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UNIVERSIDAD DE ALICANTE FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
GRADO EN SOCIOLOGÍA CURSO ACADÉMICO 2013 - 2014
MICROCRÉDITOS EN PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
SANTIAGO PARDILLA FERNÁNDEZ
ANTONIO JOSÉ ALEDO TUR DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA I
Alicante, junio del 2014
Abstract
Este trabajo indaga sobre los proyectos de microcréditos como un instrumento para
el desarrollo. Se comentará su origen, la ideología que acompaña a los microcréditos, la
relevancia de incluir el estudio del contexto socio-político, económico y cultural donde
se trabajan los microcréditos para su buen funcionamiento. Asimismo, se analizará
desde tres enfoques los microcréditos como propuesta de desarrollo. Se han
denominado: el microcrédito como solución a la pobreza, el Microcrédito como
herramienta, y el microcrédito como expansión del capitalismo. El análisis de diferentes
autores permite identificar los factores más relevantes que determinen los impactos
positivos y negativos que pueden llegar a producirse en una comunidad con el inicio de
un programa de microcréditos.
Este trabajo forma parte de un proyecto más amplio, que tiene como objetivo
estudiar el programa de colaboración Banca Móvil de la empresa alicantina Towerplane
con la Asociación Financiera de Mujeres de Gambia.
Palabras clave: microcréditos, países, vías, desarrollo,
ÍNDICE
1. Introducción
2. Antecedentes
1. Desarrollo humano
2. Exclusión financiera
3. Instituciones microfinancieras
4. Microcrédito
1. Diferencias entre crédito convencional y el microcrédito
2. Metodología del crédito
3. Género
3. Objetivos e hipótesis
4. Metodología
5. Factores para el desarrollo de los microcréditos
1. Factores endógenos de la institución microfinanciera
2. Factores exógenos de la institución microfinanciera
3. Factores endógenos del prestatario
4. Factores exógenos del prestatario
5. Programas de microcréditos ineficaces
6. Postura sobre el microcrédito
1. Microcrédito como solución a la pobreza
2. Microcrédito como herramienta
3. Rechazo a la universalización
7. Conclusión
8. Bibliografía
9. Anexo
1. INTRODUCCIÓN
A principios del año 2014, Juan Carlos Sánchez Ferrándiz, director de la empresa
Towerplane y encargado del proyecto Banca Móvil, se puso en contacto a través del
profesor Antonio Aledo Tur, para que un conjunto de alumnos investiguen los impactos
socio-económicos en la introducción de instrumentos tecnológicos en la sociedad
gambiana.
El proyecto Banca Móvil desarrollado por la empresa alicantina en Gambia y
financiado por la Agencia Española de Cooperación, se basa en la introducción de
avances tecnológicos y la informatización de los datos para mejorar el sistema de
gestión de la Gambia Women’s Finance Asociation1
(GAWFA), teniendo como
objetivo la expansión de la actividad financiera, la generación de ingresos y la
reducción de la pobreza de las comunidades donde trabaja la organización.
Este Trabajo de Fin de Grado es una Evaluación de Impacto Social del proyecto
Banca Móvil, así como su efecto de esta intervención tiene sobre la comunidad y su
territorio.
La Evaluación de Impacto Social (EIS) es el proceso de analizar (predecir, evaluar y
reflejar) y gestionar las consecuencias previstas e imprevistas sobre el entorno humano
de intervenciones planificadas (programas, planes, proyectos) y cualquier proceso de
cambio social que sea iniciado por dichas actividades con el objeto de construir un
entorno humano y biofísico más justo y sostenible. (Vanclay, 2002).
El EIS es un instrumento orientado a fortalecer el proceso de toma de decisiones
relacionadas con el diseño, ejecución y manejo del proyecto.
Existen dos tipos de EIS, el “Social Impact Statement”, basado en los impactos
directos del proyecto para su aprobación por parte de las autoridades, o el “Social
Impact Management”. Este último, es que estamos desarrollando, orientado a la
reducción de costes económicos, sociales y ambientales tanto de aquellos que recaen
sobre las empresas o instituciones impulsoras de la GOP como sobre las comunidades
locales afectadas. (Vanclay y Esteves, 2011)
Este enfoque amplía el concepto de proyecto más allá de la obra o intervención al
estudiarlo en todas las fases de su ciclo y al entenderlo como un proceso social y no solo
como un ejercicio técnico, estudiando el efecto que una intervención tiene sobre la
comunidad y su territorio.
Los impactos y efectos se refieren a las consecuencias planeadas o no previstas de un
determinado proyecto. Los efectos generalmente se relacionan con el propósito/proceso
mientras que los impactos se refieren al fin.
La identificación previa de los impactos sociales de los proyectos tiene como base
buscar otras alternativas al proyecto inicial, disminuir el impacto mediante el diseño y
1 Asociación Financiera de Mujeres de Gambia
ejecución de medidas mitigadoras y favorecer el éxito del proyecto al suavizar o
eliminar los conflictos sociales.
El análisis de una Evaluación de Impacto Social debe tener las siguientes
dimensiones presentes:
1. Contextual: el análisis de los contextos locales, socio-culturales e institucionales
donde se ejecuta el proyecto.
2. Longitudinal: los impactos durante todo el ciclo del proyecto, incluyendo la
gestión posterior a su construcción y sus efectos a largo plazo.
3. Relacional: la interacción entre los cambios ambientales y sociales de los efectos
socio-ambientales derivados del proyecto.
Debido a que es un proyecto piloto en Gambia y el objeto de estudio era muy amplio,
se dividió la Evaluación de Impacto Social en diversos temas: Microcréditos, Banca
Móvil, género, política, economía, migraciones y contexto socio-cultural de Gambia.
Aunque el objeto del EIS será el impacto de la Banca Móvil, es imprescindible
conocer la naturaleza y funcionamiento de los microcrédito ya que es el producto que se
comercializa a través de la herramienta de la Banca Móvil. Asimismo, aunque existe
una separación conceptual entre los impactos generados por la banca móvil y por los
microcréditos en la práctica ambos procesos generadores de impactos se articula de
forma paralela. Por ello, en este TFG analizaremos los microcréditos, como parte de la
fase de scoping del EIS.
Los objetivos principales de este trabajo son la base teórica que sustentara la parte
práctica, que se desarrollará con trabajo de campo, siendo necesario la visita a Gambia.
1. Determinar los factores más importantes para los microcréditos sean una
herramienta útil para la comunidad.
2. Presentar el debate existente sobre el papel de los microcréditos como
instrumento para el desarrollo mostrando las diferentes posiciones de los investigadores
y expertos en esta materia.
La estructura del trabajo es la siguiente
En primer lugar, se explicara el concepto de desarrollo humano y exclusión
financiera. Seguidamente definimos el microcrédito, sus características, la metodología
para tener acceso al microcrédito, las diferencias con el crédito convencional y la
importancia de la mujer en los programas de microcréditos. Después de esto, se
describirá los objetivos y la metodología del trabajo de fin grado. A continuación,
concretaremos los factores principales para que un programa de microcréditos sea
eficaz. Presentaremos las tres posturas sobre los microcréditos, que hemos valorado
tras analizar la literatura existente. Por último, se realizara a modo de resumen los
principales puntos comentados en este trabajo.
2. ANTECEDENTES
En primer lugar se explicará a que nos referimos con desarrollo humano, siguiendo la
Organización de Naciones Unidas (ONU). A continuación, desarrollaremos el concepto
de exclusión financiero, destacando la importancia de que la población en países en
subdesarrollo no sufran este tipo de exclusión, al afectar indirectamente al crecimiento
socio-económico del país.
También se comentará la evolución de los enfoques que han predeterminado en la
cooperación a los países pobres. Se detalla el fracaso de las Ayudas Oficiales al
Desarrollo (AOD), que motivo la creación de las instituciones microfinancieras.
Por último, se determinara el microcrédito: sus características, las implicaciones que
conlleva, la metodología, los pasos para la concesión de este producto financiera, las
principales críticas a los programas de microcrédito, terminando con la importancia de
las mujeres en los programas de microcrédito.
2.1 Desarrollo humano
Debido a la desigualdad distribución de la riqueza entre países, uno de los objetivos
de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es colaborar en el desarrollo de los
países pobres o en vías de crecimiento, siendo el microcrédito un instrumento orientado
al desarrollo de las comunidades más pobres. Entendiendo el desarrollo como el proceso
que busca la ampliación de las opciones que disponen las personas, tres aspectos son
esenciales, ya que sin ellas no se puede tener una vida plena y no es posible acceder a
otras oportunidades:
a) poder tener una vida larga y saludable
b) poder adquirir conocimientos
c) poder tener acceso a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida
decoroso.
En este sentido, es crucial el impulso de las capacidades colectivas, como
complemento imprescindible de las capacidades individuales. (VILLALBA, 2011 p.7)
Así, los microcréditos transmiten esta filosofía: dar a las personas más necesitadas la
oportunidad de mostrar su valía y su capacidad, permitiéndoles prosperar y crecer en el
seno de la sociedad (Claret y Lens, 2007, p. 16).
Para conseguir el objetivo de la ONU, se han creado múltiples programas con un
enfoque de Desarrollo Humano Local (DHL), basado en estudiar los vínculos entre las
estructuras sociales y los resultados de bienestar de manera específica en los espacios
locales; siempre teniendo en cuenta las interdependencias con otros espacios, incluidos
los supralocales. Se apuesta por estudiar la dimensión local ya que es donde puedes
analizarse con mayor precisión los procesos de desarrollo humano y los resultados de
tales procesos. Así, el DHL busca tener en cuenta las capacidades de las personas, y no
solo los recursos que dispone esa sociedad concreta. El objetivo final es aumentar el
empoderamiento de las comunidades locales y controlar en mayor medida los
mecanismos para el desarrollo. (VILLALBA, 2011 p. 12)
Siguiendo el Informe sobre Desarrollo Humano 2013 de la ONU se identifica cuatro
áreas específicas que los programas de desarrollo deben impulsar:
a) mejora de la igualdad, incluida la dimensión de género;
b) dotación de voz y participación a los ciudadanos, incluidos los jóvenes;
c) confrontación de presiones ambientales;
d) manejo del cambio demográfico.
En cuanto a programas internacionales de desarrollo orientados para mujeres como
pueden ser los microcréditos, Marta Carballo (2006) destaca la necesidad de que las
relaciones de poder entre mujeres y hombres sean equitativas. Esto implicaría
cuestionar la organización socio-cultural de la comunidad basada en la división del
trabajo y la separación del mundo público y privado. En los proyectos de cooperación la
mujer duplica su trabajo, manteniendo su rol tradicional de ama de casa con el rol de
sustentador económico de la familia. Los hombres son tratados como pasivos en este
proceso de desarrollo, lo que implica falta de responsabilidad en el varón y la
reproducción de una estructura desigual a favor de la equidad entre sexos.
El microcrédito es un producto financiero orientado al desarrollo de las comunidades
más pobres, con una orientación a evitar que las mujeres estén excluidas de las
instituciones financieras, un aspecto importante para el crecimiento económico de un
país como veremos a continuación.
2.2 Exclusión financiera
En este apartado, debatiremos sobre la relación del sistema financiero de un país con
el crecimiento de este. Destacaremos los efectos positivos que tiene acceder a los
productos y servicios financieros, pero por otro lado, argumentaremos que un sistema
financiero solo favorece a las clases con más pode adquisitivo, no a toda la población.
Definiremos la exclusión financiera y los factores que la causan.
La ideología económica capitalista afirma que el desarrollo del sistema financiero de
un país favorece el crecimiento económico según diversos estudios (World Bank, 2001,
Levine, 1997, Levine, 2005). El sistema financiero ejercería un efecto positivo sobre la
economía de un país, debido a que (Torre et al. 2012)
1. Moviliza el ahorro de una economía que, de otro modo, no serían utilizados.
2. Permite asignar fondos en actividades productivas
3. Incentiva la vigilancia de los fondos usados.
4. Facilita la transferencia y reducción de riesgos
Existen dos tipos de sistemas financieros, el primero corresponde al sistema
financiero de mercado, que prevalece en los países en vías de desarrollo, donde la banca
se compromete, en general, a suministrar recursos financieros a las empresas a corto
plazo, obteniendo las empresas una gran parte de su financiación a largo plazo a través
de los mercados financieros. Más tarde, con el crecimiento económico, el sistema
financiero evoluciona hacia un segundo tipo. El sistema financiero de la banca, se
caracteriza por estar presente en los países desarrollados, no existe una separación clara
entre el sistema bancario y la industria, incluso los intermediarios financieros acumulan
importantes participaciones empresariales. (Torre et al 2012).
No obstante, no todas las personas de un país se benefician por igual del desarrollo
de los sistemas financieros y del crecimiento que general. Aunque este respecto las
investigaciones realizadas no son concluyentes (Clarke, Xu y Zou, 2006), el sistema
financiero prefiere centrarse en los colectivos sociales con mayor nivel de renta por las
mayores previsiones de beneficios.
Sin embargo, una vez que el sistema financiero se ha desarrollado suficientemente,
un mayor número de personas podrían aprovechar la financiación existente,
redistribuyéndose de esta manera la riqueza. (Torre et al 2012).
Al fenómeno donde las personas no pueden o tienen dificultades en acceder a
productos o servicios financieros, por múltiples causas, se le denomina exclusión
financiera.
Siguiendo con este concepto, cualquier persona debe tener acceso a cuatro tipos de
servicios financieros: transacciones, cuentas bancarias, préstamos o créditos y seguros,
ya que permite estabilidad económica, seguridad, más inversiones privadas y públicas,
elementos vitales para el crecimiento socio-económico.
Las razones de la exclusión financiera se centran en diferentes factores
Nivel de renta
Género
Normas culturales
Edad
Documentos legales
Educación
Lugar de residencia
Falta de confianza
Situación económica.
Ante el problema de la exclusión financiera, han surgido diversas acciones cuyo
objetivo principal es permitir el acceso a los recursos financieros a una mayor parte de
la población o a la población que ha sido tradicionalmente excluida por las instituciones
financieras. Entre ellas, son la creación de instituciones microfinancieras orientado a la
población con menos recursos.
2.3 Instituciones microfinancieras
Al principio, comentaremos los tipos de enfoques de cooperación que ha habido a los
países subdesarrollados. El fracaso de las Ayudas Oficiales al Desarrollo que termino
en la creación de las instituciones microfinancieras, encargadas de los programas de
microcréditos. Organismos con una filosofía que chocaba con las instituciones
financieras tradicionales.
Han existido diversos enfoques en la cooperación a países en vías de desarrollo
(Cuesta, 2006):
Enfoque asistencialista (1940-1950): provisión de bienes materiales en forma de
donación o ayuda a poblaciones afectadas, a través de instituciones gubernamentales y
estatales, surgiendo los programas de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
Enfoque de modernización (1960-1970): es importante el factor humano,
promoviendo la tecnificación industrial y agraria, implicando recursos humanos
formados en las nuevas tecnologías.
Enfoque humanista (1980): la pobreza es consecuencia de acciones humanas, no
solo la aplicación de recursos materiales y formativos. Se requieren cambios culturales,
comportamientos, valores y actitudes.
Enfoque de las capacidades (1990): le otorga al individuo el rol de actor para su
propio cambio haciéndole partícipe como un agente capaz de provocar situaciones de
mejora, analizamos que es capaz de hacer la gente. Es necesario, por tanto, conocer qué
puede hacer la gente para cambiar su realidad, pero evidentemente teniendo en
consideración el marco político, económico y social, que les rodea. Es decir, a parte de
poseer o no tales capacidades, ¿estas pueden entrar en acción? (NUSSBAUM, 2002
p.112).
Debido al fracaso de la AOD entre la década de los 50 y 60, se vio la necesitad de
crear programas autosuficientes que no dependiesen de la ayuda de los países
desarrollados y sus intereses. Así nacen las instituciones microfinancieras, basadas en el
crédito a sectores económicos informales, con la ausencia de trámites y la burocracia.
ontrariamente a lo que se creía, en los primeros programas de microcréditos, se
comprobó que los pobres eran capaces de devolver el crédito y de ahorrar.
“Las personas no eran pobres porque fuesen estúpidas o perezosas: trabajan todo el
día realizando tareas físicas complejas. Eran pobres porque las instituciones financieras
del país no les ayudaban a ampliar su base económica. Las necesidades crediticias de las
personas pobres eran cubiertas por prestamistas locales” (Yunus, 2006, p.53)
Los programas modernos de microcréditos surgieron durante la década de los años
70, funcionando como fondos concesionales para microempresas, sin ninguna
pretensión de que fuesen devueltos y con unas tasas de interés muy bajas o inexistentes,
tratando de que los microempresarios se adaptaran al sistema financiero existente (Labie
y Sota, 1998). El programa no tuvo éxito. Debido al escaso margen de beneficio, las
instituciones estaban sujetas a la voluntad de donantes. También a los elevados costes
especiales de estas transacciones suponían un freno a estos primeros intentos. Por
último, no existían servicios de ahorro, ya que no creían que los pobres tenían la
capacidad del ahorro, algo que muchos estudios han desacreditado (Almeyda, 1996,
Restrepo y Reichmann, 1995, Robinson, 1995, Robinson, 1998, Wisniwski, 1998), lo
que provocaba una alta morosidad y descapitalización.
Tabla 1: Número total de clientes de las IMFs a 31/12/2010
Número total de clientes (31/12/2010) 205.314.502
Número total de mujeres (31/12/2010) 153.3.6.542
Número total de clientes más pobres (31/12/2010) 137.547.441
Número total de mujeres más pobres (31/12/2010) 113.138.652
Fuente: Informe del Estado de la Campaña de la Cumbre de Microcréditos 2012
(Maes y Reed, 2012).
En los años 80, surgen las instituciones microfinancieras (IMF). Aprendiendo de los
errores del pasado, se simplificaron las operaciones, reduciendo los costes del préstamo.
También se observaron que los usuarios estaban dispuestos a pagar tasas de interés más
altas que cubrieran los costes asociados a la concesión de estos microcréditos, para
acceder a recursos financieros.
Las instituciones microfinancieras como el banco Grameen de Bangladesh, el banco
Rakyat de Indonesia o Action International en América Latina, han demostrado la
viabilidad económica y financiera de los programas de microcréditos (Lacalle, 2008).
Estas entidades han creado un sistema bancario, que ha eliminando la necesidad de
avales o garantías patrimoniales, basado el sistema en la confianza mutua, la
responsabilidad, la participación y la creatividad (Torre et at 2012).
Es un perfil particular de riesgo, ya que estas instituciones soportan un alto coste
administrativo, cubierto con elevados tipos de interés a préstamos a corto plazo, sin
garantías y concentrados geográficamente. Estas circunstancias hacen que no sea un
área de negocio muy atractiva para un banco tradicional.
Toda esta filosofía está reunida en las características del microcrédito que a
continuación se detallan.
2.4 Microcrédito
En primer lugar, definiremos el microcrédito como un producto financiero,
explicaremos las características de los microcréditos, las principales críticas, y la
importancia de las mujeres en los programas de crédito.
En la Cumbre Global del Microcrédito de 2002 celebrada en Nueva York (Estados
Unidos), se definió así:
“Pequeños créditos destinados a personas pobres para proyectos de autoempleo
generadores de renta. Estas personas no disponen de las garantías habituales
(patrimonio, rentas, actuales y futuras, avales) y se sustituyen por medidas de
formación, apoyo técnico, préstamos grupales y apoyo de entidades sociales”. (Torre et
al, 2012, p. 30).
Se resalta así que están destinados a personas pobres, refiriéndose como una posible
solución a su exclusión social; se introduce el concepto de garantía; y también se
comenta medidas no financieras.
Las principales características del microcrédito son las siguientes (Lacalle, 2008):
El objetivo de estos instrumentos es reducir los niveles de pobreza, es decir,
mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Sacar del círculo vicioso de la
pobreza a los más desfavorecidos a través de la financiación de pequeños negocios.
Nacen como respuesta a la falta de acceso al crédito por parte de millones de
personas excluidas de los sistemas financieros formales. Por tanto, son una herramienta
para reducir las diferencias en el acceso a la financiación.
No nos podemos olvidar de que este producto financiero es un préstamo, y como
tal, debe ser devuelto el principal junto con los intereses. Además, estos productos
financieros buscan la viabilidad financiera futura, de forma que el beneficiario no siga
dependiendo eternamente del préstamo o la ayuda. Es decir, apuestan por la
autoalimentación del sistema.
Se centran en préstamos de pequeñas cantidades de dinero para los más
necesitados. La cuantía media de los microcréditos varía mucho dependiendo del
continente donde se preste.
Son operaciones de préstamo muy sencillas y con pocos trámites burocráticos
Los periodos de reposición son muy cortos y en cada reembolso las cantidades
también son muy pequeñas. Lo más común es que la devolución principal y los
intereses sea semanal o mensual.
Se conceden sin avales ni garantías patrimoniales. El microcrédito se basa en la
confianza hacia el prestatario, bien porque su proyecto de negocio constituya el aval por
sí mismo, porque exista un aval o garantía solidaria o porque, simplemente, la persona a
la que se le concede ofrece una seguridad de reembolso.
Los recursos prestados se invierten en actividades escogidas de antemano por los
propios prestatarios.
Por otra parte, también lleva estas implicaciones (Claret-García, y Lens, 2007):
El microcrédito no es caridad: El microcrédito es un préstamo con intereses de
mercado, que se concede para montar un negocio, una microempresa o una pequeña
industria y facilitar el acceso al autoempleo y a las herramientas de producción.
El microcrédito no es sólo entregar un préstamo de pequeño importe: el
microcrédito debe cumplir una función de inclusión financiera de aquellos marginados
por las entidades financieras, siendo necesario una implicación directa de la entidad
concesora con el beneficiario. Realizando trabajo de seguimiento continuo, apoyo y
colaboración en la gestión burocrática.
El microcrédito no es un crédito para el consumo: el microcrédito tiene como
objetivo es montar un negocio o una inversión para que el microcredista pueda generar
ingresos.
El microcrédito no es sólo un préstamo a emprendedores: los beneficiarios de un
microcrédito han de ser personas en exclusión financiera.
Es un sistema efectivo contra la lucha de la pobreza, al producir un incremento de
ingresos a través de la implantación de pequeñas empresas en los prestatarios, permite
devolver el crédito, mejorar el nivel de vida de la familia e incluso aumentar el poder
del negocio.
Así, se defiende que el éxito conseguido con la actividad del microcrédito,
repercuten en la comunidad, cuando las familias crecen sus ingresos, comienzan a
luchar por ciertos servicios comunitarios como agua potable, educación, sanidad, etc.
Observando la Ilustración 1, determinamos la relación entre el número de familias
que viven en la pobreza absoluta en cada región (viven con menos de US$1,25 diario) y
el número por región de familias más pobres que recibieron un micropréstamo a finales
del 2010.
Ilustración 1: Acceso a las microfinanzas por región a 31/12/2010
Fuente: Informe del Estado de la Campaña de la Cumbre de Microcréditos 2012
(Maes y Reed, 2012).
Se aprecia que Asia y el pacífico tienen la mayor cobertura de Instituciones de
Microfinanzas (68,8%), seguida de América Latina y el Caribe (32.4%). El resto de
áreas, las familias más pobres no tiene un acceso tan amplio a recursos financieros.
Los programas de microcréditos no están exentos de críticas. Estás se articulan sobre
seis argumentos principales:
Los tipos de interés de los programas de microcréditos son muy elevados
El microcrédito solo se desarrollo de forma positiva en ciertos contextos y
comunidades, por tener unas características políticas, económicas, sociales y culturales.
(Torre et al 2012).
Nazrul Chow-dhury (2011) consultor del Banco Grameen afirmo que se
calculaba que un 5% de los usuarios de microcréditos salen de la pobreza cada año. Sin
embargo, el efecto que tiene sobre la reducción general de la pobreza no está probado,
faltan estudios que lo corroboren
Siempre se habla del crecimiento que se obtiene cuando se paga el crédito, pero
no sobre las consecuencias que sufre el individuo que no devuelve el microcrédito.
Provocando un sobreendeudamiento a personas que ya tienen un poder adquisitivo bajo,
teniendo que sufrir el deshonor del impago, que debido a la enorme presión social
termina en conflictos familiares, como el abandono o suicidios. Por ello la institución
financiera debe tener un programa especial para aquellos clientes que no devuelvan el
crédito.
La expansión de este producto financiero, trae consigo el conflicto entre valores
materiales con valores de otras comunidades que no siguen una racionalización
económica. Siendo una forma de universalización del capitalismo al sector de los
pobres. (Gómez, 2011) .
El microcrédito debe ser solo una herramienta contra la pobreza, no la solución,
debe ir acompañada de políticas sociales e iniciativas del Estado para eliminar la
pobreza. (Claret-García, y Lens, 2007).
2.4.1 Diferencias entre crédito convencional y el microcrédito
El crédito convencional es otorgado por instituciones maximizadoras de beneficios y
accionistas individuales, mientras que los microcréditos son otorgados sobre todo por
instituciones de microfinanzas y ONG.
El primero está dirigido a empresas registradas e individuos de un nivel de ingresos
medio o alto, mientras que los microcréditos son ofrecidos a personas con bajos
ingresos y a empresas del sector económico informal en los países del desarrollo.
En las características del producto, los créditos convencionales son a largo plazo, son
cantidades elevadas y siguen las tasas de interés del mercado, en cambio, los
microcréditos son importes pequeños, a corto plazo y altos tipo de interés.
Por último, en la metodología del préstamo son diferentes, en la banca tradicional se
necesita colaterales, documentación formal y el pago es mensual. Los microcréditos se
pueden obtener sin garantías físicas, realizando evaluaciones del deudor y otros
procedimientos, y el pago es de forma semanal o bisemanal, para llevar un mayor
control.
2.4.2 Metodología del crédito
Existen diversas memetodologías para proporcionar servicios microfinancieros,
siendo estos los más comunes:
Grupos solidarios: Consiste en un grupo de entre cinco y ocho personas unidas
por un vínculo común (vecindad, amistad, etc.) que se organizan en grupo con el fin de
acceder a un servicio (Otero, 1988). Se basan en la garantía común ejercida por la
presión social, deben tener una microempresa, o demostrar que son capacees de crearla
y reduce los costes de administración. La mayoría de estos grupos son mujeres, ya que
los mecanismos de grupo tienen en particular atractivo para la mujer porque se basa en
la responsabilidad colectiva. Los grupos solidarios son los que originalmente utilizan la
presión social como garantía para la devaluación del préstamo: si una persona del grupo
no puede pagar, pone en riesgo la continuidad del préstamo al resto del grupo, por tanto
la responsabilidad del pago recae en el grupo. Aunque puede llegar a perjudicar la
responsabilidad de pago colectiva, permite que reducir el riesgo de impago.
Prestamos individuales: solicitado a una persona o por una persona, y esta
responde a la devolución de fondos, permite adaptarse a la capacidad de pago y las
características del cliente (Almeyda, 1996)
Uniones de crédito: las uniones de crédito son un conjunto de personas, con un
vínculo, que buscan el acceso a los servicios financieros y su común desarrollo
económico y social mediante la creación de cooperativas de ahorro y crédito.
Proporcionan servicios de ahorro y crédito individuales a los miembros de esa
cooperativa. (Torre, Begoña; Sainz, Isabel; Sanfilippo, Sergio y López, Carlos, 2012).
Bancos Comunales: los bancos comunales son grupos de entre 30-50 personas,
generalmente mujeres, que se unen para obtener préstamos, favorecer el ahorro y
apoyarse mutuamente (FINCA INTERNATIONAL, 2000), promovida por una
institución de microcréditos, debe tener una junta, pasar pruebas de autosuficiencia,
pago conjunto de las deudas, dedicado a capital de trabajo a corto plazo… esta
evidenciado que tiene una incidencia positiva sobre el desarrollo de estas comunidades.
Fondos Rotatorios: “los fondos rotatorios son un grupo de personas que se
reúnen cada cierto tiempo para aportar una determinada cantidad de dinero a un fondo
común para, posteriormente cederse en forma de préstamo a cada uno de los miembros
por turnos. Debe existir un responsable, no hace falta que el dinero se dedique a una
actividad generadora de ingresos (Carpintero, 1999, Von Pischke, 1991).
2.4.3 Género
La mayoría de los programas de microcréditos están enfocados a mujeres. En este
apartado analizaremos dos perspectivas sobre la gestión por parte de la mujer de este
producto financiero. La primera postura defendida por Yunus (2006) destaca que la
mujer es menos individualista que el hombre, cuando recibe ingresos su efecto se
produce en la familia, en especial en la educación de los hijos.
Por otro lado, Gómez (2006) recalca que se está sobrecargando a la mujer, con tareas
domesticas y laborales, mientras tomamos al marido como un actor pasivo. Además,
muchas veces las mujeres piden crédito para ellas, cuando realmente es gestionado por
los varones.
Los microcréditos han tenido como objetivo reducir la exclusión financiera de las
mujeres pobres. Todos los programas de microcréditos han defendido la importancia de
que la mujer tenga acceso al dinero, que pueda invertirlo para vivir mejor, pues el efecto
en el resto de la familia es mayor, que si es el hombre quién lleva el sustento
económico.
Tabla 2: División por región y género los datos microfinancieros
Región Número total de
clientes en 2010
Número de
clientes más pobres
en 2010
Número de
clientes mujeres
más pobres en
2010
África
Subsahariana
12.692.579 7.248.732 4.783.256
Asia y el Pacífico 169.125.878 125.530.437 104.752.430
América Latina y
El Caribe
13.847.987 2.919.646 2.363.100
Medio Oriente y
África del Norte
4.290.735 1.680.181 1.165.358
Fuente: Informe del Estado de la Campaña de la Cumbre de Microcréditos 2012
(Maes y Reed, 2012).
Así, cuando la mujer consigue beneficios de sus iniciativas empresariales, suele ser
gastada en la alimentación y ropa de los miembros de la familia. Tras cubrir estas
necesidades primarias, el dinero se dedica en la educación de los hijos. Después, la
prioridad es el hogar familiar, comprando utensilios diversos o buscando un buen lecho
para su familia. En cambio, un hombre, generalmente, tiene una lista de prioridades
distinta, es más individualista, centrando sus ingresos servicios o productos personales,
que el resto de la familia no se beneficia de una forma tan directa.
Si las metas del desarrollo económico son mejorar el nivel de vida general, reducir la
pobreza, crear oportunidades de empleo digno y reducir la desigualdad, entonces lo
natural es trabajar a partir de las mujeres, ya que mejoran con mayor facilidad la
situación tanto de los hijos como de los hombres.
Sin embargo, se ha recalcado muchas veces la dificultad de la mujer por obtener un
microcrédito, debido a que los maridos querían el crédito para ellos mismos, además de
la oposición de los líderes religiosos, que veían a los prestamistas como una amenaza
directa a su autoridad local.
Así, Carlos Gómez (2006), destaca que en una proporción muy alta de casos son los
hombres quienes lo gestionan, siendo solicitado por las mujeres porque tienen mayor
facilidad para acceder a ellos, como evidencian los datos procedentes del Grameen
Bank.
Además, estos créditos aumentan la situación de angustia, pues las mujeres deben
hacer un mayor esfuerzo, trabajando más de lo habitual para sacar adelante a sus
familias. Teniendo que aumentar sus actividades familiares y laborales, al ser la
mayoría de los proyectos relacionados con la cocina, la costura, agricultura o las labores
del hogar.
3. OBJETIVOS
El objetivo principal de este trabajo es conocer si los microcréditos pueden ser una
herramienta para el desarrollo de las personas o si por el contrario se puede transformar
en un mecanismo de opresión y de mantenimientos de unas estructuras de dominación.
Determinaremos los factores que se deben cumplir, para que el microcrédito sea una
herramienta favorecedora para la sociedad.
También revisaremos los diversos planteamientos de los microcréditos como
instrumento para el desarrollo: desde el microcrédito como solución a la pobreza que
Muhammad Yunus (2006) describe su libro “El banquero de los pobres”; el enfoque del
microcrédito como una gran herramienta por Antonio Claret y Jesús Lens (2007) en
“Microcréditos. La revolución silenciosa”; por último la postura crítica hacía los
programas de crédito defendida por Carlos Gómez (2006) en múltiples artículos.
Para describir los factores y su división hemos seguido el artículo “Los microcréditos
como instrumentos para luchar contra la pobreza” (Chirino, Valdivielso, y Melián,
2006).
4. METODOLOGÍA
Para conocer qué factores son determinantes en el buen los programas de
microcréditos, y plantear los diferentes enfoques de los microcréditos, hemos realizado
una búsqueda y análisis bibliográfica.
Así, es la fase exploratoria o scoping de una Evaluación de Impacto Social, cuyo
objetivo es documentar la realidad que se va a analiza, un acercamiento previo que está
sujeto a la dinámica de los propios hallazgos de la investigación (Quintana, 2006).
Bibliografía principal
Autores Obra Año
Chirino, J. B., Valdivielso,
M. W., & Melián, J. M. B
Los microcréditos como
instrumentos para luchar
contra la pobreza.
2006
Claret, Antonio y Lens,
Jesús
Microcréditos. La
revolución silenciosa
2007
Gómez Gil, Carlos Microcréditos 2006 - 2011
Yunus, Muhammad El banquero de los pobres 2006
Bibliografía complementaria
Autores Obra Año
Torre Olmo, Begoña; Sainz
Fernández, Isabel;
Sanfilippo Azofra, Sergio y
López Gutiérrez, Carlos
Guía sobre Microcréditos 2006
5. FACTORES PARA EL DESARROLLO DE LOS MICROCRÉDITOS
En este apartado explicaremos los factores que más afectan a la eficiencia de los
programas de microcréditos. Además, determinaremos su clasificación según su
relación con el prestatario o con la entidad financiera. Por último, al final del apartado
tendrá un cuadro resumen de los principales factores
Para describir los factores y su división hemos seguido el artículo “Los microcréditos
como instrumentos para luchar contra la pobreza” (Chirino, Valdivielso, y Melián,
2006).
Clasificación de los factores
La clasificación de los factores se rige por aquellos que afectan a la institución
encargada de la gestión del microcrédito y aquellos que afectan al beneficiario de forma
más directa. Dentro de cada grupo también se dividió en factores endógenos y
exógenos.
5.1 Factores endógenos de la institución microfinanciera
El tipo de entidad
Normalmente, tres son las organizaciones más relevantes en la gestión de
microcrédito: Organizaciones no Gubernamentales de corte microfinanciero (ONGa),
Organizaciones no Gubernamentales (ONGb) y bancos comerciales.
Organizaciones no Gubernamentales de corte microfinanciero (ONGa): aquellas que
dedican todos sus esfuerzos a desarrollar la materia relacionada con la gestión del
microcrédito. Su objetivo de crecimiento se basa en la idea de la expansión en aras a
alcanzar una mayor cobertura y tener acceso a un mayor número de pobres. Para
conseguir este objetivo, estas instituciones se han visto obligadas a reducir al mínimo
sus costes de de transacción y administrativos, que debido al carácter de sus préstamos
numerosos y pequeños, suelen ser elevados.
Estas organizaciones, desarrollan programas de microcréditos basados en sistemas la
confianza mutua entre prestamista y prestatario, eliminando las garantías colaterales y
sustituyéndolas por otras motivaciones para la devolución del préstamo, según la
metodología aplicada de microcrédito. Son pioneras en los procedimientos internos y de
gestión más adecuadas para los programas de microcréditos, tales como control interno,
motivación del personal, sistemas de información para las instituciones
microfinancieras, etc.
Organizaciones no Gubernamentales (ONGb): gestionando carteras de microcrédito,
aunque a diferencia de las anteriores, su dedicación no es exclusiva. También se
diferencian de las anteriores en que no tienen un enfoque de crecimiento ni tienen por
objetivo el alcanzar la autosuficiencia financiera, ya que operan con créditos
subsidiados. Son organizaciones que en su mayoría se nutren de donaciones externas y
cuyos programas suelen ser asistenciales o que buscan medidas paliativas de la pobreza,
no teniendo como relevante, la recuperación del dinero invertido
Por su naturaleza jurídica, no actúan como canalizadores del ahorro a la inversión, ya
que no pueden captar recursos para prestarlos. Esta es una limitación importante que
pone de manifiesto la actuación restringida de las ONGb en el campo de los
microcréditos. Debido a esto, muchas suelen llevar a cabo su actividad a través de
entidades financieras ya existentes bajo un convenio de colaboración. Pero por otro
lado, debido al carácter descentralizado de su actuación en la mayoría de los casos a
pequeña escala, tienen un amplio conocimiento de su público y se adaptan muy bien a
las necesidades de su mercado.
Bancos comerciales: la participación de los bancos comerciales en los programas de
microcréditos es creciente, diferenciando se de los anteriores por su ánimo de lucro, lo
cual a veces puede llegar a poner en cuestión su verdadera implicación en los programas
de microcréditos.
Estas organizaciones, que se alimentan de recursos propios y son autosuficientes
desde el punto de vista financiero, gozan de una posición privilegiada para gestionar
programas de microcréditos, si bien como ya se ha indicado, su cultura de empresa
privada onerosa es un claro impedimento para que estos programas se gestionen con
éxito. De un lado, su amplia red de sucursales que puede hacer llegar a más gente el
recurso, su amplia gama de productos financieros que pueden ser adaptados al perfil del
beneficiario del microcrédito, y la diversificación de su cartera eliminando riesgos,
además de sus desarrollados sistemas de control y comunicación internos, son puntos
fuertes a tener en cuenta. Indudablemente bajo estas circunstancias, los programas de
microcréditos serían óptimamente gestionados por este tipo de instituciones.
Sin embargo, los bancos comerciales, tradicionalmente dedicados a la banca
convencional con ánimo de lucro, no poseen los recursos humanos adecuados,
específicamente preparados para la gestión del microcrédito. Además, estas
organizaciones están sujetas a una fuerte regulación y control debido a su carácter
empresarial, y sus costes administrativos, burocráticos y de transacción son elevados y
lentos. Esto, unido al hecho de la imagen que los bancos comerciales han tenido a lo
largo de su historia, pueden ser condicionantes negativos para la confianza en la gestión
óptima de un programa de microcréditos.
Organización interna
Las entidades de microfinanzas al igual que cualquier otro tipo de organización,
están dotadas de una organización interna formada por una serie de mecanismos de
gestión, canales de comunicación y procedimientos internos, y fundamentada por una
cultura propia. Estas organizaciones han dejado de poner la atención exclusiva en la
gestión del microcrédito, para atender también a otras necesidades de organización que
permiten un crecimiento sostenido de la misma.
Así, para que una entidad de este tipo tenga éxito en su gestión, hay que tener en
cuenta una serie de factores que afectarán en mayor o menor medida a la gestión del
microcrédito y a su efectividad.
Sistemas de información gerencial
Desde el nacimiento de las entidades microfinancieras, se puso de relieve la
necesidad de dotar a las instituciones de sistemas de información gerencial que
permitieran un mejor seguimiento de cada uno de los préstamos realizados, y de sus
prestatarios. Hasta entonces, el seguimiento se hacía con sistemas manuales, con
muchos inconvenientes, errores de cálculo y mucho tiempo requerido para la
transformación de los datos en información válida para la toma de decisiones.
Para estas entidades, tener un buen conocimiento de sus clientes y de su evolución,
siendo la inserción de nuevas tecnologías fundamental para el desarrollo de las
instituciones microfinancieras, para facilitar la gestión y reducir costes.
Controles internos
Para evitar el uso indebido de los fondos, la mayoría de las organizaciones establecen
controles internos en el manejo de sus finanzas. Por ello, en el caso de las entidades
microfinancieras, las transacciones financieras son llevadas a cabo públicamente y
mostradas en reuniones semanales en las filiales de los bancos para evitar cualquier tipo
de comportamiento inadecuado por parte de sus empleados.
Estructura funcional
Las instituciones microfinancieras deben reducir su burocracia al máximo y tratar de
realizar las transacciones de la forma más sencilla posible, por la reducción de costes,
además del beneficio para el prestatario.
Por otro lado, se hace necesaria la descentralización de este tipo de entidades para la
toma de decisiones. La entidad debe tener un profundo conocimiento del mercado que
quiere satisfacer y para ello, utilizan sus oficinas locales, desde las cuales se toman las
decisiones operativas acerca de la concesión de préstamos y de selección de
prestatarios. En el caso de entidades que ofrecen servicios no financieros, el
acercamiento al cliente debe ser más estrecho y la toma de decisiones más
descentralizada.
De acuerdo a las necesidades descritas, la organización funcional de una entidad
microfinanciera, suele ser plana, es decir, con un número lo más reducido posible de
niveles jerárquicos. De esta forma, la comunicación entre los empleados y áreas de la
organización es lo más fluida posible. Esto facilita la descentralización de la toma de
decisiones, reduciendo los costes de transacción, y permite un acercamiento más
profundo del prestamista u organización, al beneficiario del préstamo.
Habilidades directivas y liderazgo
Debido a las características propias de una entidad microfinanciera, cuyo sistema de
préstamos no está basado en garantías sino en la confianza mutua entre prestamista y
prestatario, la forma en que deben ser dirigidas, difieren de las entidades financieras
convencionales. Las habilidades de la dirección deben ser tales que permitan dar a
conocer la labor de la organización, para hacer crecer los programas de microcréditos.
Convencer a los donantes en fases iniciales o de expansión, de que el dinero invertido
en forma de créditos para personas sin recursos puede ser rentable, no es fácil. Una
entidad microfinanciera es más efectiva cuánto más cerca está de sus clientes y más
conocimiento tienen de los mismos
Aparte de motivar a los donantes, también se debe motivar al personal de la entidad.
Un personal motivado está más receptivo para conocer las diferentes necesidades y
limitaciones del mercado que deben satisfacer.
Metodología para el microcrédito
Como ya hemos comentado en el apartado de Microcréditos (ver capítulo 2.6),
existen varias metodologías para la obtención del crédito. La más utilizada en los
programas de microcréditos, son los grupos solidarios, es un conjunto entre cinco y
ocho personas, unidas por un vínculo común, generalmente vecinal o de amistad, que se
organizan en grupo con el fin de acceder a un servicio de crédito (Otero, 1988). Los
grupos solidarios son los que originalmente utilizan la presión social como garantía para
la devolución del préstamo.
5.2 Factores exógenos de la institución microfinanciera
Situación macroeconómica del país
Los programas de microcréditos pueden ser implantados en países subdesarrollados,
caracterizados por una situación macroeconómica inestable. Así, los programas de
microcréditos exitosos son aquellos que adaptan su microcrédito a la realidad de cada
país, estableciendo una estrategia y unas líneas de actuación para ello.
Regulación de las entidades microfinancieras
En la actualidad, muchos países de América del Sur y Asia tienen una regulación
para las instituciones microfinancieras relativamente flexible, de tal forma que se
favorezca la expansión de este tipo de instituciones como aportación a la estrategia de
lucha contra la pobreza.
Sin embargo, se plantea una paradoja: por un lado se fomenta el crecimiento de este
tipo de instituciones mediante una regulación flexible, y sin embargo, a medida que las
instituciones financieras empiezan a crecer, movilizan mayores recursos a través de
donaciones, los donantes demandan un mayor rendimiento en términos de
autosuficiencia financiera. Este aumento en el volumen de recursos que gestiona,
provoca que este tipo de instituciones de cierto tamaño, sean objeto de regulación cada
vez más frecuente a través de la legislación nacional.
En conclusión, la legislación de los países pobres, trata de promover las
microfinanzas, sin embargo una regulación muy restrictiva puede obstaculizar la
innovación y la expansión de este tipo de entidades. (Ouattara, Randhawa, Steel, 2005)
En este sentido se propone que la integración de las microfinanzas en el sector
financiero, no debe significar que todas las instituciones microfinancieras deban ser
fuertemente reguladas. (Gallardo, Ouattara, Randhawa, Steel 2005). Se trata de elaborar
una legislación que regule a las instituciones microfinancieras, con un nivel de
restricción por un principio de prudencia, proporcional a la cantidad de recursos que
moviliza. Los legisladores deben distinguir entre las instituciones microfinancieras que
deben ser objeto de regulación y supervisión y aquellas que deben ser registradas con
una regulación menos restrictiva, debido a que son instituciones que no suponen un
riesgo para el mantenimiento del sistema financiero del país. Así por ejemplo, las
pequeñas instituciones basadas en créditos de cooperativas o asociaciones son
normalmente excluidas de la supervisión por las autoridades reguladoras.
Riesgos de la entidad
Las entidades microfinancieras soportan más riesgos que las entidades financieras
convencionales. Esto se deriva del hecho de que operan bajo un sistema sin garantías
colaterales y de confianza mutua. Operan en entornos muy vulnerables, y según del tipo
de entidad, son dependientes de donaciones externos. Los riesgos más frecuentes en este
tipo de organizaciones son los riesgos de liquidez, de crédito, de especialización de la
cartera y control interno.
5.3 Factores endógenos del prestatario
Formación y experiencia
A menudo la concesión de un microcrédito por parte de una entidad microfinaciera,
va acompañada de actividades complementarias que tratan de dar cierta formación al
prestatario.
Principios aceptados por el prestatario: El prestatario acepta unos principios que van
a contribuir a mejorar su calidad de vida. En el caso del Grameen Bank, su primer
compromiso es el siguiente: “Respetaremos y aplicaremos los cuatro principios del
Banco Grameen: disciplina, unidad, coraje y mucho trabajo en todos los aspectos de
nuestra vida”.
Formación para la gestión del microcrédito: La formación para la gestión del
microcrédito, está destinada a que el prestatario conozca cuáles son las leyes y
regulaciones del banco, cómo funciona y cuáles son sus deberes sobre los reembolsos
del capital y los intereses así como los procedimientos que éste debe seguir.
Formación para la gestión de la microempresa: el prestatario es formado en gestión
de empresas, ya que el objetivo del microcrédito suele ser para poner en marcha alguna
actividad macroeconómica previamente diseñada y aprobada por la institución.
Capital relacional
El capital relacional aplicado a la materia del microcrédito, se podría definir como el
valor que tiene para un prestatario y para su microempresa, las relaciones que mantiene
con el exterior, con los miembros de su comunidad, con sus clientes, y con otros
prestatarios del grupo. Éstas constituyen la base para captar nuevos clientes y generar
relaciones futuras, facilitando el flujo de información entre todos los grupos.
El capital relacional está determinado por una serie de factores que son relevantes
para el éxito de la microempresa:
Relaciones sociales: las relaciones sociales son el componente más importante del
capital relacional. Las relaciones sociales facilitan la aparición de altos niveles de
confianza entre el prestatario y sus diferentes grupos de interés. También afecta a
proveedores y clientes y facilita el flujo de información entre los grupos.
Conocimiento de los clientes: no hay mejor estudio de mercado que conocer a los
propios clientes a los que un empresario se quiere dirigir. El capital relacional, favorece
el flujo de información entre los clientes potenciales y el microempresario. De esta
forma, el microempresario conoce cuáles son las necesidades que tienen sus clientes
potenciales y cuál es la viabilidad económica de su negocio orientada al mercado.
Tipo de comunidad: la comunidad conforma el entorno en el que se va a
desenvolver el microempresario:: rurales o urbanas, con un mercado pequeño o grande,
con mayor o menor densidad de población, con un determinado nivel socioeconómico y
unas pautas de consumo. En cada comunidad habrá una serie de condiciones locales de
demanda, que deberán ser satisfechas.
Género
Como hemos explicado, los programas de microcrédito tienen por excelencia a las
mujeres como beneficiarias, pues no tienen acceso a recursos financieros en los países
en vías de desarrollo. Además, la mujer es la que más recursos financieros aporta para la
familia en su totalidad, y los beneficios derivados de estos programas se extienden
también a todos sus hijos.
5.4 Factores exógenos del prestatario
Acceso a redes comunitarias
En el ámbito del microcrédito entendemos por redes comunitarias, aquel conjunto de
personas, organizaciones e instituciones de diferentes sectores, delimitadas en un área
geográfica, que acuerdan un objetivo común y que coordinan esfuerzos desde cada
sector para alcanzar dicho objetivo. La red comunitaria característica del microcrédito la
forman tanto entidades públicas como privadas relacionadas con el microcrédito, las
ONGa/b u otras organizaciones de carácter social, grupos de prestatarios, y otras
entidades que agrupen a los participantes de la comunidad mediante un vínculo común.
En el caso de los microcréditos, las redes comunitarias deben cumplir una serie de
características fundamentales:
Accesibilidad: deben ser redes a las que todas las personas y grupos sociales
puedan acceder o desde las cuales puedan participar.
Pertinencia: las redes sociales en torno al microcrédito, deben estar formadas por
aquellas organizaciones que efectivamente tienen el poder de hacer llegar el
microcrédito a la comunidad.
Sinergias: Con la unión de todos estos agentes se pretende producir sinergias en
su actuación fomentando la participación individual y colectiva en la consecución el
objetivo marcado.
Intersectorialidad: en las redes comunitarias deben estar presentes todos aquellos
agentes que estén contemplados en las diferentes dimensiones en las que el microcrédito
actúa (organizaciones de tipo económico, social, etc.)
Esquema con la clasificación de los factores
Fuente: Chirino, J. B., Valdivielso, M. W., & Melián, J. M. B. (2006)
Programas de microcréditos ineficaces
Aquí se resume los problemas que han tenido los programas de microcréditos en
diferentes regiones.
En 1984, tras la difusión del Grameen Bank en Sudamérica, se creó un banco en
Bolivia que implantaba el mismo modelo que la entidad de Muhammad Yunus:
BancoSol. Debido al crecimiento de BancoSol, se expandió rápidamente por América
Latina una fiebre de programas de microcréditos, provocando un auge de entidades de
este tipo, que finalmente termino en muchos impagos.
Los principales fallos de las entidades comentadas (Claret-García y Lens, 2007):
Una tecnología insuficiente e inadecuada para la gestión de microcréditos.
Comenzaron a conceder créditos demasiado grandes a personas, que los
utilizaban para el consumo en vez de poner en marcha proyectos empresariales.
No asesoraron ni apoyaron a los microempresarios.
Cuando estas entidades comprendieron lo que se venía, desaparición dejaron miles
de personas endeudadas.
Cambiando de región, dado el mayor individualismo existente en las sociedades
occidentales, es necesario suplir el fuente sentido comunitario que resultado inherente al
microcrédito en los países del sudeste asiático, donde los beneficiarios se unen en
grupos para fomentar la solidaridad y la competitividad. Así, las asociaciones o
entidades que lo gestionan han de ir más allá de la mera entrega del dinero, ayudando y
colaborando en la puesta en marcha y sostenimiento de los negocios iniciados con el
préstamo. (Claret-García y Lens, 2007, p. 51). La cultura empresarial del microcredista
suele ser bastante limitada, teniendo que colaborar sobre todo en gestiones burocráticas:
permisos, licencias y proveedores.
En el caso del África subsahariana, por ejemplo, no existe una situación
relativamente estable. En estas regiones, la inestabilidad de su economía, puede
dificultar la gestión de los microcréditos. En estos casos, las microfinanzas no son la
solución definitiva ni más eficaz para la erradicación de la pobreza, aunque constituya
una herramienta poderosa. La pobreza es un problema multidimensional, constituido
por una situación determinada desde el punto de vista económico, político, cultura y
ecológico. Este problema multidimensional, también necesita de una solución que trate
todo el sistema, y las microfinanzas no pueden abarcar todas estas dimensiones. El
microcrédito en este caso, es una herramienta complementaria para la lucha contra la
pobreza.
Por otro lado, han existido programas gubernamentales que han fallado, debido a que
no cobraban intereses, eran gestionados por funcionarios y se consideraban
subvenciones a fondo perdido. El resultado es una gran cantidad de dinero perdido.
En conclusión, el contexto de la comunidad donde se instalara el programa de
microcréditos, unido a que la entidad financiera debe asesorar a los prestatarios durante
todo momento, son los principales factores para que el microcrédito sea eficaz.
POSTURAS SOBRE EL MICROCRÉDITO
Existe un debate importante sobre la herramienta financiera de los microcréditos
como un instrumento para el desarrollo. Tras el análisis bibliográfico los hemos divido
en tres corrientes: los microcréditos como forma de eliminar la pobreza, los
microcréditos como una gran herramienta y la postura crítica hacia los microcréditos.
A favor de los microcréditos y de su actual estructura, representados por el creador
del Banco Grameen, Muhammad Yunus. Establecen que los micrócreditos sirven para
eliminar la pobreza del mundo.
Por otro lado, considerando al microcrédito como una gran herramienta, pero debe
ser acompañada de múltiples cambios sociales en la comunidad. Existen diversas
personalidades que ejemplifican esta postura, en este trabajo se tendrán como
representantes a Antonio Claret-García y Jesús Lens.
Por último, nos encontramos al sector más crítico, que reclaman que se investigue las
consecuencias negativas de los microcréditos, como pueden ser los suicidios por no
poder pagar las tasas de intereses, ya que estos datos no salen en los medios de
comunicación. No están en contra de los microcréditos, pero sí que rechazan que sea
una herramienta para eliminar la pobreza, afirmando que debe existir una
transformación de la sociedad para este objetivo. En definitiva, buscan determinar que
impactos tiene en una comunidad los microcréditos.
Microcrédito como solución a la pobreza
Basándose en la definición de microcrédito de la profesora María de la Cruz Lacalle
Calderón (2002) “una herramienta para reducir las diferencias en el acceso a los
recursos financieros y, como consecuencia, para alcanzar mejores condiciones de vida
para los más pobres de la sociedad” Teniendo como objetivo final “hacer llegar el
dinero, en condiciones muy favorables, a pequeños emprendedores de los sectores
sociales más desfavorecidos”. Esta postura defiende el microcrédito como un proceso
para eliminar la pobreza a través de la financiación de pequeños emprendedores, que
antes no tenían acceso a las instituciones financieras.
Según el Informe 2011 sobre el Estado de la Campaña de la Cumbre del
Microcrédito, más de 190 millones de personas han percibido microcréditos hasta
finales de 2009. De ellos, más de 140 millones eran mujeres y 128 millones formaban
parte de los sectores de población considerados más pobres.
En una entrevista concedida al diario Público el 24/04/2011, Nazrul Chow-dhury,
consultor del Banco Grameen, estimaba que un 5% de los usuarios de microcréditos
salen de la pobreza cada año. "Hay 3.000 millones de personas en el mundo sin acceso
bancario; para esas personas no hay otra opción porque no pueden ofrecer garantías o
avales", el propio Chow-dhury admitió que se han expandido con gran rapidez debido a
su gran éxito.
La filosofía de los microcréditos definida por Lacalle (2008), se debe entregar a los
pobres que tienen capacidad de devolverlo, deben ser pequeñas cantidades; que no sobre
endeuden a los prestatarios; que sea autosuficiente, defendiendo de que los tipos de
interés sean altos, al tener que pagar los costes en desplazamientos hacia aldeas, gastos
de personal, contratos…
Microcrédito como herramienta
En esta postura, representadas por Antonio Claret-García y Jesús Lens (2007)
defienden el microcrédito como una gran herramienta, que permite al individuo mejorar
su calidad de vida mediante su esfuerzo.
Sin embargo, no consideran al microcrédito como un producto financiero que
eliminará la pobreza en el mundo. Ya que para eliminar la pobreza del mundo, deben
existir otras iniciativas y otras modalidades de ayuda al desarrollo, especialmente en los
países más pobres. Fomentar la construcción de carreteras, saneamientos, hospitales,
escuelas y otras infraestructuras básicas, hay que llevar fertilizantes a los campos y
medicamentos a las aldeas, hay que fomentar la democracia y favorecer el comercio.
(Claret-García y Lens, 2007, p.25)
Defienden el enfoque de las capacidades, de que sirve que una persona tenga acceso
a una herramienta y tenga en mente un proyecto, si no puede llevarlo a cabo por falta de
libertad o por factores externos. El Estado debe tener una responsabilidad social frente a
este problema.
Por último, para el éxito del microcrédito en una comunidad, se necesita un “estudio
de mercado” de los condicionantes entre los que se va a desenvolver. Este análisis debe
ser realizado por la entidad financiera, para conocer desde si ha habido otras
experiencias de préstamos en esa comunidad hasta la situación de la mujer. Los
programas de microcréditos deben adaptarse al entorno, y al revés.
Postura crítica
En esta postura se distingue dos planteamientos principales, el primero recuerda que
no se conoce el impacto real de los microcréditos, y el segundo ve los microcréditos
como una forma de expansión del sistema financiera y la justificación de los ideales del
capitalismo.
En primer lugar, se deja de suponer que los programas de microfinanzas tienen un
valor social añadido. Se tiene que empezar a desarrollar estudios cuantitativos que
determinen el impacto de los microcréditos en una comunidad. Actualmente, no es clara
la forma en que el sistema financiero contribuye a los objetivos de desarrollo.
En resumen, debe existir una regulación de las IMFs, los gobiernos deben crear un
marco de políticas y leyes en las cuales éstas deben devolverse, implantando un marco
de supervisión de las entidades (Gutiérrez y Pérez, 2005):
Favorecer el desarrollo financiero con transparencias
Regir las transacciones entre agentes e instituciones financieras
Asegurar condiciones competitivas
Como proponente del segundo planteamiento, se destaca al profesor Carlos Gómez
Gil, que dirige el Máster Interuniversitario en Cooperación al Desarrollo de la
Universidad de Alicante. En una entrevista al diario Público, recalca los grandes
beneficios y las altas tasas de interés de estas instituciones, ya que "Una parte muy
importante de su financiación procede de programas de desarrollo de los países del
norte; ellos sólo tienen que montar el dispositivo. Además muchas organizaciones están
teniendo beneficios tremendos que hacen pensar que no están aplicando una lógica de
contención de gastos”. Se ha convertido en una forma de penetrar en un sector de la
población hasta ahora alejado del sistema bancario. Así, convierte a los pobres en
responsables de su situación y parece que si no salen de ahí es porque no tienen un
crédito. (Diario Público: 24/04/2011).
Esta línea crítica mantiene que el microcrédito quiere encubrir la verdadera causa de
la pobreza, convirtiendo a los pobres en responsables de su situación. Apareciendo un
darwinismo social que impone que los pobres deben salir de su exclusión social
mediante su trabajo, ya que son ellos los culpables de ello. Quién no sale de esa
situación es porque no se ha esforzado lo suficiente. Cuando realmente son pobres por
un sistema socio-económico desigual que es el capitalismo.
Así, los microcréditos tratan de desviar la responsabilidad de Estados y la comunidad
internacional tienen en el desarrollo social básico de los habitantes. Además, recalca
que las mujeres no son las que gestionan el microcrédito, sino los hombres, conllevando
mayor trabajo, conciliando vida familiar y laboral.
También se hace referencia a las consecuencias de no pagar el microcrédito y la
deuda, pone como ejemplo a la India, que ha vivido una gran crisis de sus sistemas de
microcréditos, con el endeudamiento de miles de familias en el estado de Andhra
Pradesh: “Los prestatarios relatan presiones extremas para pagar. Las instituciones
forman grupos de prestatarios para que unos se solidaricen con otros y se fuercen a
pagar. Los testimonios de algunos morosos hablan incluso de agresiones físicas por
parte de sus compañeros de grupo. Algunos han huido de sus barrios para evitar la
presión” (Diario Público: 24/04/2011).
CONCLUSIÓN
Finalizamos este TFG con un resumen del debate sobre los programas de
microcréditos. Además de resaltar los factores más importantes para que el microcrédito
sea una herramienta útil para la población con menos recursos.
Las instituciones financieras dan acceso a servicios financieros aquellos sectores de
la población que tradicionalmente estaban excluidos, porque se creía que eran incapaces
de devolver el crédito. Nacieron por el fracaso de las Ayudas Oficiales al Desarrollo,
debido a la necesidad de crear programas autosuficientes, teniendo como principal
servicio el ahorro y la concesión de microcréditos.
El microcrédito definido en la Cumbre Global del Microcrédito de 2002 celebrada en
Nueva York (Estados Unidos): “Pequeños créditos destinados a personas pobres para
proyectos de autoempleo generadores de renta. Estas personas no disponen de las
garantías habituales (patrimonio, rentas, actuales y futuras, avales) y se sustituyen por
medidas de formación, apoyo técnico, préstamos grupales y apoyo de entidades
sociales”. (Torre et al, 2012, p. 30).
Sin embargo, la concesión de microcrédito no solo supone el préstamo de una
cantidad de dinero. Las entidades que lo conceden deben asesorar en temas
burocráticos, además de formar a los prestatarios.
Es un producto financiero orientado al desarrollo de las comunidades más pobres.
Teniendo como principales usuarios a las mujeres, al ser menos individualista que el
varón, cuando recibe ingresos su efecto repercute en toda la familia, en especial en la
educación de los hijos. Por otra parte, esto provoca una mayor sobrecarga de trabajo
para la mujer, encargada de las tareas domésticas y laborales, tomando al marido como
un actor pasivo.
El microcrédito mantiene una orientación hacia el enfoque de las capacidades,
otorgando al individuo una herramienta que le permite mejorar su calidad vida, siendo
el propio protagonista. Sin embargo, el individuo se encuentra en un contexto que puede
perjudicarle o beneficiarle, por tanto, no solo dependen de las capacidades del
individuo.
Así, para que un programa de microcréditos sea eficaz, hemos clasificado los
factores de la siguiente manera:
o Factores de estudio vinculados a la entidad microfinanciera
Endógenos: tipo de entidad, organización interna, metodología.
Exógenos: situación macroeconómica, riesgos de la entidad, marco
regulador de las entidades.
o Factores de estudio vinculados al beneficiario
Endógenos: formación y experiencia, capital relacional, género.
Exógenos: acceso a redes, pautas de consumo.
Una actividad económica estable, el esfuerzo del individuo, que el gobierno cree
condiciones favorables, así como la asesoría de la entidad financiera, son los puntos más
importantes para que el prestatario logre pagar el crédito. Por tanto, el microcrédito
debe ser flexible y adaptable a cada uno de estos entornos en los que se desenvuelve.
En cuanto, al microcrédito como herramienta contra la pobreza, se resumen a
continuación los principales planteamientos.
El primer planteamiento, defendido por Muhammad Yunus (2006) como creador de
los microcréditos, recalca la importancia del espíritu emprendedor de los pobres. El
préstamo permite a millones de excluidos financieramente, romper con el círculo de la
pobreza, mejorando su calidad de vida.
El segundo planteamiento, representado por Antonio Claret-García y Jesús Lens
(2007), afirma que el microcrédito es una herramienta, permite comenzar proyectos que
mejoran la vida de las personas, que si no fuera por las instituciones microfinancieras no
hubiera sido posible. No obstante, el microcrédito no será quién acabe con el hambre en
el mundo, se necesitan políticas activas por parte del Estado que impulsen el
crecimiento económico. El microcrédito puede sacar a una familia de la pobreza, pero
no al resto de la comunidad.
El tercer planteamiento, defendido por Carlos Gómez (2006), crítica la postura de
Muhammad Yunus, al representar la individualización de un problema social como la
pobreza. Yunus, no realiza una crítica al sistema económico por su mala distribución de
la riqueza, y tampoco de la estructura política por su mala gestión social. Aunque no
culpa a la persona de ser pobre, plantea que el individuo para salir de la pobreza solo
depende de sí mismo, no necesita colaboración del Estado, ni que exista una mayor
igualdad en su comunidad. Pretende eliminar la pobreza sin transformar el sistema que
la ocasiona. Se recalca la necesidad de alternativas, nuevas fórmulas para generar
riqueza y desarrollo que no pasen necesariamente por el endeudamiento y el
empobrecimiento generalizado como único designio hacia el que todos avanzamos
irremediablemente.
En conclusión, el microcrédito puede convertirse en una herramienta útil para la
comunidad, pero debe ser gestionado con gran responsabilidad por la entidad
microfinanciera, asesorando constantemente a sus clientes, manteniendo una
flexibilidad. Es por ello, que se recomienda un estudio pormenorizado antes de iniciar el
programa de microcréditos en la comunidad, permitiendo conocer estos aspectos:
Desarrollo de condicionantes que son claves para el éxito del microcrédito (por
ejemplo, el desarrollo de una fuerte red social)
Reducir los riesgos al máximo (por ejemplo, el riesgo de concentración o de no
diversificación de la cartera, si nos situamos en una región con baja diversificación en
su producción o servicio)
Tener en cuenta la capacidad de crecimiento de las entidades microfinancieras
(por ejemplo, hacerlas sostenibles en el tiempo)
Existencia de Estructuras de desigualdad de género, etnia, clase….
Existencia de Políticas distributivas o favorecedoras de procesos de acumulación
elitista.
Instrumentos de comercialización para los grupos menos desfavorecidos.
Políticas de ayudas sociales a la educación, salud, empleo, etc.
Por último, la introducción del microcrédito debe ser apoyado por Estado y
organizaciones internacionales, impulsando medidas hacia el crecimiento socio-
económico. Si el individuo tiene capacidad para crear un proyecto, pero el marco
político no lo impulsa, el plan está condenado al fracaso.
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ANEXO
DEFENSA ESCRITA DEL TRABAJO FIN DE GRADO
ESTUDIANTE: Santiago Pardilla Fernández
TÍTULO DEL TFG: Microcréditos en países en vías de desarrollo
TUTOR/A: Antonio José Aledo Tur
Exponer en un máximo de 2 páginas los siguientes aspectos del TFG:
PERTINENCIA Y ORIGINALIDAD DEL TRABAJO
Este trabajo se ha realizado para la evaluación del proyecto Banca Móvil, impulsado
por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la empresa
alicantina Towerplane. Así, se ha centrado en las fases iniciales de una Evaluación de
Impacto Social (EIS): scoping/profiling e identificación de impactos.
PRINCIPALES CONTRIBUCIONES DEL TRABAJO
La Evaluación de Impacto Social (EIS) es el proceso de analizar (predecir, evaluar y
reflejar) y gestionar las consecuencias previstas e imprevistas sobre el entorno humano
de intervenciones planificadas (programas, planes, proyectos) y cualquier proceso de
cambio social que sea iniciado por dichas actividades con el objeto de construir un
entorno humano y biofísico más justo y sostenible. (Vanclay, 2002).
Debido a que es un proyecto piloto en Gambia y el objeto de estudio era muy amplio,
se dividió la Evaluación de Impacto Social en diversos temas: Microcréditos, Banca
Móvil, género, política, economía, migraciones y contexto socio-cultural de Gambia.
Aunque el objeto del EIS será el impacto de la Banca Móvil, es imprescindible
conocer la naturaleza y funcionamiento de los microcrédito ya que es el producto que se
comercializa a través de la herramienta de la Banca Móvil. Asimismo, aunque existe
una separación conceptual entre los impactos generados por la banca móvil y por los
microcréditos en la práctica ambos procesos generadores de impactos se articula de
forma paralela. Por ello, en este TFG analizaremos los microcréditos, como parte de la
fase de scoping del EIS.
Los objetivos principales de este trabajo son la base teórica que sustentara la parte
práctica, que se desarrollará con trabajo de campo, siendo necesario la visita a Gambia.
1. Determinar los factores más importantes para los microcréditos sean una
herramienta útil para la comunidad.
2. Presentar el debate existente sobre el papel de los microcréditos como
instrumento para el desarrollo mostrando las diferentes posiciones de los
investigadores y expertos en esta materia.
La estructura del trabajo es la siguiente
En primer lugar, se explicara el concepto de desarrollo humano y exclusión
financiera. Seguidamente definimos el microcrédito, sus características, la metodología
para tener acceso al microcrédito, las diferencias con el crédito convencional y la
importancia de la mujer en los programas de microcréditos. Después de esto, se
describirá los objetivos y la metodología del trabajo de fin grado. A continuación,
concretaremos los factores principales para que un programa de microcréditos sea
eficaz. Presentaremos las tres posturas sobre los microcréditos, que hemos valorado
tras analizar la literatura existente. Por último, se realizara a modo de resumen los
principales puntos comentados en este trabajo.
VALORACIÓN GENERAL DEL TRABAJO, INDICANDO SUS FORTALEZAS
Y DEBILIDADES
Debido a que en el tema de los microcréditos existe una bibliografía muy abundante,
pero el trabajo estaba limitado, no es un trabajo que analice toda la literatura sobre este
producto financiero. Sin embargo, es trabajo que sintetiza las tres posturas principales
sobre los microcréditos, además de los factores para la gestión eficiente de los
programas de microcréditos. Por tanto, es un trabajo que resume los puntos importantes
de este producto financiero, así como sus características.
Alicante, 5 de junio de 2014
El/la estudiante, Santiago Pardilla Fernández Fdo. (Nombre y apellidos)