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COLEGIO “TIRSO DE MOLINA” ECONOMÍA

UNIDAD 8: LOS INDICADORES ECONÓMICOS - 1 -

UNIDAD 8: … PENSAR A LO GRANDE

No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la

mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados.

ADAM SMITH: La Riqueza de las Naciones.

En las anteriores unidades analizamos principalmente el comportamiento de

cada uno de los agentes económicos (consumidores, empresas y estado), así

como el funcionamiento de los mercados y la formación de los precios. Es decir,

el enfoque de la asignatura ha sido principalmente microeconómico. Abrimos

ahora una serie de unidades con orientación principalmente macroeconómica:

estudiaremos el funcionamiento de la economía de forma globalizada; no

agente a agente y mercado por mercado, sino todos los agentes y todos los

mercados que componen la economía.

Por supuesto que cambia la perspectiva, pero también, sobre todo, cambian los

problemas a los que tenemos que dar solución. Ya no hablaremos de maximizar

el beneficio o de optimizar la renta que dedicamos al consumo. Nos

plantearemos “cómo va el país” de manera general, lo más amplio posible. Por

ello, las respuestas que buscamos serán acerca del crecimiento económico, del

desarrollo económico del país, del nivel general de precios (inflación), de la

balanza comercial con el resto del mundo o hablaremos de las medidas que

puede tomar el estado para corregir los comportamientos del sistema

económico que producen consecuencias indeseables.

8.1 Variables críticas de la economía

Desde el punto de vista macroeconómico, las cuestiones fundamentales a

examinar serían:

- El nivel de producción de la economía, lo cual indica la capacidad de la

economía para satisfacer las necesidades de los individuos que la

componen.

- El nivel de empleo / desempleo. Estrechamente ligado con el nivel de

producción (por ser el trabajo uno de los factores productivos

esenciales), el nivel de empleo (o simétricamente, de desempleo) nos



indica la capacidad que tienen las familias para captar rentas del proceso

productivo. Por supuesto que, como estudiamos en el flujo circular de la

renta, los salarios no son las únicas rentas que reciben las familias; sin

embargo, sí que son las rentas de las que van a depender la inmensa

mayoría de la población.

- La inflación. Por inflación se entiende la subida generalizada de los

precios. Como veremos, la existencia de inflación tiene una serie de

consecuencias negativas, siendo la más directa de ellas la pérdida de

poder de compra de las familias: al subir los precios, las familias no

podrán adquirir tantos bienes y servicios como antes de la subida y por lo

tanto no podrán satisfacer con la misma facilidad sus necesidades.

- El nivel de desarrollo económico. En este caso, estamos hablando de la

prosperidad de la economía a largo plazo, de manera global: por ejemplo,

cómo un país en vías de desarrollo puede alcanzar a los países del primer

mundo.

- El equilibrio exterior. Esta cuestión hace referencia a la persecución del

equilibrio entre lo que se adquiere fuera de las fronteras del país frente a

lo que se vende al extranjero. Si un país compra en el exterior más de lo

que vende, se generará una situación de déficit comercial que puede

suponer una salida constante y sostenida de renta del país y, por esto,

una pérdida de producción y empleo.

Estas cuestiones básicas marcarán los objetivos que deben perseguir las

políticas económicas que desarrolle el estado para mejorar el funcionamiento

de la economía de la nación. Para conocer el grado de avance hacia los objetivos

planteados, se hace necesario tener alguna medida que sirva de referencia. Algo

así como un termómetro que indique la fiebre del paciente.

Los principales indicadores económicos son el producto interior bruto, la tasa de

inflación y las tasas de actividad, paro y ocupación. Estas últimas las estudiamos

en anteriores unidades, por lo que en la actual unidad nos centraremos en el

estudio del producto interior bruto como medida de la producción del país y en

la tasa de inflación como medida del crecimiento de los precios.



8.2 El Producto Interior Bruto

El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor monetario de todos los bienes y

servicios finales producidos dentro de las fronteras de un país en un periodo de

tiempo determinado, generalmente un año. Tiene una serie de características

básicas:

- Sigue un patrón monetario. Al utilizar un mismo patrón de medida

permite agrupar y medir en euros todos los bienes y servicios, desde

manzanas a automóviles.

- Sólo tiene en cuentas actividades declaradas. Contabiliza únicamente las

transacciones de bienes y servicios declaradas a la Administración

pública. Por tanto, las operaciones ilegales, el trabajo voluntario o el

trueque, por ejemplo, no se incluyen.

- Hace referencia únicamente al valor de los bienes finales, pues el valor

de los bienes intermedios ya ha sido incluido por la empresa que vende al

consumidor final.

- Mide el valor de lo producido dentro del territorio de un país. Así,

cuando un ciudadano extranjero tiene una empresa en España, el valor

de sus ventas, ya sea en España o en el extranjero, pertenece al PIB

español. En cambio, lo producido por un ciudadano español fuera de

nuestras fronteras, pertenecerá al PIB del país en cuestión.

- Hace referencia a lo producido en un periodo determinado,

normalmente un año. No incluye las operaciones de segunda mano ni las

ventas de productos fabricados con anterioridad, porque ya fueron

contabilizados a su debido tiempo en el PIB de años anteriores. Calcular

el PIB de periodos aislados, en vez del acumulado en varios periodos,

permite comparar el crecimiento económico que se ha producido en

distintos lapsos de tiempo.



8.2.1 Métodos para calcular el PIB

Hay tres métodos para calcular el PIB: ver cuánto gastan los habitantes de un

país en bienes y servicios finales; sumar los ingresos de esos habitantes; o

calcular el valor añadido que las empresas otorgan a sus productos.

Método del gasto en bienes y servicios finales

En las economías de mercado se consume o compra todo lo que se produce

(todo aquello que no se vende se considera una forma de inversión). Si el PIB

mide la producción de bienes finales, para calcularlo podemos sumar todos los

gastos, esto es, el valor a precio de mercado (pm) de todas las compras

realizadas de bienes y servicios finales, con independencia de su nacionalidad,

por todos los agentes económicos dentro de un país (las empresas, las familias y

el sector público). No hay que olvidar que las economías de diferentes países

están relacionadas entre sí: los extranjeros compran en nuestro país y nosotros

en el suyo. Por consiguiente, al consumo de las familias (C), la inversión

empresarial (I) y el gasto del sector público (G), hay que sumarle el valor de las

exportaciones netas (X) y el de los que se importan (M). Esta forma de cálculo

nos da la expresión de la demanda agregada:

PIBpm = C + I + G + X - M

Método del valor añadido

En teoría, al computar el valor de la producción de todo un país, obtendríamos

el mismo resultado calculando cuánto de ha comprado (método del gasto en

bienes y servicios) que calculando cuánto se ha vendido (las cosas se venden

porque alguien las compra). Así pues, podríamos pensar que para saber cuánto

vale el PIB bastaría con preguntar a las empresas cuánto han vendido en el

periodo que se estudia.

Esto sería factible si todas las empresas produjeran únicamente para el

consumidor final sin que mediara ninguna otra empresa, pero en la práctica no

suele ser así. Muchas no fabrican para el consumidor final sino para otras

empresas, de tal forma que los productos finales de algunas empresas, de tal

forma que los productos finales de algunas empresas son los intermedios para

otras que los utilizan en sus procesos productivos. Si sumásemos los producido

por ambos tipos de empresas estaríamos contando dos veces el mismo



producto, porque la empresa que vende al consumidor final ya asume como

propio el coste de los bienes intermedios adquiridos a otras empresas.

Para solucionar este problema de doble contabilización se utiliza el método del

valor añadido. El valor añadido se obtiene restando al valor de las ventas del

producto de una empresa el valor de las materias primas y el de otros bienes

intermedios (adquiridos a otras empresas) utilizados en su producción.

Contabilizando el valor que las empresas añaden a los productos sí es posible

realizar el cálculo del PIB a coste de factores.

PIBcf = VA1 + VA2 + VA3 +…

VA = Valor añadido = Ventas - Compras

Método de los ingresos o de las rentas

El dinero que gastan los agentes económicos es recibido por las empresas, las

cuales remuneran a los factores de producción de tal forma que unas personas

ingresan lo que otras gastan. En consecuencia, otra forma de calcular lo que

produce un país se obtendría sumando los ingresos o rentas percibidos por las

familias.

8.2.2 Diferencia entre PIB nominal y el real

El PIB al que nos hemos referido hasta ahora, ya fuera a precios de mercado o a

costes de factores, se llama nominal, y resulta de multiplicar la cantidad de

bienes y servicios finales por los precios que tuvieran el año en cuestión. Esto

hace que el resultado esté condicionado por el precio.

Para medir el valor de la producción de un año basta con realizar dicho cálculo,

pero resulta insuficiente si queremos analizar la evolución del PIB en periodos

distintos. Dado que la economía está sujeta a procesos inflacionistas, habrá que

eliminar el efecto de la inflación para hacer comparaciones válidas entre

periodos distintos. Al comparar el PIB de los dos periodos distintos, pueden

variar la cantidad producida, el precio o ambos a la vez. Si la cantidad no varía y

los precios suben, crece el PIB, pero eso no quiere decir que haya aumentado el

valor de la producción de bienes y servicios. Pudiera ser que el país estuviera

produciendo la misma cantidad de bienes y servicios que los años pasados pero



que, debido a la inflación, el PIB reflejara un incremento que se justificara por la

subida de los precios, no por el aumento del valor de la producción.

Para solucionar este problema, los economistas recurren al cálculo de otro

indicador, el PIB real. Éste se calcula empleando también las cantidades de

bienes y servicios de un determinado años pero, a diferencia del PIB nominal,

las multiplica por los precios del año que se utiliza como base o referencia. De

esta forma, se elimina el efecto de la subida de precios. El procedimiento que

consiste en pasar el PIB de valores nominales (o precios corrientes) a valores

reales (o precios constantes) se conoce como deflactor.

Deflactar es eliminar el efecto de la inflación de una magnitud o valor.

8.2.3 Diferencias entre macromagnitudes

El PIB no es la única macromagnitud que se utiliza como referencia para medir

el crecimiento y la producción del país, existen muchas otras, casi todas

relacionadas a través de las siguientes diferencias:

Coste de factores – Precios de mercado: Una macromagnitud expresada a coste

de los factores, recoge el importe al que se vendería la producción por las

empresas, mientras que a precios de mercado recoge el precio final que pagan

los consumidores por dicha producción. La diferencia entre ambas reside en los

impuestos indirectos que se deben abonar para poder comprar los bienes y las

posibles subvenciones al precio que pudiera fijar el estado, que subirían y

reducirían, respectivamente, el precio de venta de la empresa respecto al precio

que deben abonar los consumidores.

Precios de mercado = Coste de factores + Impuestos indirectos – Subvenciones

Interior – Nacional: Cuando una macromagnitud es “interior” sigue un criterio

territorial, es decir, se refiere a la producción dentro de las fronteras del país;

cuando es “nacional” sigue un criterio de “pasaporte”, es decir, la producción se

mide en función de la obtenida por los factores nacionales,

independientemente de dónde se produzca, dentro o fuera de las fronteras del

país.



Nacional = Interior + Rentas de los factores nacionales obtenidas en el

extranjero – Rentas de los factores extranjeros obtenidas en la nación

Bruto – Neto: La inversión incluida en el PIB es la “formación bruta de capital

fijo”, lo cual abarca todo el gasto en inversión que realizan las empresas. Sin

embargo, una gran parte de esa inversión no va destinada a aumentar la

capacidad productiva, sino que se destina a renovar el capital fijo que ya tenían

las empresas. Esta renovación se puede medir a través de las “amortizaciones”

que recogen la depreciación del capital fijo que se produce año tras año y que

por lo tanto se tendrá que reponer si se desea mantener la capacidad

productiva.

Neto = Bruto - Amortizaciones

8.2.4 Limitaciones del PIB

Debemos tener en cuenta que existen ciertas limitaciones en cuanto al uso e

interpretación del PIB. Entre las más relevantes están las siguientes:

El PIB no contabiliza la totalidad de los bienes y servicios finales

producidos en una economía. Muchas actividades no son declaradas al

sector público (al conjunto de estas actividades se denomina economía

sumergida) y por tanto no consta su existencia.

El PIB tampoco mide el valor de las actividades en las que no se cambian

bienes y servicios por dinero, puesto que no pasan por el mercado. Es el

caso del trabajo doméstico, el trabajo voluntario y las operaciones de

trueque.

El PIB, al igual que otros indicadores económicos, no informa de las

externalidades, esto es, no refleja la totalidad de los beneficios y costes

sociales derivados de la actividad económica, como la generalización de

los avances tecnológicos o la contaminación.

El PIB no mide la calidad de los bienes y servicios producidos, no tiene en

cuenta si lo que se produce son alimentos, libros, armas, venenos o

cualquier otra cosa. Esto impide comparar la calidad de la producción

entre distintas épocas. Además, el PIB habla sólo de cifras actuales y



olvida que la producción futura puede quedar comprometida debido al

agotamiento de dichos recursos.

El PIB es una medida parcial del bienestar de un país. Aunque el

crecimiento económico y la riqueza son aspectos fundamentales para

conocer el grado de bienestar, no son los únicos. Por ejemplo, un país

podría tener una producción de bienes y servicios elevada, pero unas

malas condiciones de vida para sus ciudadanos: mala salud (que se puede

ver reflejada como una menor esperanza de vida), escasa formación,

condiciones vitales penosas (mal acceso a agua potable o medicinas),

discriminación entre individuos, etcétera. De aquí que se empiece a

utilizar como referencia otros índices que tratan de englobar aspectos

cualitativos del desarrollo, como el Índice de Desarrollo Humano.

El PIB no mide la distribución de la riqueza entre los habitantes. Incluso si

calculamos el PIB per cápita o el PNB per cápita (esto es el PIB o el PNB

de un país dividido entre el número total de habitantes) para obtener

una medida de bienestar de la población, no conoceremos el reparto real

porque tales indicadores establecen sin más un término medio. Aunque

el PIB per cápita fuera relativamente alto, pudiera resultar en la práctica

que la distribución fuera muy desigual, es decir, que unos pocos tuvieran

mucho y muchos otros muy poco. En el fondo, viene a ser el viejo

problema de que si yo me como dos pollos y tú no comes nada, la

estadística nos dice que, en promedio, cada uno se ha comido un pollo.

8.3 La inflación

La inflación es el crecimiento generalizado y continuo de los precios de una

economía.

8.3.1 Causas de la inflación

Existen dos conjuntos de causas de inflación. De una parte, el origen de la

inflación está en un exceso de demanda (inflación de demanda). De otra, el

problema surge por el lado de la oferta que realizan las empresas (inflación de

costes).



Inflación de demanda

Si los agentes económicos de un país demandan más de lo que las empresas

pueden producir, aparece una situación de escasez, o exceso de demanda, de

tal forma que, aunque las empresas llegaran a producir todo lo que se

demanda, es inevitable que los precios suban mientras dura la escasez. Puede

tener su origen en cualquiera de los agentes que participan en la economía:

En las empresas. Una mejora de las expectativas empresariales puede producir

un aumento de la demanda de los bienes de capital que las empresas necesitan

para producir más.

En el sector público. Si el Gobierno decide mejorar las infraestructuras del país o

aumentar los gastos en hospitales y carreteras, empezará a demandar todos los

bienes y medios de producción que requiere para hacerlo.

En las familias. Cuando se deciden a ahorrar menos y gastan más aumenta la

demanda de cuantos bienes y servicios deseen consumir.

Inflación de costes

Hay cinco teorías que tratan de explicar la inflación a partir de la remuneración

de los factores de producción:

- Por el encarecimiento de los recursos naturales. La subida de precios de

recursos básicos como las materias primas o la energía, encarece todo el

proceso productivo. En estos casos, lo normal es que los empresarios

trasladen al precio de venta de sus productos las subidas experimentadas

en sus costes de producción.

- Por la espiral salarios-precios. Esta teoría se basa en la idea de que los

sindicatos tienen tal poder de presión que pueden conseguir mejoras

saláriales superiores a la productividad laboral real. Cuando ocurre esto,

uno o varios colectivos de trabajadores comienzan a percibir salarios

superiores a los que les correspondería realmente en relación con lo que

trabajan. En consecuencia, los restantes perceptores de rentas aumentan

los precios por entender que ellos no deben ser menos en lo que se refiere

a generar ingresos.



- Por la espiral salarios-salarios. Según lo expuesto en el párrafo anterior, los

trabajadores de los demás sectores, preocupados especialmente por

mantener su posición relativa con respecto al resto de los trabajadores y

ramas industriales, también se sentirán perjudicados. Si en algunas

empresas los incrementos en la productividad laboral consiguen mejoras

saláriales notables, los trabajadores de otras empresas o ramas productivas

tratarán de obtener las mismas mejoras mediante una mayor agresividad

sindical.

- Por el poder de mercado (competencia imperfecta). En ciertos mercados,

hay grandes empresas con cierto poder monopolístico capaces de

incrementar los precios de sus productos por encima de lo que

determinarían un mercado en libre competencia.

En todo caso, el encarecimiento de las retribuciones de cualquier factor

productivo generará una reacción en cadena, con implicación en todos los

factores, que acabará por extenderse más allá de las fronteras nacionales,

debido al importante peso específico de las importaciones en cualquier

economía. Ésta es la razón por la que se considera fundamental el control de la

inflación en la zona euro. En un gran mercado internacional como es la Unión

Europea, la manzana podrida de la inflación de un país puede acabar

contagiando al resto de manzanas sanas.

8.3.2 Consecuencias de la inflación

Las principales consecuencias de una inflación elevada son la pérdida de poder

adquisitivo y la incertidumbre que genera.

Pérdida de poder adquisitivo.

El poder adquisitivo es lo que se pude comprar con una cierta cantidad de

dinero. Si los precios crecen más rápido que nuestros ingresos entonces

perdemos capacidad adquisitiva y calidad de vida. No obstante, la inflación no

afecta por igual a todos los individuos.



a) Grupos perjudicados

Pensionistas. La actualización de las pensiones que efectúa y paga el sector

público suele estar por debajo del aumento del coste real de la vida.

Trabajadores. Aquellos cuyo sueldo no suba al mismo ritmo que la inflación

tendrán que trabajar más horas para consumir lo mismo que antes de la subida.

Además, si la inflación se traslada a los costes de las empresas sin que éstas

puedan recuperar los incrementos subiendo el precio de los productos, es muy

probable que tengan que despedir personal y aumente el paro.

Ahorradores. Son los prestamistas del sistema, que ven que su retribución por

renunciar a consumir en el momento que obtuvieron la renta se ve disminuida.

Al recuperar los ahorros, su capacidad de compra será menor.

Exportadores. Al incrementarse los precios en la nación, se reduce la

competitividad de las empresas exportadoras ya que sus costes se han

incrementado respecto a las empresas de otros países que no tengan inflación.

b) Grupos beneficiados

Deudores: El valor real de la deuda se reduce al reducirse el valor del dinero,

por lo que será menos esfuerzo reunir la cantidad acordada como

contraprestación del préstamo.

Estado. Para empezar, las administraciones públicas se financian a través de

deuda en una gran proporción, por lo que, como deudores, se ven beneficiados

por la inflación. Además, la inflación también aumenta los ingresos que reciben

las administraciones por impuestos indirectos (por ejemplo, el IVA), que son

proporcionales al precio de los productos y al aumentar éste, el ingreso público

derivado de los impuestos indirectos también aumenta.

Importadores. Las empresas que importen productos o materias primas del

exterior, verán que sus costes se reducen en relación con aquellas que los

adquieren en el interior del país. Además, podrán subir el precio de sus

productos con mayor facilidad, lo cual aumentará su margen de beneficio.



La incertidumbre

Si los precios cambian continuamente, la información que reciben los agentes

económicos se verá distorsionada, perdiendo estos la referencia necesaria para

poder tomar decisiones de consumo e inversión. Aumentarán las situaciones en

las que lo planeado y lo realmente conseguido no se correspondan, por lo que la

sensación de inseguridad crecerá.

8.3.3 La medición de la inflación

Entre otros indicadores de precios, el más empleado para medir el nivel general

de precios de un país es el IPC, el Índice de Precios del Consumo. Este indicador

es una medida ponderada de los precios de los bienes que suele consumir por

regla general una familia media (la ponderación de gasto destinado a un artículo

concreto). En España el IPC lo calcula el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los parámetros que sirven para obtener el IPC se revisan cada cierto número de

años y se hace estudiando minuciosamente los hábitos de consumo de los

españoles mediante una Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). Con los

datos obtenidos mediante la EPF, el INE confecciona la llamada “cesta de la

compra”, una selección de productos representativos de cada grupo básico de

consumo. Sus precios se ponderan de acuerdo con el porcentaje de renta que le

asignan los consumidores en la EPF.

A partir de la cesta de la compra, se confecciona el Índice de Precios al

Consumo (IPC), que es una medida ponderada de los precios de los bienes de

los bienes que representan el consumo típico de una familia media.

La tasa de inflación es la variación, medida en porcentaje, experimentada por el

IPC con respecto al periodo de tiempo anterior.

El IPC armonizado (IPCA) es un indicador estadístico cuyo objetivo es

proporcionar una media común de la inflación que permita realizar

comparaciones internacionales.



Características del IPC

- Las ponderaciones no permanecen fijas durante el periodo de vigencia

del sistema, sino que se actualizan anualmente.

- La estructura del IPC, esto es, los productos que integran la cesta de la

compra y los considerados para el periodo base, son revisados cada cinco

años.

- Incluye las ofertas y las rebajas, pues tiene un impacto importante sobre

los precios en determinados meses del año.

Limitaciones del IPC

- La cesta de bienes española no incluye algunos bienes y servicios que, en

cambio, sí tienen en cuenta muchos países europeos.

- Al utilizar un año base como referencia, cuanto más lejano sea el año

considerado más se desvirtuará la representatividad de los bienes que

integran la cesta, debido a la aparición de nuevos bienes y servicios o al

cambio de los hábitos de consumo.

- No tiene en cuenta variaciones en la calidad de los bienes.

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