una carta errante

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1 Apología del rincón del universo Una carta errante Querida Amirnah, Te escribo desde el rincón más alejado del universo. Al borde de la oscuridad, no hay más allá. Después de tantos años esparci- dos a lo largo de mi camino, este es el final. Caminando a la orilla de la playa estelar, reconozco mi exilio a los extremos del univer- so, al que mi hambre insaciable me lanzó en mi juventud. Ante mis ojos he visto apartarse las galaxias, diluirse en el espacio infi- nito y alejarse para siempre hasta que el calor de esa chispa pri- mera desaparezca. Tanto tiempo ha pasado que aún mi reflejo in- mutable deforma mi rostro con dolor. El tiempo ha pasado a to-

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Novela amateur sobre las intersecciones entre el tiempo y el espacio. Retomo con mayor cuidado ideas y escritos de mi juventud para plasmarlos con mayor orden y madurez.Esta primera parte comprende una serie de cartas.

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  • 1

    Apologa del rincn del universo

    Una carta errante

    Querida Amirnah,Te escribo desde el rincn ms alejado del universo. Al borde

    de la oscuridad, no hay ms all. Despus de tantos aos esparci-dos a lo largo de mi camino, este es el final. Caminando a la orilla de la playa estelar, reconozco mi exilio a los extremos del univer-so, al que mi hambre insaciable me lanz en mi juventud. Ante mis ojos he visto apartarse las galaxias, diluirse en el espacio infi-nito y alejarse para siempre hasta que el calor de esa chispa pri-mera desaparezca. Tanto tiempo ha pasado que an mi reflejo in-mutable deforma mi rostro con dolor. El tiempo ha pasado a to-

  • 2rrentes a travs de mi memoria. Mi mente erosionada a cambiado el curso de sus pensamientos y no s como conciliar mi pasado con mi futuro, ambos tan vastos.

    Me has dicho que ltimamente frecuentas un pequeo sistema estelar, que cuelga al borde del brazo de una galaxia. Pronto, di-ces t, su galaxia chocar hasta fundirse con otra ms grande. Es eso cierto?que razn tengo para dudar de t, mi confesora? Mi mente se ha extraviado, as como mis sentimientos.

    Me has contado tambin que constantemente te sientas a con-templar un satlite rocoso que orbita un pequeo planeta azul. Quisiera poder ver con mis ojos esa belleza que te ha capturado, aquella luz blanca y esa cara oscura que se esconde cuando ve su sol. Pero es en vano, ambos sabemos que no es posible. El univer-so se vuelve fro y sus distancias ms largas. Me tom solo unos instantes llegar hasta aqu y ahora, pero me tomara una eternidad insalvable regresar contigo. El universo sigue expandindose, ja-ms se detendr, hasta que deje de existir. El viaje de mi voz es imposible y an nuestros pensamientos que corren al encuentro jams se tocarn. Hace tanto tiempo que te vi que no s si estoy pensando en ti, o el recuerdo se ha distorsionado tanto como mi propia mente. Entonces ya no pienso en ti, sino en la memoria de tu recuerdo. Despus que hayamos exhalado nuestro ltimo aliento, cuando nuestra lengua haya sido olvidada y de nuestra cultura ya no queden ruinas, ni cenizas, ni nada; los viajeros este-lares oirn nuestras voces y se preguntarn por la tristeza de nuestra lengua y la melancola de estas cartas que no se reunirn.

    No hay frecuencia de onda electromagntica que puedan re-montar mis palabras para llevarlas a tu "luna" antes que yo muera mientras sigas viva para leerlas. Solo los transcordes nos permiten llevar el mensaje fuera del tiempo, para que lo leas t mientras yo lo escribo. Tan fugaz es su funcionamiento y sutil su mecanismo,

  • 3que acabando de escribir la palabra esta desaparece de mi vista para que tu la leas. A este demonio impaciente hemos confiado nuestras mentes para acarrearlas hasta que estn lado a lado. Me desespera, me agobia, cartas es lo nico que puedo enviarte, es lo ms cerca que puedo estar. Slo la mano de la mquina puede transmitir, al girar el spin de un electrn, estas emociones que tra-to de proyectar, y la voz infiel de su gemelo que voltea simultneo lo mismo que estn ms juntos que los tomos o en los extremos del universo. Cmo es que el mensaje supera la luz misma? El funcionamiento del fruto de nuestro ingenio ha superado nuestra misma comprensin y en nuestro sueo se han levantado nuevos mitos que llenan los vacos del espritu.

    La voz de un amigo podra conferir fiel a la verdad, mas menti-roso a la realidad, que quiz para aquellos que estuvieron juntos el lazo es tan fuerte que an del otro lado del universo, fuera de la fsica, ese cordel sutil transmite el mensaje. Tantas cosas imper-ceptibles a nuestros sentidos y ms an intangibles a nuestro inte-lecto se han vuelto nuestros sirvientes en las sombras.

    Me duele que estos aparatos solo puedan transmitir letras, que forman palabras fras y encadenan oraciones que hablan de ideas como algo a la distancia. Cambiara multitud de ellas por or tus pasos, o sentir tu risa con mis manos. Cuando todo haya pasado y la entropa venza finalmente, al menos me gustara poder decir, casi como absolucin: Que nuestras voces, transfiguradas en el tiempo e irreconocibles por la distancia recorrida, se volvieron a encontrar.

    Te doy lo nico que soy capaz, desde este apartado rincn del universo. No olvides escribir, sabes que deseo saber de los curio-sos habitantes de ese planeta azul que me cuentas.