una grata visita

Sep - Oct 2010 No. 187 Año 32

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San Juan Bosco, acudimos a ti con el corazón preocupado y lleno de inquietudes.

Tú sabes qué difícil es hoy educar moralmente a los jóvenes y qué tremenda es nuestra responsabilidad de padres. Ven, pues, y ayúdanos a salvar a nuestros hijos.

Aparta de ellos los peligros que los acechan y acompáñalos en el camino de Jesús, hasta que alcencen la madurez humana y cristiana. Amén.

Oración de los padres de familia a Don Bosco

San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que durante tu vida supiste educar a los muchachoscon la fortaleza de un padre y la ternura de una madre.

Intercede por nosotros ante Jesús, para que seamos buenos ejemplos para nuestros hijos e hijas.

Tómalos bajo tu protección, enseñales a cumplir sus deberes, hazlos dóciles a nuestros consejos, para que sean nuestro consuelo y esperanza.


“Es un día muy especial y una bendición para los muchachos del coro” - nos afirma Numa Bracamonte, director coral, quien ha pasado cuatro meses preparando este grandioso estreno entre ensayos y ensamble con los de-más miembros del elenco. “Esta obra narra una problemática universal de la juventud” concluye Bracamonte.

El festival se presenta en una ciudad que recientemente ha visto nacer una nueva obra salesiana en centroamérica adjunta a la Ciudad de los Niños como respuesta a esta misma realidad juvenil. Don Bosco sigue llevando jóvenes a sus oratorios 150 años después.

Otras dos presentaciones se realizaron el 28 de julio en el multigimnasio de la Ciudadela Don Bosco, Soyapango y el 30 de julio en el Teatro Presidente de San Salvador.

La obra original fue escrita en italiano por Renato Biagioli, Piero Castellacci, música por Alessandro Aliscioni y Achille Oliva.

Mercedes López le da vida a María Auxiliadora.

Regina Cañas demostró su profesionalismo interpretando a Mamá Margarita mientras el joven cantante Samuel Bautista presta su voz a Don Bosco.

Música y danza renovaron la salesianidad entre los asistentes.

David Guardado y Omar Renderos en una escena del musical.

Don Bosco visitó nuestros seis países centroamerica-nos. Sí, era una reliquia insigne de nuestro Santo que venía dentro de una imagen con el rostro exacto a

como era nuestro Padre cuando vivía. Pero esos tecnicismos no nos importaron gran cosa. Todos percibimos su espíritu presente entre nosotros.

Eso explica la explosión de alegría que su paso iba des-pertando en cada lugar visitado. Las multitudes no se acercaban a la urna por curiosidad. Eso era evidente. Había emoción, lágrimas, júbilo, fiesta. Una fiesta que estallaba en cantos, bailes, bandas musicales, pólvora. Y mucha oración concentrada.

La aparición de la urna en cada lugar encendía una corriente magnética que polarizaba miradas y corazones hacia ese gran tesoro común venido desde Turín y que quizá por única vez en la vida lo tendríamos al alcance de la mano. Nunca había visto yo tantas cámaras fotográficas tendidas hacia delante en un esfuerzo casi imposible por capturar al Padre común.

Don Bosco atrajo multitudes hacia sí. Pero quienes se sintieron a sus anchas, como dueños de casa, fueron los jóvenes. Se adivinaba inmediatamente la fascinación de los jóvenes por Don Bosco. Que no quedaba en una exaltación fácil. Se leía en los ojos de los jóvenes el enlace profundo, la conexión vital, la llamada vocacional.

Desde niños hasta ancianos experimentaban que el Padre común estaba allí. Un Padre que los amaba y que transmitía la alegría de la espiritualidad salesiana. En cada país cen-troamericano las autoridades civiles y religiosas honraron con su presencia al ilustre visitante.

¿A qué vino Don Bosco? Nos ayudó a descubrir que vale la pena trabajar por los jóvenes. Que éstos tienen un cau-dal riquísmo de energía y potencialidades, y solo están esperando la mano amiga que les ayude a donarse para transformar el mundo.

Don Bosco estuvo entre nosotros

El Boletín Salesiano se distribuye gratuita-mente a la Familia Salesiana y a los Amigos de Don Bosco.El costo de la edición y distribución del Boletín Salesiano se cubre con las contribuciones volun-tarias de sus lectores.

Director: Heriberto HerreraDirección: Centro Salesiano Rinaldi, Av. Manuel Gallardo Norte, Santa Tecla, El Salvador. Tel/Fax: (503) 2228-6375Correo electrónico: [email protected] [email protected] de administración: Luis Corral, Heriberto Herrera, Manuel Solano.Consejo editorial: Evelyn Carbajal, Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Miguel Pacheco, Mauricio Ponce.Impresión: Imprenta Ricaldone. Final Av. Hno. Julio Gaitán. Santa Tecla. El SalvadorDistribución: Librería Salesiana 23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335, San Salvador, El Salvador, C.A. Tel. 2235-3826; 2225-6221Colaboradores en esta edición: Dr. Leonardo Garnier, Fresia, Mons. Hugo Barrantes Ureña, Noemí Cerón.Edición en web:Zaida [email protected]

Agradecemos las cientos de fotos que fueron enviadas por diferentes formas para compartir este grato aconte-cimiento.

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En la medida de lo posible hemos publi-cado las fotografías de los lectores en el Gran Album en nuestro sitio web.

Vea los videos y baje las canciones de la visita en nuestro sitio web.

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El paso triunfal de Don Bosco nos ayudó a descubrir que el Sistema Preventivo funciona hoy más que nunca. Que los sistemas represivos empeoran el malestar juvenil. Será con la bondad y el cariño que los jóvenes abrirán sus corazones a la belleza de la vida en Cristo. Que la confianza en ellos los estimulará a cre-cer en humanidad. Toda una propuesta válida para estos tiempos críticos que tanto nos asustan.

Don Bosco nos hizo ver de nuevo que el Sistema Pre-ventivo no es una propuesta pedagógica facilona. Lo de-muestran esas multitudes de jóvenes que acompañaron a Don Bosco en la gran fiesta centroamericana, generosos hasta sus límites y capacidades.

Nosotros, los que tenemos la suerte de pertenecer a la Familia Salesiana nos he-mos sentido tonificados al contacto con nues-tro Santo. Nos dimos cuenta de que somos muchos. Revivimos nuestra identidad co-mún.

Y comprendimos que tenemos una misión grande entre manos: continuar hoy la ta-rea que con tanto éxito realizó Don Bosco en su tiem-po.

Heriberto Herrera

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Visita de la Urna de Don Bosco a Centroamérica

Se reza a Dios por intercesión de los santos porque a ellos, que tanto han amado a Jesús durante su vida, el Padre, por su Hijo (en el Espíritu) no les negará el favor que necesitan los fieles.

Los santos que están tan cerca de Dios, pueden más fácilmente exponer los deseos ardientes y los problemas que afligen a los fieles en la tierra.


Al principio se escribían los testimonios del martirio de los fieles llamadas Actas o

Pasiones de los mártires. Después del tercer siglo, se escribieron tam-bién la vida de los santos monjes, de los santos obispos y de otros santos fieles que eran propuestos como modelos de santidad La Iglesia co-menzó a pronunciarse oficialmente y a señalar personalmente ejemplos de vida cristiana, que se vinieron a llamar santos. Muchas veces eran los mismos fieles los que, impre-sionados por el testimonio de estos grandes cristianos, insistían para que fuesen reconocidos pronto como santos por la Iglesia.

Los santos eran imitados por todos. Existía la convicción, y existe aún, de que después de la muerte habían entrado en la casa de la Trinidad, que habían sido admitidos ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Precisamente porque estaban con-vencidos de que los santos están muy cerca del Padre, se les con-sideró poderosos intercesores. Se reza a Dios por intercesión de los santos porque a ellos, que tanto han amado a Jesús durante su vida, el Padre, por su Hijo (en el Espíritu)

no les negará el favor que necesitan los fieles. Ellos, que están tan cerca, podrán más fácilmente exponer los deseos ardientes y los problemas que afligen a los fieles en la tierra. De esta manera se refuerza la unión entre la Iglesia peregrina en la tierra y la Iglesia celestial que ya contem-pla el rostro de Dios.

Los santos, pues, no son simples difuntos . La oración por los difun-tos tenía otro sentido. En muchas inscripciones de las catacumbas se encuentra escrito: «Es santo y salu-dable el pensamiento de rezar por los difuntos para que sean absueltos de sus pecados», precisamente por-que rezando por ellos se quería, en cierta manera, acelerar su encuentro con el Padre.

Por el contrario la oración dirigida a los santos es una oración de in-tercesión, diversa de la oración de adoración que se puede y se debe dirigir sólo a la Santísima Trinidad.

Por este motivo los santos comen-zaron a ser venerados como los mártires. Y se veneraron sus restos mortales y sus reliquias con la misma devoción.

Significado de la reliquia de Don Bosco La madre Iglesia, en su sabiduría, desde el principio ha pen-sado que para ayudar a los fieles a caminar por la vía del amor no hacía falta escribir tratados de teología, tal vez complejos y poco accesibles a los sencillos. Ha entendido, sin embargo que la ciencia del amor no se aprende en libros, sino siguiendo el ejemplo de aquellos fieles que mejor han sabido tener los mismos sentimientos de Jesús. Éstos son los testigos de la fe.

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Hace 150 años, San Juan Bosco daba inicio a la “Pía Sociedad de San Francisco de Sales”, co-nocidos mundialmente como “Salesianos de Don Bosco”. El recuerdo de este acontecimiento y la pronta celebración de los 200 años del nacimiento del Santo (16 de agosto de 2015), nos impulsa a llevar al Padre y Maestro de la Juventud al corazón de la Iglesia y contemplarlo como instrumento del amor de Dios, confiándonos a su intercesión.

Es por eso que el mismo Don Bosco, en una vene-rable reliquia, ha comen-

zado una peregrinación por todas las ciudades del mundo donde se encuentra la Familia Salesiana.

En el interior de la urna ha sido colocada una reliquia insigne de Don Bosco, dentro de un revestimiento de cera similar al que se encuentra en la urna conservada en la Basílica de María Auxiliadora de Turín. El rostro ha sido reproducido con el calco que se realizó al día siguiente de la muerte de Don Bosco.

Peregrinación de la urna de Don Bosco

P. Vidal Hernández y P. Miguel Giorgio conduciendo la urna de Don Bosco.

Desembarco de la urna del “Aero Don Bosco” como fue bautizado cariñosamente el avión.

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También se usaron carrozas.

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Desembarcar la urna era tarea difícil.

La urna llegó a Centroamérica después de una gira por Suraméricay el Caribe.

Carrozas engalanadas.

La peregrinación de la urna es una oca-sión para tomar de nuevo en las manos la vida de don Bosco como desea el Rec-tor Mayor. El testimonio de su vida nos ayudará a imitar su fe, su amor al Señor y el celo por los hermanos, sobre todo los jóvenes más pobres.

La Familia Salesiana de todo el mundo acudirá a rezar ante la urna, formando una comunidad de fe llamada por Cristo a la santidad, y que desea santificarse siguiendo el ejemplo de Don Bosco.

Cortejo panameño.

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El zigzag de la urna por América

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Llegó por fin el día tan esperado por todos los amigos de Don Bosco en Centro América. El

Santo finalmente puso pie en estas tierras. En Panamá, para ser más precisos.

Con cierta premura nos fuimos con-gregando en el aeropuerto Allbrook, de la antigua zona americana del canal. El sol panameño comenzó a atormentarnos. No había una sombra que nos protegiera. Con insistencia y buena suerte un grupo de privilegiados pudimos guarecer-nos en la oficina principal. El resto de los mortales quedó fuera de la alambrada, mortificados por el intenso calor.

Con media hora de retraso apareció el pequeño avión portando nuestro precioso tesoro. Cámaras de todo tipo comenzaron a encenderse, desde los humildes teléfonos celu-lares hasta las monstruosas cámaras de los periodistas de TV, con su conexión satelital.

El paso de la urna del avión a la carroza tuvo un ceremonial mínimo. Urgía llevarla al Instituto Técnico. El

ingreso de Don Bosco a la ciudad de Panamá fue digno de un héroe. Una larga caravana de vehículos recorrió la deslumbrante avenida Balboa llamando la atención del río de vehículos que circulaban en dirección contraria.

La llegada de Don Bosco al Técnico fue electrizante. Allí se había con-gregado una multitud exultante. La entrada de la carroza despertó emociones hondas. La urna, elevada en su transporte, magnetizaba a la muchedumbre apretujada. Aplau-sos y vivas descargaban el hechizo común.

Los niños y niñas de primaria tu-vieron el privilegio de recibir a Don Bosco en la entrada de su colegio. Niñas con aires de princesas bellí-simas y niños con sus trajes típicos pusieron el toque cálido del folklore panameño.

En la bella iglesia esperaban a Don Bosco los alumnos de secundaria. La urna entró precedida del arzobispo José Domingo Ulloa, del inspector Luis Corral y de los dos directores salesianos, Oscar Rodríguez y Carlos Vilanova. Nuevamente, aplausos, cantos y gritos emocionados. La vibrante música panameña es la más indicada para hacer explotar las emociones.

De repente, la asamblea se sumergió en una oración colectiva, que llevó a los asistentes a ir más hondo. No se pretendía un show de emoción a flor de piel, sino un encuentro con el padre que impulsaba a sus hijos a la santidad. Coronó este momento la solemne entrega de

la llave por parte del P. Jacques Charles, representante del Superior de la Vistaduría de Haití, al P. Luis Corral, inspector de Centroamérica. Éste fue un momento muy sentido que nos unió al querido y probado pueblo de Haití.

Sábado 17 de julio 2010

PanamáDon Bosco en

Ingreso de la urna en Panamá.

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Luego los jóvenes tuvieron la oportunidad de desfilar uno por uno junto a la urna, para comunicarse personalmente con su santo, aunque fuera mediante una intensa mirada fugaz.

Posteriormente la urna iría al gimnasio del colegio para encontrarse con los bulliciosos jóvenes de los grupos juveniles. Allí pasaría la noche arropado en el cariño exuberante de la población panameña.

Don Bosco, fenómeno de masas en Panamá.

Los panameños llevan a Don Bosco en el corazón.

Desfile por la avenida Balboa.

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Hoy ha sido el encuentro masivo de los fieles de Don Bosco con su amado Santo.

Dos circunstancias han favorecido la afluencia de devotos. Una, que es domingo. Otra, que el encuentro es en la Basílica Don Bosco, donde nació la multitudinaria devoción al Santo de los jóvenes y donde se revitaliza cada 31 de enero. Podría indicarse una tercera razón: el clima templado, algo raro en Panamá.

A media mañana llegó la urna a la Basílica precedida por un estrépito de sirenas de los vehículos de es-colta. Ya la esperaba un abigarrado grupo en la avenida del frente cerrada al tráfico para la ocasión. Tantos uniformes de tantos colores: policías, bomberos, escolta militar, bandas musicales... Pero, antes de llegar a Basílica se encontró con los niños y adolescentes enfermos acompañados de familiares y perso-nal médico del Hospital del Niño.

Antes de entrar a la basílica, Don Bosco prefirió ir al patio interno donde lo esperaban los niños. Cu-riosa coincidencia: hoy se celebra en Panamá el día del niño. Los pequeños artistas se lucieron con sus ingenuas actuaciones artísticas. Casi se le podía oír a Don Bosco: Entre ustedes me encuentro bien.

A medio día se celebró la misa gran-de en la iglesia donde fue imposible que entraran todos. Una misa con la elegancia de una liturgia impecable, con ministros bien entrenados para todos los oficios que la celebración demandaba, con cantos vivaces al ritmo panameño.

Terminada la misa, Don Bosco que-dó a disposición del gentío, que pudo desfilar a su aire junto a la urna para tener un contacto cercano con el querido Santo, a quien han

amado como en ningún país del mundo.

4.00 pm: comienza la esperada procesión, ya legendaria en Panamá. Es una multitud tranquila que tiene como punto de honor escoltar a Don Bosco en su paseo triunfal por las calles cercanas. Cada año acompañan una imagen. Esta vez no. Se trata de la insigne reliquia de

Domingo18 de julio 2010

la que todo el mundo quiere estar informado. Y ese rostro, idéntico al Don Bosco viviente, calcado el día de su muerte.

La procesión es todo un aconteci-miento religioso y cultural en Pa-namá. Son miles los participantes. Sin contar con otros muchos que se asoman por las ventanas de los altos edificios. ¿Cómo logran resistir

Los internos del hospital de niños veneran a Don Bosco.

Alumnos del Técnico montan guardia.

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la fatiga de tan extenuante ejercicio señoras mayores de edad, algunas renqueantes, otras con el peso de la edad? Los niños en cambio caminan con paso divertido. Los hombres marchan erguidos y ufanos. Los jóvenes asumen el aire de ser los dueños del evento.

A medianoche se hizo, en el Insti-tuto Técnico, el cambio de urna. La urna simple, en que venía, cedió el lugar a otra más artística y pesada. Se quiere que en Centro América Don Bosco viaje con la elegancia propia del acontecimiento.

Arte infantil en la Basílica Don Bosco.

Basílica Don Bosco.

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Todas las miradas convergen en la urna.

Los internos del hospital de niños veneran a Don Bosco.

Alumnos del Técnico montan guardia.

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Interno de la Basílica Don Bosco.

Orgullo salesiano.

Gesto infantil más que elocuente.

Una escolta de honor.

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El primer acontecimiento de este día (si se le puede llamar día) tuvo un cierto aire de clan-

destinidad. Unos cuantos selectos fuimos invitados en voz baja a asistir al cambio de urna. Los jefes habían decidido que era mejor trasladar a Don Bosco en la urna elegante que hacía poco había llegado.

Unos minutos antes de medianoche nos congregamos en la Basílica. Los últimos devotos fueron invitados a retirarse. Los elegidos quedamos allí, mal disimulando un airecillo de complicidad. Sacamos rodada la urna simple que hasta entonces había estado en uso. Los técnicos de la urna procedieron a instalarla en el camioncito acondicionado al efecto. No fue una operación fácil. Todo se hace con cuidada lentitud, evitando cualquier mínimo riesgo.

Ya dentro y asegurada fuertemente, la acompañamos en una comitiva modesta hasta el Instituto Técnico. La ciudad, que de día es un torrente febril, a esas horas dormía. Llega-dos al Técnico, comenzó la parte peliaguda: bajar la urna, levantarla entre dos fuertes soportes, desator-nillarla, quitarle las llantas, sacar la imagen de Don Bosco y trasladarla a la nueva urna, ajuste de tornillos, puesta de llantas, subida al camión.

Cada paso era filmado. El equipo técnico sabía bien su oficio. Los invitados conteníamos la respiración en algún momento tenso. Todo el procedimiento se desarrolló en tres largas horas. Lo cual es mucho decir, pues todos habíamos transcurrido una jornada intensa y la fatiga de la hora era evidente.

Con las primeras luces del día, se abrió la Basílica para que los devotos pudieran desfilar a gusto junto a Don Bosco. A las nueve de la mañana se celebró la eucaristía a la que estaban invitados alumnos y maestros de los centros escolares de la ciudad. La presidió el inspector, P. Luis Corral.

A las once, otra solemne misa, presidida por el cardenal Oscar Ro-dríguez. Asistieron personalidades del gobierno y del cuerpo diplo-mático. Representó al gobierno el vicepresidente de la república, Juan Carlos Varela.

La tercera misa se celebró a las seis de la tarde con asistencia de la Fami-lia Salesiana. De nuevo fue presidida por el P. Luis Corral.

En las tres misas fue impresionan-te la asistencia de educadores, miembros del gobierno y familia salesiana.

Entre misa y misa, los fieles devotos desfilaban piadosamente junto a la urna. Los rostros y las miradas eran de sobra elocuentes. Una emocio-nada oración silenciosa de apenas un minuto escaso valía el largo viaje emprendido o la larga espera para estar junto al Santo panameño.

El martes 20 fue el último día de Don Bosco en Panamá. A las 9.00 am se celebró la misa con la asistencia de obispos, sacerdotes y consagrados. Al terminar, fue llevado al aero-puerto para comenzar la visita a Costa Rica.

Lunes 19 de julio 2010

Los preferidos de Don Bosco.

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Orgullo salesiano.

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Don Bosco comienza a recorrer la Costa Rica salesiana. La urna llegó a las 2.15 pm al

aeropuerto Tobías Bolaños. Las in-transigentes medidas de seguridad casi anulan el servicio de los medios informativos. Escolares con unifor-mes variopintos agitan frenéticos banderitas al aparecer la urna.

Vehículos de la policía de tránsito abren paso a la urna hasta su llegada a La Sabana, donde Don Bosco es recibido oficialmente en la ciudad de San José. El ministro de educación, Dr. Leonardo Garnier, subraya la importancia del método preventivo aplicado por Don Bosco, ya que en Costa Rica es el patrono de la educación técnica.

Desde allí la urna es trasladada a la Escuela Liceo María Auxiliadora. A lo largo del trayecto hacen valla escola-res con camisas de colores llamativos o ataviados con trajes típicos.

La entrada de Don Bosco a las instalaciones de las Hijas de María Auxiliadora provocó un auténtico delirio. El gimnasio resultó total-mente insuficiente para dar cabida a la multitud que quería estar junto al Santo. Las religiosas salesianas tuvieron el honor de ser las primeras en venerarlo. En círculo alrededor de la urna expresaron con emoción concentrada su adhesión a Don Bosco.

Luego la gente comenzó a desfilar junto a la urna. Todos querían tocar-la. Todos querían que sus pañuelos o cualquier otro objeto quedara bendecido al contacto de la urna.

La nota dominante del emocionado delirio la pusieron los jóvenes. Al entusiasmo desbordado se sumó un aguacero torrencial que no amilanó los ánimos enardecidos.

A las 6.15 pm la urna comenzó su traslado hacia el Colegio Salesiano, en Zapote. El denso tráfico dificultó la operación. Ya ahí, los ánimos juve-niles se caldearon por el entusiasmo. En la bella iglesia colegial se celebró la eucaristía presidida por el obispo Guillermo Loría, de la diócesis de San Isidro del General.

Para entonces la lluvia había amai-nado. Al concluir la misa se que-maron fuegos artificiales en señal de júbilo.

Cánticos, alabanzas, testimonios de personas que han acercado su vida a Dios a partir de la devoción al Santo, oraciones, representación de mensajes espirituales, lecturas bíblicas, reflexiones acerca de la espiritualidad salesiana y confe-siones formaron parte de la vigilia realizada ante la presencia de san Juan Bosco.

Padres de familia, alumnos, alumnas y fieles abarrotaron la capilla del colegio hasta altas horas de la noche para venerar al Santo de los jóvenes. Miembros de los distintos grupos de la Familia Salesiana decidieron quedarse toda la noche en oración al lado de las reliquias de su Padre y Fundador.

Costa RicaDon Bosco en

Martes 20 de julio 2010

Aclamando al santo de los jóvenes.

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Multitud tica rodea la urna.

Fiesta en todos los corazones.

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Los afortunados poseedores de la urna de Don Bosco (comu-nidad educativa del Colegio

Salesiano Zapote) pudieron darse el lujo de celebrar una misa tempra-nera con abundante participación de fieles, más dos encuentros de oración, uno para los niños y niñas de primaria y otro para secundaria y bachillerato. Después de lo cual la urna sería trasladada a la catedral metropolitana.

La misa en catedral estaba progra-mada para las 11.00 am. Una hora antes la espaciosa iglesia rebosaba de fieles. Alrededor de 40 sacerdo-tes presididos por el arzobispo Hugo Barrantes formaban un imponente semicírculo alrededor del altar. Des-tacada en un sitio de honor asistía la presidenta Laura Chinchilla. A pocos metros, sus padres, y varios ministros de estado, la acompaña-ban. El alcalde de la ciudad Johnny Araya se contaba entre las diversas personalidades presentes.

El coro de la Universidad de Costa Rica animó con maestría los cantos, tanto litúrgicos como salesianos. El órgano y las trompetas profun-dizaban la belleza de las voces cultivadas.

En su homilía monseñor Barran-tes expuso con lenguaje sencillo y profundo la necesidad de una educación en valores ante la crisis de que adolece la educación actual, más orientada a la eficiencia que al ser. De aquí que la pedagogía de Don Bosco basada en el Sistema Preventivo (razón, religión, cariño) tenga validez hoy más que nunca. Sus palabras fueron escuchadas a través del canal 33 que transmitió la ceremonia religiosa en vivo a todo el país.

Al finalizar la misa, se formó una larga fila de devotos que esperaban con anhelo pasar junto a la urna y poder venerar de cerca al Santo. La fila se extendía hasta el atrio de la catedral.

De la catedral la urna fue transpor-tada a CEDES Don Bosco, enorme complejo educativo en Concepción de Alajuelita, una de las barriadas más populares del sur de la capital. Cosa curiosa, cinco minutos antes de la llegada de la urna, disminuyó el fuerte aguacero en la localidad, y los dos mil doscientos alumnos

Miércoles 21 de julio 2010

Fe y devoción.

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Hijas de María Auxiliadora rodean al Santo.

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pudieron salir a recibir a don Bosco en los jardines del centro.

En su recién inaugurado gimnasio se dio espacio para que los alumnos, desde parvularia hasta bachillerato, pudieran orar y pasar individualmen-te junto a Don Bosco. Primero, los chiquitines de parvularia, acompa-

ñado cada uno por un alumno de la promoción, lo cual constituyó un detalle emotivo y simpático.

Luego vendría la misa para todo el público que esperaba impaciente en las afueras del recinto escolar. Al final el tan esperado concierto de Martín Valverde, famoso cantautor

costarricense y exalumno salesiano radicado en Guadalajara, México.

Y transcurrió la vigilia en medio de una noche cubierta de estrellas y buen clima, sin lluvia, a pesar de que ese día hubo, en otros barrios de la capital, grandes precipitaciones propias de la época.

Iglesia del Colegio Salesiano (Zapote)

Catedral de San José. Veneración masiva.

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Basílica de Nuestra Señora de los Angeles (interior).

Basílica de Nuestra Señora de los Angeles.

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El fenómeno ha sido cons-tante. Desde que Don Bosco ingresó a San José, primero,

y a Cartago, después, ha sido tal su magnetismo que la gente ha respondido de manera totalmente inesperada.

Ayer los diversos ambientes destina-dos a la veneración de las reliquias de Don Bosco se vieron desbordados por la enorme cantidad de fieles. Hoy no solo se repitió el fenómeno sino que aumentó.

La urna fue despedida de CEDES por la mañana y ya la gente se apretujaba para decirle adiós. En la sede provincial de las Hijas de María Auxiliadora, en Curridabat, la urna hizo una breve parada que facilitó el homenaje de sus hijas al Santo Fundador de su congregación.

En Cartago la urna era esperada en la Parroquia María Auxiliadora, lugar histórico para los salesianos, ya que precisamente allí comenzó hace más de un siglo la obra salesiana en Costa Rica. De esa primera obra solo se conserva la actual iglesia, que está en proceso de remodelación como reliquia histórica de la ciudad. El párroco dio la bienvenida al Santo y dirigió una oración comunitaria. Allí esperaban a Don Bosco varios grupos escolares de la ciudad. Otros

más lo esperaban en su trayecto hacia la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Costa Rica.

La segunda parada tuvo lugar fren-te a la municipalidad de Cartago. El alcalde de la ciudad Rolando Rodríguez dio la bienvenida a Don Bosco como visitante distinguido y recordó el influjo de los salesianos en la historia de la ciudad. Conforme el desfile continuaba, la multitud crecía. Mucho antes de que la urna llegara a la Basílica, esta se hallaba abarrotada de fieles. Fue tarea difícil dar paso a la urna hasta su sitio de honor. Fue aún más difícil convencer a la gente que esperase, pues todos querían tocarla. Primero debía celebrarse la eucaristía, des-pués vendría la veneración individual de Don Bosco.

La celebración eucarística fue pre-sidida por mons. Victorino Girardi, obispo de Tilarán, quien insistió en que la santidad se transmite por contagio. Don Bosco convivió con santos, y alrededor suyo surgieron santos.

El ministerio católico Senderos ejecutó una misa polifónica en latín añadiendo cantos salesianos. Varios sacerdotes y seminaristas de la diócesis se sumaron a los presbí-teros salesianos en la concelebración eucarística.

Terminada la misa, se abrió paso a la veneración individual de las reliquias de Don Bosco. La larga fila de devotos se extendía hasta fuera de la basílica.

A las dos de la tarde la urna se tras-ladaba al Centro Domingo Savio, donde sería visitada y celebrada por miles de devotos cartagineses que invadieron pacíficamente las generosas instalaciones del centro salesiano hasta altas horas de la noche.

Jueves 22 de julio 2010

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La noticia cayó como balde de agua fría: El aeropuerto Juan Santamaría, de Costa Rica, se

clausura por mal tiempo; por tanto, la urna de Don Bosco viajará hasta el día siguiente a Nicaragua. De la incredulidad se pasó a la desilusión para llegar, en muy breve tiempo, a un acelerado reajuste del ya inten-so programa inicial. Fue evidente que los nicas son gente de armas tomar. Al día siguiente las co-sas sucedieron como si nada hubiera pasado. La ceremonia oficial en el aeropuerto tuvo el carácter de recepción de un jefe de estado. El propio presiden-te de la república, Daniel Ortega, le dio la bienvenida subrayando la importancia de Don Bosco como educador en tierra nicaragüense. De allí en adelante sería un suce-derse intenso de encuentros mul-titudinarios. La ciudad de Granada hospedaría por primero al Padre de los jóvenes. Una caravana bulliciosa de vehículos lo acompañó hasta la entrada de la ciudad, donde hacía rato lo esperaba una muchedumbre impaciente. Frente a la Primaria de las Hijas de María Auxiliadora se recibió a Don Bosco con el calor y color típico de los nicaragüen-ses: cohetes, vivas, globos al aire, banderines, banda musical, bailes típicos, discursos y mucha alegría. El alcalde, Eulogio Mejía Arellano, entregó las llaves de la ciudad al ilustre visitante. Y así dio inicio una

larga procesión. La urna de Don Bos-co fue acompañada por la imagen de María Auxiliadora.

La segunda parada tuvo lugar en la Capilla San Juan Bosco, junto al lago, capilla fundada por los salesianos, que tenía adyacente una escuela para una población entonces sumamente pobre. La capilla es atendida ahora por el clero diocesano, pero el amor a Don Bosco no desapareció. Allí también la temperatura, ya calurosa, subió varios grados al aproximarse la caravana. Se repitió la escena de la entrada a la ciudad. El Colegio de Secundaria de las Hijas de María Auxiliadora fue la tercera parada. Las Hermanas son hábiles en teñir de fino arte este tipo de

actos. Al rezo del rosario se une la imagen de la beata Sor Maria. El tiempo apremiaba. Seguía la misa en catedral, programada para las ocho de la noche. Mucho antes de que llegara la urna, la catedral ya estaba repleta. Don Bosco llegó al bello templo acom-pañado por una muchedumbre fiel. Un largo y emocionado aplauso acogió a Don Bosco al aparecer en la puerta principal.

Nicaragua Sábado 24 de julio 2010

“Te hemos esperado tanto”.

Don Bosco llega a Granada.

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Don Bosco en


Catedral de Granada.

Todos se identifican con Don Bosco.

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La misa fue presidida por el nuevo obispo de la diócesis. El inspector y varios sacerdotes salesianos acompañados de sacerdotes diocesanos concelebraron la eucaristía. Finalizada la celebración euca-rística, la urna de Don Bosco fue traslada en procesión de faroles hasta la casa natal de sor María Romero. De allí siguió al cercano Colegio Salesiano, donde se tenía preparada una vigilia programada hasta el amanecer. A las 3 am comenzó una procesión de velas. A las 6:30 am la urna salió de la capilla entre cantos y aplausos. Numerosos exalumnos despidie-ron a Don Bosco.

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Desde que llegó a Nicaragua, Don Bosco nunca ha viajado solo. En cada traslado lo

acompaña una bulliciosa caravana de vehículos amigos. Y los ingresos a las diferentes ciudades tienen el mismo marco: gentío apretujado, vivas, cohetes, música, aplausos, porras…Todo en una cacofonía jubilosa. Y rostros rebosantes de alegría irreprimible.

Las autoridades municipales de Masaya le otorgaron a Don Bosco una enorme llave con una extensa y formal acta, y le concedieron la Orden del Educador, creada para la ocasión. Una ciudad pequeña con un corazón grande. Un colegio sa-lesiano pequeño con una arraigada pertenencia a la población local.

En un tablado lateral se desplegó el folklor nacional y local. Numerosos grupos de niños y jóvenes bailaron con precisión y alegría, ostentando trajes típicos ricos en colores y elegancia.

La larguísima fila de personas que querían pasar de cerca para vene-rar al Santo obligó a que el paso por la urna fuera fugaz, y así todos tendrían la oportunidad de ser ben-decidos. El retraso de un día obligó a recortar programas, de modo que en Masaya Don Bosco estaría apenas unas horas.

Al mediodía Mons. Abelardo Mata, salesiano, presidió la eucaristía al aire libre en un ambiente de calor sofocante. Lo acompañaban sacer-dotes diocesanos y salesianos.

Antes de entrar a Managua, Don Bosco había sido invitado a pasar brevemente por la Universidad Católica.

La última etapa del día fue el Cen-tro Juvenil Don Bosco. Este es un

inmenso espacio que alberga una obra salesiana, cuyo fuerte es la atención a la juventud pobre me-diante un abanico de propuestas creativas: escuela profesional, ora-torio salesiano y parroquia.

Varias horas antes de la llegada de la urna, la gente que la esperaba comenzó a crecer en número. El flujo humano era continuo. Miles de

Domingo 25 de julio 2010

sillas cuidadosamente ordenadas es-peraban a los amigos de Don Bosco, que en Managua son legión.

De repente comenzó a soplar una ominosa brisa apresurada. Nubes negras y gordas y bajas se veían venir atropellándose sobre la ciudad. – Don Bosco hará el milagro de que no llueva, decían voces vecinas. De repente se desató el aguacero

Folklore nicaragüense en Masaya.

Todos somos salesianos.

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torrencial. El milagro – increíble milagro – fue que la multitud no escapase rumbo a casa sino que

permaneciera impávida esperando a Don Bosco. Y Don Bosco llegó bajo el aguacero

tropical. La gente que lo acompaña-ba venía empapada de agua. Quie-nes lo esperaban se olvidaron del agua gruesa que caía. Y el desenfre-nado griterío y los aplausos esta vez fueron calurosos de verdad.

Yo pensé: - Lástima que la lluvia echó todo a perder. Es que no conocía bien a los nicas. Un mar de paraguas se movía al ritmo de las canciones salesianas. La cele-bración eucarística, presidida por el arzobispo, Leopoldo Brenes, logró encender la multitud de corazones en cuerpos enfriados por el agua que chorreaba.

Bailarinas del Centro Juvenil de Managua.

El patio del Colegio Salesiano de Masaya.

Homenaje elocuente de piedad.

Músicos del Colegio Salesiano de Masaya.

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El temor a las lluvias hizo que se anticipara de una hora el viaje de la urna desde Managua a

Tegucigalpa. Ese anticipo puso en volandas a todos los organizadores. Había que correr al aeropuerto mi-litar, pues el avión de la urna había despegado de Managua y en 45 mi-nutos estaría aterrizando en Toncon-tín. Para eso sirven los celulares. En un dos por tres todos los invitados a la ceremonia de recepción corrían al aeropuerto. Lo cual es mucho decir para Tegucigalpa con su laberinto de calles y su tráfico imposible.

La cosa es que no faltó nadie de los que debían estar. Esta vez no hubo mayores restricciones para acceder a la pista de aterrizaje. Una formación de impecables cadetes tenía lista la valla de honor. Alumnos y alumnas salesianas, por centenares, llegaban corriendo con el ánimo exaltado por la emoción. Autoridades religiosas, civiles y militares comenzaron a agruparse. Los comunicadores sociales entrevistaban a cuanto sa-lesiano o salesiana se pusiera a tiro de micrófono.

La tarde lucía espléndida. Unas cuantas gotas de lluvia carecían de importancia como para preocu-parse. Al aparecer el avión que se acercaba a tierra hondureña, empe-zó la locura juvenil. Otro momento

extático se vivió cuando una punta de la urna asomó por la puerta de la nave.

La urna, colocada en su carrito, fue halada por mons. Luis San-tos, salesiano, el inspector, P. Luis Corral y la inspectora, sor Sandra Yela. Otras manos ilustres también colaboraban.

Vinieron luego los discursos de bien-venida. Fue entonces que la alarma de lluvia comenzó a inquietar de veras. Las primeras gotas inofensivas de lluvia se fueron convirtiendo en un aguacero fuera de programa.

Del aeropuerto la urna fue traslada-da a la Parroquia María Auxiliadora, situada en los cerros hiperpoblados de Comayaguela, ciudad gemela de Tegucigalpa. Es un mundo al que hay que subir por callejuelas retorcidas. Una rica comunidad pa-rroquial está ensayando desde hace varios años una vivencia cristiana de frontera.

Allí, en un espacio reducido se está construyendo con audacia la iglesia parroquial. Por ahora se cuenta con un ambiente de cemento sin paredes, demasiado estrecho para la invasión humana que llegó a saludar a Don Bosco.

Ya allí se pararon los relojes. No ha-bía prisa. Todos querían estar cerca de Don Bosco. Además del contacto inmediato de cada feligrés con el santo amado, se celebró la eucaristía presidida por mons. Luis Santos, salesiano. Fue entonces cuando la lluvia soportable se transformó en un verdadero aguacero torrencial.

HondurasLunes 26 de julio 2010

Honores a Don Bosco en Tegucigalpa.

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Don Bosco en


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Bullicio jubiloso en la Parroquia María Auxiliadora de Comayaguela.

Don Bosco ingresa entre los suyos. La urna llega a Tegucigalpa.

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“Entre ustedes me encuentro bien”: Instituto San Miguel.

Fiesta juvenil. Los jóvenes celebran a su Santo.

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A las 7.00 am los alumnos del Instituto San Miguel y las alumnas del Colegio María

Auxiliadora estaban ordenados en el patio inferior del San Miguel a la espera de la llegada de Don Bosco. Globos, pancartas, banderas y mucho bullicio alimentaban los ánimos. Otros colegios invitados comenzaban a llegar.

A las 8.00 am Don Bosco hizo su entrada triunfal con la aclamación espontánea y fragorosa de los presentes. Comenzó la eucaristía al abierto presidida por monseñor Oscar Julio Vian, salesiano, arzo-bispo de Quetzaltenango, Guate-mala. Concelebraban mons. Luis Santos, salesiano, obispo de Santa Rosa de Copán y varios sacerdotes salesianos.

Al finalizar la eucaristía los jóvenes pasaron por grupos a venerar al Santo de los jóvenes en la moderna iglesia del colegio.

A la 1.00 pm la urna fue trasladada a la catedral, que lucía el esplendor de su estilo barroco recién restaurado. A la llegada de la urna, la catedral

Martes 27 de julio 2010estaba totalmente repleta de de-votos ansiosos por venerar a Don Bosco. Durante tres horas desfilaron los fieles junto a la urna.

A las 5.00 pm regresó la urna al templo de Instituto San Miguel para una celebración eucarística con la Familia Salesiana. La amplia iglesia estaba totalmente repleta de ami-gos de Don Bosco. Era una misa en familia. La presidió mons. Oscar Vian y concelebraron mons. Luis Santos y algunos sacerdotes salesianos y dio-cesanos. Durante la misa hicieron su promesa tres salesianos cooperado-res. Esta celebración eucarística tuvo una densidad espiritual particular, ya que el ambiente que se respiraba era de familia salesiana. Después de la misa los jóvenes expresaron su alegría y pertenencia a Don Bosco con una serie de pre-sentaciones típicas de su creatividad juvenil. Al final se tendría una vigilia programada hasta la media noche.

Al día siguiente Don Bosco visitó el Colegio María Auxiliadora y continuó hacia la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, patrona del país. Padres de familia acompañaron a Don Bosco hasta el Instituto María Auxiliadora, donde fue recibido por la comunidad educativa en plena fiesta. Celebrada la eucaristía, todos procedieron a venerar la reliquia de Don Bosco. Del colegio de las salesianas, el cortejo que acompañaba a la urna iba engrosando. Un mar de jóvenes invadió la vía que conduce al Santua-rio de Nuestra Señora de Suyapa. La basílica estaba abarrotada de fieles, quienes recibieron con una ovación la entrada de la imagen de Don Bosco. El presidente de la república, Porfirio Lobo y su esposa, miembros del gabinete, el estado mayor y miembros del cuerpo diplomático se encontraban en el recinto sagrado. Mons. Darwin Andino presidió la celebración eucarística, acompañado de varios obispos y sacerdotes.

Alumnas salesianas explotan de alborozo.

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En el aeropuerto militar de Ilopango aterrizó a las 3.10 pm el pequeño avión que, proce-dente de Tegucigalpa, transportaba la urna

de Don Bosco. A recibir la insigne reliquia en la pista se hicieron presentes el nuncio apostólico mons. Luigi Pezzuto, el obispo de Zacatecoluca mons. Elías Bolaños, así como salesianos, exalumnos y autoridades militares. En el salón principal se desarrolló el acto oficial de bienvenida a Don Bosco. Antes de iniciar la celebración litúrgica de bienvenida, la alcaldesa de Ilopango lo saludó en nombre del municipio. Representantes de los diversos grupos de la Fami-lia Salesiana más alumnos y alumnas de colegio salesianos llenaban el amplio espacio. Al final del acto religioso, el alcalde de Soyapango entregó las llaves del municipio. Posteriormente la urna fue llevada en caravana hacia la Ciudadela Don Bosco. A la altura del Po-lideportivo Don Bosco lo esperaba una multitud que lo acompañaría en procesión. Llegada la urna a la iglesia parroquial, se inició la celebración eucarística presidida por mons. Elías Bolaños, acompañado por sacerdotes salesianos y de otras congregaciones. Mucha gente debió escuchar la misa desde fuera, ya que fue imposible dar cabida a todos en el templo. Al terminar la misa, comenzaron a desfilar junto a la urna centenares de personas organizadas en una larguísima fila. Fue entonces que comenzó a llover, convirtiéndose en pocos minutos en aguacero to-

El SalvadorMiércoles 28 de julio 2010

Celebración eucarística en la Parroquia Don Bosco (Ciudadela, Soyapango).

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Folklore salvadoreño precede el ingreso triunfal de la urna en Soyapango.

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rrencial. Pareciera que este tipo de lluvia se está volviendo un elemento imprescindible, aunque no deseable, en el itinerario por cada país. En el cercano gimnasio de la Ciu-dadela comenzó el maravilloso espectáculo musical Don Bosco. Con ser muy espacioso el local, se llenó completamente. La obra, creación italiana, fue adaptada al español e interpretada por un coro y un grupo de danza del ambiente salvadoreño. Este espectáculo de alta calidad artística fue un derroche de luces. Cantos individuales y corales conta-giaban de optimismo y alegría con sus ritmos modernos y dinámicos. La coreografía, muy expresiva, de-

notaba un entrenamiento riguroso. Las 24 piezas musicales intentaban con éxito transmitir la miseria de los jóvenes y la propuesta educati-va integral de Don Bosco, que los ayudaba a trascender en dignidad personal.

Terminada la función musical, entró Don Bosco en su urna, quien fue aclamado estruendosamente por los centenares de jóvenes asistentes. To-dos tendrían después la oportunidad de desfilar junto al Santo, con quien se identifican en cuerpo y alma.

Una multitud en Soyapango acompañó al santo de los jóvenes.

Todos tomaron una foto.

El Multigimnasio de la Ciudadela lució su mejor noche.

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A las 10.00 am llegó la urna de Don Bosco a Santa Ana, ciudad populosa a 60 km al

occidente del país, donde los sale-sianos tienen dos obras educativas y las salesianas, una.

Don Bosco recorrió triunfalmente dos kilómetros antes de llegar al Colegio Salesiano San José. Lo acompañaba una multitud de jóve-nes. Otros más lo esperaban en el gimnasio del colegio. Varias bandas musicales enardecían los espíritus. La variedad de uniformes escolares indicaban las diversas obras educa-tivas que habían enviado a sus dele-gaciones de alumnos y alumnas.

Era tal el apretujamiento y la emo-ción de tener a Don Bosco tan cercano que a duras penas se logró empezar la celebración eucarística. Esta fue presidida por mons. Elías Bolaños acompañado por sacerdo-tes salesianos y diocesanos. Una segunda misa presidida por el inspector P. Luis Corral cerró la breve pero intensa visita de Don Bosco a esta ciudad con larga historia salesiana. A las 4.00 pm la urna

retomaba el camino de regreso para ser recibi-da en el Colegio Santa Cecilia, en Santa Tecla. Esta apacible ciudad de clima fresco y rodeada de verdes colinas tiene el privilegio de haber recibido a los salesianos hace 111 años. De aquí salieron pequeños gru-pos de salesianos a fun-dar nuevas obras, tanto en el país como en otros países del istmo centroamericano. La urna llegó puntual a las 5.00 pm. Dos cuadras antes de llegar al Cole-gio Santa Cecilia, fue recibido Don Bosco por una densa concentración de jóvenes estudiantes salesianos.

En Santa Tecla se encuentra un co-legio salesiano y dos colegios de las Hijas de María Auxiliadora. Al ruido ensordecedor de las vu-vuzelas, Don Bosco hizo su entra-da triunfal en el espacioso patio

Jueves 29 de julio 2010

Los jóvenes santanecos acudieron en masa a encontrarse con su Padre.

Un Don Bosco que pertenece a todos.

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Fiesta y seriedad felizmente conjugadas.

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del colegio Santa Cecilia. Los alumnos y maestros habían elaborado alfombras artísticas a lo largo de los interminables corredores por los que debía pasar la urna. El alcalde municipal Oscar Ortiz declaró a Don Bosco visitante distinguido, concediéndole un elegante diploma. Con mucho acierto se facilitó a la muchedum-bre de fieles de Don Bosco la posibilidad de pasar tranquilamente junto a la urna y poder rezarle sin prisas. La interminable fila de devo-tos avanzaba serenamente. El colegio estuvo abierto hasta el amanecer, pues los devotos no cesaron de rendir su homenaje personal al querido Santo.

Alumnos del Colegio Santa Cecilia orgullosos de su obra de arte.

Guardia de honor para el padre de los jóvenes.

José

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vaDon Bosco llega a Santa Tecla.Lluvia o calor: no importa.

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Viernes 30 de julio 2010

Acogida clamorosa en el Instituto Técnico Ricaldone.

Don Bosco nunca estuvo solo.

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Atrapar el instante fugaz con la foto del recuerdo.

La fiesta de Don Bosco arrancó con la celebración eucarística en los patios del Colegio Santa

Cecilia. La misa fue presidida por mons. Oscar Julio Vian, arzobispo de Quetzaltenango. Lo acompaña-ban mons. Elías Bolaños, obispo de Zacatecoluca y varios sacerdotes.

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puede afirmar que esta última es-tación se convirtió en una auténtica apoteosis.Unos 500 metros antes de llegar a su destino, Don Bosco encontró una calle profusamente adornada con elementos variopin-tos. Ambos lados de la calle bullían de niños, niñas, adolescentes, jó-venes y adultos impacientes hasta el extremo por ver a Don Bosco. Un centenar de acólitos y acólitas escoltaban al santo luciendo sus vestiduras llamativas.

Conforme la urna se acercaba, la algarabía subía de tono. Al llegar frente a la majestuosa iglesia, todo se convirtió en una combinación fastuosa de colores, cantos y gritos jubilosos. Quienes ya estaban en el templo podían seguir en varias pantallas gigantes el desarrollo de la recepción a Don Bosco en las afueras de la iglesia.

Una vez ingresado Don Bosco en el espacioso templo, los jóvenes des-bordaron su entusiasmo queriendo tocar a su santo. Era un delicioso caos de cariño. A partir de ese mo-mento comenzó un denso programa para celebrar la visita de Don Bosco a sus amigos. La noche fue corta para venerarlo y expresarle el regoci-jo general por tenerlo en familia.

Al día siguiente hubo diversos en-cuentros de Don Bosco, primero con los salesianos, después con los alumnos de los salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora para cul-minar a mediodía con una solemne misa a la que asistieron casi todos los obispos del país, personalidades del gobierno, bienhechores y miembros de la familia salesiana.

El alcalde de San Salvador Norman Quijano entregó al P: Luis Corral el diploma declarando a Don Bosco vi-sitante honorable..

En su trayecto hacia el aeropuerto, la urna hizo una breve gira en el Polígono Industrial Don Bosco, donde fue recibida por más de tres mil personas.

Magnetizados por un gran Santo.

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Asistieron numerosos alumnos y alumnas de las obras educativas salesianas y de otras congregaciones religiosas o gubernamentales. Al finalizar la misa, la urna con Don Bosco fue trasladada hacia el Instituto Técnico Ricaldone, en San Salvador. En el trayecto se tuvo una breve parada en la nunciatura.

La recepción de Don Bosco en el Ricaldone tuvo un sabor a oratorio festivo. Dos gigantes en zancos con atuendos de payasos marcaron el tono jocoso de los tiempos en que Don Bosco entretenía a sus jóvenes con esas artes. Banda musical, des-file de carteles salesianos y mucho jolgorio alimentaron el bullicio de los casi dos mil alumnos instalados en las graderías.

Luego la urna con la efigie de Don Bosco fue trasladada al amplio salón de usos múltiples donde todos los presentes tuvieron la oportunidad de desfilar para su encuentro perso-nal con el Santo de la juventud.

A media tarde la imagen de Don Bosco fue trasladada a la Parroquia María Auxiliadora, conocida popu-larmente como iglesia Don Rúa. Se

Paso triunfal de la urna por el Polígono Don Bosco.Parroquia María Auxiliadora, en San Salvador.

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Don Bosco comenzó su última etapa de peregrinación por Centro América llegando al

aeropuerto militar de Guatemala capital a las 5.00 pm. Fue recibido por el vicepresidente de la repú-blica, Rafael Espada, el arzobispo card. Rodolfo Quezada, el nuncio apostólico mons. Richard Gallagher y personalidades del gobierno. En la Plaza del Obelisco más de dos mil personas recibieron a Don Bosco con extraordinario júbilo.

La urna fue llevada en una carroza ricamente adornada hacia la Uni-versidad Mesoamericana donde fue recibidq por numerosas personas que habían elaborado durante horas bellas alfombras multicolores en la calle principal.

Profesores y alumnos le dieron la bienvenida a Don Bosco. Con una solemne y devota oración comuni-taria se quiso marcar el significado espiritual de la visita del fundador de los salesianos. Era Don Bosco educador quien llegaba a ese centro superior de educación. Los miem-bros de la comunidad académica tuvieron la oportunidad de venerar individualmente al impulsor del sistema preventivo salesiano.

Posteriormente la urna fue traslada-da a la vecina parroquia salesiana La Divina Providencia. Esta es una pa-rroquia que atiende pastoralmente una zona populosa y popular. Con programas pastorales apuntando a la evangelización, la parroquia tiene una profunda incidencia en la ma-duración cristiana de sus feligreses.

Nuevamente debió Don Bosco transitar sobre artísticas alfombras vegetales que aludían a diversos temas salesianos. Los guatemaltecos son muy hábiles en expresar su fe con esas elaboradas alfombras de buen gusto artístico.

Con la llegada de Don Bosco a la parroquia salesiana apareció la lluvia persistente. Pero el ardor juvenil era mayor que el agua fría inoportuna. Entre la multitud apiñada frente al templo descollaban unas grotescas figuras gigantes, típicas de las fiestas populares chapinas.

El ingreso de Don Bosco al templo provocó una ovación enfervorizada de los numerosos jóvenes que allí lo esperaban. Y allí pasaría la noche en

Guatemala Sábado 31 de julio 2010

Urna cubierta de pétalos de flores: ofrenda espontánea.

Don Bosco en

medio de una multitud compacta de fervorosos admiradores suyos que luchaban pacientemente por la oportunidad de desfilar junto al Santo.

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El arte exquisito de los chapines y sus maravillosas alfombras.

La espera de la urna nunca los cansó.

Ultimos retoques a la alfombra vegetal.

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Los guatemaltecos (o chapines) llevan en la sangre el arte de elaborar alfombras con aserrín

fino combinado con colores llama-tivos y elaborados dibujos alusivos a temas religiosos. La composición de una alfombra es una tarea co-lectiva, que puede ser el fruto de una familia, un barrio, una cofradía, un grupo de amigos o los alumnos de un grado. Sobre todo en sema-na santa, en todos los poblados, grandes y pequeños, la mayoría de la población se entrega afanosa a construir estas obras de arte colec-tivo. El trabajo exige largas horas, generalmente nocturnas. Es un arte fugaz, pues se crea como alfombra para el paso de una procesión. Los pies de los cargadores del santo di-suelven en un instante lo que costó un laborioso ejercicio.

Pues bien, Don Bosco se merecía no una sino muchas alfombras chapi-nas. A lo largo de dos kilómetros, desde la Parroquia La Divina Provi-dencia hasta el Colegio Don Bosco, amanecieron alfombras de todo tipo y color. Largas o cortas, anchas o delgadas, refinadas o sencillas. La luz del día hizo ver un gigantesco hormiguero humano volcado en dar los últimos detalles a sus alfombras. Mientras tanto, filas interminables de paseantes desfilaban admirando los trabajos logrados.

Don Bosco debía desfilar de la parro-quia al colegio. Más de una docena de bandas musicales estudiantiles se habían dispuesto a lo largo de las alfombras y comenzaban a ejecutar sus piezas marciales. Los jóvenes músicos lucían uniformes elegantes que robaban las miradas envidiosas de los transeúntes.

Por ese largo trecho alfombrado desfiló Don Bosco como un hé-roe, bajo el constante estallido de cohetes de pólvora, el bullicio de

las bandas musicales y las acla-maciones emocionadas del gentío congregado.

Y así entró al enorme patio del Co-legio Don Bosco, donde los niños de primaria y sus padres habían alfombrado el paseo triunfal del Santo. La ovación que estalló a su entrada lo acompañó en la vuelta al patio hasta su entrada al espacioso

templo, joya de arquitectura moder-na. Otra ensordecedora ovación lo recibió en el templo.

A continuación, se celebró la eu-caristía presidida por el cardenal Rodolfo Quezada, acompañado por los obispos salesianos Oscar Vian y Mario Fiandri. Eran numerosos los sacerdotes concelebrantes. El tem-plo, con ser enorme, no pudo recibir

Domingo 1 de Agosto 2010

Patio del Colegio Don Bosco con alfombras hechas por los alumnos.

Llega la urna y la conmoción juvenil se desata.

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en su interior a todos los devotos de Don Bosco. Quienes quedaron en el exterior pudieron asistir a la celebración a través de pantallas gigantes.

Por la tarde se celebró otra eucaristía presidida por mons. Richard Gallag-her, nuncio apostólico. La tercera misa, por la noche fue presidida por mons. Oscar Julio Vian. En ambas los exalumnos asistieron numerosos.La urna de Don Bosco continuó en el Co-legio Don Bosco hasta el día siguiente.

Entrada triunfal de Don Bosco en su colegio.

Música de marimba para el santo de la alegría.

En el Colegio Don Bosco.

Elaborar alfombras exige trabajo paciente y delicado.

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“Me basta que sean jóvenes para amarlos”.

Don Bosco fue rodeado de muchos jóvenes, tal como a él le gusta.

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Alegría en el Teologado.

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Por la mañana a las 6:30 am ya todos los alumnos del Don Bosco de Guatemala estaban

reunidos alrededor del patio. Se sacó la urna al centro del mismo y los muchachos la rodearon con una espiral humana. Al centro, Don Bosco y alrededor los 1600 alumnos del Colegio. La espiral se transformó en un corazón gigante que cantaba al Santo de la Juventud. Luego se pasó al Templo donde se celebró una conmovedora misa de despedida.

Después hubo una segunda misa en la que participaron alumnos de varios centros educativos de la ciudad capital.

A media mañana fue trasladada la urna al Colegio María Auxiliadora, donde era esperado Don Bosco con gran ansiedad por la población estudiantil femenina y por las Hijas de María Auxiliadora. Alumnas salesianas de otros colegios del in-terior del país se dieron cita en este encuentro festivo.

Mucho antes de la llegada de la imagen de Don Bosco El ambiente que se respiraba era de un júbilo irreprimible.

Por supuesto, el tono emotivo se desbordó cuando la bella urna hizo su aparición en el portón del colegio. El gimnasio del colegio fue incapaz de dar cabida a las numerosas per-sonas deseosas de estar con Don Bosco. Los participantes eran sobre todo miembros de la comunidad estudiantil.

Por la tarde Don Bosco visitó la Pa-rroquia María Auxiliadora, adjunta al Instituto Teológico Salesiano. Los jóvenes salesianos de las diversas fases formativas fueron los anfi-triones privilegiados. Una multitud de fieles veló toda la noche junto al querido Santo mediante un rico programa de actividades artísticas y religiosas.

Lunes 2 de Agosto 2010

Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora.Alegría incontenible en el Colegio María Auxiliadora.

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Los latinos decían: Dulcis in fundo (lo sabroso está al final). La jornada de hoy ha sido el

culmen festivo de una gira impre-sionante de Don Bosco por Centro América.

Don Bosco visitó la misión salesiana de Carchá, en Alta Verapaz. Las condiciones eran las menos indica-das para una concentración masiva. Durante toda la noche anterior un aguacero despiadado y pertinaz des-aconsejaba cualquier desplazamien-to humano. La lluvia siguió igual de intensa hasta el mediodía.

Pero la población de Carchá, la-dinos e indígenas por igual, no se acobardan por las lluvias, que son un elemento más de su hermoso paisaje montañoso vestido siempre de verde intenso.

¿Cuántas personas acudieron a la ciudad para encontrarse con Don Bosco? Fueron miles. Llegaron en microbuses y camiones desde comunidades distantes hasta cinco horas. Y permanecieron impertur-bables bajo la lluvia fría hasta que llegó la urna.

Era ya largo el cortejo de vehículos que venía acompañando a la urna desde Guatemala capital, de donde salió a las tres de la madrugada. En la vecina ciudad de Cobán se agre-garon muchos más.

A Don Bosco lo esperaban en Talita Kumi, centro de promoción de la mujer indígena, animado por la comunidad religiosa indígena de las Hermanas de la Resurrección. Allí se habían congregado centenares de niños, niñas y jóvenes indígenas ataviados con coloridos trajes típi-cos. Masas de jóvenes danzaban acompasadas al ritmo de melodías locales.

Posteriormente la urna sería llevada en procesión en una ca-rroza alta que permitía que Don Bosco fuera visto y vitoreado por la población que se agolpaba a ambos lados de la calle. Otra multitud lo seguía fielmente bajo el implacable aguacero. Fue un recorrido exigente hasta llegar al Centro Don Bosco, en las afueras de San Pedro Carchá. El Centro Don Bosco es cabeza de un impre-sionante proyecto de educación de los jóvenes indígenas.

Desde el día anterior el Centro Don Bosco se había poblado de más de un millar de jóvenes que esperaban al Santo de los salesianos. Al llegar la urna a la explanada donde se celebraría la misa, parte de la numerosa concu-rrencia debió asistir a la ceremonia religiosa desde las colinas cerca-nas, pues la explanada estaba literalmente abarrotada.

Mons. Rodolfo Valenzuela, obispo de la diócesis y exalumno sale-siano, presidió la eucaristía. Lo acompañaban los obispos Oscar Vian y Mario Fiandri, ambos sa-lesianos. Numerosos sacerdotes participaban en la eucaristía.

A media tarde Don Bosco fue llevado al frente de la iglesia parroquial. La extensa y poblada parroquia de Carchá está confiada a los salesianos desde hace 75 años. La visita de Don Bosco fue la ocasión para celebrar este sig-nificativo aniversario. En el atrio se había congregado otra multitud ávida de un encuentro cercano con el Santo de los jóvenes. Para entonces la lluvia había amainado bastante.

Martes 4 de Agosto 2010

Religiosas indígenas de la Resurrección.

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Celebración eucarística bajo la lluvia en el Centro Don Bosco (Carchá).

Niños indígenas ataviados con trajes para danzas ancestrales.

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La vida de Don Bosco, igual que la obra salesiana, está

marcada por una constante: la opción por los jóvenes – a los que llamó “la porción más delicada y valiosa de la sociedad humana – y, en particular, la opción por aquellos jóvenes “pobres, abando-nados y en peligro” a los que la sociedad niega oportunidades y, peor aún, castiga y maltrata.

Su vida y su obra estuvieron dedicadas a resca-tar a estos muchachos, ayudarles a construir su identidad y su dignidad, ofrecerles nuevas opor-tunidades y reintegrarlos a una vida plena para ellos y para la sociedad.

Dr. Leonardo Garnier Ministro de Educación Pública de Costa Rica


¿Qué fue lo que hiciste que nos volviste locos

a todos? A casi 200 años de tu nacimiento, tu espíritu sigue vivo entre nosotros.

Te sentimos cerca, te queremos y te respetamos. Compartir tu visita a Costa Rica fue una expe-riencia única y de gran valor para mí. Te conocí cuando tenía 13 años, y a pesar de mi rebeldía y terquedad, no pude resistirme al amable trato y al cariño que recibí de tus sucesores, los sale-sianos. En tu casa encontré profesores que, más que conocimiento, me dieron lecciones de vida. A mis 17 años sentí que me habías tomado de la mano para nunca soltarme.

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Tuve la oportunidad de transportar la urna en

su entrada a los patios del Colegio Salesiano Santa Cecilia. Ante un ambiente tan festivo, con miles de jóvenes saltando y cantándole al Santo de la Juventud, tuve un mo-mento de reflexión muy profundo. Ver que la urna iba impulsada por jóvenes de las distintas instituciones educativas y grupos juveniles me dejó muy claro que toda la obra salesiana tiene como motor y razón de ser los jóvenes; que somos no-sotros quienes debemos formarnos y trabajar por que siga creciendo; y que de nosotros mismos deben surgir las distintas vocaciones para cumplir el sueño de Don Bosco. El me ha dejado una invitación clara y haré mi mayor esfuerzo por seguirla: Estar siempre alegre y de esa mane-ra llegar a ser como él, ser santo.

Carlos Rodríguez

La venida de San Juan Bosco a Honduras, fue para mí como un despertar espiritual, como encon-trar un camino que había perdido me sentí tocado por la presencia de Don Bosco.

Henry Ortez, Instructor de ebanistería

Me sentí conmovida al ver a mi alrededor, al ver las miradas, la ale-gría, las lagrimas por la emoción, las porras de los chicos y chicas hacia Él, su iniciativa su esponta-neidad era como ver a Don Bosco en el rostro de todos los que se acercaban a la reliquia, fue algo admirable.

Yeni Avila, Coordinadora de Talleres

Honduras


Hace trece años tuve la primera oportunidad de estar frente a la Urna de Don Bosco en Turín. Era la coor-dinadora del movimiento juvenil Escoge en la Parroquia María Auxiliadora (San Salvador, El Salvador). Estaba en un momento de incerti-dumbre acerca de mi futuro, tanto profesional como familiar. Le pedí a Don Bosco claridad en mi vida y claridad para elegir correctamente mi vocación. Dejé un papelito entre la urna. Quién sabe qué escribí. Pero fue un momento de decisión a nivel personal. Ya tenía una pro-puesta de matrimonio para la cual aún no me sentía preparada. Debía elegir una vocación laical para toda la vida.

Ahora mi vida ha cambiado, estoy casada, soy mamá, y soy Salesiana Cooperadora. En este momento mi vida es totalmente diferente a como era en aquel primer momento. La llegada de Don Bosco no solo significa un futuro, sino un presente, una forma de ser, una forma peculiar de vivir. He realizado una promesa de “Vivir el evangelio al estilo de San Juan Bosco”. La llegada de Don Bosco me ha hecho reflexionar grandemente sobre mi vocación, sobre mi forma diaria de vivir. He descubierto que me falta tanto para parecerme a nuestro Padre y Maestro. Pero tengo la certeza de que, con la ayuda de Dios y siendo dócil, puedo mejorar.

Noemí Cerón

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Mauricio Ponce

Una explosión de arte escénico inundó la gran sala del centenario teatro de la ciudad de Santa Ana en El Salvador.

Don Bosco El Musical se estrenó en medio de un ambiente clásico, digno de las épocas de oro de la ópera italiana.

Un elenco de 80 personas entre ac-tores, cantantes, coristas, balletistas, escenógrafos, sonidistas y directores artísticos dieron vida a la obra escrita originalmente en italiano. El musical, dedicado a la figura de Don Bosco nos muestra los primeros pasos que realizó el santo para transformar la

realidad de los muchachos de la calle, su sacerdocio en medio de la gente, su confianza total en la Providencia y los difíciles orígenes del oratorio.

Entre diálogos, coreografías y pro-fesionales interpretaciones vocales, la historia se narra ágilmente. Los sueños de Juan Bosco, la expan-sión de la obra salesiana y el apoyo incondicional de su madre quedan perfectamente dibujados en la re-tina y el oído de los espectadores, quienes en más de una ocasión han premiado con su aplauso al final de cada escena. El público que llenó el teatro percibió ese aire de fiesta y de esperanza que antecede siempre un gran acontecimiento.

Una noche de Broadway en Santa Ana

Más de 80 artistas en escena

Algunos miembros del coro.

Madre Mazzarello con sus hijas.

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“Es un día muy especial y una bendición para los muchachos del coro” - nos afirma Numa Bracamonte, director coral, quien ha pasado cuatro meses preparando este grandioso estreno entre ensayos y ensamble con los de-más miembros del elenco. “Esta obra narra una problemática universal de la juventud” concluye Bracamonte.

El festival se presenta en una ciudad que recientemente ha visto nacer una nueva obra salesiana en centroamérica adjunta a la Ciudad de los Niños como respuesta a esta misma realidad juvenil. Don Bosco sigue llevando jóvenes a sus oratorios 150 años después.

Otras dos presentaciones se realizaron el 28 de julio en el multigimnasio de la Ciudadela Don Bosco, Soyapango y el 30 de julio en el Teatro Presidente de San Salvador.

La obra original fue escrita en italiano por Renato Biagioli, Piero Castellacci, música por Alessandro Aliscioni y Achille Oliva.

Mercedes López le da vida a María Auxiliadora.

Regina Cañas demostró su profesionalismo interpretando a Mamá Margarita mientras el joven cantante Samuel Bautista presta su voz a Don Bosco.

Música y danza renovaron la salesianidad entre los asistentes.

David Guardado y Omar Renderos en una escena del musical.

Don Bosco visitó nuestros seis países centroamerica-nos. Sí, era una reliquia insigne de nuestro Santo que venía dentro de una imagen con el rostro exacto a

como era nuestro Padre cuando vivía. Pero esos tecnicismos no nos importaron gran cosa. Todos percibimos su espíritu presente entre nosotros.

Eso explica la explosión de alegría que su paso iba des-pertando en cada lugar visitado. Las multitudes no se acercaban a la urna por curiosidad. Eso era evidente. Había emoción, lágrimas, júbilo, fiesta. Una fiesta que estallaba en cantos, bailes, bandas musicales, pólvora. Y mucha oración concentrada.

La aparición de la urna en cada lugar encendía una corriente magnética que polarizaba miradas y corazones hacia ese gran tesoro común venido desde Turín y que quizá por única vez en la vida lo tendríamos al alcance de la mano. Nunca había visto yo tantas cámaras fotográficas tendidas hacia delante en un esfuerzo casi imposible por capturar al Padre común.

Don Bosco atrajo multitudes hacia sí. Pero quienes se sintieron a sus anchas, como dueños de casa, fueron los jóvenes. Se adivinaba inmediatamente la fascinación de los jóvenes por Don Bosco. Que no quedaba en una exaltación fácil. Se leía en los ojos de los jóvenes el enlace profundo, la conexión vital, la llamada vocacional.

Desde niños hasta ancianos experimentaban que el Padre común estaba allí. Un Padre que los amaba y que transmitía la alegría de la espiritualidad salesiana. En cada país cen-troamericano las autoridades civiles y religiosas honraron con su presencia al ilustre visitante.

¿A qué vino Don Bosco? Nos ayudó a descubrir que vale la pena trabajar por los jóvenes. Que éstos tienen un cau-dal riquísmo de energía y potencialidades, y solo están esperando la mano amiga que les ayude a donarse para transformar el mundo.

Don Bosco estuvo entre nosotros

El Boletín Salesiano se distribuye gratuita-mente a la Familia Salesiana y a los Amigos de Don Bosco.El costo de la edición y distribución del Boletín Salesiano se cubre con las contribuciones volun-tarias de sus lectores.

Director: Heriberto HerreraDirección: Centro Salesiano Rinaldi, Av. Manuel Gallardo Norte, Santa Tecla, El Salvador. Tel/Fax: (503) 2228-6375Correo electrónico: [email protected] [email protected] de administración: Luis Corral, Heriberto Herrera, Manuel Solano.Consejo editorial: Evelyn Carbajal, Heriberto Herrera, Victoria Mónico, Miguel Pacheco, Mauricio Ponce.Impresión: Imprenta Ricaldone. Final Av. Hno. Julio Gaitán. Santa Tecla. El SalvadorDistribución: Librería Salesiana 23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335, San Salvador, El Salvador, C.A. Tel. 2235-3826; 2225-6221Colaboradores en esta edición: Dr. Leonardo Garnier, Fresia, Mons. Hugo Barrantes Ureña, Noemí Cerón.Edición en web:Zaida [email protected]

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Sep - Oct 2010 No. 187 Año 32


San Juan Bosco, acudimos a ti con el corazón preocupado y lleno de inquietudes.

Tú sabes qué difícil es hoy educar moralmente a los jóvenes y qué tremenda es nuestra responsabilidad de padres. Ven, pues, y ayúdanos a salvar a nuestros hijos.

Aparta de ellos los peligros que los acechan y acompáñalos en el camino de Jesús, hasta que alcencen la madurez humana y cristiana. Amén.

Oración de los padres de familia a Don Bosco

San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que durante tu vida supiste educar a los muchachoscon la fortaleza de un padre y la ternura de una madre.

Intercede por nosotros ante Jesús, para que seamos buenos ejemplos para nuestros hijos e hijas.

Tómalos bajo tu protección, enseñales a cumplir sus deberes, hazlos dóciles a nuestros consejos, para que sean nuestro consuelo y esperanza.

una grata visita

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