograron ver depósitos llenos de chaquiras hechas de las conchas coloradas:

“Los bastimientos y provisión que se guardaban en estos depósitos, y de que en todos

tiempos estaban llenos, eran todas las cosas que los pueblos tributaban…hasta de conchas

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de la mar coloradas, que se llevaban al Cuzco desde Túmbez, más de trescientas leguas,

para hacer chaquira, que eran unas cuentas muy delicadas que parecían coral. De todas

las cuales cosas hallaron nuestros españoles colmados estos depósitos…” (Cobo 1956 [1653]: 126). En Espinoza (2010: 317)

Maria Rostworowski (1999) nos comenta a través de su libro “Historia del Tahuantinsuyo”, acerca de una Visita a Atico y Caravelí en 1549 (Galdós Rodríguez 1977).

“Un curaca llamado Chincha Pula, declaro que desde Huancavilca – en Ecuador – les traían

una conchas rojas llamadas mollo, y con ellas se habían especializado en la confección de

una estatuillas entretalladas con conchas. La pericia de esos artífices hizo que Huayna

Capac ordenara a cincuenta de esos artesanos instalarse en el Cusco”. (Rostworowski 1999: 231)

Estos datos evidencian el conocimiento que se tuvo en los primeros tiempos de la colonia acerca de la importancia que tenían para sociedad inca la concha como el Spondylus.

4.3.- El Taller malacológico de Cabeza de Vaca En la capital provincial inca Cabeza de Vaca se ha reportado la existencia de un Taller Malacológico en el cual se confeccionaron una variedad de ornamentos entre cuentas y diminutas figurinas en Spondylus

princeps, Spondylus calcifer, Anadara grandis y otros moluscos (Kaufman 1987, Peña 1993, Hocquenghem y Peña 1994, Pérez 2004), el mismo que se encuentra localizado en el extremo noreste de la Poligonal de Intangibilización Sector A, en el Barrio de Cabeza de Vaca Norte, aproximadamente a 567 metros hacia el este de la Huaca del Sol, estructura principal del complejo. Durante nuestras excavaciones, al limpiar la capa superficial, se fue apreciando cada vez con mayor nitidez una impronta de adobes; se trata de dos muros a los que se ha denominado M1 y M2. El M1 se orienta de noreste a suroeste, presenta 10 metros de largo y 1.60 metros de ancho; aunque solo se conservan 0.03 metros de alto, se pueden apreciar los adobes paralelepípedos dispuestos de soga y cabeza alternadamente, éstos tienen dimensiones que varían entre los 0.48 y 0.52 metros de largo, y 0.30 a 0.28 metros de ancho unidos con mortero cuyo espesor varía entre los 0.06 y 0.12 metros. Los adobes presentan color marrón rojizo (25YR4/4) y amarillo (10YR 8/8), y el mortero empleado es de color blanco (10YR8/1). El M2 se orienta de oeste a este, presenta 2 metros de largo, 0.80 metros de ancho y 0.02 metros de alto; los adobes son paralelepípedos de color amarillo (10YR 7/8) con similares dimensiones al M1, aunque se

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encuentra en muy mal estado de conservación, registrándose dos pozos modernos que han contribuido a su destrucción (Vílchez y Rodríguez 2012). Los muros reportados, al igual que los identificados en las viviendas vecinas al taller, permiten estimar que la técnica y los materiales constructivos de los elementos arquitectónicos del taller de Spondylus sp son similares a los de todo el complejo, lo que nos sugiere que las diferentes edificaciones fueron construidas durante el mismo periodo cultural (Horizonte Tardío) según el planeamiento y distribución del núcleo urbano que fue específicamente concebido por los incas para esta “cabeza de provincia”. Al parecer, dentro de la trama urbana diseñada por los cuzqueños, los talleres ocuparon espacios importantes; de ser así, los talleres de Cabeza de Vaca serían también parte de la “arquitectura de élite”, pues su construcción habría sido planificada según los objetivos estatales que tuvieron los incas al incorporar a sus dominios esta región (Vílchez y Rodríguez 2012) (Fotos n°1 y 2)

La ausencia de cerámica utilitaria, restos fauna, aparte de unos pocos huesos de pescado y una baja densidad de restos malacológicos aparte de Spondylus sp y las conchas empleadas en el trabajo de manufactura, nos indican que la producción de objetos no ocurrió dentro contextos domésticos (Moore y Vílchez 2013). A diferencia de los talleres reportados para las culturas ecuatorianas en donde estos se desarrollan en contextos domésticos (Massucci 1995; Carter 2008).

Foto n° 1: Vista desde la esquina suroeste del Taller Malacológico de Cabeza de Vaca.

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Foto nº 2: Vista desde la esquina oeste del Taller Malacológico de Cabeza de Vaca.

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CAPITULO 5

LA PRODUCCIÓN DE ORNAMENTOS EN CONCHAS EN EL TALLER DE CABEZA DE VACA Una variedad de conchas y moluscos han sido utilizados como materia prima por diferentes sociedades para la elaboración de ornamentos corporales. No obstante sólo algunas, por su ubicación, color o alguna característica relevante, han llegado a obtener un valor simbólico, llegando a convertirse en objetos exóticos, como es el caso de la especie Spondylus sp.

En el taller de Cabeza de Vaca se ha identificado una variedad de especies como: Spondylus princeps,

Spondylus calcifer pinctada mazatlanica, anadara grandis, anadara tuberculosa, chione subrrugata, dosinia

sp, donax sp, tagelus sp, ostra sp, rhinocoryne humboltii, olivela columellaris, protothaca thaca, anadara

sp, gasterópodos sp, bivalvos sp. De esta variedad de especies identificadas, sólo las cuatro primeras han sido empleadas en la elaboración de ornamentos corporales. (Cuadro n°1). En esta clasificación hemos reunido las especies Spondylus princeps y Calcifer en Spondylus sp pues fue difícil su identificación ya que se trata de fragmentos a los que se les ha retirado totalmente la corteza, siendo esta una característica para su clasificación, sin embargo se ha reconocido algunas cortezas de color purpura, por lo que la mencionamos a esta especie dentro de las empleadas en la talla.

TALLER MALACOLÓGICO DE CABEZA DE VACA

ESPECIES MALACOLÓGICAS IDENTIFICADAS

ESPECIES DESCRIPCIÓN CANTIDAD PESO (gr)

Spondylus sp Especie trabajada 111,601 55, 000

Pinctada mazatlanica Especie trabajada 9,480 2,838

Andara grandis Especie trabajada 270 3,108

Anadara tuberculosa No trabajada 558 1,324

Chione subrrugata No trabajada 251 629

Dosinia sp No trabajada 41 127

Donax sp No trabajada 19 25

Gasteropodos sp No trabajada 42 240

Ostra sp No trabajada 79 111

Bivalvo sp No trabajada 137 129

Anadara sp No trabajada 7 33

Tagelus sp No trabajada 9 11

Rhinocoryne humboltii No trabajada 6 27

Olivela columellaris No trabajada 20 50

Protothaca thaca No trabajada 5 13

Cuadro n°1: Especies de moluscos identificadas en el taller.

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5.1.- La materia prima Las cuatro especies registradas: Spondylus pinceps, Spondylus calcifer, Anadara grandis y Pinctada

mazatlanica, habitan las aguas cálidas ubicadas en la zona ecuatorial del planeta. A continuación realizaremos unas descripciones biológicas y características generales de estos moluscos.

a. Spondylus princeps (Broderip, 1833)

Es un molusco de aguas cálidas se distribuye desde Panamá hasta norte del Perú. Sus valvas son ligeramente convexas, en la valva superior presenta seis filas de costillas primarias fuertemente incrustadas de espinas, espesas, largas, irregulares, curvas, puntiagudas o dentelladas, algunas veces divididas en la extremidad, en tanto el espacio entre ellas está cubierto densamente por espinas más finas. La valva inferior tiene una pequeña cicatriz plana, de contacto rugoso e irregular cerca al umbo y alrededor de esta crecen hileras o costillas foliáceas concéntricas, esta característica es debido a la unión de la concha al sustrato, pues se pega al fondo marino. Interiormente es blanco porcelana con una banda de color rojo coral alrededor del margen. Su habitad va de una profundidad de 3 a 30 metros, cundo es joven puede desplazarse, en tanto, adulto se fija a las rocas (Alamo y Valdiviezo 1987; Mora 1990). Presenta formas simétricas con un tamaño mediano de 133 mm de largo por 133 mm de ancho. Este molusco se adhiere fuertemente a los corales y sustratos duros, además se encuentran cubiertos por algas coralinas que se pegan a las espinas de las valvas, por ello resulta, en la actualidad, muy difícil su extracción completa, lográndose extraer algunas con las espinas rotas. (Hoquenghen 1992). Este dato resulta de mucha relevancia pues se ha identificado valvas de esta especie como ofrendas en contextos funerarios en diferentes sitios arqueológicos, lo cual sería una evidencia no sólo de buzos prehispánicos expertos sino del cuidado extremo al momento de su extracción.

b. Spondylus calcifer (Carpenter 1857)

Este molusco habita desde el Golfo de California hasta Perú. Es una concha grande, maciza, de forma oval, redondeada, sus valvas son gruesas y convexas; Los especímenes jóvenes presentan una superficie externa cubierta por numerosas espinas cortas cuya distinción entre primaria y secundarias no es evidente, haciéndolas muy difíciles de diferenciar de las Spondylus princeps. En los adultos la superficie es áspera y rugosa y frecuentemente perforada por gusanos, esponjas y bivalvos. El color de sus valvas va de morado al rojo obscuro en la parte interna es blanco calcáreo, con el margen de la concha bordeado por una banda ancha de color rojo purpura. La profundidad de habitad es hasta 18 m, cuando es joven se desplaza y adulto se fija a las rocas. Las valvas del Spondylus calcifer no

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tienen la forma perfecta del princeps, llegando a medir 150 milímetros de largo y 200 milímetros de ancho. La recolección de esta especie es más fácil que la del princeps ya que se encuentra a menor profundidad (Alamo y Valdivieso 1987; Mora 1990; Hoquenghen 1992)

c. Pinctada mazatlanica (Hanley 1856)

Este molusco se distribuye desde el golfo de California hasta el norte del Perú, también se encuentra en la isla Clippteron, Francia y en las Islas Galápagos; se trata de una concha grande de forma oblicuamente subrectangular, más alta que larga, tiene valvas aplanadas ligeramente desiguales. La superficie externa es de color café verdoso, el interior es perlado con una franja de color verde oliva bordeando el margen. Este molusco habita las zonas rocosas sublitorales hasta una profundidad de 60 m, alcanza una talla de 100 a 180 mm de longitud total, cuerpo asimétrico, periostraco con ornamentaciones en líneas de crecimiento con espículas evidentes, en tanto el interior es nacarado. La concha es colonizada externamente con algas calcáreas, brioozooarios, cirripedos, esponjas, poliquetos entre otros moluscos (Mora 1990; Keen 1971; Draper 1987; Monteforte 1990; en Mora 1990). Una de las características más resaltantes de esta especie es poseer un endostraco nacarado capaz de producir perlas (Keen 1971 en Alamo 1987). Este molusco es conocido en muchas regiones, especialmente en el Golfo de California como madreperla, esta especie de aguas tropicales ha sido empleada por sociedades de esta región, específicamente por grupos Mexicanos, como bien dice (Velázquez et al 2006) la presencia de esta concha se registra en gran parte del territorio nacional en tiempo que abarcan desde el periodo preclásico (1750 aC-100 dC) hasta la conquista europea. Sin embargo no suele ser común en regiones andinas, no obstante (Hoquenghem y Peña 1994) ya reportaba a esta especie como materia prima para elaborar ornamentos en la región Tumbes.

d. Anadara grandis (Broderip y Sowerby 1829)

Este molusco se distribuye desde el Golfo de California hasta Tumbes, Perú, no obstante la mayor abundancia relativa ocurre en la parte sur de su rango (Keen 1971 en Alamo 1987), habita en zonas estuarinas, zonas de manglar, desprovistas de vegetación, enterrada superficialmente en el suelo fangoso entre dos a cuatro centímetros de profundidad. Es una concha grande; subcuadrada, con el largo casi igual a la altura. Las valvas son muy convexas, de consistencia gruesa, macisa. Tiene umbos altos prominentes y casi centrales. La escultura radial, es decir la superficie de la valva, presenta 26 costillas gruesas, rectangulares, separadas por inter espacios profundos y más angostos que las

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costillas. La concha está cubierta por un periostraco gris oscuro, casi negro; interiormente es blanco aporcelanado, con los bordes profundamente acanalados por las costillas. Este molusco tiene 95mm de largo y 75.2 mm de alto. Esta especie es conocida como “pata de mula”, no suele ser una especie reportada como objeto de ofrenda, sin embargo se ha registrado en contextos de producción de ornamentos en Tumbes (Hoquenghem y Peña 1994). Este molusco es de zonas de mangle y por tanto abundante en la región, además de poseer un color blanco nítido que definitivamente llamo la atención de los artesanos incaicos.

5.2.- La producción de ornamentos En total se ha registrado 122,525 fragmentos de material malacológico, de este total 121,351 se trata de fragmentos utilizados en la elaboración de ornamentos en concha. La especie mayormente empleada en este proceso de trabajo ha sido el Spondylus sp, llamamos de manera general a esta molusco, pues si bien hemos identificado a las especies Spondylus princeps y Spondylus calcifer en nuestro análisis, es correcto advertir que cuando analizamos fragmentos pequeños y trabajados, a los que se les ha retirado las espinas y corteza de color, esta última característica importante de identificación, no es posible determinar la especie malacológica. Por tanto hemos decidido utilizar el nombre de Spondylus sp donde se incluye a ambas especie, no obstante hacemos hincapié en mencionar que la especie Spondylus princeps ha sido reportada en mayor cantidad. Otras de las especies empleadas ha sido la Pinctada mazatlanica, concha de color perlado al interior de la valva, característica por la que se le ha llamado “madre perla”, de la cual se ha identificado 9,480 entre, fragmentos trabajados, preformas y objetos. Además se ha reportado la especie Anadara grandis o” pata de burro” con 270 fragmentos trabajados y objetos. 5.3.- Las cadenas operativas La identificación de cada una de las etapas o pasos en el proceso de elaboración de ornamentos ha sido posible a través del análisis de formas y tamaños que presentaron los fragmentos de conchas. En el Taller de Cabeza de Vaca se ha identificado 3 cadenas operativas, las que se encuentran condicionadas por la especie empleada como materia prima, el color que presenta la misma y el objeto o producto final.

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5.3.1.- De acuerdo a la especie asociada al color Se han identificado cuatro especies malacológicas en la elaboración de ornamentos: Spondylus princeps,

Spondylus calcifer, Anadara grandis, Pinctada mazatlanica. De estas cuatro especies la más abundante es la Spondylus sp, la cual resulta difícil su clasificación en las especies princeps o calcifer; pues como bien se mencionó líneas arriba, cuando estos moluscos son jóvenes son iguales, más aún cuando se trata de fragmentos o pedazos cortados y pulidos la identificación es casi imposible. Por tanto es importante remarcar que ambas especies han sido unidas dentro del grupo Spondylus sp. No obstante hemos identificado gracias al color rosado, que la mayoría de fragmentos pertenecen a la especie Spondylus

princeps. 5.3.1.1.- Cadena operativa n° 1, Spondylus sp. (Obtención de colores rosado, blanco semi cristalino y mixto)

a. Selección de la valva. Se ha registrado ambas valvas completas en el taller, pues como bien menciona Hocquenghem “Es

importante recordar que las conchas y caracolas de aguas calientes, y en particular el Spondylus princeps

llegaban enteras por vía marítima hasta Tumbes” (Hocquenghem 2010: 41). La valva inferior es en la que se nota la parte áspera y rugosa que se pega al suelo (Foto n° 3) y en la valva superior es donde se observa claramente la disposición de las espinas, las que permiten al animal defenderse (Foto n° 4). El tamaños que oscilan entre 15 cm y 6 cm de largo, esto nos indica que se trata de especímenes que fueron capturados a diferentes edades de su desarrollo.

Foto n° 3: Valva inferior, es notable la parte áspera cerca a la charnela.

Foto n° 4: Valva superior con presencia de espinas distribuidas.

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b. Retiro de espinas.

Este es el primer paso, ambas valvas presentan espinas, no obstante en la valva superior estas son más grandes y numerosas; el retiro de las espinas permitió sujetar la materia prima con comodidad, para así continuar el trabajo. El tamaño de las espinas registradas oscila entre 8 mm a 20 mm de largo, indicando las diferentes edades de los moluscos; si bien el retiro de espinas fue necesario para ir limpiando la concha y así continuar con el trabajo, esto no significa que las espinas desprendidas correspondan fragmentos o desechos de la talla, pues hay que tener presente el valor ritual y ceremonial del producto, además del arduo trabajo que tomó su recolección bajo el mar. Por tanto es probable que hayan sido molidas y convertidas en polvo (Fotos n° 5 y 6)

c. Retiro de bordes.

Se corta todos los filos de las valvas, pues estas presentan bordes sinuosos, incomodos e incluso cortantes al momento de sujetar cada valva. Dependiendo del tamaño de la valva los bordes serán utilizados para otros fines en la talla de conchas (Foto n° 7).

Foto n° 5: Conjunto de espinas de la especie Spondylus princeps Foto n° 6: Variedad de tamaños de las espinas

Foto n° 7: Bordes cortados, vista interna de la valva.

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d. Fragmentación de la valva. Por lo general esta actividad se realiza en valvas grandes, empleando percutores de piedra de regular tamaño. Al fragmentar la valva se obtienen fragmentos de variados dimensiones, con este paso se logra conocer el grosor de las diferentes “capas”, una es la corteza de diferentes colores y la otra es la capa calcárea compuesta por bicarbonato de calcio; en el caso de la corteza de colores rojo, anaranjada o purpura no sólo se obtiene el grosor la corteza, sino también saber si esta presenta imperfecciones como las alteraciones que le dejan los animales que viven dentro de la corteza. En el caso de la parte blanca (capa calcárea) se necesita conocer también el grosor y el estado en el que se encuentra, ya que en algunos casos los animales que viven en la superficie de la corteza logran perforar y llegan hasta las capas internas, haciendo de estos, fragmentos no útiles para la elaboración de ornamentos (Fotos n° 8 y 9).

A partir de la fragmentación de la valva se obtienen diversas fracciones unas pueden ser parte de la charnela (parte donde se unen las valvas) y otros pueden ser fragmentos del cuerpo. Teniendo en cuenta la forma cóncava de la parte interna de ambas valva, consideró que el golpe de percusión que se realizó para fragmentarla se tuvo que haber ejecutado desde la parte externa, ya que de esta manera la valva se encontraría estable para recibir el impacto del golpe (Foto n° 10). Con fragmentación de las valvas se obtuvo fragmentos de diferentes tamaños, los que se fueron clasificados, por esta característica, en bloques y planos.

Foto n° 8: perforaciones en la corteza y capa calcárea a causa de los animales que viven en la corteza.

Foto n° 9: La perforación afecta a la capa calcárea, dejándola con perforaciones que la hacen inutilizable para el trabajo.

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e. Selección de fragmentos bloques y planos. Los fragmentos bloque se denominan a los fragmentos grandes y a los pequeños se les ha denominado planos, esto está en función del tamaño de la valva. Por lo general los fragmentos bloques presentan una parte blanca de un grosor promedio de 1 cm, del cual se logró obtener una buena parte de materia prima de este color (Fotos n° 11, 12,13 y 14).

Foto n° 10: Conchas fragmentadas de diferentes tamaños.

Foto n° 11: Fragmentos bloques: parte de charnela.

Foto n° 12: Fragmentos bloques: parte de charnela y cuerpo.

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Los fragmentos planos como su nombre lo dice presentan superficies llanas y más uniformes, además de tener menor tamaño (Fotos n° 15 y 16).

f. Elección de la parte a utilizar.

La valva de Spondylus sp tiene dos capas: la corteza y la capa interna compuesta de bicarbonato de calcio, la primera tiene colores que van desde rojo, anaranjado y purpura y la otra es de color blanco; No obstante la parte blanca se subdivide en dos capas, de acuerdo a lo observado en los fragmentos de nuestra muestra; la primera se encuentra debajo de la corteza de color, es una capa muy fina de aproximadamente 1 mm de espesor y de color blanco opaco y la segunda es la capa de mayor espesor y la utilizada en la elaboración de ornamentos. Ambas capas la corteza y capa calcárea han sido utilizadas, de forma individual o combinadas en la elaboración de ornamentos corporales (Foto n° 17).

Foto n° 13: Fragmentos bloques: mitad de valva. Foto nº 14: Fragmentos bloques: parte lateral.

Fotos n° 16: Fragmentos planos: vista de la capa calcárea. Foto n° 15: Fragmentos planos, vista de la corteza.

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Por tanto ha sido el color de las conchas, una característica física cargada de un significado ritual, la que ha repercutido en una demanda de objetos de este material. No obstante la elección de un color en específico o combinaciones de estos a trabajar ha estado condicionada por diferentes características físicas como el grosor, la porosidad y la calidad.

Elección del color rojo. Para obtener el color se tiene que pulir la corteza de la concha hasta retirar la parte no utilizable, esto permitirá tener una superficie de este color sin imperfecciones y completamente pulida (Fotos n°18 y 19) Este paso se realiza con pulidores que fueron cantos rodados de variados tamaños. Asimismo el investigador (Leroi-Gourhan 1949 en Manzanilla 1986), menciona que el desgaste es, sin duda la técnica más usada en el trabajo de la concha; consiste en frotar la pieza contra o con una superficie rugosa de mayor o menor dureza que la misma pieza que se está trabajando, aplicando un movimiento de vaivén alterno al objeto o al desgastador. En esta técnica se usa además un abrasivo que puede ser arena polvo de conchas o semillas y agua como lubricante, concluyendo que este abrasivo intermedio es el que realmente realiza el desgaste. Los trabajos de Adrián Velásquez, Emiliano Melgar y Anna Marie Hocquenghem, quienes realizaron un estudio experimental con instrumentos arqueológicos procedentes de un taller malacológico en Rica Playa, Tumbes, lograron confirmar el uso de la piedra pizarra en el desgaste de las piezas, además de utilizar

Corteza de color

Capa de color blanco

Capa fina de color blanco opaco

Foto n° 17: Fragmento de concha en donde se indica las partes de la misma.

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como abrasivo agua. En nuestra muestra de instrumentos líticos no se ha reportado instrumentos de este tipo.

Elección del color blanco. Este color se encuentra en la capa calcárea, ubicada en la parte interna de la concha, por tanto desde esta parte se da inicio al trabajo, realizando cortes que permitan separarla de la corteza de color. No obstante la parte blanca se subdivide en dos capas, la más delgada fue delicada y minuciosamente retirada, pues debajo de ella se encuentra la segunda capa que es la que se quiere obtener, es muy probable que el retiro de la fina capa blanca se realizó empleando cortadores y pulidores (Fotos n° 20-22).

Foto n° 18: Fragmento de color rojo pulido de la especie Spondylus princeps.

Foto nº 19: Fragmento de color violeta (Spondylus calcifer) presenta evidencia de su superficie pulida.

Foto n°20: Fragmento (preforma plana) indicando la parte blanca. (capa calcárea). Foto n°22:

Desprendimiento de gran parte de la capa de color blanco, dejando sólo la corteza de color rojo.

Foto n° 21: Fragmento (preforma plana). Inicio del retiro de la parte blanca (capa calcárea).

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Una vez realizado la separación de los fragmentos de color blanco de la corteza de color, se procede a retirar la fina capa de color blanco que posee en su superficie, para lo cual se debieron de emplearan instrumentos más delicados y livianos (Fotos n° 23 y 24).

El retiro de la capa fina de color blanco opaco debió de haberse realizado no solo con instrumentos delicados y livianos, sino también la parte operativa del mismo tuvo que ser plana, lo cual facilita el desprendimiento; una vez retirada la capa fina el fragmento fue cuidadosamente pulido (Fotos n° 25 y 26).

Fotos n° 23: Fragmentos blancos con presencia de la capa fina de color blanco opaco.

Fotos n° 24: Detalle de dos Fragmentos blancos con la capa fina de color blanco opaco en proceso de retiro.

Fotos n° 25: Vista frontal, fragmento blanco finamente pulido.

Fotos n° 26: Vista lateral, fragmento blanco finamente pulido.

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Elección de ambos colores. La elaboración de un objeto que presente ambos colores estaba condicionado por la parte estética de los dos colores juntos y obviamente el significado simbólico detrás del mismo, así como el espesor que presentaba cada valva y la calidad de ambas capas para ser trabajada. Para obtener estos colores juntos, en un mismo fragmento sólo se tenía que desgastar la superficie de color hasta obtener la requerida y confirmar con el desgaste la calidad de ambas capas (Fotos n° 27 y 28).

g. Elaboración de preformas geométricas. Para obtener estas preformas se realizan cortes desde la corteza y desde la parte blanca, ambos cortes llegan hasta la mitad del fragmento, dejando como impronta una pequeña línea horizontal en relieve, la cual será eliminada. Es muy factible que estos cortes sobre la concha se hayan realizado con instrumentos líticos; en nuestra muestra se ha registrado dos fragmentos de objetos líticos con filo en uno de sus extremos (Fotos n°29 y 30).

Foto n° 27: Fragmento pulido de dos colores: anaranjado y blanco en mayor proporción.

Fotos n° 29: Fragmento con huellas de corte sobre la corteza.

Foto n° 28: Fragmento con dos colores al cual se le ha pulido finamente.

Fotos n° 30: Instrumento lítico (cortador).

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Se ha denominado preformas a estos fragmentos porque es a partir de ellos que se obtendrá la forma del objeto o producto a realizar; las preformas de diversos tamaños y formas geométricos presentan superficies pulidas y nos dan una idea del probable objeto a trabajar (Fotos n° 31 y 32). Se han identificado preformas: cuadrangulares, rectangulares, alargadas, circulares e irregulares, las que presentan ambos colores rojo de la corteza y blanco de la capa calcárea de la concha de la especie Spondylus princeps (Fotos n° 33 y 34).

Foto n° 33: Preformas cuadrangular de color rojo en la especie Spondylus princeps.

Foto n° 34: Preforma rectangular de color rojo en la especie Spondylus princeps.

Fotos n° 31: Preformas geométrica con corteza de color rojo.

Fotos n° 32: Preformas geométrica rectangulares.

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h. Los objetos pre culminados. Se ha denominado así aquellos objetos que les faltan uno o dos pasos para obtener el objeto culminado, por lo general se trata de objetos sin perforaciones o pequeños cortes. En nuestro estudio hemos identificado objetos pre culminado de cuentas, colgantes y formas geométricas. Siete son preformas de cuentas, cuatro están elaboradas en la especie Spondylus princeps, por el evidente color rojo; el diámetro máximo de estas preformas oscila entre 3 mm a 8 mm (Foto n° 35). Asimismo se ha registrado dos objetos alargados de 15 mm de largo por 4 mm de ancho; estos objetos corresponderían a futuros colgantes, a los que les faltaría un orificio en la parte superior, el cual permitiría unirlos a otros de similar forma (Foto n° 36). Además se ha registrado dos triángulos, los cuales no tienen bien definido uno de sus lados, a los que les faltaría cortar la pequeña parte sobrante (Foto n° 37).

Foto n° 35: Objetos pre culminados preforma de cuentas discoidales.

Foto n° 36: Objetos pre culminados preforma de colgante.

Foto n° 37: Objetos pre culminados formas geométricas: triángulos.

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i. Objeto o producto final.

Se trata del objeto finalizado, listo para ser utilizado, del total de las figurinas registradas 16 proceden de la especie Spondylus sp. Tenemos la representación de un ave de color rojo, dos objetos idénticos donde un lado es plano y el otro convexo, tienen forma de “lágrima o gota” además presentan trazos excisos, en el lado cóncavo. Asimismo existen ocho representaciones fitomorfas, y cinco representaciones geométricas: triángulos (Fotos nº 38, 39, 40 y 41). Dentro de esta primera cadena operativa consideramos que los fragmentos más pequeños, de mala calidad o con alguna imperfección que imposibilite su empleo en la elaboración de objetos, serán desechados. No obstante es importante considerar que existe la probabilidad de que estos fragmentos o por lo menos la mayoría han sido utilizados para ser convertidos en polvo.

Foto nº 38: Representación de un ave realizada a partir de la parte roja del Spondylus princeps.

Foto nº 39: Objeto en forma de lagrima o gota elaborado a partir de la parte blanca del Spondylus sp.

Foto nº 40: Representación fitomorfa, la que por un lado presenta color rojo y el otro es de color blanco en la especie Spondylus princeps.

Foto nº 41: Representación geométrica: triangulo de color rojo en la especie Spondylus princeps.

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5.3.1.2.- Cadena operativa n°2, Pinctada mazatlanica (obtención de un color perlado)

a. Selección de la valva.

No se ha identificado en el taller una valva completa de esta especie, sin embargo si se ha registrado fragmentos pulidos, con huellas de corte, preformas, además de objetos pre culminados como cuentas y culminados como triángulos y cuentas, los que evidencian la utilización de esta especie en este trabajo; esta concha posee una capa calcárea suave, delgada y de ella se obtiene un solo color, en relación con el Spondylus sp. Su corteza presenta una capa calcárea compuesta de finísimas laminas lográndose observar a simple vista. Por tanto los instrumentos empleados debieron de haber sido más livianos que los empleados en la especie anterior. Hemos colocado una fotografía de una especie moderna para una mejor comprensión (Fotos n°42 y 43).

Foto n° 42: Valva moderna de la especie Pinctada mazatlanica, cara externa.

Foto n° 43: Valva moderna de la especie Pinctada mazatlanica cara interna.

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b. Desgaste de la corteza de la valva. Se retira la superficie porosa, eliminando impurezas (animales) y las líneas radiales que presenta está concha en su superficie, esta actividad se realiza con cantos rodados de tamaños pequeños y medianos (Foto n° 44).

c. Cortar la valva

La valva es cortada en fragmentos, con instrumentos de piedra (cortadores), es muy probable que para esta operación se hayan empleado los mismos instrumentos que se utilizaron para cortar las preformas geométricas en Spondylus sp, pero como bien se mencionó líneas arriba, estos debieron ser más livianos, debido a la consistencia que presenta esta concha.

d. Obtención de preformas geométricas: Con los cortes realizados se obtienen preformas circulares, alargadas, cuadrangulares, etc., (Fotos n°45 y 46).

Foto n°44: Fragmento con la superficie de la corteza desgastada.

Fotos n° 45: Preformas geométricas: circulares, rectangulares e irregulares.

Fotos n° 46: Preformas geométricas (rectangular)

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e. Obtención de objetos pre culminados. Se trata de aquellos objetos a los que les falta sólo un paso para ser terminados como las preformas de cuentas a las que les falta el orificio central. En nuestro muestra se han identificado 3 preformas de cuentas discoidales, a las que les falta el orificio, estas presentan un diámetro externo que varía entre 4 mm a 6 mm (Foto n° 47).

f. Objeto final:

En este grupo se ha identificado cinco objetos culminados: dos corresponden a pequeñas láminas de fino grosor, una forma geométrica (triangulo) y dos cuentas de forma similar, bordes irregulares, cuyo orificio central presenta el mismo diámetro. (Foto nº 48).

Foto n° 47: Objetos pre culminados: Preformas de cuentas realizadas en la especie Pinctada mazatlanica.

Foto nº 48: Cuentas realizadas en la especie Pinctada mazatlanica.

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5.3.1.3.- Cadena operativa n°3, Anadara grandis (Obtención de un color blanco opaco)

a. Selección de la valva.

Puede ser joven o adulto. Esta especie presenta un color blanco, que a diferencia del Spondylus sp, este es opaco, incluso posee algunas pequeñísimas manchas de color beige, además tiene una textura algo porosa, de esta materia prima se puede obtener fragmentos de grueso espesor (Fotos n° 49 y 50).

b. Fragmentación de la valva: Esta operación se realiza con percutores líticos de tamaño mediano, debido al grosor que presenta esta especie y el golpe debió de haberse realizado directamente sobre la superficie convexa por ser esta una posición estable y certera. Este paso permitió determinar el grosor de concha (Foto n° 51).

Foto n° 50: Valva de Anadara grandis parte

Foto n° 49: Valva de Anadara grandis parte

Foto n° 51: Fragmentos de la especie Anadara grandis.

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c. Pulir los fragmentos: Esta especie presenta en ambas valvas unas líneas en relieve, a las que se les denomina costillas gruesas que están separadas por inter espacios profundos, los cuales han sido eliminados hasta obtener una superficie uniforme y finamente pulida (Fotos n°52 y 53).

d. Obtención de preformas geométricas.

Se ha identificado preformas rectangulares, a las cuales se les puede apreciar las huellas de corte en las paredes de las mismas (Foto nº 54).

Foto n° 54: Preforma geométrica de Anadara grandis.

Fotos n° 52: Fragmentos pulidos de Anadara grandis. Fotos n° 53: Fragmentos pulidos de Anadara grandis.

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e. Objetos pre culminados. Se trata de objetos a los cuales les hace falta uno o dos pasos para culminar su elaboración, en el material analizado no hemos reportado objetos en esta etapa de trabajo para esta cadena operativa.

f. Objeto final:

En este grupo se ha identificado la representación de la cabeza de un perro, el cual es de mucho interés, pues se trata de la evidencia de animales traídos por los españoles en la época de la conquista y posteriormente la colonia. Esta representación presenta rasgos que correspondes a los perros “dogo” traídos por los españoles, para la conquista de los indígenas. (Foto nº 55).

Foto nº 55: Representación de la cabeza de un perro en la especie Anadara grandis.

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5.3.2.- De acuerdo a la forma del producto final Con respecto a la forma específica del producto u objeto final a elaborar; hemos logrado identificar que las cadenas operativas para elaborar el producto final parten del paso n° 7 en la primera cadena y el paso nº4 en la segunda y tercera cadena, es decir desde la obtención de las preformas geométricas. Es a partir de las preformas que se empieza a diseñar el objeto final. Por tanto al formar parte de las cadenas operativas iniciales relacionadas a cada especie malacológica, se ha considerado denominarlas sub cadenas operativas. Dentro de esta categoría se han establecido cuatro grupos: las cuentas, las figurinas, objetos con representaciones zoomorfas y fitomorfas, etc., las formas geométricas, placas y láminas y formas diversas. Cada uno de estas formas tuvo su propio proceso de elaboración. 5.3.2.1.- Sub cadena operativa n°4 (Elaboración de cuentas)

a. Cuentas

Para la elaboración de estos ornamentos pequeños se utilizaron preformas circulares de colores: rosado, blanco y perlado, a las que se les fue limando los bordes hasta obtener el tamaño requerido, lo que sí aún no se ha identificado en el material analizado es el instrumento con el que se realizó el orificio central. Se han registrado un total de 152 cuentas, entre blancas, rosadas y brillantes, si bien no es un número abundante para el contexto de taller, si es resaltante que de este total 116 son de color blanco, 34 de color rosado y 2 cuentas brillantes. Por lo tanto creemos que en el taller se elaboraron con prioridad cuentas de color blanco, tal vez porque la corteza de color rosado del Spondylus sp no fue de buena calidad (Jerry Moore, comunicación personal 2010). Para el análisis de las cuentas identificadas se ha tenido presente tres aspectos: el color, que está en relación a la materia prima (especie malacológica), la forma y las medidas.

b. El color

Este fue una de las características que no sólo llamó la atención, sino que en función a ésta, se emplearon diversas técnicas para su obtención al momento de elaborar los ornamentos. El color estaba sujeto a un significado ritual que fue otorgado por las sociedades prehispánicas andinas, como su

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asociación con la sangre de los dioses, la cual fue plasmado al momento de su uso en la elaboración de objetos en este material. En el taller de Cabeza de Vaca se han identificado tres tipos de cuentas de acuerdo al color: rosadas, blancas y brillantes (Cuadro n°2).

Cuadro N° 2: Cuentas de material malacológico, según el color.

Cuentas rosadas

Para tal objeto ha sido necesario eliminar completamente la parte de la corteza que se encontraba en mal estado y que no era adecuada para la elaboración de cuentas de este color. Una vez pulida la superficie rosada se obtenían las preformas circulares, a las que se les desgastaba con cuidado los bordes hasta llegar a la medida necesaria, para luego realizarse una pequeña perforación central obteniéndose las cuentas (Foto n° 56)

Cuentas blancas Se trata de 116 cuentas de este color, el número mayor de las cuentas reportadas. Sin embargo se ha reportado que proceden de diferente materia prima.

Cuentas Cantidad %

Blancas 116 77%

Rosadas 34 22%

Brillantes 2 1%

Total 152 100%

Foto nº 56: Cuentas de color rosado sin y con orificio central.

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o Cuentas blancas de Spondylus sp.

Las cuentas de este color se obtuvieron a partir de preformas que corresponden a la capa de “semi cristalina” que posee el Spondylus sp, esta capa se consiguió retirando toda la corteza de color rosado, llegando a una capa finísima de color blanco opaco, luego se eliminaba ésta y se llegaba hasta la capa “semi cristalina”. La textura que presentan las cuentas de Spondylus sp están formadas por una capa calcárea que presenta una mayor dureza y una ligera “transparencia” (semi cristalina) característica que colocamos entre comillas porque no es literalmente transparente (Foto nº 57).

o Cuentas blancas de Anadara grandis.

A partir de esta concha se obtienen cuentas de color blanco opaco. Las cuentas elaboradas en esta especie presentan una textura porosa y por lo tanto menos dura, de tal manera que al tocarla se observa entre los dedos un “polvillo”, esta es la diferencia con las de Spondylus sp. Se ha identificado cuentas en esta especie de forma discoidal de medidas que oscilan entre mm y mm de diámetro externo, no obstante se reportó una cuenta cuyas dimensiones son 6mm de diámetro interno y 22 mm de diámetro externo y en ella es claramente notoria la textura de su superficie, además del desgaste mismo de la pieza (Foto n°58).

Foto nº 58: Cuenta grande realizada en la especie Anadara grandis.

Foto n° 57: Cuentas de color blanco (semi cristalino) en la especie Spondylus sp.

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De las 116 cuentas de color blanco reportadas, 45 están hechas en la especie Anadara grandis y 71 en Spondylus sp.

Cuentas perladas

Se han identificado sólo dos cuentas de este color, ambas están elaboradas en la especie Pinctada

mazatlanica, esta materia prima se encuentra conformada por finísimas micro placas, otorgándole una consistencia muy suave. Estas cuentas presentan bordes irregulares, no obstante los diámetros internos son de 1 mm (Foto n° 59).

c. La forma

Con respecto a las formas se han identificado 130 cuentas discoidales y 22 de forma discoidal plana, esta última forma fue denominada así porque su espesor es menor a la mitad del diámetro externo de la cuenta. Las cuentas discoidales planas presentan medidas iguales respecto a sus diámetros externos e internos, tenemos cuentas de 5 mm y 6 mm de diámetro externo, cuyos diámetros internos oscilan entre 1 mm y 1.8 mm (Foto nº 60)

Foto nº 60: Cuentas de color blanco y forma discoidal plana.

Foto n°59: Cuentas perladas en la especie Pinctada mazatlanica

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d. Las medidas Este característica física permite identificar una estandarización en los ornamentos elaborados, sobre todo en el caso de las cuentas que al unirlas forman collares o brazaletes; por ende el tamaño de estas tiene que ser sino igual, similar. Las cuentas identificadas han sido clasificadas en tres medidas de acuerdo al diámetro de orificio; el primer grupo son las que tienen un diámetro menor a 1 milímetro, el segundo son los que presentan entre 1.1 mm hasta 2 mm de diámetro y el último es de 2 mm a más (Cuadro n°3).

Diámetro de orificio

Tipo de cuentas Total

Discoidales Discoidal Plana

menor a 1 mm 18 _ 18

1.1 a 2 mm 103 21 124

2 mm a mas 9 1 10

Total 130 22 152 La medida del diámetro del orificio central es un indicador del tamaño y forma de los perforadores cuya parte distal fue no solo muy fina sino resistente para efectuar este paso. Con respecto al diámetro externo de las cuentas, estás varían de acuerdo a la forma, las cuentas discoidales tienen entre 1 mm hasta 7 mm de diámetro y las cuentas de forma discoidal plana oscilan entre 4 mm a 8 mm.

Cuadro n° 3: Tipo de cuentas y el diámetro de orificio central

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5.3.2.2.- Sub cadena operativa n°5 (Elaboración de colgantes) Se ha identificado sólo un elemento, se trata de un colgante de forma alargada, el cual está elaborado en la corteza de color rojo de la especie Spondylus princeps. Este fragmento presenta una perforación particular esta técnica consiste en que dicha perforación ha sido realizada desde dos puntos, uno desde la parte superior y el otro desde la parte frontal del objeto, formando una perforación ovalada por la cual pasaría el cordón permitiendo que la ubicación del colgante este estable (Fotos nº 61 y 62)

5.3.2.3.- Sub cadena operativa n° 6 (Elaboración de las figurinas) Para la elaboración de las “figurinas” se utilizaron preformas cuadrangulares y alargadas, a las que se les fue realizando cortes, para ir generando la representación deseada. Para estas representaciones se utilizó diferentes partes de la valva de acuerdo al color: rosado, blanco, y mixtas, en el caso del Spondylus sp, el color blanco opaco en la Anadara grandis y el color perlado cuando era la especie Pinctada mazatlanica.

a. Representaciones zoomorfas. Plasmar formas de animales es una de la característica más recurrentes entre los ornamentos creados por las culturas prehispánicas, así que trabajaron en Spondylus sp este tipo de representaciones. Se han identificado en el taller dos figurinas zoomorfas: representaciones de un ave y la de un perro. Además de 8 representaciones fitomorfas.

Fotos nº 61: Colgante alargado, en la especie Spondylus princeps, vista frontal.

Fotos nº 62: Colgante alargado, en la especie Spondylus princeps, vista posterior.

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o Representación de una Ave: Se trata de un ave en reposo con las alas recogidas en el cuerpo tiene de 3 cm de largo, 2 cm de ancho y 0.5 cm de espesor, está elaborada en la corteza de color rosado de la especie Spondylus princeps; para representar los ojos, el pico y las alas se ha realizado incisiones circulares y lineales no muy profundas. Además en una de sus caras esta figurina presenta pequeñas perforaciones, lo cual evidencia que la corteza empleada tuvo algunas imperfecciones. No se ha identificado la especie de esta ave, no obstante, es probable se trate de una ave marina, por la cercanía del sitio con el mar (Fotos n° 63 y 64).

o Representación de la cabeza de un perro. Esta figurina tiene 1.1 cm de largo, 0.8 cm de ancho y 0.8 cm de espesor, este objeto se ha realizado en la especie malacológica Anadara grandis por la textura, el color blanco opaco que posee y las líneas que presenta la corteza de concha que aun, a pesar del pulido, se sigue observando en el objeto culminado. Para representar los ojos y la boca se ha realizado trazos cortos excisos. Esta figurina se asemeja a la cabeza de un perro de raza “dogo” raza que fue traída por los españoles a América para la captura de los indígenas. No obstante la representación de este animal en el taller sería un indicador de su permanencia y continuo trabajo durante la época española temprana (Fotos n° 65 y 66).

Fotos n° 63: Figurina de un ave en la especie Spondylus princeps, vista lateral izquierda.

Fotos n° 64: Figurina de un ave en la especie Spondylus princeps, vista lateral derecha.

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b. Representaciones fitomorfas. Se han recuperado un total de 8 representaciones de granos de maíz, cuyo largo máximo registrado es 1.8 cm y el mínimo es 1.1 cm, el ancho mayor es de 1.1 cm y el mínimo es 0.5 cm y el espesor promedio es, 0.3 cm. Cinco de estos objetos se han elaborado en la corteza de color rosado del Spondylus sp y tres han sido confeccionadas en la capa calcárea de color blanco de esta misma especie. Estos objetos han sido ejecutados a partir de preformas rectangulares de ambos colores (Foto n° 67).

c. Representaciones diversas. Esta categoría lo conforman cuatro objetos, los que por su forma no identificada se ha optado por clasificarlas en este ítem.

Foto n° 67: Representaciones de granos de maíz en la corteza de color rojo y la capa calcárea blanca de la especie Spondylus princeps.

Fotos n° 65: Representación de la cabeza de un perro en la especie Anadara grandis, vista frontal

Fotos n° 66: Representación de la cabeza de un perro en la especie Anadara grandis, vista lateral

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o Forma de “gota”. Esta forma, presenta un lado plano y otro convexo, sobre este último se ha realizado trazos excisos y perforaciones circulares profundas. Estos objetos provienen de una parte de la charnela que es de color blanco, específicamente de las protuberancias que sirven de unión de las valvas de Spondylus sp, la cual presenta un mayor espesor. Ambos objetos tienen las mismas dimensiones (18 mm de largo y 7.5 mm de ancho 8 mm de espesor), los mismos trazos excisos y el mismo color, además de la materia prima, lo que indica una estandarización en los objetos producidos (Fotos nº 68 y 69).

o Otros

Se ha reportado tres objetos, dos de ellos están hechos de la corteza rosada de la especie Spondylus

princeps, los que presentan también trazos excisos verticales y circulares. No ha sido posible determinar de qué tipo de representación se trata. (Foto n° 70). El tercer objeto corresponde a una forma rectangular con dos pequeñas ondulaciones en la parte inferior, este objeto está realizado en la gruesa corteza de color blanco opaco de la especie Anadara grandis. (Foto n° 71).

.Fotos n° 68: Representaciones en forma de “gota”, realizado en la capa blanca del Spondylus sp, vista lateral.

Fotos n° 69: Representaciones en forma de “gota” realizado en la capa blanca del Spondylus sp, vista frontal.

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5.3.2.4.- Sub cadena operativa nº7 (Diseños geométricas) Se han identificado 6 triángulos dos están elaborados en Spondylus prineps, uno es de color rojo y otro blanco, otros dos triángulos están hechos en la especie Anadara grandis, un triángulo en Spondylus calcifer, por su característico color purpura de su corteza y el último está confeccionado en la especie Pinctada

mazatlanica. Los lados de estos triángulos oscilan entre 7 mm y 20 mm y el espesor varía entre 1mm y 3 mm (Foto n° 72). Uno de los triángulos elaborado en la especie Anadara grandis, muestra una característica diferente; dos de sus ángulos han sido eliminados realizando cortes bien trazados de 3mm de largo (Foto nº 73).

Foto n° 72: Triángulos en material malacológico, los colores evidencian la especie y la parte de la concha seleccionada para su fabricación.

Foto nº 73: Triangulo cuyos ángulos han sido cortados, elaborado en la especie Pinctada mazatlanica.

Foto n° 70: Representaciones de formas diversas, realizadas en la corteza de color rojo de la especie Spondylus princeps.

Foto n° 71: Representaciones de formas diversas, realizadas en la corteza de color blanco opaco de la especie Anadara grandis.

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Dentro de esta cadena tenemos también la representación de un cono de 8mm de alto y 3mm de diámetro en su base, este objeto se ha realizado en la especie Anadara grandis, cuyo color es blanco opaco (Foto nº 74 y 75). 5.3.2.5.- Sub cadena operativa n°8 (Elaboración de placas y láminas) Este grupo está representado por 3 objetos, dos de ellos se encuentran terminadas y presentan un espesor de 1mm, la tercera placa presenta irregularidades en sus bordes y le falta culminar el pulido de sus superficies. Las tres objetos han sido fabricados en la especie Pinctada mazatlanica (Foto n°76).

Foto n° 76: Placas y láminas elaboradas en la especie Pinctada mazatlanica.

Foto n° 74: Representación geométrica: cono elaborado en la especie Anadara grandis, vista frontal.

Foto n° 75: Representación geométrica: cono elaborado en la especie Anadara grandis, vista de planta.

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En total se han registrado 23 objetos culminados en el taller de Cabeza de Vaca, este número es pequeño para el contexto cultural en donde excavamos, pero aún de esta manera estos objetos permiten establecer una importante variedad de ornamentos que se fabricaban en el Taller Malacológico de Cabeza de Vaca durante la época incaica.

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5.4.- Diagrama del proceso de talla

Talla de material malacológico

Cadena operativa n°3 -Anadara grandis (color blanco opaco)

Cadena operativa n°2 -Pinctada mazatlanica (color perlado)

Cadena operativan°1 -Spondylus sp (color rojo, blanco y mixto)

1. Selección de valva 2. Retiro de espinas 3. Retiro de bordes 4. Fragmentación de la

valva 5. Selección de

fragmentos bloque y planos

6. Elección de la parte a utilizar

7. Elaboración de preformas geométricas

8. Objetos pre culminados

9. Producto final

1. Selección de la valva 2. Desgaste de la

corteza 3. Corte de la valva 4. Obtención de

preformas geométricas

5. Objetos pre culminados

6. Producto final

1. Selección de la valva 2. Fragmentación de la valva 3. Pulir la superficie 4. Obtención de preformas 5. Objetos pre culminados 6. Producto final

A partir de la obtención de preformas geométricas de las tres cadenas operativas se da inicio a las siguientes sub cadenas

Sub cadena operativa n°4 Elaboración de cuentas

Sub cadena operativa n°6 Elaboración de figurinas

Sub cadena operativa n°7 Diseños geométricos

Sub cadena operativa n°8 Placas y láminas

Sub cadena operativa n°5 Elaboración de colgantes

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5.5.- Los instrumentos Están conformados por dos tipos de materiales: rocas y minerales (cuarzo). Ann Marie Hocquenghen y Peña (1994) reportan también una serie de instrumentos líticos como cantos rodados, piedras porosas y lascas en su estudio de la elaboración de los objetos en concha en Tumbes. Estos instrumentos han sido identificados por la forma, tamaño y huellas de uso.

5.5.1.- Los Instrumentos líticos Se han recuperado un total de 78 instrumentos líticos, siendo los de mayor número los pulidores, seguido por percutores, brocas, dos cortadores de piedra pizarra y un instrumento que funcionó como un probable soporte para trabajar los objetos. Con respecto a pulidores se utilizaron cantos rodados de diferentes tamaños con los cuales se suavizó la corteza de los moluscos empleados para el trabajo en Spondylus sp. (Foto nº77). Los instrumentos de piedra de forma plana, tienen un espesor de 2 mm, presentando en sus extremos filos cortantes, que permitieron realizar cortes sobre las conchas de Spondylus sp, Anadara grandis y Pinctada mazatlanica, empleadas en el taller (Foto nº78). Las brocas de cuarzo tienen 2 cm de largo, 1 cm de ancho y 0.4 mm en la parte distal y se emplearon para realizar perforaciones circulares en las cortezas duras de la conchas.

Fotos n° 77: Instrumentos líticos: cantos rodados de variados tamaños que cumplieron la función de alisadores.

Fotos n° 78: Instrumentos líticos: cortadores de forma plana.

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Se ha reportado también instrumentos líticos de mayor tamaño, como percutores, los que sirvieron para fragmentar las valvas, realizando golpes certeros desde la parte externa (Foto n°79). Asimismo se ha reportado una herramienta que presenta en una de sus caras huellas de perforaciones, lo que nos permite plantear se trate de un soporte, sobre el cual se colocó el fragmento destinado a trabajar (Foto n°80).

5.5.2.- Los Instrumentos en cuarzo

Se han registrado 69 instrumentos de cuarzo 67 son transparentes y 2 de color negro, presentan diferentes tamaños (Foto n° 81). El cuarzo es un mineral no metálico compuesto por dióxido de sílice y presenta una dureza que según la escala de Mohs se encuentra en el nivel 7, en el que puede rayar al acero. Por lo tanto estamos hablando de un mineral cuyas características fueron aprovechadas por los artesanos del mullu. En la región Tumbes

Foto n° 81: Conjunto de 69 cuarzos registrados en el taller malacológico de Cabeza de Vaca.

Fotos n° 79: Instrumentos líticos: Percutor.

Fotos n° 80: Instrumentos líticos: Soporte con huellas de trabajo en su superficie.

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existen canteras de este mineral ubicadas en la provincia Contralmirante Villar (Zorritos), en Punta Sal Chico, indicando que se trata de pequeñas vetas de cuarzo encajadas entre pizarras y cuarcitas reportadas por el INGEMMET (1996). Esta cantera se encuentra a aproximadamente a 70 km del sitio arqueológico Cabeza de Vaca. Los cuarzos identificados en el taller tienen entre 8 mm como mínimo y 24 mm como máximo de largo, no obstante este tamaño resulta pequeño al sujetarlo, por lo tanto es probable que estos instrumentos hayan estado articulados a un mango con el cual resulto fácil realizar el trabajo de talla en conchas. La parte distal de estos minerales ha sido clasificada en dos medidas, una se refiere a la propia punta y la otra es más ancha y se trata de la parte donde inicia la punta, esta parte tiene medidas que varían entre 4mm y 8mm; estas medidas son relevantes, pues al momento de realizar perforaciones con el cuarzo sobre la concha, este ingresa hasta la parte más ancha generando un orificio del mismo grosor. Algunos cuarzos presentan su parte distal en buenas condiciones, es decir una punta prominente lo cual se debe a que aún no han sido empleadas o a su reciente uso en la talla de material malacológico (Fotos n° 82 y 83). No obstante existen otros cuarzos reportados donde es notoria el desgaste de la parte distal, sugiriendo el tiempo y uso constante de estos instrumentos, además se ha reportado también cuarzos fragmentados probablemente por el intenso uso en los trabajos de talla de conchas (Fotos n° 84, 85 y 86).

Fotos n° 82: Cuarzo completo en su etapa inicial de trabajo.

Fotos n° 83: Detalle de la parte distal sin uso.

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Los primeros trabajos realizados por Hocquenghen y Peña (1994) en los talleres Malacológicos tumbesinos no reportan la presencia de cuarzos, no obstante todo lo contrario sucede en el taller de Cabeza de Vaca, lo que nos permite plantear un probable uso de estos dentro del trabajo de la talla del material malacológico; pues se ha registrado un fragmento de charnela de Spondylus de color rosado completamente pulido, el cual tiene 3 orificios de 3 mm de diámetro cada uno, dichas medidas difieren de las que presentan las cuentas reportadas; es decir se utilizó otro instrumento para realizar estas perforaciones en la charnela, además de tener presente que esta parte es la que presenta mayor espesor de todo el bivalvo. Este fragmento se encuentra pulido por completo e incluso la parte superior de la charnela se encuentra desgastada y pulida hasta volverla plana, además las tres perforaciones ubicadas cerca a la charnela, se han realizado una a continuación de la otra. No obstante la corteza de color rojo presenta algunas imperfecciones como perforaciones y erosiones muy notorias, lo cual debió haber influido en su fractura al momento de su elaboración (Fotos n° 87 y 88).

Foto n° 84: Cuarzo con la parte distal desgastada.

Foto n° 85: Detalle de la parte distal en desgaste.

Foto n° 86: Cuarzos fragmentados por el uso en la talla de conchas.

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En la región Tumbes existen dos colecciones privadas que tienen un conjunto de figurinas y diversos ornamentos en Spondylus sp provenientes del Taller de Cabeza de Vaca. En el año 2012 el Sr Ricardo Pérez Saavedra donó parte de su colección al Museo de Cabeza de Vaca, dentro de este material existen dos valvas completas y finamente pulidas, las que presentan tres orificios, ubicados en forma horizontal y cerca de la charnela, similares a la valva registrada en nuestra muestra, lo que nos lleva a plantear la utilización de la valva completa como un ornamento, además de una estandarización en este tipo de objetos (Fotos n° 89 y 90).

Fotos n° 87: Charnela pulida con tres orificios, vista frontal.

Fotos n° 88: Charnela pulida con tres orificios, vista posterior.

Fotos n° 89: Dos valvas de la especie Spondylus princeps pulidas con tres orificios en la zona de la charnela, vista de la valva superior.

Fotos n° 90: Dos valvas de la especie Spondylus princeps pulidas con tres orificios en la zona de la charnela, vista de la valva superior.

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A parte de realizar perforaciones circulares más anchas que el de las cuentas reportadas, los cuarzos han sido utilizados para realizar cortes verticales y horizontales, dos fragmento de charnela finamente pulidos presentan sobre su corteza, de color rosado, finos cortes, los que considero han sido realizados con los cuarzos (Fotos n° 91 y 92). Entre los instrumentos empleados en la fabricación de los objetos ya se advertía el uso de instrumentos líticos resaltando los percutores, alisadores, cortadores y soportes (Hocquenghem 1993), sin embargo el uso de minerales como el cuarzo en la talla de conchas para confeccionar ornamentos, resulta ser un dato nuevo y relevante que advierte la existencia de nuevos instrumentos en la talla de las conchas. 5.6.- Técnicas de Manufactura El análisis de los restos malacológicos dejados en el taller como fragmentos con huellas de trabajo asociados a los instrumentos empleados ha permitido inferir las técnicas de manufactura ejecutadas en el taller de Cabeza de Vaca. No obstante es importante recordar que según (Dana 1964: 214 en Suarez 1981) las conchas tienen una dureza de promedio 3 en la escala de Mohs. Las técnicas identificadas son: Percusión, desgaste, cortes y perforación, Pulido y calado, estas dos últimas realizado en las etapas finales.

Foto nº 91: fragmentos de la especie Spondylus sp, parte de la charnela con huellas de corte en la parte inferior

Foto n°92: fragmentos de la especie Spondylus princeps (corteza de color rojo) con huellas de corte

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5.6.1.- Técnica de percusión. Esta técnica ha sido ejecutada con percutores de material lítico de mediano y regular tamaño con la finalidad de fracturar la concha; consiste en dar golpes sobre la concha hasta romperla en pedazos más pequeños, para lo cual el artesano debió de haber calculado su dirección en impacto en la concha y la fuerza con que el golpe fue realizado.

5.6.2.- Técnica de desgaste. Esta técnica consiste en retirar la superficie de la concha que no será requerida, con la finalidad de eliminar debido a la mala calidad que está presente. Esta técnica se ejecuta realizando movimientos de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha gracias a esta técnica el artesano se percatara de la calidad que presenten las capas de la concha.

5.6.3.- Técnica de corte. Esta técnica consiste en realizar cortes verticales y horizontales, dependiendo de lo requerido por el artesano; si bien no se ha observado a simple vista huellas o marcas que indiquen la dirección por donde cortar, considero que esto fue realizado por el artesano para obtener no sólo un orden en el trabajo, sino también para una mejor obtención de la materia prima. Esta técnica ha sido ejecutada con instrumentos líticos con filos delgados y cortantes, los cuales encajan en algunos fragmentos con huellas de corte. Asimismo considero que los cuarzos registrados han sido utilizados en esta técnica, tal vez no de forma total, pero sí para marcar las líneas que direccionaron los cortes en la materia prima.

5.6.4.- Técnica de perforación.

Esta técnica consiste en perforar la superficie de la concha y objetos muy pequeños como cuentas o colgantes registrados en nuestra muestra; para realizar esta técnica es necesario aplicar una fuerza en movimientos de forma circular ejecutado sobre un mismo eje. La perforación es realizada en algunos casos en ambos lados del objeto, lo cual permite un trabajo más rápido. Las perforaciones realizadas en las cuentas y colgantes presentan diámetros que oscilan entre 1 y 2 mm, esto indicaría el empleo perforadores cuya parte distal tengan dichas medidas, sin embargo no hemos registrado en el taller dichos instrumentos. No obstante se ha registrado fragmentos con orificios de 2 a 4mm de diámetro, los que fueron realizados por cuarzos.

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5.6.5.- Técnica de Pulido. Consiste en realizar movimientos verticales u horizontales sobre la pieza con herramientas líticas pequeñas (cantos rodados) hasta obtener superficies muy suaves y que a su vez resalten el color de la concha. Esta técnica se realizó como parte de la decoración de los objetos. 5.6.6.- Técnica de Calado. Esta técnica realiza cortes profundos en las piezas hasta ejecutar formas en la misma. Probablemente se emplearon instrumentos delgados y de filo cortante. Un ejemplo de esta técnica se observa en los objetos diversos en forma de “gota”. 5.7.- Tipología de ornamentos elaborados en el taller de Cabeza de Vaca En el taller de Cabeza de Vaca se ha elaborado una variedad de ornamentos hechos en conchas, identificándose cuatro especies: Spondylus princeps, Spondylus calcifer, Pinctada mazatlanica y Anadara

grandis.

5.7.1.- Tipología de ornamentos

a. Ornamentos corporales: Cuentas Colgantes

b. Figurinas:

Zoomorfas Fitomorfas Diversos

c. Diseños geométricos Cuadrados Triángulos Rombos Conos

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d. Placas y láminas

e. Conchas con perforaciones Valva pulida con tres orificios circulares

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CAPITULO VI

ANÁLISIS DEL MATERIAL CERÁMICO Se han registrado un total de 359 fragmentos de los cuales 14 son sólo fragmentos diagnósticos, entre los que resaltan bordes de ollas y platos además de cuerpos decorados (Fotos n° 93 y 94). Entre los bordes se identificaron dos ollas una de borde compuesto y la otra una olla de borde divergente, una jarra de cuello divergente y un plato. Además se ha registrado 9 cuerpos decorados, entre ellos 2 con la técnica paleteado, 4 presentan pintura entre los que resaltan los diseños incas y 3 tienen líneas horizontales incisas. La mayoría de los fragmentos presentan cocción oxidante y la composición de sus pastas presenta cuarzos, micas y piedras, los primeros minerales presentes en las arcillas locales, indicando que se trataría de vasijas de estilo inca local.

Las formas de las vasijas reportadas en el taller malacológico han sido identificadas en otras áreas de Cabeza de Vaca, específicamente en la estructura principal, la Huaca del Sol. Asimismo se ha registrado una vasija fragmentada enterrada en el suelo estéril a unos 0,14 m del paramento norte del Muro 1, el cual sería el límite norte del Taller malacológico. Esta vasija presenta una altura no mayor a 15 cm y una abertura de la boca de 6cm, es de cocción oxidante y ha sido elaborada con la técnica del paleteado, dicha técnica es propia del periodo intermedio tardío, pero es una de las técnicas cuyo empleo ha continuado durante épocas incaicas (Jerry Moore comunicación personal) (Foto nº 95).

Foto n° 93: Cuerpos decorados estilo inca local. Foto n° 94: Bordes de ollas, estilo local.

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Foto nº 95: Vasija fragmentada de estilo tardío local. Ubicada en el lado norte, parte externa del Taller malacológico de Cabeza de Vaca.

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CAPITULO VII

DISCUSIÓN

La presencia de especies malacológicas como el Spondylus sp y otras procedentes de aguas tropicales en contextos arqueológicos de los andes centrales ha generado el interés respecto al tráfico de este molusco y el significado ritual que posee (Paulsen 1974, Murra 2007, Marcos 2005, Hocquenghem 1993, Hocquenghem y Peña 1994, Pillsbury 1996). No obstante en muchos sitios del Área andina es común encontrar valvas de Spondylus como ofrendas en contextos rituales y también una variedad de ornamentos como cuentas, colgantes y variedad de objetos hechos en esta concha, sin embargo poco se conoce acerca de los espacios donde se fabricaron estos ornamentos. En el Área andina se han documentado sólo cuatro talleres de conchas, en Lima en la Huaca San Marcos, donde se ha reportado fragmentos de Spondylus princeps con huellas de trabajo sugiriendo que en dicho lugar se elaboraron cuentas, collares y placas. En Pampa Grande, Lambayeque, Izumi Shimada (1978) reportó la existencia de varios talleres entre ellos el de Spondylus, registrado en la esquina de un montículo, en este espacio identificó 32 valvas completas de esta especie así como cientos de pequeñas espinas, astillas y piezas aproximadamente trapezoidales y un canto ovoidal del tamaño de un puño. En la región Tumbes Anna María Hocquenghem ha registrado dos talleres pertenecientes al periodo tardío, el de Rica playa y Cabeza de Vaca, el primero se ubicó en un tambo que lleva el mismo nombre, este taller fue destruido en el año 1993 por la construcción de una carretera, sin embargo tiempo antes esta investigadora logro identificar, a través de unos objetos esparcidos en la superficie, evidencias de material malacológico con huellas de trabajo, sugiriendo la existencia de un taller en el tambo de Rica Playa. El taller de Cabeza de Vaca, del cual sólo se conserva un área de 21 m de largo por 20 m de ancho se ubica dentro de un centro, considerado como la capital incaica en la región Tumbes (Hocquenghem 1993; Hocquenghem y Peña 1994, Kaufman 1987, Vilchez 2009, 2010 Moore y Vilchez 2013).

7.1.- El taller de Cabeza de Vaca dentro del contexto de la producción especializada La sociedad incaica, en la región Tumbes, construyó una extensa ciudad donde albergo áreas religiosas, domésticas, administrativas y talleres, entre ellos el área de producción de ornamentos en material malacológico (objeto de nuestra investigación), donde se elaboró una variedad de ornamentos destinados para la elite de esta capital provincial inca y además estos objetos suntuosos eran transportado por el camino inca de la costa a las regiones del sur hasta llegar a la capital cuzqueña.

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Tumbes constituye el lugar más accesible, desde la costa, para llegar hacia el Golfo de Guayaquil, zona de hábitat del Spondylus, entre otros moluscos de aguas cálidas. Por ello consideramos que fue éste el motivo por el cual, en Cabeza de Vaca culmina la vía terrestre del camino inca costero y a partir de aquí se da inicio a un recorrido marítimo utilizando embarcaciones de palo balsa con las cuales se llegó hasta las costas ecuatorianas para obtener la preciada carga de Spondylus, a cambio de cobre y otros productos exóticos provenientes de los Andes Centrales (Plano nº 2). | Velásquez, Peña y Hocquenghem, manifiesta que “a partir de 900 dC, hasta la desembocadura del río

Tumbes llegaba la vía marítima seguida por las canoas y balsas que navegaban a lo largo del litoral del

Pacífico, entre el Golfo de California y de Guayaquil, transportando hombres y diversos productos con alto

valor de intercambio. Para estas embarcaciones la navegación se volvía más difícil hacia el sur en contra

del viento austral y de la corriente de Humbolt. Los productos norteños se desembarcaban en el puerto

prehispánico de Tumbes y se transportaban hacia el sur por la vía terrestre que controlaban primero los

Sicanes desde los valles de Lambayeque, luego los Chimú desde Trujillo y finalmente los Incas desde el

Cusco. Este camino se utilizó durante todo el Periodo Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío y fue seguido

en 1532 por Pizarro y sus huestes en ruta hacia Cajamarca” (Velásquez et al 1994).

Plano nº 2: Recorrido desde Cabeza de Vaca hasta el Golfo de Guayaquil. Tomado de Vílchez (2012).

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Igualmente Jenkins, plantea que “Tumbes, como parte de una estrecha red de intercambio con América Central, fue en el sur el límite del habitat del Spondylus. Así, para garantizar que el suministro de Spondylus llegue al Cusco, el Inca requería líneas abiertas de intercambio desde Tumbes hacia la sierra. Asimismo, sostiene que la importancia de Tumbes, no estuvo basada en una localización central, sino en su marginalidad, lo que puede ser llamado como marginalidad estratégica” (Jenkins 2001 en Vílchez 2009)

El taller de Cabeza de Vaca fue un espacio de actividad productiva dedicado estrictamente a esta labor, Moore and Vílchez (2013) manifiestan que la ausencia de cerámica utilitaria, restos fauna, aparte de unos pocos huesos de pescado y una baja densidad de restos malacológicos aparte de Spondylus, nos indican que la producción de objetos no ocurrió dentro contextos domésticos. Esto nos permite marcar una diferencia con los talleres de tierras ecuatoriales donde las actividades de talla de conchas se desarrollaban en contextos domésticos y por lo tanto compartiéndolo con otras tareas. Por ello la existencia de un espacio físico destinado rigurosamente a la producción de ornamentos en conchas en su mayoría en Spondylus, debió de haber estado controlado y administrado por las elites locales residentes en Cabeza de Vaca.

7.2.- La Talla de material malacológico en el taller de Cabeza de Vaca

Los análisis del material malacológico, instrumentos líticos e instrumentos de cuarzo nos permiten plantear la existencia de tres cadenas operativas y cinco sub cadenas, estas últimas denominadas así porque se desprenden de las primeras. Las cadenas operativas identificadas en el taller se encuentran condicionadas por el tipo de materia prima, la cual está asociada al color que presenten las conchas y el objeto o producto final a fabricar. De esta manera tenemos la primera cadena operativa que corresponde al uso de Spondylus

sp, concha de la cual se obtuvo colores rojo, blanco y mixto. La segunda cadena operativa corresponde al empleo de la Pinctada mazatlanica y la obtención del color perlado y la tercera cadena operativa que sugiere el uso de la especie Anadara grandis de la que se requirió un color blanco opaco, contrario al blanco cristalino que presenta la especie Spondylus sp.

Las cinco sub cadenas están asociadas al producto final, es decir existe pasos específicos para elaborar cuentas, colgantes, figurinas, formas geométricas y placas y láminas. El análisis ha permitido registrar que estas sub cadenas parten de la elaboración de preformas geométricas, que corresponde a la fase n° 7, de la primera cadena operativa y fase n°4 en la segunda y tercera cadena. Por tanto podemos plantear que el objetivo de las tres cadenas operativas estaba condicionado en una primera etapa de

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trabajo por el color, el cual dependía de la calidad de la materia prima y en una segunda etapa por el objeto a elaborar. El conjunto total de material malacológico registrado en el taller de Cabeza de Vaca asciende a 122,525 fragmentos, de los cuales 121,351 corresponden a fragmentos con huellas de trabajo y 1,174 comprenden otras especies sin trabajo alguno; este abundante número de material en diferentes etapas de trabajo indican la intensa actividad llevada a cabo por artesanos especialistas y a su vez esta responde a una fuerte demanda requerida primero por la elite local de Cabeza de Vaca y los demás centros provinciales a lo largo del territorio inca y la capital. Entre el material utilizado en el trabajo de talla se ha reconocido a especies como Spondylus sp en mayor porcentaje, le sigue la especie Pinctada mazatlanica y en menor proporción tenemos el empleo de la especie Anadara grandis (Cuadro n°4).

Cuadro n° 4: Especies malacológicas reportadas, según su porcentaje

Entre las cantidades establecidas para cada especie malacológica utilizada, se destaca de forma clara por su abundante cantidad en relación a las otras especies, el uso intenso de la concha Spondylus sp, la cual ha sido registrada en todas las fases de trabajo, desde valvas enteras hasta las diminutas cuentas y/o figurinas. Por tanto, la primera cadena operativa de Spondylus sp se ha ejecutado de forma integral en el taller. No obstante en cada trabajo artesanal existen aquellos elementos que el artesano va descartando por diferentes motivos como: el tamaño, la calidad, fracturas en el proceso etc., a los que denominamos desechos de talla; en nuestro estudio planteamos que si bien existieron fragmentos (fragmentos pequeños y de mala calidad) que ya no fueron empleados en la elaboración de objetos, estos fueron utilizados definitivamente en otros fines, pues es necesario recordar el significado religioso de la concha Spondylus

sp y el arduo trabajo de debió haber resultado su recolección (Cuadro n° 5).

Material malacológico empleado en el taller de Cabeza de Vaca

Especie Cantidad %

Spondylus sp 111,601 92,0%

Pinctada mazatlanica 9,480 7,8%

Anadara sp 270 0,2%

Total 121,351 100,0%

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Cuadro n° 5: Cadena operativa n°1 - Spondylus sp, cantidad y porcentajes

La segunda especie involucrada en la producción es la Pinctada mazatlanica con 9,480 fragmentos identificados corresponde a la segunda cadena operativa y representa el 7,8% de la materia prima total. El uso de esta especie determina la obtención de un color brillante “perlado”. Si bien no se ha recuperado un espécimen completo, se evidencia material con desgaste en la corteza, que corresponde a la primera etapa de trabajo hasta objetos culminados, por tanto la ejecución de esta cadena se llevó de forma total en el taller (Cuadro n° 6).

Cuadro n° 6: Cadena operativa n°2 - Pinctada mazatlanica, cantidad y porcentajes

Cadena operativa n° 1 - Especie Spondylus sp Fases Cantidad %

Valvas completas o casi completas 28 0,03%

Espinas 3,453 3,09%

bordes cortados 3,251 2,91%

Fragmentos de concha

Charnela 554 0,50%

Cuerpo 677 0,61%

Fragmentos de corteza 56,104 50,27%

Fragmentos blancos

con capa blanca fina 44,879 40,21%

Pulidos 2,102 1,88%

Preformas geométricos 424 0,38%

Objetos pre culminados 8 0,01%

Objetos culminados

Cuentas 105 0,09%

Figurinas 16 0,01%

TOTAL 111,601 100,00%

Cadena operativa n° 2 - Especie Pinctada mazatlanica Fases Cantidad %

Valva completa o casi completa - -

Desgaste de corteza 14 0,15%

Fragmentos cortados 9 0,10%

Preformas geométricos 9,449 99,67%

Objetos pre culminados preforma de cuentas 3 0,03%

objeto final Cuentas 2 0,02%

Triángulos 1 0,01%

Placas 2 0,02%

Total 9,480 100,00%

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La especie con menor cantidad de fragmentos registrados y por ende con un menor uso en la talla de material malacológico corresponde a la Anadara grandis que tiene 270 fragmentos identificados en proceso de fabricación y culminados, la cual refiere la tercera cadena operativa (Cuadro n°7).

Cuadro n° 7: Cadena operativa n° 3 - Anadara grandis, cantidad y porcentajes

De estas tres cadenas operativas, específicamente desde la obtención de las preformas geométricas parten las cinco sub cadenas operativas: para elaborar cuentas, colgantes, figurinas, formas geométricas y placas y láminas. Respecto a las cuentas y colgantes, en excavaciones realizadas en el subsector sur de la Huaca del Sol, estructura principal de Cabeza de Vaca, se ha identificado un total de 127 cuentas, cuyas formas son: discoidal, discoidal plana y cilíndrica, colores: blanco, rosado, purpura y naranja y medidas menores a 1 mm hasta 2 mm de diámetro de orificio interno. Así como también 13 colgantes, 10 de forma alargada y 3 de base cónica, los que tienen un orificio en la parte superior, la cual presenta un mayor espesor, hechos en Spondylus princeps y Spondylus calcífer (Rodríguez 2011, en Vílchez 2011) (Fotos n° 96 y 97). Estos ornamentos muestran similitud en las medidas, forma y materia prima empleada, con las reportadas en el taller, sugiriendo que estos elementos fueron elaborados en este espacio y por tanto indicando que una parte de lo producido en el taller de Cabeza de Vaca era destinado para los grupos de elite de esta capital provincial incaica.

Cadena operativa n° 3 - Especie Anadara grandis Fases Cantidad %

Valva completa o casi completa 11 4%

Fragmentación de la valva 103 38%

Pulir los fragmentos 44 16%

Preformas geométricos 63 23%

Objetos pre culminados - -

Objeto final

Cuentas 45 17%

figurinas 1 0,4%

formas geométricos 3 1%

Total 270 100%

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En el Museo de sitio de Cabeza de Vaca se exhiben algunas figurinas procedentes del Taller, donde resaltan dos representaciones de cabezas de perro, similares a la registrada en las excavaciones del taller, pero con la diferencia que las dos representaciones expuestas han sido elaboradas en la capa calcárea de color blanco del Spondylus sp y tienen una forma robusta, en tanto la figurina procedente de las excavaciones fue confeccionada en la especie Anadara grandis, es más pequeña, además es notorio los colores que presentan estos tres objetos evidenciando así su materia prima (Fotos nº 98 y 99).

Foto n° 96: Cuentas reportadas en la Huaca del sol.

Foto n° 97: Colgantes registrados en la Huaca del sol.

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Foto n° 99: Cabeza de perro, vista lateral, se observan las excisiones para realizar los ojos y boca.

La identificación de estos objetos muestra que existieron figurinas iguales elaboradas en diferentes especies malacológicas, no obstante debió de existir un valor otorgado a cada objeto en relación a la materia prima en la cual fue fabricada y definitivamente, en este caso fue superior el Spondylus sp. Además es la evidencia clara de la estandarización de determinados objetos como en este caso la cabeza de perro.

El uso de instrumentos de piedra como percutores, pulidores, cortadores etc en el proceso de elaboración de una variedad de objetos en conchas, ha sido mencionado por Anna María Hocquenghem para el taller de Rica playa, advirtiendo su similitud, en este aspecto, con el Taller de Cabeza de Vaca (Hocquenghem 1993, Hocquenghem y Peña 1994). Asimismo los trabajos de Shimada en el taller de Spondylus registrado

Foto n° 98: Cabeza de perro, vista frontal, el objeto de la izquierda está elaborado en Anadara grandis y los dos de la derecha en Spondylus sp.

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en Pampa grande reportan entre sus instrumentos una piedra ovoidal del tamaño de un puño. Sin embargo el registro de 60 cuarzos identificados en el taller de Cabeza de Vaca, de los cuales 45 se encuentran completos, son la evidencia del empleo de este mineral en el proceso de elaboración de variados objetos (Cuadro n° 6). Estos instrumentos sirvieron para realizar perforaciones en las conchas de 1 mm hasta 4 mm de diámetro, además es probable que estos instrumentos se hayan empleado también para realizar cortes.

El empleo de nuevas herramientas en el Taller de Cabeza de Vaca como es el cuarzo es la evidencia de la búsqueda de nuevos materiales, y por ende el conocimiento de las características del mismo, el cual les permitió seguramente perfeccionar algunas técnicas, siendo este el indicador de niveles tecnológicos.

Cuadro n° 6: Los cuarzos según el diámetro de la parte distal

7.3.- Los artesanos especialistas del mullu y su importancia en la organización social

La especialización artesanal de cualquier bien no sólo es una actividad económico determinante en la organización de las sociedades, sino también es parte de un aspecto social de gran interés, más aún cuando el bien en específico tiene dos características resaltantes. La primera se trata de la producción de ornamentos y objetos suntuosos para el arreglo personal, elaborado definitivamente para grupos de elite. Y en segundo, la materia prima empleada, más abundante, en la elaboración de los mismos, es nada menos que el objeto ritual y de ofrenda más importante que ingresó a los Andes Centrales y cuya presencia ha permanecido desde tiempos formativos hasta la llegada de los españoles: El Spondylus sp. Por tanto, este grupo de artesanos dedicados a la elaboración de ornamentos en conchas -entre las que predomina el Spondylus sp- fueron considerados como un grupo selecto entre la sociedad incaica. Los artesanos desde sus inicios han constituido no sólo una clase trabajadora, sino también un grupo determinante en la organización social, económica y política de una sociedad. Durante épocas moche se ha registrado una serie de talleres en el sitio Huacas del Sol y de la Luna, la cual no sólo se pone de manifiesto por el volumen de material producido en ellos, sino por una serie de evidencias, como la especialización de las áreas productivas, la presencia de estos talleres en varios pisos de ocupación dentro de un bloque arquitectónico. En el caso de los artesanos la información que presentan es

Diámetro de la parte distal de los Instrumentos de cuarzo Material 1 mm 2 mm 3 mm 4 mm 6 mm Total

Cuarzos 1 21 15 6 2 45

% 2.2 46.7 33.3 13.3 4.4 100

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fragmentada, sin embargo se considera que en un taller moche pudo haber varios tipos de artesanos con diferentes estatus, concluyendo que los artesanos moche, considerando su organización social deben considerarse en una fase intermedia entre los artesanos dependientes del templo y una forma independiente de los barrios chimú de Chan Chan (Uceda 2010).

Los trabajos realizados por Izumi Shimada sobre la producción artesanal urbana moche tardía en Pampa Grande concluyen que la producción artesanal incluía trabajos en cobre, cerámica, tejido, comida, chicha, lapidaria y trabajos en conchas. Además, organizacionalmente, la producción artesanal fue segmentada y modular en el sentido que cada taller era responsable de ciertos estadios de una producción más compleja.

Durante la ocupación chimú, según Jhon Topic (1990) los especialistas en Chan Chan ocuparon tres áreas distintas: barrios, áreas de servidores y áreas para alojamiento para comerciantes. Dentro de cada barrio el artesano vivió en una unidad domestica independiente, con una cocina, área de depósitos, áreas de trabajo, espacio de trabajo y animales domésticos. Es decir las condiciones físicas en las que habitaban los especialistas marcaban una clara diferenciación social otorgada por las destrezas al producir una variedad de objetos.

Los artesanos en el taller de Cabeza de Vaca alcanzaron un conocimiento privilegiado al trabajar con materias primas de un alto valor y a su vez de delicado aspecto, pues como menciona Joanne Pillsbury “Un rasgo importante de muchas economías imperiales es la adquisición y el uso de bienes exóticos de

gran valor e importancia para las elites“ (Pillsbury 1996: 313), por lo que el imperio de los incas, como resultado de muchas culturas, conocía bien la necesidad de la presencia del Spondylus sp. Por tanto la finalidad de producir una variedad de ornamentos en conchas en especial Spondylus estuvo condicionada por una fuerte demanda de las elites gobernantes, a la cual Costin (1991 en Shimada 1978) manifestó que es importante caracterizarla antes que tratar de explicar la organización de la producción. No obstante esto resulta un tema bastante complejo para la arqueología.

Los especialistas en la talla de conchas constituyeron un grupo de trabajo diferente al de otros oficios, pues si bien en la organización de la economía prehispánica existieron artesanos que dedicaron parte de su tiempo a determinados trabajos, también existieron otros que por diferentes motivos se dedicaron a tiempo completo a realizar una actividad productiva. Considero que aquellos artesanos que se dedicaron a una sola actividad tuvieron que caracterizarse en primer lugar, por el conocimiento de las propiedades de la materia prima, segundo el conocimiento de las complejas cadenas operativas que se realizaron para elaborar un objeto y dentro de esto, la existencia de los modelos de objetos a producir; es decir la estandarización de los mismos. Cuarto la habilidad y destreza en la aplicación de las técnicas de talla y

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el quinto y último punto la existencia de una cantidad abundante de objetos, en diferentes etapas, que confirme el intenso trabajo llevado a cabo en un área productiva, esto último un rasgo claramente visible en el registro arqueológico.

Por ello los artesanos especialistas en el taller de Cabeza de Vaca se dedicaron estrictamente a esta actividad productiva desarrollando lo siguiente:

1.- Cinco complejas cadenas de operación, las que se encuentran condicionadas por la materia prima y el color que se obtiene de ellas, además de los objetos a producir. Esta actividad productiva nos muestra una serie de pasos en cada una de las cadenas y sub cadenas, las cuales debieron de realizarse correctamente aplicando los conocimientos de las técnicas de talla y utilizando las herramientas necesarias para así obtener un buen producto, pues hemos visto que cuando la materia prima no se encuentra en buenas condiciones no se utiliza. Además los instrumentos líticos y de cuarzo empleados evidencian un conocimiento en las propiedades de la materia prima.

2.- La estandarización de objetos, evidenciándose en el reporte de productos de similares características como las cuentas blancas de forma discoidal plana, las figurinas en forma de “gota” cuyas medidas, trazos en su superficie y materia prima son idénticos, además de las figurinas como la cabeza de perro fabricadas en Spondylus sp y Anadara grandis, las que no solo debieron de tener un valor establecido de acuerdo a la materia prima en la cual se elaboraron, sino también nos indican claramente patrones en la producción, es decir modelos de objetos a fabricar, los cuales se lograron bajo un trabajo de especialización debidamente organizado y sistemático, alcanzando un alto nivel de estandarización.

3.- En el taller se ha registrado 111,601 fragmentos de Spondylus, 9,480 fragmentos de Pinctada

mazatlanica y 270 fragmentos de la especie Anadara grandis en diferentes procesos de talla, esta cantidad de material trabajado es la evidencia del intenso trabajo que se debió realizar de manera permanente como consecuencia de la demanda requerida por las elites gobernantes, no solo de Cabeza de Vaca, sino de las diferentes capitales provinciales incaicas ubicadas a lo largo del camino inca y la capital Cusqueña.

Moore y Vílchez (2013) mencionan que si bien no saben si el trabajo en el taller de Cabeza de Vaca fue a tiempo completo lo que si conocen es que mientras los artesanos estuvieron en el taller se dedicaron primordialmente al trabajo del Spondylus. Dato que se acercaría a lo planteado líneas arriba respecto a los artesanos en el taller. Sin embargo Brumfiel y Earle (1987) manifiestan que la especialización a tiempo completo es práctica solo en la presencia de una demanda agregada lo suficientemente grande y mecanismos de intercambio lo suficientemente estables para proveer provisiones seguras de subsistencia

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y materias primas para los productores especialistas. Estas condiciones están dadas en Cabeza de Vaca donde se estableció un sistema de intercambios culturales con la zona del Golfo de Guayaquil obteniéndose el Spondylus requerido por el Estado Incaico siendo trasladado por un organizado sistema vial que en esta región tuvo un importante uso económico al transportar tan valiosos recursos Hyslop (1992).

Estos datos nos advierten la importancia de los artesanos especialistas que trabajaron el Spondylus en la sociedad incaica, así como la consideración que le fue otorgada a este grupo social al dedicarse a transformar la materia prima de más valor en la época prehispánica. Pues como mencionan Espinoza y Rostoworoski, los especialistas vivían en barrios y no estaban obligados a tributar (Espinoza 1987 y Rostoworoski 1999). Por tanto los artesanos del Spondylus que trabajaron en el Taller de Cabeza de Vaca fueron considerados como un grupo selecto y dedicado a tiempo completo a la producción de ornamentos, con los cuales debieron tributar con el estado incaico.

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CONCLUSIONES

1.- La especialización artesanal es el resultado de una bien organizada sociedad centralizada donde las actividades económicas implicaron determinantemente aspectos sociales, más aún cuando la materia prima es el objeto ritual y de ofrenda más importante que ingreso a los Andes centrales. Por ello, el Estado inca instauró en el extremo norte del Perú la capital provincial de Cabeza de Vaca desde donde logró administrar los intercambios de una variedad de productos, en el que el Spondylus entre otras conchas de aguas cálidas fueron de mayor prioridad. Parte importante del cargamento de Spondylus era trabajado en el taller y por los datos obtenidos, parte del mismo era destinados a las elites de esta capital provincial inca.

2.- Los artesanos especialistas en el taller de Cabeza de Vaca fueron considerados como un grupo selecto dentro de la estructura social incaica al dedicarse a transformar conchas sagradas como el Spondylus en una variedad de ornamentos suntuosos destinados a las elites gobernantes locales y de la capital cusqueña. Estos artesanos alcanzaron un conocimiento privilegiado, destreza y habilidad en la aplicación de las técnicas de talla, sumado a ello la necesidad y demanda de los principales sitios que articulaban el estado inca, generaron una abundante fabricación de productos lo que nos concluye que el trabajo de los artesanos especialistas del Spondylus se realizó a tiempo completo.

3.- En el Taller Malacológico de cabeza de Vaca se ha identificado tres cadenas operativas, la primera corresponde a la especie de mayor abundancia el Spondylus sp, de la cual se obtenía objetos de colores rosado y blanco. La segunda cadena operativa está asociada a la especie Pinctada

mazatlanica y el hermoso color perlado que se obtiene de ella y por último, la tercera cadena asociada a la especie Anadara grandis y el color blanco opaco. Asimismo de estas tres cadenas se generan otras sub cadenas: para elaborar cuentas, colgantes, figurinas, formas geométricas y placas y láminas.

4.- Los instrumentos de material lítico reportados sirvieron como percutores para fragmentar las conchas, los alisadores y cortadores para trabajos específicos dentro de cada cadena de operación. La identificación de un nuevo instrumento de dureza destacable, características físicas útiles para la talla en conchas y la distancia entre las canteras y la ubicación al sitio de producción hacen de este instrumento un elemento determinante en el proceso de elaboración de ornamentos en material malacológico, siendo un indicador de la preocupación y búsqueda de nuevos instrumentos para obtener mejor calidad en la producción estableciendo un nivel tecnológico.

5.- A partir del análisis de los fragmentos malacológicos en diferentes etapas de trabajo, la identificación de los instrumentos líticos y cuarzos empleados en la fabricación de ornamentos se ha establecido seis técnicas de manufactura: Percusión, desgaste, corte y perforación, pulido y calado.

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6.- Se ha establecido una tipología de objetos elaborados en el taller de Cabeza de Vaca estos son: a) Ornamentos corporales como cuentas y colgantes, b) figurinas zoomorfas, fitomorfas y diversas, c) formas geométricas como triángulos, cuadrados, conos y rombos, d) láminas y e) valvas finamente pulidas con tres orificios en la parte superior.

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