Una mirada atrás, 52La instalación de un depósito de residuos tóxicos y peligrosos, se veía como algo inminente e irremediable a principios de la década de 1990. El lugar elegido era una antigua mina subterránea de sal ubicada en el pequeño poblado de Lacra, perteneciente a la vecina localidad de Quesada donde, a la sazón, ocupaba la alcaldía el socialista Francisco Zamora Ceballos, impulsor y cabeza visible de tal propósito.

Ni que decir tiene que la oposición que originó tal proyecto fue totalmente contundente, no ya en el propio municipio colindante quesadeño donde surgió una plataforma muy activa en contra de tal idea, también en gran parte de nuestra comarca en la que la población entendía que se perjudicaba enormemente el futuro desarrollo económico y medioambiental de una zona situada en las mismas puertas del Parque Natural de Cazorla Segura y Las Villas. Especial relevancia adquirió el posicionamiento del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pozo Alcón, gobernado por el grupo Independiente de Manuel Moreno, adversario político del de Quesada.

En el recorte periodístico que publicamos hoy, perteneciente al 18 de mayo de 1993, puede analizarse el desarrollo de un pleno convocado con urgencia en Pozo Alcón para aprobar la prohibición de la instalación de productos tóxicos y peligrosos en todo el término municipal. Asimismo se solicitaba en el pleno que los demás municipios de la comarca se unieran a esta convocatoria reivindicativa del “no” a este tipo de residuos. De esta forma, Pozo Alcón se erigía en adalid de tal oposición.

El pleno estuvo bastante “movido” y no faltaron agrios enfrentamientos verbales, destacando los mantenidos por el alcalde Manuel Moreno y el concejal socialista Simón Torres Vela, el cual abandonó la sala al negarle la palabra el alcalde Manuel Moreno, no sin antes acusarse recíprocamente de “caciques”.

Manuel Almagro