una cooperativa que "hace escuela"
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Una cooperativa que “hace escuela”
Por Evelina Ramírez
Tengo 69 años y a los 13 me vine a vivir a Villa Carlos Paz, pero nunca pude ir a la
escuela. Cuando me enteré que había una escuela para adultos, mis hijos me dijeron que
fuera. Que ahora, como tengo más tiempo, podía dedicarme a aprender. Antes, entre el
trabajo y los hijos, no pude estudiar porque no tenía tiempo. Hace varios años que voy a la
escuela de la Coopi y estoy muy bien. He aprendido bastante. Y mis hijos me apoyan”,
cuenta Matilde Aspitia.
Historias como la de Matilde se repiten entre los estudiantes que llegan hasta el Centro
Operativo Paraguay de la Cooperativa Integral para aprender a leer y escribir. Desde hace
16 años que este espacio de trabajo se ha convertido en un aula, dando lugar así al Centro
de Apoyo Pedagógico (CAP) Nº6.
Entre herramientas, palas, caños y material de trabajo hay lugar suficiente para poner un
pizarrón, escritorios y computadoras para dar una nueva oportunidad a quienes, por
distintas circunstancias de la vida, no pudieron terminar sus estudios primarios.
Primero se alfabetizó a la totalidad de los trabajadores de la Coopi y luego se abrió la
misma posibilidad a toda la comunidad.
El pasado 29 y 30 de septiembre el trabajo emprendido desde el CAP Nº6 fue expuesto en
el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (Buenos Aires), en el marco del
desarrollo del II Encuentro Hacia una Pedagogía Emancipatoria en Nuestra América. El
mismo fue organizado por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Tradiciones, enfoques, miradas, prácticas de enseñanza dentro y fuera de las aulas, luchas
docentes y sindicales que buscan construir “pedagogías emancipatorias” fueron analizadas
por educadores durante este encuentro.
Hasta allí viajaron docentes y autoridades de la Cooperativa Integral para mostrar la
experiencia. “Hubo cientos de trabajos y el nuestro fue el único en el cual el espacio de
aprendizaje era un ámbito de trabajo”, destacó con orgullo la presidenta de la Cooperativa
Integral, Edith Manera.
Además, recordó que esta experiencia fue también reconocida por el Nuevo Movimiento
Pedagógico Latinoamericano. Se trata del movimiento de equipos formados por
trabajadores de la educación, pedagogos, intelectuales, educadores populares, trabajadores
sociales y académicos de diferentes países de Latinoamérica que se proponen, a través del
recorrido in situ de los países y de la recolección de experiencias pedagógicas
significativas, innovadoras y alternativas que aborden Derechos Humanos y
Ambientalismo, Investigación y Educación Cooperativa, Sindicalismo y Educación que
permitan abordar un nuevo paradigma latinoamericano, a la luz del nuevo paradigma
político Latinoamericano.
El desafío del secundario
La tarea del CAP Nº6 comenzó en mayo de 1998. Fue un proyecto que surgió desde el
gobierno nacional, que se implementó con ayuda de la provincia (quien es la encargada de
abonar los sueldos a las docentes que dictan clases) y un ente conveniente, que es el que
brinda el espacio.
María del Carmen Izaguirre, una de las docentes promotora y sostenedora del proyecto,
comentó que el CAP funcionó en distintos lugares. Durante dos años se dictaban clases en
la municipalidad, luego pasó por la Terminal de Ómnibus, la biblioteca José H. Porto, hasta
terminar en la Coopi.
A partir de allí, todos los trabajadores de la Cooperativa Integral que no habían terminado
sus estudios primarios, pudieron hacerlo. “La Cooperativa pensó, primero, en que
completaran los estudios primarios sus trabajadores. Una vez cumplido ese objetivo, la
propuesta se abrió a la comunidad para que todos aquellos que quieran terminar sus
estudios y tengan ganas de saber más, pudieran hacerlo”, destacó Manera.
Izaguirre sostuvo que los adultos que se están alfabetizando vienen con un bagaje de
conocimientos prácticos que se ponen en juego al momento de aprender. Como ejemplo
anecdótico relató que los trabajadores de la Coopi sabían calcular porque lo hacían en su
trabajo.
“Por ejemplo, cuando estudiábamos volumen, los muchachos de la Coopi sabían calcular
perfectamente. Lo hacen intuitivamente, porque lo tienen que hacer y no les queda otra que
aprenderlo. No tiene ninguna lógica el aprendizaje ni una metodología formal, pero lo
saben. Lo aprendieron bien de acuerdo a sus propias estrategias.
“Cuando uno les explica cómo se llega a la fórmula del volumen, cómo se mide y todo lo
demás, ellos adquieren un conocimiento nuevo, pero se quedan con sus conocimientos,
porque le es más fácil y práctico. De esta manera aprendieron que hay un conocimiento
formal para aprender. Pero ahí aprenden otra cosa: que ellos son tan inteligentes como todo
el proceso que se hizo para llegar a saber una fórmula de volumen. Eso lo aprendieron en la
cotidianeidad y en la necesidad de saber para poder trabajar”, recordó.
Una vez que la totalidad de los trabajadores de la Coopi fueron alfabetizados, desde la
institución se tomó la decisión de abrir el espacio a la comunidad, con la intención de
mantenerlo vigente.
Ahora, el desafío es comenzar a brindar el secundario. En este sentido, la presidenta
Manera dijo que existe una propuesta de parte del ministerio de Educación de la provincia
de Córdoba para comenzar a dictar el ciclo básico del nivel secundario. La modalidad de
implementación sería la misma: se comenzaría enseñando a los trabajadores de la Coopi,
para luego abrir la oferta a toda la comunidad.
“Nos reunimos con la secretaria de Educación de la Provincia, Delia Provinciali, y de allí
surgió la propuesta. Estamos empezando a trabajar en ese sentido, porque nos hemos
comprometido con el ministerio para ver si llegamos a desarrollar esta nueva posibilidad
educativa a partir del año que viene”, dijo Manera.
Y remarcó: “Nuestra Cooperativa tiene esa característica. No se dedica solamente a trabajar
en la prestación del servicio. Nosotros trabajamos mucho por la cultura y la educación
también. Creemos que esa es la base para que tengamos una sociedad mejor y todos
podamos salir adelante”.
La educación como herramienta de transformación
María Elena Marconi y Daniela Martín son las actuales docentes responsables del CAP
Nº6. Explicaron que en la actualidad no sólo asisten adultos mayores, sino también
adolescentes. “Muchos trabajan como albañiles en las obras en construcción y van a clases
cuando pueden. Salen de trabajo, van unas horas y nosotras los atendemos. Hacemos como
una tutoría”, expresó Marconi.
Hoy en día unas 15 personas se siguen capacitando permanentemente. Pero también están
los que trabajan por módulo (con una flexibilidad horaria mayor) y a distancia. Cabe
resaltar que el Centro de Apoyo cuenta con reconocimiento oficial por parte del ministerio
de Educación.
Que en pleno siglo XXI todavía exista el analfabetismo funcional habla de las
desigualdades materiales y simbólicas que hacen que todavía el conocimiento sea
concentrado en los sectores de poder. En este sentido, Marconi consideró que el desafío
más grande es lograr que todos los vecinos de Villa Carlos Paz puedan terminar, aunque
sea, sus estudios primarios.
Además, destacó y agradeció la tarea emprendida por la Coopi para mantener este espacio
de alfabetización. “Nuestras colegas de educación de adultos comparten generalmente
instituciones educativas. En cambio nosotras tenemos la Coopi. Ellas siempre tienen
problemas, porque si se rompe algo en el aula los que tienen la culpa siempre son los
adultos. Nosotras jamás hemos tenido problemas. Siempre hemos agradecido
permanentemente a la Coopi”.
El temor y la vergüenza quizás sean las barreras más importantes de vencer. Pero el camino
se libera cuando el deseo de aprender es más fuerte. Pero es sabido que a veces, con el
deseo no alcanza.
Las trayectorias de vida de quienes en su niñez no han podido terminar con sus estudios
primarios están marcadas por problemas como la pobreza, la discriminación, la explotación
laboral. Problemas que la humanidad debería tener resueltos desde hace tiempo si
pensáramos en un mundo regido por la solidaridad, la cooperación, justicia social y el
interés por el otro.
Testimonios
Matilde Aspitia: “Mis hijos no sabían que yo no sabía leer y escribir. Antes de empezar la
escuela se dieron cuenta. No lo contaba porque me daba vergüenza. Mi hija más chica, que
hoy ya tiene 30 años, me dijo: ‘Vos nunca me enseñaste nada’. Y yo de grande les dije que
nos les podía enseñar porque no sabía leer. No les podía ayudar. Ahora tengo todo el apoyo
de mis hijos”.
Rafael Domínguez (trabajador de la Coopi y exalumno del CAP Nº6): “Recuerdo
cuando estábamos trabajando acá y nos dijeron que íbamos a abrir la escuela. Yo pensé que
era una posibilidad buena y le agradecí mucho a la Cooperativa. No sé si hubiera terminado
la escuela. Es una posibilidad muy grande y hay que tratar de hacerlo, porque es algo muy
bueno”.
Eulogia Altamirano: “Soy de la provincia de Corrientes y cuando era chica, no había
nada. No había escuela. Ahora tengo 76 años y hace ocho que voy a la escuela. Me dijeron
que en la Coopi daban clases y tomé la decisión de ir. Yo sola fui, nadie me mandó. Toda
mi familia está contenta de que yo aprenda”.
Rosa Sotelo (trabajadora de la Coopi y exalumna del CAP Nº6): “Yo había ido a la
escuela primaria, pero no tenía la escuela completa. Por circunstancias de la vida, uno va
postergando el estudio. Yo estoy muy agradecida a la Coopi. Ahora mi mamá está haciendo
la primaria, porque no sabía leer y escribir”.
“Coca”: “Vi en el semanario Bamba que en la Coopi daban clases y me acerqué un día.
Apenas llegué estaba la señorita María Elena Marconi y me dijo: ‘Vení, quédate’. Yo le
dije que me tenía que ir a buscar mi cuaderno. Y ella me dijo: ‘No, quedate’. Agarró un
lápiz y una hoja y ahí nomás me hizo sentar para que me quedara. Al otro día volví con mi
cuaderno y todos los útiles que me hacían falta.
“Estoy muy contenta, porque las seños son muy buenas. Una es mejor que la otra. Son muy
dulces y nos dan mucho apoyo. Cuando tengo un problema, corro donde están ellas. Ellas
son mis paredes donde me refugio. Yo incentivo a que si hay alguna persona interesada en
aprender, que se acerque. Realmente es muy lindo y uno se siente muy bien”.
Acercate a aprender
El CAP Nº 6 Escuela Primaria para Adultos funciona en el Centro Operativo Paraguay de
la Coopi, ubicado en calle Paraguay 1260 de Villa Carlos Paz, de lunes a viernes desde las
17.30.
Las docentes son María Elena Marconi y Daniela Martin. Contacto: Tel. (03541) 155
63157 – (03541) 155 76974.
La escuela tiene titulación oficial, con reconocimiento del ministerio de Educación de la
Provincia. Los horarios de cursado son flexibles y se pueden acordar clases por módulo.
Nota correspondiente a la edición n° 338 del semanario La Jornada, del 12 de octubre de
2014.