unidad 4 teologia

7/24/2019 Unidad 4 teologia

1/34

UNIDAD 4:

La elaboracin y comunicacin del

sermn, y la variedad en la predicacin

PREDICACIN BBLICA

Profesor: Omar Bustos Busio

Bibliografa:

- James D. Crane, El Sermn Eficaz


2/34

Introduccin

El plan del sermn, discutido en el captulo anterior, constituye apenas el armazn

estructural del mensaje. Un error en que frecuentemente incurre el predicador joven

es el de pensar que una vez que haya formulado su bosquejo, ya est listo para

predicar. La verdad es muy otra. Cuando usted ha escogido un texto, formulado

una proposicin y bosquejado un plan para el sermn, por regla general la parte

principal del trabajo queda por hacerse.Ese armazn tiene que ser revestido.

Cambiando la figura, el plan del sermn puede ser comparado con el esqueleto

humano. Este, importante como lo es, en ninguna manera constituye la totalidad del

cuerpo. Cuando Ezequiel profetiz en medio de aquel famoso campo lleno de

huesos, leemos que hubo un ruido mientras... profetizaba, y he aqu un temblor, y

los huesos se llegaron cada hueso a su hueso. Pero all no terminaba el asunto. No

era posible que unos simples esqueletos hicieran las batallas del Seor. De manera

que pasamos adelante para leer lo que el profeta mir, y he aqu nervios sobre

ellos, y la carne subi, y la piel cubri por encima de ellos... y entr espritu en ellos,

y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejrcito grande en extremo.Los

esqueletos tuvieron que ser revestidos de nervios, carne y piel, y ser animados por

el soplo del Espritu divino antes de poder cumplir los propsitos de Dios. As le

sucede al sermn tambin. Indispensable como le es el tener un buen bosquejo,

mientras ste no est revestido de materiales de elaboracin adecuados, y mientras

todo el conjunto no sea tocado por el soplo del Espritu Santo, no habr resultados

para la gloria del Seor.

En el presente captulo, pues, queremos tratar de la elaboracin adecuada que el

sermn eficaz demanda. Nuestra discusin girar en torno a tres consideraciones, a

saber: la identificacin de los materiales de elaboracin ms tiles; el

descubrimiento de los mismos y la forma literaria que deben tener en el sermn

terminado.


3/34

4.1 Identificacin de los materiales

de elaboracinms tiles

Hasta aqu hemos visto las distintas partes del bosquejo del sermn:

1. Texto

2. Ttulo

3. Introduccin

4. Proposicin

5. Divisiones

6. Conclusin

Estas partes pueden llamarse elementos formales, porque le dan forma al sermn

y porque aparecen casi siempre en el mismo orden.

Hay otros elementos que entran en la composicin del sermn que pueden

aparecer en cualquiera de sus partes. Estos son los materiales de elaboracin y

pueden considerarse elementos funcionales, porque ocupan un lugar en elsermn debido a la funcin que desempean. En el sentido ms amplio esta

funcin es la de persuadir la voluntad. Pero para persuadir la voluntad es

necesario cumplir 5 funciones:

1. Iluminar el entendimiento

2. Convencer la razn

3. Despertar el sentido de necesidad

4. Redargir la conciencia moral

5. Conmover los sentimientos

Como ya mencionamos, los materiales homilticos que desempean estas

funciones son los materiales de elaboracin. Estos se dividen en dos grandes

grupos: materiales de apelacin y materiales de ilustracin.


4/34

Materiales de apelacin

Se llaman as porque estos materiales tienen como propsito apelaral

entendimiento, a la razn, al sentido de necesidad a la conciencia moral y a las

emociones bsicas del ser humano. Vamos a identificar los materiales ms tiles

para estas funciones.

1- Materiales que apelan al entendimiento

Para apreciar la importancia de apelar al entendimiento en la predicacin lee los

siguientes pasajes: Lucas 10:27, Mateo 15:10, Mateo 24:15, Mateo 13:19, 23

Nadie va a aceptar algo que no entienda, nuestros sermones deben contener

suficiente material para iluminar el entendimiento de nuestros oyentes. Para eso

contamos con cinco auxiliares:

1. La definicin.En la predicacin necesitamos definir muchos conceptos,

ideas, trminos, etc., que no son comunes para la mayora de los

oyentes, es por eso que necesitamos echar mano de la definicin para

iluminar su entendimiento. Para efectos de la predicacin las definicionesdeben ser breves, exactas y claras.

2. La narracin. No slo apela al entendimiento sino tambin a los

sentimientos, porque permite al oyente ser parte de la narracin, historia

o relato.La narracin fue el nico instrumento pedaggico usado por el

hombre primitivo. Es la forma literaria ms simple y comprensiva. No

existe mejor ejemplo de la narracin eficaz que las parbolas de Jess.

Una buena narracin debe tener: unidad de pensamiento, inters

humano, sencillez de lenguaje y brevedad de expresin.

3. La descripcin.Apela al entendimiento por medio de la imaginacin.

Una buena descripcin hace que los oyentes vean lo que ha visto el que

habla. Por esto se ha dicho con razn que los tres requisitos de la

descripcin son: mirar bien, retener bien y reconstruir bien.

4. La ejemplificacin.Apela al entendimiento porque la mente humana

prefiere las verdades concretas en lugar de conceptos abstractos. Las

verdades abstractas, propias de la predicacin, pueden entendersemejor por medio de ejemplos concretos.


5/34

5. La comparacin. Esta abarca tambin el contraste. El contraste lo

usamos para ensear una verdad contrastndola con su contra parte.

Ejemplo: el da y la noche. La comparacin es la forma de ensear una

verdad nueva por medio de una verdad ya conocida.

2- Materiales que apelan a la razn

Consideremos en seguida los materiales de elaboracin que apelan a la razn.

Estos, bien podran ser llamados materiales de argumentacin. Los tales abarcan

tanto los razonamientos que empleamos para establecer la verdad como aquellos a

que recurrimos para refutar el error.

La importancia del razonamiento en la predicacin

En un captulo anterior discutimos el lugar importante que el discurso argumentativo

ocupaba en la predicacin apostlica. A las consideraciones all expuestas cabe

agregar que el Apstol Pablo afirmaba que l era puesto para

la defensa del evangelio (Filipenses 1:17). Adems, aconsejaba a Tito a convencer

a los que contradijeren (Tito 1:9) y a Timoteo lo envi a Tesalnica para que, entre

otras cosas, confirmase a los creyentes en cuanto a la fe (1 Tesalonicenses 3:6).

Todas estas expresiones arrojan luz sobre el lugar de la argumentacin en la

predicacin cristiana. La verdad bblica es combatida por la duda y la incredulidad y

torcida por la hereja. El celo de los creyentes a menudo languidece por causa de

una falta de comprensin de las slidas razones que asisten a su fe, y la obra del

evangelismo frecuentemente fracasa porque el embajador no sabe presentar la

causa de su Rey en la forma convincente que amerita. En una palabra, es necesarioque el predicador recuerde siempre que su tarea es la de convencer la razn, lo

mismo que iluminar el entendimiento, despertar el sentido de necesidad, redargir

la conciencia moral y conmover los sentimientos. Todos estos son procesos que se

precisan para la persuasin.

La naturaleza esencial del razonamiento en la predicacin.

El razonamiento en la predicacin se da en dos formas bsicas o esenciales.


6/34

1. El razonamiento simple o directo.Cuando una verdad se deriva de otra

directamente. Pueden ser hechos concretos o ideas. En tal caso la fuerza

del argumento est en la verdad en que se sostiene. Ejemplo: El hecho de

la resurreccin de Jess Este es un hecho concreto, su fuerza est en el

valor de los testigos presenciales. 1 Cor 15:3-8

2. El razonamiento complejo o indirecto.Este se da en tres grandes formas: los

razonamientos deductivos, los inductivos y los que son por analoga. Como

se ha observado ya, el razonamiento deductivo en sentido estricto es en

sus formas capitales una conclusin de lo universal a lo particular o a lo

singular, y en todos sus formas, una conclusin a partir de lo universal. La

induccin es una conclusin de lo singular o lo particular a lo universal. Y laconclusin por analoga pasa de lo singular o particular a lo singular o

particular afn.

3. Tipos de argumentos especiales tiles en la predicacin.De stos hay

cuatro, a saber; el argumento a fortiori, el dilema, el argumento ad hominem

y el argumento de reduccin al absurdo.

a) El argumento a fortiories aquel que demuestra que si algo es verdadero en

un caso menos probable (real o supuesto), tiene que ser considerado como

mucho ms cierto en un caso ms probable. Generalmente lleva en su

conclusin la expresin cunto ms o alguna equivalente, como lo

demuestra el siguiente ejemplo.

Si un hombre dedica aos a adquirir el arte de modelar el barro para

convertirlo en vasos hermosos, cunto ms tiempo debera invertirse en

adquirir el arte de modelar lo que es tan delicado y sutil y sin embargo

eterno, que llamamos alma humana!Este tipo de argumento aparece muy

frecuentemente en las Escrituras, como se puede comprobar, consultando

los siguientes pasajes: Ezequiel 15:5; Mateo 6:26, 30; Mateo 7:11; Lucas

11:11-13; Lucas 23:31; Romanos 8:32; 2 Corintios 3:7-11; Hebreos 2:2-4;

Hebreos 10:28, 29; 1 Pedro 4:17, 18.

b) El dilemapresenta dos supuestos contradictorios tales que no importa por

cul se tome la decisin, el resultado ser lo mismo.


7/34

Tambin este tipo de argumento se halla en las Escrituras. Vanse Mateo

21:25; Marcos 12:14 y Hechos 5:38, 39. A continuacin consigamos un

hermoso ejemplo tomado de los escritos de Francisco I. Madero, iniciador

de la Gran Revolucin Mexicana de 1910.

En cuanto a arrostrar los peligros referidos, mi contestacin invariable a los

amigos que me hablan de ellos con el nimo de disuadirme de mi empresa,

ha sido siempre encerrada en el siguiente dilema: o bien no es cierto que el

peligro sea tan grande, y en tal caso tenemos alguna libertad aprovechable

para trabajar por el provecho de nuestra Patria procurando la formacin de

un Partido Nacional Independiente: o bien es real el peligro, lo cual

demuestra que no hay ninguna libertad, que nuestra Constitucin es burlada,

que nuestras instituciones son holladas, que la opresin ejercida por el

gobierno es insoportable, y en esos casos supremos, cuando la libertad

peligra, cuando las instituciones son amenazadas, cuando se nos arrebata la

herencia que nos legaron nuestros padres y cuya conquista les cost

raudales de sangre, no es el momento de andar con temores ruines, con

miedo envilecedor; hay que arrojarse a la lucha resueltamente, sin contar el

nmero ni apreciar la fuerza del enemigo.

c) La idea esencial del argumento ad hominemes la de echarle en cara al

contrincante su propia actuacin o su propio dicho. Ejemplos de lo primero

tenemos en Mateo 12:27 y Glatas 2:14. De lo segundo tenemos una

muestra en Lucas 19:22.

d) El argumento de reduccin al absurdoconsiste en demostrar que la

posicin del contrincante, llevada a su conclusin lgica prueba demasiado,

acabando por quedar en un absurdo. Tanto Cristo como el apstol Pablo

echaban mano de este tipo de argumento para refutar a sus enemigos.

Vanse Mateo 12:24-27; y 1 Corintios 15:13-19.


8/34

3- Materiales que apelan al sentido de necesidad

La aceptacin de una verdad depende no slo de que sea comprendida o de que

su fuerza sea recomendada a la razn con buenos argumentos. Es menester

demostrar que llena una necesidad que el oyente tiene y que sabe que tiene. Es

cuando los hombres sienten la necesidad de algo que entran en accin para

conseguirlo. El hombre primitivo senta la necesidad de comer y sala en busca de

alimento. El joven obrero moderno siente la necesidad de una preparacin escolar y

se priva de paseos y hasta del sueo necesario con el fin de asistir a la escuela

nocturna. En cualquier caso, la resolucin tomada obedece al hecho de haber

sentido una necesidad.

As es que si el predicador cristiano va a lograr que sus oyentes entreguen su

corazn a Cristo y su vida al Reino de Dios, tendr que hacerles ver que tal decisin

contribuir a la satisfaccin de alguna necesidad humana bsica que se ha hecho

sentir en su vida. Tendr que demostrar que el evangelio de Cristo llena las

necesidades del alma. Estudiantes de la psicologa han sugerido que las

necesidades humanas pueden ser reducidas a tres grandes categoras,

correspondientes a los tres instintos humanos bsicos:


9/34

NECESIDAD

BSICA

INSTINTO

CORRESPONDIENTE

COMO PUEDE APELAR EL PREDICADOR AL

SENTIDO DE NECESIDAD EN ESTE CASO

AMOR

Requiere

compaerismo y

mutua simpata

SEXUAL

-Al ensalzar el amor de nuestro Padre Celestial.

- Discutiendo las amplias simpatas humanas de

Cristo nuestro Salvador y mediador

- Demostrando cuan ntimo y verdadero es el

compaerismo divino efectuado en el corazn

del creyente mediante el Espritu Santo.

PODER

Reclama un sitio en

la sociedad,

reconocido y

distinguido

GREGARIO

- Predicando la grandeza del servicio cristiano.

- Demostrando que Dios no hace acepcin de

personas.

- Demostrando el poder que Dios ofrece a sus

hijos.

SEGURIDAD

Exige seguridad y

bienestar de la vida.

CONSERVACIN

- Hablando de la realidad del perdn de los

pecados.

- Describiendo las satisfacciones de la vida que

triunfa sobre la tentacin carnal.

- Mostrando la completa victoria del creyente

sobre la muerte.


10/34

4- Materiales que apelan a la conciencia moral

Definicin:

Es la voz interna que Dios ha hecho resonar en el alma de cada ser humano

racional.

Funciones:

1. Distingue entre lo bueno y lo malo

2. Ordena que se haga siempre el bien

3. Juzga la accin cometida como buena o mala

4. Predice las consecuencias

Para apelar a la conciencia moral

Dos verdades fundamentales:

1. Que slo el Espritu de Dios puede redargir la conciencia moral del hombre.

Juan 16:8-11, Zacaras 4:6

2. Que el instrumento predilecto que usa el Espritu Santo es Su Palabra. (LaEspada del Espritu) Efesios 6:17 Hebreos 4:12

As es que, sin temor a equivocarnos, insistimos en que los materiales de

elaboracin ms apropiados para redargir la conciencia moral son las palabras

mismas de la Biblia. Por tanto el predicador que desee que sus mensajes sean

instrumentos en las manos del Espritu Santo para redargir las conciencias de los

hombres, debe velar por el contenido bblico de sus sermones.


11/34

5- Materiales que apelan a los sentimientos de los

oyentes

Hay dos extremos que se deben evitar:

1. Apelar casi exclusivamente a las emociones.

2. La carencia de toda apelacin a las emociones.

Hay un lugar legtimo en la obra del plpito para las apelaciones a los sentimientos

bsicos del ser humano: la gratitud, la lealtad, la compasin, el temor, la vergenza

y la indignacin.

Por qu apelar a las emociones?

1. Por que las emociones unificana la congregacin.

2. Porque las emociones abren la puerta a la voluntad individual. Son como

resortes que mueven la voluntad.

Cmo apelar a las emociones?

1. Por medio de la memoria. El recuerdo.

2. Por medio de la imaginacin.

3. Por medio de la pasin sincera del predicador.

Debemos tener presente siempre que toda apelacin a las emociones debe ser

seguida de una oportunidad prctica para actuar.


12/34

Conclusin (materiales de apelacin)

La persuasin de la voluntad humana puede ser comparada con la toma de una

ciudad amurallada. Exactamente como los ejrcitos de la antigedad al sitiar una

ciudad enemiga dirigan sus ataques en contra de las puertas del muro, de esta

misma manera debe actuar el predicador. La voluntad de sus oyentes est

protegida por un muro alto y fuerte. Este muro est formado por sus hbitos, sus

prejuicios, su ignorancia, su indiferencia, sus compromisos sociales y familiares, su

egosmo, su maldad. Pero en este muro hay cinco puertas. Sus nombres son: el

entendimiento, la razn, el sentido de necesidad, la conciencia moral y la emocin.

He aqu los puntos vulnerables en las defensas de la voluntad. Por alguna de estas

cinco puertas el predicador ha de lograr entrar a la ciudadela del alma. Y para

mayor seguridad en su empresa, no debe descuidar el ataque a ninguna de las

cinco.


13/34

Los materiales de ilustracin

1- Su importancia para la predicacin

La ilustracin es aquella parte del sermn que ayuda a la congregacin a ver con

los ojos de la mente. Apela a los poderes de la imaginacin.

Los psiclogos nos informan que adquirimos nuestros conocimientos a travs de

nuestros cinco sentidos de acuerdo con las siguientes proporciones aproximadas:

por medio de la vista, el 85%; por medio del odo, el 10%; por medio del tacto, el

2%; por medio del olfato, el 1.5%; y por medio del sabor 1.5% F.D. Whitesell

Esto explica por qu los mtodos de enseanza ms populares son los que

aprovechan las ayudas audiovisuales. Y esto establece tambin la absoluta

necesidad que el sermn cristiano abunde en buenas ilustraciones.

2- Tipos de ilustracin

Segn W.E. Sangster existen diez tipos de ilustracin que pueden ser empleados

con provecho en la predicacin.

Tipo de Ilustracin Definicin Ejemplo Bblico

El smil

Se cifra en comparar dos

trminos semejantes por

alguna cualidad o

circunstancia que los

identifique

La Palabra de Dios es como

fuego y como martillo.

Jeremas 23:29

La metfora

Consiste en trasladar el

sentido recto de las

palabras a otro figurado,

haciendo una

comparacin tcita

Jess es la vid y el Padre es

el labrador.Juan 15:1


14/34

La analogaSemejanza entre dos

cosas distintas

Como Moiss levant la

serpiente as es necesario

que el Hijo del Hombre sea

levantadoJuan 3:14

La alegora

Representacin simblica

de ideas abstractas por

medio de figuras

Sara y Agar representan los

dos pactos, el de la gracia y

el de la ley respectivamente.

Glatas 4:21-31

La fbula

Es una historia ficticia

donde se le atribuye a los

animales o plantas

funciones de unapersona. Como hablar,

etc.

El cardo que est en el

Libano envi a decir al

cedro2 Reyes 14:9-10

La parbola

Es la enseanza de una

verdad espiritual

mediante una acertada

comparacin con algn

acontecimiento real o

probable de la vida

cotidiana

- La oveja perdida

- La moneda perdida

- El hijo perdido

Lucas 15

La alusin histrica

Se dice que se hace

alusin, es decir, que se

refiere al hecho histrico

Jess hace resaltar la dureza

de corazn de los habitantes

de Nazaret. Lucas 4:25-27

El incidente biogrfico

Cuando se refiere a un

incidente en la vida de

algn personaje histrico

Una serie de referencias

biogrficas para ilustrar el

poder de la fe. Hebreos 11

La experiencia personal

Cuando se refiere al

personaje que est

hablando, en todo caso

se aplica al predicador

mismo

Pablo emplea la experiencia

personal para ensalzar la

gracia de Dios.2 Corintios

11:22-30


15/34

La ancdota

Relato breve de un

suceso curioso que

generalmente se atribuye

a un conocido personaje

sin tener base para

asegurar que sea verdico

No se encuentra ningn

ejemplo en la Biblia


16/34

3- Ventajas del uso de ilustraciones

1. La ilustracin explica.Ilustrar es iluminar. La ilustracin ha sido llamada la

ventana del sermn. En otras palabras, la ilustracin es til para aclarar el

sentido de las cosas.

2. La ilustracin aumenta el inters de los oyentes.

3. La ilustracin ayuda a conservar la atencin de los oyentes.

4. La ilustracin fortalece el argumento.

5. La ilustracin conmueve los sentimientos.

6. La ilustracin ayuda poderosamente a la memoria.

7. La ilustracin proporciona descansos mentales.Especialmente ensermones argumentativos.

8. La ilustracin hace posible una repeticin placentera.Esto ayuda a la

permanencia de las enseanzas.

4- Las cualidades de una buena ilustracin

1. Debe ser comprensible.Una ilustracin que necesita ser explicada es del

todo inservible.

2. Debe ser pertinente o apropiada. Tome en cuenta el contexto de la

congregacin.

3. Deber ser interesante.A la gente le interesa lo que tiene que ver con sus

necesidades.

4. Debe ser grfica.Es decir que apela a la imaginacin del oyente.

5. Debe ser breve.No debe desviar la atencin a otras cosas secundarias.

6. Debe ser digna de crdito.Quiere decir que sea creble aunque no

necesariamente verdadera. No debe ser exagerada.

7. Debe ser fresca. Es decir, no trillada. Es mejor si son originales.


17/34

4.2 Las fuentes de los materiales

de elaboracin

No es suficiente saber con qu se debe revestir el armazn estructural de su

sermn. Hay que saber tambin en dnde pueden obtenerse los materiales de

elaboracin apropiados que hacen falta. Las fuentes principales que cada

predicador debe cultivar y consultar para este efecto son las siguientes: su propia

observacin de la vida; un plan definido y sistemtico de estudio; y un archivo

homiltico debidamente clasificado.

1- La observacinQuiz el mejor material de elaboracin que el predicador puede emplear es aquel

que recoge mediante su propia observacin de la vida.

Las ventajas de este tipo de material son:

- Es ms fcilmente entendido

-

Tendr cierto sabor de originalidad- Se presenta con mayor entusiasmo

- Son ms interesantes

- No hay lmites

Con tal de que tengis sesos en la cabeza, cualquier cosa que suceda en vuestro

derredor os ser til C. H. Spurgeon

2- Un plan de estudioEste se refiere a un plan de estudio bblico definido y sistemtico, que tenga por

finalidad la adquisicin de un dominio general del contenido de la Biblia.

Hay muchas maneras provechosas de estudiar la Biblia. Puede ser estudiada por

etapas histricas, por libros, por captulos, por prrafos, por versculos, por

palabras de especial significacin, por personajes, por temas o por doctrinas. El


18/34

predicador sabio estar ocupado siempre en algunos de estos mtodos de estudio.

Este plan de estudio tiene como propsito proveer materia prima para la

elaboracin de sus mensajes, no slo es un trabajo de desarrollo espiritual personal

(que lo es).

3- El archivo homilticoEl archivo homiltico no es precisamente una fuente primaria de materiales de

elaboracin, es ms bien un sistema ordenado para guardar y clasificar los

materiales que de las otras dos fuentes se obtienen, y tenerlos a la mano en el

momento en que se necesiten.

Cada predicador tendr que escoger el sistema que mejor se adapte a su

personalidad y a las demandas de su ministerio particular. Pero al seleccionar o

elaborar su propio sistema, conviene que tenga las siguientes cualidades:

1. La sencillez. El manejo provechoso de cualquier sistema exigir cierta inversin

de tiempo y trabajo. Si se cuenta con los servicios de un secretario, qu dicha!

Pero como la mayora de nosotros no contamos con tal ayuda, nos conviene un

sistema de archivar que sea sencillo. Y si confiamos en la maravillosa ley mental de

la asociacin de ideas, veremos que es posible elaborar un plan que satisfaga

nuestras necesidades sin maniatarnos a procedimientos complicados.

2. La flexibilidad. El sistema adoptado debe prestarse tanto para agregarle

materiales nuevos como para quitarle aquellos materiales cuya utilidad haya

caducado.

3. La economa. Debe ser posible iniciar y mantener el sistema con poco dinero. No

debe exigir el empleo de materiales que no estn disponibles en el mercado local o

que no puedan ser elaborados en casa.

En la actualidad hay muchos recursos electrnicos disponibles para el predicador,

en este aspecto tu tienes que ser creativo y adoptar y adaptar estos recursos a tus

necesidades particulares. Debes tener cuidado de no hacerte dependiente de los

recursos de otros, debes ser original y hacer tus propios sermones e ilustraciones.


19/34

La forma de expresin para los

materiales de elaboracin

1- La importancia de la forma o el estilo

Cuando el predicador ha determinado cules son los materiales de elaboracin que

su sermn necesita, y cuando los ha localizado, le resta la tarea de darles forma. Laimportancia de este paso no debe ser tenida en poco. La forma de expresin

constituye el medio de comunicacin entre el predicador y sus oyentes. Estos

podrn apreciar los pensamientos de aqul slo cuando la forma de expresin

empleada sea adecuada. Poco importa cun buenas sean las ideas del predicador

si ste no sabe comunicarlas a su congregacin en una forma inteligible, interesante

y persuasiva. As es que el ministro sabio no menospreciar el estudio serio de las

cualidades de estilo literario que deben caracterizar a un buen sermn.

El predicador debe tener presente que el sermn es un discurso para ser

escuchado y no un ensayo para ser ledo. De cualquier manera es un deber del

predicador escribir. No hay nada que discipline y desarrolle los poderes de

expresin verbal como la prctica de escribir bien.

2- Las cualidades del buen estilo

Las siguientes son cualidades que el predicador debe cultivar, recuerda que la

prctica de escribir ayuda a mejorar las cualidades de expresin verbal.

1. La pureza

Esta cualidad tiene que ver con la correccin gramatical y la pureza de lenguaje.

Para esto ayuda mucho la lectura de buenos autores hispanos.

2. La claridad

(Este subtema es de estudio opcional)


20/34

Para lograr esta cualidad se requieren cuatro cosas:

- La claridad de pensamiento en la mente del predicador

- El predicador debe definir sus ideas con precisin

-

El encadenamiento lgico de los diversos pensamientos del sermn

- La repeticin variada de las ideas principales del sermn

3. La energa

Esta es la cualidad que le da fuerza al estilo. La energa es poder espiritual, vigor de

pensamiento, poder que penetra el alma. La energa no se refiere a gritos, golpes o

drama.

4. Ser interesante

La cuestin del inters tiene mucho que ver, por supuesto, con el contenido del

sermn. La gente tiene inters en aquello que atae a sus necesidades bsicas (la

necesidad de amor, la necesidad de poder, y la necesidad de seguridad); en

asuntos y relaciones personales; en cuadros de accin y en dramas de conflicto.

Todo esto se refiere al contenido del sermn y a la forma en que ste es

presentado.

Si el predicador logra que su presentacin de la verdad sea caracterizada por la

pureza. La claridad, la energa y la calidad de ser interesante, habr logrado un

estilo verdaderamente atractivo.

Cuando el predicador se olvida de la elegancia de expresin como tal,

concentrando toda su atencin en un esfuerzo por expresar sus ideas en un

lenguaje puro, con claridad, con energa y de una manera interesante, encuentra

que ha logrado un estilo realmente bello.


21/34

4.3 La comunicacin del sermn

Introduccin

El propsito total de la predicacin es el de persuadir. As es que todo lo que se ha

dicho hasta este punto tiene que ver con la persuasin. La idoneidad del

predicador, la determinacin del propsito especfico del sermn, el encuentro del

mensaje bblico apropiado, la formulacin de un buen arreglo, y el descubrimiento y

la seleccin de los materiales de elaboracin ms adecuados, todo esto tiene una

sola finalidad: la de influir sobre la voluntad de los oyentes para que stos actende acuerdo con la voluntad de Dios.

Para cumplir fielmente con su responsabilidad, el ministro tiene que comunicar todo

esto a las personas que componen su congregacin.

En este tema vamos a considerar los principales factores que influyen en la

comunicacin persuasiva del sermn eficaz. Estos factores son dos: el cultivo de

buenos hbitos como orador por parte del predicador, y la preparacin de unambiente adecuado para la persuasin.


22/34

El predicador debe cultivar buenos

hbitos como orador

El predicador no debe olvidar que es un orador. Por oratoria entendemos:

Disciplina del gnero literario que se aplica en todos los procesos comunicativos

hablados, tales como conferencias, charlas, sermones, exposiciones, narraciones,

etc.

Como orador debe cultivar ciertas disciplinas bsicas. Estudiaremos tres de ellas.

1. Prepararse bien para cada ocasin

Esta preparacin abarca tres aspectos importantes:

- El aspecto fsico

En este punto tomamos en cuenta dos cosas: la salud y presentacin del

predicador.

Ms que cualquiera otra persona, el predicador del evangelio debe tener una

mente sana en un cuerpo sano. Para ello, no debe descuidar el ejercicio corporal.

No es necesario que el predicador se distinga como atleta, ni que sea figura

prominente en juegos deportivos. Pero s es conveniente que haga sistemticamente

determinados ejercicios que tonifiquen su sistema y le permitan la conservacin de

su salud, que tan necesaria le es para su ocupacin principal. Hay riesgo de que el

predicador olvide este aspecto de su vida, por descuido o por ocuparse

exclusivamente en trabajos mentales... El predicador no debe avergonzarse de

manejar una hacha, un azadn o cualquier instrumento de trabajo. El mejor

predicador que el mundo ha conocido los manej hbilmente y esto sin duda fue

parte de su preparacin para el desempeo de su misin divina. A. Trevio.

Adems de su salud, el predicador debe cuidar de su presentacin personal.Como

lo dijo tambin Alejandro Trevio, eminente predicador y catedrtico:

Producto de la preparacin fsica, es la buena apariencia...; pero tambin es el

producto de la educacin de las buenas maneras. El predicador se pone, cuando da

su mensaje, al frente de un auditorio ms o menos numeroso que tiene los ojos fijos

en l, y su aspecto llamar la atencin antes que su sermn. Si aqul es agradable

dispondr al auditorio para escuchar con provecho su predicacin. Si no lo es, hay

riesgo de que fracase en sta


23/34

- El aspecto emocional

ste tiene que ver con la actitud del predicador.

El predicador debe ser sincero. Su mensaje ha de ser una realidad viva para l

mismo. Necesita sentir lo que dice. Pero tal sentimiento no puede ser el producto

de un esfuerzo consciente. Tiene que brotar espontneamente de las profundidades

de su corazn. Tiene que ser la manifestacin de ciertas actitudes permanentes que

deben caracterizar todo su ministerio.

Una actitud correcta hacia su congregacin. Esta debe ser de respeto, de

comprensin y de genuino amor. Una actitud correcta hacia su mensaje. El predicador debe ser consciente

de que su mensaje viene de Dios y que va a satisfacer las necesidades de

la congregacin.

Una actitud correcta hacia s mismo. El predicador debe olvidarse de s

mismo y entregarse de lleno a su mensaje.

- El aspecto homiltico

Este se refiere a la preparacin integral de su sermn. En las unidades anteriores

hemos visto en detalle las fases de esta preparacin. Ningn hombre est

realmente listo para subir al plpito si no ha hecho esta preparacin cabalmente.

2. Predicar sin depender de notas extensas

Concedemos a cada hombre el derecho de trabajar como mejor pueda hacerlo.Adems, reconocemos que hay algn mrito en el uso de otros mtodos. Sin

embargo, creemos que el predicador de Dios no debe predicar dependiendo de un

escrito (sea ste escrito sobre las tablas de la memoria o sobre algn pliego de

papel) ni an de notas extensas. Bien puede llevar al plpito el bosquejo

fundamental de su sermn, y consultarlo slo de vez en cuando. Predicar mucho

mejor si se acostumbra a mirar los rostros de su congregacin y hablarles de

corazn.


24/34

Algunas ventajas de predicar sin depender de escritos extensos:

1. Obliga al predicador a prepararse a conciencia

2. Deja lugar a la direccin del Espritu Santo

3. Contribuye poderosamente al desarrollo de las facultades del predicador

4. Hace posible el intercambio de ideas y sentimientos con la congregacin

5. Es el mtodo que ms agrada a los oyentes

Si se piensa que es un ideal demasiado difcil de alcanzar decimos: difcil s,

demasiado no! S podemos predicar sin depender de un escrito o an de notas

extensas!

3. Hacer buen uso de su voz

La voz constituye nuestro principal vehculo para la comunicacin persuasiva de

ideas y sentimientos. Tal comunicacin es afectada, ciertamente, por otras

consideraciones. Influyen en ella tanto los movimientos del cuerpo como los gestos

del rostro. Pero la voz sigue siendo nuestro principal vehculo de expresin. Por

medio de ella nos comunicamos con nuestras congregaciones tanto segn el modo

intelectual como segn el modo emocional. Es muy importante, pues, que demos

seria consideracin al buen cultivo de nuestra voz.

Para cultivar una buena voz, necesitamos saber, en primer lugar, cules son las

cualidades esenciales que sta debe tener. Son cuatro: fuerza, pureza de tono,

claridad y naturalidad.

Fuerza. Esta cualidad se expresa en dos formas: volumen y sostenimiento. El

volumen debe ser suficiente para que el discurso sea escuchado por todos.

El sostenimiento es el intervalo de palabras entre una respiracin y otra.

Pureza de tono. Un tono es puro cuando carece de ciertos defectos, como

ronquera, aspereza y gangueo.

Claridad. Esta se relaciona con la pronunciacin de las diferentes palabras ycon la velocidad con que acostumbra el orador hablar. Una voz es clara


25/34

cuando cada palabra es pronunciada distintamente y cuando no se habla

con demasiada rapidez para impedir que los oyentes capten fcilmente lo

que se ha dicho.

Naturalidad. Una buena voz es natural cuando comunica fielmente todos los

diversos matices sutiles de sentimiento que embargan la mente y el corazn

del que habla.

Para cultivar una buena voz, es necesario en segundo lugar, conocer el proceso

mediante el cual se produce la voz. Te recomendamos leer esa seccin en tu libro

de texto.


26/34

La preparacin de un ambiente

adecuado para la persuasin

La comunicacin persuasiva del sermn es afectada no slo por los hbitos

oratorios que el predicador se haya formado, sino por el ambiente que le rodea al

predicar. La preparacin del ambiente se da en dos planos: espiritual y fsico.

1. El ambiente espiritual

El ambiente espiritual tiene que ver con el programa de adoracin de la iglesia.

La adoracin cristiana es esencialmente la comunin del alma redimida con Dios en

Cristo. Es la respuesta sentida e inteligente que esta alma da a la revelacin que el

Padre hace en el Hijo por medio del Espritu Santo. En la adoracin pblica los

medios empleados para dar expresin, tanto a la revelacin divina, como a la

respuesta humana, son cinco: el canto, la oracin, la lectura de las Escrituras, la

ofrenda y el sermn.

Es importante que nos esforcemos para que cada uno de estos actos de adoracin

sean desarrollados con la mayor reverencia, alegra, orden, planeacin, entusiasmo,

y participacin posible.

Hay que hacer de ese tiempo, un tiempo de celebracin espiritual, que exalte a Dios

y prepare el ambiente para la comunicacin persuasiva del sermn. Puedes

profundizar ms en tu libro de texto.

2. El ambiente fsico

Es posible preparar un medio ambiente propicio para la persuasin por medio de

una sabia atencin a ciertos detalles fsicos. No queremos decir, por supuesto, que

el poder persuasivo de un sermn est determinado totalmente por la situacin

fsica en la cual es presentado.

Pero en cuanto le sea posible, el predicador procurar que el ambiente fsico

contribuya lo mejor posible a producir un reverente espritu de adoracin entre sus


27/34

oyentes. Poniendo atencin a los siguientes puntos puede lograr, cuando menos en

parte, este fin.

1. Tenga cuidado de que haya una escrupulosa limpieza y un positivo orden en

los enseres del saln.

2. Procure que los asistentes se sienten de tal manera que formen el grupo

ms compacto posible.

3. Haga lo posible por evitar las temperaturas extremas dentro del saln.

4. Debe dar atencin a la buena ventilacin del saln

5. Procure una iluminacin adecuada.

6. Hasta donde sea posible, elimine los defectos acsticos del saln.


28/34

4.4 La variedad en la predicacin

IntroduccinNuestra discusin en las unidades anteriores ha tenido que ver con el sermn como

una unidad aislada. Pero en realidad ningn sermn puede ser aislado de los que le

preceden o de los que le siguen. Su eficacia depende en parte, cuando menos, de

la relacin que sostiene para con el ministerio total al cual pertenece. Por tal motivo

tenemos que insistir en que una de las demandas del sermn eficaz es que haya

una saludable variedad en los mensajes que se presenten de semana en semana.


29/34

La necesidad de la variedadLa variedad es necesaria para:

1. Sostener el inters de la congregacin

No hay nada que aburra tanto como la monotona. Faltando la variedad en nuestros

sermones, no es de extraar que falte gente en nuestros templos.

2. Para conservar la salud espiritual de la congregacin

Pero no es simplemente una cuestin de inters, importante como es ste. Una

predicacin variada es indispensable para la conservacin de la salud espiritual dela congregacin. Hay enfermedades fsicas que son producidas por una deficiencia

en el rgimen alimenticio. Lo mismo sucede en la vida del alma. La predicacin

cristiana debe tener en cuenta toda la necesidad espiritual del hombre.

3. Para el crecimiento intelectual y espiritual del predicador y

de la congregacin

Todos tenemos una marcada tendencia a caer en la rutina. Esto no es del todo

malo, por supuesto. Gracias a esta tendencia nos es relativamente fcil la formacin

de nuestros hbitos. Pero en esta misma facilidad se esconde un peligro, el de

ceder a la tentacin de hacer siempre las mismas cosas y de hacerlas siempre de la

misma manera. Cuando el predicador cede a esta tentacin se atrofia. Pero cuando

se opone a su inclinacin natural y se dedica resueltamente a desempear

cumplidamente su servicioentonces su propia vida espiritual es fortalecida y su

ministerio fructifica en la evangelizacin de los perdidos y en la edificacin de los

creyentes.


30/34

Las fuentes de variedadLa monotona en la predicacin constituye una falta tan seria precisamente porque

hay tantas maneras legtimas para variar nuestros mensajes, tanto en lo que

respecta a su contenido como en lo que toca a su forma. No necesita uno hacer

ms que recordar lo que hemos estudiado en las unidades anteriores para

convencerse de esta verdad. Podemos decir que hay cuando menos siete fuentes

de variedad que el predicador puede aprovechar en la preparacin de sus

sermones.

1. Un nfasis equilibrado sobre todos los propsitos

generales de la predicacin

El propsito total de la predicacin es el de impartir vida espiritual. Pero como la

humanidad se encuentra dividida en dos grandes campos, siendo parte de ella

salva y parte no, este propsito total se divide necesariamente en un mnimo de dos

propsitos generales, a saber: el evangelstico y el de edificacin. Los inconversos

necesitan ser trados a Cristo como Salvador, y los creyentes necesitan ser

edificados en Cristo como Seor. El ministro sabio tendr cuidado en mantener un

equilibrio constante entre estos dos propsitos generales. A la vez recordar que

las necesidades espirituales de los creyentes son tan diversas que su edificacin

pide un nfasis constante sobre la instruccin doctrinal, sobre la intensificacin de

su amor a Dios, sobre la exhortacin al servicio cristiano, sobre la orientacin tica

y sobre la confirmacin de su fe en tiempos de prueba y de crisis.

2. El empleo equitativo de toda clase de textos bblicos

Con esto queremos decir dos cosas. En primer lugar, que el ministro debe

esforzarse en tomar sus textos de todas las porciones de la Biblia.

En Segundo lugar, el predicador debe utilizar textos de diversa extensin.

Recordando que el texto del sermn siempre debe ser una unidad de pensamiento

completa.


31/34

3. Los diferentes tipos de sermones

Sea cual fuere la predileccin del predicador por un tipo de desarrollo del sermn,

no debe olvidar que existen otros de tipos de desarrollo que puede aprovechar para

darle sustancia y variedad a su predicacin. En su repertorio debe haber un surtidode sermones de texto, de asunto, homilas, y lecturas bblicas.

4. Los diferentes principios de divisin

A veces el principio de divisin que rige en la organizacin homiltica ser el de las

causas. A veces ser el de los efectos. Con alguna frecuencia el tema ser

discutido desde el punto de vista de las razonesque apoyan una tesis

determinada. En otras ocasiones el predicador querr aclarar el significadode su

tema. No pocas veces creer prudente discutir los mediosque son ms propios

para efectuar un fin deseado. De cuando en cuando discutir su tema desde el

punto de vista de las preguntas lgicasque se pueden hacer acerca de l. En

algunos casos el principio que regir en la divisin de su tema ser el de la

yuxtaposicinde dos conceptos complementarios o contrastados.

5. La sabia seleccin de toda clase de materiales de

elaboracin

Esta fuente de variedad nos presenta una amplia gama de materiales de apelacin:

los que apelan al entendimiento, los que convencen la razn, los que despiertan el

sentido de necesidad, los que redarguyen la conciencia moral, y los que

conmueven los sentimientos.

Adems de estos estn los materiales de ilustracin, que son auxiliares de los

materiales de apelacin para cumplir estas cinco funciones en el oyente a fin de

persuadir su voluntad. Podemos emplear figuras de lenguaje, especialmente el smil

y la metfora. A veces podemos presentar una analoga. De vez en cuando

podemos narrar una parbola, una fbula o una alegora. Frecuentemente vendr

muy al caso una alusin histrica o un incidente biogrfico. La experiencia personal,

cuando se presenta con modestia, constituye un buen tipo de ilustracin. Y no

debemos olvidar la ancdota.


32/34

6. La manera de introducir nuestros sermones

A veces la introduccin puede estar basada en el texto del sermn; otras veces en

el contexto. Frecuentemente el mismo tema sugiere material introductorioapropiado. No pocas veces la ocasin en que el sermn va a ser predicado provee

al predicador de pensamientos adecuados para su introduccin. No es imposible

introducir el mensaje con una declaracin franca del propsito que se propone

lograr. De vez en cuando se puede empezar con la presentacin de algn problema

que el predicador espera resolver en el curso de su sermn. Los eventos

contemporneos pueden sugerir buenas ideas introductorias, y algunas veces el

mensaje puede ser introducido con una descripcin dramtica de alguna escena

que tenga estrecha relacin con el tema del sermn. La introduccin puede basarse

tambin en una cita llamativa, especialmente si las palabras citadas son de algn

personaje altamente apreciado por la congregacin. Por ltimo, no debemos pasar

por alto la posibilidad de introducir el mensaje por medio de una buena ilustracin.

7. La manera de concluir nuestros sermones

Debemos hacer constar que hay cuando menos siete diferentes maneras de

concluir un sermn. Puede hacerse con una recapitulacin de las verdades

principales que el mensaje presenta. Es posible concluir tambin con una

demostracin de cmo poner en prctica el deber que el sermn inculca. A veces el

mensaje puede ser concluido con la presentacin de un contraste marcado entre

dos posibles cursos de accin. De cuando en cuando el predicador puede dar fin a

su sermn con la recitacin de una poesa apropiada. Frecuentemente una

ilustracin acertada le puede servir para cerrar con broche de oro. En otras veces

la mejor manera de terminar es con una ferviente oracin. Pero no debemos olvidar

que en no pocas ocasiones el sermn debe concluir con una amorosa invitacin

que pida una manifestacin pblica de la decisin hecha en el corazn.


33/34

El gran secreto de la variedadLa variedad inteligente no es hija de la causalidad. La nica manera para asegurar

que nuestra predicacin sea caracterizada de semana en semana por una variedad

saludable es por medio de la proyeccin de un plan definido para nuestro trabajo en

el plpito. Este es el gran secreto de la variedad en la predicacin.

Hay varias razones de peso que apoyan la idea de que el ministro debe formular un

plan para su predicacin. En primer lugar, sirve a un Dios que trabaja de acuerdo

con un plan, y es lgico pensar que el siervo debe ser como su Seor

En segundo lugar, el hecho de que el predicador est dedicado a la tarea ms

importante del mundo exige que la desempee de la manera ms inteligenteposible. Ninguna empresa humana de categora funciona al azar. Ningn general

entra a la batalla sin haber ideado ya su plan de ataque.

Y el predicador, hombre en cuyas manos descansan responsabilidades eternas, se

atrever a actuar como administrador de los misterios de Dios sin la proyeccin

de plan alguno?

Sugerencias para hacer un plan

1. Mucha oracin

2. Empiece poco a poco. Proyecte un plan de un mes

3. Proyecte con anticipacin

4. Revise los sermones predicados anteriormente (3-4 meses)

5. Equilibre los seis propsitos generales de la predicacin6. Tome en cuenta las ocasiones y fechas especiales

7. Tome en cuenta el calendario de actividades de la iglesia

8. Solicite la cooperacin de su congregacin. La iglesia puede sugerir

temas o libros de la Biblia para predicar

9. Planee la presentacin de cursos y series de sermones:

Por un cursoentendemos un nmero de sermones que se predican demanera consecutiva de semana en semana basados en una misma porcin


34/34

de las Escrituras, puede ser un captulo, un libro, o un grupo de libros. Por

ejemplo: Un curso de sermones sobre el evangelio de Juan.

En el curso el nfasis est en el sermn por separado, lo nico que une es eltexto (evangelio de Juan).

Por una serieentendemos un nmero de sermones que se predican de

manera consecutiva de semana en semana basados en un mismo tema. En

este caso, se escoge un tema general y todos los sermones deben estar

ligados a ese tema, y mantener una continuidad hacia un clmax.

Ejemplo de temas:Las parbolas de Jess, los milagros de Jess, la

oracin, la fe, el avivamiento, la salvacin, etc. Entonces el predicador

subordina la serie al tema general.

En la serie el nfasis est en el todo, cada sermn es una parte del tema

general.

unidad 4 teologia

Documents